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1 1 Directrices para la práctica psicológica en los Sistemas de Asistencia Sanitaria American Psychological Association January 2013. American Psychologist, V. 62, nº 1, pp 1-6 Traducción y adaptación normativa: M. Bencomo Los profesionales de la psicología han adquirido mayor presencia en el ejercicio de distintas prestaciones dentro de los sistemas de asistencia sanitaria. Está diversificación tiene su origen tanto en el reconocimiento de la psicología como profesión sanitaria (Belar, 2000; Brown et al., 2002) y de las competencias profesionales de los psicólogos y psicólogas, como en el reconocimiento del valor de la psicología en los sistemas de salud y bienestar. También se debe a la rápida evolución de los sistemas de asistencia sanitaria (Asociación Americana de Psicología [APA], 2009b). Al mismo tiempo, los roles del psicólogo se han extendido en este ámbito y la colaboración multidisciplinar en el entorno sanitario se está convirtiendo en algo cada vez más común. Esta guía está dirigida a profesionales de la psicología, a otros profesionales de la salud, a gestores de los sistemas de asistencia sanitaria y al público en general con el objetivo de determinar cuáles son las funciones y responsabilidades del psicólogo en estos contextos. Esta guía de buenas prácticas está basada en los principios éticos recogidos en el Ethical Principles of Psychologists and Code of Conduct 1 y el Record Keeping Guidelines (APA, 2007). Su objetivo es orientar a los y las profesionales de la psicología sobre cuáles son sus roles y responsabilidades en la prestación de servicios y cuidados clínicos, incluyendo funciones de formación y gestión. Existen responsabilidades adicionales, relacionadas con la investigación en los sistemas de asistencia sanitaria que no han sido incluidas en esta guía; para consultar esta información, se recomienda acudir al Código Ético de la APA (Ethical Standards 8.0 through 8.15). De acuerdo con los estándares éticos, el ejercicio de la psicología en las distintas prestaciones de los sistemas de salud está basado en conocimientos científicos y profesionales empíricos (Ethical Standards 2.04). Esta guía también puede orientar la creación de normas y la toma de decisiones sobre el papel de los psicólogos/as de acuerdo a su nivel de experiencia y de formación en los servicios de asistencia sanitaria. Las leyes estatales y federales (incluyendo aquéllas que regulan la prestación de servicios, los acuerdos de pago y las estructuras empresariales), las normas de los organismos de acreditación, (vg. Joint Comission, 2009) y los estatutos de las instituciones 1 A partir de ahora, Código Ético de la APA.

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1

Directrices para la práctica psicológica en los Sistemas de

Asistencia Sanitaria

American Psychological Association

January 2013. American Psychologist, V. 62, nº 1, pp 1-6

Traducción y adaptación normativa: M. Bencomo

Los profesionales de la psicología han adquirido mayor presencia en el ejercicio de distintas

prestaciones dentro de los sistemas de asistencia sanitaria. Está diversificación tiene su origen

tanto en el reconocimiento de la psicología como profesión sanitaria (Belar, 2000; Brown et

al., 2002) y de las competencias profesionales de los psicólogos y psicólogas, como en el

reconocimiento del valor de la psicología en los sistemas de salud y bienestar. También se

debe a la rápida evolución de los sistemas de asistencia sanitaria (Asociación Americana de

Psicología [APA], 2009b). Al mismo tiempo, los roles del psicólogo se han extendido en este

ámbito y la colaboración multidisciplinar en el entorno sanitario se está convirtiendo en algo

cada vez más común. Esta guía está dirigida a profesionales de la psicología, a otros

profesionales de la salud, a gestores de los sistemas de asistencia sanitaria y al público en

general con el objetivo de determinar cuáles son las funciones y responsabilidades del

psicólogo en estos contextos.

Esta guía de buenas prácticas está basada en los principios éticos recogidos en el Ethical

Principles of Psychologists and Code of Conduct1 y el Record Keeping Guidelines (APA, 2007). Su

objetivo es orientar a los y las profesionales de la psicología sobre cuáles son sus roles y

responsabilidades en la prestación de servicios y cuidados clínicos, incluyendo funciones de

formación y gestión. Existen responsabilidades adicionales, relacionadas con la investigación

en los sistemas de asistencia sanitaria que no han sido incluidas en esta guía; para consultar

esta información, se recomienda acudir al Código Ético de la APA (Ethical Standards 8.0

through 8.15). De acuerdo con los estándares éticos, el ejercicio de la psicología en las distintas

prestaciones de los sistemas de salud está basado en conocimientos científicos y profesionales

empíricos (Ethical Standards 2.04).

