Dialéctica de la conciencia americana - Leopoldo Zea

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    II ,I I I'N.o es clificil ~er q;le nuestro tiernpo es un tiernpo departo y t ransicioh a una I nueva I cp od . " . II, I ,J i II .1

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    Hegel " ,, ! I !. j IEs la hora de los homos y no se ha de ver ma s que laluz. ,I,

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    ,I , . rj 'I I 'I I I" , II iEste nuevo libro, Dialectica' de la conciencia americana, pre~ ,tende redondear y .terrninar una meditad6n que se me ha 'venit}o imponiendo clesde'mis primdros trabajos. Fue el Dr.,S ilvio Zavala, pr esidente de EI Colegio db Mexico eb ,1964, el, Ique me insto, en diversas ocasiones, a continuar trabajos que'babia realizado, en: pasado todavla mediate, denfro de esainstitucion., Me sugiri6 en especial que intel~tase hacer .con 'e l isiglo xx latinoamericano, un estudio semejante al que .ha bfa 'Y 11realizado con el siglo XIX. Historia de las ideas, por un lado, e

    interpretacion 0 filosofia de esas ideas, pOl' el otro, tn esiesentido rneinsistio, igualmente, eI maestro Luis Gonzalez, di- 'rector del Centro de Estuqlios Historicos del rnismo Colegio.Fuerol~ esta invitacion Ysugerencias las .que motivaron miinteres por realizar dicho trabajo, al que 'meentr egire, entrela-zando dicho interes 'cop otras preoG~,paCionesy qtlehacer'es que I sibien no eranacadernicos ayudaron a mi trabajo abriendome.aspectos'ide la h,i~toria y la cultura conternporaneas i a nivel.nacional e internacional. Alii esta la experiencia 'de los,sucesos:, 'de 1968 que tan irnportantes {heron par;; t las insti tuciones decultura superior de Mexico. He' tardado diez anos en terrniriareste libro, entreverada sG ~edit~cion con 'situaciones comlj(dsi~vas, las prppias del tiempo .y el mundo que he!qlleri~lo exponer.

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    d~:11qile scntido ~cniaJl que ser continuados mis' antcriorcstrab;uos? Bstos! han marchado, relativarnente y' verernos por( l l I , C , en ~16s dil'ccCione's: IUna: la' 'emperiada en elaborar' una 'liist oria de las ideas de nuestra America, de la que formanparte mis libros.'sobre F ; lj Jo ,s it iv ismo en Mex ico (194,3-4) y Dosctapas dd j)e11Sa1/lI .e~lton J-hsjJanoam{1ica (1949) ampliado con elnombre de E l jm l sam i en to l at in oamencand (I961.5). Otra 'buscaridouna illt erprctacib'lllde estal historia, su sentid6 ~omo '~otalidad y

    : : como I,Jarte de la histori~ universal, la his~oria del Hombre. En1 cst~' !ihca estan, mi~ libr'os I Am i; 'i ca c om o ~ on ci en ~i a (1953) y

    J1men~a en fa .Historia (19.57), y tambien,; en ,l-1l1a forma quecO~llbln

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    , I intentado ~lI1a~~plicacionde esta n1ilsma his toria, su interpreta-! cion, 10 que insistenternerjte llarno su toma de conciencia. Torna,de concicncia de una .realidad y una historia a partir de la cual'l'sera posible una accion mas racional, la que pueblos como eI '.nuestro Inecesibtn Ilevar a cabo para que sus hombres no sigan '! siencldinsuJumemados, ni subordinados a intereses que, una yotra vez, les,lhan sido siempre ajenos, Toma de conc ienc ia sobrenosotros mismos, }' de 10 que, asirnismo, tenemos de otros 'hombres. El mexicano, y como mexicano el americana, COI110puruo d r partida d e una toma de conciencia mas amplia, lapropia de la h,umanielad de la que como hombres somos p~ll"te." '~Una fllosofia de la historia de nuestra America? De serlo.lndI1{1 que se r, p ~i i'a y siniplcmente, filosofla de 1,/ historia y , :tlqm~) toda filosofia de la historia, 1 0 sera a partir de .unadeterrniuuda realidad, la de quien reOexio'na sobre la misrna.En este C

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    ,INT'RODUCCION ' I,

    , 1 America es el pais del porvenir. fn tiempJs ' futuros se ',I !rnostrara su importancia historica, acaso ch la lucha~~t rc America-del Norte Y,1mcrica del Su~. I "i,,! ,iHcgclLa lucha cn America adquirira cn su'1T10I;lcI~todimen-sioncs continentales, Sera csccnario dc muchas grandesbatallas dadas por la 'humanidad para su l iberacion., ' I I I

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    IHegel, en sus Lecciones s ab re j iL as ojf a' d e L aHistoria, al I~abla~

    ,! del porvenir del esplriiu en la Iuclra poi- alcanzar su plenitud,C01110 conciencia y realizacion de' la libertad, se refiere a la,America. ~ la America en su doble' expresion: la sajona Y l a:'latina.ccorno dospolos de intereses de signds contrariosque,, '~lglIl1 dia;' seran instrurnentos de realizacion de! ~~te misrnoespiritu en, sus esfuerzos pOl' veneer su estado natura l, expre-:

    I' " sarse corrio,lib~rtad. No.dice, por supuestol mucho. Hegel 'hace II : filosofia, habla de 1 0 que ha sido y 10 que es, pero no quiere Ihablar de 10 que puede 'llegar a ser; esto 'es, nohace profecfas", Sin embargo, .alli esta ya la America, aun ' inforrne, irnitando yrevolviendose icontra sf misma.: Enfrentandose a sf misma, enlargds' guerras civiles e n la busqueda de un porvenir- q\le no sabe.ver con precision. Una America, en el momento en' que Hegelhabla de ella', aun fuera de la historia; al, rnenos de la historia, como conciencia. Es el futuro, el porvenir' de esta historia ,' pero, no la historia aun. L a historia, para serlo autenticarnente, ha deser conciencia de las metas que han de ser alcanzadas, La Ihistoria del hombre.Ta historia de la humanidad, es la ljeriosa Y ' Ilarga march a : del espfritu pOI' rea lizarse como libertad. Hegel,i-ha ' narrado .esta historia, la historia como e\~carnacion d h , laconciencia que el espiritu tiene de si misnAo. I I

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    ~ ,.Leopoldo Zea16, I La libertad, como fin ultimo del mundo y de la historia.es

    10 que se hace expreso en la torrta de conciencia del espiritu. Lalibel'tad, dice Hegel, es el fin ultimo que se alcapza a traves de Ila hlstoria, y es aquello a que aspira el espiritu en su larga e

    I intet rninable marcha. Y es: tarnbien a t raves de ella que el, espiritu'va desplegando la conciencia que ticne de la libertad.'i La conciencia es reaJi'pci6n, concretizaci6n deila libertad, en un,Ipueblo a conjunto de pueblos. ' I.,Son [losesfuerzos del espiritu par realizarse como Iibertadlos que ohginan la' 'listoria. Para su concretizaci6n, para surealizacion, el espirini toma de si mismo, de 1 0 que tiene comonaturaleza, el material para tal realizacion. La liber~ad se valtaciendo expresa a traves de hechos concretes, pasando par!-I'cliversas eiapas a traves de las cualJs el espiritu en su estadonatural va hacienda posible el ~spiritu comb libertad. Libertad,precisamente, frente a la naturaleza, la. qu~ es' pues:a. a su ,servicio. La historia de esta toma de conciencra del espmtu, la 'concie~cia y realizacion de su libertad, va desplegandose atraves de la obra 'hegel iana. Se pasa par la limitada concienciaque el espir itu tienede, la l ibertad en los pueblos orientales, loscuales ignoran qire el espiritu, 0el hombre, .en c~anto t~l, esliI:l~'e,aceptando tan s610la existencia, de un hombre.libre, la d~1, despota, arbi~ratib, barbara y dorninante, frenlte.a u~a r?ayonaI I mansa,blanda, dominable. De allise pasa ala concrencra de la

    I ,' I 'libertad encarnada en el gr iego. Aqui es todo U1i pueblo ~l quese sabe libre., pem un pueblo incapaz de reconocer. en otros esalibertad . Los otros son los barbaros, son hombres sm derecho ala libertad. La historia se continua en los pueblos que han,ladoptado el crisfianismo, en los que la conciencia de la libertadllega a su plenitud. EI hombre, por el hecho de ser hombre, esIlpre. : 1"040s loshombres son libres. La conciencia .est~,dada,pero 'no aun larealizacion de su idea. POl' su realizacion loshombres lucharon a traves de varios siglos, culminando esta,lueha 'ell la Revolucion Francesa. Es entonces, segun Hegel ,cuando la conciencia de ia libertad pasa a su explicitacion.la s uiniciaci6n, a su realizaci6n. Es la etapa final de la larga historia aque ~e'refiere 'Hegel en su F en om e no lo gi a d el e sp ir it u y en susLecciones sabre j ilRsoja 'tle la H istoiia " ' I, Ii I El espiritu como co.neiencia plena de la libertad, como S 1 1

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    , ,Introduccion \ , I II! 17, - I I " . Ii.," I'I .' -concretizacion en la' accion de los hombres, ha al~aQzad,o'su m a salta expresion. Aqui culmina' todo el pasado del que, 'hansidoprotagonistas los pueblos orientales, los, pueblos que hicieronposible la cultura' greco-rornana hasta culminar.len el:crisli~-I,nismo. La:Revoluci6n Francesa ha hecho explicita la conciencia.de la libertad en su mas ahogrado, negando'lajs Iirnitadasforrnas de esta libertad., Europa encarna este espiritu, como sumas amplia posibilidad., En las acciones de sus hombreslestarael poryenir de es~ahistoria , el dcspliegue del todas las, posibili-dades del espiritu. La lueha, naturalrnehie, tendra que conti- 11 Inuar, a traves de otroshornbres, de otros pueblos. En el futuro, ,todavia muy' lejano,' se perf ila Ameriba. En su oportunidad el I ,espiritu tornara allf conciencia desi rnismo, realizando aun mas;"Iampliahlen:e las posi?iliclades de la ' liberta~l. En Arn~ri~a yaiestan forrnandose Ips pueblos que encarnaran esta poslblhdad.Pero esta ya es profecia y Hegel se hiega, eollio filosofo, a hacer Iprofecias., ,I 'El protagonista de la historia, el presenrd, es,I)ara Hegel,Europa, el mundo clue ahora llamarnos occidental. Protagonistaq,ue en su despliegue, naturalrnente, 'entrara en contradicci6ncan otros pueblos y murd~s, danclo origen 'a una .lucha dialec-tica. Lucha mediante laoual el espiritu ira tornando concienciade s ! ' nli~md. Una t~~:a;de e?ncie~ciia, :ada v~z rnastampl ia , desu 'Iibertad, Y,Ame,nca sera, algufl dfa, eliescenario de' esta Inueva' lucha ' en la' que se hara realidad una !litiS amplia COIl-ciencia (,If la lib:rtad. Tal 'piens~ 1.H.egelen los inir ios ~lel sigloXIX., Un siglo ma~;tarde; en los irucios del XX, la lucha, que e,hl isolo una profecfa, se' plantea abiertarnente en America: Luchade la que habra de originarse .una mas amplia torna de, concifn-cia de lalibertad, mas alla de 10que-la pudo alcanzar Europa, elrnundo occidental. Este mundo.al expandirse sobreel resto delmisrrio enl nornbre de la libertad y como donadorl exclusive y.privilegiado de la misma.iorigina la coriciencia en otros pueblos'de la libertad, todavia limitada par los intereses, las pasiones ylas ambiciones de sus, portadores. Las',pasiones deIas '(l\le se,sirve el espiritu pararealizarse. El occidente como abanderadol~ e r o ta mb ien ~O nlO ',dueno de la libertad y, pOl" 10 m'ismo, I !incapaz de aeeptar ,que esta bandera pueda ser enarbolada !poi-hombres ,que no sean Ids occidemales. , I I " ' ,, I I ' , : Iii,

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    I I I ,Leopoldo Zea;'. . II IPcro Ia: h 'u!rva luclla es ya Ison los hombr~s que enarbolan estas (.Ioc,trinas los encargados, asu vcz, ' de dict 'aminar sobre quienes SOn plenamente, llOJl1bres y(I"ienes no. Sin cmbq.rgo, y esto es ,10 mas importante en Iahistoria'ide la'expa,nsion'del mundo occidental sobre el resto del

    " ,"",'do, did,,, eXI'ao,i6n planteara a 10' hqmbre< que [o.'man ,los pllcblos que la' sufren, una problematica que de .otra formaIts serfa extrflila. La idea quede:su libe~tad, tienen los occiden-

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    tales sera cl pUnta de partida de la conciencia que'sobre su "propia libertad, telJdr~n'los hombres a los que se niega la simpleI J)osibilidad de I,a mismh. C;omo cOlls~cuencia de es~ai torna ' decbneicncia, en diversas pahes de l mundo se ' alzan banderas, '~c~igiendo ,e l reconocimiento de .Ias liI~ertades' que el mundo" ,'pcciden'alviene ,cclam'ndd cxdu,i'>mcntc para sus hombre" ,Y "lendo fa cxp,\nsi6n de alea'icc planetario por prime,a vezen Ia' h is tolJia del espfdtu, la concicncia de la lib~rta'd y posiOili~ ,dad de su' realizaci6n scran lambien planetarias. ConciencHl de

    , , . j " lipertad,pJro sin jimitaciohe" Todos 10' hombre< son Iibres ,'I . pero tam~ien: '~Cin~jantes y para demo~trar1o lucharan hasta' ia/canzar este recollocill1iento. , Un reconocirpiertto cuyo reclamo,j " t I.~alcania en' nuestro, dias a' la totalidad del mundo.

