Detección y limpieza de virus en orquídeas cultivadas

68
CONSEJO NACIONAL DE CIENCIA Y TECNOLOGIA -CONCYT- SECRETARIA NACIONAL DE CIENCIA Y TECNOLOGIA -SENACYT- FONDO NACIONAL DE CIENCIA Y TECNOLOGIA -FONACYT- UNIVERSIDAD DEL VALLE DE GUATEMALA UVG - INFORME FINAL EVALUACIÓN DE MÉTODOS PARA LA DETECCIÓN Y LIMPIEZA DE VIRUS EN ORQUÍDEAS CULTIVADAS PROYECTO FODECYT No. 067-2007 MARGARITA PALMIERI Investigador Principal GUATEMALA, JULIO DE 2012.

Transcript of Detección y limpieza de virus en orquídeas cultivadas

CONSEJO NACIONAL DE CIENCIA Y TECNOLOGIA -CONCYT-

SECRETARIA NACIONAL DE CIENCIA Y TECNOLOGIA -SENACYT-

FONDO NACIONAL DE CIENCIA Y TECNOLOGIA -FONACYT-

UNIVERSIDAD DEL VALLE DE GUATEMALA – UVG -

INFORME FINAL

EVALUACIÓN DE MÉTODOS PARA LA DETECCIÓN Y

LIMPIEZA DE VIRUS EN ORQUÍDEAS CULTIVADAS

PROYECTO FODECYT No. 067-2007

MARGARITA PALMIERI

Investigador Principal

GUATEMALA, JULIO DE 2012.

ii

iii

EQUIPO DE INVESTIGACIÓN:

Licda. Margarita Palmieri Santisteban – Investigadora Principal

Licda. María Renée Álvarez – Investigadora Asociada

iv

AGRADECIMIENTOS:

La realización de este trabajo, ha sido posible gracias al apoyo financiero dentro

del Fondo Nacional de Ciencia y Tecnología, -FONACYT-, otorgado por La Secretaría

Nacional de Ciencia y Tecnología -SENACYT- y al Consejo Nacional de Ciencia y

Tecnología -CONCYT-.

v

OTROS AGRADECIMIENTOS

Este trabajo no habría sido posible sin la colaboración de los dueños de los

cultivos comerciales y no comerciales de orquídeas que accedieron a colaborar con el

proyecto prestando sus orquídeas para su análisis. También se agradece a la Asociación

Guatemalteca de Orquideología (AGO) por permitirnos el acceso a sus reuniones y

contactos para poder realizar el proyecto.

vi

INDICE

CONTENIDO PÁGINA

RESUMEN xi

ABSTRACT xii

PARTE I

I.1. Introducción 1

I.2. Planteamiento del problema 2

I.2.1. Antecedentes en Guatemala 3

I.2.2. Justificación 3

I.3. Objetivos e hipótesis

I.3.1. Objetivos 5

I.3.1.1. General 5

I.3.1.2. Específicos 5

I.3.2. Hipótesis 5

I.4. Metodología

I.4.1. Localización 6

I.4.2. Las variables 6

I.4.2.1. Las variables dependientes 6

I.4.2.2. Las variables independientes 6

I.4.3. Indicadores 6

I.4.4. Estrategia metodológica 7

I.4.5. El método 7

I.4.6. La técnica estadística 9

PARTE II

II.1 Marco teórico

II.1.A) La familia Orchidaceae 10

II.1.B) Las Orchidaceae en Guatemala 13

II.1.C) Cultivo de orquídeas 14

II.1.D) Híbridos de orquídeas 14

II.1.E) Enfermedades y plagas de orquídeas 15

II.1.F) Enfermedades virales en orquídeas 16

vii

II.1.G) Detección de virus en orquídeas 22

II.1.H) Terapias de tratamiento de virus 24

II.1.I) Limpieza de virus en orquídeas 26

PARTE III

III.1. Resultados 27

III.1.A) Diagnóstico de enfermedades virales 27

III.1.B) Terapias de limpieza de virus 31

III.2. Discusión de resultados

III.2.A) Diagnóstico de enfermedades virales 34

III.2.B) Terapias de limpieza de virus 36

PARTE IV

IV.1. Conclusiones 40

IV.2. Recomendaciones 41

IV.3. Referencias bibliográficas 42

IV.4. Anexos

IV.4.1. Metodología de ELISA directo 47

IV.4.2. Metodología de ELISA indirecto 49

IV.4.3. Resultados de presencia de 6 virus en la 180 Orquídeas

Analizadas 51

IV.4.4. Fotografías de los síntomas más comunes presentados

Por las orquídeas infectadas por virus 54

PARTE V

V. 1. Informe Financiero 56

viii

LISTADO DE FIGURAS

CONTENIDO PÁGINA

Figura 1. Esquema de una flor de orquídea 11

Figura 2. Flor de Cattleya vista frontal y sección lateral 11

Figura 3. Cápsulas de tres especies de orquídeas 12

Figura 4. Semilla de orquídea, compuesta por el embrión y la testa 17

Figura 5. Daño provocado en hojas por Cymbidium mosaic virus (CyMV) 17

Figura 6. Daño provocado por Odontoglossum ringspot Tobamovirus

(ORSV) en a) una hoja de Cymbidium y b) una hoja de Phalaenopsis. 18

Figura 7. Daño provocado por a) Virus de la mancha anillada del

Odontoglosum (ORSV o TMV-O) en una flor de Cymbidium b) la

combinación de ORSV y el virus del mosaico del Cymbidium (CymMV)

en una flor de Cymbidium y c) ORSV en una flor de Cattleya. 19

Figura 8. a) Cattleya percivaliana con síntomas de CMV, b) hoja de

Coelogyne rochussenii con síntoma de CMV, c) hojas de Laelia lobata

con ORSV y CMV, d) hojas de Epidendrum con síntomas de ORSV y

CMV y e) CMV en Pescatoria wallisii 20

Figura 9. Hoja de Dactylorhiza foliosa con síntomas del virus del mosaico

amarillo de la judía (BYMV) (Skelton et al. 2006) 20

Figura 10. Síntomas de infección con Tospovirus en una hoja de

Phalaenopsis, b) síntomas de TSWV en una hoja de Phalaenopsis 21

Figura 11. a) síntomas de OFV en hojas, b) síntomas de OFV en bulbos,

c) síntomas de OFV en hojas de Dendrobium, d) síntomas de OFV

en hoja de Cymbidium y e) sintomatología de OFV en hojas de Laelia 22

Figura 12. Micrografía electrónica de viriones de OFV purificado. Un

Aumento del virus se encuentra en el área dentro del rectángulo. 22

Figura 13. Pasos del procedimiento de ELISA directo. I = savia de planta

infectada con virus y S = savia de planta sana 23

Figura 14. Brote lateral de Cattleya que puede ser utilizado como explante

para el cultivo de meristemos 25

Figura 15. Frecuencia de los diferentes virus encontrados en las muestras de

Orquídeas colectadas. 28

ix

Figura 16. Número de plantas de orquídeas con infecciones mixtas por

2 y 3 virus simultáneamente. 28

Figura 17. Gráfica de la distribución de la presencia de virus en

Orquídeas infectadas. 29

Figura 18. Movimiento del virus del Mosaico del Cymbidium (CyMV)

En híbridos de Dendrobium infectadas. 37

Figura 19. Efecto de la termoterapia para la eliminación de PVY 39

x

LISTADO DE CUADROS

CONTENIDO PÁGINA

Cuadro 1: Número de plantas positivas para los virus analizados. 27

Cuadro 2. Orquídeas infectadas trasladadas al invernadero de la UVG 30

Cuadro 3. Orquídeas tratadas con hidroterapia, termoterapia y cultivo

de meristemos 30

Cuadro 4. Resultados de la prueba de ELISA en las orquídeas tratadas

con hidroterapia. 31

Cuadro 5. Resultados de la prueba de ELISA en las orquídeas tratadas

con termoterapia. 32

Cuadro 6. Resultados de la prueba de ELISA en las orquídeas tratadas

con cultivo de meristemos. 32

Cuadro 7. Resultados de la prueba de ELISA en las orquídeas tratadas

con termoterapia a 42°C luego del cultivo de meristemos. 33

xi

RESUMEN

La familia Orchidaceae es una de las más grandes del reino vegetal, en Guatemala

representa aproximadamente el 10% de la flora. La belleza de sus flores ha hecho que sean muy

apreciadas ornamentalmente, por lo cual su cultivo ha aumentado en los últimos años. Las

condiciones ambientales en que se cultivan las hacen susceptibles a la infecciones por virus;

siendo los más comunes: virus de la mancha anillada del Odontoglossum (ORSV), virus del

mosaico del Cymbidium (CyMV), mosaico del pepino (CMV), virus del bronceado del tomate

(TSWV), virus del mosaico del tabaco (TMV) y potyvirus. En este trabajo se realizó un

diagnóstico de la presencia de los 6 virus por medio de pruebas ELISA en 6 cultivares. Además

se implementaron terapias para la eliminación de virus en las orquídeas infectadas. Éstas fueron:

hidroterapia a 45°C durante 1 hora, termoterapia a 42°C durante 24 horas, cultivo de

meristemos y cultivo de meristemos seguido de termoterapia a 42°C y 8, 16, 24 y 48 horas. Se

encontró que el 19.89% (36 plantas infectadas) de todas las plantas analizadas estaban

infectadas con uno o más virus. Se observó la presencia de 3 virus: ORSV, CyMV y

TMV. La sintomatología observada fue: líneas cloróticas en presencia de CyMV y manchas

cloróticas en presencia del virus de ORSV. Ninguna de las terapias realizadas fue efectiva

para la limpieza de virus en orquídeas. Únicamente una planta mostró eliminación de

los virus por medio de hidroterapia.

Palabras clave: Orquídeas, virus, pruebas ELISA, terapias de eliminación, cultivo de

meristemos

xii

ABSTRACT

The Orchidaceae family is one of the largest in the plant kingdom, in Guatemala,

representing approximately 10% of the flora. The beauty of their flowers has made

them highly prized ornamentals, for which cultivation has increased in recent years.

The environmental conditions in which they are grown make them susceptible to virus

infections, the most common being: Odontoglossum ringspot virus (ORSV), Cymbidium

mosaic virus (CyMV), cucumber mosaic virus (CMV), tomato spotted wilt virus

(TSWV), tobacco mosaic virus (TMV) and potyvirus. In this work we carried out an

assessment of the presence of the 6 viruses using ELISA in 6 cultivars. In addition,

therapies were implemented to eliminate virus from infected orchids. Those were:

hydrotherapy at 45 ° C for 1 hour, thermotherapy at 42 ° C for 24 hours, meristem

culture and meristem culture followed by thermotherapy at 42 ° C for 8, 16, 24 and 48

hours. We found that 19.89% of all plants tested were infected with one or more

viruses. We observed the presence of 3 viruses: ORSV, CyMV and TMV. The

symptoms observed were: chlorotic lines in the presence of CyMV and chlorotic spots

in the presence of ORSV. None of the therapies performed were effective in cleaning

viruses in orchids. Only one plant was cleaned by hydrotherapy.

Keywords: Orchids, virus, ELISA, elimination therapies, meristem culture

1

PARTE I

I.1. INTRODUCCIÓN

Las orquídeas son plantas monocotiledóneas que se caracterizan por la belleza

de sus flores. Muchas de éstas han sido cultivadas e hibridizadas para su

comercialización. Su cultivo ha ido creciendo en todas partes del mundo, incluyendo

Guatemala. El cultivo de orquídeas es una producción intensiva en el que se posee un

importante capital en muy poco espacio. Un vivero mediano cuenta con alrededor de

quince mil plantas, las cuales necesitan muy buena calefacción y alto porcentaje de

humedad. Estas condiciones son propicias para el desarrollo de diversas plagas y

enfermedades. Es por ello que es necesario tener un exhaustivo control en las

colecciones.

Las plagas y enfermedades en orquídeas son consecuencia de un riego

incorrecto, mala ventilación, hábitos de fertilización incorrectos y otros errores de

cultivo. En función de su origen hay cinco tipos de enfermedades: las provocadas por

animales, hongos, bacterias o virus y las de origen fisiológico (Jezek 2005). Las

enfermedades provocadas por hongos, animales y bacterias pueden ser controladas con

productos químicos y las de origen fisiológico deben eliminarse con el control de las

condiciones climáticas. Las enfermedades virales no tienen aún una cura, la única

manera de combatirlas es realizando un examen para detectar la presencia de virus y

evitar la extensión de la enfermedad. Se pueden tomar medidas preventivas como

desinfectar los utensilios utilizados para el corte de flores y hojas.

En los últimos años los virus han tomado gran relevancia dentro del cultivo de

orquídeas. La alta incidencia de estos patógenos puede ser atribuida a la facilidad de

transmisión por herramientas usadas en las prácticas culturales. Más de veinticinco

virus han sido reportados en orquídeas (Moreira et al. 1999, Cárdenas 2000).

Frecuentemente las plantas infectadas por virus suelen florecer con menos eficiencia,

pierden vigor y producen flores de menor calidad que las plantas sana, afectando el

valor de exhibición o comercial de las plantas (Report on plant disease 1990; Hu et al.

1993). Además los virus causan una gran cantidad de anormalidades en la planta, como

cambios en su forma, color y apariencia. Dos de los efectos más notables son el

amarillamiento (clorosis) por inhibición de la formación de cloroplastos y muerte de los

tejidos (necrosis). Estos síntomas pueden ocurrir separadamente o en combinación.

También producen debilitamiento y reducción de la capacidad productiva, enanismo y,

lo más importante en el caso de las orquídeas, manchas y/o deformación de la flor. En

algunas especies, los virus manifiestan síntomas solo en los puntos de inoculación; sin

embargo, sus efectos pueden ocurrir tiempo después en cualquier parte de la planta y

causar mucho daño (Cárdenas 2000). Sin embargo, a veces, la infección por virus

puede ser asintomática. En estos casos los síntomas pueden aparecer mucho después de

la infección, manifestarse únicamente en las flores o no presentar nunca síntomas (Jezek

2005; Labrín et al. 2005). En éste último caso, el riesgo es de propagar la infección

viral a otras plantas por medio de los utensilios de corte usados en invernaderos, por

contacto entre plantas o por medio de vectores como áfidos o trips.

2

Los síntomas de virus en la familia Orchidaceae son tan diversos como la familia

misma y pueden expresarse levemente o provocar severas distorsiones en flores y hojas.

Sumado a esto, los síntomas virales pueden ser confundidos con síntomas provocados

por otros patógenos o por deficiencias nutricionales (Wisler 1989; Report on plant

disease 1990); por ejemplo, síntomas típicos de virus son manchas o líneas cloróticas o

necróticas; sin embargo, enfermedades causadas por hongos y bacterias, así como

deficiencias de luz o déficit hídrico pueden causar síntomas similares (Wisler 1989). Es

por estas razones que se han desarrollado diversas técnicas de detección de virus en

plantas. Entre éstas se encuentran el uso de plantas indicadoras, microscopía electrónica

y de luz y técnicas serológicas como inmunodifusión y pruebas ELISA (Wisler 1989),

así como técnicas moleculares. Los métodos serológicos que emplean enzimas como

marcadores se conocen como ensayos inmunoenzimáticos. La prueba de ELISA

(Enzyme-linked immunosorbent assay) forma parte de estos ensayos (Batista et al.

2008).

El diagnóstico de plantas enfermas puede indicar la presencia de uno o más virus

en una planta. Cuando no se cuenta con plantas madre libres de patógenos, o cuando se

trata de especies o variedades difíciles de reproducir, es posible aplicar técnicas para la

eliminación de los virus, obteniendo de esta manera material sano que pueda ser

reproducido asexualmente. En la actualidad se cuenta con varios procedimientos para la

eliminación de virus en plantas enfermas, entre estos se encuentran: la quimioterapia, el

cultivo de meristemos, la termoterapia y la hidroterapia. Sin embargo, en orquídeas

únicamente se ha probado la combinación de cultivo de meristemos con quimioterapia y

ha resultado poco efectiva.

