Dos Cuentos de Leo Maslíah

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Leo Masliah

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Dos cuentos de Leo Maslah

Literatura con vallasEl mnibus se detuvo en el kilmetro doscientos once. Marisa baj y el chofer tambin, para entregarle su equipaje. Cuando el mnibus retom su marcha Marisa empez a caminar. Eran parajes de tierras rojizas. Ignoro por qu tenan este color; en verdad no s nada de geologa.Marisa camin un par de kilmetros y se sent a descansar sobre su equipaje. Ignoro si haca calor o fro porque no s nada de meteorologa (adems yo no estaba all). Marisa quera levantarse y seguir su camino, pero tena dolores en la pelvis. Nada puedo decir, por desgracia, sobre el origen de estos dolores, porque carezco de los ms elementales conocimientos de ginecologa.Mariza hizo acopio de fuerzas y se levant. Para orientarse mejor sac de su bolso unos binoculares (o quiz fuera un catalejo; no s nada sobre instrumentos pticos) y ech una ojeada a los confines de su visibilidad. Avist una figura humana, mosqueando en el horizonte. Camin hacia ella. La figura caminaba a su vez hacia Marisa. Esto es lo que creo, aunque no me respalda en ello ningn conocimiento de geometra.Unos minutos despus la figura se hizo reconocible para Marisa. Era un hombre. Andaba casi desnudo y estaba peinado y maquillado con arreglo a las normas vigentes en el grupo humano, tribu, clan o a lo que fuera que l perteneca. No quiero dar detalles sobre esto por miedo a meter la pata, ya que no s absolutamente nada de antropologa.Cuando lo tuvo cerca, Marisa sac su cmara fotogrfica. Creo que se puso a regular el fotmetro, y no s cuntas cosas ms. Marisa era una excelente fotgrafa, pero yo no solamente no lo soy sino que no tengo la ms puta idea de cmo se saca una foto. Parece que aquel hombre tampoco la tena, porque cuando vio el artefacto se asust. Se acerc a Marisa y le arranc la cmara de las manos. No conforme con esto, le arranc tambin la ropa y ya con ms delicadeza se sac l mismo la poca que traa puesta.Entonces ocurri algo que que me veo incapacitado de describir, quiz por falta de experiencia personal en la materia. No s nada sobre sexo, y creo que por ah corra el asunto. (Perdn si en algn momento me expreso de forma confusa o incorrecta; es que no s nada de gramtica.) En verdad la nica disciplina que domino es la literatura. Sinceramente, creo que s ms que nadie en esta materia. Pero ya no puedo escribir ms, lo siento. Mi falta de formacin en otras disciplinas me lo impide, interponindose constantemente entre mi pluma y mis lectores. Esta traba merecera de mi parte, sin duda, un profundo estudio, pero yo no lo puedo hacer porque no s nada de epistemologa.Slo me queda entonces decir adis, y gracias (no s si corresponde despedirme as; perdn, pero es que no s nada sobre modales).

La tortuga

Sal a caminar porque me senta solo y el tedio me abrumaba. Afuera el sol resplandeca. Las nubes tambin pero ms oscuros. Llegu al parque y me llen los bronquios de aire pura. Los ojos de los rboles se movan a impulso de una brisa fresca y delicado que haca tintinear adems los esqueletos de algunos insectos muertas contra fragmentos de botellas rotos. Me acerqu al lago y vi que una tortuga trataba de avanzar por el barro pugnando por llegar hasta el agua. No la dej. Su caparazn era duro y su semblante inteligente y serena. Me la llev para casa, a fin de paliar mi soledad. Cuando llegamos la puse en la baera y me fui a buscar en la biblioteca un libro de cuentas para leerle. Ella escuch atento, interrumpindome de vez en cuando para pedirme que repitiera alguna frase que le hubiese parecido especialmente hermoso. Luego me dio a entender que tena hombre y ya me fui nuevamente al lago a buscar alga que le resultara apetecible. Recog pasto y una planta de ojos verdes oscuras. Tambin junt algn hormiga, por si acaso. De nuevo en casa, fui a llevar las cosas al bao, pero el tortuga no estaba all. Lo busqu por todas partes, en el ropero, la refrigeradora, entre los sbanos, alfombras, vajillo, estantes, pero no hubo casa, no lo encontr. Entonces me vinieron deseos de ir al bao y los hice, pero cuando tirbamos la cadena comprobaste que el inodoro estaba tapada. Se les ocurri entonces que the tortuga poda haberse metida all. Cmo rescatarlos? Sal de casa y camin hasta encontrar una alcantarilla. Levanti la tapa y me metisteis ah. No haban luces. Camini. Los pies se me mojarn. Una rata morderi. Yo segui. "Tortugui, tortugui!", griti. Nodie contestoy. Avancex. Olor del agua no ser como la del lago. "Tortugy, vini morf papit!", insistiti. Ningn resultoti. Expedicin ftil.Sal del cantarillo y en casa me limp y me prepar cafs. Lo toms a sorbo corta, mirondo televicin. En spito qu vemos in pantalla? Tortugot. "Cmo foi a parar al?", le preguntete. Y ella dijome ofri con dichosa contestaao: "No por Allah: Budapest. Corolarius mediambienst cardinal e input fosforest". A la que je la contest "bon, but mut canalis et adeus, Manuelita"."Nai, nai!", dictio tort, "eu program mostaza interesting"."Demostric", pidulare.Tons turtug bail, cand, concertare, crobaca y magiares, asta que yo poli me zzz. Ediciones de la Flor

