Diario Gestión - Cuando despertemos e el 2060
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19 Martes 19 de marzo del 2013 GESTIÓN OPINIÓN E ditado por la Universidad del Pa- cífico, “Cuando despertemos en el 2062: Visiones del Perú en 50 años”, es un libro de necesaria lectura. Trabajado con notable diligencia, se- riedad y rigurosidad académica, “Cuandodespertemos...”llevaallector a considerar escenarios que -desde la perspectiva del buen momento actual de la economía peruana- se presentan como un tanto incómodos. El fin del superciclo de los metales, la necesidad de enfrentar una de esas crisis como las que tantas huellas nos han dejado en el pasado; las dificultades para re- ducir un concepto multidimensional de pobreza, mucho más complejo, pe- ro también mucho más realista que el descrito por la simple “línea de pobre- za”; los complejos retos en materia de salud, educación e infraestructura, et- cétera,sontodostemasquepreferirían no tratar quienes ven al Perú “a las puertas del desarrollo”. Y que, sin em- bargo, resulta vital no ignorar precisa- mente ahora que disfrutamos de una cierta estabilidad. Decir que el futuro no es conocible nipredecibleresultaunavacuidad.Ne- garse a entreverlo constituye un acto de irresponsabilidad. De allí que sea apenas un acto de justicia elemental reconocer el buen trabajo de los inves- tigadores de la Universidad del Pacífi- co, mi alma máter, para más señas. Pe- ro, igualmente, sería un tanto irres- ponsable no señalar algunas deficien- cias en el enfoque: en particular, el ca- rácter determinista de sus prediccio- nes económicas, guiadas por la ideo- logía (porque de ciencia tiene muy po- co) de los así llamados “ciclos largos económicos” y, en particular, el ciclo de Kondratieff, que no es nada más ni nada menos que una regularidad es- tadística sin mayor sustento teórico. Preferible hubiera sido plantear el tema bajo la óptica prospectiva, es de- cir, de aquella óptica que no resulta de una simple extrapolación de las ten- dencias, sino que -además de tenerlas en cuenta- considera el impacto posi- ble y probable de factores potencial- mentedisruptivos(cambiosdetenden- cia). ¿Qué pasaría, por ejemplo, si co- mo consecuencia del cambio tecnoló- gico -digamos, la aparición súbita y masiva de un supermaterial y super- conductor como el grafeno- dejan de tener valor las exportaciones de mine- rales como el cobre o el zinc? ¿Impro- bable? Recordemos simplemente lo que pasó con el guano y el salitre. ¿Y qué si -como consecuencia de una ac- ción decidida del Gobierno y de toda la sociedad- se reconoce la importancia central de mejorar de manera sustan- cial la calidad de la educación para im- pulsar así el desarrollo armonioso del empleo, la productividad, el creci- miento económico y la felicidad de los peruanos? ¿En qué medida se acelera- ría el crecimiento del PBI per cápita? ¿O no tendría impacto alguno? ¿Y si invertimos,noel0.15%delPBIencien- cia y tecnología sino diez veces dicha cantidad? ¿Sería entonces inevitable una crisis del modelo? ¿Y si la nueva inversión en ciencia y tecnología se di- rigedemanerasustancialaldesarrollo de la agricultura y a darle impulso y dinamismoanuevossectoresdelaeco- nomía nacional, incluyendo a sectores de punta como el desarrollo en serio de una industria de software y vi- deojuegos? ¿Sería entonces inevitable hablar de la crisis terminal del actual modelo económico? Apostar por una vinculación íntima entre las empresas peruanas y las empresas chinas en es- quemas de cooperación a lo largo de toda su cadena de valor ¿impulsará las inversiones y la transferencia de tec- nología de punta? ¿Sí?, ¿no? Escena- rios, disrupciones, visiones. Si de algo podemos estar seguros es que al despertarnos en el 2062 la rea- lidad circundante será cualquier cosa menos una extrapolación simple de las tendencias actuales. Quienes se dedi- can profesionalmente al tema de la prospectiva llaman a la tendencia “el escenario menos probable”. El libro de la Universidad del Pacífico identifica las tendencias. Falta ahora ponerle la imaginación para analizar