Donald Winnicott - Nuevas Observaciones Teoría Paternofilial

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Donald Winnicott, 1896-1971 Nuevas observaciones sobre la teoría de la relación parento-filial, 1961 Parte de un debate sobre artículos de Phyllis Greenacre y Winnicott que tuno lugar en el 22° Congreso Psicoanalítico Internacional, Edimburgo, 1961. Los dos trabajos que fueron objeto de debate durante el Congreso se hallarán en Internacional Journal of Psycho- Analysis, vol: 41 (1960). El de Winnicott también ,figura, con el título "'The Theory -of che Parent-Infant Relationship', en The Maturational Processes and the Facilitating Environment, Londres, Hogarth Press; Nueva York, Internacional Universities Press 19f 5. (Trad, cast.: El proceso de maduración en el niño, Barcelona, Laia, 1975.] El debate del cual han sido extraídas estas observaciones contiene comentarios de Greenacre y de muchos otros analistas, y culmina con una réplica de Winnicott no publicada aquí, que se puede hallar en International Journal of Psycho-Analysis, vol. 43 (1962).

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Psicoanálisis

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  • Donald Winnicott, 1896-1971

    Nuevas observaciones sobre la teora de la relacin parento-filial, 1961

    Parte de un debate sobre artculos de Phyllis Greenacre y Winnicott que tuno lugar en el 22 Congreso Psicoanaltico Internacional, Edimburgo, 1961.Los dos trabajos que fueron objeto de debate durante el Congreso se hallarn en Internacional Journal of Psycho-Analysis, vol: 41 (1960). El de Winnicott tambin ,figura, con el ttulo "'The Theory -of che Parent-Infant Relationship', en The Maturational Processes and the Facilitating Environment, Londres, Hogarth Press; Nueva York, Internacional Universities Press 19f 5. (Trad, cast.: El proceso de maduracin en el nio, Barcelona, Laia, 1975.] El debate del cual han sido extradas estas observaciones contiene comentarios de Greenacre y de muchos otros analistas, y culmina con una rplica de Winnicott no publicada aqu, que se puede hallar en International Journal of Psycho-Analysis, vol. 43 (1962).

  • He aguardado con entusiasmo el debate de estos dos artculos y el amplio tema que ellos introducen.

    Por supuesto, es importante para m que haya un cierto grado de acuerdo entre la Dra. Greenacre y yo: Por ejemplo, ambos damos por sentados los procesos madurativos innatos del beb, y los vemos dentro del marc de su dependencia. Aqu no seguir ocupndome de la contribucin de la Dra. Greenacre. Ella ha desarrollado en forma muy interesante la amplsima temtica de los procesos de maduracin dentro de la cual yo he elegido ocuparme del tema de la dependencia.

    Con respecto a mi propia contribucin, lo que me interesa es que. el tema no sea el psicoanlisis, sino "psicoanalistas que debaten algo muy importante para ellos". Cuando vemos madres con sus bebs en una clnica de atencin infantil, algunos de los bebs que vemos ya estn enfermos, en el sentido de que cuando crezcan no podrn ser aceptados para un tratamiento psicoanaltico clsico. Desde luego, puede ser que fsicamente sean sanos. Tal vez el problema, tal como yo lo planteo con mis limitaciones, sea ste: es el beb un fenmeno que pueda aislarse, al menos hipotticamente, para su observacin y conceptualizacin? Sugiero que la respuesta es negativa. Cuando repasamos nuestros anlisis de nios y de adultos, tendemos a ver mecanismos ms que bebs; si contemplamos un beb, vemos un beb mientras es cuidado y atendido. Los procesos de integracin y de separacin, de llegar a vivir en el cuerpo y de relacionarse con objetos, son todas cuestiones- de maduracin y logro. A la inversa, el estado de no estar separado, de no estar integrado, d no relacionarse con las funciones corporales o con los objetos, es un estada muy real; debemos creer en estos estados que corresponden a la inmadurez.

  • El problema es: cmo hace el beb para sobrevivir a ellos?

