Diario de Una Buena Vecina

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    Janna y Maudie poco o nada tienen en comn. Janna, una mujer madura pero anatractiva, dedica todos sus esfuerzos a una actividad profesional que en apariencia le permite realizarse; Maudie, una viejecita encorvada por los aos y los sacrificios, semantiene viva gracias al orgullo indomable que a menudo malogra sus relaciones con elMundo. Janna y Maudie se encuentran, inexplicablemente se gustan, y nace as unarelaci!n de amistad que descubre el lazo comn entre las dos" una ternura secreta, t mida,y casi indecible que busca explayarse y que #oris $essing perfila con palabras justas y bellas, dignas de una gran narradora.

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    Doris Lessing

    Diario de una buena vecina

    ePUB v1.0

    Fulano 14.10.11

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    % tulo original"The diary of a good neighbour

    & '()* by #oris $essing

    %raducci!n de Marta +essarrodona

    & antillana -diciones enerales, .$.

    & #e esta edici!n" /001, +unto de $ectura, .$.

    #iseo de portada" Mar a +er2z34guilera

    5mpreso en -spaa 3 +rinted in pain

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    Diario de una buena vecina

    $a primera parte es un resumen de unos cuatro aos. 6o escrib a ningn diario. 7jal8 lo9ubiera 9ec9o. %odo cuanto s2 es que a9ora lo veo de una manera distinta a como lo ve amientras lo estaba viviendo.

    Mi vida 9asta la muerte de :reddie fue una cosa; luego, otra. asta entonces, meconsideraba una persona agradable.

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    la verdad es que era una persona seria e introvertida. -l tipo de 9ombre por quien lo dar atodo a9ora.

    #espu2s de su muerte y cuando yo estaba loca por una relaci!n sexual, puesto quedurante diez aos yo lo 9ab a tenido todo sin pedirlo, me acost2 por a9 y no me gusta

    pensar cu8ntas veces. 7 con qui2nes. -n una ocasi!n, en una celebraci!n en la oficina, diuna mirada alrededor y advert que me 9ab a metido en la cama con la mitad de los9ombres que se encontraban all . Me qued2 at!nita. F siempre me 9ab a resultadodetestable" eso de estar un poco ac9ispada y despu2s de una buena comida, entonces con prisas, follar. 6o era culpa de ellos.

    %oc! a su fin cuando mi 9ermana eorgie me vino a decir que me tocaba el turno connuestra madre. Bna vez m8s sent l8stima de m . G Ahora pienso que muy bien 9ubiera podido decir algo con anterioridadH -l marido, cuatro 9ijos, una casa pequea... y 9ab atenido a mam8 desde que muri! pap8, oc9o aos. Fo no ten a 9ijos y con :reddie y yocon un empleo no nos faltaba el dinero. in embargo nunca se 9ab a sugerido que mam8viviera con nosotros. -s decir, alguna sugerenciaque pueda yo recordar . +ero no era eltipo de persona que pudiera cuidar de una madre viuda. Mam8 sol a decir que lo que yogastaba en la cara y en vestidos, pod a alimentar a una familia. Ierdad. #e nada sirve que pretenda que lo lamento. 4 veces me parece que era lo mejor de mi vida" ir a la oficina por la maana, sabiendo qu2 aspecto ten a. %odo el mundo advert a lo que llevaba, yc!mo. -speraba el momento en que abr a la puerta y pasaba por delante de lasmecan!grafas, que me sonre an con envidia. 4cto seguido, las oficinas de los ejecutivos,con las c9icas que me admiraban y deseaban tener mi gusto. ien, tengo esto, si no tengootra cosa. ol a comprarme de tres a cuatro vestidos por semana. ol a llevarlos de una ados veces, luego los desec9aba. Mi 9ermana los recog a para sus buenas obras. +or lotanto, no se desperdiciaban. 6aturalmente, era antes de que Joyce me tomara de la manoy me enseara c!mo vestirme" con estilo, no meramente a la moda.

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    Jim 9ab a muerto de c8ncer, y a9ora ella... por ambas partes. +ens2" ?me tocar8 el turno am @ ent queno era justo.

    Mientras mam8 se mor a 9ice cuanto pude, no como con :reddie, en que me limit2 a noquerer saber. +ero no pude 9acerlo. Asta es la cuesti!n. ol a sentirme mareada y llena de

    p8nico durante todo el tiempo. -lla se desmoron! muy pronto.Se desmoron... as fue.#etesto el 9orror f sico. 6o puedo soportarlo. ol a visitarla, antes de salir a trabajar. Mela encontraba en la cocina sin 9acer nada en particular, en bata. u cara, amarilla, con un brillo enfermizo. e ve an los 9uesos. +or lo menos yo no le dec a" G%e encuentras un poco mejor, muy bienH Me sentaba a su lado y me tomaba el caf2. $e dec a" +uedo pasar por la farmacia... 9ab a tantas pastillas y medicinas. -lla me dec a" , pide esto o aquello.+ero no le daba un beso. ueno, en realidad no somos una familia aficionada al contactof sico. 6o puedo recordar 9aber dado nunca un buen abrazo a mi 9ermana. Bn beso demala gana en la mejilla, esto es todo. #eseaba tener a mi madre en brazos y, tal vez,mecerla un poco.

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    $a cosa es que la de eorgie era la mano adecuada.

    Me qued2 sola en mi piso. -n un par de ocasiones, uno de los 9ombres vino a casa. 6ofue nada espectacular. 6o los critico, ?c!mo podr a 9acerlo@ Fo 9ab a empezado acomprender que yo 9ab a cambiado. G6o meapeteca. GIaya cambioH 6o porque no

    necesitara una relaci!n sexual. 4 veces me parec a que iba a enloquecer. +ero 9ab a unelemento de aburrimiento y de repetici!n. F aquel lugar estaba lleno de :reddie. Me pod a ver convertida en un monumento a :reddie, con el deber de recordarlo. ?#e qu2serv a@ #ecid vender el piso y conseguir algo m o. $o pens2 durante muc9o tiempo,meses. 5ncluso entonces ya vi que era una manera nueva de pensar en m . 4l trabajar enla revista, pienso de forma distinta, con decisiones r8pidas, como si me encontrara encimade un c9orro de agua. oy buena en esto. +ara empezar, por esta raz!n me ofrecieron estecargo. -s divertido, no lo 9ab a esperado. 7tros sab an que me ofrecer an el puesto desubdirectora, yo no. -n parte, estaba tan preocupada con mi aspecto, c!mo me proyectaba. Mi aspecto, en un principio, era despreocupado, la divertida Janna de ropasalocadas, siempre tan lista y c9ica para todo. $uego, despu2s de Joyce, muy cara, perfecta, elegante y formal, la persona que llevaba m8s tiempo all , con un maridointeligente y moderno, en la sombra. 6o es que :reddie se reconociera en este papel.$uego, de repente Kas parec aL una mujer madura. -legante. #istinguida. esultaba duroaceptarlo. 4n resulta duro.

    Bna distinguida viuda de mediana edad, con empleo muy bueno en el mundo de la prensa peri!dica.

    Mientras, yo pensaba en c!mo deb a vivir. -n el piso de :reddie y m o me sent a casicomo una pelusa o una pluma.

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    ace ya aos que as , frente a frente, 9acemos que la revista marc9e. eguidamente, elcaballete alargado a un lado, con todo lo necesario encima, las m8quinas, los tableros dedibujo, las fotograf as; al otro lado, la mesa baja donde se colocan las secretarias cuandovienen a tomar notas, o alguien con quien queremos 9ablar. Me gusta pensar en esto porque es tan correcto, tan apropiado, se ajusta perfectamente con lo que pasa. +ero debo

    pensar, debo pensar... 9ay una sensaci!n de incomodidad, como sialgo no acabara deestar bien.

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    mi vida. Me siento a9ogada y me entra el p8nico al pensar que pudiera tenerme a sudisposici!n.

    +ero estaba en la farmacia y sucedi! esto.

    Ii a una vieja bruja. -l =ayer> no se especificaba muc9o" finales de la 2poca victoriana, la damaencantadora, la madre tradicional, la t a solterona y enferma, la Mujer 6ueva, la esposamisionera, y as sucesivamente. %en a alrededor de cuarenta fotograf as y dibujos paraelegir. -ntre ellas, una bruja, que 9ab a desec9ado. +ero a9 estaba, a mi lado, en lafarmacia. Bna menudencia encorvada, con la nariz que casi le tocaba la barbilla, vestidade negro, polvorienta y tocada con algo que se parec a a una cofia. 4dvirti! que la mirabay me tendi! una receta y me dijo" ? Du2 es esto@ + damelo. 7jos azules feroces, bajo unascejas grises y prominentes, a pesar de que 9ab a algo maravillosamente tierno en ellos.

    +or alguna raz!n, me gust!, desde aquel momento. 4l cogerle el trozo de papel, supe quecog a algo m8s.

    Q$o 9ar2 Qle dijeQ, pero, ?por qu2@ ?6o la atienden@ Qle dije bromeando y ellarespondi! en seguida, con sacudidas violentas de cabeza"

    Q6o; o9, 2ste no sirve, nunca s2 lo que me dice.

    Aste era el joven farmac2utico que estaba all , las manos encima del mostrador, alerta,sonriendo" la conoc a, pude advertirlo.

    Q$a receta es para un sedante Qdije.

    Q$o s2 Qdijo ella y golpe! el papel con los dedos, el papel que 9ab a dejado sobre mi bolsoQ. +ero no es aspirina, ?verdad@

    Q-s algo que llaman Ialium Qdije.

    Q-s lo que yo pensaba. 6o mitiga el dolor, da sopor Qdijo ella.

    Q+ero no es nada malo Qdijo el 9ombre sonriendo.

    QFo lo 9e tomado Qdije.

    Q$e dije al m2dico, aspirinas... esto es lo que ped . +ero tampoco sirven de nada losm2dicos Qdijo ella.

    %odo ello con ardor y temblor, con cierta alegr a. 4ll est8bamos los tres sonriendo y, noobstante, ella estaba furiosa.

    Q?Duiere que le venda aspirinas, seora :oNler@

    Q , s , no me quedar2 esta porquer a que me produce sopor.

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    $e dio las aspirinas y cogi! su dinero, que la mujer cont! lentamente, moneda a moneda,en las profundidades de una gran bolsa coc9ambrosa. $uego, el 9ombre cobr! miimporte" esmalte de uas, colorete, l8piz de ojos, sombra de ojos, l8piz de labios, brillo delabios, polvos, rimel. %odo" lo 9ab a acabado todo. -lla se qued! contempl8ndolo, conuna mirada que 9oy s2 que es la suya caracter stica, una mirada feroz y reflexiva que

    quiere comprender. 5ntentando entenderlo todo.4copl2 mi paso al suyo y salimos de la tienda. -n la acera, no me mir!, pero 9ab a unasplica en ello. 4nduve a su lado. esultaba dif cil andar tan despacio. +or regla general,voy volando, pero no lo supe 9asta aquel momento. -lla avanzaba un paso, 9ac a una pausa, examinaba la acera, otro paso. +ens2 c!mo yo iba a toda prisa por la acera a diarioy nunca 9ab a visto a la seora :oNler, aunque viv a cerca, y, de repente, mir2 arriba yabajo de la calle y vi... ancianas. %ambi2n ancianos, pero principalmente ancianas.4vanzaban con lentitud. 5ban en parejas o en grupos, 9ablaban. 7 se 9ab an sentado en el banco de la esquina, bajo el pl8tano. 6o las 9ab a visto. -ra porque tem a ser como ellas.-staba asustada, andando junto a ella. -ra su olor, una especie de olor dulce, agrio, polvoriento. Ii mugre en su delgado cuello de vieja y en sus manos.

    $a casa ten a el parapeto roto y peldaos partidos y astillados. in mirarme, puesto queno me iba a preguntar nada, baj! con todo cuidado los antiguos peldaos y se par! anteuna puerta que no encajaba y la 9ab an reparado con una tablilla de madera clavada encruz. 4 pesar de que esta puerta no pod a impedir la entrada a un gato decidido, rebusc!la llave y, al final, la encontr!, y, fij8ndose en la cerradura, abri! la puerta. -ntr2 con ella,con el coraz!n dolido, con el est!mago revuelto debido al olor. 4quel d a, era de pescadodemasiado 9ervido. 6os encontr8bamos en un largo pasillo oscuro.