Debido a que a la fecha no se tiene aún ningún procedimiento de limpieza de

virus en orquídeas, la única alternativa que los cultivadores poseen es la de aislar los

individuos enfermos para evitar la propagación de la enfermedad viral. La eliminación

de las plantas enfermas de la colección puede representar altos costos, tanto económicos

(al tratarse de híbridos de alta producción), como genéticos, si la planta infectada

pertenece a una especie con solo uno o dos ejemplares en colección. Es por esto que se

hace importante encontrar una opción efectiva y de bajo costo para obtener plántulas

libres de virus a partir de especímenes enfermos.

Pretendemos diagnosticar con pruebas ELISA enfermedades virales en

orquídeas cultivadas e implementar procedimientos de terapia de eliminación de virus

(principalmente termoterapia e hidroterapia) y extracción y cultivo de meristemos in

vitro. Esperamos lograr la recuperación de plantas de orquídeas con infección viral que

forman parte de colecciones tanto con fines comerciales como de conservación.

3

I.2. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

I.2.1. Antecedentes en Guatemala

Estudios de virus en orquídeas en Guatemala han sido muy escasos pero sobre

todo eventuales. No ha habido sistematización en los estudios. Solamente se ha hecho

un poco de investigación según los problemas que van surgiendo. Solamente existe una

publicación sobre este tema. El estudio titulado: “Determinación de enfermedades

virales en orquídeas de invernaderos y silvestres de Guatemala” fue publicado por R.

Calzia de Molina y M. Palmieri en 1997, en las Memorias del VIII Congreso Nacional

de Manejo integrado de plagas. En ese estudio se comprobó la presencia de virus en

orquídeas tanto cultivadas como en estado silvestre, pero siendo el porcentaje mayor en

invernaderos. Los virus reportados son el virus del mosaico amarillo del frijol

(BYMV), el virus del mosaico del Cymbidium (CymMV), virus de los puntos anillados

del Odontoglossum (ORSV) y el virus del mosaico del pepino (CMV). Reporta también

que el virus de mayor incidencia es el CymMV (21%), seguido por el ORSV (14%).

También, hace mención de que el CMV fue el único virus en esa oportunidad,

encontrado tanto en orquídeas de invernadero como en orquídeas de la naturaleza.

Dicho estudio es el único publicado en nuestro país sobre enfermedades virales en

orquídeas; sin embargo, el estudio no incluye métodos de limpieza de virus.

I.2.2. Justificación del trabajo de investigación

El cultivo y comercio de orquídeas nativas e introducidas, como plantas de

colección, flores de corte o plantas ornamentales, ha tomado auge en los últimos años;

sin embargo, en Guatemala aún no se han hecho estudios de la identificación y

prevalencia de virus en colecciones y plantaciones comerciales, mucho menos de

limpieza de virus en estos sitios. Según Wisler (1989) no hay colección en el mundo

que se encuentre totalmente libre de infecciones virales. Esto, además de las pérdidas

económicas que causa a comerciantes, puede reducir la variabilidad genética de las

colecciones al infectar especies nativas raras o difíciles de reproducir.

A la fecha no se conoce ningún tratamiento efectivo para la eliminación de

virus en orquídeas. A pesar de que se ha tomado al cultivo de meristemos como la

técnica a elegir, esta tecnología por sí sola no es suficiente, sobre todo por las

dificultades que representa el hacer cortes muy pequeños y el riesgo que se corre al

hacerlos muy grandes (Wisler 1989; Vásquez 2000). También se han realizado estudios

(Lim,Wong & Goh 1993; Toussaint et al. 1993) para la utilización de quimioterapia con

este fin; sin embargo, sus altos costos y poca efectividad la hace inadecuada para ser

utilizada en países en desarrollo, por lo que el único método recomendado para evitar

que una infección viral se disperse en una colección o cultivo comercial es eliminar las

plantas enfermas.

La eliminación de las plantas enfermas de la colección puede representar altos

costos, tanto económicos (al tratarse de híbridos de alta producción), como genéticos, si

la planta infectada es una especie endémica que se encuentra en una colección científica

o con fines de rescate. Esta opción es especialmente dañina si el ejemplar infectado se

trata de un híbrido (natural o producido) valioso con bajos niveles de reproducción o de

4

una especie nativa de la cual sólo se tiene uno o dos ejemplares en colección. Es por

esto que se hace importante encontrar una opción efectiva y de bajo costo para obtener

plántulas libres de virus a partir de especímenes enfermos.

En este estudio se pretende implementar procedimientos de terapia de

eliminación de virus (principalmente termoterapia e hidroterapia), y la extracción y

cultivo de meristemos in vitro para lograr la recuperación de plantas de orquídeas con

infección viral que forman parte de colecciones tanto con fines comerciales como de

conservación.

Es importante determinar si las plantas tratadas con las tecnologías propuestas

estarán libres de virus, por lo que es necesario diagnosticar los virus presentes en las

colecciones trabajadas. Esto puede hacerse mediante ELISA, las cuales son

ampliamente utilizadas en estudios científicos debido a su confiabilidad, bajo costo y

facilidad, ya que permiten correr un gran número de muestras simultáneamente.

El objetivo de este estudio es lograr una metodología que permita obtener

plantas libres de virus a partir de plantas infectadas y de esta manera ayudar a disminuir

las pérdidas provocadas por infecciones virales en colecciones y cultivos comerciales.

5

I.3. OBJETIVOS E HIPÓTESIS

I.3.1. Objetivos

I.3.1.1. General

Implementar una metodología que permita la eliminación de infecciones

virales en orquídeas.

I.3.1.2. Específicos

Realizar el diagnóstico de enfermedades virales en orquídeas cultivadas por

medio de pruebas ELISA

Determinar la terapia para limpieza de virus más efectiva para la eliminación

de los mismos en orquídeas

Extracción de meristemos de orquídeas

Obtención de plántulas libres de virus por medio del cultivo in vitro.

I.3.2. Hipótesis

Ha1:

La hidroterapia es el método más eficaz en la limpieza de virus en orquídeas

cultivadas, comparado con el método de termoterapia.

Ha2:

La termoterapia es el método más eficaz en la limpieza de virus en orquídeas

cultivadas, comparado con el método de hidroterapia.

Ho:

Ninguno de los dos métodos (hidroterapia o termoterapia) son eficaces en la

limpieza de virus en orquídeas cultivadas.

6

I.4. METODOLOGÍA

I.4.1. Localización

Se realizaron los contactos con algunos cultivadores de orquídeas y se nos

autorizó visitar y analizar sus cultivos. Se visitaron cultivos comerciales y colecciones

de orquídeas en la Ciudad de Guatemala, Guatemala y sus cercanías.

Coordenadas: 14o 36’20” N; 90

o 29’23” W

Altitud: 1510 msnm

Temperatura: máx. 24.5o C; min. 14

o C; promedio: 14.3

o C.

I.4.2. Las variables

I.4.2.1. Las variables dependientes

La presencia/ausencia de los virus: (el virus del mosaico del Cymbidium

(CymMV), el virus de la mancha anillada de Odontoglossum (ORSV), el virus del

bronceado del tomate (TSWV), el virus del mosaico del pepino (CMV) y el virus del

mosaico del tabaco (TMV) y Potyvirus) después de los tratamientos de limpieza.

I.4.2.2. Las variables independientes

Las variables independientes son: la temperatura ambiental (termoterapia) y la

temperatura del agua (hidroterapia).

I.4.3. Indicadores

Obtención de porcentajes de contaminación viral en cultivares de orquídeas de

Guatemala.

Determinación de virus mayormente presentes en cultivares de orquídeas en

Guatemala.

Obtención de plantas libres de virus por medio de los métodos de hidroterapia,

termoterapia y/o cultivo de meristemos.

7

I.4.4. Estrategia metodológica: Población y muestra

Se analizaron un total de 180 orquídeas provenientes de 6 cultivares. De éstas,

se colectaron un total de 24 plantas infectadas con uno o más virus. Las plantas

infectadas se sometieron a uno o más tratamientos dependiendo de la disponibilidad de

réplicas. Se sometieron 10 plantas infectadas a hidroterapia, 8 a termoterapia y una a

cultivo de meristemos. Por medio del cultivo de meristemos se obtuvieron 30 plantas in

vitro a las que se les sometió a termoterapia. Las 30 plantas in vitro se dividieron en 5

grupos de 6 plantas que fueron sometidas a los siguientes tratamientos de termoterapia:

control, 42°C por 8 horas, 42°C por 16 horas, 42°C por 24 horas y 42°C por 48 horas.

En todos los casos el número de la muestra dependió de la disponibilidad de plantas.

I.4.5. El Método

A. Diagnóstico de enfermedades virales

Se buscaron plantas que presentaban síntomas indicativos de infección viral.

Los síntomas observados fueron: manchas anilladas, manchas cloróticas, manchas

necróticas y deformaciones. Se tomó muestras de hoja de las plantas sospechosas y se

trasladaron las muestras a las instalaciones de la Universidad del Valle de Guatemala,

para ser diagnosticadas para virus. Se corrió pruebas ELISA (ensayo de

inmunoadsorción ligado a enzimas) para 6 diferentes virus: el virus del mosaico del

Cymbidium (CymMV), el virus de la mancha anillada de Odontoglossum (ORSV), el

virus del bronceado del tomate (TSWV), el virus del mosaico del pepino (CMV) y el

virus del mosaico del tabaco (TMV) y Potyvirus; cuya presencia ha sido reportada en

orquídeas cultivadas alrededor del mundo. Se corrieron dos tipos o variantes de pruebas

de ELISA: a- el ensayo de ELISA directo en forma de sándwich para los virus CymMV,

ORSV, TSWV, CMV y TMV. En este tipo de inmuno ensayos se utiliza una placa de

plástico tratada para aumentar la capacidad de adsorción de las proteínas que participan

en la prueba. La placa posee 96 pozos y la prueba se hace en duplicado (dos pozos por

muestra). En el ensayo, el anticuerpo contra el virus viene adsorbido en las placas o

bien se coloca como primer paso, éste atrapa al antígeno que es inmovilizado para

poder ser detectado y luego se añade otro anticuerpo, pero esta vez marcado con una

enzima que, al agregarle su sustrato, cambia o produce un color que es visible y medible

mediante un espectrofotómetro a determinada densidad óptica. En este caso la enzima

utilizada fue la fosfatasa alcalina, el color producido fue amarillo y se leyó a una

densidad óptica de 405.

El procedimiento llevado a cabo para el procesamiento y realización de esta

prueba se encuentra en el Anexo 1. b) La otra modalidad fue la llamada indirecta que se

utilizó en la detección de Potyvirus. En esta modalidad se utilizan placas similares sólo

que no se adsorbe el anticuerpo primero. En este caso se agrega la muestra en primer

lugar para que el antígeno se adsorba al plástico. Luego, se añade el primer anticuerpo

que es contra el virus directamente y luego se añade un anti anticuerpo marcado con una

enzima que reconocerá el anticuerpo añadido. Se añade el sustrato, se produce color y

se detecta con espectrofotómetro. En este caso también se utilizó la enzima fosfatasa

alcalina, se produjo color amarillo y se detectó a la misma densidad óptica de 405.

8

El procedimiento para la realización de la prueba se encuentra en el Anexo 2.

Todos los virus se detectaron con anticuerpos y conjugados de la casa Agdia.

Se utilizaron dos modalidades de ELISA no sólo porque la casa así los vende

sino porque el ELISA directo de sándwich tiene la característica de tener una gran

especificidad y una alta sensibilidad debido a la amplificación de la señal que se logra

mediante el segundo anticuerpo. En cambio, en el caso de Potyvirus, se utilizó la

modalidad indirecta que tiene una mayor sensibilidad debido a la amplificación de la

señal por la unión, en este caso, de dos anticuerpos secundarios, pero su especificidad es

reducida. En este caso, detecta varios virus diferentes pero todos pertenecientes al

género Potyvirus; no detecta uno específico como en el caso de ELISA directo de

sándwich, como por ejemplo, el virus del mosaico del tabaco o TMV.

Luego de obtener los resultados de presencia de virus, se comunicó a cada

cultivador el número e identificación de todas plantas infectadas con virus.

B. Terapias de limpieza de virus

Las plantas encontradas positivas en la etapa de diagnóstico de enfermedades

virales se trasladaron a la Universidad del Valle para ser tratadas por medio de

termoterapia, hidroterapia y cultivo de meristemos.

Se realizaron pruebas con el fin de establecer las condiciones de temperatura y

luz adecuadas para el tratamiento por medio de termoterapia, ya que este tratamiento no

se encuentra reportado en orquídeas. Se midió el tiempo en que las orquídeas

empezaban a mostrar amarillamiento de las hojas por quemadura a diferentes

temperaturas.

a) Termoterapia

Se sometieron 10 plantas del lote de plantas infectadas a termoterapia.

Se introdujeron las plantas completas en una incubadora a una temperatura

constante de 42°C durante 24 horas, y un fotoperiodo de 8 horas luz y 16 horas

obscuridad.

Se monitoreó continuamente el estado de las plantas durante el lapso de

tratamiento.

Al terminar el tratamiento, las plantas tratadas se colocaron en el invernadero de

temperatura controlada alejadas de las plantas sin tratamiento.

b) Hidroterapia:

Se sometieron 10 plantas del lote de plantas infectadas a hidroterapia.

Se sumergieron las plantas completas una a una en un baño de María a una

temperatura constante de 45°C durante una hora.

Luego se extrajeron y se dejaron media hora en agua a temperatura ambiente.

Por último se resembraron y se colocaron en un invernadero de temperatura

controlada alejadas de las plantas sin tratamiento.

9

c) Cultivo de meristemos

Se sometieron las plantas del género Epidendrum a cultivo de meristemos.

Se realizó la desinfección del material con el propósito de eliminar agentes

contaminantes y luego se hizo la extracción de los meristemos de cada muestra.

La desinfección consistió en sumergir los tejidos durante una hora en una

solución de Physan (1.25 ml/l de agua), seguido de 1 minuto en etanol 70%,

luego 10 minutos en cloro comercial al 10% y tres lavados con agua estéril.

Los meristemos extraídos se colocaron en condiciones asépticas en medios de

cultivo. El medio de cultivo utilizado fue ½ MS.

Los explantes establecidos en el medio nutritivo se colocaron en un cuarto de

cultivo a una temperatura entre 22- 25º C con un fotoperiodo 16/8 (horas

luz/oscuridad).

d) Termoterapia luego de cultivo de meristemos

Las plántulas obtenidas por medio de cultivo in vitro de meristemos se

propagaron y fueron luego sometidas a termoterapia.

Se dividieron las plantas en 5 lotes de 6 plantas cada uno.

El primer lote fue sometido a termoterapia de 8 horas a temperatura constante de

42°C.

El segundo grupo a termoterapia de 16 horas a temperatura constante de 42°C.

El tercero a termoterapia de 1 día a temperatura constante de 42°C.

El cuarto a termoterapia de 2 días a temperatura constante de 42°C.

Y el último sirvió de control. No fue sometido a terapia.

Al final de cada uno de los cuatro tratamientos (hidroterapia, termoterapia, cultivo

de meristemos y cultivo de meristemos seguido de termoterapia), las plantas fueron

diagnosticadas nuevamente, por medio de pruebas ELISA, para los virus diagnosticados

como positivos en la prueba realizada antes de las terapias.

I.4.6 La técnica estadística

La estadística propuesta para este proyecto era un análisis no paramétrico de chi

cuadrado. Sin embargo, debido a que no se lograron limpiar orquídeas con ninguno de

los dos métodos, no se realizó ninguna prueba estadística.

10

PARTE II

II.1. MARCO TEÓRICO

A. La familia Orchidaceae

Las orquídeas han fascinado al mundo durante siglos y han sido consideradas

como flores místicas; aunque algunos pueblos primitivos también la han utilizado con

fines medicinales, por ejemplo, en la Grecia antigua se creía que eran un símbolo de

virilidad. Actualmente, desde el punto de vista de la conservación, las orquídeas

constituyen un grupo estratégico ya que su belleza despierta el interés de las personas, y

por lo tanto éstas se interesan por conservarlas, aún aquellas cuyas flores no son tan

atractivas. Sin embargo, es esta misma vistosidad la que ha puesto a varias especies de

orquídeas en peligro, sobre todo debido a su extracción selectiva.