    Mientras preparaba este comentario; alcanc una comprensin ms profunda que antes sobre la funcin parental en lo tocante a este problema de cmo sobreviven los nios a la inmadurez. Vi con mayor claridad que antes que al presentarle al nio el mundo en pequeas dosis; vale decir, al adaptarse a las necesidades yoicas-de su beb, la madre le da tiempo para que ample sus capacidades, con el desarrollo que trae la maduracin. En un debate como ste, donde hay que conferir un importante lugar al' estado de dependencia del nio, debemos por cierto habrnoslas con lo paradjico. Por ejemplo, el beb slo sabe cmo permitir, o no permitir, la unin parental que produjo su propia concepcin. No sabe al. principio cmo suponer que el coito parental pudo haber precedido a su existencia. Pero a 'la larga el esquema corporal del beb llega a incluirlo todo. En un ambiente suficientemente bueno, el beb paulatinamente comienza a encontrar la manera de incluir dentro de su esquema corporal a los objetos y fenmenos, que no son "parte de m", y as evitar las heridas narcisistas. Si el crecimiento se ve facilitado en forma estable, se conservan la omnipotencia y la omnisciencia junto con la aceptacin intelectual del principio de realidad. En una formulacin terica psicoanaltica, decimos que el beb experimenta una angustia insoportable de la que se recupera mediante la organizacin de defensas. De ello se desprende que el buen desenlace de un anlisis no depende de que el paciente comprenda el significado de las defensas, sino de que mediante el anlisis, y en la transferencia, pueda reexperimentar esa angustia insoportable a raz de la cual se organizaran las defensas.

    En los llamados casos fronterizos tiene que descubrirse no slo la angustia insoportable sino adems el efectivo derrumbe clnico de la infancia, la extensin indebida de la omnipotencia, la aniquilacin que instaur la herida narcisista. Todo esto confiere, a mi juicio, un vivo colorido al cuadro de la relacin parento-filial y

  • a nuestra manera de ver el cuidado efectivo de un beb. La palabra "amor" no es lo bastante especfica, y la palabra "separacin" es muy burda para el uso que pretendemos darle. El progenitor se ocupa todo el tiempo, segn la edad y el estado de maduracin del beb, de impedir el derrumbe clnico; a partir del cual slo puede haber recuperacin mediante la organizacin y reorganizacin de las defensas. Con su cuidado de cada minuto, sienta las bases de la futura salud mental del beb. He ah la tremenda tarea parental. Su magnitud queda reflejada en la duracin de un tratamiento psicoanaltico y en el tiempo durante el cual se extiende la enfermedad mental por ms que el paciente reciba el mejor cuidado psquico posible. Y, en lneas generales, los padres siempre han tenido xito en esta tarea esencial y enorme que les incumbe; y el motivo de ello reside en que a tal fin lo nico que necesitan es ser ellos mismos, ser y hacer exactamente lo que quieren ser y hacer; haciendo esto, salvan a sus hijos de las reorganizaciones espasmdicas de las defensas y de la congoja clnica que yace por detrs de dichas reorganizaciones.

    En el psicoanlisis del caso que ha sido bien seleccionado para un anlisis clsico, el sufrimiento clnico aparece bajo la forma de angustia, asociado con recuerdos y sueos y fantasas. Pero como analistas tratamos pacientes que necesitan que los derrumbes clnicos de su infancia sean recordados revivindolos en la transferencia. En todos los casos, el alivio slo se obtiene reviviendo la angustia insoportable original o el derrumbe psquico original. El derrumbe est asociado a un factor ambiental que, como yo digo, no pudo en su momento ser recogido dentro del rea de la omnipotencia infantil. El beb no conoce ningn factor externo, bueno o malo, y de lo que padece es de la amenaza de aniquilacin. Si el tratamiento tiene xito, el paciente se vuelve capaz de localizar el trauma o falla ambiental y experienciarlo dentro del rea de la omnipotencia personal, disminuyendo as la herida narcisista. De este modo, como analistas nos vemos envueltos repetidamente en la funcin de fallar, y no nos es fcil

  • aceptar esta funcin si no consideramos sus aspectos positivos. Slo convirtindonos en padres que les fallan a sus hijos alcanzamos el xito teraputico. Este no es sino un ejemplo ms de las mltiples paradojas de la relacin parento-filial.

    Me gusta recordarme a mi mismo que si alguien tiene un hijo enfermo y las cosas no van bien, podemos sugerirle a ese padre cmo conducirse en forma teraputica, mientras que no podernos decirle cmo debe actuar en su condicin de padre si todo anda bien. Si todo anda bien, simplemente las cosas suceden como deben suceder. Lo que podemos hacer entonces es estudiar lo que sucede y evaluar como corresponde esta funcin parental, reconocerla y apoyarla, y tomar los recaudos para que nada interfiera con ella si es que existe.

    Pens en hacer este comentario en lugar de un resumen de mi artculo, y dejar el tema en ese punto.