DOMINGO I de ADVIENTO LA SORPRESA Se le espera por la ... · DOMINGO I de ADVIENTO – Ciclo B LA...

2
http://www.sanjoselasmatas.es Las Matas. Madrid - Año XV - 910 3 diciembre 2017 DOMINGO I de ADVIENTO Ciclo B LA SORPRESA Llega de día, llega de noche. Se le espera por la puerta, llega por la ventana. Le buscamos con alegría, llega con su cruz. Estamos de guardia, nos llama de dentro. Rastreamos huellas, llega por senderos nuevos. Llega en abundancia y más todavía en la pobreza. Llega cuando triunfamos y nos acompaña en los fracasos. Llega cuando es deseado y se presenta cuando no se le espera. Llega en el silencio y en el áspero y abrasador viento. Llega también en la multitud y el ruido. Llega para dormirnos y para despertarnos. Llega a través de todas las caras que encontramos a lo largo del día en nuestro camino. Llega en el desierto de manantiales inciertos, en las estepas de desconocidos pozos, en los bosques frondosos en que nos perdemos, en las altas cumbres que hallamos, y en los valles que nos dan vértigo. Llega a cada instante. Llega en cada lugar. Allí donde estamos, está. Fiel a tu palabra, ya estás esperándonos. F. Ulibarri Lunes, 4: 19:30h Grupo de PDE L Martes, 5: 18.00h. Equipo de CARITAS Miércoles, 6: 19:00h. Eucaristía y Grupo de R. Carismática Jueves, 7: 17:00 y 18:00h. Catequesis 20:00h. Oración de la comunidad Vigilia de la Inmaculada. Viernes, 8: INMACULADA CONCEPCIÓN. Eucaristías: 11:00 y 12:30h Domingo, 10: SEGUNDO DOMINGO DE ADVIENTO Eucaristías: 11:00 y 12:30h. 12:00h. Catequesis 70º Aniversario de la Parroquia: Proyectada PEREGRINACIÓN a TIERRA SANTA Y JORDANIA (Petra...) 28.2.2.018 al 8.3.2.018 Lunes, 4 Juan Damasceno, Bárbara, Anón, Marutas, Juan Calabria, Bto. Francisco Gálvez. Is 2, 1-5 Sal 121 Mateo 8, 5-11 Martes, 5 Mauro, Sabas, Elisa, Crispina. Is 11, 1-10 Sal 71 Lucas 10, 21-24 Miércoles, 6Nicolás de Bari, Pedro Pascual, Carmen Sallés. Is 25, 6-10a Sal 22 Mateo 15, 29-37 Jueves, 7 Ambrosio, Mª Josefa Roselló, Eutiquiano. Is, 26, 1-6 Sal 117 Mateo 7, 21.24-27 Viernes, 8 Inmaculada Concepción. Macario, Ester, Suceso, Sofronio, Teódulo. Gén 3,9-15.20 Sal 97 Ef 1, 3-6,11-12Lucas 1, 26-38 Sábado, 9 Juan Diego Cuauhtlatoatzin, Leocadia, Pedro Fourier, Narcisa. Is 30, 19-21.23-26 Sal 146 Mateo 9, 35-10,1.5a.6-8 “En este tiempo de Adviento estamos llamados a alargar el horizonte de nuestro corazón, a dejarnos sorprender por la vida que se presenta cada día con sus novedades”. P. Francisco Adviento 2016 MUCHA S G RAC I AS P O R L A P ARTICIPCIÓN G ENEROSA E N L A OPE R ACIÓN K ILO Lot ería s olidaria d e N avidad : 5 2 .565 S ólo u n D io s a cogido d e f orma r esponsable e n e l f ondo d el c orazón p uede t r ansfo rmar a l s er h umano. P o r e so, c ele bram o s l o s c ri stian os e l A dv iento. J.A. Pagola En la casa de Jesús nadie ha de permanecer pasivo. Nadie se ha de sentir excluido, sin responsabilidad alguna. Todos son necesarios. Todos tienen alguna misión confiada por él. Todos están llamados a contribuir a la gran tarea de vivir como Jesús al que han conocido siempre dedicado a servir al reino de Dios. Los años irán pasando. ¿Se mantendrá vivo el espíritu de Jesús entre los suyos? ¿Seguirán recordando su estilo servicial a los más necesitados y desvalidos? ¿Lo seguirán por el camino abierto por él? Su gran preocupación es que su Iglesia se duerma. Las primeras generaciones cristianas vivieron obsesionadas por la pronta venida de Jesús. El resucitado no podía tardar. Vivían tan atraídos por él que querían encontrarse de nuevo cuanto antes. Los problemas empezaron cuando vieron que el tiempo pasaba y la venida del Señor se demoraba. Pronto se dieron cuenta de que esta tardanza encerraba un peligro mortal. Se podía apagar el primer ardor. Con el tiempo, aquellas pequeñas comunidades podían caer poco a poco en la indiferencia y el olvido. Les preocupaba una cosa: «Que, al llegar Cristo, nos encuentre dormidos». La v igilancia s e c onvir ti ó e n l a p al abra c lave. Los evangelios la repiten constantemente: «vigilad», «estad alerta», «vivid despiertos». Según Marcos, la orden de Jesús no es sólo para los discípulos que le están escuchando. «Lo que os digo a vosotros lo digo a todos: Velad». No es una llamada más. La orden es para todos sus seguidores de todos los tiempos. Han pasado veinte siglos de cristianismo. ¿Qué ha sido de esta orden de Jesús? ¿Cómo vivimos los cristianos de hoy? ¿ Seguimos d e s p i e r t o s ? ¿Se mantiene viva nuestra fe o se ha ido apagando en la indiferencia y la mediocridad? No e s f ácil c elebrar h oy e l A dvient o. ¿Cómo desear, pedir o esperar la venida de Dios en medio de una sociedad donde, al parecer, Dios ya no interesa? En muchos ambientes, Dios se ha ido reduciendo a un recuerdo del pasado. Al parecer, no atrae ni preocupa. No suscita inquietud ni alegría. Sencillamente deja indiferentes a las personas. La vida humana puede discurrir tranquilamente, sin que nadie lo eche de menos. Pero, ¿es verdad que el hombre no necesita de Dios? Dios no es la respuesta a nuestras preguntas científicas ni la solución mágica para nuestros problemas. Pero, Dios, creído y acogido como Creador y Padre, puede ser el mejor estímulo para vivir con sentido, el mejor impulso para actuar de manera responsable, el horizonte más válido para vivir con esperanza. Pero no hemos de ser ingenuos. Veinte siglos de cristianismo ponen ante nuestros ojos un hecho que no hemos de eludir.

