Dialnet-SePuedePensarLaViolenciaNotasSobreBadiouYLaPosibil-3996939

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NÓMADAS 30 NO. 25. OCTUBRE 2006. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA ORIGINAL RECIBIDO: 16-VI-2006 – ACEPTADO: 15-VIII-2006 * Profesor e Investigador del Departamento de Sociología, Goldsmiths College, Univer- sidad de Londres. E-mail: [email protected] ** Investigador, Universidad de Los Andes. *** Coordinadora de la Maestría en Investigación en Problemas Sociales Contemporáneos y del grupo de Investigación Socialización y Violencia del IESCO-UC. ¿Se puede pensar la violencia? Notas sobre Badiou y la posibilidad de la política (marxista) Alberto Toscano* Traducción del inglés: Diógenes Carvajal**, Mónica Zuleta Pardo*** Este ensayo analiza el pensamiento sobre la violencia en la trayectoria teórica y política del filósofo francés Alain Badiou. Argumenta que, de acuerdo con las transformaciones de la problematización de la violencia, es posible alcanzar una comprensión de la racionalidad profunda que acompaña los giros de la postura de Badiou. El ensayo traza el pasaje desde un pensamiento de la subjetividad propio de los escritos violentamente dialécticos (y dialécticamente violentos) del autor de los años setenta, hacia la reflexión metapolítica sobre los acontecimientos, las verdades y la subjetivación que identifica su trabajo más reciente. Palabras clave: marxismo, posmarxismo, subjetivación, violencia, Badiou. Este artigo analisa o pensamento sobre a violência na trajetória teorética y política do filósofo francês Alain Badiou. Argumenta que, seguindo as transformações da problematização da violência, é possível alcançar uma compreensão da racionalidade profunda que acompanha os pontos de vista da postura de Badiou. O artigo traça a passagem desde um pensamento da subjetividade entendida como falta e destruição própria dos escritos violentamente dialéticos (e dialeticamente violentos) do autor dos anos setenta, em rumo à reflexão metapolítica sobre os acontecimentos, as verdades e a subjetivação que identifica seu trabalho mais recente. Palavras-chaves: marxismo, pós-marxismo, subjetivação, violência, Badiou. This essay investigates the thinking of violence in the theoretical and political trajectory of the French philosopher Alain Badiou. It argues that, by following the transformations in the problematisation of violence in Badiou’s thought, we can gain an understanding of the deeper rationale behind the shifts in Badiou’s position. The essay briefly traces the passage from a thinking of subjectivity in Badiou’s violently dialectical (and dialectically violent) writings of the 1970s, to the metapolitical reflection on events, truths and subjectivation which marks his more recent work. Key words: marxism, postmarxism, subjetivation, violence, Badiou. [email protected] PÁGS.: 30-43

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  • NMADAS30 NO. 25. OCTUBRE 2006. UNIVERSIDAD CENTRAL COLOMBIA

    ORIGINAL RECIBIDO: 16-VI-2006 ACEPTADO: 15-VIII-2006

    * Profesor e Investigador del Departamento de Sociologa, Goldsmiths College, Univer-sidad de Londres. E-mail: [email protected]

    ** Investigador, Universidad de Los Andes.

    *** Coordinadora de la Maestra en Investigacin en Problemas Sociales Contemporneosy del grupo de Investigacin Socializacin y Violencia del IESCO-UC.

    Se puede pensarla violencia?

    Notas sobre Badiou y la posibilidadde la poltica (marxista)

    Alberto Toscano*

    Traduccin del ingls: Digenes Carvajal**, Mnica Zuleta Pardo***

    Este ensayo analiza el pensamiento sobre la violencia en la trayectoria terica y poltica del filsofo francs AlainBadiou. Argumenta que, de acuerdo con las transformaciones de la problematizacin de la violencia, es posible alcanzaruna comprensin de la racionalidad profunda que acompaa los giros de la postura de Badiou. El ensayo traza el pasajedesde un pensamiento de la subjetividad propio de los escritos violentamente dialcticos (y dialcticamente violentos) delautor de los aos setenta, hacia la reflexin metapoltica sobre los acontecimientos, las verdades y la subjetivacin queidentifica su trabajo ms reciente.

    Palabras clave: marxismo, posmarxismo, subjetivacin, violencia, Badiou.

    Este artigo analisa o pensamento sobre a violncia na trajetria teortica y poltica do filsofo francs Alain Badiou.Argumenta que, seguindo as transformaes da problematizao da violncia, possvel alcanar uma compreenso daracionalidade profunda que acompanha os pontos de vista da postura de Badiou. O artigo traa a passagem desde umpensamento da subjetividade entendida como falta e destruio prpria dos escritos violentamente dialticos (edialeticamente violentos) do autor dos anos setenta, em rumo reflexo metapoltica sobre os acontecimentos, asverdades e a subjetivao que identifica seu trabalho mais recente.

    Palavras-chaves: marxismo, ps-marxismo, subjetivao, violncia, Badiou.

    This essay investigates the thinking of violence in the theoretical and political trajectory of the French philosopherAlain Badiou. It argues that, by following the transformations in the problematisation of violence in Badious thought,we can gain an understanding of the deeper rationale behind the shifts in Badious position. The essay briefly traces thepassage from a thinking of subjectivity in Badious violently dialectical (and dialectically violent) writings of the 1970s,to the metapolitical reflection on events, truths and subjectivation which marks his more recent work.

    Key words: marxism, postmarxism, subjetivation, violence, Badiou.

    [email protected] PGS.: 30-43

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    Los ltimos aos han ates-tiguado un creciente inters inter-nacional, dentro y fuera de laacademia, por las teoras filosficasy las posiciones polticas del pen-sador francs Alain Badiou. Sin ig-norar el valor de su pensamientoun aspecto del que se ocupar estebreve ensayo1 es importante pre-guntar por qu, recientemente, unafigura como l ha alcanzado tantaaudiencia intelectual.

    Para comenzar, podramos decirque el entusiasmo generado por sutrabajo especulativo,principalmente con sulibro Being and Event([1988]; 2006a), esproporcional al au-mento de la fatiga y dela desilusin provoca-das por aquellos pro-gramas filosficos quealcanzaron su apogeoen los medios y en laacademia a finales dela dcada de los se-tenta, en los ochentay en los noventa, esospseudo-movimientosamericanizados cono-cidos como posmodernismo, de-construccin, posestructuralismo,etctera2 .

    La idea de un pensamientofuerte que rearticule las preocupa-ciones inmemoriales de la filosofaverdad, justicia, ser dentro de unpensamiento sistemtico tan sensi-ble a las formas ms contemporneasde pensamiento y de prctica extra-filosfica (en matemticas, militan-cia poltica, creacin artstica, ypsicoanlisis...), solo poda volver-se atractiva en la medida en que elconsenso poshistrico que caracte-riz a la mayora de la teora france-

    sa fue socavado por la presin de lossucesos actuales y por la demandade una filosofa digna de nuestrotiempo. Justamente, el aparato filo-sfico de Badiou se podra entendercomo una manera de combinar lasdemandas afirmativas del compro-miso (poltico y extra-poltico) conel desafo profundo propio de losdeseos consensuales actuales, conrespecto a cmo habitar en una eraposmetafsica. La particularidad desu pensamiento, que se manifiestaen sus motivaciones exquisitamen-te militantes y polticas, estriba en-

    tonces, por un lado, en que ofrecesistematicidad sin caer en el dogma-tismo ni en las aporas acostumbra-das del pensamiento totalizador(especialmente el de la variedadhegeliana). Por otro lado, en queacepta la multiplicidad radical (desituaciones, sujetos, ser) sin asumirla postura pluralista, escptica orelativista tan comn a las tres d-cadas pasadas del filosofar. En estesentido, si bien es cierto que Badiouarticula una separacin inmanentede los dogmas del marxismo filos-fico con miras a mantener su ncleoemancipatorio (comunista), ello nopuede asimilarse al discurso posmar-

    xista (especialmente si consideramosque esta posicin est encapsuladaen el trabajo de Ernesto Laclau y deChantal Mouffe)3. Ms an, repu-dia el aparato de-constructivoposmetafsico que est en la base dela crtica posmarxista al esencia-lismo marxista, y lo sobrepasa atravs de una ontologa anti-esen-cialista que, en un sentido, es muchoms radical que el giro lingsticoposmarxista y que, a diferencia deste, ha tenido xito en la reformu-lacin, racional y absoluta, de unacategora de la verdad (entendida

    como produccin de ypor un sujeto comoconsecuencia de unacontecimiento radi-cal y extra-ontolgico).Igualmente, rechaza delposmarxismo su renun-cia a la demanda in-flexible (o axiomtica)por la prctica y la lu-cha por la igualdad (ola no-dominacin),asunto ste que, segnl, es propio del carc-ter eterno de las hip-tesis comunistas.