El nombre “orquídea” deriva del latín “orchis” que significa testículo, sugiriendo

la similitud que existe entre estos órganos masculinos y los bulbos de algunas especies

de orquídeas. Actualmente el término Orchis se utiliza para un género de orquídeas

europeas y de éste se deriva el nombre de la familia, Orchidaceae (Jezek 2005).

La familia, una de las más diversas, con cerca de 1,000 géneros y 20,000

especies es probablemente la segunda familia con mayor número de especies, luego de

Asteraceae. Su distribución es mundial pero con la mayor diversidad de especies en la

región tropical entre los 1000 y 2000 m SNM. Pueden encontrarse en casi todos los

hábitats, exceptuando aguas saladas y desiertos extremos (Ames y Correl 1985; Dix y

Dix 2006; Infoagro 2003).

Las orquídeas son hierbas perennes, monocotiledóneas. Las especies de esta

familia pueden ser terrestres, epífitas o rupícolas. No se conoce ninguna orquídea

parásita o carnívora. Muchas de las especies encontradas en zonas templadas son

terrestres, mientras que en zonas tropicales y subtropicales la mayoría son epífitas o

rupícolas (Ames y Correl 1985; Romero 1991; Behar & Tinschert 1998). Las raíces de

las orquídeas son generalmente carnosas y poseen un recubrimiento llamado velamen

que les permite absorber agua. El tallo puede ser largo y delgado o corto y engrosado,

hasta casi ausente. Muchas epífitas tienen tallos engrosados en la base que reciben el

nombre de pseudobulbos y algunas terrestres poseen cormos subterráneos. Las hojas

presentan nerviación paralela, y pueden ser delgadas o suculentas y hasta ausentes (Dix

y Dix 2006).

Las inflorescencias son generalmente laterales y basales o terminales, pueden ser

solitarias, racemosas, paniculadas o cimosas. Las flores tienen 3 sépalos y 3 pétalos, de

los cuales uno de los pétalos se encuentra modificado formando un labio o labelo que

distingue la familia de las orquídeas del resto de familias con flores (Dix y Dix 2006).

El androceo y gineceo se encuentran fusionados formando una columna. La mayoría de

orquídeas poseen un sólo estambre fértil y el estigma está localizado cerca del ápice de

la columna, debajo de la antera, separada de ésta por un rostelo pegajoso. El polen se

encuentra agrupado en masas pegajosas llamadas polinia o polinios. La forma de los

polinios, del labio y de la columna son de gran importancia en la identificación

taxonómica (Dix y Dix 2006; Seaton y Ramsay 2009). Un esquema de una flor de

11

orquídea y de la vista frontal y lateral de Cattleya se presenta en las figuras 1 y 2 para

poder reconocer sus partes (Seaton y Ramsay 2009).

Figura 1. Esquema de una flor de orquídea.

Fuente: Tomado de: Seaton y Ramsay 2009.

Figura 2. Flor de Cattleya vista frontal y sección lateral.

Fuente: Seaton y Ramsay 2009

12

Los frutos son generalmente cápsulas secas, su forma es variable, comúnmente

ovoide, elipsoide o cilíndrica; dehiscentes, se abren por suturas longitudinales. En la

figura 3 se pueden apreciar.

Figura 3. Cápsulas de tres especies de orquídeas

Fuente: FODECYYT 067-2007.

Las semillas son diminutas, compuestas por células indiferenciadas; el embrión

está cubierto por una capa denominada “testa” y no cuentan con material nutritivo de

ninguna clase (Jezek 2005); son producidas en cantidades enormes (algunas especies

producen más de un millón de semillas por cápsula) y se encuentran muy bien

adaptadas a la dispersión por viento debido a su poco peso (Ames y Correl 1985; Seaton

y Ramsay 2009). En la figura 4 se puede apreciar un ejemplo de una semilla de

orquídea.

Figura 4. Semilla de orquídea, compuesta por el embrión y la testa.

Fuente: Seaton y Ramsay 2009

13

B. La familia Orchidaceae en Guatemala

La historia de las orquídeas en Guatemala se remonta al año 1834 cuando

George Ure Skinner recibe una carta de Jhon Bateman pidiéndole le envíe orquídeas a

Inglaterra. El resultado de esta asociación fue la descripción e ilustración de más de 100

nuevas especies de orquídeas, incluyendo la flor nacional de Guatemala, Lycaste

skinneri. Luego de esto Skinner continuó colectando orquídeas por cerca de 33 años.

Desde los años 1840 hasta ahora hubo además otros investigadores interesados en

orquídeas que realizaron algunas colectas en lugares específicos. En 1937, Cyrus

Lundell y su equipo realizaron estudios exhaustivos en Petén. En los años de 1940,

Paul Standley y Julian Steyermark culminaron sus exploraciones con la publicación de

“Flora of Guatemala”, en la cual se incluye “Orchids of Guatemala” de Oakes Ames y

Donovan Correl (1952, 1953). En esta última se incluyen 542 taxa, seguido de un

suplemento escrito por Correl, donde se incluye finalmente 567 taxa de la familia

Orchidaceae (Dix y Dix 2000).

Sin embargo, aun cuando la publicación de Ames y Correl sigue siendo el

referente principal para esta familia de la flora de Guatemala, las investigaciones han

seguido en todo el territorio nacional, así como en los países vecinos. Las colectas de

nacionales y extranjeros depositadas en los diferentes herbarios han permitido la

ampliación del número de orquídeas presentes en el país. En base a las nuevas colectas

en campo y especímenes depositados en herbarios, en 2000, Margaret A. Dix y Michael

W. Dix presentan “Orchids of Guatemala: A Revised Annotated Checklist”. En este

documento los autores incluyen 734 taxa, de las cuales 207 son reportes de especies

nuevas o recientemente descritas. Y, según los autores, se calcula que la lista aumenta

de 5 a 10 especies anualmente.

Esta familia presenta una gran variedad de formas, tamaños, colores de flor y

hoja, fragancias y es desde el punto de vista evolutivo la que ofrece las características

más avanzadas, por este motivo se dice que se encuentra en pleno proceso de

diversificación, lo cual se refleja en su abundancia y diversidad de especies (Romero

1991; Infoagro 2003).

Como otros datos importantes de la familia en nuestro país, es la fundación de la

Asociación Guatemalteca de Orquideología (AGO) en el año 1937, la Asociación de

Orquideología de Alta Verapaz en 1981 y la Asociación de Orquideología de Baja

Verapaz en 1982 (Dix y Dix 2000).

En Guatemala es considerada la familia de epífitas predominante ya que

comprende entre el 25 y 63% de la riqueza de epífitas en bosques naturales (Dix & Dix

2006). La mayor parte de especies encontradas en zonas templadas son terrestres,

mientras que en los trópicos y subtrópicos la mayoría son epífitas o litótfitas (Ames &

Correl 1981; Romero 1991).

Otro dato importante de la familia Orchidaceae en Guatemala es que se

encuentra en el Apéndice II de CITES para el país. Alrededor 28.000 especies de

plantas están amparadas por la CITES contra la explotación excesiva. Las especies se

agrupan en los Apéndices según su grado de amenaza debido al comercio internacional.

14

En el caso de las orquídeas la familia completa se encuentra bajo regulación de

explotación (CONAP 2005).

C. Cultivo de las orquídeas

Las orquídeas son un grupo en peligro de extinción. Esto se debe a diversos

factores, entre ellos: su complicado proceso de germinación (necesidad de una simbiosis

con un hongo) y a su alta sensibilidad a los cambios en el ambiente. Además, y

probablemente más alarmante, es la tala incontrolada y el avance de la frontera agrícola

en todo el mundo, principalmente en los trópicos donde se encuentra la mayor

diversidad de orquídeas. Otra amenaza importante son los “cazadores” de orquídeas,

que se dedican a extraer las orquídeas del bosque y venderlas a un precio menor que el

de orquídeas cultivadas (Jezek 2005).

Debido a su belleza y al elevado costo que alcanzan las orquídeas actualmente,

son motivo de cultivo por particulares e industriales como flor cortada y como planta

ornamental; por ello esta familia posee una creciente importancia económica a nivel

mundial. Sin embargo, en Guatemala aún son un recurso que no se maneja, explota y

que se encuentra en desaparición (Dix & Dix 2006).

El cultivo de las orquídeas es posible en todas partes y está especialmente

desarrollado desde la mitad del siglo pasado porque muchos híbridos interespecíficos e

intergenéricos fueron creados y comercializados con éxito por sus obtentores. La

explotación comercial para flor cortada y el cultivo en maceta afecta a unos cincuenta

géneros cuyo cultivo se practica en muchos países (Infoagro 2003). Entre los géneros

más cultivados se encuentran Cattleya, Cymbidium, y Phalaenopsis; esto se debe a la

facilidad de su cultivo y a la gran cantidad de híbridos que presentan (Infoagro 2003,

Guaragna et al. 2006).

Hay híbridos que brindan una buena oportunidad de rentabilidad anual. Por

ejemplo, híbridos de Cattleya dan cinco o seis flores por planta al año; Cymbidium

posee un promedio de tres varas por planta anualmente, cada vara produce entre siete y

doce flores y Phalaenopsis, da una o dos varas por planta al año, con aproximadamente

veinte flores. Normalmente, las orquídeas florecen una vez al año y la época está

determinada por la genética de la planta. Cada híbrido florece una vez al año pero, en

algunos géneros se han desarrollado híbridos que florecen en distintos momentos del

año. Esto da la posibilidad de tener flores todo el año.

Entre los principales países productores de orquídeas cabe destacar: Brasil,

China, Costa Rica, Estados Unidos, Filipinas, Indonesia, Países Bajos y Tailandia

(Infoagro 2003). Sin embargo, el aumento de la demanda en los países industrializados

ofrece una oportunidad para el impulso de mercados de exportación en otros países en

desarrollo.

D. Híbridos de orquídeas

En la naturaleza existen híbridos naturales de orquídeas, los cuales son

generalmente interespecíficos, es decir, plantas de diferente especie pero del mismo

género. Se han encontrado híbridos en Guatemala de los géneros Lycaste, Maxillaria y

Cattleya (Dix y Dix 2006). Sin embargo, en Guatemala la hibridación de especies ha

15

sido importante en la comercialización de orquídeas. Se han cultivado híbridos

interespecíficos e intergenéricos con éxito. Por ejemplo, Lycaste skinneri (Bateman ex

Lindl) Lindl., cuya variedad alba es la flor nacional del país, ha servido para producir

más de 250 híbridos que se cultivan hoy en Europa, Asia, Australia y América (Dix y

Dix 2006).

La historia de la hibridización es tan vieja como el cultivo de orquídeas. Los

primeros híbridos en crecer en invernaderos europeos eran miembros del género

Cattleya, en 1852. Sin embargo, era muy difícil producir plántulas por medio de las

semillas de estos híbridos. Pero tras el descubrimiento de la siembra antiséptica por

Knudson en 1922, la cantidad de hibridización artificial aumentó enormemente. Hasta

la fecha, el número de híbridos de la familia Orchidaceae se estima en una cifra mayor a

25,000. Esto comprende híbridos naturales y artificiales, pero siendo muchísimo mayor

el número de híbridos artificiales (Jezek 2005). Los cultivadores de orquídeas han ido

perfeccionado la hibridación, mediante hibridaciones sucesivas, para obtener flores más

grandes, más vistosas, con mayor número de flores o inflorescencias, más resistentes a

plagas o enfermedades, con hojas más llamativas, etc, y han ayudado a que estas

características positivas desde el punto de vista comercial, se mantengan por

generaciones. Entre los híbridos más populares, debido a su gran valor ornamental,

están los de los géneros Cymbidium, Paphiopedilum, Phalaenopsis, Cattleya, Laelia,

Vanda, Odontoglossum y en menor grado Dendrobium y Oncidum (Jezek 2005). El

cultivo de híbridos se ve también beneficiado ya que los híbridos reproducidos

artificialmente de los géneros: Cymbidium, Dendrobium, Miltonia, Odontoglossum,

Oncidium, Phalaenopsis y Vanda no están sujetos a la disposición del Apéndice II de

CITES, por lo que pueden ser comercializados internacionalmente (CITES 2007).

E. Enfermedades y plagas en orquídeas

Las condiciones de cultivo de orquídeas en invernaderos son aptas para su

propicio crecimiento; sin embargo, también es propicio que se den en él muchas

enfermedades y plagas. Estas enfermedades y plagas son consecuencia de un riego

incorrecto, mala ventilación, hábitos de fertilización incorrectos y otros errores de

cultivo. En función de su origen hay cinco tipos de enfermedades: las provocadas por

animales, hongos, bacterias o virus y las de origen fisiológico (Jezek 2005).

Las enfermedades causadas por insectos y hongos pueden ser controladas por

medio de insecticidas y fungicidas que resultan en la mayoría de casos efectivas. Las

infecciones por bacterias se ven provocadas por fríos húmedos de larga duración. Una

solución puede ser intensificar la ventilación y limitar el riego temporalmente. Las

enfermedades de origen fisiológico se deben a la falta de condiciones óptimas de

nutrientes, luz, agua, ventilación, temperatura, etc. La solución a estas enfermedades es

mantener las condiciones de crecimiento óptimas para la especie cultivada. Por último,

las enfermedades virales no tienen aún una cura, la única manera de combatirlas es

eliminando a las plantas infectadas o mediante la reproducción in vitro de células

presumiblemente sanas de la planta para originar más plantas. Se puede saber si una

planta está infectada realizando un examen para detectar la presencia de virus. Es

importante saber qué virus es para poder determinar cómo se transmite y evitar su

dispersión mediante el control o manejo de este transmisor. Además, hay que tomar

medidas preventivas en el manejo de las plantas como desinfectar los utensilios

16

utilizados para el corte de flores y hojas (Jezek 2005), usar desinfección de manos, de

vestimenta en algunos casos, etc.

F. Enfermedades virales en orquídeas

La mayoría de los géneros de orquídeas pueden ser afectados por uno o más

virus, lo cual es un grave problema sobre todo por el incremento en la importación y el

rápido intercambio de plantas por comerciantes y entusiastas ya que esto favorece la

introducción y dispersión de enfermedades provocadas por virus en plantas de

invernaderos y colecciones (Report on plant disease 1990). En los últimos años los

virus han tomado gran relevancia dentro del cultivo de orquídeas. La alta incidencia de

estos patógenos puede ser atribuida a la facilidad de transmisión por herramientas

usadas en las prácticas culturales, de plantas infectadas que no presentan síntomas y al

desconocimiento popular de prácticas preventivas de estas enfermedades (Cárdenas

2000). Otro factor de mucha importancia es la gran popularidad y el aumento del

cultivo de orquídeas, lo cual ha hecho surgir invernaderos con gran número de plantas

colocadas en condiciones de alta humedad y temperatura, lo cual favorece el

aparecimiento y dispersión de infecciones virales; a esto se le suma la continua adición

de especímenes de diferentes orígenes sin previa cuarentena y que pueden estar

contaminados.

Más de veinticinco virus han sido reportados en orquídeas (Moreira et al. 1999,

Cárdenas 2000). Frecuentemente las plantas infectadas por virus suelen florecer con

menos eficiencia, pierden vigor y producen flores de menor calidad que las plantas sana,

afectando el valor de exhibición o comercial de las plantas (Report on plant disease

1990; Hu et al. 1993). Además los virus causan una gran cantidad de anormalidades en

la planta, como cambios en la forma, color y apariencia de la misma. Dos de los efectos

más notables son el amarillamiento (clorosis) por inhibición de la formación de

cloroplastos y muerte de los tejidos (necrosis). Estos síntomas pueden ocurrir

separadamente o en combinación. También producen debilitamiento y reducción de la

capacidad productiva, enanismo y lo más importante en el caso de las orquídeas,

manchas y/o deformación de la flor. En algunas especies, los virus manifiestan

síntomas sólo en los puntos de inoculación; sin embargo, sus efectos pueden ocurrir

tiempo después en cualquier parte de la planta y causar mucho daño (Cárdenas 2000).

