Dostoievski, Fedor - Stepanchikovo y Sus Moradores

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Stepanchikovo y sus moradores

Fedor Dostoievski

STEPANCHIKOVOy SUS MORADORES

Notas de un desconocido

El Aleph EditoresPrimera edicin: abril de 2010 de la traduccin: Lydia Kper, 2010

Dramatis personae

Por el nombre con el que aparecen en la novela

Anfisa Petrovna (madre de Pvel Seminovich Obnoskin, amiga y confidente de la generala)Bajchiev, Stepn Aleksiievich (un conocido)Falaley (joven mujik, muy bello)Fom Fomich Opiskin (el amigo de familia)Gvril (ayuda de cmara del to)La generala Agafia Timofievna Krajtkina (viuda del general Krajotkin, madre de Ygor lich)Iliusha - Ilia Ygorovich (hijo de Ygor lich)Krajotkin (general difunto, segundo marido de la generala)Korovkin (filsofo borracho)Miznchikov, Ivn Ivnovich (primo lejano de Sergui)Nasteka - Nastasia Yevgrafovna (la niera, hija de Yevgraf Yezhvikin)Obnoskin, Pvel Seminovich (amigo local, hijo de Anfisa Petrovna)Perepeltsina - Anna Nilovna (solterona y confidente)Praskovia Ilnichna (hermanastra de Ygor lich)Sasheka - Aleksandra Ygorovna (hija de Ygor lich)Sergui Aleksndrovich (el narrador, sobrino de Ygor lich)Tatiana Ivnovna (parienta demente, rica heredera)Vidoplisov (lacayo de Fom Fomich)Ygor lich Rostaev (coronel, hijo de la generala, to del narrador)Yezhvikin, Yevgraf Larinovich (padre de la niera Nasteka)

