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    EL TUMULO DE CARLOS V EN VALLADOLID

    por

    JUAN JOS ABELLA RUBIO

    Captulo importante dentro de la arquitectura provisional, si bien todava

    poco estudiado, lo constituyen los tmulos erigidos en honor de ilustres fi-

    nados. Los estudiosos de la arquitectura provisional han preferido centrar su

    atencin en aspectos meramente profanos; fiestas de palacio, marchas proce-

    sionales, coronamientos, entradas triunfales, bodas..., dejando incomprensibles

    vacos para los monumentos destinados a celebrar las pompas fnebres 1.

    Sin embargo la importancia de estos monumentos es manifiesta, y ello

    nos mueve a considerar tres de sus aspectos destacados: su imponente gran-

    diosidad, la importancia de sus arquitectos, y las repercusiones ulteriores que

    han tenido.

    Calvete de Estrella al hablar del tmulo de Carlos V en Valladolid, dice

    que tena tanta perfeccin y firmeza como si hubiera de ser obra perpetua, y

    las proporciones que le otorga, ochenta y tres pies, hasta romper la cantera

    de la iglesia de San Benito, son elocuentes. De la pira levantada en honor

    de Felipe IV en Mjico trae este testimonio Francisco de la Maza: Dir el

    futuro que se descubri la cpula de la catedral) para celebrar las honras del

    rey don Felipe IV

    Y el propio Cervantes escribi deslumbrado ante el es-

    plendor del tmulo erigido a Felipe

    II

    en Sevilla:

    ...Cada pieza

    vale ms de un milln, y que es mancilla

    que esto no dure un siglo, oh gran Sevilla...

    3 .

    R oY STRONG,

    Splendour at court. Renaissance spectacle and illusion.

    Londres

    1973; FRANCES

    A. YATES,

    Astrea. The Imperial theme in the sixteenth century.

    Londres

    1975; J. IACQUOT,

    Ftes de la Renaissance.

    C. N. R. S.). especial inters tiene dentro

    de este estudio el captulo de C. A.

    MARSDEN,

    Entrs et Ftes espagnoles au XVI eme

    sicle.

    Pars. 1960; ALENDA MIRA,

    Relaciones de solemnidades y fiestas pblicas de Es

    paa.

    Madrid, 1903; S.

    ZACARES ,

    Ensayo de una bibliografa de libros de fiestas cele

    bradas en Valencia.

    Valencia, 1925. La edicin consta de slo 75 ejemplares;

    KATHLEEN

    COHEN,

    Metamorphosis of a death symbol. The transi tomb in the late midle Ages an

    the Renaissance.

    California 1973.

    2 FRANCISCO DE LA MAZA, Las piras funerarias en la historia y en el arte de Mjico.

    Mjico 1946.

    MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA ,

    Al tmulo de Felipe II en Sevilla.

    Obras com-

    pletas, Edit. Aguilar, Madrid, 1940, p. 1925.

    12

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    UAN JOS ABELLA RUBIO

    En ellos trabajaron tracistas de primera lnea: Pedro Machuca realiz los

    planos del tmulo con que Granada quiso honrar a Mara de Portugal. Claudio

    Arciniega se hizo cargo del monumento funerario erigido en la ciudad de

    Mjico al emperador Carlos V, y en el de Valladolid en opinin de Bonet

    Correa puede atribuirse a Juan de Juni. Del equipo puesto a las rdenes de

    estos maestros nos da idea el relato que hace el cronista de la catedral de San-

    tiago de Compostela hablando de las honras fnebres al emperador; Traba-

    jaron ce carpinteros, cuatro escultores,, dos sastres, nueve peones, trece

    pintores y un tornero

    4.

    Para la arquitectura supuso una aportacin considerable si se tiene en

    cuenta que estos monumentos constituan verdaderos ensayos de ideas que

    iban a fructificar en un inmediato captulo de la historia del arte. Los ele-

    mentos esenciales del tmulo de Valladolid los volveremos a encontrar en la

    obra de Jernimo del Corral, y Juan de Arfe, que introduce el clsico en las

    custodias, estuvo influenciado por los cambios arquitectnicos operados en

    Valladolid 5.

    Todos los Austrias tuvieron tmulos suntuosos. En nuestras indagaciones

    sobre Carlos V, los hemos encontrado en Valladolid, Bruselas, Mjico, San-

    tiago de Compostela, Roma, Barcelona, etc..., quedando convencidos que estos

    hallazgos son tan slo el comienzo de una lista muy amplia, pues las honras

    fnebres solemnes debieron ser universales. Pero en el trabajo, cindome a

    limitaciones de espacio, me centrar en el monumento funerario con que la

    ciudad de Valladolid quiso honrar la muerte del Cesar Carlos. Monumento (le

    planta naviforme, erigido en la iglesia de San Benito, ante el cual tuvieron

    lugr solmnes pompas fnebres presididas por el rey, su hijo, Felipe II. De

    l hizo prolija descripcin el cronista Calvete de Estrella en su libro:

    El

    tmulo imperial adornado de Historias y Letreros y Epitaphios en Prosa y

    verso Latino.

    Escrito que afortunadamente va acompaado de un grabado

    aclaratorio

    6.

    Nuestro trabajo versar exclusivamente sobre la simbologa que encierra,

    considerando que su estructura arquitectnica, minuciosamente estudiada por

    Bonet, an siendo importante, es tan slo el soporte de unos programas sim-

    blicos densos en sus contenidos. Ello es arduo por lo enrevesado que en

    ocasiones se presenta el relato, la cantidad de figuras que aparentemente se

    amontonan, y el peligro que existe de derivar a contenidos histricos por el

    P. BOUZA BREY

    Estudios Gallegos, Madrid, 1959, p. 268.

    A.

    BONET CORREA

    Los tmulos de Carlos I.

    Archivo Espaol de Arte, Madrid,

    1960, p. 55-66.

    6

    El libro permanece en su edicin de 1558. Slo aparece en las listas de los bibli-

    filos: J.

    GALLARDO

    Ensayo de una biblioteca de libros raros y curiosos.

    Madrid, 1886,

    t. II p. 190;

    PALAU Y DULCET

    Manual del librero hispanoamericano.

    Barcelona 1924

    t. II, p. 23.

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    sordo fragor pico con que el cronista en ocasiones parece recrearse. Pero la

    lectura pausada de estos textos nos muestra que los hechos histricos narrados

    son tan slo la base, el elemento visible de una verdad mucho ms importante

    que es a donde se quiere llegue el lector o admirador del tmulo. Por ello

    intentaremos en la maraa del escrito encontrar las lneas matrices que lo

    sustentan y aproximarnos a la intencin de su inspirador, con el riesgo que

    supone tratar un programa simblico del que nos separan cuatro largos siglos.

