Detras de La Barda - Dominguez Esteban

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  • 7/26/2019 Detras de La Barda - Dominguez Esteban

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    DETRSDE LA BARDA

    Primera edicin SEP / Solar, Servicios Editoriales, 2005

    D. R. Solar, Servicios Editoriales, SA de C.V.Calle 2, nmero 21, San Pedro de los Pinos03800, Mxico, D.F

    D. R. Secretara de Educacin Pblica, 2005Argentina 28, Centro,06020, Mxico, D.F.

    ISBN: 968-5473-69-2 Solar, Servicios EditorialesISBN: 970-790-732-0 SEP

    Impreso en Mxico

    DISTRIBUCIN GRATUITA-PROHIBIDA SU VENTA

    1

    Sistema de clasificacin Melvll Dewey DGME

    863D62005 Domnguez, Esteban

    Detrs de la barda / Esteban Domnguez._Mxico : SEP : Solar, Servicios Editoriales, 2005.124 p. (Libros de) Rincn)

    ISBN: 970-790-732-0 SEP

    1. Literatura mexicana. 2. Literatura juvenil.3. Novela. I. t. II. Ser.

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    DETRASDE LA BARDA

    Esteban Domnguez

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    Profr.Gabriel Hurtado Cen

    Mrida, Yucatn,

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    A los estudiantesy profesores de Sonora

    l Morgan

    No, pues s, chale, en la secundaria uno de veras que est bien refeo. Hay unos morros que tienenunas orejotas o estn bien dientones, a unos se les llama Dumbosy a los otros Caballos, o Bugs Bunny; unostienen unos brazotes bien largos y unas piernas pequeas. Neta que parecemos caricaturas.

    Luego algunos exageran, se pasan... Se compran unos pantalones del 38 o del 42 que les quedan bienguangos, claro que lo disimulan fajndose un poco, pero cuando no los ven los prefectos, ah andan, biencholos, tirando barrio. Yo los veo y me da risa; claro que nunca me atrevera a usar algo as porque no me llevocon ellos.

    Tambin hay unos bien cabezones o muy altos o muy enanos; luego unos que estn en plena niez yotros que ya fuman y van a los bailes como si nada. Hay unos muy aseaditos, como yo, y unos que para nadase baan; se levantan como a las doce y as se vienen a la escuela, sin peinarse o lavarse la buchaca, gucala,ni los sobacos ni nada, y Ies llaman pacusos, pero no voy a decirles lo que significa. Luego, dizque andan acmuy de novios, muy galanes, tirando rostro con las mnitas. Luego la raza amarga nunca falta, hay unosmorros que se salen, tienen una risa de lo ms burlesca, a todo el que agarran a canilla, ya no lo sueltan hastaque lo hacen llorar.

    Las chavas, la neta, neta, casi no hay buenas. Tambin ellas estn bien federal de caminos. En serio,hay unas que hasta te espantan y, segn ellas, andan por la escuela como si fueran miss Mxico aunque nadielas pela. Tienen las piernas flacas, flacas, chuecas, chuecas; o son muy morenas, con manchas en la cara queles llaman jiotes; a unas les dicen que les explot el calentn, otras son geras y pecosas. Flacas, gordas,

    gordas en serio, como la Keiko, por ejemplo, que est conmigo. Unas son bien sangronas y con nadie sellevan, otras se pelean a golpes con los chamacos, la Tyson le dicen a una. Hay de todo, enamoradas,juguetonas, listas y tontonas, apretadas, como las fresas.

    Yvolviendo a los morros, no faltan los apestosos, los pedorros, guacarosos, en fin, son una chulada miscompaeros... Pero no quiero hablar de todos mis compaeros, porque capaz que se enteran y no me la voy aacabar. Son bien gachos, y no slo ellos, tambin las chavas son pesadas. Del que quiero hablar es delAdrin, un morro de esos serios, flaquito, cabeza pequea, orejas grandes, muy formal. De toda la escuela, esel nico que trae una mochila con rueditas, y ya sabrn el carrilln que le damos porque yo tambin meincluyo, se la escondemos a cada rato o se la arrebatamos para que nos persiga por todo el saln.

    Ya clmense o los voy a reportar.Huy, qu miedo.Es en serio.Mira cmo tiemblo.Bueno, se los advierto...Ah est, llorn.

    Yas lo traemos a broma y broma hasta que revienta y nos reporta.

    Pero tampoco de l quera hablar, ms bien del Morgan. De veras que con este morro s que sesalieron.

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    Desde que lo vieron le buscaron el sobrenombre de Morgan, y bien que le queda porque tiene un soloojo, el otro parece que lo perdi o as naci. Tambin quisieron decirle Cclope, pero no peg. La canilla haestado dura, hasta las chamacas seriecitas, como Maribel, le gritan al maestro:

    Mire, maestro, el Morganme est coqueteando, me est cerrando un ojo.Ytodo mundo trata de aguantar la risa.

    Otro le dice:chale un ojito a mi mochila, no?Yl aguantando como si nada, se le resbala. Creo que hace mucho que aprendi a aguantar; luego, l

    se las devolva, pero ya no se enojaba, ya haca caso cuando le decan:Que el Morgan est con nosotros en el equipo.El Morgan me peg, profe.El Morgan est comiendo en el saln.Yas por el estilo.

    Pues con todo y su ojito nico, un da el Morganfue el hroe del saln. Ocurri cuando la teacher, enplena clase, empez a ponerse primero roja, como una manzana, y luego morada, como... pues como algo

    morado, vaya, como que le faltaba el aire, se agarraba el cuello con las manos, manoteaba como si estuvieraen la alberca. Nosotros, todo el grupo, se qued en suspenso, congelado en una fotografa para el recuerdo.Ni una hoja, risa, suspiro, nada. Yah siguiramos, si no fuera porque la maestra estaba ah, cayendo al piso.Entonces vimos cmo el Morgansalt dos filas hasta llegar junto a la maestra que, en serio, ya en el suelo,tena los ojos en blanco. El Morganle puso las manos alrededor del cuello y la recost suavemente, luego leabri la boca y, tapndole la nariz, comenz a bombearle aire, aire. Para esto, ya estbamos todos alrededor, yl nos haca seas de que despejramos; alguien ya haba ido por la doctora. El Morgansegua aferrado y ledaba unos apachurrones en el pecho y segua con la respiracin de boca a boca, entonces la maestra volvi ens poco a poco y al fin volvi a respirar normal. Cuando se sinti mejor, la sentaron en su silla. La doctora lepuso alcohol por todas partes y, unos momentos despus, ya estaba en el hospital.

    Despus de esto el Morgan nos cont que en las vacaciones haba tomado un curso de primeros

    auxilios en la Cruz Roja y que por eso saba qu hacer en estos casos. Cuando la maestra volvi el lunessiguiente, mostraba una sonrisa muy bonita y, adems, traa una caja como de regalo que le entreg al Morgan.Eran unos pantalones nuevos y finos que el Morgan luci muy contento en el baile de primavera, donde se pusode novio con la ms bonita del saln, la Irasema.

    Bueno, de esto quera hablar. Quin soy yo? No se los puedo decir, slo les cuento que soy uno deustedes, que est a medio camino entre el morro de la mochila de rueditas y el Morgan. Hasta la vista, ychenle ganas a la school...

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    a Hitler

    Sentado ahora, aqu en la prefectura, s que el castigo es inminente. Soy culpable. Y cmo no, si misbrazos y mis piernas han crecido tanto y en forma tan desordenada que no atino a hacer los movimientos quequiero. Hoy por la tarde, en la clase de ingls, al levantarme del Mesa banco mi mano izquierda se extenditanto que fue a chocar con el maldito vidrio que se hizo pedazos. Me cort un poco, pero no fue tanto el dao;pronto dej de salir la sangre, y aqu me tienen, como el acusado en espera de la sentencia o, peor, de laejecucin. Me siento como los condenados a la guillotina, que segn el profe de historia era un mtodo cruel,aunque creo que tenerme aqu en la prefectura es ms cruel todava. De todos modos, ya s que tendr quepagar el vidrio, no s cmo, pero lo pagar. Tal vez, si las propinas son buenas en la tienda del ISSSTE, en

    una semana sale lo del mugre vidrio. Ytodo por estas tontas extremidades que siento como si no fueran mas.Yclaro, ahorita de seguro viene el sermn y yo a decir que s a todo, que voy a pagar, que tendr ms cuidado.

    La trabajadora social y la Hitler, que as le decimos a la prefecta de los primeros, estn encerradas,seguramente pensando en qu castigo darme, tal vez merezco un castigo.

    Slo escucho voces que suben y bajan, pero sin mensajes. La trabajadora social no me preocupa, esbuena gente y siempre habla calmadamente y de buen modo. Quien s me pone a temblar es la Hitler. Nadams resuena su voz y ya no encuentro mis pensamientos. Creo que a todos nos pasa lo mismo, porque el otroda que fue al saln, noms entr y todo mundo dej lo que estaba haciendo. Hubo un silencio "pasmoso", dirael profe de espaol.

    A ver, nio, t le dijo al Cabezn, que es el ms terrible del grupo. Ponte de pie y fjate!

    Antes de terminar la frase ya se haba compuesto. Y, parado, le temblaban las rodillas. Yo, tras l,sudaba helado. Nadie se mova. La Marcela se haba quedado como paralizada, pero en una posicin malacomodada:

    Nia, t! Cmo te llamas? Sintate bien!, qu no ves que as enseas toda la mercanca?Cochina!

    Con esa maestra no se puede dialogar; casi nadie reporta a nadie, porque fcilmente te hace llorar,

    incluso si t vas a reportar a alguien.

    Yo digo que est bueno tener una prefecta que meta orden, pero sta te espanta de veras. Es unamujer muy alta y distinguida que siempre usa vestidos oscuros, se maquilla mucho y se pinta el pelo de coloresrojizos o rojos oscuros. Hasta los padres le sacan la vuelta, porque en cada reporte les pega una buenasacudida. Dice el Chivaque su mam le advirti que ella no regresaba si la mandaban llamar, que ms le valaque se portara bien, y aunque ya van varias veces que le piden que venga, pura nada que hace caso, ni por laboleta viene.

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    La mano ya no me duele, pero tengo deseos de salir corriendo de aqu y de estar en mi saln o, mejor,en mi casa viendo tele, o bien dormido, y no en este cuarto con el escritorio enfrente, los archiveros y la bancadonde nos sentamos todos los reportados.

    Yo espero que no vuelva a suceder, de veras se los digo, estas cosas no me agradan. No me Ni gustaeste cuarto, y mucho menos que la prefecta me regae, porque en las noches, en todas mis pesadillas, aparecesu enorme cabellera pintada, su fiera mirada y su voz como cuchillo que me destroza como en las pelculas deterror.

    Nada ms de pensar en el dinero del vidrio me da tristeza. Toda una semana de propinas tirada a labasura por un vidrio! Y yo que ahora s pensaba comprarme el baln de bsquet, ni modo... Aver si despus,aunque tal vez no, ni lo dejan traer a la escuela o me lo quitan los cholos. A lo mejor compro otra cosa msnecesaria o le doy el dinero a mi jefa para que compre algo, aunque eso va a ser despus de que termine depagar el vidrio y la Hitler deje de mortificarme. Ahora voy a dejar de escribir esto, porque ya se est abriendo la

    puerta y por ah, estoy seguro, va a asomarse su curiosa cabellera y luego vendr el grito...

