Diccionario del habla de la baja ribagorza occidental

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DICCIONARIO del habla de la BAJA RIBAGORZA OCCIDENTAL -Huesca- María Luisa Arnal Purroy AINAS WSM

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Gara d'Edizions. Colección Ainas, 2

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  • DICCIONARIO del habla de la

    BAJA RIBAGORZA

    OCCIDENTAL -Huesca -

    Mara Luisa Arnal Purroy

    AINAS

    WSM

  • Mara Luisa ARNAL PURROY es Profesora Titular de Lengua Espaola en la Universidad de Zaragoza, donde desarrolla su labor docente e investigadora adscrita al Departamento de Lingstica General e Hispnica. Sus investigaciones se han orientado, preferentemente, hacia el mbito de la dialectologa y la sociolingstica aragonesas, dedicando especial atencin a la variedad dialectal de la Baja Ribagorza. Adems de diversos trabajos aparecidos en publicaciones especializadas, es autora de El habla de la Baja Ribagorza occidental (Huesca). Aspectos fnicos y gramaticales (1998), y coautora del Estudio sociolingiistico de la Franja Oriental de Aragn (1995) y de Textos lexicogrficos aragoneses de Benito Coll (1902-1903) presentados al Estudio de Filologa de Aragn. Edicin y estudio (1999), as como de varios artculos -stos en colaboracin con Jos M. a Enguita- sobre la castellanizacin lingstica de Aragn. Participa, asimismo, en diversos proyectos de investigacin, entre los que se encuentra El estudio de la disponibilidad lxica en Aragn, incardinado en el marco del proyecto comn panhispnico sobre lxico disponible que impulsa y dirige Humberto Lpez Morales.

    GARA ^ ' [ D I Z I O N S

  • Ma LUISA ARNAL PURROY

    D I C C I O N A R I O D E L H A B L A D E L A

    B A J A R I B A G O R Z A O C C I D E N T A L

    (HUESCA)

  • Ma LUISA ARNAL PURROY

    D I C C I O N A R I O D E L H A B L A D E L A

    B A J A R I B A G O R Z A O C C I D E N T A L

    ( H U E S C A )

    | I N S T I T U O N BB H FERNANDO

    G A R A [ D I Z I O N S L El CATLICO

    GARA D'EDIZIONS *

    INSTITUCIN "FERNANDO EL CATLICO" Excma. Diputacin de Zaragoza

    Zaragoza, 2003

  • DICCIONARIO DEL HABLA DE LA BAJA RIBAGORZA OCCIDENTAL (HUESCA)

    Publicacin nmero 2357 de la Institucin Fernando el Catlico (Excma. Diputacin de Zaragoza) Plaza de Espaa, 2 E-50071 ZARAGOZA Tlf.: (34) 976 28 88 78/79 Fax.: (34) 976 28 88 69 [email protected] http://www.ifc.dpz.es

    Para esta edicin: Gara d'Edizions Abda. Nabarra, 8 E-50010 ZARAGOZA http://come.to/gara [email protected]

    Depsito Legal: Z-1393-2003 I.S.B.N.: 84-8094-052-2

    Diseo de portada: Fernando Lasheras

    Impresin: INO Reproducciones

    Impreso en Aragn-Printed in Aragn.

  • A mi madre, Mara Luisa, que es, aunque ya no est.

  • PREMBULO

    Este repertorio lexicogrfico tiene su origen diez aos atrs, cuando defend la Tesis doctoral sobre el tema "Contribucin al estudio del habla de la Baja Ribagorza Occidental (Huesca)", en la que, a modo de apndice, pre-sent el inventario de palabras reunidas en dicha investigacin. Desde ese ao de 1992 siempre he albergado la intencin de sacar a la luz los abundantes datos lxicos que haba recopilado, y ms todava a partir de la publicacin, en 1998, de la monografa El habla de la Baja Ribagorza Occidental, pues con el vocabulario -que no figura en tal estudio- se obtendra una caracteri-zacin ms completa de la modalidad lingstica bajorribagorzana.

    Que, finalmente, ese propsito se haya hecho realidad se debe, en buena parte, a Chus Arags, de la editorial aragonesa Gara d'Edizions. Su llama-da ofrecindome publicar los materiales lxicos de la Baja Ribagorza Occidental fue el impulso que necesitaba para emprender, sin ms demora, la elaboracin de los mismos.

    El resultado es este diccionario que tiene por objeto poner al alcance de las gentes bajorribagorzanas, como tambin de los especialistas y de todas aquellas personas interesadas en las variedades lingsticas del territorio ara-gons, un caudal lxico que pretende ser representativo del habla bajorriba-gorzana actual, con lo que tiene de particular frente al espaol general o estndar, pero tambin con lo que tiene en comn con esta lengua2.

    He procurado llevar a cabo un trabajo honesto y riguroso, intentando aplicar en la medida de lo posible las novedades ms importantes que se han producido en la tcnica lexicogrfica a lo largo de los ltimos aos. Con todo, soy plenamente consciente de las limitaciones y deficiencias de este vocabulario; pero, de una parte, el convencimiento de que "un diccionario es una obra en continua renovacin"3 y, de otra, el hecho de que no exista hasta el momento otro repertorio lxico que afecte al conjunto de la zona geogr-fica aqu considerada me ha llevado a concebir el Diccionario del habla de la Baja Ribagorza Occidental como un punto de partida, no de llegada, que deber, por tanto, mejorar y enriquecerse con los resultados de futuras inves-tigaciones, as como con las crticas, sugerencias y propuestas de los poten-ciales usuarios.

    Justo es reconocer, por otro lado, que para la elaboracin de este vocabu-lario me han resultado de gran ayuda varios diccionarios y repertorios lxicos

    ' M. a Luisa Arnal, El habla de la Baja Ribagorza occidental (Huesca). Aspectos fnicos y gramatica-les, Zaragoza, IFC, 1998.

    ^ Sobre esta cuestin, tratamos ms ampliamente en el apartado II. 1.

    ^ As se seala expresamente, por ejemplo, en la ltima edicin del DRAE (Real Academia Espaola, Diccionario de la lengua espaola, Madrid, Espasa Calpe, 22.a ed., 2001, p. XXXI).

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  • Mara Luisa Arnal Purroy

    que han llegado a convertirse en imprescindibles compaeros durante los meses de preparacin de los materiales lxicos. As, modelo y pauta para dis-tintos aspectos de la macroestructura y de la microestructura han sido el DRAE, CLAVE4 y el DEAl>, tres obras de diferente carcter que, para mis pro-psitos, han asociado sus ventajas. En lo que al mbito aragons concierne, he acudido permanentemente adems de al Diccionario aragons (Zaragoza, Mira, 4.a ed., 1992) de Rafael Andolz- a otros dos repertorios de reciente publicacin: el Diccionario etimolgico chistabino-castellano, castellano-chista-bino (Zaragoza, IFC, 2001) de Brian Mott y el "Vocabulario" que presenta M.a Pilar Bentez en su libro L'ansotano. Estudio del habla del Valle de Ans (Zaragoza, Gobierno de Aragn, 2001, pp. 277-332)s.

    Deseo expresar, finalmente, mi reconocimiento a quienes, de un modo u otro, han contribuido a la realizacin de este trabajo. No quiero dejar de mencionar a don Toms Buesa, mi maestro y director de la Tesis doctoral germen del presente vocabulario; a Jos Luis Aliaga, siempre disponible para atender mis consultas y proporcionarme consejos; al ya mencionado Chus Arags, que se ha mostrado en todo momento comprensivo y entusiasma-do con este proyecto; a Jos M.a Enguita, por estar a mi lado; a mi padre, "Josern de Pinza", entre otras cosas, por ser de La Puebla de Castro. Mi gra-titud se extiende tambin, y de manera muy especial, a mi ta, Aurora Arnal, ferviente usuaria de la variedad bajorribagorzana, de quien la he aprendido y con quien la hablo; a mi apreciado amigo Enrique Bada, foncense de pro, por su inestimable ayuda; a los grausinos Vicente Turmo ("Pallasn") y Jorge Mur, as como a todos los dems informantes y gentes de la Baja Ribagorza que me dedicaron su tiempo y me comunicaron sus palabras y, con ellas, su forma de vivir.

    Zaragoza, noviembre de 2002

    ^ Concepcin Maldonado (dir.), CLAVE. Diccionario de uso eiel espaol actual, Madrid, Ediciones SM, 4.a ed., 2000.

