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  • Ejercicios EspiritualesDe San Ignacio de Loyola

  • Qu es el discernimiento?El discernimiento espiritual es la bsqueda de la voluntad de Dios. Es un perpetuo abrirse plenamente a Dios para reconocer y cumplir la voluntad del Seor. San Ignacio de Loyola dedica todo el libro de los Ejercicios Espirituales (E.E.) a este tema, puesto que es un camino, una experiencia de Discernimiento Espiritual (D.E.), para descubrir la voluntad la divina voluntad.

  • Para poder hacer un buen discernimiento (una buena eleccin) es necesario tener en cuenta algunas nociones bsicas de todos los movimientos espirituales que se nos presentan. Empezaremos hablando de las mociones.

  • Son los varios movimientos, impulsos y llamados, apelos y atracciones que experimentamos en nuestra conciencia. Por ejemplo, veo a alguien necesitado y siento en mi conciencia un apelo para ayudar a esa persona. El apelo resuena en mi conciencia como una voz que me dice: ayuda a esa persona. Este apelo es una mocin, un movimiento interior. Las mociones, en cuanto tales, son rpidas. Pero puede tener una resonancia que se prolonga por un determinado tiempo, estableciendo un estado interior de paz o de inquietud, de alegra p tristeza, de malestar o bienestar, dando lugar a las Consolaciones o Desolaciones.

  • 1) PROCEDENCIA. Relacin a las causas de donde proceden.2) CALIDAD. Bondad o malicia de las tendencias.3) DIRECCIN. Diversos movimientos concretos e individuales considerados en su unidad genrica que manifiestan cierta tendencia o propensin

    BUEN ESPRITU: induce hacia el bien sin mezcla. Confieren al hombre madurez, plenitud y libertad en la bsqueda del bien ms all de todo otro inters.MAL ESPRITU: Desvan la correcta direccin o inducen a la vuelta atrs.

  • Dejar que aparezcan en toda su potencia y dinamicidad. Las del Buen Espritu para dejarse guiar; las del Mal Espritu para rechazar.Por la capacidad de autoengao, el discernimiento se cierra hasta el final: Historizando mociones.

  • Historizar mociones;Cotejar;Ver frutos

  • AcontecimientoHecho

    Tendencia hacia algoAdhesin emocionalAdelanteAtrsCONTEXTO

  • Buen EsprituMal EsprituACEPTAR/RECHAZARFsicoPsquicoMellevana DiosLa aceptoNo mellevan aDiosLa rechazoBuenasmoral-menteMalasmoral-menteMalEsp.rBuenEsp.Malasespiri-tualmenteCaer en la cuentaCaer en la cuentaEE: 313Sentir: Caer en la cuenta, tomar conciencia. No soy yo quien los produce, suceden en m. Conocer: Ver si estos movimientos son buenos o no. Si me llevan a Dios o a algo bueno, son buenos; si me apartan, no son buenos. Se causan: de acuerdo a su condicin, recibirlas o rechazarlas.Toda mocin moralmente mala, es espiritualmente mala: la venganza: la moral me dice esto no se puede hacer; espiritualmente es mala porque yo debe amar.No toda mocin moralmente buena puede ser espiritualmente buena: Trabajar con nios pobres es bueno, pero quiere Dios que abandone a los ancianos pobres?

  • son estados interiores y no algo rpido. Permanecen por un tiempo notable (tienen una duracin de 5 minutos, una hora, un da...)

  • es una experiencia total y totalizante. Se da en lo profundo del espritu humano, pero alcanza todo, alcanza la sensibilidad y el cuerpo. La consolacin tiene referencia explcita a Dios, o a cualquiera de sus ministerios, con una presencia interior inconfundible. Puede venir, por ejemplo, con un impulso para donarse a los otros y con un sentimiento de que Esto, s, es vida.