Transcript of DOMINGO I de ADVIENTO LA SORPRESA Se le espera por la ... · DOMINGO I de ADVIENTO – Ciclo B LA...

Page 1: DOMINGO I de ADVIENTO LA SORPRESA Se le espera por la ... · DOMINGO I de ADVIENTO – Ciclo B LA SORPRESA Se le espera por la puerta, llega por la ventana. ... SEGUNDO DOMINGO DE

htt

p:/

/ww

w.s

anjo

sela

smat

as.e

s

La

s M

ata

s. M

adri

d

- A

ño

XV

-

91

0 – 3

dic

iem

bre

201

7

DO

MIN

GO

I d

e A

DV

IEN

TO

– C

iclo

B

LA

SO

RP

RE

SA

Ll

eg

a d

e d

ía,

lle

ga

de

no

che

.

Se

le

esp

era

po

r la

pu

ert

a,

lle

ga

po

r la

ve

nta

na

.

Le b

usc

am

os

con

ale

grí

a,

lle

ga

co

n s

u c

ruz.

Est

am

os

de

gu

ard

ia,

no

s ll

am

a d

e d

en

tro

.

Ra

stre

am

os

hu

ell

as,

lle

ga

po

r se

nd

ero

s n

ue

vo

s.

Lle

ga

en

ab

un

da

nci

a

y m

ás

tod

av

ía e

n l

a p

ob

reza

.

Lle

ga

cu

an

do

tri

un

fam

os

y n

os

aco

mp

a e

n l

os

fra

caso

s.

