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Mateo 13:12 (LBLA) | “Porque a cualquiera que tiene, se le dará más, y tendrá en abundancia; pero a cualquiera que no tiene, aun lo que tiene se le quitará.” INTRODUCCIÓN Al estudiar “La parábola del sembrador” es correcto tomar esta parábola para enseñar acerca del evangelismo, pero también en esta parábola el Señor Jesús está enseñando acerca de cuatro estados del corazón y de cómo el efecto de la Palabra de Dios depende del estado del corazón de quien la recibe. Aquel que ama la palabra de Dios y la atesora en su corazón le será concedido el entender los misterios del Reino y a su vez podrá participar de toda la bendición decretada por Dios, pero para aquel que no la aprecia, su ignorancia le llevará a perder aun lo poco que tiene (Mateo 13:1112). ¿PORQUE LES HABLAS EN PARÁBOLAS? (Mateo 13:13) Los cuatro evangelios nos relatan la vida y ministerio de Jesús, en el evangelio de Mateo podemos ver que hasta aquí el estilo del mensaje de Jesús había sido directo, es por eso que los discípulos al escucharle enseñando en parábolas se extrañaron y le hicieron esta pregunta: ¿Por qué les hablas en parábolas? El capitulo 12 nos da la respuesta. Después que los fariseos rechazaron las señales y milagros de Jesús atribuyéndolos a Belcebú, príncipe de los demonios (Mateo 12:24), Jesús los reprende y desde allí comienza a enseñar usando parábolas, para que todos los burlistas e incrédulos viendo no vieran y oyendo no entendieran y que tan sólo a aquellos que le buscaban en lo intimo pudieran conocer el significado de sus enseñanzas. “Porque Jehová es excelso, y atiende al humilde, Más al altivo mira de lejos” (Salmo 138:6). PARÁMETROS PARA ENTENDER LA PARÁBOLA Para poder analizar y aplicar a nuestra vida el significado de esta parábola, primero debemos entender: A. Que la palabra de Dios es un decreto inviolable que permanece para siempre (Mateo 24:35), que la palabra de Dios es verdadera, activa y eficaz (Isaías 55:11) y que Dios siempre honrará sus promesas si nosotros honramos su palabra. B. Que la semilla simboliza al hombre y en todo ser humano Dios ha puesto un gran potencial genético, moral y espiritual para fructificar y desarrollar su propósito eterno. C. Que el tipo de suelo representa la actitud del corazón y que la productividad depende del estado del corazón. D. Que el fruto es producido cuando por la fe nuestro corazón activa los decretos de Dios, y estos resultan en renovación, transformación, sanidad, revelación, unción, bendición, prosperidad, conquistas, liberación, etc. Por todo esto debemos preparar y disponer nuestro corazón para recibir la palabra de Dios y que ella produzca el fruto que Dios ha determinado en nuestro corazón. 1. EL CORAZÓN INCRÉDULO Mateo 13:19 | “Cuando alguno oye la palabra del reino y no la entiende, viene el malo, y arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Este es el que fue sembrado junto al camino.” Dios dice que la fe viene por el oír la palabra de Dios (Romanos 10:17), entonces aquel que ni siquiera hace un esfuerzo por entender la palabra de Dios es porque tiene un corazón incrédulo. Al igual que un camino que ha sido compactado por las pisadas de los transeúntes pierde la sensibilidad para fructificar, así es el corazón del incrédulo y como la semilla no encuentra cabida entonces “Viene el malo, y arrebata lo que fue sembrado en su corazón”. ¿Qué es lo que hace a un corazón incrédulo? El corazón se hace incrédulo cuando prefiere creer en sus sentimientos, su lógica, su humanismo, y sus tradiciones religiosas antes que lo que Dios dice. Aunque Dios sea todo poderoso, Él ha determinado no imponer ni forzar su voluntad al hombre, es privilegio del hombre el determinar si reconoce a Dios en su vida, pero la incredulidad detiene la bendición de Dios. 2. EL CORAZÓN SIN FUNDAMENTO Mateo 13:2021 | “Y el que fue sembrado en pedregales, éste es el que oye la palabra, y al momento la recibe con gozo; 21 pero no tiene raíz en sí, sino que es de corta duración, pues al venir la aflicción o la persecución por causa de la palabra, luego tropieza.” El fundamento es lo que le da seguridad y solidez a un edificio, el Señor Jesús nos enseña que todo el que escucha sus palabras y las obedece, tiene un fundamento firme (Lucas 6:4649). Al edificar debemos hacerlo sobre la roca, pero al sembrar, el fundamento correcto es la tierra, allí las raíces se profundizan y se arraigan. Ambos fundamentos son tipologías de la palabra de Dios, pero esta segunda semilla que calló entre piedras ¿Qué significa? Las piedras representan la aflicción y la persecución por parte de los que te critican y se burlan de tu fe, esta persecución muchas veces viene de personas que apreciamos, como nuestra familia y amigos, otras veces la persecución viene por parte de personas que nos quieren influenciar a tomar decisiones inmorales o deshonestas. El objetivo de Jesús al hablar de esta semilla es enseñarnos que la persecución vendrá, pero que debemos prepararnos y arraigarnos en su palabra y su poder para poder vencer la tentación de ceder. El DISCIPULADOS MIEZ LOS CUATRO ESTADOS DEL CORAZÓN