  • Tambin es una experiencia total y totalizante, alcanza el espritu humano, la sensibilidad y el cuerpo (puede provocar nerviosismo y una depresin generalizada). En la Desolacin hay un sentimiento de ausencia de Dios (lo contrario de la consolacin) y predomina una visin ttrica de la vida (parece que nada vale la pena o que ni vale la pena vivir). Puede ser fuerte, entonces, el pesimismo o tendencias pesimistas que crecern desmedidamente.

  • DISCERNIMIENTO1. Recoger mociones

  • Persona

    Libertad:

    El peso de mis heridas

    La riqueza de mi manantial

  • MocionesCriterios:1) Justicia solidaria (Mt 25,31)2) Misericordia de Dios (Lc 6,36)4) Cuidar de m como cuido de otros (Mt 19,19)

  • TretasDemonio: mal.Satn: El padre de la mentira (Enemigo de la naturaleza humana)Tctica:1) Aprovechndose de: - Nuestros Instintos (Hacindonos incapaces de manejarlos)- Nuestra heridas (Agrandndolas, hacindonoslas sentir con ms dolor para hundirnos en el momento presente)2) Aprovechndose de:- Cualidad importante: La saca de quicio, encumbrndonos, juicios a los dems, criterio de verdad.- Ver como virtud nuestras compulsiones o mecanismos de defensa.

  • Todos estos estados interiores tienen un origen en la mociones, que pueden ser del Buen Espritu o del Mal Espritu.Mociones Buen o Mal Espritu Consolacin o Desolacin

  • MAL ESPRITU OBJETIVOS: - Busca alejarnos ms de Dios. - Quiere mantenernos y hundirnos en el pecado. MEDIOS:- Hace que el grupo o la persona se sienta a gusto como est.- Propone placeres vacos, huecos.- Hace imaginar deleites y placeres sensuales, para conservarlos y aumentarlos ms en sus vicios y pecados.

    BUEN ESPRITU OBJETIVOS:- Busca acercarnos a Dios.- Quiere sacarnos del pecado.MEDIOS:- Nos crea insatisfaccin, inquietud y remordimiento para que la persona o el grupo caiga en cuenta de su situacin de engao y pecado.

  • MAL ESPRITU OBJETIVOS: - Busca estorbar, impedir y dificultar el avance. MEDIOS:- Desanima y debilita nuestros buenos propsitos- Nos llena de pesimismo- Nos entristece y deprime.- Nos intranquiliza con falsas razones.- Impulsa a la persona o grupo a racionalizar su situacin y actuacin, para que se contente con lo que ha conseguido hasta el momento y as no siga adelante. BUEN ESPRITU OBJETIVOS:- Busca ayudar y facilitar al avance.MEDIOS:- Da nimo y fuerzas.- Sugiere soluciones, inspira nuevos cambios.- Nos produce consolacin, alegra.- causa tranquilidad (paz interior)- Quita TODOS los impedimentos que existen para que la persona o el grupo siga progresando en el camino del bien.

  • Tercera regla de discernimiento:LA CONSOLACINLa consolacin puede tener los siguientes matices:Nuestra fe se fortifica y aumenta, lo mismo que la esperanza y el amor.Los temores y la dudas se disipan.Sintiendo alegra, paz, tranquilidad profunda y a veces inexplicables.Sintiendo claridad y firmeza para lo que tengamos que emprender.Sintiendo fuerzas y deseos de superar las actitudes de pecado.Sintiendo luz intelectual que hace entender de una manera siempre nueva, lo que es amor a Dios, servir a los dems o comprender profundamente las verdades de la fe.Sintiendo deseos de comunicar a alguien, la experiencia positiva que se vive.

