Discurso sobre la crisis moral de la república

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SOBRE LA

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Discurso sobre la crisis moral de la república . Enrique MacIver. 1900.

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SOBRE LA

DISCURSO SOBRE L A CRfSIS MORAL D E L A REPÚBLICA.

POR ENRIQUE MAC-IVER, 1

(Pronunciado en el Ateneo de Santiago, en la sesion ordinaria de 1.0 de a,gosto de 1900.)

8 agradable i honroao para mí hablar des- de esta tribunalevantatla.por una asocia- cion que dedica sus esfuerzos.al estudio de

las ciencias, a l cultivo de las letras i a1 esclareci- miento de los variarlos problemas sociolójicos que interesan nl pais, i que, en m i concepto, sirve de refujio i amparo a los principios de libertad que, predominantes ayer, peligran hoi ante las tendencias au toritazias i absorbentes creadas por el egoismo de clases i fortificadas por el adu- lo a l poder del número.

Siento que me hallo en un hogar amigo, don- de se piensa que cada individuo de la especie

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humana tiene derechos propio8 superioras a, toda organizacion pública, i no que sea un mero elemento que se pierde en el todo, o en algo del todo, de la, colectividad de qiie forma parte; i donde se cree que la mejor base del órden sociiil i uno de 10s mas poderosos fac:t,ores del progre- so i del bienestar comun, se hallan prec' wwmen- t e en el principio de que el estado PR para el individuo, para la faniilia i para l a sociedad, i no el individuo, la familia i IR sociedad para el estado.

E n esta primera 'bez que alzcí aquí l a voz, ha- 'bria queritlo t r a t i r sobre maturiwx que eman- charan el espíritu con real ihdes i esperanmis halagadoras para nuestros anhelos patrihticos i para niiestras aspiraciones dr progreso; pero no me es dado hacerlo, i contrariiiirdo ini deseo, me impongo un tema ingi-ato i penoso, t a n t o por SUS vwguednde~, cuanto por RUS referencias a males que aqiiejíin it nuestro 1mis i que difi- cultan SU natural desarrollo.

Pero algo escusarii mi intento; i es IR necesi- dad de seiíalar 10s vicios i lox defectos s o c i d ~ s e institucionnles para ponerse en situacion cle correjirlos i enmendarlos; que sin eso, el mal continúa SU obra destructoiq i los que creen

,

.- 5 - verlo, 'por si1 iriaccion i silencio, responsables son del dafio que ocrtsionn.

crisis n i o i ~ i l qii? iitr:ivesamos; pues yo creo que ellih existe, i c'ii rriayor prado i coi1 caractPres mas perniciosos para el progreso de Chile que la dura i prolongada crisis económica que todos palpan.

Me parece que no somos felices; se nota un malestar que no es de cierta clnse de personas ni de cirrtnx rejiones del pais, sino de todo e1 pais i de la jeneralitlad de 1oR que lo habitan. La lioigiira antigua se h a trocado en estrechez, Itt erierjía para la Iiicha de l a vida en laxitud, l a confianza en temor, Iaa espectakivas en decepcio- nes: El presente no es satisfactorio i el porvenir aparece entre sornbras que producen l a intran- quilidad.

¿Incurrir6 en error si digo que contemplo dete- nido nuestro progreso, perturbados los espíri- tns, abatidos los c a r a c t h s i estraviados los rumbos sociales i políticos? Yo quisiera ser víc- timil de un engaño i atribuir a l pesimismo de cierto periodo de !a vida el aspecto desfttvora- ble con que se me presentan las cosas; quisiera creer qiie así como el viajero sin mas vista, que

Voi n hahiaros sobre algunos aspectos de la.

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la del cielo i del mar, no percibe la carrera de la nave que Ir) conduce, no noto yo que e1 pele nmrchíi. a1 curnplirniento de sus riltos destino8 cuando It. miro en enfermiza estiignncioti.

N o seria posible desconocer que tmemos mas naves de guerra, ma,s soldiidos, mz$s jueces, mas guardianes, mas oficinas, niti8 emple:dos i mas rentas pfiblices que eti otros tiempos; pero ¿ten- dremos tambien ineyor segtirid~d i tiwnquilidad riiicionttl, superiores garantías de los bienes, de la vida i del honor, itleiis tna,s exiictas i costiiin- t res mis regulares, ii-leitled I I ~ ~ L H perfectos i aspi- raciones mas nobles, mi>.jores servicios, inijs po- bliwioii i mas riqueza i mayor bienentar? En un a pii1iLhi.a ¿progresni~i OS?

Hiice cinco iifios Be levantcí el censo decena1 de l a República. El recuento (le la poblítcion no fii6 satisfactorio, pues aprec i ; i 1111 aurnento por drrnas pobre i en es(:& inui inferior a l e de an- teriores censos.

de dijo qiie la operacion era incompleta i de- fectuosa i hasta ahora no htL sido oficialmente aprobada. Con esto pntliirios desentendemos de un hecho t a n grave i revelador del estiido de progreso del pais; pero, en verdad, deficien- cias i vicios considerables en el censo no se ven

F i - -

8 i sus cifras continúan manifestando que la Po- hlacion no mimenta, por lo ménos en el grado que corresponde a un pueblo que prospera.

