Diferencias y Similitudes Entre en Renacimiento y El Humanismo

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Diferencias y similitudes entre en Renacimiento y el Humanismo Ambos Son movimientos culturales, que dan inicio a una época donde la cultura logra un gran desarrollo. Para entenderlo mejor realizamos un cuadro general: Caracteres generales del Humanismo y del Renacimiento Las relaciones entre humanismo y Renacimiento se presentan bajo el aspecto de una polémica: mientras que el humanismo se caracterizará por el retorno a la sabiduría clásica, en el marco de una preocupación fundamentalmente de signo filológico y teológico, el Renacimiento lo hará como impulsor del desarrollo de la ciencia. Así, el Renacimiento, sin renunciar a los temas básicos del humanismo, le superará, al desligar

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Diferencias y similitudes entre en Renacimiento y el Humanismo AmbosSon movimientos culturales, que dan inicio a una poca donde la cultura logra un gran desarrollo.Para entenderlo mejor realizamos un cuadro general:

Caracteres generales del Humanismo y del RenacimientoLas relaciones entre humanismo y Renacimiento se presentan bajo el aspecto de una polmica: mientras que el humanismo se caracterizar por el retorno a la sabidura clsica, en el marco de una preocupacin fundamentalmente de signo filolgico y teolgico, el Renacimiento lo har como impulsor del desarrollo de la ciencia. As, el Renacimiento, sin renunciar a los temas bsicos del humanismo, le superar, al desligar tales temas de la perspectiva teolgica y enlazarlos con el pensamiento cientficoa) Caracteres del humanismo1. Uno de los rasgos distintivos ms conocidos y destacados del humanismo es su inters por lo "antiguo", por lo clsico, inters en el que predomina el punto de vista de la investigacin filolgica. Este inters provoca el desarrollo de la perspectiva histrica en el acercamiento a otra cultura, por que se puede afirmar que con el humanismo se consolida la historicidad como clave del pensamiento europeo.

2. A diferencia de lo que ocurra en la edad media, donde el hombre era considerado fundamentalmente desde una perspectiva teolgica, los humanistas valorarn el hombre desde una perspectiva mundana, no-divina, es decir, el hombre ser visto como un ser natural e histrico. La religin, aparte de su funcin redentora, es considerada ante todo en su funcin civil. As, tanto la religin como la tolerancia religiosa son instrumentos vlidos para asegurar el ideal de la paz civil. La creencia en la unidad ltima de todas las religiones es afirmada, consecuentemente, desde esta caracterizacin.b) Caracteres del Renacimiento1. El ideal comn de este perodo viene definido por la esperanza de un renacer del ser humano a una vida verdaderamente "humana", mediante el recurso a las artes, las ciencias, la investigacin... poniendo de manifiesto la consideracin del ser humano como ser natural, en oposicin a la consideracin medieval del ser humano como ser-para-Dios.2. El retorno a los antiguos significa no slo la recuperacin de su obra, sino fundamentalmente el retorno al principio, a los orgenes de la vida humana, cultural, del ser humano. Volver al principio no significa volver a Dios, sino precisamente al terreno del hombre y del mundo humano. De ah la valoracin del pensamiento filosfico pre-cristiano. El retorno significa, adems, una conquista. La vuelta a los orgenes, al principio, conlleva la conquista de la personalidad humana. El que este retorno se efecta mediante las artes y las ciencias, y no mediante experiencias msticas interiores, por ejemplo, significa una bsqueda de la objetividad. En efecto, slo la objetividad puede poner en evidencia el status original del hombre frente a la naturaleza, es decir, manifestar su origen y su condicin humana.3. Por lo mismo, el hombre es libre de decidir su conducta, de elegir su destino, lo que supone una exaltacin de la libertad individual tanto en el orden teolgico como el orden cultural y social.B.- Principales corrientes filosficas del Renacimientoa) Platonismo.b) Aristotelismo averroista (Padua, un solo entendimiento) y Aristotelismo alejandrino (Alejandro de Afrodisia, muchos entendimientos).c) Estoicismo, epicuresmo, escepticismo.d) Naturalismo: Bruno, Telesio, Campanella.e) A ellas hay que sumar la actividad cientfica representada por Coprnico, Galileo y Kepler, en lo que supondr la renovacin de la concepcin del Universo.C.- Caractersticas filosficas1. Una de las caractersticas ms notables del Renacimiento es el antropocentrismo, lo que supone una valoracin no slo de la personalidad del ser humano, sino tambin de su individualidad.2. Tambin el naturalismo ir asociado al desarrollo del Renacimiento. Se destacan los aspectos naturales del hombre versus los aspectos sobrenaturales. Es algo de lo que encuentran los renacentistas que "vuelven" a Aristteles: la separacin del universo y de Dios y la exaltacin de la naturaleza; al igual que los que se "vuelven" hacia Platn, buscando una religiosidad natural y la exaltacin del hombre y de su libertad (el hombre no es malo, es ignorante, no necesita, pues, la gracia divina para su redencin).3. Bacon, Coprnico, Galileo, Kepler, son figuras centrales en el desarrollo de la ciencia, que supondr la destruccin de la imagen ptolomeica del mundo, inspirada en el universo cerrado y geocntrico de las dos esferas; la creciente y progresiva matematizacin de la naturaleza y el desarrollo del mtodo experimental sern dos de las bazas ms significativas de su triunfo.4. El Renacimiento supone pues el renacer del espritu de libertad de un ser humano que se quiere inserto en la naturaleza y en la historia.