Primera Parte

Introduccin

A su retiro del ejrcito, el coronel Ygor lich Rostaev, to mo, se traslad a Stepanchikovo, la propiedad que haba heredado, y all se sinti como un terrateniente nativo que jams hubiese abandonado sus tierras. Hay personas totalmente satisfechas de todo y siempre conformes; as era el coronel retirado. Difcil imaginar hombre ms dulce y conciliador. Si alguien le hubiera pedido en serio que lo transportase dos kilmetros sobre sus hombros, es bien probable que lo hiciera; era tan bondadoso que estaba dispuesto a compartirlo todo, no bien se lo pidiesen, hasta su ltima camisa. Alto y esbelto, de apariencia titnica, mejillas sonrosadas, dientes blanqusimos como de marfil y largos bigotes rubios, tena voz sonora y risa contagiosa. Sola hablar muy deprisa, a borbotones. Por aquel entonces deba de tener unos cuarenta aos, y siempre, desde los diecisis, haba servido en los hsares. Se cas muy pronto, locamente enamorado, pero su esposa muri joven dejndole un recuerdo imperecedero y agradecido. Habiendo recibido la hacienda de Stepanchikovo en herencia, lo que aumentaba sus bienes en seiscientos siervos, abandon el servicio militar y se instal en la finca con sus hijos: Iliusha, de ocho aos, cuyo nacimiento caus la muerte de su madre, y su hija de quince, Sasheka, que al quedar hurfana ingres en un liceo de Mosc.Poco despus, la casa del to pas a ser como el arca de No. He aqu cmo.Cuando mi to recibi su herencia y se retir del ejrcito, haca ya diecisis aos que su madre, viuda y vuelta a casar con un cierto general Krajotkin, volvi a enviudar. Mi to, por su parte, que en ese momento todava era un simple corneta, tena la idea de volverse a casar tambin l, pero su madre tard mucho en bendecir su proyectada nueva boda; derram lgrimas amargas y lo acus de ser egosta, ingrato, irrespetuoso; le demostr que l no posea suficientes medios slo doscientas cincuenta almas para mantener a su mamata con todo su estado mayor de aprovechadas, perros, gatos siameses y dems; y, en medio de esos reproches, censuras y quejas, a sus cuarenta y dos aos y antes que su hijo, fue ella quien se cas, para gran asombro de todos, con el general Krajotkin. Tambin entonces hall un pretexto para acusar a mi pobre to, diciendo que se casaba slo por tener un refugio en su vejez, refugio que el hijo egosta y desconsiderado que se atreva a pensar en casarse nuevamente, le negaba.Jams pude averiguar la verdadera causa que movi a un hombre aparentemente tan razonable como el difunto general Krajotkin, a casarse con aquella viuda de cuarenta y dos aos. Sospechaba, al parecer, que tena dinero. Otros suponan que, presintiendo el cmulo de males que lo afectara al cabo de varios aos, necesitara una enfermera. Slo se sabe que nunca tuvo el mnimo respeto por ella, de quien se burlaba sarcsticamente en cada ocasin propicia.El general Krajotkin era un hombre extrao, poco culto pero listo, que despreciaba a todos y a todo. De viejo, por enfermedades adquiridas a lo largo de una vida viciosa y corrupta, su carcter se hizo irritable, agrio y cruel; careca por completo de principios morales. Su paso por el ejrcito fue bueno, pero debido a un desagradable incidente tuvo que pedir el retiro, evitando a duras penas un juicio y perdiendo su pensin. Eso lo enfureci. Casi sin medios, pues slo posea unos cien siervos completamente arruinados, se cruz de brazos y el resto de su vida, doce aos, lo pas sin preguntarse de qu viva y quin lo mantena. Pese a lo cual se mostraba exigente en todo cuanto se refera a sus condiciones de vida, no limitaba sus gastos y se desplazaba en carroza. Poco tiempo despus fue incapaz de andar y pas los ltimos diez aos sentado en unos confortables sillones, mecidos, cuando era preciso, por dos forzudos lacayos que slo oan de su boca diversos y variados insultos. La carroza, los lacayos y los sillones eran costeados por el hijo poco respetuoso que enviaba a su mamata lo ltimo que tena, hipotecando una y otra vez su hacienda, privndose l y privando a su familia de lo ms indispensable; y contrayendo deudas casi imposibles de pagar en su situacin econmica. Aun as, su renombre de hijo egosta e ingrato no dejaba de seguirlo. Era sin embargo tal el carcter de mi to, que acab creyndose efectivamente un egosta y, por eso, y para castigarse, enviaba cada vez ms y ms dinero. La generala veneraba a su esposo, aunque lo que ms le gustaba era que fuera general y ella, por matrimonio, generala.Dispona de la mitad de la casa donde vivan, y durante la semiexistencia de su marido estuvo rodeada de gorrones, comadres de pueblo y gente fiel a su persona. En aquel pueblecito era un personaje importante. Los chismes, las invitaciones a ser madrina de bautizos o bodas, el juego de cartas por sumas insignificantes y el respeto general por ser generala, la compensaban con creces de la opresin domstica. Las cotillas chismosas del pueblo venan a verla para informarla de todo cuanto suceda; siempre y en todas partes ocupaba el primer puesto; en una palabra, extraa de su generalato cuanto poda. El general no intervena para nada en todo eso, pero delante de la gente se burlaba cruelmente de su esposa, preguntndose a s mismo: Por qu me cas con esta beata especialista en hostias?. Nadie se atreva a contradecirlo.Poco a poco sus conocidos lo fueron abandonando, pero l necesitaba estar acompaado: le gustaba charlar, discutir, tener siempre un oyente. Era un liberal y un ateo de los de antes, y por ello prefera tratar temas de profundo significado.Mas a los habitantes de aquella pequea villa no les interesaban aquellos temas profundos y su nmero disminua ms y ms. Intentaron recurrir al whistpreference en casa, aunque para el general el juego acababa habitualmente con tales crisis de rabia que su esposa y sus allegadas, horrorizadas, encendan velas, celebraban misas, recurran a diversos sortilegios, repartan pan en los presidios y esperaban temblando la tarde cuando era preciso organizar una nueva partida de whistpreference y recibir por cada error gritos, chillidos, insultos y, casi, casi, golpes. Cuando haba algo que no gustaba al general nadie poda contenerlo: chillaba como una vulgar mujeruca, blasfemaba como un cochero y, a veces, rompa y tiraba los naipes al suelo, echaba fuera a los jugadores, llegaba a llorar de fastidio y rabia cuando le daban una carta por otra. Finalmente, perdida casi la visin, necesit un lector. Y fue cuando apareci Fom Fomich Opiskin.Admito que anuncio a este nuevo personaje con cierta solemnidad. Es, sin duda alguna, uno de los ms importantes de mi relato. No pienso explicar al lector hasta qu punto tiene derecho a su atencin, ser mejor y ms posible que lo decida por s mismo.Fom Fomich apareci en casa del general en busca de un pedazo de pan. Su lugar de procedencia era un misterio, aunque yo, desde ya sea dicho, algo averig de tan notorio personaje. Se deca, en primer lugar, que haba sido funcionario no se sabe dnde y que fue vctima de alguna persecucin naturalmente por decir la verdad; que en Mosc se dedic un tiempo a la literatura, cosa nada extraa ya que la crasa ignorancia de Fom Fomich no poda obstaculizar su carrera literaria. Lo nico cierto es que no consigui nada y se vio obligado a trabajar para el general como lector y vctima. No haba humillacin que no soportara por un mendrugo. Es cierto, sin embargo, que, una vez muerto el general, Fom pas a ser de pronto e inesperadamente un personaje muy importante y destacado, afirmando en reiteradas ocasiones que su trabajo de bufn era un generoso sacrificio que haca por gratitud, que el general haba sido su bienhechor, un gran hombre por nadie comprendido, que slo a l, a Fom, haba confiado los secretos ms ntimos de su alma y que si l, Fom, personificaba, cuando el general lo exiga, diversos animales y otras cosas, lo haca con el nico fin de distraer y alegrar a su amigo, que sufra de tantos males.Sin embargo, las palabras y explicaciones de Fom resultan muy dudosas, ya que ese mismo Fom, todava siendo bufn, desempeaba un papel muy diferente para la mitad femenina de aquella casa. Es difcil imaginar, para un no especialista en semejantes cuestiones, cmo pudo conseguirlo. La generala senta por l un respeto mstico. Por qu? Nadie lo sabe. Fue conquistando poco a poco una influencia extraordinaria sobre la mitad femenina de la casa, parecida a la influencia de los diversos Ivanes Yakovlvich y otros sabios profetas y vaticinadores visitados en los manicomios por algunas damas aficionadas a ello. Lea en voz alta libros de piedad religiosa, hablaba de las virtudes cristianas vertiendo lgrimas; contaba los hechos notables de su vida, iba a misa todos los das, inclusive a los maitines, predeca el futuro, saba interpretar magistralmente los sueos y criticar con gran acierto al prjimo. El general se daba cuenta de lo que suceda en las habitaciones de arriba y era todava ms cruel con su vctima. Pero el martirio de Fom avivaba el respeto que sentan por l la generala y las dems habitantes de la casa.Por fin el general muri; su muerte fue bastante original. El liberal y ateo de antes se asust de modo increble. Lloraba, se arrepenta, rezaba ante las sagradas imgenes, llamaba a los popes, se celebraban misas, le daban la extremauncin. El pobre gritaba que no quera morir y, entre lgrimas, hasta peda perdn a Fom. Esto ltimo permiti a Fom jactarse ms an. Sin embargo, antes de que el alma del general abandonara su cuerpo, ocurri lo siguiente. La hija del primer matrimonio de la generala, mi ta Praskovia Ilnichna, una solterona que siempre haba vivido en la casa del general una de sus vctimas predilectas, que estuvo durante sus diez aos de invalidez atendindolo en todo cuanto necesitaba y que era la nica, por su carcter simple y bondadoso, en contentarlo, se acerc a su cama llorando amargamente para arreglar la almohada del sufriente. Pero el sufriente tuvo tiempo de agarrarla por los pelos y tirar de ellos tres veces casi echando espuma por la boca. Diez minutos despus muri.Avisaron al coronel, aunque la generala declar que no quera verlo, que prefera morir antes que permitirle presentarse en aquellos momentos. El entierro fue esplndido, a costa, naturalmente, del irrespetuoso hijo a quien no quera ver.En la miserable aldea de Kniasev, perteneciente a varios terratenientes depauperados y donde el difunto general posea alrededor de cien siervos, se alza un mausoleo de mrmol blanco todo cubierto de inscripciones que loan la inteligencia, el talento, la nobleza espiritual del general, as como