Miis, si el n6mei.o de los habitantes de Chile no crece, o crece con desalentadora lentitud, en cambio el numero de contravenciones a la lei pend aumenta en inuriitadas proporciones. Co- mienza ;t oirse que en Salntiago, por qjemplo, se necesitnri;in ocho jueces del crínien, el doble de los que existen, para atender medisnamiente a las newiidndes del servicio.

En el verano último Be me hizo notar un cu- rioso fencimeno que acaecia en uno de los de- partamentos de la provincia de Maule,ique pro- bableniente ~e ver& tanibien en otras rejiones del territorio. Los pequeños propietarios rurales e m jenahan sus t,ierras a precios ínfimos p a r a asilarse en los centros de pohlacion, i lo hacian. porque les faltaba seguridad para sus bienes i su vidfi. El bandolerismo ahuyenta de los cam- pos t~ los Inhradores, al ajente principal de la produccion agrícola, en un p i s que desde hace veinte años no sabe d h d e estií el fondo de sus C A j a S.

Hace poco daba álguien cuenta de o t ro hecho curioso que se presenta en Chile. El níiinero de

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esenelas hii di i i i i rr i t i i t lo ; pero tt nietlitlii qiie his es- cuelas :iiimeritiiii la pot)l:ic.ioii escoliir.tiisiriiriii~e.

Tomo el hecho t i i l coino es, i cualesJcliiiera que Reiin Iiis e~spliciicionrs que iidiriit#a, siwipre ha- brií (le Iit-yiii+se i t lir penosa coricliinioii (le que ese r n m o t l r l servicio píil)lico no progreso.

?jo.sé si l i ~ eiisefiii i lz i i pimtiriii, s w inejot* ilho- rit (le lo qne f i iP en t ~ f i o s titras; ello es prohit- ble, po1~111r los iriit(asti*t>ü forniiidox en iiues- tras r ~ ~ l i r l i i ~ prtliigójicits iLdijiiiei,íAit coiiociriiirri- t o s jriiri*ulex i profesioiia81es t i i i l s estetisos, r n i m completo8 i iiias (4tW,jficos que 10s recibidos en otros tirrnpos. Por tlesgrij&i, i i i 1ii nuperioritlii,ti tPcriica (le 103 maestros, rii 1;i iiirjoih de los irib- tnclox, iriodific:iiii 1ii sipiiific:iic:ion del tlo,to reliLti- vo a ltt rniitrículñ rscolitr kiiistii el piiiito (le que fiirrii posibl(. sostener que wtlelirrit:imos, que le ilnstrncion cunde, que le igitoi*eiiciir se v a .

Pieiiso que 110 liiii iiegocio píihlico en Chile nias trit~ceiid~iitiil que este de I i i rtliiciwion (lo liis niasns populrirw. Es rrtliiriirlws de 10s vicios que liis d ~ g r i ~ i i i i ~ i i drbilitaii i de li i polirpza que liis esclttvizii, i PH lii incorporwc*iori en 10s de- inentoo de tleshrrollo drl pais de una fuerza de v i l lor incalculable. No tile es difícil creer q u e la iiistruccion secun-

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diir% i superior Be hn jenernlimtlo considera- blemerite en I o n íiltinios tiempos; el níímero de pcwwnas ilustradas es n i a x crecido ahorii de lo que fiib iirites; pe puede encontrax un bachiller hit&% en líis ailrneiosas espesuras de los bosqiies i lURtril les.

Pero ;,Her6 inexiicto el hecho de que, estando nias estendiilri I r i instriiwioii i eierido miis nurrie- rosas las persoria,s i l~nt r ; . i t l i~~ , las grande8 figu’ ras literaria8 i políticas, c.ient,íficaas i profesiona- les que honraron ii Chile i qiiecon 1% influencia de SU saher i su prestijio eiicauziiron las idras i las, tendencias BociaIm, cnreceii h!ista ahora de rtwnpl;izFiiitw? Hernon tenido iiiuchos hombres de la, p:isada jeiieracioii de nomhraclía meri rica- na, i aún eiiropta, i me parecv que nadit. se ofen- derá si digo que no acoritfece lo mismo en l a je- nera cion i t ~ t i i i 3 1.

Con todo, en lo qiie niPnos hemos mti,re:ido el paso en Iri vía tiel progreso es el i’nnio de la ins- t,ruccion seciindaria i superior, que, si igual cosa hubiera acontecido en otro8 órdenes de la labor púk)lica i priva(3íL, menos penosa seris la. situa- cion del piiix i mas claridad veríwrrios en los ho- rixontes de nuestro porvenir. 1 Entre Ion elerneiitos de progreso de una, 8ocie-

- 10 - r h d pocos hai sirperiarefi n IB enerjísi. pma el trabajo i al espíritu de eiitprese. Uno i otro se desarrollan con la educarion i e1 'ejemplo, i con el ejercicio, que es 11, jiirinasia que los afirma i fortifica. Esa ha sido lii, principal fiierzn del pue- blo ingles i del pueblo americano i , en jeneral, del eiiropeo del occidente.