    I 0, ' '~~l Iqcl~';~P o P r,."11 reconj"il ;; 'ie:Ho se inicia 7 n Americla. Una' , , 0 ,I . ,I ,II II' i I'i I

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    i I; I 19II Ii"Iucha que t~mar.i iracteristica, Hnivers.les como 1e,vera ~a; e ,\!~I futuro in~ediato de su historia. En America, son los Estados

    Unidos los Iprimcl~os en encarnaj- eI espfri~u que ~a tom?ndo lamas alta conciencia de la Iibertad. EI destino de este pueblo seraIIevar tal conciencia, aun a pesar suyo, hasta losl confines del' l 11uhdo" atravesando fronteras y sllrcando mare's., Algo ha hecho ya Ja Europa occidental en otras zonas dlellllund? ," actuando en nombre de la civilizacion, -Ia cultura y la proprahumknidad. Los Estados Uilidos se hall dest1cado ya'len 'elejercicio de,la libertad a traves de las il l,stit lici .ohe~ que Tocqub- ville ha ensalzado. Sin enrbargo, al expapd?'se' no expanqcl

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    ltambien la Iibertad reconociendola en .otros hombrcs, srno. :remvando,e' el derecho de oto.gar, o i no, esta libert,d a otros ,hombres de acuerdo con la capacidad de estes para. aceptar 0no esta expansion, Limitados por su propia nat.uraleza, pOI' sus,natural,es ambici?qcs, los hon:bres que s~ cons'cl~~-~I~ encarnn, icion de;la libertad en su p,el11tud hacen de Ic ~pO~lblhdad de I,amisrna en otros pueblos' instrumento para satlsfacer'sus amhl,ciones y aml)liar y afianzar sus'intereses.' S e n,i~g~n a conce~le;j, aotros hombres el derecho a la libertad en la mecltda en que estederecho puede ser un obstaculo para satisfacer sus aml~i::ioneslimitando sus intereses. Invirtiendo val o res, ven la propia ex-pans~6n y .el acrecentan~iento y conservaciol~ de sus inter:ses,.como expansion, conservacion y acrecentamlJl1l0 de la mrsmalibel:tad.,.

    En nombre de la libertad ysu posibIe realizacion, hombres II'soncr~tos pueden ser encaeJenaclos, apresad9s 'I ,a!niqu'iIad~)s. ~1libertad deja de ser algo concreto,. I.a e ncan~a~IO~~ cada vez ~lasamplia de su espiritu en la humamdad, cPllVlrtl~nd?se,. I ? O I el'contrario, en una abstraccion utilitaria. .f>llcsta al S~~VICIOde. 0nes 'que niegan Ia misma libertad, que n,legall eI espuyu comolibertad. Lejos de lib~arse de Ia naturaleza se i transforma,n en iinstrumcntos cle la misma. Instrumentos dela naturale7,a comoambicion como ~asion y como ncgacion Ide la libertad ..ILosEstados Unidos, el primer pueblo ~ue reclama e,1 derJcho.(~esus hombres para la : Jibertad, eI mismo ~~e re,dal11~ aI ~leJorllllndq libertad,es a las que este ha podido, lIegar. t,;abaJ

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    ': 'Ienfrentan' a pueblos que reclarnan para si 1 0 que los Estados', Unidos reclarnaron para 5 1 mismos ante .el viejo mundo, El! ; I . " .pueblo que\ se ha .enfrentado a' colonialismo, 1 1 < ; > se rnuestra, reacio en' implantar nuevas Iorrrias de colonialisrrio; y antelos'

    t i redlamo~ .de ind,~pendencia reclama sit derecho a llenar 'el vacio,I, de: pocler que viejos colonialismos se yen obligados a dejar en el ,! mun'dol ante las exigencias de libertad de pueblos que sufren su

    dominic. 'Latinoarnerica, por 'SU Iado, al nacer el siglo xx, tieneva .

    una ~onciencia mas arnplia de la libertad. Una idea que tras-ciende la qqe ticnen quienes se coAsideran sus exclusivos deten-delores. Tr~tando de ser como los Estados Uniclos, los pueblos,latinoarnericanos tendran que' enfreritarse a las fuerzas del pasado que se 10 impiden, pero al mismo tiempo tienen' que' IenfrJntarse al gran 'modele que se resiste a reconocer en otros, pueblos valores que reclama para 5 1 . La 'pugna de que hablabaHegel se plantea al nacer el siglo xx; pugna que enun futuro 'Iproximo abarcara a la casi totalidad de los pueblos del' mundo.,hacia donde ~I espi,ritti,encarnado por los EsEdos Unidos, ha' ,'logrado expandirse creanclo las contradicciones de las que haI de originarse una mas amplia conciericia de la libertad. Lib~r-tad cuya conciencia ha de abarcar sin discrirninacion alguna atoda IaIiumanidad. Es la h~storia de este crspi ri tu, y de sus!peripecias al tomar una mas amplia conciencia de la libertad,tan arrJplia que ha de abarcar a la totalidad del planeta, la que acontinuacion relatamos. La historia de la America cuyo suelo havenido siendo escenario de luchas que ahora se extienden alorbe entero.: Continuacion. de la vieja lucha latinoamericanapara .realizar libremente el destino de sus pueblos, enarbolando\, el derecho 'a, la .autodeterrninacion -que sera y a la lucha ideotrosimuchos pueblos en Asia, Africa y Oceania- enfrentan-dose a, las fuerzas represivas de un imperio originado en-Europa y,que ha ei1cbntrado su maxima encarnacion en los ', E~tadosl Unidos. Se rrata de la misma lucha,' con lasmismas, rxigencias, I Irentea. las rnismas justi ficaciones de dominic que:abrieron la pugna eht~e la America sajona y la America latiria.Lucha ahora expresa ~ni: otros muchos pueblos, a miles de, millas Ide! nuevo gran Heier de la cultura en la que Hegel vela yaencrlrnar al espi~'itll como m,1S plena I conciencia de libertad, ,,:I

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    J 11 troduccion ' 1 1, ~Ipero una conciencia limitada, angostada, ante todo reclarno de 1, a,mpliaci6nl, La lucha por Ia realizacion mas amplia del espirituencarnaraen otros pueblos; en todos I,:s,' pueblos ,que ah?l"alluchan por.su posibilid~9 en la totalidad ,(,leiorbe, Pueb~os' ""los qu~ se habla ya de . l~~.huevo hombrr' l~n el qu.~1~,conCle,nClade la hberta~ r su PQslplhda,d alcance honzontes jarnas logrados'.' en el pasado. ' , , ,De las peripecias, de los aciertos y fracases de esta lucha, a

    traves de los cuales el espiritu, la humanidad de la que sonencarnacion los pueblos, que f~rma,n Ia ,Ap1erica fn s~ld~bletexpresion, hablaremos eneste trabajo tratando de continuar el ,relatode la historia del Espiritu clue, en Hegel, habia Illegadp' ala extraordinari~ etapa que represent? i~ Revolucion Francesa Icle 1789 y su antecedente americano la Revolucion de 1776. Enesta revolucion,' Hegel pudo ver Ia explicitacicn de un futuro'del que: 'no .quiso ya hablar, negandose a, hacer profecias.Intentamo~ una -filosofia dei.la I~istqria .de nuestra, America,, como expre~i61~ concreta de la hi?toT-ia de la hqm~nida,d, pug-nando poi' realizar arnpliamente la idea de libertad,' pOI' llegar a!'"ser S U maxima encamacidn. Europa 1 0 fue ya en altisimo gl!ado,como 1 0 fu~ron lo~' Estados Un idos; Encarnacion de una idea'que, al transforrnarse en instrumento de dominic, desperto asu vez Ja concienciadela libertad, pero a niveles nunca alcan-zados, entrepllebios a los que este espiritu parecia sfl!' e xtra no. 'Conciencia que'ha originado dernandas, exigencias, y, con ellas,la 'lucha por su logro, arrebatando banderas a ,lq~\eness

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    las rccl iJ,ma, una y otra vez, tratando dealcanzarlas plenarncnte.Luchn ' que' Clara 'origen 'a una dialecticaj' a afirmaciones y,negacio'1es, a traves de la .cual los pueblos de una y otra'AWerica' ,it;ajn tornando Im~a c

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    Capitulo 1 ,II r E,L OCCldENTEHOMBRE,

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    i 1'1. 'Toma \'de concienaa! .. I,,' , I,

    I La toma de conciencia ha sido una 'de las preocupaciones'cIaves del pensarniento latinoamerlcano conternporaneo. Np setrata, 'desde luego, de uha abstraccion, todo 10 contrario, sCj!lbta'aludiendo a una, realidad, a una forma propia de todaexisteri-cia hurnana. Existencia enla mas arriplia de sus exp'resiories: la !I convivencia, el ineludible'ser 0estarcon los otros, La concii~nciade este ser 0' estar ' con los otros, independientemehre de laII dimension que se guarde en esa convivencia, sera lo que origine! tal preocupacion., Es, en, Ia convivencia donde los hombres"toman conciencia, no solo de su propia exisrencia, sino, tarn-bien, de.Ja existencia de los 'otros., sus tsernejantes. Pew, una'concienciaque no siem~re rnuestra la "sernejanza", el "ser igual I,que los otros", sirol tarnbien la divelVclacl,tluy : puede lIegarhasta la negaciqn plena' de esa semejan'za. En esta tom a deconciencia el hombre se puede concebir a sf mismo no 5 6 1 0d ' ." bi, 'I, d h id Icomo onante, 5 1 1 1 0 tam len como receptor . e. qmal1 1 aL.

    , IReconoce en el otro al, semeJante, pero tarnbien se reconoce Isernejante al 'otro; reconocerse , y saberse reconocido. gecir , "soyun hombre". y "aquel' es ' un hombre 'como yo". Sel da, pemI' ',' ; 5 ! IF0l[!r(WL' ( ) C ) R A .

