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Distribución de la renta bruta disponible de los hogares en las comunidades
autónomas de régimen común: análisis de la desigualdad y de la pobreza
relativa (2003/2011)
Investigador responsable: Juan M. Rodríguez Poo
Investigadores: Antonio de las Heras Pérez y Carmen Murillo Melchor
Santander, 28 de diciembre de 2013
Juan Manuel Rodríguez Poo
es Catedrático de Econometría por la Universidad de Cantabria. Es Doctor en Economía
por la Universidad Católica de Lovaina y Master en Economía y Econometría
respectivamente por la Universidad Católica de Lovaina y la London School of
Economics. Ha sido profesor numerario en la Universidad del País Vasco y la
Universidad de Zaragoza. Así mismo ha sido profesor visitante en la Universidad Paul
Sabatier de Toulouse y la Universidad Humboldt de Berlin. En su curriculum investigador
figuran más de cincuenta publicaciones en revistas relacionadas con la econometría teórica
y la microeconometría, sus áreas de especialización. Así mismo, ha sido durante cinco
años director del Instituto Cántabro de Estadística (ICANE), habiendo trabajado también
como investigador asociado en el Instituto Nacional de Estadística (INE) y en el Institut
d’Estadistica de Catalunya (IDESCAT).
Antonio de las Heras Pérez es Profesor Titular de Economía Aplicada por la Universidad de Cantabria. Es Doctor en
Economía por la Universidad de Cantabria y está especializado en la utilización de datos
provenientes de la administración tributaria para el análisis de la desigualdad en la
distribución de la renta y los efectos que sobre el bienestar de los individuos tienen los
cambios en la estructuran del IRPF. Ha participado y dirigido numerosos proyectos de
investigación sobre los temas anteriormente relacionados y sus publicaciones científicas
también están relacionadas con dicho temas de investigación.
Carmen Murillo Melchor es Profesora Contratada Doctora del Departamento de Economía de la Universidad de
Cantabria. Actualmente desempeña el cargo de Vicedecana de Relaciones Exteriores de la
Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Cantabria. Es Doctora en
Economía por la Universidad de Cantabria y sus publicaciones científicas y su curriculum
investigador están orientados al análisis de productividad y a la eficiencia técnica.
Ha participado también en numerosos proyectos de investigación relacionados con la
estimación de renta disponible en pequeñas áreas mediante la utilización de información
proveniente de la administración fiscal.
Universidad de Cantabria Grupo de I+D en Microeconometría
Distribución de la renta bruta disponible de los hogares en las comunidades autónomas de régimen común
Ninguna parte ni la totalidad de este documento puede ser reproducida, grabada o transmitida en forma alguna ni por cualquier procedimiento, ya sea electrónico, mecánico, reprográfico, magnético o cualquier otro, sin autorización previa y por escrito de la Fundación Alternativas. © Fundación Alternativas © Juan Manuel Rodríguez Poo, Antonio de las Heras Pérez y Carmen Murillo Melchor ISBN: 978-84-15860-29-7 Depósito Legal: M167162014 Maquetación: Estrella Torrico
Juan M. Rodríguez Poo, Antonio de las Heras Pérez y Carmen Murillo Melchor
Resumen /Abstract .............................................................................. 4
1. Introducción y objetivos .................................................................... 5
2. El concepto de renta y su aproximación desde la información fiscal
................................................................................................................ 8
3. Estimación de las medidas de desigualdad y pobreza relativa .......... 18
4. La distribución de la renta en España (2003-2011) ........................... 20
5. La distribución de la renta en las Comunidades Autónomas (2003-
2011) ......................................................................................................
6. La distribución de la renta en Cantabria (2003-2011) .......................
7. Conclusiones ......................................................................................
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37
45
Bibliografía ........................................................................................... 49
3
Distribución de la renta bruta disponible de los hogares en las comunidades autónomas de régimen común
4
Resumen En este documento nos proponemos generar indicadores de desigualdad y pobreza relativa en España para diferentes niveles territoriales a lo largo del tiempo, mediante la utilización, para la estimación de dichos indicadores, de registros administrativos sobre la tributación efectiva del IRPF que provienen de la publicación “Estadísticas de los declarantes del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF)” que la Agencia Española de la Administración Tributaria publica en su página web. La principal ventaja que tiene la utilización de estos datos es que proceden de registros administrativos y disponemos de series desde el año 2003 hasta la actualidad. Por todo ello, son de gran utilidad para analizar tanto la evolución dinámica de los indicadores anteriormente referidos como su evolución territorial. Este tipo de datos presentan muchas particularidades que deben ser analizadas en detalle antes de llevar a cabo la estimación propiamente dicha. Por esta razón, en una primera instancia proponemos una nueva técnica de estimación de indicadores de desigualdad utilizando datos agrupados para luego, en una segunda instancia, aplicando las técnicas propuestas a los datos tributarios, presentamos y analizamos los resultados obtenidos tanto a nivel de España como de algunas comunidades autónomas.
Abstract This paper is concerned with the problem of generating poverty and inequality indicators for Spain along time and across different administrative units. To this end we use administrative records that are obtained from the publication: “Estadísticas de los declarantes del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF)”, that is available from the web page of the Spanish National Tax Office (Agencia Española de la Administración Tributaria). The main advantage of the use of this type of data is that, since they come from administrative records and we have available information since 2003, they are very useful to analyze the dynamics of the estimated indicators and their evolution in the territory. However, this type of data presents several drawbacks that we need to account for when estimating the inequality indicators. On these grounds, in the first part of the paper we present a new estimation technique to compute inequality and poverty indicators using grouped data. Further, we apply the proposed techniques to our data, we present the results and we analyze them both from time and spatial dimensions.
Juan M. Rodríguez Poo, Antonio de las Heras Pérez y Carmen Murillo Melchor
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Introducción y objetivos
Las diferencias que se observan en los niveles de desarrollo y bienestar de las
regiones españolas a través del conocimiento medido de sus principales agregados
económicos, encubren normálmente desequilibrios intraregionales, siendo necesaria su
identificación para la adopción de medidas normativas que posibiliten la corrección de
las mismas, pues no debemos olvidar que en economía se mide para tomar medidas.
Desde ésta óptica instrumental (política económica) no es de extrañar el interés tanto
de la Administración Central cómo de las Administraciones Regionales (a veces por
distintas razones) por el conocimiento medido del Bienestar Económico.
Uno de los indicadores más representativos del nivel de vida y bienestar de la
población lo constituye la Renta Bruta Disponible de los Hogares (RBDH) , puesto que
proporciona una visión más ajustada de la capacidad de gasto (consumo) y ahorro
(inversión) de las economías domésticas y de los procesos de redistribución y
transferencias que existen en una economía. El conocimiento medido de dicha
macromanitud (la RBDH) y de su distribución a nivel regional y personal es el primer
paso para la estimación del bienestar de los ciudadanos que la componen, representado
en términos económicos mediante funciones abreviadas de bienestar social (Atkinson
and Bourguignon, 2000; Lambert, 1996; Cowell, 1995 and 2000; Creedy, 1996 and
Smeeding, Salverda and Nolan, 2009).
Desde una óptica académica, el interés sobre la distribución funcional (o factorial) de la
renta tiene su origen en los clásicos de la ciencia económica de los siglos XVIII y XIX
y en la primera mitad del siglo pasado, que junto a su distribución personal (o
familiar) y territorial constituyen programas clásicos de investigación que se retoman
con renovado interés cíclicamente y más aún a partir de los años setenta del pasado
siglo constituyendo en la actualidad un amplio cuerpo de investigación.
En nuestro país, el desarrollo de la literatura científica de este tipo es igualmente
numerosa, pero mucho más reciente (Fundación Alternativas, 2013; Bonhomme y
Hospido, 2012; Cantó, Del Río y Grandín, 2002; Ayala y Onrubia, 2001; Ayala,
Martínez y Ruiz-Huerta, 1993 y Lasheras, Rabadán y Salas Marmol, 1993), y
obviamente es deudora de la literatura anglosajona y, en menor medida, centroeuropea.
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El presente trabajo, teniendo el mismo objetivo que los anteriores: generar indicadores
de desigualdad y pobreza relativa para diferentes niveles territoriales, tiene como
principal novedad la utilización para la estimación de dichos indicadores de registros
administrativos sobre la tributación efectiva del IRPF que provienen de la
publicación “Estadísticas de los declarantes del Impuesto sobre la Renta de las
Personas Físicas (IRPF)” que la Agencia Española de la Administración Tributaria
publica en su página web. Esta publicación recoge información detallada de las
principales partidas contenidas en el modelo de declaración D-100 clasificada desde
distintas perspectivas y agrupada por tramos de rendimiento. Este tipo de datos,
presentan muchas particularidades que deben ser analizadas en detalle antes de llevar a
cabo la estimación propiamente dicha. Por ello, dentro de este trabajo distinguiremos
Las razones sociales, económicas y estadísticas de este retraso comparativo son
obvias. La disponibilidad de bases de datos, encuestas, microdatos y registros
administrativos necesarios, para su análisis económico es relativamente reciente – de los
años ochenta del pasado siglo– y ha experimentado además discontinuidades
temporales y administrativas que han dificultado el análisis comparativo de su evolución
temporal.