Sin embargo, a veces, la infección por virus puede ser asintomática. En estos casos los

síntomas pueden aparecer mucho después de la infección, manifestarse únicamente en

las flores o no presentar nunca síntomas (Jezek 2005; Labrín et al. 2005). En este

último caso el riesgo es el de propagar la infección viral a otras plantas por medio de los

utensilios de corte usados en invernaderos, por contacto entre plantas o por medio de

vectores como áfidos, ácaros o trips.

Cymbidium mosaic potexvirus (CyMV) y Odontoglossum ringspot

tobamovirus (ORSV, también llamado TMV-O) son considerados los virus más

importantes desde el punto de vista económico y de prevalencia (Wisler 1989; Moreira

et al. 1999; Cárdenas 2000; Labrín et al. 2005; Guaragna et al. 2006). Estos virus

afectan una amplia gama de géneros de orquídeas y son transmitidos por contacto entre

plantas o por medio de las herramientas utilizadas en el invernadero (Wisler 1989;

Report on plant disease 1990; Cárdenas 2000).

Estos dos virus producen una serie de síntomas que incluyen estrías necróticas,

manchas cloróticas y patrones necróticos lineares en hojas (Figura 5 y 6), así como

17

necrosis en flores en el caso de CyMV; y veteado de la flor en el caso de ORSV, ya que

los síntomas foliares son frecuentemente desapercibidos o están ausentes. Las flores

afectadas pueden sufrir deformación severa, el pigmento normal de los sépalos y pétalos

es reemplazado por manchas irregulares de un color de mayor o menor intensidad al de

la flor en estado normal (Fig. 7). No hay un patrón definido para este estriado. En otras

plantas este virus puede presentar manchas, estrías y anillos cloróticos o necróticos

(Wisler 1989; Cárdenas 2000; Labrín et al. 2005). Es común encontrar una

combinación de estos virus en una misma planta, una infección mixta de CyMV y

ORSV, ya que estos dos virus son biológicamente similares y con características

epidemiológicas similares (transmisión mecánica) (Freitas-Astúa 2003). Los síntomas

de la infección mixta son los mismos que para cada uno de ellos individualmente, éstos

son: anillos cloróticos a necróticos y estriado color negruzco en la superficie foliar

(Labrín et al. 2005).

Figura 5. Daño provocado en hojas por Cymbidium mosaic virus (CyMV)

Fuente: FODECYT 067-2007

Figura 6. Daño provocado en hojas por Odontoglossum ringspot Tobamovirus (ORSV) en a)

una hoja de Cymbidium (American Orchid Society 2008) y b) una hoja de Phalaenopsis.

Fuente: FODECYT 067-2007 Fuente: FODECYT 067-2007

Un ejemplo de los daños causados en flores se presenta en la figura 7. Cambios

en la coloración como anillos o estriaciones de diferentes tonalidades se pueden

observar, a veces hacen la apariencia de estas flores más interesantes pero

lamentablemente esos rasgos rápidamente se vuelven necróticos haciendo que la flor

pronto muera y no pueda ser comercializada.

a. b.

18

Figura 7. Daño provocado por a) Virus de la mancha anillada del Odontoglosum

(ORSV o TMV-O) en una flor de Cymbidium b) la combinación de ORSV y el virus del

mosaico del Cymbidium (CymMV) en una flor de Cymbidium y c) ORSV en una flor

de Cattleya.

a) b)

c)

Fuente: American Orchid Society 2008.

Debido a su amplia distribución, estos dos virus han recibido mucha atención de

los cultivadores y coleccionistas de orquídeas; sin embargo, se han encontrado al menos

ocho géneros de virus en orquídeas en el mundo (Cucumovirus, Nepovirus, Potexvirus,

Potyvirus, Rhabdovirus, Tobamovirus, Tombusvirus y Tospovirus). Entre los virus más

conocidos de estos géneros se pueden encontrar:

Cucumber Mosaic Virus (CMV), reportado en Phalaenopsis (Wisler 1989).

Capaz de infectar una amplia variedad de plantas de diferentes familias. Su distribución

mundial no es conocida y produce síntomas que incluyen el aparecimiento de rayas

blancas o jaspeados en las flores y mosaico o estriados en las hojas. Este virus puede

ser transmitido principalmente por pulgones o áfidos (Freitas-Astúa 2003) de forma no

persistente o semi persistente. Este virus infecta a más de 190 especies repartidas en

más de 40 familias de plantas. Las especies más afectadas son las hortalizas como las

cucurbitáceas (pepino, melón, sandía, güisquil, calabaza, chilacayote, etc.), tomate,

chile y banano; y ornamentales como crisantemos, geranios y lirios. Los síntomas son

muy variables de especie a especie; sin embargo, la mayoría presenta lesiones cloróticas

o necróticas, amarillamiento y deformaciones en las hojas (Ferreira y Boley 1992).

Algunos síntomas virales se pueden observar en la figura 8. El CMV es uno de los

virus multirraciales, con mayor distribución a nivel mundial. Se puede diseminar

mecánicamente, por injertos o por medio de semillas (Rivera 1998, Cárdenas 2003a).

19

Figura 8. a) Cattleya percivaliana con síntomas de CMV, b) hoja de Coelogyne

rochussenii con síntoma de CMV, c) hojas de Laelia lobata con ORSV y CMV, d)

hojas de Epidendrum con síntomas de ORSV y CMV y e) CMV en Pescatoria wallisii

a) b) c)

d) e)

Fuente: American Orchid Society 2008.

Bean Yellow Mosaic Virus (BYMV), fue reportado en Alemania occidental,

Estados Unidos, Japón (Wisler 1989) y más recientemente en Australia (Gibbs et al.

2000) y Costa Rica (Ortiz 2002). Fue reportado en los años 1930s en Gran Bretaña

como “Pea Mosaic” y más recientemente se reporta en orquídeas de los géneros

Calanthe, Masdevallia y en Dactylorhiza (Skelton et al. 2006; Hammond y Lawson

1988). Al igual que CMV, posee una gran cantidad de hospederos además de orquídeas

y produce síntomas que incluyen la formación de manchas necróticas o cloróticas en la

superficie de las hojas, así como mosaico y moteado en las mismas (Wisler 1989; Ortiz

2002; Skelton et al. 2006). La transmisión de este virus es mecánica o por áfidos de

manera no persistente (Kennedy et al. 1962 en Ortiz 2002; Hammond y Lawson 1988)

por al menos 20 especies. Este virus se puede transmitir por semilla y polen; sin

embargo, en orquídeas no se ha informado su transmisión por semilla (Freitas-Astúa

2003). La figura 9 muestra algunos de los síntomas encontrados en plantas infectadas.

20

Figura 9. Hoja de Dactylorhiza foliosa con síntomas del virus del mosaico amarillo de

la judía (BYMV).

a)

Fuente: Skelton et al. 2006.

Tomato Spotted Wilt Virus (TSWV), reportado para orquídeas en California,

Florida y Hawaii (Hu et al. 1993; Sclar & Anisco 2001; Baker et al. 2007A), para los

géneros Phalaenopsis y Oncidium. Este virus pertenece al grupo de los Tospovirus, es

uno de los más cosmopolitas y posee uno de los más amplios rangos de hospederos,

cerca de 800 especies (Baker et al. 2007B). Los síntomas encontrados en orquídeas

incluyen manchas cloróticas con forma de anillo y lesiones necróticas de 1-2 cm de

diámetro (Hu et al. 1993; Baker et al. 2007A). Este virus es transmitido por trips

(Baker et al. 2007B), principalmente por Frankliniella occidentalis. La figura 10

muestra los síntomas que presentan las plantas con infección por TSWV.

Figura 10. Síntomas de infección con Tospovirus en una hoja de Phalaenopsis

b) síntomas de TSWV en una hoja de Phalaenopsis

a) b) Fuente: Baker et al. 2007B

Otro Tospovirus importante en orquídeas es el llamado Virus de las manchas

necróticas de la Impatiens (INSV). Este virus no se ha encontrado en orquídeas de

Guatemala hasta el momento pero causa manchas anulares similares a las de TSWV,

debilita la planta y finalmente la mata.

21

Otro virus importante en orquídeas es el Orchid fleck rhabdovirus (OFV). Fue

descubierto en Japón en plantas del género Cymbidium que tenían manchas cloróticas y

necróticas. Luego se reportó su presencia en Australia, Dinamarca, Alemania, Corea y

Estados Unidos, causando manchas y anillos cloróticos y necróticos en varios géneros

de orquídeas, especialmente en Dendrobium, Maxillaria, Cymbidium y Odontoglossum.

El virus pertenece a la familia Rhabdoviridae y se encuentra ampliamente distribuido.

Afecta a la familia Orchidaceae y a otras familias como Chenopodiaceae, Solanaceae y

las leguminosas. El virus se transmite por un ácaro, Brevipalpus californicus, de

manera persistente y puede también transmitirse por contacto entre plantas. La

transmisión es más eficiente a través de adultos y ninfas (Kondo et al. 2003, Kitajima et

al. 2005). El virus se aloja en la savia de la planta por lo que su transmisión puede ser

mecánica (Kondo et al. 2006; Kubo et al. 2009; Freitas-Astúa 2002). Ejemplos de los

síntomas que causa el OFV en orquídeas se presentan en la figura 11.

Figura 11. a) Síntomas de OFV en hojas, b) síntomas de OFV en bulbos, c) síntomas de

OFV en hojas de Dendrobium , d) síntomas de OFV en hoja de Cymbidium y e)

sintomatología de OFV en hojas de Laelia.

a) b) c)

d) e)

Fotos de John Dooley 2011

Este virus, el Orchid fleck virus (OFV), tiene un genoma bipartite inusual de

ARN en sentido negativo con una secuencia similar a la de los nucleorabdovirus. Este

genoma consta de dos moléculas de ARN de una banda que tienen una longitud de 6413

y 6001 nucleótidos respectivamente, con un marco de lectura abierto (ORF) en sentido

complementario. También se encontraron similitudes entre el OFV y los rhabdovirus en

la complementariedad de las secuencias en las dos partes terminales de cada segmento

de ARN (las secuencias terminales son 39-UGUGUC—GACACA-59) y en las

secuencias intergénicas conservadas. Por esto se propuso un nuevo género

Dichorhabdovirus dentro de la familia Rhabdoviridae del orden de los Mononegavirales

22

y con el OFV como el miembro prototipo y especie tipo (Kondo et al. 2006). La figura

12 muestra un ejemplo de la morfología del virus mediante una fotografía electrónica.

Figura 12. Micrografía electrónica de viriones de OFV purificado. Un aumento

del virus se encuentra en el área dentro del rectángulo.

Tomado de: Kondo et al. 2006.

G. Detección de virus en orquídeas

El diagnóstico visual de virus en hojas y flores de orquídeas es sumamente

difícil ya que los síntomas de las enfermedades virales son progresivos y varían

dependiendo de la:

- Combinación virus (tipo y cepa de virus)

- Planta hospedera (especie)

- Condiciones ambientales (luz, temperatura).

- Estado fisiológico y condiciones nutricionales del hospedero

Estos factores hacen variar la duración en tiempo entre la infección y la

aparición de síntomas. Algunos virus, bajo ciertas condiciones no causan la aparición

de síntomas, pero sí se manifiesta una reducción del vigor en la planta. Algunos factores

genéticos son los responsables de la tolerancia de algunas especies a ciertos virus,

mientras que en otras hay un alto nivel de susceptibilidad. Estos factores hacen

imposible la determinación de la enfermedad si alguna planta, en especial presenta

resistencia genética, ya que puede no manifestar síntomas aunque esté infectada (Report

on Plant Disease 1990; Cárdenas 2000).

Además, es importante recalcar que en muchas ocasiones los síntomas

observados en una planta no son causados únicamente por un solo virus. En muchos

casos la planta puede presentar dos o más virus. Esto también dificulta determinar la

enfermedad viral y los síntomas que corresponden a cada uno de los virus. Sumado a

éstos, los síntomas de distintos virus pertenecientes a familias diferentes pueden

23

también ser similares. Por lo general, los síntomas como manchas necróticas o

cloróticas son generales para muchos tipos de virus.

Los síntomas de virus en la familia Orchidaceae son tan diversos como la familia

misma y pueden expresarse levemente o provocar severas distorsiones en flores y hojas.

Además, los síntomas virales pueden ser confundidos con síntomas provocados por

otros patógenos o por deficiencias nutricionales (Wisler 1989; Report on plant disease

1990); por ejemplo, síntomas típicos de virus son manchas o líneas cloróticas o

necróticas; sin embargo, enfermedades causadas por hongos y bacterias, así como

deficiencias de luz o déficit hídrico pueden causar síntomas similares (Wisler 1989). Es

por estas razones que se han desarrollado diversas técnicas de detección de virus en

plantas. Entre éstas se encuentran el uso de plantas indicadoras, microscopía electrónica

y de luz y técnicas serológicas como inmuno difusión, pruebas ELISA (Wisler 1989).

Estas pruebas son muy útiles cuando se quieren evaluar varias muestras y necesitan

sensibilidad y especificidad. Son muy útiles cuando se cuenta con anticuerpos de

calidad. Finalmente podemos encontrar técnicas moleculares como PCR que son útiles

principalmente en trabajos en los que se necesita mucha sensibilidad y especificidad.

Los métodos serológicos que emplean enzimas como marcadores se conocen

como ensayos inmunoenzimáticos. La prueba de ELISA (Enzyme-linked

immunosorbent assay) forma parte de estos ensayos (Batista et al. 2008). Fue descrita

por primera vez por Clark y Adams en 1977 (Salazar 1990). Esta técnica consiste en la

inmovilización en una fase sólida, del antígeno o el anticuerpo, sobre el cual se

adicionan, de forma secuencial y previo lavado para eliminar los elementos

deficientemente fijados o no fijados, los demás componentes de la reacción (ver Fig.

13). La presencia de la reacción antígeno-anticuerpo se revela mediante la adición del

sustrato específico de la enzima y la consiguiente formación de productos coloreados,

que permiten la evaluación de los resultados de forma visual, cualitativamente, o

mediante la lectura de la absorbancia en un espectrofotómetro denominado lector de

placas ELISA (Wisler 1989 ; Batista et al. 2008).

Existen numerosos tipos de ELISA, que pueden agruparse en dos categorías:

ensayos directos o indirectos. En los ensayos directos se utilizan como conjugados los

anticuerpos específicos, que reconocen al patógeno, marcados con la enzima, mientras

que en los indirectos se emplean como conjugados anticuerpos que reaccionan con los

anticuerpos de la especie animal en la que se produjeron los específicos del patógeno.

Dentro de las numerosas variantes descritas, las denominadas sándwich de doble

anticuerpo (ELISA-DAS) (ver Figura 13) y de doble anticuerpo indirecto (ELISA-

DASI) son las más utilizadas para el diagnóstico rutinario de fitopatógenos (Batista et

al. 2008; Salazar 1990).

Esta técnica es muy utilizada para la detección de virus tanto en cultivos

agrícolas como ornamentales. Se ha utilizado ampliamente tanto para diagnosis como

para investigación debido a su relativa facilidad, bajo costo y confiabilidad.

24

Figura 13. Pasos del procedimiento de ELISA directo. I = savia de planta

infectada con virus y S = savia de planta sana.

Fuente: Salazar 1990.

H. Terapias para tratamiento de virus

Los virus son uno de los agentes patógenos que causan mayores pérdidas en un

gran número de cultivos a nivel mundial (Over de Linden y Eliott 1971). Cuando las

plantas infectadas por virus son propagadas de forma vegetativa, el patógeno pasa

rápidamente de una generación a la próxima, por lo que toda una población de plantas

puede verse infectada en poco tiempo (Dodds y Roberts 1990).