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   Mateo  13:12  (LBLA)  |  “Porque  a  cualquiera  que  tiene,  se  le  dará  más,  y  tendrá  en  abundancia;  pero  a  cualquiera  que  no  tiene,  aun  lo  que  tiene  se  le  quitará.”      INTRODUCCIÓN  Al  estudiar    “La  parábola  del  sembrador”  es  correcto  tomar  esta  parábola  para  enseñar  acerca  del  evangelismo,  pero  también  en  esta  parábola  el  Señor  Jesús  está  enseñando  acerca  de  cuatro  estados  del  corazón  y  de  cómo  el  efecto  de  la  Palabra  de  Dios  depende  del  estado  del  corazón  de  quien  la  recibe.  Aquel  que  ama  la  palabra  de  Dios  y  la  atesora  en  su  corazón  le  será  concedido  el  entender  los   misterios   del   Reino   y   a   su   vez   podrá   participar   de   toda   la   bendición  decretada  por  Dios,  pero  para  aquel  que  no  la  aprecia,  su  ignorancia  le  llevará  a  perder  aun  lo  poco  que  tiene  (Mateo  13:11-­‐12).    ¿PORQUE  LES  HABLAS  EN  PARÁBOLAS?    (Mateo  13:13)  Los  cuatro  evangelios  nos  relatan  la  vida  y  ministerio  de  Jesús,  en  el  evangelio  de  Mateo  podemos  ver  que  hasta  aquí  el  estilo  del  mensaje  de  Jesús  había  sido  directo,  es  por  eso  que  los  discípulos  al  escucharle  enseñando  en  parábolas  se  extrañaron   y   le   hicieron   esta   pregunta:   ¿Por   qué   les   hablas   en   parábolas?   El  capitulo  12  nos  da  la  respuesta.  Después  que  los  fariseos  rechazaron  las  señales  y  milagros  de  Jesús  atribuyéndolos  a  Belcebú,  príncipe  de  los  demonios  (Mateo  12:24),   Jesús   los   reprende   y  desde   allí   comienza   a   enseñar  usando  parábolas,  para   que   todos   los   burlistas   e   incrédulos   viendo   no   vieran   y   oyendo   no  entendieran   y  que   tan   sólo   a   aquellos  que   le  buscaban  en   lo   intimo  pudieran  conocer  el  significado  de  sus  enseñanzas.  “Porque  Jehová  es  excelso,    y  atiende  al  humilde,    Más  al  altivo  mira  de  lejos”  (Salmo  138:6).        PARÁMETROS  PARA  ENTENDER  LA  PARÁBOLA    Para   poder   analizar   y   aplicar   a   nuestra   vida   el   significado   de   esta   parábola,  primero  debemos  entender:    

A. Que   la   palabra   de  Dios   es   un   decreto   inviolable   que   permanece   para  siempre  (Mateo  24:35),    que   la  palabra  de  Dios  es  verdadera,  activa  y  eficaz   (Isaías   55:11)   y   que   Dios   siempre   honrará   sus   promesas   si  nosotros  honramos  su  palabra.    