Igualmente, la disponibilidad de los registros administrativos fiscales, que pueden
considerarse como una fuente relevante de información estadística para el análisis
inter territorial, es muy reciente en España, a diferencia de los países de nuestro
entorno, constituyendo una de las pocas fuentes que pueden contribuir a paliar la
insuficiencia y la carencia de regularidad de otras sobre todo a nivel de CCAA,
provincias, etc.
En de las Heras, Murillo y Rodriguez Poo, (2006), exponemos las principales
características de los Registros Administrativos sobre la tributación efectiva del IRPF
agrupada por tramos de Base Imponible Gravada Media procedente de la Dirección
General de Informática Tributaria de la Agencia Tributaria existente a nivel de CC.AA.,
provincias y municipios, para todo el Territorio Fiscal de Régimen Común, y su
utilización en las estimaciones de funciones de distribución de la renta y en las
estimaciones de los efectos redistributivos de un IRPF progresivo en distintos niveles
territoriales.
Juan M. Rodríguez Poo, Antonio de las Heras Pérez y Carmen Murillo Melchor
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entre una parte más metodológica y otra final donde se presenta el análisis de los
resultados.
En el Capítulo 2 discutimos la elección de una variable fiscal (base imponible,
rendimientos….) que nos permita aproximar la distribución de la renta. El concepto de
base imponible constituye una posible variable de apoyo en dicha aproximación, de
hecho, ha sido utilizada en otros trabajos (ver Ayala y Onrubia, 2001; o de las Heras,
Murillo y Rodriguez Poo, 2006) como variable de interés. Sin embargo, la reforma del
IRPF que se produjo en 2007 introduce una modificación en el concepto de dicha
variable fiscal que imposibilita el uso de la base imponible como variable proxy de la
renta. Por todo lo anterior proponemos la utilización del concepto de rendimiento
(suma de los rendimientos del trabajo, del capital -mobiliario e inmobiliario-, de las
actividades empresariales y especiales). Esta variable no está sujeta al cambio
estructural que detectamos en la Base Imponible y por lo tanto, permite un análisis
dinámico de la distribución de la renta y sus medidas de desigualdad. Otro aspecto a
destacar es que los datos que aparecen en la publicación “Estadísticas de los
declarantes del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF)” no tienen
carácter individual. Vienen agrupados en tramos de rendimiento y por lo tanto
requieren también técnicas específicas de estimación. El Capítulo 3 propone
precisamente técnicas de estimación de funciones de densidad para datos agrupados y en
base a ellas, procedimientos de cálculo de medidas de desigualdad asociadas.
Finalmente, los capítulos 4, 5 y 6 constituyen la parte empírica del trabajo. En ellos
presentamos y analizamos los resultados obtenidos tanto para España (Capítulo 4)
como para las CCAA (capítulo 5), especialmente Cantabria (Capítulo 6). En el Capítulo
7 concluimos.
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El concepto de renta y su aproximación desde
la información fiscal.
En esencia, en este apartado seguimos el esquema interpretativo expuesto por Ayala
y Onrubia (2001) incluyendo obviamente las modificaciones y actualizaciones
relevantes para la consecución de nuestro objetivo. Habitualmente, en los estudios
sobre la desigualdad y distribución de la Renta, esta magnitud es considerada como un
concepto económico ligado a la noción de capacidad de compra en un período de
tiempo, generalmente el año, lo que determina su carácter de flujo.
Detrás de la idea de capacidad o potencial de compra independientemente de su
aplicación final al consumo o al ahorro, habitualmente prevalece el componente
estrictamente monetario de la renta. Un primer problema surge, por tanto, al no
figurar por lo general, interpretaciones en términos de coste de oportunidad, o incluso,
en muchos casos, algunos tipos de renta recibidos en especie. Otra cuestión
importante a tener en cuenta, a la hora de alcanzar una definición aceptable de renta
para el estudio distributivo es la diferenciación entre poder de compra real y
monetario, con claras implicaciones sobre la desigualdad efectiva con la que la renta se
distribuye. Las encuestas sobre el consumo son la fuente tradicionalmente empleada
en la medición de la renta y el estudio de su distribución. Por regla general, el diseño
de estas encuestas permite obtener información tanto del consumo de las familias
como de los ingresos que sirven para financiarlo.
La información es recogida de forma directa mediante formularios rellenados por
hogares seleccionados por muestreo. Se trata por tanto de información desagregada
tipo micro-dato, siendo posible, según el diseño adoptado, individualizar la
información para los distintos miembros integrantes del hogar. La medición del nivel
de renta y la forma en la que ésta se distribuye suele realizarse por dos vías: una, a
través de la magnitud del consumo declarado como realizado, y otra, mediante el
cómputo de los ingresos que las familias reconocen haber percibido.
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Los Registros Administrativos sobre la Tributación Efectiva del IRPF son una fuente
alternativa para estudiar el nivel y la distribución de la Renta. Por lo general, su
información procede de los Registros correspondientes al impuesto sobre la renta
personal (IRPF), donde figura contenida la información generada en las declaraciones
por este impuesto, tanto de los contribuyentes como de los pagadores de renta (Censo de
Retenidos). Por su construcción, se trata también de información primaria en forma de
micro-datos. No obstante, existen algunas diferencias destacables entre ambas
fuentes de información.
1. Una primera diferencia atiende al carácter “incompleto” de la “población”
elegida para la evaluación de la renta. Mientras que en las encuestas toda la
población es potencialmente incluible en el muestreo –aunque existen algunas
limitaciones propias de carencia de domicilio o situaciones de residencia no
legalizada, etc.-, en los Registros Tributarios asociados a los impuestos sobre la
renta personal la base de datos disponible se limita a aquellos preceptores de
rentas que mantienen una relación fiscal con la Administración. Esto supone,
en muchos casos, no contar con información, o al menos no de forma
completa, de los individuos que se sitúan por debajo de los umbrales de
declaración, así como de aquellos que, bien transitoriamente, o bien de forma
permanente, pueden no estar obteniendo rentas o, en el caso de obtenerlas, no
sean objeto de gravamen.
2. Una segunda diferencia la encontramos en el carácter “casi censal” que por
regla general tienen los registros fiscales. Mientras que, en el caso de las
encuestas, estas se realizan con carácter muestral sobre el universo poblacional al
que hacen referencia, en el caso de los Registros Fiscales, la información de
todo este universo afectado por el impuesto, es recogida en los ficheros
informáticos que constituyen la base de micro-datos.
. Otra diferencia estriba en la propia definición de la unidad de recogida de la
información. Habitualmente, las encuestas se constituyen a partir del concepto
de hogar económico, definido en torno a la figura de la residencia en un mismo
domicilio y de los datos familiares. Esto supone incluir a los ascendientes,
independientemente de su edad y situación económica, a los hijos que
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conviven en el hogar y a otros familiares en situaciones análogas. En cambio, en
las bases de micro-datos con origen en los impuestos sobre la renta personal, la
construcción del “hogar fiscal” va a venir asociada a la definición que la
normativa legal haga del mismo. Así, en sistemas impositivos con declaración
individualizada a partir de la mayoría de edad, resulta difícil superar el ámbito
del matrimonio y de los hijos menores, aunque la existencia de posibles
deducciones por ascendientes puede ayudar a ampliar el concepto. Sin
embargo, este tratamiento nunca suele ser de carácter general, pues la
constitución o no de una unidad fiscal autónoma suele depender del nivel de
ingresos determinante de la obligación de declarar. Otro problema, asociado a
éste, viene representado por la posibilidad de individualizar o no los ingresos
dentro de las declaraciones fiscales en aquellos casos en los que se contempla
la opción de una declaración fiscal conjunta dentro del matrimonio. Este
aspecto es relevante porque hablando con propiedad no podemos decir que
estimamos la distribución personal de la renta ni siquiera la distribución de la
renta en los hogares, sino la distribución de la “renta en las unidades
declarantes” por IRPF, sin diferenciar si estas declaraciones son conjuntas o
individuales.
4. La fiabilidad de los datos vertidos en los registros es otra de las diferencias
entre ambas fuentes de información. El carácter administrativo-fiscal de los
registros de los impuestos sobre la renta personal suele conferir una mayor
credibilidad a los importes contenidos en ellos, reforzada por los posibles cruces
de información entre perceptores-declarantes y pagadores de rentas. Este
hecho suele contrastarse cuando, independientemente de los criterios de
cómputo, se comparan los niveles de ingresos declarados en las encuestas y en
los registros tributarios, casi siempre bastante superiores en estos últimos. Sin
embargo, no puede pasarse por alto que el fraude fiscal constituye un
problema de dirección contraria, al limitar la renta evaluada a la declarada.