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    uerido diario

    Lunes 14 de febrero

    Como todos los lunes, me levant muy temprano dispuesta a enfrentar un nuevo da de pesadez ymovimiento, pero record que era el da del amor y la amistad. Desde el viernes haba comprado la tarjeta y elregalo para el Caballo, digo, para Juan (a mi mam no le gusta que use apodos). Am me toc regalarle a len el intercambio del saln. Odio los intercambios, deberan de prohibirlos para siempre. Una vez, en laprimaria, regal un perfume bien caro y a m me dieron un pauelo. No s si Juan me gusta o no, de todosmodos le escrib un mensaje muy largo; es buena onda, aunque a veces es muy cargado. La Cachetitos leecha los canes, pero l no le hace caso, ni en el mundo la hace. Mi mam me encarg que llegara temprano,aunque eso va a estar en chino, porque hay una fiesta con los del saln. Ya s que son unos nacos,desabridos y feos; de todos modos uno trata de divertirse. Anoche me pinch el dedo mientras cosa mi falda,pues la prefecta me baj la bastilla y me report. Es como un juego, ella me la baja y yo que la subo; algn daterminar con unos tremendos agujerotes, tal vez la falda llegue a ser un solo agujero. El Navome habl paradecirme que l y el Guante iban a llegar tarde a la escuela, que les avisara a los maestros. Mientras me

    cambiaba, tena un verdadero desastre. No encontraba nada y todo se me caa. "Es uno de esos das fatales",pens. Lo bueno es que en la mochila casi no llevo cuadernos ni l ibros y s el traje para la fiesta.

    Ahora estoy en mi saln, es la segunda hora y la tenemos libre porque no vino el profe de historia. Porahora le voy a parar, al cabo que luego seguimos hablando...

    Martes 15 de febrero

    Ayer, como estaba previsto, todo fue un desastre. Oh, querido diario, hubieras estado ah. Fue horrible,horrible! Figrate que ese chamaco loco, baboso, tarpido, metiche, aniado, feo, gritn, dientn, nariz deGonzo, pelos parados, aliento de dragn, pies de atleta, orejas de Dumbo, risa del Guasn, prieto, flaco,

    ojeroso, lagaoso, ese atrevido, cara de chango, se al que todos le dicen el Sapito, pues se, qu crees,querido diario?... Pues que me la cant! S, as como lo oyes, digo, as como lo escribo. Sucedi en el receso.Yo haba ido a la copepor unas papitas con queso, y cuando ms las saboreaba, se me cay un pedazo y memanch la blusa, casi una catstrofe, imagnate, mi preciosa blusa blanca! Luego, luego la Rub comenz adarme carrilla, La que no sabe, le dicen. Me fui a los bebederos, y lo primero que me encuentro es a se...Casi, casi me muero. Te juro que fue el oso del siglo. Me declar su amor! En la fiesta el Lalo, el que me gusta,que se pone a bailar muy mono con la Michelle, huy, esa coqueta! Llegu a la casa, me castigaron por llegartarde y ahora no podr ir al cine el sbado. Me lo merezco.

    Mircoles 16 de febrero

    Hoy me divert mucho en la clase de ingls, y es que cuando el maestro se suelta contando chistes, sque nos hace rer. Qued de ir en la tarde a la casa de Jocabed, mi mejor amiga, para hacer el cartel sobre elcuidado del agua. Hoy por la tarde recib una llamada. Quin crees que era? Pues nada menos que el Sapito,para decirme, despus de muchas toses y largos silencios, que si quera ir a la unidad deportiva a dar la vuelta.Le colgu sin decirle que s ni que no.

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    Jueves 17 de febrero

    Ayer me mand una rosa y una carta. Tiene la letra horrible, dice muchas cosas, pero lo que ms repite

    es eso de que me quiere.Ay, querido diario, ya no s qu pensar. Me est pasando lo mismo que en la novelaque veo con mi mam, El amor no es como lo pintan, pero al revs, porque en la novela ella es la fea y l unsper cuero y se enamoran. Qued de hablarme hoy en la noche y ya son las ocho. Creo que ya no habl. Tqu crees? A lo mejor todo es mentira y slo me est cotorreando. La Amita dice que es verdad, que s mequiere, que se lo dijo l mismo. Bueno, querido, luego te cuento porque ya est sonando el telfono, estoy juntoa l porque si no, mi hermanita se entera

    Viernes 18 de febrero

    Ahora s me pas lo que dice mi abuelita: "Cae ms rpido un hablador que un cojo". Yes que anochela llamada se alarg por casi dos horas, casi se me qued pintado el telfono en la oreja. No s si te dascuenta de lo que ha pasado, es algo raro. Yes que el Sapito, de tanto insistir, ha llegado a enamorarme. Nuncapens que podra enamorarme de l, pero ahora s que el amor es ciego, ahora s lo que es el amor y estoyfeliz. Qu me importa que mis amigas me dejen de hablar, que se burlen de m por lo que siempre dije de l.Que ahora me digan la Sapitano tiene importancia, porque todo es luminoso, alegre, mi querido diario.

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    a ceiba

    Cuando el maestro de ecologa dijo que haba una ceiba en la cooperativa, realmente pens que ahoras se estaba volviendo loco. Siempre sala con sus cosas, siempre traa palabras muy raras que yo creo que nila Cerebrito entenda, menos toda la bola de tontones que ramos los dems, y menos que menos yo, que aveces hago como que estoy muy metido en las clases, pero ms bien ando en sueos. A veces veo por laventana de mi saln, que es el que est en la esquina, en el piso de los terceros, arriba, y veo unas nubeshermosas. Me subo a una en forma de piedra y ah me voy a recorrer ciudades y pases, por eso el maestro deespaol acab por llamarme el hombre de la luna y todo mundo me da canilla.

    Es padresoar y es tan fcil. Por ejemplo, si la maestra de qumica explica cmo se origin la vida apartir de ciertas molculas en un medio acuoso, yo imagino un lugar lleno de gases y explosiones de colores

    brillantes, aguas verdes, gelatinosas, rayos de luz celeste, torrentes de aguas y, en medio de los ruidos msespantosos, una mujer desnuda de color violeta, ojos rojos y cabellos verdes se baa en un torrente de aguasque, de pronto, se le endurece en la piel y perdura as, como estatua, durante todos los millones de aos, sola,oscura. .. Sueo, aunque a cada rato se burlen; es el precio y lo pago.

    Desde que inici el ao, ahora en tercero, el maestro me mand a que viera esa ceiba de lacooperativa. Estaba ah con sus miles de hojas y sus enormes ramas como formando pisos. Luego, luego meimagin viviendo hasta arriba, convertido en gorrin y viendo desde all a los chamaquitos que iban a la cope...Ver tan pequeos a los maestros era una felicidad. Ah vivira eternamente, de verano a verano, hasta todoslos siglos.

    Das despus de esta visita el maestro me pregunt que qu vea por la ventana.

    Ah tambin hay una ceiba le dije.Exacto! me respondi, utilizando su palabra favorita, y tu tarea durante todo el ao ser cuidarla.

    Era una ceiba muy alta, tendra como diez aos y luca esplendorosa. Seguramente la haba plantado lamaestra Pascal, la que calificaba con plantas, la Ecolgica, le decan. Le promet cuidarla y lo mismo hicieronlos dems con el rbol que se les asign. Am me gust la ceiba. Me promet plantar una en mi casa, aunquetumbara la construccin, como dicen que hacen las ceibas, y aunque mi hermano quisiera ocupar luego mi sitioen el ltimo piso, le dira que su lugar quedaba un poco ms abajo, y mis padres ms abajo todava, porque yolos iba a cuidar a todos desde all arriba y, adems, como yo la haba plantado, sera el dueo y se acab.

    As empez todo. El maestro nos daba treinta minutos de clase y los otros veinte eran para atendernuestra planta. Yo estaba muy interesado, sobre todo en lo de cuidar la planta. Tena un bote listo para regar miceiba todos los das; adems la tena barridita y le haba hecho una taza muy grande; para llenarla tena que

    acarrear cinco botes y, aunque era cansado, lo haca con gusto. Creo que nadie se ha empeado tanto comoyo. La ceiba siempre tena las hojas brillantes y yo la vea crecer conforme pasaban los meses. Me gustabaacariciar su piel rugosa, sus cicatrices donde los chamacos haban escrito que Ana y scar se aman o que aquestuvo Juan. Pensaba en cmo deba haber sufrido. Me llenaba de rabia descubrir nuevas huellas deagresores del turno matutino que no saban el dao que nos causaban: a ella por no poder defenderse y a mpor no verlos para castigar sus fechoras. Ah mismo me hubiera agarrado a golpes, aunque me reportara elprefecto y llamaran a mi mam.

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    As pas un ao lento de trabajos y angustias. Cunto viento y polvo pasaron por sus hojas, cuntasotras cosas no so desde la ventana de mi saln. Una tarde volv a pensar en la mujer violeta de pelo verde.Era linda. Vi la ceiba y la imagin como aquella ilusin que me sonrea.

    El fin de ao se aproximaba, pronto dejara la escuela secundaria. En una de esas tardes, cuando nisiquiera nos tocaba la materia de ecologa, fui a ver la ceiba de cerca. Eran las ltimas horas de luz, caa latarde de verano y soplaba un viento tibio. Al estar llenando el balde, el agua se reg y me moj los tenis. Sentuna gran alegra, como si la vida subiera por mis pies mojados. Al ir cargando el agua, los pies me pesaban.

    Avanzaba con lentitud. Extraamente la soledad reinaba. Cuando estuve cerca de la ceiba, pude ver apenas, yacon las sombras de la noche, cmo la mujer ms hermosa, de piel violeta, ojos rojos y cabellos verdes, mesonrea y me invitaba en su abrazo...

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    reocupaciones

    Quin soy?De dnde vengo?Hacia dnde voy?Cuntas materias quedar a deber este ao?Quin me quiere?Tendr un nuevo padre este ao o mi madre cumplir su promesa de no volver a meter a ningn otro

    hombre a la casa?Sacarn al Patode la casa de Big Brother?Me la cantar el Pinguien el prximo baile?

    Quin ser la reina del estudiante?

    Publicarn mi carta en la revista escolar?Me saldrn tantas espinillas como a mi amiga Toita, que tiene la cara como crteres de la luna?Podr combatirlos a tiempo?Llegar mi ta a pasar las vacaciones con nosotros el prximo verano?Encontrarn al responsable del robo de la bolsa de la maestra Paulina?Pagar esta quincena el telfono mi mam o seguir cortado?Suspendern definitivamente a los morros que agarraron tomando en la escuela?Quin cortar primero de las que andan de novias en mi saln?Quin ser el prximo o la prxima que se vaya del saln?Cunto costar el prximo baile?Suspendern clases el viernes?

    Quin se rob los chones de mi mam ayer por la noche?Vendr Uffa mi ciudad?Encontrar al hombre ideal o me conformar con el Sapito?Alguna vez podr viajar a la luna?Habr horas libres maana?Le gustar a ese maestro nuevo aunque sea un poquito?Me elegirn para el equipo de porristas?Por qu mi escuela ahora est tan fea?Vendr mi pap para la fiesta de graduacin o seguir enojado por la separacin?Mis primas dejarn de ser tan chismosas o as sern toda la vida?Quin me quiere invitar al cine?

    Terminar a tiempo el lbum de historia?Mandar el dinero mi pap para el vestido de la graduacin?Quedar en la "prepa" que quiero?Qu me voy a poner maana?Cundo terminarn las clases?Lograr ser feliz algn da?