Ni de espíritu de empresa ni de rrieriín pira el t rabajo carecimos n oaotrt 18, dencrri dientes :de rudos pero esforzados inontitñrsrs del norte de Espafia. LA ,dónde n o fuiinos? Proveí;-1aioe con riiiestros productoH las costas n mrrira8rias del Pacífico i lils i d a s de la Oceanía, (le1 IieniiNfrrio del sur; IniiwcAbarnos el oro (Ir Califoriiiai, la plii- t a de Bolivia, los siilitrw (ir1 I'ri.13, el cacao drl Ecuiador, el ctrfb iifl Ceiitro Airi6rií:ii; fitnddhiltnos haircos e11 La Pez i e11 Ehicre, en $Zendozii i en San ,Juan; nuestra bariflrr>i corriir todos los mares, i ompresas niwstriis i Itl i l l iOH 1tuesti*iis

ciicion de la, ctrdiciad~ per1;i. A l a iniciiitivs, a l esfuerzo i al c;ipitwl de

niiestros coriciudildanon dehemon los primeros ferrocarriles i telbgrsfos, puertm, miidles, ewta- Meciniieritos de crbdito, grandes cimale?i de irri- gaciori i toda ChNe (le empresañ.

bajwbilri hasta e1 fondo (lo las ngii í~~ PII PWSP-

- 11 - {,Podria ron verd:id nfirmíirse qne el wpíritii i

IR enerjiri que eiitúnres niiimaraii ii nuestro pais para el trabajo, se h:iyii, no digo fortificaado, sino siquiera tna,nteiiido? ¿Sigriificaria iilgo e1 que IiiiyHinoS perdido nuestra wccion comercin,l e iiidiintriitl en el efitrarijero i que el estrierijero nos rremplace en nuestro propio territorio? En jerieral ¿se ges t a hoi :irtividad para la Iiicha de la, vid8 i piira crear furiites de riqueza por me- d io del tracbajo libre, o se vC: iiiia funesta ten- dericiib ii1 reposo enerviinte i i1, l i t eiriplroniaiifa'? Prc3guntari son Astas qiie todos purdrn respon- der, i Ian respuestas n o serAn t i i l ~ e z s;itisfacto- riils p:ii.ii ~ O H qiie crientan entre los rlemeritos de a#preci;icioii del progreso (le iiri pnis l ih ener- jíti de sus h;ibitaiitrs p;im el triibnjo i el rspíri- t u de empi.cs,z.

Lit produocion en rc~a1itl:td iio auirieiita desde hace :ifios; ni n o fuera por el salitre, p o d i h de- cirae que disiriiiiuye: la agri;uItiira vejetw , l ~ , minería, a,iin en estos t l io~ de grwiiilt?s precins, permw nece rstacionaria, 1i i incipiente nianiiftic- türii giilvaniznda con el dinero píihlico i con el siicrifivio de todos, no prosperw j el comercio i el trdfico son siempre los niisnion i el capital arii- iiiulado es menor.

¿Tenemos algunos rielesmes, nlgirnaa eS(:ileJils,

nlgunos poco8 miles de ha,bitiinten'l I3iihoriibue- na; pero ¿gil6 importancia tiene esto para juz- gar de nuestro adeliinto, si ew)s centenares da rieles debieran ser militiren, si esas tiorenas de escuelw debieran ser cententwea i 8i esos pocos miles de ha,hitiintm clebieran Rer rnilionex? ¿I qu6 yale ello delante (le liis ohriis pfiblicitn eii

ruinaa, de la agricu1tui.a tlec:adente, de las ir i i -

nas iniitilizitdw~, (le1 comercio anémico,' de loa capitales perdidos, del Bninio enfermo?

En el desarrollo humano el ndeliinto cle cada, pueblo se mide por el de 108 dernas; quien pier- de su Iiigar en el caniino del progi'ew, retroceile i decae. ~ Q i i b éritnios ci>nlpiiradoS con los paises iiuevos coino el Byiisil, la Arjentiria, M6jijicq 1% Austriilia, el C;iiiu(l&? Ninguno de rlios nos su- pera,ha; marc*hiiba,rnos aileliinte de unos i iL lii,

par de los' otros. ¿&u6 sonios en el cliit, tfe hoi? Me pni'eee que

Iit mejor respuesta es el hiiencio. I seria bien triste por cierto que 110s VoriüolAriiriios de iia,

pérdida de nuestro puesto pi*efereiitt>, co~i el pc+ der iniiitiir, cort1o connola han con su espwh i 8118 pergaminos 10s iricitpaceb q i ~ e ~ . e vriiiii de-

- 1.3 - si>loji~do~ por la pujanza de los hombres de ini- <*iativi-i ,i de trabajo.

N o hai para qiib avanzar en esta somera in- vestigacion :jcerca del esti~,do del pnis en lo que se relaciona con su progreso; importa mas pre- guntarse ¿por quE nos detenemos? ¿quB ataja el poderoso viirlo que hithiti, tomado la República i cine hiihia, condiirido a la mas a t rasada de las colonias espíiñolas a la altura! de l a primera de les naciones hispnno-aniericanas? Hé aquí el problema, el gran problema cuyo estiidio h a de preociipar it los que sienten vivo en el alma el Rmor al siielo en que nacieron i n la sociedad en que se formaron i que tienen conciencia de su i.esponsabilitlati ante Ins jeneraciones que le8 SU- crd a n .