    4vanzamos 9acia la =cocina>. 6o 9e visto nunca nada semejante, excepto en nuestrosarc9ivos de la miseria, casas declaradas ruinosas y este tipo de cosas. -ra una ampliaci!ndel pasillo, con una vieja cocina de gas, grasienta y negra, un viejo fregadero de porcelana, cascada y amarilla por la grasa, un grifo de agua fr a envuelto con viejostrapos y goteando de forma constante. Bna antigua mesa de madera bastante bonita convajilla encima, todo =limpio> pero mugriento. $as paredes llenas de manc9as y 9medas.-l lugar apestaba, un olor terrible... 6o me mir! mientras dispon a pan, galletas y comidade gato. $os limpios y brillantes colores de los paquetes del colmado y las latas en aquel9orrible lugar. -staba avergonzada, pero no se disculpar a. #ijo en tono informal aunquesuplicante"

    QIaya a mi 9abitaci!n y c!jase una silla. $a 9abitaci!n en la que entr2 ten a una viejaestufa negra que mostraba destellos de llamas. #os sillones incre blemente viejos y a

    jirones. 7tra antigua y bonita mesa de madera con peri!dicos abiertos y esparcidos portoda la superficie. Bn div8n lleno de ropas y bultos y un gato amarillo en el suelo. %odoestaba tan sucio y coc9ambroso, s!rdido y terrible. +ens2 que nosotras escribimos sobredecoraci!n, muebles y colores... en c!mo cambia el gusto, y todo lo que tiramos y lomuc9o que nos 9arta todo. F all estaba aquella cocina, que si la fotografi8bamos nos procurar a donativos de nuestros lectores a vuelta de correo.

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    $a seora :oNler sac! una antigua tetera marr!n y un par de tazas y platillos bastante bonitos. 6unca 9ab a 9ec9o algo tan desagradable como beber de aquella taza mugrienta., de una formasuplicante, y sin mirarme me dijo"

    Q. $os muebles, en parte, eran muy buenos"librer as, una c!moda, un tocador cursi y un armario que parec a un caj!n pintado.-ncima de la cama, un edred!n anticuado, blanco, de zaraza.

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    Q

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    Q?6o puede comer uvas@ ?+l8tanos@

    #ijo, con 9umor, que su pensi!n no le alcanzaba para uvas.

    F se dispar! a 9ablar de su pensi!n y lo que costaba el carb!n, lo que costaba la comida yde =aquella mujer del 4yuntamiento que no sabe de qu2 9abla>. #e nuevo, le escuc92.4n no tengo todas las piezas del rompecabezas. Ieo que tardar2 tiempo, debido a miignorancia, mi falta de experiencia y su reticencia, sus enfados Qporque a9ora los veosalir a la superficie, cuando alumbran sus ojos con lo que pensar as, en un principio, quedebe ser alegr a o, incluso, un sentido de la comediaQ, muc9o tiempo, debido a c!mo esella, su naturaleza, y a c!mo soy yo, mi tosquedad, antes de poder trazarme una imagencompleta de ella.

    $a =mujer del 4yuntamiento>, una tal seora ogers, quer a que ella, la seora :oNler,tuviera una auxiliar que viniera a ayudarla. +ero la auxiliar la estaf! y no le 9izo trabajoalguno, tampoco quer a fregar el suelo. -ra como son todas estas j!venes" perezosas, secreen demasiado buenas para trabajar. -lla, la seora :oNler, no era demasiado buena,ella s friega el suelo, carga con el carb!n por todo el pasillo; des9ollina su c9imenea unavez por semana 9asta tan arriba como le alcanzan las escobas, porque le aterrorizan losincendios. F as sucesivamente sobre las asistentes sociales y las auxiliares y... una uenaIecina, que fue lo bastante amable como para personarse en una ocasi!n, y me dijo queme 9ab a llegado la 9ora de vivir en un asilo, por lo que yo le dije" Fa sabe d!nde est8 la puerta.

    Q+ero, seora :oNler, nos conocimos en la farmacia, ?c!mo podr a ser una uenaIecina... es decir, de oficio@

    Q e meten en todo Qdijo, con amargura pero perturbada, puesto que tem a que me

    ofendiera y no volviera.

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    sacudiendo la cabeza con orgullo, furiosaQ" -so est8 bien y no lo deje perder porque, deser as , nada puede afectarle.

    -l =piso> de la seora :oNler es de renta limitada, veintid!s c9elines semanales. 9ace que la puertade su nevera traquetee para mantenerla despierta durante la noc9e porque =ella> quiereeste piso... $a seora :oNler vive en una pesadilla de persecuciones imaginarias. Mecont! su campaa de diez aos de duraci!n, despu2s de la primera guerra, no la nueva, enque =aquella bruja de 6otting9am> intentaba apoderarse de su vivienda y ella... egn parece, ella lo 9izo todo, no dej! nada por 9acer y todo resulta convincente. +ero a9ora,

    en el piso de arriba, vive una pareja irlandesa, cuatro 9ijos y vi a la mujer en la escalera.?Du2 tal est8 la anciana@, me pregunt!, sus azulados ojos de irlandesa cansados ysolitarios, puesto que su marido la est8 abandonando, aparentemente, por otra mujer" eintentado bajar, pero parece que no le gust! cuando lo 9ice, as que no bajo.

    $e mostr2 a la seora :oNler el ejemplar de #ilith con =5m8genes de la mujer>. $o cogi!cort2smente y lo dej! en sus rodillas. !lo cuando iba a entrar en m8quinas, se me ocurri!que no aparec a ninguna anciana entre las =im8genes>. e lo coment2 a Joyce ycontempl2 una serie de reacciones por su parte" la primera, sorpresa. eguidamente,conmoci!n, pequeos movimientos de cabeza y ojos me dijeron que se alertaba ante el peligro. $uego, desconect!, por as decirlo, se mostr! vaga y apart! su mirada de mi

    persona. uspir!. Q49, pero ?qu2 pasa@ 6o apuntamos a ese grupo de edad.

    Me vi reflejada en ella y coment2"

    Q%odas tienen madres y abuelas.

    Du2 miedo tenemos a la edad" Gc!mo desviamos la miradaH

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    Q6o Qdijo, con cierta vaguedad, un aire de abstracci!n, como si 9iciera justicia a untema dif cil en el que 9ab a pensado muc9oQ. 6o, al fin y al cabo, no, pero quiz8dedicaremos un art culo a las =parientes mayores> m8s adelante. +asar2 nota.

    4cto seguido me lanz! una sonrisa breve, era una sonrisa compleja" culpabilidad, alivio y

    Qan estaba all Q sorpresa. -n alguna parte se preguntaba, ?qu2 le pasa a Janna@ ab auna petici!n en ello" no me amenaces, Gno lo 9agasH F, a pesar de que 9ab a queridotomar una taza de t2 conmigo mientras coment8bamos la salida del siguiente nmero dela revista, dijo que ten a que irse volando. F se fue volando.

    4cababa de ocurr rseme algo interesante.

    Joyce es la innovadora, la iconoclasta, la que es capaz de ec9ar a la papelera un nmeroque acabamos de montar, empezarlo de nuevo, trabajando durante toda la noc9e, paratenerlo listoas$ Joyce se presenta Qy lo esQ como un alma impulsiva, din8mica,atrevida, nada convencional.

    Fo, Janna, soy cl8sica y precavida, conservadora y cuidadosa" 2sta es mi apariencia ycomo me considero.

    6o obstante, se dan a menudo estos momentos entre nosotras, siempre 9an existido.Joyce dice"

    Q6o podemos 9acer esto, no les gustar8 a nuestras lectoras.

    +or mi parte, siempre 9e cre do que nuestras lectoras Qo los lectores de quien seaQaceptar an muc9o m8s de lo que se les da.

    QJoyce, ?por qu2 no lo intentamos@ ?Du2 opinas@ Qle digo.

    +ero con 9arta frecuencia, mis ideas aterrizan en el arc9ivo que 9e marcado con un#emasiado #if cil y que dejo encima de mi mesa para que Joyce lo vea y Q2sa es miesperanza, pero a menudo es vanaQ se vea empujada a pensar de forma distinta.

    $as im8genes, aL Bna muc9ac9a de doce o trece aos, que nos plante! muc9os problemas. #escartamos un centenar de fotograf as y, al final, 9icimos que Mic9aelfotografiara a la sobrina de Joyce, que en realidad tiene quince pero es bastante aniada.

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    eL Mujer casada con un empleo de media jornada, dos 9ijos, al cuidado de la casa y delmarido.

    F esto era todo.

    Bnas semanas antes, no ve a ancianos en absoluto. Mi mirada se dirig a,!ea, a los j!venes, atractivos, bien vestidos y guapos. 49ora es como si se 9ubiera superpuesto unatransparencia en aquella fotograf a previa y all , de sbito, est8n los viejos, los enfermos.

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    Q7lvid2 comprar mantequilla cuando sal y...

    Q e la dar2 Qle dije y con un rapto de energ a entr2 en mi piso, cog media libra demantequilla, se la deposit2 en las manos y le dije"

    Q6o me d2 las gracias Qy volv a toda prisa a mi casa con un portazo. -l portazo fuedeliberado. -lla ten a mantequilla, lo sab a. $o que yo pensaba es que ten a un 9ijo y una9ija y si no se ocupaban de ella,tant pis. 6o es responsabilidad m a.

    -staba furiosa, con la necesidad de sacudirme algo... la seora :oNler. $len2 la baera.#ispuse toda la ropa que 9ab a llevado aquel d a para la lavander a. +od a percibir el aire9ediondo del cub culo de la seora :oNler en mi piel y en mi pelo.

    4quella noc9e ca en la cuenta de que mi cuarto de bao es el lugar que 9abito.+robablemente, incluso mi 9ogar.

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    $e dije que lo esperar a a la tarde siguiente.

    4 las seis estaba all y vi la cara del electricista cuando ella abri! la puerta y la peste y lamiseria lo sorprendieron. $uego el electricista le dijo, en una forma agradable y fresca"

    Q ueno, menuda manera de recibirme ayer tarde, ?no le parece@

    $o examin! con lentitud y luego me mir! a m como si fuera una extraa, se apart! yentr! en su =sala de estar> mientras yo le dec a al electricista lo que deb a 9acer. %endr aque 9aberme quedado con ella, pero 9ab a cogido trabajo para casa y se lo dije.

    Q6o le 9e pedido que se molestara Qme dijo.

    $uc92 conmigo misma y la abrac2"

    Q49, vamos, no sea cascarrabias Qle dije y me fui. -lla ten a l8grimas en los ojos. Fo, por mi parte, luc9aba contra la repugnancia, contra su olor agrio. F contra otro olor,

    agudo y dulce, que no conoc a.Jim me llam! ayer y me dijo que 9ab a 9ec9o cuanto 9ab a podido; 9ab a colocado cablenuevo e interruptores a una altura que ella alcanzara y, tambi2n, una l8mpara junto a lacama.

    Me dijo el importe... tan mal como 9ab a imaginado. $e dije que le mandar a un c9eque.ilencio. Duer a que le pagara en efectivo" al pensar que lo volver a a necesitar para la

    seora :oNler Qy este pensamiento me provocaba terror, como el reconocimiento de unaterrible carga para siempreQ le dije"

    Q i te pasas por aqu , te lo dar2 en efectivo.

    Q#e acuerdo Qdijo 2l.

    $leg! al cabo de una 9ora.

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    Q?Du2 sentido tiene ser viejo as @ Qdijo y, acto seguido, con rapidez, para anular lo que9ab a dic9o, anular lo que estaba pensandoQ" ueno, todos llegaremos a viejos,supongo. G asta luegoH

    F se fue. :ue delicadeza lo que le 9izo decirllegaremos a viejos, nollegar' a viejo,

    porque, para 2l, yo ya soy vieja.Me sent2 a pensar. $o que 2l 9ab a dic9o es lo que dice la gente"%)or qu' no est*n en unasilo( +Apart'moslos del paso" de nuestra !ida" donde gente jo!en y sana no pueda!erlos" no pueda pensar en ellos,

    -st8n pensando Q9e estado pensando, pienso Q, ?qu2 sentido tiene que est2n vivos@

    +ens2, ?de qu2 manera nos valoramos@ ?4 trav2s de qu2@ ?-l trabajo@ Jim el electricistaest8 bien situado, los electricistas obviamente son de primera categor a... si consigues quevengan. ?Du2 decir de las ayudantes de direcci!n en las revistas de mujeres@ ?4yudantesde direcci!n sin 9ijos@

    Du2 decir de Joyce, la directora, con una 9ija, que ni le 9abla, dice que Joyce esdespreciable por alguna raz!n, lo 9e olvidado; un 9ijo, dif cil. Me aburren tanto estas prima donnas malcriadas, los adolescentes.