B. Que   la   semilla   simboliza   al   hombre   y   en   todo   ser   humano   Dios   ha  puesto  un  gran  potencial  genético,  moral  y  espiritual  para  fructificar  y  desarrollar  su  propósito  eterno.  

C. Que   el   tipo   de   suelo   representa   la   actitud   del   corazón   y   que   la  productividad  depende  del  estado  del  corazón.  

D. Que  el   fruto  es  producido  cuando  por   la   fe  nuestro  corazón  activa   los  decretos   de   Dios,   y   estos   resultan   en   renovación,   transformación,  

sanidad,   revelación,   unción,   bendición,   prosperidad,   conquistas,  liberación,  etc.  

 Por   todo   esto   debemos   preparar   y   disponer   nuestro   corazón   para   recibir   la  palabra   de   Dios   y   que   ella   produzca   el   fruto   que   Dios   ha   determinado     en  nuestro  corazón.    1.  EL  CORAZÓN  INCRÉDULO    Mateo  13:19  |  “Cuando  alguno  oye  la  palabra  del  reino  y  no  la  entiende,    viene  el   malo,     y   arrebata   lo   que   fue   sembrado   en   su   corazón.   Este   es   el   que   fue  sembrado  junto  al  camino.”  Dios  dice  que  la  fe  viene  por  el  oír  la  palabra  de  Dios  (Romanos  10:17),  entonces  aquel   que   ni   siquiera   hace   un   esfuerzo   por   entender   la   palabra   de   Dios   es  porque   tiene   un   corazón   incrédulo.   Al   igual   que   un   camino   que   ha   sido  compactado   por   las   pisadas   de   los   transeúntes   pierde   la   sensibilidad   para  fructificar,  así  es  el  corazón  del  incrédulo  y  como  la  semilla  no  encuentra  cabida  entonces  “Viene  el  malo,    y  arrebata  lo  que  fue  sembrado  en  su  corazón”.  ¿Qué   es   lo   que   hace   a   un   corazón   incrédulo?   El   corazón   se   hace   incrédulo  cuando   prefiere   creer   en   sus   sentimientos,   su   lógica,   su   humanismo,   y   sus  tradiciones   religiosas   antes   que   lo   que   Dios   dice.   Aunque   Dios   sea   todo  poderoso,   Él   ha   determinado  no   imponer   ni   forzar   su   voluntad   al   hombre,   es  privilegio   del   hombre   el   determinar   si   reconoce   a   Dios   en   su   vida,   pero   la  incredulidad  detiene  la  bendición  de  Dios.    2.  EL  CORAZÓN  SIN  FUNDAMENTO    Mateo  13:20-­‐21  |  “Y  el  que  fue  sembrado  en  pedregales,    éste  es  el  que  oye  la  palabra,    y  al  momento  la  recibe  con  gozo;    21    pero  no  tiene  raíz  en  sí,  sino  que  es  de  corta  duración,    pues  al  venir  la  aflicción  o  la  persecución  por  causa  de  la  palabra,    luego  tropieza.”    El   fundamento  es   lo  que   le  da  seguridad  y  solidez  a  un  edificio,  el  Señor  Jesús  nos   enseña   que   todo   el   que   escucha   sus   palabras   y   las   obedece,   tiene   un  fundamento   firme   (Lucas   6:46-­‐49).  Al   edificar   debemos  hacerlo   sobre   la   roca,  pero   al   sembrar,   el   fundamento   correcto   es   la   tierra,   allí   las   raíces   se  profundizan  y  se  arraigan.  Ambos  fundamentos  son  tipologías  de  la  palabra  de  Dios,   pero   esta   segunda   semilla   que   calló   entre   piedras   ¿Qué   significa?   Las  piedras  representan  la  aflicción  y  la  persecución  por  parte  de  los  que  te  critican  y   se   burlan   de   tu   fe,   esta   persecución   muchas   veces   viene   de   personas   que  apreciamos,   como   nuestra   familia   y   amigos,   otras   veces   la   persecución   viene  por   parte   de   personas   que   nos   quieren   influenciar   a   tomar     decisiones  inmorales   o   deshonestas.   El   objetivo   de   Jesús   al   hablar   de   esta   semilla   es  enseñarnos   que   la   persecución   vendrá,   pero   que   debemos   prepararnos   y  arraigarnos  en  su  palabra  y  su  poder  para  poder  vencer  la  tentación  de  ceder.  El  