2,Es la, raza? Pero somos los hijos de los que hasta, hace poco engrandecieron a Chile; somos aún los mismos que han tenido par te en esa obra de engrandecimiento.

¿Son las institiiciones? Pero con las mismas instituciones fundamentales progres6 i progreso inrriensamente la República.

LES el territorio? Pero el territorio n o ha- camhificto, no ha disminuida, sino que se ha es- tendido; tenemos nuestros campos fértiles, nues-

'

- 14 - t ros bosqiies inagotables, los riros filones me- tRlicos. los iibuidiintrs rriiintos cii rboníferos, lii s, va,liosns sustancias del desierto, 1 las t i i n t a s i variaciiis riqiiexws cie niiratro siielo i tlr niies- tr;is aguas. . i

¿Ser& lit crisis econ6rnicii? Pero una crísis n o es indefiiiitla siii culr>it de los yiir la sufren. 1 Iit

crísis, siendo üitii? C i t ü s H rewl i efectivii. de niies- tro estiido, no p u d e SPY Iw finicii. I i i ~ crísis no ha, influido en liis rentas PfihliCits o liii, inflnido rnui dAbil i parcialrrieiite; ellas hiiii ~or~t i i iui ido, por dengracia, en un conntiiitte :iuirierit,o g i ie rrobrepasa 1;) fiatisfijccion real (ir r i u ~ ~ t r i i s ne- c*esidildeS ordinirrins. La crísis no hii, podi- (lo ser cihice pitrii que se reiiliven grandes obrirs de fomento, pari-i, qiie se estimule Iii, iri- dustriii i el conirrcio, para giirantizar la vida i la propiedad, mantener 1:i enerjía piira el trit- bajo, reformar las lqyers perjiitficiales, correjir los vicios i enmendar los yerros.

E n rni concepto, no son pocos lofi fac4mres que han conducido al piiis a l estado en que se encuentra; pero sobre todos rne parwe que pre- domina uno h&ia el cual quiero l lamw la, aten- cioii i que es probablemente el que r n h o s se vé i el que mas ktbora, elque niénos escapa it la vo-

- 15 - liinttid i el miw dlfi~?ilrlesuprimir. Me refiero !,por

mprenchn bien mis intencio- nes i mis ideiLs. Existe entre nosotros la obse- s i o n (Ir la políticij, de 1i-i política, pnrtitlarista, i cierta, tendencia R ver en todo ~~liisinnes de cnrilcter político i cuestiones políticas. De- bo declnnir injenuiimente que yo no t ra igo aquí cuestiones de política miiitante, de polí- tien p:rrtida<rista, i que mis palabras n o en-

' viirlven :ilusiones de este carBcter a nirigun Iiornbre, grupo de hombres o partidos. 1 no po- clria pi-ocetier de o t r a manera sin ahusar de la ronfiaiiza i d~ I:L benevolencia de los miembros, (le estn, siinpiltica i ú t i l inatitucion i aíxn de las , personas que sin pertenecer a ella tienen la jentileza de oipme.

mal griivísiuio de nuestrri situa8cion, que partici- pa mas' tie la netiiraiezit de mal social que de mal político, con el objeto de provocar un estu- dio arerca de sus causns i sus remedios, i para el f i n de correjirlo en bien de todos i no en benefi- cio de individuos, bandos o partidos.

MI propbsito no es otro que el de

- le - Qiiic'iies son 10,s respoma hlrs (lfi la exÍslienriiL'

de ecie nmi, no 4; ni nw iinportii siihei4o; rspon- go i no W(WRO, hiisco ei\iriiriitliln i 1 1 0 Culpi~o. L;L hiwtoria jiizgarfi, i SU fiillo Iiii dr tlrcir si la I'CLH-

ponsabilitliid por la liinient,aI)le sitiiiii4t)ii it que ha, llegado el piiin es di4 aigi~nos o de todos, re- silltado (le errorw i de fihltas, o de hriahoti que no caen bajo rl dominio i la previaioii de los hombres.

Qiirria tlrrir t:imbim qiie la mor:iliili~d pfibli- c 1 ~ de qiw hiiblr, no es esa inoi.;\lidiid qiir reii- liza con n o ijpwpiarse iirdebidRrrierito los di- neros nacionales, con n o robar r i l Fiat-o, con no cometer raterías, pPrdóritwme l i i palabra. Tal moralidad, qi ie Iliimark siibelternii, depende t3r o t i x nias :iltii, moralitliid, i SUS qiirhrantos los sancionan los jiirrees ordinarios, i no 1i3 decaclen- cin nacional i la historia.

Hablo de la mornliditd t~iie conniste en el cum-

i completo desern huye l a carta funi cicio de los targos i empleos, tenieiitio en vista- el bien jeiieral i no intrreses nero.