sus mritos militares. Fom Fomich particip muy activamente en la redaccin de los panegricos. Durante mucho tiempo la generala se neg a perdonar al hijo desconsiderado. Entre gritos y sollozos, rodeada por sus numerosas gorronas y cachivaches, habra preferido comer slo pan seco regado con sus lgrimas, antes que ceder a los ruegos de su hijo indcil de que se trasladara a Stepanchikovo; mejor pedir limosna bajo las ventanas que trasladarse a la casa de su hijo; y afirmaba tambin que su pie jams pisara esa casa. Dicho brevemente: la palabra pie, utilizada en ese sentido, es pronunciada con gran nfasis por algunas seoras, pero la generala la deca de manera artstica, magistral Quiero decir que la elocuencia, s, se prodig en cantidades increbles, pero durante esos lloros se iba preparando con sigilo el traslado a Stepanchikovo. El coronel agot todos sus caballos recorriendo casi a diario los cuarenta kilmetros que separaban Stepanchikovo de la villa donde viva su madre; fue slo a las dos semanas de muerto el general cuando se le permiti presentarse ante los ojos ofendidos de su progenitora. Para las negociaciones fue utilizado Fom Fomich.A lo largo de aquellas dos semanas reproch y avergonz al hijo desobediente por su conducta inhumana, y lleg hasta hacerlo llorar de pena y desesperacin. De entonces data la influencia desptica e incomprensible de Fom Fomich sobre mi pobre to. Fom comprendi con qu persona se las tena que ver y se dio inmediata cuenta de que su papel de bufn haba terminado y que tambin l, a falta de otro, poda ser un hidalgo. Y bien que se resarci del tiempo perdido!Cmo se sentira usted le deca Fom si su madre, la causante de que usted viva, tomara un bastn en sus manos temblorosas y resecas por el hambre y se pusiera a mendigar de verdad? No sera monstruoso, teniendo en cuenta, en primer lugar, su categora de generala y, en segundo lugar, sus virtudes? Cmo se sentira usted si ella se equivocase y llegara por error bajo sus ventanas todo puede suceder y tendiera su mano mientras usted, su hijo, descansara en un lujoso lecho de plumas y rodeado de lujo? Terrible, terrible! Pero lo peor de todo, permtame coronel que le hable francamente, es que lo veo insensible como un muro de piedra, con la boca abierta y la mirada perdida, lo cual resulta hasta indecente, puesto que la simple suposicin de semejante caso lo obligara en realidad a tirarse del pelo hasta arrancarlo y deshacerse en lgrimas hasta llenar con ellas arroyos, qu digo arroyos?, ros, lagos, mares, ocanos de lgrimas!En una palabra, Fom, llevado por su exceso de elocuencia, empez a divagar. sa era la nica salida que invariablemente tena su fogosidad. El asunto acab como era de esperar. La generala, con sus mantenidas, perritos, Fom Fomich y la joven Perepeltsina, su principal confidente, honr, por fin, Stepanchikovo con su presencia. Deca que no iba sino a probar vivir con su hijo, para estar segura de su comportamiento. Puede uno imaginarse la situacin del coronel mientras comprobaban su conducta!Al principio, como viuda reciente, la generala consideraba que su deber era mostrarse desesperada dos o tres veces a la semana al recordar a su general irremediablemente perdido; y ocurra siempre, en esos casos vaya uno a saber por qu, que las culpas recaan en el coronel. A veces, sobre todo si haba visitas, llamaba a su nieto el pequeo Iliusha y a Sasheka de quince aos, los haca sentar a su lado, los miraba largamente con ojos doloridos y tristes, como hijos perdidos de semejante padre, lanzaba profundos y dolorosos suspiros y acababa deshacindose en lgrimas silenciosas, inexplicables, una hora por lo menos. Mal lo pasaba el coronel si no saba comprender esas lgrimas! Y la verdad es que el pobre casi nunca las comprenda y debido a su ingenuidad apareca como a propsito en semejantes momentos lacrimosos y era sometido, lo quisiera o no, a un nuevo examen. Sin embargo su respeto filial no disminua, poda llegar ms bien a su ms alto grado.Dicho brevemente, tanto la generala como Fom Fomich se dan cuenta de que la tormenta que los estuvo amenazando durante tantos aos durante la vida del general Krajotkin ha pasado y jams volver. A veces, sin ton ni son, la generala se desmaya en el divn. Cunde la confusin, el pnico. El coronel destrozado tiembla como una hoja!Hijo cruel! grita la generala cuando recobra el conocimiento. Has destrozado mis entraas mes entrailles, mes entrailles!Pero cmo pude, mamata, destrozar sus entraas? objeta tmidamente el coronel.Las destrozaste! Las destrozaste! Intentas justificarte! Me ests faltando al respeto! Hijo cruel! Me muero!El coronel est hundido.Pero la generala revive siempre. Y media hora despus el coronel explica a un amigo sujetndolo por un botn:Debes tener en cuenta, mi querido amigo, que es una grande dame, una generala! Una viejecita buensima Pero est acostumbrada a todo lo refinado No como yo, que soy un patn. Ahora est enfadada conmigo y, naturalmente, la culpa es ma. Aunque la verdad, amigo, no s todava cul es mi culpa, pero es evidente que la culpa es maA veces la solterona Perepeltsina, un ser ms que maduro, siempre enfurruada, sin cejas, con peluca, ojitos pequeos y lascivos, labios delgados como un hilo y que se lavaba las manos con salmuera de pepinos, consideraba su deber sermonear al coronel.Es que usted no es respetuoso, usted es un egosta e insulta a su seora madre, y por eso ella se enfada, no est acostumbrada a ser tratada de ese modo. Ella es generala y usted no pasa de coronel.Esa seorita explica el coronel a su oyente, Perepeltsina, es una excelente persona, siempre a favor de mi madre. Una seorita como pocas! No pienses que es una gorrona, ni mucho menos, tambin es hija de un teniente coronel Ya ves.Pero todo lo dicho no era ms que el comienzo, lo peor estaba por venir. La generala, capaz de tales tretas, temblaba como un ratn ante Fom Fomich, su anterior bufn. Estaba plenamente conquistada por l. No respiraba sin l, oa con sus odos, vea con sus ojos. Uno de mis primos, tambin hsar retirado, todava joven, que por el mal estado de su situacin vivi algn tiempo en la casa del to, me dijo con toda claridad y franqueza que la generala mantena relaciones ntimas con Fom Fomich. Como es lgico, rechac indignado esa suposicin como algo tosco y simple. Haba en esa relacin algo distinto que slo cabra explicar haciendo comprender al lector el carcter de Fom Fomich, tal como yo mismo lo comprend despus.Imaginaos a un hombre mezquino, insignificante y pusilnime, un aborto de la sociedad a quien nadie necesita, intil, asqueroso, repulsivo, pero dotado de un amor propio inmenso, carente, adems, de toda capacidad de justificar de algn modo su enfermiza presuncin. Os prevengo de antemano que Fom Fomich es la personificacin de una vanidad ilimitada, pero al mismo tiempo peculiar; es decir que posee, como suele suceder en casos semejantes, un orgullo ofendido, agraviado por fracasos anteriores, infectado haca mucho, mucho tiempo, lleno de odio y envidia hacia todos aquellos que triunfan. De por s se entiende que todos esos sentimientos se presentan aliados con la ms descarada susceptibilidad, la suspicacia ms delirante. Cabe preguntarse cmo se origina semejante amor propio, teniendo en cuenta la absoluta insignificancia de esas personas tan lastimosas que por su propia posicin social deberan saber cul es su puesto. Difcil pregunta. Quin sabe si hay excepciones y si una de ellas no ser Fom Fomich!Y, en efecto, l es una excepcin de la regla, lo que se ver ms adelante. Cabe preguntar, sin embargo, si estis seguros de que los resignados a reconocer su papel de bufones, gorrones y aprovechados han renunciado a todo amor propio. No olvidis la envidia, los chismes, los soplones, las denuncias, los misteriosos susurros en rincones ocultos que tenis casi a vuestro alcance, sentados a vuestra mesa Quin sabe si en algunos de esos vagabundos, esos humillados por el destino, esos bufones e histriones vuestros, siempre sometidos y despreciados, el amor propio no cobra mayor fuerza a causa de esa misma humillacin, por su papel de bufones e histriones, por su sumisin obligada y humillante. Quin sabe si, al principio, un orgullo tan deforme no es un falso sentimiento de dignidad propia, ofendida tal vez ya en la infancia por la miseria, la opresin y el desprecio todava en la casa paterna, condenndolos a una vida errante.Haba dicho, adems, que Fom Fomich era una excepcin de la regla general. Y es verdad. En otros tiempos se haba dedicado a la literatura, pero no tuvo xito y sali defraudado; la literatura es capaz de hundir a muchos, no slo a Fom Fomich cuando no es reconocida, naturalmente. No lo s, pero supongo que tampoco antes de meterse a literato haba conseguido nada en sus anteriores empresas, que slo haba recibido papirotazos en lugar de salarios o, tal vez, algo peor. Entonces no lo saba, pero ms tarde averig que en Mosc haba escrito una novelita muy parecida a las que se publicaban por decenas en los aos treinta como, por ejemplo, Liberacin de Mosc, El atamn Bur, Hijos del amor o Los rusos en el ao 1104 y cosas as, que proporcionaban en aquellos tiempos un grato alimento al ingenio burln del barn Brambeus[footnoteRef:2]. Todo ello ocurra, naturalmente, hace tiempo. Pero la tentacin del orgullo literario resulta a veces muy profunda e incurable, sobre todo para las personas insignificantes y estpidas. Fom Fomich qued defraudado desde su primer intento literario, y ya entonces se incorpor definitivamente a la enorme multitud de desengaados, de quienes provienen todos los vaticinadores, peregrinos y beatos. A partir de aquello, pienso yo, naci en l la jactancia, la indecente necesidad de ser alabado y distinguido, de ser objeto de admiracin y de causar asombro. Ya cuando oficiaba de bufn consigui que un grupo de idiotas lo veneraran. En todas partes necesitaba prevalecer sobre todos, profetizar, distinguirse de los dems y alabarse. Si alguien no lo alababa, l mismo lo haca. En Stepanchikovo, en casa de mi to, le o decir cuando ya era el amo y absoluto profeta: No estar aqu mucho tiempo con vosotros dicho con voz misteriosa y grave. No pertenezco a este mundo. Arreglar aqu las cosas, os ensear, educar y despus os dir adis. Me ir a Mosc y editar una revista. Para orme, asistirn a mis conferencias treinta mil personas cada mes. Mi nombre ser famoso y, entonces, muy mal lo pasarn mis enemigos!. [2: Seudnimo O. Senkovsky, un periodista ruso, novelista, crtico y editor de Biblioteca para la lectura (Nota de la edicin rusa.)]