La ilustracin es la corriente de pensamiento que da valor a las artes, al pensamiento desvinculado del mito y de la teologa y al mtodo cientfico como anlisis de la naturaleza.

Tienen como modelo a Cicern. siglo I AC) Erasmo de Rotterdam Tomas Moro Nicolas Maquiavelo 3.Erasmo de Rotterdam (1460-1536) Mximo representante del Humanismo Su experiencia adquirida a travs de numerosos viajes por Europa y su conocimiento del griego y el Latn le permitieron empaparse de la cultura clsica. Entre sus obras ms sobresalientes estn: ADAGIOS, COLOQUIOS, ELOGIO A LA LOCURA. En sta ltima hace una crtica satrica de los vicios de la poca y sobre todo de la Edad media Intent la renovacin del Cristianismo. Por ello, edit un Nuevo Testamento en griego y Latn en 1516. 4.

LocalizacinRepresentanteObras y caractersticas

ItaliaLeonardo Bruni(1369- 1444)Fue uno de los primeros en utilizar la palabra Humanismo para definir la cultura renacentista.Tradujo a Platn y Aristteles. En su obra "Cicero Novis" expone un ideal humano, culto y refinado.

ItaliaMarsilio Ficino(1433-1499)

Impulsa el estudio del griego en la Academia y Biblioteca Platnica

ItaliaJuan Pico dellaMirandola(1463-1494)Uno de los protagonistas fundamentales del Humanismo; consideraba al hombre la mayor creacin de la naturaleza(La dignidad Humana)

Pases BajosErasmo de Rotterdam(1466-1536)Fue el espritu ms representativo del Humanismo cristiano, propuso un regreso a las fuentes del cristianismo, preocupndose por la relacin personal del hombre con Dios. Realiz una cuidada y valorable traduccin del Nuevo Testamento.EnElogio de la locura y Adagiosseala los valores negativos de la sociedad del momento: oscurantismo, avaricia, tendencia a la guerra, intolerancia, etc.

InglaterraToms Moro(1475-1535)En su famosa obraUtopaimagina un estado ideal, situado en una Repblica imaginaria, con una organizacin comunitaria en la que los seres humanosvivirn con tranquilidad y docilidad.

EspaaJuan Luis Vives(1492-1540)Entre sus numerosas obras encontramos elTratado del Alma.Fue considerado un precursor de la sicologa moderna

EspaaAntonio de Nebrija(1442-1522)Su obra Gramtica de 1492, fue el primer tratado sobre una lengua romance: el castellano.

Es importante que mencione, lo representantes que a mi criterio tienen mayor importancia en la actualidad:

1. Leonardo Da Vinci

2. Miguel Angel

3..Erasmo de Rotterdam

4.. Nicolas Maquiavelo

incipales representantes de la ilustracin:- John Locke(1632-1704)"Ensayo sobre el gobierno civil"; Establece la divisin de poderes del Estado.

- Luis Montesquieu(1713-1784)"Cartas persas"; Critica la sociedad y al gobierno francs.

- Francisco M. Voltaire(1694-1778)"Cartas filosficas"; Fundamento la importancia de la razn humana y de los derechos del hombre,"La usurpacin de los Papas y otros escritos, "El toro blanco", "El clamor de la sangre inocente".

- Juan Jacobo Rousseau(1712-1778)"El contrato social"; Establece la organizacin de un Estado democrtico basado en el pueblo.- Renato descartes(1596 - 1650) "Reglas para la direccin del espiritu", "Discurso del mtodo para dirigir bien la razn y hallar la verdad en las ciencias", "mdiaciones metafsicas", "La busqueda de la verdad mediante la razn natural", "principios de filosofa", "Las pasiones del alma".- David Hume(1711 - 1776) "Ensayos morales y literarios", "Ensayos politicos", "Sobre el suicidio y otros ensayos"

URL del artculo: http://www.ejemplode.com/42-historia_universal/627-principales_representantes_y_obras_de_la_ilustracion.htmlFuente:ejemplos de Principales representantes y obras de la IlustracinREPRESENTANTES DE LA ILUSTRACIN:VOLTAIRE: Su filosofa se inclinaba a la defensa de los derechos del hombre, para seguir los dictados de su razn, siempre que con ello no se perturbara el orden social. Postul que el hombre deba seguir sus propias ideas y opiniones con respecto a la religin y a la prctica de la misma. El crea en el desmo o religin natural, segn la cual Dios es el creador del Universo, pero que nicamente haba iniciado el movimiento de este, como quien da cuerda a un reloj y no vuelve a intervenir en su funcionamiento.Las ideas de Voltaire acerca de la sociedad son las siguientes: "Es absolutamente necesaria una reforma profunda de la sociedad que asegure la libertad y el bienestar del pueblo". "Crear un sistema parlamentario que limite los poderes del Rey". "Establecer un sistema de impuestos racional que no arruine a la gente". Liberar la economa: "Que se reconozca el trabajo bien hecho".