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    a tarea

    Si recuerdo aquel jueves de mediados de mayo cuando estaba en el primer ao de la secundaria, no ssi sonrerme con tristeza o tristemente sonrer. Parece lo mismo, pero en todo caso es un sentimiento confuso.Yes que todo pudo ser de otra manera, pero result as. Todas las posibles variantes no son ms que juegosde la mente, por eso he de contarlo tal como fue, al menos para m.

    El jueves que quiero recordar, a la maestra Pascal, sa de la que decamos que enseaba muchoporque siempre llevaba minifalda, se le ocurri hacer equipos para la exposicin de temas. La Conchis, queandaba de pleito con las chavas del grupo, se qued sin equipo porque nadie la escogi. Cuando llegu delauditorio, me di cuenta de que mis "camaradas" ni siquiera se acordaron de m, as que tampoco tena equipo.

    Formen un equipo nos dijo la profe.

    Por ah grit el Chol:

    El Nerdy la Burracon lo que se gan un coscorrnde la Conchis y un reporte de la maestra.

    Am se me hizo bien porque saba investigar y tambin exponer, lo que me agradaba poco era tenerque hacerlo todo y que la Conchis recibiera una buena calificacin, porque esa chava no era buena para elestudio, slo pensaba en bailes y en chavos, pero de estudiar... nada. Ella tambin dijo que estaba bueno yquedamos de vernos en las tardes, una vez en su casa y otra en la ma, hasta tener listo el trabajo. Anosotrosnos tocaba hasta el ltimo, o sea, el siguiente jueves. La canilla nunca aminor, pero as eran los chavos del1 A.

    El primer da de estudio no lleg, la estuve esperando hasta las siete. Como a eso de las ocho me hablpara decirme que la haban mandado al sper, que nos veramos al da siguiente en su casa. "Segura?", le

    pregunt, dijo s y me colg.

    Viva en la Granjas, cerca del MUX, un colegio de monjas. Su casa estaba pintada de blanco con vistasazules. No estaba. Su mam sali a recibirme.

    Pasa, la Conchis no tarda. Quieres limonada? Hace mucho calor. La Conchis me dijo que laesperaras.

    Era una mujer bastante joven, llevaba un vestido amplio y floreado, los senos eran grandes y suban ybajaban al respirar. Esto lo pienso despus de muchos aos, es decir, lo reconstruyo como fue.

    Cuando vino con la bandeja, la jarra y los vasos, me sent en aquel silln pequeo; sudaba un poco ytena los cuadernos apretados entre las manos. Ella se inclin para servirme y sus enormes pechos cayeron

    como un mundo de ilusin. Yo haba visto algunos senos de ese tamao, pero slo en las pelculas pomo que aveces me atreva a poner con mis cuates, no los de la escuela que eran bastante vulgares, sino con los de lacolonia o con mis primos. Eran enormes y despedan un perfume como de rosas y miel que me haca suspirar,como ahogndome, y ella, muy cerca de m, serva los vasos. Sent un cosquilleo que suba por todo mi cuerpo,me sudaban las manos y hubiera querido que nunca terminara de servir los vasos y de brindarme ese perfume,para sentir cmo los huesos se me llenaban de cido; tena ganas de rerme y de salir corriendo y no volver

    jams, o de ponerme a llorar por nada, por no comprender nada.

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    Ese da dieron las ocho y la Conchis nunca apareci. Su mam me estuvo platicando y yo lecontestaba; aunque por lo general soy muy hablantn, me costaba trabajo decir unas palabras, ah todo mepareca pesado. Como yo hablaba poco, tuve oportunidad de observarla. Estaba fresca como lechuga recinlavada o como tomate recin cortado; era guapa y charlaba con desenfado enseando unas piernas bien

    torneadas y blancas; toda una seora.Al despedirnos me dio la mano, era suave, delgada, blanca mano...

    La Conchis ya no lleg, ser mejor que vuelvas maana me dijo. Yyo saba que estara puntual,como si fuera una cita. Mi primera cita. Aunque tal vez en ese entonces no pensaba regresar.

    Al otro da le reclam a la Conchis y me dijo que se le hizo tarde en la casa de Sandra, adonde fue ahacer otra tarea, pero que ira a mi casa esa tarde.

    Bueno le dije, aunque yo deseaba que fuera en su casa.

    Me sent bastante desalentado, anduve muy triste y casi no hice ronda con mis camaradas que meparecieron unos bukis, tanto en sus plticas como en sus acciones. "Qu plebesson", me deca. Lleg la tardey con ella la Conchis. Sacamos algunos resmenes, pero lo hicimos sin ganas. Ella estuvo distrada jugandocon mi perra Jamaica, y yo enredado en el da anterior, a esa misma hora, cuando esper en vano a la Conchis.

    Bueno, maana en mi casa, eh? Si llego tarde, empieza el trabajo, yo llego.

    Se llamaba Laura. La recordaba bien con sus minifaldas cuando iba a recoger la boleta de la Conchis,todo mundo volteaba para verla pasar. Cuando me abri la puerta al da siguiente, el jueves habamos pedidoun da ms para terminar el trabajo, estaba en minifalda y tena una blusa roja y breve, pero ahora con unperfume nuevo que lo mismo me cosquillaba por todo el cuerpo. Otra vez no estaba la Conchis, otra vez trajo lalimonada, pero esta vez, al agacharse para servir, pude ver sus senos libres bajo la blusa y el mismo vahobrotando desde all hasta lo ms ntimo de mi ser, de mis doce aos que se alzaban bajo mis pantalones. Ella,muy cerca de m, la tarde de verano cayendo afuera, la Conchis en el fin del mundo, la tarea por el suelo, ellaeternamente sirvindome ese vaso de limonada y mostrndome ese mundo maravilloso de dos senos olorososque perseguir por toda mi vida.

    Sobra decir que nunca terminamos la tarea, que reprob, para el asombro de todos, ese bimestre.Pinchi Conchis.

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  • 7/26/2019 Detras de La Barda - Dominguez Esteban

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    l profesor invisible

    Yo lo veo y me da pena, la verdad, pues es un profesor buena onda, de esos a los que uno puedefallarle muchas veces con las tareas y no hay cuete; o con el que puede uno pintersela muchas veces y no hayreportes ni castigos, claro que al final uno sale perdiendo, porque en la evaluacin s que te reprueba. Es muytolerante, aunque a veces se enoja, como ese da en que haba mucho relajo en el saln, nadie haca nada,todo mundo jugando, aventando papeles ensalivados, contando chistes por all, aunque todo el relajo lo tenaen grande el Toti, ese morro que vive pegado al cerro. En eso, que se le acerca el maestro y le dice que secalle, y el otro como si nada, como si no lo viera, y lo tena muy cerca de sus narices. Entonces, que seenfurece el maestro, hace un movimiento de cintura y tira un tremendo zurdazo que da en la pared hacindolaestremecer. Todos nos quedamos en perfecto silencio, como nunca, y el maestro volvi de su ser invisible y seescucharon sus palabras:

    Sal del saln y no vuelvas a entrar aqu. Yno volvi a asomarse jams, por ms lucha que le hizo, nolo volvi a aceptar. Lo curioso es que casi todos los maestros hicieron lo mismo y as se la ha llevado todo el

    ao, nada ms asomndose a los salones.

    Pero este profe es invisible, casi nadie lo puede ver, yo lo veo quiz porque lo estimo. Es un maestromedio joven bueno, ya no tan joven, se est quedando calvo, que camina despacio, y al que la voz ya no lesale tan potente, lo que contribuye a su invisibilidad. Apenas este ao vino a mi escuela. Aveces saluda por laventana a otros maestros que pasan, y no le contestan porque no lo ven; a veces tambin saluda a algunamuchacha, y como si nada. Creo que no se da cuenta de que es invisible y que, sindolo, podra andar entre losmesabancos supervisando el trabajo, jalarle la oreja a los aguerridos, salirse del saln y caminar por toda laescuela sin que nadie lo vea, y hasta firmar e irse en su carro invisible, a su casa invisible, abrazar a su invisibleesposa y que su invisible hijo venga a rascarle la invisible panza. Llevo varios aos en la escuela y nunca habaconocido un maestro invisible. Cuando se lo cont a mis amigas, no me creyeron; tampoco mi mam, que diceque cuando ella ha ido a la escuela, varias veces lo ha saludado.

    Es que t y yo s lo podemos ver, mam.No te creo. A ver, por qu nosotros si?Porque nos cae bien.Eso es cierto.Ya ves, ya ves...

    Aveces me da la razn. Un da le insist tanto, que fuimos a verlo. Se pasaron como tres horas pltica ypltica, y fui yo la que finalmente se hizo invisible, se olvidaron de m, as que pude escuchar cmo al finalhacan una cita para tomar un caf e irse al cine.

    A poco vas a ir?Claro, hija, es muy agradable...Es casado, mam.Su esposa es invisible, t me dijiste, no?Era un decir...No le hace, a m me gusta y basta. Adems, as le curo su invisibilidad y mi soledad.Ah, bueno.

    Salieron varias veces, hasta que el profesor invisible termin en mi casa, primero tomando caf por lastardes y despus se qued a dormir con mi mam y empezamos a ser tres invisibles. Entonces dej depreocuparme por las personas invisibles y me dediqu a ser una persona feliz.

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    Profr.Gabriel Hurtado Cen

    Mrida, Yucatn,

    Mxico.

  • 7/26/2019 Detras de La Barda - Dominguez Esteban

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    u rincn favorito

    Cuando llegas a la escuela con tu uniforme impecable, camisa blanca y pantaln caqui marca Dickis,observo tu andar, tus pasos lentos por el peso de tu mochila negra cargada de tantos libros, libretas, un balnde contrabando, desinflado. Me asombra tu paso de adolescente, un paso leve, inseguro, como de alguien quese duele de estar en este mundo, cercado por la mirada adulta, como si al pisar algo doliera por dentro. Luegote sigo con la mirada hasta tu grupo de 1 H, all al fondo, y s que te alegra ese camino, el cantar de lospajarillos entre las ramas de los yucatecos. Luego, ya en tu saln, caminas hasta el sitio que te asign tuasesor. Al principio creste que se haba equivocado y que te haba puesto en un lugar inadecuado, peroconforme fue pasando el tiempo aprendiste a amarlo, hasta convertirlo en tu rincn favorito.

    Ycmo no, si desde aqu ves todo: a los que pasan a la cooperativa, cuando la prefecta est cerca ypuedes echar aguas si hay mucho escndalo, o si aparece la subdirectora o el director. Luego, ocasionalmente,hay quienes se arriman por ah, y si son tus camaradas les puedes encargar que te compren algo de la cope yque te lo pasen rpido, cuando el maestro est distrado. Tambin te puedes dar el lujo de no hacer nada, ohacer rpido los ejercicios y dedicarte el resto del tiempo a molestar a los dems. Tiene varias ventajas estelugar y te lo dieron a ti, no por tu buena conducta, que no lo es tanto, ni porque le caigas bien a ese maestro,sino porque tu estatura te lo permite; no podras acomodarte en los asientos de adelante porque le taparas lavista a los enanos de atrs, por algo eres el ms alto del saln. Esto a veces es una desventaja, porque muchosse creen muy salsas para la pelea y creen que derrotando al ms alto ya nadie se les acercar, pero no, a cadarato te los suenaspara que no se anden creyendo. Aunque a cada rato te reportan.