. La regularidad, generalmente anual, con la que se elaboran los registros fiscales
ofrece una diferencia significativa con las encuestas de consumo de amplio
espectro. Si bien es cierto que también existen encuestas de consumo de periodos
regulares anuales, incluso trimestrales o mensuales, su información es limitada,
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Otro origen de discrepancias en el cómputo de la renta desde las fuentes fiscales suele
encontrarse detrás de la caracterización de algunas rentas como ganancias de
y el número de hogares integrantes de las muestras obtenidas, reducido.
Esta periodicidad anual hace que las bases de micro-datos de naturaleza fiscal
ofrezcan interesantes posibilidades para la realización de trabajos dinámicos
sobre evolución y movilidad de la desigualdad, difíciles de realizar con
precisión en el caso de emplear encuestas de consumo.
6. Por ultimo, otra diferencia destacable, y en la que a continuación nos
detendremos, hace referencia a los criterios de cómputo del concepto de renta
económica.
Los impuestos sobre la renta personal miden la capacidad de pago, sobre la que
posteriormente aplican su gravamen, a través de un conjunto de reglas dirigidas a
cuantificar las distintas rentas que, procediendo de las fuentes factoriales tradicionales -
trabajo dependiente, capital mobiliario e inmobiliario, o actividades empresariales o
profesionales directamente ejercidas-, se han de integrar en el concepto fiscal de
“base imponible”. Esto supone fijar unos criterios de cómputo tanto de los ingresos –
monetarios y en especie-, como de los gastos considerados por la normativa como
deducibles. Especialmente significativo suele ser el caso en el que el IRPF concede,
dentro de la propia medición de la base imponible, tratamientos favorables a
determinadas rentas –como es el caso, por ejemplo, de las rentas del trabajo
dependiente o del ahorro familiar-, reduciendo la cuantía computada, con el sesgo que
esto supone.
Algo similar sucede cuando se introducen incentivos fiscales a la inversión o al
consumo de determinados bienes –como es el caso de las reducciones por aportaciones
aplanes de pensiones o las cantidades asociadas al pago de intereses para adquirir la
vivienda habitual o los pagos a guarderías, etc.- considerados dentro del propio
concepto de “gasto deducibles”, y no como exenciones en la diferenciación entre base
imponible y base liquidable. La consideración de regímenes de estimación objetiva de
rendimientos –normalmente aplicables para rentas empresariales y profesionales-
constituye otro ejemplo de distorsión en la medición de la renta.
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capital o rentas irregulares. En el primer caso, su gravamen, generalmente desplazado al
momento de su realización, implica un “no afloramiento” de los rendimientos en el
proceso de generación, con la consiguiente minusvaloración de la renta anual. En el
caso de los rendimientos irregulares sucede algo similar, aunque acompañado de un
desfase entre los momentos de realización de los gastos deducibles y de los ingresos
computables. El desplazamiento de una gran mayoría de las rentas del capital hacia
estas figuras de renta –como sucede en muchos países con los fondos de inversión, los
planes de pensiones u otros activos financieros de medio y largo plazo- supone una
caída relativa muy notable de esta fuente de renta respecto de rentas obtenidas y
gravadas anualmente, como es el caso de las rentas del trabajo y las procedentes de
actividades económicas. Además, la recogida de información en los registros fiscales
para este tipo de rentas, dados sus regímenes especiales de tributación –reducciones
de las rentas sometidas a gravamen, aplicación de coeficientes reductores, tratamiento
de la inflación, compensación de plusvalías y minusvalías-, suele ser bastante limitada.
Esto supone, en muchos casos, su práctica eliminación para el cómputo de la renta,
que suele quedar identificada con el componente regular de la base imponible
asociado a los rendimientos anualmente percibidos.
Todas estas peculiaridades de medición hacen necesario definir un concepto de renta
económica, a partir de la información disponible en las distintas variables de los
registros del impuesto sobre la renta personal. En general, partiendo del concepto
convencional de “base imponible”, los ajustes más habituales a practicar serían los
siguientes:
a) incorporación de aquellos gastos deducibles de las rentas del trabajo que suelen
atender a tratamientos favorables hacia estas rentas o a diferimientos en el
gravamen, como sucede en el caso de las aportaciones a sistemas de
pensiones públicos o privados.
b) Supresión de aquellos ingresos no monetarios imputados por el uso o
disposición de viviendas por sus propietarios.
c) Incorporación de gastos deducibles correspondientes con impuestos pagados
en relación con bienes inmuebles, así como reducciones asociadas con
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incentivos fiscales a la inversión en determinados activos primados, como es el
caso de los intereses por vivienda habitual
d) Incorporación, en la medida en que la información lo permita, de las posibles
reducciones practicadas sobre determinados rendimientos de activos financieros
e) Reconstrucción de los rendimientos económicos correspondientes a actividades
empresariales y profesionales en aquellos casos en los que su medición fiscal
procede de estimaciones objetivas o a las que se aplican reducciones o
bonificaciones que distorsionen su medición.
Esta larga, pero necesaria, introducción nos sirve para, en primer lugar diferenciar
nítidamente la información utilizada generalmente en los análisis distributivos de la
renta según su procedencia y elaboración ya sean encuestas, micro- datos fiscales o datos
agrupados.
En nuestro trabajo, teniendo en cuenta que no utilizamos los microdatos procedentes
del Panel de Declarantes por IRPF del Instituto de Estudios Fiscales (IEF) sino la
información extraída directamente de la página web de la Agencia Tributaria sobre la
Tributación del IRPF tanto para el total del Territorio de Régimen Común como para las
Comunidades Autónomas que lo componen, y para evitar los problemas señalados en el
epígrafe anterior y especialmente los correspondientes al punto 6 y siguientes
comentarios, no utilizamos como variable Proxy de la Renta Bruta Disponible el
concepto de Base Imponible.
Existen razones adicionales para no elegir dicha variable fiscal: su definición depende
directamente de las exenciones, deducciones… y otros conceptos a deducir en cada
caso de los diferentes rendimientos obtenidos por las unidades contribuyentes y por las
distintas fuentes de renta de las que proceden sus ingresos. Dichas exenciones y
deducciones experimentaron una modificación importante en la Reforma Fiscal del año
2007, por lo que los conceptos que forman la Base Imponible no son los mismos antes y
después de dicha Reforma y por lo tanto, la serie que utilizamos de la Agencia
Tributaria no sería estrictamente homogénea en términos conceptuales,
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afectando a la estimación de las funciones de densidad de frecuencias de las rentas e
igualmente a los índices de desigualdad y pobreza relativa estimados a partir de ellas.
Por esta razón y las comentadas anteriormente tanto para todo el Territorio de
Régimen Común como para todas y cada una de las Comunidades Autónomas
descartamos utilizar la base imponible y proponemos la utilización de los diferentes
rendimientos que se contemplan en la legislación tributaria como variable Proxy de la
Renta Bruta de los Hogares. Dado que los Rendimientos de las distintas fuentes se
contemplan por Tramos de Rendimientos, que son simplemente agrupaciones de
declaraciones, en los que los límites superior e inferior de los tramos son siempre los
mismos, hemos procedido, como paso previo, a agregar todos los diferentes
componentes de los rendimientos para cada tramo y para cada fuente de renta
contemplada en la legislación del IRPF: es decir, los Rendimientos del Trabajo, los
Rendimientos del Capital Mobiliario, los Rendimientos del Capital Inmobiliario, los
rendimientos de Actividades Económicas y los Rendimientos de Regímenes Especiales.
En el listado de Datos que incluimos a continuación, enumeramos los conceptos y las
partidas según la denominación fiscal de la Agencia tributaria, disponibles en su web,
que hemos utilizado para la obtención de la variable Proxy de la Renta Bruta
Disponible de los Hogares a partir de los distintos Rendimientos en la denominación
tributaria – fuentes de Renta- para cada año. Comunidad Autónoma y para el total del
Territorio de Régimen Común.
Datos:
Rendimientos del trabajo, que comprenden la suma de las siguientes partidas:
1. Retribuciones dinerarias.
5. Retribuciones en especie Importe íntegro.
6. Contribuciones empresariales a planes de pensiones, planes de previsión
social empresarial y mutualidades de previsión social.
7. Aportaciones al patrimonio protegido de las personas con discapacidad.
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Rendimientos del Capital mobiliario:
Comprende la suma de las partidas 29 y 45. Estas partidas constan de:
Integrados en la Base Imponible del Ahorro.
29. Total Ingresos Íntegros. Esta partida comprende la suma de los siguientes ítems:
22. Intereses de Cuentas, depósitos y activos financieros en general.
23. Intereses de activos financieros con derecho a la bonificación prevista en la
disposición 11ª de la ley del Impuesto sobre Sociedades.
24. Dividendos y demás rendimientos por la participación en fondos propios de
entidades.
25. Rendimientos procedentes de la transmisión o amortización de Letras del
Tesoro. 026. Rendimientos procedentes de la transmisión, amortización o
reembolso de otros activos financieros.
