PARROQUIAS MISERICORDIOSAS… COMO EL PADRE

EL SIN SENTIDO DE UNA PASTORAL SIN MISERICORDIA

(sin cercanía ni encuentro)

Existe en América Latina y el Caribe pastorales “lejanas” pastorales disciplinarias que privilegian los principios, las conductas, los procedimientos organizativos… por supuesto sin cercanía, sin ternura, sin caricia. Se ignora “la revolución de la ternura” que provocó la encarnación del Verbo. Hay pastorales con tal dosis de distancia que son incapaces de lograr el encuentro: encuentro con Jesucristo, encuentro con los hermanos. Este tipo de pastoral, a los más, pueden prometer una dimensión de proselitismo pero nunca llegan a lograr ni inserción eclesial ni pertenencia eclesial”

Pastorales sin misericordia

PARROQUIA Y MISERICORDI

A

JESÚS: es éste la misericordiaEl mensaje más fuerte del Señor es la misericordia

No es fácil encomendarse a la misericordia de Dios, porque eso es una abismo incomprensible

No debemos tener miedo a la bondad ni a la ternura

La identidad de La Iglesia de no está garantizada por el “fuego del cielo que consume” (Lc. 9,54) sino por el secreto calor del Espíritu que “sana lo que sangra, dobla lo que es rígido, endereza lo que está torcido”

Un hogar humilde que atraiga a los hombres y

mujeres por el encanto

de la luz y el calor del amor…

…los preceptos dados por Cristo y los Apóstoles al Pueblo de Dios “son poquísimos” (sto. Tomás)

Los preceptos, añadidos posteriormente por la Iglesia, deben exigirse con modertación “para no hacer pesada la vida de los fieles” y convertir así, nuestra religión en una esclavitud, cuando la misericordia de Dios quiso que fuera libre…

San Agustín

Jesús no da una lista selectiva de quien sí y quien no, quienes son dignos y quien no…

“la Iglesia sea espacio de la misericordia y de la esperanza de Dios, donde cada uno se sienta acogido, amado, perdonado y alentado a vivir según la vida buena del Evangelio

Iglesia de puertas abiertas, todos puedan participar en la vida eclesial…las puertas de los sacramentos que tampoco deberían cerrarse por una razón cualquiera

Acompañar con misericordia y paciencia las etapas posibles de crecimiento de las personas, que se van construyendo, día a día