Esta guía también puede orientar la creación de normas y la toma de decisiones sobre el papel

de los psicólogos/as de acuerdo a su nivel de experiencia y de formación en los servicios de

asistencia sanitaria. Las leyes estatales y federales (incluyendo aquéllas que regulan la

prestación de servicios, los acuerdos de pago y las estructuras empresariales), las normas de

los organismos de acreditación, (vg. Joint Comission, 2009) y los estatutos de las instituciones

1 A partir de ahora, Código Ético de la APA.

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también resultan relevantes para estas normas y decisiones2. Estas guías se construyen sobre

lo establecido en anteriores guías creadas a propósito de privilegios, credenciales y estatutos

específicos para entornos hospitalarios (APA Board of Professional Affairs, Committee on

Professional Standards, 1987; APA, Board of Professional Affairs, Task Force on Hospital

Privileges, 1991) e inciden sobre los temas previamente señalados en un documento adicional

de la APA del mismo periodo, relativo a la práctica de la psicología en hospitales (APA Practice

Directorate, 1998).

Existe una amplia variedad de servicios de asistencia sanitaria, entre los que se encuentran: los

centros de atención primaria y de atención integral, hospitales, los centros de rehabilitación,

los centros residenciales, los centros de cirugía ambulatoria y los centros de tratamiento por

abuso de sustancias. De manera similar, hay una amplia variedad de pacientes dentro de cada

uno de estos servicios que requieren atención psicológica (como los de pediatría y geriatría, los

enfermos crónicos, enfermos mentales o bajo determinados tratamientos médicos, los

pacientes procedentes de distintas culturas o grupos socioeconómicos, etc.). Asimismo existen

distintas posibilidades que pueden permitir la intervención del psicólogo en el tratamiento

directo o indirecto de pacientes dentro de los distintos servicios de asistencia sanitaria: desde

estar como empleados del centro a estar como profesionales independientes; ya sea mediante

un vínculo contractual o mediante un seguimiento de los pacientes que entran en la red del

sistema de asistencia sanitaria. En cualquier caso, las psicólogas y psicólogos cuentan con

habilidades y conocimientos de comunicación, de aspectos conductuales, de toma de

decisiones, de interacción humana y de organizaciones; habilidades útiles en toda la variedad

de escenarios, problemas de salud y salud mental. Estas guías se pueden aplicar a todo este

espectro. Sin embargo, aunque es ampliamente reconocible el aumento del uso de las nuevas

tecnologías (tele-salud) y sus consecuencias directas en la práctica profesional, estas

consideraciones escapan al objeto de estas guías. Los estándares éticos y legales de la

psicología están relacionados, salvo que se especifique lo contrario, con todo el espectro de

sistemas de asistencia sanitaria y a toda función del psicólogo en dichos sistemas.

El término guía hace referencia a enunciados que sugieren o recomiendan comportamientos

profesionales específicos. Se diferencia de los estándares o normas, puesto que éstos son de

carácter obligatorio y suelen ir acompañados de un mecanismo de aplicación. Por tanto, las

guías son una declaración de intenciones. Están dirigidas a facilitar el constante y sistemático

desarrollo profesional y a ayudar a garantizar un alto nivel en la práctica profesional

psicológica. Las guías no pretenden ser obligatorias o exhaustivas y pueden no ser aplicables a

todas las situaciones profesionales o clínicas. No son definitivas y no pretenden sustituir el

criterio de los psicólogos.

2 Estas cuestiones se regulan en la siguiente normativa europea y nacional aplicable a los psicólogos en España: la

Ley 25/2009 del 22 de diciembre, de modificación de diversas leyes para su adaptación a la Ley sobre el libre acceso a las actividades de servicios y su ejercicio, denominada “Ley Omnibus”, todo ello centrado en el marco de la Directiva 2006/123/CE del 12 de diciembre de 2006 del Parlamento Europeo y del Consejo, relativa a los servicios en el mercado interior. La Ley 2/1974, del 13 de febrero, de Colegios Profesionales. La Ley 44/2003, del 21 de noviembre, de ordenación de las profesiones sanitarias. El Código Deontológico del Consejo General de Colegios Oficiales de Psicólogos, modificado para su adaptación a la Ley 25/2009 de 22 de diciembre sobre el libre acceso a las actividades de servicios y su ejercicio.

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A continuación ofrecemos un glosario de términos útiles que aparecen en las guías. En primer

lugar, los psicólogos/as son considerados como proveedores de servicios sanitarios (APA,

1996), con amplia formación y experiencia en prevención, evaluación, diagnóstico e

intervención terapéutica de la salud física y psicológica de sus consultantes basada en: 1) un

doctorado en psicología, 2) un periodo de prácticas supervisadas en el ámbito de la asistencia

sanitaria; y 3) estar autorizado como psicólogo para ejercer la práctica3.