27. Rendimientos procedentes de contratos de seguro de vida o invalidez y de
operaciones de capitalización.
28. Rendimientos que tengan por causa la imposición de capitales y
rendimientos de capital mobiliario a integrar en la Base Imponible del Ahorro
Integrados en la Base Imponible General.
45. Total Ingresos Íntegros. Esta partida comprende la suma de los siguientes ítems.
40. Rendimientos procedentes del arrendamiento de bienes muebles, negocios o
minas de subarrendamiento.
41. Rendimientos procedentes de la asistencia técnica, salvo en el ámbito de la
actividad económica.
42. Rendimientos procedentes de la propiedad intelectual cuando el
contribuyente no sea el autor.
43. Rendimientos procedentes de la propiedad industrial que no se encuentre
afecta a una actividad económica.
44. Otros rendimientos del capital mobiliario a integrar en la base imponible
general.
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Rendimientos del Capital Inmobiliario, que comprende la suma de las siguientes
partidas:
Bienes Inmuebles no afectos a actividades económicas. 070. Ingresos íntegros de Capital inmobiliario.
080. Suma de rentas inmobiliarias imputadas derivadas de los inmuebles a
disposición de sus propietarios o usufructuarios.
En los ejercicios fiscales correspondientes a los años 2006 y anteriores la partida
correspondiente era la 080.
Rendimientos de Actividades económicas, que comprende la suma de las siguientes
partidas:
140. Rendimiento neto reducido total en régimen de estimación directa.
170. Rendimiento neto reducido total de actividades económicas (excepto
agrícolas, ganaderas y forestales) en régimen de estimación objetiva.
197. Rendimiento neto total AAEE Agrícolas.
En los ejercicios fiscales correspondientes a los años 2006 y anteriores las partidas
eran las 140, 170 y 199 respectivamente.
Rendimientos de Regímenes especiales, que comprende la suma de las siguientes
partidas:
220. Rendimiento neto computable del capital mobiliario a integrar en la base
imponible general.
221. Rendimiento neto computable del capital mobiliario a integrar en la base
imponible del ahorro-
222. Rendimiento neto computable del capital inmobiliario.
223. Rendimiento neto computable de actividades económicas.
245. Base imponible imputada de agrupaciones de interés económico y uniones
temporales de empresas.
255. Importe de la imputación de rentas positivas en el régimen de transparencia
fiscal internacional importe de la imputación.
265. Cantidad a imputar por cesión de derechos de imagen.
275. Por la participación en Instituciones de Inversión Colectiva en paraísos
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fiscales.
En los ejercicios fiscales correspondientes a los años 2006 y anteriores, las
partidas eran las 220, 221, 222, 245, 255, 265 y 275 respectivamente.
Finalmente, la variable proxy utilizada, dadas las características de nuestra información,
probablemente subestime la “verdadera” distribución de la renta entre los declarantes
y afecte a los índices que obtenemos para las razones ya señaladas. Sin embargo, como
se muestra en el documento, las funciones de densidad obtenidas y las distintas medidas
de desigualdad y pobreza relativa obtenidas a partir de la información agrupada
concuerdan con las tendencias observadas en la actualidad obtenidas con encuestas y/o
micro-datos fiscales en otros ámbitos territoriales – nacional y autonómico-.
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Estimación de las medidas de desigualdad y
pobreza relativa
Aunque no es nuestro objetivo hacer un tratamiento pormenorizado de las técnicas de
estimación de distribuciones y de las medidas de desigualdad asociadas a ellas,
dedicaremos unos párrafos a exponer ciertas dificultades que presentan los datos que
hemos descrito en el apartado anterior. Con el objeto de ilustrar las dificultades
mencionadas, en la Tabla 1 mostramos los rendimientos acumulados, para el año 2011,
calculados en base al procedimiento desarrollado en el epígrafe anterior. Esta tabla
está calculada para el territorio de régimen común y la información está disponible
para cada año del periodo 2003-2011 y para cada una de las comunidades autónomas,
excepto el País Vasco y Navarra, en el mismo periodo de tiempo.
Tabla 1: Valores y distribución de declarantes y rendimientos totales.
Territorios de régimen común. Año 2011.
Tramos de Rendimientos
(miles de euros)
Número de
liquidaciones
Distribución porcentual
de liquidacione
Importe de rendimientos
totales (euros)
Distribución porcentual
de rendimiento
Hasta 1,5 1.352.358 6,95 2.544.103.632 0,551,5 – 6 2.654.128 13,63 20.585.923.242 4,426 – 12 3.671.467 18,86 46.381.938.894 9,9512 – 21 5.167.530 26,54 102.929.270.840 22,0821 – 30 3.036.833 15,60 89.401.836.107 19,1730 – 60 2.899.868 14,90 128.732.116.513 27,6160 – 150 611.765 3,14 53.768.948.914 11,53150 – 601 68.169 0,35 15.686.841.189 3,36Mayor de 601 5.612 0,03 6.230.045.181 1,34
Total 19.467.730 100 466.261.024.512 100,00 Fuente: AEAT y elaboración propia.
Como se indicó en el epígrafe anterior, la información representada en la Tabla 1
procede de la agregación de todos los sub-epígrafes correspondientes mencionados en el
Capítulo 2.
Juan M. Rodríguez Poo, Antonio de las Heras Pérez y Carmen Murillo Melchor
19
En esta tabla se muestra el proceso de agrupación o acumulación de los datos que puede
describirse de la siguiente forma: la información sobre los rendimientos/renta de un
gran número de individuos/declarantes, se resume en intervalos en orden ascendente
según niveles de rendimientos. Este tipo de agrupación es en nuestro caso asimétrico
porque el número de individuos en cada intervalo es diferente. La asimetría de los datos
representados presenta un problema evidente para el cálculo de las distribuciones de
rendimientos. Por lo tanto, en primera instancia procederemos a convertir las tablas
de datos en distribuciones de tipo simétrico, es decir, distribuciones con el mismo
número de individuos por percentil. Son muchas las técnicas que pueden utilizarse para
realizar este proceso, en nuestro caso utilizamos la detallada en De las Heras y Moral
(2011). Una vez obtenida la tabla de distribución simétrica, estimaremos la densidad
utilizando la técnica propuesta en Arnold y Villaseñor (1989). De esta estimación
obtendremos todas las medidas de desigualdad y pobreza relativa que son objeto de
desarrollo en los siguientes apartados.
Distribución de la renta bruta disponible de los hogares en las comunidades autónomas de régimen común
20
La distribución de la renta en España (2003-
2011)
En este apartado resumimos los resultados más importantes obtenidos en la estimación
de las densidades y medidas de desigualdad utilizando la información fiscal calculada
según el procedimiento mencionado en el capítulo 3.
En nuestra presentación efectuaremos diferentes análisis y, hasta donde sea posible,
compararemos nuestros resultados con los que provee la estadística oficial española
a través del tratamiento de la Encuesta de Condiciones de Vida. Veremos que en
algunos casos los resultados no son coincidentes.
En el Gráfico 1 aparecen representadas las estimaciones de la distribución de los
rendimientos totales para los años 2003 a 2008.
Gráfico 1: Distribución de los rendimientos fiscales totales.
Fuente: AEAT y elaboración propia.
Juan M. Rodríguez Poo, Antonio de las Heras Pérez y Carmen Murillo Melchor
21
Las distintas funciones de densidad muestran que durante todo el periodo se ha
producido un incremento de la desigualdad. Mas atenuado, con tendencia a la
estabilidad en el periodo 2003-2007 y mucho más intenso en el periodo 2008-2011.
Dicha evolución se confirma si observamos la evolución del índice Gini de la
distribución de los rendimientos fiscales. En el Gráfico 2 se observa cómo dicho índice
tiene una evolución muy estable en el periodo 2003-2007, para incrementarse de
manera suave en el periodo 2008-2010 y experimentar en el año 2011 un incremento
más acelerado. Esta última observación deberá confirmarse o no con los datos
posteriores.
Así mismo, en el Gráfico 2 representamos para su análisis comparativo el índice de
Gini calculado en base a los datos de renta de la Encuesta de Condiciones de Vida
(INE).
Gráfico 2: Indices de Gini.
Fuente: AEAT, INE y elaboración propia.
Distribución de la renta bruta disponible de los hogares en las comunidades autónomas de régimen común
22
A efectos de clarificación del análisis representamos simultáneamente en este gráfico
los dos índices de Gini mencionados anteriormente y el índice de Gini calculado para la
renta de los hogares procedente también de la Encuesta de Condiciones de Vida.
Vemos que los resultados obtenidos refrendan lo indicado anteriormente para las
distribuciones. De las estimaciones del índice de Gini puede señalarse lo siguiente:
• Los índices de Gini obtenidos para los rendimientos fiscales indican más
desigualdad que los obtenidos con los datos de renta INE. Esto puede ser
debido a dos razones: i) La distribución de los rendimientos fiscales puede
ofrecer problemas de truncamiento tanto a la derecha como a la izquierda de la
distribución. ii) La utilización de datos agrupados quizá pueda hacer que el valor
del índice de Gini aumente con respecto a datos de tipo individual.