    Estos contenidos los esquematizamos de la siguiente forma, para la mejor com-

    prensin del desarrollo del trabajo:

    El tmulo estaba estructurado como un navo. Forma conseguida por

    la asociacin de un cuadrado y dos tringulos.

    b

    Un extenso programa dedicado a las virtudes, expuesto en dos

    grandes captulos: El primero se desarrollaba en los pinjantes y tena como eje

    la exaltacin de la virtud heroica del Emperador merecedora de ser celebrada

    por la historia y de recibir eterna recompensa. En el segundo aparecera el

    Emperador como perfecto dechado del gobernante cristiano. El desarrollo de

    estos conceptos se basa en la posesin de las virtudes cardinales y teologales,

    gozne y soporte de la vida cristiana, que el cronista vincula a las columnas

    que sustentan todo el edificio, estableciendo un tcito paralelismo entre el

    tmulo y el cristianismo mismo.

    e) Seis grandes pinturas historiadas narraban la lucha del caballero cris-

    tiano Emperador) con la muerte. Constituyen la parte ms legible del tmulo

    y su vinculacin con el libro de Olivier de la Marche Le Chevalier Dlibr

    y La Danza de la Muerte son evidentes.

    Muertes, grutescos, inscripciones, adornos, constituyen elementos de re-

    lleno, ajustndose a ese horror al vaco que tan frecuentemente acompaa

    lo hispano.

    EN FORMA DE NAVO

    El tracista estructura el tmulo como un navo que resulta de la combi-

    nacin de un cuadro con dos tringulos equilteros. La eleccin de estas formas

    geomtricas perfectas no es casual, al diseador del tmulo le hubieran con-

    venido ms, dado lo angosto del crucero, hacer ms cortos los lados de pro-

    fundidad que los frontales, la solucin que aporta obedece a una especie de

    pleonasmo simblico, acentuando y cargando de significados aquello que en s

    mismo ya los contiene. En efecto la capilla central del primer cuerpo era

    cuadrada, forma arquitectnica perfecta, y en la techumbre que le corres-

    ponda, exactamente sobre los despojos mortuorios, se inscriba un gran oct-

    gono, smbolo de la resurreccin, acentuando as la idea de transir que el

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    propio navo con fines funerarios comporta. En las techumbres de los lados

    se inscriban exgonos en correspondencia con los tringulos de la base, aria- .

    diendo al smbolo de la resurreccin un contenido trinitario.

    La estructura naviforme con fines funerarios es ancestral, la encontramos

    como smbolo fundamental de los pueblos primitivos actuales y aparece en las

    brumas ms lejanas de nuestra propia civilizacin. Entre los egipcios el Ba

    desarrollaba su viaje transcendente en un navo y lo mismo suceda para

    griegos y romanos con el barco de Caronte ero para Calvete, que huma-

    nista al fin conoca la mitologa de la nave, no son stos los nicos motivos

    que deciden su eleccin, encuentra en la propia vida del Emperador razones

    muy concretas que de forma inequvoca lo determinan. A lo largo del relato

    evidencia de mltiples formas su intencionalidad: Con una nave de plata la

    ciudad de Gante celebr las fiestas de su natalicio. En frgil embarcacin

    atraves repetidas veces el ocano. De la gesta gloriosa de los Argonautas

    naci la Orden del Toisson de Oro. En un navo, segn cuenta en una de

    las pinturas, lleg al puerto de salvacin.

    Todas estas reiteradas alusiones al barco salvador, realizadas en el mo-

    mento crucial de la Contrarreforma, nos introducen en un captulo importante

    de la simbologa catlica detenidamente estudiado por G. Llompart

    a

    Iglesia a lo largo de los siglos xvi y xvii se identifica frecuentemente con la

    Navis salutis, frente al naufragio general de los herejes. En su nave re-

    capitula a su vez la nave del alma que hace que el fiel se identifique con el

    ser y el sentir de la Iglesia y que repita en s personalmente lo que la Iglesia

    es ya por su identificacin con Cristo antolgicamente

    9

    Dicho por Caldern

    de la Barca como remate feliz del Divino Orfeo:

    Pues la nave de la Iglesia

    es de la vida la nave 10.

    Espaa y los Pases Bajos rivalizaban en su empleo en ocasin de festejos

    y ceremonias religiosas. Acaso esto explique que paralelamente al tmulo de

    Valladolid se construyera una gran nave procesional, adornada de parecido

    OLIVER BEIGBEDER, La simbologa.

    Coleccin Qu s?, n. 17, Barcelona, 1970;

    PIERRE GRIMAL,

    Diccionario de mitologa griega y romana.

    Edit. Labor, Barcelona, 1966,

    p. 39, 89, 220, 392;

    ID.,

    Mitologa dei Mediterrneo al Ganges.

    Barcelona, 1966, p. 144

    y 145.

    8G.

    LLOMPART,

    La nave de la Iglesia y su derrotero en la iconografa de los siglos

    XVI y XVII

    Spanische Forschungen, der Goerresgesselschft 25 Munster, 1970),

    D.

    309 335

    9G.

    LLOMPART,

    En torno a la iconografa cristiana del Miles Christi.

    Traza y Ba-

    za. Cuadernos hispanos de simbologa, arte y literatura, Palma, 1972, n. 1, p. 93.

    10 P.

    CALDERN DE LA BARCA,

    Divino Orfeo. Obras completas

    t. III,

    Edit. Aguilar,

    Madrid, 1952.

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    programa de virtudes, para conmemorar las pompas fnebres del Emperador

    en Bruselas

    Una vez configurado el formato, Calvete ordena todo en relacin con la

    tumba (vaca) del Emperador. La coloca en el centro de la composicin y la

    adorna con crespones negros, inscripciones latinas y trofeos imperiales, como

    si quisiera insistir en el postrero y transcendente viaje del Emperador en ve-

    hculo naviforme.

    POSEEDOR DE LA VIRTUD HEROICA

    De las techumbres del primer cuerpo pendan pinjantes adornados con

    virtudes, muertes e inscripciones, de forma abrumadora, sin dejar al descu-

    bierto el menor resquicio. El central era mayor que los laterales y caa sobre

    la tumba del Emperador. Ocupando el centro del mismo estaba la Virtud

    Heroica armada de coraza, celada y lanza, aplastando la Muerte, fielmente

    acompaada de la Fama y la inmortalidad. La pintura as descrita es la sntesis

    de las que a ambos lados completan la composicin adornando las capillas con-

    tiguas. Idea motriz de la ereccin del propio tmulo segn rezaba la inscrip-

    cin Carol hoc Tumulo, hoc heroica virtus, Iustitia Pietas Relligioque

    sedent. Va armada como una Minerva, correspondiendo su descripcin al

    esquema renacentista que intenta hacer resurgir la antigua Virtus con sen-

    tido cristiano

    a Muerte aplastada a sus pies habla del triunfo que inde-

    fectiblemente la acompaa. Las dos pinturas que completan el trptico insisten

    en el mismo concepto.