  • Sintiendo impulso de ayudar a los hermanos ms necesitados: los pobres y los marginados.Sintiendo tristeza por la vida floja de vida y de pecado.Algunos santos han llorado, ya sea por el amor que experimentaban, o por el arrepentimiento de sus pecados.Sintiendo facilidad y alegra en el dilogo con el Seor (oracin). A veces este dilogo se llena de la experiencia profunda de que Dios me escucha, e incluso de que me habla.Sobre todo sentimos la cercana de Dios.La vida y el trabajo de un grupo se hace ms llevadero. Reina la paz, la armona y el dese de mejorar.Otros matices que la persona debe detectar y expresar.

  • Cuarta regla de discernimiento:LA DESOLACINLa desolacin puede tener los siguientes matices:Sentimiento de oscuridad que lleva a la duda y a la falta de fe.Nos llenamos de miedos sin ningn fundamento.Caemos en estados de depresin, a veces sin saber por qu, a veces sabindolo o suponindolo.Sintiendo nostalgia, soledad, tristeza, ante la imposibilidad de un cambio de vida.Sintiendo inseguridad ante decisiones que tenemos que tomar, o de estar en lo correcto.Sintiendo prdida de confianza en el grupo o comunidad a que pertenecemos.No aceptando a las personas como son.Sintiendo abatimiento, mal humos, disgusto de todo.

  • Sintiendo impulso a vivir en soledad, a aislarnos de los dems, a encerrarnos en nosotros mismos.Tambin a vivir despreocupados de los otros, sin importar los problemas de justicia o explotacin que viven los otros.Sintiendo satisfaccin y alegra por la vida floja de vicio y pecado que estamos llevando.Sintiendo que nos invade la pereza ante cualquier forma de trabajo, ante el estudio y el apostolado.Sintiendo aburrimiento y desnimo de seguir con la oracin, o la falta de confianza en las oraciones de peticin.No sintiendo gusto por las cosas de Dios.Sintiendo frialdad ante todo lo que se refiere a Cristo. Verlo como algo alejado que no afecta para nada mi vida y , a veces , fastidia.

  • En determinados momentos esto puede llegar a convertirse en nausea de las cosas espirituales, de la vida, y aun del mismo Dios.Llegamos a sentir a Dios muy lejos de nuestra vida.Se da una prdida de confianza y esperanza, todo se ve negro, todos los obstculos se juntan, no se ve ninguna salida.La vida se llena de tedio, aburrimiento, hartura y pesimismo. Si la desolacin es de un grupo, se detecta frialdad, tanto en la relacin interpersonal como en el trabajo.

  • - El grupo o persona que est en desolacin, nunca debe hacer mudanza, es decir que no debe olvidar ni cambiar los propsitos o determinaciones u opciones que tom en un estado anterior de paz o consolacin. Porque as como en la consolacin nos gua y aconseja el buen espritu, al revs en la desolacin, donde lo hace e mal espritu, con cuyos consejos nos podemos equivocar y perder.

  • - Dado que en la desolacin no debemos mudar los primeros propsitos, mucho aprovecha en intenso mudarse contra la desolacin, es decir: luchar.Esto lo conseguirs haciendo todo lo contrario de lo que te proponga la desolacin, por ejemplo: si la desolacin me lleva a cortar la oracin, pues, me alargar en ella un poco ms; si la desolacin me conduce al pesimismo, procurar no entrar en l y para eso me puedo ayudar de frases que expresen alegra o confianza en Dios, o de prrafos de la Escritura que tengan este sentido; si conduce a la separacin y divisin del grupo, se debe fomentar la unidad; y as por el estilo

  • El grupo o persona que est en desolacin, debe considerar este tiempo como una prueba de Dios, para que resista las varias agitaciones y tentaciones del enemigo. En medio de la prueba no se olvide que siempre contar con la fuerza de la gracia para vencer esa situacin, aunque no lo sienta.

  • - El grupo o la persona que est en desolacin, trabaje por ser paciente, esta virtud es contraria (es decir se opone), a las vejaciones (pruebas) que le vienen, y piense que muy pronto ser consolado, por supuesto, si pone por obra la indicacin de la regla sexta, especialmente aumentar los ratos de oracin, la frecuencia de los sacramentos y la orientacin con el acompaante.

