Duelos y Cosntelacion

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CCAP Volumen 8 Número 3 19 El diagnóstico y manejo del Lyda Marcela Lozano Cortés Médica psiquiatra Universidad Militar Nueva Granada Roberto Chaskel Coordinador Psiquiatría infantil y adolescencia Hospital Militar Central Profesor asociado Universidad Militar Nueva Granada Universidad El Bosque Resumen El módulo tiene como objetivo ilustrar el diag- nóstico y el manejo del duelo y las consecuencias a corto, mediano y largo plazo de los duelos mal elaborados, todo esto a la luz de los diferentes momentos del desarrollo. Usted encontrará nueve ilustraciones de casos vistos en la consulta del Hospital Militar Central durante el año 2008. Duelo en niños y adolescentes tras la muerte de un ser amado El fallecimiento de un ser querido es una experiencia muy dolorosa y los niños no están exentos de vivir esta situación. Según estadísticas mundiales, el 4% de los niños pierde un padre antes de los 15 años de edad 1 . En los Estados Unidos se estima que el 3,5% (aproximadamente 2,5 millones) ha experimentado la muerte de un padre antes de los 18 años 2 . La muerte de un padre es una pérdida traumática que puede poner en riesgo el sentido de seguridad del niño y tener efectos adversos tales como quejas somáticas y accidentes, problemas en el rendimiento académico, conflictos sociales por aislamiento y expresiones psicológicas como depresión, ansiedad, síntomas de estrés postraumático, duelo traumático y autoestima baja. Estas son señales de un duelo en elaboración o un duelo mal elaborado 3 . Los niños expresan inicialmente temor, confusión y escepticismo al referirse a la muerte. Luego experimentan sentimientos de tristeza, un anhelo por que la persona regrese, dificultades en la concentración, el sueño, y cambios en la alimentación 4 . No todos los niños se expresan de duelo en niños y adolescentes en la práctica pediátrica Reconocimiento y manejo E l d i a g n ó s t i c o y m a n e j o d e l d u e l o e n n i ñ o s y a d o l e s c e n t e s e n l a p r á c t i c a p e d i á t r i c a R e c o n o c i m i e n t o y m a n e j o

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DUELOS Y CONSTELACIONES

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  • CCAP Volumen 8 Nmero 3 19

    El diagnstico y manejo del

    Lyda Marcela Lozano CortsMdica psiquiatra Universidad Militar Nueva Granada

    Roberto ChaskelCoordinador Psiquiatra infantil y adolescencia Hospital Militar Central Profesor asociado Universidad Militar Nueva Granada Universidad El Bosque

    Resumen

    El mdulo tiene como objetivo ilustrar el diag-nstico y el manejo del duelo y las consecuencias a corto, mediano y largo plazo de los duelos mal elaborados, todo esto a la luz de los diferentes momentos del desarrollo. Usted encontrar nueve ilustraciones de casos vistos en la consulta del Hospital Militar Central durante el ao 2008.

    Duelo en nios y adolescentes tras la muerte de un ser amado

    El fallecimiento de un ser querido es una experiencia muy dolorosa y los nios no estn exentos de vivir esta situacin.

    Segn estadsticas mundiales, el 4% de los nios pierde un padre antes de los 15 aos de edad1. En los Estados Unidos se estima que

    el 3,5% (aproximadamente 2,5 millones) ha experimentado la muerte de un padre antes de los 18 aos2. La muerte de un padre es una prdida traumtica que puede poner en riesgo el sentido de seguridad del nio y tener efectos adversos tales como quejas somticas y accidentes, problemas en el rendimiento acadmico, conflictos sociales por aislamiento y expresiones psicolgicas como depresin, ansiedad, sntomas de estrs postraumtico, duelo traumtico y autoestima baja. Estas son seales de un duelo en elaboracin o un duelo mal elaborado3.

    Los nios expresan inicialmente temor, confusin y escepticismo al referirse a la muerte. Luego experimentan sentimientos de tristeza, un anhelo por que la persona regrese, dificultades en la concentracin, el sueo, y cambios en la alimentacin4. No todos los nios se expresan de

    duelo en nios y adolescentes

    en la prctica peditrica

    Reconocimiento y manejo

    E l d i a g n s t i c o y m a n e j o d e l

    d u e l o e n n i o s y a d o l e s c e n t e s

    e n l a p r c t i c a p e d i t r i c a

    R e c o n o c i m i e n t o y m a n e j o

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    El diagnstico y manejo del duelo en nios y adolescentes en la prctica peditrica. Reconocimiento y manejo

    la misma forma, ya que segn su comprensin de la muerte y su nivel de desarrollo pueden tener manifestaciones distintas.

    Presentacin de casos

    A manera de ilustracin se presenta una serie de casos atendidos en los servicios de pediatra y psiquiatra infantil del Hospital Militar Central. Dentro de los casos hay dos parejas de hermanos cuya descripcin no se encuentra adyacente (a lo cual se hace alusin), puesto que esta se hizo por edades de menor a mayor:

    Caso 1: paciente femenina de tres aos de edad que acude a consulta trada por su madre, quien relata que la menor hace un mes presenta llanto inmotivado, conductas agresivas en el colegio, desobedece en casa y en el colegio, se ha tornado aislada y retrada.

    Hace dos semanas present enuresis noc-turna en dos ocasiones, despus de haber controlado esfnter vesical a los dos aos de edad. Antecedente de muerte paterna en combate hace un mes, secundaria a explosin de mina. Posterior a este evento, el ncleo familiar queda conformado por la madre de 29 aos, quien trabaja como auxiliar contable y estudia administracin de empresas, y la menor, quien asiste al jardn infantil en las maanas y en las tardes est al cuidado de una ta que no vive con ellas.

    Caso 2: paciente masculino de tres aos de edad trado a consulta como parte de evaluacin familiar. Su padre muri a los 40 aos en casa tras un evento coronario agudo, presenciado por la madre y la her-mana mayor, quienes hicieron angustiantes intentos por reanimarlo.

    Respecto a l, la madre afirma: Dice que tambin quiere ir al cielo; sus juegos consisten en buscar aviones para ir por su padre al cielo y traerlo, llora al ver a su madre triste,

    reclama y pregunta cundo volver su padre del cielo: Ya lleva mucho tiempo all. Asiste al jardn, de donde no han informado cam-bios en el comportamiento. Juega con sus pares, come y duerme bien. Es hermano de la paciente del caso 5.

    Caso 3: paciente de cuatro aos de edad de gnero femenino remitida de pediatra por presentar irritabilidad y conductas heteroagresivas.

    Muerte materna hace tres meses luego de sufrir un accidente cerebro-vascular (ACV) hemorrgico en el marco de una leucemia diagnosticada pocas semanas antes. El ncleo familiar estaba conformado por sus padres, una hermana media y ella. Luego de la muerte de la madre, la familia se cambia de casa, la hermana media se va a vivir con su ta materna. La abuela paterna, con quien hasta entonces tuvo poco contacto, ya que su residencia habitual era en otra ciudad, viene a vivir con ella y su padre. La abuela comenta: ... el otro da estaba con un collar al cuello y apretndolo, no era en juego y recalca: ... Mi hijo est muy mal pero a toda hora se muestra fuerte.

    Caso 4: paciente de siete aos de edad, hijo nico, gnero masculino; conocido por psiquiatra desde los cuatro aos cuando es trado a consulta por presentar enuresis y encopresis, que son manejadas con psico-terapia y farmacoterapia.

    Presenta conductas oposicionales, desobede-ce, la madre manifiesta que es estigmatizado y no tiene amigos. Durante sus primeros dos aos de vida el menor estuvo a cargo de una cuidadora de quien fue separado abruptamente, debido a una sospecha de la madre quien expres: Me quera robar el amor de mi hijo. Cuando ingresa al colegio, se detectan dificultades en la interaccin con sus pares. Es agresivo con los dems nios y solo se relaciona bien con nios menores

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    Lyda Marcela Lozano Corts - Roberto Chaskel

    que l. Tiene gran imaginacin y sus juegos son en solitario. Su desempeo escolar es regular, requiriendo ayuda y supervisin constante para las labores del colegio. El paciente afirma: Nadie me quiere porque soy feto, Yo debera tener un hermanito para que juegue conmigo y me defienda, ... pero mi hermanito muri el mismo instante en el que yo toqu la faz de esta tierra.

    El grupo familiar est compuesto por los padres y el nio. Los padres siempre haban ocultado el fallecimiento del pri-mer hijo como se evidencia en repetidos genogramas dibujados en consultas. Una vez se comienza a elaborar el duelo, la sintomatologa desaparece.