El diagnóstico de plantas enfermas puede indicar la presencia de uno o más virus

en una planta. Cuando no se cuenta con plantas madre libres de patógenos, o cuando se

trata de especies o variedades difíciles de reproducir, es posible aplicar técnicas para la

eliminación de los mismos, obteniendo de esta manera material sano que pueda ser

reproducido asexualmente. En la actualidad se cuenta con varios procedimientos para la

eliminación de virus en plantas enfermas, entre estos se encuentran:

Quimioterapia. Existen reportes acerca de la curación de plantas infectadas con

virus por medio de tratamientos químicos. Debido a que el metabolismo del virus está

estrechamente relacionado con el hospedero, los químicos utilizados para interferir con

la replicación viral son muchas veces fitotóxicos. Algunos de los químicos utilizados

son: citovirina, virazol o virazole, ácido fosfoacético, derivados de purinas y pirimidinas

(principalmente 2-tiouracilo y 8-aguanina) y amantadita (Anmirato et. al. 1990). En

orquídeas se ha reportado el uso exitoso de Virazole a base de ribavirina en cultivo in

vitro como tratamiento para infecciones virales (Albouy et al. 1988). Esto se ha

25

reportado para la eliminación exitosa de ORSV en orquídeas utilizando concentraciones

de 35 mg/l (Toussaint et al. 1993). Sin embargo, el método es laborioso, caro y no

asegura el 100% de desinfección (Freitas-Astúa 2003). Esta técnica se utiliza muchas

veces complementada con la técnica de cultivo de meristemos en orquídeas (Freitas-

Astúa 2003), en cítricos (Sanjeev et al. 2007), entre otros.

Cultivo de meristemos. Este procedimiento se basa en la utilización de

pequeñas secciones de la yema apical de las plantas como explante, incluyendo el domo

meristemático y el primordio foliar (Hartmann et. al. 2002); también pueden utilizarse

meristemos de raíz (Dodds y Roberts 1990). Se utiliza principalmente para la

eliminación de virus sistémicos, viroides, hongos y bacterias superficiales. Esta técnica

es posible debido a que el meristemo, por ser un tejido de rápido crecimiento, está libre

de patógenos, probablemente debido a la alta concentración de auxinas presentes que

puede impedir su reproducción y a que la replicación en el caso de los virus es más lenta

que la mitosis de las células de éste. Esto es posible aunque el resto de la planta este

infectado, siendo así que mientras más pequeño el explante utilizado, más efectiva es la

eliminación del patógeno. Se ha observado que meristemos de longitudes de 0.10 a

0.15 mm han provisto una eliminación del 100 % de virus, disminuyendo este rango a

medida que se tienen porciones meristemáticas de mayor tamaño. Por otra parte,

explantes más pequeños son más difíciles de establecer (Hartmann et al. 2002).

En el caso específico de las orquídeas se recomienda utilizar como explante,

brotes jóvenes de 3 a 5 cm de longitud (ver figura 14), los cuales deben ser cortados y

separados de la planta madre con bisturí previamente desinfectado. A este brote, luego

de la desinfección, se le extraen las yemas laterales y el meristemo apical para su

siembra in vitro (Alvarado 2000).

Figura 14. Brote lateral de Cattleya que puede ser utilizado como explante para

el cultivo de meristemos.

Fuente: Alvarado 2000.

Termoterapia. La termoterapia es una técnica en la cual se emplean altas

temperaturas para la erradicación de enfermedades en plantas. Está documentado el uso

de esta técnica para el control de hongos en semillas, pre-tratamiento de porta-injertos

26

para eliminación de virus y principalmente eliminación de virus en plantas completas.

La temperatura y tiempo de exposición al calor ya sea por medio de aire o agua caliente

depende del cultivo y tipo de virus; generalmente se utilizan temperaturas entre 35 – 40º

C y exposición de varias semanas para eliminación de virus en plantas y tratamientos

con agua caliente (49 – 57 º C) para semillas (Hartmann et al. 2002).

Esta técnica es complementaria a la extracción de meristemos apicales (de raíz,

terminal o de tallos) in vitro. La combinación de técnicas incluyen el crecimiento de

plantas de 6-12 semanas a 30–40º C antes de la extracción de meristemos de las plantas,

su introducción in vitro y luego su evaluación. Puede también incluir la extracción de

meristemos pequeños previo al tratamiento de calor, evaluación de la presencia de virus,

luego exponer esos explantes a temperaturas de 30-40º C por varias semanas y luego

evaluar si se ha eliminado el virus. A esas temperaturas los virus son inactivados por el

calor y los tejidos de las plantas pueden seguir creciendo (Dodds y Roberts 1990).

I. Limpieza de virus en orquídeas

En el caso de las orquídeas, sólo existen medidas preventivas para evitar

enfermedades por virus, ya que por su naturaleza y velocidad de mutación hasta hoy no

se tienen tratamientos efectivos para éstos. Plantas de mucho valor genético afectadas

de virus sólo tienen la posibilidad de rescatarse mediante la limpieza con cultivo in vitro

de tejido meristemático (Vázquez 2000). Esta técnica fue reportada por primera vez en

1950, para eliminar CyMV de plantas de Cymbidium infectadas; sin embargo, años más

tarde Burnett (1984) descubrió que la infección no fue totalmente erradicada en las

plantas obtenidas después del procedimiento (Wisler 1989). Esto se debe a que las

técnicas utilizadas para el cultivo de meristemo fueron desarrolladas para la

propagación en masa de las orquídeas, no para el control de virus en las mismas. Ya

que únicamente el tejido meristemático se encuentra libre de virus, es necesario hacer

cortes muy pequeños, lo cual hace sumamente difícil el crecimiento de los mismos aún

en el medio adecuado. Al hacer cortes demasiado grandes se corre el riesgo de

transmitir el virus que se desea eliminar a la nueva generación de plantas producidas.

Se ha sugerido que la adición de reguladores de crecimiento al medio de cultivo puede

suprimir los virus que se encuentren en el tejido cultivado (Cybularz-Urban & Hanus-

Fajerska 2006); sin embargo, esta técnica tampoco logró erradicar completamente los

virus en tejidos infectados.

En orquídeas se ha reportado la limpieza de algunos ejemplares por medio de la

combinación de cultivo de meristemos, a veces combinado con otra técnica. Tal es el

caso de la eliminación de ORSV por medio de cultivo de meristemos combinado con el

uso de un antiviral ribavirin reportado por Freitas-Astúa (2003). Otro ejemplo es la

eliminación de CMV y CymMV de Vanilla planifolia por medio de cultivo de

meristemos reportado por Retheesh y Bhat (2010).

27

PARTE III

III.1 RESULTADOS

A. Diagnóstico de enfermedades virales

Se analizaron un total de 180 orquídeas provenientes de 6 cultivares. A cada planta se

le realizó una prueba de ELISA para los virus siguientes: virus del mosaico del

Cymbidium (CyMV), el virus de la mancha anillada de Odontoglossum (ORSV), el

virus del bronceado del tomate (TSWV), el virus del mosaico del pepino (CMV), el

virus del mosaico del tabaco (TMV) y Potyvirus (Poty). Se encontró un total de 36

orquídeas infectadas (20%). No se encontró orquídeas infectadas con TSWV, CMV, ni

Potyvirus. Los resultados completos se presentan en el Anexo 3. En el cuadro 1 se

presenta el número de plantas infectadas, el porcentaje de infección y sintomatología

presente en las plantas. Los síntomas fueron observados en orquídeas cultivadas en

invernaderos. Las imágenes de síntomas pueden observarse en el Anexo 4.

Cuadro 1: Número de plantas positivas para los virus analizados

Virus Número de

plantas

infectadas

Porcentaje de

infección sobre el

total de plantas

analizadas

Porcentaje de infección

sobre el total de plantas

infectadas

Sintomatología

en hojas

CymMV (únicamente) 22 12.15 % 61.11 % Líneas cloróticas

ORSV (únicamente) 2 1.10 % 5.56 % Manchas cloróticas

TMV (únicamente) 3 1.66 % 8.33 % Manchas y/o líneas

cloróticas

CMV 0 0 % 0 % ---

TSWV 0 0 % 0 % ---

Potyvirus 0 0 % 0 % ---

CymMV/ORSV 4 2.21 % 11.11 % Manchas y líneas

cloróticas

ORSV/TMV 1 0.55 % 2.78 % Líneas cloróticas,

manchas cloróticas y

manchas necróticas.

CymMV/ORSV/TMV 4 2.21 % 11.11 % Líneas cloróticas,

manchas cloróticas y

manchas necróticas.

Total 36 19.89 % 100%

FUENTE: FD 067-2012

Se encontró que el 20% de todas las plantas analizadas estaban infectadas con

uno o más virus y que el 33% de las plantas infectadas presentaron infección mixta por

dos o más virus. La figura 15 presenta la frecuencia de los diferentes virus que se

encontraron en las plantas colectadas

28

Figura 15. Frecuencia de los diferentes virus encontrados en las muestras de orquídeas

colectadas.

Fuente: FODECYT 067-2007.

Estas frecuencias corresponden a un 53% de veces que se encontró a CymMV,

un 31% a ORSV y en un 16% de casos se encontró a TMV. La figura 16 presenta el

número de plantas infectadas por 1, 2 ó 3 virus. El virus más comúnmente encontrado

fue el virus del mosaico del Cymbidium (CyMV). Se puede observar que la presencia

de infecciones mixtas por 2 o 3 virus simultáneamente no es muy diferente. Se

encontraron infecciones mixtas con CymMV y ORSV en un 55.56% y con CymMV y

TMV en un 44.44%.

Figura 16. Número de plantas de orquídeas con infecciones mixtas por 2 y 3 virus

simultáneamente.

Fuente: FODECYT 067-2007.

29

La figura 17 muestra la distribución de la presencia de virus en las 36 plantas de

orquídeas colectadas para el estudio.

Figura 17. Gráfica de la distribución de la presencia de virus en orquídeas infectadas.

Cym

MV

(únic

am

ente

)

OR

SV

(únic

am

ente

)

TM

V (

únic

am

ente

)

CM

V

TS

WV

Poty

viru

s

Cym

MV

/OR

SV

OR

SV

/TM

V

Cym

MV

/OR

SV

/TM

V

0.00%

10.00%

20.00%

30.00%

40.00%

50.00%

60.00%

70.00%

Po

rce

nta

je (

%)

Fuente: FODECYT 067-2007.

El virus encontrado más comúnmente fue el virus del mosaico del Cymbidium

(CyMV) con un porcentaje de 61.11 %. También se pudo encontrar el virus de la

mancha anillada del Odontoglossum (ORSV) y el virus del mosaico del tabaco (TMV).

Al ir a recoger las plantas infectadas a los diferentes invernaderos, únicamente

nos dieron 24 plantas de las 36 infectadas. Las orquídeas que se trasladaron al

invernadero de la UVG para ser sometidas a los diferentes tratamientos se presentan en

el cuadro 2. Estas plantas fueron seleccionadas para someterlas a hidroterapia,

termoterapia y a cultivo de meristemos. Se dividieron las plantas para someterlas al

tratamiento de hidroterapia y termoterapia pero de algunas no se tuvo suficiente material

y para cultivo de tejidos únicamente se pudo utilizar una planta ya que los meristemos

estaban bastante dañados y secos. La selección de orquídeas para cada tratamiento se

presenta en el cuadro 3.

30

Cuadro 2. Orquídeas infectadas trasladadas al invernadero de la UVG.

Número Género Especie ORSV CymMV TMV No. virus

43 Pleurothallis Inmersa Negativo Positivo Negativo 1

46 Phalenopsis Dontis Negativo Positivo Negativo 1

49 Paphio Insigne Negativo Positivo Negativo 1

50 Oncidium Sphacelatum Negativo Positivo Negativo 1

56 Sin ID Kisses Positivo Negativo Negativo 1

64 Lemboglossum Sp Negativo Negativo Positivo 1

70 Encyclia Cochleata Positivo Negativo Negativo 1

74 Cattleya Híbrido Negativo Positivo Negativo 1

77 Cattleya portia-cerula Negativo Positivo Negativo 1

83 Epidendrum X obrienianum Negativo Positivo Negativo 1

86 Epidendrum Híbrido Positivo Positivo Negativo 2

87 Epidendrum Amarillo Positivo Positivo Negativo 2

88 Epidendrum Morado Positivo Positivo Negativo 2

90 Ascocenda Judy Paige Negativo Positivo Negativo 1

91 Ascocenda Suksamram Beauty Negativo Positivo Negativo 1

92 Vascostilis Pine rivers Negativo Positivo Negativo 1

96 Vanda Tricolor Negativo Positivo Negativo 1

104 Osmoglossum Pulchellum Negativo Negativo Positivo 1

111 Phalenopsis Fulcra Positivo Positivo Positivo 3

116 Cattleya Híbrido Negativo Positivo Negativo 1

145 Cattleya híbrido 2 Positivo Negativo Positivo 2

149 Cattleya guatemalensis MS Palmieri Negativo Positivo Negativo 1

150 Oncidium Olorosa Negativo Positivo Negativo 1

158 Oncidium Sweet sugar Positivo Positivo Positivo 3

Total (24 plantas infectadas) 8 18 5 24

Fuente: FODECYT 067-2007.

Cuadro 3. Orquídeas tratadas con hidroterapia, termoterapia y cultivo de meristemos

No. Género Especie Hidroterapia Termoterapia Cultivo de meristemos

43 Pleurothallis inmersa X

70 Encyclia cochleata X X

74 Cattleya híbrido X X

83 Epidendrum x obrienianum X X

86 Epidendrum híbrido X X

87 Epidendrum amarillo X X

88 Epidendrum morado X X

116 Cattleya híbrido X X

145 Cattleya híbrido 2 X X

150 Oncidium olorosa X X

158 Oncidium Sweet sugar X X

Total 10 8 1

Fuente: FODECYT 067-2007.

Las plantas infectadas se sometieron a uno o más tratamientos dependiendo de la

disponibilidad de réplicas. Se sometieron 10 plantas infectadas a hidroterapia, 8 a

termoterapia y una a cultivo de meristemos.

31

B. Terapias de limpieza de virus

Los resultados de los diferentes tratamientos a los que se sometieron las diferentes plantas se presentan en los cuadros 4, 5, 6 y 7.

Cuadro 4. Resultados de la prueba de ELISA en las orquídeas tratadas con hidroterapia.

Antes del tratamiento Después del tratamiento

No. Cód. Género Especie ORSV CymMV TMV No. virus ORSV CymMV TMV No. virus Conclusiones

43 6LM Pleurothallis Inmersa Negativo Positivo Negativo 1 Negativo Negativo Negativo 0 Se eliminó CymMV

70 33LM Encyclia Cochleata Positivo Negativo Negativo 1 Positivo Positivo Positivo 3 Se detectó TMV y CymMV

74 37LM Cattleya Híbrido Negativo Positivo Negativo 1 Negativo Positivo Negativo 1 Permanece igual

83 6JM Epidendrum X obrienianum Negativo Positivo Negativo 1 Negativo Positivo Negativo 1 Permanece igual

86 9JM Epidendrum Híbrido Positivo Positivo Negativo 2 Positivo Positivo Negativo 2 Permanece igual

88 11JM Epidendrum Morado Positivo Positivo Negativo 2 Positivo Positivo Positivo 3 Se detectó TMV

111 34JM Phalenopsis Fulcra Positivo Positivo Positivo 3 Positivo Positivo Positivo 3 Permanece igual

116 39JM Cattleya Híbrido Negativo Positivo Negativo 1 Negativo Positivo Negativo 1 Permanece igual

145 39LM Cattleya híbrido 2 Positivo Negativo Positivo 2 Positivo Negativo Positivo 2 Permanece igual

158 16SM Oncidium Sweet sugar Positivo Positivo Positivo 3 Positivo Positivo Positivo 3 Permanece igual

Fuente: FODECYT 067-2007

Se eliminó un solo virus de las 10 plantas tratadas con el tratamiento de hidroterapia. El virus de la planta que fue eliminado fue el virus

del mosaico del Cymbidium (CyMV). Las nueve plantas restantes permanecieron con el mismo número de virus presentes y en dos de ellas se

detectó la presencia de virus que no habían sido detectados anteriormente. El porcentaje de limpieza de este método fue del 10%.

32

Cuadro 5. Resultados de la prueba de ELISA en las orquídeas tratadas con termoterapia.