Leo Maslah naci en la ciudad de Montevideo, Uruguay. Es compositor, cantautor y escritor. Desde 1978 desarrolla una gran actividad como autor e intrprete de msica popular. Tambin es compositor e intrprete de msica contempornea (obras de cmara, electroacsticas y sinfnicas). Edit ms de 20 discos de msica popular y, como escritor, tambin super la veintena de libros (novelas, cuentos y obras de teatro). La pgina web de Leo Maslah es www.leomasliah.com, y en el sitio http://prairial.free.fr/Masliah/masliah.html los interesados podrn encontrar ms informacin sobre el autor y algunos de sus textos.

Bibliografa de Leo MaslahNovelas Historia transversal de Floreal Menndez (Buenos Aires, Ediciones de la Flor, 1985) El show de Jose Fin (Buenos Aires, Ediciones de la Flor, 1987) El lado oscuro de la pelvis (Buenos Aires, Ediciones de la Flor, 1989) Tarjeta Roja (Buenos Aires, Ediciones de la Flor, 1991) Zanahorias (Montevideo, Trilce, 1991) Mentirillas (Montevideo, Arca, 1993) La dcima pista (Buenos Aires, Ediciones de la Flor, 1995) Ositos (Buenos Aires, Ediciones de la Flor, 1997) Signos (Montevideo, Aymara, 1997) Lneas (Buenos Aires, Ediciones de la Flor, 1999) Estatutos (Montevideo, Cauce Editorial, 2002) Servicio de Habitacin (Ediciones de la Flor, 2002)Cuentos Un detective privado ante algunos problemas no del todo ajenos a la llamada "msica popular" (Rosario, Cuadernos del TAMP, 1984) Telfonos pblicos (Montevideo, Monte Sexto, 1987) La tortuga y otros cuentos (Buenos Aires, Ediciones de la Flor, 1990) El animal que todos llevamos dentro (Buenos Aires, Ediciones de la Flor, 1992) La mujer loba ataca de nuevo (Montevideo, Yoea, 1992) El triple salto mortal (Buenos Aires, Ediciones de la Flor, 1993) El gentilhombre (Montevideo, Yoea, 1994) La extraordinaria aventura de Arthur Gordon Pam (Montevideo, Yoea, 1994) La miopa de Ro drguez (Buenos Aires, Ediciones de la Flor, 1994) La buena noticia (Buenos Aires, Ediciones de la Flor, 1996) Carta a un escritor latinoamericano y otros insultos (Buenos Aires, Ediciones de la Flor, 2000) Horscopos y otras sentencias (Buenos Aires, Ediciones de la Flor, 2003)Poesas y letras de canciones Hospital especial (Montevideo, Imago, 1983) Pastor de cabras perfectas (Baha Blanca, Senda, 1991)Teatro Tres obras de teatro (Montevideo, Ediciones de Uno-Yoea, 1987) No juegues con fuego porque lo pods apagar (Buenos Aires, Ediciones de la Flor, 1998) Telecomedia y otras teatreces (Buenos Aires, Ediciones de la Flor, 2001)