    Caso 5: paciente femenina de ocho aos de edad. Trada por su madre a consulta, porque ha dicho que se quiere morir. Hace cuatro meses, desde la muerte de su padre, ha cambiado su manera de ser, ahora es agresiva y callada. Ha disminuido su rendimiento escolar, lo que ha sido muy notorio, ya que antes era la mejor estudiante del curso y ahora se ha presentado una marcada tendencia al aislamiento social.

    La madre expresa: No permite que le mencio-nen a su padre, ni nada que tenga que ver con lo ocurrido. El padre fallece luego de sufrir un evento coronario que se presenta en casa mientras dorma con su familia. La madre y la nia intentan maniobras de reanimacin en casa. Actualmente el ncleo familiar est conformado por la madre, la abuela materna y los dos menores. La madre perdi a su padre a los siete aos luego de un accidente automovilstico.

    La paciente es la mayor de dos hermanos. Su hermano menor tiene tres aos (caso 2). Manifiesta que ha tenido dificultades escolares, afirma no poder concentrarse y ser vctima de la burla de sus compaeras. Ha presentado dificultades en la relacin con

    su madre, sus tos y sus primos; se refugia en su abuelo paterno. Expresa angustia por su futuro y el de su hermano. Es reacia a la consulta inicialmente e intenta irse del con-sultorio, pero finalmente decide quedarse. Su afecto es contenido de fondo triste, sin llanto. Al referirse a la prdida de su padre, expresa: Es que al morir mi pap yo perd el respeto y el amor.

    Caso 6: paciente de 11 aos, de gnero masculino, quien llega a consulta por presentar conductas de cuatro meses de evolucin de carcter oposicional y agresivo, sentimientos de tristeza e ira, irritabilidad y aislamiento social asociado a dificultades en la interaccin con pares.

    Su hermano fallece hace dos aos a los 10 das de nacido, y poco despus su herma-na, en ese entonces de 11 aos, realiza un intento de suicidio (caso 9).

    Caso 7: paciente femenina de 11 aos de edad, ocupa el tercer lugar entre cuatro hermanos. Conocida por psiquiatra infantil hace seis aos, por episodios depresivos a repeticin que han requerido manejo psicote-raputico y psicofarmacolgico. Actualmente en manejo psicoteraputico que se retoma por bajo rendimiento acadmico y actitudes adolescenciales tempranas. Oposicional y desafiante con sus padres, despreocupada por sus labores escolares y por la casa.

    Manifiesta que con su madre las relaciones son buenas, pero con el padre, distantes. Antecedente de suicidio de su hermano de 11 aos cuando ella tena un ao y medio, de lo cual comenta: Yo vi que mi hermano se ahorc con una corbata, porque se le corri la silla por accidente y Mi mam le haba dicho que con tanto problema que daba lo mejor era que se muriera.

    Caso 8: paciente masculino de 12 aos con diagnstico de retardo mental leve. Acude

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    El diagnstico y manejo del duelo en nios y adolescentes en la prctica peditrica. Reconocimiento y manejo

    remitido de neuropediatra por presentar conductas inadecuadas, desobediencia e irritabilidad de un ao de evolucin. Su rendimiento acadmico ha empeorado y hace seis meses empieza a manifestar deseos de morir.

    El paciente pertenece a una familia confor-mada por la madre y tres hermanos mayores. Su padre muere hace un ao en combate. El padre haba establecido una relacin para-lela de pareja y tena un hijo con esta nueva persona. El funeral se realiza a dos horas de vuelo del hogar del paciente y por razones econmicas la familia no puede desplazarse, pues el sustento econmico hasta ese momen-to haba dependido del padre y, al morir, el dinero destinado para los sobrevivientes pasa a manos de la segunda pareja.

    En consulta el menor manifiesta: Mi mam y mis hermanos estn tristes y lloran mucho a escondidas, pero yo s que estn llorando, Yo me quera morir, pero ya no. Un mes despus de haber ingresado a tratamiento con psi-quiatra, muere su to materno por un ACV, quien era la persona de gnero masculino que se encontraba ms cerca de l. Ahora, refiere la mam, est muy temeroso y no quiere dormir solo.

    Caso 9: paciente femenina de 13 aos de edad, cursa noveno grado, asiste a consulta por psiquiatra hace un ao y medio luego de realizar intento suicida, con ingesta de mltiples medicamentos. Desde entonces en manejo psicoteraputico con buena adherencia.

    Dos aos antes su hermano de 10 das de edad muere y su madre se muestra altamente culpabilizada. La menor evoca frases de su madre como: Yo era quien debera haber muerto, no soy una buena madre, no vale la pena seguir viviendo. La familia cambia de ciudad de domicilio y con ello viene tambin el cambio de colegio y de amistades de los menores.

    Actualmente presenta sntomas de ansiedad dados por temor a salir sola de su casa, miedo a que sus padres salgan o a que algo malo le pase a su hermano de 11 aos. Pensamientos intrusivos de autoagresin: Cuando veo un cuchillo pienso en cortarme o Cuando estoy en un lugar alto, en lanzarme. Refiere tristeza, falta de energa y pesadillas ocasionales hace dos semanas. Al pasar por un callejn oscuro, piensa: Me van a coger. Dificultades en la relacin con su hermano y sus compaeros de colegio.

    Nomenclatura, conceptos y trminos

    La revisin bibliogrfica muestra tres trminos ntimamente relacionados, que no tienen una traduccin exacta o un equivalente en espaol. Sin embargo, cada uno de ellos hace referencia a un aspecto especfico vinculado con los procesos de prdida y duelo. Estos son:

    Bereavement: se refiere a la separacin fsica del difunto. El desamparo5.

    Grief: indica el dolor emocional o angustia que una persona siente despus de la prdida de un ser amado6.

    Mourning: est relacionado con los rituales familiares, religiosos y culturales a travs de los cuales se expresa el duelo6.

    Definiciones prcticas de duelo

    Duelo no complicado: proceso por el cual nios y adultos se ajustan a la prdida de lo amado. Tiene mucho en comn con la depresin (tristeza, dificultades de sueo, prdida del apetito, ausencia de inters en las actividades normales y falta de concentracin)7.

    Duelo complicado:a) Estrs por la separacin afectiva que conlleva la

    muerte.

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    Lyda Marcela Lozano Corts - Roberto Chaskel

    b) Estrs por el trauma psquico que supone la

    muerte.

    c) Sintomatologa presente, aun seis meses despus

    del deceso.

    d) Importante deterioro de la vida social, laboral u

    otras actividades significativas de la persona en

    duelo7.

    Duelo anticipatorio: dolor emocional que puede ocurrir ante una muerte inminente. Este puede ser experimentado frente a una prdida esperada de un ser amado por una enfermedad terminal como el cncer.

    Duelo y desarrollo

    El entendimiento sobre la muerte y la forma de afrontarlo varan de acuerdo con el nivel de desarrollo del nio y el adolescente8,9,10,11.

    Menores de 3 aos: no existe un concepto de muerte debido a las limitaciones en la percepcin del tiempo y el espacio. A esta edad la muerte equivale a la separacin en un sentido concreto debido a la percepcin de que falta alguien. La separacin es vivida como un abandono y representa una amenaza a la seguridad12.

    Entre los 3 y 5 aos: el nio ve la muerte como un sueo o una larga jornada. La vida y la muerte aparecen an como procesos inter-cambiables, aunque el nio puede percibir la diferencia entre estar vivo y estar muerto. Hacia los cinco aos puede comprender que la muerte significa no funcionalidad, irreversibilidad, pero todava no comprende su universalidad.

    Entre los 6 y 8 aos: la muerte se personifica y aparece como algo externo, con causas determinadas, aunque al nio le resulta difcil imaginar su muerte o la de sus padres.

    Entre los 9 y 10 aos: los nios saben que la muerte es inevitable y que puede sucederles a ellos. Presentan sentimientos de fragilidad13.

    De los 11 aos en adelante: los nios desarrollan su propia filosofa de la vida y, en consecuencia, cambian su actitud frente a la muerte. El adolescente ya comprende lo que significa la muerte para su vida futura, pero puede angustiarlo y obsesio-narlo, provocando conductas agresivas e inadaptadas en un intento de negacin de la realidad.

    Por lo tanto, debe quedar claro que en un nio la reaccin emocional a la muerte depende de su madurez emocional y su cognicin14.