Pero mientras el genio se dispona a ser famoso, exiga recompensa inmediata. En general es muy agradable recibir el pago adelantado y, sobre todo, en este caso. S que haba convencido a mi to de que l, Fom, estaba destinado a una gran proeza, proeza reservada para l a la que lo obligaba un hombre con alas, que se le apareca por las noches, o algo parecido. Deca que su deber era escribir una obra de profundsimo significado, reconfortante, piadosa, que sera como un terremoto y repercutira en toda Rusia, y que cuando retumbase en toda Rusia, l, Fom, desdeara su gloria y se retirara a un monasterio y, en las cuevas de Kiev, rezara da y noche por la felicidad de su patria. Todo eso sedujo a mi to.Imagnense ahora el efecto que esto habr tenido en un Fom, literato desengaado, oprimido y abatido y, tal vez, apaleado, un Fom secretamente voluptuoso y soberbio, un Fom bufn por un trozo de pan, un Fom dspota en el fondo a pesar de toda su anterior insignificancia y debilidad, un Fom fanfarrn y descarado; un Fom de pronto lleno de gloria y fama, alabado y mimado por una protectora idiota y un protector siempre conforme en cuya casa viva al cabo de un largo perodo ambulante Al hablar del carcter del to debo ser ms explcito; si no lo hago resultara incomprensible el xito de Fom Fomich. Mientras tanto dir que en Fom se hizo real el siguiente proverbio: Si lo sientas a la mesa, pondr los pies en ella. Bien que recuper el tiempo perdido! Un espritu vil, una vez redimido de la opresin, se vuelve l mismo opresor.Fom haba sido oprimido y haba sentido de inmediato la necesidad de oprimir; se haban burlado de l y tambin l se burl de otros. Haba sido bufn y l mismo se rode de sus propios bufones. Se jactaba hasta lo absurdo, se emperraba en lo imposible, exiga leche de pjaros, su tirana careca de lmites y consigui que las buenas gentes, aun sin haber sido testigos de sus felonas, con slo conocerlas, las consideraran alucinaciones malficas, se persignaran y escupieran.He hablado ya de mi to. Pero si no explico su maravilloso carcter (lo repito), no se comprender la descarada entronizacin de Fom Fomich en casa ajena; no se comprender esta conversin del bufn en un gran personaje. Mi to, bondadoso en extremo, pese a su apariencia algo tosca era un hombre de refinada delicadeza, de gran nobleza y valenta probada. Me sirvo de la palabra valenta con plena seguridad: no haba obstculo para l si deba cumplir una obligacin, un deber. Su alma era pura como la de un nio, y a sus cuarenta aos era realmente un nio, muy expansivo, siempre alegre, que consideraba ngeles a todos, que se culpaba a s mismo de los defectos ajenos y exageraba las buenas cualidades de los dems, aun donde no existan. Se lo poda incluir entre las personas nobles y castas que llegan a avergonzarse de sospechar algo malo en los otros, y que se apresuran a dotarlos de todas las virtudes, que se alegran de los xitos ajenos y viven constantemente en un mundo ideal; y si en ese mundo tiene lugar un fracaso se culpan ante todo a s mismos. Su vocacin era sacrificarse por los dems.Algunos lo habran calificado de pusilnime, dbil, falto de carcter. Es evidente que era dbil y demasiado blando de carcter, pero no por falta de firmeza sino por su temor a ofender, a ser cruel, por exceso de respeto hacia los otros, hacia el ser humano en general.Dir de paso que era pusilnime y dbil cuando se trataba de sus propios intereses, intereses que desdeaba totalmente, por lo cual fue siempre objeto de burlas, hasta por parte de aquellos por quienes los desdeaba. Y digamos de paso que jams crey que tuviera enemigos; sin embargo los tena, aunque no se daba cuenta de su existencia. Tema como al fuego or ruidos y gritos en su casa; en esos casos ceda de inmediato a todos y se someta por una bonhoma tmida, por delicadeza: Bueno, pues que as sea, deca muy rpidamente, haciendo caso omiso de los reproches que le hacan por su debilidad y connivencia: Ms vale que todos estn contentos y sean felices!. Ni falta hace decir que siempre estaba dispuesto a recibir toda influencia honorable; es ms: poda ocurrir que un hbil sinvergenza lo engaara fcilmente y lo hiciera participar en algn asunto turbio, presentndoselo como algo muy decente. A menudo el to confiaba en los dems y sus errores solan ser frecuentes. Cuando, despus de muchos sufrimientos, se convenca, por fin, de que el hombre que lo haba engaado era un bribn, se culpaba ante todo a s mismo, a nadie ms.Imagnense ahora que se instala de pronto en su apacible casa una idiota caprichosa y loca, inseparable de otro idiota, su dolo que hasta aquel entonces haba temido nicamente a su general, pero que ahora ya no teme a nadie y hasta siente la necesidad de ser recompensada por todo lo pasado, una idiota a quien el to se consideraba obligado a venerar por el simple hecho de que era su madre. Empezaron por convencerlo de que era bruto, impaciente, ignorante y, sobre todo, el mayor de los egostas. Lo curioso es que la vieja idiota se lo crea a pies juntillas. Creo que Fom Fomich tambin lo crea, por lo menos en parte. Convencieron al to de que el propio Dios Todopoderoso le haba enviado a Fom para salvar su alma, apaciguar sus desenfrenadas pasiones y su vanidad; de que era orgulloso, jactancioso de sus riquezas y capaz del pecado de reprocharle a Fom Fomich que comiera su panYo, mi amigo, tengo la culpa de todo sola decir a algunos de sus amigos, dispuesto a tirarse de los pelos y a pedir perdn. Hay que tener mucha delicadeza con un hombre al que favoreces Pero, qu digo! Otra vez tergiverso las palabras; no soy yo quien hace un favor, al contrario, es l quien me favorece viviendo en mi casa, no yo a l Me acusan de haber dicho que come a costa ma, yo no lo dije pero quiz se me escapase algo semejante Suele sucederme l es un hombre que ha sufrido mucho: durante diez aos, olvidando toda ofensa, cuid de su amigo enfermo Merece ser recompensado Y, adems, sabe mucho Es un escritor! Un hombre cultsimo y de gran nobleza! En una palabraLa imagen de Fom, culto y desdichado, bufn de un seor caprichoso y cruel, destrozaba de dolor e indignacin el noble corazn de mi to. Todas las singularidades de Fom, su vil proceder, mi to los atribua a sus padecimientos pasados, a las humillaciones sufridas, a su rencor En una palabra, un ser dignsimo En su alma tierna y noble haba decidido que a una persona tan castigada por el destino no se le poda exigir lo mismo que a un ser corriente. Adems de perdonarlo, haba que curar sus heridas con humildad, devolverle las fuerzas y reconciliarlo con la humanidad. Una vez fijada esa tarea se entusiasm tanto que perdi completamente de vista que su nuevo amigo era una bestia lujuriosa, un egosta, un perezoso comodn y slo eso. Crea sin reservas en la sapiencia y genialidad de Fom. Olvid comentar que el to veneraba las palabras ciencia o literatura del modo ms ingenuo y desinteresado, aunque l jams haba estudiado nada.sa era una de sus ms importantes e inocentes singularidades.Est escribiendo! sola decir, andando de puntillas, a dos habitaciones de distancia del despacho de Fom Fomich. No s de qu se trata aada con aire misterioso e importante, pero ha de ser algo tan complicado como un raro brebaje, lo digo en sentido figurado. Alguno lo comprender, pero nosotros, t y yo, alelados quedaremos Creo que se trata de fuerzas productivas, me lo dijo l mismo. Tal vez diga algo, casi puedo asegurarlo, de poltica. Ser famoso su nombre! Y entonces tambin nosotros lo seremos. l mismo, amigo, me lo dijoS que mi to, por orden de Fom, se vio obligado a cortar sus bellas barbas rubias porque con ellas pareca un francs y demostraba poco amor a su patria. Poco a poco Fom empez a intervenir en la administracin de la hacienda, prodigando sabios consejos de horribles consecuencias. Los campesinos no tardaron en comprender de qu se trataba, quin era el verdadero amo, y se rascaban con fuerza el cogote. Un da fui testigo de una conversacin de Fom con los campesinos. Confieso que la escuch sin ser visto. Antes haba odo decir a Fom que le gustaba hablar con el listo mujik ruso. Fue a la era, les habl del trabajo en el campo, aunque no saba diferenciar la cebada del trigo, les habl cariosamente de las sagradas obligaciones del mujik hacia su seor, se refiri brevemente a la electricidad y a la divisin del trabajo temas totalmente desconocidos por l, les explic cmo se mueve la tierra en torno al sol y, por fin, emocionado por su propia elocuencia, habl de los ministros. Eso lo comprend. Cuenta Pushkin que un papato procuraba que su hijo de cuatro aos aprendiese a decir papato es tan valiente que el zar quiere mucho a mi papato Bien que necesitaba este papato de un oyente de cuatro aos! Los campesinos escuchaban siempre servilmente a Fom Fomich.Y t, padrecito le pregunt de pronto un viejecito canoso llamado Arjip Korotki, con el evidente propsito de halagarlo, recibas mucho salario del zar?Pero a Fom Fomich la pregunta le pareci familiar y no soportaba las familiaridades.Y t, merdoso, para qu quieres saberlo? respondi, mirando con desprecio al pobre mujik. Y para qu me alargas tu hocico? Quieres que te lo escupa?Fom Fomich siempre hablaba as con el listo mujik ruso.Padre nuestro intervino otro mujik del mismo grupo, somos unos ignorantes. Tal vez t seas comandante o coronel o tal vez excelencia, pero no sabemos cmo llamarte.Merdoso! volvi a decir Fom Fomich, pero ya ms benvolo. Hay salarios y salarios, cabeza de mulo. Algunos son generales pero no reciben nada, eso significa que no lo merecen, que el zar no los necesita. Yo, por ejemplo, cuando serva al ministro cobraba veinte mil, pero no los coga porque trabajaba para honrar mi nombre, tena mis propios bienes. Donaba mi salario a los centros de enseanza y a las vctimas del incendio de Kazn.Vaya! Entonces fuiste t, padrecito, quien reconstruy Kazn? pregunt admirado el mujik.En general los mujiks admiraban a Fom Fomich.S, tambin yo particip respondi Fom como sin querer, como si le fastidiara hablar as a una persona como aqulla.Con el to la conversacin con Fom era distinta.Cmo era usted antes? deca por ejemplo Fom Fomich, arrellanado en un cmodo silln despus de una comida suculenta; y un criado de pie detrs del silln deba espantarle las moscas con una rama fresca de tilo. Cmo era usted antes de que yo apareciese? Ahora, en cambio, sembr en usted una chispa de ese fuego celestial que arde hoy en su alma. Sembr o no sembr en usted esa chispa de fuego celestial? Respndame. Sembr o no sembr en usted esa chispa?Lo cierto es que Fom Fomich no saba ni l mismo el porqu de su pregunta. El silencio y la confusin de mi to inmediatamente lo exasperaron. l, que haba sido siempre tan paciente y apocado, ahora estallaba como la plvora ante cualquier oposicin. El silencio del to le pareci ofensivo e insisti.Respndame, arde o no arde en usted esa chispa?El to, confuso, indeciso, no sabe qu responder.Me permito recordarle que estoy esperando dice Fom ofendido.Mais repondez donc, Ygorushka interviene a su vez la generala, encogindose de hombros.Le pregunto si arde o no en usted esa chispa? repite Fom, condescendiente, al tiempo que toma un bombn de la bombonera que, por orden de la generala, siempre le ponen delante en la mesa.Te juro, por Dios, Fom, que no lo s! responde por fin el to mirndolo desesperado. Algo as debe haber Ms vale que no me preguntes, a lo mejor digo algo que est de msMuy bien. Segn usted soy tan insignificante que no merezco respuesta. No es eso lo que quera decir? Bueno, pues que as sea, que yo no sea nadie.Pero si no es as, Fom! Cundo dije eso?Eso es, precisamente, lo que quiso decir.Te juro que no!Bueno, entonces yo miento, segn usted busco intencionadamente un pretexto para reir, y no importa que eso se junte a todas las dems ofensas, yo lo soportar todoMais, mon fils grit la generala asustada.Fom Fomich, mamata! exclama el to desesperado. Por Dios os juro que no soy culpable!, tal vez sin querer se me haya escapado algo No me mires as, Fom, soy un tonto, me doy cuenta de que lo soy, que a veces digo algo que no corresponde a lo que quiero decir Lo s, Fom, lo s todo, no me lo digas ms y contina, agitando la mano: he vivido cuarenta aos, pero hasta que te conoc pensaba siempre que era un hombre pues un hombre como se debe ser. Pero hasta ahora no me haba dado cuenta de que era ms pecador que un chivo, un egosta de primera, y con tantos pecados que es un milagro que la tierra me aguante!S, en efecto, es usted un egosta! asiente Fom Fomich satisfecho.S, ahora tambin yo comprendo que soy egosta, pero eso se acab. Me corregir, ser mejor.Dios lo quiera! resume Fom Fomich, que suspira devotamente y se levanta del silln para dormir la siesta. Fom Fomich suele descansar despus de comer.Para terminar este captulo, permitidme hablar de mis relaciones personales con mi to y explicar cmo me vi de pronto frente a frente con Fom Fomich, metido, sin saber cmo ni cundo, en la vorgine de los ms importantes sucesos que tuvieron lugar en el bendito poblado de Stepanchikovo. As pues, pondr fin a mi prembulo y pasar directamente al relato.Cuando qued hurfano y solo en el mundo, mi to sustituy a mi padre, me educ a su costa e hizo lo que no siempre hace el verdadero padre. Desde que me llev a su lado me encari con l; tena entonces diez aos y nos compenetramos perfectamente. Juntos hicimos girar la peonza y robamos la cofia a una seora anciana de mal genio que era pariente nuestra. At de inmediato la cofia en la cola de una cometa de papel que se perdi en las alturas. Pasados varios aos vi a mi to ya en Petersburgo, donde yo acababa mis estudios, por l costeados. Aquella vez me encari con l con todo el ardor de la juventud. Me sorprendi en su carcter una nobleza autntica, verdica, alegre e ingenua que a todos atraa. Al acabar mis estudios viv algn tiempo en Petersburgo, totalmente libre y convencido como suele ocurrir a los ms jvenes, de que dentro de poco hara algo digno de ser admirado, grandioso. No quera abandonar Petersburgo, me escriba con mi to con poca frecuencia y casi siempre cuando necesitaba dinero, que l jams me negaba. Mientras tanto haba odo a un criado del to, de paso por Petersburgo, decir que en Stepanchikovo ocurran cosas sorprendentes.Esos primeros rumores me interesaron y extraaron. Escrib a mi to con ms frecuencia, pero sus respuestas pecaban por ser, como siempre, extraas y confusas y en cada carta procuraba referirse nicamente a mis estudios cientficos, deca que en ese sentido esperaba de m muchos xitos y se enorgulleca de ellos. De pronto, despus de un silencio bastante largo, recib de l una carta sorprendente, distinta de todas las anteriores, llena de extraas alusiones y de tal cmulo de contradicciones que al principio no comprend casi nada. Me di cuenta, sin embargo, que estaba muy alarmado. Una sola cosa quedaba clara en esa carta: el to me propona seriamente, casi me suplicaba, que me casara lo antes posible con una antigua pupila suya, hija de un pobre funcionario provincial llamado Yezhvikin; la joven haba estudiado en un excelente centro de Mosc, costeado por l, y era en la actualidad la niera de sus hijos. Deca en su carta que la joven era muy desgraciada, que yo poda hacerla feliz, que por mi parte sera un acto generoso, apelaba a la nobleza de mi corazn y prometa darle una dote. Hablaba, sin embargo, de la dote con cierto misterioso temor y terminaba la carta suplicndome que guardara en el ms riguroso secreto todo cuanto me haba escrito.La carta me sorprendi tanto que casi acab marendome. No es de extraar! Semejante propuesta, hecha a un hombre joven como yo, apenas salido del cascarn, no dejara de impresionarme, aunque slo fuera por mi romanticismo. Haba odo decir, adems, que la joven niera era guapsima! Sin saber qu decisin tomar, escrib de inmediato a mi to anuncindole que sala para Stepanchikovo. Aunque con la carta el to me enviaba dinero para el viaje, permanec en Petersburgo unas tres semanas ms, lleno de dudas y hasta de temor.De pronto y por casualidad encontr en Petersburgo a un antiguo compaero de mi to, que regresaba del Cucaso despus de haberse detenido en Stepanchikovo. Era un hombre sensato, de edad madura, soltern empedernido. Me habl con indignacin de Fom Fomich y me cont detalles que yo ignoraba por completo. Me dijo que Fom Fomich y la generala se proponan casar a mi to con una mujer ms que madura, casi desquiciada, de biografa ms que extraa y una dote de medio milln; que la generala la haba convencido de que seran parientes y la haba alojado en su casa; que mi to estaba desesperado pero que el medio milln de la dote acabara tal vez por convencerlo. Me cont tambin que tanto la generala como Fom Fomich, de mutuo acuerdo, perseguan a la pobre e indefensa niera de los hijos del to y procuraban echarla de la casa valindose de todos los medios; teman, al parecer, que el coronel se enamorase de ella, si es que no lo estaba ya. Estas ltimas palabras me sorprendieron. Pero el amigo de mi to no poda o no quera darme ms detalles. Era parco en palabras y evitaba explicaciones y pormenores. Qued perplejo. Las noticias contradecan tanto la ltima carta de mi to que decid no perder ms tiempo y salir para Stepanchikovo no ya con el fin de consolar y ayudar a mi to sino, dentro de lo posible, para salvarlo, es decir, echar a Fom, impedir la boda con la ms que madura y desquiciada doncella y, finalmente puesto que mi conclusin final era que el amor de mi to no era sino un invento de Fom, hacer feliz a una joven desgraciada pero interesante casndome con ella y todo eso. Fui animndome poco a poco y, como era joven y estaba ocioso, mis dudas cambiaron de rumbo: arda en deseos de realizar proezas y hazaas. Hasta tuve la impresin de que, con aquel noble sacrificio, demostrara una extraordinaria magnanimidad haciendo feliz a una joven encantadora e inocente. Recuerdo que durante el viaje me sent muy ufano de m mismo. Estbamos en julio, el sol brillaba esplendoroso y alrededor de m se extenda la infinita amplitud de los campos con el trigo casi maduro Llevaba tanto tiempo recluido en Petersburgo que tena la sensacin de que slo ahora vea la luz del da!