    ?Du2 decir de mi 9ermana eorgie@ ueno, est8 muy bien, tiene 9ijos, marido, buenasobras. ?Du2 decir de mi 9ermana eorgie dentro de quince aos@ -stad sticamente ser8viuda, los 9ijos lejos de casa, vivir8 en un piso, sin ser necesaria para nadie. ?

    ?Du2 decir de mi :reddie, de 9aber vivido@ Bn santo, no menos, que aguant! a una

    esposaC9ija malcriada. +ero, ?en quince aos@ Ieo a los ancianos, delgados, indefinidos,de aspecto polvoriento; o gordos, con colgajos y grises, por las calles con su compra, o enlas esquinas, como perdidos.

    ?Juzgaremos a la gente por sus maravillosos pensamientos@

    i mis pensamientos a9ora no son maravillosos, ?c!mo ser8n en quince, veinte aos@

    ?Du2 sentido tiene Maudie :oNler@ egn el list!n y las medidas que me ensearon,ninguno.

    ?Du2 decir de la seora +enny, una molestia para sus 9ijos, para todo el mundo en esteedificio y, en particular, para m ... algo que no puedo aguantar@ Bna tonta con sus pastosas vocales, =viv en la 5ndia en los viejos tiempos>, su darle a la botella en secreto,su =refinamiento>, su falsedad. ueno, ?qu2 decir de la seora +enny@ 6i un alma en elmundo verter a una l8grima si muriera.

    #espu2s de pagar a Jim tom2 otro de mis largos baos. -s como si, en un bao de estetipo, mi viejo yo saliera flotando, se a9ogara, y surge otro nuevo de la espuma de agujasde pino, del gel satinado, de los iones de brisa marina.

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    22/211

    Me met en la cama mientras me dec a que 9ab a contribuido al bienestar de la seora:oNler muc9o m8s de lo que ella pod a esperar. -ra suficiente. Me limitar a a noacercarme de nuevo a ella.

    +or la maana me despert2 indispuesta, porque me sent a tan atrapada y pens2 en c!mo

    me 9ab an educado. Muy interesante" se puede decir que en un 9ogar moral.

  • 7/24/2019 Diario de Una Buena Vecina

    23/211

    ab a un vestido predilecto, de popel n gris con flores rosa. e lo pon a para visitar a unat a. ab a sido del l o de su padre y era demasiado grande para ella, pero se lo arregl!.

    Q4ntes de que mi pobre madre muriera, todo era poco para m ; pero, luego, me tocabanlos desec9os. +ero aqu2l era tan bonito, tan bonito, y me gustaba cuando lo llevaba.

    ablamos de vestidos, bragas, enaguas, combinaciones y zapatillas, boas y cors2s decincuenta, sesenta, setenta aos atr8s. $a seora :oNler tiene m8s de noventa aos.

    abl! sobre todo de la mujer de su padre, que era la duea de un pub.

  • 7/24/2019 Diario de Una Buena Vecina

    24/211

    Q?+uedo llamarla Maudie@ Qpero no le gust!. #etesta las familiaridades, la falta derespeto. +or tanto, desist .

  • 7/24/2019 Diario de Una Buena Vecina

    25/211

    que compartir. +ero mi 9ermana siempre se com a la suya de golpe y luego no me dejabaen paz 9asta que le daba de la m a.

    Q?Du2 edad ten a, en el columpio, seora :oNler@

    QBf, cinco o seis aos...

    6ada tiene sentido.

  • 7/24/2019 Diario de Una Buena Vecina

    26/211

    a su manera de ser 9abitual y lo pasamos muy bien tomando t2, me 9abl! de... +ero, ?qu2decir de los cambios de actitud, la rabia, la irritaci!n... a9, tanta rabia, en ambas@

    Me enfurec cuando pas! delante de m sin 9ablarme y, probablemente, ella estabafuriosa, pensando, Gesto es demasiadoH F sentada en aquella 9abitaci!n, con el gato, yo

    estaba furiosa, pensaba, Gsi se me agradece de esta maneraH #espu2s, todas las irritacionesfundi2ndose en placer, con el brillo del fuego y la lluvia fuera. F siempre 9ay estos malosmomentos para m , cuando cojo la taza grasienta y tengo que acerc8rmela a los labios;cuando me llega a bocanadas aquel olor penetrante y dulz!n que ella despide, cuando veoc!mo me mira, a veces, cuando le 9ierve una antigua rabia... on subidas y bajadas deemoci!n, en cada encuentro.

    Me 9abl! de unas vacaciones de verano.

    Q6aturalmente, no pod amos permitirnos vacaciones de verano, no como las que ten2islas c9icas de a9ora. G$as dais por descontadoH Me 9ab an despedido de la sombrerer a. 6o sab a cu8ndo me llamar an de nuevo. Me sent a cansada y acabada, porque entoncesno com a como es debido, nos pagaban muy mal. espond a un anuncio para una criadaen un 9otel junto al mar, en rig9ton. electo, dec a. e precisan referencias. 6o ten areferencias. Jam8s 9ab a servido. Mi madre se 9abr a muerto s!lo de pensarlo. -scribuna carta y me respondieron para pedirme que me presentara, con el viaje pagado.+repar2 mi bolsa y fui. ab a que estaba bien, 9ab a un no s2 qu2 en su carta. -ra una casagrande, un poco apartada de la carretera. ub por el camino principal, pensando, bien,Gan no estoy de servicioH Me abri! el ama de llaves, una mujer muy encantadora y medijo que la seora +rivett me recibir a en seguida. ueno, debo decir que era una de lasmejores personas que 9e conocido en mi vida. $a m8s amable. +ienso a menudo en ella.

    abe, cuando todo va lo peor posible y parece que uno no puede ir a ninguna parte en busca de ayuda, siempre 9ay aquella persona, aquella persona en especial... Me mir! dearriba abajo y me dijo" ien, Maudie, dices que no tienes experiencia y valoro tusinceridad. +ero quiero una buena c9ica porque tenemos buena gente. ?

  • 7/24/2019 Diario de Una Buena Vecina

    27/211

    oscuro jard n, con el aliento caliente del -strangulador en su cuello y el ama de llaves quele abri! la puerta, dijo" 49, est8s aqu , Maudie, me preocupaba por ti, pero la seora medijo" 6o te preocupes, s2 d!nde estar8...

    Q abe, 9e pensado muc9as veces en esto, cuando es tan f8cil ser agradable, ?por qu2 la

    gente es desagradable@ -n aquella casa inmensa todo era agradable, toda la gente, inclusolos 9u2spedes; nadie rudo ni mal9umorado ni cortante. -ra por ella, la seora +rivett.?+or qu2 la gente es desagradable mutuamente@

    >Me 9ab a guardado la cena, una cena muy buena, y se sent! a mi lado mientras com a.$uego, me fui a la cama. $a casa estaba a oscuras, con luces de gas en los rellanos, peroen lo m8s alto el cielo estaba claro; tambi2n estaban las tres c9icas restantes y, a9, nosdivertimos tanto. 6os pasamos media noc9e en la cama y venga contar 9istorias, 9istoriasde fantasmas y todo eso, nos met amos miedo mutuamente con el -strangulador,com amos dulces y nos re amos...

    >F a la maana siguiente, ten amos que levantarnos a las seis. 4 la 9ora del desayunoestaba 9ambrienta, pero ella, la seora +rivett, nos daba lo mismo que com an los9u2spedes del 9otel, mejor incluso, y se presentaba en la cocina mientras todas com amos para asegurarse de que as fuera. 6os com amos grandes platosde porridge y lec9e deverdad y, luego, arenques a9umados o pescadilla si nos apetec a; o 9uevos preparados anuestro gusto; y cuantas tostadas y mermelada y mantequilla pudi2ramos comer. 4 veces,tambi2n nos acompaaba y dec a que le gustaba ver c!mo com a la gente joven. #eb2iscomer muc9o o no podr2is 9acer vuestro trabajo. 4s eran todas las comidas. Jam8s 9ab acomido de aquella manera ni lo 9e 9ec9o despu2s. F, luego...

    Q?Du2 trabajo 9ac a@ ?-ra duro@

    Q , me parece que era duro. +ero en aquellos tiempos sab amos trabajar. 6oslevant8bamos a las seis y limpi8bamos las c9imeneas de toda la casa y encend amos losfuegos y ten amos limpio y brillante el comedor antes de servir las bandejas con t2 ygalletas a los 9u2spedes. 4cto seguido, limpi8bamos los servicios, todo a punto ylustroso, antes de desayunar. F, luego, 9ac amos las 9abitaciones, en seguida, sinescatimar nada a la limpieza. $a seora +rivett no lo 9abr a perdonado. 4rregl8bamos lasflores con ella o limpi8bamos la plata o las ventanas. F, luego, tom8bamos nuestrascomidas, comida espl2ndida, lo que com an los 9u2spedes. #espu2s nos sub amos losremiendos al 8tico y mientras zurc amos 9ac amos un poco de juerga. 4 ella no leimportaba. #ec a que le gustaba o rnos re r, siempre que tuvi2ramos el trabajo listo. F,luego, baj8bamos para preparar el t2, bandejas y bandejas de pan, mantequilla, pasteles y

    acompaamientos, que serv amos las cuatro mientras las camareras ten an su tarde libre.F, luego, ten amos tiempo libre y nos encamin8bamos a la playa una 9ora o m8s. F,luego, nosotras, las cuatro criadas, nos qued8bamos con los pequeines mientras los padres sal an al teatro o a alguna parte. Me encantaba, me encantan los nios pequeos. 4todas nos encantaban. F 9ab a una cena, 9acia las diez de la noc9e, con pasteles, jam!n ytodo. F todas ten amos una tarde libre, s8bado o domingo. 49, era maravilloso. +as2 tresmeses all y engord2 tanto y fui tan feliz que no me entraba ningn vestido.

  • 7/24/2019 Diario de Una Buena Vecina

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    Q?F luego@

    Q$leg! el otoo y el 9otel cerr! sus puertas. $a seora +rivett me dijo, Maudie, quieroque te quedes conmigo. -n invierno abro un lugar junto al mar, en 6iza, en :rancia.Duer a que fuera con ella. +ero le dije que no, yo era una sombrerera, 2ste era mi oficio,

    pero me rompi! el coraz!n no acompaarla. Q? +or qu2realmente no la acompa! @ Qpregunt2.

    Q-s lista QdijoQ. %iene raz!n. :ue por $aurie. Me fui de $ondres a rig9ton sin decird!nde estaba, para que 2l me valorara y as fue. Me esperaba al bajarme del tren, aunquenunca supe c!mo se enter!. Me dijo" ?F as me cas2 con 2l. Me cas2 con 2l en vez del alem8n. Me cas2 con el 9ombre que nodeb a.

    Me sali! una mueca ante esto y ella me dijo" Q?%ambi2n se cas! con el 9ombre que no deb a@

    Q6o Qle dijeQ, 2l se cas! con la mujer que no deb a.

    -sto la divirti! tanto que se recost! en su silla, pellizc8ndose las rodillas con sus manosobscuras y arrugadas, re a y re a. %iene una risa joven y fresca, para nada la risa de unaanciana.

    Q49, a9, a9 Qexclam!Q. 6unca lo 9ab a pensado. ien, $aurie pensaba que se 9ab acasado con la mujer que no deb a, pero ?con qu2 tipo de mujer deber a 9aberse casado@-l caso es que nunca se qued! con ninguna.

    %odo esto tuvo lugar esta tarde. -stuve junto a ella 9asta pasadas las seis. ali! conmigo9asta la puerta de la calle y dijo"

    Q racias por traer el carb!n. 6o me 9aga caso, querida, no 9aga caso de micomportamiento.

    #omingo.

    Ii The hite /a!en. Ieo que soy como Maudie, las criadas... me encanta tener miedo.

    #espu2s de la pel cula volv aqu para mi 9abitual ocupaci!n dominical, asegurarme deque tengo toda la ropa a punto para la semana siguiente, cuidada. Ii que 9ab a pasadotodo el d a sola, y as , por regla general, es como paso los fines de semana. olitaria. 6osab a que lo era 9asta que :reddie muri!. 4 2l le gustaba organizar cenas m8s o menoscada semana, recib amos a sus colegas con las mujeres y yo invitaba a compaeras detrabajo, por regla general a Joyce y a su mando. Mi comida era perfecta y :reddie seocupaba del vino. -st8bamos orgullosos de lo bien que lo 9ac amos. %odo vol!,desapareci!. 6unca m8s 9e vuelto a ver a sus socios despu2s del entierro.