    Teniendo en cuenta esto, se puede com-prender ms fcilmente que cada nio tenga diferente expresin del duelo.

    Manifestaciones del duelo segn la edad

    Menores de 3 aos

    Estos nios an no son capaces de interpretar nociones ms abstractas como la permanencia o universalidad de la muerte y, aunque su entendimiento cognitivo es limitado, a esta edad ya reaccionan ante la muerte de una persona importante en sus vidas con emociones fuertes y confusin.

    Dentro de las emociones ms dolorosas cabe destacar la ansiedad de la separacin, la ambi-valencia, la incertidumbre de llegar a apegarse a alguien y nuevamente perderlo, sentimientos de culpa y hostilidad, temor de haber sido causante de la separacin (muerte) o de la infelicidad en la familia12.

    El estudio del tema del duelo dentro del mbi-to de los cuidados paliativos desde hace ms de 30 aos muestra que en los nios ms jvenes este se da alrededor de tres preguntas:

    1. Qu es la muerte?

    2. Puede sucederme?

    3. Puede sucederte?15.

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    El diagnstico y manejo del duelo en nios y adolescentes en la prctica peditrica. Reconocimiento y manejo

    En cuanto a las respuestas que han de pro-porcionrseles a los nios, se debe considerar que para el nio de esta edad los padres son omnipotentes. Si se niega o se intenta cubrir la ocurrencia de la muerte y se es incapaz de hablar acerca de ello, los nios llegan a ser conscientes de que esto es un asunto que no debe ser tocado, convirtindolo en un tema tab y, como consecuencia, no preguntar por la persona fallecida y no podr aclarar las dudas que tiene al respecto16.

    Respuestas de tipo eufemismo, tales como: Est en un largo viaje..., Descansa en paz, Est con Dios, Est durmiendo un largo sueo, generan solo dudas y falsas expectativas. Por ejemplo, el menor podra llegar a tener miedo de dormir, ya que puede que no despierte. La sugerencia de los investigadores en este tema es que se deben dar respuestas cortas y honestas y que la comunicacin debe generarse en un ambiente de apertura donde el nio se sienta libre de hacer preguntas17.

    Entre los 3 y 5 aos

    Ya existe un sentido de prdida y pueden bus-car a la persona fallecida activamente. Pueden darse cambios mayores en la rutina, mostrar regresin en las etapas del desarrollo, y ruptura en las relaciones con los dems por expresiones inesperadas de enojo y agresin18.

    Entre los 6 y 8 aos

    A esta edad es comn la expresin a travs de temores o miedos, por ir a dormir o a estar solo. Los nios pueden presentar con frecuencia pesadillas, por lo tanto buscan dormir con sus padres, manifiestan ms sntomas somticos, cefaleas, dolores abdominales, problemas para concentrarse17.

    Entre los 9 y 10 aos

    Las preguntas acerca de la muerte pueden refle-jar curiosidad o sealar ansiedades acerca de

    responsabilidad por la muerte de la persona cercana. La muerte de un padre o un herma-no a esta edad cambia las creencias de que la muerte es una manifestacin de la edad mayor. Puede presentarse ansiedad por separacin y preocupaciones acerca de la vulnerabilidad de los otros miembros de la familia18.

    De los 11 aos en adelante

    Los adolescentes pueden aislarse de las activi-dades familiares y buscar soporte en sus pares. La muerte permite al adolescente en duelo pre-guntarse sobre el significado de la vida19. Algo cambia en el concepto de su propia mortalidad, con riesgo de desarrollar comportamientos tales como beber o ingerir drogas. Los adolescentes tienen la capacidad cognitiva de revisar el pasado y contemplar las consecuencias de la muerte a largo plazo. El recuerdo de la persona fallecida puede generar incomodidad o culpa.

    La muerte de un padre o un hermano puede cargar al adolescente de nuevos roles familiares, responsabilidades y expectativas de que se comporte como un adulto. Su sentido de responsabilidad y el deseo de proteger a los adultos afligidos resulta en una mezcla de mensajes20.

    Es en este perodo cuando se adquiere la conceptualizacin adulta de la muerte como un evento con cinco caractersticas:

    1. Universalidad.

    2. Irreversibilidad.

    3. No funcionalidad.

    4. Causalidad.

    5. Continuacin no corprea21.

    Aportes tericos clsicos a la conceptualizacin del duelo

    John Bowlby (1960)

    Este psicoanalista ingls analiz las conductas de apego infantil normales y los efectos de

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    Lyda Marcela Lozano Corts - Roberto Chaskel

    la ruptura por una prdida severa como una separacin por largo tiempo, particularmente del cuidador primario12.

    Tambin describi la secuencia de reacciones en los nios pequeos ante la separacin de su madre, denominadas como protesta, desespe-ranza y desapego22.

    Bowlby not que es habitual que despus de una prdida los nios se manifiesten con ansie-dad y estallidos de clera. La ansiedad se debe a que el nio teme sufrir una nueva prdida, lo que lo hace ms sensible a toda separacin de la figura que desempea las funciones maternales23. Por esto, destac la importancia de asesorar a los padres con el fin de que puedan ayudar a sus hijos en la elaboracin del duelo, ya que solo cuando se da una informacin verdadera, con empata y apoyo, puede esperarse que el nio responda a la prdida con cierto grado de realismo23.

    Margaret Mahler (1961)

    Mahler consider el proceso del duelo como una parte integral del desarrollo del yo, concibin-dolo como una reaccin bsica y explicando que el yo emerge desde la fase indiferenciada a la de diferenciacin.

    As mismo, plante la dificultad que surge cuando la separacin se da en edades muy tem-pranas, puesto que, si esto sucede, el proceso de separacin que normalmente debe realizarse no tendra cabida en el nio12.

    Jean Piaget (1950)

    El psiclogo suizo Piaget, con la teora cognitiva, ayud a entender cmo piensan los nios de tres aos y menores. En esta edad, el estadio de pensamiento primario se denomina de pensamiento preoperacional, es decir, que se usan procesos de pensamiento concretos y, por lo tanto, solo se entiende la muerte como inmovilidad12.

    Factores involucrados en el proceso de duelo

    1. Factores del nio

    Es importante dentro de la evaluacin del nio en duelo contextualizar la situacin de cmo se enter del fallecimiento de un ser querido, su experiencia particular, su momento vital, sus mecanismos de afrontamiento, su habilidad para adaptarse a los cambios y su historia de vida. Entonces se deben identificar:

    Experiencias.

    Personalidad.

    Estilo de vida.

    Respuesta al estrs.

    Gnero.

    Capacidad de adaptacin.

    Relaciones estrechas24.

    2. Factores de la familia

    Cada familia, como unidad funcional, tiene su manera de entender, vivir y enfrentar los momentos de crisis. El caso de la muerte no es una excepcin, por esto se debe evaluar:

    Afrontamiento familiar.

    Magnitud de la crisis.

    Comportamiento colectivo.

    Estilo de comunicacin.

    Alianzas.

    Recursos24.

    Mitos y realidades

    Dentro de la cultura occidental, ha prevalecido un cierto temor frente a la muerte, y es comn que este tema se esconda para minimizar la situacin real de desolacin que provoca el fallecimiento de un ser amado. En torno a los nios han surgido diferentes teoras respecto a cmo enfrentan la muerte, algunas de ellas muy alejadas de la realidad. Aqu se

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    El diagnstico y manejo del duelo en nios y adolescentes en la prctica peditrica. Reconocimiento y manejo

    plantean algunos de los mitos y las realidades al respecto:

    Mitos

    1. Los nios no sufren.

    2. El duelo en los nios no provoca un sufrimiento

    tan profundo como en los adultos.

    3. Los nios cuentan con suerte, porque son tan

    jvenes que no entienden sobre la muerte.

    4. Los nios deben ser protegidos del dolor y el

    sufrimiento que la muerte lleva con el fin de

    mantener su inocencia infantil.

    5. Dada su juventud y resiliencia, son capaces de

    olvidar fcilmente a la persona cercana fallecida,

    resolver el duelo rpidamente y seguir con sus

    vidas.

    6. Cuando se consideran como grupo, los nios y

    adolescentes entienden, experimentan y expre-

    san el duelo de la misma manera25.

    Realidades

    1. Todos los nios sufren.

    2. Los nios y adolescentes expresan su duelo en

    forma diferente a los adultos y tambin pueden

    sufrir.

    3. Los nios son vulnerables y pueden tener des-

    ventajas cuando estn en duelo.