    En virtud de lo anterior, el usode la violencia es emblemtico.Badiou evita cualquier crtica libe-ral o legalista sobre el vnculo en-tre marxismo y violencia, la cual,de forma ms o menos encubierta,sustenta al posmarxismo y su depen-dencia de la crtica democrtica altotalitarismo (especialmente en lostrabajos de Claude Lefort). Por elcontrario, intenta pensar la violen-cia no en trminos de un excesomalvado, realizado por un sujetopoltico, sino como una debilidadpotencial del sujeto de la poltica,un signo de que su constitucin noes suficientemente autnoma, de

    Demolido en 1947. Fotografa annima, c. 1920. Archivo Ortega Ricaurte Sociedad de Mejoras y Ornato de Bogot.

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    que slo puede dar testimonio desu propia existencia mediante ladestruccin de su lugar (social).Exploremos ahora con mayor pro-fundidad y de modo ms cercano alos textos, el papel de la violenciaen el desplegar de su pensamiento.

    El texto en el que Badiou pro-pone en cercana putativa a supropia secuencia de militancia po-ltica maosta o marxista-leninistala destruccin y la recomposi-cin de la poltica marxista, setitula Can Politics Be Thought? (Ba-diou, 1985). En el principio de sulibro, en una polmica amigablepero firme con los promotores delos seminarios en los que se bas ellibro Jean-Luc Nancy y PhilippeLacoue-Labarthe (quienes lo ha-ban invitado a presentar su traba-jo en el Centre dEtude Philosophiquedu Politique en 1983-84), al inter-venir en la controversia lxica queha tomado diferentes formas envariados escenarios poltico-filos-ficos, seala de manera inflexibleque su preocupacin es con la pol-tica (la politique) y no con lo poltico(le politique). El estatus de lo polti-co, plantea, debe ser establecidocomo ficcin: la ficcin del vnculoentre el lazo social y su medida (omedicin). En otras palabras, lopoltico es algo como una ilusintrascendental de lo relacional, delos lazos comunales y de una auto-ridad soberana sobre lo social. Demodo que la fama breve que restaantes de la retirada de lo poltico(Lacoue y Nancy, 1997), en lugarde constituirse en ocasin para lamelancola sin fin sobre la esenciadesvanecida o el lugar vaco de lopoltico, debe convertirse en laoportunidad para recuperar la fuer-za independiente y la determina-cin de un pensamiento de la poltica,

    que l ubica entre Maquiavelo yLenin, y cuya captura filosfica pro-pone organizar con los recursos le-gados por los que l llama loscuatro grandes dialcticos france-ses: Pascal, Rousseau, Mallarm yLacan (Badiou, 1985)4. Sin entraren la naturaleza del proyecto filo-sfico y metapoltico iniciado porCan Politics Be Thought?5, podemosnotar que la crtica de Badiou a susposturas iniciales a su posleninis-mo, para seguir su propio anlisis,o a su posmaosmo, para recor-dar el impresionante estudio de Bru-no Bosteels (2005b) declara laautonoma o la separacin de la pol-tica de lo poltico. Como l lo dice:Lo poltico nunca ha sido nada msque esa ficcin aguijoneada por lapoltica como el agujero del aconte-cimiento (Badiou, 1985: 12).

    Por qu centrarse en el temade la violencia en Badiou? Mis mo-tivos son dobles. Primero, deseohacer mi propia investigacin acer-ca de la relacin retorcida deBadiou con el marxismo, que re-suena en los debates propiciadospor el reciente trabajo de tienneBalibar sobre las coordenadas yaporas histrico-materialistas in-herentes a la nocin de Gewalt(2001)6. De hecho, como sugeriren mi conclusin, pensar en trmi-nos de Gewalt, en lugar de simpleviolencia, puede abrir la posibilidadde complejizar considerablementetanto la relacin de Badiou con elmarxismo, como su propuesta deuna autonoma de la poltica. Se-gundo, considero que es slo atravs de la crtica a la amplia ex-periencia poltica de lucha leninis-ta, organizacin, conflicto y poder(de estado) que el asunto de la vio-lencia juega un papel clave envarios intentos, progresivos y re-

    gresivos, para evaluar la vitalidady la posibilidad de una polticamarxista.

    Quiz se requiere una tercera yltima observacin con referencia alpapel de dichas reflexiones dentrodel contexto de la actual recepcinde los escritos de Badiou. La aten-cin a su pensamiento poltico en elescenario anglfono (donde suacciones y opiniones polticastempranas slo recientemente hanalcanzado el nivel de rumor sinies-tro) comenz, en particular, por eltrabajo pionero de Peter Hallwardque se centr en el igualitarismoaxiomtico sui generis no compro-metido y, por as decirlo, en eldecisionismo aparentemente ma-nifiesto de sus trabajos maduros con especial atencin a la novedadde un tratamiento no social o anti-social de la innovacin poltica y dela accin e innovacin poltica.

    Investigaciones posteriores so-bre el alcance total de su trabajohan conducido a una consideracinms sustancial de su relacin conel marxismo y, por supuesto, conel maosmo. Esto ha permitido unaposicin ms continuacionista,persuasivamente promovida porBruno Bosteels en diversos artcu-los que se basan en el posmaosmode Badiou y que desentierran susimpresiones en torno a la revolucincultural y los textos militantes y te-ricos escritos mientras era uno de loslderes del pequeo grupo maostafrancs, el UCFML (Groupe pour laFormation dune Union des Commu-nistes de France, Marxiste-leniniste)7.He tratado de contribuir a este de-bate con un par de artculos y pre-sentaciones, la principal de las cualesse titula Communism as Separa-tion (2004). En dicho texto que

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    era convincente (desde mi miradainevitablemente sesgada), aunquefue criticado por Bosteels al plan-tear una especie de rompimientometapoltico alrededor de 1985 (elao de publicacin de Can PoliticsBe Thought?), propuse una clase deperiodizacin del pensamiento deBadiou segn su relacin con elcomunismo. Badiou mismo es, en-tre otras cosas, un terico notabley no suficientemente apreciado dela periodizacin8. Siguindolo, megustara pensar la periodizacin desu trabajo como algo distinto auna simple segmentacin deltiempo y el pensamiento, y msbien como un movimiento en es-piral, condicionado por toda cla-se de anticipaciones violentas,retracciones y reveses, sin men-cionar retornos (por ejemplo, elreciente en su obra de 2006Logiques des mondes, en el que sehace presente la secuela masiva deBeing and Event, en su materialismodialctico). Al revisar cuidadosa-mente mi propuesta, podemos es-quematizar las fases de su trabajode la siguiente forma:

    Antes de 1968: aprendizaje deBadiou con Sartre, seguido de unaparticipacin distante en la es-cuela althusseriana durante el mo-mento de lo que Gregory Elliotllama su periodo alto9. Dada laautocrtica consecuente de Badioupodramos llamar a esta fase la delcomunismo terico.