    Ahora no ests tan seguro de quedarte en tu lugar, ahora s te cambian porque te cambian, y cmo nosi te pasaste de la raya con la broma aquella: era tan inocente una tachuelita bien acomodada en la silla delprofesor, que no te diste cuenta de que te tocaba con la maestra de ingls, que es la ms regaona. Creo queah se te cayeron las alas y empezaste a hacerte pequeito, hasta convertirte en el ms enano del grupo. Fue

    el acabse, la maestra echando rayos, todos de pie, sin receso, sin tomar agua, sin poder ir al bao, sinrecargarse en el mesabanco.

    Necesito encontrar al culpable o todos la pagarn, traern a sus padres. Ignorantes, el que lo hizodebera pensar en sus compaeros.

    Unos casi se desmayan, a algunas nias se les empiezan a asomar las lgrimas y te miran suplicante.El Chol, que se las da de muy fuerte, casi se cae, pero un tremendo grito: "Eh, t, firmes!", lo pone en sulugar. ASofa se le mojan las calcetas de pip porque no aguanta. No slo est la maestra, tambin ha llegadola prefecta, el asesor, la trabajadora social y hasta la subdirectora.

    El castigo ya dura cuatro horas, cuatro eternas horas y todo mundo siente que no pasa el tiempo, y ashubiera seguido si no es porque...

    El Ruso!, el Ruso! empieza a sonar primero como un murmullo y despus como un grito: elRusooooo..!

    Yte vas hundiendo hasta desaparecer en tu asiento, donde ahora aprendes a despedirte de tu saln,de tus compaeros, de tu primera novia, de tu escuela, y pasan por tu mente todos los buenos y malosrecuerdos de estos meses y das en tu rincn favorito

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  • 7/26/2019 Detras de La Barda - Dominguez Esteban

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    l vuelo de la paloma

    Yo la vi, s, segurito, pregntenme.

    Fue un viernes, como ahora, a la hora de la salida. Los de mi grupo habamos adelantado la ltimaclase, as que estbamos libres. Fui al saln de la maestra Conchita para ver si me poda revisar un trabajoatrasado.

    Sub corriendo las escaleras hasta el tercer piso, y luego recorr todo el pasillo hasta el saln de laesquina. Me di cuenta de que ya no haba clases en los salones de esa rea. Haba demasiado silencio paraser un da normal de clases.Al llegar al saln de la profe, vi que estaba abierto, lo que me llen de alegra. Ellaestaba de espaldas, asomada a la ventana mirando rumbo a los cerros reverdecidos con las pocas lluvias de latemporada. Sent un poco de pena al tener que molestarla. Era una tarde de finales de verano y el aire apenas

    empezaba a refrescar. Los cerros durante todo el ao se mantienen pelones, resecos por todos lados. Habagran cantidad de nubes acumulndose para la prxima lluvia.

    Buenas, maestra... tal vez ms tarde..., pens ya dndome la vuelta.

    La maestra no se volvi a pesar de mi saludo, pareca como si no estuviera o no me hubieraescuchado. Por fin, despus de unos minutos en que tuve tiempo para pensar en mi madre, asomada a otraventana la haba visto as, asomada a una ventana, perdida a lo lejos o mirando el mar, a la distancia, lamaestra se dio vuelta y pude ver cmo se llevaba una mano al rostro, como limpindose una lgrima.

    Ah, ests aquS, vine a ver si me revisaba un trabajo anterior.A ver...

    Le tend el cuaderno y lo tom con mucho cuidado, como si fuera a leer una carta importante o un papelmuy interesante, cuando apenas era un cuento de los muchos que nos dej hacer ese ao. Entonces vi lapaloma sobre el montn de libros apilados en un rincn. Estaba ah, como detenida en el tiempo. Al principiopens que era una especie de alcanca o una paloma disecada, mas de pronto empez a dar pequeos pasitossobre los libros de primero. "Los va a cagar", pens.

    Ya la viste? me dijo.S, no daar los libros?No, no creo, slo vino de visita, es mi amiga de la primara, la Paquita.A poco una paloma va a ser amiga suya?Claro, mi'jitito, No me crees?Si usted dice...

    Cuando sal del saln ella todava se qued mirando a la paloma.

    Apartir de ese da me puse a observar con ms detalle a mi maestra Conchita, porque se me hizo raroque me dijera aquello como si fuera verdad. Un da, en una de sus clases empez a hablar de un novioinvisible que siempre la acompaaba a la escuela, de un to que era como un gorrin; tambin nos cont que ungato le hablaba en ingls los sbados y que por eso ahora iba a una escuela para aprender ingls y conversarcon l. Todos nos divertamos, porque como que presentamos que ya se le iba la onda. Fue la botana delreceso:

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  • 7/26/2019 Detras de La Barda - Dominguez Esteban

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    Cmo la ves, Jnior, con la profe que platica con los animales?Ya est lista para el maniquiur.Es la maestra Doolittle.Eso le pasa por leer tanto.Yo por eso no leo ni cuando me pasa a leer.

    No, para m que es la edad y, adems...Qu?Adems no se ha casado...

    Luego le dio por regar una planta imaginaria.

    A ver, t, Mario, ve a traer agua para la planta, no se vaya a secar.

    Yse pona a regar un bote donde no haba nada, pura tierra. Otras veces se quedaba dormida, y aldespertar por nuestros gritos, pensaba que nosotros ramos unos pjaros, como pericos, guacamayas,papagayos o chanates que nos habamos metido a su casa y la volvamos loca con nuestra algaraba. Tratabade callarnos, y nosotros lo hacamos, pero hasta que estaba a punto de llorar como una nia que no puedehacer nada ante lo inevitable. Ala salida, tomaba su mochila y se iba por los pasillos hablando sola. Ya en la

    puerta levantaba el brazo, como si se apoyara en el hombro de alguien.

    Una de las veces que estuvo ms gruesa fue cuando llegaron de improviso el director y el subdirectorpara hacer una de sus inspecciones y ella crey que era un perro chato y un chanate. Fue una cura, porque nolos quera dejar pasar, hasta que la hicieron entrar en razn.

    Hasta entonces se convencieron de lo que les habamos dicho tantas veces.

    De que enseaba bien, eso nadie lo dudaba; creo que todos la queramos mucho, pero nos sacaba deonda su comportamiento.

    Otro viernes, como se en que vimos juntos la paloma, fui a buscarla y me habl de su amiga Paquita,de la primaria. Me confes que Paquita haba venido por ella y que se iran a dar un paseo porque otra de sus

    amigas las necesitaba. Y antes de que pudiera hacer algo, mi maestra ya estaba trepada en el barandal y,mirndome fijamente, se lanz en un vuelo que termin, para la pobre paloma soadora, en el pavimento delsaln de Ramoncito, el profe de historia. Vi su cabellera alborotada desde el sitio donde me dej pasmado,viendo sin creer su nico y ltimo vuelo. Sus enormes y bellos ojos me estaban viendo desde abajo y era unamirada de absoluta felicidad.

    Baj a toda prisa, sin creer todava que mi querida maestra se hubiera arrojado desde el tercer piso demi escuela, ante mis ojos. Cuando llegu, con el aliento perdido, ahogndome, no haba nadie arremolinndose

    junto a ningn cadver de maestra suicida en viernes, como yo esperaba.

    Levant la vista y vi que a lo lejos, hacia los cerros, una paloma negra y otra paloma blanca sebalanceaban felices en el aire de esa tarde de verano.

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  • 7/26/2019 Detras de La Barda - Dominguez Esteban

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    etrs de la barda

    Ah, del otro lado, est mi casa. Yo la veo desde estos barrotes, veo cmo la benjamina que plant mipap roza los cables con sus altas ramas. Las hojas secas se arrastran en esta tarde de octubre. Mi maestradice que lleg el otoo. Mi hermano se llama Too. Yo ya cumpl los doce y estoy en 1 G. Mi casa estpintada de color adobe, como la tierra, a mi pap le encanta ese color, dice que le hace sentir muy bien, no spor qu. De vez en cuando mi perra Jamaica se sale por la puerta de servicio, como si supiera que desde aqula estoy viendo, desde este agujerito que quin sabe quien hizo, pero que se lo agradezco, porque cuando mesalgo del saln, me asomo por aqu, para mirar mi casa. Aqu, sin que nadie me vea, porque est de por mediola barda que pusieron en la cancha de bsquet y nadie se da cuenta de que uno est aqu.

    El otro da nos pinteamos de matemticas. Dice el maestro de espaol que en Argentina pintearsesedice "hacerte la rata". Pues nos la hicimos, la "pinta" o la "rata". Vine aqu con mis camaradas. Estaba el Cuate,el Juanito, el Termita y yo, el Nerdo, que as me dicen porque siempre me gusta traer las tareas y a ellos no,aunque luego les llamen la atencin y los castiguen o reprueben. Cuando ya estbamos ah, protegidos por lasdos bardas, la de la cancha y la de la escuela, el Termitadijo que si queramos fumar. Sobres, dijeron luego,luego los dems, y yo no dije nada porque nunca haba fumado. Sac un cigarro todo arrugado de su cartera."Se lo vol a mi jefe", dijo mientras lo alisaba. Luego sac el encendedor y lo prendi. Se vea que era todo unexperto y que estaba orgulloso de eso. Le dio una fumada hasta el fondo para luego soltar poco a poco el humoy lo pas al Cuate, el Cuate al Juanitoy, finalmente, vino a mis manos. Lo contempl durante unos segundos, lomet entre mis dedos que temblaban como el da en que abr el cuarto de mis padres un sbado por lamaana mientras dorman porque necesitaba dinero para irme a la biblioteca y no quera despertarlos, y metemblaban las manos mientras buscaba en el pantaln de mi pap un billete grande. El cigarro, aunquepequeo, se agrandaba ante mis ojos, era como si de pronto tuviera un gran peso sobre mis manos. Mi mamme haba dicho muchas veces que no fumara, que me castigara si algn da lo haca. Pero ah estaba, de

    pinta, juntndome con los ms aguerridos y reportados del saln, y con el cigarro temblndome en los dedos.Le vas a poner, s o no? dijo el Termita.Es gallina declar el Cuate.Ya lo saba, el nio bueno le hace caso a su mami se burl el Juanito.

    Los mir a todos, quise decirles que no me importaban sus comentarios, que podan seguir burlndosede m y de mi buena conducta, que jams me obligaran a hacer algo de lo que me arrepintiera, que obedeceraen todo a mis padres y maestros, que seguira siendo buen chico, por lo menos hasta terminar la secundaria.Mir rpidamente tambin hacia el agujero de la barda que da a mi casa y pens en lo bien que se la pasa unodebajo de la benjamina, jugando al trompo, a las canicas... Quise decirles que un da me gustara invitarlos aestar ah y que mi madre nos trajera la limonada y panecillos con mermelada de fresa... Pero nada de eso lespude decir porque ya mi mano, sin obedecerme, tonta mano, llevaba el cigarro a mi boca; ya ola el picante

    humo, lo senta golpendome los ojos, y mis labios se entreabran como para recibir un caramelo...Fue cuando escuch pasos y voces que se acercaban, eran voces adultas, una de ellas era la de la

    "prefectita" de los primeros, y la otra, la del subdirector.

    Tralo! me dijo el Termita.

    Lo arroj al suelo y el Juanito lo aplast con su pequeo pie, luego le ech un poco de tierra y pastoseco. Venan por nosotros. Nunca haba tenido un reporte en mi expediente, ahora tendra uno por pinteadayestaba feliz...