    4. Los nios no pueden ser protegidos de la

    muerte.

    5. Algunos nios olvidan y otros recuerdan.

    6. El duelo en nios y adolescentes es distinto a

    las diferentes edades, en cuanto a comprensin,

    experiencia y expresin25.

    Intervenciones en duelo en nios

    Antes de intervenir es esencial entender en forma detallada las circunstancias de la muerte, cmo y bajo qu condiciones el nio fue informado, qu explicaciones se han dado al nio, el desarrollo del nio y las variables culturales y religiosas pertinentes. Adems,

    hay que identificar reas de dificultad adi-cionales como las diferencias de opinin dentro de la familia nuclear o con la familia extensa y las que incluyen al colegio o a otras agencias26.

    Ver a los nios y a los padres juntos es til. Observar a los padres solos permite conocer qu piensan sobre lo que sabe el nio y si la nueva informacin puede compartirse, puesto que conversaciones individuales con los nios pueden generar equivocaciones, distorsiones cognoscitivas, autorreproches y culpas. El trabajo conjunto terapeuta-padres y nios tiende a disminuir la exposicin de los nios al estrs de los cambios que siguen a la muerte y fortalece los recursos de ambos, el nio y la familia.

    Estrategias segn la medicina basada en la evidencia

    En medicina basada en la evidencia son pocos los estudios realizados respecto a este tema. En un metaanlisis con 13 estudios controlados, hecho en el 2007, no se encontr evidencia de superioridad de un modelo de psicoterapia sobre otro en duelo en nios. Se hace referencia a factores que pudieron estar implicados en los pobres resultados, en los que se hace alusin al momento de inicio del tratamiento y tiempo desde la muerte del ser querido. Parece que los nios respondieron ms favorablemente a la terapia cuanto ms cerca estuvo el tratamiento del momento de la prdida27.

    Un grupo de investigadores de la Univer-sidad del Estado de Arizona llev a cabo dos estudios experimentales de la familia dentro del programa de desamparo2. Este grupo tom la evidencia emprica que hasta el momento exista y la implement como tratamiento a nios privados de sus padres y sus familias. La eleccin de los pacientes del estudio se efectu en forma aleatorizada. Los autores describen la existencia de factores modifica-bles y factores no modificables que deben ser

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    Lyda Marcela Lozano Corts - Roberto Chaskel

    5. Facilitacin de una relacin positiva padre-hijo

    Una relacin positiva con el padre sobrevivien-te es el mayor soporte para el ajuste del nio con un duelo parental. Una relacin positiva padre-hijo reflejar la creacin de un ambiente estructurado.

    6. Calor parental

    Acompaar al nio mientras lleva a cabo el proceso de aceptacin; facilitar las relaciones con otros nios; incrementar reforzamientos positivos, tanto fsicos como verbales.

    7. Comunicacin padre-hijo

    Estrategias que incluyan mensajes que enfo-quen la interaccin padre-hijo alrededor de las experiencias actuales del nio pueden ser efectivas y fortalecen las habilidades de escucha en los padres.

    8. Disciplina efectiva

    Elementos de disciplina efectivos entre los que est la comunicacin clara de expectativas. En casa se debe continuar con el mantenimiento de las reglas, incrementar el uso de reforzamientos positivos, ser claros, consistentes, calmados en la comuni-cacin y seleccionar e implementar las posibles consecuencias ante conductas inadecuadas.

    9. Reducir los factores parentales de estrs

    Altos niveles de problemas en la salud mental del padre como consecuencia del duelo han sido asociados con consecuencias negativas para el nio y, en estos casos, las intervenciones que incluyen soporte a padres son tiles.

    10. Incrementar las interacciones positivas en las familias

    Se ha demostrado que en familias estables y cohesivas se reduce el riesgo de problemas

    considerados al momento de prestar servicios a nios que experimentan una muerte parental. Los resultados del estudio muestran algunas estrategias que dieron respuestas positivas en sus pacientes.

    Estrategias

    1. Incrementar la autoestima del nio

    La muerte de un padre puede tener un impacto negativo sobre la autoestima del nio. Esto se ha asociado con mayores problemas en la salud mental del nio con duelo parental28.

    El trabajo en grupo, los reforzamientos positivos que ayudan a los nios a sentirse bien, involucrar a los padres para trabajar fuera del contexto de la terapia y comprometer al nio con actividades donde haya poca posibilidad de fracaso, mejoran la autoestima.

    2. Aumentar las creencias de control

    El nio luego de la experiencia de prdida puede sentirse desesperanzado y creer que tiene menos control interno sobre los eventos con sus pares que no estn en duelo.

    3. Mejorar las habilidades de afrontamiento del nio

    El uso de estrategias de afrontamiento ha sido asociado con adaptacin ms positiva despus de la muerte de un padre. Un afrontamiento eficaz tiene herramientas que pueden ser usa-das efectivamente para manejar circunstancias estresantes futuras.

    4. Facilitar la expresin de emociones

    Las observaciones clnicas de los nios han mostrado un rango de emociones que incluye tristeza, culpa y ansiedad. Las intervenciones para reducir la inhibicin de la expresin emocional disminuyen los problemas de salud mental.

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    El diagnstico y manejo del duelo en nios y adolescentes en la prctica peditrica. Reconocimiento y manejo

    El equilibrio homeosttico original se altera y en el desequilibrio deben encontrarse las soluciones para volver a organizarse. Esto puede lograrse a travs de un proceso de duelo normal. El duelo normal en la familia, al igual que en el proceso de duelo individual, supone un cambio, y, si este no se asume, comenzarn las dificultades al interior de esta. Si bien lo ms comn es que los duelos se resuelvan de modo satisfactorio, existen posibilidades de que este proceso se altere31.

    Duelo funcional

    Una familia cuyo funcionamiento es normal habitualmente permite que cada uno de los miembros viva el proceso de duelo a su propio ritmo. Cada individuo est en un ciclo vital particular y, por lo tanto, la representacin de la muerte ser asumida y resuelta de acuerdo con su momento existencial. Un duelo en una familia es resuelto cuando todos sus integrantes lo han resuelto. Si esto no sucede, ocurre la disfuncio-nalidad, la patologa y/o los trastornos.

    Segn el terapeuta de familia Luigi Boscolo, cuando ocurre una muerte dentro de un sistema, la manera en que se le vive, en que se la percibe y se la experimenta, guarda relacin con una premisa establecida con anterioridad a esa muerte, y la forma en que se la experimente en el futuro tambin se ajustar a esa premisa. Algunas premisas sobre la muerte afirman que la persona en cuestin no debera haber fallecido, entonces se la mantiene viva de algn modo30.

    Duelo traumtico complicado

    Se ha descrito como una condicin en la cual los nios pierden al ser amado bajo circunstan-cias traumticas, desarrollando sntomas que chocan con su habilidad normal para negociar el proceso normal de duelo.

    Tpicamente estas muertes son el resultado de eventos sbitos inesperados, como homici-dios, accidentes de trnsito, suicidio, sobredosis

    mentales en los nios con duelos. Aceptar la nueva identidad de familia, un horario regular y actividades positivas pueden mejorar el afecto de ambos nios y padres.

    11. Reduccin de la exposicin de los nios a eventos vitales negativos

    Es indispensable mantener la seguridad de todos en casa, y, al evitar la exposicin a riesgos para los menores, se aumenta la confianza y la estabilidad en el grupo familiar.

    Duelo y familia

    El sistema familiar es una unidad psquica, que incluye a cada individuo sin desvirtuar la condicin autnoma e independiente de sus integrantes.

    En el duelo se observa al individuo sumer-gido en otro nivel, sin perder su integracin a la familia. En este sentido, se evidencia la emer-gencia de la interaccin, conexin o vnculo de los diferentes miembros29.

    La unidad psquica (familia) usa a sus componentes de forma diversa, y es esa ma- nera particular en la que cada persona es utilizada y el modo en el que est inscrita en la historia actual y transgeneracional lo determinante en la resolucin del fenmeno de la separacin, la muerte y el duelo. La muerte de un miembro de la familia rompe la unidad psquica del grupo, por lo tanto se pierde parte de la estructura del sistema para siempre y se alteran los elementos que la caracterizan, la corporalidad, las relaciones, los vnculos, los nexos, las conexiones y las pautas.

    El sistema familiar como tal ya no existe, ahora es otro y as debe estructurarse a partir de un nuevo espacio y un tiempo vaciados. Esto exige una nueva organizacin, un nuevo estilo de conectarse y de relacionarse entre los miembros sobrevivientes30.

