DOMINGO 6º DEL TIEMPO ORDINARIO

La Liturgia de hoy nos ofrece la oportunidad de reflexionar sobre cuál debe ser la actitud del cristiano ante la LEY DE DIOS.

1ª Lectura. La libertad es el resultado de la conjunción de conocimiento y amor o, dicho de otra forma, es la síntesis del entendimiento y de la voluntad que todo hombre posee.

2ª Lectura. San Pablo habla de la "Sabiduría de Dios", tan diferente de la de los hombres.

En el Evangelio, Jesús supera la Ley antigua en una línea de mayor profundización y autenticidad.

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

"No creáis que he venido a abolir la Ley y los profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud.”

Os lo aseguro: Si no sois mejores que los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos.

Habéis oído que se dijo a los antiguos: "No matarás", y el que mate será procesado.

PERO YO OS DIGO:Todo el que esté peleado con su hermano será procesado.

Habéis oído el mandamiento: “No cometerás adulterio”.

El que mira a una mujer casada deseándola, ya ha sido adúltero con ella en su interior.

PUES YO OS DIGO:

Habéis oído que se dijo a los antiguos: “No jurarás en falso” y “cumplirás tus votos al Señor”.

PUES YO OS DIGO QUE NO JURÉIS EN ABSOLUTO.A vosotros os basta decir “sí” o “no”. Lo que pasa de ahí viene del Maligno.

Salmo 118

Dichoso el que camina en la voluntad del Señor.

Dichoso el que, con vida intachable,camina en la voluntad del Señor;dichoso el que guardando sus preceptos,lo busca de todo corazón.

Dichoso el que camina en la voluntad del Señor.

Tú promulgas tus decretospara que se observen exactamente.Ojala esté firme mi camino,para cumplir tus consignas.

Dichoso el que camina en la voluntad del Señor.

Haz bien a tu siervo: viviré y cumpliré tus palabras; ábreme los ojos y contemplaré las maravillas de tu voluntad.

Dichoso el que camina en la voluntad del Señor.

Muéstrame, Señor, el camino de tus leyes, y lo seguiré puntualmente; enséñame a cumplir tu voluntad y a guardarla de todo corazón.

Dichoso el que camina en la voluntad del Señor.

Bendito seas, Padre, Señor del cielo y tierra, porque has revelado los secretos del reino a la gente sencilla.

Antes se os decía: levantaos. Pero yo os digo: SUPERAOS.

Antes se os decía: caminad. Pero yo os digo: VOLAD.

Antes se os decía: no riñáis. Pero yo os digo ABRAZAOS.