    Entre 1968 y 1977: despus desu momento del Camino a Damas-co10 y de su paso de la disidenciadel PSU (Parti socialiste unifi) alliderazgo del UCFML, Badiou y suscamaradas formulan lo que deno-minan un comunismo de produccin(Toscano, 2004a).

    Entre 1977 y 1982: en el de-cline de la secuencia maosta,Badiou sintetiza la teora de la fuer-za y la destruccin planteada enTheory of Contradiction (1975), y seaparta ms y ms de cualquier re-ferencia al proceso de producciny al papel de las masas en su cali-dad de clases productoras. El sujeto(por ejemplo, el partido) adquiereun lugar central en una construc-cin dialctica a la vez formidabley excesiva, anclada alrededor de loque yo he decidido llamar un co-munismo de destruccin. El texto cla-ve para entender su paradigmadestructivo es Theory of the Sub-ject (1982), donde compendia yampla una serie de seminarios dic-tados durante este periodo.

    Desde 1982, hasta el presente?:Badiou declara el final de las tresgrandes referencias del comunismohistrico: la referencia estatista,es decir, la existencia de actualiza-ciones polticas del proyecto comu-nista que pueden llevar el tema dela victoria; el referente marcial, o sea,las guerras de liberacin nacionalque testimonian la invencin, bajola direccin de los partidos moder-nos, de una nueva forma de guerra,una guerra disimtrica, enraizada enlo rural, organizadora del campesi-nado y que se despliega de maneraprolongada, en etapas (Badiou,1985: 28); el referente subjetivo ode clase, es decir, la presencia sub-jetiva del movimiento de trabaja-dores en s mismo. La as llamadacrisis del marxismo es vista comoel colapso progresivo de este siste-ma de referencias. Mientras quemantena la conviccin de que unapoltica verdadera slo puede serradicalmente igualitaria y, en algnsentido, poltica comunista de for-ma que l escribir sobre una eter-

    nidad del comunismo como eter-nidad de lo igual (Badiou, 1991:15) Badiou realiza una deshisto-rizacin y una desestatizacin delcomunismo, segn la conviccinontolgica de que, bajo la ficcin dellazo social y poltico permanece larealidad o, mejor, lo Real, de la rup-tura, de una inconsistencia y mul-tiplicidad que slo es explicada yrepresentada ficticiamente por elEstado. Propone suspender cual-quier transitividad entre el sujetode poltica y la situacin en la cualste surge (rareza y discontinuidadque llegan a ser superiores), a tra-vs de la categora de lo genrico,criterio de lo que debe ser entendi-do por comunismo no-marxista.Todo ello es pensado como una pro-duccin local y discontinua de igual-dad, en un estadio que caracteric,en Communism as Separation, entrminos de la produccin del comu-nismo11. Por supuesto, con su giroreciente hacia el materialismo dia-lctico podramos preguntarnos siun espritu maosta reincidente nole est dando, incluso, otro giro a laespiral

    Pero, cmo esta periodizaciny la trayectoria idiosincrsica deBadiou dentro de la topologa te-rica del marxismo se relacionan conla pregunta por la violencia e, in-cluso, por la Gewalt? De forma es-quemtica, mi argumento es elsiguiente: en el despertar de su con-versin damascena a la militanciamaosta, Badiou produjo una de lasexplicaciones ms lcidas e inquie-tantes sobre el carcter fundamen-talmente violento de la dialcticamarxista, tal como es capturado enla prctica y en el pensamiento po-ltico del leninismo y el maosmo.Para ser ms preciso, vincul supreocupacin marxista-leninista

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    por la verdad, la justicia y lo nuevoal requerimiento de un antagonis-mo destructivo, especialmente en suexgesis de la consigna maosta: escorrecto rebelarse en contra de losreaccionarios (Badiou, 2005b:669-677)12. La posibilidad de unanovedad revolucionaria est vincu-lada ntimamente aqu con la des-truccin organizada, sistemtica y,ms importante, no igualitaria, deladversario reaccionario. El movi-miento que se sale de esta dialcticade la destruccin (filosficamentealcanza su mximo en Theory of theSubject, pero quizpolticamente se ago-ta algunos aos an-tes), toma la forma deuna subordinacin deltema del antagonismoal de una capacidadpoltica independien-te y a las formas deconciencia de un su-jeto colectivo igualita-rio (Sandevince: 5-6).De hecho, como lo su-giere el auto-anlisisretrospectivo si no elp-tico de The Century(Badiou, 2005), elpensamiento emer-gente de Badiou divide el propioconcepto de antagonismo en unavariante destructiva y en otra quedenomina sustractiva, por medio deuna reminiscencia explcita de ladistincin de Mao entre contradic-ciones antagnicas y contradiccio-nes entre el pueblo. Este pasaje alque regresar en la conclusin es-pecialmente en los textos ms re-cientes de Badiou, est marcado poruna crtica implcita a la violenciapoltica como signo de la debilidadorganizacional y de la corrupcinmetafsica del pensamiento emanci-patorio, en su presentacin meta-

    fsica como marxismo-leninis-mo13. En otras palabras, ms que unacondicin inherente a la novedadigualitaria, la destruccin es vistacomo un intento falso de dominaruna ruptura fundamental (dliaison),mediante la ficcin letal del supues-to vnculo provisto por el Estado, lanacin, el partido y/o la clase comoagentes de una igualdad, cuyos ni-cos signos solo pueden darse en ladestruccin de lo viejo. Esta centra-lidad de la destruccin fue discuti-ble en el corazn especulativo dela propia fase maosta de Badiou.

    En 1975, en la publicacin deYenn de las Editions Maspro(una serie que coedit con SylvainLazarus), Badiou public el prime-ro de lo que se esperaba fuera unaserie de panfletos sobre el materia-lismo dialctico, Theory of Con-tradiction (Badiou, 1975), al quesigui On Ideology (Badiou y Bal-ms, 1976)14. En estos textos plan-te, en gran detalle, el fundamentofilosfico de una teora marxista-leninista de la revuelta (o rebelin).La primaca de la rebelin es de-cir, la primaca de la prctica es,de hecho, el leitmotiv militante de

    sus escritos en los setenta. Esto esespecialmente cierto en Theory ofContradiction, un comentario espe-culativo y conciso acerca de la sen-tencia de Mao siempre es correctorebelarse en contra de los reaccio-narios15. En ste podemos leer losiguiente: la rebelin no espera porsu razn; la rebelin es lo que siem-pre est ah listo, para cualquierrazn posible, sea la que sea. El mar-xismo simplemente dice: la rebelines la razn, la rebelin es el sujeto.El marxismo es la recapitulacin dela sabidura de la rebelin (Badiou,

    2005b: 673). Es sobrela base de esta ecua-cin entre prctica po-ltica y antagonismo,que puede escribir: Loreal no es lo que une,sino lo que separa. Loque sucede es lo quedesune16.

    Aqu debemos es-cuchar la tesis materia-lista de que el faktumde la rebelin o en eldiscurso ms recientede Badiou, la irrupcindel acontecimiento o ladisfuncin de un rgi-

    men trascendental viene primeroy la subjetividad, despus. Ms an,en tanto que cualquier estructurade posiciones, cualquier situacinrepresentada, en un sentido, es paraun sujeto la precipitacin desde, ola recuperacin de, su dislocacinviolenta; la resistencia, como loplantea, es el secreto de la domi-nacin. Badiou se acerca a la ma-triz dualstica de lo poltico comola propuesta por los posmaostasherticos, nouveaux philosophes,Jambet y Lardreau en su libro TheAngel (1975)17 cuando postulaque la razn de la revuelta (o rebe-

    Hospicio y Divorcio (en la actual calle 18), Bogot, annima, c. 1934.Archivo Ortega Ricaurte Sociedad de Mejoras y Ornato de Bogot.