Antes del tratamiento Después del tratamiento

No. Código Género Especie ORSV CymMV TMV No. virus ORSV CymMV TMV No. virus Conclusiones

70 33LM Encyclia cochleata Positivo Negativo Negativo 1 Positivo Positivo Positivo 3 Se detectó TMV y CymMV

74 37LM Cattleya híbrido Negativo Positivo Negativo 1 Negativo Positivo Negativo 1 Permanece igual

83 6JM Epidendrum X obrienianum Negativo Positivo Negativo 1 Negativo Positivo Negativo 1 Permanece igual

88 11JM Epidendrum morado Positivo Positivo Negativo 2 Positivo Positivo Positivo 3 Se detectó TMV

111 34JM Phalenopsis fulcra Positivo Positivo Positivo 3 Positivo Positivo Positivo 3 Permanece igual

116 39JM Cattleya híbrido Negativo Positivo Negativo 1 Negativo Positivo Negativo 1 Permanece igual

145 39LM Cattleya híbrido 2 Positivo Negativo Positivo 2 Positivo Negativo Positivo 2 Permanece igual

158 16SM Oncidium Sweet sugar Positivo Positivo Positivo 3 Positivo Positivo Positivo 3 Permanece igual

Fuente: FODECYT 067-2007

No se eliminó ningún virus por medio de la termoterapia y se detectó virus que no habían podido ser detectados en el primer análisis.

Cuadro 6. Resultados de la prueba de ELISA en las orquídeas tratadas con cultivo de meristmemos.

Antes del tratamiento Después del tratamiento

Número Código Género Especie ORSV CymMV TMV No. virus ORSV CymMV TMV No. virus Conclusiones

86 9JM Epidendrum híbrido Positivo Positivo Negativo 2 Positivo Positivo Negativo 2 Permanece igual

Fuente: FODECYT 067-2007

La planta sometida a cultivo de meristemos, permaneció igual, es decir, no se eliminó ningún virus.

33

Cuadro 7. Resultados de la prueba de ELISA en las orquídeas tratadas con termoterapia a 42°C luego del cultivo de meristemos.

Antes del tratamiento Después del tratamiento

No. Código Género Especie ORSV CymMV TMV

No.

virus Tratamiento

No. De plantas

tratadas ORSV CymMV TMV

No.

virus Conclusiones

86 9JM Epidendrum Híbrido Positivo Positivo Positivo 3 8 horas

42°C 6 Positivo Positivo Positivo 3 Permanece igual

16 horas

42°C 6 Positivo Positivo Positivo 3 Permanece igual

1 día a 42°C 6 Positivo Positivo Positivo 3 Permanece igual

2 días a 42°C 6 Positivo Positivo Positivo 3 Permanece igual

Control 6 Positivo Positivo Positivo 3 Permanece igual

Fuente: FODECYT 067-2007

Las plantas obtenidas por medio de cultivo de meristemos in vitro se trataron con termoterapia a 42°C por lapsos de tiempo diferentes.

Las plantas originales (sin tratamiento) presentaban 3 virus: el virus del mosaico del Cymbidium (CyMV), el virus de la mancha anillada de

Odontoglossum (ORSV) y el virus del mosaico del tabaco (TMV). Tanto el control como los cuatro tratamientos resultaron positivos para los

tres virus después de los tratamientos.

34

III.2. DISCUSIÓN DE RESULTADOS

A. Diagnóstico de enfermedades virales.

Se analizaron un total de 180 orquídeas provenientes de 6 cultivares, los

resultados de las pruebas de ELISA se muestran en el cuadro No. 1. Los virus

analizados fueron los siguientes: virus del mosaico del Cymbidium (CyMV), el virus de

la mancha anillada de Odontoglossum (ORSV), el virus del bronceado del tomate

(TSWV), el virus del mosaico del pepino (CMV), el virus del mosaico del tabaco

(TMV) y Potyvirus (Poty).

La identidad de los cultivares se mantuvo secreta para no afectar a los cultivares

en cuestión. De los 6 cultivares visitados, únicamente dos se encontraron libres de

virus. Los otros 4 cultivares presentaron plantas infectadas con 2 o 3 de los siguientes

virus: el virus del mosaico del Cymbidium (CyMV), el virus de la mancha anillada de

Odontoglossum (ORSV) y el virus del mosaico del tabaco (TMV).

Este hallazgo es muy importante porque no se encontraron virus transmitidos por

vectores. Todos los encontrados son transmitidos mecánicamente. Esto implica que

probablemente lo que tienen que hacer los cultivares para mejorar la situación de sus

plantas es incrementar el cuidado en sus medidas de higiene. Estos virus son

transmitidos por el manejo de las plantas, por ejemplo, durante el corte de la flor puede

haber contacto con las manos de la savia de la planta y si toca otra planta

inmediatamente y también posee o se le hace una herida, la savia presente en las manos

en este caso puede contaminar la segunda planta. Lo mismo ocurre con las

herramientas y algunas veces con la vestimenta. Se recomienda que durante toda la

manipulación de las plantas y con todo lo que se manipulen éstas se vigile que esté

desinfectado. Esto se puede hacer con hipoclorito de sodio al 10% o hipoclorito de

calcio al 3% o con cualquier otro desinfectante que inactive virus, hasta con agua y

jabón pero se necesita lavar a conciencia la herramienta o las manos. No se deben tocar

dos plantas seguidas sin lavarse o desinfectarse las manos.

En todos los cultivares se escogió plantas que presentaban algún tipo de

sintomatología. Se observó, manchas anilladas en las hojas, manchas cloróticas,

manchas necróticas o deformaciones. En base a la sintomatología presentada

principalmente en las hojas se tomaron las muestras. No todas las orquídeas de los

cultivares fueron analizadas, por lo tanto no puede establecerse un porcentaje de

infección en cada cultivar. Sin embargo, sí pudo establecerse la presencia de virus en

los cultivares, basándose en la sintomatología de las plantas.

Existió un 80.11% de plantas que también presentaban la sintomatología descrita

anteriormente pero no presentaron presencia de ninguno de los virus analizados. Esto

puede deberse a faltas nutricionales, lumínicas, quemaduras por fertilizantes foliares,

pesticidas, presencia de alguna plaga como hongos o bacterias o presencia de algún otro

virus que no se haya tomado en cuenta en este proyecto. Así mismo, es también

probable que existan orquídeas que no presentaran sintomatología obvia pero que se

encuentren infectadas. Para ello sería recomendable que se realizara un análisis

completo de cada cultivar y así apartar todas las plantas con virus para no afectar a las

plantas limpias. Se recomienda entonces apartar o aislar las plantas con virus para

35

minimizar el riesgo para las plantas limpias. Así mismo, se recomienda nunca utilizar

las tijeras de podar y cualquier otro utensilio sin antes haberlo desinfectado con cloro o

algún desinfectante anti-viral comercial como se dijo anteriormente; aun cuando no se

observe ninguna sintomatología. Esta debe ser una práctica de rutina en cualquier

situación (Wisler 1989). La práctica de tener un lugar para cuarentena es muy

recomendable porque es allí en donde se pueden colocar las plantas sospechosas de

enfermedades o bien las plantas enfermas mientras se les aplique la termoterapia o

hidroterapia.

Debido a que más de la mitad de los cultivares tienen presencia de virus, es de

gran importancia que los cultivadores estén al tanto de la sintomatología de los virus

encontrados y de cómo pueden comprobar su presencia. La sintomatología observada

(ver cuadro No. 1) es, en términos generales, líneas cloróticas en presencia del virus del

mosaico del Cymbidium (CyMV) y manchas cloróticas en presencia del virus de la

mancha anillada de Odontoglossum (ORSV). La sintomatología de las combinaciones

de 2 o 3 virus y del virus del mosaico del tabaco (TMV) es la combinación de las

sintomatologías anteriores, líneas cloróticas y manchas cloróticas. En el anexo 4 se

encuentran las fotografías de los síntomas de las plantas que se analizaron.

El virus encontrado más comúnmente (ver figura 17) fue el virus del mosaico del

Cymbidium (CyMV) con un porcentaje de 61.11 %. El estudio de este virus

específicamente es importante para saber qué medidas utilizar para no seguir

propagándolo. El virus del Cymbidium (CyMV) es un virus que no tiene un vector

conocido y su transmisión es mecánica. Además, los otros dos virus encontrados en

menor porcentaje son también transmitidos mecánicamente, el ORSV y el TMV. La

presencia de TMV puede indicar que en el manejo de las plantas de orquídeas está

involucrado o involucrada una persona fumadora. Este virus es un virus muy estable

que puede transmitirse si un fumador toca una planta herida sin desinfectarse antes o si

toca una herramienta y ésta corta la planta sin que se haya desinfectado antes. Es más,

se ha encontrado que algunos periódicos con los que se tapan a las flores a veces para

evitar el sol o para cualquier actividad que se realice en el invernadero, han sido

encontrados infectados con TMV al hacerles una prueba. Esto da idea de lo estables

que son estos virus.

Para evitar la infección por estos virus expusimos que es importante la higiene

en la manipulación de las plantas. Un estudio llevado a cabo por Hu et al. (1994),

establece que efectivamente la higiene es de extremada importancia para evitar la

presencia de estos virus en el invernadero. En este estudio comprobaron que

compuestos como leche descremada a una concentración mínima del 30% y etanol al

80% fueron efectivos en evitar la infección por CyMV y ORSV en invernaderos cuando

se trataba de hospederos que manifestaban síntomas locales del virus. Sin embargo, con

virus que presentan síntomas sistémicos no fueron efectivos. Por esto, se hicieron

estudios con orquídeas que presentaron infecciones sistémicas por estos virus y llegaron

a la conclusión que NaOH a una concentración del 1%y cloro inactivaban al virus y no

permitían la transmisión de estos dos virus a las plantas. Además, se evidenció que

NaOH a esa concentración no causa daño fitotóxicos en las plantas. La recomendación

fue de usarlo en la desinfección de herramientas y en la higiene del invernadero.

Physan no fue efectivo para hospederos con infección sistémica aunque para infecciones

locales sí. Este estudio se hizo en Hawaii y demostró que la higiene y la elección del

desinfectante adecuado son clave para invernaderos libres de estos virus.

36

B. Terapias de limpieza de virus

Luego del diagnóstico de presencia de virus, se procedió a colectar las plantas

infectadas. Se recogió un total de 24 plantas infectadas pertenecientes a 3 cultivares.

Estas plantas fueron trasladadas al invernadero de la Universidad del Valle de

Guatemala. Las plantas grandes se separaron en dos o tres segmentos para propagarlas y

tener más material para realizar las pruebas. Sin embargo, en el proceso de

aclimatación se perdieron algunas plantas que no resistieron la separación. Las plantas

que se sometieron a tratamiento fueron aquellas que se encontraban bien establecidas.

Las plantas que se observaron débiles no se utilizaron ya que los tratamientos son

bastante agresivos y podían matarla. Para el tratamiento de cultivo de meristemos se

escogió una planta del género Epidendrum ya que este género presenta hojas alternas,

no basales, y por lo tanto se pueden obtener varios meristemos de una planta. A

diferencia del resto de géneros donde únicamente podemos obtener un meristemo basal

de cada planta.

a) Hidroterapia

Se trató un total de 10 plantas infectadas con hidroterapia. Las plantas tratadas

mostraron signos de quemadura luego del tratamiento, como el amarillamiento de las

hojas y ablandamiento de los tejidos. Las plantas fueron llevadas nuevamente a

invernadero para su aclimatación. Se tomó muestras para ELISA de los tejidos verdes,

es decir tejidos vivos.

Con este método únicamente se logró limpiar una planta. Por lo tanto, el

porcentaje de limpieza de este método es del 10%. Cabe mencionar que la planta que se

limpió solamente tenía un virus - virus del mosaico del Cymbidium (CyMV).

La efectividad de este método es baja y los daños a las plantas son muy fuertes.

Algunas de las plantas fueron dañadas a tal grado que murieron en el invernadero. Por

lo tanto, el método no se recomienda como método de desinfección o limpieza de virus

en orquídeas utilizando las mismas condiciones que en este estudio. Se cree que se

debe probar con temperaturas más altas pero por tiempos más cortos porque así el efecto

puede ser drástico pero por corto tiempo quizá no afecte tanto a la planta.

Finalmente, se comprobó la presencia de otros virus en dos plantas que no tenían

reportado el virus en el diagnóstico. Lo más probable es que estas dos plantas hayan

adquirido la concentración adecuada para la detección de este virus en el lapso de

tiempo entre el primer diagnóstico y la extracción de las plantas de los cultivares o bien

en el lapso de separación de las plantas para obtener réplicas. Otra posible razón puede

ser que como el virus no se distribuye de manera igual por toda la planta, se haya

muestreado tejido sin virus y que la segunda vez ya el tiempo que pasó entre estas dos

evaluaciones haya permitido que toda la planta se infectara con virus y se haya podido

detectar. Hu et al. (1994) reportan que se distribuye de acuerdo al diagrama que se

presenta en la figura 18. En esta figura se puede observar que no todas las hojas

presentan al virus al inicio de la infección y que hasta de por lo menos un mes o mes y

medio la infección está en toda la planta.

37

Figura 18. Movimiento del virus del mosaico del Cymbidium (CyMV) en híbridos de

Dendrobium infectados.

Fuente: Hu et al. 1994.

b) Termoterapia

Se trató un total de 10 plantas con este método; sin embargo, dos de éstas

murieron en el tratamiento y es por ello que en el cuadro 6 únicamente se presentan 8.

En este tratamiento no se logró limpiar ninguna planta, todas resultaron positivas

después del tratamiento.

El porcentaje de decesos durante el tratamiento fue del 20%, siendo este

tratamiento más agresivo que la hidroterapia. Sin embargo, la recuperación de las

plantas que sobreviven a esta terapia es mejor que las que sobreviven a la hidroterapia.

De igual manera que la hidroterapia, en la termoterapia tampoco las

temperaturas y tiempos utilizados en este estudio se recomiendan para la eliminación de

virus, ya que éstos persisten, en todos los casos, luego de la terapia. Se recomienda

hacer pruebas con temperaturas más altas pero con tiempos cortos para tratar de dañar

menos a la planta.

Nuevamente se confirma la presencia de nuevos virus en las dos mismas plantas

que en la hidroterapia. Esto confirma que el virus fue adquirido antes de la separación

de la planta original pero no se había distribuido completamente en la planta.

38

c) Cultivo de meristemos

En este proyecto se utilizó como método de desinfección el cultivo de

meristemos. Esto se hizo porque se ha reportado la limpieza de virus por medio de este

método en otros cultivos y como se explicó con anterioridad, el virus se replica y se

mueve más lentamente que la división celular.

Se utilizó plantas de Epidendrum debido a que éste presenta hojas a lo largo del

tallo, no todas basales. De esta manera se extrajo el meristemo de cada nudo foliar. Los

otros géneros disponibles de plantas infectadas eran Encyclia, Cattleya, Phalenopsis y

Oncidium. Todos estos géneros tienen hojas basales por lo que la disponibilidad de

meristemos es menor, por lo que la cantidad de plántulas que podríamos obtener de cada

planta adulta es muy pequeña. Es por ello que se decidió trabajar con el género

Epidendrum.

Se logró establecer plantas obtenidas de cultivo de meristemos. A estas plantas

se les corrió la prueba ELISA y nuevamente resultaron positivas para los virus

presentados antes de su cultivo, el virus del mosaico del Cymbidium (CyMV) y el virus

de la mancha anillada de Odontoglossum (ORSV).

Por lo tanto, este método tampoco es efectivo para la limpieza de virus en

orquídeas. Probablemente hay que tratar de hacer los meristemos más pequeños aún

pero no se sabe si podrán aún reproducirse.

d) Termoterapia luego del cultivo de meristemos

Debido a que no se obtuvieron los resultados deseados en las plantas tratadas

con cualquiera de las tres terapias anteriores, se decidió realizar la combinación de dos

métodos, el cultivo de meristemos y la termoterapia. Las plantas introducidas a cultivo

in vitro fueron meristemadas y reproducidas. De esta manera se obtuvo un lote de 30

plantas a las cuales se les realizó una prueba ELISA antes de realizar la termoterapia.

De esta manera se comprobó la presencia de los tres virus encontrados a lo largo de este

proyecto.

Se dividieron las plantas en cinco lotes o grupos para realizar cinco tratamientos

de termoterapia y ver si alguno era eficaz para la limpieza de virus. El tratamiento más

prolongado duraba 2 días (48 horas) a 42°C. No se realizó ningún tratamiento con

tiempo mayor o temperatura mayor ya que las tasas de mortandad de las orquídeas son

muy elevadas. La tasa de mortandad a 42°C y 48 horas fue del 33 % (2 de las 6 plantas

tratadas murieron en la terapia y las cuatro que sobrevivieron a la terapia se vieron muy

afectadas (la mayoría de hojas fenecieron).