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    I " Lebpoldo Zea 'I ''! i I~,~bien S~'l?ide, la igualdad, c J rec~nocimiento de [que somes~~uales, que todos los hombr~s son iguales; que y o soy seme-'_Ja~tca los' otros y,que los otros son .mis semejante~. ,i' ,I Pen) -X en esto se hace e?Cpresa .otra dimension de Ia con-vivencia- se puede 'tambieh poner el acento en la diversidad. ' I: Esto es, en la personalidad, en la individualidad, cormin a toClos

    los ho~nbreS., Es cornun a' todosl?~, hom9fes se~ i;l:dividuos', Ipersonas concreta~ ~, por ello, di~erso~ de: otros, iI\dividuos y ,Ipersonas, Y lies preClsaf11~Ifteen esta escala de laconvivenciaen .l a ql,1~ se .hacen ' difici!~s las rela~iones entre 1,I~s, queresultan ser se~lejanles pon SI1 individualidad. E : s ' en esta di-Il11en!1,ioned.Ia qU e se plantean' lod cdnflictos que' afligen a Iahuman,idad, al mismo ti~mpo que Ie sirven; de' acicate en sudesarrollo. Se pasa aquf del reconocimiento de mi semejanzacon lo,~demas all :econocimiento de mi dive~sidad de los demas:"Y~~no sC?Yomolr.u", ,"tu ' I~Oeres como yo". Yen esta afirma-

    Ici9n se puede, tafllbien, pasar a a~rmar 'rni superioridad. "yoSOYUil h?nibre'.1~,b;o ni sO.loseras hOl;lbre 'en Ia medida en quellte asemeJes a fill. (Asem

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    II","

    ,~8 ' Leopoldo Zcaafirrnacion de estes pu~de presentarse como una negacion demi afir'macion, En la medida en que el otro se afirrna a sfmismo, si no niega, al menos sf' Iimita, mi afirrnacion. Miafirmacion 'no puede valer 0 ir mas alla de ~a afirrnacion de losotros. POl' ello la siento como un Yno'~ ami "si". Y, ala inversa,' \, \el "si" .de los otros pUfde ser un rnenoscabo de mi "si" y pOl' I Iello, un "no". Y : esla situacion no tendra .fin sino en la medidaen que mi afirmacion 'y la afirrnacion "de los otros, puedan Icoincidir, conciliarse. Y conciliarse implica reconocer .en los ',t "I: o tros 10:, : n i S I T I O que reclamo para mi. Es aceptar que mi a f i r m a - \ . , ", cion no puede s,ignifitar la negacion de los dernas: ni la de 'estos I", '\" \[la mia. Sentirrne, plfnamente, como los demas.Tio exigir para, , ,1 \ "'I,I'!I!Ill nada de 10 que no este dispuesto 'a otorgar a otros. La viej~ , ; ,rimnla cristiana expnesada raci?nalmente pOI' Kant. La sintesis, dela dialectica hegeliana: pero una sfntesis4ue solo podra IIlegar a ~u plenitud despues delargas y penosas afirmaciones y.negaciones que van haciendo al hombre, consciente de los, . alcances y Iimites de su humanidad.

    I12 . N,l'gacirJll y a firm acio n e n l a H i st or ic, . 'III, i !1 EI :llOmbr~ es el unico ente de la creacion que tiene la'

    capacidad de dar sentido a 10 que Ie rodea: a hombres ,y ' cosas, a' ,sus semeja~tes y a lA ~4turaleza. Obligado, a Isituarse en el I111l1~~do, ser parte del mundo, tiende siempre a vel' estemundo en funcion del purito de vista que tiene sabre sf mismo.'L a que le rodea sera kcbmodado, calificado, valorado, en fun-'cion de la conciencia de s u 'propio ser. Trata siernpre de, crear10 que ~e ha llarnado ' h orizonte familiar, esto es, un mundopropio, no extrano, Y no le sera extrario si acornoda este I Irnunclo en funcion de 10 que Ie es propio, 10 que Ie es familiar.Separara 10 bueno de 1 0 malo, 10 utll de 10 inutl], 10 bello de 1 0feo, etc', , en. funcion de sus pdsibilidades y limitaciohes. 'Claro esque est a s' posjbilidadds y limitaciones pueden cambial', ,Y earn- "biar c~mlO resultado de la propia accion, al ser transformado elordcn establecido en ~I horizonte que hemos Hamada familiar.Un horizonte familiar, un orden de valoraciones y una formade valorar que pU,eden cambial' de un individuo a otro y, pori'

    I' ' \ Ii \\'-_ ..........---:->--. ,

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    , I, , I,EI occiderue Y' la lcol lf ie ll~ial del hombre

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    " A I 's,upuesto, de una sociedhd a otra. Yaqui volvernos a encontrar-nos con el problema que serialabamos respeclO a la individuali-Idad y la, kemejanza. El orden, I horizonte'Tarniliaj-, es~o es, la iforma: como el hombre ha organizaclo el' rnundoque Ie rodea,puede no ser ~emejante al organizado pOl' orroshonibres, , 1 ' ) 0 1 ' 1sus semejantes. Estos seran tarnbien distintos por 1

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    , I II' 'I I ' I, ,

    " 'I!, , I, i I II'I I ' ",I Leopoldo Zea I 'I I ; ,I (J . I I ,

    'prueba tratando de crear eI suyo. Cadd hombre pretende hacer,e J e su mundo un mu'ndo firm~'1 seguro, ell el cual, los objetos

    i : I que I~.r0d~an y 'con los cuales ticne ~uc:contar .tengan una, 'I, i, ! (!ie. tcrm~rJada' funcin, I~ q~le' el Iesha '

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    II , II,32 Leopoldo Zea

    , ,presentan : a si mismos como .la encarnacion de toda .posibleculiura 0 civ i l izac ion humanas, Pueblos que se erigen a simismos cultivadores y civilizadores de otros pueblos; comb losexclusives 'enca~gad6s de todaposible humanizacion. Por ello,lestos -los que han d,e: ser objeto de hurnanizacion.tsi es que hande poder s~r f~nsiclerados como ip-uales, como pares, como los I, I ''~)tros .por ~xcelencia, los semejantes- tendran que acrptarser ' Isometidos ada accion civilizadora ycultivadora de los primeros. I! i'Ya que todo aquello que no encaje dentro del rnundo famil iar 1/de los pueb,los que se han dado 'de si mismos el privilegio de 1'1 I' IIunnanizacion, tendra que ser I1limina'do 0, .cuando menos,.adaptado a I(p terrninos propios de la comprension de' ,(111rriundo que no es el , propio. I I

    I i~Perol que sucecle frente a esta imposicion? Frente a ella,: los quela s{lfren, };'como resultado del choque de sus horizon-! Ites de 19mpr~nsion, hombres y pueblos, van tomando concien-, "icia de.su propia hurnanidad al mismo tiempo que de la huma- I I;nidad de los otros. Esto es, de si mismos y de los otros. Unahumanidad como exte~sion y' ilimitacion de la indivicluali'cIad desus comp?nentes; como reconocimiento'~e posibilidades y limi-, taciond. I , ,, , I Posil?ili(h~l:les y lirnitaciories que hacen: a un, hoinbioe,I I sernejante a: ot ro. Y 10 humano, precisarnente, no es 10 que

    ! . r sepaila 0 distingue, s ino 1 0 que asemeja. 'Una semejanza qu~ nodepende de'accidentes como el color de ,Ia piel, la c1ase, social , el '!sexo, la religion, la cultura, la educacion, etc, Lo humano se daprecisarnente en lalicapacidad de reconocimiento de h i propiahumanidacl en los otros: en saberse su semejante'. Capacidad de

    ! reconocirniento basada en la capapidad de comprension de laindividualidad de los otros, de 10 que los hace d,istint?s; 'pero,no Itan distintos que no tengan algo en com un, ese algo que Ie hace I

    ,I I I . . C" d I,'I ' reconocer os como sus semeJantes.. onciencia que se a a ,traves de una' lucha' en la que el hombre, antes de comprender I1 1hombre, se Ie enfrenta y trat~ de hacer lo su 'instrumdnto. ,I 'ILucha que es, al mismo tiempo, imposicion y :r~puls~, para Iterminal' en la comprension cle 10 que no debe ser impuesto y iI I J ' , " , I, I0, que debe sel rech.~zado. A tr~ve~de est!a ,.. tom~ ~.e c?ncienci(l 'I'; I ' IeI hombre va cOnOCle~(~OSe a Sl rrusrno .en sus lllUltaclOn{!S y la i "' los otros r=: r

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    ,'II I ' "l', 'Leopoldo Zea' I

    i ', 'hombres, Ini lu Icul~ura' dl~ '~ela,cion Icon ot!IJa~cult~ra~'IIa'. cris.is

    , ,', "origiIladal,~b su propia actitudl Ie va I~aciel~db tom~~ cO,n~l~nCla,,' " de la riecesidadde ,\aI:justi~tac!?n3{r~do.lo que ~ste ~.ombreha sido, su cultura.. su historia y'su 1111SI;naexistencia, era", ' presentada sin mils C 9 l ! 1 0 la mas alta ,expresion de 10 humano, y

    I()' quel no se le asernejaba quedaba releg~do, dedamos, a 1 0inlrahumano, la I'barbaric 'y el salvajismo. Todos los dernasIlidrnbres'y sus expresiones no eran sino:,b~h~cientesJormas del

    '" ' hombre y su cultu,ra. EI hombre hUl;nanp:.Y su cultura eranmedidos de acucrdo con eI pu~to de !'VlStf,ue sobre el bombrell

    I y . la cultqr~, tenia el hombre occidental. Nunca a este hombre, ,eI "occidel,ltal:i s e ' e liabla' pla~ltead? ~I problem, a d~ su sFr hombre,tal y como se le plantea a los hombres de otros pueblos y'i "'cuilliras. .Diflcilmente se pod ian plantear preguntas sobre eI ScI'

    " I i i del hombre frances, aleman, oIngles]: como ~e han' planteado1 ', sobrecl ~er delhombre latinq~lmericano, asiatico 'y ~fridno., \''cs flue' para eI occidental eI ser concretamente frances, aleman,

    , ,1 'j ! I!.ingles 0 europeo, lejos de ser iuna forma accidental de S,U ser,eran formds .concretas del ' SCI' h6mbl~e s in mas". Por elIo, S1- lS

    , ,'exprcsi911es" culturales, aunque. ~aturaln:ente tenida.s por la, ," rcalidad eoncreta en' que se originaban, 'eran expreslOnes, del" , I 1 , ' . 'I" dir " hombre por excelencia. Ninguno de el os tenia que renqrri ! I cucnta, q e ' su humanidad ni de su cultura, ya que eran expre-si6\~de la I;dmhnidad y I h Icullma sin ma'~~Tendrian que 'ser los

    , otros, hombres y : pueblos, los qu~, deberian i,endir ,cue,ltas ?e.s~1scr Y ' sus cXljliesi

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    ,Leopoldo ZeaI ' ,I " ' I : 'puntas de vista, s610 pretenden mostrar, ante sf mismos y.ante' 1,1los otros.csu indiscutible calidad de hombres. Ha sido a partir" i '

    II ' depl real idad 'l~d ~dundo circdunst~nci~lq~~ dIesh'~ t lxad;enl, " ' , ) I " i, suerte, como ran I 0,toman 0 concrencia e su prop,la elindiscutibIe ,11Umanidad.' Hombres que hasta ayet se habian'visto obligados ~ aceptar Runtos de vista que les eran ~jJnos, i 'I paral asf justificarl su ,humanidad, buscanahora, dentro de Isf: rnismos, dentro de las "circunstancias que los determinan yl,concretizan, la (mica y verdadera justificaci6n de ISU ser hom-

    , bres. De 10, que hace que el hoinbre de este 0 aquel lugar, deesteo aquel tiernpo, de esta 0aquella raza, sea simplemente .unHor:nbre. ,I

    i ~ " Par tiendo dc'su propia realidad, pero no para quedarseenella" sino para'abstraer de If misma 'el conjunto de caracterist i-cas que.le.rnuestran su semejanza con otros hombres, y con ello,sus posibilidades para una acci6n que ha de ser corniin a todos

    I I.los hpnlbres, va tornando conciencia ~el prbp'io ser, ?el~ que sees cornoi hombre concreto, y es a partir de esta conciencia como

    I los hombres se sinian ante los dernas en un plano' de igualdad,1de semejanza, con independencia de cualquier accidentalidad, 'de la accidentalidad ( IUe es, tarnbien, propia, cornun 'a todos los! I ' Ihombres. ' , ,I I Esta itom,a d~' coriciencia de Ip' humano, surgid~ Ide ,IaI violencia de 'unos hombres sobre otros, ir~ dando origen a la ,ineludible comprensi6n 'entre ellos, esto es, al reconocimientode 11w?pia humanidad en relaci6n con la humanidad de .los Iotros, 'Esra toma de conciencia se expresa en la historia. LaHi~Loria en que ,actllan hombres concretes en permanente lu-cha pOI' afirmar SUi humanidacl, pero, como contra partida,'obligados, a' su ~Iez, a: aceptar y . reconocer la humanidad delos ot ros. " ' :II , "Estu 'es la 11,istoria de la humanidadvIa que tiene ahoraI COI,UOprbta~l:mls~a al mundo' occidental, cuya expansion hadespertado Y i estimulado a otros pueblos' y sus hombres aI'encontrar iSH humanidad, Frentel al regateo de hurnanidadsurgira la pregunta: "c:Acaso no s o y tambien un hombre? Pre-gunta a la que se clara I.lI1a r espues~a afirmativa; la que encon-, {raremos' tambier. er1 esta nuestra h:storia, sobre io s hombres X 'pueblos del contmente, arnericano. I