  • 7/24/2019 Diario de Una Buena Vecina

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    pensado si deb a organizar de nuevo aquellas cenas perfectas, con poca gente, no 9etenido ganas. -n el trabajo, todo el mundo cree que soy una mujer autosuficiente ycompetente, con una vida llena. 4migos, fines de semana, diversiones. %engo tres ocuatro comidas sociales cada semana, cocOtails, presentaciones para la revi. 6i me gustani me disgusta, forma parte de mi trabajo. i alguien me 9ubiera dic9o, antes de que :reddie muriera, que pod a vivir as , sin querernada distinto... 6o obstante, ?ser8 que quiero algo distinto@ +asar2 un fin de semana con

    eorgie. #o intentar' de nue!o. oy no visit2 a Maudie y pens2 demasiado en ello. -stoyinstalada en la cama para escribir esto y me pregunto si me esperaba. i se sinti!decepcionada.

    $unes.

    +as2 despu2s del trabajo, con unos bombones. +arec a reservada. ?Molesta porque no lavisit2 ayer@ #ijo que no 9ab a salido a la calle porque 9ac a fr o y se sent a mal. 4l llegaa mi casa, me 9e preguntado si quer a que yo saliera a comprarle sus cosas. +ero, en finde cuentas, se las apaaba bien antes de que yo amaneciera en su vida...topara con ella.

    Martes.

    Joyce dijo que no quer a ir a Munic9 para la :eria del Iestido, problemas con su marido,y sus 9ijos le dan guerra, ?quiero ir yo@ Me mostr2 poco dispuesta, a pesar de que megustan estos viajes" ca en la cuenta de que era debido a Maudie :oNler. Me pareci! unalocura y le dije que ir a.

    :ui a casa de Maudie despu2s del trabajo. $as llamas saltaban por la puertecilla, estabamal9umorada y ve9emente. 6o, no se sent a bien y no, yo no ten a que preocuparme. emostr! brusca, pero me met en la cocina, que apestaba a comida agria y a comida degato pasada; vi que 9ab a muy pocas cosas. $e dije que saldr a a comprar para ella. 49oraya advierto cu8ndo le complace que 9aga esto o aquello, pero est8 9erida en su orgullo.

    aja su ment!n, pequeo y afilado, le tiemblan un poco los labios y mira el fuego ensilencio.

    6o le pregunt2 qu2 deb a comprar, pero cuando sal dijo a gritos algo acerca de pescado para el gato.

  • 7/24/2019 Diario de Una Buena Vecina

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    Q4l 9ospital, ?d!nde si no@ Q abla como si el 9ospital fuera una especie de c8rcel Qledije.

    QFo tengo mis ideas, tenga usted las suyas Qdijo.

    Mientras tanto, pude advertir que estaba realmente enferma. %uve que forcejear con ella,ayudarla a meterse en la cama. usqu2 un camis!n, pero comprend que no usabaninguno. e mete en cama con una camiseta y bragas, con un viejo cardigan abroc9adoen el cuello con un bonito broc9e granate.

    ufr a porque yo ve a que la cama no estaba limpia y que sus prendas interiores estabansucias.

    -l 9edor dulz!n era muy fuerte" a9ora ya s2 que es orina.

    $a met en la cama, le prepar2 t2, pero dijo"

    Q6o, no, s!lo me 9ar8 orinar.Mir2 alrededor y encontr2 que una silla en un rinc!n del dormitorio era un orinal y loarrastr2 9asta la cama.

    Q?Dui2n lo vaciar8@ Qpregunt! furiosa.

    al de la cocina para ver c!mo era el retrete" un pequeo cobertizo de cemento, con unasiento muy viejo y sin tapa, con un tirador met8lico roto, que ten a una cuerda paraalargarlo. -staba limpio. +ero muy fr o. 6o es de extraar que tenga un resfriado. acemuc9o fr o en este momento, febrero... y s!lo siento lo muy fr o que es cuando pienso enella, Maudie, puesto que en los lugares por los que me muevo 9ay tanta calefacci!n, est8ntan protegidos. i sale a este retrete despu2s del calor del fuego...

    $e dije"

    Q+asar2 de camino al trabajo.

    -stoy instalada en la cama, despu2s de baarme y lavarme de pies a cabeza, tambi2n el pelo, escribo esto y me pregunto por qu2 estoy en semejante posici!n respecto a Maudie.

    Mi2rcoles.

    e 9ec9o la reserva para Munic9. :ui a casa de Maudie despu2s del trabajo. -l m2dicoestaba all . -l doctor %9ring. Bn anciano, quisquilloso e impaciente, junto a la puerta, losupe porque estaba alejado del calor y del olor del lugar, y dec a a una diminuta anciana,furiosa y obstinada, plantada en medio de la 9abitaci!n, como delante de un pelot!n deejecuci!n"

    Q6o ir2 al 9ospital, no ir2, no me puede obligar.

    QMuy bien, no la visitar2 aqu , no puede obligarme.

  • 7/24/2019 Diario de Una Buena Vecina

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    ablaba a gritos. 4l verme, dijo, con una voz distinta, aliviado, desesperado"

    Q# gale, si es usted amiga suya, que deber a estar en el 9ospital.

    -lla me miraba casi 9orrorizada.

    Q eora :oNler Qle dijeQ, ?por qu2 no quiere ir al 9ospital @

    6os dio la espalda, cogi! el atizador, y se puso a avivar las llamas.

    -l m2dico me mir!, rojo de rabia y debido al calor del lugar; luego, se encogi! de9ombros"

    QBsted deber a estar en un asilo QdijoQ. e lo tengo dic9o.

    Q6o puede obligarme.

    Al lanz! una exclamaci!n, furioso y se meti! en el pasillo, requiri2ndome que lo siguiera" Q# gaselo Qdijo.

    Q+ienso que deber a estar en el 9ospital Qle dijeQ, pero ?por qu2 deber a estar en unasilo@

    e encontraba al l mite, exasperado y Qsegn viQ cansado.

    Q

  • 7/24/2019 Diario de Una Buena Vecina

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    6o respondi!.

    :ui a trabajar. oy no ten a ningn compromiso social, ninguna comida, etc., y se anul!la sesi!n de los fot!grafos" 9ay 9uelga de trenes. $e dije a Joyce que trabajar a en casa yella dijo que se quedar a en la oficina, muy bien. #ej! entender que en este momento su

    casa le resulta dif cil; su marido quiere el divorcio, ella no sabe qu2 9acer, consultaabogados. +ero le encanta estar en la oficina, a pesar de que, en tiempos mejores,trabajaba muc9o en casa.

    +as2 a ver a Maudie de camino a casa y all me encontr2 a ermione S9itfield, de lo queella llama =geriatr a>.

    6os entendimos a primera vista" somos parecidas, el mismo estilo, la misma ropa, lamismaimagen. -staba sentada en una silla delante de Maudie, 9ec9a un bulto con toda suropa negra. e inclina 9acia delante, sonriente, encantadora, divertida.

    Q eora :oNler, podr amos 9acer tanto por usted y usted no co... Qpero dej! el=colabora> a favor de =nos deja>. Q?Dui2n es usted@ Qme pregunt!, con el mismo estilo encantador, casi juguet!n, perose dio cuenta e inquiri!, a la manera conc9abada y democr8tica de las de nuestra raleaKsin embargo, nunca 9ab a pensado en tales distinciones 9asta el d a de 9oyLQ" ?-s una

    uena Iecina@ 6adie me 9a dic9o nada al respecto.

    Q6o Qle dije. 6o soy una uena Iecina, soy una amiga de la seora :oNler.

    %en a que resultar bastante irritante desde unos diez puntos de vista distintos, pero b8sicamente porque no lo dec a entre comillas y entonces y s!lo entonces pens2 en qu2

    medida no tenemosamigos entre la clase obrera. +od a ser muc9as cosas para la seora:oNler, incluyendo una uena Iecina, pero no una amiga.

    -staba all , parpadeando, la luz de las llamas en su pelo. Bna mata de pelo suave ydorado, todo ondulado y con ricitos. 2 muy bien lo que cuesta este cuidadoso desorden.

    u cara suave y sonrosada, con los ojos azules, maquillados en gris y azul y con polvos.u jersey lanudo color blanco, los pantalones de ante gris, botas de ante azul oscuro... Fo

    pensaba, o =el seguro> paga m8s de lo que cre a o tiene dinero propio. e me ocurri!, plantada all , en aquel largo momento de pura disonancia Qporque lo que yo 9ab a dic9ono concordaba, no se pod a aceptar con facilidadQ, que la examinaba en mi calidad deespecialista de revista de modas, y por cuanto sab a, pod a ser bastante distinta de su=imagen>.

    Mientras, ella 9ab a estado pensando.

    Q eora :oNler Qdijo; se puso en pie, con una bonita sonrisa, irradiando apoyo y ardor Q, muy bien, no ir8 al 9ospital. %ampoco a m me gusta el 9ospital. +ero puedo proporcionarle una enfermera que la visite cada maana y una auxiliar y...

    Q6o quiero nada de esto Qdijo Maudie, la cara desviada, atizando con furia las llamas.

  • 7/24/2019 Diario de Una Buena Vecina

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    QMuy bien, recuerde lo que tiene a su disposici!n Qdijo la mujer y me lanz! unamirada que indicaba que la siguiera.

    Me encontr2 en la posici!n de tener que 9ablar de Maudie a sus espaldas o decirle aermione" 6o, 9ablemos aqu . :ui d2bil y la segu .

    QMe llamo... Qetc2tera, etc2tera, me dio sus credenciales y esper! las m as.

    QMe llamo Janna omers Qdije.

    Q?4caso es vecina suya@ Qme pregunt!, molesta.

    Q e acabado por sentir afecto por la seora :oNler Qdije y, por fin, era lo quecorrespond a, solt! un involuntario suspiro de alivio, porque todo volv a a estar en sulugar.

    Q49, s Qexclam!Q. 6o sabe c!mo lo comprendo, algunas de estas ancianitas son tan

    encantadoras, tan... Q+ero su cara dec a que Maudie dista muc9o de ser encantadora,m8s bien es una vieja cascarrabias.

    +ermanec amos en aquel 9orrible pasillo, con las paredes llenas de grasa amarillenta ycon el polvillo de carb!n en capas, el olor del gato en la carbonera, la puerta desvencijaday poco s!lida 9acia el mundo exterior. Fa ten a la mano en el pomo de la puerta.

    Q+aso a ver a la seora :oNler algunas veces QdijeQ y 9ago cuanto puedo Clo dije as para que comprendiera que no pod a confiar en que yo llevara a cabo parte de su trabajo.-lla suspir! de nuevo"

    Q4fortunadamente, muy pronto tendr8n que cambiarla de alojamiento.

    Q?Du2@ G6o lo sabeH Qadvert que mi voz albergaba el terror que sentir a Maudie, de9aberlo o do.

    Q

  • 7/24/2019 Diario de Una Buena Vecina

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    QMuy bien, tendr2 que investigar Qdijo. upe muy bien que lo dejar a correr. 49, qu2 bien conozco aquella mirada suya, en la que una 9a decidido interiormente no 9acer nada,mientras que aparenta una confiada competencia.

    e dispon a a irse. $e dije"

    Q i puedo convencerla, ?a qu2 servicios tiene derec9o@

    Q$a ayuda domiciliaria, naturalmente. +ero lo intentamos con anterioridad y nofuncion!. Bna uena Iecina, pero no la quiso... Qme mir! r8pida y dudosa y sigui!Q" 6o tiene derec9o al servicio de =, porque se puede mover ynosotros tenemos tantas peticiones...

    Q+asa de los noventa aos Qdije. QG%ambi2n las otrasH

    Q?$o arreglar8 para que pueda venir una enfermera@

    Q+ero ella dice que no la quiere. 6o podemos imponernos. G-llos tienen que colaborarH Qesto lo dijo con un tono triunfal, se 9ab a apuntado un tanto.

    ubi! los peldaos y se meti! de prisa en un -scort rojo; me salud! con la mano alarrancar. -ncantada de perderme de vista. Bna sonrisa radiante en un cuerpo que dec a;=-stas aficionadas, Gqu2 latazoH>.

    Iolv llena de remordimientos junto a Maudie, porque 9ab amos 9ablado de ella a susespaldas. #esviaba la cara y permanec a en silencio.