Para todos los tratamientos de esta terapia, los resultados de la prueba ELISA

muestran que todas las plantas (tratadas y control) permanecieron positivas (ver cuadro

No. 8). Por lo tanto, al igual que las terapias individuales, el tratamiento de cultivo de

tejidos seguido de termoterapia a 42°C no eliminó los virus en orquídeas y no es un

método efectivo el la limpieza de virus.

39

Esta combinación de técnicas no fue muy eficiente pero últimamente se han

reportado otras técnicas como quimioterapia con Ribavirin y electroterapia así como

combinaciones de técnicas. Mahmoud et al. (2009) reportó para eliminación del virus

PVY en papa, tratamientos de doble ciclo de termoterapia, quimioterapia, electroterapia

y su combinación. Reportó que el primer ciclo que se proporcionó de termoterapia a

plantas de papa fue realmente desalentador ya que como muestra la figura 19,

únicamente se obtuvo un 2 % de plantas libres de virus. Pero, a estas plantas se les hizo

cortes para sembrarlos, se sometieron a nueva termoterapia y se reprodujeron 35% de

los cuales el 30% aproximadamente estaba libre de virus (PVY). Sin embargo, con el

uso de técnicas como quimioterapia y electroterapia se obtuvieron mejores resultados.

Esto sería muy interesante evaluarlo porque las orquídeas son bastante susceptibles a

tratamientos fuertes.

Figura 19. Efecto de la termoterapia para la eliminación de PVY.

Fuente: Mahmoud et al. 2009.

a) Dos plantas de 6 que sobrevivieron al tratamiento resultaron libres de virus y 4 se mantuvieron

infectadas. b) Treinta y cinco plantas resultaron después de la segunda termoterapia a las plantas

que se mantuvieron infectadas pero 30 se comprobó que estaban libres de virus.

40

PARTE IV

IV.1. CONCLUSIONES

No se logró implementar una metodología que permitiera eliminar las

infecciones virales en orquídeas, únicamente para plántulas infectadas por 1

virus y no para infecciones mixtas.

Se encontró que, por el método de ELISA, se pudo determinar que el 20% (36

plantas infectadas de 180 plantas analizadas) de todas las plantas analizadas

estaban infectadas con uno o más virus.

Ninguna de las terapias realizadas (hidroterapia, termoterapia, cultivo de

meristemos y combinación de cultivo de meristemos y termoterapia) fueron

efectivas para la limpieza de virus en orquídeas.

La extracción de meristemos se llevó a cabo con eficiencia ya que pudimos

obtener varias plántulas de Epidendrum de los mismos.

El cultivo in vitro de orquídeas no fue efectivo para limpiar las plantas de virus,

todas resultaron tener los mismos virus al reproducirse de los meristemos.

Únicamente una planta fue limpiada por medio de hidroterapia y ésta no

presentaba infección mixta, solamente la presencia de 1 virus, CyMV.

La sintomatología observada es: líneas cloróticas en presencia del virus del

mosaico del Cymbidium (CyMV) y manchas cloróticas en presencia del virus de

la mancha anillada de Odontoglossum (ORSV).

La hipótesis sobre la eficiencia de la hidroterapia sobre la termoterapia no se

pudo comprobar, por lo que no se rechaza la hipótesis alterna 1 aunque en un

caso se logró obtener una planta libre de virus por esta técnica a diferencia de la

termoterapia. Se acepta la hipótesis nula que establece que ninguno de los dos

métodos (hidroterapia o termoterapia) son eficaces en la limpieza de virus de

orquídeas cultivadas.

La segunda hipótesis alterna se rechaza también, aceptando la hipótesis nula

porque ninguno de los dos métodos fue efectivo para limpieza de virus en

orquídeas.

41

IV.2. RECOMENDACIONES

Realizar más pruebas de terapias, variando las temperaturas, los tiempos de

duración y las combinaciones de las diferentes terapias, a fin de obtener un

tratamiento efectivo en la eliminación de virus en orquídeas.

Evaluar diferentes tamaños de meristemos para determinar el idóneo para la

eliminación de virus de las diferentes variedades de orquídeas.

Realizar un estudio en invernadero para determinar cuál es el efecto de estos

tratamientos en orquídeas de diferentes especies infectadas por un virus o

infectadas por combinaciones de los mismos.

Combinar la técnica de termoterapia con quimioterapia o electroterapia o evaluar

las otras dos técnicas y estimar su eficiencia.

Tratar de monitorear las temperaturas tanto de la cámara de termoterapia como

de la de hidroterapia para determinar la distribución real de las temperaturas en

estas cámaras y estar seguros que la planta o el meristemo esté sometido a la

temperatura que se quiere.

Realizar en los cultivares un análisis de todas las orquídeas para determinar si

los cultivares son libres de virus y así poder aislar las plantas infectadas y evitar

contagios.

Informar a todos los cultivadores sobre la incidencia de virus en orquídeas y dar

a conocer los probables síntomas de los virus encontrados.

42

IV.3. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICA

Albouy, J.; Flouzat C.; Kusiak C. y Tronchet M.. (1988). Eradication of orchid viruses

by chemotherapy from in-vitro cultures of Cymbidium. Acta hort. (ishs) 234:413-

420. http://www.actahort.org/books/234/234_49.htm

Alvarado, C. (2000). Micropropagación de Cattleya skenneri y Cattleya skinneri x

Cattleya maxima por cultivo de ápices. Jardín Botánico Lankester. Universidad

de Costa Rica, Cartago. 92 pp.

American Orchid Society. (2008). Orchid ailments: Detecting virus in orchids.

Orchids. p. 342-343. http://www.staugorchidsociety.org/PDF/DetectingVirus.pdf

Ames, O. y Correl D. S.. (1985). Orchids of Guatemala and Belize. Dover Publications,

Inc., New York, USA. 779 pp.

Anmirato, P. V. et. al. (1990) Hadbook of plant cell culture. Ornamental species.

Volumen 5. Mc Graw Hill. Estados Unidos. 833 pp.

Behar, M. y Tinschert O.. (1998). Guatemala y sus orquídeas. Edición exclusiva para

BANCAFE. MayaPrin, Guatemala. 240 pp.

Baker, C., Davison D. y Jones L. (2007A). Impatiens necotic spot virus and tomato

spotted wilt virus diagnosed in Phalaenopsis orchids from Florida nurseries.

Plant diseases 91(11):1515. http://apsjournals.apsnet.org/doi/abs/10.1094/PDIS-

91-11-1515A

Baker, C., Davison D. y Scoates C. (2007B). White Phalaenopsis ringspots – mystery

solved. Plant pathology circular No. 406. Fla. Dept. Of Agric. & Consumer.

http://www.freshfromflorida.com/pi/enpp/pathology/pathcirc/pp406.pdf

Batista, L., Peña I., López D. Pérez J y Llauger R. (2008). Técnicas de diagnóstico de

enfermedades que afectan a los cítricos. Instituto de Investigaciones en

fruticultura tropical, La Habana, Cuba. 12 pp.

Chacón Jiménez, J.G. (2002). Identificación de los virus que afectan orquídeas nativas

en dos viveros del Valle Central de Costa Rica. Trabajo de tesis, Universidad de

Costa Rica 94 pp.

CITES. (2007). Examen de las propuestas de enmienda a los Apéndice I y II.

Decimocuarta reunión de la conferencia de las partes. La Haya, Países Bajos. 10

pp.

Cybularz-Urban, T. y Hanus-Fajerska E. (2006). Therapeutic effect of cytokinin

sequence Application on virus-infected cattleya tissue cultures. Acta biológica

cracoviensia series botánica 48/2: 27–32

Dix, M.A. & Dix. M.W. (2000). Orchids of Guatemala: a revised annotated checklist.

Missouri Botanical Garden, St.Louis. 61 pp.

43

Dix, M.A. & Dix M.W. (2006). Diversity, distrution, ecology and economic importance

of Guatemalan orchids. En Biodiversidad de Guatemala volumen I. págs. 187-

198. Editor Enio Cano. Universidad del Valle de Guatemala, Guatemala.

Dodds, J. H. y Roberts L. W. (1990). Experiments in Plant Tissue Culture. (2a. ed.)

Cambridge University Press. New. York. 232 pp.

Dooley J. W. (2011). IPM Images. Orquídea Fleck Virus. USDA APHIS PPQ. Estados

mmmmUnidos http://www.ipmimages.org/browse/detail.cfm?imgnum=0019031.

Ferreira, S. y Boley R. (1992). Cucumber Mosaic Virus. University of Hawaii at

Manoa. Disponible en:

http://www.extento.hawaii.edu/kbase/crop/type/cucvir.htm

Freitas-Astúa, J., Moreira L., Rivera C., Rodríguez C. y Kitajima E. (2002). First

report of orchid fleck virus in Costa Rica. The American Phytopathological

Society. Plant Disease 86(12): 1402.5

Freitas-Astúa. J. (2003). Orchid virus. The bulletin of American Orchid Society. 4 pp.

Gibbs, A.; Mackenzie A, Blanchfield A, Cross P, Wilson C, et al. (2000). Viruses of

orchids in Australia; their identification, biology and control. The Australian

Orchid Review, June/July: 10-21.

Guaragna, M.A., Ndum O. y Jordan R. (2006). Detection and caracterization of two

previously undescribed potyvirus in the terrestrial orchid Spilanthes cernua.

Proc. XIth

IS on Virus Diseases in Ornamentals. Acta Hort. 722. p. 209-217.

Hammond, J. y R. Lawson.H. (1988). A strain of bean yellow mosaic virus is aphid

transmitted from orchid. Acta Hort. (ISHS) 234: 365-370.

http://www.actahort.org/books/234/234_43.htm

Hartmann, H. T. et al. (2002). Plant Propagation, Principles and Practices. 7ª.ed.

Prentice Hall. New Jersey. 880 pp.

Hu, J.S., Ferreira,S. Wang M. & Xu M.Q. (1993). Detection of Cymbidium mosaic

virus, Odontoglossum ringspot virus, Tomato spotted wilt virus, and potyviruses

infecting orchids in Hawaii. Plant Disease 77: 464-468.

Hu, J.S., Ferreira, S., Xu M.Q., Lu, M., Iha, M., PFlum E. and Wang. M. (1994).

mmmmTransmission, movement and inactivation of Cymbidium mosaic and

mmmmOdontoglossum ringspot viruses. Plant Dis. 78:633-636.

INFOAGRO, (2003). Agroinformación: El cultivo de las orquídeas.

http://www.infoagro.com/flores/flores/orquideas.htm

Jezek, Z. (2005). La enciclopedia de las orquídeas. Editorial LIBSA, Madrid, España.

304 pp.

44

Kondo, H. Maeda,T. Shirako Y. y Tamada.T. (2006). Orchid fleck virus is a

mmmmhabdovirus with an unusual bipartite genome. Journal of General Virology

mmmm87:2413-2421.

Kubo, K.S., Stuart, R.M., Freitas-Astúa, JR., Antonioli-Luizon, E.C., Locali-Fabris,

Coletta-Filho, H.D. Machado M.A. y Kitajima. E. (2009). Evaluation of the

genetic variability of orchid fleck virus by single-strand conformational

polymorphism analysis and nucleotide sequencing of a fragment from the

nucleocapsid gene. Arch Virol 154: 1009-1014.

http://www.deepdyve.com/lp/springer-journals/evaluation-of-the-genetic-

variability-of-orchid-fleck-virus-by-single-F7LkWFBGFF

Labrín, N., Rangel, E., Schmidt, A. Centeno F. y Campos. A. (2005). Virus del

mosaico del Cymbidium y de la mancha anillada del Odontoglossum identificado

en un híbrido de Cattleya proveniente del municipio Revenga, estado Aragua,

Venezuela. Revista Mexicana de Fitopatología 23(1): 57-61.

Lim, S.T., Wong, S.M., Goh. C.J. (1993). Elimination of cymbidium mosaic virus and

Odontoglossum ringspot virus from orchids by meristem culture and thin section

culture with chemotherapy. Ann. appl. Biol 122:289-297.

Mahmoud, S.Y.M., Hosseny M. and Abdel-Ghaffar M. (2009). Evaluation of some

mmmmtherapies to eliminate Potato Y Potyvirus from potato plants. International

mmmmJournal of Virology 5(2):64-76.

Moreira, L., Villalobos, W., Rodriguez-Cerezo, E. et al. (1999). Infección de la

orquídea terrestre Phaius tankervilliae (Orchidaceae) con el potexvirus del

mosaico del Cymbidium (CymMV) en Costa Rica. Rev. biol. trop, 47(3):281-286.

Ortiz Arias, B. (2002). Identificación de tres especies de Potyvirus en orquídeas

nativas. Informe de práctica de especialidad sometido a consideración

ante la Escuela de Biología del Instituto Tecnológico de Costa Rica. 76 pp.

Report on Plant Disease. (1990). Common virus diseases of orchids. Department Of

Crop Sciences, University Of Illinois At Urbana-Champaign.

http://web.aces.uiuc.edu/vista/pdf_pubs/614.pdf accesado en Junio 2007

Retheesh, S.T. y Bhat. A.I. (2010). Simultaneous elimination of Cucumber mosaic virus

infecting Vanilla planifolia through meristem culture. Indian Institute of Spices

Research, India. p. 1214-1217.

Romero, G. A. (1991). Orquídeas unisexuales. Investigación y Ciencia (Barcelona,

España) 172: 66-75.

Salazar, L. (1990). Metodología para la detección de virus de papa: pasado, presente y

futuro. Revista Latinoamericana de la papa 3:1-12.

45

Sanjeev, S., Balwinder, S., Gita, R., Aijaz Asghar Z., Vipin H., Avinash N. y Gurdeep

Singh.V. (2007). Production of indian citrus ringspot virus free plants of Kinnow

employing chemotherapy coupled with shoot tip grafting. Journal od European

Agriculture. 8 (1): 1-8.

Seaton, P. y Ramsay.M. (2009). Cultivo de Orquídeas por semillas. Royal Botanic

Gardens, Kew. Inglaterra. 82 pp.

Skelton, A., Daly, M. Nixon, T., Harju V. y Mumford R.A. (2006). First record of bean

yellow mosaic virus infecting a member of the orchid genus Dactylorhiza. New

Disease Reports 13:47. http://www.ndrs.org.uk/article.php?id=013047

Toussaint, A., Kummert, J., Maroquin, C., Lebrun, A., Roggemans, J. (1993). Use of

Virazole to eradicate Odontoglossum ringspot virus from in virto cultures of

Cymbidium Sw. Plant Cell Tissue and Organ Culture 32:303-309.

Vázquez Avila, R. (2000). Plagas y enfermedades de las Cattleyas (II parte).

Asociación costarricense de orquideología, boletín informativo agosto

2000. 8 pp

Wisler, G. (1989). How to control orchid viruses: the complete guidebook. Maupin

House publishers, Gainesville, Florida. 119 pp.

Zettler, F.W., Ko, N.J. Wisler, G.C., Elliot M.S y Wong. S.M. (1990). Viruses of

orchids and their control. Plant Dis. 74:621-626

http://www.guiadelemprendedor.com.ar/Orquideas.htm

46

ANEXOS

47

IV.4. ANEXOS

ANEXO No. 1: METODOLOGÍA DE ELISA DIRECTO FOSFATASA ALCALINA

Anticuerpo de cobertura (para 96 pozos)

En un beaker colocar:

10 ml de buffer de cobertura

50 l de anticuerpo (Agdia)

Agitar por aproximadamente 10 minutos

Agregar 100 l a cada pozo, cubrir con tape

Incubar en cámara húmeda por 4 horas o toda la noche a 4°C.

Preparación de muestras

Todas las muestras se trabajan en duplicado. Se puede trabajar 46 muestras

máximo, más los controles negativo y positivo.