MONTESQUIEU: Era miembro de la nobleza francesa y admirador del rgimen parlamentario ingls, al cual consideraba el mejor sistema poltico capaz de garantizar la libertad de los hombres e impedir el abuso de los gobernantes. Lo ms importante de Montesquieu fue la separacin de poderes que propuso como la forma de gobierno ideal, ampliando el criterio de Locke respecto al tema, plante lo siguiente: El poder Legislativo o Parlamentario: que elabora las leyes y reside en el parlamento. El poder Ejecutivo: corresponde al monarca. Hace que se cumpla la Ley y reside en el gobierno. El poder Judicial: formado por los jueces. Administra la justicia y reside en los jueces y en los tribunales.Estos tres poderes deban de mantenerse dentro de un sistema de frenos y contrapeso que eviten el abuso de cualquiera de ellos, garantizando la justicia y asegurando el respeto de los gobernantes a los derechos naturales del hombre.

JEAN JACQUES ROUSSEAU: Comienza sus ideales del supuesto de que los hombres poseen derechos naturales que deben ser respetados y salvaguardados por todos, pero agrega un elemento ms como caracterstica de la naturaleza humana: la idea de que el estado natural era una situacin perfecta en la cual todos los hombres eran buenos, pero al formarse en la sociedad surgieron las desigualdades y con ello el egosmo. Esto ocasion que los seres humanos perdieran los sentimientos morales concedidos por la naturaleza, para cambiarlos por una actitud racionalista y fra que los aleja de su bondad innata.Entre los principales pensamientos de Rousseau podemos citar: "La defensa de la libertad del individuo". "El amor a la naturaleza". "Mi teora sobre la democracia" Su obra fundamental fue "El Contrato Social", donde se expone como debe ser un estado democrtico. Este deba de garantizar el respeto mutuo de los derechos humanos otorgados por la naturaleza, ya que el egosmo de los individuos y el abuso de poder de los polticos hacan imposible la vida en armona. La idea del contrato social no era distinta a la Locke, el principal aporte de Rosseau fue el concepto de "voluntad general" que aproxima la filosofa poltica hacia los fundamentos del gobierno democrtico. Por voluntad general se habla de una voluntad soberana, se trata de la voluntad de la comunidad como un todo del que cada individuo forma parte, y que es distinta al deseo del ciudadano tomado aisladamente o de los intereses de los grupos minoritarios; tendiendo en cuenta que es casi imposible que la totalidad de la poblacin est de acuerdo, se hace necesario que el contrato social quede establecido el sometimiento de todo individuo o grupo a la voluntad de la mayora. Sobre esta expone las siguientes ideas: "El hombre es bueno por naturaleza". "La sociedad se define por la competencia y la propiedad privada". "Como consecuencia el ser humano se corrompe porque se vuelve agresivo y se vuelve insolidario".

Propone que para luchar en contra de lo anterior se pueden hacer dos cosas:Educar a los hombres con dos objetivos: "Acabar con la maldad y desarrollar los buenos sentimientos"."Firmar una especie de contrato entre todos los hombres con el objeto de crear una LEY que todos debamos cumplir"."Slo as ser posible la convivencia".

Para Rosseau el gobierno no debera ser ms que el representante de la voluntad general, y debera permitirse que todo el pueblo participe en la creacin de las leyes y en la eleccin de las personas que han de velar por su cumplimiento. La perspectiva de Rosseau acerca de la innata bondad humana representaba una autocrtica hacia el comportamiento de la sociedad francesa de su poca, y sirvi como base para el desarrollo de la corriente filosfica del romanticismo, que influy en el pensamiento europeo durante la primera mitad del siglo XIX.

DENIS DIDEROT: critica a la sociedad corrupta de su tiempo y tiene como creencia de la naturaleza como origen de las cosas reales. Racionalista y materialista como Voltaire, sostiene que las ciencias naturales permitirn el progreso tcnico, de manera que rechaza la creencia en las religiones tradicionales. Diderot escribi varias obras pero su fama se debe sobre todo a su iniciativa de publicar en forma de diccionario un resumen de todas las ciencias humanas producidas por los pensadores contemporneos, al que llam "Enciclopedia o Diccionario de las Ciencias, de las Artes y de los Oficios por una sociedad de gentes de letras". Fue publicada en Francia entre los aos de 1.751 y 1.772, estaba compuesta por 17 volmenes, y lleg a alcanzar tal popularidad que en pocos aos fue difundida por toda Europa, ya reimpresa y traducida a varios idiomas.