    Q?Du2 9an decidido, pues@ Qdijo al final.

    Q eora :oNler, en serio creo que deber a aceptar algunos servicios, ?por qu2 no@

    $e temblaba la cabeza y su cara pod a pasar por la de la ruja Malvada.

    Q$o que quiero es la comida a domicilio, pero no quieren conced2rmelo.

    Q?6o quiere la ayuda domiciliaria@

    Q6o. Me mandaron a una auxiliar. #ijo" G#!nde tiene el aspiradorH e le ca an losanillos por barrer una alfombra. e instal! aqu a beber mi t2 y comerse mis galletas.

  • 7/24/2019 Diario de Una Buena Vecina

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    Q-n cualquier caso, pienso que deber a considerar lo que puede tener. +ara empezar, esode una enfermera cada maana, mientras est2 indispuesta.

    Q?+or qu2 deber a necesitar una enfermera@ Qpregunt!, la cara desviada.

    -sto quer a decir" ?+or qu2, si vienes un par de veces al d a@ F, tambi2n, ?+or qu2 debes9acerlo@, no te incumbe. F, con mayor fuerza, )or fa!or" por fa!or .

    #e 9aber estado con ermione, mi marido, Joyce o mi 9ermana eorgie, 9ubiera dic9o"Menudo c9antaje sentimental, no vas a conseguiresto. -l olfato de los de nuestra ralea para todo lo que es ventaja, sacada o concedida.

    para decirles que no quer a una enfermera. 4l despedirnos, semostr! fr a y enfadada, desesperada por su desamparo, porque sab a que no deb a esperardemasiado de m y porque...

    4qu estoy, tambi2n yo me siento bastante furiosa, con la sensaci!n de estar atrapada. Fme 9e pasado toda la tarde en el bao, pensando.

    obre lo que me importa de verdad. Mi vida, mi vida real, se 9alla en la oficina, en eltrabajo. #ebido a que trabajo desde los diecinueve aos y siempre para la misma revista,lo 9e dado por descontado, no 9e advertido que 2staes mi vida. Fa formaba parte de larevista en su concepci!n antigua, 9e sido part cipe de los tres cambios, con el segundoque, en parte, fue obra m a.

  • 7/24/2019 Diario de Una Buena Vecina

    36/211

    Me dirig al colmado y, de vuelta, vi que 9ab a en la calle un container junto a su puertade entrada, lleno de tablillas y viejos listones de paredes derribadas" los 9ab a recogido para prender fuego.

  • 7/24/2019 Diario de Una Buena Vecina

    37/211

    Q?Du2 9izo@ Qle pregunt2, contenta de re rme con ella.

    QGMe escap2H Qy solt! una risitaQ. , ya ten a bastante. -staba estreida con tanta buena comida, porque no dir2 que no te alimenten, y cada vez me sent a m8s lejos de mcon todas aquellas pastillas. $es dije" ?#!nde est8 mi ropa@ Me dijeron" 6o puede volver

    a casa con este tiempo, seora :oNler, se morir8. ab a nieve. $es dije" 7 me dan miropa o salgo con el camis!n del 9ospital. F me la dieron. 6i me miraron ni me 9ablaron,estaban tan molestos. 4traves2 el vest bulo y le dije al portero" + dame un taxi. -l pocodinero que ten a me lo 9ab an robado en el pabell!n del 9ospital. +ero le pedir a al taxistaque me llevara a casa por el amor de #ios. i es que se conoce a #ios en estos tiempos.+ero 9ab a una mujer en la recepci!n que me dijo" $a acompaar2, reina. Me dej! encasa. +ienso en ella. +ienso en la gente que me 9a 9ec9o bien, lo 9ago Qy me regal! unamaravillosa sonrisa de alegr a, su sonrisa de muc9ac9a.

    Q

  • 7/24/2019 Diario de Una Buena Vecina

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    no es esta persona. 6o. %ienes que tener a gente como ermione, aunque s!lo sea porquede las otras no 9ay el suficiente nmero; no es que no trabajen, o sean una inutilidad, peroson marginales. +ara descubrir c!mo conseguir que Maudie tenga lo que precisa y qui2n puede ayudarla, no puedo utilizar a ermione. 6o obstante, la 9e llamado esta tarde Q 9ab a salidoQ y le 9e dejado el recado de que la seora :oNler precisar a de una

    enfermera durante cinco d as. 4lgo me alert!, acto seguido, y le dije a mi secretaria quellamara a ermione, y tambi2n se lo 9e dic9o a la secretaria de Joyce. 6o puede quedarsesola, durante cuatro d as.

    Mi2rcoles.

    -n primer lugar, mi estado de 8nimoantes de ir a casa de Maudie. egres2 de Munic9 almediod a, en avi!n, y me dirig directamente a la oficina con las bater as recargadas, contodos los sistemas que me funcionaban. Me encantan estos viajes. $o que adoro es mieficiencia. Me encanta que las cosas funcionen, y saber c!mo 9acerlo. Me encanta queme conozcan, que me reservenmi lugar, que recuerden mis gustos. Ii a amigos durantetodo el fin de semana. M8s bien, =amigos>, contactos de trabajo y, luego, el lunes y elmartes, la :eria. Me encanta que todo est2 bajo control. -stoy tan llena de energ a, comoexactamente lo que debo, no tomo ni un sorbo de m8s, apenas duermo, voy de aqu paraall8 durante todo el d a. 2 con exactitud c!mo presentarme y c!mo utilizarlo. Me ve a am misma cuando entr2 en el desfile, el lunes por la maana, me sent2, la gente mesonre a y me saludaba; y, al mismo tiempo, retroced quince aos, me vi a trav2s deaquellos ojos de la misma manera en que consideraba, a los treinta aos, a las mujeresestablecidas que llevaban aos 9aci2ndolo. $as admiraba, deseaba ser una de ellas y,mientras las examinaba, minuciosamente, cada detalle insignificante, buscaba lo queellas dejaban pasar, seales del proceso que 9ar a que las reemplazaran otras, yo entreellas. #e las mujeres que examinaba entonces, sigue una, aunque muc9as de ellas est8nen el mismo campo pero en ocupaciones distintas. Me 9e pasado cuatro d as pregunt8ndome qu2 9ay en m que me llevar8 al reemplazamiento, o a seguir en la oficinacon un trabajo menos absorbente, mientras alguien Q?qui2n@Q se dedicar8 a estosviajes. 6o s2 de qu2 se trata. ? encillamente cumplir aos@ G6ada de esoH ?Me cansar2 detodo esto@ 4n no puedo creerlo.

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    Me dirig a directamente a casa porque, de repente, me sent a cansada. in embargo, 9iceque el taxi me dejara en casa de Maudie :oNler. $lam2 y aporre2 la puerta. elaba. 6iuna mosca. Me entr! terror Q?estaba muerta@Q y advert , no sin inter2s, que una de misreacciones era de alivio. 4l final, se movieron las cortinas en la ventana de su =sal!n>,que, segn parece, no utiliza nunca. -sper2. 6o sucedi! nada. 4porre2 una y otra vez, ya

    totalmente furiosa. -staba dispuesta a estrangularla. $uego la puerta se abri! 9aciaadentro, atasc8ndose y rascando, y all estaba ella, un fardo negro, con esa blanca caraque sal a de 2l. F elolor . #e nada sirve que me diga que no deber an importarme estosdetalles. Me importan muc9o. -l olor... terrible, un 9edor agrio, penetrante y dulce. +erovi que apenas si pod a aguantarse en p e all .

    6o 9ubo nada =encantador> en m , estaba tan furiosa.

    Q?+or qu2 me tiene plantada con este fr o@ Qle dije y pas2, por delante de ella, 9aciendoque se desplazara a un lado. -ntonces me adelant! en el pasillo, una mano apoyada en la pared para sostenerse en pie.

    -n la 9abitaci!n trasera, rescoldo en el fuego. ab a una estufa el2ctrica, no obstante; untubo, que 9ac a ruido, lo que significaba que no era seguro. $a 9abitaci!n estaba fr a,sucia, apestaba y el gato se me acerc! y se frot! contra mis piernas, maullando. Maudiese dej! caer en su silla y se qued! contemplando el 9ogar.

    Q ien, ?por qu2 no dej! entrar a la enfermera@

    Q$a enfermera Qdijo con amarguraQ. ?Du2 enfermera@

    Q 2 que vino.

    Q6o 9asta el lunes. Me pas2 sola el fin de semana entero.5ba a decirle a gritos" ?+or qu2 no la dej! pasar cuando vino el lunes@, pero vi que noten a sentido.

    #e nuevo me sent llena de energ a... furiosa.

    QMaudie Qle dijeQ, 9a llegado al l mite, al final, empeora las cosas en su contra. ien, pondr2 el agua a calentar.

    $o 9ice. :ui a buscar carb!n. -ncontr2 el orinal lleno de orina, pero nada peor, gracias a#ios.

    racias a #ios era lo que 9ab a pensado, pero advierto que uno se acostumbra a todo. ala la calle con una bolsa de compra. 4guanieve gris. 4ll estaba, con mis modeloselegantes de Munic9, buscando en el container astillas de madera. Bna vez m8s, caras enlas ventanas, observ8ndome.

    #entro, vaci2 el 9ogar, nubes de polvo, y encend el fuego.

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    +repar2 t2 para las dos, despu2s de 9aber escaldado las tazasmugrientas. #ebo dejar deser tan quisquillosa al respecto. ?4caso importan, unas tazas sucias@ G H , s , s , s .

    6o se 9ab a movido, permanec a sentada y miraba las llamas. Q-l gato Cdijo.

    Q$e 9e dado un poco de comida. Q+ues d2jelo salir un poco. Q

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    +ero, luego, se abrieron sus ojos azules y se qued! mirando el fuego.

    Q 2base el t2 Qle dijeQ. $e pasar2 por la planc9a un poco de pescado. ?+uedetomarlo@

    Q , lo tomar2.

    -n la cocina intent2 encontrar algo limpio de grasa, pero desist . +use el pescado en la parrilla y dej2 la puerta algo entreabierta, para que se renovara el aire. 4 pesar delaguanieve.

    $e serv el pescado y se lo comi! todo, con lentitud, con las manos que le temblaban, pero se lo acab! y vi que 9ab a pasado 9ambre.

    Q e estado en Munic9. +ara ver la ropa para el otoo. e visto los nuevos estilos Qledije.

    Q6unca 9e salido de 5nglaterra. QFa se lo contar2 todo cuando se encuentre algo mejor.

    6o respondi! a esto. :inalmente, cuando ya pensaba irme, observ!"

    Q6ecesito ropa limpia.

    6o sab a c!mo interpretarlo. 4dvert a Qya soy lo bastante sensible como para estoQ queno era, cuando menos, una petici!n sencilla.

    ?Duer a que le comprara ropa@

    $a mir2. e forz! para mirarme, y me dijo"

    Q-n la 9abitaci!n contigua, encontrar8 cosas.

    Q?Du2@

    e encogi! de 9ombros, temblando, desanimada.

    QBna camiseta. ragas.

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    desorden, atiborrados de... pero necesitar a una infinidad de p8ginas para describirlo.#ese2 tener al fot!grafo a mano" Gpensamiento reflejoH

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    9ombros como los de un esqueleto y, al final de sus delgados brazos secos, fuertes manostrabajadoras. +ec9os menudos y alargados, que colgaban.

    %orpemente, ella frotaba jab!n en el pao que, ni qu2 decir tiene, estaba viscoso. %endr aque 9aberlo lavado antes. #e nuevo, corr a la 9abitaci!n contigua, cort2 un pedazo de

    una vieja toalla limpia y volv . ab a que quer a ec9arme un rapapolvo por cortar latoalla; as 9abr a sido, de no 9aber estado a9orrando fuerzas.

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    Q-sto esperar8.

    $e lav2 la cara, con cuidado, con un pedazo de la vieja toalla.

    4cto seguido, le ped que se sentara, encontr2 unas tijeras, le cort2 las uas de los pies,que era algo como cortar un cuerno, cog medias limpias, su vestido. u rebeca.

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    Q racias Qle dije y no me molest2 en darle explicaciones. +ero estaba sonrojada...Gturbaci!nH 49, cu8nto dependo de la admiraci!n, del afecto, de la estima de los dem8s.