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LOS  CUATRO  ESTADOS  DEL  CORAZÓN      

diablo  es  un  enemigo  astuto,  vendrá  seductoramente  a  engañarte  pero  después  regresará   cruelmente   a   acusarte   y   a   hacerte   sentir   inútil   e   indigno,   ante   esto  muchos   se   apartan   de   Dios.   La   falta   de   fundamento   te   roba   la   herencia,   la  promesa,  el  fruto  y  la  conquista,  debemos  fundamentarnos  en  Dios  y  su  palabra  y  si   fallamos  debemos  recordar  que  nuestro  Señor  es  misericordioso  (Hebreos  4:15-­‐16).                3.  EL  CORAZÓN  MATERIALISTA    Mateo   13:22   |   “El   que   fue   sembrado   entre   espinos,     éste   es   el   que   oye   la  palabra,     pero   el   afán   de   este   siglo   y   el   engaño   de   las   riquezas   ahogan   la  palabra,    y  se  hace  infructuosa.”    No  hay  nada  más  peligroso  que  el  materialismo,  Dios  dice  que  el  amor  al  dinero  es  la  raíz  de  todos  los  males  (1  Tim  6:10).  El   materialismo   produce   codicia,   afán   y   ansiedad,   ambición,   egoísmo,  vanagloria,  etc.  Dios  dice  que  no  se  puede  servir  a  dos  señores,  si  se  ama  a  uno,  se  aborrece  al  otro  (Mateo  6:24).  Dios  no  condena  a  quienes  tienen  dinero,   la  Biblia   dice   que   Él   da   riquezas   a   quien   quiere,   pero   si   condena   al   corazón  materialista.    ¿Qué  es  un  corazón  materialista?  Es  aquel  que  ama  y  se  afana  por  lo  material    tanto  que  no  quiere  ningún  compromiso  con  la  obra  de  Dios.  Esta  es  la  semilla  que  cayó  entre  espinos.  Pidamos  a  Dios  que  nos  libre  de  un  corazón  materialista,   porque   no   es   necesario   ser   rico   para   ser   materialista,   muchas  personas   son  pobres  pero  no  dan   fruto  para  Dios  por  aferrarse  a   lo  poco  que  tienen.      4.  EL  CORAZÓN  SENSIBLE  A  LA  PALABRA    Mateo  13:23  |  “Mas  el  que  fue  sembrado  en  buena  tierra,  éste  es  el  que  oye  y  entiende  la  palabra,    y  da  fruto;    y  produce  a  ciento,    a  sesenta,    y  a  treinta  por  uno.”    El  corazón  sensible  a  la  palabra  de  Dios  es  aquel  que  (1)  OYE  y  se  deleita  en  la  palabra;  (2)    ENTIENDE,  no  se  hace  el  desentendido  sino  que  la  obedece,    y  (3)  DA   FRUTO,   busca   la   oportunidad   para   obedecer   y   actuar.     Este   es   un  instrumento  que  Dios  usa  para  edificar  y  producir  en  su  reino.        CONCLUSIÓN    Cuando  Dios  nos  llama  también  nos  capacita  y  en  la  genética  espiritual  que  Dios  puso   en   nuestro   corazón   tenemos   la   capacidad   de   fructificar   en   uno   de   tres  niveles  de  capacidad:  al  ciento,    al  sesenta,    y  al  treinta  por  uno.    Todos   los   cristianos   nacidos   de   nuevo   compareceremos   ante   el   tribunal   de  Cristo  para  ser  juzgados  por  nuestra  fidelidad  y  productividad  (2  Corintios  5:10).  Dispongamos  nuestro  corazón  y  seamos  fieles  en  su  obra  para  que  podamos  ser  la  semilla  que  produce  mucho  fruto  para  Dios.