• La evolución del índice de Gini para los rendimientos fiscales evoluciona
de forma más atenuada que la que presentan los índices calculados en base a
los microdatos del INE. Hay una primera razón para explicar la diferencia
en la evolución: los datos fiscales provienen de datos agrupados y son
registros, los microdatos del INE provienen de una operación de muestreo.
• Los estimadores de muestreo son insesgados pero tienen una varianza muy
grande por lo que, si esto no se tiene en cuenta, la evolución a lo largo del
tiempo de las estimaciones puede que tienda a ser demasiado volátil.
• Teniendo en cuenta lo anterior, concluimos que el índice de Gini construido en
base a los rendimientos fiscales refleja que:
o En el periodo 2003-2007 la desigualdad en España permanece estable.
Esto es contradictorio con lo indicado por el índice de Gini para hogares
y unidades de consumo calculado en base a los datos de renta INE.
o A partir del 2008 el índice de Gini crece de manera más rápida cuando
éste se calcula a través de los microdatos de la ECV que cuando se
calcula en base a los datos de los rendimientos fiscales.
o En definitiva, como puede observarse del comportamiento del índice de
Gini para rendimientos fiscales, la desigualdad en su distribución ha sido
bastante estable durante el periodo de la burbuja inmobiliaria, para una
vez comenzada la crisis, experimentar un primer tramo de crecimiento
atenuado, 2007-2010, y un crecimiento mucho mayor a partir del 2010
que deberá de confirmarse cuando esté disponible la información fiscal
Juan M. Rodríguez Poo, Antonio de las Heras Pérez y Carmen Murillo Melchor
23
relativa a los años 2012 y 2013.
Lo anterior parece confirmarse si analizamos nuestras medidas de desigualdad y las
comparamos con las publicadas por el INE con datos provenientes de la Encuesta de
Condiciones de Vida.
En el Gráfico 3 representamos la tasa de riesgo de pobreza calculada en base a los
rendimientos fiscales y la comparamos con la calculada por el INE.
Observamos que:
• La tasa de riego de pobreza calculada en base a los rendimientos fiscales es
superior a la publicada por el INE. Como ya se indicó en el caso del índice
de Gini esto puede deberse a que el cálculo de la tasa de pobreza para
los rendimientos fiscales se hace en base a datos agrupados. Sin embargo,
la divergencia es bastante significativa y deja abierta otras posibles
explicaciones.
Gráfico 3: Tasas de riesgo de pobreza calculados utilizando
rendimientos fiscales y microdatos provenientes de
la Encuesta de Condiciones de Vida (INE)
Fuente: AEAT, INE y elaboración propia.
Distribución de la renta bruta disponible de los hogares en las comunidades autónomas de régimen común
24
• Al igual que se observa en el índice de Gini, la tasa de riesgo de pobreza
calculada en base a los rendimientos fiscales es más estable en el tiempo. De
hecho, durante todo el periodo de la burbuja inmobiliaria se mantuvo estable
para decrecer levemente ya al final del periodo de expansión. A partir de 2007
se produce un repunte de la tasa de pobreza que pasa del 23,8 por ciento en
2007 al 25,4 por ciento en 2011.
• El comportamiento de la tasa de pobreza calculada en base a los datos de la
ECV es, debido a su carácter muestral mucho más abrupto. Parece estabilizado
a lo largo del periodo de expansión económica pero repunta a partir del año
2008. Un año más tarde que el repunte que se produce en la tasa calculada con
los datos de los rendimientos fiscales.
• Finalmente, aunque son necesarias más observaciones, hay a partir del año
2010 un comportamiento diferenciado de ambas tasas de pobreza. La calculada
en base a los rendimientos fiscales no parece desacelerar su tasa de
crecimiento en el 2011, mientras que dicho efecto parece acusarse en la tasa
de pobreza calculada en base a los datos del INE.
Las mismas características que observamos para el índice Gini y para la tasa de
pobreza se confirman para los índices S90/S10. La evolución temporal de dicho índice
se representa en el Gráfico 4.
A efectos comparativos, presentamos tanto los índices relevantes calculados en base
a los rendimientos tributarios como los que proceden de la Encuesta de Condiciones
de Vida. Como puede apreciarse, la evolución del índice calculado en base a los
microdatos del INE es mucho más abrupta que la que experimenta el S90/S10
calculado utilizando los datos de la agencia tributaria. No obstante, destacamos el
mismo comportamiento que el señalado previamente al analizar la evolución del
índice de Gini, esto es,
• Los datos del índice S90/S10 basados en los datos de rendimientos fiscales son
estables en el periodo 2003-2008. Se sitúan alrededor de un valor de 6,5. Este
resultado coincide con lo indicado por el índice de Gini y las tasas de pobreza.
El periodo de burbuja inmobiliaria no supone una alteración de importancia en
los parámetros de desigualdad de nuestro país.
Juan M. Rodríguez Poo, Antonio de las Heras Pérez y Carmen Murillo Melchor
25
• A partir del año 2008 todos los indicadores basados en rendimientos fiscales
coinciden en destacar un incremento de la desigualdad. Este crecimiento es
más suave al comienzo de este periodo pero, a falta de datos para los años
2012 y 2013, parece que se produce una cierta aceleración en el incremento de
dicha desigualdad.
• Este último aspecto no coincide con los datos proporcionados por el INE a
través de la Encuesta de Condiciones de Vida. Los indicadores basados en dicha
información parecen reflejar, para el mismo periodo de tiempo, una atenuación
de dichas tendencias a la desigualdad. En otras palabras, la desigualdad crece
pero lo hace de forma cada vez más lenta.
Gráfico 4: Ratios S90/S10 utilizando rendimientos fiscales y
microdatos provenientes de la Encuesta de Condiciones de Vida (INE)
Fuente: AEAT, INE y elaboración propia.
Una vez que parece que todos los indicadores de desigualdad detectan un incremento
a partir del año 2007 nos proponemos mostrar qué grupos de perceptores de ingresos
agrupados en deciles han sido los más afectados por el incremento de la desigualdad.
Es evidente, que el incremento de la desigualdad se explica precisamente por la mayor
Distribución de la renta bruta disponible de los hogares en las comunidades autónomas de régimen común
26
dispersión en las percepciones de renta de los diferentes grupos que componen la
distribución de los rendimientos fiscales. En los Gráficos 5 y 6 observamos la
evolución de algunos de dichos percentiles. Con el objeto de analizar mejor los
resultados presentamos dos grupos de percentiles en estos gráficos por separado. En
el Gráfico 5 presentamos la evolución en el tiempo de los percentiles 75 y 90 de la
distribución de rendimientos fiscales así como la evolución de la mediana. En el
Gráfico 6 representamos percentiles más bajos. Concretamente los 5, 10 y 25 de la
distribución.
Gráfico 5: Mediana (Y50) y percentiles 75 y 90
de la distribución de rendimientos fiscales
Fuente: AEAT y elaboración propia.
Los gráficos claramente revelan que todos los grupos de rendimientos en el periodo
2003-2007 experimentaron un crecimiento importante de sus valores representativos.
Dicho crecimiento, que luego matizaremos, se trunca en el año 2008 en el que
apreciamos un brusco estancamiento en las tasas de crecimiento de todos los grupos.
Precisamente, es a partir del año 2008 en que el comportamiento de cada uno de los
grupos perceptores de renta adquiere una cierta heterogeneidad.
Juan M. Rodríguez Poo, Antonio de las Heras Pérez y Carmen Murillo Melchor
27
Es significativo que mientras que los grupos de renta representados por los
percentiles 5, 10 y 25 ven disminuir sus valores representativos en el periodo 2008 al
2011, los grupos representados por los percentiles 50, 75 y 90 ven mantener sus
valores representativos estables. Esto es, en la mediana y los percentiles superiores no se
produce caída, ésta se concentra sobre todo en los percentiles más bajos de la
distribución.
Gráfico 6: Percentiles 5, 10 y 25 de la distribución de rendimientos fiscales
Fuente: AEAT y elaboración propia.
El incremento de la desigualdad que se produce a partir de 2008 se debe más a un
empeoramiento de la situación de aquellos grupos de renta más bajos, concretamente los
que corresponderían a los percentiles 5, 10 y 25 de la distribución de rendimientos
fiscales, que a una caída en los rendimientos de los percentiles más altos (50, 75 y
90) que no parece haberse producido. Es también evidente que el crecimiento de los
ingresos de los grupos de renta más altos se ha frenado con la crisis, pero las pérdidas
han sido mucho más leves porcentualmente que las de los percentiles más bajos.
Con el objeto de ser algo más precisos en términos cuantitativos, en el Gráfico 7
representamos las tasas de crecimiento interanuales de los rendimientos fiscales para los
percentiles anteriormente señalados.
