Historia de la Filosofía V (Empirismo Británico)

Juan Carlos Cruz Martín

“DOS CONCEPCIONES DE LA ABSTRACCIÓN”

(LOCKE Y BERKELEY)

A través del estudio de la historia de la Filosofía en el periodo que comprende al

Empirismo Británico, y que tiene como principales “representantes” a John Locke (1635-

1703), George Berkeley (1685-1753) y David Hume (1711-1776), descubro que lo

principal para nuestro conocimiento es la experiencia, además que como contribución

principal tenemos las percepciones que se nos presentan a través de los sentidos.

Descubro, también, que un problema principal es el de la abstracción, es que es

precisamente el que nos ocupara en este trabajo.

¿Cuál es el problema que la explicación de la abstracción pretende resolver?

Pretende explicar cómo somos capaces de usar palabras generales, por ejemplo

expresiones predicativas como ‘blanco’, términos generales como ‘animal’, términos más

simples como ‘triangulo’, además que pretende explicar cómos somos capaces de

formular afirmaciones generales sobre clases de cosas y además de razonar entorno a

ellas. “El hablar acerca de las ideas abstractas y acerca de las operaciones que las

producen y se llevan a cabo sobre ellas, pretende ser una descripción del pensamiento,

que hace posible el uso de las palabras de esta clase” (Makie 1988, 135).

Como ya mencione, el presente trabajo versa sobre la abstracción, lo divido en dos

partes. En la primera de ellas expongo lo que para Locke es la abstracción, expongo lo

que son las ideas, cómo se nos presentan, alguna escueta clasificación de las ideas. En

una segunda parte expongo la crítica que hace Berkeley a la teoría de la abstracción de

Locke. Esta exposición es con el fin de tener una concepción más clara de lo que es la

abstracción. Podría solo exponer la concepción de Locke, pero considero que lo

importante en filosofía es poder tener un criterio que este basado en puntos comparativos.

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En esta primer parte comenzaré con la exposición de las ideas y cómo tienen su

origen en nosotros, pues un hombre es consciente para sí mismo que piensa, las ideas,

nos dice Locke, “son los objetos del acto de pensar” (Locke 2005, 84). Así que lo primero

que debemos saber es cómo llagamos a tenerlas. Consideremos a la mente como un

papel que esta en blanco, o también considerémosla como una tabula rasa, Locke nos

dice que los niños son como “viajeros recién llegados a un país extraño del que nada

saben” (Hothersall 1977, 43), en este caso ¿de dónde provienen las ideas, dónde tienen

su origen? Locke nos dice que provienen de la experiencia: “Las observaciones que

hacemos acerca de los objetos sensibles externos, o acerca de las operaciones internas

de nuestra mente, que percibimos, y sobre las cuales reflexionamos nosotros mismos, es

lo que provee a nuestro entendimiento de todos los materiales del pensar” (Locke 2005,

83), entonces, tenemos que las fuentes de las ideas son: la sensación y la reflexión.

Somos seres dotados de sentidos, los cuales reportan a nuestro entendimiento las

percepciones de los objetos sensibles, así poseemos las ideas “del amarillo, del blanco,

del calor, del frío, de lo blando, de lo duro, de lo amargo, de lo dulce y de todas aquellas

que llamamos cualidades sensibles” (Locke 2005, 84). Cuando hablamos de lo que los

objetos trasmiten a la mente, nos referimos a lo que aquellos objetos sensibles producen

en la mente: las percepciones. Esta es la fuente más grande que tenemos para generar

ideas, pues, como dije, somos seres dotados de sentidos, y ellos son los que trasmiten al

entendimiento, a esto lo llamamos sensación.

Consideraremos ahora la otra fuente de la experiencia que provee nuestras ideas:

la reflexión. Tenemos primeramente las ideas surgidas de la sensación, las cuales son

reportadas a la mente por los sentidos, así cuando el alma reflexiona sobre lo que se

reporta o cuando reflexiona sobre sí misma, sobre sus operaciones, provee al

entendimiento de otra serie de ideas, que no pudieron haberse originado de cosas

externas, por ejemplo: “percepción, de pensar, de dudar, de creer, de razonar, de

conocer, de querer, y todas las actividades de nuestras propias mentes” (Locke 2005, 84).