    En efecto, en una de las pinturas que representaba la batalla de Ingolstad,

    estaba el Emperador con rostro viril y robusto sin dar muestras de ningn

    temor. Si la entereza que muestra se puede identificar con la misma Virtus

    en sentido clsico, la leyenda que acompaa el relato Animo Invicto no

    vencido muestra el inters del cronista en inferir al contexto un contenido

    de victoria.

    En la otra pintura estaba la propia Victoria profusamente ataviada con

    los atributos del triunfo; alas sobre los hombros, coronada de laurel, palma

    y corona del mismo vegetal en sus manos. A estos atributos aade colocn-

    dolos bajo sus pies; yedra, olivo, encina, lamo blanco, apio, arrayn, grama.

    Un repertorio en fin completo. El cronista echa mano del conjunto de horta-

    PRUDENCIO SANDOVAL,

    Vida y hechos del Emperador Carlos V

    Edicin de 1625,

    fols. 750-754. En Espaa el uso de la nave fue frecuente. Con motivo de la canonizacin

    de San Juan de la Cruz, San Ignacio de Loyola San Isidro y Santa Teresa, se celebr en

    Madrid su triunfo sobre una nave, mientras Arrio y otros herejes perecan en las aguas.

    2

    SANTIAGO SEBASTIN,

    Arquitectura mallorquina moderna y contempornea

    alma

    1973, p. 15.

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    lizas con que el pueblo adornaba los arcos y alfombraba las calles para la

    recepcin de personajes importantes segn cuen ta Zacars

    3

    La victoria de la Virtud Heroica sobre la Mue rte debe ser celebrada por

    eso a ambos lados estaba sintetizado cuanto se iba a desarrollar en los pin-

    jantes laterales estaba la Fam a con alas llena de ojos sonando una trompeta

    tal como la haba descrito Virgilio en la Eneida y Ripa incorporado al Rena-

    cimiento 4

    Y la Inmortalidad vestida de blanco con rayos resplandecientes

    sobre su cabeza anunciando los augurios del triunfo trascendente.

    UNA VIDA PARA LA HISTORIA.

    El pinjante lateral izquierdo tiene un se ntido claramen te terreno. Calvete

    no es ajeno a las corrientes renacentistas y al concepto paganizante que las

    acom paan. D e ah su insistencia en la gloria perdurable del Em perador. Como

    escribe Jol Saugnieux: se pretenda obtener una cierta inmortalidad terrestre

    una especie de cielo pagano reservado a los grandes hombres en el que la

    grandeza histrica reemplazara la idea de santidad

    15.

    Se trataba de enaltecer un reinado brillante de ah la aparicin de las

    pinturas de las tres virtudes anunciadoras del buen gobierno: Gloria Justicia

    y Paz. La Paz llevaba un manojo de espigas y un ramo de olivo. La Justicia

    sus atributos ordinarios: espada peso y balanza. La Gloria iba con laurel en

    la cabeza y en las manos. Los atributos agrcolas que ostenta la Paz hablan

    claro de la prosperidad en el reinado no en vano en ocasiones se la haba re-

    presentado con el cuerno de la abundancia

    6

    El sentido equitativo de la Jus-

    ticia lo da el propio Calvete al sealar que con ella castig a los prncipes

    transgresores. Ajustndose al conocido dicho d e San A gustn: De los reinos

    que est ausente la Justicia no son otra cosa que magno latrocinio. Ambas

    virtudes estn estrecham ente vinculadas en la simbologa. Garca Pelayo ve la

    Puerta de Capua en honor de Federico II como la entrada al reinado de la

    Justicia y de la Paz

    7

    Lorenzetti las integr en su mural del buen y mal

    gobierno y en los propios arcos triunfales que tantas veces recibieran al Em-

    perador; Sevilla Burgos Valencia.. aparecen aunadas. En el arco de Burgos

    se deca:

    13

    ZACARES

    Op. cit. p. 155.

    4

    VIRGILIO

    La Eneida.

    Coleccin de obras maestras Barcelona 1944; RIPA

    cfr.

    TERVAREXP

    Attributs et symboles dans l art profane.

    Paris 1958 p. 387.

    5

    JO.

    SAUGNIEUX

    Les dances macabres de France et d Espagne et leurs prolonge-

    ments littraires.

    Pars 1972 p. 13.

    16J

    M. MARTNEZ

    HIDALGO

    Lepanto.

    Barcelona 1971; P. SANDovAL. Op. cit.

    fol. 762.

    7

    M. GARCA PELAYO Del mito de la razn.

    Re

    y

    . de Occidente cap. IV Madrid

    1968.

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    Son de condicin las dos

    que donde falta la una

    no se puede ver ninguna

    8

    La Gloria, toda ella revestida de laurel, puede confundirse con la Cele-

    bridad, el propio Ripa lo hace en ocasiones, ms, si tenemos en cuenta el con-

    texto terreno de la pintura.

    Las dos representaciones que completan el trptico insisten en la grandeza

    del reinado. En una de ellas se vea al Emperador volando sobre el guila

    bicfalo tal como ostentaba en su emblema) en direccin al sol. El reto

    es imponente.

    Slo el guila segn la mitologa puede mirar fijamente al sol. Es adems

    a travs de una tradicin ininterrumpida el srribolo del Imperio

    Por ello el

    cronista escribe que su fama vol hasta las estrellas y sus hechos oscurecieron

    los de otros emperadores, prncipes y capitanes.

    En la pintura que resta cuatro grandes historiadores de la antigedad

    clsica: Herodoto, Tucdices, Tito Livio y Salustio, en actitud sedente simu-

    laban escribir sus grandes obras. La importancia de los historiadores debe

    estar en relacin con la del personaje historiado, por ello el cronista exige

    para aquellos que FC

    han de ocupar de la vida y hechos del Emperador la

    misma erudicin y elocuencia que aquellos grandes maestros. Su lenguaje

    hiperblico no est lejos del usado por don Luis de Quijada con ocasin de

    la muerte del Emperador: Acab el ms principal hombre que ha habido

    ni habr

    2

    Colgaba del trptico una aldavilla celebrando la nave de los Argonautas,

    la cual no era menos en el Emperador, su digno heredero a travs de la orden.

    del Toisn de Oro.

    UNA VIDA PARA LA ETERNIDAD

    El pinjante de la derecha encierra un sentido transcendente. Todo cuanto

    en l se narra constituye una proyeccin hacia la eternidad entendida de forma

    alegrica.

    El ncleo del relato se centra en la pintura que cuenta los ltimos das

    del Emperador. Para explicar su fin, el cronista vuelve al smbolo de la nao

    que consigue arribar intacta tras penosa travesa. Entraba sta en el puerto

    18

    ALENDA MIRA, Op. Cit.,

    p. 18.

    19

    M. GARCA PELAYO, Op.

    cit., p. 227.

    2

    MADALENO,

    Ciclo de conferencias con motivo de la muerte del Emperador

    Bar-

    celona 1959.

