1

Disponemos el corazón.

Himno: “Alma misionera”

1. Señor, toma mi vida nueva

antes de que la espera desgaste años en mí.

Estoy dispuesto a lo que quieras,

no importa lo que sea, tú llámame a servir.

Llévame donde los hombres

necesiten tus palabras,

necesiten tus ganas de vivir.

Donde falte la esperanza,

donde falte la alegría

simplemente, por no saber de Ti.

2. Te doy mi corazón sincero,

para gritar sin miedo lo hermoso que es tu amor.

Tendré mis manos sin cansancio,

tu historia entre mis labios,

mi fuerza en la oración.

3. Y así, en marcha iré cantando,

por pueblos predicando tu grandeza Señor.

Señor, tengo alma misionera, condúceme a la tierra,

que tenga sed de Dios.

“Ésta, que pasa necesidad,

ha echado todo lo que tenía para

vivir.”

2

Salmodia.

[Domingo 32º tiempo ordinario. Ciclo B.]

Oráculo del Señor a mi Señor:

«Siéntate a mi derecha,

y haré de tus enemigos

estrado de tus pies.»

Desde Sión extenderá el Señor

el poder de tu cetro:

somete en la batalla a tus enemigos.

«Eres príncipe desde el día de tu nacimiento,

entre esplendores sagrados;

yo mismo te engendré, como rocío,

antes de la aurora.»

El Señor lo ha jurado y no se arrepiente:

«Tú eres sacerdote eterno,

según el rito de Melquisedec.»

El Señor a tu derecha, el día de su ira,

quebrantará a los reyes.

En su camino beberá del torrente,

por eso levantará la cabeza.

Dichoso quien teme al Señor

y ama de corazón sus mandatos.

Su linaje será poderoso en la tierra,

la descendencia del justo será bendita.

En su casa habrá riquezas y abundancia,

su caridad es constante, sin falta.

En las tinieblas brilla como una luz

el que es justo, clemente y compasivo.

Dichoso el que se apiada y presta,

y administra rectamente sus asuntos.

El justo jamás vacilará,

su recuerdo será perpetuo.

3

No temerá las malas noticias,

su corazón está firme en el Señor.

Su corazón está seguro, sin temor,

hasta que vea derrotados a sus enemigos.

Reparte limosna a los pobres;

su caridad es constante, sin falta,

y alzará la frente con dignidad.

El malvado, al verlo, se irritará,

rechinará los dientes hasta consumirse.

La ambición del malvado fracasará.

Aleluya.

La salvación y la gloria y el poder son de nuestro Dios,

porque sus juicios son verdaderos y justos.

R/. Aleluya.

Aleluya.

Alabad al Señor, sus siervos todos,

los que le teméis, pequeños y grandes.

R/. Aleluya.

Aleluya.

Porque reina el Señor, nuestro Dios, dueño de todo,

alegrémonos y gocemos y démosle gracias.

R/. Aleluya.

Aleluya.

Llegó la boda del Cordero,

su esposa se ha embellecido.

R/. Aleluya.

4

Hacemos memoria de nuestra historia.

“Fundaciones del Instituto en Latinoamérica”

5

6

Canto.

“La mirada más allá”

[Himno de los 100 años de la llegada a Latinoamérica]

La mirada más allá, más allá.

Dios nos anima y convoca más allá.

Lejanía, tierras nuevas, más allá.

Un carisma, un camino, más allá.

1. Azul profundo, el mar invita a navegar.

El soplo del Espíritu mueve a buscar,

un continente, un país, un lugar:

Acevedo, Argentina. ¡Cien años ya!

Ana María siembras sin límites,

con las manos abiertas, tu caridad:

ofrenda de alabanza a la Trinidad.

2. Es obra de nuestro Dios que humilde comenzó.

Discreta, sencilla es la expansión

con nuevas obras, nuevo impulso, una ilusión...

Jesucristo es anunciado con gran amor

3. El día, la hora de partir, es tiempo de marchar.

Vendrán otros países, otra realidad.

Son Uruguay, Chile, Paraguay

y Colombia: una Provincia crecerá.

Nuestro canto se vuelve oración,

alabanza, acción de gracias a Dios,

alegría y compromiso por el don,

porque todo es regalo de su amor.

7

Palabras del papa Francisco.

«Mensaje del Santo Padre Francisco

para la XXIX Jornada Mundial de la Juventud 2014»

Canto.

“Pongo mi vida en tus manos”

Pongo mi vida en tus manos.

Padre mío me abandono a Ti.

Haz de mí lo que quieras,

estoy dispuesto a aceptarlo todo.

Pongo mi vida en tus manos.

Padre mío me abandono a Ti.

Haz de mí lo que quieras,

estoy dispuesto a aceptarlo todo

con infinita confianza porque tú eres mi Padre.

Pongo mi vida en tus manos.

Conectamos nuestra vida con la Palabra.

«Lectura del evangelio de san Marcos (12,38-44)»

8

De corazón a Corazón:

Contemplo la escena del evangelio “como si presente me hallase”.

En mi interior renuevo a Jesús mi deseo de entregarle todo lo que soy

y poseo.

Canto.

“Tomad Señor, y recibid”

Tomad, Señor, y recibid

toda mi libertad,

mi memoria, mi entendimiento

y toda mi voluntad. (2)

Todo mi haber y mi poseer

Vos me lo disteis, a Vos Señor lo torno;

todo es vuestro,

disponed a toda vuestra voluntad.

Dadme vuestro amor y gracia,

dadme vuestro amor y gracia

que ésta me basta.

Símbolo.

“Mi riqueza”

9

Cántico de María: “Magníficat”

Peticiones.

A cada intención respondemos: Padre bueno, escúchanos.

1. Para que las jóvenes inquietas vocacionalmente perseveren en la escucha

al Espíritu y se animen a comprometerse con Jesús en la gran tarea del

Reino. Oremos. 2. Para que las jóvenes en formación descubran y amen la alegría y el sentido

de los votos de pobreza, castidad y obediencia por amor a Jesús y su

Reino. Oremos. 3. Para que las formadoras sepan percibir la dinámica del Espíritu en el

acompañamiento y la orientación en las jóvenes que el Señor les ha

confiado. Oremos. 4. Por las hermanas que en estos momentos viven en desolación a causa de

las dificultades internas o externas, para que el Señor venga en su auxilio.

Oremos. 5. Para que las hermanas que se encuentran fuera de su país se mantengan

firmes en la fe y depositen toda su esperanza en la misericordia de

Jesucristo, Buen Pastor. Oremos. 6. Por nuestras hermanas que trabajan en el ámbito asistencial, que Dios les

conceda los sentimientos del buen samaritano y la fortaleza de María al

pie de la Cruz. Oremos. 7. Para que la tarea que Dios le ha encomendado a nuestro Instituto en

América y en el mundo entero, se vaya fortaleciendo por la gracia del

Espíritu y para mayor gloria de Dios. Oremos.

Padre nuestro.

Oración final.