RECTORÍA

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Presentación del disco “Las memorias de Sibö”, del compositor Marvin Camacho Villegas, y donación de sus obras manuscritas

al Archivo Histórico Musical Lunes 2 de noviembre, 7:00 p.m. (Auditorio Escuela de Estudios Generales)

El ‘ser creador’ Sibö [Sibú] mira el mundo desde su cerro sagrado, desde su casa entre las estrellas, desde su palenque. Mira a sus hijos del maíz, nacidos con fuego, semillas en tierra fértil que cuida y protege. Se consulta con la iguana, con el quetzal, con la mariposa, con los espíritus. Y transita por el río y la selva, escucha el viento, mira las guacamayas volar, y se disfraza de zopilote para volar en círculos y observar de cerca su creación. Este ‘ser creador’, que nace de la cosmovisión indígena bribrí y cabécar, nos la regala majestuosamente el maestro Marvin Camacho, como una de sus tantas contribuciones a la composición musical pero también al pensamiento, a la poesía, al regreso hacia nuestro origen. Con su propia narración, Camacho nos comenta ‘Las memorias de Sibö’, ser superior de Los Talamancas, y así recrea los mitos y leyendas de la mitología indígena de estos pueblos. Las historias, escritas de manera didáctica, nos abren el intelecto hacia la comprensión de este pensamiento. Las nuevas generaciones cuentan, con esta obra, una llave de acceso hacia este misticismo, que además se acompaña bellamente de un registro sonoro a cargo del quinteto de maderas Kaltak, y de una serie de ilustraciones de la mano del artista Adrián Arguedas. Me enorgullece acompañar al maestro Camacho y a estos talentosos ‘creadores’ en la presentación de este disco monográfico. No solo están entregando a la sociedad un acervo artístico de insuperable calidad, sino que además la están acercando a una cultura que no todos conocen, y que es parte de nuestras raíces. El legado indígena, explicado magistralmente en estas memorias, debe ser ampliamente conocido, y celebro que las escuelas de Artes Musicales y Estudios Generales puedan fomentar esta difusión mediante sus talleres y cursos.

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Sin embargo, esta noche me motiva sobremanera no solo por esta presentación, sino por un gran gesto del que el maestro Camacho es pionero: la donación de sus obras manuscritas al Archivo Histórico Musical de la Universidad de Costa Rica. Con este acto, este compositor está marcando un hito en las casi dos décadas de existencia de este acervo: su decisión permitirá que toda su producción esté accesible y disponible para la consulta de cualquier ciudadano. Me complace enormemente este gesto, maestro, pues usted está permitiendo que se reconozcan sus obras con la posibilidad de conocerlo a usted también. En efecto, este archivo se ha nutrido principalmente de donaciones póstumas de compositores históricos. Entretanto, usted es el primer compositor contemporáneo que no solo nutrirá esta colección, sino que además, es el primero en hacerlo en vida. Don Marvim Camacho contribuye con el rescate del patrimonio musical costarricense. Con esta generosa donación, él mantendrá los derechos sobre sus obras, pero permite que, desde ahora, sean resguardadas en las mejores condiciones climatológicas y de seguridad, para asegurar su futura consulta. El Archivo Histórico Musical agradece este gesto, el cual se suma a las acciones de revitalización musical que ha emprendido en los últimos tiempos. A la víspera de su vigésimo aniversario, este archivo emprende un ambicioso proyecto para ir más allá del rescate de las partituras históricas: su revitalización e inserción en los repertorios actuales. Esto no es fácil; no es sencillo para los jóvenes músicos actuales el poder tomar una partitura de hace doscientos años y ejecutarla. Tal y como ha cambiado el lenguaje oral y escrito en este tiempo, podría decirse que también ha cambiado la forma de codificar la música. Por ello, el Archivo pronto empezará un proceso de transcripción de esta notación musical antigua a una moderna, de modo que las nuevas generaciones puedan ejecutar obras históricas mediante un formato más accesible. Estos esfuerzos son dignos de celebración, puesto que no solo son un gran recurso para la Universidad de Costa Rica y toda su comunidad

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universitaria, sino que además rinden un tributo a todos los músicos de nuestro país. Una vez más, nuestra universidad marca la pauta en innovación y en conservación del legado histórico, que en este caso, tiene forma de negras y corcheas. Quiero externar mi agradecimiento al señor Marvin Camacho por esta valiosa contribución. Con este pequeño gran gesto, usted está haciendo una contribución enorme para el país. Pero también lo quiero felicitar a usted, en primer lugar, y a las personas que han hecho posible la presentación de su nueva producción. En especial, quiero resaltar que esta obra fue ganadora de la Convocatoria ProArtes 2014, del Teatro Popular Melico Salazar y el Ministerio de Cultura y Juventud. Gracias a cada una de estas contribuciones, hoy gozamos de un tributo a la cultura indígena mediante maravillosos cuentos musicalizados. En su primera memoria, Sibö cuenta cómo crea el mundo, desde la mujer y el hombre, a los cuidadores de las semillas sus hijos. Creó todo un universo para los talamanqueños, y vivió entre ellos. Me permito terminar mi intervención con un extracto de esta memoria que, para mí, sintetiza el espíritu creador que no solo acompaña a Sibö, sino que también nos regala Marvin Camacho con su fructífera y prometedora carrera:

Sibö, señor de la tierra y el fuego, descansó satisfecho por todo lo creado y, sumiéndose en un profundo sueño de esferas y constelaciones, creó a Kulé y Yilí, hermosos grupos de estrellas, que decidió colgar del cielo.

Muchas gracias.