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    con tres mstiles sus velas maromas artillera y toda la jarcia necesaria

    todas las velas desplegadas al viento. De la vinculacin de la vida cristiana

    con la Iglesia a travs del navo ya hem os hablado por ello apostillar simple-

    mente su simbolismo con el letrero recogido de una nave ve neciana: Ecclesia

    navis de longe portans aeternae vitae divinas et si haeserum tempestate

    turbatur qui non ingreditur non salvatur 21

    Tras la nave un templo a la

    antigua en cuya puerta estaba la Felicidad. Los contenidos aqu se acumulan

    ininterrumpidos. El templo es el espacio csmico y discontinuo tal como ha

    sealado Miscea Eliade

    en la tradicin cristiana est vinculado a la Je-

    rusaln celeste. Se seala la puerta con la cual el propio Cristo se haba iden-

    tificado Juan VII-9), y en ella la Felicidad para cuya descripcin el cronista

    acumula objetivos de forma desusada el rostro muy hermoso alegre claro y

    resplandeciente. En sus manos Corona de laurel y cetro. A sus pies vaso an-

    tiguo lleno de flores rosas y azahar. La inscripcin que acomp aaba a la pin-

    tura se ajustaba plenamente a su contenido Navis Salutis.

    Este buen augurio de salvacin lo cifra el cronista en la defensta que el

    Em perador hizo de la Fe y el C ulto Divino. Por ello en una pintura aparecera

    la Fe con sus atributos tradicionales: crucifijo cliz hostia y patena y unas

    riendas con las que domaba a personajes de mala catadura; de un lado una

    vieja con ojos encendidos y alocados que representaba la Hereja al otro un

    viejo, de rostro y ojos como de ciego desatinado, el cual era el Error. Apare-

    can ambos aplastados por la Virtud m ostrando tan slo cabeza y brazos des-

    nudos. La descripcin se ajusta a las psicomaquias tan frecuentes en el tardo

    gtico

    3

    ero su significado slo puede entenderse teniendo en cuenta las

    luchas del Emperador en defensa de la Fe y sobre todo sus trabajos para la

    convocatoria del Concilio de Trento.

    En la tercera tabla de este conjunto apareca el Emperador en posicin

    mayesttica armado a la antigua con un mundo en una mano y en la otra

    un cetro imperial. Esta posicin solemne difiere poco de aquella con qu e tantas

    veces le representaron pintores y grabadores

    4

    ero aqu la demostracin de

    podero no se cierra en s misma es la premisa indispensable del smbolo.

    Por ello apareca en la mism a pintura un templo rodeado de las virtudes Jus-

    ticia y Fortaleza. Calvete explica las razones de la eleccin del templo que

    21

    LLOMPART

    Op. cit. p. 334.

    22MIRCEA ELIADE Historia de las religiones.

    Tomo_II cap. X Edit. Cristiandad

    Madrid 1974;

    ID Lo sagrado y lo profano.

    Cap. I Edit. Guadarrama Madrid 1973.

    El tema del espacio sagrado ha sido tambin estudiado por

    SANTIAGO SEBASTIN en

    Espacio

    y smbolo.

    Crdoba, 1977.

    23 EMILE MiLE

    L art religieux de France de la fin du Moyen Age;

    R.

    VAN

    MARIE

    Icono graphie de l art profane au Moyen 4ge et

    la Renaissance. Aportan abundantes

    datos.

    24

    MARTIN

    V A N

    HEEMSKERK

    Las ms famosas victorias del Emperador Carlos V.

    Sociedad Alianza de Artes Grficas Ricardo Foula Barcelona 1962.

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    fueron; acrecentamiento, defensa y conservacin del culto. La presencia de la

    Justicia y la Fortaleza son obvias en la realizacin de tan difcil cometido.

    La pintura de la aldabilla que cierra el pinjante, habla de una nave en

    lucha con el mar embravecido. Se refiere a las travesas que por el ocano y

    mar hiciera repetidas veces el Emperador

    5

    es el pretexto para narrar el

    gran viaje de la vida con final feliz.

    Especial inters adquieren en el tmulo la presentacin de las virtudes

    teologales y cardinales, sntesis del gobernante y caballero cristiano. El pro-

    grama adquiere a veces un aire pico por la estrecha vinculacin de episodios

    gloriosos y virtudes, si bien son stas tal como lo requiere el smbolo las que

    acaban resplandeciendo.

    La inclusin de las siete virtudes en esquemas funerarios no es original de

    Calvete. Van Marle establece su origen en la Italia del siglo m

    y

    ; sepulcros

    de San Pedro Mrtir 1339), San Agustn de Pava 1362) y posteriormente

    de los papas Juan XXIII, Sixto IV e Inocencio VIII. E. Mle estudia su pos-

    terior desarrollo en el norte de Francia, en el sepulcro del cardenal Ambois,

    obra de Michel Colombe, y la tumba de Luis XII en San Denis

    26.

    La vinculacin del tmulo de Valladolid a estos monumentos es difcil de

    comprobar, an sabiendo que Calvete estuvo en Francia como cronista de

    Felipe II en su viaje a los Pases Bajos 7

    arentesco ms directo lo encon-

    tramos en mltiples manifestaciones populares espaolas, donde es frecuente,

    con ocasin de solemnes recepciones, la aparicin de las siete virtudes que ya

    pintadas, ya corpreas, reciben formando parte de la comitiva al personaje ce-

    lebrado. La bveda de la capilla funeraria de los Benavente en Medina de

    Rioseco, prxima a Valladolid, se basa igualmente en el desarrollo de estas

    virtudes

    8

    En su presentacin el cronista se muestra reiterativo, estableciendo cons-

    tantemente la correspondencia entre el hbito y el acto. Las virtudes aparecen

    sedentes y mayestticas en los pedestales, como inherentes que fueron a la

    vida del finado, y llenas de dinamismo, volando por los aires en actitud de

    otorgar el premio, como si el Emperador las ejerciera de forma especial en

    momentos culminantes de su reinado. De esta forma consigue trazar un pro-

    grama coherente cuyos el:quemas podemos seguir con facilidad. Iconogrfica-

    mente las virtudes estn ms vinculadas al Medioevo que al Renacimiento, a

    25 FORONDA AGUILERA, Viajes

    y estancias del Emperador, 1903.

    6

    R.

    VAN MARLE,

    Op. cit., p. 25-26, figs. 31, 32, 34, 35; E. MALE, Op. cit., p. 351-

    35

    7

    El

    viaje

    q

    ueda testimoniado por el libro del pro

    p

    io

    CALVETE DE ESTRELLA,

    El

    felicsimo viaje del mu

    alto y muy

    oderoso Prncipe D. Felipe. hijo del emperador

    Carlos V Mximo de Es aa a sus tierras de la Baxa Alemania.

    En Amberes, en casa

    de Martn Nucio, ao MDLII.

    8SANTIAGO SEBASTIN,

    El programa de la capilla funeraria de los Benavente en

    Medina de Rioseco.

    Traza y Baza, n. 3, Palma de Mallorca, 1973.