  • - Tres pueden ser las causas principales de la desolacin:Por ser tibios, perezosos o negligentes es llevar nuestra vida espiritual: oracin, examen de conciencia, frecuencia de sacramentos, etc.Las que permite Dios para probarnos hasta cunto somos capaces de servirlo sin el premio de la consolacin.Para que el hombre caiga en cuenta de que la consolacin no es el logro de un voluntarismo, sino una gracia especial de Dios.

  • EN TIEMPO DE CONSOLACINEl grupo o la persona que est en consolacin, no debe hacer tantas cosas como los que estn en desolacin, pero es muy grave no cumplir en la consolacin con las siguientes sugerencias porque podemos caer en la presuncin, y eso es preanuncio de la prxima desolacin.

    - El que se halla en consolacin, acostmbrese a dar gracias a Dios y a pedirle fuerzas para el tiempo de la desolacin que despus vendr.

  • - El que se halla en consolacin, procure recordar lo flojo, dbil y cobarde que es durante las desolaciones, cuando le faltan las consolaciones. Por el contrario el que est en desolacin piense, que con la gracias que nunca le falta, puede resistir a todos sus enemigos.As como en la desolacin es recomendable no cambiar de propsitos, en la consolacin crecida tampoco se debe hacer opciones importantes. Es mejor anotar los sentimientos y pensamientos para que, en un tiempo ms equilibrado de emociones, la decisin sea ms objetiva.

  • El enemigo se comporta como:MujerDbil ante la fuerza, fuerte ante la debilidadVano enamoradoMantener en secreto,no ser descubiertoCaudilloAtaca por la parte ms dbil

  • El enemigo se hace como mujer, que puede ser fuerte o dbil segn el caso. Ya sabemos que la mujer cuando rie con algn varn, pierde mucho el nimo y se bate en retirada cuando el hombre la encara de manera decidida; por el contrario, si el varn comienza a huir perdiendo nimo, la ira, venganza y ferocidad de la mujer es grande y desmedida.De la misma manera el enemigo, se debilita, desanima y huye con sus tentaciones cuando la persona que se ejercita en las cosa espirituales pone mucho rostro (enfrenta) las tentaciones del enemigo, haciendo lo diametralmente opuesto[1]; y por el contrario, si la persona que se ejercita comienza a tener miedo, y a desanimarse de no poder soportar las tentaciones, no hay bestia tan fiera sobre la faz de la tierra como el enemigo, hasta conseguir su perversa intencin con gran maldad. [1] En latn: oppsito per diametrum

  • As mismo, se hace como un seductor, queriendo mantenerse en secreto y no ser descubierto. Porque as como el seductor cuando emplea sus artes con una mujer casada o una hija, quiere que su palabras o sugerencias sean mantenidas en secreto. Y por el contrario le disgusta mucho el que la hija al padre o la mujer al marido descubra sus palabras e intencin depravada, porque fcilmente saca la conclusin que no podr salirse con la suya.De la misma manera obra el enemigo, cuando trae sus astucias y mentiras al hombre, quiere y desea que sean recibidas y mantenidas en secreto para que tenga ms confusin estando en soledad, mas cuando las descubre a su asesor espiritual o a una persona entendida, que conozca de sus engaos y malicias, mucho le pesa, porque se da cuanta que no podr salirse con la suya, por quedar descubiertos sus engaos.

  • As mismo, se hace como un mal caudillo (jefe de una banda de ladrones) que, cuando quiere entrar en algn sitio, antes estudia bien la situacin y planea la accin, buscando los puntos ms dbiles del lugar que piensa asaltar.De la misma manera obra el enemigo, busca los puntos ms dbiles de nuestra personalidad para atacarnos: el egosmo, la sensualidad, la codicia del dinero, la impaciencia, la soberbia, el orgullo, la vanidad, la pereza, etc.: y por ah busca abatirnos.