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    E1occidente y la cbdciencia del hombreii, fl. I ill4. Dialect icd de L a enajenaci6n . - < : ,i

    j I, : ill ~ I ' .I !"E Ii, / I , I \ d I :'I'I' b d "L' " ,I', S a go natura, a ,to os os 1O,m res, eciamos, en sus

    teladones de corivivencia, el consider'ars~ como el hombre, pOl' 1/ "excelencia y a sus expresiones, como 10 iinico justificable lcultu- , ,ralmente. Pero es ' tambien natural la conciencia que, como Irespuesta, se'daentre hombres y pueblos respec to ala situacionde subordinacion: y r'ebajamiento a 'que son' sometidos pOl"quienes parren de un: falso cotej? ante supuestos modelos dehurnanidad. lAcci6n q~e da origen a cristalizaciones que hacenolvidar el.origen de la misma, Cristallzaciones quel'eri

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    I' l i ! I ' 'II ,!ii : i 'i \: I,1 ii ,I , Ii'l II ! 1 i.II I Leopoldo Zc'aI I 'I, I , '" ,IPara que la aeci6n:te,n~ exitosera necesario que I~misl~a sirva i 'alos fines de esa supuesia voluntad supraindividual; y si no eslasfl,ser~n otros individuos, otros grupos, ' los qu~' alcancen losresultadosque rnejon concuerden con esa supravoluntad: Dios,I Esplriu]'. bjnp' s~ le quiera ' Ilarnar. ISe hablara entonces deI individ 1I0S, Igrulpos 101 pueblos: abocados, 'esto k I1cV~1adosa 'icumplir una detenninada mision que no es la propia sino"

    1 ' Iaquella que esa voluntad suprema les Iva seiial~ndo. Frente aellos, 0 a un lado, individuos, grupos 0,pueblos euyas accionessc apartan 0, simpl~mente, son lajemis la los I fines de tal"voluntad y,ll)jOl;10 ~ikrho, destinadas a Ifracasa~, cuando tales'I 'II Ii}C(;ioneSii~lerfier~n:e? ~~a:~i(m encaminada a ,reali~?r. tan altos, ' I" fihb. Se' hablara de I iridividuos y pueblos pred estinad os ,~" .realizar 'los propositos, de una gran, voluntad, que se sir,v,e" y encarna en 'ell os; pero se hablara iambien 'de individuos y,pueblos, prcdcstinados.l.a su vez, a no sen ya la encarnacion de Iesa voluntad, sino tpura y simplernente 5Umateria d~ realiza-ei6p5.' J nstrumentos ambos; pero unos predestinad?s a actuar 'cncarnando la voluntad divina, del 'espiri tu, 0,como se Ie quiera,llamar, .y otros a ser, simplcmente, el eaTJ;lpode esa accion, el '!'material de que ha 'de valerse esa accion. .!,

    1 'I 'I Perl) (como se origina la anulacion del individuo y suvoluntad, elcual acepta ser instrurnento de una voluntad que'sedonsidera pp,l' encirna de el?Tratemos de explicarlo f' partir, de

    1 0 mas simple. Imaginemos' ,a un individuo, llamernosle A, ellcual aspira ,: 3 .lograr ciertos fines .que Ie son necesarios como '

    " , I I individuo, y para eI Idgr~ de los cuales realizara 'ura accion" libre, la {ll. te cl,corsidera adecuada para, lograr .tales .fines, los, que .considera como: propiosvPero, frente a el esta el otro, elindi~jduo que lIatnaremos B, que !aspir~ a~ logro' de; fines quetarnbien considera mecesarios y propios, y en funcion de Ios I'cuales realiza tarnbien libremente una .deterrninada accion.Nada' pasara, sil 'lo que quiere A no interf~ere en 10que quiereB ;, pero'sucedera,todo 10contrario si la accion de ktropieza conla de B

    I I des de A y delB son Ipy~a y sirnplernente instrurnentos para queX logre el desplazamiento que su ya sUFmestf1,voluntad desea.Parece que X no solo posee voluntad propia; sino ,que ademashaec de la voluntad de A y de B instrumentos de la propia. A , yB estan encarnadas, son expresion de individuos concretes,mientras X es'solo un fin, una+meta, y como fin no es unatfu~rza como 10son A y. B, no es un individuojes un proyecto,algo)deal , por alcanzar, Pero al transformarse X en una volun-tad, el; una voluntad con metas'y fines propios, los individuosA ,y B que la haeen posible' van a ser vistos, como una fuerza I,puramente instrumental. Pasiones y ambiciones forman el ~nsL! .1 !

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    ! Ia o,I I' ,; itumental que hacen posible la realizacion de ciertos fines, eII logro de ciertos proyectos, la fuerza que hace que el proyectoi, que es X s~ transforme eA realidad. AI y B , individuos concretos.hombres sin mas, son el instrumento de esa X queparece tener 'Isus propios fines y desplazarse de acuerdo con su pro pia.voluntad. A y BI serviran a los fines de X y haran posible, como

    I fuerzas naturales, su real izaci6n. Se olvidara, en un acto de, enajenacion] quc Xes, pura y sirnplernente, un proyecto d~ A y'de B, Y que 10quc parecc dotarIa de voluntad es s610 expresi6nde his encoi1tl~adas .volunrades df ambas. S i A Y B pudiesen 'p'oners~ de acuerdo, X no seria si,no un proyecto a realizar porarnbas.: La dificultad esta en ponerse de acuerdo, eI aceptar, la'pna y la otra, que f hopuede ser exclusivamente de una 0' de9tra,Ique ,para qu,~ sirva a ambas, las dostendranque renun-, Iciar :asu, limitada arnbicion, compartiendo aX. EI lugar quetome X , 'como resultado 'de la voluntad de A y de B, seraexpresion de tal acuerdo iy no expresion de una voluntad,suprah~lmana. X sera expresion de la libertad de A y B comoindividuos y nunca, al reves. ;,

    I Pero es precisamente esta situacion la que es dificil qu.e sehaga consclente. Diflcilmente el individuo torna conciencia Idesu relacion con los' otros y de 10que esta relacion signif ica como "ajuste pe su voluntad, como ajuste de sus arnbiciones, anhelos, 'Iproyectos. Y es esra falta de conciencia, la lucha, la pugna pOl'realizar sus propios fines, negando si es necesario los de los iofros, 10,que origina queesos fines se desplacen como resultadode esa lucha,de libertades y se presenten convoluntad propia," tomando carninos que no satisfacen a los cornbatientes, No s610 I/1"ucha9 A yB pOl' h acer suya a X; ta~bien C, D, 'E, hastaabarcar ! , I1 todos Ieis individuos que forman la humanidad. La X poralcanzar no sera plenamente de ninguno de esos individuos, deninguno de esos grupos sociales, de ninguno db los pueblos' enqu~ se algrupan los individuos. Las X por alcanzar, al realizarse'\en formas concretas, que I no son plenamente las queridas porquienes han a,ctuado en su realizacion, se van presentandocomo entidades ajenas a I~ voluntad de los individuos que' lashacen posibles, como entidades ajenas a la libertad de los

    . I ~ndividu,o~ que las o~iginan. X ya n~ es un, proyerto,' no es la :'efpresi6n de los deseos de un hombre 0 grupos de hombres', niI

    I

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    ,I II! I I',

    ,II,11

    'I I I EI occidentcl y la cOllcien~ia del hombre,! Iii},I '~

    j j , ' su realizacion la conjpgaci6n de es~s esfuerzos porrealizarla , Xp~rece tener -voluntad propia, unavolunrad que' se sirve deI todasIas arnbiciones de los hombres, de todas sus grandezas yI debilidades, Rara realizarse a SImisrna: para realizar fines queno son losde esos hombres, ,que no seran pOI' ello' 10,que ~~s I',ambiciones y anhelos esperan. Los hombres han llarnado a esta : .I I.,X, dotada de' voluntad y Iibertad propias, de diversas .maneras:divinidad, espfritu, civilizacion, etc." ',!. I Los hombres, igualmente, no iveran ya. , en el supuestofdcaso de sus ambiciones y proyectos, su falta de conciliaci6n.con otras voluntades que pugnaban tarnbien pOI', el 10hr'rddeciertas rnetas, sino 'que vedn en ese supuesto fracaso laseiiaI de .

    I . I Ique no ooinciden con una voluntad supt;~i

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    " Leopolda Zea

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    i ! , I Iexprc~ion de una voluntad ajena a ~s~ juego, pero 'que se sir~~.de .~1. E~ funcion ~on .est~l ,idea los individuos justi fi ean' sus"aCCl.ones, a ll?~Ju~, las mjsmas" repr~s~ntc:n ' ,a neq aFi6n a I, todaposiblo eOI1f1haclOn, con otros partlClpantes' del Juego. Se ha-, '?Iara ?e ~ 1 I _ 1 ~'voluntad, de la cual s~ ,eon'sideran representantesestes II1dl~l,clu~s~len ,tJonlbre, de la eual .acnian, ,y estoslindivi- IId~IO~, fe'iclran exito hast,a el momemo enque .sea ~til su .accion 'a IIlos' fll1es de esa su p ravoluntad. De, aqut: der!yani, no la neeesi-(~acl de unf 'eoilcial iza~ion ,con ', la ,voluntacl de ' los otros; sino conalgoj 'sup~:~9r a ,:l Jos. Se 'habIara de i~dividuos y pueblos pre-'I destlnapos; eleg1dos,: como encarnaciol\, de una determinadadiyinidad, ~spfri tu b ,fuerza supel:ipr. S ~ ' hablara de a~'bitrossupremos, superhombres y, por ende,' de clonadores de b s ahumanipadl d~ :qpe, hap1~bamos. Seran los otros los que, almtJSlrar con: sus obras su incapacida.! para el exito, la falta de

    , con,cial izauion, de, .sus aspiraciohes ' con los fines de, unA Ivoluntadsuprema.] tel~.drary cluf! e .sforzar~e en dem~stral : q, -,~ son parte!de Iii h~~nlal11dad y ~o sl. l11ple l11ateria llde J 'ealizacion de quie-nes, sablendose encarr;Jadlon de .esa voluntad SUIJremh sirven aI . 1 ' ,os fines ide 11misma. I I I"

    I , . Lo.s.'ho'~lbres y pueblos que en tal, forma se e'lajenan IY ', eqa_jena9 I a sus sertlejal)tes; actuaran C0l110 isi' 'susinteresdi (I ' II,fuerar Ib s hverdes de la suprema volunl'~d de la ual s~ dicen ,

    ' encarnacion. !'sus ambicione~, pasidnds Y 'egoismos vendran a' ,ser el n~tdario it;lstru,mento de reaJi? ..acion de una ~oluntad'Sllpl;c,ma. POI' ell0 , sus, qeei siones seran infalibles y no cabraapclation. tNada, salvo el fracaso, podra demostra~ 'que no sonI ' '," I,I' a] en!~arnaeion de la volpntad por exccJencia. S~11an modelo,

    'I p,:rachgma, de, todo aquello a que han de aspirar hombn;s ypU,eblos.Sera !fol? la~ol~a de copciencd 'de estosi otros,' y 'sus, 'i.esluerzos por imponer sus' propios fines, limitando 'los dequrenes se ~onsideral1 paradigma, 10 que hara que los misrnos I(omen a su vez coneierlcia de su .enajenante juego: C~ncieneiade que su exilo"al igual que su posible fracasd, 'dependen, node una especirl l'misi6n ~u~ Ies h~ sid~ entolhendad~, sino de'-un modelo de ser'~ue,les es propio, pero, que tambien 10 es de

    ',' t(~(~OS'os hOl,nbres y PN:pJ.s.Seran expresion de otra estrue-.tura; laqueJIa que se forma con eJ j uego de .intereses de iridivi,duos, grupos sociales y pueblos. Solo asi' se ' tornara eoncienciaI "' I

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    I J'i, ,!

