E NCUENTRO 1

1. Objetivo del encuentro

Considerar lo que está pasando en nuestro contexto actual en relación a la Casa Común, para tomar “dolorosa” conciencia, volver personal lo que le acontece al mundo y así recono-cer cuál puede ser nuestra contribución.

2. Lema del encuentro

“¡Despertemos, Humanidad, ya no hay tiempo!” (Berta Cáceres)

(En las identificaciones entregadas a los/as participantes, puede estar inscripta esta frase).

3. Momento de motivación e introducción al tema

En el salón tendremos colocados dos letreros / carteles con las siguientes frases:

Quien anima este encuentro, explica que ambas frases pertenecen al Papa Francisco y que se encuentran en dos exhortaciones apostólicas referidas al medio ambiente: Laudato Si’ (2015) y Querida Amazonía (2020).

A continuación, se invita a que ambas frases sean leídas en voz alta, luego de lo cual invita a hacer un minuto de reflexión personal, colocando como fondo musical sonidos de bos-ques, selvas, etc. (hay muchas opciones de estos audios en YouTube y páginas web).

Luego hacemos circular o proyectamos fotos de los principales gritos de nuestra Madre Tie-rra en nuestro territorio o comunidad. Invitamos a que los/as participantes completen estas fotos con otros “gritos” que conocen y que quizá no estén allí representados.

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En grupos, compartimos las siguientes preguntas:

- ¿Qué reflexiones me suscitan las frases que hemos leído al inicio?

- ¿Cómo reacciono yo ante estos gritos de la Madre Tierra que hacen eco fuerte en mi co-munidad? ¿Qué parte de mi vida tocan?

Exponemos en plenario.

Mientras circulan las fotos, podemos escuchar alguna de estas canciones:

4. Momento de aporte a la reflexión a partir de los ODS (Objetivos de

Desarrollo Sostenible — ONU)

Quien anima el encuentro propone un breve aporte a la reflexión, antes de compartir la Pa-labra:

¨Transformar nuestro mundo: la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible¨, es el nombre con el que fue aprobado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre de 2015 el documento que comúnmente llamamos Agenda 2030 - ODS 2030. Se trata de 17 objetivos a nivel mundial, que son los siguientes:

No cabe duda de que el signo de los tiempos es la preocupación por un Planeta Tierra del que formamos parte y de una Ecología integral que busca la equidad y que quiere dejar a un lado la “práctica del descarte”. De este signo de los tiempos, la Agenda 2030 es una cristalización concreta que nosotros, como católicos, hemos de asumir como plataforma de diálogo y marco para el trabajo común con otras organizaciones religiosas o no.

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ODS n° 6:

Garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos. Ver el video: https://www.educ.ar/recursos/132395/ods-n-6-agua-limpia-y-saneamiento?coleccion=132379

Aunque se puede afirmar, como lo hemos hecho, que los 17 ODS están inseparablemente interconectados y este es uno de los extremos que más se repiten en el propio documento de la ONU, sí que podemos agruparlos en distintos focos de relevancia.

Uno de esos focos de relevancia, y que más dialoga con el contenido de estos en-cuentros formativos, es el del “Cuidado del Planeta”, comprendido en 5 de los 17 ob-jetivos.

Iremos repasando esos 5 objetivos a lo largo de las 3 cartillas. Hoy mencionaremos 2, de fuerte relación con la Casa Común:

ODS n° 13:

Adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos.

Ver el video: https://www.educ.ar/recursos/132388/ods-n-13-accion-por-el-clima?coleccion=132379

5. Momento de la Palabra

Hoy podemos leer los textos bíblicos con una mirada ecológica, haciendo una relectura para discernir en comunidad ¿qué nos quiere decir hoy Dios en su Palabra?

Se comparte el texto bíblico: Gn 2,7-8;15-16

Divididos en grupos, se dialogan las siguientes preguntas:

¿Qué nos quiere decir hoy el texto cuando dice: “El Señor Dios tomó al hombre y lo puso en el jardín de Edén, para que lo cultivara y lo cuidara”?

¿A qué nos llama al decir: “Puedes comer de todos los árboles que hay en el jardín, excep-tuando únicamente el árbol del conocimiento del bien y del mal”?

En relación con lo reflexionado en el primer momento de motivación, ¿con qué compromiso concreto queremos responder al sentido bíblico de cultivar y cuidar?

Sobre esta tercera pregunta, se completan unos afiches / papelógrafos que tendrán diferen-tes formas (árbol, cascada, río, animal, nubes, sol, etc…).

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6. Momento de oración / celebración

Preparamos una mesa con algunos signos:

- Cuadro o imagen de “La mesa

ecológica del Reino”, de Cerezo

Barredo

- Un recipiente con agua

- Una planta

- Alguna foto de uno o más referentes

ambientales perseguidos por su compromiso

(Dorothy Stang, Berta Cáceres, Chico Mendes, etc.)

- Algún signo que refleje el compromiso de nuestra comunidad con la “Conversión Ecológica”

Nos ponemos en ronda y compartimos el siguiente texto:

A continuación, se invita a exponer los afiches, alrededor de un cartel previamente prepara-do, que tendrá la siguiente inscripción:

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Luego de compartir, finalizamos rezando juntos/as la siguiente oración:

Podemos despedirnos entonando un canto final.

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Esta pandemia nos compromete con el cuidado de la Casa Común.

Como parte de la Creación tenemos una pertenencia a un universo que compartimos con una inmensa cantidad de seres vivos: desde la flora de microorganismos que nos habita, hasta las grandes especies animales.

Desde una mirada eco sistémica, dependemos unos de otros para vivir.

Tenemos necesidades básicas que cubrir y es la complejidad de nuestro ser espiritual, mental, físico y social la que demanda en nuestra integralidad una conciencia sagrada por defender la vida. No solo es la epidemia del Coronavirus, son el hambre, el acceso al agua, la mala calidad del aire, la carga de muchas otras enfermedades infecciosas, la falta de se-guridad alimentaria, lo que conlleva a tantos padecimientos crónicos, a la angustia y a las desigualdades, entre muchos otros problemas. Contrasta el pánico de la muerte repentina de muchos, con la muerte lenta en condiciones indignas de otros tantos.

El cuidado de la Casa Común, como lo expresa el Papa Francisco, en la encíclica “Laudato Si”, demanda una responsabilidad moral de cada uno de nosotros y de la sociedad en su conjunto, incluyendo nuestros gobernantes. Esa responsabilidad se traduce en relaciones de justicia social, de justicia ambiental y de lo que ahora conocemos como justicia cognitiva. El conocimiento que se está poniendo como ciencia abierta para controlar esta epidemia, es un signo de los tiempos.

Es la solidaridad, la generosidad, la responsabilidad en el cuidado de sí, de los otros y de lo otro, que se manifiesta en la humanidad como signo de esperanza, como testimonio de que todos somos responsables de cuidar nuestra Casa Común; la Casa Común que Dios nos dio.

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