    5 Manuel Seco, Olimpia Andrs y Gabino Ramos, Diccionario del espaol actual Madrid, Aguilar, 1999.

    ^ A ellos hay que aadir la recopilacin de lxico de Fonz realizada, a lo largo de estos ltimos aos, por Enrique Bada, quien ha puesto a mi disposicin el manuscrito indito, y el repertorio de Graus que, bajo ei epgrafe "Diczionario", recoge Vicente Turmo en su libro Tradizions i cosas de Graus (Huesca, 2000, pp. 137-167). Asimismo, y en lo que concierne a los nombres de animales y de plan-tas, me han sido de utilidad el Dizionario sobre espezies animals y bexetals en o bocabulario altoaragons (Huesca, IEA, 1989), de Rafael Vidaller, y el Bocabulario aragons d'abes d'Uropa (Huesca, Consello d'a Fabla Aragonesa, 1996), de Ignacio Arizn, Marteen Plateuw, Francho Rods, Fernando Valls y Rafael Vidaller.

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  • I. LA ZONA GEOGRFICA Y SU HABLA

    El caudal lxico aqu reunido se circunscribe a una limitada rea geogrfica, la Baja Ribagorza Occidental, situada en la parte centro-oriental de la provincia de Huesca. Segn se observa en los mapas que ofrecemos, este territorio dibuja una estrecha franja, verticalmente dispuesta, que se extiende desde el curso medio del ro Esera hasta ms abajo de su confluencia con el Cinca.

    La exacta delimitacin de esta zona altoaragonesa se ha establecido aten-diendo fundamentalmente a consideraciones de ndole lingstica, que hemos expuesto con detalle en otro trabajo7, lo que nos evita su repeticin. Como resultado de la aplicacin de tales criterios, la Baja Ribagorza Occidental est constituida por los 24 ncleos de poblacin siguientes: Abenozas, Aguilar, Aguinalu, Bellestar, Benavente de Aragn, Besins, Capella, Centenera, Ejep, Estada, Estadilla, Fonz, Graus, Olvena, Panillo, Perarra, La Puebla de Castro, La Puebla de Fantova, Pueyo de Marguilln, Santa Liestra, Secastilla, Torre de Esera, Torre de Obato y Ventas de Santa Luca. Conviene precisar que, de acuerdo con las actuales demarcaciones comarcales de la Comunidad Autnoma de Aragn, las localidades de Estada, Estadilla y Olvena pertenecen al Somontano de Barbastro, Fonz al Cinca Medio y el resto a la Ribagorza (vanse los mapas que figuran al final del presente apartado).

    La Baja Ribagorza Occidental cuenta en la actualidad con una poblacin que asciende a 5.880 habitantes (segn los datos correspondientes a la revi-sin del Padrn Municipal de 1 de enero de 2000)8. Tal poblacin, que con-tina la tendencia regresiva que -desde hace dcadas manifiesta este terri-torio9, muestra un desigual reparto entre los distintos municipios, pues solo tres de ellos concentran el 72% de la misma: Graus (41,2%: 2.428 habitan-tes), Estadilla (15,5%: 913) y Fonz (15,3%: 905); frente a estos, hay siete localidades -Abenozas, Aguilar, Aguinalu, Bellestar, Centenera, Ejep y Torre de Obato que no llegan a los 35 habitantes.

    Desde el punto de vista lingstico, la Baja Ribagorza Occidental es un rea dialectal cuya variedad autctona, el llamado bajorribagorzano, ha logra-do sobrevivir hasta hoy, bien es cierto que con diferente grado de vitalidad y "pureza", dependiendo de muy diversos factores como la localidad de proce-

    ^ Vase M. a L. Arnal, El habla de la Baja Ribagorza occidental..., pp. 12-15.

    Los datos demogrficos de cada una de las 24 unidades de poblacin me han sido facilitados por la Dra. Mara Carmen Faus, profesora titular del Departamento de Geografa y Ordenacin del Territorio de la Universidad de Zaragoza, a quien reitero mi sincero agradecimiento.

    ^ Tngase en cuenta que, en 1900, la Baja Ribagorza Occidental tena 11.056 habitantes, en 1950 su poblacin era de 9.601 y, ms recientemente, en 1986, contaba con 6.745; sobre todos estos datos y las fuentes de donde proceden, vase M. a L. Arnal, El habla de la Baja Ribagorza occidental..., p. 26.

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  • Mara Luisa Arnal Purroy

    dencia de los hablantes, su edad, su nivel de instruccin o su grado de con-tacto con la variedad estndar del espaol, entre otros.

    Pertenece nuestro territorio a la zona de frontera lingstica catalano-ara-gonesa caracterizada por un notable entrecruzamiento de isoglosas, es decir, por la falta de coincidencia en los lmites que separan rasgos lingsticos de tipo aragons y de signo cataln. Pese a tal disparidad de isoglosas, y segn hemos podido comprobar a travs del anlisis de los diversos aspectos fni-cos y gramaticales atestiguados en las 24 localidades del rea geogrfica que nos ocupa, el bajorribagorzano es una modalidad lingstica de filiacin ara-gonesa. Ello no implica la ausencia de formas y rasgos lingsticos de tipo cataln; estos existen, pero no en proporcin suficiente para permitir su ads-cripcin a la lengua catalana, ni siquiera para poder calificarla de "habla mixta". Cabe decir, eso s, que la variedad verncula de la Baja Ribagorza Occidental es un aragons de transicin hacia el cataln10.

    Pero los elementos aragoneses, catalanes e, incluso, especficamente riba-gorzanos algunos, que constituyen lo que podramos llamar el fondo patri-monial del habla bajorribagorzana, no son los nicos que la configuran. Parte integrante de esta lengua funcional son tambin los abundantes elementos de signo castellano que, a diferencia de los anteriores, experimentan un ince-sante incremento. En unos casos se trata, justo es sealarlo, de formas y fen-menos lingsticos comunes al castellano y al aragons (no se olvide, en este orden de cosas, que no estamos ante variedades lingsticas dispares, sino ante variedades que, por proceder de una misma lengua el latn-, han lle-gado muchas veces a soluciones coincidentes). En otros casos, en cambio, se trata de "castellanismos" propiamente dichos, esto es, de formas y rasgos lin-gsticos del espaol estndar que han ido penetrando y continan hacin-dolo- sea en calidad de prstamos lxicos, sea como consecuencia de un lento pero constante proceso de sustitucin de formas vernculas por las corres-pondientes del espaol general. De hecho, la variedad bajorribagorzana muestra en la actualidad un apreciable grado de castellanizacin.

    Ha de tenerse en cuenta, por otro lado, que la Baja Ribagorza Occidental es una zona de lenguas en contacto, pues ese bajorribagorzano parcialmente castellanizado convive con el espaol estndar. Y como sucede en tantas otras comunidades, de dentro y fuera de Aragn, en las que coexisten el verncu-lo dialectal y el estndar oficial, ambos sistemas lingsticos no se mantienen en paridad, sino que se hallan jerarquizados, en el sentido de que se les asig-nan funciones y valoraciones distintas dentro de la comunidad de habla (situacin de diglosia). Baste con sealar, en lneas generales, que la variedad estndar es la utilizada en situaciones y contextos comunicativos de carcter

    ' " Los aspectos fnicos y gramaticales de dicha modalidad lingstica se encuentran descritos en nuestra monografa de 1998, varias veces citada en estas pginas introductorias. Para una sucinta y glo-bal caracterizacin de la misma, vase M. a L. Arnal, "Hablas bajorribagorzanas", en Actas del III Curso sobre Lengua y Literatura en Aragn (siglos XVIII-XX), Zaragoza, IFC, 1994, pp. 287-310.

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    formal; es la lengua de prestigio, y esta alta valoracin viene sancionada por la denominacin que suele recibir: habl fino es expresarse en castellano. En cambio, la variedad autctona se reserva para los mbitos ms informales e ntimos, y goza de una inferior valoracin; no en vano muchos hablantes alu-den a ella con la expresin habl basto.

    Claro que la situacin lingstica existente en la zona bajorribagorzana es ms compleja de lo que cabe deducir si nos limitamos a hablar de bipolari-dad estndar / dialecto. En efecto, el proceso de nivelacin lingstica hacia el espaol general en que est inmersa la variedad dialectal da lugar a que se originen diversos grados de transicin o diversas variedades intermedias entre la lengua estndar y la autctona de la comunidad, de manera que, en senti-do estricto, se trata de una situacin gradual y no bipolar. En un extremo de ese continuo se situara lo que algunos estudiosos llaman el "dialecto base", es decir, el bajorribagorzano con un mximo nmero de rasgos lingsticos dialectales, mientras que en el polo opuesto estara el espaol estndar (varie-dad no marcada diatpicamente).