3 En España la formación y experiencia exigibles a los psicólogos aparecen reguladas en la Ley 44/2003, de 21 de

noviembre, de ordenación de las profesiones sanitarias. Entre otros, cabe destacar en este sentido, lo establecido en los siguientes artículos: Artículo 16. Títulos de Especialistas en Ciencias de la Salud. 1. Corresponde al Gobierno, a propuesta de los Ministerios de Educación, Cultura y Deporte y de Sanidad y Consumo, previo informe de la Comisión de Recursos Humanos del Sistema Nacional de Salud, del Consejo Nacional de Especialidades en Ciencias de la Salud y de la organización u organizaciones colegiales que correspondan, el establecimiento de los títulos de Especialistas en Ciencias de la Salud, así como su supresión o cambio de denominación. 2. El título de especialista tiene carácter oficial y validez en todo el territorio del Estado. 3. Sin perjuicio de las facultades que asisten a los profesionales sanitarios citados en los artículo 6.2 y 7.2 de esta Ley, ni de los derechos reconocidos, por norma legal o reglamentaria, a quienes se encuentran habilitados para desempeñar plaza de especialista sin el correspondiente título, la posesión del título de especialista será necesaria para utilizar de modo expreso la denominación de especialista, para ejercer la profesión con tal carácter y para ocupar puestos de trabajo con tal denominación en centros y establecimientos públicos y privados. Artículo 17. Expedición del título de especialista. 1. Los títulos de especialista en Ciencias de la Salud serán expedidos por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. La obtención del título de especialista requiere: Estar en posesión del título de Licenciado o Diplomado Universitario que, en cada caso, se exija. Acceder al sistema de formación que corresponda, así como completar éste en su integridad de acuerdo con los programas de formación que se establezcan, sin perjuicio de lo establecido en el artículo 23 de esta Ley para el supuesto de nueva especialización. Superar las evaluaciones que se determinen y depositar los derechos de expedición del correspondiente título. Artículo 18. Reconocimiento profesional de títulos de especialista obtenidos en Estados extranjeros. 1. El Gobierno, a propuesta del Ministerio de Sanidad y Consumo establecerá los supuestos y procedimientos para el reconocimiento en España de títulos de especialista obtenidos en Estados no miembros de la Unión Europea, conforme a lo que, en su caso, establezcan los tratados y convenios internacionales que resulten de aplicación. Artículo 20. Sistema de formación de especialistas. 1. La formación de Especialistas en Ciencias de la Salud implicará tanto una formación teórica y práctica como una participación personal y progresiva del especialista en formación en la actividad y en las responsabilidades propias de la especialidad de que se trate. 2. La formación tendrá lugar por el sistema de residencia en centros acreditados. En todo caso, los centros o unidades en los que se desarrolle la formación deberán estar acreditados conforme a lo previsto en el artículo 26. 3. La formación mediante residencia se atendrá a los siguientes criterios: Los residentes realizarán el programa formativo de la especialidad con dedicación a tiempo completo. La formación mediante residencia será incompatible con cualquier otra actividad profesional. También será incompatible con cualquier actividad formativa, siempre que ésta se desarrolle dentro de la jornada laboral de la relación laboral especial del residente. La duración de la residencia será la fijada en el programa formativo de la especialidad y se señalará conforme a lo que dispongan, en su caso, las normas comunitarias. La actividad profesional de los residentes será planificada por los órganos de dirección conjuntamente con las comisiones de docencia de los centros de forma tal que se incardine totalmente en el funcionamiento ordinario, continuado y de urgencias del centro sanitario. Los residentes deberán desarrollar, de forma programada y tutelada, las actividades previstas en el programa, asumiendo de forma progresiva, según avancen en su formación, las actividades y responsabilidad propia del ejercicio autónomo de la especialidad. Las actividades de los residentes, que deberá figurar en el Libro de Residente, serán objeto de las evaluaciones que reglamentariamente se determinen. En todo caso existirán evaluaciones anuales y una evaluación final al término del período de formación. Durante la residencia se establecerá una relación laboral especial entre el servicio de salud o el centro y el especialista en formación. El Gobierno, atendiendo a las características específicas de la actividad formativa y de la actividad asistencial que se desarrolla en los centros sanitarios, y de acuerdo con los criterios que figuran en este capítulo y en la disposición adicional primera de esta Ley, regulará la relación laboral especial de residencia.

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El término paciente hace referencia al menor, adolescente, adulto, persona de la tercera edad,

pareja, familia, grupo, organización, comunidad u otros grupos de población que estén

recibiendo tratamiento psicológico en algún sistema de asistencia sanitaria. Sin embargo,

reconocemos que en muchas situaciones existen razones justificadas para usar los términos

cliente o persona, en lugar de paciente para hacer referencia al receptor de los servicios.

Finalmente, el término multidisciplinar se usa en las guías, pero reconocemos que en algunas

instancias los psicólogos, en realidad, trabajan en contextos transdisciplinares, prestando una

atención integral que supera los límites de las distintas disciplinas.

I. Identidad Profesional en el Sistema de Asistencia Sanitaria.

Guía 1. Los profesionales de la psicología son conscientes de sus obligaciones éticas

y legales como miembros de una profesión diferenciada e independiente.

Justificación. La participación en diagnósticos y tratamientos multidisciplinares dentro de

sistemas necesita de la cuidadosa atención de los psicólogos y las psicólogas para mantener su

identidad profesional y sus responsabilidades. Las personas atendidas en los sistemas de

asistencia sanitaria deberían recibir servicios psicológicos de calidad. La integración de los

servicios psicológicos en la amplia gama de modalidades y sistemas de atención requiere que

estos servicios sean los mejores disponibles en el sistema de prestaciones o que sean

supervisados por psicólogos con la necesaria formación y experiencia.