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    UAN JOS ABELLA RUBIO

    diferencia de otros tmulos del Emperador, como el de Roma o Mjico, en

    donde prevalecen los esquemas renacentistas.

    PRUDENTE CONTRA LOS TURCOS

    La primera de las virtudes cardinales enunciada es la Prudencia, que

    aparece en el pedestal con corona de laurel en la cabeza, comps en una mano

    y en la otra una sierpe, rodeada de trofeos turcos. En la bandera que le co-

    rresponde vuelve a llevar en sus manos comps y laurel, indicando cmo el

    Emperador ejercit esta virtud contra el poder de la Media Luna.

    El espejo, el ms tradicional de sus atributos, es reemplazado por un

    comps, cuya idea de medida exacta se ajusta mejor a la narracin de la con-

    tienda. En efecto lo que pretende mostrar Calvete es la clarividencia y cele-

    ridad con que actu el Emperador en el sitio de Viena, tan perfectamente

    llevada a cabo que con slo SU

    prestigio evit el enfrentamiento. La serpiente

    convena como compaera del comps por cuanto es astuta, rpida de movi-

    mientos, y seala la capacidad de intuicin para adelantarse al contrario

    9

    cronista anuncia con meticulosidad los preparativos del Emperador y las zo-

    zobras de los turcos en su huda entre los ros Danubio, Drave y Save, advir-

    tiendo que todo ello representaba la prudencia y celeridad en ahuyentar un

    ejrcito como el que ahuyent. De parecida forma hablan las crnicas de los

    grandes historiadores de la poca: Camin con tanta priesa que cuando el

    Emperador lleg a Viena, el Turco estaba de all a cuatro leguas, dejando

    perdidos ms de sesenta mil turcos y quebrando los puentes para que no le

    siguieran

    3

    El rtulo que acompaa la bandera Prudentiae turcicus res-

    ponde fielmente el contexto.

    FUERTE ANTE EL AFRICANO

    La posesin de la Fortaleza por el Emperador encuentra su manifestacin

    en la entereza con que acometi la empresa africana, buscando en su propio

    nido al pirata Keir Eddin, terror de las costas cristianas. La pintura de la

    bandera festeja la toma de La Goleta y Tnez Julio de 1535). La descripcin

    cargada como siempre de detalles, recuerda en sntesis los grabados de Wer-

    rneysen Barbalunga), la serie de tapices del Alczar de Sevilla o los de Bru-

    selas de cuya existencia el propio cronista advierte. Sobre el fragor del com-

    29

    Gur

    DE TERVARENT,

    Op. cit., p. 341-342.

    30

    P

    SANDOVAL,

    Op cit., fol. 130.

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    bate aparece el Emperador siendo coronado de laurel por la Victoria y la For-

    taleza. Esta ostenta sin esfuerzo la columna su atributo ms ordinario aquella

    sostiene la palma celebrando de manera inequvoca el triunfo.

    En el pedestal la representacin de la virtud es de doncella coronada de

    laurel que tiene entre sus manos un len. Su eleccin en lugar de la columna

    podra obedecer estableciendo un paralelismo con el tmulo de Roma y si-

    guiendo el criterio de Sandoval al hecho de que Africa sea considerada como

    tierra abundante en animales

    3

    ero la plasticidad de que est dotada y

    sobre todo dado que el len es uno de sus atributos ms ordinarios nos

    lleva a una consideracin mucho ms profunda. La doncella que sin aparente

    esfuerzo doma al len muestra cmo la fuerza inteligente de la virtud puede

    con la fuerza bruta que posee la fiera

    3 2

    La descripcin se cierra en la bandera

    con el mote Fortitudini africanus.

    JUSTO CON LOS PRNCIPES TRANSGRESORES.

    El Emperador fue ante todo gobernante justo. En ello insiste Calvete

    reiteradamente. Cuatro veces aparece la Virtud dos en los pinjantes cele-

    brando la grandeza de su reinado y el empeo mostrado en defensa de la Fe

    las otras dos que son las que ahora nos ocupan en el pedestal y la bandera.

    Aparece en su primera manifestacin como la ms genuina representacin de

    la virtud cardinal con espada desnuda en una mano y en la otra el peso y la

    balanza. Los trofeos que la rodeaban son germnicos.

    La simplicidad y majestad con que est descrita rehuye de la fcil

    ancdota en que incurrieron las representaciones de Roma donde se la com-

    par con un camello porque en su carga es justo o en Mjico donde mira

    fijamente el peso indicando que no

    se

    excedi en las cargas con los sbditos

    meric nos

    3 3

    Calvete no pretende insistir en la equidad de los gravmenes

    prefiere presentar a la virtud de la Justicia con la majestad de la virgen Astrea

    cuyo sereno aspecto infunde confianza temor y respeto 3 4 justndose en esto

    al modelo clsico.

    Para su aparicin en la bandera recoge la ms sonada de las victorias

    sobre los rebeldes protestantes. La virtud aparece sobre la batalla de Mlberg

    portando en una mano sus insignias y en la otra una corona de laurel que jus-

    tamente cclocaba sobre la cabeza del Emperador. Esta actitud no es nueva en

    3

    P.

    SANDOVAL,

    Op. cit. fol. 760.

    3 2

    .

    CIRLOT

    Diccionario de smbolos

    Editorial Labor Barcelona 1969 p. 222.

    33

    F.

    CERVANTES DE SALAZAR

    Mxico en 1554 y el Tmulo Imperial

    Mxico, 1967.

    Con introduccin y notas de E.DmuN Do O GoR mA N, p. 191: P. SAND OVA L, Op. cit. , fol. 760.

    34

    M. GARCA PELAYO

    Op. cit. p. 227. Un estudio completo lo ofrece Frances Yates

    en su obra ya citada.

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    UAN JOS ABELLA RUBIO

    la simbologa, Guy de Tervarent aduce ejemplos y la explica as: La Justicia

    al coronar confiere sus atributos a aquellos que ha destinado para ejercer su

    poder

    5

    de esta forma el Emperador hijo y siervo de la justicia csmica se

    transforma en seor de la justicia humana y como tal la ejerce.

    La descripcin del relato pico es minuciosa. Aguerridos soldados espa-

    oles cruzan el Elba. El Emperador arenga las tropas. Federico de Sajonia y

    el Landgrave de Hesse son apresados en la floresta. El grabado annimo

    aportado por Foronda Aguilera en su libro, Viajes y Estancias del Empe-

    rador, se ajusta plenamente a la descripicn del cronista. Lo mismo puede

    decirse, si bien de forma mucho ms desarrollada, de los frescos de Ortiz,

    estudiados por Snchez Cantn 36 .

    Los prncipes fueron juzgados y apresados. El csar Carlos haba hecho

    resplandeciente la virtud de la Justicia. De ah la inscripcin de la bandera:

    Iugtitiae Germanicus.

    TEMPLANZA CON LAS CIUDADES ALEMANAS.