Tenemos que se nombra reflexión porque las ideas que da son producto del propio acto

de reflexionar sobre las propias operaciones de la mente. Locke considera que estas dos

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fuentes, la sensación y la reflexión, son las únicas de donde todas nuestras ideas

proceden inicialmente.

He considerado aquí las ideas y su origen en nosotros, ahora considerare los tipos

de ideas que tenemos. Porque para entender mejor la naturaleza, el modo y alcance de

nuestro entendimiento, hay que observar las circunstancias de nuestras ideas, y es que,

nos dice Locke, algunas son “simples” y otras “complejas”.

Todo lo que esta constituido en la naturaleza y que al afectar nuestros sentidos es

capaz de causar alguna percepción, es lo que podemos considerar una idea simple. Una

vez que esta en nosotros, que la mente ha percibido dicha idea, puede repetirlas,

compartirlas y unirlas en una variedad casi infinita, teniendo a su gusto ideas complejas,

sin embargo la mente no puede idear o crear la más mínima idea simple, que no proceda

de la sensación o la reflexión. Tampoco, comparándolo con las cosas existentes, por mas

arte y conocimiento que haya, la mente no puede crear una sola partícula más, ni destruir

el más mínimo átomo ya existente en un ser.

Cuando observamos al ser humano nos damos cuenta que esta en sociedad, nos

damos cuenta que es un ser social, y que como instrumento y vínculo común de la

sociedad encontramos al lenguaje. Descubrimos que el hombre tiene por naturaleza sus

órganos de tal forma que pueden formar sonidos articulados a los que llamamos palabras,

claro que el poder articular palabras no basta para poder comunicarse, pues afirma Locke

“puesto que los loros y otros pájaros pueden ser enseñados a formar con distinción

suficientes sonidos articulados, los cuales pájaros, sin embargo, no son en modo alguno

capaces del lenguaje” (Locke 2005, 391). Entonces vemos que no es suficiente con poder

articular palabras, sino que esas palabras tienen que poder ser como signos de

concepciones internas y trasmitir las ideas alojadas en la mente, así el pensamiento

puede ser comunicado de un hombre a otro.

Nos queda claro que cada cosa particular no podía ser significada con nombres

distintos, porque tendríamos tantos nombres como cosas particulares, para solucionar

esto el lenguaje tuvo el mayor perfeccionamiento haciendo uso de los términos generales,

con el que una palabra se hizo para significar una multitud de existencias particulares, así

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los sonidos se convirtieron en nombre generales, los cuales se han hecho para comunicar

ideas generales.

Podemos encontrar la teoría básica de la abstracción de Locke en los siguientes términos:

… la mente hace que las ideas particulares, que recibe de los objetos particulares,

se conviertan en generales, lo que se logra considerándolas tal y como están en la

mente esas apariencias, es decir, separadas de toda otra existencia y de todas las

circunstancias de la existencia real, como el tiempo, el lugar o cualquiera otras

ideas y concomitantes. A esta operación de se le denomina ABSTRACCIÓN, y por

medio de ella las ideas tomadas de seres particulares se convierten en

representantes generales de todas las de la misma especie; y todos los nombres

de ella se hacen generales y aplicables a todo lo existente que convenga a tales

ideas abstractas. Estas apariencias desnudas y precisas de la mente las erige el

entendimiento (con los nombres que comúnmente se les dan), sin tener en cuenta

cómo, de dónde y con qué otras ideas fueron recibidas en la mente, como modelos

para dividir las en clases las existencias reales, según se ajustan estos

paradigmas, y para denominarlas de acuerdo con ellos. De esta manera, cuando la

mente advierte en el yeso o en la nieve el mismo color que ayer percibiera en la

leche, considerara tan solo esa apariencia, la convierte en representativa de todas

las de esa clase, y dándole el nombre de blancura, significa por ese conjunto de

sonidos la misma cualidad en cualquier parte que pueda imaginarse o encontrarse;

y de esta manera es como se forman los universales, sean ideas, sean los

términos que se emplean para expresarlas (Makie 1988, 136).