Aplicación. De acuerdo con la legislación aplicable, los profesionales de la psicología se

esfuerzan por evitar ofrecer servicios que vayan más allá del límite de sus competencias (APA

Ethics Code, Standard 2.01). De manera similar, tratan de evitar delegar tareas en personas

que carezcan de las competencias necesarias, en base a su formación y experiencia, exista o no

un nivel de supervisión y control adecuados (APA Ethics Code, Standard 2.05). Se esfuerzan por

evitar comprometer su juicio profesional por las coacciones o presiones de otros/as

profesionales o del sistema (APA Ethics Code, Standard 1.03). Los psicólogos abogan por unas

adecuadas elaboración de presupuestos, dotación de personal, aspectos comerciales

(contratos, facturación…), supervisión y competencia especializada en la prestación de

servicios psicológicos. Cuando los psicólogos/as sean administrativamente responsables de

profesionales de otras disciplinas, tratarán de sensibilizar sobre su responsabilidad para

planificar, dirigir y revisar servicios psicológicos al gestor.

Guía 2. Los profesionales de la psicología tratan de entender los requisitos y

expectativas internas y externas de las organizaciones en las que desarrollen su

actividad.

4. Los principios establecidos en el número anterior y los demás que figuran en las secciones 1 y 2 de este capítulo, podrán ser adaptados por el Gobierno a las específicas características de la formación especializada en Ciencias de la Salud de las profesiones previstas en los artículos 6.2, párrafos b, c y d, 6.3 y 7 de esta Ley.

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Justificación. Que la atención a un paciente sea efectiva y apropiada depende de una correcta

familiarización con el ambiente, la cultura y el contexto en el que se presta el servicio. Las

psicólogas y psicólogos reconocen que en ocasiones deben negociar los requisitos de la

organización para adaptarlos a las necesidades de los pacientes. Los sistemas de asistencia

sanitaria son organizaciones complejas y muy estructuradas que dependen de la disponibilidad

rápida y precisa de datos personales y servicios clínicos. El psicólogo normalmente está

obligado a informar al paciente sobre la naturaleza de su relación con la organización, sobre la

utilidad de los servicios ofrecidos, sobre la información que podrá obtener de ellos y sobre

quién tendrá acceso a los mismos (APA Ethics Code, Standard 4.02). Los profesionales de la

psicología se esfuerzan por conocer los distintos niveles de expedientes sanitarios basados en

la sensibilidad del sistema sanitario (APA Ethics Code, Standard 2.01, 6.02; APA 2007; Drogin,

Conell, Foote, & Sturm, 2010).

Aplicación. Los psicólogos se esfuerzan por mantener conocimientos actualizados acerca del

sistema de asistencia sanitaria en el que trabajan, incluyendo expectativas y requisitos

específicos para: la admisión, gestión y alta de pacientes; los protocolos de evaluación y

tratamiento, emergencias, seguridad de los pacientes, controles y restricciones de libertad; los

códigos de procedimiento y facturación, consentimientos informados, documentación,

sistemas de mantenimiento de expedientes, la cesión de información de pacientes y otros

temas. Buscan conocer los estatutos institucionales, los informes administrativos, las

relaciones multidisciplinares y la estructura de gobierno y organización de las instituciones.

También tratan de familiarizarse con las regulaciones pertinentes de las entidades

acreditativas de los sistemas de asistencia sanitaria 4 (Health Insurance Portability and

Accountability Act of 1996 (HIPAA; APA Practice Organization, 2005, 2007, 2009; U.S.

Department of Health and Human Services, Office of Civil Rights, 2003, 2009) y sobre la

aplicación de las leyes estatales y federales5 que rigen la práctica de la psicología y las licencias

hospitalarias. Los profesionales de la psicología reconocen que una participación activa en la

administración de los sistemas de asistencia sanitaria les habilita para contribuir en el

desarrollo óptimo de las políticas institucionales y en los procedimientos de la práctica de la

psicología, manteniendo así unos estándares profesionales de alto nivel. A su vez, esto mejora

la capacidad de los sistemas de asistencia sanitaria a utilizar la experiencia de los psicólogos

para proveer el mayor beneficio a los pacientes y a la propia organización.

Los psicólogos y psicólogas estiman que sus obligaciones éticas de proteger la confidencialidad

de los pacientes pueden ser más rigurosas, o cualitativamente y/o procedimentalmente

distintas, que otras normas que rigen el intercambio de información entre agentes de los

sistemas de asistencia sanitaria. Esta discrepancia exige un control de parte de los psicólogos

en sus comunicaciones informales con colegas de otras áreas multidisciplinares, en su

comunicación con pacientes a través de nuevas tecnologías, y en la documentación formal en

los expedientes de los pacientes. Los psicólogos/as luchan por ceñirse a sus obligaciones éticas

4 En España esta regulación es competencia del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad que cuenta con:

una Secretaría de Estado de Servicios Sociales e Igualdad, una Secretaría General de Sanidad y Consumo y una Subsecretaría de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad

(www.msc.es/organización/ministerio/organizacion/home.htm) . 5 En nuestro ámbito de aplicación las leyes serán europeas, estatales, de las Comunidades Autónomas o de las

corporaciones locales, en función de las materias que sean de su competencia.