Distribución de la renta bruta disponible de los hogares en las comunidades autónomas de régimen común
28
Gráfico 7: Tasas de variación interanuales de los percentiles 5, 10, 25,
50, 75 y 90 de la distribución de rendimientos fiscales
Fuente: AEAT y elaboración propia.
El gráfico 7 describe la evolución de los diferentes percentiles de la distribución de
rendimientos fiscales. Si bien todos los grupos de perceptores representados por los
percentiles crecieron en la época de bonanza económica, el crecimiento fue levemente
superior para aquellos grupos de renta más bajos de la distribución. Esto es, en la época
en que crecieron los rendimientos fiscales, el crecimiento se produjo de manera
bastante similar para todos los grupos de rendimientos pero, los que más crecieron
fueron aquellos grupos con rendimientos más bajos.
Por el contrario, a partir del año 2008 la situación se invierte. El comportamiento no
es tan homogéneo como lo fue en época de bonanza económica. Aquellos grupos que
experimentan una mayor caída en sus rendimientos fiscales son los que se encuentran
por debajo del percentil 25. Sin embargo, por encima de ese percentil, y de manera
más consistente por encima de la mediana, estos grupos de renta no ven decrecer sus
rendimientos fiscales a lo largo del periodo de crisis. Como ejemplo basta indicar que el
valor de los rendimientos fiscales para el percentil 90 está
Juan M. Rodríguez Poo, Antonio de las Heras Pérez y Carmen Murillo Melchor
29
entorno a los 44.000 euros en el periodo 2008-2011, mientras que los rendimientos
fiscales del percentil 5 bajan de los 4.500 a los 3.300 euros de 2008 a 2011. Así pues,
parece que la fuente del incremento de la desigualdad proviene de la disminución de
los rendimientos más bajos, permaneciendo los rendimientos de los percentiles más
altos estables.
Como ya se indicó en el Capítulo 2, al disponer de rendimientos fiscales totales
desagregados atendiendo a diferentes fuentes: del trabajo, del capital mobiliario,
inmobiliario, de actividades empresariales y especiales, podemos analizar también si
han sido los rendimientos fiscales cuantitativamente más importantes, los del trabajo los
que más han contribuido al crecimiento de la desigualdad. En el Gráfico 8, mostramos
la evolución de los índices de Gini estimados para todos los rendimientos fiscales y
para los específicos del trabajo.
Gráfico 8: Indices de Gini para rendimientos salariales y totales.
Fuente: AEAT y elaboración propia.
Como podemos observar, los índices de Gini para las rentas totales son siempre
superiores a los calculados para los rendimientos salariales, aproximadamente unos
cinco puntos, además en los últimos tres años observamos una dinámica en su
evolución completamente diferente. La desigualdad total aumenta en
porcentajesmayores que lo que lo hace el índice de Gini para rendimientos salariales.
Distribución de la renta bruta disponible de los hogares en las comunidades autónomas de régimen común
30
Esto es, los rendimientos no salariales parecen ser los que más peso están teniendo en el
incremento de la desigualdad. Esto no quiere decir que la desigualdad no haya
crecido en los rendimientos salariales. De hecho también aumenta, pero lo hace menos
que la desigualdad de las rentas totales. Llama también la atención que en el periodo
2003-2007 la desigualdad de ambos rendimientos se mantiene estable, la de
rendimientos totales entorno a un índice de Gini igual a 40 y el de los salariales igual a
36.
Así pues, como resumen de lo anterior, parece que de acuerdo a los resultados obtenidos,
la desigualdad medida a través del índice de Gini no varió significativamente a lo largo
del periodo de bonanza económica, si bien al final de dicho periodo, algunos
indicadores como la tasa de pobreza, mejoraban levemente. Al estallar la crisis, se
produjo un deterioro en todos los índices analizados, si bien, hasta 2010 no es tan
severo como el detectado por otros indicadores oficiales de desigualdad. La
evolución en los últimos dos años queda pendiente de que la AEAT publique nuevos
resultados ya que, con los datos disponibles para 2011 detectamos un incremento de la
desigualdad y la pobreza relativa.
En cuanto a los grupos que más severamente han visto deteriorada su situación parece
evidente que han sido aquellos perceptores de ingresos por debajo del primer cuartil de
rendimientos. Los grupos de rendimientos más altos han experimentado menores
incrementos que en la época de bonanza, pero en general su situación se ha deteriorado
mucho menos. Finalmente, en lo que respecta al comportamiento de los rendimientos
del trabajo, éstos no parecen haber sido los causantes de la creciente desigualdad. Su
distribución a lo largo de todo el periodo ha estado aproximadamente cinco puntos en
términos del índice de Gini por debajo de la distribución de rendimientos totales.
Juan M. Rodríguez Poo, Antonio de las Heras Pérez y Carmen Murillo Melchor
31
La distribución de la renta en las comunidades
autónomas (2003-2011)
Las estimaciones efectuadas mediante la utilización de los datos de rendimientos
fiscales territorializados plantean algunas diferencias con respecto al llevado a cabo
para todo el territorio de régimen común:
1. En primer lugar, muchos de los datos disponibles vía INE, esto es, datos de
renta provenientes de la Encuesta de Condiciones de Vida, no tienen una gran
fiabilidad cuando se calculan a nivel de comunidad autónoma. Esto se debe a
que las muestras asignadas en muchos casos no son lo suficientemente
significativas. Es por ello, que la mayoría de las medidas de distribución que
hemos estudiado no aparecen a nivel de comunidad autónoma, y los que
aparecen, tales como el índice de Gini, presentan a lo largo del tiempo un
excesivo grado de variabilidad.
2. Los registros fiscales plantean dificultades adicionales a los señalados en los
epígrafes anteriores. En primer lugar, no disponemos información fiscal de
todas las comunidades autónomas. El País Vasco y Navarra tienen sus propias
agencias tributarias forales. Adicionalmente, en algunos casos, el número de
declarantes para un determinado epígrafe es demasiado escaso y eso hace que se
aplique el secreto estadístico en la página web de la agencia tributaria. Para
solventar estos problemas de disponibilidad de información procedemos a
imputar las cantidades para cada partida y comunidad autónoma utilizando la
información a nivel de toda España. Por esta razón las comunidades autónomas
de Baleares, Murcia y Rioja han sido excluidas provisionalmente del análisis.
Teniendo en cuenta estas consideraciones, nos proponemos efectuar un análisis
comparativo de la distribución de los rendimientos fiscales por comunidades autónomas
para finalmente analizar los datos relativos a la comunidad autónoma de Cantabria.
Comenzamos por presentar en el Gráfico 9 los índices de Gini calculados en base a los
rendimientos fiscales.
Distribución de la renta bruta disponible de los hogares en las comunidades autónomas de régimen común
32
Como puede observarse, la evolución de la desigualdad en los rendimientos fiscales
totales es muy similar en todas las comunidades autónomas de régimen común. Así en
el periodo 2003-2007, el índice parece bastante estabilizado, para experimentar un leve
crecimiento del 2008 al 2010 y en 2011 un mayor repunte. Todas las comunidades
autónomas parecen mostrar un patrón de comportamiento similar al del total nacional.
Gráfico 9: Indices de Gini para todas las comunidades autónomas de régimen común.
Fuente: AEAT y elaboración propia.
Por encima de la media se encuentra la Comunidad de Madrid, que presenta los
índices de desigualdad más altos a lo largo del periodo. Por debajo, y casi de forma
simétrica se encuentran Cataluña y Andalucía.
Como ya hemos indicado, la evolución de la mayoría de las comunidades autónomas es
similar, si bien hay dos comportamientos a lo largo del tiempo que atraen nuestra
atención. Galicia, al final el periodo expansivo presenta una considerable mejora en su
índice de desigualdad, por el contrario, la comunidad valenciana, partiendo de un
índice de desigualdad más bajo en dicho periodo, experimenta un empeoramiento muy
notable a lo largo del periodo de crisis.
Juan M. Rodríguez Poo, Antonio de las Heras Pérez y Carmen Murillo Melchor
33
La tasa de riesgo de pobreza es un indicador que nos permite comparar los
resultados que nosotros obtenemos en base a los datos procedentes de rendimientos
fiscales y los datos que proporciona la Encuesta de Condiciones de Vida. De esta
forma, en el Gráfico 10 representamos la evolución temporal de dicho índice para el
caso de los rendimientos fiscales y en el Gráfico 11 representamos la tasa de riesgo de
pobreza en base a los datos INE.
Gráfico 10. Tasa de riesgo de pobreza calculado como el porcentaje de
declarantes que queda por debajo del 60 por ciento de la mediana de
la distribución de cada comunidad autónoma.
Fuente: AEAT y elaboración propia.