Lle

ga

cu

an

do

es

de

sea

do

y s

e p

rese

nta

cu

an

do

no

se

le

esp

era

.

Lle

ga

en

el

sile

nci

o y

en

el

ásp

ero

y a

bra

sad

or

vie

nto

.

Lle

ga

ta

mb

ién

en

la

mu

ltit

ud

y e

l ru

ido

.

Lle

ga

pa

ra d

orm

irn

os

y p

ara

de

spe

rta

rno

s.

Lle

ga

a t

rav

és

de

to

da

s la

s ca

ras

qu

e e

nco

ntr

am

os

a l

o l

arg

o d

el

día

en

nu

est

ro c

am

ino

.

Lle

ga

en

el

de

sie

rto

de

ma

na

nti

ale

s in

cie

rto

s,

en

la

s e

ste

pa

s d

e d

esc

on

oci

do

s p

ozo

s,

en

lo

s b

osq

ue

s fr

on

do

sos

en

qu

e n

os

pe

rde

mo

s,

en

la

s a

lta

s cu

mb

res

qu

e h

all

am

os,

y e

n l

os

va

lle

s q

ue

no

s d

an

rtig

o.

Lle

ga

a c

ad

a i

nst

an

te.

Lle

ga

en

ca

da

lu

ga

r. A

llí

do

nd

e e

sta

mo

s, e

stá

.

Fie

l a

tu

pa

lab

ra,

ya

est

ás

esp

erá

nd

on

os.

F

. U

lib

ar

ri

Lu

ne

s, 4

:

1

9:3

0h

G

rup

o d

e P

DE

L

M

art

es, 5

:

1

8.0

0h

. E

qu

ipo

de

CA

RIT

AS

M

iérc

ole

s, 6

:

1

9:0

0h

. E

uc

aris

tía

y G

rup

o

de

R.

Car

ism

áti

ca

J

ue

ves

, 7

:

17

:00

y 1

8:0

0h

. C

ate

qu

es

is

2

0:0

0h

. O

rac

ión

de

la c

om

un

ida

d

V

igil

ia d

e la

Inm

ac

ula

da

.

Vie

rne

s, 8

:

IN

MA

CU

LA

DA

CO

NC

EP

CIÓ

N.

Eu

ca

ris

tía

s:

11

:00

y 1

2:3

0h

Do

min

go

, 10

:

SE

GU

ND

O D

OM

ING

O D

E A

DV

IEN

TO

Eu

ca

ris

tía

s:

11

:00

y

12

:30

h.

1

2:0

0h

. C

ate

qu

esi

s

70

º A

niv

ers

ari

o d

e l

a P

arr

oq

uia

:

Pro

yect

ada

PE

RE

GR

INA

CIÓ

N a

TIE

RR

A S

AN

TA

Y

JOR

DA

NIA

(P

etra

...)

28.

2.2.

018

al 8

.3.2

.018

Lu

nes

, 4

Juan

Dam

asce

no

, Bár

bar

a, A

n, M

aru

tas,

Ju

an C

alab

ria,

Bto

. F

ran

cisc

o G

álve

z.

Is 2

, 1

-5 –

Sa

l 1

21

– M

ate

o 8

, 5

-11

Mar

tes,

5 –

Mau

ro, S

abas

, Elis

a, C

risp

ina.

Is 1

1,

1-1

0 –

Sal 71

– L

uca

s 1

0,

21

-24

Mié

rco

les,

6– N

ico

lás

de

Bar

i, P

edro

Pas

cual

, Car

men

Sal

lés.

Is

25

, 6

-10

a –

Sa

l 2

2 –

M

ate

o 1

5,

29

-37

Juev

es,

7 –

Am

bro

sio

, Mª

Jose

fa R

ose

lló

, Eu

tiq

uia

no

. Is

, 26

, 1

-6 –

Sal 1

17

– M

ate

o 7

, 2

1.2

4-2

7

V

iern

es,

8 –

Inm

acu

lad

a C

on

cep

ció

n. M

acar

io, E

ster

, Su

ceso

, So

fro

nio

, T

eód

ulo

.