El seor Bajchiev

Me iba acercando al objetivo de mi viaje. Al pasar por B., un pequeo pueblo a unos diez kilmetros de Stepanchikovo, tuve que detenerme en la herrera para reparar la cubierta de una rueda delantera de mi carricoche, que se haba roto. Reforzarla para recorrer esos casi diez kilmetros no exiga mucho esfuerzo y decid por ello no moverme de la herrera hasta que acabaran su trabajo. Al salir de mi carricoche vi a un seor grueso quien, como yo, se haba visto obligado a detenerse para que le arreglaran algo en su esplndida calesa. Llevaba ya ms de una hora, en medio de un calor insoportable, apremiando con impaciencia a los artesanos que se afanaban junto a su magnfico coche. A primera vista, aquel seor enfadado me pareci un irascible grun. Tendra unos cuarenta y cinco aos, era de talla media, muy robusto, con el rostro picado de viruela. Su grosor, las mejillas cadas y gruesas, su voluminosa nuez de Adn, testimoniaban su placentera vida de terrateniente. Toda su figura tena algo de femenino que saltaba de inmediato a la vista. Su ropa era amplia, cmoda, pero nada haba en ella a la moda.No comprend tampoco la razn de su enfado conmigo, sobre todo teniendo en cuenta que me vea por primera vez y an no nos habamos dirigido la palabra; lo not, apenas sal de mi carricoche, por su mirada aviesa. Yo, sin embargo, sent un gran deseo de conocerlo. Por lo que decan sus criados comprend que venan de Stepanchikovo, de la casa de mi to; era la ocasin para preguntarle sobre muchas cosas. Alc un poco la visera y procur, lo ms amablemente que pude, comentar lo molestas que suelen ser las demoras durante un viaje; pero el gordinfln, desdeoso y descontento, me mir de pies a cabeza, mascull algo ininteligible y me dio la espalda. Aunque esa parte de su persona era sin duda digna de ser contemplada, no caba esperar ninguna conversacin agradable.Grishka! No gruas por lo bajo si no quieres ser azotado! grit de pronto a su sirviente, como sin percatarse de lo dicho por m.El tal Grishka era un sirviente viejo y canoso, de chaquetn largo y larga barba canosa. Tambin l, a juzgar por ciertos gestos, estaba muy enfadado y mascullaba algo con aire sombro. No tard mucho en surgir una explicacin entre ambos.Conque vas a azotarme! Chilla todava ms! gru Grishka en voz tan alta que fue odo por todos, aunque pareca hablar para s, y se apart indignado para arreglar algo en la calesa.Qu? Qu has dicho? Chillas todava ms? Qu insolencia! grit el gordinfln sbitamente enrojecido.Por qu se enfurece usted tanto? No se puede decir nada!Por qu me enfurezco? Lo oyen? Me grue, a m, y yo no debo enfurecerme!Por qu voy a gruir?Por qu? Yo s muy bien por qu: por haberme ido sin comer, eso es.A m eso no me importa. Si no quiere comer, all usted. No lo rio a usted; hablaba con los herreros.Con los herreros! Y por qu los reas?No era a ellos, sino al carruaje.Y al carruaje por qu?Por haberse averiado y que no lo vuelva a hacer.Al carruaje No, es a m a quien gruas, y no al coche. T eres el culpable y eres t el que gruePero, seor, a qu viene insistir tanto? Djeme ya en paz!Y por qu estuviste todo el camino callado como un pasmarote sin decirme nada? Otras veces hablas!Se me meti una mosca en la boca. Por eso no hablaba. No querr que le cuente cuentos? Llvese para eso a Malania, la que sabe muchos cuentos, ya que tanto le gustan.El gordinfln abri la boca para contestar, pero no encontr la respuesta adecuada y guard silencio. El criado, satisfecho de haber manifestado ante testigos su dialctica y su influencia sobre el seor, se dirigi a los obreros y les explic algo, dndose importancia.Mis intentos de entablar amistad no cuajaban, sobre todo a causa de mi timidez. Me ayud una circunstancia imprevista. Un rostro somnoliento, sucio y despeinado, se asom por la ventanilla de un coche sin ruedas que desde tiempos inmemoriales permaneca al lado de la herrera, esperando en vano ser reparado. La aparicin provoc una carcajada general. Me explicaron que el hombre de la ventanilla estaba all encerrado y ahora no poda salir. Se le haba pasado el efecto de la borrachera y peda vanamente que lo sacaran; pidi tambin que alguien le trajera su herramienta. Todo lo cual diverta enormemente a los presentes.Hay seres a quienes divierten y hacen rer las cosas ms extraas: las muecas de un mujik borracho, la cada de un hombre en la calle, la ria de dos mujeres, cosas de esa ndole les provocan una gracia y una risa inexplicables. El terrateniente gordinfln perteneca a ese gnero de personas. Poco a poco su fisonoma, sombra y amenazadora, se fue volviendo alegre y cariosa y termin despejndose del todo.Pero si es Vasliev! exclam. Cmo se meti all?S, es Vasliev, Stepn Aleksiievich, Vasliev! afirmaron muchas voces.Anduvo de juerga, seor aadi un obrero entrado en aos y delgado, de aire pedante y severo, deseoso de ejercer la primaca entre los dems. Anduvo de juerga y lleva tres das con nosotros escondindose de su amo. Ahora pide un escoplo Para qu lo quieres ahora, cabeza de chorlito, o es que pretendes empear lo ltimo que te queda?Ay, Arjpushka! El dinero es como las palomas, viene volando y volando se va. Soltadme por Dios! rogaba Vasliev con voz fina y quebrada, asomando la cabeza por la ventanilla.Estate quieto, estpido! le respondi Arjip. Llevas tres das borracho. Hoy te recogimos al amanecer, da gracias de que te hayamos escondido. Dijimos a Matvi lich que habas enfermado, que han surgido en nuestro medio diversos males.De nuevo resonaron las risas.Dnde est mi escoplo?Lo tiene nuestro Zuya. Qu pesado se pone con tanta bebida, Stepn Aleksiievich!Je, je, je! Menudo bribn! As es cmo trabajas en la ciudad. Empeas los instrumentos! exclam el gordinfln, atragantndose de risa. Estaba contento y de muy buen humor. Un ebanista como l no se encuentra fcilmente en Mosc. Pero siempre se lo ve as, al muy miserable aadi, dirigindose inesperadamente a m. Sultalo, Arjip, tal vez necesite algo.El amo fue obedecido, quitaron la barra con la que haban bloqueado la portezuela del coche para rerse de l, y Vasliev apareci a la vista de todos, sucio, desgreado, en harapos. El sol lo hizo parpadear, estornud y se tambale. Se llev la mano a los ojos como visera y mir en tomo.Cunta, cunta gente! Y ni un bo borracho dijo lentamente y con tristeza, como reprochndose a s mismo. Buenos das, hermanos! Os deseo un buen nuevo da.Otra vez rieron todos.El nuevo da! Fjate mejor en lo que ha pasado del da, hombre sin seso!Vaya cabeza que tienes!A mi modo de ver, con una hora basta para empezar a trabajar.Je, je, je! Qu bien habla! grit el gordinfln riendo a ms no poder, y de nuevo me mir amistosamente. Y no te da vergenza, eh, Vasliev?Bebo de pena, seor, de pena! respondi seriamente Vasliev agitando la mano, al parecer contento de poder hablar de su pena.De qu pena hablas, tonto?De una que jams nadie pudo imaginar. Nos traspasan a Fom Fomich.A quin? Cundo? grit el gordifln nervioso.Di un paso adelante: el asunto me ataa.Pues a todos los de Kapitnovka. Nuestro seor, el coronel, Dios le d mucha salud, quiere donar su dominio natal, Kapitnovka, setenta y cinco almas, a Fom Fomich. Es para ti le dice, porque t ahora nada tienes, Fom Fomich, slo dos redes para pescar en el lago Ladoga, tus padres nada te dejaron, tu padre segua hablando con ira Vasliev, salpicando su relato con malvola rabia cada vez que se refera a Fom Fomich tu padre, noble de pura casta del que nadie sabe quin era ni de dnde proceda, viva igual que t, a costa de los seores, coma en la cocina por caridad, pero ahora te doy Kapitnovka, ya sers un terrateniente, un noble, tendrs tus propios siervos, podrs descansar a gusto, ocupar un puesto que deja vacante un noble.Pero Stepn Aleksiievich ya no lo escuchaba. El efecto que le produjo el relato semiebrio de Vasliev fue extraordinario. Estaba tan irritado que se puso rojo, su nuez de Adn se estremeca y sus ojitos se inyectaron de sangre. Me pareci que a punto estaba de sufrir un ataque.Slo eso faltaba! pronunci casi ahogndose. El miserable Fom Fomich, de bufn a terrateniente! Puff! As se hundan todos! Eh, apuraos y acabad! A casa!Permtame una pregunta dije indeciso, adelantndome a l. Acaba de mencionar el nombre de Fom Fomich, creo que se apellida Opiskin, si no me equivoco. Es que yo tengo razones especiales para interesarme en esa persona y me agradara saber si lo que ese buen hombre dice es digno de crdito, que su seor, Ygor lich Rostaev, quiere regalarle una de sus aldeas; el asunto me interesa en grado sumo y yoPermita que le pregunte me interrumpi el gordinfln qu motivos tiene para interesarse en esa persona, como usted la califica; para m es un canalla diablico y es as como debe calificarse y no como persona. Esa bestia no es persona ni es nada, es algo hediondo, no persona!Le expliqu que nada poda decirle sobre esa persona pero que yo era sobrino de Ygor lich Rostaev y que mi nombre era Sergui Aleksndrovich Tal y Cual.El que estudiaba ciencias? Amigo mo! exclam el gordinfln con sincera alegra. No sabe con qu impaciencia lo esperan! Acabo de estar en Stepanchikovo; me fui sin terminar la comida, cuando servan el pudin. No pude soportar ms a Fom y por culpa de ese maldito re con todos Qu encuentro! Perdneme, amigo, yo soy Stepn Aleksiievich Bajchiev y lo recuerdo as de pequeo Quin iba a preverlo! PermtameY el gordinfln se abalanz a besarme.Pasados los primeros instantes de emocin, lo acos a preguntas: la ocasin era excelente.Pero quin es ese Fom? Cmo pudo hacerse dueo de la casa? Por qu no lo echan a patadas? Le confiesoEcharlo? Est usted en sus cabales? Ygor lich anda de puntillas ante l. Un da Fom Fomich orden que en vez de jueves fuera mircoles. No quiero que sea jueves, sino mircoles!. Y en aquella semana hubo dos mircoles. No crea que exagero, que me excedo, fue exactamente as De verdad, una casa de locosLo he odo decir, pero le confiesoLe confieso, le confieso A qu viene repetirlo? Y qu quiere confesar? Ms vale que me pregunte de qu selva salgo La madre de Ygor lich, aunque es una dama muy digna y adems generala, creo que ha perdido el juicio, no puede vivir sin la nia de sus ojos, ese maldito Fom. Es ella culpable de todo, ella lo meti en la casa y l hizo que perdiera el juicio. Ella, aunque es una Su Excelencia, se cas con el general Krajotkin a los cincuenta! Ni mencionar quisiera a Praskovia Ilnichna, soltera a sus cuarenta aos. Parece una gallina clueca, harto estoy de ella! Lo nico que puedo decir es que pertenece al sexo femenino y que por ello se le debe respeto. Como si no bastara, es ta de usted. Puff! Slo Aleksandra Yegrovna, la hija del coronel, que no ha cumplido an los diecisis y es la ms lista de todos, no respeta a Fom. Fue muy divertido orla. Una seorita la mar de simptica. Claro que no lo respeta. No olvide que ese Fom fue el bufn del general Krajotkin y personificaba ante l diversas fieras para tenerlo divertido. Y ese Don Nadie que antes era servidor, ahora es el amo, de bufn pasa a gran seor. Y el coronel, su to, venera al histrin destituido ms que a su padre, pone a ese canalla en un marco, rinde pleitesa a ese pedigeo Puff!Pero la pobreza no es un vicio le confieso permtame preguntarle si es guapo, o inteligenteFom? Como Adonis! me respondi Bajchiev con voz que temblaba de rabia. (Mis preguntas parecan irritarlo y empezaba a mirarme con suspicacia.). Toda una belleza! Odme buena gente: quiere verlo como un bello ejemplar humano! Se parece, querido mo, a todas las fieras, si es verdad que lo quiere saber. Y si al menos fuese ingenioso, si tuviese gracia el muy canalla, entonces, forzndome, tal vez lo admitira, pero carece de todo ingenio, creo que ha dado a todos algn brebaje, ese alquimista. Puff! Ya estoy cansado de hablar, mal rayo lo parta. Ms valdra que escupa y calle. Me ha puesto usted malo con tanta pregunta. Eh, vosotros!, ya estis?Hay que herrar de nuevo a Voronok respondi sombramente Grgori.A Voronok? Te voy a dar yo un Voronok que te har recordarme! S, seor mo, le puedo contar unas cosas que le dejaran con la boca abierta hasta el segundo advenimiento Antes tambin yo lo apreciaba, me cree? Me arrepiento, me arrepiento de ello, estaba tonto, tambin a m me sedujo. Un sabelotodo, lo conoce todo por dentro, las ciencias, me daba a beber unas gotas que casi me llevan al otro mundo. Yo, amigo mo, soy hombre enfermo, obeso. Esccheme y no hable, usted ir y ya lo ver; acabar por hacer llorar al coronel lgrimas de sangre, pero ya ser tarde. En los alrededores todos estn enfadados por el maldito Fom, a todos ofende, sea quien sea, a ninguno respeta, a todos quiere ensear, predica a todos, se hace moralista el muy pcaro. Presume de sabio, de ser el ms listo y dice que slo a l se lo debe escuchar. Soy dice, un sabio. Y qu, si lo es! Por el hecho de ser sabio ha de destruir a quien no lo es? Y cuando empieza a mortificar con su sabia lengua, blablabl blablabl, es incansable, dan ganas de cortrsela y echarla al estercolero, all podr hablar cuanto le d la gana hasta que una corneja se la trague. Es un fanfarrn presuntuoso. Se mete en cosas que no estn al alcance de su cabeza. Imagnese que se le ha ocurrido ensear francs a los siervos. Dice que les conviene a los mujiks y a los criados. No me crea, si no quiere. Maldito sinvergenza! Qu necesidad tiene el mujik de conocer el francs? Para qu, me quiere decir? Para bailar la mazurca