- 17 - Hiihlo de lii moiwlidi1d que da eflcaviii i vigor

tirito dr enjriiilriir PI , coino miis~~cut~ncia,

inc4udit)lct, l;i oprrtiioii i el despotisiiio, todo en dalia del hienrstiir coniiin, drl hrden pfiblico i

Es esa, irioralidarl, esa nltii iri~ralidiitl, liijii de Iii, educacion int&vAiuitl i Eierrnwna del pakrio- tisino, elrriierito prinirro del d ~ s i i r r ~ i l l o tiocitil i del progreso de los pueblos; PS ellii, la que fornió IOH ciniirritos de la griindeza tlr los 1i:xtridos Unitlos i que ke perxoiiillizcí en nn Wiishingtlon; PB pllil lii, qiie condiijo 21 ni~rstrii ICel>íítblicii al primer i‘tingo entre liiti iiricionw itilierii:iiritls dr míjen ewptzfiol i qiie SC’ personnliz6 en cieitm tiempos, no en i i u honihre, sino en el gobierno, en la atliniriist,r:rcion, en el pueblo de Chile.

Yo no admiro i iinlo el pat~ado de mi pNis, a pesar de siis errores i de siis faltas, por stm glo-

en 1s guerra, sino por sus virtudes paz. Sin Pstas, t an indtiles como en Ion actuales tiempos el salitre, habrinm sido pa ra la pros- peridad de la República los grandes descubri- mientos mineros, la creiwion de los niercaclos de Cnliforriia i Austriilia i las facilidades de la

t l ~ l ii(leli1iito nacional.

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- 18 - mivpgwcion que nos nrerraron n tod(J8 los tros prodiirtores i de ~ O ~ H I I I I I ~ ~ .

No hni para qué enc*nrrcer 1ii p:i r t r qiip corres- ponde i i l i ~ niorul píiblica en CLI ad~~liiiitainiento (le 1111 piirblo; 1.7, Iiiwtoi*ia. de lati nacion:ilidarles arnerirrinas de nuestra miania raza de oobra lo deiiinwtrn. No ha sido ni un rbjimrii riuero din- conformecon Ia~coqtumbrer , ni el ainltimitwto, ni la ignorancia, ni otros hechos semeja ntes, lo que miintuvo i aún mantiene en par te a' las re- píbblicas yire nacieron a In rirla en el primer cuilrto de este siglo que coneliiye, en un perpP- tilo vaiven entrr I r t anriryiiíii i el despotismo i ilpilrtildaü del cttniirio del progreso; ha sido la feltit de moralidid pfiblica, ha sido el olvido del deber por e1 filncioriiirio i el :tbttntiono de In fun- cion pública para dar p:i~o a lasarnbirionrs per- wnaleu, al odio, R l iL venganza, a I R codicia i a l intwew (le bandería.

iTgnorancia1 ¿Eran acilso sabios los ptieblos drl Brasil? LFUP niw ilustrado Chile qiie el Períi i MGjico, que Colornbi:i, y Venezuela?

iEl aislamiento, las distaneia.s, li3 escawez de poblecion! ¿Era mas densa nuest8ra poblacion que la de Centro-Ambrica? 1,Eran m m cortas las tiistttnciixs en el Brasil que en el Uruguai?

- 10 - nibnos aisltitlr) Chile qiie MGjico i

Períi? ¡El rPjirneii nuevo clisconf~irrrie con lap costiirn-

hresl Era nibnos nuevo i tniis coiiforrrie coi1 Lis cwstiinibres el rGjirrieii odoptado en Chile qiie rl adoptado en Bolivia i Iw Nucvii Granada?

N o iiirpo l i ~ i n f inenh tlr hechos como los alu- didos en l as n~nwrcpía~ i tlrspotisrnos hispano- >) inerirmos; pero nadie podrB iiegiir t8a,mpoco que así corno se rrioderó el efecto de PSOR hechos

1 en Chile, pudo rriotlerwrse en otras pitrtes, si vrrdijdero irnprrio hubiera ejercido la rnori31 píiblica, s i la i t l c A a , i rl sentimiento del deber para con el pais i IsC sociedad hubieran dominado en el funcionario.

E s h s elerrirntos morales del progreso mas in- tlisperiwhles son en PiIiñeR que no piieden desen- volverse sino por iiiedio del esfuerzo const'ante del hombre qur en otros tloritie la natiiralrza mas jenerosa reemplazn en mucho la accion físi- ca e iritelectiiaJ de n.qiiB1.

¿Se pondrii, en duda que, como obedeciendo R i ina lei (fe atavismo de raza, se presente hoi eri Chile, aunque con manifestacioneR diversns, el mismo fenómeno que pertiirbó el progreso de unn grim parte de laAtn&ica? LPenkarB B,lguieii

l

,

%

1.

que no sufre verd ramente el pais de una crí- sis moral an: corno ha,sufi*ido i sufre de un:& vrísis econóniicri? Me atrevo a creer que 116; i, si ine engcifitira, I)t\st~tirii~ poner Ion ojos en Iils fiin- cionw rnits ordinarios i Comunes del Estado para ntfqiiirir el coiivenrirniento de que l i i moralidad píiblicn tie Iiiilla proftiridii tnrritt! quebrantida en- ti*e nosotros.

iCuííntos wfiieraos i cuAntoH n;lrrificios (:ost;íi el derecho electoriill Esa conquista del trabajo de muchoo años, ese frnto (le l a s li'igritnas de iiiiestra,s mii.ieres i de la sangre de niiestlros con- , ciutliiili1iios, ese premio (le la enerjía i de la per- severancia, de nuestros políticos i del pueblo, esa bme de nuestriis inxtitmionw, del buen go- bierno i del círtlen público, es mercancía que se compra i que se vende, ina,teria que se falsifica, tema de una burda i siniest,ra comedia.