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    lin) es una invariante, profundae inextricable; que el rechazo a ladominacin como la dominacinde la autoridad y el conocimientoconstituye un dado subjetivo queprecede al marxismo y a cualquieranlisis causal o estructural provis-to por una crtica de la economapoltica. Esto sugiere una anterio-ridad ontolgica de la rebelin, unpoder autnomo de oposicinigualitaria que opera como unaconstante trans-histrica.

    Siguiendo la tesis maosta de quela propia esencia de ladialctica es la divisin(Uno se divide endos), la teora de lacontradiccin de Ba-diou est fundada enla asimetra de lostrminos de la contra-diccin: fuerza puri-ficadora, por un lado,y sistema de posicio-nes, por el otro. Pero,y aqu est la clave,ninguna pureza an-gelical es dada de an-temano y tampocopodemos poner nuestras esperanzasen una simple epifana que surgemecnicamente de las ruinas de loviejo. Como lo argumenta persua-sivamente Bosteels, el izquierdis-mo especulativo permanece comola Nmesis de Badiou (virulenta-mente atacado, uno puede argir,hasta el punto de que ste es unaposibilidad ntima de su pensamien-to del sujeto, una vez que el mismose ha separado de cualquier tran-sitividad sistmica directa). Comoescribe en Theory of the Subject: encualquier contradiccin, la fuerzamanifiesta su impureza a travs delproceso aleatorio de su purifica-cin. En Theory of Contradiction,

    la tesis de la rectitud de la rebelin(o de la justicia de lo nuevo) se vin-cula con toda una teora partisanade la conciencia y de la verdad, don-de ambos, el marxismo como cien-cia de las formaciones sociales y larealidad histrica objetiva de las re-beliones son duplicados por, y en-cuentran su razn en, la suposicinconsciente de las tareas de la rebe-lin en una organizacin y una di-rectiva, en pocas palabras, en unpartido. La verdad marxista, plantearigurosamente Badiou, es eso endonde la rebelin encuentra su ra-

    zn en el fin de demoler al enemigoy, en un tono que est aparen-temente ausente en sus ltimostrabajos, declara que ello niegatoda la igualdad antes de laverdad18.

    En su trabajo de los setenta,pero tambin en su produccin msreciente, el sujeto se refiere pre-cisamente a ese punto a travs delcual, lo que es imposible en una si-tuacin dada es forzado en posibi-lidad: un sujeto es un punto de unaconversin de lo imposible en loposible. La operacin fundamentalde un sujeto es estar en el punto endonde algo imposible se convierte

    en posibilidad19 . La preguntacrucial, si queremos involucrarnosen una reflexin filosfica sobre elpapel de la violencia en Badiou, essi este punto de conversin deman-da un antagonismo destructivocomo una precondicin o si, comolo sugieren algunos de sus escritosms recientes, la destruccin e in-cluso el terror, pueden ser la con-secuencia (contingente) de unacapacidad de acontecimiento-lmi-te para afirmar, independientemen-te, la existencia y los efectos de unsujeto poltico.

    En su libro Theoryof Contradiction no hayduda del hecho de quela visin de la rebelincomo una afirmacindel ser est ntimamen-te unida a la posibilidadde una destruccin ra-dical, una abolicin la exterminacin, paraser etimolgicamenteprecisos, por la fuerzapor parte de un sujetoinsurgente, de deter-minados lugares y po-

    siciones dentro de las estructuras derepresentacin y dominancia20. O,para citar uno de sus pasajes mslricos: al nada nuevo bajo el sol,el pensamiento de la revuelta opo-ne el siempre nuevo e insurgentesol rojo, bajo cuyo emblema la es-peranza afirmativa ilimitada de losproductores rebeldes engendra ruptu-ras. La destruccin del nada nuevobajo el sol acarrea la posibilidad deuna muerte total, una muerte sinAufhebung y sin duelo. As es enuno de los ejemplos ms pertinentesde Badiou la forma en que el colo-nialismo debe morir, consignado aun olvido eterno. Esto no se debe en-tender en el sentido empobrecido de

    Puente Uribe (cr. 13, calle 6), sobre los ros Sn. Francisco y Sn. Agustn, Bogot,Montoya, c. 1915. Se coloc la primera piedra el 1o de mayo de 1892.

    Sociedad de Mejoras y Ornato de Bogot.

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    una repudiacin o represin, sinoms bien como la destruccin efec-tiva de todo rastro de la domina-cin colonial. La revolucincultural es afirmada de este modocomo anti-memoria. La paradojaabiertamente asumida por Badiou,en la cual creo que est encap-sulado lo que he llamado su comu-nismo de la separacin, es que ladestruccin de la desigualdad, laextincin del opresor, tiene comocondicin una asimetra dualstica.

    El acertijo polticoes, por lo tanto, aquelde la necesidad dedominar (controlar,liderar directa y vio-lentamente) el sende-ro hacia lo indmito,para dominar la domi-nacin, con el fin deque surja la no-do-minacin. Esta es laparadoja que en la his-toria del leninismotoma el nombre dedictadura del proleta-riado. Pero lo quepodemos preguntar,entonces, acerca de laobservacin soberbiade Christian Jambet, en parte diri-gida al mismo Badiou, es lo siguien-te: el tema de la anti-memoria, delAo Cero tan famosamente vincu-lado a los campos de matanza deCamboya, depende de la hipstasisms radical del dominador, de undiscurso reducido a un secreto ines-crutable portado por un comandodesconocido, para trabajar y parasometer al anonimato, emparejado,inevitablemente quiz, con lasprcticas ms terribles e intiles dela confesin testigo de la feroci-dad destructiva de la prisin S-21en Phnom Penh?21. En respuesta a

    tales objeciones, podramos recor-dar que una de las tesis clave deBadiou, resultado de sus lecturas deMao, es que la novedad no surgede la contradiccin primaria, la queest entre los explotadores y explo-tados, sino ms bien, de una con-tradiccin secundaria, de unaseparacin o divisin dentro delcampo de la contradiccin prima-ria misma desde una verdadpartisana esgrimida por una faccin,por ejemplo, que se separa a s mis-ma con el fin de desunir (o sustraer)

    un real que es negado por el cursode una situacin, por su represen-tacin dominante y dominadora.Transformar esta contradiccin se-cundaria en primaria es lo que cons-tituye la formalizacin propia delacto de rebelarse. En otras palabras,la divisin y la separacin y no sloel antagonismo destructivo puro sonlas condiciones de posibilidad paraengendrar una igualdad genrica.

    En estos escritos tempranos,podemos encontrar argumentos deBadiou en el sentido de que la pre-sencia de la subjetividad cambia la

    naturaleza de la violencia en s mis-ma. Puesto que la dialctica de unarebelin real introduce una nove-dad cualitativa dentro de una situa-cin, tal como aquella de ElEstado, que es como decir la formaconcentrada de todos los fenme-nos de dominacin, aunque ya notengan el mismo nombre ella di-vide la muerte misma, en lo que esincorporado y metamorfoseado bajouna nueva ley (o reinscrita simb-licamente, si queremos adoptar unmarco lacaniano) y lo que simple-

    mente es abrogado. Enfenmenos puramenteestructurales despro-vistos de novedad, enlos cuales slo estnimplicados cambioscuantitativos de luga-res, sean stos el colo-nialismo o la PrimeraGuerra Mundial, el im-pulso para conservar ycontinuar est acom-paado, para Badiou,de una violencia enor-me. En sus palabras:cuando nada cambia,los hombres mueren.Es precisamente la fal-ta de asimetra, la l-

    tima base no antagnica de losantagonismos masivos que parecendesplegarse por s mismos en cam-pos de batalla, lo que quiere decirque dichos antagonismos estructu-rales dependen de un triunfopuramente cuantitativo, y de ahacumulativo, no creativo, intermi-nable, sangriento y estril. Enconclusin, entonces, contra la opo-sicin de la resistencia y el poder,Badiou propone una dialctica dela estructura (materialista) y la ten-dencia (subjetiva). Sin la inscrip-cin violenta en la situacin de latendencia subjetiva o la fuerza de

    Convento de Las Aguas (posteriormente, Hospital Militar, Asilo del Nio Jess de Praga...),Bogot, annima, c. 1935. Archivo Ortega Ricaurte Sociedad de Mejoras y Ornato de Bogot.