    Los sucesos acaecidos en Alemania adquieren en el

    tmulo excepcional

    importancia, no en vano en ellos emple Castilla sus mejores hombres y en la

    empresa fue invertido el oro americano. Se trataba de un problema de vida o

    muerte, la solucin final en la tenaz lucha que la oposicin dirigida por los

    Sajonia haba llevado durante treinta arios contra la casa de los Ausburgo

    37 .

    Por ello el cronista asocia estos hechos a dos de las virtudes principales; se

    ejerci la Justicia con los prncipes rebeldes, la moderacin brill en su trato

    con los pueblost vencidos.

    En la representacin del pedestal dos atributos acompaan a la virtud

    de la Templanza: reloj de arena y antojos. El atributo del reloj de arena es

    usual, as estaba en los sepulcros del cardenal Ambois y Luis XII

    8

    el

    mismo Lorenzetti lo coloc en sus manos. Los antojos germanismo que indica

    los grillos que se colocan los presos) le otorgan un sentido peculiar, por cuanto

    en ellos se seala expresamente su dominio sobre los vencidos insurrectos.

    En el contexto de las virtudes cardinales la Prudencia es acaso la menos

    definida, frecuentemente reemplazada por la Clemencia o Benignidad. Calvete

    le otorga personalidad propia si bien asociada a la Justicia de la cual es com-

    pasiva prolongacin. El escenario sobre el cual la virtud resplandece corres-

    5

    GUY DE TERVARENT,

    Ob. cit., p. 155.

    6

    FRANCISCO J. SNCHEZ CANTN,

    Las pinturas de Oriz y la guerra de Sajonia

    Institucin Prncipe de .Viana, Pamplona, 1944;

    FORONDA AGUILERA,

    Op. cit., Mm. F0.84.

    7

    TOACHINSEN

    La poca de la Reforma

    Historia Universal, dirigida por Walter

    Goetz, Espasa Calpe, 1932, t. V, p. 208.

    8

    E. MALE,

    Op. cit., p. 347 a 349.

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    ponde a las ciudades alemanas conjuradas en la Liga Esmalcada contra el

    Emperador: Ulm Augsburgo Estrasburgo y Francfort. Las cuales envan sus

    delegados tal como se describe en el grabado de Heemskerck

    3 9

    ara pedir

    perdn. Precisamente sobre Ulm es coronado el Emperador por la virtud de

    la Templanza acompaada dela Fe. La inclusin de la virtud teologal evi-

    dencia el sentido de cruzada religiosa conferido a los hechos narrados. El Em-

    perador justiciero con los jefes rebeldes se muestra benvolo con el pueblo

    transgresor. De ah el ttulo: Temperantiae Germanicus.

    POSEEDOR DE LAS VIRTUDES TEOLOGALES.

    Las pilastras de los lados eran triangulares. En su decoracin estaban

    pintadas las caras exteriores reservndose para los trofeos la parte que daba

    al interior. La situada junto a la columna de la Fortaleza estaba dedicada a

    las virtudes teologales y tenan como complemento una bandera colocada en

    el segundo cuerpo en la parte ms destacada del tmulo. En una de sus caras

    estaba representada la Caridad con tres nios desnudos a sus pechos y coro-

    nada de laurel ajustndose a la ms humana y emotiva de las representaciones

    de esta virtud

    4

    . En la otra cara aparecan aunadas la Fe y la Esperanza ambas

    coronadas de laurel. La primer portaba sus ms conocidos atributos: cliz

    patena y hostia. La segunda reemplazaba el ncora y navo sus atributos ms

    usuales por una esfera frecuentemente vinculada al mundo tiempo y cos-

    mos 4 La eleccin de este nuevo atributo hace alusin al Nuevo Mundo des-

    cubierto y conquistado segn puede interpretarse del desarrollo que las vir-

    tudes adquieren en la bandera. All reaparecen con los mismos atributos si

    bien su significado se enriquece por el entorno que las envuelve. Colocadas

    sobre el globo terrqueo la Caridad ocupaba la zona rtica con los ojos y

    entraas encendidos en misericordia la Fe con parecida expresin dirigira

    su mirada hacia occidente desde su po g

    icin equinoccial mientras la Esperanza

    desde la zona antrtica levantaba sus ojos hacia las virtudes sus compaeras.

    Los sentimientos de extensin y propagacin de la Fe son evidentes y quedan

    refrendados por el rtulo: Fidei Indicus.

    39 HEEMSKERCK Op. cit. lm. XVII.

    4

    GUY DE TERVARENT

    Op. dl. p. 175; Cfr.

    R. FREYMAN

    The ev olution of the

    caritas figure in the thierteenth and fourteenth centuries

    Jorunal XI 1948 p. 68-69.

    41 R.

    VAN MARLE

    Op. Cit. p. 69;

    GUY DE

    TERvARENT

    Op. cit. p. 28.

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    EL TMULO DE CARLOS V EN VALLADOLID

    OTROS ELEMENTOS DEL TMULO

    El amplio contexto de virtudes desarrollado en pinjantes, pedestales y

    banderas, encuentra su complemento en el remate del tmulo, donde a un

    gigantesco escudo del Emperador acompaaban las Columnas de Hrcules y

    dos figuras recortadas que parecan estatuas. que representaban la Virtud y el

    Honor. La Virtud iba coronada de laurel (Victoria), con coraza a la antigua

    (Virtud Heroica), el rostro viril y robusto (Animo Invicto) apoyada en una

    columna y en la mano una espada (alusin a la Justicia). La acumulacin de

    datos hacen de esta figura una clara recapitulacin de cuanto se ha ido descri-

    biendo. La Virtud va acompaada de un templo. Frente a ella estaba otra

    figura que representaba el Honor, igualmente coronada de laurel, con el

    rostro viril y robusto, acompaada de un alto y fragoso templo. La interpre-

    tacin la da el propio cronista; slo a travs de la posesin del templo de la

    Virtud se puede alcanzar el templo sublime del Honor. Tal como haba suce-

    dido con el csar Carlos, merecedor de tan suntuoso monumento.

    Las columnas del Plus Ultra hablan igualmente de su imperecedera fama.

    Su aparicin en el tmulo resulta abrumadora: Estn sobre la aldabilla que

    colgaba encima de la tumba cesrea. Son complemento, como corresponde,

    del escudo imperial y adornan el reverso de cada una de las banderas. En la

    que se refiere al continente americano aparecan amarrados, si bien armados

    de arco y flechas, Atagualpa y Moctezuma, indicando la superioridad del

    csar sobre los emperadores americanos. De ah los versos con que inicia su

    largo canto:

    Plus Ultra famam extendi...

    Plus Ultra, tamen tantarum gloria rerum

    inter conces.sit sidera clara locum.