En un tubo:

pesar 0.1 g de cada muestra

agregar 1.0 ml de buffer de extracción directo

macerar (entre cada muestra lavar el macerador con cloro al 10% y luego

con agua destilada)

Lavado de la placa

Se utiliza el lavador de placas automático BIORAD ImmunoWash modelo 1575.

Se emplea PBST como solución de lavado.

Colocación de muestras

Colocar en dos pozos buffer de extracción directo, lo cual servirá de blanco.

Realizar el mapa en duplicado

Colocar control positivo de Agdia (si no hay control positivo de Agdia puede

colocar muestra de una hoja infectada)

Colocar control negativo de Agdia (si no hay control negativo de Agdia puede

colocar muestra de una hoja no infectada)

Colocar 100 l de cada muestra en el pozo respectivo y en duplicado

Cubrir con tape

Incubar 2 horas en cámara húmeda a temperatura ambiente o toda la noche a 4°C

Lavado de placa

Véase paso 3.

Anticuerpo conjugado

En un beaker colocar (para los 96 pozos):

10 ml de buffer de conjugado

50 l de anticuerpo conjugado

Agitar por 10 minutos

Agregar 100 l a cada pozo, cubrir con tape

Incubar en cámara húmeda por 2 horas a temperatura ambiente

Lavado de placa

Véase paso 3

48

Sustrato

En un beaker colocar:

10 ml de buffer de dietanolamina 1M, pH 9.8, MgCl2 0.5 mM

Evitar que el beaker esté expuesto a la luz (cubrirlo con papel aluminio)

2 pastillas de sustrato (p-nitrofenilfosfato)

Agregar 100 l a cada pozo

Colocar en cámara oscura

Lectura de placa

Se hacen dos lecturas (una hora y dos horas después de agregado el

sustrato) a 405 nm

Fin de la reacción

Agregue 50 l de NaOH 3M (opcional)

49

ANEXO No. 2: METODOLOGÍA DE ELISA INDIRECTO FOSFATASA

ALCALINA

Preparación de muestras

Todas las muestras se trabajan en duplicado. Se puede trabajar 46 muestras

máximo, más los controles negativo y positivo.

En un tubo:

pesar 0.1 g de cada muestra

agregar 1.0 ml de buffer de extracción indirecto

macerar (entre cada muestra lavar el macerador con cloro al 10% y luego

con agua destilada)

Colocación de muestras

Colocar en dos pozos buffer de extracción directo, lo cual servirá de blanco.

Realizar el mapa en duplicado

Colocar control positivo de Agdia (si no hay control positivo de Agdia puede

colocar muestra de una hoja infectada)

Colocar control negativo de Agdia (si no hay control negativo de Agdia puede

colocar muestra de una hoja no infectada)

Colocar 100 l de cada muestra en el pozo respectivo y en duplicado

Cubrir con tape

Incubar 1 horas en cámara húmeda a temperatura ambiente.

Lavado de la placa

Remover el tape

Vaciar la placa (sacudiéndola fuerte pero no bruscamente sobre el lavadero)

Agregar PBST como solución de lavado

Se deja 3 minutos entre cada lavado, esto se hace 2 veces

Se sacude y se seca somatando sobre servilletas hasta que quede bien seca

Anticuerpo (para 96 pozos)

En un beaker colocar:

10 ml de buffer de conjugado

50 l de anticuerpo (Agdia)

Agitar por aproximadamente 10 minutos

Agregar 100 l a cada pozo, cubrir con tape

Incubar en cámara húmeda por 2 horas o toda la noche a 4°C.

Lavado de placa

Véase paso 3.

Conjugado

En un beaker colocar (para los 96 pozos):

10 ml de buffer de conjugado

50 l de anticuerpo conjugado

Agitar por 10 minutos

Agregar 100 l a cada pozo, cubrir con tape

Incubar en cámara húmeda por 1 hora a temperatura ambiente

50

Lavado de placa

Véase paso 3

Sustrato

En un beaker colocar:

10 ml de buffer de dietanolamina 1M, pH 9.8, MgCl2 0.5 mM

Evitar que el beaker esté expuesto a la luz (cubrirlo con papel aluminio)

2 pastillas de sustrato (p-nitrofenilfosfato)

Agregar 100 l a cada pozo

Colocar en cámara oscura

Lectura de placa

Se hacen dos lecturas (una hora y hora y media después de agregado el

sustrato) a 405 nm

Fin de la reacción

Agregue 50 l de NaOH 3M (opcional)

51

ANEXO 3. Resultados de presencia de 6 virus en las 180 orquídeas analizadas.

No. Género Especie ORSV TSWV TMV CMV CymMV Poty

1 Arpophyllum Giganteum Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

2 Trichopilia Tortilis Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

3 Epidendrum Verrucosum Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

4 Encyclia Tuerckheimii Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

5 Stanhopea Oculata Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

6 Coelia Suburbans Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

7 Brassia Verrucosa Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

8 Coelia macrostachya Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

9 Oncidium Sphacelatum Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

10 Trichopilia Tortilis Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

11 Oncidium ornithorhynchum Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

12 Lycaste Sp Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

13 Cattleya Skinneri Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

14 Cattleya Bowringiana Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

15 Cattleya Aurantiaca Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

16 Encyclia Cordigera Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

17 Encyclia Belizensis Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

18 Encyclia Ceratistes Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

19 Encyclia Alata Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

20 Encyclia Alata Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

21 Encyclia Cordigera Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

22 Encyclia Alata Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

23 Laelia Autumnalis Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

24 Oncidium cavendishianum Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

25 Phalenopsis Híbrido Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

26 Phalenopsis Híbrido Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

27 Phalenopsis Híbrido Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

28 Sin ID Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

29 Sin ID Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

30 Sin ID Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

31 Sin ID Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

32 Sin ID Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

33 Sin ID Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

34 Sin ID Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

35 Sin ID Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

36 Sin ID Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

37 Sin ID Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

38 Encyclia cordigera Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

39 Trigonidium Sp Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

40 Stanhopea Sp Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

41 Oncidium leucochilum Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

42 Pleurothallis sp1 Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

43 Pleurothallis inmersa Negativo Negativo Negativo Negativo Positivo Negativo

44 Rhynchostele sp1 Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

45 Rhynchostele sp2 Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

46 Phalenopsis dontis Negativo Negativo Negativo Negativo Positivo Negativo

47 Phalenopsis dontis Negativo Negativo Negativo Negativo Positivo Negativo

48 Phragmipedium Sp Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

49 Paphio insigne Negativo Negativo Negativo Negativo Positivo Negativo

50 Oncidium sphacelatum Negativo Negativo Negativo Negativo Positivo Negativo

51 Pleurothallis sp2 Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

52 Sin ID miniatura Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

53 Pleurothallis sp3 Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

54 Oncidium sp1 Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

55 Dendrobium híbrido Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

56 Sin ID Kisses Positivo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

57 Oncidium ornithorhynchum Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

58 Sobralia Sp Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

59 Oncidium sp2 Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

60 Epidendrum arbuscula Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

61 Encyclia panthera Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

52

62 Lycaste cochleata Negativo Negativo Negativo Negativo Positivo Negativo

63 Encyclia ochracea Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

64 Lemboglossum Sp Negativo Negativo Positivo Negativo Negativo Negativo

65 Encyclia Sp Negativo Negativo Negativo Negativo Positivo Negativo

66 Brassia maculata hibrido Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

67 Sin ID jardín Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

68 Rossioglossum williamsianum Negativo Negativo Negativo Negativo Positivo Negativo

69 Vanda Sp Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

70 Encyclia cochleata Positivo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

71 Epidendrum ciliare Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

72 Oncidium maculatum Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

73 Maxilaria anceps Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

74 Cattleya híbrido Negativo Negativo Negativo Negativo Positivo Negativo

75 Encyclia phoenicia Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

76 Cattleya guatemalensis Positivo Negativo Negativo Negativo Positivo Negativo

77 Cattleya portia-cerula Negativo Negativo Negativo Negativo Positivo Negativo

78 Cattleya loving Bankok Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

79 Oncidium leucochilum Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

80 Brassia maculata hibrido Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

81 Oncidium cherry baby Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

82 Brassia híbrido Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

83 Epidendrum X obrienianum Negativo Negativo Negativo Negativo Positivo Negativo

84 Cymbidium sp1 Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

85 Colmanara Wildcat Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

86 Epidendrum híbrido Positivo Negativo Negativo Negativo Positivo Negativo

87 Epidendrum amarillo Positivo Negativo Negativo Negativo Positivo Negativo

88 Epidendrum morado Positivo Negativo Negativo Negativo Positivo Negativo

89 Epidendrum radicans Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

90 Ascocenda Judy Paige Negativo Negativo Negativo Negativo Positivo Negativo

91 Ascocenda Suksamram Beauty Negativo Negativo Negativo Negativo Positivo Negativo

92 Vascostilis Pine rivers Negativo Negativo Negativo Negativo Positivo Negativo

93 Mokara Rora Alsahof Negativo Negativo Negativo Negativo Positivo Negativo

94 Cytopodium punctatum Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

95 Cymbidium sp2 Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

96 Vanda tricolor Negativo Negativo Negativo Negativo Positivo Negativo

97 Encyclia selligera Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

98 Encyclia cordigera Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

99 Brassia maculata Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

100 Stelis Sp Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

101 Elleanthus cynarocephalus Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

102 Dendrobium nobilis Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

103 Sobralia decora Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

104 Osmoglossum pulchellum Negativo Negativo Positivo Negativo Negativo Negativo

105 Epidendrum cnemidophorum Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

106 Dendrobium Sp Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

107 Oncidium Grower Ramsey Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

108 Miltonia spectabilis Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

109 Encyclia papilosa Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

110 Cattleya sp. Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

111 Phalenopsis fulcra Positivo Negativo Positivo Negativo Positivo Negativo

112 Brassia verrucosa Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

113 VLC híbrido Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

114 Pleurothallis tuerckheimii Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

115 Cattleya ocracea x rex Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

116 Cattleya híbrido Negativo Negativo Negativo Negativo Positivo Negativo

117 Huntleya burtii Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

118 Oncidium Jiuhboa-Gold Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

119 Lockhartia oerstedii Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

120 Stelis Sp Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

121 Coelia macrostachya Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

122 Ponera glomerata Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

123 Brassia verrucosa Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

124 Trichopilia tortilis Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

125 Arpophyllum giganteum Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

53

126 Oncidium ornithorhynchum Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

127 Sin ID Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

128 Epidendrum polyanthum Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

129 Epidendrum ciliare Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

130 Sin ID Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

131 Isochilus Sp Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

132 Oncidium ornithorhynchum Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

133 Maxilaria teniufolia Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

134 Maxilaria Sp Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

135 Encyclia Sp Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

136 Oncidium leucochilum Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

137 Cattleya aurantiaca Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

138 Oncidium leucochilum Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

139 Oncidium leucochilum Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

140 Sin ID Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

141 Sin ID Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

142 Sin ID Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

143 Sin ID Positivo Negativo Positivo Negativo Positivo Negativo

144 Sin ID Positivo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

145 Cattleya híbrida Negativo Negativo Positivo Negativo Positivo Negativo

146 Trichopilia tortilis Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

147 Vanda

chindavat x

coerulea Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

148 Vanda Azul Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

149 Cattleya guatemalensis Positivo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

150 Oncidium olorosa Positivo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

151 Ascocenda John De Biase Positivo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

152 Phragmipedium

Warszewiczianu

m Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

153 Dendrobium Ekapole Positivo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

154 Dendrobium Ekapole 2 Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

155 Phalenopsis No. 1 Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

156 Phalenopsis No. 2 Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

157 Cattleya White Diamond Positivo Negativo Positivo Negativo Positivo Negativo

158 Oncidium Sweet sugar Positivo Negativo Positivo Negativo Positivo Negativo

159 Sin ID Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

160 Sin ID Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

161 Sin ID Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

162 Sin ID Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

163 Sin ID Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

164 Sin ID Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

165 Sin ID Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

166 Sin ID Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

167 Sin ID Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

168 Sin ID Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

169 Sin ID Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

170 Sin ID Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

171 Sin ID Negativo Negativo Positivo Negativo Negativo Negativo

172 Sin ID Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

173 Sin ID Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

174 Sin ID Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

175 Sin ID Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

176 Sin ID Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

177 Sin ID Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

178 Sin ID Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

179 Sin ID Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

180 Sin ID Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo Negativo

TOTAL 15 0 8 0 26 0

TOTAL DE PLANTAS INFECTADAS 36

54

ANEXO 4. Fotografías de los síntomas más comunes presentados por las orquídeas

infectadas por virus (muestras positivas en los análisis).

CymMV CymMV CymMV Síntomas: líneas cloróticas Síntomas: líneas cloróticas y

manchas necróticas

Síntomas: líneas cloróticas

CymMV ORSV TMV

Síntomas: líneas clorótricas,

manchas cloróticas evidentes y

manchas necróticas.

Síntomas: manchas cloróticas Síntomas: manchas y líneas cloróticas

CymMV CymMV CymMV

Síntomas: líneas cloróticas Síntomas: líneas cloróticas y

manchas cloróticas Síntomas: líneas cloróticas

CymMV ORSV y CymMV ORSV y CymMV

Síntomas: líneas cloróticas Síntomas: líneas y manchas

cloróticas Síntomas: líneas y manchas cloróticas

ORSV y CymMV CymMV CymMV

Síntomas: líneas y manchas

cloróticas Síntomas: manchas y líneas

cloróticas Síntomas: líneas cloróticas

55

CymMV CymMV TMV Síntomas: líneas cloróticas y

manchas necróticas Síntomas: líneas cloróticas Síntomas: líneas cloróticas

ORSV, CymMV, TMV CymMV ORSV, TMV Síntomas: líneas clorótricas,

manchas cloróticas y manchas

necróticas.

Síntomas: líneas clorótricas,

manchas cloróticas y manchas

necróticas.

Síntomas: líneas clorótricas, manchas

cloróticas y manchas necróticas.

CymMV CymMV ORSV, CymMV, TMV

Síntomas: líneas cloróticas y

manchas necróticas Síntomas: líneas cloróticas Síntomas: líneas clorótricas, manchas

cloróticas y manchas necróticas. FODECYT 067-2007

56

PARTE V

VI. 1. INFORME FINANCIERO

AD-R-0013

Nombre del Proyecto:

Numero del Proyecto: 067-2007

Investigador Principal: LICDA. SARA BARRIOS

Monto Autorizado: Q73,969.50

Plazo en meses 12 MESES

Fecha de Inicio y Finalización: 01/03/2008 al 28/02/2009

Menos (-) Mas (+)

1 Servicios No Personales

122 Impresión, encuadernación y reproducción 1,500.00Q 1,500.00Q

133 Viáticos en el interior 600.00Q 600.00Q

181

Estudios,investigacionesy proyectos de

factibilidad 30,000.00Q 22,500.00Q 7,500.00Q

181

Estudios,investigacionesy proyectos de

factibilidad (Evaluación Externa de Impacto) 8,000.00Q 8,000.00Q

2 Materiales y Suministros

241 Papel de escritorio 140.00Q 140.00Q

243 Productos de papel o cartón 100.00Q 100.00Q

244 Otros productos de papel, cartón e impresos 100.00Q 100.00Q

261 Elementos y compuestos químicos 100.00Q 100.00Q

262 Combustibles y Lubricantes 750.00Q 750.00Q

267 Tintes, pinturas y colorantes 560.00Q 560.00Q

268 Productos plásticos nylon, vinil y pvc 100.00Q 100.00Q

269 Otros productos químicos y conexos 25,000.00Q 23,230.90Q 1,769.10Q

291 Útiles de oficina 200.00Q 200.00Q

299 Otros materiales y suministros 95.00Q 95.00Q

3 Propiedad, planta y equipo

9 Asignaciones Globales

(-) Gastos Administrativos (10%) 6,724.50Q 6,724.50Q -Q

TOTAL 73,969.50Q 52,455.40Q 21,514.10Q

Monto Autorizado 73,969.50Q Disponibilidad: 21,514.10Q

( -) Ejecutado 52,455.40Q

Sub-total 21,514.10Q

( -) Apertura de Caja Chica -Q

Total por Ejecutar 21,514.10Q

Ejecutado Pendiente de

Ejecutar

QUINCEAVA CONVOCATORIA

LINEA FODECYT

EVALUACIÓN DE MÉTODOS PARA LA DETECCIÓN Y LIMPIEZA DE VIRUS

EN ORQUÍDEAS CULTIVADAS

PRÓRROGA AL 31/12/2009

Grupo Renglon Nombre del Gasto Asignacion

Presupuestaria

TRANSFERENCIA En Ejecuciòn