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    a sombra perfecta

    Ese da la tarde se desliz hasta perderse junto con uno de nuestros compaeros que se perdi entrelos rboles para siempre.

    Todos los lunes tenemos la lata del homenaje. Si ya de por s los lunes son enfadosos desde que unolos ve venir el domingo por la tarde con la vuelta a las tareas y la cancioncita de mi madre, de "Anda, mtete abaar,chinoleatus zapatos, revisa tu mochila, las libretas..."

    S, puedo escuchar cmo empieza esa musiquita, La marcha de Zacatecas, a reunimos a todos ennuestra fila. En ese momento hay un gran alboroto hasta que el maestro de educacin fsica ordena desde elmicrfono que nos ordenemos. Nosotros, los de primero, no somos los ms desordenados, pero somosmuchos y eso basta para traer el escndalo de siempre. Pasar algn tiempo para que atendamos lasinstrucciones; nos dicen flanco izquierdo y nos vamos para el otro lado. Saludamos sin ganas y el himno casinadie lo canta, todos hacemos play back; creo que muchos maestros hacen lo mismo. Luego vienen laslecturas sobre personajes, las recomendaciones de la direccin, en fin, demasiados sermones.

    Estoy en el 1 B, y en los homenajes me gusta hacer bromas, como el famoso "psala", que es un golpeque se le da al compaero de adelante, y ah se va hasta el enano del frente de la fila, que ya no tiene a quinpasarla y debe aguantarse. Tambin les jalo la mochila sin que sepan quin lo hace, o me recargo en el deadelante para no cansarme. Yah estaba esa tarde, tan inquieto como siempre.

    Sucedi a mitad del homenaje, cuando estaban en eso de las recomendaciones de la semana. ARamiro, un morro calmadito, de los que casi ya no hay en los grupos, gerito, lentes de fondo de botella, muyplanchadito y nunca desfajado, que hace las tareas y cumple con todo, yo lo vea desde mi lugar en laformacin y supe que algo raro estaba pasando por su mente, porque ni salud al pasar la bandera; tena lacabeza levantada y miraba por encima de la plataforma donde se conduca el homenaje. Segu su mirada ymir, como si en ese instante empezara a existir toda la maravilla del color verde. Era realmente un concierto decolores: en los limoneros que estn a un costado de la cancha, un verde tierno brillante se mova por un vientosuave; atrs de la direccin hay un "yucateco" que muestra sus hojas brillantes de un verde intenso, sigue luegouna enorme ceiba de hojas color verde medio, el verde cenizo de unos eucaliptos y, ms al fondo, un cielo azulde nubes enormes.

    En un momento, Ramiro se volvi hacia m y su mirada era de un verde jams imaginado, un verdemojado por un llanto de emocin. Entonces lo vi salir de la fila ante el asombro de todo mundo, que noterminara jams de asombrarse, y caminar en lnea recta hacia la plataforma, subirse a ella, trepar por uno delos tubos que sostienen el techo de lmina, caminar un poco inclinado hacia lo ms alto del techo y luego, yacomo una sola sombra, perderse entre las ramas y las hojas ms hermosas de la ceiba.

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  • 7/26/2019 Detras de La Barda - Dominguez Esteban

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    l loco peluquero

    No lo s exactamente, pero ese da vi en su mirada cmo se le escapaba el corazn mientras se

    clavaba mire y mire a la nueva chava. Ni siquiera se movi cuando entr el subdirector seguido del prefectodispuestos a revisar las mochilas en uno de sus acostumbrados "operativos sorpresa". Despert hasta que lepidieron la mochila y se acord tarde que la Candey la Tere le haban dado a guardar unos pintalabios.Fue un carrilln que todava no termina. El prefecto era muy carrilleroy le dijo:

    Qu bonito!, trayendo sus cositas a la escuela.

    Le vaciaron la mochila y le queran quitar las tijeras, pero les dijo que no eran de l, que nada ms lastraa para un trabajo de qumica, que no volvera a traerlas... y se las dejaron. Fue un milagro, porque hasta loscorrectores se llevan y no los devuelven. Luego, durante el resto del da, sigui mirujeandoa la nueva morra.Definitivamente clavado con la chava, ya no volvi a ser el mismo.

    Decamos que le haban operado el cerebro. Cuando bamos a su casa para que practicara sus cortes,todo lo haca mal, le faltaba "inspiracin", y a veces de plano no quera cortarlo. Por eso es que cada uno sededic en lo sucesivo a tratar de curarle la locura. Pareca un bobo y esa chava, en serio, ni al caso. Vena delRegis y ya parece que se iba a fijar en el pobre peluquero. Hasta eso que de algo sirvi, porque ahora s llegababaadito, bien peinado; creo que l mismo se lavaba el uniforme, estaba bien rematado.

    Ms vale que se cure pronto.Se sale.Ahora quin nos va a hacer el flet?Pinch peluquero joto.Ni siquiera se le lanza el azotado.Est como el loco de don Quijote.

    Lo llevamos al cine varias veces. El Zeta traa el carro, y despus de una pelcula regular, dimosmuchas vueltas y l slo hablaba de ella. El Gato hasta le present a su prima y nada. Lo llevamos a unreventn y todo era en vano. Lo malo es que nos urga porque las vacaciones estaban cerca y queramosnuestros cortes como slo l saba hacerlos.Antes del infortunado evento, era un brbaro, quin sabe de dndele haba venido esa facilidad. Haca milagros con sus pequeas tijeras, le veamos slo las manos ir y venir,subir y bajar, charreabay en un dos por tres tenas tu corte chilo, nadie se quedaba sentido. Dijo que aprendisolo, una vez que fue a la peluquera de un to que casi le arranca la oreja; comprendi que l sera peluquero,y limpiando tornillos en un taller logr juntar para comprarse sus primeras tijeras, sas que usaba con nosotros.Las quera ms que a su vida, un poco menos que a su amada morra, "amor platnico" haba dicho el profe dehistoria. Por eso el da del operativo, si le hubieran quitado las tijeras, casi se le va la vida, y a nosotros tambin.Toda esa angustia nos traa bastante desconsolados, por eso cuando nos dijo que se le lanzara en el prximobaile nos alegramos, porque si le haca caso algo bastante improbable tal vez volvera a ser nuestro Loco

    peluquero, y si lo mandaba a volar como seguramente ocurrira, estara triste algunos das, pero losalvaramos y volvera con nosotros como el hijo prdigo.

    Cuando se hizo el baile, las apuestas estaban muy divididas, el Zeta, el Gato y el Sotoapostaban que elLocotriunfara arrolladoramente. El Gonzo, el Muerto, el Cuatenegery yo no le dbamos muchas esperanzas. Yah estbamos en la bola. La vimos entrar con la Mnicay la Tichi, y a nuestro hroe se le iban y se le venanlos colores. Nosotros sabamos que las mejores tijeras del barrio estaban temblando. Record cmo el Locoaspiraba hondo cuando iniciaba la faena y las tijeras se movan por s solas. Lo vimos caminar hacia ella,saludarla, tomarle hbilmente la cintura y plantarle un beso arrebatado, luego soltarla, darle la espalda ycaminar hacia la salida con los ojos brillantes, como el brillo de sus tijeras.

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    tro diarioA Leo, mi alumno

    Lunes 10 de junio

    Esta es la ltima semana de clases, malquerido diario. Tal vez cuando se terminen deje de escribir esteaburrido, tirano, estpido, desgraciado y chismoso diario, porque entonces, a lo mejor, ya no me aburro tanto,sobre todo si vienen mis primos del otro lado.

    Son bien chistosos y siempre la pasamos muy padre. Aunque, tal vez, de todas formas me aburra,quin sabe. Entonces no tendr tantas cosas que contar. Y es que estoy siguiendo este diario desde quecomenz el ciclo escolar. Le pregunt un da a mi maestra de espaol que cmo le haca para convertirme enescritor, y ella me sugiri que empezara con un diario. Y ah me tienen, necendole a mi jefa hasta que la

    convenc de que necesitaba otra libreta. Se tard algo, porque me dijo que estaba muy gastadacon el inicio declases. Pero al fin vino del sper con mi libreta nueva:

    Ah est, a ver si mi escritor logra su obra maestra.Claro que yes, ama...

    Aunque no es como la quena, pero pasa. Figrate!, me trajo una con la portada de Barny, qu queme,de veras, pero ni modo, todo sea porque quiero ser un gran escritor.

    Martes 11 de junio

    Hoy quise empezar a escribir mi primer cuento. La idea que se me ocurri estaba bien fregona. Setrataba de una loquita que viva en mi barrio y que un da dej de estar loquita, pero prefiri fingir que seguaestando rematada para pasrsela bien. Pero cuando lo quise pasar al cuaderno... nada, que no se me ocurrenada.

    Luego, despus de mucho pensarlo, me puse a escribir.

    La primera versin del cuento iba muy bien, pero luego se me ocurri que al despertar de su locura seenteraba de que era muy rica y hua del barrio para convertirse en una dama. En la segunda, despertaba y sevolva a poner loca al saber dnde y cmo viva. En la tercera, la puse como una asaltabancos que pierde larazn al estar a punto de ser atrapada. Ninguna me gust. Senta que las historias se me escapaban, como si

    anduviera en bicicleta y no pudiera controlarla. Total, muchos papeles tirados a la basura. Yotro da ms deaburrimiento.

    Por la noche so que escriba sobre una nia fantasma que se apareca en la escuela y que andabaengaando a todo el mundo hacindoles creer que perteneca a un grupo. "sa es una buena historia", pensal despertarme, luego la escribir.

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    Mircoles 12 de junio

    Hoy fue un da importante porque tuve una hora libre y, como siempre, me puse a dar vueltas por todala escuela, aunque mis compaeros digan que estoy loco, no me importa. Lo que pas fue que me di varias

    vueltas aprovechando que no vino el profe de "mate", y cuando andaba en sas, una chava del C se puso a milado y me pregunt que si la invitaba, y ya estaba caminando conmigo desde haca rato. Yo la conoca de vistanada ms y nunca le haba puesto atencin; est buena, despus de todo.

    La flaca, dando la vuelta, me dijo que s la dejan ir al parque y al cine, que no tiene novio, que siempreha estado pendiente de m, que le gusto y que si quiero ir a visitarla a su casa no hay problema. Bien lanzadaesta chava, me dej muy emocionado, y as me vine a mi casa, todava me tiembla la pluma, ser el amor demi vida, querido diario?

    Jueves 13 de junio

    Qu crees, querido diario? Hoy otra vez anduvimos caminando, y detrs de los talleres se me lanz yme bes en la boca. Dijo que no pudo dormir nada ms de pensar en m, t crees? Me gust mucho. Luegoya no pude seguir con ella porque nos tocaban clases distintas. Lo raro es que mis compaeros me dijeron queme estaba volviendo ms loco:

    No te conformas con andar solo, sino que hasta hablas solo.Te van a llevar al maniquiur si sigues as.Qu no vieron que iba conmigo la Ceci, del C?Ests zafado, en ese grupo no hay nadie que se llame as.

    No quise alegar ms, y mejor les segu la corriente, pero realmente me dejaron pensando. Creo que

    nada ms me estn cotorreando, cmo va a ser, si hasta todava siento sus labios mordiendo levemente milabio, claro que es real.

    Viernes 14 de junio

    Definitivamente nadie me comprende, pero yo s que es cierto. Aunque anduve por todos los salonesde segundo y tercero, me dijeron que no hay nadie que se llame Ceci, que tenga el pelo chino y que est bienbuena. Nada, dicen que no existe, que es la chava fantasma y que este ao me toc a m.