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  • Mara Luisa Arnal Purroy

    MAPA 1

    Comarcas de la provincia de Huesca

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  • fenra

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  • Mara Luisa Arnal Purroy

    MAPA 3

    Poblaciones de la Baja Ribagorza Occidental

    Ejep Poblaciones con menos de 35 habitantes

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  • I I . C A R A C T E R S T I C A S D E E S T E D I C C I O N A R I O

    E I N S T R U C C I O N E S D E U S O

    1. EL CORPUS: OBTENCIN Y SELECCIN DEL LXICO

    Presentamos en este diccionario los materiales lxicos que recopilamos, duran-te los aos 1987-1990, para llevar a cabo nuestra citada investigacin sobre el habla de la Baja Ribagorza Occidental. Estos materiales nos fueron proporciona-dos in situ por una muestra de 88 informantes diversificados con arreglo a las variables 'localidad de procedencia', edad', 'sexo' y 'nivel de instruccin. Dadas las caractersticas demogrficas y socioculturales del territorio bajorribagorzano, la mayor parte de esos 88 informantes son hombres y mujeres mayores de 45 aos, con un grado de instruccin bajo".

    Para la obtencin de este repertorio lxico nos servimos de las tcnicas de encuesta habituales en este tipo de investigaciones dialectolgicas. Tomando como base el Cuestionario del Atlas Lingstico y Etnogrfico de Aragn, Navarra y Rioja, confeccionamos el nuestro, constituido por unas 3.500 preguntas, que aplicamos ntegramente en seis municipios (Graus, Capella, Estadilla, Fonz, La Puebla de Castro y Santa Liestra), elegidos tanto por su mayor nmero de habitantes como por su ubicacin en los puntos ms extremos de la zona. A partir de ese cuestio-nario "amplio", se elabor otro "reducido", formado por 1.000 preguntas aproxi-madamente, que fueron formuladas en once ncleos de poblacin (Benavente de Aragn, Besins, Estada, Olvena, Panillo, La Puebla de Fantova, Perarra, Pueyo de Marguilln, Secastilla, Torre de sera y Ventas de Santa Luca). Finalmente, en las siete localidades restantes -todas ellas con menos de 35 habitantes-, aplicamos un cuestionario "muy reducido", constituido por alrededor de 150 preguntas sobre aspectos fonticos, morfolgicos y sintcticos.

    Adems de la informacin allegada siguiendo los planes de encuesta -sin duda la ms importante desde el punto de vista cuantitativo-, y de las abundantes notas tomadas durante las entrevistas, otra tcnica adicional para el acopio de materiales fue la grabacin de dilogos espontneos y de diversos relatos sobre temas suscita-dos por nosotros. Son exclusivamente los datos lxicos obtenidos de las mencio-nadas fuentes orales y a travs de los mtodos expuestos los que constituyen el cor-pus en el que se basa el presente diccionario12.

    ' ^ Para ms detalles sobre los criterios de seleccin de los informantes y sobre la representativi-dad de la muestra, remitimos a lo expuesto en M. a L. Arnal, El habla de la Baja Ribagorza occidental..., pp. 18-23, donde aparece tambin la relacin de cada uno de esos 88 individuos con sus correspon-dientes datos sociolgicos.

    ' ^ No han formado parte de nuestro corpus otros materiales procedentes de fuentes escritas o de fuen-tes lexicogrficas. En cuanto a las primeras, debemos indicar que los materiales escritos en bajorribagorza-no son fruto, muchas veces, de un afn purista que lleva a quien los escribe a "dialectalizar" palabras que en el mbito de la oralidad solo se emplean con la forma castellana; por lo tanto, los textos dialectales escri-tos nicamente se han tenido en cuenta de manera complementaria (por ejemplo, para precisar una acep-cin o comprobar un uso). Con respecto a las fuentes lexicogrficas -nos referimos concretamente a los repertorios de Graus y Fonz antes citados-, hemos preferido ceirnos a los materiales directamente allega-dos por m de acuerdo con las tcnicas expuestas, aun cuando ello ha supuesto dejar fuera alguna palabra, variante o acepcin registradas en los mencionados repertorios.

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    En cuanto a la seleccin del lxico, es necesario sealar que frente a lo que viene siendo habitual en la lexicografa dialectal13 en este repertorio no perseguimos ofrecer nicamente el lxico diferencial con respecto al espaol comn. Partimos de la consideracin de que el habla bajorribagorzana actual es una lengua funcional en la que segn hemos indicado ya convive lo pro-pio con lo importado, lo dialectal (sea aragons, cataln o exclusivamente ribagorzano) con lo castellano; de acuerdo con ello, y con el objeto de no deformar la realidad viva de dicha modalidad lingstica y tratar de dar cuen-ta veraz de su estado actual, hemos dado cabida a los abundantes elementos del espaol general que se hallan tan integrados en la variedad bajorribagor-zana como los patrimoniales14. En este sentido, cabra decir que se trata de un diccionario integral, si entendemos la distincin entre integral y diferen-cial en los trminos en que lo hace Luis Fernando Lara15. As pues, aparecen tanto "castellanismos" propiamente dichos que, en unos casos, han susti-tuido ya a las formas dialectales correspondientes (hijo, mucho, etc.) y, en otros, alternan todava con ellas {gente, baj, etc.)-, como vocablos castella-nos - o coincidentes con esta lengua-, siempre que estos designen realidades del entorno local del hablante (rbol , casa, camino o mesa, por ejemplo)16.

    Con todo, conscientes de que lo que habitualmente se espera encontrar y ofrece tambin mayor inters en un diccionario de mbito dialectal es el lxico diatpicamente marcado, no hemos aplicado criterios restrictivos sobre el lxico diferencial allegado, si exceptuamos los casos que se citan ms abajo. De este modo, hemos optado por incluir las voces que designan acti-

    ' ^ Vase sobre el particular el trabajo de Manuel Alvar Ezquerra, "Lexicografa dialectal", De antiguos y nuevos diccionarios del espaol, Madrid, Arco Libros, 2002, pp. 397-442, en el que lleva a cabo un atento y bien realizado repaso de los principales repertorios que dan cuenta del lxico regio-nal del espaol de Espaa y de Amrica.

    ' ^ Tngase en cuenta, adems, que como muy bien indica el lexicgrafo mexicano Luis Fernando Lara- "la tradicin lexicogrfica "diferencialista", que slo registra lo que parece peculiar de una regin [ . . . ] , impide confirmar, por un lado, el vocabulario que se utiliza en todas las regiones his-pnicas; por el otro, registrar voces cuyo significante no sea claramente extico al espaol, y significa-dos cuyo significante parezca del espaol general" (L. F. Lara, "El Diccionario del espaol de Mxico como vocabulario dialectal", en I. Ahumada (ed.), Vocabularios dialectales. Revisin crtica y perspecti-vas. II Seminario de Lexicografa hispnica, Jan, Universidad de Jan, 1996, pp. 15-29 [p. 23]).

    ' ^ Vid. L. F. Lara, "El Diccionario del Espaol de Mxico...", p. 15. Junto a las denominaciones integral y diferencial se usan tambin, con el mismo valor, no contrastivo y contrastivo respectivamente; vase sobre el particular, Jos Alvaro Porto Dapena, Manual de tcnica lexicogrfica, Madrid, Arco Libros, 2002, p. 62. Distinto es el sentido, en cambio, que otorga Gnther Haensch a diccionario inte-gral: para este insigne lexicgrafo, es aquel que registra todo el caudal lxico de una lengua o de un subconjunto de ella, y se opone a diccionario representativo y a diccionario selectivo (vid. G. Haensch, Los diccionarios del espaol en el umbral del siglo XXI, Salamanca, Ediciones Universidad de Salamanca, 1997, pp. 57-58).

    No hemos incluido aquellas voces del espaol general referidas a campos de experiencia no vinculados al mbito rural (trminos polticos, deportivos, los que designan las piezas del automvil, etc.), ni tampoco neologismos de reciente incorporacin (mvilo microondas, por ejemplo).

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  • Diccionario del habla de la Baja Ribagorza Occidental

    vidades e instrumentos tradicionales hoy desaparecidos o en vas de desapa-ricin (como, por ejemplo, las referidas a las piezas del arado o del yugo, a los aparejos de las caballeras o al cultivo del lino o del camo), a pesar de que tales palabras tienen, lgicamente, una baja frecuencia de empleo y, en su mayora, resultan desconocidas para los hablantes menores de 40 45 aos. En nuestra opinin, el inters que desde el punto de vista dialectolgi-co sin olvidar el etnogrfico tienen estos vocablos, condenados a desapa-recer, justifica sobradamente su registro en este diccionario, aunque con ello no se refleje exactamente el estado actual del habla bajorribagorzana.