  • 37NMADASTOSCANO, A.: SE PUEDE PENSAR LA VIOLENCIA? NOTAS SOBRE BADIOU Y LA POSIBILIDAD DE LA POLTICA (MARXISTA)

    transformacin, que en s mis-ma es el producto de las divi-siones y separaciones internas,slo nos quedamos con la silen-ciosa brutalidad de una violen-cia estructural.

    En estas breves consideracio-nes no es posible trazar las razo-nes polticas y filosficas de laseparacin de Badiou dela temtica destructiva,y de su movimiento ha-cia una nueva dialcti-ca de la inconsistencia,fundamentada matem-ticamente, que quebrantael concepto de totalidady toma distancia de mu-chos de los referentesprincipales del marxismoy de la tradicin materia-lista-histrica. Sin em-bargo, podemos decirque las preguntas quesurgen de la tematiza-cin de Badiou sobre laviolencia y de su crticapoltica al terror (una cr-tica que se contraponevehemente a aquellacrtica capital o parla-mentaria y anti-totalita-ria del terror, tal comose puede encontrar enFranois Furet) tambinpueden ser preguntas bsicas pararetomar la relacin complicada eincompleta de Badiou con el mar-xismo, si se dejan de lado los re-clamos de que no existe relacinalguna22. Una conclusin preli-minar, o quiz una simple intui-cin, es que el tema de la Gewalt,aquel sobre una tensin y una dia-lctica entre poder y violencia yde un intento emancipador pararomper la solidaridad entre todosestos significados puede consti-

    tuir una especie de punto ciegoen el pensamiento de Badiou.Antes de concluir, y con el nicofin de plantear los lineamientospara investigaciones futuras, per-mtanme enumerar cinco puntosclave que cualquier investigacinposterior en torno al tema de laviolencia en el pensamiento deBadiou debe tocar:

    1. Marxismo, leninismo y mili-tarismo. Muchos de los intentos deBadiou de formular una polticasin partido posleninista, estn ba-sados en la idea de que la polticaigualitaria estaba fundamentalmen-te corrompida por el referente mi-litar o marcial, a travs de un tipode inercia histrica. Es importanteanotar que Badiou, al seguir las te-sis militares de Mao, inicialmentedefiende y alaba la especificidad dela contribucin maosta al desarro-

    llo desigual y combinado delpensamiento dialctico y a su perio-dizacin vacilante, precisamente entrminos de las innovaciones marcia-les hechas por Mao en contra del mo-delo leninista-estalinista. Tambin esimportante indicar el estatus dispa-ratado, ambiguo e incierto de lascuasi-referencias que habitan losintentos de Badiou de pensar en una

    poltica desmilitarizada yposleninista, por ejemplo,el movimiento polacoSolidarno , la revolu-cin iran, la experienciadel movimiento de losSans Papiers en Francia y,recientemente, los Zapa-tistas en Mxico.

    2. El distanciamientodel Estado. Aqu es don-de podemos argumentarque Badiou evade la dia-lctica de la Gewalt, y seequivoca en su fidelidadpor el llamado inevitabley saludable a la destruc-cin de la violencia o dela dominacin. Diagnos-ticar el Estado, ya seacomo captura y coopta-cin de la fuerza de lasubjetividad o como superversin en una espiralasesina de la sospecha (si-

    guiendo explcitamente el anlisisclsico del terror de Hegel en laFenomenologa del espritu), y juzgarel contagio con sus mecanismos sinsujeto como fatal para las capaci-dades autnomas del pensamientoy la prctica igualitarios, convierteen central la tesis de la poltica dis-tanciada del Estado una polticade prescripcin ms que de deman-da o ataque en las formulaciones deBadiou. Incluso la evasin de laasuncin de la Gewalt sobre el su-

    Incendiado el palacio virreinal, en el terreno se levant el Capitolio, Bogot,annima, c. 1880. Sociedad de Mejoras y Ornato de Bogot.

  • NMADAS38 NO. 25. OCTUBRE 2006. UNIVERSIDAD CENTRAL COLOMBIA

    jeto poltico, est sin embargo sus-tentada en una formalizacinmatemtica del problema de laGewalt, en trminos de la tesiscrucial e intuitivamente atractivadel exceso incalculable del poder deuna situacin (el Estado) sobre lasituacin en s misma. En otras pa-labras, del exceso de representacinsobre presentacin, de inclusinsobre pertenencia (Badiou a, 2006:93-111). La conclusin de lo ante-rior es que el crux de la poltica paraBadiou yace en su capacidad paramedir y detener este exceso del Es-tado, pero desde una posicin ex-trnseca, a travs de una capacidadpoltica y organizacional que no setraduce en el poder legal, burocr-tico o militar.

    3. La fuerza del sujeto. Paramantenernos dentro del camposemntico de la Gewalt debemosnotar que las anclas del materialis-mo dialctico de Badiou son, en elperiodo que he llamado del comu-nismo de la produccin y la des-truccin, la nocin de fuerza y, enel trabajo posterior a Being andEvent (siguiendo al matemticoPaul Cohen), la de forzar. En am-bos casos tenemos conceptos queresuenan con la nocin de Gewalt,que cualifican la relacin entre unsujeto (poltico) y la creacin denovedad, igualdad y justicia o dehecho, para usar la categora cen-tral de la filosofa tarda de Badiou,verdad. La primera nocin (fuer-za) est ligada a la de destruccin,la segunda (forzar) a una de sustrac-cin, y ambas circulan alrededor dela capacidad del sujeto de interve-nir en una situacin en puntos es-pecficos, as como de seguir ladisfuncin del sistema de domina-cin, que Badiou persistentementerepresenta como un sistema de po-

    sicionamiento, identidad, recono-cimiento23. De la comparacin en-tre la funcin y las posibilidadesinherentes en estos dos trminos,podemos empezar a reconsiderarotra constante en su pensamiento,que tambin ha sido enfatizada enel trabajo complaciente de SlajovZizek, aquella de verdad partisana.