    Ahora s que me lleva. Yes que s es mi primer amor y mi mejor historia; creo que nunca conseguirser un buen escritor si no la vuelvo a ver, por eso la sigo esperando en cada vuelta que doy. Ya hice planespara que en las vacaciones el conserje me deje entrar a seguir dando vueltas, hasta que un da aparezca, esono lo dudo.

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    ngela Mares

    La Tortuga

    Quin se imaginaba que tras aquellos lentes de fondo de botella, ese corpachn enorme, atortujado,que bajo ese pelo revuelto, esos regordetes brazos y piernas, se ocultaba todo un caso.

    Lo descubri el Ramiro, que es decir que lo descubri el editor de El Imparcial. La noticia corri deboca en boca y fue creciendo como autntica tormenta.

    Yes que la ngela Mares, nuestra nueva compaera, a la que le decimos la Tortugay que est connosotros casi desde que comenz este ao escolar, bueno, esta chava, a la que uno creyera inofensiva, a quien

    nadie toma en cuenta, que pasa ms inadvertida que el subdirector, esta chava, que no mata una moscaaunque la tenga en sus narices, esta Angela Mares, que camina despacio, como si se arrastrara, siempresolitaria, triste, taciturna, metida en su propia concha para la eternidad, pues ella, tambin tiene su corazoncito.

    Fue por casualidad que se descubri el pastel. Ocurri cuando Ramiro, al levantar el cuaderno que sele haba cado a la Tortuga, vio caer al suelo una hoja suelta, comida por los lados y un poco arrugada. Ella nose dio cuenta, as que Ramiro levant el papel con mucho cuidado y lo guard en la bolsa del pantaln, luego lepidi permiso al maestro para cambiarse a un banco de atrs.

    S, pero hasta atrs, a ver si as dejas de platicar tanto con la Cachetitos.

    Ya instalado, sac el papel y lo coloc sobre el cuaderno para leer a su sabor y hacer como si repasarauna leccin. Ley:

    Querido LUIS femando:

    Cre que nunca me atrevera a poner fu nombre en un papel. Ayer te estube esperando donDe mienpre me

    qusta verte pasar nunca que apareciste y eso que te esper mas de la cuenta dequsta verte llegar al campo de

    fuI con tus amigos con ese valn descosido con el que juegan a las patadas me gusta imaginar que soy ese

    baln cuando tu portereas y lo abrasas enfre tus fuertes brasos o cuando lo pateas con todas tus ganas quisiera

    ser ese valn que buela por el aire que le hase que est todo roto y mugroso pero estar contiqo yo te veo desde

    muy lejos escondida entre las ramas o casi detrs de la iglesia sin que me veas y sepas que vengo aqu todas

    las lardes a verte juqar lla se que es tonto esto que ago le digo todas las tardes a mi mam que boy a estudiar

    con la toita mi antigua compaera y que es muy inportante que estudia mas y lo que hago es benir aqu a

    espiar ya se que andas de nobio con una del h pero no ne inporta de todo modos te quiero porque tu si me

    supiste hacer sentir vien cuando yo estava en tu saln y fue por los dems por el Gero latoso sobretodo porlo

    que le pedi el canbio a la trabajadora social por eso te quiero porque tu nunca ne dijiste "tortuga Ninja", ni

    Conca ni "Donatelo" ni ninguna de las tantas cosas que me deca la demas raza tu si sabias como tratarme

    ahora me atrev a escribir esto para saber qu pasa porque esta tarde pasada no beniste y me tube que ir triste

    a la casa, de todas formas maana volver a esperarte aunque tu no lo sepas porque nunca me atrever a

    darte esto que escribo tan solo para mi pero que destruir llegando a la casa...

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    Profr.Gabriel Hurtado Cen

    Mrida, Yucatn,

    Mxico.

  • 7/26/2019 Detras de La Barda - Dominguez Esteban

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    Ramiro no aguantaba las curas y pronto se le acerc la Cachetitos, que es bien mitotera, y entre los dosplanearon mandarle la carta a la novia del susodicho para que de verdad estallar la bomba.

    Era viernes, as que el lunes siguiente llegaron con el sobre y, disfrazando lo ms posible, pasndola demano en mano, sin que nadie supiera de dnde llegaba, la novia de Luis Fernando estuvo en posesin de lacarta. La leyeron por todo su grupo, con lo que encendieron la furia de la novia; de ah pas al grupo de LuisFernando, y el carrilln para l no se hizo esperar, con lo que ya haba dos furiosos y cientos de expectantescuriosos ante los acontecimientos futuros.

    La ngela Mares, en las nubes, ni se ola nada mientras a su alrededor todo mundo murmuraba. Lapobre no se imaginaba, no supo explicarse por qu, a la salida, haba un boln de gente que le abra paso, porqu esa chava del H, a la que casi ni conoca, vino directamente hacia ella con la mano empuada y le estrelllos lentes, por qu la agarr por las greas, le dio tantos manotazos y araazos que la hicieron sangrar y llorar,"por qu, por qu", gritaba, y la otra ms enfurecida le tiraba golpes. Ah estuvieran todava, si no fuera porque

    sali el Chapito, o sea el director, con un tremendo garrote dispuesto a terminar con la ^ disputa de amorescontrariados de la ngela Mares, la Tortuga

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  • 7/26/2019 Detras de La Barda - Dominguez Esteban

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    l primer da

    "Yo no soy de aqu", le dije al maestro cuando nos pidi que nos presentramos el primer da de clases.Le dije que haba nacido en Chiapas, pero que nunca se me haba ocurrido que se burlaran tanto de m, sobretodo ese chavo al que le dicen el Cndor, porque tiene una nariz muy grande y en forma de pico de pjaro. Ahse solt una alharaca como el de los pjaros al atardecer. .

    El maestro no poda callarlos. Hasta que se enoj de veras, le hicieron caso. Yo continuaba de pie ysegu mi presentacin diciendo que me gustaba mucho el ftbol y que tena buen carcter, aunque a veces meenojaba. Ahora no estaba enojado, ms bien senta un poco de pena, porque luego que me sent me di cuentade que haba cambiado de nombre, de Luis Antonio, pas a ser el Guacho.

    Y, ni modo, entonces entend por qu mi pap haba platicado tanto conmigo durante las vacacionesinsistiendo en que aqu haba gente que lo desprecia a uno porque viene del sur, o de cualquier parte.

    Senta desinflarse mi baln debajo del mesabanco, pero pens que no tena importancia; es ms, talvez ahora, con este apodo, sera reconocido como un gran futbolista: "Ah el Cndor toma la pelota; el granGuachohace un movimiento perdiendo la marca, conduce el baln con su gran tcnica, finta a un defensa y tira

    al marco, ah donde las araas hacen sus nido, goooool, golaaaaaazo, del gran seleccionado mexicano, elGuachoGonzlez.

    Las siguientes horas no hubo presentaciones, los maestros que nos tocaban slo nos dieron elprograma y la forma de trabajo, uno que otro sermn sobre la puntualidad y el cumplimiento con las tareas.

    En el receso, que tambin cambi de nombre y de "recreo" pas a receso, nos fuimos a las canchas, yah estren mi nuevo nombre:

    "Psala, psala, Guacho; tira, tira, Guacho; bien hecho, mi Guacho.

    Por la noche les cont a mis padres mi primer da de clases, y no les poda parar la risa cuando lescont lo del apodo; entonces supe que no pasaba nada, que todo ira bien en esta mi nueva escuelasecundaria...

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  • 7/26/2019 Detras de La Barda - Dominguez Esteban

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    arde de aviones

    "Ya te acordaste del da que te digo? Ycomo no, si es inolvidable. Acurdate del Zeta, del Muerto,del Naranja, del Cuateneger, acurdate. Y, sobre todo, si te recuerdo esto, debes de recordar al Mata y al que ledecamos el Firuloque era flaco, alto y moreno.

    "Era un da normal en la escuela, todos los maestros muy serios dando sus clases y nosotros, ah,tratando de estudiar, y digo tratando porque, en realidad, cmo tirbamos barra! Me acuerdo clarito, como siel tiempo no hubiera pasado para nada, porque fue algo muy fuera de lo comn.

    "Todo pareca indicar que el da acabara con la misma rutina de siempre. Pero a la hora del receso seanunci que los maestros estaran en una reunin. Saltamos de alegra. La mayora del saln huimos hacia lascanchas y empezamos a jugar retas, pero nos agitamos porque los de tercero entraban muy cochinoy queran

    jugar todo el tiempo.

    Vamos a dar la vuelta al saln me dijo el Costeo.Vamos le dije al Tonki.

    "Los tres dimos la vuelta por el saln de danza, compramos unas paletas y luego subimos a nuestrosaln de 2o H. Al llegar, vimos que el saln estaba muy lleno, haba raza de casi todos los salones y hacanrueda para alguien.

    "Me apresur a ver qu era, fue cuando vi que el Mata extenda los brazos y haca como que volaba enel crculo que le haban formado, con la boca imitaba los ruidos de un avin, aunque ms pareca una motodescompuesta. Tambin de pronto se le una el Firulo, que era ms flaco y alto que su inseparable amigo, stetambin extenda los brazos, pero su vuelo era ms peligroso para los espectadores porque era ms rasante y,adems, de vez en cuando pareca perder el equilibrio y chocaba contra los montones de curiosos que habanvenido a ver los aviones.

    "Los aviones... Ahora s te debes de acordar, porque en adelante no se les llam de otro modo.

    "Todos les gritaban que volaran ms alto, y eso a ellos les daba ms nimos. Al principio yo noentenda en verdad qu estaba sucediendo, ya saba que eran bien requete payasos, pero esta vez me parecael colmo. De todas maneras entr tambin en el jueguito. Era curioso ver cmo estaban verdaderamenteposesionados de sus papeles de aviones, cuando la raza les gritaba: 'Aterricen, aterricen', ellos se dejaban caercon el cuerpo hacia delante y se quedaban ah como dormidos, luego se reanimaban y volvan a hacer susacrobacias. Ah estbamos todos, desbordados de alegra. Nunca me haba divertido tanto y sin pagar nada

    "Todava estuvieran haciendo sus gracias si no fuera porque en uno de sus vuelos ms impresionantes,sobre unas montaas, creo que de la sierra, entre nubes, ms rpidos que los pjaros, ms acrobticos que losaviones del ejrcito, cuando el cielo se les vena abajo, apareci Gilberto, el prefecto, y al mismo tiempo tocaron

    el timbre.Todo qued en silencio. El pblico estaba como paralizado en una foto eterna. Los aviones se

    estacionaron en el fondo del saln, pero no podan estarse en pie. Gilberto fue hacia ellos, los tom por laespalda y, sin mayor esfuerzo, los arrastr hacia las escaleras, pero no pudo bajarlos porque se derrumbaronapenas les dio el primer aire al salir del saln. Para esto, ya llegaban algunos maestros y otros prefectos yhasta la trabajadora social. Como a la media hora lleg la ambulancia y se llev a los causantes delespectculo ms raro que me toc conocer en la secundaria. 'Los aviones, as les decamos. Ahora s quedebes de acordarte, aunque ahora que te veo bien, qu t no eres el Firulo?"

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    l extrao caso de

    la mochila olvidada.