    Las nicas restricciones aplicadas sobre el lxico diferencial restricciones que, por otro lado, afectan tambin al vocabulario castellano se refieren a la no inclusin de diminutivos, aumentativos y despectivos, superlativos, partici-pios y adverbios en -mente, de todos ellos, solo figuran los que pueden resultar asistemticos en su formacin (por ej., barranquera, chicorrn o malamen-te) y, en el caso de los participios, los que son irregulares. Asimismo, tampoco aparecen nombres propios, aunque se hayan utilizado en los ejemplos.

    Hay que aadir, por ltimo, que este diccionario carece por completo de todo carcter normativo o prescriptivo. Antes, al contrario, su enfoque es estrictamente descriptivo en tanto que, con el mximo respeto a la informa-cin proporcionada por los hablantes y sin prejuicios puristas de ningn tipo, nos hemos limitado a registrar lo ms fielmente posible el caudal lxico alle-gado en nuestra investigacin de campo, dando cuenta, en consecuencia, de las distintas variantes que obtuvimos para una misma unidad lxica. No debe olvidarse, en este sentido, que nos ocupamos de una variedad diatpica de uso eminentemente oral y carente, por tanto, de la fijacin que vendra dada por un uso oficial y literario.

    2 . ESTRUCTURA DEL DICCIONARIO

    2.1. Las entradas. Aparecen en este diccionario dos tipos de entradas: art-culos17, en los que el encabezamiento en negrita va seguido de toda la informa-cin relativa a la unidad lxica {Lema} que lo constituye, y remisiones, en las que al encabezamiento sigue la abreviatura V. ('vase') que enva a otra entrada.

    Conviene precisar que la mayor parte de las remisiones contenidas en este repertorio concierne a las variantes fonticas y/o morfolgicas registra-

    ' 7 Recordemos que, de acuerdo con G. Haensch {Los diccionarios del espaol..., pp. 39-40), los artculos en que se divide el cuerpo de un diccionario "son su ms pequea unidad autnoma dedica-da a cada una de las unidades lxicas registradas", y que cada artculo va encabezado por el lema (tam-bin llamado palabra-clave o voz-gua), es decir, "la unidad lxica que es objeto de descripcin". En cuanto al trmino entrada, que para el lexicgrafo alemn es sinnimo de artculo, existen usos diver-sos y hasta cierta confusin terminolgica, aspectos de los que da cuenta J. A. Porto Dapena, Manual de tcnica lexicogrjica, pp. 136 y 184 especialmente.

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  • Mara Luisa Arnal Purroy

    das, puesto que cada una de ellas figura como entrada independiente (sobre esta cuestin, vase tambin lo expuesto ms abajo, en el apartado 2.6); por ejemplo:

    abaldi. V. baldi. desbarro. V. esbarre.

    Fuera de estos casos, las restantes remisiones poco numerosas, a diferen-cia de las anteriores afectan exclusivamente a voces que solo hemos regis-trado como parte de una unidad lxica compleja (se trata siempre de la parte especificativa en sintagmas nominales fijos del tipo budillo llonganicero o car-baza de rabiqu). La informacin relativa a tales voces se halla en la entrada a la que se enva; as, por ejemplo:

    llonganicero. V. budillo. rabiqu. V. carbaza.

    2.2. Orden alfabtico. Para la ordenacin general de las entradas seguimos el orden alfabtico internacional, en el que la ch y la 11 no se consideran letras independientes sino letras dobles, situndose, por tanto, en el lugar correspon-diente dentro de la c y la / respectivamente (por ej., chabaln se ordena tras cesta, llabr tras liviano). Ahora bien, dado que en el habla bajorribagorzana tanto ch como //son letras que representan peculiares resultados histrico-fon-ticos (recordemos que Ge ' -, J- evolucionan a ch-: chel, choven...-, y que L-palataliza en //-: llevantd, lloco...), nos ha parecido oportuno incluir un enca-bezamiento (CH, LL) que recuerda tales particularidades fnicas18.

    Cuando dos lemas se diferencian ortogrficamente por la presencia o no de la tilde, los que no llevan tilde se ordenan antes de los que la llevan (por ej., asclla aparece antes que ascll, pare antes que par).

    Este mismo criterio seguimos para la ordenacin de los lemas dobles, limitados en este diccionario a los casos de variantes acentuales de una misma palabra, las cuales aparecen unidas mediante la conjuncin disyuntiva o (por ej., bovila o bvila, maquina o mquina).

    2.3. Unidades lxicas complejas. Las combinaciones estables de dos o ms palabras (sean locuciones u otro tipo de unidades complejas) se ordenan en el artculo correspondiente a su primera palabra fuerte gramaticalmente, segn este orden de preferencia: sustantivo, adjetivo, verbo, pronombre, adverbio. As, arto araonero aparece definido en el artculo arto; romp l'aliento, en aliento; (habld) basto, en basto; s i f a u no fa, en f; con yo, en yo; etc.

    Cuando la palabra fuerte no funcione en el habla bajorribagorzana de manera independiente, la locucin aparece bajo un lema formado por tal vocablo. As, por ejemplo, a amagatns est en el artculo amagatns; f cape-ta, en capeta; a escarramaixns, en escarramaixns; etc.

    ' As lo hace la Real Academia Espaola en la ltima edicin del DRAE, aunque por razones distintas a las nuestras.

    18

  • Diccionario del habla de la Baja Ribagorza Occidental

    2.4. Palabras de forma igual (homnimas). En el caso de palabras de diferente origen etimolgico que han confluido en la misma forma, hemos optado por su separacin en entradas distintas seguidas de un exponente o superndice. Por ejemplo:

    silln^. m. Botijo [ . . . ] . silln . m. Silln [ . . . ] .

    2.5. Nombres de seres animados. Las formas masculina y femenina de los sustantivos que designan seres animados aparecen reunidas en una misma entrada (por ej., misache, -a; past, -ra; verro, -a). Se exceptan los casos en que el femenino est formado con un sufijo especial y aquellos que pre-sentan algn otro tipo de variacin. As, gallo y gallina, o primormano y pri-marmana, dan lugar a cuatro entradas diferentes.

    2.6. Variantes. Segn hemos indicado, cada una de las variantes de tipo fontico y/o morfolgico registradas aparece como entrada independiente19 con remisin a la variante "principal", en cuyo artculo se renen todas por orden alfabtico y se proporciona la informacin pertinente20. Por ejemplo:

    ifiedo. V. niedo. edo. V. niedo. niedo. m. Nido (general, salvo en F y PM). Vars.: iedo (Cap, PM),

    edo (Est, F, Gr).

    La seleccin de la variante o lema "principal" recae en la de mayor difusin dentro de la zona o, en el caso de que las variantes se registren en las mismas loca-lidades, en la de mayor frecuencia de uso. As, en los siguientes ejemplos, chibi-llo rene la primera de las condiciones aludidas y esmioj y gente la segunda:

    chibillo. m. Ovillo (general, salvo en Es, Est y F). Vars.: chobillo (Es, Est), chubillo (F).

    esmioj. v. Desmigar, desmigajar. Var.: desmioj. gente, f. Gente. Var.: chen.

    3 . ESTRUCTURA DE LOS ARTCULOS

    3.1. Informacin contenida en los artculos y su disposicin. Aparte de las remisiones a las que ya nos hemos referido-, los artculos propiamente dichos constan del lema, siempre impreso en negrita, y la informacin acerca del mismo. En este repertorio lexicogrfico, adems -claro est- del significado de cada pala-bra, otro aspecto que nos ha preocupado de manera especial es la variacin geo-

    ' ^ Hay que exceptuar los casos de variantes acentuales que, como se ha explicado antes, aparecen como lemas dobles.

    De acuerdo con J. A. Porto Dapena (Manual de tcnica lexicogrfica, p. 185), esta solucin ofrece no solo la ventaja de agrupar bajo una misma entrada todas las variantes, sino de facilitar su con-sulta cuando solo se conoce una de ellas.

    19

  • Mara Luisa Arnal Purroy

    lingstica existente en la zona bajorribagorzana. Con el objeto de dar cuenta de tal geovariacin, hemos procurado ofrecer sistemticamente informacin detalla-da sobre el alcance geogrfico (localizacin) de cada voz dentro de la Baja Ribagorza Occidental, registrar segn hemos sealado anteriormente cada una de las variantes fnicas y morfolgicas allegadas, con su correspondiente localiza-cin, y remitir a los sinnimos, muchos de los cuales son "sinnimos geogrficos" (palabras con igual significado pero con diferente distribucin espacial).

    No proporcionamos, en cambio, informacin etimolgica, ni de pro-nunciacin (aspecto, no obstante, que tratamos de reflejar a travs de la orto-grafa utilizada -acdente, pa, etc., as como mediante el registro de las dis-tintas variantes fonticas allegadas -alm, almut, etc.); es muy restringida la informacin de carcter gramatical, y tampoco incluimos, por citar otro aspecto ms, datos de contraste con otros diccionarios.