En otras palabras, supongamos que llego a un salón de clases, al frente de éste

observo un pizarrón, en él percibo la idea simple de color, color al cual días antes lo había

yo colocado en el conjunto de la blancura, conjunto formado al ver el color de la leche, lo

blanco de un papel, en la flor que regale ayer, pongo atención especial en lo que asemeje

este color con las cosas antes percibidas ubicadas en el conjunto, que en las cosas

particulares que lo acompañan, el tamaño, la figura, la posición, asocio la expresión

predicativa ‘es blanco’ al hecho de que el pizarrón posee dicha característica. Con esto

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me doy cuenta que estoy listo para hacer uso del predicado ‘es blanco’ en cualesquiera

cosas que presenten la misma semejanza con mi conjunto.

Podemos concebir la abstracción que Locke nos presenta como una forma

selectiva en que apartamos las cosas particulares, para así tener ideas generales:

La teoría básica de la abstracción de Locke, entonces, afirma que ésta consiste en

prestar atención selectiva a una característica dentro de un objeto particular

complejo de la experiencia e ignorar las demás características que de hecho

aparecen junto a ella, y en asociar expresiones verbales (u otros signos) con la

característica seleccionada de tal manera que uno esté dispuesto a aplicarla a

otros objetos que sean como éste con respecto a una característica singular

(Makie 1988, 139).

Quedémonos hasta aquí con esta parte del trabajo que ahora presento. Hemos

visto qué son las ideas y cómo es que llegan hasta nosotros, hemos visto algunos tipos de

ideas de forma somera, hemos visto que el lenguaje es parte de la comunicación de la

sociedad, para trasmitir ideas de un hombre a otro, hemos visto que las ideas abstractas

surgen del no poder tener infinidad de nombres para cada cosa. Lo que hemos expuesto

hasta aquí suena plausible, pero no tenemos la certeza de que no hemos errado el

camino, por que “no basta, ciertamente, con tener un buen entendimiento: lo principal es

aplicarlo bien” (Descartes 2008, 81), por tal en este segunda parte del trabajo, expondré

otro punto de vista acerca de las ideas abstractas, considero especialmente a Berkeley

por ser quien crítica a Locke en su teoría de las ideas abstractas.

La investigación que se propone George Berkeley en su obra Los principios del

conocimiento humano se orienta a fundamentar el conocimiento que tenemos sobre las

cosas, de esta forma pretende evitar el escepticismo, el ateísmo, y las grandes

discusiones que se han dado en la filosofía. A diferencia de otros, Berkeley plantea que

estos problemas no se deben a una carencia o limite de nuestras facultades, sino a los

falsos principios sobre los cuales se ha sostenido nuestro conocimiento, principios como

el de las ideas abstractas y el de la materia imperceptible como substrato de ideas, son

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principios que han ocasionado en muchas personas el escepticismo o el ateísmo y que

"frenan y entorpecen la mente en su búsqueda de la verdad" (Berkeley 1982, 29).

Es comúnmente aceptada la creencia de que existen ideas abstractas y que estas

se encuentran solo en el entendimiento, que se pueden distinguir dos formas de abstraer,

la primera consiste en separar las cualidades o modos que se encuentran mezclados en

las cosas , así la mente tiene la capacidad de considerar cada cualidad por separado es

decir, de formarse ideas de estas cualidades; la otra forma de abstraer consiste en

separar y formar una idea de aquellas cualidades que son comunes a una cantidad

determinada de cosas, de esta forma llegamos a la idea de hombre, que ni es alto, ni

bajo, ni de una forma particular, o color particular alguno, pero esa idea abstracta

contiene las cualidades que son comunes a todos los hombres, gracias a este proceso

también nos formamos la idea abstracta de movimiento, extensión y de color en general.

Sin embargo, ante esta postura Berkeley replica que, hasta donde alcanza su

entendimiento, solo puede imaginarse o representarse las ideas de cosas particulares,

esto es, de las cosas que existen, incluso componer y dividir estas ideas particulares, pero

de aquí a poder formar ideas abstractas que carezcan de formas particulares o

determinadas, hay una gran distancia. Para Berkeley es imposible formar ideas generales

abstractas a partir de las cosas particulares, y también niega que podamos formarnos

ideas separadas de las cualidades pues es imposible que estas cualidades existan por

separado.