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    EI occidt' ll le y.fa concit' llcia 'del hombre, I' , I 'de que todos ellos son hOI11Qres entre hombres, p~eblos entre"pue?los6, I i II

    I '. I T onia de concieneia de la ellajenaeion, sufrida en d061c,I , I. , dimension. POI' un Iado, torna de coneieikia de quienes ~n esa

    dialeqic~ en la que pugnan diversos itJtrescs ke ~neuentran en, i ' . 'i ~it"~don, no pr;v;leg;ada, ' Una situacion '1l'e -noi li,n e1egldo ,.I ,!Jeroqueles ha sido lIl~pu~s(a pOI' eI, juego de ,int(:reses" un '" " Juego_

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    ILeopoldo Ze~

    i sirva b no al conjuntc' de hombres qU,e la solicitan para lasolucion de sus problemas.5 ' Coriflicto estructural

    I I I I IEillama'do mundo occidental -incluyendo a su actuallfder,.Ios E~(;ados'Unido~-, ,ante la presion del resto del, mundo, va

    ,tomando coneiencia de la relaci6n que guarda su poder, pros- ,, peridad y grandeza Icon el mundo. No e~ facil una, plenaI conciencia de esta, situacion, ya que tiende, pOl' naturaleza, a 'enajenarsel consid~r

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    j'l i'," I 46

    , I .Lt,:opoldo Zcaromanticismn .'filosofi,cocon:HcgCJ; y Ide esa u'nivel1sqlidad queno es sino' la: toma de cqnciencia de las pa'tt~s con' el todo. UrI,todo,' a .su vez, ya no Imas como una ia,bstracdon ajSlla a las

    II' p~u-tqSque 1 0 hacen posible', sinb COI,110n' conjunto expreso de"'t:>das esas, partes. ' .Las Pflrtes. p~~n~ndA ~ 1 0 I 1 ,sus foncretas, Ilibertades, las propras de los mdlvlduos 'que las' forman-, pOI'hacer 'suya la codiciada iYnecesaria X; , pero, tambien, cons-,cientes del que' 1 '1 situacion .de esta X no' es ni podra se'r sino'expresion de loscsfuerzos hechos pOl~ la totalidad, como con-junto' de libertades, Una X que solo satisfar;ila totcilida~,sitodos los que, la forman son capaces de conciliar sus esfuerzos y

    , l, pligrl,

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    I) Leopoldo Zea

    II:

    , pueblos a C(~lllpOl:tarse con. el mismo orgullo y a exigir para 'siloque parecia cxigcncia exclusivarnente occidental, El Occidenteha levantado Ihal1deras que ningun hombre discute y que, por'el contr~ll 'io , haec suyas. Banderas respecto .a la dignidad delhombre, que por cl hecho puro y simple de ser hombre,' deben~er el cenn'o del mundo en que vive. Banderas de' dignidad, ,rleclainos cle li~>ertacl, exigencias de'autonomfa y' autodetermi-. Iriacion que el occidental hahecho para siy que hombres deotras pa~tes dcl mundo redaman igualmente como propias.Tanto en Asia, como en Oceania, 'en Africa y en nuestra,Latino~merica. se alzan banderas que antes fueron izadas por _\las poderos_as l l: tcio,ne 'slque forman lel l lamado rnundo occiden-tal. Las rmsma, banderas con que, los' franceses frenaron el

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    50 Lcopolqo ZC~I' r ' , I " ,I ,' nhda se dife,renciJ del flue tuvieron ' ~~o I el impd'io ibero.Nuevos imperios enarbolando idea!es universaIistas,1 pero b~s-cando jus,t if icar. nuevos pero no rnenos exclusives privilegios.Impedpsi que sg~nta s:lbr,b d projlio

    ' ser tiene sentido. No asi el europeo y occidental. en nl~~1Irlosofra t.11,prcl,'lIll1;,' carece de sentido., I5. Cf mi Am/rica l!11 la His/aria, Cap, rx,' sobre el "h1rit'llli,sI11O.en I;~concicncia aniericana"! I '! I

    " 6. Sartre en diversos pasajes de SIISnovelas 0 ell emayo,s COIIIO Gyro negroY la imroduccioll a Los condenado~d e fa tierra; de Fanon,' expresa csta sitl~aci1n.i 7. Cf. mi libroLafilasifi~ americana clllnojilc~"fi(Jsin nuis, Mexico, Siglo XXI,1969.i 8. c r. rni Ami ri ca' en fa liistOlia, Cap. ~ titulado "Rusin al rhal'ger~ deOccidcnte". I I ' ',I '. I . 9, Patr: ic~o~umul1lba, poco 'antes lIe SI I as('sina\

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    /' ,Capitulo 2 ,LA 'OCCIDENTALizACION' COMO IDEAL'

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    i", I7. Latinoamerim y su 'occidentalizarion.I, , I, "

    'I Apenas alcanzada la independencia politiL~ de; los paisesque forman la America latina, se plante6 de inrnediato elproblema He su organizacion, ~C6mo ol"ganizar~e polftica, so-cial,cultural y econ6nlicamente una vez logradala' ernancipa. r jcion.de sus metropolis en Europa? Los primeros esfuerzos, lesro , Ies, llos que partian de los grupos sociales' que !heredal?an la! 'fuerza politica -de ,las fuerzas rnetropolitanas desplazadas.. seencaminaron al mantenimiento de una' estructura gll'e Ies Iavo- Irecia con el desplazarnienro alcanzado. 'EI l!amado criollismonutrio las Fuerzas politicas emperiadas en el mantenimiento de

    (un ordeh sin' E~pafia, 0 como continuacion del orden del,imperio portugues. .Un ordensemtjjanta' al establecido porIas Imetropolis iberas, perp ahora' a cargI'cle' los; descendjenres ! I, Iegitimos de los sqnquistadores y Icolonizallores nacidos en'tierra de 'Arnerid. Fueron estos herederos delipoder espariol }'portugues I?s mas emperiados en que no se produjese rupturaalguna con el pasado colonial, salvo t : ! 1 reconocimiento de laemancipaci6n politica, al mismo tiernpo que se mantenfa, COll-;0j

    I indispensable, el viejo, orden Ibajootros dirigentes. Los criollos. , ' ' , ' " I 'I II " '" ,.,i ,," r iA,5:1 I.lr:t)lCYOIJI A t , ) < ,I I " ; - - . , ,I " i-, I r : ; . I "j i > : ' I\ , ) 1" 1 l G . . . M t i . . 1 0 If it

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    I',Lcopoldn Z~a

    , p~n(lellCia de su autor, originaran rnundos diversos opuestos y i Icontradictorios. Por un lado la America ibera, como prolonga-ci6n de Europa en una etapa de su desarrollo, y por el otro la "America Hamada sajona , como 1 1 prolongaci6n de esa misrnaEuropa, pero eu 'otra etapa cle su.historia. Los lat inoarnericanostornaran' conciencia de este hecho al alcanzar su emancipaci6npolitica cle Espana y Portugal. Y sentiran su formacion ,yorigcnes como una conclena. Condenadosa permanecer en una II'I!Clara de, la historia Idel mundo en que han sido forrnados por t

    i .cuatro largos siglos de colonizacion. Parte estatica de una l1isto-1ria que ha continuado su rnarcha dejandolos rezagados y mar-

    I ginados.' Frente a ellos la otra America como etapa de, ~JI1a', historia que.rnarehaba ya por los caminos que seguia la Europa ,

    'II ~ occidental, Ih cu,1 no solo se habia incorporado a la' ;narc,ha de;la misma, sino ademas se ira perfilandoicomo la Ipadon ,quc'habra de marcali el futu~o de una historia que, no se habrad eieuido ni poclrif c1etene~e. I I ! , i 'I, ~J\nte los ojos de los lideres de la ernancipacion polit ica de'Latinoamerica se ofrecera un doble espectaculo: el desureali- Idad inmediata, la propia de sus pueblos, asi como la de otrospueblos que apuntaban ya rutas nuevas de las que eran no solof~ioneros sinocbnductores. Latinoarnerica tornara conciencia de

    : ! ; ; !!su anacronismo frente a una realidad que marcha velozmente !hacia' rnetas qU,e parecen ya ser ajenas a llos pueblos forrnadospor la Europa clel siglo XV" las metas que marcan ya pueblosque cn el siglo XVI originaron nuevas rUL:,S, nuevas forrnas dedesarrollo, que paredian ser ya extrafias a la America iberica, Se

    I Iplantfara el dilerna entre. la aceptaci6n pl~na de la herencia'! 'colonial ,I 'con todo su .anacronismo, 0 el rechazo A e esta y la 'rapida: asuncion de los val o res que estaban haciendo posiblelal ,modernidad. Los' modelos a elegir, 'seran, por un -lado, eIam~cronico mundo ,dCl que e~an expresion las metropolis ibe-las, y pOI' otro, el. rnundo que habia surgido en eloccidente

    i' europeo y marchaba a pasos agigantados hacia metas infinitasexpresadas como progreso, La Europa occidental y los EstadosUriidos de Norteamerica mostraban al nuevo continente losmodelosla realizar por los partidarios del progreso. 1 1n nuevo Imundo con sus instituciones dernocraticas y sus fabulosas tecni-cas que ponen a 'la naturaleza-al servicio del hombre.

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    , I,1 ! II " I t ' .La occidentalizacion COIllO ideal " , ' T , 7 II", ! 1 \ ' I !! 'I(C6mo. podriru ser rcalizado e,~~e,nll,I IIc1~) r i l l America? La

    respuesta a este int&IToghi1te la daban los Est a dos Un idos. Estanacion habia mostIp~lo cl camino Ia syguir pOl' pueblos que,

    I como elIos, estuviesen dispuestos a vconunuar . Por, ello lasfuerzas liberales v progresistas de Latinoarnerica veran en los

    I Estados Uniclos el gran. modele a sgbira.! 1~lllespf!rilUl de lamodernidad habia enbn~ado 'en esa nacion conduciendola alIarealizaci6n ~axima' del mismo. Y 10 qllC habia sid(')lrcaliza'do el Ilos Estados ynidos, podria tanlbicil ser reafizado, ycon creces, I !II Ipar los paises latinoamericanos. I I : I II "

    I II I' I! I

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    I 'I I I" ' ,I I I ' \ 'J I i , . : II, 8. Utopia la~lIlOaml'n~a/la )' rut/u((i4: estadounidense " ,I

    , I I' I,' ! 1, 1 I:, IIAI ' 1 ,1 1 '1 r I i ,I I II" ,. I, I lora men, e a an por racer (C (IS nuevas. aaciones

    lat i noarnericanas nacione 5 s4m~jallles a los ~ra ncles' modelos .que marcaban la marcha' hacia el pr(~greso, conduciria a. unviolento choque .C< ,H l lhs fuerzas e~llpcila('aS en, mantcner el I:status colonial. tJ n conf1icto semejante al que se. habt!1 creado ellel Viejo! Mundo en los siglps >';\'1 y ,XVII, ls e r)I,~nteanl' la la ,IAmerica latina en' el siglo XIXI, Pareciera que se sxte11(li~se a lospaises .latinoam ericanos el confliclo ~llIlcen El l r

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    'i 'J.Leopoldo Zea

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    I IIUna nacion que marchaba aceleradamenre p,\ra lIegar a ser .undfa 'eI lider deiesa marcha, lider del niundo nuevo. , " I

    Pero a su vez, en el' continente americano se encontraran,frente, a Frente, los pueblos latinoamericanos que aspiran a sersernejantes al gran modelo de orden liberal y progreso mate-rial, los Estados Unidos, y el propio pueblo cstadounidense queel1 ~u desarrolloteridern a expandirse sobre el ambito que Ie es,por 10 pronto, mfs cercano, el d~sus vecinos latinoarnericanos. ' I, Asi, mi,enld,s ~stos Iuchan entre lS I por hfcer realidad ,unI I rnundo 'sernejante al que se alzaba en la America, del norte, los

    \ I' Estados Unidos Ibuscaran, no ya, la forma de hacer de esta ,: 'utopia de sus Ivecinos una reali.dad', sino la forma d.e extende~se,~ sob re otros pueblos, otras uerras, 'en su proplO ben