G

én

3,9

-15

.20

– S

al 9

7 –

Ef

1,

3-6

,11

-12–

Lu

ca

s 1

, 2

6-3

8

Sáb

ado

, 9 –

Juan

Die

go

Cu

auh

tlat

oat

zin

, L

eoca

dia

, Ped

ro F

ou

rier

, Nar

cisa

. Is

30,

19

-21

.23

-26

– S

al 1

46 –

Ma

teo

9,

35

-10

,1.5

a.6

-8

“E

n

este

ti

emp

o

de

Advi

ento

es

tam

os

llam

ados

a

ala

rgar

el

hori

zon

te d

e n

ues

tro c

ora

zón

, a d

ejarn

os

sorp

ren

der

por

la v

ida

qu

e se

pre

sen

ta c

ada d

ía c

on

su

s n

ove

dades

”.

P.

Fra

nci

sco

Ad

vien

to 2

01

6

MU

CH

AS G

RA

CIA

S P

OR

LA

PA

RT

ICIP

CIÓ

N G

EN

ERO

SA

EN

LA

OPERA

CIÓ

N K

ILO

Lote

ría s

olidari

a d

e N

avid

ad: N

º 5

2.5

65

Sólo

un D

ios a

cogid

o d

e f

orm

a r

esponsable

en e

l fo

ndo

del cora

zón p

uede

transfo

rmar

al ser

hum

ano.

Por

eso,

cele

bra

mos los c

risti

anos e

l A

dvie

nto

.

J.A

. Pagola

En l

a c

asa d

e J

esús n

adie

ha d

e p

erm

anecer

pasiv

o.

Nad

ie s

e h

a d

e

senti

r exclu

ido,

sin

resp

onsabilid

ad a

lguna.

Tod

os s

on n

ecesari

os.

Tod

os t

ienen a

lguna m

isió

n c

onfi

ada p

or

él. T

odos e

stá

n lla

mad

os a

contr

ibuir

a l

a g

ran t

are

a d

e v

ivir

com

o J

esús a

l que h

an c

onocid

o

sie

mpre

dedic

ado a

serv

ir a

l re

ino d

e D

ios.

Los a

ños irá

n p

asan

do.

¿Se m

ante

ndrá

viv

o e

l esp

írit

u d

e J

esús e

ntr

e

los

suyos?

¿Seguir

án

record

ando

su

esti

lo

serv

icia

l a

los

más

necesit

ad

os y

desvalidos?

¿Lo s

eguir

án p

or

el cam

ino a

bie

rto p

or

él?

Su g

ran p

reocupació

n e

s q

ue s

u Igle

sia

se d

uerm

a.

Las pri

mera

s g

enera

cio

nes cri

sti

anas viv

iero

n o

bsesio

nadas por

la

pro

nta

venid

a d

e Je

s.

El

resucit

ado no pod

ía ta

rdar.

V

ivía

n ta

n

atr

aíd

os p

or

él

que q

uerí

an e

ncontr

ars

e d

e n

uevo c

uanto

ante

s.

Los

pro

ble

mas em

pezaro

n cuando vie

ron

que el

tiem

po pasaba y la

venid

a d

el Señor

se d

em

ora

ba.

Pro

nto

se d

iero

n c

uenta

de q

ue e

sta

tard

anza e

ncerr

aba u

n p

eligro

mort

al. Se podía

apagar

el

pri

mer

ard

or.

C

on el

tiem

po,

aquellas

pequeñas c

om

unid

ades p

odía

n c

aer

poco a

poco e

n la indif

ere

ncia

y

el

olv

ido.

Les

pre

ocupaba una cosa:

«Q

ue,

al

llegar

Cri

sto

, nos

encuentr

e d

orm

idos».

La

vig

ilancia

se convir

tió

en la

pala

bra

cla

ve.

Los

evangelios

la

repit

en

consta

nte

mente

: «vig

ilad

»,

«esta

d

ale

rta»,

«viv

id

despie

rtos».

Según M

arc

os,

la ord

en d

e Je

sús n

o es sólo

para

lo

s

dis

cíp

ulo

s q

ue l

e e

stá

n e

scuchando.

«Lo q

ue o

s d

igo a

vosotr

os l

o

dig

o a to

dos:

Vela

d».

No es una llam

ada m

ás.