  • CCAP Volumen 8 Nmero 3 29

    Lyda Marcela Lozano Corts - Roberto Chaskel

    Implica el vnculo y tiene una dimensin tica. Este concepto hace comprensibles la continuidad de la familia a lo largo de generaciones, trascendiendo el ciclo vital individual.

    Esta lealtad lleva consigo un proceso de iden-tificacin con el grupo, relaciones, confianza, fiabilidad, responsabilidad, compromiso, fidelidad y devocin. Este concepto es clave para comprender la influencia de la muerte en un sistema familiar.

    La delegacin: se sustenta en la imposibili-dad o en la dificultad de la elaboracin del duelo. En este caso alguien de la familia es el delegado que debe cumplir la misin que el grupo familiar inconscientemente le ha encomendado29.

    La onda de choque emocional: consiste en acontecimientos como accidentes, patologas fsicas u otras circunstancias. Esto sucede en familias en las que no se hace explcita la dependencia emocional recproca entre los miembros32.

    Reaccin de aniversario: ocurre como una reaccin transitoria en las cercanas de la fecha de la muerte de un ser cercano. La mayora de las veces surgen sntomas depresivos.

    Secretos familiares: el dolor y la pena son inseparables de la prdida. Los secretos de la familia muchas veces son intentos de evitar culpas y el dolor de la prdida. La necesidad de mantener tales sistemas de secretos puede crear inflexibilidad, impi-diendo la adaptacin a los mltiples desafos y cambios en la vida33.

    Tcnicas en familia

    Las tcnicas de intervencin con las familias durante el duelo son muy variadas. Los cambios en los lmites o jerarqua de la estructura fami-liar permitirn un ajuste novedoso. El empleo

    de drogas, desastres, muertes naturales. Los sntomas asociados son similares a los que se ven en el trastorno de estrs postraumtico (reexperimentacin de muerte traumtica, recuerdos intrusivos, evitacin de los recuerdos del trauma y/o hiperalertamiento fisiolgico y psicolgico).

    En cuanto al tratamiento, se han planteado dos enfoques que han mostrado resultados similares en la prctica:

    Intervencin enfocada en el trauma

    En la que se busca fortalecer:

    Habilidades en expresin afectiva.

    Habilidades en el manejo del estrs.

    Control de la modulacin afectiva.

    Habilidades sociales y en resolucin de pro-

    blemas.

    Creacin de una narrativa del trauma.

    Procesamiento cognitivo y en sesiones padre-

    hijo.

    Optimizar las habilidades en expresin afectiva

    de los nios y sus padres.

    Intervencin enfocada en el duelo

    Consistente en:

    Psicoeducacin.

    Redireccionar sentimientos ambivalentes respec-

    to al fallecido.

    Preservar memorias positivas.

    Redefinir las relaciones.

    Sesiones padres-hijos.

    Aspectos centrales en la elaboracin del duelo en familia

    La lealtad: es un sentimiento de solidaridad y compromiso que unifica las necesidades y expectativas de una unidad social con los pensamientos, sentimientos y motivaciones de cada miembro.

  • 30 Precop SCP

    El diagnstico y manejo del duelo en nios y adolescentes en la prctica peditrica. Reconocimiento y manejo

    Esto ayuda en la comprensin del significado y en el sentido de la muerte.

    Haley, Minuchin y el grupo de Miln utili-zan la prescripcin de rituales funerarios para consolidar la despedida y la separacin defini-tiva. Adems la repeticin ritual, durante algn tiempo, de costumbres familiares en las que el fallecido participaba favorece el reencuentro en la cotidianidad con el ausente y facilitan la vuelta a la vida cotidiana34.

    Virginia Satir usa la tcnica de la escul-tura, la cual consiste en la puesta en escena de situaciones escogidas por la familia, en las que, mediante una representacin de corte psicodramtico, se ventilan culpas, se favorecen procesos de expiacin y se logran aliviar los procesos internos dolorosos que provocan el estancamiento del duelo.

    En cuanto a la participacin en los ritos sociales, que hasta hace poco formaban parte de nuestra cultura y cumplan una valiosa labor para la elaboracin del duelo, y los cuales han sido desplazados por la modernidad, se han propiciado situaciones poco favorecedoras para el doliente al momento de la muerte de sus allegados. Si se llevan a cabo, son tiles para la unidad de la familia en un momento en el que requieren sentir apoyo de los dems, quieren despedirse y rendir honores a su difunto35.

    Conclusin

    Se han revisado los conceptos, nomenclatura y trminos del duelo en nios y adolescentes a la luz de los diferentes momentos del desarrollo, contemplando cmo y por qu se produce cierta sintomatologa en las diferentes edades.

    Se han revisado los aportes conceptuales del cmo de los duelos bien y mal elaborados y se han cubierto las recomendaciones para que el pedia- tra pueda guiar a su paciente de tal manera que no presente psicopatologa que intervenga en su sano desarrollo como consecuencia de un duelo.

    de paradojas o innovaciones en las normas impedirn la autoperpetuacin del duelo. Los rituales para romper este crculo vicioso, el uso de narrativas o la creacin de un pasado nuevo para ofrecer una perspectiva indita de la expe-riencia actual sanarn a la familia31.

    Karl Tomm (1997) se refiere a la conver-sacin con otro internalizado: en esta tcnica, el terapeuta habla, conversa, dialoga con el ausente a quien cada miembro de la familia le presta su voz durante la conversacin. La persona sobreviviente asume las respuestas como si el muerto viviera en l. Es de gran ayuda en el caso de duelos estancados o patolgicos y el objetivo es poner al paciente y/o al sistema en contacto ntimo y personal con la persona perdida y con lo que queda de esta dentro de s.

    J. B. Burnham (1995) plantea hacer pre-guntas sobre los aspectos importantes para el sobreviviente que el muerto se llev a la tumba, los aprendizajes que le dej y qu aspectos le gustara conservar. Con esto se logra esbozar la posibilidad de establecer un proceso de separacin en el cual, adems de la prdida, la separacin reporte aspectos positivos que compensen los sentimientos de vaco.

    W. Barnett Pearce (1980) desarroll un constructo terico, el Manejo Coordinado del Significado (CMM, por su sigla en ingls), mediante el cual pueden abordarse los diferentes niveles de contexto implicados en un evento y sus circunstancias. Puede ser usado eficazmente en las situaciones de duelo y busca verbalizar aspectos como:

    Las conversaciones.

    El episodio de la muerte y su impacto dentro del

    sistema.

    La definicin de la relacin antes de la muerte.

    El guin de la vida.

    Los roles dentro y fuera del sistema familiar.

    El significado de esta muerte con el contexto

    cultural.

  • CCAP Volumen 8 Nmero 3 31

    Lyda Marcela Lozano Corts - Roberto Chaskel

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    Referencias

  • exam

    en c

    onsu

    ltad

    o

    32 Precop SCP

    El diagnstico y manejo del duelo en nios y adolescentes en la prctica peditrica. Reconocimiento y manejo

    6. De las siguientes caractersticas no hace parte de

    la conceptualizacin adolescente de la muerte:

    A. universalidad

    B. reversibilidad

    C. no funcionalidad

    D. continuacin no corprea

    7. Cul de las siguientes afirmaciones es un mito respecto

    al duelo en los nios?

    A. los nios y adolescentes no pueden ser protegidos de la muerte

    B. el duelo en nios y adolescentes es distinto en las diferentes edades, en cuanto a comprensin, experiencia y expresin

    C. los nios cuentan con suerte, porque son tan jvenes que no entienden sobre la muerte

    D. los nios son vulnerables y pueden tener desventajas cuando estn en duelo

    8. Respecto a la manera de hablar con los nios ms

    pequeos sobre el tema de la muerte, se debe tener en

    cuenta:

    9. Son estrategias tiles para el manejo del duelo en los nios

    segn la Medicina Basada en la Evidencia, excepto:

    10. Son cambios que se producen al interior de una

    familia con la muerte de uno de ellos:

    A. evitar el uso de eufemismos

    B. dar respuestas cortas y honestas

    C. la comunicacin debe darse en un ambiente de apertura donde el nio se sienta libre de hacer preguntas

    D. todas las anteriores

    A. incrementar la autoestima del nio

    B. negar o cubrir la existencia de la muerte

    C. facilitar la expresin de emociones

    D. mejorar las habilidades de afrontamiento del nio

    A. se rompe la unidad psquica del grupo

    B. se alteran las relaciones, los vnculos, los nexos, la corporalidad, las conexiones y las pautas

    C. el sistema debe estructurarse a partir de un nuevo espacio y tiempo

    D. todas las anteriores

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  • XITO EN LA VIDA,

    XITO EN LOS NEGOCIOS

    Cmo lograr ambos a la vez

    Bert Hellinger

    EXITO.QXP 2/3/10 10:46 Pgina 5

  • EXITO.QXP 2/3/10 10:46 Pgina 8

  • DEDICATORIA

    PARA ALBERT HELLINGER, 18961967, EN LUGAR DE UN MONUMENTO

    Con este libro hago un monumento, uno al xito. A diferenciade los monumentos inmuebles, levantados con posterioridad, quemiran hacia atrs, ste mira hacia adelante. Permanece dentro deun movimiento. Contina, con amor, el servicio que recuerdoagradecido.