    Todas las posibles informaciones contenidas en los artculos de este dic-cionario aparecen dispuestas con el siguiente orden:

    -lema; -categora gramatical ( f , m., adj., u, adv., etc.); -vigencia cronolgica (vase el apartado 3.2.); -definicin (vase el apartado 3.3.); -localizacin geogrfica (vase el apartado 3.4.); -notas de uso (U. m. enpl., U. m. c. prnl., etc.; son muy pocas y se refie-

    ren casi exclusivamente a aspectos gramaticales; con ellas se completa o mati-za la informacin expresada mediante las marcas de categora gramatical que encabezan una acepcin);

    -ejemplos (vase el apartado 3.5); -variante o variantes formales del lema en cuestin (siempre impresas en

    cursiva, ordenadas alfabticamente y precedidas de la abreviatura Var. o Vars. seguida de dos puntos);

    -sinnimos21 (van tambin en letra cursiva, tras la abreviatura Cf.) Claro que todo este conjunto de datos no suele darse en un mismo art-

    culo, de manera que hay artculos muy simples y otros con distinto grado de complejidad. Veamos algunos ejemplos:

    espinaques. m. pl. Espinacas.

    abaldiad. m. p. us. Columpio (Gr, Per, PM, SL). Vars. p. us.: aban-diad (Cap), baldeador(F), baldiad (Est). Cf. columpio.

    2 ' En algunas ocasiones, no se trata estrictamente de sinnimos sino de vocablos muy prximos semnticamente que pertenecen a la misma rea conceptual; esto afecta aunque no de manera exclu-siva (vase encllusa y yunque)- a algunas denominaciones de la fauna y la flora de la zona (es lo que ocurre, por ejemplo, con charrochordo y torda).

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  • Diccionario del habla de la Baja Ribagorza Occidental

    desdolog. v. Descoyuntar, dislocar (general, salvo en Per, PF y SL). U. m. c. prnl. Se va desdologd brazo. Var.: esdolog (Cap, Per, PF, SL).

    Adems, los artculos pueden constar de una sola acepcin como en los tres ejemplos anteriores o de varias. Cuando hay ms de una acepcin (es decir, distintos sentidos con que la palabra se presenta en el uso de la lengua), las informaciones sealadas pueden darse para cada una de ellas. Las acep-ciones van siempre numeradas a partir de la segunda y ordenadas de mayor a menor difusin en la zona. Por ejemplo:

    tirado, m. Tirachinas, tirador (Gr, PC). Cf. fona. 2. Cerbatana, tirata-cos (Cap, Est). Cf. cauto, ixaringa.

    Por ltimo, cuando en un artculo figuran una o varias locuciones u otros tipos de unidades complejas, estas van colocadas al final del mismo, siempre impresas en negrita y separadas de las informaciones precedentes mediante una doble barra vertical. Si hay ms de una, aparecen ordenadas alfabticamente y utilizamos tambin la doble barra vertical para separarlas. Por ejemplo:

    agua. f. Agua (general, salvo en BA, Cap, Est, F, PF y PM). Var.: aigua (BA, Cap, Est, F, PF, PM). II aguas o aiguas vesantes. Aguas ver-tientes, punto hacia donde descienden las aguas desde terrenos ele-vados. Aiguas vesantes to mo. II part Tagua o l'aigua. Hacer tur-nos de riego.

    aire. m. Aire. II aire de puerto. Viento que sopla del norte. II aire de Guara. Viento que sopla del oeste (Gr, SL). Var.: aire moncaino (Est). Refr.: aire moncaino, que saca pan y no da vino (Est). Cf. cier-zo. II aire d'abajo. Viento que sopla del sur (Gr). Var.: aire marino (PC). Cf. bochorno.

    3.2. Vigencia cronolgica. Los datos acerca de la vigencia cronolgica de una palabra vienen dados mediante las marcas poco usado y desusado (abre-viadas en p. us. y dess.), cuya presencia se limita a casos de dos o ms varian-tes de una misma unidad lxica o de dos o ms sinnimos; la mayora de las veces se trata de formas dialectales que estn siendo reemplazadas o lo han sido ya por la variante o el sinnimo castellano correspondiente (vanse, por ej., los artculos de abaldiad, agrad o espelma)22.

    Con la marca poco usado nos referimos a que el empleo de una voz, de una acepcin o de una determinada variante se halla prcticamente restrin-gido a los hablantes de la primera generacin, sea en todas las poblaciones donde se registra o solo en alguna de ellas. Por ejemplo:

    doln, -ta. adj. p. us. Malo (general, salvo en Gr, PC, Per y TE). L'ao prou doln. [ . . . ] Cf. malo, -a.

    Ha de tenerse en cuenta que no proporcionamos informacin alguna sobre la vigencia crono-lgica en aquellas palabras que, por designar objetos y actividades tradicionales hoy desaparecidas, tie-nen una reducida frecuencia de empleo y, en muchos casos, resultan desconocidas para los hablantes menores de 40 45 aos.

    21

  • Mara Luisa Arnal Purroy

    mediodiada. f. Perodo que comprende las horas centrales del da. Se queda allpa aprovecha la mediodiada. 2. p. us. Siesta. Cf. siesta.

    trunfa. f. Patata (BA, Cap, PM; p. us. en F, Per y SL). Cf. patata.

    En cuanto a la marca desusado, indica voz, acepcin o variante anticua-das, es decir, que ya han dejado de usarse en la Baja Ribagorza Occidental o en alguna de las poblaciones que la integran, aunque todava formen parte de la competencia pasiva de los hablantes de mayor edad. Por ejemplo:

    albeita. m. dess. Veterinario (general, salvo en Est). Cf. menescal, veterinario. padrino, -a. m. Padrino (general). 2. f. Madrina (general). 3. m. y f.

    dess. Abuelo (Gr, PF). Cf. agelo, -a, yayo, -a. guila, f. guila, ave rapaz. Var. dess.: aliga.

    En el caso de que se registren dos o ms variantes -aparte, claro est, de la principal o lema, la marca de vigencia cronolgica se coloca inmediata-mente tras la abreviatura Vars. cuando afecta a todas ellas; de no ser as, apa-rece solo ante la(s) variante(s) implicada(s). Por ejemplo:

    fuente, f. Fuente. Vars. dess.: fon (Cap), fiien (Est). lgrima, f. Lgrima. Vars.: p. us. lrima (Es), l.lgrima (Bes, Est, F, Gr,

    Per, SL, VS), p. us. llrima (Cap, PF, SL).

    3.3. Definicin. Los procedimientos que aplicamos para la definicin vienen determinados, en buena medida, por la propia idiosincrasia de este diccionario: al tratarse de un repertorio dialectal que no se limita, adems, al lxico diferencial, es una suerte de hbrido entre los diccionarios bilinges y los monolinges. De acuerdo con ello, combinamos tcnicas propias de unos y otros tipos de diccionarios.

    El criterio bsico que seguimos es proporcionar como definicin el equi-valente - o equivalentes- del lema23 en el espaol general, que es aqu la "len-gua de destino" o "lengua meta". Por ejemplo:

    abelleta. f. Abeja. narign, -a. adj. Gangoso. royo, -a. adj. Rojo. 2. Pelirrojo [ . . . ] .

    En muchas ocasiones, sin embargo, el equivalente castellano va seguido de un enunciado definitorio o de algn tipo de especificacin semntica, con los que se pretende tanto lograr una mayor claridad y precisin como facili-tar la consulta. Los casos en los que recurrimos a este procedimiento hbrido son, fundamentalmente, los siguientes:

    De los diversos problemas que conciernen a la equivalencia entre unidades lxicas en los dic-cionarios bilinges y de cmo resolverlos trata, con su habitual magisterio, el profesor Haensch, Los diccionarios del espaol..., pp. 191 -194.

    22

  • Diccionario del habla de la Baja Ribagorza Occidental

    a) Cuando consideramos que el significado del trmino castellano puede resultar desconocido en mayor o menor grado; por ejemplo:

    porque. v. Amelgar, hacer surcos en un campo para sembrar con igualdad. sierro, m. Sirle, excremento en polvo del ganado lanar y cabro [ . . . ] .

    b) Cuando el vocablo bajorribagorzano no se corresponde con todas las acepciones del equivalente castellano sino solo con la acepcin que se especi-fica tras l; por ejemplo:

    cequieta. f. Hijuela, reguero que conduce el agua desde una acequia al campo que se ha de regar [ . . . ] .

    tronera, m. o f. Tronera, persona juerguista o de vida desordenada [ . . . ] .

    c) En no pocos nombres de animales y de plantas, cuando concurre algu-na de las causas que acabamos de exponer. En estos casos, el texto que sigue al equivalente castellano -encabezado por el hipernimo correspondiente-es, por as decirlo, una "pista" sobre el significado de la voz, pero no preten-de ser una definicin. Vanse estos ejemplos:

    chineta. f. Jineta, mamfero carnvoro (Est, SL). falcilla. f. Vencejo, pjaro insectvoro, de larga cola en forma de horqui-

    lla. llitonero. m. Almez, rbol de la familia del olmo [ . . . ] .