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mientras ejercen su profesión en el cuidado integral. En los casos en los que sea pertinente, los

psicólogos tratan de mantenerse informados de las políticas y las tecnologías institucionales

para salvaguardar la información confidencial sobre salud mental de los pacientes registrada

electrónicamente o en cualquier otro sistema de archivo. Los psicólogos que trabajen en

sistemas de asistencia sanitaria donde se utilicen registros electrónicos, deben tratar de

informar a los pacientes de las medidas de control existentes para proteger la confidencialidad

de la información archivada (APA Ethics Code, Standard 3.10, 4.02; APA, 2007; Benefield,

Ashkanazi & Rozensky, 2006; Condie, Grossman, Robinson & Condie, in press; Drogin et al.,

2010; Richards, 2009).

Guía 3. Los profesionales de la psicología están preparados para aclarar la

especificidad de sus funciones y servicios y cómo se relacionan éstos con los

servicios de otros profesionales de los sistemas de asistencia sanitaria.

Justificación. El desarrollo, la integración y la aplicación competente de servicios psicológicos

en los sistemas de asistencia sanitaria dependen de las habilidades del psicólogo, de su

disposición y de las oportunidades para explicar cómo podrían contribuir para una prevención,

un diagnóstico, una consulta, un tratamiento, una rehabilitación y/o un alta terapéutica

efectivas. El objetivo de los psicólogos y psicólogas es motivar la participación del paciente en

la toma de decisiones sobre, su satisfacción con y su adherencia al tratamiento recomendado.

Fomentar la comprensión de otros profesionales de las habilidades y de las potenciales

contribuciones del psicólogo depende de que exista un reconocimiento recíproco entre

psicólogos de las competencias, habilidades y contribuciones de los otros profesionales. Las

psicólogas y psicólogos están familiarizados con el Códigos Éticos de la APA que los habilita

para expresar sus requisitos de forma adecuado y con un lenguaje apropiado y comprensible

para sus colegas no psicólogos.

Aplicación. Los psicólogos se esfuerzan por crear oportunidades para el discurso público y

profesional en función de sus funciones y servicios, así como demostrar que el conocimiento,

las habilidades, el entrenamiento, la formación y la experiencia del psicólogo sirven de

complemento y mejora a los de otros profesionales de la salud. A estos efectos, los

profesionales de la psicología tratan de conocer y apreciar las competencias de otros

profesionales de los sistemas de asistencia sanitaria. Cuando exista conflicto entre las normas

organizativas y las obligaciones éticas, los psicólogos pueden aclarar la naturaleza del conflicto,

establecer su compromiso con las fuentes obligatorias de orientación ética y adoptar medidas

razonables para resolver el conflicto, de acuerdo con lo establecido por el Código Ético de la

APA6 (APA Ethics Code, Standard 1.03; APA 2010). Este proceso refleja el propósito general de

que, en caso necesario y cuando exista justificación profesional, los psicólogos cooperan con

otros profesionales para atender a los pacientes de manera eficaz y apropiada (APA Ethics

Code, Standard 3.09; Institute of Medicine, 2001a, 2009).

6 Las fuentes que recogen las obligaciones éticas de los psicólogos en España son el Código Deontológico del

Psicólogo (1987-1993) y el Reglamento de la Comisión Deontológica Estatal del Colegio Oficial de Psicólogos.

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II. Privilegios clínicos

Guía 4. Los profesionales de la psicología participan y proponen apropiados

nombramientos de cargos y privilegios clínicos en los sistemas de asistencia

sanitaria.

Justificación. Los psicólogos persiguen el mayor nivel de afiliación en los departamentos, en las

unidades especializadas y/o en los programas clínicos en sistemas de asistencia sanitaria, así

como el mayor rango de privilegios clínicos en esos sistemas acordes con su formación y

experiencia. Desarrollan un conocimiento exacto de las distintas categorías dentro del

personal médico y del rango de privilegios clínicos para los que son aptos, incluyendo la

formación y experiencia exigidas para cada categoría. La puesta en práctica de nombramientos

de cargos y la solicitud de privilegios clínicos de los psicólogos reflejan los límites de su

competencia profesional y la naturaleza de su participación en un sistema de asistencia

sanitaria determinado. Reconocen que pueden verse obligados a buscar privilegios temporales

para prestar servicio a sus pacientes cuando empiezan a trabajar en los sistemas de asistencia

sanitaria. Los psicólogos/as albergan la esperanza de ser tratados bajo el título de doctor por

colegas, personal y pacientes, si así está determinado en la cultura médica concreta. Este título

connota su nivel doctoral de educación y experiencia así como su amplía carrera como

acreditado independiente y con autonomía de gestión en la atención de pacientes.

Aplicación. La naturaleza y los requisitos para el nombramiento de cargos en los sistemas de

asistencia sanitaria están determinados por los estatutos institucionales y los estándares de

acreditación (ej. –Joint Comission-, 2009) y, en algunos casos, por normas federales y estatales.