I si nial fiiniiioiia, ei poder eIwt<oriii en BU jene- racion iqu6 triste es su tlesempefio en lo que llamaremos s u Asciilieacion o control! Ya no se caiificttn elecciones sino que se justifican fraudes.

Ni en Chile ni en otras pa,rtes han sido siempre la lei i la. verdad l as inspiradoras de los que in- tervienen en ese acto. Jenerwlmente dominan en él l a pttsion i el iriteres político o partidarista,

- 21 - que tniito pertiirbiiii ei witeiio, i que e8 nntn- ral produzciin rrxoluciorirn ei-rhiieíin o iiijiixtan de p i ~ ~ t r de Ian c:orporiic.ionrs políticaas, t rwt i í r i - dyse de C O S N S qiie al 10s piirtitios i :g la i)olíticih u t i i n rn .

Pero, nhtesr bien el c*ariícter (le1 friihiiieiio qtic pt .~~~i1c i i i i r io~ . I3iiti.e iiosotros n o se violw lii lei, 110 ~e drscotioce IH vrrtliid, no se at8ropealIii t b i

derecho, 111) n r tlestiiit,ürulizrt i envilew, PII 1111i-l

palithrii , la fuiioioii rlectoi*ill fimtlizniloríi , por error pi.otlucido por I i i p a ~ i o n , por panioii niiri- dii del iiitri4ea político, por interrrs político pro- vrnieiite dr l i i n coiivict*ioiiw i de1 ;inhrlo drl bien político viiiculildo i d prrclorriinio dr un sixtenia o dr uu piii.tido, v o i i i o ?ntes h a siicrtlido i en mucliiis partes sucrtlc?, no. El frii0mriio es tiitin

einiple, iiiiix l l ano , n i a n citsrro. Siii verdadero iiiteren político o pitrtitlii ristu, sin p;ision, sin erroi', por mero t ipego ii una persona o n un grupo c ) por ri~it ipetía a otra, prrHOIiii O ils otro grupo, por t m r r un voto rniis o por n o tenrr un roto ménos. por adquirir u n ad lwente pi1i.a o t ra irijuxticiii o por no (Irsiigt'itdiir a Wlguicn, por uim pequFña vei-igiinzii, o por pagar un 1)"- queiío servicio, fria i tranquila nwiite, sin acor- ditrae por un inornriito c;iquiera de los interefies

.

- 22 - pfitrlicns i del derecho, se quita t i 1 (4ejido su asientn, i ~e rIa :)siento iil n o rlrjido, i HP falsifi- ca I n representiicion iificinriitl. Ivo PS un sec.reto p,ii.tl. nadie qiie el voto parlnnic~ntaiio en la cij-

lificaciori- rle elewionrs ha I I ( ~ ~ i i d 0 ii ser objeto de nrrcy$os, dr trurqiiw, de (wntriitns eiitrr in- divitluos o grupos.

He visto mucho niijlo, miii ninlo, i iniicho hue- no, iriui hwno; pwn, lo digo fiaii(~aineiite, e60

n o lo hahit1 visto nunrii. Han tríiscrirrido r i i í is de veinte afios desde

que una, g p l T t i ti111 jnstifiriirla en ~ i i iriicinciori coirio gloriosa rii s u inwnteiiirriiriito i fi*uctífera en H U H ~ ( ~ h i l l t i i d O s , IociiplrtA (Ir oro liis arcas púhli(.:is. Los que GI-HIVIOX j6veneH en aqii~llos dias 1r.ieiidiirios no ~ e n t í i i ~ n o s dominado el es- píritu por 1i1 ~rrihrii igri~z (le la victoria ni afliji- d o el cnri.tzoii pnr los stiriitkios de la grandiosa lncha ; si_ttisfiic*ctiones i dolores desnparrcian ijnte otra, prenwpíicion, o t r a at riiccion: era el progreso, el enariiiiclrciriiiento i le friicid:irl de Chile, era sn nii.rion bieiihecliora en el cont,iiiente ~lid-i l rnericw no.

El oro de los territorios que noS oblig6 il to- mar, 116 la iL\,irlez i el egoisrnn sino Ii j propia se- guritlricl, liiihriil de ser Iír vara m5jica qiir hariti

*

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- 28 - iiwtns i ferrocarriles, vaiiales i CR minoR. r inrriigi-aciori, indiistriiis i riqupziis,

i birnrxtwr en toda I i t esteiisioii de ia República. ’

con iiiirxtrns [ ) o h w iihorros i rl rccrn6niico centavo iirriiticttdo al budor del pueblo por vía, t 3 ~ iinpiirrito, hiibíiiirion Iirrho la pririirra línea f6rrclii drl hririisfrrio iiiisttal, rl priirirr tel6grafo, l i i s Ohi’iiH I)ííblica:is i.elatisanieritr inax difíciles i costJoxits de lit tierrii Iiiup¿tiio-iiirierici~iia. Cori millotiex en la iriapo i &itllUliido8 por I i i anpirn- cion patri6tic.a tlrl rtdrlijnto dr Chilei por la con- vtAiiiriwii3 dr giii.iLiitir con su engi.antlwiniirnto lii xeguriiitid i i i~~ioii , i l ~ c l u t : no liaríaiuox? Las cu;ilitliic3c;ii niiitiifrstadns e n la giierrib rin seriim

sfuerio, tlr~aprrarveritiicia, c1e1 iie- roisrrio qnr ostrnttiríi-imox en liis í>hriiH tlt? lii paz.