    QMe voy volando. #ile a Jo9n que 9e acabado la portada. e escrito las notas. -star2aqu maana, Janna Qy se larg!. -sto significa que a su marido le 9an ofrecido unac8tedra, 2l quiere aceptarla, quiere que ella abandone su empleo y lo acompae, ella noquiere ir, se pelearon al borde del divorcio, los 9ijos no quieren ir a -stados Bnidos... yesta tarde ten a la impresi!n de que Joyce, probablemente, ir a a -stados Bnidos. F aqu

    se acaba todo.+as2 a ver a Maudie de camino a casa" la puerta no estaba cerrada con llave. rillaba elfuego. -l gato, dormido en la cama. Maudie, dormida. Bna taza de t2 en el brazo de susill!n.

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    -stoy aqu sentada, en bata, junto al radiador el2ctrico. #eber a arreglar el piso. #eber alavarme el pelo.

    -stoy pensando en c!mo Maudie :oNler un d a ya no pudo arreglar su 9abitaci!ndelantera, porque 9ab a all demasiados trastos y, entonces, lo fue dejando; seguramente

    entraba algunas veces all y pensaba, bien, no est8 tan mal. Mientras tanto, ten a la9abitaci!n trasera y la cocina superlimpias. 5ncluso a9ora limpia la c9imenea una vez porsemana y friega la parrilla de la cocina, saca el polvo y la carbonilla..., aunque progresivamente con menos cuidado. 6o se sent a bien y no pudo tomarse la molestia de9acerlo en una ocasi!n, en otra... y, luego, su 9abitaci!n no estaba verdaderamentelimpia, s!lo en el suelo en el centro de la 9abitaci!n, en ocasiones, por lo que aprendi! ano mirar a los bordes o debajo de la cama. $a cocina fue lo ltimo. arr a y fregaba losestantes, pero pronto todo empez! a ir a la deriva. in embargo, en este proceso selavaba, de pie junto a la mesa de la cocina, calentando agua en las ollas. Manten a su pelolimpio. 4 veces iba a baos pblicos, puesto que me 9ab a contado que era algo que legustaba. $uego, dej! pasar m8s tiempo entre un lavado de pelo y otro..., m8s tarde nolav! su ropa, se limit! a coger la m8s limpia, devolvi2ndola a su lugar sucia, 9asta quevolviera a parecer la m8s limpia; y as sucesivamente. :inalmente, se qued! muy dignadentro de su caparaz!n negro, sus bragas que no estaban totalmente limpias, pero noestaban mal, su cuello sucio, pero no pensaba en ello, su cabeza sin lavar.

  • 7/24/2019 Diario de Una Buena Vecina

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    QJanna y eorgie QdijoQ.

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    patrocinadora de aquello, secretaria del c rculo local de lectura, buenas obras. Me sent2 aun costado de la c9imenea y ella en el otro. 5ntent2 9ablar de mam8. 6ecesito saber cosasde ella. 6o 9abl2 nunca con ella, un poco m8s con pap8. +ero eorgie me 9a colocado enla categor a de las irresponsables, de las que no se interesan por la familia. F eso es todo.$e di varias oportunidades, incluso le pregunt2 en una ocasi!n. Me pregunto qu2 9abr a

    pensado mam8.4l final 9abl2 de mi viaje a Munic9. $e encant!. %us bonitas escapadas, as las califica.Duiso saber c!mo era el 9otel, mis amigos, c!mo se organizan los desfiles de modelos,c!mo se 9ace tal y cual cosa. Me reconozco a m misma en esto. 6i una palabra sobreestilos y modas, sinocmo funciona. 4 fin de cuentas somos iguales. #e repente, ya en lacama, tuve un pensamiento que me 9izo incorporarme y encender la luz. -ra 2ste. 4ntesde que mi abuela muriera, estuvo enferma durante dos o tres aos, no puedo recordarloKlo cual ya es significativoL, y estaba en casa con mam8, quien cuidaba de ella. +or aquelentonces yo trabajaba desesperadamente, era la primera de las nuevas etapas de la revistay me comport2 como si la enfermedad de la abuela no tuviera relaci!n alguna conmigo.G6o era asunto m oH +uedo recordar muy bien que desconect2 en el momento en que o lanoticia. +ero mam8 la ten a en casa y pap8 tampoco estaba muy bien. $a abuela ten adiabetes, problemas card acos, problemas oculares con operaciones de cataratas, problemas de ri!n. Me llegaban noticias de todo esto, retransmitidas en las r8pidascartas de mi madre" no 9e guardado las cartas y recuerdo que no quer a leerlas. Ahora s2el precio que cuesta cuidar de los muy viejos, los desamparados. Me encuentro agotada alcabo de un par de 9oras y s!lo an9elo 9uir donde sea. +ero, ?adonde 9u a mam8@ ?Dui2nla ayudaba@ G6o yoH 6i una sola vez, jam8s me acerqu2 a ella.

    Maana de domingo.

  • 7/24/2019 Diario de Una Buena Vecina

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    Q6o, no lo moviste Qdijo, en el mismo tono de exclusi!n.

    Q ien QdijeQ, muy recientemente 9e tenido relaci!n con una persona anciana y a9oras2 lo que le toc! en suerte a mam8.

    Q5magino que es mejor tarde que nunca Qdijo mi 9ermana eorgie.

    -ra muc9o peor de lo que 9ab a esperado. Duiero decir que lo que pensaba de m eramuc9o peor, 9asta tal punto que me sofocaba... ay, no la vergUenza, sino el desconcierto. 6o quer a que se me considerara tan mal. $e dije"

    Q?+uedes contarme algo al respecto@

    Q?Du2 demonios quieres saber@

    e mostraba exasperada, como si un nio de corta edad le 9ubiera dic9o, despu2s demac9acarse el pulgar con un martillo" ?te duele@

    QMira, eorgie Qle dijeQ, muy bien, 9ace poco 9e visto que... pod a 9aber 9ec9o m8sde lo que 9ice. ?#e acuerdo@ ?Duieres que me arrastre por los suelos@ Es mejor tarde quenunca. Duiero saber m8s de mam8.

    QIivi! en tu piso durante dos aos antes de morir Qdijo mi 9ermana eorgie, al tiempoque 9ac a del incidente algo sorprendentemente incre ble.

    Q , lo s2. +ero, desde entonces yo...

    QMira, Jane, lo siento... apareces por aqu despu2s de todo aquello y me dices" Meencantar a que c9arl8ramos un poco de mam8. Jane, la verdad, no eslo que toca Cdijo

    eorgie. -ra literalmente incapaz de 9ablar debido a la rabia. F yo, de la sorpresa.

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    4l volver, me dijo"

    QMe voy a la estaci!n a esperar a %om y a los nios Qy agreg!Q" $o siento, Jane, perosi empiezas a tener cierto sentido de la responsabilidad al fin, tal vez caigas en la cuentade que no es f8cil que aparezcas con un par de preguntas ligeras"%&u' me dices de la

    muerte de la abuelita( %-mo fue( %Doli( :ue terrible, Jane.%-omprendes( 2ue 9orrible. 5ba cuanto pod a, embarazada 9asta los dientes o con la criatura, y meencontraba con mam8 a cargo de todo. 4l final la abuela no se pod a mover de la cama.#urante meses. ?%e lo imaginas@ 6o, apostar a que no. M2dicos constantemente.-ntradas y salidas del 9ospital. Mam8 lo 9ac a todo. +ap8 no pod a ayudar demasiado,tambi2n 2l estaba enfermo. -n cualquier caso, debo ir a la estaci!n.

    F se larg!.

    Q eorgie, est8s muy bien dispuesta para criticarme, pero mira estos 9ijos tuyos.

    Q , s2 lo que piensas Qdijo, d8ndome la espalda. 5nmediatamente supe que 9ab a

    tocado un punto sensible. Q#ime Qle dijeQ, ?en qu2 ocasi!n 9an 9ec9o algo que no quisieran 9acer@ ?% y %omles 9ab2is enseado alguna vez que el mundo no es un bar con batidos y nata colm8ndoloeternamente todo s!lo con apretar un bot!n@

    Q%al vez est2s en lo cierto. 6o digo que 2ste no sea el caso Qdijo, d8ndole un toque de9umorQ; a9ora debo preparar la comida. i quieres ayudarme, qu2date, si no, ve y c9arlacon %om.

  • 7/24/2019 Diario de Una Buena Vecina

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    $e tom2 la palabra, busqu2 a %om, pero 2l no quer a 9ablar conmigo, porque estabaenfrascado en algo. -l nivel de decibelios en la casa me pareci! intolerable, me calc2 las botas y sal a dar un paseo por la nieve y volv para la comida. . G+obremuc9ac9aH %om estaba instalado en un rinc!n intentando leer y respond a a las preguntasde su prole con una voz abstra da e irritada, con eorgie que los atend a a todos, de un9umor y paciencia perfectos; gritaba de vez en cuando para 9acerse entender. , muy bien, Pate. , Jilly, lo 9ar2 maana. , Jasper, est8 debajo de la cama de la 9abitaci!n delos invitados. F as sucesivamente.

    :inalmente, dije"

    Q ien, vuestra malvada t a se larga. 6o,no os molest2is, ir2 por mis propios medios a laestaci!n.

  • 7/24/2019 Diario de Una Buena Vecina

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    que yo soy ego sta y estpida. KDue es lo que pienso de los mocosos de eorgie.L ?Du2 pensaba ella de %om@ ?#e eorgina@ ?#e los nietos@ Du2 signific! para ella tener quecuidar a la abuelita, a su marido, durante... siento decir que, probablemente, fueron cuatroaos. ?

    ?+or qu2 no@

    )orque ella no es 4oyce. Duiero decir, de una forma espec fica" tiene treinta aos, es unamuc9ac9a trabajadora, inteligente, que presta atenci!n, pero no est8... 9ec9a. 2 perfectamente que no me gusta porque me recuerda c!mo era yo. +ero 9ay algo m8s. Me

    pregunto, con la intenci!n de ser justa, no importan tus necesidades, ?tiene ella lo que #ilith precisa@

    Me encontraba en aquella oficina nuestra, de Joyce y m a, y decid no pensar en +9yllis,todav a no puedo ocuparme de ello. +ensaba en Joyce" algo en ella me 9ab a pasadoinadvertido, de modo que 9ace s!lo un mes 9ubiera dado por supuesto que no se ir a a 6orteam2rica. Juzgaba su matrimonio por el m o. 6aturalmente, ella tiene 9ijos; pero no,no es eso. -l es un 9ombre bastante agradable. 6o lo conozco bien. 6unca 9ehablado con 2l" tenemos una relaci!n de guasa.

    Duer a que Joyce llegara temprano, pero casi era la 9ora del almuerzo. %en a un aspecto

    terrible, enfermizo, descuidado. e sent!, se levant! de nuevo para buscar caf2, volvi!con el caf2, se sent! repantigada, encendi! cigarrillos y dej! que se apagaran, se 9izo unl o con su trabajo, reg! las plantas en el alf2izar de su ventana, lo 9izo todo excepto mirar 9ac a m .

    abl! por el interfono, entr! +9yllis y Joyce dijo"

  • 7/24/2019 Diario de Una Buena Vecina

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    Q6o estoy satisfec9a con la secci!n de Iinos, 9e tomado unas notas, por favor, consultaa nuestro experto en vinos, ?c!mo se llama@ ?

    Q6o te preocupes Qdijo +9yllisQ, s2 d!nde podemos encontrarlo.

    ecoge las notas de Joyce, sonr e agradablemente y se va. -n este momento, Joyce meconcede una breve sonrisa, en realidad una mueca y, al fin, me mira. 6os re mos.

    $as dos miramos a +9yllis, a trav2s de la puerta del arc9ivo. 4nalizamos su ropa,maquillaje, zapatos. 8bito. $uego, Joyce se desinteresa de ella, vuelve a sus propios pensamientos.

    +9yllis an no tiene estilo. 6o como Joyce y yo. Me qued2 pensando si yo pod a ayudar a+9yllis a tener estilo, como Joyce lo 9izo conmigo. !lo a9ora, mientras escribo esto, pienso cuan extrao era que yo examinara a +9yllis y su posible aspecto, cuando estaballena de amargura por Joyce, con deseos de decirle" +or el amor de #ios,habla. ab a que9ab a decidido irse y se sent a mal respecto a m " yo necesitaba por amor de las dos quehabl*ramos.

    Joyce es la nica persona en mi vida con la que 9e 9ablado. in embargo, la mayor a delas veces, nos 9ablamos a base de sonrisas, silencios, seas, msica sin palabras, amedias.

    Fa no pude soportarlo y le dije"

    QJoyce, quiero saber el porqu2, tenlo en cuenta.