con las seoritas y cortejar a las casadas? Para m bastan unos vasos de vodka para hablar en todos los idiomas. Ya ve el aprecio que le tengo al francs. A lo mejor usted tambin lo habla: ta-ta-ta! to-to-to!, con la gata el gato se cas aadi Bajchiev mirndome con desprecio e indignacinUsted, amiguito, ha estudiado, verdad? Se ha dedicado a las ciencias?S Me interesanLas habr estudiado todasAs es, mejor dicho no le confieso que ahora me interesa ms la observacin. Estuve todo el tiempo en Petersburgo y ahora tengo prisa por ir a ver a mi toY quin le mete prisa? Ms le valdra quedarse en su casa, si la tiene. Le dir, no ir lejos con sus conocimientos y no hay to que lo pueda ayudar, caer en una trampa. En un solo da yo adelgac, en esa casa! Me lo cree? No, me doy cuenta de que no me lo cree. Bueno, que as sea, no me crea y Dios lo bendiga.Por favor, le creo, pero no acabo de comprender respond, cada vez ms confuso.S, me cree, pero quien no te cree soy yo! Todos los que habis estudiado vais de una cosa a otra. Os contentis con saltar con un pie para pavonearos. No me gustan, amiguito, las ciencias ni los cientficos. Me tienen hasta el gorro. Tuve ocasin de tratar a unos cuantos de Petersburgo, todos francmasones, no inspiran confianza, predican el atesmo, temen una copa de vodka, como si mordiese. Maldicin! Me ha enfadado usted, amiguito, y no tengo ganas de contarle nada. No me ha contratado para que lo divierta con cuentos y ya tengo la lengua cansada. No se puede criticar a todos y es, adems, un pecado Pero Fom casi volvi loco a Vidoplisov, el lacayo de tu toPues yo a ese Vidoplisov intervino de pronto Grgori, que escuchaba serio y digno la conversacin no parara de azotarlo. A fuerza de golpes le quitara toda esa tontera germnica del cuerpo, tantos le dara que ni se podran contar!A callar! grit de pronto Bajchiev. Mantn cerrada la boca! Nadie habla contigo.Vidoplisov coment yo totalmente desconcertado y sin saber qu decir. Vidoplisov un apellido bien raro.Qu tiene de raro? Tambin usted lo dice! Ay, los sabios, los sabios!Perd la paciencia.Perdone dije. Por qu se enfada conmigo? Qu culpa tengo? Le confieso que llevo media hora escuchndolo y sigo sin saber de qu se trataY por qu, amiguito, se siente ofendido? respondi el gordinfln. No tienes ningn motivo. Lo digo por cario hacia ti. No te fijes en que sea un gritn y haya reido ahora a mi sirviente. Aunque mi Grishka sea un verdadero canalla, lo quiero, al muy miserable. Me pierde la sensibilidad y el buen corazn y la culpa de todo la tiene Fomka. Le juro que acabar conmigo. Ahora, por ejemplo, llevo dos horas tostndome al sol por culpa suya. Quise visitar al arcipreste mientras estos memos se ocupaban de la reparacin. Es muy buena persona el arcipreste de aqu, pero disgustado con el Fomka de marras ni ganas tena de ver al arcipreste. Que se vayan todos de paseo! Ni siquiera hay una hostera decente! Todos, unos miserables! No excluyo a ninguno! Y si al menos tuviera alguna categora especial continu Bajchiev, volviendo a Fom Fomich de quien, al parecer, no poda liberarse, entonces se lo podra perdonar, pero no tiene ninguna, s con certeza que no la tiene. Me ha contado que aos ha, a eso de los cuarenta, fue castigado por decir la verdad y que por eso debemos rendirle pleitesa, el diablo lo lleve. Si algo lo disgusta, salta del asiento y chilla: Aqu me ofenden dice, ofenden mi pobreza, soy un pobre peregrino, me basta con un pedazo de pan negro. Nos sentamos, aparece y comienza de nuevo a piar. Por qu os habis sentado a la mesa sin m? Es que no hay respeto por mi persona?. En una palabra, viva la juerga! Yo, amigo mo, guard silencio durante mucho tiempo; l se figuraba que le bailara el agua, pero, qui! Ridculas esperanzas! Cuando l iba yo volva. Con Ygor lich fuimos compaeros en el ejrcito, yo como cadete me retir pronto y cuando el ao pasado vino de visita a mi propiedad habindose retirado con el grado de coronel, le dije: Tenga cuidado, no sea condescendiente con Fom, acabar llorando!. No me dijo, es una persona excelente (eso me dijo de Fom!). Lo considero amigo mo y me ensea morigeracin. Nada opuse a sus palabras. Si le enseaba morigeracin, ya estbamos perdidos. Pero hoy, aunque le parezca mentira, empez a piar de nuevo. Maana es la fiesta del profeta Ilia el seor Bajchiev se persign, el onomstico de Iliusha, su hijo. Pensaba pasar el da con ellos, comer all; haba comprado un juguete en la capital, mejor dicho, lo encargu por escrito: el juguete era muy divertido, representaba a un alemn con resorte que besa la mano de su novia y ella con un pauelo se seca las lgrimas. Ahora tengo al alemn y su nariz partida en el coche, me lo llevo a casa. Tambin a Ygor lich le habra gustado pasarlo bien y festejar al nio, pero Fom lo ha prohibido: Por qu se ocupan de Iliusha y a m ahora no me hacen ningn caso?. Eh, qu le parece semejante faisn? Tiene envidia de un nio de ocho aos! Pues tambin yo quiero ser festejado, no importa que sea la fiesta de Ilia, tambin ser el da de Fom. Lo miro y aguanto. Ahora todos andan de puntillas y meditan susurrando qu hacer. Felicitar a Fom por el da del profeta Ilia o no? Si no se lo felicita, puede sentirse ofendido, y si se lo felicita puede creer que se burlan de l. Maldicin! Nos sentamos a comer Pero t, amiguito, me escuchas o no?Claro que s, con mucho placer lo escucho porque gracias a usted ahora s! y le confiesoCon gran placer, eso es! Bien s de qu placer se trata No me lo dirs para fastidiarme?Cmo para fastidiarlo? Al contrario. Adems se expresa usted de manera tan original que hasta me gustara anotar sus palabras.Qu quiere decir con eso de anotar? me pregunt el seor Bajchiev algo asustado, mirndome con desconfianza.Bueno, quizs no las anote lo digo por decir.No querrs granjearte mi confianza de algn modo?Qu entiende por granjearte mi confianza? pregunt asombrado.Pues s: ahora la ganas, yo te lo cuento todo como un imbcil y t, despus, me describes en alguna obra.Me apresur a explicarle que yo no era as, pero l segua mirndome con suspicacia.Dices que no eres as! Quin sabe! A lo mejor eres todava peor. Tambin Fom me amenazaba con escribir sobre m y publicar lo escritoPermtame lo interrump para cambiar de tema. Es verdad que mi to quiere casarse?Y qu importa si quiere! No estara mal. Csate si quieres, si ests tan loco, lo malo no es eso, sino otra cosa aadi pensativo. Hum, lo cierto es que no puedo responderle con certeza. Hay muchas mujeres all, como moscas alrededor de un tarro de confitura, y vaya uno a saber cul de ellas quiere casarse. Yo, amiguito, le confieso que la mujer no me gusta. Es mentira cuando dicen que es un pecado que el hombre viva solo, una vergenza, que perjudica la salvacin de su alma. Es cierto que su to est enamorado como un gato siberiano. No hablar de eso, usted mismo lo ver, lo malo es que tarda mucho en decidirse; teme decrselo a Fom y tambin a su vieja, que chillar, cocear y se la oir en todo el distrito. La vieja defiende a Fom, dice que l se disgustar, que con una esposa en casa l no durar all ni dos das, que la esposa lo echar con sus propias manos y si no es tonta le dar tal fregado que no hallar sitio donde meterse. Por ello Fom brujulea juntamente con la mamita y procuran seducirlo con la otra Por qu, amiguito, me interrumpes? Quera contarte lo ms importante y me interrumpes! Soy mayor que t e interrumpir a un viejo no est nada bienLe ped que me excusara.No te disculpes! Quera exponer a su juicio, seor mo, como hombre culto, la ofensa que me infiri hoy. Emite tu juicio si eres buena persona. Nos sentamos a comer y l, ya desde el principio, casi me devora con la vista; en ascuas estaba, de pura rabia me habra ahogado en una cuchara de agua, el muy vbora! No hay hombre capaz de sentir tanto amor propio. Empez a meterse conmigo, tambin a m quera ensearme morigeracinPor qu me pregunta est tan gordo?, y venga a repetir: Por qu no est delgado y es tan gordo?. Dgame, amiguito, qu le parece semejante pregunta? Tiene algo de ingenioso? Le respond con gran sensatez: Dios as lo quiso, Fom Fomich: unos son gordos y otros delgados; contra la providencia divina el hombre mortal nada puede hacer. Qu le parece mi respuesta? Sensata, verdad? No me dice, t tienes quinientos siervos, vives sin hacer nada, a tu gusto, y no prestas ningn servicio a la patria, te pasas la vida metido en casa tocando el acorden. Y es cierto, cuando me siento triste me gusta tocar el acorden. Y vuelvo a decirle sensatamente: Qu servicio puedo prestar, Fom Fomich, en qu uniforme puedo meter mi gordura? Si lo consigo, y por un azar estornudo, volaran todos mis botones en presencia de las autoridades superiores y Dios me ampare si no lo consideran un panfleto y qu pasara entonces?. Dgame, amiguito, si dije algo que provoque risa. Pues s, se rean de m, ja-ja-ja y ji-ji-ji y sin parar, olvidado por completo todo pudor adems se le ocurre insultarme en dialecto francs, cochon, me llama. Pero yo comprendo lo que significa: Ah, maldito alquimista, pienso, supones que soy sordo?. Aguant mucho, mucho, y ya cansado me levant de la mesa y delante de toda la gente dije: He sido injusto contigo, Fom Fomich, pens que eras un hombre bien educado, pero resultas ser un cerdo igual a todos, y sal del comedor cuando servan el pudin. A la mismsima os vayis todos, y tambin el pudin!Perdneme dije despus de haber escuchado el relato del seor Bajchiev, Naturalmente, estoy de acuerdo con usted en todo, aunque no s todava lo principal Sin embargo, sobre esto tengo ahora unas ideas propias.Cules son esas ideas, amigo mo? pregunt con desconfianza el seor Bajchiev.Ver empec a decir, algo confuso, tal vez no sea muy oportuno decirlo ahora, pero si insiste lo dir. Pienso que tal vez ambos estemos equivocados respecto de Fom Fomich; tal vez todas sus excentricidades oculten un ser particular, e incluso talentoso. Quin sabe? Quiz sea una persona destrozada por el sufrimiento, que se venga de todos. He odo decir que antes fue una especie de bufn, ese oficio lo humill, lo ofendi, acab con su dignidad comprende? Una persona sensible, digna y convertida de pronto en bufn Y pierde confianza en la humanidad y y quiz, si se logra que se reconcilie con la gente tal vez se consiga que se convierta en una persona de especial naturaleza puede que muy notable y y algo tiene ese hombre no le parece? Debe haber una causa que justifique su dominacin sobre los dems. No lo cree?Me daba cuenta de que me haba excedido terriblemente. Poda perdonrseme por ser joven, pero el seor Bajchiev no me perdon. Serio y severo me miraba directamente a los ojos y, de repente, enrojeci como un pavo.Fom, una persona notable? pregunt con voz alterada.Esccheme, ni yo mismo creo todo cuanto acabo de decir no es ms que una suposicinPermite, amigo mo, que le pregunte si ha estudiado filosofa o no?En qu sentido? pregunt perplejo.No me refiero al sentido, contsteme a la pregunta: ha estudiado o no filosofa?Le confieso que me propongo estudiarla, peroEs lo que pensaba! grit el seor Bajchiev, dando rienda suelta a su indignacin. Lo haba adivinado, amiguito, antes de que usted abriera la boca. A m no se me engaa! Huelo la presencia de un filsofo a tres kilmetros de distancia. Bsese con su Fom Fomich! Ha encontrado un ser notable! Puff! As se hunda todo! Yo crea que era una persona bien intencionada, pero resulta trae el coche! grit al cochero que ya estaba en el coche reparado. A casa!Me cost mucho tranquilizarlo; tard en trocar la ira en clemencia mientras se iba sentando en su coche con ayuda de Arjip y Grgori, de aquel mismo Grgori que haba aleccionado a Vasliev.Perdone la pregunta dije acercndome a su coche. No piensa volver nunca a la casa del to?A la casa del to? Escpale a quien se lo diga! Usted cree que soy hombre constante, que aguantar? Pues no, mi pena y mi dolor es que soy un trapo y no un hombre! Antes de que pase una semana volver all. Para qu? Pues mire, no s para qu, pero ir, volver a reir con Fom. Y sta es mi pena. Como castigo por mis pecados el Seor me ha enviado a Fom. Mi carcter es blando, de mujer, carezco de constancia. Soy un cobarde totalNo obstante nos despedimos amigos, hasta me invit a comer con l.Ven, amigo, almorzaremos juntos! Tengo un vodka recin llegado de Kiev y mi cocinero aprendi el oficio en Pars. Te har una comida de lujo y te chupars los dedos y terminars por saludarlo como un gran personaje, el muy canalla. Es hombre culto, pero hace tiempo que no lo azoto, est muy credo Menos mal que usted me lo hizo recordar Ven a verme! Lo habra invitado hoy, pero estoy muy dbil, cado, sin nimos y me duelen las piernas. Soy hombre enfermo, fofo. Usted tal vez no me crea Adis, mi amigo! Ya es hora de que alce las velas. Su cochecito tambin est reparado. Dgale a Fom que procure no cruzar su camino con el mo: soy capaz, si lo hace, de organizar un encuentro tan sentimental queNo pude or sus ltimas palabras. La carroza enganchada a cuatro esplndidos caballos arranc en ese instante y desapareci entre nubes de polvo. Tom asiento en mi cochecito y nos dirigimos de inmediato a Stepanchikovo.Claro que ese seor exagera, sin duda pens, est muy enfadado y no puede ser imparcial. Sin embargo, es muy interesante lo que me ha contado del to. Ya son dos personas que dicen y aseguran su amor por esa joven Hum! Me casar o no me casar?. Esta vez medit muy seriamente.