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    . I" I II I9. La fo rja ''d el d estin o la til!o am eric Hn o, . Ii', ,

    , , ! I I, De esta ~;nedl, 'I~uiel]les en Lati~o'anieri~a I' ~~~ai)an 'c~.lI1'

    hacer realidad lautopia liberal y el progreso material flue esta .irnplicaba para sus pueblos se ericontl-aroh errfrentados a unar'ealidad aun mas dura que aquella de que hablaba Andres'Bello. Ya que no solo .tendrfan que er~rentflrse a la dura' real idad i latino~mtTricana, .'esto es, a las fuerzas' c?l iservhdo'ras , Isino tarnbien a . las' fuerzas de los pueblos cuyas banderas eln ",modelo a re;dizar' por los latin'oamerlca'nos, ernpenados "en I "1transforrnar SUI realidad. Ya que, lejos, de encontrar' 'en J ( ? S I I I "pueblos de la .Europa occidental y, de 105' Estados U nidos a,liaclos ',: I'para hacen entre sus pueblos 10 que estos habian heSho posible ,, ! Ipara s f mismos encontraran poderosos obstaculos, Nada sabian , I I Io'qtleriah saber los :pheblos de, la I Europa odcidental ]y los I II, I' '.Estados Unidos de.los puebios que'so~aBan' en e,mllar!os. Poco" II I , !, . '! ' ,~OTO'OPIAI ;U'~f\,, 'et r e _ j .. J.,

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    I' I I! II" I-' I1,- 52

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    Leopoldo ZealII''I ,Jc~,impJr~aba sa~er que ilos lati~oame~i~~nos':erl! su aeanl por

    transfor~l~: fa r~alidad .corno ellos I~suya, se habian eml>eiiadoen luchas mt~~t1l1,a~.Nada .sabian, ni .querian 'saber, de losesfue~tos l '~~hzados por I quienes, .corno ellos ,enl, un reciente Ipasado, hablan IUFhado pOf que'se les reconodese'e1 derecho ala libQrtild y ar la dignidad de la persona, asi como el derecho~, un mnnd? m~s jus~o, haciendo de Ja riqueza de sus tierrasll~strumento para' eI bienestar de todas sus comunidades. Nadamas, I~i,.na~la rnenos, que 10 que Ibs ingleses, franceses y

    !, icstaQo~ll1d,enseshabian hecho 0, estaban, haciendo por susI' respec,tlvos pueblos. , ,I . I ' ,_, fa~ad~jicamente, ~n lugar de que' las fuqrzas liber~les yprogreslsta~ de, la A~1t'!ricalatina 'encontrasen en,los',PuebloA,delmun.d'o,occidentctl aliados para hacer realidad en esta parte del

    cortmentr. un mun10 semejante al qu~ esos !pueblos habian II ,! Ii creado ell, la furopa occidental y al'n~rte de esta America,I I I, " e.l~cn~raronn cpos ,a poderosos opositores. Y en esta oposi-,I" ' clOnldl00si pLeblos.,.acab~~~~ por .seI";aliados, no de 'los gl;UpO~I , ! progresrstas en La~noamenca, smo de, gI'\IPOS que en esta'

    j .rmsma Amb-icase empefiaran: en' mar;t~net un status que noaltere lsus limitados intereses, La icolaboracion que Ilos libera-les I~ti!1dam~ncanos hubieran esperado encontrar, dad~ la co-,ml;ll lldad,'de ideales, la alcanzaran, por el contrario, las fuerzas

    ! conservadoras, dada Ja . comunidm] de intereses. La cOI~lUnidad',dc icrealcs resultara i~compatiblc con la comunidad de in;erb-II ses. IY i,esto 'era asf] porque los liberales Iatinoanlcricanos se' Ihab!an},:~pe,iiad~ ~h cambia, la estructura socia~. Cambial queperJufhc1ba lio solo a las, fuerzas conservadoras ql 1e usufruc-tua,bal1 estas e~tructur,~~s.,sino tambi~I~ a IosImcreses de liassupuestos representartes de Ia libertad y el progreso en Europay Norteamerica. Los ideales liberales, de realizarse en Latinoa- I

    , ! meriCa,' ,no s610 alterarian Ids intereses del c~ilservadurismoI' . II' '. III co ~rua " sl,no . l4mbl~n de los diversos gru,pos que en 'otr~sI " 1 1 ';1 I - nacrones se df~ian alJand,erados de la: Iibertad r . e] progreso e n, ,I I', I' 'el,mund~.'La_ reali24cioq' d'e. tales I~d~d,lesen pueblos' qu~ ha'7ta

    I II, ayer llab,~~ sido dependenclas coloniales ,Podia ser un freno a, I ' , 1 , 1 , " ' 1 " ,Ia ?XpanSlon y al,dj~~rroll? de los intereses de .las' naciones

    1 I ~CJd,entales. Hanan imposible, cntre otras Icpsas, que estosocupasen el "vacio de poder" que las metropolis iberas habian ,' ,; Ii 'I I r II I ' "

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    ILa occidentalizacion COIllO ideal, G 3. , . Idejado en, America. Los ideales dc'libertad y progreso, al sc,"re~lizados en otros Iugares que no fueran, s610 los del mundo

    occidental-en ql;le se habian originado, frenarf;mla expansioh y.el predominio de esc mundo. Pretendiendo diichoSiideales, loslatinoarnericanos -10 mismo que InglaterraJ Francia y los Esta-dos Unidos- pretendian tarnbien, sin sospecharlo , lirnitar "i.s,posibilidades de mayor poder y expansion de estas grflndcs,naciones. Nada importaba que dichas naciones enarbolasenante eI mundo las banderas de libertad, progreso y justicia, ya:que estas mismas banderas, enarboladas por otras manos, signi-''ficaban una lirnitacion a las posibilidades de poder de las,nuevas potentias. A estas, poco 0 nada les irnportaba la'univer-salizacion de suslbanderas e,ideales, haciendose conscientes en

    I ! otros pueblos, .y a qut'j esta conciencia, de Ialcanzarse, -darlaorigen a resistencias y al repudio moral' de esos pueblos.janiecualquier intento por ocupar el "vado Ide poder" del viejo " I -rrnperro. ! . I , ,, " Uno era el mundo de los ideales, otro. el ,de' la realidad.,Ante esta c1isyuntiva; las naciones 'occidet.tales estaran mas de'acuerdo con ftlerzas capaces de man~~ner, el viejo orden c 9 10L

    , nial que con fuerzas que al tratar de 'hacer realidad los idealcsde libertad individual yjusticia social, entrasenell q6Ii~petencia'material con quienes se declan rsus abanderados. Una Ameri,calatina liberal y progresista serfa necesariamente opucsta a.cual-, quier nueva subordinacion y a cualquier p.xpansi'o';llqU,e 1 1 1surniese en las tinieblas de un nuevo despotismo nada distinto,de I aquel del Clue acababa de libertarse, Uextension a otrns, pueblos de las ideas de libertad y progreso, mantenidas por lasnaciones occidentales y los Estados Unidos, obligaria a estos a'autolimitarse o ia ser frenados ..Autolimitacion y frenol,cons\de-rados contrariqs a I~s intereses ~e quienes estaban c~nvirt iendo'las banderas de libertad y progreso en simples, instrurnentos desu expansion. Hablaban dela libertad y el progreso, pero pa~asus propios pueblos, haciendo de la:ampli~ci6n de sus t)osibili-IIdades materiales, expresion pc la amplia

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    64 Le~pIOldO"Z'"a I , : ; , 1I I '-I~, I t: : I

    'II pero enarbolados siempre por sus creador es y en su benefici~. ' I'I Banderas que no, tenlan POI' que carnbiar de manos. Liberrad y I I

    progreso, si, pert> s610 entre los pueblo's que se consideraban ,I Isus .expo~entes, ya .q.u: dejar .tales banderas en' otras h1a~lOs Iequivaldrla a IIp SIIlCldlO. La libertad quedarla entonces limi- i, I" Irada porIa libertad de los dernas;' y el progreso, el: prog+e~o' del. ' I ' r "mundo occidental, limitado pOI: e l progreso de otros pueblos en " I : ' Ila ~ie,'ra. Limitado, precisarnente, por ~q~ellos Ipueblo~ q(le se , I ie~ca~gaban. de pagar el jxisto que 11 hbfrtad y prO~Teso del' iml/~do oCClde.n.tal recJamaba. Esto era algo que no se podia, fji IIdebla ser adrnitido, a1unquepara ello fuese necesario aliarse con Jlas fuerzas conservadoras que deseaban 10que los abanderados'de,la libertad y el progreso se su p onia querian cambiar; esto es,mantener. el viejo crrlen. Serian .los soriadores los que deberian,I ser :5~)me,tJdosP'1ra que no estorbasen el desarrollo y rnarcha de-la libertad y, e l progreso encarnados en eI mlll1do octielental,' del que eran expresion los Estados Unidos de. America.

    , pe esta forma, parad6jicamente, las fuerzas 'conservadoras11' .. 1 I. I~n ,atmoan:enca ,encontraran, en su lucha con las fuerzasI , h.b~ral~s,. un rnesperado aliado 'en las suj) ll~stas fuerzas progre-sistas }[ hberales del 'munelo occidental como los' Estados Uni-dos. En! la luchd entre liberales y conservadores latinoa~erica-nos, se vera f I~s fuerzas liberales de Europa y ,los EstadosU,l1Idos golpear' no a los segundos, sino, a los primeros, EII mun(~o ,~cci .~lental '~eguir~ en Lati~o~merica la rnisrna' polit iqa

    II que Y: I seguia en ASia, Afnca Y Oceama para manteher el ordenq~le favorecia a sus intereses,' 'al desarrollo de su propio pro-.greso y a su expansion len beneficio propio. 'Dicl~o orden serfaposiblel l si se impedla el, cambio, si 5

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    '68 Leopo,ldo ZeaI' """ 'As ia ; Africr. Y J Oc~ania. Frente a I~ gran bu~guesia ~ccidental ,'u na gran oligarqufa qu~ abrazaba ya la . t~ta11dad del fUllI,ldo ytenia'su sede en, las capitales de las naciones que conduclan eI

    I'. 'dest ino del mdndo' occidental , las seudoburguesias latinoarneri;carias, sus '9ligarquias, solo hab'ian dado' origen a un nuevo, c onserVadurismo. Su papel dentro del progresq era eI de arna-

    I .nuenses, el del in,termediarros en~re los explotadores interna-'cionales y 'explotados nacionales. Se convertfan en celosos

    ,I f,ruarclianesl de intereses que eran ajenos a sus 'naciones. La I,: Fuente de sti relative poder, riqueza y bienestar material,; seguia :siendo 1,\1explotacion de la tierra y del hombre que la hace ,producij, y un pequerio porcentaje de intereses que recibira delos grandes inversionistas extranjeros a cambio de una garanua

    .' de seguridad, de orden, Un orden que permitira una mejor'expldtacion de las riquezas cuya concesion les habia sido otor-' I Igada. I I, I Sin ,e~nbar,go, sera en las postrimerlas del siglo XIX Y losinicios'del siglo xx cuando otros grupos sociales -con caracteri s-" ribs scmejantes a las de las clases medias que habianfracasado, Iy se habian ' transformado en oligarquias neoconservadora,s-'toman cOl)ciencia de la situacion . que origino tal fracaso, asi ,como del origen de! nuevo conservadurismo creado en Lati-noarnerica. Grupos sociales que 'no participan en las cornpo-nendas de' la oligarquia, ni son ya ' parte de las mismas. Grupossociales que se sentian desplazados por. tales oligarquifls 'y: por1 0 rnismo, sin porvenir. Jose Lopez Portillo, al hablar del

    i iidescontento que se flacia sentir en eI Mexico que antecedi6, a larevoluci6n que puso termino a la oligarquia del porfiriato, i'decia: "Los abogadosy hombres de negocios que no' pertene- II clan al circulo dominante rniraban 'con desagrado y basta con, ira I~ i~alldifa prosperidad de los .bufete~ yde.spa~h~s rivales: y !'I eI pUbltco en general, que veia sali r de la med.l{)cnda~ pecunia-