Como podemos observar, los datos que proceden de la ECV proporcionan mucha mayor
dispersión sobre las tasas de riesgo de pobreza que las que proporcionan los datos de
rendimientos fiscales. En general, los rendimientos fiscales proporcionan tasas de riesgo
de pobreza más homogéneas que las proporcionadas por los microdatos de la Encuesta
de Condiciones de Vida. Además, la evolución de dichas tasas de pobreza en base a
esta última fuente estadística es bastante errática. Un análisis de los datos
Distribución de la renta bruta disponible de los hogares en las comunidades autónomas de régimen común
34
representados en el Gráfico 10 muestra una leve pero sostenida caída en el periodo
2003-2007 para luego producirse un rápido incremento de la tasa de riesgo de pobreza
en los últimos cinco años de la muestra. Este comportamiento, parece común para
todas las regiones de la muestra, pero es particularmente notable, sobre todo en lo que
concierne al incremento, para Andalucía, Valencia, Galicia y Extremadura.
Gráfico 11: Tasa de riesgo de pobreza.
Fuente: INE y elaboración propia.
Es también notorio como, algunas comunidades autónomas que en la época
expansiva aparecían entre las que tenían una tasa de pobreza más baja tales como
Canarias o Valencia, durante la crisis actual su situación se ha deteriorado rápidamente.
Si como en el caso nacional, buscamos cuales han sido los grupos de perceptores
de rentas más perjudicados con el incremento de la desigualdad, la
Juan M. Rodríguez Poo, Antonio de las Heras Pérez y Carmen Murillo Melchor
35
respuesta es similar a la ya dada en el caso nacional. Con el objeto de ilustrar nuestro
análisis, en el Gráfico 12 mostramos la evolución del percentil 10 y en el Gráfico 13 del
percentil 90 de la distribución de rendimientos fiscales de todas las comunidades
autónomas en términos de tasas de variación interanual.
Gráfico 12: Tasas de variación anuales del percentil 10 de la
distribución de rendimientos fiscales para comunidades autónomas.
Fuente: AEAT y elaboración propia.
Como podemos observar, las caídas más fuertes del percentil 10 han correspondido
a las mismas comunidades autónomas en las que ha sido mayor el incremento de la
tasa de pobreza. En lo que respecta a la evolución del percentil 90, como en el caso de
España, las caídas son mucho más atenuadas teniendo tasas de crecimiento negativas
en el 2011 las comunidades autónomas de Canarias, Cataluña, Madrid y Aragón. En
definitiva, parece que aquellas comunidades autónomas que más desigualdad están
experimentando son aquellas que presentan crecimientos negativos elevados en los
percentiles más bajos de la distribución.
Distribución de la renta bruta disponible de los hogares en las comunidades autónomas de régimen común
36
Gráfico 13: Tasas de variación anuales del percentil 90 de la
distribución de rendimientos fiscales para comunidades autónomas
Fuente: AEAT y elaboración propia.
Como resumen de los resultados obtenidos para las comunidades autónomas que
hemos analizado, la mayoría de ellas siguen una evolución en el periodo analizado
bastante similar a la evolución de España en su conjunto. Esta evolución es más
homogénea que la que presentada por los mismos indicadores calculados en base a los
microdatos provenientes de la Encuesta de Condiciones de Vida del INE. Es importante
en este ámbito distinguir entre aquellas comunidades autónomas que tienen indicadores
de desigualdad elevados a lo largo de todo el periodo de análisis y aquellas que han
empeorado de forma ostensible sus indicadores de desigualdad a lo largo del periodo de
crisis. En general, parece que aquellas comunidades autónomas que mejoraron sus
indicadores de desigualdad a lo largo del periodo de bonanza económica, a partir de
2008, experimentaron un brusco deterioro. Este es por ejemplo el caso de la
Comunidad Valenciana o Canarias. Estas últimas comunidades autónomas son
también aquellas en las que los grupos de rendimientos más bajos (percentil 10 de la
distribución) han experimentado una caída más brusca.
Juan M. Rodríguez Poo, Antonio de las Heras Pérez y Carmen Murillo Melchor
37
La distribución de la renta en Cantabria
(2003-2011)
La evolución de la distribución de la renta en Cantabria en este periodo es en
términos generales muy similar a lo ya indicado para España. Si observamos los
gráficos 14 y 15 donde se representa respectivamente la distribución comparada de
los rendimientos fiscales en todo el territorio de régimen común y Cantabria para el
año 2011 y la evolución de la densidad de los rendimientos fiscales para Cantabria a lo
largo del periodo 2003-2011 destacamos en primer lugar que las diferencias en la
distribución de rendimientos entre España (territorios de régimen común) y Cantabria
no son tan importantes como podría inferirse de la mera observación de algunos de
sus momentos como la media o la mediana de dichas distribuciones.
Gráfico 14: Distribución de los rendimientos fiscales
Cantabria/España para el año 2011
Fuente: AEAT y elaboración propia.
Cantabria presenta una acumulación de rendimientos mayor que la de los territorios de
régimen común para valores menores de 30.000 euros, mientras que para valores
Distribución de la renta bruta disponible de los hogares en las comunidades autónomas de régimen común
38
superiores la situación de invierte. En lo que respecta a la evolución temporal, se
ha ido produciendo un desplazamiento de la distribución que refleja un incremento de
la desigualdad. Centrándonos ahora en las medidas de desigualdad, el índice de Gini
para Cantabria, representado en el Gráfico 16 observamos que en el periodo más
expansivo de la economía de Cantabria la desigualdad en nuestra región se mantuvo
en valores estables aunque siempre menores que los españoles, en torno al punto y
medio.
Gráfico 15: Distribución de los rendimientos fiscales totales para Cantabria
Fuente: AEAT y elaboración propia.
Al final del periodo expansivo se produjo una mejora que se vio frenada de forma
brusca por la crisis. A partir del 2007 y hasta el 2009 la evolución del índice de Gini en
Cantabria y España es muy similar, y a partir de este momento su evolución diverge.
Si comparamos la tasa de pobreza estimada para Cantabria con la calculada con los datos
tributarios para el conjunto de territorios de régimen común (Gráfico 17) la región
presenta un comportamiento más favorable, aunque en términos absolutos la tasa de
pobreza se eleva del 23,3 por ciento en 2007 al 24,7 por ciento en 2011.
Juan M. Rodríguez Poo, Antonio de las Heras Pérez y Carmen Murillo Melchor
39
Gráfico 16: Índices de Gini.
Fuente: AEAT y elaboración propia.
La discrepancia es mayor si comparamos la tasa de pobreza calculada por el INE con la
calculada a través de los rendimientos fiscales. En el Gráfico 18 se representa la
evolución de ambas tasas de pobreza. Ambas tasas difieren siendo la estimada por el
INE muy inferior. Sin embargo, a pesar de la divergencia en niveles, la evolución
temporal de ambas tasas es similar. Estabilidad a lo largo del periodo de crecimiento
económico y deterioro con la llegada de la crisis. Sin embargo, existe una divergencia
importante en el valor para el año 2011. Mientras que la tasa de pobreza calculada en
base a rendimientos fiscales crece de manera sostenida desde el año 2007, la estimada
por el INE, a través de la Encuesta de Condiciones de Vida, disminuye bruscamente. En
este caso creemos que puede tratarse de un fenómeno de variabilidad muestral que
deberá de esperar a su confirmación o no a los datos de años posteriores.
Distribución de la renta bruta disponible de los hogares en las comunidades autónomas de régimen común
40
Gráfico 17: Tasa de riesgo de pobreza para Cantabria y España.
Fuente: AEAT y elaboración propia.
Gráfico 18: Tasa de riesgo de pobreza para Cantabria.
Fuente: AEAT y elaboración propia.
Juan M. Rodríguez Poo, Antonio de las Heras Pérez y Carmen Murillo Melchor
41
Los indicadores de desigualdad S90/S10 para Cantabria y España (territorios de
régimen común) mantiene una evolución acorde con lo estimado en los anteriores
indicadores. Nuevamente, la desigualdad es menor en el caso de Cantabria.
Gráfico 19: S90/S10 para Cantabria y España.
Fuente: AEAT y elaboración propia.
De todos los indicadores de desigualdad analizados a lo largo del periodo 2003- 2011
en Cantabria, constatamos que la evolución temporal de la desigualdad en esta
comunidad autónoma ha permanecido siempre por debajo de la española, Cantabria
parece una sociedad algo menos desigual que la española en su conjunto. Además, la
evolución de los indicadores, aunque similar a la experimentada a nivel nacional indica
una mejoría en el periodo 2003-2007. En la depresión, el deterioro de los indicadores
parece similar.
Distribución de la renta bruta disponible de los hogares en las comunidades autónomas de régimen común
42
Gráfico 20: Tasas de variación interanuales de los percentiles
50, 75 y 90 de la distribución de rendimientos fiscales para
Cantabria y España.
Fuente: AEAT y elaboración propia.
Juan M. Rodríguez Poo, Antonio de las Heras Pérez y Carmen Murillo Melchor
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Gráfico 21: Tasas de variación interanuales de los percentiles
5, 10 y 25 de la distribución de rendimientos fiscales para Cantabria y España.
Fuente: AEAT y elaboración propia.