Mi to

Confieso que iba algo asustado. No bien entr en el poblado mi sueo romntico me pareci muy extrao, casi tonto. Eran alrededor de las cinco de la tarde. El camino atravesaba el parque de la casa seorial. Volva a ver, al cabo de muchos aos, aquel enorme parque donde haban transcurrido veloces esos felices das de mi infancia con que haba soado muchas veces en los dormitorios de mis escuelas. Salt del coche y me dirig a la casa seorial, cruzando el parque.Quera aparecer de pronto, sigilosamente, averiguarlo todo, conocer la situacin y antes que nada hablar en confianza con mi to. Y as fue. Dejada atrs la avenida de tilos centenarios, pas a la terraza acristalada que daba acceso a las habitaciones interiores. La terraza estaba rodeada de canteros de flores y adornada con macetas de plantas preciosas. All encontr a un aborigen, mi viejo ayo Gvril, ahora ayuda de cmara del to. El viejo se haba puesto gafas y sostena en las manos un pequeo cuaderno que lea con gran inters. Nos habamos visto en Petersburgo, adonde tres aos atrs haba ido con el to, y me reconoci en el acto. Llorando de alegra se abalanz impetuoso a besar mis manos, y sus gafas cayeron al suelo. Me emocion mucho esa muestra de cario, pero inquieto por la reciente conversacin con el seor Bajchiev, me fij en el sospechoso cuadernito que Gvril tena en las manos.Es posible, Gvril, que tambin a ti te enseen francs? le pregunt.S, padrecito, a mi vejez, como si fuera un gorrin estornino me respondi tristemente.Es Fom mismo tu maestro? le pregunt.l, padrecito, debe de ser un hombre listsimo, muy sabio.Ya lo creo, muy listo. Os ensea conversando?Con un cuaderno, padrecito.El que llevas en la mano? Ah, palabras francesas con letras rusas! Qu astuto! No te da vergenza, Gvril, hacer caso a un estpido como l? grit olvidando en un instante mis benvolas suposiciones sobre Fom Fomich por las que haca poco casi me peleo con el seor Bajchiev.Cmo va a ser tonto me respondi el viejo un hombre que manda sobre nuestros seores?Hum! Tal vez tengas razn, Gvril mascull sorprendido por esa observacin. Llvame a donde mi to!Pero, padrecito, no puedo dejarme ver, no me atrevo. Hasta a l le tengo miedo. Aqu estoy penando, y cuando l pasa me escondo tras el macizo de flores.Pero de qu tienes miedo?Es que la ltima vez no supe la leccin y Fom Fomich quiso ponerme de rodillas, pero no lo obedec. Ya soy viejo, Sergui Aleksndrovich, para que jueguen as conmigo. El seor se enfad conmigo por no hacer caso a Fom Fomich. Se ocupa de instruirte me dijo, barba-gris impertinente, quiere que aprendas a pronunciar bien. Y aqu me tiene estudiando los vocablos. Dijo que esta noche volvera a examinarme.Me pareci que en todo eso haba algo muy raro. Alguna historia deba de haber con eso del idioma francs, que el viejo no saba explicarme.Dime, Gvril, cmo es Fom? Alto, gallardo?Fom Fomich? No, padrecito, es un hombrecito insignificante.Hum; tal vez todo se arregle, Gvril, te lo prometo. Pero dnde est mi to?Detrs de las caballerizas hablando con los mujiks. Han venido los de Kapitnovka para rogarle que no los traspase a Fom Fomich. Vienen a implorrselo.Por qu detrs de las caballerizas?Tienen miedo, padrecitoEncontr al to detrs de las caballerizas, rodeado de mujiks que le hacan profundas reverencias y le imploraban con fervor. El to, acalorado, les explicaba algo. Me acerqu y lo llam. Se volvi y nos arrojamos el uno en brazos del otro.Se alegr muchsimo de verme, su alegra llegaba al xtasis. Me abrazaba, me apretaba las manos como si le hubieran devuelto a un hijo, liberado de un peligro mortal, como si yo, con mi llegada, lo hubiese liberado tambin a l de un peligro mortal y trajese conmigo la solucin de todas sus dudas, la felicidad y la alegra para toda su vida y para todos sus seres queridos. El to nunca consenta ser feliz l solo. Terminados los primeros transportes de alegra, comenz de pronto a trajinar y acab cansado y totalmente desorientado. Me atosig a preguntas, quiso llevarme de inmediato al seno de su familia y all nos dirigimos, pero cambi de parecer y pens que era mejor presentarme a los mujiks de Kapitnovka. Recuerdo que despus se puso a hablarme, no s a raz de qu, de un tal seor Korovkin, hombre extraordinario a quien haba encontrado haca tres das en la carretera y a quien haba invitado a su casa. Esperaba su llegada con gran impaciencia. Despus dej de hablar de Korovkin y me habl de otra cosa. Yo lo miraba con placer. Al responder a sus apresuradas preguntas le dije que me gustara dedicarme a las ciencias en lugar de entrar en el funcionariado. No bien llegamos a ese tema, el to frunci el ceo y su rostro expres mucha solemnidad. Al saber que ltimamente me gustaba la mineraloga alz la cabeza y mir con orgullo en torno suyo, como si l fuese el descubridor y el autor, sin ayuda ajena, de toda la mineraloga. Ya he dicho que el to veneraba la palabra ciencia sin ningn inters personal, sobre todo porque nada saba de ciencias.Oye, Sergui amigo, en el mundo hay gente que lo sabe todo, hasta lo ms ntimo me haba dicho un da brillndole de entusiasmo los ojos. Ests con ellos, los escuchas y, aunque sabes que t nada comprendes, tu corazn est feliz. Por qu? Porque en todo cuanto dicen hay inteligencia, talento, utilidad, bienestar para todos. Eso s lo comprendo. Ahora viajo en tren, pero mi Iliusha, tal vez, vuele Tambin el comercio, la industria, esas ramas, por as decir o sea que por muchas vueltas que le des son de gran utilidad no es cierto? Son tiles.Pero volvamos a nuestro encuentro.Espera, amigo mo, espera empez a decir frotndose las manos y con voz atropellada. Vas a conocer a un hombre excepcional, a un cientfico cuyo nombre pasar a la historia. Verdad que suena bien? Pasar a la historia. Me lo explic Fom Te lo presentar.Se refiere usted a Fom Fomich?No, te hablo de Korovkin Tambin de Fom.Y, de pronto, por alguna razn, enrojeci; pareci confuso en cuanto mencion a Fom.A qu ciencias se dedica, tito?Korovkin? A todas, querido, a todas en general, no puedo explicarte cules, slo s que son ciencias. Cmo habla de los ferrocarriles! Y, sabes aadi en un susurro, entornando con aire significativo el ojo derecho, intercala tambin ideas liberales. Lo not cuando se refera a la felicidad familiar Es una pena haber odo poco (no tuve tiempo), si no te lo contara todo seguido. Y, adems, es un hombre de altas virtudes morales. Lo invit a pasar unos das en casa y espero su llegada de un momento a otro.Mientras, los mujiks me miraban con la boca abierta y los ojos desorbitados, como si yo fuera un milagro.Espere, tito lo interrump. Creo que mi presencia estorba a los mujiks. Quieren decirle algo importante. Qu quieren? Le confieso que sospecho algo y me gustara escucharlosEl to, sobresaltado, se puso nervioso y se agit.Ah, s! Me haba olvidado. Qu puedo hacer con ellos? Se les ha metido en la cabeza que dejo a Fom Fomich toda Kapitnovka, con todos ellos dentro; te acuerdas de Kapitnovka? bamos all a pasear con tu finada ta Katia, ya atardecido. No queremos dejarte!, dicen. Bien me gustara saber quin fue el primero en decirlo.Entonces, tito, no es cierto? No deja Kapitnovka? pregunt casi gritando de entusiasmo.Ni se me haba ocurrido! A quin se lo oste decir? Una vez se me escap y desde entonces anda de boca en boca, Por qu no les gusta Fom? Espera Sergui, te lo presentar aadi mirndome tmidamente, como si presintiese en m a un enemigo de Fom Fomich. Vers, es un hombreNo queremos a nadie que no sea usted! chillaron a coro todos los mujik. Vosotros sois nuestros padres y nosotros vuestros hijos!Esccheme tito le dije. Todava no conozco a Fom Fomich, pero o hablar de l. Le confieso que hoy me encontr con el seor Bajchiev, pero tengo mis propias ideas sobre toda esa cuestin. Despida a los mujiks y hablaremos usted y yo sin testigos, a solas. Para eso he venidoEso es, eso es! me apoy mi to. Dejaremos que se vayan y despus hablaremos como amigos, estudiaremos a fondo la cuestin! Bueno dijo a los mujiks, marchos ahora, amigos mos. Y de ahora en adelante venid a verme siempre que me necesitis, a cualquier hora.Eres nuestro padre; y nosotros somos vuestros hijos, no nos entregues a Fom Fomich. Todos los pobres te lo piden! gritaron una vez ms los mujiks.Mira que sois tontos! Ya os dije que no lo hara.Es que, padrecito, acabar con nosotros con tanto estudio. Los de aqu bien atormentados estn.Ser posible que tambin a vosotros os ensee el idioma francs? exclam casi asustado.No, padrecito, por ahora Dios fue misericordioso con nosotros, por ahora Dios nos protege respondi uno de los mujiks, un pelirrojo con una gran calva en la nuca y una barbita larga, rala, cuneiforme, que se mova en todas las direcciones cuando hablaba, como si viviera de vida propia. Por ahora Dios est con nosotros.Y qu os ensea?Lo que nos ensea, seora, a nuestro entender, es cmo comprar una caja de oro para guardar una moneda de cobre.Qu significa guardar una moneda de cobre?Sergui, es una calumnia! exclam el to ruborizado y terriblemente confuso. Esos tontos no han comprendido lo que les dijo! Habl por hablar Nada tiene que ver con eso la moneda de cobre Y t si no entiendes no debes hablar contina el to reprochndole al mujik. Han querido favorecerte y t, imbcil, no lo comprendes y gritas!Y qu hay, tito, con el francs?Les ensea la pronunciacin, Sergui, slo eso dijo el to con una voz casi suplicante. l mismo dijo que slo la pronunciacin Adems, detrs de todo eso hay una historia especial, t no la conoces y por ello no puedes juzgar. Mira, sobrino, hay que profundizar en los hechos y despus acusar Acusar es fcil!Y vosotros por qu permanecis callados! casi grit a los mujiks con rabia. Debais decirle claramente que as no, Fom Fomich, as no se puede, no est bien. O es que no tenis lengua?Dnde est el ratn que le puso el cascabel al gato, padrecito? Ya te enseo yo me dijo, mujik palurdo, a ser limpio y ordenado. Por qu llevas una camisa sucia?. Porque siempre est sudada, por eso. No vamos a cambiarla todos los das. Por ser limpio no resucitars, por ser sucio no reventars.Pues hace poco fue a la era intervino otro mujik alto y delgado, lleno de remiendos, con unos laptis completamente desgastados, uno de esos mujiks que estn siempre descontentos y guardan como reserva alguna frase venenosa, malfica; hasta aquel momento haba evitado mostrarse, escuchaba en tenebroso silencio con una sonrisa amarga y astuta que no se le borraba del rostro. Baj a la era y pregunt: Sabis cuntos kilmetros hay hasta el sol?. Cmo vamos a saberlo! No es un saber para nosotros sino para los seores. No, dice, t eres un tonto, un patn, no sabes lo que te conviene; yo, dice, soy astrlomo; conozco todas los planidas del cielo.Y te dijo cuntos kilmetros hay hasta el sol? intervino el to, muy animado y guindome alegremente el ojo, como diciendo: No te pierdas lo que viene!.S, lo dijo, parece que muchos respondi de mala gana el mujik, que no esperaba la pregunta.Pero, cuntos dijo, cuntos?Su seora lo sabe mejor, nosotros somos unos ignorantes.Yo, hermano, lo s, pero, t te acuerdas o no?Pues deca que habra varios cientos o miles. Muchos, segn dijo. No bastaran tres carros.Pues tenlo bien en cuenta, hermano. T creas, tal vez, que podras alcanzarlo con la mano. No, hermano, la tierra es redonda como una bola, comprendes? sigui diciendo el to, trazando con las manos una especie de globo.El mujik sonri amargamente.S, es como un globo! Est en el aire y as se mantiene y gira alrededor del sol que permanece quieto, slo parece