el futuro posible y deseable. OPINIÓN Carlos A. Anderson ECONOMISTA Cuando despertemos en el 2062 BUZÓN Delitos ambientales Si la empresa extractiva deci- de hacer sus procesos de pro- ducción con una ética dudosa y debido a esta recae un costo (social) sobre la población del lugar y no quieren asumir res- ponsabilidades, a pesar de existir las evidencias a simple vista, se podría concluir que este accionar es totalmente amoral para la firma. Sin em- bargo, bajo nuestra jurisdic- ción, leyes y normativas, aún podemos ver estas conductas porque la institucionalidad en el Perú no se caracteriza por ser eficiente y eficaz. En el Perú, aún existen fa- llos de mercado como el de las externalidades negativas, porque no somos capaces de concluir un proceso, todo queda a medias, hay asime- tría de la información y el que disfruta del poder político o económico es el que se ve fa- vorecido ante un problema de índole judicial. La advertencia que señaló el mismo Ministro de Am- biente –Manuel Pulgar Vidal– lo dice todo: “el Perú no puede darse el lujo de tener adminis- trados que cometen infraccio- nes y luego no pagan sus mul- tas” (Gestión, 13 de marzo 2013) y como resultado tene- mos un 85% de multas im- puestas a empresas por in- fracciones ambientales “en- trampadas judicialmente” con más de S/. 76 millones en cobranzas coactivas. Si a esta advertencia le su- mamos el mal accionar de las economías informales que se “Decir que el futuro no es conocible ni predecible resulta una vacuidad”. Escríbanos: [email protected] disfrazan bajo un esquema aún nada claro, como decir “son artesanales”, pero que producen y adquieren capital como si fueran del tipo “No”, concluiríamos que cada deli- to ambiental sí debería estar tipificado en el código civil o en la Ley como un tipo de cri- men organizado. No es posible seguir acep- tando la indiferencia del Es- tado Peruano en pleno siglo XXI ante este flagelo perverso de permitir impunemente la contaminación sin castigo al- guno. Así provenga de una actividad privada, del Estado mismo, actividades formales e informales. Todos están co- metiendo crimen organiza- do. Ello perturba el medio ambiente, contamina, enve- nena el suelo, el agua, los ríos, el mar y el aire. Todo es- to genera deseconomías y por ende baja la calidad del PBI (crecimiento empobrecedor). Jorge A. Medicina Di Paolo [email protected] Estimado Jorge: La judisprudencia define el crimen organizado como tres o más personas que de- linquen de manera perma- nente, que mantienen es- trechas relaciones con fun- cionarios, policías y autori- dades públicas, que evita que sean detectados y san- cionados. En tal sentido, los delitos ambientales constituyen infracciones que por cierto deben ser sancionadas. VOX PÓPULI Ello dependerá del ritmo de recuperación de las principa- les economías del mundo, bá- sicamente de quienes de- mandan nuestros productos agroindustriales. Rosangela García P. [email protected] La pregunta de hoy: ¿Cree que se recuperarán las agroexportaciones? Creo que no, porque la recu- peración de la economía de EE.UU. y de los países de la eurozona, mercados para nuestros productos agroin- dustriales, aún es incierta. Pedro Tello M. [email protected] La pregunta de mañana: ¿Cree que se politizará la aplicación de la consulta previa? Escríbanos: [email protected] Director Periodístico: Julio Lira Segura Editor General : Oscar González Estrada, Jefe de Informaciones: Ricardo Montero, Opinión y Páginas Especiales: Rosina Ubillús, Negocios: Bertha Ramos, Finanzas: Omar Manrique Investigación: Luis Hidalgo, Política y Estilos: Raúl Castro, Internacional: Víctor Huamán, Web: David Reyes, Diseño: Guillermo Mayurí Fotografía: Carolina Urra Dirección: Jr. Miró Quesada Nº 247, piso 8. Lima 1 Teléfono Redacción: 311 6370 Teléfono Publicidad: 708 9999 Fax Redacción: 311 6369 e-mail Redacción: [email protected] e-mail Publicidad: [email protected] Suscripciones Central de Servicio al Cliente: 311 5100 Horario: De lunes a viernes de 7:00 a.m. a 2:00 p.m.; sábados, domingos y feriados de 7:00 a.m. a 1:00 p.m. Fax: 311 6314 e-mail: [email protected] Los artículos firmados son de exclusiva responsabilidad de sus autores Contenido elaborado por Prensa Popular S.A.C. Jr. Miró Quesada Nº 247, 7º piso. Lima 1. Impreso en los talleres gráficos de Empresa Editora El Comercio S.A. Jr. Paracas 530, Pueblo Libre. Todos los derechos reservados. Prohibida su reproducción total o parcial. Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú N° 2007-02687 LA ECONOMÍA DIVERTIDA on