Finalmente, y como hicimos a nivel nacional, buscamos también entre los diferentes
grupos de perceptores de renta quienes han salido más perjudicados a lo largo de la
crisis económica. Como puede verse en los gráficos 20 y 21 que representan la
evolución de diferentes percentiles de la distribución de los rendimientos fiscales en
Cantabria (expresados en tasas de crecimiento interanuales) comparados con los
respectivos valores de la distribución para España. La evolución de los rendimientos
más altos (percentiles 90, 75 y mediana) ha sido en Cantabria más favorable que en el
resto de España. Así, como puede observarse en el gráfico 23 las tasas de crecimiento
de dichos percentiles de renta ha sido positiva a lo largo de toda la crisis. Es decir, aun
en presencia de un fuerte ajuste dichos rendimientos han crecido entre el 0,1 y el 0,9
por ciento. De la misma manera, en los percentiles más bajos el deterioro que se ha
producido en el conjunto de los territorios de régimen común ha sido más atenuado en
Cantabria. Esto es particularmente cierto a lo largo del año 2010, aunque los datos del
año 2011 han invertido la tendencia y han marcado tasas negativas para los percentiles
25, 10 y 5. Es particularmente grave la caída que se ha producido en el percentil 5, el
del grupo de rentas más bajas, que ha caído en 2011 un 4,8 por ciento.
Distribución de la renta bruta disponible de los hogares en las comunidades autónomas de régimen común
44
En definitiva, la desigualdad en Cantabria se ha visto incrementada en el periodo de
crisis por una caída, mas atenuada, de los rendimientos más bajos y paralelamente un
sostenimiento de los rendimientos más altos de la distribución.
Juan M. Rodríguez Poo, Antonio de las Heras Pérez y Carmen Murillo Melchor
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Conclusiones
En este trabajo proponemos la utilización de la publicación Estadísticas de los
declarantes del Impuesto Sobre la Renta de las Personas Físicas para construir un
indicador de renta que pueda ser utilizado para estimar, en base a él, un conjunto de
medidas de desigualdad.
Teniendo en cuenta que esta publicación recoge a nivel detallado (territorio de
régimen común en su conjunto y CCAA) las principales partidas del modelo de
declaración D-100 para los años 2003 a 2011, construimos un indicador de renta bruta
disponible de los hogares y calculamos algunas medidas de desigualdad asociadas que
presentamos para el total del territorio de régimen común, para el conjunto de las
CCAA y como caso concreto para la Comunidad Autónoma de Cantabria.
Una vez efectuadas dichas estimaciones destacamos las siguientes conclusiones del
estudio:
1. Si bien, el indicador de renta construido (rendimientos fiscales totales
expresados como suma de los rendimientos del trabajo, capital mobiliario,
capital inmobiliario, actividades económicas y especiales) no se iguala en
términos de niveles al concepto de renta establecido en operaciones
estadísticas como la Encuesta de Condiciones de Vida del INE, la
distribución representada y las diferentes medidas de desigualdad
estimadas tienen una evolución temporal similar.
2. La riqueza de la información suministrada en forma de registro
administrativo por la AEAT, así como el nivel de detalle suministrado y
la homogeneidad de la serie elaborada permite extraer conclusiones que de
otra manera no podrían obtenerse.
Distribución de la renta bruta disponible de los hogares en las comunidades autónomas de régimen común
46
3. Para el caso de los territorios de régimen común en su conjunto, las
estimaciones obtenidas indican que:
a. La distribución de la renta en España ha experimentado en los
últimos 10 años dos patrones diferenciados: en la época de bonanza
económica la desigualdad en la distribución de la renta no varió de
forma ostensible, si bien, en ciertas CCAA se observó al final del
periodo una leve mejoría; una vez desencadenada la crisis se
observa un incremento de la desigualdad que crece de forma
sostenida en los primeros años de la crisis para incrementarse
posteriormente.
b. La razón más importante del crecimiento de la desigualdad en estos
años de crisis ha sido el brusco descenso de los ingresos de los
grupos de renta más bajos. Concretamente, el valor del percentil
cinco de la distribución de rendimientos fiscales ha pasado de ser en
2007 de 4.611,1 euros a 3.335,5 euros en 2011 (una caída de un
38,24 por ciento). La caída de los percentiles más bajos de la
distribución no ha conllevado una caída similar de los percentiles
más altos incrementándose por lo tanto la desigualdad. De hecho,
los percentiles superiores a la mediana experimentaron
incrementos: el valor del percentil 75 pasó de 28.300,6 euros en
2007 a 29.308,4 euros en 2011 (un crecimiento de un 3,6 por
ciento).
c. A pesar de lo indicado en otros estudios, la evidencia empírica
parece indicar que los rendimientos salariales no han sido el factor
explicativo más importante en el incremento de la desigualdad. El
comportamiento de dichos rendimientos a lo largo de la crisis y
también en el periodo de bonanza económica ha sido más
homogéneo con una menor propensión a la desigualdad. Una
comparación de los índices de Gini estimados para todos los
rendimientos y para los rendimientos salariales indica que los
últimos siempre han estado por debajo de los primeros y que esta
divergencia se ha acentuado a lo largo de la crisis.
Juan M. Rodríguez Poo, Antonio de las Heras Pérez y Carmen Murillo Melchor
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4. En lo que respecta a la evolución de la desigualdad en las CCAA, su
evolución en todas ellas es similar al comportamiento de su agregado.
Existen sin embargo algunas particularidades que merece la pena destacar.
Algunas CCAA a lo largo de todo el periodo han mostrado índices de
desigualdad por encima del nacional, este es el caso de la Comunidad
Autónoma de Madrid. Por debajo de la española y casi de forma simétrica
ha evolucionado en el tiempo la desigualdad en las comunidades autónomas
de Andalucia y Cataluña. Así mismo, destacamos que algunas
comunidades autónomas presentaron un comportamiento muy favorable en
términos de la desigualdad en los años de bonanza, casos de Canarias y
Comunidad Valenciana, pero al estallar la crisis han empeorado su situación
de forma acelerada.
5. Por lo que respecta a la Comunidad Autónoma de Cantabria, dentro de la
senda general indicada en el punto 3 de este apartado de conclusiones,
aparecen como rangos diferenciales los siguientes:
a. El periodo de bonanza económica tuvo efectos favorables sobre la
desigualdad que decreció a lo largo de todo el periodo. Dicha
mejora, como en el resto de CCAA se frenó de forma abrupta en el
año 2008 en el que se produjo un empeoramiento de todos los
indicadores de desigualdad.
b. Aun habiéndose producido un empeoramiento significativo de los
indicadores estimados, la posición de la comunidad autónoma de
Cantabria con respecto a otras y al total de todos los territorios de
régimen común es favorable, siendo todos sus indicadores de
desigualdad inferiores a los nacionales.
c. Finalmente, la evolución de los percentiles de renta en la comunidad
autónoma ha sido también diferente a la nacional. En la parte baja
de la distribución, los rendimientos fiscales han caído de forma más
atenuada. De hecho tenemos que descender hasta el percentil 25
para observar disminuciones en estos valores. Por el contrario, en
los percentiles altos, los crecimientos han sido también más
intensos que en el nacional. La interacción de ambos efectos ha
Distribución de la renta bruta disponible de los hogares en las comunidades autónomas de régimen común
48
generado una distribución menos desigual que los rendimientos
fiscales hasta el año 2011.
6. Intuimos que la supuesta progresividad del IRPF no ha tenido los efectos
redistributivos esperados a lo largo de esta crisis. De ser así, serían
necesarios cambios en la estructura redistributiva de todo el sistema fiscal
con el objeto de corregir la creciente desigualdad.
El incremento de la desigualdad en la distribución de la renta, debido a la
disminución de las rentas en los percentiles inferiores, hace que la
distribución de la recaudación impositiva en la que se fundamenta el
modelo actual de IRPF español esté cambiando de forma posiblemente
irreversible. En el caso del IRPF una gran parte de la recaudación fiscal
proviene de los declarantes situados en los tramos centrales de la
distribución de renta. Si la distribución de renta se vuelve más desigual, la
recaudación fiscal, para un nivel de renta media y una estructura impositiva
dada, podría disminuir ya que las rentas situadas en los extremos de la
distribución generan rendimientos fiscales más bajos. Así pues, si en los
próximos años persisten los índices de desigualdad actuales, la recaudación
fiscal puede hacerse más inelástica al crecimiento de la renta disponible de
los hogares perpetuándose un sistema fiscal con poco potencial
recaudatorio y escasa capacidad redistributiva, tanto desde el punto de
vista de los ingresos fiscales como de los gastos que tendencialmente
deberán de ir reduciéndose también.
Todos los efectos anteriormente señalados pueden conducir a lo que puede
denominarse un círculo vicioso de la desigualdad en la distribución de la
renta en el que tanto la recaudación fiscal como el gasto público se irían
reduciendo a lo largo del tiempo.
Juan M. Rodríguez Poo, Antonio de las Heras Pérez y Carmen Murillo Melchor
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