La ord

en es para

todos s

us s

eguid

ore

s d

e t

odos los t

iem

pos.

Han pasado vein

te sig

los de cri

sti

anis

mo.

¿Qu

é ha sid

o d

e esta

ord

en d

e Je

sús?

¿Cóm

o viv

imos lo

s cri

sti

anos de hoy?

¿Seguim

os

despie

rtos?

¿Se m

anti

ene v

iva n

uestr

a f

e o

se h

a i

do a

pagando e

n l

a

indif

ere

ncia

y la m

edio

cri

dad?

No e

s f

ácil c

ele

bra

r hoy e

l A

dvie

nto

. ¿C

óm

o d

esear,

pedir

o e

sp

era

r

la v

enid

a d

e D

ios e

n m

edio

de u

na s

ocie

dad d

on

de,

al

pare

cer,

Dio

s

ya n

o i

nte

resa?

En m

uchos a

mbie

nte

s,

Dio

s s

e h

a i

do r

educie

nd

o a

un

recuerd

o

del

pasad

o.

Al

pare

cer,

no

atr

ae

ni

pre

ocu

pa.

No

suscit

a in

quie

tud ni

ale

grí

a.

Sencilla

mente

deja

in

dif

ere

nte

s a la

s

pers

onas.

La v

ida h

um

ana p

uede d

iscurr

ir t

ranquilam

ente

, sin

que

nadie

lo e

che d

e m

enos.

Pero

, ¿e

s v

erd

ad q

ue e

l hom

bre

no n

ecesit

a

de D

ios?

Dio

s

no

es

la

respuesta

a

nuestr

as

pre

gunta

s

cie

ntí

ficas

ni

la

solu

ció

n

mágic

a

para

nu

estr

os

pro

ble

mas.

Pero

, D

ios,

cre

ído

y

acogid

o com

o C

reador

y Padre

, pu

ed

e ser

el

mejo

r estí

mulo

para

viv

ir

con

senti

do,

el

mejo

r im

puls

o

para

actu

ar

de

manera

resp

onsable

, el

hori

zonte

más v

álido p

ara

viv

ir c

on e

spera

nza.

Pero

no h

em

os d

e s

er

ingenuos.

Vein

te s

iglo

s d

e c

risti

anis

mo p

onen a

nte

nuestr

os o

jos u

n h

echo q

ue n

o h

em

os d

e e

ludir

.

Page 2: DOMINGO I de ADVIENTO LA SORPRESA Se le espera por la ... · DOMINGO I de ADVIENTO – Ciclo B LA SORPRESA Se le espera por la puerta, llega por la ventana. ... SEGUNDO DOMINGO DE

Lec

tura

del

lib

ro d

e Is

aías

63,

16b

-17;

64,

1.3b

-8

Tú, S

eñor

, ere

s nu

estro

pad

re, t

u no

mbr

e de

sie

mpr

e es

“nu

estr

o Li

bera

dor”

. Se

ñor,

¿por

qué

nos

ext

raví

as d

e tu

s ca

min

os y

end

urec

es n

uest

ro c

oraz

ón

para

que

no

te t

ema?

Vu

élve

te p

or a

mor

a t

us s

ierv

os y

a la

s tri

bus

de t

u he

reda

d.

¡Oja

rasg

ases

el

ci

elo

y de

scen

dies

es!

En

tu

Pres

enci

a se

de

rritir

ían

las

mon

taña

s.

“Des

cend

iste

y

las

mon

taña

s se

es

trem

ecie

ron”

Ja

más

se

oyó

ni s

e es

cuch

ó, n

i ojo

vio

un

Dio

s, fu

era

de ti

, que

hic

iera

tant

o po

r qu

ien

espe

ra e

n él

. Sa

les

al e

ncue

ntro

del

que

pra

ctic

a co

n al

egría

la

ju

stic

ia y

, an

dand

o en

tus

cam

inos

, se

acu

erda

de

ti. H

e aq

uí q

ue e

stab

as

aira

do y

nos

otro

s he

mos

pec

ado.