Los sistemas de asistencia sanitaria difieren en los términos de las categorías para los

nombramientos de cargos (ej. personal médico, personal de atención sanitaria, personal

administrativo, etc.). La mayoría de ellos, sin embargo, diferencian entre personal a tiempo

completo, a tiempo parcial y personal temporal. Cuando es posible, los psicólogos y psicólogas

buscan un nivel en el nombramiento de cargos que les permita votar en cuestiones

estatutarias, administrativas y en otros asuntos de dirección, generalmente, esto significa ser

personal médico de pleno derecho y privilegios (Eckleberry-Hunt, Van Dyke, Stucky, & Misch,

2009). Los criterios para asignar privilegios clínicos (las responsabilidades sobre el cuidado de

los pacientes) están determinados por las normas de los distintos departamentos clínicos,

unidades especiales o programas, con el auspicio del personal médico. Pueden existir

diferencias regionales en prácticas establecidas en los sistemas de asistencia sanitaria. A las

psicólogas y los psicólogos que trabajan en zonas rurales y desfavorecidas se les recomienda

que obtengan un nivel de privilegios necesarios y disponibles para ofrecer una atención de alta

calidad a los pacientes.

Los psicólogos que no dispongan de cargos o privilegios, pero sigan ofreciendo servicios

psicológicos a pacientes en los sistemas de asistencia sanitaria (ej. cuando un paciente es

hospitalizado) pueden adoptar privilegios temporales o cargos que les permitan continuar su

intervención terapéutica. Es importante que los psicólogos conozcan las categorías de

personal, los privilegios clínicos, los procesos de solicitud y el cronograma de revisiones y

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aprobaciones, así como los requisitos de supervisión para la atención de pacientes pendientes

de recibir asistencia. Se anima a los psicólogos a familiarizarse con los procedimientos que

rigen nombramiento de cargos, privilegios, sanciones y apelaciones.

Guía 5. Los profesionales de la psicología se esfuerzan por involucrarse en el

desarrollo de políticas institucionales de acuerdo con el ámbito profesional de su

práctica y participación en los sistemas sanitarios.

Justificación. Los psicólogos/as admiten que la participación activa en la administración de los

sistemas de asistencia sanitaria les habilita para contribuir y supervisar el desarrollo y la

implementación de políticas institucionales y de procedimientos que afectan y promueven el

ejercicio de la psicología. A su vez, las políticas y procedimientos óptimos aseguran que su

pericia se utilice de manera apropiada en aras a obtener el mayor beneficio posible y

manteniendo altos estándares de profesionalidad para la práctica psicológica.

Aplicación. En proporción a su formación y experiencia, el psicólogo trata de involucrarse en el

liderazgo de programas, servicios y departamentos, y participan en establecer criterios para los

privilegios específicos de psicólogos y psicólogas (ej. privilegios de admisión). Piden y aceptan

puestos a los comités de personal médico para acreditar que estipulen la evaluación entre

iguales y su supervisión en la concesión y renovación tanto del nombramiento de cargos como

de los privilegios clínicos; así como sobre la determinación de las sanciones internas para los

psicólogos/as que violen las normas y reglamentos. Del mismo modo, los psicólogos también

tratan de involucrarse activamente en actividades de liderazgo relacionadas con la mejora de

la calidad y la gestión de riesgos. Los psicólogos y psicólogas procuran reconocer y crear

oportunidades para el desarrollo y retención de los trabajadores, particularmente cuando

ofrezcan sus servicios en poblaciones desfavorecidas o en sistemas sin suficientes recursos. Se

esfuerzan por desarrollar y mantener conocimientos y estrategias para minimizar las

desigualdades en los sistemas de asistencia sanitaria, que son debidas, en parte, al estatus

socioeconómico o a diferencias étnicas o raciales. (Adler & Rehkopf, 2008; Agency for Health

care Research and Quality, 2009; Institute of Medicine, 2003, 2008; President’s New Freedom

Commission on Mental Health, 2003; U.S. Department of Health and Human Services, 2005).

III. Atención integral y colaborativa

Guía 6. Se anima a los profesionales de la psicología a desempeñar sus funciones en

puestos multidisciplinares con distintas funciones y responsabilidades.

Justificación. Los psicólogos y psicólogas pueden seguir ofreciendo servicios psicológicos

tradicionales en los sistemas de asistencia sanitaria, tales como evaluación del estado mental,

evaluación y triaje en situaciones de crisis y emergencia, diagnóstico y tratamiento psicológico

y psicoterapia. Sin embargo, cada vez más a menudo, los psicólogos prestan otros servicios en

equipos multidisciplinares en: programas de promoción de la salud y prevención de

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enfermedades, atención primaria, programas de medicina conductual, atención a enfermos

agudos y crónicos y atención a personas en el final de la vida.