EDAD MODERNA. FILOSOFIA Y CIENCIAS 1

1. La caracterizacin de los periodos histricos. Siempre los historiadores al escribir la historia han buscado una cierta inteligibilidad de la misma, al menos por razones prcticas de claridad y sntesis. As, se distinguen etapas o periodos histricos, y se procura hallar unos caracteres esenciales que sirvan para diferenciar unos periodos de otros; y eso no se hace slo por necesidades prcticas. En los historiadores antiguos predomina con frecuencia el afn moralizante, sacar lecciones de la Historia, o el poltico, favorecer o atacar una determinada situacin presente o prxima. La ciencia de la Edad Media destaca por su afn de verdad, de investigacin metafsica y teolgica (V. MEDIA, EDAD III). Dicho afn de objetividad puede decirse que decae al irse imponiendo el nominalismo (v.) en las escuelas del s. XIV y XV; ste considera los nombres de las cosas puros flatus vocis sin contenido real, vaca de realidad los conceptos universales (v.), y slo atribuye valor y cognoscibilidad a lo concreto y singular. Evidentemente esta actitud conduce a un escepticismo y relativismo muy generalizados. El Renacimiento (v.), con su humanismo (v.), reacciona ante la escolstica nominalista, y comienza, entre otras cosas, a preocuparse por los estudios de crtica histrica y por sealar los caracteres especficos de su propia poca. As esa atencin a los problemas prcticos, p. ej., morales y polticos, es uno de los primeros caracteres que sesealan. Ello no significa una vuelta al hombre contrapuesta al pensamiento medieval vuelto a Dios. En primer lugar porque es imposible resumir en una sola frase o idea ninguna poca histrica. Adems Edad Media y nominalismo (v.) no son lo mismo; ste forma una de las escuelas medievales, que slo predomina y relativamente al final. Y por ltimo ni en el Renacimiento hay un olvido de Dios, ni en la Edad Media del hombre; ello es obvio. Basta considerar las grandes sntesis medievales en Moral y en Derecho, las fuertes preocupaciones religiosas y espirituales que se desarrollan en el movimiento humanista, y la abundante literatura moral y religiosa que abarca toda la E. M. Dentro de los humanistas del Renacimiento se dan varias tendencias. Algunas conservan los posos del escepticismo nominalista, y resultan as escpticas; pero no son las nicas ni las predominantes. La Metafsica y la Teologa se recuperan tambin, su mximo exponente ser la llamada Segunda Escolstica, en la que la Moral y el Derecho son los temas ms desarrollados; y en ella se dan tambin varias escuelas o corrientes. Podemos decir que en el humanismo renacentista hay varias intelecciones de la propia poca, al menos en germen. Posteriormente, los fautores del movimiento racionalista de la Ilustracin, en el s. XVIII, disocian falsamente Filosofa y Teologa y radicalizan una particular inteleccin de los tiempos modernos. Contraponen Edad Media a M. como pocas especficamente distintas, considerando a aqulla teolgica y a sta antropolgica. Esto es una manifestacin ms del racionalismo general de dicho movimiento, que no es necesario analizar aqu (v. ILUSTRACIN; DESMO; RACIONALISMO; NATURALISMO); nicamente importa sealar que se intenta la racionalizacin de todo, incluso de la historia. El iluminismo ilustrado tiende a hacer interpretaciones cerradas de las etapas o periodos histricos como unidades acabadas en s mismas, plenamente inteligibles con unos cuantos conceptos racionales que se les atribuyen como caractersticos. Esta visin de la Historia se radicaliza an ms con el idealismo (v.), sobre todo de Hegel (v.), que adoptar despus Marx (v.), e incluso con el historicismo (v.). Tambin los mismos contradictores del idealismo, o del historicismo, llegan a aceptar en el fondo esta visin de los periodos histricos, aunque traten de darles otra interpretacin o una valoracin distinta. De esta forma llegaron a consagrarse varios tpicos sobre las distintas edades, Antigua, Media y M., contraponiendo excesivamente unas a otras, sealando caractersticas peculiares que las quieren cerrar en s mismas. Son interpretaciones ideolgicas, muchas veces interesadas, que resultan superficiales, cuando no alejadas de la realidad. As el mito del hombre moderno, de su madurez, como contrapuesto al medieval, o al antiguo; el humanismo o descubrimiento del hombre y de la subjetividad, cuando en realidad es en la Edad Media, y antes en la Patrstica, donde se descubri y se tuvo una clara visin de la dignidad del hombre, una acabada conciencia del valor de la persona (v.) humana. Igualmente el uso del trmino primitivo con cierto tono peyorativo o despectivo, confundiendo la falta de desarrollo tcnico-material con la falta de valores espirituales y morales; pero en la realidad pueden darse pocos conocimientos cientficos ' o tcnicos y al mismo tiempo un reconocimiento del valor de la persona o una profundidad y seriedad filosfico-religiosa; as mismo puede darse un gran desarrollo cientfico-tcnico y ningn progreso moral o espiritual (v. INVESTIGACIN VI, 1). Lo mismo el mito de lo nuevo, cuando la mayor parte de la Filosofa de la E. M. se halla ya planteada en la Media o es heredada de ella. En todo caso lo ms nuevo sera el mayor desarrollo de los mtodos experimentales en la ciencia natural, menos cultivada en la Edad