Per

o en

los

cam

inos

de

antig

uo s

erem

os

salv

ados

. Tod

os é

ram

os im

puro

s, n

uest

ra ju

stic

ia e

ra u

n ve

stid

o m

anch

ado;

to

dos

nos

mar

chitá

bam

os c

omo

hoja

s, n

uest

ras

culp

as n

os a

rreba

taba

n co

mo

el v

ient

o. N

adie

invo

caba

tu

nom

bre

ni s

alía

del

leta

rgo

para

adh

erirs

e a

ti;

pues

nos

ocu

ltaba

s tu

ros

tro y

nos

ent

rega

bas

al p

oder

de

nues

tra c

ulpa

. Y,

sin

emba

rgo,

Señ

or,

tú e

res

nues

tro p

adre

, no

sotro

s la

arc

illa y

nues

tro

alfa

rero

tod

os s

omos

obr

a de

tu

man

o. N

o te

exc

edas

en

la ir

a, S

eñor

, no

re

cuer

des

siem

pre

nues

tra c

ulpa

: mira

que

som

os tu

pue

blo.

Pa

labr

a de

Dio

s.

Sal

mo

res

po

nso

rial

.- S

al 7

9

R/

¡OH

DIO

S, R

ESTÁ

UR

AN

OS,

QU

E B

RIL

LE T

U R

OST

RO

Y N

OS

SALV

E!

Past

or d

e Is

rael

, esc

ucha

, tú

que

te s

ient

as s

obre

que

rubi

nes,

resp

land

ece.

D

espi

erta

tu p

oder

y v

en a

sal

varn

os. R

. D

ios

de lo

s ej

érci

tos,

vué

lvet

e: m

ira d

esde

el c

ielo

, fíja

te,

ven

a vi

sita

r tu

viña

, C

uida

la c

epa

que

tu d

iest

ra p

lant

ó y

al h

ijo d

el h

ombr

e qu

e tú

has

forta

leci

do. R

.

Que

tu m

ano

prot

eja

a tu

esc

ogid

o, a

l hom

bre

que

tú fo

rtale

cist

e.

No

nos

alej

arem

os d

e ti;

dan

os v

ida,

par

a qu

e in

voqu

emos

tu n

ombr

e. R

. Po

r m

is h

erm

anos

y c

ompa

ñero

s, v

oy a

dec

ir: «

La p

az c

ontig

o.»

Por

la c

asa

del S

eñor

, nue

stro

Dio

s, te

des

eo to

do b

ien.

R.

Lec

tura

de

la c

arta

del

ap

óst

ol s

an P

ablo

a lo

s C

ori

nti

os

1, 3

-9

Her

man

os:

A vo

sotro

s la

paz

de

parte

de

Dio

s, n

uest

ro P

adre

, y

del S

eñor

Je

sucr

isto

. D

oy g

raci

as a

Dio

s co

ntin

uam

ente

por

vos

otro

s, p

or la

gra

cia

de

Dio

s qu

e se

os

ha d

ado

en C

risto

Jes

ús. P

ues

en é

l hab

éis

sido

enr

ique

cido

s en

todo

: en

toda

pal

abra

y e

n to

da c

ienc

ia; p

orqu

e en

vos

otro

s se

ha

prob

ado

el t

estim

onio

de

Cris

to d

e m

odo

que

no c

arec

éis

de n

ingú

n do

n gr

atui

to,

mie

ntra

s a

guar

dáis

la m

anife

stac

ión

de n

uest

ro S

eñor

Jes

ucris

to.

Él o

s m

ante

ndrá

firm

es h

asta

el f

inal

, par

a qu

e se

áis

irrep

rens

ible

s el

día

de

nu

estro

Señ

or J

esuc

risto

. Fi

el e

s D

ios,

el c

ual o

s lla

a la

com

unió

n co

n su

Hijo

, Jes

ucris

to n

uest

ro

Seño

r. Pa

labr

a de

Dio

s. P

alab

ra d

e D

ios.

¡AL

EL

UY

A, a

lelu

ya, a

lelu

ya!