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19Martes 19 de marzo del 2013 GESTIÓN OPINIÓN
Editado por la Universidad del Pa-cífico, “Cuando despertemos en el 2062: Visiones del Perú en 50
años”, es un libro de necesaria lectura. Trabajado con notable diligencia, se-riedad y rigurosidad académica, “Cuando despertemos...” lleva al lector a considerar escenarios que -desde la perspectiva del buen momento actual de la economía peruana- se presentan como un tanto incómodos. El fin del superciclo de los metales, la necesidad de enfrentar una de esas crisis como las que tantas huellas nos han dejado en el pasado; las dificultades para re-ducir un concepto multidimensional de pobreza, mucho más complejo, pe-ro también mucho más realista que el descrito por la simple “línea de pobre-za”; los complejos retos en materia de salud, educación e infraestructura, et-cétera, son todos temas que preferirían no tratar quienes ven al Perú “a las puertas del desarrollo”. Y que, sin em-bargo, resulta vital no ignorar precisa-mente ahora que disfrutamos de una cierta estabilidad.
Decir que el futuro no es conocible ni predecible resulta una vacuidad. Ne-garse a entreverlo constituye un acto de irresponsabilidad. De allí que sea apenas un acto de justicia elemental reconocer el buen trabajo de los inves-tigadores de la Universidad del Pacífi-co, mi alma máter, para más señas. Pe-
ro, igualmente, sería un tanto irres-ponsable no señalar algunas deficien-cias en el enfoque: en particular, el ca-rácter determinista de sus prediccio-nes económicas, guiadas por la ideo-logía (porque de ciencia tiene muy po-co) de los así llamados “ciclos largos económicos” y, en particular, el ciclo de Kondratieff, que no es nada más ni nada menos que una regularidad es-tadística sin mayor sustento teórico.
Preferible hubiera sido plantear el tema bajo la óptica prospectiva, es de-cir, de aquella óptica que no resulta de una simple extrapolación de las ten-dencias, sino que -además de tenerlas en cuenta- considera el impacto posi-ble y probable de factores potencial-mente disruptivos (cambios de tenden-cia). ¿Qué pasaría, por ejemplo, si co-mo consecuencia del cambio tecnoló-gico -digamos, la aparición súbita y masiva de un supermaterial y super-conductor como el grafeno- dejan de tener valor las exportaciones de mine-rales como el cobre o el zinc? ¿Impro-bable? Recordemos simplemente lo que pasó con el guano y el salitre. ¿Y qué si -como consecuencia de una ac-ción decidida del Gobierno y de toda la sociedad- se reconoce la importancia
central de mejorar de manera sustan-cial la calidad de la educación para im-pulsar así el desarrollo armonioso del empleo, la productividad, el creci-miento económico y la felicidad de los peruanos? ¿En qué medida se acelera-ría el crecimiento del PBI per cápita? ¿O no tendría impacto alguno? ¿Y si invertimos, no el 0.15% del PBI en cien-cia y tecnología sino diez veces dicha cantidad? ¿Sería entonces inevitable una crisis del modelo? ¿Y si la nueva inversión en ciencia y tecnología se di-rige de manera sustancial al desarrollo de la agricultura y a darle impulso y dinamismo a nuevos sectores de la eco-nomía nacional, incluyendo a sectores de punta como el desarrollo en serio de una industria de software y vi-deojuegos? ¿Sería entonces inevitable hablar de la crisis terminal del actual modelo económico? Apostar por una vinculación íntima entre las empresas peruanas y las empresas chinas en es-quemas de cooperación a lo largo de toda su cadena de valor ¿impulsará las inversiones y la transferencia de tec-nología de punta? ¿Sí?, ¿no? Escena-rios, disrupciones, visiones.