    4. Terror y terrorismo. Aun-que en trabajos recientes Badiou hatratado de recuperar la nocin deterror como un momento nece-sario, si no fundamental, en lasubjetivacin poltica24, uno de losaspectos principales de su produc-cin posmaosta es una crtica ala tentacin terrorista25. Sin embar-go y esto es lo que bsicamente losepara de cualquier posicin revi-sionista y moralista, el argumentosubyacente es que slo una sustrac-cin inmanente y determinada delas innovaciones destructivas de lapoltica, slo la crtica del terror dellado de la emancipacin, puede pre-sagiar una forma nueva, distancia-da del Estado, de pensar la poltica.Badiou perspicazmente vincula lavirulencia de la violencia del sigloXX con sus bases oscuras en lashecatombes coloniales y con la ideaemancipadora en muchos aspec-tos nacida de la pesadilla brbarade la Primera Guerra Mundial deuna violencia para acabar todas lasviolencias, una guerra contra todaslas guerras (un tema que est tam-bin presente en Mao). Movindo-se hacia la conjetura ms inmediatade finales de los setenta y comien-zos de los ochenta, interpreta laemergencia del terrorismo rojo entrminos de una debilidad polticay, ms an, de una relacin en-gaosa entre movimiento, organi-zacin y Estado26. En un textopublicado en Le Perroquet (s/f), el

    panfleto del UCFML de Badiou, ysu sucesor, lOrganization politique,medit sobre la combinacin desas-trosa en la ausencia de una polti-ca organizada dentro de la fbricade un movimiento democrticocon clandestinidad militar, del tipoque ha afectado brevemente alProltarienne ex Gauche, y que pos-teriormente iba a descargar una ca-tstrofe impotente en la BrgateRosse, RAF y Action Directe27.Badiou, bajo el seudnimo de Geor-ges Peyrol, anot lo siguiente:

    Demanda inventarse un criteriopoltico para liquidar la tenta-cin terrorista, la retirada terro-rista. El objeto de dicho criterioes que la poltica sea superioral antagonismo. Por supuesto, larevolucin supone cambiar unhostil real, hecho de opresin ydivisin. Pero los valores deunidad de los cuales la revolu-cin proviene y que estn liga-dos a formas de conciencia,tienen valor en y por s mismos,y no slo como instrumentos deviolencia.

    La manipulacin del odio o elmiedo como factor unificador esconsiderada un fenmeno perni-cioso, lo que Sartre ha llamadofraternidad del terror. El antdo-to lo expresa Badiou de la siguien-te manera:

    debemos establecer en el cora-zn del pueblo un principio deunidad poltica cuya referenciaes menos el adversario que larealidad que debe cambiarse.Para el terrorismo lo nico reales el enemigo. La poltica em-pieza quiz cuando uno subor-dina la imagen del adversario ala de transformacin de lo real

  • 39NMADASTOSCANO, A.: SE PUEDE PENSAR LA VIOLENCIA? NOTAS SOBRE BADIOU Y LA POSIBILIDAD DE LA POLTICA (MARXISTA)

    que l quiere impedir. El obje-to del terrorismo es el obstcu-lo para lo real y no lo real en smismo.

    Aqu podemos registrar la in-fluencia de la lectura heterodoxade Badiou de la poltica de Soli-darno , especialmente en cuan-to a la idea de una primaca de launidad popular sobre el antago-nismo, y la tesis conexa de que laesencia de la poltica no es la gue-rra. El terrorismo, y aqu Badiouconcurre con el l t imo GuyDebord, el de Commentaries on theSociety of the Spectacle un textoque tambin se preocupa por elfenmeno de las Brigadas Rojas ygrupos similares es slo una ca-pitulacin al poder de smbolos ymedios, un espectculo. Tanto elterrorismo como el Estado se ali-mentan de la ausencia de la pol-tica, de una capacidad polticadeterminada e independiente quepermite en s misma ser observa-da por los artificios del poder ysus formas de violencia. De don-de la tesis clave de que todo de-pende de la existencia, ni siquierael simple proyecto de la existen-cia, de una poltica que es exce-siva con respecto al Estado. Enotras palabras, que no se definepor la captura del Estado, ni si-quiera por su destruccin. Unapoltica igualitaria que pueda evitarel terror (o por lo menos el terroris-mo) constituye el horizonte del pro-yecto posmaosta de Badiou, peroel punto es, otra vez, que es desde laperspectiva de una poltica deemancipacin autnoma, y no so-bre la base de cualquier raison dtat,que uno podra someter los erro-res de dicha poltica al escruti-nio28. Este es el sentido en el quela metapoltica de Badiou se pue-

    de definir, en trminos de la coyun-tura dentro de la cual emergi,como anti-anti-totalitaria29.

    5. Antagonismo. Si la dialc-tica y la prctica poltica son des-militarizadas, arrebatadas al Estadoy despojadas de sus referencias his-tricas, qu queda del papel delantagonismo, o de lo que Badiou,en una vena platnica, frecuente-mente llama el Dos? Para decirlode otro modo, puede haber con-tradicciones entre el pueblo sin laconfrontacin preliminar con lascontradicciones antagnicas odrsticamente polmicas? En TheCentury, Badiou escribi sobre unDos anti-dialctico en el coraznde la experimentacin poltica delsiglo XX, y sobre dos formas de arre-glar la confrontacin entre un no-sotros, una fraternidad, y su afuera:Bien que uno lo vea como un de-forme polimorfo una realidad des-ordenada o bien que uno lo veacomo un otro nosotros, un sujetoexterno y, en consecuencia, anta-gnico. En primera instancia, latarea, para usar un significante cla-ve en Badiou, es la formalizacin,un protocolo para producir las for-mas que reagruparn el no-nosotrosen el nosotros. La formalizacininvolucra la incorporacin de laalteridad aparente de lo que estafuera del sujeto militante en su ca-pacidad autnoma, en lo que, enLogiques des mondes, l llama un su-jeto-cuerpo (corps-sujet)30. Dondela formalizacin es dbil o inexis-tente, somos testigos del surgimien-to de un concepto frontal deantagonismo, el verdadero cara acara entre dos sujetos sustanciales,preconstituidos. Esta segunda con-cepcin de la relacin entre elnosotros y el no-nosotros es intrn-secamente violenta, y su violencia

    no es simplemente aquella de laconversin formalista, sino msbien la de la lucha frontal, su obje-tivo es la destruccin del otro. Esen el contexto de la dialctica delo no-dialctico, de la confron-tacin entre dos modos de con-frontacin que Badiou retorna,provocativamente, a una de susfuentes constantes de inspiracinmetapoltica: la directiva esencialde Mao es no tratar las contradic-ciones en el corazn del pueblo demanera antagnica, para resolver elconflicto entre formalizacin y destruc-cin por medio de la formalizacin.Esta es, quiz, una de las ms pro-fundas lecciones, pero tambin unade las ms difciles, que el siglo nosha legado. (Badiou, 2005d: 158).

    El desarrollo del pensamientopoltico de Badiou dentro, fuera,y distanciado del pensamiento mar-xista o de las singularidades incom-posibles de la poltica marxistatambin se puede leer, en particu-lar, a la luz de sus reflexiones sobreel siglo XX, como una confronta-cin subterrnea con la aparentemaraa inmemorial de la poltica yla violencia. El movimiento que hebuscado discernir en el trabajo deBadiou, desde un comunismo dedestruccin hacia un comunismode separacin (Toscano, 2004) es,tambin, como lo podran sugeriralgunas de mis anotaciones anterio-res sobre fuerza, antagonismo y te-rror un movimiento desde unaconcepcin de la violencia comointrnseca de la construccin de lasubjetividad poltica31, hacia unavisin de la violencia como factorque, aunque consecuencia inevita-ble quizs de la militancia polticaen ciertas situaciones bien defini-das, nunca debe ser concebidocomo constitutivo de un sujeto po-

  • NMADAS40 NO. 25. OCTUBRE 2006. UNIVERSIDAD CENTRAL COLOMBIA

    ltico. Es bajo esta luz que podemosentender los recientes comentariosde Badiou acerca de los efectoscorruptos de la violencia de la gue-rra civil en la poltica bolchevique:

    (...) en algunos casos la violen-cia es una necesidad; todos sa-ben eso. Ese no es el problema.El problema es que la violenciatambin es una corrupcin sub-jetiva. Ese es el gran problemapoltico. El uso constante de laviolencia es una corrupcinsubjetiva y, por lo tanto, tene-mos que mensurar la violencia,algo as como moderarla tantocomo sea posible. Ciertamente,la regla es: si podemos resolverun problema sin violencia, mu-cho mejor32.