Mué

stra

nos,

Señ

or, t

u m

iser

icor

dia

y da

nos

tu s

alva

ción

+ L

ectu

ra d

el s

anto

eva

ng

elio

seg

ún

san

Mar

cos

13, 3

3-37

En

aque

l tie

mpo

dijo

Jes

ús a

sus

dis

cípu

los:

Vel

ad,

pues

no

sabé

is c

uánd

o es

el

mom

ento

. E

s ig

ual q

ue u

n ho

mbr

e qu

e se

fue

de

viaj

e, y

dej

ó su

cas

a y

dio

a ca

da u

no d

e su

s cr

iado

s su

tare

a, e

ncar

gand

o al

por

tero

que

vel

ara.

V

elad

, en

tonc

es,

pues

no

sabé

is c

uánd

o ve

ndrá

el

seño

r de

la

casa

, si

al

atar

dece

r, o

a m

edia

noch

e, o

al

cant

o de

l ga

llo,

o al

am

anec

er:

no s

ea q

ue

veng

a in

espe

rada

men

te y

os

encu

entr

e do

rmid

os.

Lo q

ue o

s di

go a

vos

otro

s,

lo d

igo

a to

dos:

¡ve

lad!

Pala

bra

del S

or.

Inic

iam

os u

n nuevo A

ño L

itúrg

ico y

, co

n él

, un

nuevo A

dvie

nto

: ti

em

po de gra

cia

y esp

era

nza.

Ésta

es

la i

nvit

ació

n: v

ivir

en

acti

tud v

igilante

, desp

iert

os.

Él,

el

Señor

Jesú

s, q

uie

re c

recer

dentr

o d

e n

oso

tros,

cura

r nuest

ras

heri

das,

endere

zar

nuest

ros

cam

inos

y p

repara

r su

Rein

o.

Mer

ece

la p

ena

apro

vech

ar y

viv

ir

este

tie

mpo

con

int

ensi

dad.

Com

enza

mos

de

nuev

o la

and

adur

a qu

e no

s llev

ará,

dir

ecta

men

te,

a la

Palabra h

echa

hom

bre

y de

nue

vo s

uena

en

nues

tros

oíd

os,

la

pala

bra

convers

ión.

Las

pala

bras

de

Jesú

s se

con

vier

ten

en u

n re

vuls

ivo

y un

ant

ídot

o co

ntra

el

ad

orm

ecim

ient

o,

el

desá

nim

o y

la

dese

sper

anza

. Po

dem

os d

ecir

, si

n du

da,

que

Jesú

s fu

e u

n h

om

bre

que «

vig

iló»,

que

viv

«en

vela

».

Su

mod

o de

vi

vir,

de

ac

tuar

y

sus

ense

ñanz

as n

os d

escu

bren

a a

lgui

en q

ue e

stab

a at

ento

a l

o qu

e ac

onte

cía

a su

alr

eded

or;

dete

ctab

a lo

s an

helo

s de

la

gent

e y

la

s es

truc

tura

s p

olít

icas

,

econ

ómic

as y

re

ligi

osas

qu

e

gene

raba

n

excl

usió

n y

sufr

imie

nto;

al

guie

n qu

e bu

scab

a el

si

lenc

io

y el

ai

slam

ient

o ne

cesa

rios

par

a en

cont

rar

resp

uest

as a

sus

pre

gunt

as

y de

scub

rir

la v

oz d

e D

ios

en m

edio

de

la r

ealida

d que

le

tocó

vi

vir.

Est

a esp

era

de la

venid

a del

Señor

es

la que m

anti

ene la

Ig

lesi

a e

n e

l A

dvie

nto

. El

eva

ngel

io n

os e

xhor

ta a

que

est

emos

vi

gila

ntes

; «Velad» e

s la

pal

abra

cla

ve d

e la

s tr

es l

ectu

ras

y l

a in

sist

enci

a de

Jes

ús.

Pe

ro n

o pu

ede

ser

una

espe

ra q

ue n

os l

leve

a d

esen

tend

erno

s de

l m

undo

. La

esp

era

es

com

pro

mis

o,

pues

el Se

ñor

que

vend

es e

l qu

e vi

no e

n el

cen

tro

del

tiem

po y

de

la h

isto

ria

y el

que

es

tá v

inie

ndo

día

tras

día

a n

uest

ras

vida

s en

la

pers

ona

de c

ada

uno

de n

osot

ros

y en

cad

a ac

onte

cim

ient

o, s

obre

tod

o en

la

pers

ona

de

los

últi

mos

de

la

so

cied

ad.