Aplicación. El ámbito práctico del psicólogo incluye prestación directa de servicios, consultas y

entrenamiento en equipos compuestos por otros agentes del sistema de atención sanitaria. Su

formación y su experiencia son idóneas para colaborar en otras materias como: mejorar la

comunicación con el paciente, observar cambios de conducta asociados a la evolución de un

síntoma o una enfermedad, a la medicación o a otras intervenciones; atender a problemas con

la continuidad de la asistencia, facilitar la toma de decisiones, entrenar en solución de

problemas para maximizar la adherencia a los regímenes de tratamiento, adaptar la práctica a

pacientes con condiciones específicas de desarrollo, conductuales o psiquiátricas; tener en

cuenta el género, la edad, la cultura, la espiritualidad, el estatus socioeconómico y otros

factores relacionados con las creencias sobre salud y los comportamientos saludables; atender

cuestiones relacionadas con el ciclo vital y el envejecimiento, involucrar a la familia u otras

organizaciones de apoyo con el objetivo de maximizar el resultado del tratamiento, asegurar la

calidad de vida en la toma de decisiones sobre el tratamiento, incluidos los tratamientos de

enfermos en el final de la vida; y mediar entre las diferencias de opinión de pacientes,

familiares y profesionales del sistema sanitario. Por lo tanto, se insta a los psicólogos a buscar

maneras de integrar su experiencia única en diversos aspectos de la asistencia a los pacientes,

incluyendo el aprovechamiento integral de la ciencia en el ejercicio de la psicología (APA Ethics

Code, Standard 2.04; APA, 2005, 2009b;Belar,2000; Institute of Medicine, 2001a, 2001b, 2009;

President’s New Freedom Commission on Mental Health, 2003). Los psicólogos/as son

conscientes de que, como miembros de un equipo multidisciplinar y como resultado de su

experiencia, se puede recurrir a ellos para ayudar a otros miembros del equipo a abordar

cuestiones derivadas del estrés asociado al ejercicio profesional y para ayudar a mantener el

equilibrio entre lo personal y lo profesional.

Guía 7. Los profesionales de la psicología promueven una prestación óptima de sus

servicios a través de una comunicación efectiva y adecuada con otros profesionales

del sistema sanitario.

Justificación. Los sistemas de asistencia sanitaria están compuestos por profesionales de

distintas disciplinas y con distinto historial de experiencia. Para ofrecer un servicio óptimo, los

psicólogos y psicólogas se esfuerzan por aprender el “lenguaje” de las organizaciones en las

que trabajan (ej. la terminología médica) y tiene cuidado de transmitir los conceptos

psicológicos en términos comprensibles para otros profesionales. Se esfuerzan por mantener

una adecuada comunicación y participar en reuniones de equipos interdisciplinares, mesas

redondas y consultas de casos donde los resultados, las observaciones y los servicios de los

distintos agentes pueden integrarse para mejorar la asistencia.

Aplicación. Como miembros de los sistemas de asistencia sanitaria multidisciplinares, los

psicólogos entienden los medios formales e informales de intercambio y documentación de

información. Las psicólogas y psicólogos están preparados para comunicar sus ideas, opiniones

y preguntas mediante un lenguaje comprensible para otros profesionales no psicólogos con los

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que interactúan. Los psicólogos/as operativizan los términos y conceptos específicos de su

disciplina, incluyendo aquellos que explican la conexión entre mente y cuerpo en el contexto

de un problema de salud específico. Entienden que la conveniencia de su comunicaciónn

puede determinar el grado de utilidad percibida para el cuidado del paciente.

Guía 8. Los profesionales de la psicología proveen servicios de colaboración en el

mayor rango de sistemas de asistencia sanitaria y aplicar su experiencia al amplio

espectro de los problemas de salud.

Justificación. A medida que aumenta la diversidad y exhaustividad de los sistemas de

asistencia sanitaria, los roles desempeñados por los psicólogos también se vuelven más

variados y potencialmente complejos. Los psicólogos y psicólogas se encuentran en una mayor

variedad de recursos sanitarios, tratando con todo tipo de condiciones y diagnósticos, ya sean

de naturaleza médica, conductuales, psiquiátricas o relativas al desarrollo.

Aplicación. La experiencia del psicólogo es útil en una amplia variedad de escenarios (ej.

psiquiátricos y hospitales generales, centros de atención primaria y ambulatorios, centros

quirúrgicos, centros de rehabilitación, residencias de ancianos y centros paliativos) atendiendo

a pacientes con diversas condiciones (ej. enfermedades contagiosas, obesidad, diabetes,

cáncer, afecciones cardiacas, lesiones traumáticas y condiciones neurológicas, psiquiátricas o

relacionadas con el desarrollo). Más específicamente, los roles del psicólogo incluyen, pero no

se limitan a: ayudar a pacientes y familiares a adaptarse al diagnóstico de condiciones médicas

agudas, crónicas o que suponen una amenaza para la vida, incluyendo asesoramiento con

decisiones complicadas con el tratamiento; preparar a los pacientes para tratamientos

médicos invasivos, asistir a los pacientes con dificultades de adherencia a un tratamiento o a

un régimen de rehabilitación, ayudar a pacientes y profesionales con el manejo del dolor,

evaluar candidatos para procesos quirúrgicos o trasplantes, promover conductas saludables,

como dejar de fumar o adherencia a dietas y ejercicio; asesorar a médicos y otros

profesionales sobre maneras efectivas de comunicación con pacientes y familiares, ofrecer

evaluación psicológica, neuropsicológica o evolutiva, proporcionar o supervisar la intervención

en dificultades conductuales o evolutivas, evaluar y tratar condiciones psiquiátricas, ayudar a

los pacientes y a sus familias con el acceso a recursos y consultar con profesionales de

instituciones ajenas a los sistemas de asistencia sanitaria (ej. colegios, centros de menores,

servicios sociales y profesionales médicos independientes). Adicionalmente, algunos

psicólogos/as colaboran con profesionales sanitarios con la medicaciónn o prescribiendo

medicamentos por sí mismos, las consideraciones sobre estas competencias pueden

encontrarse en la Practice Guidelines Regarding Psicologist, Involvement in Pharmacological-

(APA, 2009a).