    Dos batallas aparentemente desvinculadas de las virtudes completaban la

    composicin. En una de ellas se recoga la campaa contra Tetun (1553) en

    la que Adriano de Troyes y Filiberto de Saboya, flamencos y espaoles, haban

    dado muestras de indudable valor. La otra, intencionadamente destacada por

    el tracista, narraba la batalla de Trpoli de la que haba sido hroe Juan

    Vega Viso, a la sazn residente en Valladolid como presidente del Consejo

    de Castilla. La ciudad vinculaba as su historia a la del Emperador. El ilustre

    personaje morira durante las exequias de Carlos V, el veinte de diciembre

    de 1558.

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    UAN :JOS ABELLA RUBIO

    EL TEMA DE LA MUERTE: PANORMICA.

    Seis grandes pinturas narraban con impresionante viveza el empecinado

    combate sostenido por el Emperador con la Muerte. Eran de gran tamao

    por s solas llenaban dos de los cuerpos del tmulo. Todo el pueblo los poda

    leer sin traba alguna y sacar aleccionadoras consecuencias. El tmulo de Va-

    lladolid es ante todo un testimonio importante del sentimiento escatolgico

    que anim a gran parte del pueblo espaol a lo largo del siglo xvi.

    La Danza de la Muerte que en la Europa septentrional acabara desem-

    bocando en incredulidad o frvolo reto a lo trascendente se transforma en

    Espaa en oprimente espiritualidad. En la segunda mitad del siglo suena la

    asctica sin reposo contra lo que signifique valor terreno. La honra y la be-

    lleza se dice no sern ms que cieno y engaifla

    oetas y predicadores

    imprimen a sus escritos un carcter mercadamente cristiano transcendente

    que recuerda las misiones populares de franciscanos dominicos y agustinos en

    la Baja Edad Media

    46.

    Entre los muchos textos ofrece especial inters el Ars Moriendi pe-

    queo opsculo ilustrado con litografas publicado por Horus repetidas veces

    en Zaragoza

    1479, 1484, 1491),

    destinado a presentar la muerte de forma

    que el cristiano pudiera salir airoso de los peligros que en la hora final le

    iban a acechar. En su sustrato late realmente la eterna lucha tantas veces

    se-

    alada

    en la Edad Media por la posesin del alma 7 Los poetas no son menos

    elocuentes. Frente a la primera poesa renacentista paganizante de Juan de

    Mena o el Marqus de Santillana Jorge Manrique ana el honor terreno con

    la muerte cristiana. Igualmente en las Danzas de la Muerte hispanas se escucha

    siempre una sentida oracin implorando misericordia al Todopoderoso. As en

    la Farsa de Juan de Pedraza leemos: En que se declara como todos los

    mortales desde el Papa hasta el que no tiene capa la muerte hace de este

    msero suelo ser iguales y a nadie perdona... va dirigido en loor del Santsimo

    Sacramento. Y Snchez de Badajoz escribe:

    ...El que la vida nos di

    por darla tom la Muerte

    as que el hombre despierte

    a morir por quien muri

    48.

    45 AMRICO CASTRO

    Perspectiva de la novela picaresca

    Revista de Bibliotecas

    Archivos y Museos del Ayuntamiento de Madrid n. 12 p. 143.

    6

    MARIO CENNERO

    Elementos franciscanos en las Danzas de la Muerte

    Tesau-

    rus t. XXIX n. 1 p. 181 Bogot.

    47 CATALINA CANTARELLAS

    La versin espaola del Ars Moriendi

    Traza y Baza

    n. 2 Palma de Mallorca 1973 p. 97.

    8JOEL SAUGNIEUX

    Op. cit. p. 291 a 306.

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    9

    Las pinturas de Valladolid se inscriben en estos sentimientos cristianos

    de la muerte y estn tomadas del Caballero Determinado traducido al cas-

    tellano por Hernando de Acua de la obra de Oliver de la Marche Le Che-

    valier Dlibr libro cuidadosamente estudiado por Carlos de Clavera

    9

    argumento se desenvuelve en la floresta de Atropos donde la inapelable Parca

    a travs de sus ms fieles servidores; Plazo Debilidad y Accidente tienen

    instalado su seoro sin que ningn mortal que haya entrado en el torneo

    vuelva vencedor. Como advierte Entendimiento monje consultado por el

    Autor slo con el arns de la santidad se puede arrebatar a la Parca la vida

    eterna pues ella a todos vence en la presente.

    PREPARATIVOS PARA EL COMBATE.

    La primera pintura hace la presentacin de las tres parcas hijas de J-

    piter y Tanis encargadas segn la mitologa clsica de tejer la vida de los

    humanos. Aparece Cloto desnuda las manos entre los ojos descubriendo entre

    los dedos el ojo izquierdo pareca que lloraba ajustndose al dicho; llorando

    nacemos. Lquesis con aspecto de nio daba a entender la brevedad e incer-

    tidumbre de la vida. Ambas centraban su mirada en Atropos identificada en

    la pintura con una calavera. Este smbolo ausente en la antigedad aparece

    como ha estudiado Malsdorf en el siglo XIII y en el momento que nos ocupa

    era el memento mori por excelencia

    Si en esta primera pintura se muestra un tanto liberal las tres que siguen

    estn inspiradas directamente en el texto y grabados de Caballero Determi-

    nado. No se trata sin embargo de un vulgar plagio el realizado de estas pin-

    turas sabe hacer una sabia adaptacin del tema de la muerte a sus propias

    exigencias. Las sucesivas apariciones de Atropos que en los grabados de Acua

    ocupan segundos planos tras complicadas y abigarrada proliferacin de figuras

    en Valladolid se simplifican pasando la descarnada Parca a ocupar un primer

    plano acompaada tan slo del fiel servidor que conviene a cada relato. Atro-

    pos aparece en cada una de estas tres pinturas como hrrido esqueleto sentada

    en su trono como reina.

    ...En el cadalso estaba

    Atropos que lo miraba.

    Sentada en pompa y estado

    49

    CARLOS CLAVERIA Le chevalier dlibr de Olivier de la Marche y sus versiones

    espaolas del siglo XVII

    Institucin Fernando el Catlico C. S. I. C. Zaragoza 1952.

    5

    Gin

    DE TERVAREW

    Op. cit. p. 274.

    13

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    UAN JOS ABELLA RUBIO

    con bravo semblante airado

    y en la mano un dardo fiero... 51.

    El encargado de transmitir sus rdenes es Plazo que aparece en la se-

    gunda tabla vestido de azul con las insignias de la muerte y de reducido

    tamao porque estaba significando la brevedad de la vida transmitira las r-

    denes de su seora aunque a veces resultaban penosas:

    Siento tristeza y temor

    que tan pronto he de llamar

    a este personaje excelente

    52 .

    El primero en presentarse es Debilidad tercera tabla armada a la an-

    tigua con bisarma cota amarilla y en ella pintada las insignias de la muerte.

    Tras ella en la cuarta tabla obediente al ma ndato llegaba Accidente armad o

    de celada lanza y espada con un sayete sobre las armas adornado de las in-

    signias de la m uerte. Los preparativos se narran en el Caba llero De terminado

    con imperativos apremiantes:

    on priesa los manda armar

    y que cojan las bisarmas

    con que ms puedan daar.