    BERT HELLINGER

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  • EXITO.QXP 2/3/10 10:46 Pgina 34

  • NDICE

    Introduccin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11Los xitos de nuestra vida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13

    El nacimiento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13Encontrar y tomar a la madre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14El movimiento hacia la madre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15Las consecuencias de un movimiento hacia la

    madre interrumpido . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16El movimiento hacia el xito . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17La dedicacin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18

    El lugar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21La recolocacin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23Errores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27La prdida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29En vano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31El punto de encuentro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35Prejuicios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39Ahora mismo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43Prejuicios de la conciencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47

    La riqueza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 48El no . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 50Culpa e inocencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 54La expiacin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55Mi dios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 56La expiacin como compensacin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57El dios de la conciencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 58

    xito en la vida, xito en los negocios 9

    EXITO.QXP 2/3/10 10:46 Pgina 9

  • El otro dios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 58Los movimientos del espritu . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59El paso decisivo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61Yo en tu lugar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 63Te sigo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 64Yo aqu, t all . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 66

    Reunidos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69Prisa con pausa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 71Ganar por dejar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 73Milagros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 75Inesperado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 77La luz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 79Orgullo de propietario . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 81Ahora . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 83Prdidas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 85La plenitud . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 87Abierto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 89La colaboracin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 91El crculo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 93Referencias a otros libros de la serie rdenes del xito . 95Gua de otras publicaciones de Bert Hellinger . . . . . . . . . . . 97

    10 bert hellinger

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  • INTRODUCCIN

    A veces distinguimos entre las reas de la familia, la realizaciny la felicidad personales en las relaciones, por una parte, y los cam-pos de la profesin y el trabajo, por la otra, como si pudiramos se-pararlas. Sin embargo, siguen las mismas leyes del xito y el fraca-so, las mismas leyes de la felicidad y la desgracia, las mismas leyesy rdenes en la vida y en el amor.

    Al principio, las Constelaciones Familiares se ocuparon sobretodo de las relaciones personales. Sacaron a la luz los rdenes fun-damentales del amor, segn los cuales se logran o se frustran nues-tras relaciones.

    Cuando empec a investigar las leyes del xito y del fracaso enel trabajo y en la profesin, y cada vez ms en las empresas y en lasorganizaciones, sali a la luz que stas siguen los mismos rdenes.

    Este libro es un seguimiento de esas conexiones. Introduce ala postura interior que lleva al xito en nuestras relaciones y ennuestra vida en general, y conduce a los movimientos que pue-den sanar lo que se vio afectado por determinadas circunstan-cias que nos limitaron tempranamente, teniendo como conse-cuencia efectos profundos en el xito de nuestras relacionespersonales y, al mismo tiempo, en nuestro trabajo y en nuestraprofesin.

    xito en la vida, xito en los negocios 11

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  • La aplicacin de las Constelaciones Familiares a los campos dela empresa y el trabajo slo se hizo posible en su forma actualcuando, a travs de una serie de descubrimientos, pude explorarmbitos anteriormente inaccesibles que llevan mucho ms all delos lmites de la conciencia que nos fueron inculcados cuando ra-mos nios, as como de los lmites del xito que de ella dependen.Esta conciencia ha permanecido en la oscuridad, mientras noso-tros continubamos vigilando para estar seguros del significadode sus leyes. Aunque no seamos conscientes de ello, tal clase deconciencia plantea limitaciones para el xito.

    Si quiere saber ms detalles sobre la aplicacin de estos descu-brimientos a la empresa y el trabajo, y sobre los modos de actuarque de ello se desprenden, los encontrar descritos en mi prxi-mo libro sobre historias de xito en los negocios y en la vida. Allse describe la aplicacin de estos descubrimientos con ejemplosconcretos de muchos pases, ejemplos que nos parecern ms in-teligibles y comprensibles si hemos podido comprender y asumirlos rdenes bsicos del xito tal como los describo aqu.

    Le deseo a usted con este libro, y acaso tambin con los si-guientes, el gran xito o la felicidad plena en la vida y en el traba-jo, sea lo que sea lo que quiera alcanzar en detalle y realice al ser-vicio de la vida.

    12 bert hellinger

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  • LOS XITOS DE NUESTRA VIDA

    EL NACIMIENTO

    El xito primero y decisivo para nuestra vida fue nuestro naci-miento. Lo conseguimos mejor y con las ms vastas consecuenciassi vinimos al mundo por nuestras propias fuerzas, sin intervencio-nes del exterior. Aqu tuvimos que demostrar por primera veznuestra capacidad para imponernos, y este xito acta durantetoda la vida. De esa experiencia obtenemos tambin la fuerza paraimponernos con xito ms adelante.

    Estoy yendo demasiado lejos? Qu tiene que ver esta experien-cia de xito en nuestro nacimiento con nuestros xitos posterioresen el trabajo y en nuestra profesin? Depende realmente, en granmedida, nuestro xito posterior de ste xito primero?

    Cmo se comportan ms tarde un nio y un adulto que llega-ron al mundo a travs de una cesrea o que tuvieron que ser tra-dos a la vida con frceps? O si llegaron al mundo prematura-mente y tuvieron que pasar las primeras semanas, o incluso meses,en una incubadora? Cmo sern ms tarde sus autonomas y sucapacidad para imponerse?

    Est claro que los efectos de estas primeras experiencias pue-den superarse ms adelante, al menos parcialmente. Como de

    xito en la vida, xito en los negocios 13

    EXITO.QXP 2/3/10 10:46 Pgina 13

  • todo lo difcil y pesado, podemos obtener tambin de ellas unafuerza especial.

    No obstante, al mismo tiempo ponen lmites y se convierten enun desafo que conseguiremos superar antes si reconocemos susraces y recuperamos posteriormente, a menudo con ayuda exte-rior, aquello que de otro modo nos faltara.

    ENCONTRAR Y TOMAR A LA MADRE

    El siguiente acontecimiento decisivo en el xito es el mo-vimiento hacia la madre, ahora como un otro, que nos acerca a su pecho y nos nutre. Con su leche tomamos la vida fuera deella.

    Qu nos hace exitosos en este caso y nos prepara para los xi-tos posteriores en la vida y en el trabajo?

    Hay que tomarla como fuente de nuestra vida, con todo lo quefluye de ella hacia nosotros. Con ella tomamos nuestra vida.Tomamos a la vida como un todo en la medida en que tomamosde nuestra madre.

    Este tomar es activo. Hemos de sorber para que su leche fluya.Hemos de llamar para que venga. Hemos de alegrarnos de lo quenos regala. Ella nos hace ricos.

    Ms tarde, en la vida, se demuestra: quien consigui tomar deese modo pleno a su madre, tendr xito y ser feliz; pues tal comose coloca uno frente a su madre, as se enfrenta a su vida y a su pro-fesin. En la medida en que rechaza a su madre, rechaza tambinla vida, su trabajo y su profesin. Del mismo modo y en la mismamedida, vida, trabajo y profesin lo rechazan a l.

    Tal como uno disfruta de su madre, disfruta del mismo modode su vida y de su trabajo. As como su madre le da y lo hace cada

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  • vez ms a medida que l toma de ella con amor, as tambin suvida y su trabajo le regalan, en la misma medida, el xito.

    Quien tiene reservas contra su madre, las tiene tambin contrala vida y contra la felicidad. Tal como su madre se aparta de l aconsecuencia de sus reservas y su rechazo, as se retiran de l lavida y el xito.

    Dnde empieza nuestro xito? Empieza con nuestra madre.Cmo llega a nosotros el xito? Cmo puede venir? Llega

    cuando nuestra madre puede venir a nosotros, y cuando nosotrosla honramos como tal.