Media, y que slo lentamente ayudaran a comprender la diversificacin de las ciencias y de sus mtodos (v.). Y asimismo el mito la libertad que, de forma simplista, segn los ilustrados e idealistas caracterizara el espritu de la filosofa moderna; ms exacto sera decir que el hombre moderno habla mucho ms de libertad y emancipacin, precisamente porque no la tiene. La tuvo ms el hombre medieval; la tendencia al autoritarismo y absolutismo de los Reyes estuvo frenada por la autoridad del Papado, y por el Derecho divino que estaba sobre unos y otros. Por el contrario, esa libertad en la prctica falt al hombre moderno. Se pueden recordar casos concretos, que no son slo ancdotas aisladas, sino consecuencia de los mismos rumbos del pensar; y tambin de la intolerancia protestante, tanto luterana como calvinista y de otras sectas; es en la E. M. cuando se crean y se tratan de justificar el despotismo (v.) y el absolutismo (v.). Pinsese en las medidas tomadas por el gobierno de Iqs Pases Bajos contra Descartes; en la actitud del ayuntamiento de Amsterdam contra Spinoza; en la de los regidores de Grlitz contra Bhme; en la real orden de Federico Guillermo II contra Kant el 1 oct. 1794; en la Reclamacin de la libertad de pensar dirigida a los prncipes de Europa que la oprimieron hasta el presente de Fichte; en la destitucin de Moleschott y de Bchner, aprobada por el mismo Schopenhauer; en el tono cortesano y estatal de la filosofa de Hegel; en las excesivas connivencias de los filsofos con los vaivenes de la poltica; en las contemporizaciones de buena diplomacia que han guardado personas y escuelas, aun en asuntos estrictamente profesionales; y en otras cosas parecidas. Para no decir nada de las medidas de fuerza en el mismo terreno doctrinal, que no raras veces emanaron de una poltica autoritaria en tiempos contemporneos (nazismo, comunismo) (1. Hirschberger, o. c. en bibl., 1, p. 464). En esa racionalizacin, o idealizacin de la Historia, sea de corte materialista o espiritualista, se llega a pensar que la Historia es la reina de las ciencias, que ella sera la que manda. La historia sera como un puro desarrollo de esencias lgicas, progreso o evolucin (he aqu otro par de tpicos) inevitable y sistemtico; se habla ms de Historia del pensamiento que de Historia de los conocimientos. Pero en realidad no es la historia la que hace a los hombres y sus ideas de esta forma necesaria; son ms bien los hombres los que hacen la historia. No existen ideas o conceptos abstractos, sino hombres concretos, y no siempre gobernados por la razn y el conocimiento; los hombres concretos y reales viven y actan, hacen la historia, a impulsos de la razn y de la voluntad, de necesidades y de sentimientos, de elecciones de su libertad y de circunstancias que unas veces se imponen y otras son vencidas, con mayor o menor responsabilidad. Pero en definitiva, cada hombre es, en general, responsable de su historia, y aunque sta puede condicionarle, tambin l puede condicionarla. Es as el acontecer histrico ms complejo de lo que presenta la visin idealista. En definitiva, la Historia (v.) no es la ciencia ms posible, sino la ms difcil, por no decir casi imposible; no se puede racionalizar tanto como pretenden las visiones idealistas, que pecan de un simplismo que falsea la realidad. En el s. XX, las corrientes idealistas y sus tpicos,aunque se hallan muy extendidas, han entrado ya en abierta crisis. Los ensayos sobre el espritu de un pueblo, o de una poca, de una nacin o de una raza, ya no proliferan tanto. El cierre de los periodos histricos, y lo que se admita como caracteres peculiares distintivos, se ponen en discusin, y con ello los lmites estrictos de esos periodos o edades (p. ej., v. I, 1). En esos anlisis hay elementos valiosos o aprovechables, pero se han de tomar con cautela, como aproximaciones a la realidad, que es compleja; la historia humana no es slo obra de la razn, sino de la voluntad, de la libertad, y de mltiples factores. Los mismos estudios histricos, cada vez ms detallados, sacan a- la luz hechos, personajes, facetas, etc., que la historiografa influida por el idealismo haba abandonado o desechado al no encajar claramente en sus cerrados esquemas lgicos. 2. Las direcciones del conocimiento dentro de la Edad Moderna. Resulta, por lo dicho, que no es de ninguna forma fcil cortar la Historia en periodos con caractersticas unitarias, y menos en el terreno de la historia de los conocimientos, que es el tema que aqu se quiere tratar, Desde un punto de vista de la Historia en general, no slo de la Historia de las ideas, puede ser ms fcil; hay acontecimientos polticos o sociales, p. ej., guerras, descubrimientos geogrficos o tcnicos, etc., que pueden imprimir nuevos rumbos a los esfuerzos y realizaciones humanas; pero siempre se tratar, al elegir los lmites de una edad o periodo histrico, de una eleccin ms o menos convencional, que resulte til para de alguna manera poder escribir la Historia. Ms que los rumbos del conocimiento humano, hechos corno el Concilio unionista de Florencia (1438), la invencin de la imprenta (1443), la conquista de Constantinopla por los turcos (1453), el descubrimiento de Amrica (1492), la rebelin de Lutero (1517), o la apertura del Conc. de Trento (1545), pueden servir de cmodo punto de