    Con estas advertencias apa-rentemente anodinas, podemosdiscernir el hecho de que muchade la motivacin que est detrsdel comunismo de la separacin deBadiou, su poltica distanciada delEstado, consiste en mantener estaamenaza corrupta de una violen-cia constitutiva a raya del sujetopoltico. Las negaciones y revisionesmatizadas de Badiou de un mate-rialismo dialctico tambin puedenser fructferamente comprendidascomo un intento de darle fin aaquello a lo que Balibar se refierecomo el esquema teolgico y fi-losfico de la conversin de la vio-lencia en justicia (Balibar; Op.cit). La externalizacin del agen-te de conversin en el aconteci-miento y la constitucin de unacapacidad subjetiva autnoma queno est definida por una dialcti-ca de la destruccin, aparecencomo medios para relegar la vio-lencia a un papel subordinado enel que permanece una poltica de

    transformacin radical e iguali-taria. E incluso, a la luz del desta-cado examen de Balibar que segua por la ambigedad intrnsecade la Gewalt alemana podemospreguntarnos si al establecer el su-jeto poltico como aquel que sigueuna medicin o prescripcin3 3

    con respecto al exceso, o superpoder, del Estado (o, ms proble-mtico, del Capital) (Toscano,2004: 199-224) Badiou no estevadiendo lo que Balibar definecomo el lazo interno y trgico en-tre la poltica y la violencia. Enotras palabras, no es el precio quese paga por sustraer la capacidadpoltica del empujn amorfo de laviolencia poltica bien sea estruc-tural, opaca o purificadora, aquelde no tener los medios para pen-sar la violencia interna al sujeto?Para ser ms precisos, y sin ahon-dar en todos los problemas que sur-gen de la idea de cambiar elmundo sin tomarse el poder, de-bemos preguntar si la formulacinde una poltica distanciada de laviolencia no congela el problemade la Gewalt del Estado en una es-pecie de invariable estructural,que simplemente es externa a laspolticas (igualitarias) propias, mien-tras que simultneamente nos pri-va de medios para pensar msall del paradigma destructivocmo el poder y la violencia pue-den funcionar dentro de la consti-tucin de un sujeto poltico.Reintroducir el tema del terrorcomo el de un momento necesa-rio, si bien limitado, de la confron-tacin absoluta, como parecehaberlo sugerido Badiou en Logi-ques des mondes, no basta, ya quesigue pasando por alto el proble-ma del poder como algo que pue-de caracterizar el proceso subjetivoen s mismo. Considero loable su

    deseo de superar el paradigma dela violencia constitutiva, en tantoque reto que vale la pena perse-guir. Sin embargo, no es clarocmo puede actuar una poltica dela prescripcin que busca medir ydetener el sper poder oscuro, elexceso inmensurable de lo queBadiou llama el estado de una si-tuacin, sin asumir como tareatrgica algo de ese poder, y algode esa violencia, en su propia tra-yectoria transformativa34. Quizpodemos ofrecer lo siguiente comouna indicacin provisional parafuturas investigaciones: cualquiersujeto poltico llevado a transfor-mar verdaderamente una situacinno puede sino arriesgar la corrup-cin de la violencia; no puede sim-plemente mantener su capacidadpoltica (que es, despus de todo,otra forma de decir poder) libre delas tentaciones y necesidades de laGewalt. Habiendo dicho esto, loque todo sujeto poltico debe es-tablecer es una especie de distan-cia interna con la violencia, unaforma de pensarla y medirlacomo una consecuencia potencialde sus principios o axiomas funda-cionales sin jams hacerla cons-titutiva (o peor, lo Real) de suidentidad, ni ver en ella la eviden-cia de que en verdad ella ha cam-biado el mundo.

    Citas

    1 Una primera versin de este documentofue presentada en la conferencia anualde la revista Historical Materialism en no-viembre de 2005, bajo el ttulo Sca-ttering the Ashes: Truth and Violencein Badious Marxism, en una sesin con-junta con Massimiliano Tomba, tituladaThinking the political. Agradezco aMassimiliano y a la audiencia por sus pre-guntas y observaciones. Es resultado de

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    una investigacin sobre el pensamientoradical que llevo haciendo en el marcodel proyecto editorial Historical Materialism,as como en el Centre for the Study ofInvention and Social Process del Gold-smiths College, London University.

    2 Sobre los debates acerca de la gnesisamericana de la teora francesa verLotringer y Cohen (2001), Cusset(2003) y Lafontaine (2005).

    3 He explorado con mayor profundidad larelacin de Badiou con el posmarxismoen un ensayo para la revista Prelom, ti-tulado Marxism Expatriated. Para unacrtica ms devastadora sobre los princi-pios y las motivaciones del posmarxismo,ver el trabajo de Ellen Meiksins Wood(2005).

    4 Ver Alain Badiou, Les 4 dialecticiensfranais: Pascal, Rousseau, Mallarm,Lacan, en: Le perroquet, No. 22: 1/11-12. En Badiou, esta forma de pensar lapoltica, o mejor, la idea de que se puedepensar la poltica en s misma, es diame-tralmente opuesta a la prctica e ideolo-ga de Political Philosophy, especialmentecomo fue formulada por los herederos delpensamiento de Hannah Arendt (Ba-diou, 2005a).

    5 En este libro, las coordenadas clave deuna antologa de multiplicidad inconsis-tente y de una teora atada al aconteci-miento del sujeto formalizada y elabo-rada en la obra magna de 1988 Being andEvent ya son esbozados.

    6 Texto en francs disponible en http://ciepfc.rhapsodyk.net/article.php3?id_article=49. Prximamente se publicaruna traduccin al ingls con comenta-rios y respuestas en la revista HistoricalMaterialism.

    7 Ver de Bosteels (2005b), para los deta-lles sobre el compromiso poltico deBadiou y para un anlisis terico de susfundamentos y repercusiones. Vale lapena notar que la hiptesis conti-nuacionista de Bosteels ha afectado almismo Badiou, quien ha puesto su traba-jo nuevamente bajo la gida de lasdialcticas materialistas; ver Badiou(2005c: 130).

    8 Con referencia a las distintas estimacio-nes de Marx y Lenin de la Comuna dePars, ver Badiou (1982: 62-65). Para unamirada ms amplia sobre la periodizacindel contexto cambiante de la propiamilitancia poltica y teora (meta) polti-ca de Badiou, remito al lector al Prefa-cio de la edicin inglesa, en Badiou(2005a: xxxiv-xxxv).

    9 Las publicaciones clave en esta fase sonlas siguientes: Lautonomie du processusesthtique (1966); y Le (re)commen-cement du matrialisme dialectique(1967: 438-46); as como Le Concept demodle. Introduction une pistemologiematerialiste des mathmatiques (1969). Lasegunda de estas obras, una revisin dePour Marx, Lire le capital y un panfletoposterior de Althusser sobre la dialcti-ca, ya cimienta el terreno para una snte-sis de Sartre y Althusser y prefigura laspredilecciones matemticas de Badiou entrminos de sus sugerencias concluyen-tes referentes a una teora de escenarioshistricos. Los vnculos, con frecuenciainesperados, entre Sartre y Badiou sobrela relacin entre la poltica y las matem-ticas, han sido impresionantemente in-vestigados por Stathis Kouvelakis en suartculo sobre Badiou y Sartre enSrialit, actualit, vnement, notes surla Critique de la raison dialectique(Kouvelakis y Charbonnier, 2005). Larelacin de Badiou con Sartre es explo-rada en Badiou (1980 y 1990: 14-22).

    10 Para enunciaciones sobre su experienciadel 68 ver Alain Badiou (2005d: 178), yBruno Bosteels (2005a: 237-238). N. delT. La metfora el camino a Damascohace referencia a un proceso de ilumina-cin; en ocasiones es mencionada comoel sendero a la luz.