    Ocurre tambin que muchas veces no hay un equivalente castellano apro-piado o, al menos, nosotros desconocemos su existencia. Cuando esto suce-de, recurrimos a procedimientos propios de los diccionarios monolinges, como son las definiciones perifrsticas o, en ocasiones, de otro tipo des-criptivas, impropias-, que ofrecemos en la lengua meta y que hemos redac-tado pensando en el hablante comn. Obsrvense estos ejemplos:

    enrest. v. Perseguir corriendo [ . . . ] . encllusa. f. Yunque pequeo para trabajar sobre l la cuchilla de la gua-

    daa [ . . . ] ixena. f. Pa o astilla pequea que se clava en la piel [ . . . ] . llibr. m. Libro que se edita anualmente con motivo de las fiestas patro-

    nales de los municipios bajorribagorzanos, esp. de Graus, en el que, junto con el programa de las fiestas, se publican tambin colabora-ciones sobre temas locales o comarcales [ . . . ] .

    en2, ne. pron. Representa a un sustantivo tomado en sentido partitivo (general). Quis pan? S, dmene. De palomos ya no se'n cra. He teniu mucho ganau, pero ahora en tiengo poco. 2. Representa a un complemento de lugar introducido por la preposicin de (general). Ya'n viengo. 3. Acompaa a los verbos de movimiento cuando se usan como reflexivos (general). Me'n voy a sent al pedrizo. Se'n ha baixau un ripazo. 4. Acompaa al verbo impersonal hab (general). N'hay mucho alfalz [...].

    23

  • Mara Luisa Arnal Purroy

    Asimismo, en el caso de las interjecciones -excepto en las coincidentes formal-mente con el espaol damos siempre la definicin y no el equivalente. Por ejemplo:

    gibo, interj. Expresin que se usa para indicar admiracin o sorpresa. Gibo, qu brenda t'ha posau tu mare!

    El contorno de la definicin. Nos ocupamos tambin del aspecto con-textual de la definicin, el llamado contorno, que muestra las condiciones sin-tagmticas o contextales en que el lema debe ser empleado24 y preserva el "principio de equivalencia" (principio unnimemente aceptado que exige que la definicin pueda sustituir en un contexto dado a la palabra definida). Hemos optado por un contorno "no integrado", que aparece siempre delan-te de la definicin (sea esta del tipo que sea, segn lo que acabamos de expo-ner), separado de ella mediante dos puntos e introducido por la frmula Referido a..., en el caso de verbos y adjetivos y, cuando se trata de sustanti-vos, tambin mediante la preposicin En...; vanse los siguientes ejemplos:

    -Verbos: borron. v. Referido a una planta, esp. a la vid: brotar la yema [ . . . ] . capol. v. Referido a la carne: picarla con herramienta de mano, rach. v. Referido a una perdiz: cantar [ . . . ] .

    -Adjetivos: amarrecedera. adj. Referido a una oveja: que est en celo [ . . . ] . borrugau. adj. Referido al cielo: empedrado, cubierto de nubes peque-

    as y muy juntas [ . . . ] . pigallau, -da. Referido a un animal: mosqueado, sembrado de pintas

    -Sustantivos: cercillo, m. En una cuba o en un recipiente semejante: cerco, aro. gormn. m. En la vid: chupn, brote estril que chupa la savia y amen-

    gua el fruto [ . . . ] . rfil. m. En un tejado: alero [ . . . ] .

    3.4. Localizacin geogrfica. Ya hemos hecho referencia a que la marca-cin diatpica o geogrfica es un aspecto al que hemos atendido sistemtica-mente en este diccionario, de modo que en cada entrada y para cada variante sealamos -mediante las abreviaturas correspondientes las localidades bajo-rribagorzanas en las que fue registrada. Estas figuran entre parntesis detrs de la definicin y, si las hay, detrs de las variantes consignadas. Por ejemplo:

    En relacin con el contorno, vase el trabajo, ya clsico, de Manuel Seco ("El 'contorno' en la definicin" [1979], Estudios de lexicografa espaola, Madrid, Paraninfo, 1987, pp. 35-45), quien acu el trmino para la lexicografa espaola. Vid. asimismo el apartado que a este concepto dedica J . A. Porto Dapena, en su reciente libro Manual de tcnica lexicogrfica, pp. 307-328.

    2 4

  • Diccionario del habla de la Baja Ribagorza Occidental

    enllerinse. v. Referido a las tierras de labor: llenarse del lgamo arras-trado por las aguas (Es, Gr, OI, PC, Sec). Vars.: enilarinse (Cap), enllorinse (SL). Cf. ensisse.

    escarabacho. m. Escarabajo. Vars.: escaraballo (Est), esgarabacho (Per). II escarabacho merdero. Escarabajo bolero o pelotero (Cap, Gr). Vars.: escarabacho merdeguero (PC, SL), escarabacho pelotero (Est, F).

    En caso de que un vocablo tenga varias acepciones, la localizacin se indi-ca tras cada una de ellas cuando existen diferencias, o nicamente tras la lti-ma acepcin, si todas se dan en los mismos pueblos; por ejemplo:

    borrilln. m. Bollo, chichn (Cap, Gr, PC, Per, SL). Var.: burrilln (PM). Cf. bollo, bono. 2. Grumo (Cap, Gr, SL). Var.: burrilln (Gr). Cf. bullign, rebulln.

    querse. v. Carcomerse, llenarse de carcoma. 2. Agusanarse. 3. Cariarse. 4. Apolillarse (Est, F, OI, PC, Sec). Cf. corese, cucse, polillse.

    Cuando una palabra, con todas sus acepciones, es de uso general en la zona, no se hace ninguna indicacin al respecto, como ocurre, por ejemplo, con el arriba citado escarabacho o, por mencionar otros casos, con pic o rampallo:

    pic. v. Picar. 2. Cavar. Ha picau to'lgerto. rampallo. m. Tallo o rama pequea separada de una planta. Ha cortau

    un rampallo d'ixa almendrera. 2. Gajo, racimo apiado de cualquier fruta. Coge un rampallo de cirezas. 3. Brote tierno que echa un rbol o una planta.

    Slo se ofrece dicha informacin -indicada con la palabra "general"- si alguna de las acepciones de una voz es de difusin general, mientras que otra u otras del mismo vocablo no lo son; por ejemplo:

    llombriz. f. Lombriz intestinal (general). Var.: llembriz (Es, Est, PC, PM, Sec, TE). 2. Lombriz de tierra (general, salvo en Bes, Per, PF y SL). Var.: llembriz (Es, Est, PC, PM, Sec, TE). Cf. lleremiga.

    Se entiende por "general" que la voz haya sido registrada, al menos, en las seis poblaciones en las que se aplic el cuestionario amplio (Capella, Estadilla, Fonz, Graus, La Puebla de Castro y Santa Liestra), que son tam-bin las que tienen mayor nmero de habitantes, con la excepcin de Santa Liestra, elegida por su ubicacin en el extremo norte de la zona. Para la loca-lizacin de cada vocablo no se han tenido en cuenta, lgicamente, los siete puntos encuestados con menos de 35 habitantes (Abenozas, Aguilar, Aguinalu, Bellestar, Centenera, Ejep y Torre de Obato), en los que se traba-j con un cuestionario muy reducido, integrado prcticamente por pregun-tas de orden fontico y gramatical.

    3.5. Ejemplos. Impresos en letra cursiva, pueden aparecer uno o varios ejemplos de uso del lema, que van situados despus de la marcacin diatpi-ca o, si la hay, de la nota de uso:

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  • Mara Luisa Arnal Purroy

    budillo. m. Intestino, tripa, esp. de los animales. U. m. en pl. Los budi-llos del tocino son pa embut [...].

    Solo cuando los ejemplos no se refieren al lema sino a una de las varian-tes del mismo se colocan a continuacin de estas:

    tajada, f. Tajada, rebanada (general, salvo en Es, Est y F). Var.: tallada (Cap, Es, Est, F, PM). Corta'lpan a talladas.

    Se han incluido sistemticamente ejemplos en las palabras pertenecientes a series cerradas (adverbios, preposiciones, conjunciones, interjecciones, art-culo y pronombres -excepto los numerales) y, de manera ocasional, en los restantes casos, especialmente en los vocablos "diferenciales" con respecto al espaol estndar.