Los profesionales de la psicología reconocen la necesidad de seguir explorando cómo sus

habilidades y su formación pueden aplicarse a nuevos entornos sanitarios (APA, 2009b).

Persiguen adaptar su práctica a nuevos modelos de organización en desarrollo y a las

tecnologías emergentes, incluyendo consideraciones razonadas sobre los problemas que

conlleva el uso de nuevas tecnologías y medios electrónicos en psicología.

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IV. Competencia

Guía 9. Los profesionales de la psicología que ejercen su profesión en sistemas de

asistencia sanitaria se esfuerzan por conseguir y mantener competencias

especializadas adecuadas.

Justificación. En los sistemas de asistencia sanitaria, los psicólogos y psicólogas desempeñan

una amplia gama de funciones dentro de sus áreas de competencia. Entre éstas funciones se

incluyen las siguientes aunque existen otras: realizar evaluaciones psicológicas, desarrollar e

implementar programas de prevención, consultoría, dirigir y participar en la planificación de

tratamientos multidisciplinares, realizar intervenciones psicoterapéuticas y de asesoramiento,

asumir el liderazgo en materia de admisiones, diagnóstico, tratamiento, consultas y toma de

decisiones sobre el alta; aportar formación y desarrollo profesional tanto a psicólogos como a

profesionales de otras disciplinas, comprometerse con la investigación científica y participar en

funciones de dirección y administración dentro de los sistemas de asistencia sanitaria. Las

psicólogas y psicólogos están cualificados para completar estas funciones, en virtud de su

formación de posgrado, su formación especializada y su experiencia. Es importante que se

mantengan al corriente de los conocimientos y habilidades específicas y de la literatura

científica relevantes para sus funciones y deberes laborales sin extralimitarse en sus

competencias (APA Ethics Code, Standard 2.01).

Aplicación. Se encarece a los psicólogos que procuren tener una formación continua que les

permita mejorar el desarrollo de sus funciones y deberes específicos en los sistemas de

asistencia sanitaria. En las nuevas áreas emergentes de los sistemas de asistencia sanitaria,

buscan adoptar las medidas necesarias para garantizar la competencia de su trabajo

recurriendo a investigaciones relevantes, formación, consultas y/o estudios (Betlar et al.,

2001). Es importante que mantengan conocimientos interculturales para tratar pacientes de

distintos grupos en los sistemas de asistencia sanitaria, lo que debe incluir competencias

específicas para trabajar con pacientes de distinto género, raza o etnia, idioma, cultura,

estatus socioeconómico, orientación sexual, religión y discapacidades (APA Ethics Code,

Standard2.01; APA, 2002b). Psicólogos y psicólogas son conscientes de que el trabajo con

poblaciones pediátricas o geriátricas requieren un entrenamiento específico. A medida que los

problemas con los que se enfrentan se vuelven más complejos y aumenta la carga emocional

en el trabajo, tratan de mantener medidas de autocuidado para asegurar sus competencias

(APA Ethics Code, Standard 2.06).

Guía 10. Los profesionales de la psicología están alentados a ofrecer su experiencia

específica en la administración y gestión de la práctica tanto de la psicología como

de otras ramas profesionales en los sistemas de asistencia sanitaria.

Justificación. La formación de posgrado y la práctica del psicólogo incluyen: prestación de

servicios clínicos, metodología para investigaciones y programas de evaluación; desarrollo de

programas, sistemas y organizaciones; así como conocimiento del comportamiento humano en

grupos y en sistemas organizacionales. Junto con su formación específica y su experiencia

profesional especificas en los sistemas de asistencia sanitaria, los psicólogos y psicólogas

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ofrecen una experiencia y una perspectiva únicas en la administración y gestión de la

psicología y otras prácticas profesionales.

Aplicación. Los psicólogos tratan de involucrarse en aquellos aspectos del manejo de la

psicología y otras prácticas profesionales en los sistemas de asistencia sanitaria que se

encuentren al alcance de su formación, su experiencia y su pericia. Estos incluyen, entre otros:

la supervisión de servicios psicológicos y similares, la participación en las comisiones éticas de

los sistemas sanitarios y la pertenencia como miembros a las Juntas de Revisión Institucional.

Los psicólogos también intentan participar en aquellos órganos organizativos de los sistemas

de asistencia sanitaria que dirigen y revisan las evaluaciones de pares, abordan los problemas

del campo profesional, que garantizan las credenciales iniciales y posteriores y que supervisan

las iniciativas de mejora de calidad.