    Negra, con grandes manchas producto de sabr dios qu combinaciones de sustancias, tal vezchamoy, queso amarillo, chicles ennegrecidos por siempre, saliva, manchas de lodo, placas viejitas conmarcadores y hasta con liquid, era lo que el maestro de qumica llamara "una mezcla heterognea". Lamochila apareci en uno de los salones a los que nos bamos a cada hora. Alguien se la llev a nuestro grupocreyendo que le haca el paro a alguno de nosotros, siempre tan olvidadizos.

    Ha de ser del Rigo...No, yo vi que llevaba su mochila.Entonces, del Cuino?Menos, se nunca trae mochila, se la quitaron los cholos y no le han vuelto a comprar.Pues, sepa...

    Despus de andar batallando con ella todo el da, se la llevamos a Chayito, la trabajadora social.

    Ah djenla, muchachos, al rato viene su dueo, gracias.

    La dejamos sobre un mueble donde Chayito tena un montn de papeles, como expedientes, y ah se

    qued.T

    an calladita como si nada.T

    odo hubiera seguido normal, ir y venir a la escuela, las tareas, entregasde boletas con regao y todo, investigaciones y exposiciones, como siempre. Maestros exigentes como elLariosde Qumica y otros no tanto. Pero no. Como la mochila no se mova, para todos empez a ser unamolestia en el zapato, como cuando traes una piedra o un animal. Un da me puse un tenis que traa unacucaracha, y cuando les cont a mis cuates no me la acababa con la canilla.

    Qu gacho eres.Por qu?Ha de haber muerto fulminada, de asfixia, la pobre...

    Al principio dur una semana en el lugar donde la dejamos, en la oficina de Chayito. Pasbamos por ahtodos los das y le echbamos un ojo. Ala siguiente semana, dejamos de verla y nos conformamos con la ideade que ya hubiera aparecido el dueo. Cuando le preguntamos a Chayito, nos dijo que no, que ah segua lamentada mochila, slo que la haba puesto debajo del escritorio porque se vea muy fea. Dijo que investigaracon los alumnos de la maana. Pas otro tiempo y... nada. Todas las razones de la mochila seguan ah. Detanto que preguntbamos, lleg a ser parte de la pltica obligada con los camaradas.

    Apuesto que aparece esta semana!Cunto quieres perder?Una torta.Pero con una soda, si no, no.Sobres, yo cazo las apuestas.

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  • 7/26/2019 Detras de La Barda - Dominguez Esteban

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    Pas esa semana y otra y otra y la mochila, muy cmoda bajo el escritorio, se haca vieja. Entonces senos ocurri la idea de ir con Chayito y decirle que abriramos la mochila para ver de quin era. Lo hicimos unatarde. La orientadora nos mand llamar para el acto tan esperado, en que la misma mochila nos dira a quinperteneca. |

    Ah estbamos cuando Chayito abri el primer cierre con lentitud: nada. Completamente vaca. Yasfue abriendo lo cierres pequeos, de donde brotaron gran cantidad de pendientes, broches para el pelo,listones, ligas, artculos d belleza, espejos, peines, pintalabios, brillos...

    En algunos de nosotros se haba pintado el desencanto, pero en el fondo seguamos en plenosuspenso.

    Bueno, vamos a abrir la principal.

    As lo hizo. Primero aparecieron muchos recortes de peridico, luego diminutos calzones de mujer demuchos colores, una peluca, cejas postizas, mascarillas de plstico, toda una maravilla para nuestros ojos y, alfinal, cuando la trabajadora social volte la mochila, cay una nota: "Favor de entregar esta mochila al profesorTomasito, porque slo a l le pertenece".

    Soltamos tremenda carcajada, porque ese maestro era el ms serio de todos los de la escuela, yadems siempre andaba muy "chero", o sea muy vaquero...

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    a Guamchil

    Es alta, morena, bastante gorda, cachetona, usa el pelo corto y camina con desenfado. Yo la veodesde la ventana del saln porque siempre me siento aqu. Camina lentamente y mueve todo el cuerpo paralos lados. Desde primero est con nosotros y siempre ha aguantado la carrilla, no se agita como las otras delsaln. ARosa, por ejemplo, le empezamos a decir la Keikoy al rato ya estbamos en la prefectura reportados;lo bueno es que la trabajadora social es buena onda y no nos mand a la casa, slo nos hizo firmar un papeldonde nos comprometimos a no llevarnos con la Kei..., digo, con Rosa.

    La Guamu, como tambin le decimos para abreviar, es buena onda, no se mete con nadie y, si tienesun problema, te hace el paro; si necesitas lana, te presta; no te pasa la tarea porque nunca la hace, pero si lahiciera, estoy seguro de que te la pasara ella misma. As de buena onda es.

    El otro da queramos ponerla de novia con el Gerar. Ella s quera, pero el Gerarse agit y hasta dejde hablarnos. "Yo as no me llevo", dijo con su voz ronca. Aella le encant la idea. Dice que todava nadie leha dado un beso, y que aunque se lo diera el Loco Willse conformaba.

    El otro da s que de veras se salieron con la Guamchil cuando le empezaron a dar canilla con elZombi, ese maestro de matemticas muy serio que no se lleva con nadie y al que le pusimos ese apodo porqueen las clases se queda dormido, pero dormido de veras, no de juego, y no un ratito sino toda la clase; si nofuera por el timbre que se da a cada hora, ah seguira todava sentado y pensando que tiene a sus alumnos

    enfrente.

    Bueno, el caso es que la carrilla empez cuando el Zombicometi el mximo error de su vida: no sefij y pas a la Guamucon un diez... Ni al caso... Creo que se lo puso en una de sus frecuentes dormilonas. Acada rato le decan: "Guamu, y tu novio?", o "Qu le diste al profe, Guamu?" Yeso s que no le gust a laGuamuempez a cambiarle el carcter y, como era muy corpulenta y tena bastante fuerza, empez a pelearsecon todo el mundo; a los chamacos los correteaba, y pobre del que alcanzaba: le meta sus buenos trancazos,hasta al Cuerpo dioquisdel Roberto lo hizo llorar un da.

    Las chamacas casi no le decan nada porque le tenan miedo. Creo que la Guamu volvi a ser felizcuando el Zombise fue. Tambin nosotros, porque la Guamuvolvi a ser buena onda, no se mete con nadie y,si tienes un problema, te hace el paro; si necesitas lana, te presta; no te presta la tarea, porque no la hace, pero

    si la hiciera, estoy seguro de que ella misma te la pasaba. As de buena onda es...

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  • 7/26/2019 Detras de La Barda - Dominguez Esteban

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    i amiga

    Oye, ya no dejes que te verbee, me dicen mis compaeras.

    La lista de sus mentiras es larga y conocida por todos:

    Dice que estuvo un da entero con Brad Pitt en las vacaciones de diciembre, que se desmay al verlo yque la hizo cantar y quera que se quedara a dormir con l. Que en un solo da se enfrent a once luchadoras yles gan a todas. Que tiene un novio que tiene un castillo. Que su to o su primo es el vaquero que sale en elcomercial de los Marlboros. Que en Cancn se estrell andando en una moto. Que va a ir a la Olimpiada dePolonia; que fue a Baha Kino con los fisicoculturistas; que anduvo de compras con Pamela Anderson; queconcurso para Guardianes de la baha; que en un baile un prncipe le regal una cadena y se la quera llevarcon l; que los de Bellas Artes le pagaban 500 pesos por pintarla desnuda; que es conocida del Mochaorejas;que fue a Colombia y estuvo con un colombiano que la llev a cenar y se quera casar con ella, pero que no sepudo porque era menor de edad.

    Estas son slo algunas de las historias que suele contar a todo aquel que le presta odos, hasta al

    maestro de espaol lo ha verbiado; creo que es el nico maestro que le cree a la Fashion, como le decimos ami amiga del 3o F, pero ni al caso, son puras mentiras. Como ya la conocemos, ni atencin le ponemos. Talvez, de todo lo que dice, un cinco por ciento sea verdad, pero no ms.

    Se supone que soy su mejor amiga, pero de todas maneras me sigue verbiando. Tambin le creo poco,aunque ms bien he aprendido a entenderla y me hago este juego: cuando habla del Brad Pitt, pienso que setrata del Zeta, un chavo que el ao pasado vino a visitarla; cuando menciona lo del colombiano, imagino que setrata del Simba, uno del J de aspecto cholo y muy enamoradizo; que el vaquero de Marlboro es un vaquero deun pueblo de la sierra que visit alguna vez, y as por el estilo.

    Ahora me siento triste porque, a pesar de sus mentiras que a veces me hacen pensar en algunaenfermedad como "locura juvenil", he aprendido a quererla. Es buena onda, tiene la sangre liviana, con todosse lleva, y no me importa que la critiquen, lo que no me gust fue que se burlaran as, directamente. Ah me dicuenta de lo sensible que es.

    Fue el Hugoel que empez todo. Empez a decirle doa Mentiras, que nadie le crea nada, que estabalista para la Cruz del Norte, un hospital psiquitrico. Seguramente eso le haban dicho muchas veces, desde laprimaria, pero creo que ponerla al descubierto delante de todos fue lo que la molest. A m, la verdad, alprincipio me dio un poco de gusto que le tumbara las alas y le hiciera ver la verdad, luego me sent muy malporque ella buscaba con sus ojitos de gata asustada a alguien que la defendiera, buscaba mis ojos, y no loshallaba porque yo tambin me estaba riendo, luego me arrepent.

    Debo decir que durante un tiempo gozaba con la imagen de mi amiga frente al sper cuero de Brad Pitt,derretida de amor; que la vea de compras por Miami, divertida ante las ocurrencias de Pamela o corriendo consus senos enormes movindose rtmicamente por las playas tropicales para ganarse el puesto en Guardianesde la baha, o la vea protagonizando ya su papel estelar. Tambin algunas veces la so peleando una y otravez, lucha tras lucha, hasta enfrentar a aquel animaln de la ltima competencia, perder la primera cada, ganar

    la segunda en un destello de habilidad y fuerza y, por ltimo, despus de mucho batallar, tomar a la enormegorda por la cintura y vencerla definitivamente.

    Creo que de tanto escucharla llegu a pensar en estas cosas como una realidad, de hecho me gustabaimaginarme amiga de una supercampeona de la lucha grecorromana, reina de la belleza y el modelaje,perseguida por las cmaras y los hombres ms famosos.

    Bueno, creo que siempre la voy a recordar as como es, tan llena de fantasas, tan muchacha abierta alos sueos, mi amiga...

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    l primer amor

    Ese maestro en serio que se sale. Cuando no nos pide que hagamos un cuento en que un hombremuerto es encontrado en el campanario de una iglesia y uno de sus zapatos en una fuente y el otro dentro deuna piata, nos deja una composicin a la madre, un pensamiento para el maestro, un himno a la escuela, y nose la acaba uno con este maestro. Ahora nos pidi que hablramos de la primavera o del amor, qu salido.

    Ahora estoy pensando en ella, la morra del 2o K que el otro da me encontr en los bebederos porcasualidad, cuando el maestro de matemticas me mand por un gis y yo me fui a tomar agua primero.

    Qudate ah parada,derechita como la palmera de la entrada,como un ro de una postal.Qudate as en mi memoria,bella para siempre, joven siempre.

    Yo no s hablar de estas cosas, lo hacen mejor el Mike, el Osvaldo y el Martn, pero yo no. No s porqu soy tmido, pero as soy. Siempre pens que eso de enamorarse era slo de las pelculas o de lastelenovelas, ahora s lo que se siente. Yvino a pasarme ahora, en tercero, cuando ya estamos por salir. Yo,que ni de chiste pensaba en estas cosas, ahora estoy aqu pidiendo que estos das se prolonguen y t sigassiendo bella por siempre y me quieras siempre.