    Adems de ilustrar el uso del lema o de la variante en cuestin, los ejemplos pueden tambin proporcionar informacin sobre construccin y rgimen gramatical, contribuir a explicar y/o precisar el significado del lema o aportar datos que ayudan a identificar el referente. Obsrvense los siguien-tes ejemplos:

    tir. v. Tirar (general). 2. Echar (general). Ya be tirau sal al ganau. Trate colonia. Se'n ha iu a tir las cartas. Tira aceite en la ensalada. Tiran una baba de contino. El ganau no tira peste. 3. Referido a un rbol, esp. al olivo: varearlo (PC). Cf. abatall, cull.

    patamoll. m. Cinaga, terreno cenagoso o pantanoso (general, salvo en PC y Sec). Un patamoll un troz que est bardoso y se cola uno. Cf. aguameraL

    charro', m. Zorzal charlo, tordo mayor (general, salvo en F). El charro como una torda bllanca, pero ms gran [...].

    Asimismo, y a manera de ejemplo, aparecen los refranes y frases prover-biales que recogimos en nuestra investigacin de forma no sistemtica, dado que no era ese nuestro propsito. Estos figuran, bajo la entrada oportuna, precedidos de la abreviatura Refr. e impresos en letra cursiva. Pese a que son poco numerosos, hemos considerado conveniente incluirlos tanto porque pueden contribuir a precisar el significado de alguna palabra como por la informacin cultural y etnogrfica que aportan. Por ejemplo:

    apar. v. Acudir con las manos, la falda, etc. a recibir algo. Refr.: ms vale apar la pocha que tra un saco. 2. Apoyar, hacer que una cosa descanse sobre otra. S'aparan all en elparador.

    cuculo. m. Cuclillo, cuco, ave trepadora de pequeo tamao (Est, F, Gr, PC, Per). Refr.: estn en el tiempo cuculo, por la maana blando, por la tarde duro (Gr, PC). Vars.: cuc (Es, F), cucuc (Cap), cugulo (SL).

    2 6

  • Diccionario del habla de la Baja Ribagorza Occidental

    NOTA SOBRE LA ORTOGRAFA UTILIZADA Dado que el habla bajorribagorzana es una variedad lingstica de uso

    tradicionalmente oral, resulta oportuno aludir a los criterios ortogrficos que hemos adoptado en este repertorio lxico. En lneas generales, seguimos las convenciones ortogrficas vigentes para la lengua espaola. Las pocas excep-ciones afectan a algunos aspectos de la acentuacin (por ejemplo, llevan tilde los infinitivos monosilbicos: f , d, s...) o a la eleccin de la grafa , en lugar de , en los diptongos decrecientes de palabras dialectales como rai, mai o fei.

    Fuera de esos casos, hay que advertir nicamente que la grafa repre-senta siempre al sonido prepalatal fricativo sordo (buixo, mixn, etc.).

    Hemos procurado, asimismo, que la ortografa se ajuste a la pronuncia-cin real (recurdese que todos los materiales son de procedencia oral) y refle-je las peculiaridades fonticas de la zona. A modo de ejemplo, ello explica que escribamos acdente, esagerd, pa, etc., que no aparezca la -r final de palabra {beb, past, mull...) o que figure la grafa tras consonante ( f l l am e r a , pllor...).

    Cuando nos hallamos ante vocablos sin correspondencia en el espaol actual, hemos optado -cuando ha sido posible- por un criterio etimolgico (as, por ejemplo, escribimos verrada, calivo, etc.).

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  • Mara Luisa Arnal Purroy

    LISTA DE ABREVIATURAS En la siguiente lista, las abreviaturas que aparecen en cursiva correspon-

    den a las localidades bajorribagorzanas tenidas en cuenta en este diccionario.

    adj. adjetivo part. irreg. participio irregular adv. adverbio PC La Puebla de amb. ambiguo Castro apc. apcope Per Perarra art. artculo pers. personal aum. aumentativo PF La Puebla de aux. auxiliar Fantova BA Benavente de pl. plural

    Aragn PM Pueyo de Bes Besins Marguilln Cap Capella poses. posesivo C confrntese, com- prep. preposicin

    prese (remite a pml. pronominal sinnimos) pron. pronombre

    conj. conjuncin relat. relativo demos. demostrativo Refr. refrn o frase despea. despectivo proverbial dess. desusado Sec Secastilla dim. diminutivo sing. singular Es Estada SL Santa Liestra esp. especialmente TE Torre de Esera Est Estadilla U. m. c. adj. usado ms como exclam. exclamativo

    U. m. c. adj. adjetivo

    F Fonz U. m. c. f. usado ms como f. femenino; sustan- femenino

    tivo femenino U. m. c. m. usado ms como Refr. refrn, frase pro- masculino

    verbial, etc. U. m. c. prnl. usado ms como Gr Graus

    U. m. c. prnl. pronominal

    impers. impersonal U. m. en pl. usado ms en indef. indefinido plural interj. interjeccin V. vase (enva a la interrog. interrogativo variante principal invar. invariable o a la entrada m. masculino; sus- bajo la que figura

    tantivo masculino esa palabra) numer. numeral v. verbo 01 Olvena Var. Vars. variante; variantes p. US. poco usado Ventas de Santa Pan Panillo Luca

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  • D I C C I O N A R I O D E L H A B L A D E L A

    B A J A R I B A G O R Z A O C C I D E N T A L

  • DICCIONARIO DEL HABLA DE LA BAJA RIBAGORZA OCCIDENTAL

    A

    a. prep. A (general). Dmolo a nuso-tros. Cun marchas a Secas tilla? 2. En (esp. en Cap, F, PF y PM). Meteban el caimo a la basa pa cralo. Deben est a casa. Cf. en .

    ababol, m. Amapola, abadejo, m. p. us. Bacalao. Cf. baca-

    lao. abadin. V. embadin. abaix. V. abajo. abaixo. V. abajo. abajo, adv. Abajo (general, salvo en

    Est y F). He dejau to abajo. Vars.: abaix (Est, F), abaixo (Est, F), baix (F), baixo (Est/ Desaigua abaixo. Tiene qu abr per baixo.

    abaldi. V. baldi. abaldiad. m. p. us. Columpio (Gr,

    Per, PM, SL). Vars. p. us.: aban-diad (Cap), baldeador (F), bal-diad (Est). Cf. columpio.

    abandiad. V. abaldiad. abarca, f. Abarca, albarca. abatall. v. Referido a un rbol, esp.

    al olivo: varearlo (Cap, Gr, SL). Cf. cull, tir.

    abellero. V. abellerol. abellerol. m. Abejaruco, pjaro que

    tiene las alas puntiagudas y largas (general, salvo en SL). Var.: abe-llero (SL).

    abelleta. f. Abeja, abeto, m. Abeto.

    abierto, part. irreg. del v. abr. Abierto. Var. p. us.: ubierto.

    aboc. v. Doblar, inclinar o encorvar hacia el suelo. Pa pic uno s'aboca. Abocas la rama, la enrunas con tie-rra y, cuan saca raz, ya la puez cort y se cra sola.

    abocadizo. m. Acodo, tallo doblado que sin cortarlo se entierra para que eche races y forme otra nueva planta (Est, F). Var.: abo-cazo (Est, F). Cf. morgn.

    abocazo. V. abocadizo. abon. v. Abonar, echar abono, abono, m. Abono, fertilizante, aborrec. v. Aborrecer. Estes crios me

    fan aborrec. 2. Referido a un ani-mal: rechazar las cras,

    abort, v. Referido a una mujer: abortar. Cf. malpar.

    abras. v. Abrasar, abraz. v. Abrazar, abrazadera, f. Abrazadera, cada uno

    de los anillos de hierro que unen el timn a la cama del arado (Cap, Gr, SL). Var.: brazadera (PC, Est, F).

    abrespa. f. Avispa (Gr, Pan, PF). Vars.: abrespia (Bes, Per, SL, TE, VS), abrispa (Est, PC, Sec), aves-pa (PM), brespia (BA), brispa (Es, F, OI, PC), gaspia (Cap),

    abrespia. V. abrespa. abrespiero. V. abrispero. abrev. v. Abrevar, abrevachn. m. Brevaje compuesto

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  • Mara Luisa Arnal Purroy

    de agua caliente con salvado y acei-te que se da a los cerdos como medicina. Var.: brevacho (Cap, SL).

    abrevado, m. Abrevadero (general, salvo en F). Var.: abrevador (F).

    abrevador. V. abrevado. abr. v. Abrir. Var. p. us.: ubr (Gr, F). abrid. m. Abridero, abridor, varie-

    dad de melocotn que se abre con facilidad y deja suelto el hueso. Cf. presiego. 2. Abrebotellas (general, salvo en F). Var.: abridor (F).