Si de algo podemos estar seguros es que al despertarnos en el 2062 la rea-lidad circundante será cualquier cosa menos una extrapolación simple de las tendencias actuales. Quienes se dedi-can profesionalmente al tema de la prospectiva llaman a la tendencia “el escenario menos probable”. El libro de la Universidad del Pacífico identifica las tendencias. Falta ahora ponerle la imaginación para analizar el futuro posible y deseable.
OPINIÓNCarlos A. AndersonECONOMISTA
Cuando despertemos en el 2062
BUZÓN
Delitos ambientales Si la empresa extractiva deci-de hacer sus procesos de pro-ducción con una ética dudosa y debido a esta recae un costo (social) sobre la población del lugar y no quieren asumir res-ponsabilidades, a pesar de existir las evidencias a simple vista, se podría concluir que este accionar es totalmente amoral para la firma. Sin em-bargo, bajo nuestra jurisdic-ción, leyes y normativas, aún podemos ver estas conductas porque la institucionalidad en el Perú no se caracteriza por ser eficiente y eficaz.
En el Perú, aún existen fa-llos de mercado como el de las externalidades negativas, porque no somos capaces de concluir un proceso, todo queda a medias, hay asime-tría de la información y el que disfruta del poder político o económico es el que se ve fa-vorecido ante un problema de índole judicial.
La advertencia que señaló el mismo Ministro de Am-biente –Manuel Pulgar Vidal– lo dice todo: “el Perú no puede darse el lujo de tener adminis-trados que cometen infraccio-nes y luego no pagan sus mul-tas” (Gestión, 13 de marzo 2013) y como resultado tene-mos un 85% de multas im-puestas a empresas por in-fracciones ambientales “en-trampadas judicialmente” con más de S/. 76 millones en cobranzas coactivas.
Si a esta advertencia le su-mamos el mal accionar de las economías informales que se
“Decir que el futuro no es conocible ni predecible resulta una vacuidad”.
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disfrazan bajo un esquema aún nada claro, como decir “son artesanales”, pero que producen y adquieren capital como si fueran del tipo “No”, concluiríamos que cada deli-to ambiental sí debería estar tipificado en el código civil o en la Ley como un tipo de cri-men organizado.
No es posible seguir acep-tando la indiferencia del Es-tado Peruano en pleno siglo XXI ante este flagelo perverso de permitir impunemente la contaminación sin castigo al-guno. Así provenga de una actividad privada, del Estado mismo, actividades formales e informales. Todos están co-metiendo crimen organiza-do. Ello perturba el medio ambiente, contamina, enve-nena el suelo, el agua, los ríos, el mar y el aire. Todo es-to genera deseconomías y por ende baja la calidad del PBI (crecimiento empobrecedor).
Jorge A. Medicina Di [email protected]
Estimado Jorge:La judisprudencia define el crimen organizado como tres o más personas que de-linquen de manera perma-nente, que mantienen es-trechas relaciones con fun-cionarios, policías y autori-dades públicas, que evita que sean detectados y san-cionados. En tal sentido, los delitos ambientales constituyen infracciones que por cierto deben ser sancionadas.
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¿Cree que se recuperarán las agroexportaciones?
Creo que no, porque la recu-peración de la economía de EE.UU. y de los países de la eurozona, mercados para nuestros productos agroin-dustriales, aún es incierta.
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