    11 Esta evaluacin del trabajo de Badiou hasido fuertemente controvertida por Bru-no Bosteels (2005c: 751-767). A pesarde su persuasiva descripcin de la oposi-cin resoluta de Badiou, a travs de sudesarrollo poltico y filosfico, hacia eldogmatismo derechista estructuralista yel decisionismo izquierdista espontneo,por amor a una dialctica de la escisin(un tema tambin ampliado en su art-culo sobre Posmaosmo), Bosteels fallaal enfrentarse con la problemtica de lacrtica de la economa poltica desde elcampo del pensamiento de Badiou, y pa-rece proponer que el marxismo puedecontinuar en la ausencia de dicho refe-rente. Es una falacia, creo, argumentarque una aversin rigurosa al izquierdis-mo (que est definitivamente presenteen el trabajo de Badiou, y que Bosteelspresenta de forma brillante) es suficientepara retener la referencia al marxismo.Habiendo dicho esto, Badiou parece pro-poner una especie de marxismo mnimo,articulado alrededor del concepto de lafbrica como un lugar de acontecimien-to, en un captulo tomado de la publica-cin final de El ser y el acontecimiento.Permanece por evaluar si este es un ca-mino fructfero para considerar su actualpensamiento (meta)poltico. Ver Alain

    Badiou, Lusine comme site vnemen-tiel, en: Le Perroquet 62-62, pp. 1/4-6.

    12 Este es un extracto de Thorie de lacontradiction (Badiou, 1975).

    13 En una especie de scherzo heideggeriano,Badiou escribe sobre la debilidad polti-ca extrema de una poca entera, la pocamarxista-leninista o estalinista, que res-pecto a lo que se requiere con el fin dedescribir el ser de la poltica, parecerahaber sido equivalente a la poca estric-tamente metafsica de esta ontologa per-dida (Badiou, 2005a: 69-70).

    14 Como lo anota Bosteels en su Posmaos-mo (2005c: 596), el tercer volumen deestos textos didcticos sobre teoramaosta, que se titulara Antagonisme etnon-antagonisme: Les diffrents types decontradiction, nunca se public.

    15 Quiz debamos complementar esta mxi-ma con el dicho de Lin Piao, reciente-mente citado por Badiou en su contribu-cin a la coleccin de artculos crticosde Peter Hallward: la esencia delrevisionismo es el miedo a la muerte(Badiou, Some Replies to a DemandingFriend, en Think Again (2004), p. 237).

    16 Le rel nest pas ce qui rassemble, mais cequi spare. Ce qui advient est ce qui disjoint(Badiou, 1975).

    17 Reflexiones ms amplias sobre la relacinentre los trabajos de Jambet y Lardreausobre revuelta y poder y el pensamientode Badiou pueden hallarse en: http://conjunctural.blogspot.com. Ver tambinBosteels (2005b: 612-617).

    18 Permanecen ecos de la teora de la ver-dad partidaria. Ver Badiou (2005a: 23),donde escribe, a propsito del conceptode consenso: un acontecimiento nuncase comparte, incluso si la verdad que ob-tenemos de l es universal, porque reco-nocerlo como acontecimiento es simple-mente uno con la decisin poltica.

    19 Alain Badiou, Thorie axiomatique dusujet, manuscrito no publicado, p. 8. Vertambin el Livre I: Thorie formelle dusujet (mta-physique), publicado enLogiques des mondes (2006).

    20 Aqu hay un conjunto de citas relevan-tes de Thorie de la contradiction (1975):Hay novedades radicales porque hay ca-dveres que ninguna trompeta del JuicioFinal levantar jams; Resolver es re-chazar. La historia ha trabajado mejorcuando sus cubos de la basura han sidomejor llenados; El campo del conoci-miento marxista siempre est en ruinas toda verdad es esencialmente destruc-cin; No hay pensamiento revolucio-

  • NMADAS42 NO. 25. OCTUBRE 2006. UNIVERSIDAD CENTRAL COLOMBIA

    nario verdadero sino para quien toma elreconocimiento de lo nuevo en toda suextensin hacia su mirada inevitable, loviejo debe morir. [] No slo muerte sinola dispersin de las cenizas. A menosque sea anotado, subsiguientes citas sonde la edicin francesa de este texto.

    21 Ver el captulo de Christian Jambet enJambet y Lardreau (1978). La realidadde la poltica paranoica de la purificacinde Khmer Rouge ha sido registrada re-cientemente por el documental S21: TheKhmer Rouge Killing Machine (2002),dirigido por Rithy Panh.

    22 Creo, para decirlo muy bruscamente,que el Marxismo no existe el Marxismo[es] el nombre (vaco) de un escenarioabsolutamente inconsistente, una vezque se remonta, como debe ser, a la his-toria de las singularidades polticas(Badiou, 2005a: 58).

    23 Vale la pena notar que esta concep-cin de poder y dominacin choca, envarios puntos, con otras estimacionesde la naturaleza de formas contempo-rneas de coercin, por ejemplo lasanotaciones de Gilles Deleuze sobre lasociedad de control o los lineamien-tos problemticos de Hardt y Negri re-feridos al carcter inmensurable de lasoberana imperial.

    24 Ver Badiou (2006b: 96-98), con referen-cia a Pierre Boulez.

    25 Sobre todo en Badiou (2000: 77), don-de el terror es, sin embargo, explcita-mente distinguido del terror jacobino, laafirmacin unilateral de discontinuidadradical que Badiou juzga inseparable dela trayectoria de una verdad.

    26 Para un anlisis convergente del terro-rismo como producto de debilidad pol-tica subjetiva, ver Roberto Massari(1998).

    27 Todas las citas en esta seccin son deGeorges Peyrol (tambin conocido comoAlain Badiou), Brves notes sur leterrorisme, Le Perroquet 10, pp. 6-7 (vertambin las respuestas de los lectores en15, pp. 7-8).

    28 Ver Alain Badiou, Robespierre, significa-tions ( propos du livre de Jean-PhilippeDomecq Robespierre derniers temps), LePerroquet 47, pp. 1/10-11.

    29 Ver mi crtica a French IntellectualsAgainst the Left: The AntitotalitarianMoment of the 1970s de Michael ScottChristofferson, en Toscano (2006).

    30 Logiques des mondes, Livre VII: Quest-ce quun corps?, pp. 471-525.

    31 Vale la pena notar que al respecto SlavojZizek, al formular una teora del acto sub-jetivo radical es ms confiado en la nece-sidad de violencia (bien sea fsica, sim-blica o, con frecuencia, ambas), porejemplo, cuando escribe del acto vio-lento de cambiar las coordenadas bsicasde una situacin (Zizek, 2006: 381).Uno podra comparar el pensamientorespecto de la violencia en Badiou y Zizeken trminos de la diferencia entre unpensamiento del sujeto en un procedi-miento de verdad, por un lado, y un pen-samiento lacaniano del acto, por el otro.

    32 Interview with Alain Badiou, TheAsheville Global Report, abril 20, 2005,disponible en: .

    33 Cuando existe el procedimiento polti-co, de forma que maneje una prescripcincara a cara con el Estado, entonces y sloentonces puede la lgica de lo mismo, o lamxima igualitaria propia a toda polticade emancipacin, ser demostrada No esel simple poder del estado de la situacinel que prohbe polticas igualitarias. Es enla oscuridad y en la imposibilidad de men-surar en las que este poder est envuelto.Si el acontecimiento poltico permite unaclarificacin, una fijacin, una exhibicinde su poder, entonces la mxima igualitariaes prctica por lo menos localmente(Badiou, Metapolitics, 2005: 148-150).

    34 La idea de Badiou de una poltica deprescripcin ha sido admirablemente de-sarrollada por Peter Hallward (2005:769-789).

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