    -staba medio vuelta 9acia m , la mano en la mejilla. izo un gesto irritado de d2jameC enCpaz.

    4qu estoy sentada, es la una de la maana, para escribir esto. %engo la mente clara ydespierta, un torbellino de pensamientos. e me acaba de ocurrir uno, es 2ste" escribir esmi oficio, escribo constantemente, notas personales, memor8ndums, art culos, y siempre para presentar ideas, etc., si no para m , para los dem8s. 6o dejo que mis pensamientos seevaporen, los anoto, los presento, reivindico una visi!n externa. -s lo que a9ora 9ago.4dvierto que, mientras escribo este diario, tengo en cuenta esta mirada observadora.? ignifica que quiero publicarlo@ 6o me pas! por la cabeza cuando empec2 a escribirlo.-s divertida esta necesidad de anotarlo todo, como si no existiera 9asta quedar registrado.+resentado.

  • 7/24/2019 Diario de Una Buena Vecina

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  • 7/24/2019 Diario de Una Buena Vecina

    55/211

    Q6o te das cuenta de que no puedo 9acerlo, Gno puedoH Qdijo.

    QJoyce, no puedes largarte a casa de esta manera, debo saberlo Qle dije.

    uspir!, se sent!, se recompuso y, al final, me mir!.

    Q? aberlo@

    Q

  • 7/24/2019 Diario de Una Buena Vecina

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    acudi! la cabeza. Bna vez m8s, no me miraba. Fo estaba confusa, no sab a qu2 laatemorizaba cuando me miraba. 4l fin dijo"

    Q% eres una persona autosuficiente.

    -ra lo ltimo que me esperaba Qla esposaCnia, la 9ijaCniaQ y le dije"

    Q?Fo, autosuficiente@

    e limit! a sacudir la cabeza, a9, es demasiado, y se inclin! apoy8ndose en la mesa conlas dos manos, con el cigarrillo que colgaba de sus labios. $a vi como a una viejacarcamal, una seora :oNler" una carita afilada, con la nariz y el ment!n que casi setocaban. e ve a vieja. uspir! de nuevo, y se recompuso, se volvi! 9acia m .

    Q6o puedo enfrentarme a estar sola Qdijo, categ!ricaQ. F eso es todo.

    i digo que mi mente era un torbellino, as era.

    Duer a decirle" +ero, 4oyce Cmi marido muri!, a9ora me parece que de la noc9e a lamaanaQ, ?qu2 imaginas@ $e podr a 9aber dic9o" i lanzas por la borda tu empleo y tevas con 2l, puedes encontrarte sin nada. $e podr a 9aber dic9o... y no le dije nada, porquelloraba con una suerte de rabia llena de asombro, ante la imposiibilidad de esto y, peoran, Gpensaba que nunca 9ab a conocido a JoyceH Jam8s la 9ubiera cre do capaz dedecirme esto, pensarlo. M8s an" sab a que yo no pod a decirle a Joyce" %u actitud ante lamuerte es estpida, err!nea, Geres como una niaH 6o es esto, ?de qu2 tienes miedo@ G#eestar sola...H ?qu2 es esto@

    #escubr que yo 9ab a recorrido un largo trec9o que me separaba de Joyce, y en muy poco tiempo. Mi marido 9ab a muerto, mi madre 9ab a muerto" cre a que no lo 9ab ainteriorizado, me 9ab a acorazado. in embargo, algo 9ab a cambiado en m , pero muy profundamente. %ambi2n estaba Maudie :oNler.

    4ll me pareci!, mientras lloraba e intentaba dejar de llorar, mord a mi mejor paueloKlino de la mejor calidad, con inicialesL, que Joyce era una nia. , era una nia, a fin decuentas, y no pod a decirle nada de lo que yo 9ab a aprendido y de lo que a9ora era. +oresta raz!n lloraba.

    Q6o llores Qdijo JoyceQ. 6o 9e querido abrir viejas 9eridas.

    Q6o lo 9as 9ec9o. 6o es 2ste el caso.

    -sto fue lo m8ximo que pude llegar ahablar .

  • 7/24/2019 Diario de Una Buena Vecina

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    Q-res distinta a m . %e 9e observado y lo veo. +ero si 2l se va a -stados Bnidos, mequedar2 sola. 6o volver2 a casarme, lo s2. -n cualquier caso, si 9as estado casada con un9ombre, no puedes simplemente arrinconarlo y coger otro...ellos pueden 9acerlo...

    Q7 piensan que pueden.

    Q , o piensan que pueden, sin penalizaciones, quiero decir. +or esta raz!n, no me veocasada con otro. $os nios no quieren ir a -stados Bnidos, pero si 2l se va y yo me quedoaqu , pasar8n temporadas all y aqu y s2 que muy pronto preferir8n quedarse all , 9aym8s oportunidades, probablemente es mejor para los j!venes. Me quedar2 sola. 6o s2estar sola, Jan.

    6o pod a decirle, Joyce, tu marido tiene cincuenta cinco aos, es un trabajadorincansable...

    Q?-st8s dispuesta a ser la esposa de un catedr8tico@

    4nte esto, 9izo una mueca" Q6o conseguir2 nada que se parezca a este empleo, claro que no. +ero espero que mesaldr8 algo.

  • 7/24/2019 Diario de Una Buena Vecina

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    su matrimonio, Gcomo la amiguita, :elicityH -stos conjuntos de los que formamos parte,lo que!erdaderamente sucede, c!mo funcionan las cosas... es lo que siempre me 9afascinado, lo que m8s me interesa. in embargo, s!lo a9ora se me 9a ocurrido este pensamiento" que 9e sido, en cierto sentido, parte del matrimonio de Joyce.

    Joyce se !a a 6orteam2rica. -c9ar8 por la borda un magn fico empleo. ay muy pocasmujeres que consigan alguna vez un trabajo semejante. -c9ar8 por la borda familia,amigos, 9ogar. us 9ijos ya casi son mayores. e encontrar8 en un pa s que deber8aprender a apreciar, sola, con un 9ombre a quien le 9ubiera encantado ir con otra, unamuc9ac9a m8s joven. 3o tiene eleccin.

    Muy bien, feministas; muy bien, +9yllis, ?qu2 dec s a esto@

    ?Du2, en vuestros manifiestos, vuestros portazos en las narices de los 9ombres, vuestraret!rica, qu2 9ab2is dic9oalguna !e0 que toque esto@ +or lo que me concierne, nada. F,creedme, +9yllis se asegura de que yo tenga siempre panfletos al alcance, sobre mi mesa.

    $a raz!n por la cual las c9icas de 9oy se renen en rebaos, manadas y tropeles y pasande los 9ombres totalmente, o en la medida de sus posibilidades, es porque temen... ese poder, o lo que sea, que tienen los 9ombres, y que 9ace decir a Joyce" no tengo elecci!n.

    o puedo vivir sola y pasarlo bien. in embargo, nunca estuve realmente casada.

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    4dvert en m la 9abitual cadena de emociones" la sensaci!n de estar atrapada, lanecesidad posterior de escapar y, luego, naturalmente, culpabilidad.

    Q$o siento, Maudie Qle dije.

    Iolvi! la cabeza 9acia el fuego, la boca abierta, respirando con dificultad.

    Q? e 9a encontrado bien@

    Q$o suficiente.

    -staba pensando, =Mira, te 9e lavado de los pies a la cabeza, te 9e sacado tu mierdaapestosa y a9ora t...> pero tambi2n tuve que pensar que le 9ab a 9ec9o una promesa queno 9ab a cumplido. 6unca m8s deb a 9acerlo.

    , nos!lo la 9ab a convertido a ella, a Maudie, en una fregona Q=aunque ya s2 que le 9econtado todo esto>Q sino que se dispuso a envenenarla.

    Q-nvenen! a mi madre, lo s2, aunque no lo sepa nadie m8s, y mi t a Mary me crey!.#ijo que no ten a sentido ir a la polic a, jam8s me creer an a m sino a mi padre, que9ac a buenas migas con la polic a, siempre se llevaba bien con la gente que pod aayudarlo, invitaba al inspector a casa en 6avidades, a tomar N9isOy y pastel y su l omandaba un barril de cerveza a los c9icos de la comisar a con un jam!n y bud n. i me9ubiera dirigido a ellos, una c9ica, que adem8s de aterrorizada estaba enferma, y les9ubiera dic9o, la mujer de mi padre envenen! a mi madre y a9ora 9ace lo mismo

    conmigo, es ars2nico... ?me 9abr an escuc9ado@ Mi t a Mary me dijo" Mira, te vas de tucasa y vienes a la m a cuando creas que puedes 9acerlo sin crear problemas. 6o quieroenfrentarme con este 9ermano m o, no se puede pelear con 2l, se sale siempre con lasuya. +ero cuando sea el momento oportuno, siempre tendr8s una cama y comida en micasa. $a verdad es que cada vez estaba m8s enferma y m8s d2bil. +asaron meses. 5ntent2no comer en casa, corr a a ver a mi 9ermana, la que muri!... no, no le 9e 9ablado de ella,me 9ace sentirme muy mal. iempre fue la d2bil de la familia, les irritaba. e cas! a losquince aos. e cas! contra la voluntad de mi padre, y 2l dijo" 6o pises nunca m8s micasa. u 9ombre era un intil y no pod a mantenerla. %uvo tres 9ijos y mi madre memandaba a su casa con empanadas o un poco de pan, algo que nadie ec9ara de menos, yyo la ve a, tan p8lida y d2bil, los nios 9ambrientos. %omaba un mordisquito, para coger

    fuerzas y daba lo restante a sus 9ijos. Mi madre muri! y en aquella casa ya no 9ubocomida de ningn tipo. $e dije a mi padre" Mi 9ermana se est8 muriendo por falta decomida y de calor. Me dijo" $e advert que no se casara con 2l, y fue lo nico que dijo.-lla muri! y 2l no asisti! al entierro. -l marido se llev! al nico 9ijo vivo y nunca m8ssupe nada. 4ntes de morir ella, iba a su casa, a punto de desmayarme de 9ambre porquetem a comer en casa, y ella se mor a de 9ambre porque no ten a comida, nos 9ac amoscompa a. :ue una 2poca 9orrible, 9orrible... 6o s2 por qu2 la gente 9abla de =los buenos

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    tiempos>, eran tiempos malos. -xcepto para gente como mi padre... Qy Maudie sigui!9ablando de su padre.

    Q?Du2 pas! con su otra 9ermana@ Qle pregunt2.

    Q e 9ab a marc9ado al casarse, no supimos gran cosa de ella, se manten a alejada de mi padre, a quien tampoco le gustaba su 9ombre. -n una ocasi!n la visit2 y le dije" +olly,nuestra 9ermana Muriel se muere de 9ambre y sus 9ijos con ella, y todo cuanto dijo fue"

    ien, no tengo nada que darle. +ero su alacena estaba atiborrada de jamones, pasteles decarne y natillas.

    >#espu2s de la muerte de Muriel, ni siquiera ten a un lugar donde pasar un rato, y com alo m nimo porque sab a que estaba envenenado. Ella entraba en mi dormitorio Qme9ab an instalado en la bu9ardilla, como una criadaQ con lec9e y caldo y me dec a"

    2betelo, b2betelo, y yo lo ec9aba en el cubo del agua sucia, y bajaba para vaciarlo, paraque no se enterara. econoc a el sabor del veneno en lo que me daba, sab a que 9ab aveneno. -n ocasiones recog a el pan que la gente tiraba a los p8jaros, pero tem a que mevieran. abe, 2ramos gente conocida; nos ten an en una buena opini!n, mi padre con susentradas y salidas, su coc9e y su vida rumbosa, yella con su pub. Fo era la 9ija que viv aen casa y la gente me envidiaba por mi buena vida. +ero dorm a en una cama estrec9a enlo alto de la casa, ni una pizca de calor, nunca un vestido nuevo ni nada m o, s!lo losvestidos de ella, que ten a que arreglarme, y con miedo a comer. ien, una noc9e todolleg! a su culminaci!n, porque yo estaba en cama, demasiado d2bil y enferma como paralevantarme y ella ten a un vaso de lec9e azucarada y me dijo" Me quedar2 a tu lado 9astaque te la bebas. 6o la quiero, le dije. 6o la quiero. +ero ella me dijo" Me quedar2 sentadaa tu lado.