    EL MOVIMIENTO HACIA LA MADRE

    Al tomar de la madre, se interpone en el camino de muchas per-sonas, una experiencia precoz, ya que vivieron una separacin tem-prana de ella. Por ejemplo si los entregaron por una temporada, osi la madre estuvo enferma y tuvo que ir a reponerse, o si ellos estu-vieron enfermos y ella no poda visitarlos. Esta experiencia tienecomo consecuencia un cambio profundo en la conducta.

    El dolor de la separacin y el desamparo sin ella, la desespera-cin de no poder ir hacia ella cuando tanto se la haba necesitado,conduce a una decisin interior. Por ejemplo: Renuncio a ella.,Me quedo solo., Me mantengo distante de ella., Me apartode ella.

    Ms tarde, cuando esos nios pueden volver a la madre, a me-nudo se sustraen a ella. Por ejemplo: no se dejan tocar por ella, secierran ante ella y ante su amor. La esperan en vano y cuando ellatrata de acercrseles y tomarlos en brazos, ellos la rechazan inter-namente, y a menudo, tambin externamente.

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  • LAS CONSECUENCIAS DE UN MOVIMIENTO HACIA LA MADREINTERRUMPIDO

    El movimiento hacia la madre interrumpido tempranamentetiene consecuencias de peso para la vida posterior y para el xito.Cmo se ve esto en detalle?

    Cuando tales nios ms tarde quieren ir hacia alguien, porejemplo hacia una pareja, sus cuerpos recuerdan el trauma de laseparacin precoz. Entonces se detienen en su movimiento haciaella. En lugar de ir hacia la pareja, esperan que sea ella quien vayahacia ellos. Cuando sta realmente se acerca, a menudo les cues-ta soportar su cercana. La rechazan de una u otra manera en lu-gar de darle la feliz bienvenida y tomar. Sufren por ello, pero, noobstante, slo se pueden abrir a ella dubitativamente, y si lo ha-cen, a menudo es slo por un corto perodo de tiempo.

    Algo parecido les ocurre con un hijo propio. A menudo tam-bin les cuesta soportar su proximidad.

    Cul sera la solucin? Este trauma se supera all donde se ori-gin. De hecho, casi detrs de todo trauma se halla una situacinen la que no fue posible un movimiento que habra sido necesa-rio, de modo que quedamos inmviles en tal situacin, como en-raizados o paralizados.

    Cmo se resuelve un trauma as? Se resuelve en nuestro senti-miento y en nuestro recuerdo, cuando, a pesar de todo el miedo,regresamos a esa situacin y recuperamos internamente el movi-miento impedido o interrumpido en la primera ocasin.

    Qu significa esto para la interrupcin temprana del movi-miento hacia la madre?

    Significa que volvemos otra vez a la situacin de aquel enton-ces, a ser el nio de entonces, a mirar a nuestra madre de en-tonces y, a pesar del dolor, la decepcin y la ira nacientes, damosun pequeo paso hacia ella, con amor.

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  • Nos detenemos, la miramos a los ojos y esperamos hasta sentiren nosotros la fuerza y el valor para el pasito siguiente. Volvemosa detenernos hasta lograr dar el otro pasito siguiente y los pasitosque le siguen, hasta caer al fin en brazos de nuestra madre, abra-zados y retenidos por ella, por fin nuevamente unidos a ella conamor.

    Ms tarde probamos, en este caso tambin primero interna-mente, si conseguimos hacer ese movimiento hacia una parejaamada. La miramos a los ojos y, en lugar de esperar que ella semueva hacia nosotros, damos el primer pasito hacia ella. Al cabode un rato, cuando hemos reunido las fuerzas suficientes, damosun segundo pasito. As seguimos hacia ella, lentamente, pasito apasito, hasta tomarla en los brazos, y ella a nosotros, hasta que laretenemos y somos retenidos, felizmente y por largo tiempo.

    EL MOVIMIENTO HACIA EL XITO

    Por qu lo he descrito tan extensamente?Un movimiento hacia la madre interrumpido tempranamente

    resulta ms tarde un obstculo decisivo para el xito en nuestrotrabajo, en nuestra profesin y en nuestras empresas. Tambin eneste caso se trata de que nos dirijamos al xito en lugar de esperarque l venga hacia nosotros. Por ejemplo, si esperamos el salariosin entregar previamente el rendimiento correspondiente, si nosescudamos tras otros en lugar de hacer el trabajo nosotros mis-mos, si nos retiramos antes de acercarnos a los dems y al trabajocon alegra.

    Todo xito tiene el rostro de la madre.Es decir que tambin en este caso vamos primero internamen-

    te hacia nuestro xito y hacia otras personas, con la voluntad de

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  • hacer algo por ellos, dispuestos a ayudarles en lugar de dudar yquedarnos parados esperando que sean ellos quienes se muevan.

    Es decir que vamos hacia ellos y hacia nuestro xito, paso apaso, y a cada paso sentimos a nuestra madre amorosa detrs denosotros. Vinculados a ella, estamos bien preparados para el xitoy llegamos a l del mismo modo en que hemos llegado hasta ella.Primero hacia nuestra madre y ahora hacia el xito.

    LA DEDICACIN

    Nuestra dedicacin es un movimiento que nace en el corazn.Nos resulta fcil una vez lograda la dedicacin a nuestra madre.

    Pero qu pasa si algo se opuso a esa dedicacin o si sta resul-t interrumpida tempranamente? En lugar de dedicarnos a losotros y a nosotros mismos con amor y respeto, nos apartamos.Entonces el distanciamiento se convierte en el movimiento bsicointerno y externo en nuestras relaciones, y tambin en relacincon el xito.

    La cuestin es: cmo podemos invertir el movimiento de ale-jamiento de la dedicacin a nuestra vida, a otras personas, al xitoy a la felicidad?

    Propongo para ello un ejercicio interior. Con su ayuda, pode-mos percibir un movimiento interno en el cuerpo, un movimien-to de apartarse, y luego podemos invertirlo en una dedicacin am-plia.

    He aqu el procedimiento en detalle

    1. Nos sentamos erguidos en el canto de una silla, espiramosprofundamente por la boca e inspiramos profundamente por la

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  • nariz. Mientras tanto, tenemos los ojos abiertos y repetimos estasrespiraciones dos veces ms. Despus cerramos los ojos y respira-mos con normalidad. Tenemos las manos sobre los muslos con laspalmas hacia arriba.

    2. Lentamente extendemos los brazos y las manos cada vez mshacia delante, hacia alguien. Mientras, permanecemos sentadosy notamos cmo nuestra espalda se endereza ms cunto ms ex-tendemos los brazos hacia adelante. En la imaginacin, los ten-demos hacia nuestra madre.

    3. Mientras permanecemos en esta postura, tomamos concien-cia de las diferentes maneras en que, en la vida, nos hemos apar-tado en lugar de dedicarnos a alguien. Seguimos todava en estapostura por difcil que pueda resultarnos. Movemos los brazos ylas manos abiertas ms hacia adelante an, manteniendo siemprela espalda erguida.

    4. Abrimos los ojos en forma lenta y suave. Sin movernos, per-cibimos con ellos nuestro entorno como totalidad, a la vez que es-tamos dirigidos a l hacia adelante, a izquierda y derecha e inclu-so hacia atrs.

    5. Abrimos los odos, dispuestos a escuchar todo lo que los otrosnos quieran comunicar y nos experimentamos dedicados a ellos,unidos con ellos, con nuestra madre y con muchas otras personas,con amor y confianza.

    6. Volvemos a hacer tres respiraciones profundas. Primero es-piramos e inspiramos, y espiramos luego tres veces ms, profun-damente. Continuamos erguidos, con la espalda levemente ten-dida hacia adelante.

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  • 7. De pronto nos sentimos unidos de otro modo a muchas per-sonas, con los ojos abiertos, brillantes, con los odos abiertos, y nossentimos dedicados a ellos de otro modo. Tambin a aquellos conlos que estamos unidos y a nuestras empresas.

    Qu ocurre ahora con nuestro xito? Se hace esperar an?Qu pasa con nuestra alegra y nuestra felicidad? Tambin ellasse dedican a nosotros, como nuestra madre.

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  • EL LUGAR

    Un lugar tiene sentido si es uno junto a otros. Nadie tiene unlugar para s solo. Ocupamos nuestro lugar con otros muchos anuestro lado. Tambin nos peleamos por nuestros lugares, a pesarde depender de que los dems ocupen su lugar. Cmo, sino, po-dramos establecer un dilogo con ellos, tomar de ellos y darles aellos?