partida; y como punto final, la Revolucin francesa (1789), la independencia de los pases americanos o el desarrollo industrial del s. XIX. Mrgenes fluctuantes, pero generalmente adoptados por los historiadores, y que pueden servir para historiar el conocimiento y el pensamiento, la filosofa y las filosofas, las diversas ciencias. Es el pensamiento y el conocimiento los que van a remolque de estos hechos? o son los hechos los que van a remolque de las ideas? Ninguna de las dos preguntas est bien planteada, ni tiene respuesta exacta. Ya se ha sealado que ni la razn sola marca el rumbo de la historia, ni sta, los hechos, marcan necesariamente el rumbo de los conocimientos. No es factible caracterizar a la E. M., ni a ninguna Edad, slo por determinados valores; ya la simple limitacin temporal de stos incide en apreciaciones subjetivas. Por eso puede decirse que no hay, hablando con rigor, una filosofa moderna de acuerdo con los tiempos modernos, tal como suele presentarse en los manuales y tratados de Historia; hay, en cambio, muchas filosofas; como tampoco hay una filosofa medieval, sino varias. Y estas filosofas, unas veces corrientes filosficas y otras simples ideologas (v.), tampoco se suceden sin ms unas a otras, sino que se dan a vedes simultneamente. sta es una cuestin capital para la comprensin de lo que es la Filosofa y de lo que es la Historia de la Filosofa (v. FILOSOFA). La Filosofa, entendiendo por tal la ciencia ms general y abstracta, la ciencia del ser en general, no es ms que una. Pero como una ciencia tan general como la Filosofa pura o la Metafsica (v.) no es suficiente para la vida prctica, es preciso siempre concretarla ms o menos, descendiendo a la filosofa social, la teora poltica, la ciencia del derecho, filosofa del arte, la ciencia de la materia y las tcnicas, etc., donde es ms fcil que se den corrientes o escuelas distintas. Y estas distintas corrientes o escuelas lo son por agruparse alrededor de diferentes ideas, o tambin alrededor de diferentes personas, con lo que las divergencias entre ellas son mayores o menores y evolucionan de distintas formas segn lo que en cada momento les sirve de aglutinante principal. Aparecen as, diferentes corrientes filosficas o ideolgicas, escuelas cientficas, etc., ms que distintas filosofas. A su vez esas corrientes o escuelas valorarn o cultivarn ms o menos la Filosofa. Pueden sealarse, dentro de esos lmites de la E. M., como direcciones del conocimiento y corrientes del pensamiento: el humanismo renacentista; la teologa controversista con los luteranos; el renacimiento de la Filosofa, la Metafsica y la Teologa, con la llamada Segunda Escolstica, que en el terreno prctico se volc hacia la Moral y el Derecho; el estudio de la historia y del pensamiento bblico; el lulismo; el agustinismo; el cultivo de la ciencia natural experimental y las interpretaciones que le acompaan; el empirismo; el racionalismo de los s. XVII y XVIII; el iluminismo ilustrado; la literatura apologtica de esos mismos siglos; la literatura y la Teologa espiritual; la Teologa histrica; el desarrollo de la teora poltica; etc. Nos ocuparemos ms detenidamente, despus, de cada una de estas corrientes. En todas ellas se da un cultivo y una atencin a la Filosofa de un modo u otro; de una forma ms directa en las escuelas de la Segunda Escolstica y en algunas corrientes racionalistas. Pero es claro, por esa simple enumeracin, que la filosofa moderna no puede caracterizarse slo por el racionalismo, como pretende la historiografa ilustrada-idealista, y como es tpico presentarla en los tratados y manuales generales. Lo que s puede afirmarse es que en la E. M. se da una mayor fragmentacin de la Filosofa y de las ciencias de la que hubo en la Edad Media. Por una parte, la Filosofa, lo mismo que la Teologa, el Derecho, y las dems ciencias, eran cultivadas fundamentalmente en las Universidades (v.), una de las grandes creaciones de la Edad Media (de ah el nombre general de Escolstica, v., que viene a significar lo que se hace en las escuelas, luego llamadas Universidades). En la E. M., la Universidad sigue siendo el principal foco cultural y de investigacin; pero conforme va pasando el tiempo, tambin fuera de ella se cultivan la Filosofa, la Teologa y las ciencias, que a veces se desconectan, y, por tanto, tienden a fragmentarse ms fcilmente. Por otro lado tambin se va haciendo caracterstico en la E. M. el separar a veces agudamente la Filosofa de la Teologa; especialmente en las corrientes racionalistas, pero tambin en la Segunda Escolstica y en toda clase de autores. Ello contribuye a la fragmentacin, y adems al empobrecimiento de ambas cuando la distincin es entendida como separacin u oposicin, o a su enriquecimiento si la distincin se une a una colaboracin. A su vez diversas ramas de la Filosofa y de la Teologa tienden a desarrollarse cada vez ms y a independizarse. Se va produciendo una mayor especializacin. La especializacin, en Derecho o Poltica, en Teologa o en Filosofa, en Ciencias naturales o en Gnoseologa, en Lgica o en Historia, etc., tiende a que cada rama del saber pretenda la hegemona y a considerarse como la verdadera Filosofa. Dispersin del pensamiento, enparte paralelo a la aparicin y afirmacin de las nacionalidades (v. I, A, 5). Con la fragmentacin