    abridor. V. abrid. abrig. v. Abrigar. Abrgate ben que

    est cheln. abrigo, m. Abrigo, prenda de vestir, abril, m. Abril, abrispa. V. abrespa. abrispero. m. Avispero (Est, F, Gr,

    PC). Vars.: abrespiero (SL), gas-piero (Cap),

    abrochonau, -da. adj. Referido a una res: que tiene los cuernos sin desarrollar, slo con la raz,

    abuqu. V. buqu. abuquidera. V. buquidera. acab. v. Acabar, acachse. V. acochase. acarrau, -da. adj. Referido a un fruto:

    arracimado, en racimo (Cap, Gr, PC, VS). Las cirezas estdn acarra-das. Var.: acarrazau, -da (Est).

    acarrazau, -da. V. acarrau, -da. acedse. v. Acedarse, ponerse acedo

    o agrio (Gr). Var.: acidse (Cap), cedo, -a. V. cido, -a. acehomo. m. Eccehomo, persona de

    aspecto lastimoso. No llevaba paraguas y s'ha metiu como un ace-homo.

    aceite, m. Aceite. acera, v. Referido a la reja del arado:

    calzarla, aadirle un trozo de acero cuando est muy gastada,

    acert. v. Acertar, achocse. V. acochse. achunt. V. ajunt. achup. v. Calar, empapar, mojar

    completamente. U. m. c. prnl. Ha marchau sin paraguas y ha tor-nau achupiu. Var.: chup (Cap, Est, F, SL).

    acitica. f. Citica, neuralgia del nervio citico,

    acidse. V. acedse. acdente, m. Accidente, suceso even-

    tual que causa dao. Antes n'habe-ba muchos acidentes en ixa carrete-ra.

    cido, -a. adj. cido. Var.: cedo, -a (Est, F, Gr).

    acierro. V. cierro. acirn. m. Arce, rbol de madera

    muy dura (Est, PC, SL). Var.: alcirn (Cap),

    aclar. v. Aclarar, enjuagar (Cap, Est, PC, PF, PM, Sec, SL, TE, VS). He teniu que torn a aclar la ropa. Var.: acllar (Gr). Cf. ixa-gu. 2. Aclarar, hacer menos denso o espeso (SL). Vars.: aclla-rec (SL), acllar (SL).

    aclarece. V. esclarec. acllar. V. aclar. acllarec. V. aclar, esclarec. acllar. V. aclar. acob. V. cob. acochse. v. Agacharse (general, salvo

    en BA, Est y SL). Vars.: acachse (BA, PC, SL), achocse (Est).

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  • Diccionario del habla de la Baja Ribagorza Occidental

    acoplado, m. Correa del aparejo de las caballeras que sirve para que las cabezas vayan juntas (general, salvo en F). Var.: acoplador (F).

    acoplador. V. acoplado. acoquin, v. Acoquinar, acobardar,

    amilanar. acordse. v. Acordarse, recordar.

    Prou ben que m'acordo de t. acostumbr. v. Acostumbrar, habi-

    tuar. No sacostumbra a viv solo. adaza. V. daza. adebajo. V. debajo. adentro. V. aentro. adetrs. V. detrs. adevn. adv. Adelante (general, salvo

    en Est, F y PM). Van segu ade-vn. Var.: avn (Est, F, PM). Marcha t'avn. Cf. alante.

    adiestra, f. En una planta gramnea: arista (Es, Est, F, Gr). Vars.: atesta (BA), aliestra (PC, Sec), allestra (Bes, Gr, Per, TE), ares ta (Cap, PF, PM, SL), ariestra (VS).

    adiestrero. m. Herida producida por las aristas del cereal en la boca de las caballeras (Es, Est, F, Gr). Las adiestras se les meten debajo de la lengua y se les fa un adiestrero. Vars.: aliestrero (PC, Sec), allestre-ro (Bes, Cap, Gr, PC, SL).

    adivineta. f. Adivinanza, adoba, f. En una cuba o en un reci-

    piente semejante: duela, cada una de las tablas que forman las pare-des curvas,

    adormse. v. Dormirse. 2. Adormi-larse. M'estoy adormn. Cf. dorm.

    adub. v. Dar abasto. Como te'n teni-se que f un vestido pa cada fiesta, no adubira a met embastas.

    aduy. V. ayud. aentro. adv. Adentro. Si les entra

    aentro no tiene cura. Var.: adentro (BA, Cap, Es, F, PF, Sec).

    afait. v. Afeitar. afalag. v. Halagar. 2. Engatusar. A

    los ms chicoz n'hay que afalaglos con llamns pa sujetlos. 3. prnl. Buscar proteccin o cario. Mate ese cro cmo s'afalaga a su mare.

    afef. V. f e r f . afila, v. Afilar, sacar filo. Cf. esmol. afilado, m. Afilador, persona que

    afila (general, salvo en F). Var.: afilador (F). Cf. esmolad.

    afilador. V. afilado. afloj. v. Aflojar. Var.: desafloj. Cf.

    desapret. afog. v. Ahogar. Casi to los aos s'afo-

    ga alguno en el pantano. afuera, adv. Afuera. Estn toz afuera.

    Var. p. us: defuera (F). 2. Fuera. Viviban afuera.

    afum. v. Ahumar. Se va afum to la casa.

    afund. V. fund. afundimiento. m. Hundimiento. En

    va n'hab un afundimiento del suelo. afun. V. fund. agarr. v. Agarrar. agarrotse. v. Referido a un miem-

    bro del cuerpo: agarrotarse, entu-mecerse,

    agosto, m. Agosto, agrad. v. p. us. Agradar, gustar. Prou

    que m agradara s rico. Cf. gusta. agradec. v. Agradecer, agre. v. Tener sabor agrio. Este

    caldo agrea. 2. prnl. Agriarse, ponerse agrio. S'ha agreau la

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  • NDICE

    PREMBULO 7 1. LA ZONA GEOGRFICA Y SU HABLA 9 Mapas de la Baja Ribagorza Occidental 12 II. CARACTERSTICAS DE ESTE DICCIONARIO

    E INSTRUCCIONES DE USO 15 1 .El corpus: obtencin y seleccin del lxico 15 2.Estructura del diccionario 17 3.Estructura de los artculos 19 NOTA SOBRE LA ORTOGRAFA UTILIZADA 27 LISTA DE ABREVIATURAS 28 DICCIONARIO 29

  • AINAS

    1. Autas, actas, actes, actas d'as primers chornadas sobre a traduzin. O papel d'a traduzin en o desembolique d'as luengas: o caso de l'aragons. Conzello dlo Grau, 1997.

    2. Diccionario de las hablas de la Baja Ribagorza Occideiital. Mara Luisa Arnal Purroy.

    3. Las hablas de la Alta Ribagorza. Gnther Haensch.

    4. Fraseologa en chistabn. Diccionario de refranes, modismos, locuciones y frases hechas en aragons del Valle de Chistan. Fernando Blas Gabarda y Fernando Romanos Hernando.

  • E L PRESENTE REPERTORIO LEXICOGRFICO

    constituye un complemento esencial a la monografa que la autora public, en 1998, sobre el habla de la Baja Ribagorza Occidental, en la se ocupaba de los aspectos fnicos y gramaticales de dicha modalidad lingstica. La elaboracin de los numerosos materiales lxicos reunidos en la citada investigacin, todos ellos de procedencia exclusivamente oral y allegados in situ mediante tcnicas de encuesta, ha dado como resultado este diccionario de carcter dialectal que tiene en cuenta -en la medida de lo posible- las novedades ms importantes producidas en la tcnica lexicogrfica a lo largo de los ltimos aos. Su objeto es poner al alcance de las gentes bajorribagorzanas, y de todos aquellos interesados en las variedades lingsticas del territorio aragons, un caudal lxico que pretende ser representativo del habla bajorribagorzana actual, con lo que esta modalidad tiene de diferencial con respecto al espaol estndar, pero tambin con lo que tiene en comn con dicha lengua. Lejos de toda intencin normativa o prescriptiva, el enfoque de este diccionario es eminentemente descriptivo en tanto que -con el mximo respeto a la informacin proporcionada por los hablantes y sin prejuicios puristas de ningn tipo- trata de registrar lo ms fielmente posible las unidades lxicas - y sus variantes- allegadas en la investigacin de campo. Este estudio abarca los ncleos de poblacin siguientes: Abenozas, Aguilar, Aguinalu, Bellestar, Benavente de Aragn, Besins, Capella, Centenera, Ejep, Estada, Estadilla, Fonz, Graus, Olvena, Panillo, Perarra, La Puebla de Castro, La Puebla de Fantova, Pueyo de Marguilln, Santa Liestra, Secastilla, Torre de sera, Torre de Obato y Ventas de Santa Luca.