que se mueva. Ya ves qu cosas! Y todo esto lo descubri el capitn Cook, el navegante! Ni el diablo lo sabe! aadi susurrando, dirigindose a m. Yo mismo, amigo, no s nada Y t, sabes me pregunt cunto hay hasta el sol?Lo s, tito respond mirando sorprendido lo que pasaba, pero pienso que la ignorancia es como la suciedad, pero, por otro lado ensear astronoma a los campesinosTienes razn, toda la razn, en efecto, es como la suciedad! exclam el to entusiasmado por mis palabras, que le parecieron extremadamente afortunadas. Un pensamiento muy noble! Desaseo, negligencia! Siempre lo dije es decir, jams lo dije, pero lo sent. Os? grit a los mujiks, la ignorancia es igual al desaseo, a la suciedad! Precisamente por eso Fom quera ensearos, quera ensearos lo que es bueno, lo que est bien. Es lo mismo que cualquier servicio oficial, hermanos, cualquier rango oficial. Eso es la ciencia! Bueno, bueno, amigos mos. Id con Dios, yo estoy contento, contento, estad tranquilos, no os abandonar.Defindenos, padre querido!Permite que veamos la luz!Y los mujiks se echaron a sus pies.Eso s que es una tontera! A Dios y al zar podis saludarlos as, pero a m no Bueno, marchaos, portaos bien, mereced el cario que se os da bueno y eso es todo Vers dijo de pronto dirigindose a m no bien se fueron los mujiks, radiante de alegra, a los mujiks les gusta que los traten bien y no estara de ms hacerles un regalito. Qu te parece si les regalo algo, eh? Qu piensas? Para celebrar que hayas venido Les regalo algo o no?Por lo que veo, tito, es usted un hombre dadivoso, un bienhechor.Es preciso, amigo mo, es preciso, no es nada. Ya hace tiempo que quera regalarles algo dijo como disculpndose. A ti te divirti que yo enseara ciencias a los mujiks? Eso, amigo, fue por la alegra de verte, Sergui. Quera simplemente que el mujik supiera cunto hay hasta el sol y quedara con la boca abierta. Fue divertido verlo cuando lo supo se alegra uno mismo, por decirlo as. Pero cuidado, amigo mo, no vayas a decir all, en el saln, que estuve hablando aqu con los mujiks. Les di cita a propsito detrs de las caballerizas, para que nadie me viera. No poda obrar de otro modo, el asunto era peliagudo y ellos se presentaron en secreto. Lo hice sobre todo por ellosY bien, to, ya me tiene aqu empec a decir cambiando de tema y con gran deseo de llegar a lo principal lo antes posible. Le confieso que su carta me sorprendi tanto que yoAmigo, ni una palabra de eso! me interrumpi el to como asustado, bajando el tono de voz, despus, despus todo se aclarar. Yo, tal vez, no haya obrado bien contigo, quiz muy mal, peroConmigo?Despus, sobrino mo, despus, despus! Todo tendr su explicacin. Pero qu bien te veo, qu buen mozo! Querido mo! Con qu impaciencia te esperaba! Quera contarte t eres sabio, eres el nico que tengo, t y Korovkin. Quiero que sepas que aqu todos estn enfadados contigo. Ten cuidado, no me falles!Conmigo? pregunt sorprendido, mirando al to sin comprender cmo podan estar enfadadas conmigo personas por m desconocidas. Conmigo?S, querido amigo, contigo! Qu le vamos a hacer! Un poco de culpa la tiene Fom Fomich y tambin mamita, que lo sigue en todo. S precavido, respetuoso, corts, no contradigas y, sobre todo, respetuosoAnte Fom Fomich, tito?Qu le vamos a hacer, Sergui! Yo no lo defiendo. Reconozco que es un hombre que tal vez tenga defectos, particularmente ahora, en este mismo minuto Ah, hermano, si supieras cmo todo eso me preocupa! Todo podra arreglarse, todos podramos estar contentos y ser felices! Aunque, quin no tiene defectos? Tampoco nosotros somos perfectos!Pero, to, por favor, fjese en lo que este hombre est haciendo!Eh, Sergui! Todo eso son pequeeces y nada ms. Mira, te cuento, ahora est enfadado conmigo y sabes por qu? Aunque yo tal vez tenga la culpa. Es mejor que te lo cuente despusMire, tito, acerca de eso tengo mi propia idea lo interrump, presuroso por explicrsela. Los dos parecamos tener prisa. En primer lugar, l fue bufn: esto lo disgust, lo abrum y ofendi su ideal; se convirti en un ser airado, enfermizo, con nimo de vengarse de toda la humanidad Pero si conseguimos reconciliarlo con los hombres, si conseguimos que vuelva a s mismoEso, precisamente, eso es! grit el to entusiasmado. As es! Una idea nobilsima! Condenarlo sera vil, ruin! Eso es! Ah, amigo querido, t me comprendes! Me tranquilizas! Con tal de que se arregle lo otro! Sabes, tengo hasta miedo de ir all. T has venido, y se metern conmigo, ya vers!Tito, si es por eso dije confuso, al orlo.No, no, no! Por nada del mundo! grit sujetando mis manos. Eres mi husped y yo as lo quiero.Cuanto oa me dejaba ms y ms perplejo.Dgame ya, ahora mismo, para qu me ha llamado? dije enrgicamente, qu espera de m? Y, sobre todo, por qu se siente culpable ante m?Ms vale que ni me lo preguntes!, despus, despus! Todo eso se explicar despus! Yo tal vez sea culpable de muchas cosas, pero quera obrar como un ser honrado y y t te casars con ella! Te casars con ella, si es que te queda una gota de nobleza! aadi enrojeciendo de pronto a causa de un sbito sentimiento, mientras estrechaba mi mano con fuerza y entusiasmo. Basta ya, ni una palabra ms! Pronto lo sabrs todo. De ti depender Lo ms importante es que gustes all dentro, que impresiones. Es importante que no te azores.Escuche, tito, quines son los invitados? He frecuentado tan poco la sociedad queQu?, tienes miedo? me interrumpi el to sonriendo. No importa! Todos son de confianza, anmate! Anmate y no temas! No s por qu, pero temo por ti. Me preguntas quines son? S, quines Pues en primer lugar mi madre empez a decir muy rpidamente. Te acuerdas de ella o no? Una viejecita buensima, nobilsima, sin pretensiones cabe decir; algo anticuada, pero as es mejor. A veces, sabes, dice algo irreal; ahora est enfadada conmigo, pero la culpa es ma S que lo es! Adems es lo que se llama una grande dame, una generala Su marido fue una persona excelente; era un general cultsimo, no dej ninguna herencia pero sufri numerosas heridas, en una palabra, respetado por todos. Luego la joven Perepeltsina. Ella no s ltimamente su carcter cambi Pero no es cosa de condenar a todos All Dios con ella No creas que es una gorrona cualquiera, es hija de un teniente coronel. Gran amiga y confidente de mi madre. Despus, querido amigo, mi hermana, la ta Praskovia Ilnichna. De ella poco puedo decirte, es sencilla, buena, siempre ajetreada, pero con un corazn de oro! (t juzga a la gente ms que nada por el corazn), un poco entrada en aos, pero creo que ese tonto de Bajchiev parece que la pretende. Calla, es un secreto! Bueno, de la familia creo que ya estn todos; de los nios no te hablo, los vers t mismo. Iliusha celebra maana su onomstico Y casi se me olvidaba mencionar a Ivn Ivnovich Miznchikov, que lleva con nosotros casi todo un mes, y viene a ser primo tuyo en tercer grado, segn parece, s, en tercer grado, efectivamente; hace poco se retir del ejrcito, teniente de hsares; es joven. Un ser nobilsimo, pero arruinado, no s cmo alcanz a perderlo todo; es cierto que casi no tena nada, pero dilapid todo, se meti en deudas Ahora est de invitado. Hasta la fecha no lo conoca; vino por s mismo, se present. Es simptico, bueno, respetuoso. Creo que nunca nadie aqu lo oy hablar. Siempre est callado. Fom, para burlarse, lo llama el desconocido silencioso, pero l no se enfada. Fom est contento con l, dice que no es muy inteligente. Claro, Ivn en nada lo contradice y siempre lo apoya. Hum! Es un apocado All Dios con l, ya lo vers. Hay tambin invitados del lugar. Pvel Seminovich Obnoskin con su madre; es joven, pero de extraordinaria inteligencia, maduro, inmutable No puedo expresarlo y, adems, de una moral excelente, severa. Y finalmente tenemos otra invitada, se llama Tatiana Ivnovna, tal vez una parienta lejana, no la conoces, una seorita ya entrada en aos, debo confesarlo, pero tiene su encanto, es muy rica, amiguito, podra comprarse dos Stepanchikovos, si quisiera, hace poco lo hered todo, antes lo pasaba mal. Ten cuidado con ella, Sergui, es muy sensible, hay algo fantasmagrico en su carcter. T, que eres tan noble, lo comprenders, lo haba pasado mal. Hay que tener el doble de cuidado con alguien que antes lo pas mal. No se te ocurra pensar no s qu. Claro que padece ciertas debilidades, a veces se precipita, dice cosas que no vienen a cuento, quiero decir, no miente, no lo imagines todo cuanto dice proviene de un corazn puro, noble; es decir, si dice alguna mentira la dice por un exceso de nobleza espiritual, comprendes?Se me figur que el to estaba terriblemente azorado.Dgame, tito pregunt, yo le tengo tanto cario perdneme que le pregunte se piensa casar con alguien aqu?A quin se lo oste decir? me respondi, ponindose colorado como un nio. Pues, mira, querido mo, te lo dir todo: primero, no me caso. Mamita, y tambin la hermanita y, sobre todo, Fom Fomich, a quien mi mamita adora y merecido lo tiene, hizo mucho por ella, todos quieren que me case con esa Tatiana Ivnovna porque es conveniente para toda la familia. Por supuesto que piensan en mi bien, lo comprendo, pero no me casar por mucho que insistan, me lo tengo prometido. No obstante, todava no supe decir abiertamente ni s ni no. Eso, amigo, suele pasarme siempre. Ellos creyeron que estaba de acuerdo e insisten en que maana, para conmemorar la fiesta familiar me le declare y por ello se ha armado tanto jaleo que ni s qu hacer. Adems, no s por qu Fom Fomich se ha enfadado conmigo, y tambin mamita. Te confieso que slo te esperaba a ti y a Korovkin quera desahogarme, por as decirloQu ayuda puede prestarle Korovkin en este caso, tito?Puede, amigo mo, puede, es un hombre de vala; en una palabra, un cientfico. Confo en l como en una montaa de piedra, alguien que puede con todo. Cmo habla de la felicidad conyugal! La verdad es que tambin confiaba en ti, pensaba que los haras razonar. Juzga por ti mismo: admitamos que soy culpable, realmente culpable, lo comprendo, no soy insensible. Sin embargo, tambin a m se me puede perdonar alguna vez! Qu bien viviramos entonces! Si vieras, amigo Sergui, cmo ha crecido mi Sshurka, ya se podra casar! Y cmo est Iliusha! Maana es su onomstico. Sabes, tengo miedo por Sshurka, eso sDnde est mi maleta, to? Cambiar de ropa y me presentar luego, y entoncesEn el tico, amigo mo, est en el tico. Decid ya de antemano que te llevaran all en cuanto llegaras, para que nadie te viera. Muy bien, cmbiate de ropa. Est muy bien, magnfico, magnfico! Y yo, mientras tanto, los ir preparando de a poco. Ve con Dios! Oye, amigo mo, hay que ser astuto. Lo quieras o no, te conviertes en un Talleyrand. Pero, qu importa! Ahora estn tomando el t. En casa se sirve pronto. A Fom Fomich le gusta tomarlo apenas despierta; y hasta es mejor, sabes? Bueno, me voy, y t ven enseguida, no me dejes solo: me siento incmodo estando solo S, espera!, te ruego que no me grites como hace poco me gritaste aqu, eh? Si despus me quieres decir algo, lo haces aqu, a solas, y mientras tanto aguntate y espera. Sabes, ya la hice buena all. Estn enfadadosMire, tito, de todo cuanto he odo y visto me parece que usted esUn blandengue! Dilo, dilo, no te cortes dijo de pronto, interrumpindome. Qu le vamos a hacer! Yo mismo lo s. Entonces, vendrs? Cuanto antes, por favor!Sub al tico y abr rpidamente la maleta, recordando la orden del to de bajar lo antes posible. Mientras me vesta pens que no me haba enterado de casi nada de lo que quera saber, aunque haba hablado con el to toda una hora. Me sorprendi. Slo tena claro que el to segua