    I ria a I~ opulencia a aquellos senores, fue: concibier\do contra'~lIos una malevolenciaso'rda, todos los dias crecierite ... - q u epronto se convirti6 en odiq."!" ~Simple envidia? No. ManuelCalero completa Id descripci6n diciendo: "Desde el memento'en ql,le todo 1 0 podiafJ, los hombres de la oligarqula dieronpreferencia a sus amigos en la distribuci6'n de las mig.uas de su,prosperidad, y a la sombra de los bancos locales se forrnaron

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    I, Idesvios de, la meta pOI' realizar, Tendria que ser, autentica-

    ' I ,I mente, ,cambiado el viejo orden colonial que aun scgufa il1lactoa peS?r. de lun "siglo de )uchas;, pdn~r fin a un orden que'!e'Cansaba' en' la expiotacion d~ la ,tima y sui, hom.b,cs."rno,seri~ fnfnestef, tambien, poner freno a la ,voracidad, de la'burg-uesfa occidental que nada queria saber de can,!bios quelI I r L' '" , I ca terasen 'sus II1l~re~es. ,'0 ,mas urgente era una relorma que 'pusiese fin a unaanacronica forma de exp!olacion, la reformaagraria que tfrminasecn'esa e~plotacio,n y . elevase, el' nivcl de

    , ,vidal de los laljnoameriC

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    proceres, Rodo hace una declaracion aflrrnativa, '1 siglp'delproP'~SO'1 si, pero!dand.o al mlsm~ otro se.n~i?p, cOIh~ selodana, igualrnenre, a sus mstrurnentos de poslblhd~d, la qencia.EI sentido que' a toda obra humana ha de darle su creador; e)de 10 humano propiamente dicho, Hay una profesion univer-sal" dice Rodo, "la del Hombre"!". Y hablar del hombre como 1centro ide esa nueva posibilidad, irnplicarfa hablar de la verda-Idera realidad de este hombre, delo que i es Ya l mismo tiernpoquiere ,ser' . De ese ente empeiiado en alcanzar nuevas metas,pero almismo tiemRo imposibilitado de dejar de serIo que es.,Esto es, el hombre como conciliacion de sf rnismo, conciliacionde suerios Iy realidad. No mas renuncia. a un ser con ell que hay'que contar para seguir siendo; ni all poder ser como aliento deIf 9 ue,se es. ~o mas .Ia ruptura tragica ell que 's~ habia erh-P 9 nado e] latmoamencano, con un pasado en que se habiaformado para.ser algo distinto; sin la necesidad de contar conese ser,' par~ poder ser otra cosa dist inta. Afirmar el pasadol'como punta de partida 'para eI futuro sera Ia mejor garantfa dela posibilidad de esre futuro. Tal se desprendera de u n nuevo' Imensaje de Rodo, , ,

    . l " IIEste nuevo rpens

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    I ' I iiII 'I., I ' , I'I I das con los poderosos instrumentos de la practica. Nose tieQef I _ , pOl' que renunclar a este espmtu, COplO tampocn poner a un

    I?do la posibilidad 8e su reaHzaci6n. 9aliba~, el esptriiu prac-,uco, debe entrar al servicio de Ariel -este debera senalar las"'melas , ' los l idcales 'quit ha de alcanza/J1 prirnero, 'I I ~I siglo ' x . * tie!t~ asf' conciencia 4 e 1 fracaso de una orienta-'11,'ci~n'cultl!,:al;ticnal all e~piriii.l que era', propio de 'Iosi pueblos

    I I lalll~oamepcallos. .De ,alIi fa. inutiIida!d 'df)!'i~si,stir.1 en repetirnuevos fracasps. Los I pueblos latinoamericanos no Son ni pue~,'denl'ser scm

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    , I, ,. il I' ,22. El nuevo irnperial isrno inicia su tnarcha

    I I ' ''I ' : 1 , ; .i, "El pI;ofund? suefio, signa de la condencia tranquila que'l" "sobre sus actos tema la poderosa nacion estad

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    I:, 1 : 1 " ,,otros. E~ ,~ano ,ellmdicario Justo Sierra proclarnaba la necesi-clad de Iorrnar, por medio de! la educacion positivista, hombrespracticos.isernejantes a l 'bs nortearnericanos. Vanb habla 's~do elil~l~nlo de [hacer de losrnexicanos y latinoanl'ericanos ern gene-

    I ral, 165 "yanquis]' del sur: ILos latinoatpericanos segulan siendo! I. blil~Oa,lheril=~nos y lfs' y~riquis, ya~quis.l , ' ,,!i 1 Estos, los yanqurs, Sill renunciar a .su modo de SOl', a su

    ,estilo de;:Vida, iban imponiendo y arnpliando sus posibilidadesd:j1tI

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    1'40 Leopoldo ZeaI' I I " I'mismos argume~[Os servrrian para forx?ar ejercitos no' esta~ ,dounidenses,' ejercitos locales, para intervenir y anular' cual, ,quier' acci6n Aol~tiCa, pOI' dernocratica que parecies~,pero que Ise considerase ppnfa en peligro la vida, la propiedad y lalibertad de! cualqui~r naci6n bajo la tutela estad~unidens~. Seihabla creado lel, estatuto 'para la intervencion ' de marines yparacaidistas norteamericanos, asi como la de los ,primerosgorilas latihoamericanos. Decadas mas tarde, en 1965; el presi,Idente de los Estados Unidos, Lyndon-Bi Johnson, al drdenar lainvasion de la Dorninicana sostendria, sin cambial' ni una coma,'I r , ! i .los, rrusrnos argumentos. ,

    En 1902 ~e fonnaba el"gobierno libre e independienre' deCuba bajo la presidencia de Tomas Estrada Palma. EI ejercito delos Estados V nidos cuidaba de que la acci6n politica "libre" seejerciese dentro del orden adecuado. Sin embargo, el presidente,considerado pOl' Ids patriotas como un pelele, y, que habia side I"reclecto'li nIb obPgado a renunciar en '1906. 'De iljl~ediato se 'hizc'escuchar.la voz del presidente de los Estados Unidos, la del '!rnismo heroe.que.j-on su carga a caballo, habia hecho posible el' I , , triunfo de la libertad en la isla] Theodore Roosevelt. ',1 r rusrnopresidente, celoso de la liberta~ de Cuba, como de cual,quierotro lugar de esta America, declare: "Si las elecciones se' ?on-

    1 ' vierten en una: farsa y se confirrna el habito insurredcio-inal . ... sera imposibl~qlle la isla siga independiente, y los Esta-dos Unidos, que han asumido la responsabilidad ante el mundp .civilizado de' la suerte de Cuba como nacion, tendran queinterv~nir .de nuevo y cuidar de que el gobierno se 'efectue, enforma suficientemente ordenada para que esten seguras la vida'y la prospcridad.?" Las trqpas estadounidenses, que]' habiansalido al elegirse presidente en Cuba" volvfanrle nuevo paraimponer] el orden, a solicitud del amchazado, presidente cu-,bano.j'Los en,yargaclos del orden local estaban seguros de quesedan !siempre respaldados. La de Cuba se repetirla una y,otra

    " Ivez .en otros lugares de Latinoamerica,hasta nucstros dias; una,a~ci6n quetarnbien se repetira, sin carnbio imaginaiivo alguno, ,en lejanos pueblos, separados yh pOI' millas y millas de mares, ! I icomo sucederia, decadas mas tarde. en tierras de Vietnam. ,' En 1905, Santo Domingo se vera arnenazado porIa interven-

    cion de las naciones eur opeasde las que era deudora la isla.

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    Latinoamerica y eI ~~li-ill1periaJism~) ,. - < ;

    Amenaz~ que era (l i la vieja, cosl~lIl~bre europea de' la queha91an teni?o y a experit :;ncia muchas naciones lat inoan\erica"

    , ~as. l~heoclor~Roo~evelt adujp ahora la doclrinalrvl'onroe, emtervrno, ,de 1l11l1edlato, en Ia ,Repllblica IDbminicana impo.. d ' I I,' 1 "'1 Imen 0 un 'tesorero general en la hduana, que se encargo de,' ,'sanear los ~astos, pagar las deuclas y obtener medios para pasar 'de la ?anpirrotaia la obtencion de in~resos que 'satisfaciesen sus~le~esldades. La opinion p{lblic;.i norteainericana podia

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    tregaba en alquiler a los Estados Unidos una ~dna de diez millas . ide ancill ira para el canal a cambio de un?c~ntidad en efectivoy una renta anual. E~ arrendamiento durarfa den arios, Esto iI bast:a~a a 10,5Estados Unidos, los que no necesitaban anexarseI" I' pueblo alguno para, curnplir su cometido. No eran los: Estados\ ' 1 '1 ! I, Unidos una nacion imperialista. El congreso de.Colornbia.Isin

    I embargo, cliolargas a la ratificacion deltratado, pese.aalgunasamenazas. iLa i resistencia ofendio al coloso, que hablr por bocade Roosevelt diciendo: "El gobiernd de Bpgoti debiera com-prerider 10'muchoque 'esta estropeando las co~as y comprome-tiendo su porvenir." El porvenir de Ia ~ivilizarion, de laihistoria I Ide la humanidad, de todo 10que encarnaba la nacion.que hacia

    ' i ' " , la demanda. I'P(~r'ello Roosevelt escribio a Isu .secretario deE'stado: "No creo que .sepueda perrnit ir a los 'obstrucdionistasI' de Bogot.a' icerralilpermanentemente una de las rutas' futuras dela civilizacion:":' dQue hacer? Realizar, simple mente, un nuevo

    i, ' 'acto libertario, liberar al pueblo panameno de la dominacionque sufrfa bajo Colorhbia. El 3 de noviembre de 1903 se iniciounl Ievantamiento contra ~1 gobierno colornbiano pidiendo la,indcpc,ndencia del istmo de Panama. Los barcos de g~erra delos Estados Unidosse encargarian de que este levantarniento noIuera sofockdo. Si'n derrarnarniento de',sangre, el 4 de noviem-bre d~ esc mismo afio se "daba lectu'ra: a la Declkracion dell1 .: Independencia de la nueva nacion. Los Estados Unidosdieron "i su reconocimiento de irnnediato; la,nueva nacion, agradetida,dara ~ la nacion protettora la zona del tanal !e~ supuestoarriendo, pero no ya ~e c,ienaries, sino perpetuo. Los historia-.xlores Morison Iy 'Comrnager comentan: "Colombia ,fue Iia querecibio e l , garrotazo, pero toda la America la~ina,se tarnbaleo.PExiste un viejo adagio.' dira por su parteRoosevelt. ' "Hablaquedamente ylleva u,n buerigarrote, y asl Ilegaras lejos.?"