Locke postula que la capacidad de abstracción y el poder expresar esas ideas

generales con el lenguaje es lo que nos distingue de los brutos y los animales, Berkeley

interpreta este pasaje diciendo que, el tener la capacidad de formular palabras generales

significa o nos da pie para creer que podemos tener y formular ideas generales

(entendiendo en este punto ideas generales equivalente a ideas abstractas); por otro lado

Berkeley dice que una palabra se convierte en general no porque sea un signo de una

idea general abstracta si no porque es signo de un conjunto de ideas particulares o bien

es signo de una idea general (le da otro significado a las ideas generales, estas ya no

equivalen a ideas abstractas), la cual explica Berkeley se crea cuando se toma un objeto

de un determinado conjunto y a este se le toma como el objeto que ejemplifica a todos los

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objetos del conjunto, es decir, cuando tenemos un conjunto de manzanas, podemos tener

una idea general de manzana porque se a tomado a una manzana particular para que

represente a las demás manzanas, así, esta idea de manzana es particular pero por su

significación es general. Luego, si es verdad que es imposible crear o tener ideas

abstractas, resulta que ellas no forman parte de nuestra comunicación como había

sostenido Locke, y tampoco nos ayudan a la adquisición de conocimiento.

Por otro lado, Berkeley aduce el origen de la doctrina de las ideas abstractas al

abuso del lenguaje, interpretando un apartado de Locke, concluye que "si no existiese el

lenguaje o los signos universales, nunca se habría pensado en la abstracción" (Berkeley

1982, 62), sin embargo, Locke no conviene en esto, pues el dice que "Las palabras se

llegan a hacer generales porque son los signos de las ideas generales" (Locke 2005,

400), es decir, primero son las ideas y luego vienen los signos, y es claro pues si para

Locke las palabras significan ideas entonces debe haber primero una idea que mi signo

general signifique y no al revés, después Locke nos explica como el hombre forja estas

ideas abstractas, dice que "las ideas se convierten en generales cuando se separan de

las circunstancias de tiempo y lugar y de cualquier otra idea que pueda determinarlas a

ellas a esta o aquella existencia particular" (Locke 2005, 400), si retomamos la lectura del

Ensayo de Locke, veremos que el dice que esta capacidad de abstracción surge bajo la

necesidad de comunicación del ser humano, como lo mencionamos arriba, luego como

seres sociales contamos con el lenguaje para comunicar estas ideas, por lo cual el origen

de las ideas abstractas no es el lenguaje sino la necesidad de comunicarnos.

Sin embargo, lo anterior solo nos indica que la interpretación de Berkeley no fue

tan acertada, aún así no modifica la fuerte critica que hace éste acerca del origen de la

aceptación de la doctrina de las ideas abstractas; como se ha dicho Berkeley extrae un

apartado del texto del ensayo de Locke (L.III, c. 6, secc. 39) e interpreta que si no hubiese

signos universales nunca se habría pensado en ideas abstractas, esto es así dice

Berkeley, porque suele pensarse que un signo general o universal debe significar una

idea universal abstracta determinada, idea que será su única significación inmediata1, no

1 Esto Berkeley lo retoma de Locke, él al final de la epístola al lector nos dice lo que debemos interpretar por el termino 'ideas claras y distintas', dice que debemos entender esto como una idea determinada la cual es una idea que la mente ve tal y como es en si misma, y a esa idea se le ha asignado una expresión lingüística

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obstante, Berkeley no esta de acuerdo con esto pues no existe una palabra que tenga

como referente una idea abstracta; como se ha dicho antes esta palabra universal

significa a un conjunto de cosas, incluso una palabra por su definición puede englobar a

un conjunto de ideas particulares sin la necesidad de significar una idea determinada, de

esta manera la significación de la palabra triangulo puede englobar a muchos triángulos

con longitudes, tamaños y ángulos diferentes.