    >$levaba una bata de seda rosa con plumas y volantes de terciopelo gris junto al cuello, yzapatillas de tacones altos de color rosa. ab a engordado muc9o porque le gustabacomer y beber 9asta 9artarse, la cara enrojecida y suspiraba y dec a" #ios m o, estasescaleras, y #ios m o, 9ace fr o aqu arriba. 6o obstante, no pensaba que yo deb a subir y bajar las escaleras, ni que ten a que vivir en aquel fr o. F sin embargo, 9ab a dosdormitorios vac os en el piso donde ten a el suyo. $uego mi t a Mary me dijo" 6aturalmente que no te quieren en su mismo piso; no quieren que te enteres de suconducta. ?Du2 conducta@, le dije, porque no me importaba todo eso, lo odiaba, soy comomi madre. 6o quer a saber nada. F, adem8s, no estaban casados" ella ten a a su marido enalgn 9ospital, por lo que no pod a casarse con mi padre. 49ora cuando lo recuerdo, medigo" la gente era estricta en aquellos tiempos, pero no recuerdo que ella padeciera porvivir con mi padre sin estar casados. %ampoco lo 9abr a advertido" lo nico en lo que yo

    pensaba era en no comer en aquella casa. 4quella noc9e, finalmente tuve que beberme lalec9e, a pesar de que el gusto que ten a me daba ganas de vomitar. :ing estar dormida.$uego fing que me dorm a. -lla baj! pesadamente al piso inferior. Me met un dedo en lagarganta y devolv toda la lec9e. 4cto seguido, met mi otro vestido en la pequea bolsade mi madre y sal de puntillas de la casa.

    >Fo no ten a dinero porque 2l no me daba, nunca, a pesar de que le llevaba la casa, lalimpiaba y lo 9ac a todo. al 9acia el pueblo donde viv a mi t a. 49ora forma parte de

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    $ondres, y nadie creer a 9oy que aquello era una villa, era pasado 6easden. $legu2 allcuando las calles se llenaban de carros, caballos y ruido.

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    brillante, dentro del periodismo, que no an9elaba nada superior. 4o '(E1, an unambiente de guerra. -ra un producto sin gracia, papel malo, por la guerra" lleno de c!moservirse de pedazos de carne baratos y 9uevos en polvo.

    -n la revi 9icieron los cambios adecuados, mejor papel, unos art culos de fondo m8s brillantes, pero no era suficiente. e precisaba un director nuevo y deb 9aberlo visto,tendr a que 9aber estado alerta. 6o se trataba s!lo de saber c!mo observar" estabademasiado embriagada con ser joven, atractiva y llena de 2xito. -n la escuela, nadie 9ab asugerido que pod a tener alguna capacidad y, en todo caso, mis padres nunca me lo dierona entender. +ero en la oficina, era capaz de 9acerlo todo. Muy pronto me convert en la persona que era capaz de ocupar el puesto de cualquiera que estuviera enfermo oincapacitado. 6o puedo recordar ninguna satisfacci!n en la vida que se pueda comparar a2sta" el alivio que procura, la confianza, dedicarme a un trabajo nuevo y saber que lo9ac a bien. -staba enamorada de la inteligencia, de m misma. F eso de tener un don parala ropa. 6aturalmente, los aos cincuenta no fueron exactamente una 2poca delirante porlo que se refiere a ropa, pero incluso as consegu a que todo el mundo se interesara por loque yo vest a. Mi estilo por aquel entonces era sexy, pero fr o y sexy, un poco m8s all8del l mite de la parodia" en esto me anticip2 a los aos sesenta y la forma en que todosnos re mos ligeramente de los estilos que llev8bamos.

    Me gustar a saber c!mo fue que oris se convirti! en director. +ero a9ora ya esdemasiado tarde.

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    estaba reunido, al tel2fono, en almuerzos, concediendo entrevistas sobre el papel y lafunci!n de las revistas femeninas. 6o 9ab a nacido elomen5s #ib, a pesar de que no lorecord2 9asta el momento de escribir esto.

    $o que en realidad suced a es que los dem8s 9ac an su trabajo por 2l, yo entre ellos. #a

    estructura formal de la oficina no se corresponda con lo que suceda. $a revi 9ab amejorado, aunque no demasiado, y el pr ncipe azul estaba impl cito en todo. 6o pens8bamos con demasiada claridad al respecto, pero segu amos bastante como antes,con mejor papel y algunas fotograf as decentes.

    -n el momento en que lleg! Joyce, todos pasamos a ser conscientes de lo que est8bamos9aciendo exactamente y para qui2n. 4n8lisis de mercado, informes de expertos" porcierto, tom8bamos en cuenta todo ello, pero ten amos nuestras propias ideas. -l espinazoy el fundamento de la revi, lo que m8s nos interesa, es lainformacin. -l control denatalidad, sexolog a, salud, problemas sociales en general. , o =4lice es ciega pero dirigeuna escuela de administraci!n>. %odo esto 9a desaparecido" Gdemasiado pedestreH #ilith sali! deliberadamente a dar un paso 9acia adelante en el mundo y conseguimos que asfuera.

    e dic9o que cuando entr! Joyce, a mitad de los aos sesenta, me cambi!" cambi! a todoel mundo. $o que a9ora me interesa es que el cambio tuvo lugarcontra la estructuraaparente. -ra jefa de producci!n y yo su ayudante. -st8bamos juntas en la oficina actual.-ramos nosotras las que dirig amos la revi. 6os resultaba obvio que la dirig amos, pero

    oris no ca a en la cuenta. Joyce sol a decir que en su empleo anterior 9ac a todo eltrabajo de su jefe, a quien deb a permit rsele pensar que era 2l quien lo 9ac a. +or lo tantonada 9ab a cambiado para ella. $ejos de tomarlo a mal, nos preocupaba que la gente loadvirtiera. 6aturalmente, lo advirtieron. 49ora nos preguntamos por qu2 pens8bamos queno lo advertir an. -l caso era que nos encantaba el trabajo, nos encantaba transformar larevi. 4sist amos a los consejos de redacci!n, una vez cada quince d as, nos sent8bamossilenciosamente, a un lado, con oris en la cabecera de la mesa, y los representantes delconsejo de administraci!n al otro extremo y casi nunca abr amos la boca. ol a darinstrucciones a oris sobre lo que ten a que decir.

    $a estructura real durante aquella 2poca era que Joyce y yo lo dirig amos todo, con losfot!grafos que adquir an mayor prominencia. +orque fue en los aos sesenta cuando laalcanzaron. %odas las decisiones se tomaban en nuestra oficina, siempre llena de gente.#e repente Qy Joyce s!lo llevaba un par de aos all Q la nombraron directora y ledieron total libertad. 6ueva presentaci!n, nuevo todo. :ue lista" muc9as revis que erandemasiado estilo =alegres aos sesenta> mordieron el polvo, pero la forma que Joyce cre! Qque nosotras creamosQ sobrevive.

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    principio pens2, miradme, soy una malvada, pero luego supe que al permitirme llorar porJoyce, 9e admitido... el llanto, el dolor. Me 9e despertado por las maanas baada enl8grimas. +or :reddie, por mi madre, por #ios sabe qui2n m8s.

    +ero no tengo tiempo para ello. %rabajo como un diablo. Mientras tanto, estoy rabiando

    de dolor. 6o creo que esto sea necesariamente un paso adelante en la madurez. aymuc9o que decir a favor de un coraz!n 9elado.

    . 4cababa de volver de un ambiente en el cual se afrontan los problemas, nose murmuran ni se 9acen tonter as, por lo que le dije"

    Q ubir2 para 9ablar con ella Qy sub , con Maudie que me gritaba"

    Q?+or qu2 se mete@

    $lam2 a la puerta del piso de arriba, en la planta baja. Bn muc9ac9o flaco y pecoso meabri! y vi a una alta muc9ac9a irlandesa de cansados ojos azules y tres nios m8s,escu8lidos y pecosos, mirando la televisi!n. $a nevera es un aparato inmenso, probablemente comprado en la tienda de segunda mano de la calle, y se puso enfuncionamiento cuando yo estaba all , con un c9irrido atronador que sacudi! todo el piso. 6o pod a decirle" +or favor, venda la nevera. 49 estaba la pobreza, se ve a. Duiero decirla pobreza de mil novecientos setenta. 4l conocer a Maudie mi criterio 9a cambiado.%odo barato pero, naturalmente, los nios adecuadamente alimentados y con ropa limpia.

    $e dije que la seora :oNler parec a enferma, ?la 9ab an visto@

    -n la cara de la muc9ac9a apareci! aquella mirada que parece que a9ora veo por doquier,una indiferencia decidida, una evasi!n"

    Q49, bien, pero si nunca pide nada, ni lo ofrece, ya 9e dejado de preocuparme.

    #urante todo el tiempo, ella estaba a la escuc9a... y de 9ec9o entr! el marido, un irland2s bajito y explosivo, muy borrac9o. $os nios intercambiaron amplias miradas ydesaparecieron en la 9abitaci!n interior. -staban asustados y tambi2n lo estaba ella.7bserv2 que ten a moretones en los antebrazos.

    $es di las gracias y me fui; o voces airadas antes de cerrar la puerta. -n el piso de abajome sent2 frente a aquella furiosa ancianita, con la blanca cara desviada y le dije"

    Q e visto la nevera. ? a tenido una nevera@ -s muy vieja y ruidosa.

    Q?+ero por qu2 la pone en.funcionamiento a la una de la madrugada e, incluso, a las treso a las cuatro, cuando intento descansar@

    e lo expliqu2. azonable. ab a pensado muc9o en Maudie. $a aprecio. $a respeto, porlo que no voy a insultarla 9abl8ndole como a una nia... esto ya lo ten a decidido. +ero

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    aquella noc9e, frente a ella sentada en una especie de temblor decente, me encontr2dulcificando las cosas.

    QMuy bien, si es como usted dice, ?por qu2 tiene que ponerla encima mismo de dondeyo duermo@

    Q+robablemente tiene que estar en un punto con enc9ufe el2ctrico.

    Q?Du2 9ay de mi sueo@

    entadas all , la nevera se puso en funcionamiento, exactamente encima de nuestrascabezas. %emblaron las paredes, el tec9o, pero no era insoportable. +or lo menos, yo podr a 9aber dormido con aquello.

    Maudie estaba sentada all y me miraba, en parte, triunfante" ves, lo oyes a9ora, GnoexageroH, y, en parte, curiosa" siente curiosidad por m , no puede entenderme.

    -staba decidida a explicarle lo que pasaba en la oficina, pero resultaba dif cil. Q#ebe de ser una abeja reina all Qobserv!.

    Q oy la ayudante de la directora Qle dije.

    6o se trataba de que no lo comprendiera, pero deb a rec9azarlo, a m , a la situaci!n. 6ome miraba, y luego, se pas! una mano por la cara para protegerla de mi mirada.

    Q49, bien, entonces no querr8 venir aqu conmigo, ?no@ Qdijo finalmente.

    Q !lo que esta semana es muy dif cil. +ero pasar2 maana si lo desea Qle dije.

    e encogi! de 9ombros de una forma bastante violenta y afligida. 4ntes de irme ec92 unvistazo a la cocina; baja en provisiones. $e dije"

    QMaana le traer2 cosas, lo que precise.

    4l cabo de un largo silencio, que cre no romper a nunca, me dijo"

    Q-l tiempo es malo, si no ir a yo misma. $o de siempre... comida para el gato, y meapetecer a un poco de pescado...

    -l 9ec9o de que no completara la lista significaba que me aceptaba, confiaba en m , dealguna manera. +ero cuando me fui, observ2 la mirada en blanco clavada en m , con unacierta desesperaci!n, como si la 9ubiera traicionado.

    -n la oficina al d a siguiente ni rastro de Joyce, por lo que la llam2 a casa.

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    respondiendo las cartas. 6o desde la mesa de Joyce, sino desde una silla junto a la mesade las secretarias. Bn diez por el tacto. $e dije"

    Q-sto es una locura. Ioy a ver a Joyce a9ora. 7cpate de todo Qy me fui.

    e estado en casa de Joyce un centenar de veces, siempre, sin embargo, invitada,esperada. 4bri! la puerta el 9ijo, +9ilip. 4l verme empez! a tartamudear"

    Q-st8... est8... est8...

    Q-n la cocina Qdije por 2l. e 9ab a retirado, por as decirlo, detr8s de su mirada" se9ab a ausentado. G#e nuevo aquella miradaH ?4caso yo no la 9ab a advertido antes@ Bnasuperficie preparada de alguna manera, las defensas muy controladas.

    Me dirig a la cocina