Ten

emos

qu

e es

tar

vigi

lant

es p

ara

sabe

r re

cono

cerl

o y

reci

birl

o.

El

pri

mer

mom

ento

cla

ve d

e es

a H

isto

ria

de A

mor

de

Dio

s es

la

pre

sencia

de A

lguie

n:

es

el

nacim

iento

de A

lguie

n e

spera

do y

dese

ado,

que

dará

es

pera

nza

al

hom

bre

en

tens

ión,

en

sque

da,

dese

ando

enc

ontr

ar u

n se

ntid

o a

su v

ida,

a l

a hi

stor

ia

e, inc

luso

, a

la m

uert

e.

Por

eso,

el

A

DV

IEN

TO

es

tiem

po

de

esp

era

; ti

empo

pa

ra

disp

oner

nos

a pre

para

r lo

s cam

inos

del

Señor.

Sól

o de

sde

esa

disp

onib

ilid

ad

será

po

sibl

e re

cono

cerl

e.

Es

dar

una

nuev

a op

ortu

nida

d a

la e

sper

anza

par

a qu

e, d

e llen

o, e

ntre

en

la v

ida

de l

as p

erso

nas,

en

aque

llos

que

bus

can

y qu

e, m

iran

do h

acia

el

hori

zont

e sa

ben

que

Dio

s es

lo

máx

imo

que

pued

e es

pera

r y

enco

ntra

r. E

l hecho d

e q

ue e

stem

os

invit

ados

a v

ivir

en e

sa

acti

tud,

susc

ita u

n p

odero

so s

enti

mie

nto

de e

spera

nza.

El A

DV

IEN

TO

hoy

, m

ás q

ue n

unca

en

el m

omen

to e

n el

que

nos

en

cont

ram

os,

debe

apo

rtar

nos

paz

y so

sieg

o. P

reci

sam

ente

, la

ta

rea

prof

étic

a de

l pu

eblo

de

D

ios

en

el

tran

scur

so

de

la

hist

oria

, ha

con

sist

ido

en e

ncen

der

la l

lam

a fr

ágil,

pero

que

ta

nto

nece

sita

nue

stro

mun

do y

nue

stra

his

tori

a, t

an a

men

azad

a po

r to

das

part

es.

Est

am

os

llam

ados

a b

usc

ar

y a

viv

ir d

esd

e y

para

la e

spera

nza

que n

os

aguard

a.

En n

uest

ra e

sper

a te

nem

os q

ue d

ar g

raci

as a

D

ios

porq

ue

hem

os

sido

en

riqu

ecid

os

en

todo

po

r Él

. N

o

desc

uid

em

os

nuest

ra f

e p

ers

onal.

Vig

ilem

os

la t

are

a q

ue D

ios

nos

ha e

ncom

endado.

Cuid

em

os

la o

ració

n.

T

enem

os

que viv

irla

y se

r tr

ansm

isore

s para

est

e nuest

ro

mundo t

an d

ivid

ido.

En

el h

ombr

e ha

y un

a gr

an c

aren

cia

de

espe

ranz

a, e

l m

undo

es

un t

ren

de p

risa

s y

de a

nsie

dade

s, l

a at

mós

fera

qu

e re

spir

amos

es

un cúm

ulo

de in

cert

idum

bre

s…

perm

anez

cam

os d

espi

erto

s, s

in d

orm

irno

s, n

o va

ya a

ser

que

no

le r

econ

ozca

mos

cad

a ve

z qu

e se

nos

ace

rca.

Dém

osle

un

a nu

eva

opor

tuni

dad

para

qu

e en

tre

en nu

estr

as

vida

s.

En n

uest

ro c

oraz

ón h

ay a

legr

ía,

hay

esp

era

nza

, hay

fort

ale

za…

na

da n

os p

uede

qui

tar

la a

legr

e es

pera

del

Señ

or.

Rea

vive

mos

la

s br

asas

de

nues

tra

fe.

Sólo

así

ser

á N

AVID

AD

.