    Ya s que es tonto hablar de la primavera, que eso est bien para un nerdo como el Toito, al que legustan los versos, o para una enamorada como la Paquita, que espera a su prncipe azul, pero no para m.

    Pero lleg la primavera, y yo, que la haba visto como una estacin ms del ao, como la llegada delcalor o como el tiempo de casi terminar la secundaria, ahora la veo como algo muy especial.

    Sale, qu cursi me estoy viendo. Lo bueno es que el profe de espaol es buena onda y le voy a pedirque no lea mi composicin delante de los dems, que la lea l solo y me ponga una buena calificacin, o tal vezde plano no se lo entrego; est muy zarraeso de hacer una composicin en prosa o verso acerca de laprimavera o del amor cuando a uno no le sale lo de la inspiracin, lo de los versos bonitos.

    Qu raro, estoy pensando en el trabajo que tengo que entregar maana y tambin pienso en esa chava.Qu estar haciendo?, tendr tambin una tarea tan difcil como la ma? Creo que no se la voy a cantar,aunque el Mikeme dice a cada rato: "No seas tarugo, to, esa chava quiere contigo", y yo me digo que no, queslo me quiere meter "candil" para que vaya y me estrelle con un "no" de su boquita, eso es lo que quiere.

    Ycomo entre que quiere y no la cosa, ya le he mandado dos cartitas y ella me las ha contestado.

    Si te digo que te quieroes muy sincero.Me gusta la sombra que dejasal pasar.

    No s lo que vaya a pasar, ella es muy bonita y cada vez est ocupando ms mis pensamientos. Talvez la quiero, tal vez no, de todas maneras pronto nos iremos a la prepa. Ojal y le tocara conmigo, as sabrasi de verdad es amor; entonces batallara menos para saber de estas cosas y escribir lo que los maestros mepidan. Por lo pronto, estoy temblando porque tengo mi primera cita con ella. Me invit a su casa para elsbado, a ver qu pasa, a ver si se la puedo cantar...

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    Profr.Gabriel Hurtado Cen

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  • 7/26/2019 Detras de La Barda - Dominguez Esteban

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    a primavera eterna

    Yas viene el polvo de marzo por entre las hojas de la ceiba, que se ha renovado despus de habersequedado pelona en sus ramas, como en los puros huesos; es muy triste ver las ceibas de ese modo porque casiparecen muertas.

    Estoy parado eternamente a la entrada de la escuela, tengo puesta mi gorra, traigo mi vieja bici, rodada20. Todava no es la hora de entrada, y si lo fuera, no importa, porque hoy es sbado y me mandaron por lastortillas de aqu enfrente de mi secundaria, muy cerca de la casa.

    Las palmeras mueven sus enormes hojas suavemente y pienso que es su cabellera la que se agitaacompasada, como los cabellos de la que quiero. La que quiero se llama Teresa y es un ngel. Lleg deSinaloa el verano pasado, vive cerca de mi casa y, s, es un ngel. Es muy bonita, de veras, tiene los cabellosrubios, su carita es de rasgos muy finos, tiene unos ojotes verdes, aceitunas, as me las imagino. Tal vez estosea una metfora como las que nos pidi el profe de espaol que, por cierto, ya no va a volver: ayer se despidimuy triste de nosotros, dijo que pidi su cambio a otra escuela, en un pueblo de la sierra, y que nos iba aextraar mucho.

    Hoy tengo mucha tarea y, encima, mi pap me puso a lavar el carro, como si yo lo usara a diario.Adems, tengo que pintar las rejas, baar al Osito, mi perro de tres patas. Y... "Ordena tu cuarto, por lo quems quieras". Es la voz de mi madre en mi mente para recordarme que, a pesar de tantos aos de pedirme lomismo, no he adquirido el hbito del orden.

    Por la cancha cvica ruedan algunos papeles y pienso en las hojas que arranqu con fuerza a mi libreta,donde haba escrito muchas cosas para Teresa, quien nunca se enamor de m.

    Ruedan los papeles y el viento los sube y los baja, atrapa alguna hoja, no s, algn examen con unenorme cinco que nunca llegar a la casa del dueo y lo hace volar muy suave.

    Me gusta la escuela as de sola, es como una casa vaca, una casa grande de donde se han ido todos yhan dejado abiertas las puertas. Ahorita no me metera a ningn saln ni ira al bao, y las canchas, quesiempre estn llenas y no hay chance ni de echar una canasta, estn vacas, as ni sabe andar por ah, no tienechiste, no sabe.

    Y es que aqu, parado, me doy cuenta de que la vida se la ponemos todos los alumnos y maestros. Nome puedo imaginar que un da de clase no viniera ni un maestro, que a cada uno se le hubiera hecho tarde otuviera otro compromiso o cayeran todos enfermos, pues tampoco tendra mucho chiste estar los puros alumnosenfadados. A poco no? Un da no vinieron tres maestros que nos tocaban y pronto nos enfadamos.

    Me acuerdo de la vez en que hicimos la broma de la amenaza de bomba y se suspendieron las clases,en poco tiempo la escuela qued como ahora.

    "Vayan a sus casas", decan los prefectos, y nadie quera irse, hasta que llegaron los de laSecretara y dieron la orden. Luego llegaron los de la judicial y hasta el ejrcito; buscaban por todos lados y

    slo encontraron a una parejita muy acaramelada. No hubo bomba ni nada, y hasta el momento ninguno la haregado...

    Eso es lo bueno de la secundaria, que uno aprende a tener amigos de a de veras. Ah est, porejemplo, mi amigo Oliver, que es un chavo bien loco, le gustan todas las mnitas, sobre todo las nuevas;tambin el Molinaque ya tiene muchos granos en la cara y es muy bueno para pelear; luego est el Tonky, quees gordo y muy simptico; y el Durazo, que es un gran compaero. Hemos estado juntos desde que comenz elao y creo que as vamos a estar hasta terminar la secundaria, hacemos todo en equipo y nos apoyamos entodo...

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    istoria de soplones

    Miren, mejor ya clmenla, ya estuvo. Mejor me dejan ir o les juro que se las voy a armar gacha con labanda. Ay!, ah muere, no sean...

    Yah me tuvieron, cosido a patadas, hasta que se cansaron.

    Al principio s not que me tenan coraje, porque me daban muy fuerte, pero poco a poco se fueroncalmando hasta que cedieron y, ya ms tranquilos, se sentaron a fumar en la banqueta. Hasta a m me tocaron

    unas fumadas, y ya estbamos ah, como si nada, como viejos amigos, como si yo no hubiera sido el rajn, elbalcn, como luego les decimos a los soplones.

    De estos ya habamos muchos en la escuela, y es que, tambin, se pasaban con las cosas que hacan.Por ejemplo, ni modo que no se supiera quin le estrell el vidrio al coche del orientador o quin le ponch lasllantas al profe Polillita; no tardaron en dar con el Vampi y con el Sombra, que fueron expulsados y a los que lesretuvieron sus papeles hasta que no pagaran los daos. Claro que en esos casos nadie supo de los delatores,pero ya se sabe que hay muchos balcones.

    Esta vez me toc serlo a m, y es que no pude cerrar mis ojos que tanto quiere mi madre, cuando vipasar al Cepiescondiendo algo entre su camisa y tambin que le asomaba parte de una bolsa de mujer. lvolte en ese instante y ya no pude evitar que me viera... En ese momento me cay un gran peso encimaporque me converta en su cmplice o en su delator. Durante los siguientes das se arm el barullazo, y es que

    al parecer la maestra Paquita llevaba mucho dinero en su bolso y andaba toda desconsolada por los salones,implorando, ofreciendo gratificaciones, y el director nos echaba un sermn en el homenaje y as cada maestro...

    Ynada.

    Empec a sufrir. Primero fueron dolores de cabeza que nadie se explicaba, luego dolores de estmago,hasta que se me solt una diarrea muy larga. Me puse ms flaco y plido, y mi madre pensaba que era porqueestaba creciendo. As hubiera seguido, si no fuera porque ya no aguant cuando en la clase la maestra Paquitanos cont que el dinero que traa aquel da era lo que necesitaba para pagar la operacin de los ojos de sumadre, que debi suspenderse porque no haba manera de conseguir tanto dinero. Dijo que era la nica formade que su madre recuperara la vista, que era un regalo que pensaba hacerle y que ahora estaba muy tristeporque nunca podra juntar el dinero de nuevo...

    Entonces me puse a pensar en mi madre. De qu no sera capaz si mi madre necesitara unaoperacin as?

    Por qu no organizamos una colecta, maestra? dijo la Cande, que muy a la larga tiene ideas brillantes.S, podras hacer un boteoaqu afuerita se entusiasm la Cachetitos.Tambin se podra hacer una pollizao una hamburguesada, eso s deja dijo Ramiro.Tambin estara bueno recuperar el dinero dije yo, temblando de calentura y dolor de estmago, plido y ya

    decidido a romper el silencio.

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    Eso no se puede hacer ya dijo la maestra.S, desde cuando ya se lo habrn gastado, adems no hay pistas...Pues yo s quin se rob ese dinero...

    Silencio absoluto que jams me hubiera imaginado en mi saln, donde estn los ms gritones queningn maestro aguanta. Silencio.

    Fue el Cepi.

    Ah se arm el relajo, porque la maestra sali corriendo y con ella todos nosotros, desfilando por lospasillos. Recorrimos todos los salones hasta llegar al taller de mecnica, donde ahora estaba el grupo del Cepi.Cuando la maestra lo confront, todos la rodeamos. Un prefecto se haba agregado y rpidamente le vaciaronlos bolsillos: traa dos mil pesos, cantidad imposible en un alumno regular de nuestra escuela, donde todossomos pobres. Acept rpidamente, pero antes se enter de que yo haba sido el balcn y me ech una miradade aquellotas, de sas que matan porque parecen de fuego. Yo ya me haba resignado a sus represalias, yahaba sufrido bastante todo ese tiempo.

    Rpidamente se form una comisin que fue a la casa del pequeo ladrn, se recuper buena parte deldinero y se procedi a expulsar al Cepi, que desde entonces se asomaba por la escuela. Yo saba que andabacerca porque me llegaban sus amenazas.

    Que dice el Cepi, que no te la vas a acabar.Que te espera a la salida.Que ms te vale que no vayas al baile del 14 de febrero.

    Por eso, despus de que me golpearon fuerte y estbamos ah fumando, tranquilamente, supe que yahaba pasado lo peor, que su clera ya no era tanta.

    Yo tambin he sido balcndijo el Cepi.Apoco?Simn, y tambin me pegaron una chinga, pero ms fuerte. Por eso es que al verte no te dimos tan

    duro, pero vieras cmo me dieron a m, una semana no pude abrir el ojo derecho y tena toda la bocahinchada.

    Yah seguimos recordando todas esas cosas...

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    Profr.Gabriel Hurtado Cen

    Mrida, Yucatn,

    Mxico.

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    arta al maestro

    Querido maestro:

    Este da me he levantado con la alegra del inicio de las vacaciones de verano. Le juro que casi no mela creo que est libre de la escuela, libre como siempre me ha gustado estar, libre de la lata de los profes quesiempre estn pendientes de uno, libre del profe Andrs, que siempre dicta demasiado, de la prefecta que andapendiente de los que se salen o no entran a sus clases, libre del timbre y de los libros. Hasta de los latosos delsaln estoy libre. Por algn tiempo, porque s que