(4116 atri;irgo clespwttir! Surños fiieroii piiwtox i frrroc*iti.i*ilen, ariale les i c-irniinos, rsruelm e irirni- gracion, iridustriws i riquemx. trii hnjo ‘i bienes- titr; el oro vino, pero tioconio lluvia ben6ficíi que frcuntliza la tieiwi, sino coriio torrente dor, quearrnnci, tlrl i i l i i i i i lapti(lt.iíii i la za i ai-rae-trti con las virtudes públiciis que nos eiigritr&ciera 1 1 .

CiLbe aquí ei recuerdo dr un liruho que no ier ia

- 21 - difícil cnniprohar. Hace pocos afios, cuando itún e8tal)a intacto nuestro crbdito, que no Iieniossii- bitlo miinteiier, la potrn<.iafinaricierii de l t t Repú- bliw i del Gobierno sin c&nerzon habkíit ii Icwnziid6 para pagtir COII jeneronidiid todos los servicios ordinarios i p i r a hiicer cinco piirrtm, sirritlo uno de ellos i r i i l i t i i r i cOriirrriii1, piirii cwristriiir cu:itro mil kil6nietros de Iíiieiis fbrreiis, para 8l)rir Riete mil kil6rnetros de (*iirrptlpriiS. parti, re- gar quiriiriitiis i r i i l hwtiíreas de siieloi p a r t cos- tear ltis grii~ide~o1>i*iis d~~Si i l t~br id í~d de nuestras ~ i u d i i tleH princi palrs.

para ~ K I S ol)rils, pero ni ilfirnio que pcidiij, tener- se los fondos piir:~ reiiliziirlas.

Per rrií t8ii,nerrict A hora, Tor in ii 1ii r un a cues t i on . E: ri

iin p i s nuevo, cuyo foiiirnto i cuyo progreso tleprntlrn mas de la iriiciiitivit8 i del esfuerzo del poder público qiie de la iniciativa i del esfuerzo paeticiilnr, en qiie se desprrdipia el tiempo i se rnslgnstan los injerites recursos que huhirran de destiriarne :t aquellos ob jchs ¿se cumple la fun- ciori gubernativa? ¿se atienden debidamente IOH grandes intereses nacionilles? 1, si no se atienden

R ni se cunipleess fun(*ion, thili mo- rwliclad pública?

NI,, digo qur se tuviera e1 personal necesario

- - 2.; - Vencirntlo rrtiistenciiin n;i tiiralrs i tríidiciona-

lw, en u n rriomerito que se c o i l H i d t v 6 pi.opicio, se ( w 6 lii riiitoiiorniii coinun;il, e1 gohirrno lociil. Este iiiievo orgxriiriirno del podrr p& blico debiii , por* UIiil parte, qiotfrrar el exceso de fiLcültittles del priirier miiji+trado (le 1ii Repúhliw, i, por liL otra, ittrncler con m¿ts iiciert,o i t.ficiiciit it lii r i t i -

miniritriicion cle los rityg-ocios que intrrenijn rticlu- sivilrrirnte :I la ciilditíl, it l i i villil, R 1;i aldea, i-1 I;L comuna.

¿&u6 resiiltttdos h a producido en la pr6ctic;t . ~ S B lirboriosiir i trativendeut;il reforma? El drsii-

parec4rniento drl gobierno i de los nrrvivios lo- ('itlrri i U I I ~ L * V ~ I * $ Ü ~ ~ I E H nticioriirl.

¿Era, como se tlrciír i He dice por algiiiio~, qiie el piiis no estabii preparado pare unii inst i t~i- cion semejaiitr, que no ha,l)iii eiernentos pei.sonii- les wficirntemente iiiistraclon para ri gobierno coiriuri:il? Me parece que nb.

El pueblo no ha resistido ni perturbcltlo lii RC- cion dr 1 i t H autoritladw lr)ciilt-1s, ni elle ha encon- triido un escollo en liis idws, costuiiihrw i eenti- niirnton del pueblo. Tiirnpoco ha c;trecido la co- muna de los reci~rsos necesarios piLra Rer conve- nientemente administr;idir .

Elementos personales (le soha, ron iliistriicion

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- 26 - mas que suficiente, h a habido para el desempeño de las funciones del gobierno local; nadie podria, con verdad sostener lo contrario, sobre todo triitAn(Iow de nuestras principales ciudades, de las ciudades que mi18 hrillautes esc6riddos hiiil

dado. ¿Por qué, eritijnces, el desgobierno local, el destt-

parecimiento de los servicios municipales i la vergonzosa conducta, de las miinicipalidndes? ¿.Por qut: el fr:wtLso de una reforma t a n anhela- da i que tantos beneficios hacia esperar? inves- tíguese, o uiejor dicho, vease si ha habido mora- *

litlad en el ejercicio del poder local i se tendrá l a respumka.