    ...Sale primero Accidente

    contra el que no hay fortaleza

    si este yerra est presente

    el prncipe de tristeza

    Deb ilidad el valiente

    53.

    Calvete altera el orden segn hemos sealado ajustndose a la realidad

    de la muerte del Emperador.

    EL COMBATE.

    La quinta tabla era la mayor de las seis que componan el programa y

    estaba situada en el centro mismo del tmulo en ella se mostraba el desarrollo

    de la gran contienda. La imagen esforzada del Emperador corresponde al

    5

    HERNANDO DE ACUA

    El caballero determinado

    Edicin de 1553 coplas 177 y

    178.

    52 HERNANDO DE ACUA

    Op. cit. p. 82. La copla va dirigida a Felipe el Hermoso.

    53

    HERNANDO DE ACUA

    Op. cit. p. 91.

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    EL TMULO DE C RLOS V EN V LL DOLID

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    Miles Christi, que inspirado en el apstol San Pablo, haba tenido desde

    Ramn Llull extraordinaria fortuna en la iconografa cristiana

    l apstol

    exhortaba as a los efesios: Tomad la armadura de Dios para que podais

    oponer resistencia el da malo, ceidos vuestros lomos con la Verdad, reves-

    tidos con la coraza de la Justicia y embrazado el escudo de la Fe. Tomad el

    yelmo de la Salud, la espada del Espritu que es la palabra de Dios orando y

    vigilando (Efesios 6-11). El Emperador no iba menos armado para tan terrible

    batalla: El Caballo era de Gran Valor, el arns de Justicia, la lanza de Mag-

    nanimidad, la espada de Clemencia, el escudo de Fe, la hacha de Potencia, la

    cota de Inmortal Fama, el rey de las armas Animo Invencible. Frente al Em-

    perador apareca la Parca enarbolando un dardo en la mano derecha. Tena a

    un lado Debilidad que golpeaba al Emperador con la bisarma, al otro Acci-

    dente, que le hera mortalmente con calentura. De esta forma sintetiza el

    cronista los ltimos das del Emperador; Debilidad era la terrible enfermedad

    de la gota que de forma insistente le atacar hasta dejarlo reducido a exte-

    nuante flaqueza. Accidente fueron las fiebres que de forma sbita provocaron

    el fatal desenlace.

    La muerte resulta vencedora. Ante ella no valen riquezas ni linajes. Todas

    las grandezas y artificios van indefectiblemente a desmoronarse en la eternidad.

    Por ello Plazo sosteniendo un rtulo en sus manos anunciaba que si el Em-

    perador haba sucumbido, todos igualmente seramos vencidos.

    Urrea en su traduccin de Le Chevalier Dlibr, mucho ms libre

    que la de Acua, describe anticipadamente la muerte del Emperador con la

    grandeza que hemos visto en la pintura del tmulo:

    Atropos que ver su Fortaleza

    la fuerza, el corazn, ardid y maa,

    herir el caballo con fiereza,

    dar voces a toda la compaa .

    Y sus sentimientos de honra e inmortalidad para el Emperador son pa-

    recidos a los del cronista del tmulo:

    Sabemos que gran bienaventuranza

    alcanzar en la vida de mortales

    y que en el Cielo tendr mejor andanza

    6

    La vencedora Parca era as vencida con triunfos ms imperecederos.

    54

    R. LLuLL

    Llivre del ordre del cavaller

    Obras doctrinales, Palma de Mallorca,

    1906. La figura trazada por Llull tuvo extraordinaria difusin gracias sobre todo al In-

    hiridion

    55T.

    URREA,

    Cfr.

    CARLOS CLAVERIA,

    p. 159.

    56

    C. CLAVERIA,

    Op. cit., p. 160.

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    UAN JOS ABELLA RUBIO

    CONCLUSIN.

    Al ruido y fragosidad de la refriega sigue una desoladora estampa me-

    dieval. La muerte apareca sola, descarnada, con su hueca mirada perdida

    hacia el pblico. Llevaba un azadn en una mano y en la otra un atad pin-

    tado con las insignias imperiales.

    El sentido moralizador de la tabla es evidente. La Parca as representada

    resume los postulados de la Danza Macabra y reitera su inapelable aviso:

    Sepan todos los humanos,

    descendientes desde Adn

    que jams se escaparn

    de no venir a mis manos,

    grandes, pequeos, medianos,

    altos, bajos y ms chicos,

    han de ser pobres y ricos

    convertidos en gusanos .

    Pero detenerse aqu sera un error. Mas, conociendo como hemos insi-

    nuado el sentido transcendente de las Farsas de la Muerte espaolas. Tras la

    narracin los fieles de Valladolid podan adivinar los consejos que Entendi-

    miento da a Autor, en el Caballero Determinado, para prepararse al bien

    morir:

    Por eso recibirs

    con muy humilde temor

    los sacramentos, e irs

    seguro a ser vencedor

    del contrario que vers

    58

    ...Quien pensare en la mudanza

    pondr en Dios la confianza

    y todo el mundo en olvido .

    Este piadoso pblico saba muy bien que contricin y confesin eran las

    llaves de paso para una vida eterna feliz. Como se expresaba en el Ars

    Morendi 6.

    57T

    SAUGNIEUX, 00. Cit.

    oloquio de la M uerte con todas las ciudades

    y e s t d o s

    58

    HERNANDO DE ACUA,

    it.

    it. p. 111.

    HERNANDO DE ACUA,

    Op. cit., p. 372.

    60

    CATALINA CANTARELLAS,

    Op. cit., p. 99.

    NOTA:

    Este artculo es el resumen de la tesina que con el ttulo Los tmulos de

    Carlos V en el mundo hispnico fue leda en la Universidad de Barcelona en septiembre

    de 1975. El autor reitera su agradecimiento a cuantos contribuyeron en aquel trabajo,

    en especial al Dr. Santiago Sebastin por su asiduo aliento, as como a cuantos han

    hecho posible esta publicacin.

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    2o w i

    4I

    >

    45 m

    LAMINA 41

    1. Planta. 2. Figuras del rema

    te . 3.

    Primera tabla. Representacin de las Tres Parcas. 4. Quinta

    tabla. Combate del Emperador frente a Mropos y sus servidores.

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    MUEPrE.5

    dAlit-10

    iNVICTO

    IV1211/0 .C

    20

    Ct. FAMA

    E INMORT LID D

    \ZICTOIZIAL

    00 70

    TuCTDID ES

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    GLORIA

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    ARGONAum.

    IGTORIA

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    5 3R6

    IRTUD I}ERO/cA

    FAMA

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    FALA

    NMORTALi DA D

    1. Planta del pinjante central.-2. Planta del pinjante del

    lateral izquierdo.-3. PInjante derecho.

    4. Pinjante central.

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    LAMINA IV

    1. Segunda tabla. Atropas y Plazo. 2. Tercera tabla. Atropos

    y

    Debilidad. 3. Cuarta tabla. Atrapos