Incluso, dice Berkeley, cuando nosotros escuchamos una palabra no siempre se

despierta en nosotros la idea que ha sido significada de forma determinada para dicha

idea, muchas veces al escuchar un discurso lo que se despierta en nosotros son

emociones, es decir, del hecho de que haya palabras que no nos remitan ideas

particulares concebibles no se puede concluir que estas sean abstractas, además la

utilidad del lenguaje no es solo la capacidad de comunicar ideas, también pueden

comunicarse sentimientos, emociones, despertar pasiones, entre otras, con esto quiere

decir que, cuando el lenguaje o alguna palabra nos es familiar se pueden despertar en

nosotros ciertas pasiones sin la necesidad de remitirnos a las ideas.

Finalmente, ¿Cual es la utilidad del lenguaje según Berkeley? como se ha visto él

rechaza la posibilidad de las ideas abstractas y como consecuencia su utilidad en la vida

humana, sin embargo, sí acepta la existencia de ideas generales con las cuales podemos

abarcar un conjunto de cosas particulares, así el lenguaje aparte de servirnos para

despertar pasiones también sirve para la adquisición y el almacenamiento de

conocimiento. La advertencia que hace Berkeley es que las disciplinas deben evitar el

abuso del lenguaje, creyendo o suponiendo la existencia de ideas abstractas, como

aquellos que sostienen la existencia de objetos imperceptibles, que en el fondo dice

Berkeley "depende de la doctrina de las ideas abstractas" (Berkeley 1982, 54); para evitar

este error Berkeley propone que nos atengamos a nuestras propias ideas despojándolas

de las palabras.

Pero, entonces ¿cuáles son las ideas abstractas que rechaza Berkeley? Podemos

decir que rechaza las ideas que son inconsistentes tales como que un triangulo es ‘todos

que pueda significarle.

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y ninguno de estos al mismo tiempo’, o también que un hombre tiene un color, pero no un

color particular.

Concluyendo, asumimos aquí que la interpretación de la abstracción que da Locke

como atención selectiva, es fuerte ante las críticas de Berkeley, de hecho Berkeley

concede que podemos abstraer de esta manera:

Y aquí debemos reconocer que un hombre puede considerar una figura meramente en

cuanto triangular, sin poner atención en las cualidades particulares de los ángulos o de la

relación entre los lados. Hasta ahí, un hombre puede hacer una abstracción; pero esto

nunca probará que puede formar una idea abstracta, general e inconsistente de un

triángulo. De manera semejante, podemos considerar a Pedro como a una hombre, o como

un animal, sin formar la idea abstracta antes mencionada, ya sea de hombre o de animal,

en la medida en que no se considera todo lo que se percibe (Makie 1988, 142).

Con esto podemos decir que la abstracción esta presente en nosotros, que somos

capaces de ver cosas particulares y de ellas formar cosas generales, sobre todo que

somos capaces de entendernos. Con la crítica que hace Berkeley a la teoría de la

abstracción de Locke, le concede dos cosas. La primera de ellas es que podemos separar

y recombinar en el pensamiento (cfr. pág. 6), partes de cosas que ya se encuentran

combinadas, pero que no puedes existir separadamente, podemos pensar por ejemplo, en

las partes del cuerpo humano (ojos, manos, etc.), podemos combinar, por ejemplo la idea

de una mujer bella con la de un pez y obtener una sirena. La segunda cosa que concede

Berkeley, que expuse mas arriba, es que podemos considerar una figura meramente

como triangular, o pensar a Pedro como hombre, o como animal.

Considero que la abstracción surge no del lenguaje, sino de las ideas y de la

necesidad de poder expresarlas, pero, no podemos negar que el uso del lenguaje tenga

expresiones que son los que muchas veces nos lleven al error, o mejor dicho, que haya

expresiones que se confundan con la abstracción, que no expresen cosas generales y

que las usemos como tal, eso nos lleva al error y a la confusión, recordemos que el

lenguaje no solo expresa ideas, sino también sentimientos, emociones, pasiones.

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BibliografíaBerkeley, George. Tratado sobre los principios del conocimiento humano. España: Gredos, 1982.

Descartes, René. Discurso del Método. España: Alianza editorial, 2008.

Hothersall, David. Historia de la Psicología. México: MC Graw Hill, 1977.

Locke, Jonh. Ensayo sobre el Entendimiento Humano. México: Fondo de Cultura Económica, 2005.

Makie, John Leslie. Problemas entorno a Locke. México: UNAM, 1988.

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