1 bien, un pais en que el gobierno cornund se corrotnpe, en yne srjlo por excepcion se eneoentra nna niunicipalidad su&, sirva con honradez al fin de su instituto, es un'pitis cuya masa social está moralmente enferma o es iin pais cuya mo-

stencia de esteúltimoestado, tc6rno se esplicariaii los hechos que vengo enunciando? ,yrjmo,elabandono de las obras nacion. a 1 es mas necesarias i valiosas por mas de u n año i h a d a completar @u ruina? ¿cómo, los paretos políticos sobre le hase del reparto de los empleos? ¿cómo,

Úhlica Re halla en quiebra.

- 24 -

Itt providion de &tos sin :%tender ni a las apt i tu- des persontiles ni rtl interes jenerai? ¿cómo, Iiis

corruptelae, loa vic4os i el deshacimiento de Iw, , adininistriieion? ¿cOrno, finalrriente, lit iiusencia de todo intento formiLl de par te de los poderes públicos PiIriL cwrrejir los males que aquejan al pais i la irnptisihilidari inusulrnana con que se contempla, no dir6,nuestra decndencia, pero mí dir6 nuestra eatiignacion? Tan iibsurdo seria sostener que un estiido C(Y-

mercial es bueno cuando lit jeneralidad dr las PersoIIiis carecen de recurms para cumplir ROS

obligaciones, como sostener qne el estiido moral es bueno ciiaiido la jeneralidad deja (le ciirnplir sus (leberes.

Pero tiempo es yri de npartrtr la vista de he- chos desagradables para volverla n Iit íXtinia consideriicion que elloi sujieren. Cegnera Reriit desconocer qiie el pais es víctima (empleo deli- beradiirnentelit palabra) t a n t o de unarrísis eco- nómica, cuanto de una crísis moral que detiene su antigua marcha progresiste,.

Consecuencia de innovaciones poco at inadas o efecto de vicios i pasiones, resultado &e ~ueesos fatales u obra de la impreviaion i el abandono, el hecho es que no seria ya terneritlatl decir, dan-

, do a las frixsbs i i r i a acepcion jeneral i sin Feeferir- las a hombres ni a partidos tletrrrninndos: falta gobierno, no tenernos iitlrninistrarion. Nr) pienso que tlrba, clisiinulaiwe la realidad

do, i niiicho mPiios pienso que sea r:ieonable desitlentarse ante esil retiliciii (l. Entiis crisis m r i pliigiiñ que iizotitn'a los pueblos que se desvíiin de los caminos trazados por los princi- pios qixr rijeri 1 ; ~ vitia de Ii18 sociedades; niatan i-1 los d4biles; 1»s fuertes se reponen i cobran iiixe-

vas enerjíac; píwa la, l u c h a d6.1 progreso. 8eñnIiir el mal es hacer iin llamamiento p m a

esturliiirlo i conocprlo, i el conocimiento de 41 es un cwinieneo (le enrnieiicla. Una sola fuerza pue- de estirpnrlo, es lii de la opinion píiblica, In vo. luntitd social encmninada a ese fin;i parii foririnr esa opinion i co~ivertirln en voluntad dispuesta, a obrar, h:ii Que poner de rnanifiestola llaga que nos debilita ahora i nosamenaza para el futuro, i h<ii q u e hacer sentir los estímulos de1 deber i del patriotismo i aún los del iriteres por el propio bienestar.

esa opinion pública, ventlrán i se yes que dan sufra jio iliistracio i cons-

ciente, qne abren la puerta, de la representacioii nficional, cerrada lioi por falsas teorías consti-

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turionnles i en resguardo tlriinn f i i I i t ~ ~ R t i < ~ ~ inde- pendencia piirliiirieiitaria, a muchos de los mas aptos prira los ca,rgos lejisltitivm, que apar tan de los altos puestos de laa(1ministraeion R la iii- capacidad i la ignr>rancia, que saricionan eficqz- mente el abandono del drber i el olvido del bien coniim: se correjirán los errores, se c:wtigarAn las f n l t i i x , se eririient3arfiri los rurnl-ioñ, i volver6 el pais a ver cuniplida lri fiincioii gubernativa para, su felicidnd i x u progreso.

L o s propOsitos levanta dos, las ideas benMctis, las emrpreeas salviitloras, sin mezcla dr egoisnio personal o partidaristn, allegan siempre fuerzas pot-l~rosas que los apoyen, i no a610 cuenttin con los so~teiiedores quetienen en el cainpo, Rinocon una inagotable i abnegada reserva. Es 1% juvrn- tiid, que, sin nias lei de servicio oblig:itorio que l a escrita en su alrna, ansiosa del bien i amante de la pattria, se alista bajo las banderas que re- presentan una gran causa nacional.

Tengo fb en los destinos de mi pais i confío en q u e las virtudes públicas que lo engrandevieron volverán it brillar con su antiguo esplendor.

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