y especializacin, y con el afn de predominio de cada especialidad, la historia de los conocimientos y del pensamiento modernos ofrece un aspecto algo catico, con confusiones y equvocos continuos, que la hacen muy difcil de historiar. Corrientes y autores se critican y polemizan mutuamente, sin aclarar los equvocos, los mtodos y la terminologa utilizada, en definitiva sin conocerse profundamente, situacin que es heredada por la Edad Contempornea. De ah que para algunos la E. M. sea como una ruina del conocimiento, una fragmentacin y empobrecimiento de la Filosofa; y para otros sea todo lo contrario. Pero ninguno de los dos juicios es verdadero. Es preciso intentar una Historia ms real, que distinga las diversas direcciones y corrientes, que las compare, para poder reconocer qu aportaciones valiosas y verdaderas se hacen a la Filosofa, qu a otras ciencias, qu cosas permanecen en el terreno de lo opinable y optativo, y qu debe ser desechado como carente de verdad o de inters. La tarea no es fcil; ya hemos dicho que la Historia es siempre difcil y compleja; y ms la de los conocimientos y del pensamiento, sobre todo cuando se dan de hecho confusiones y trasposiciones de mtodos (v.). Pero en esta tarea, que ha de realizarse sin prejuicios de escuela, segn nuestro parecer hay mucho que hacer todava. Con frecuencia se flucta en la distincin entre la Filosofa misma y otras ciencias, o entre Filosofa e ideologas (v.). Especialmente, las Historias de las Ciencias naturales suelen ser, hasta ahora, las ms superficiales, con frecuencia aferradas a prejuicios ideolgicos racionalistas o positivistas, que no saben distinguir las ciencias filosficas y las ciencias de la naturaleza. Sobre el tema de la clasificacin de las ciencias se ha escrito bastante, pero, aunque en lneas generales hay estudios y clarificaciones valiosas, necesita continuamente de mayores precisiones y aclaraciones (v. CIENCIA VII). Para la historia de los conocimientos y de la Filosofa se tratarn aqu solamente algunas generalidades de las diversas corrientes y autores, remitiendo para ms detalles a otros artculos de esta Enciclopedia. 3. Los siglos XV y XVI. Son los siglos del Renacimiento (v.), que en el terreno de la Filosofa y del pensamiento suelen caracterizarse por lo que se llama el humanismo (v.), y que no es necesario tratar ya aqu. Solamente recordar que el espritu humanista tiene un sentido fundamentalmente artstico, literario y cultural, sin mucha consistencia propiamente filosfica. Y tambin hay que destacar que, en el terreno del pensamiento, adems de las preocupaciones estticas de los humanistas, en estos siglos se encuentran otras importantes preocupaciones. El nominalismo del s. XIV a la vez que se va disolviendo, influye poderosamente en los errores teolgicos y filosficos de Lutero (v.; m. 1546) y Melanchton (v.; m. 1560); pero, con influencias aristotlicas, Lutero y sus seguidores acabarn creando la ortodoxia luterana; entre ellos, J. Gerhard (1582-1637) afirma decididamente la teologa natural. Casi al mismo tiempo el protestantismo suizo crea la ortodoxia reformada por obra de Zwinglio (v.; m. 1531), Calvino (v.; m. 1564) y otros como M. Bucero (v.; m. 1551) y T. Beza (v.; m. 1505), que dieron origen a un fuerte legalismo (v. PROTESTANTISMO II, 1). Una preocupacin religiosa y espiritual, si bien pintoresca y extraa, se manifiesta en los cultivadores de la Cbala (v.) juda y en el ocultismo (Paracelso, v.; J. Reuchlin, m. 1522; en gran parte tambin J. Bdhme, m. 1642); tambin el neoplatonismo del conocido humanista Pico de la Mirndola (v.; m. 1533) est contagiado de doctrinas cabalsticas por las que senta gran aficin. La teologa espiritual y mstica de Taulero (v.; m. 1361), Ruysbroeck (v.; m. 1381), la devotio moderna (v.) y Kempis (v.; m. 1471) influyen en la obra de humanistas como L. Vives (v.; m. 1540), S. Toms Moro (v.; m. 1535), Erasmo (v.; m. 1536) y otros. Ya en Juan Gerson (v.; m. 1429) y en Nicols de Cusa (v.; m. 1464) haba habido un intento de sntesis de espiritualidad y ciencia. A su vez la obra reformadora de S. Teresa de Jess (v.; m. 1582) y de S. Juan de la Cruz (v.; m. 1591) y sus profundos escritos espirituales fueron influyendo por todas partes, contribuyendo con el tiempo al desarrollo y organizacin de la Teologa espiritual. Hay que mencionar tambin aqu a S. Juan de vila (v.; m. 1569). Importantes, por sus repercusiones en el trabajo filosfico y sobre todo por su desarrollo ulterior en el camino de la diversificacin, y especializacin de las ciencias, son las dedicaciones de ciertos autores al mtodo experimental en la ciencia natural, que es llamada equvocamente Filosofa natural. En los italianos Jernimo Cardano (m. 1576), Bernardino Telesio (m. 1588), Francisco Patricio (m. 1597) y T. Campanella (v.; m. 1639) hay una filosofa natural mezcla de sueos idealistas platnicos y afn de investigar las leyes naturales, que se radicaliza con Giordano Bruno (v.; m. 1600) en un pantesmo monstico de tipo neoplatnico. Pero en la lnea de las ciencias naturales, especialmente la Fsica y la Astronoma, el nombre importante es el de N. Coprnico (v.; m. 1543), a los que se pueden aadir los de Leonardo de Vinci (v.; m. 1519) y Tycho Brahe (m. 1601); y ya entrando en el s. XVII los de Francis Bacon (v.; m. 1626), Juan Kepler (v.; m. 1630) y Galileo (v.; m. 1642). Las preocupaciones por la teora poltica y la filosofa jurdica al final de la Edad Media fueron muy vivas con ocasin del conciliarismo (v.) y las polmicas subsiguientes acerca del poder papal y del poder real. Conciliaristas y papalistas fueron autores de obras que tocaban temas de filosofa poltica y jurdica junto a la Eclesiologa. En el s. XV hay que mencionar la obra del citado Juan Gerson, y sobre todo la del espaol Juan de Torquemada (v.; m. 1468). Tambin tiene aqu un puesto el citado card. Nicols de Cusa, pero su obra fundamental fue, sin embargo, filosfica y teolgica, extraa simbiosis de teologa, platonismo y ciencia de la naturaleza. En el s. XVI, Maquiavelo (v.; m. 1527) pretende desligar la tica y moral de la poltica, y aparecen los maquiavelistas y antimaquiavelistas. Pueden citarse aqu tambin, al protestante lean Bodino (v.; m. 1596), que propugnar el absolutismo, como hara Hobbes (v.) ms tarde; las utopas de Campanella, ya citado; y el pensamiento del tambin citado humanista Toms Moro. El nombre ms importante en este terreno es el del espaol Francisco de Vitoria (v.; m. 1546) considerado fundador del Derecho internacional; ms tarde hay que mencionar a F. Surez (v.; m. 1617). El descubrimiento de Amrica y de los nuevos pases fue aguijn que impuls el estudio del Derecho, de la Teora poltica, de las relaciones entre los pueblos, etc. Hay, entre los humanistas del s. XVI, aristotlicos (v.) y averrostas (v.); y tambin platnicos o neoplatnicos (v. HUMANISMO I, 2); entre los ltimos se pueden aadir aqu el judo luso-espaol Len Hebreo (v.; m. ca. 1535), y el mdico Miguel Servet (v.; m. 1553) hecho quemar vivo por Calvino; Sebastin Fox Morcillo (v.; m. 155960), tambin espaol, fue ms eclctico. Hay tambin enel s. xvi rebrotes de escepticismo filosfico y metafsico, propios del nominalismo, que de alguna forma trat de superar el citado card. Nicols de Cusa, aunque no lo logr del todo. Merecen ser citados: el francs Miguel de Mantaigne (v.; m. 1592) ms valioso como escritor que como filsofo, pero que ejercera gran influjo; su amigo Pierre Charron (1541-1603); y aparentemente el mdico espaol Francisco Snchez (v.; m. 1623), aunque fue ms bien un crtico que no lleg a recorrer los caminos de la ciencia que l propona. De otros mdicoshumanistas espaoles, Juan Huarte de San Juan (v.; m. 1588-89) fue equilibrado en muchos puntos y escptico en otros; A. Gmez Pereira (v.; m. 1588) fue eclctico y algo extravagante. Para el LULISMO, V. LULISTAS. La Teologa viene estimulada por lneas que se influyen mutuamente: por una parte la controversia con Lutero y los protestantes, por otra el redescubrimiento y actualizacin de la Suma Teolgica de S. Toms, y, finalmente, los estudios y ediciones escritursticas. En la Teologa controversista, centrada principalmente en los temas y errores protestantes, hay que citar nombres como los alemanes A. Alveldt (v.; m. 1532), N. Ferber (v.; m. 1525), J. Hoogtraeten (v.; m. 1527), J. Cocleo (v.; m. 1552), J. M. Eck (v.; m. 1543), y S. Pedro Canisio (v.; m. 1597); los espaoles Alfonso de Castro (v.; m. 1558), Andrs Vega (m. 1560), y Gregorio de Valencia (v.; m. 1603); el polaco S. Hosius (v.; m. 1579), los ingleses W. Allen (v.; m. 1594) y Toms Stapleton (m. 1598) junto a S. Toms Moro (v.; m. 1535) y a S. Juan Fisher (v.; m. 1535); los italianos Ambrosio Catarino (v.; m. 1553) y A. Possevino (v.; m. 1624); el holands M. Beccanus (v.; m. 1624). Entrando ya en el s. XVII, hay que citar al card. S. Roberto Belarmino (v.; 15421621) autor de notables obras teolgicas y eclesiolgicas, y el tambin card. francs David du Perron (m. 1618) que dej un tratado sobre la Eucarista y valiosas obras de controversia. Desde el punto de vista ms estrictamente filosfico, lo ms destacado del Renacimiento es el comienzo de la llamada Segunda Escolstica; nombres como el de Capreolo, Cayetano, el Ferrariense, Cano y Bez producen un notable florecimiento de la Filosofa y de la Teologa; especialmente la Escuela de Salamanca, penetrada de humanismo y de la mejor tradicin filosfica y teolgica, realiza logros definitivos. Pero todo ello desborda el s. XVI y merece captulo aparte. Al mismo tiempo, exponente del deseo de la vuelta a las fuentes del humanismo, los estudios bblicos, las ediciones de los textos originales y de traducciones de la S. Escritura se multiplican. El mayor relieve lo tiene la edicin de la Biblia polglota Complutense de Cisneros (1514 ss.), la primera y maestra de las dems, de la de Arias Montano (1568 ss.) y las de los siglos posteriores (V. BIBLIA VI, 8). De los escrituristas, aparte de los trabajos filolgicos de muchos humanistas, como Lorenzo Valla (m. 1457), Erasmo, los que trabajaron en la Polglota Complutense como Alfonso de Zamora (v.; m. 1531) y algn otro, hay que mencionar a Cayetano y a los jesuitas Alfonso Salmern (v.; m. 1586), Juan de Maldonado (v.; m. 1553) y el card. Francisco de Toledo (v.; m. 1596); ms tarde Cornelio a Lpide (v.; m. 1637). Son tambin conocidas las traducciones de la Biblia de Lutero y de otros autores protestantes y catliCOS (V. BIBLIA VI, 9).Eliluminismoliber a la ciencia de los obstculos de la tradicin teolgica y fue haciendo posible la evolucin autnoma del pensamiento moderno.