    De ese intercambio forma parte, pues, que tambin ellos ocu-pen su lugar, lo quieran mantener e incluso ampliar, que entrenen competencia con nosotros y de ese modo establezcan con no-sotros una relacin especialmente intensa.

    En ltimo trmino, en esa competencia se trata de los mejoreslugares, incluso del mejor lugar para nuestra supervivencia. Paraser exactos, aunque apenas nos atrevamos a asumirlo realmente,es una cuestin de vida o muerte.

    La vida sigue porque otra vida despeja su lugar y porque asdebe hacerlo. El lugar que en el fondo defendemos es equivalen-te a nuestra vida. La tenemos mientras tengamos un lugar que nospertenezca. Si quisiramos quitarles su lugar a otros, con ello lesquitaramos el fundamento de su vida. Si recortamos y limitamossu lugar, con ello recortamos y limitamos su vida. En las relacioneslogradas se trata de compartir el lugar propio con otros, y de ha-

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  • cerlo recprocamente. Compartimos nuestro lugar con ellos yellos el suyo con nosotros. Aunque cada uno renuncia a algo de sulugar, gana algo para el suyo con el lugar del otro. Conjuntamentellenan un lugar mayor. Su propio lugar se ampla con el lugar co-mn.

    Es decir que en nuestras relaciones se trata de ocupar el propiolugar y tambin de defenderlo, pero al mismo tiempo tambin deocupar conjuntamente con otros un lugar mayor, y de defender-lo tambin, por ejemplo al defender el lmite conjunto ampliado,y de entrar en relacin con otros por encima de ese lmite, conellos y con su lugar conjunto.

    Todo lo que vive, todo lo que finalmente ha de traer el gran xi-to, trata de ampliar sus lmites. Pero el xito significa, cuando setrata de relaciones humanas, ampliar nuestros lmites en conjun-to con otros. El modo ms seguro de que nuestro lugar est pro-tegido es conjuntamente con muchos. Ms all de la propia su-pervivencia, se trata en este caso de la vida y de la supervivencia demuchos, de la vida plena, rica, y del xito de todos.

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  • LA RECOLOCACIN

    Recolocar significa literalmente que se coloca algo en otro sitio,en otro lugar dentro del gran todo. As, de vez en cuando recolo-camos los muebles de una casa, porque de este modo parecenquedar mejor en relacin a la casa, porque quedan mejor entre sy porque satisfacen mejor nuestras necesidades.

    Recolocar significa tambin que cambiamos algo de lugar inter-namente, que nos adaptamos a algo diferente. Por ejemplo a nue-vos desafos, a otro objetivo y, en correspondencia, a tomar unanueva direccin.

    Con esa recolocacin mejoramos algo. Nos adaptamos a la nue-va situacin para poder subsistir mejor en competencia con otros,para asegurarnos una mejor posicin de partida a nosotros mismosy a nuestra empresa, mejores perspectivas y un futuro mejor.

    En este sentido, la vida se recoloca constantemente. Respondea cada cambio con una adaptacin.

    Otra cosa ocurre con nuestras convicciones profundas. Porejemplo con nuestra moral y con las convicciones generalmentecompartidas de lo correcto y lo incorrecto, lo admisible y lo inad-misible, lo deseable o lo indeseable.

    Estas convicciones tienen que ver con la pertenencia. Me pre-gunto: Cmo he de comportarme para poder pertenecer al gru-

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  • po que me resulta importante? Qu opiniones he de compartircon l? Qu convicciones, qu comportamientos privados o p-blicos? Qu puedo hacer, por ejemplo, sin ser excluido, y qudebo hacer para seguir siendo miembro suyo?

    Las convicciones y expectativas de un grupo nos arrastran a me-nudo, para mal de muchos, incluidos nosotros mismos. Por ejem-plo, a la guerra. Tambin a una guerra comercial, sea con una ex-tensin limitada o incluso mundial.

    En estos casos, conseguir una recolocacin es una prestacinespiritual, un alto rendimiento espiritual que decide sobre el xi-to y el fracaso de muchos.

    Cmo logramos una recolocacin as? La conseguimos a tra-vs de una visin nueva, creadora, por el coraje de seguirla inclu-so contra grandes resistencias internas y externas.

    Qu implicara para muchas empresas una recolocacin tanfundamental? Sera una recolocacin del punto de vista. Es decir:A quin sirven en primer lugar? Hacen frente a una necesidady la alivian mediante su servicio, su producto y su progreso?Sirven en primer lugar a la vida y a los fundamentos de la vida demuchos? O los reducen mediante su producto, por ejemplo me-diante un producto peligroso, txico para la salud, o por el modoen que se lo publicita?

    Qu papel tienen en esto el dinero y el beneficio? A quin be-nefician? Estn al servicio de la vida y permanecen con aquellosque se esfuerzan por ellos?

    Las recolocaciones decisivas, tambin a este respecto, tienenque ver con nuestra propia vida.

    Por ejemplo: Dnde damos y dnde tomamos? Hemos toma-do lo decisivo para nuestra vida all donde se nos regalaba des-de el principio? Hemos tomado de ello tanto como para poderseguir dndolo magnnimamente de una manera que sirva a lavida de mucha gente?

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  • Aqu se sientan las bases para todo lo que emprendemos, paradar, para tomar, y para su xito permanente.

    Con esta postura no se necesita recolocacin alguna. En estecaso todo es correcto. Sobre todo, qu? El amor, que toma y que,enriquecido de este modo, sirve a la vida y a sus fundamentos, contodo su ser, durante toda la vida.

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  • ERRORES

    Si cometemos un error grave, por ejemplo si hemos consegui-do una ventaja ilegtima a costa de otros y nuestra injusticia sale ala luz, tememos que nuestro error ponga en peligro nuestra exis-tencia y la de nuestra empresa. A veces ni siquiera es nuestro pro-pio error. Nos vemos involucrados en las consecuencias de errorescuyos culpables son otros.

    De repente ya no est en nuestras manos nuestro destino ni eldestino de nuestra empresa. Nos vemos entregados a otros pode-res que deciden sobre nuestro bienestar y nuestra supervivencia.

    La cuestin es: Viene este error como consecuencia de otroerror, personal, por el que, en otro contexto, hemos dispuesto delbienestar de otra persona al hacerle una injusticia, al haberla acu-sado de un error y hacerle sentir las consecuencias? Nos vemos,pues, por nuestro error y por el miedo a las consecuencias, en sumisma situacin? De pronto, nuestro error nos iguala.

    Cmo conseguimos la fuerza para afrontar las consecuenciasde nuestro error actual de una manera que revierta en bien noslo para nosotros y para nuestro futuro? Cmo encontrar el po-der con el que, si todo resulta bien, tambin le resulte bien a otro?

    Los errores en una empresa a menudo estn relacionados conerrores de tipo personal, humano, en nuestro pasado, el propio

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  • o el de otros, en el cual estamos involucrados por el destino. Poreso cometemos en una empresa errores tontos que a nosotros mis-mos nos resultan incomprensibles. Algo en nuestra alma quierecomunicarse a travs de ellos con esos otros o, al revs, ellos se ma-nifiestan en nuestros errores.

    Quin se manifiesta realmente en ellos? Otro poder que a to-dos nos gua por igual, dirigido a todos del mismo modo conamor, y que a travs de nuestros errores quiere ordenar algo mu-cho ms profundo. Se presenta en nuestros errores y en sus con-secuencias, un poder que nos quiere y que nos puede sacar de unoy otro error si llegamos a la armona con su amor por todo talcomo es.

    Cmo logramos esa armona? Abandonamos el miedo, nosconfiamos a la gua de ese poder en cuanto respecta a nuestroerror actual y sus consecuencias, o de errores anteriores del amorrealizados por nosotros y por nuestra familia. Y a travs de taleserrores, recuperamos el camino de regreso a aquella parte denuestra humanidad dispuesta a compartir el destino.

    Cualquiera que sean las consecuencias de nuestro error actual,estn al servicio de otro xito, aunque el precio a pagar por l pa-rezca alto. Si aprobamos nuestro error y sus consecuencias, cre-cemos humanamente, en consonancia con otro amor: con dolory con sanacin, con impotencia pero, desde otra parte, con poder,serenamente, cualquiera que sea el resultado. Nos hacemos unoscon otras fuerzas y otra conduccin en el corazn.

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  • Dx_y_manejo_duelo_ninos.pdfconsatelaciones exito.pdf