    , ! ' Quedaba' )fa en el pasado, al m,~110spara otro~ pueblo~!i que.ric' fuese'el de ilos Estaclos Unidos, la idea cle 'quepara,!! garantizar la vida, la libertad y la busquedade la felicidad los,'''hombn;s instituyen gobiernos que derivan sus justos poderesdel ccir~enti l~ienl'o de Ild~ gopernados1'. La poclerosa nacion,hablando Y ,a a nornbre de esos pueblos,' decia 10que lies conve-nia 10 no. :pa,ra hacer r~ales los derechos y .obligaciories que le~ ,habian impuesto los Esta?ps Unidos. Estes ,estal;Jandispuestos a I

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    Iusar la fuerza, el garrote, puesto Io mismo en maries de sus:.'','~a1ines, o. parac~idistcis, que en las fuerzas que en Latinoarne-n~ es!~.~vlesendISpl!estas a hacer' estos servicios pOl'leVos. EstaobhgaclOn la tomanan a su cargo los Estados Unidos en unluturo inmediato, no solo en nombre de Latinoamerica \ sino deI ." ., I' rcua qUIer nacion, en cua quier lugar de la tierra. El garrote fue 'llevado pOl' Roosevelt y sus sucesores de inrnediato a Centi~a- imerica y el Caribe, EI orden 10 estableceran io mismo los I:I i ~~f1ntesde marina que los policias locales, ahora bajo la direc-, ICI .on de sus cada vez mas habiles servidores, plagando dedlctaduras toda Iazona. I I, I

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    23. Nace. k ,l anti~i;nl~erialismoI. I

    , , Ii, I I iiPese a la renuncia del gobierno y los ciucladanos de lo~Estados Unidos a hablar de Impeno y de irnperialismo .IaAmerica latina 10 denunciara y,se enfrentam aeI' 'acUJia~do;

    , ~omo .p~labra de combate, la de anti-imperi"Iismo. EI .anti-I~penahsmo que deberia, a su vez, expresarse como naciona-

    I lismo. Pero y~no el nacional~smo que habfa surgido en ~ur~pcry en los propios Estados Unidos, que al desarrollarse se habfatransf~rmad? ~n irnperialismo, ~o importance ahora sera Ire-n~r .el I~penahs.m~, y ~olo ~?ciones con fuerza interna podrian III,Iograrlo. Se forjara aSI la Idea de un nacionalismo como ins- I, I tru,ment~ d;fe~lsivo. ~Como crear este nacionalismo> Por 10 ': p ro~to siguiendo las recomendaciones ya expudtas por JoseE~n.qu~ 'Rod6 y su,ge~eracion: voiviendo, I?S pueblos llatinoa-me:l:anos, ~o~re .s~mismos., Esto es, abandonando el inutilespmtu de 'ImJtacl~I?': que solo -habfa logrado vemedos, r)ara 'I Iadoptar.el que por naturaleza, por tradicion, leis era propio.Ya :'no m~s amputars~ a s.lmism?s. ~a no mas tratar de ser lo Iqueno se ~ra. En la historia -Ia historia que contenfa un pasado que,pudo s~r amargp, P < ; f < ? que era la historia propia de .estosp,ueblos- se enco~tr.ana la base de la nacionalidad, y, con ella, 'la I, base de una autennca fuerza deresistencia. Resistencia a basede ~ohe:ion, fuerte unidad nacional que impidiera la aparicion 1de vacios depoder" que .tentasen y facilitasen intervencionesI extra lias. I, II '

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    I144 II Leopoldo Zea

    ; ! II ,I A las voces de Rodo, pidiendo una vuelta sobre la re~lidad Ilatinoamericana para potenciarla, se unieron otras co~o.las ~elJose Vasconcelos, Antonio C,asoy Alfons~ Reyes en Mexico; lasde Alejandro o. Deustua, Manuel Gor:zalez Pr.ada y:sus here-deros 'en -el Peru; Carlos Vaz Ferreira, I Alejandro Korn y IManuel Ugarte en la regi6n platense; la de Var?na, he~edero .de lei voz de Martf en Cuba, v , ?tros muc~os mas .er: ~lv~rsosrincones de la America bajo el signa de Ahel: Un naCH;mallsmo ique no, era ni' xenofobia, ni ~hauvinismo.' aspirando, tan solo, ,aIa forrnacion de una comunidad de naciones .fuerte,s que. r nt-das, tal y comolo sorioBolivar, origin.as~n una fuer_zalcap~, deimpedir la march a del nuevo impen~hsmo., ~spana habia y,adejado del ser: repudiada: la herencia esp~?ola" la ~eren~lapropia de los pueblos que llevaban a~a nacion en ellengua~e",los habitds y costumbres, lejos ~e ser amputada .. ' .co,mo I Tpretendieron los proceres de la hbert~d, launoame~cana Idesiglo XIX, ~erla ahort la base de la latinidad, de l~ (Iultur~ que'habia de formar, noya hombre,s pr,actlcos, no y,a yan~Uls delsur sino idealistas, Pero idealistas capaces de hacer rea~lqad. suside~les. Sofiadores, pero tarnbien activistas, esto es, I~~ahstaspractices: siguiendo a Ariel, pero utiliza?do .lo~ s~rvlaos de,Caliban; El poeta Ruben Dario apostrofara, ~l Impeno ~antado

    I por Walt Whitmann y ensalzara a la Amenca que rez~ba en !,espanol, I ': .: ' , 'La' experiencia pel sigl?' x~x latinoaI?~nca~o no pOdl~, .m .debia, ser repetida. Las asplraaones segU1r~anslend.o, en cierta

    I' forma, las' mismas; pero no ya la n~aner~ de. reah~arlas .. Losdesplazados grupos medios, tomand? 'conciencia de su re~h~aq! y . con la experiencia alcanzada, trataran de no repetlr .los, enrores d~ sus antecesores. Se trataba, por ahora, de capaditarpor un I~do " sus naciones para participar en el N.uevo Mundoy, por tl orro, alcanzar el fortale~mient? qUy pudiera frenar, laexpansi6n .del imperialisrno que irnpedia su desarrollo. ~efo~- ,mas internas para incorporar' ala naci6n fu.e~zasiqu~ [a VlgO:I-,zasen. Ya no mas el mantenimiento del vieJo ?rden. ~oloOlalheredado del pasado ibero, sino reformas que permltleSe~ laparticipacion de todos los grupos. s~ciales en un~ ta,re.a' 9 uedebia ser nacional. Esto es, un equitauvo reparto,.de sacnficI?s,para que los mismos no descansen en este 0 aquel grupo SOCial

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    i,' ,i I, II"Latinoamedca y el anii-imperialismo , I II "I I I, I ' ,i'!, l~;; '\I ", I" ,POl':ser, el mas, !debil, pero, tarnbien, un' I}?I rnenos equitativorepart~ de los ~enef,iclos que resulten detales sacrificios. Los

    pueblos latinoamericanos no solo habian 'I!egado tarde .al re-parto del rnundo; sino que eran parte: de este reparto. Evitar,'esto, negarse, a "". botin, "~acio de poder" para'ser sie,nlPrt'!,ocupad~, seria la preocupaCl6n'de los gruRos soiiales que enI~atinoamerica queriah hacer realiqad aquello qlue habra sidoSImple proyecto de las seudoburguesias del siglo XIX.', Eln~oliberal.ismo to~.~:~ el lugarde] l.iber~~i~~1bdel sig-lol' .

    XIX. No se repudia al POSlt1VlsmoXsu expenencla, sunplemente II "se !Ie adecua a, la realidad latinodmericana, Latinoam~rica I~ol . I'\ puede Ini de?e s~r ot,m Cali~an, pero sf pU~ge hacer que ~st~:Sl~ya a. ~os mterF.s~s: de An~ll. Se habla d~ i neopositivisn~o7, ILlberahsm~ y . 'pO!S~tlvlsmoada~taqos,a la Irerlidac;lilatinorrhhiL'can:. De ,.nacl~nallzar .e I s~ber hablaba el mex,ical l < ? J usto S~e-rra . NaclOnahzar la clenCla. esto es, pone ria al servicio de lapropia realidad. Ser pratticos, si, pero no corno un acto deimit~~i6ri, ~ino co~o la uni~a forma de potenciar,lo propio, I I.EqUlhbrar mtereses, fortaleaendo la ,unidad de llos mismos enla nacion; poner al servicio, de la naci6n esta 10 aquella tecnica,este 6 1 aquel cohocimientoj 'pero mantener cel~shmente I a sobe-rania de esta evitando tada forma F ie in~rorn'isi,on extrana. Tal Isera, en su conjunto,el ideal Ide naci011alismo,I 'con e1qu~' I ,Latinoamerica, se enfrentara al iJTlRerialismo que habra 'sprgic\o'l 'al .norte de sus fronteras. ' I . ." I'; . 'I'

    EI nacionalismo:bmta, en la casi totalidad'dela Amhic~'la~n~, en ~o:ma casi ~imult~nea, 'como respudt~("al nacimiento'del rmperialism., es~douI1ldense. Las dos Americas han to-rria,d? conciencia de su realidad y se preparan a actuar enfU?~lon con ~lIa. La sajona,l~aciendo del pasado.lel pUlltode ' Ipartida de, 1 0. qu~ va a ser SI1' a~plio I porvenir, La latina; ,:tomando conCienCla de sus errores Y preparandose a rectificar- /' Ilos par1 recuperar el tiempo perdifio. EI tiempo perdido que leha puesto en una situaci6n de dependencia' frente a 1a otra,I I, Am~rica .. L?s Estados. Unidos dan nuevo impu'ls~ a~ esplritu I

    I, q.ue ha on~n~d,o, la.poder~s? nacion paraiconvert irse ~n i~pe-,no. La Amenca latina, por su lado, se vuelve sobre SI rmsma,'descu.bre su propio elan. y se prepara a no' ser, y~' p asto Ide lavoracidarl del poderoso vecino. I ' ",. J ! , i.,

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    Latinoamerica y cl anti-impcrialismo H7

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    r I , i' I, I, Las 'l)rimeras preocupaciones de Latinoarnerica, para co-

    , , .rrdgir I~ho'rb,' seran.anular las, o ligarqui,as ~ue ~riginaron, taleserrores y romper eI arrnazon d~1 .orden colonial que aun sCI

    " I, "'" " .', d I .11 ,II'manticne i VI\je> al lterrnino e '.~lg 0, ~IX. " '.'., IEn la Argentina, es Ia Union Civica la,que en julio de 1890 ''Ii ii, seah.a ' contrala ollgarqvia' conservadora en < :1poder, Revolu-

    cion de 1890 Ilarnan a esta accion que fue vencida, pero de la( ',l ie su~gir; l, el movimiento que erl . 1892 prepara adasdespIa.z,a-

    I das masas argentinas a tomar cfvicarnente eI poder. La Un lO~" ,I' 'i Ci~ica R.aldical, ly el part ido Socialista origiharan las condicionesI i ' , I ',qlle fructificf~{lIl en 19,16"IT~iu~f~ [a cI'rse media, qti~ ~l,ace ,',

    , 'I posible (r l movirniento democratico encabezando l~ ~ct~vldad,I , , " politica 'de otros grupos Is~ciales que habfan sido tambien mar-II I ginados .de la politica nacional.. En cl UruguaYI sucede algo

    S~~l:cjal1~c:,aquf bajo I~dire~cion de Jose B~tlIe y qrd~ii..ez, ~~eniilitando en el partido Colorado orgamza la l!partlclpaclOnpolftica de los 'grupos medios y de los trabajadores del campo yde I~ ci~dadl R~formds sociales, economicas yi politicas en,I dmbas naciones, la Argentina y el Uruguay, dan fe del nuevo 'espfritu nacionalis~a 9ue ~as c~l~duce. \ - 1 1 : nacionalismo. que, 'tambien, sc expresara como accion defensiva frente a la rntro-mision de intereses extranjeros en 1 4 ecoriolmia de ,estos pue~bios. ' II I I I I ' II '

    I, 't:n,' 1885,I~s chilenos, organizados politicarnente en cII" I 'I),arlldo Radical, haceli reforrnas que tienden,' tarnbien,' a penni-

    I tir la participacion polltica de grupos soci~l~s,ql~e ven\,an s i~ndo' ,'

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    148 i !Leopoldo zeaI ,! ,

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    I desplazados por la oligarquia porfir i'sta, los que originCiron y: dirizieronIa revolucion, La revolucion estalla el 20 de noviern-b- I Ibrei de 1910. En esta epoca y~ esta iclaramente expresa lavoluntad de dominio del irnperialismo de los Estados Unidos.Imperialisrno ernpenado en oeupar en primer lugar eI vado depoder de los antiguos irnperialismos a los que busca desplazar

    I para originar eI vacio que habia de ser cubierto. , " 1.En Mexico, 'como en el resto de Latinoarnerica, e! irnperia- Ilismo e~!r(~peo estaba preseritq en eI terren6 .economico y d < 1 S ' -plazaba la tarea a realizar pbr' los Estados Unidos. Habia quelldesplazarlos del Bravo a la Patagonia. (jon ,Po~firio Diaz sederrurnba, tambien, la influenciade los inversionistas europeos., ILos Estados Unidos, porsu lado, no iban a permitir que cayer4su .influencia, sino, todo 1 0 contrario, buscarian su acrecenta- Imien to. , , I 'I, ~~ilscaba la revolucion un simple cambio de oligarqula ~ elsimple cambio de una hegemonia mundial por otra? La revolu-icion, que,en sus inicios, buscaba solo un simple cambio politicobajdi el lema de "sufragio efectivo, no reeleccion'', se vera deinmediato presionada por otros grupos sociales para la realiza-Icion' de medidas encaminadas a cambios mas radicales, no solopoliticos, sino sociales yeconornicos. EI lema de Emiliano Za-:pata, r'tie'rra !y l ibertad", sirnbolizariaesta radicalizacion. Ya no Iunsirnplecambio polit ico, sino una revolucion social, y econo- 'mica! La reforrna agraria, la reforrna fiscal.Ja proteccion de los!$Tupos sociales mas deb