  • FuerzaTransparenciaRealismo ante mis mayores dificultades

  • La primera: es propio de Dios y de sus ngeles, en sus mociones, dar verdadera alegra y gozo espiritual, quitando toda tristeza y turbacin, a las que el enemigo induce; del cual es propio guerrear contra esa alegra y consolacin espiritual, trayendo razones aparentes, sutilezas y continuos engaos.

  • La segunda: slo es de Dios nuestro Seor dar consolacin al alma sin causa precedente, porque es propio del Criador entrar, salir, hacer mocin en ella, elevndola toda en amor de su divina majestad. Sin causa quiere decir sin ningn previo sentimiento o conocimiento de algn objeto por el que venga esa consolacin mediante su acto de entendimiento y voluntad.

  • La tercera: con causa puede consolar al alma as el ngel bueno como el malo por fines contrarios: el ngel bueno para provecho del alma, para que crezca y suba de bien en mejor; y el ngel malo para lo contrario, y posteriormente para traerla a su daina intencin y malicia.

  • La cuarta: es propio del ngel malo, que se disfraza de ngel de luz, entrar con lo que gusta al alma devota y salir con el mal que l pretende; es a saber, traer pensamientos buenos y santos conforme a esa alma justa; y despus, poco a poco, procura salirse con la suya, trayendo al alma a sus engaos cubiertos y perversas intenciones.

  • La quinta: debemos advertir mucho el curso de los pensamientos; y si al principio, medio y fin es todo bueno, inclinado a todo bien, es seal de ngel bueno; pero si el curso de los pensamientos que trae acaba en alguna cosa mala o distractiva, o menos buena que la que antes el alma haba propuesto, o la debilita, inquieta o conturba, quitndole la paz, tranquilidad y quietud que antes tena, es seal clara de que procede del mal espritu, enemigo de nuestro provecho y salvacin eterna.

  • La sexta: cuando el enemigo de la naturaleza humana fuere sentido y conocido por su cola serpentina y el mal fin a que induce, aprovecha a la persona que fue tentada por l, mirar luego el curso de pensamientos que le trajo, y el principio de ellos, y cmo poco a poco procur hacerla descender de la suavidad y gozo espiritual en que estaba, hasta traerla a su intencin pervertida, para que, sacando experiencia de este conocimiento, en adelante se guarde de sus engaos acostumbrados.

  • La sptima: a los que proceden de bien en mejor, el ngel bueno toca al alma dulce, leve y suavemente, como gota de agua que entra en una esponja, y el ngel malo toca agudamente y con ruido e inquietud, como cuando la gota de agua cae sobre la piedra. A los que proceden de mal en peor, los dichos espritus tocan de modo contrario; la causa de esto es que la disposicin del alma es contraria o semejante a los dichos espritus. Porque cuando es contraria entran con estrpito, sensible y perceptiblemente; y cuando es semejante entran con silencio, como en propia casa a puerta abierta.

  • La octava: cuando la consolacin es sin causa. Aunque en ella no haya engao por ser de Dios nuestro Seor slo, como est dicho, sin embargo, la persona espiritual a quien Dios da esa consolacin debe mirar con mucha vigilancia y atencin dicha consolacin, y discernir el tiempo propio de la actual consolacin, del tiempo siguiente en que el alma queda caliente con el fervor y favorecida con los efectos que deja la consolacin pasada; porque muchas veces en este segundo tiempo por su propio discurrir relacionando conceptos y deduciendo consecuencias de sus juicios, o por el buen espritu o por el malo, forma diversos propsitos y pareceres que no son dados inmediatamente por Dios nuestro Seor; y por tanto hay que examinarlos muy bien antes de darles entero crdito o ponerlos por obra.

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