Deserción Universitaria
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Transcript of Deserción Universitaria
“Año de la Diversificación Productiva y del
Fortalecimiento de la Educación”
“UNIVERSIDAD NACIONAL SANTIAGO
ANTUNEZ DE MAYOLO”
MATERIA: Taller De Comunicación Oral Y Escrita
TEMA: Deserción Universitaria
DOCENTE: Rosales Beas Alex
INTEGRANTES: Huane Guerrero Dory
AÑO: 2015
INTRODUCCIÓN
La deserción estudiantil es uno de los problemas que aborda la mayoría de las instituciones de educación superior de toda Latinoamérica. A través de distintas investigaciones, se percibe un número importante de estudiantes que no logran culminar sus estudios universitarios, con el consecuente costo social asociado a este fenómeno. Por lo anterior, algunos países han comenzado a diseñar profundos procesos de mejoramiento para aumentar la retención en los primeros años de estudios universitarios.
En el Perú, de acuerdo a estimaciones basadas en estadísticas nacionales, la tasa de deserción global de pregrado, según ingresaron a la universidad 142,461 estudiantes y cerca del 36 % de los alumnos no se gradúan. Según el portal de Logros: “Entre 40 y 50 mil jóvenes abandonan sus estudios universitarios cada año, lo que representa no menos de cien millones de dólares desperdiciados por los padres de familia, con la consecuente frustración que ello representa para ellos mismos y para sus hijos. De éstos, el 70% corresponde a estudiantes de universidades privadas, y la diferencia de 30% a universidades estatales”.
La tendencia en el sistema universitario privado va en ascenso. El número de ingresantes aumenta considerablemente cada año y el número de egresados también; pero, a un ritmo mucho más lento, lo que hace que la brecha de la deserción se haga cada año mucho más grande. Para dentro de diez años el monto acumulado por la deserción será no menor a 2 mil cien millones de dólares.
En el sistema universitario estatal la tendencia es a disminuir; pero sigue siendo preocupante, más de 13 mil jóvenes lo hicieron para el 2013.
LA DESERCIÓN UNIVERSITARIA
A través de estos primeros años del siglo XXI se ha consolidado en nuestro país, al igual que en el resto del mundo, una tendencia que preocupa y alarma a toda la comunidad educativa y cuyas consecuencias repercuten mucho más allá de este ámbito específico. La deserción universitaria se eleva como una montaña casi infranqueable en el camino de nuestra juventud y pone bajo amenaza no solo su futuro inmediato sino también el porvenir de toda la sociedad.
Una encuesta realizada este mismo año por un sitio Web especializado entre 5.000 estudiantes de universidades de todo el país (tanto públicas como privadas) revelo que el 58,2 % de los universitarios abandona la carrera que había elegido en el primer año de cursada y, peor aún, un tercio de éstos directamente deja los estudios.Y, si por acaso quedaba alguna duda respecto a la gravedad de la situación, las cifras oficiales son también categóricas e inequívocas. Ya un estudio realizado por la Secretaria de Políticas Universitarias del Ministerio de Educación de la Nación en 2013 había activado todas las alarmas oficiales. Según este informe (que tuvo en cuenta la evolución de los ingresantes a todas las universidades nacionales durante los últimos 5 años) el nivel de deserción universitaria alcanza el 60 %.
TIPOS DE DESERCIÓN:
DESERCIÓN PRECOZ: individuo que habiendo sido admitido por la institución de educación superior no se matricula.
DESERCIÓN TEMPRANA: individuo que abandona sus estudios en los primeros semestres del programa.
DESERCIÓN TARDÍA: individuo que abandona los estudios en los últimos semestres.
CAUSAS
La falta de vocación.
Altos costos del semestre.
Temor al endeudamiento con entidades crediticias
No se adaptan a la metodología universitaria.
Sufren de estrés académico
Falta de tiempo
Despreocupación
Problemas familiares
No se relacionan con los compañeros
Mala relaciones con docentes
Enfermedad, embarazo, accidente.
Cambio de estado civil
No le encuentran futuro a lo que estudian
No tienen recursos para la manutención
Por la necesidad de trabajar
Por malas influencias
Quieren pasar de lo técnico a lo universitario
No se adaptan a la ciudad ni a vivir solos
CONSECUENCIAS PARA EL ESTUDIANTE:
Desperdicio de sus ganas de estudiar y progresar.
Pérdida de tiempo (a veces años) en estudios infructuosos.
Perdida de la inversión hecha en material de estudio (libros, apuntes,
fotocopias, útiles, viáticos, etc.).
Interrupción de su desarrollo personal y profesional.
Pérdida del acceso a un mejor nivel de vida.
Dificultad para insertarse en el mercado laboral y también para acceder a
los puestos mejor remunerados.
Perdida de contacto directo con otros jóvenes de igual edad con los que
comparte intereses, aspiraciones, sueños, ideales, valores.
Descenso de los niveles de autoestima y confianza.
Perturbación de su comportamiento general y de la dinámica de todas sus
relaciones, tanto en el plano laboral como sentimental pero, especialmente,
dentro de la familia.
Trastornos físicos ligados con la frustración y el fracaso (insomnio, pérdida
de apetito, dolores crónicos).
CONSECUENCIAS PARA LAS INSTITUCIONES:
Pérdida importante de capital humano.
Malgasto y desperdicio de su presupuesto.
Desaprovechamiento de sus instalaciones e infraestructura.
Condicionamiento de su futuro porque la persistencia del problema las
obliga a hacer más gastos y esfuerzos en el corto plazo.
Distanciamiento de la sociedad y la juventud.
Fomento de una sensación de temor y desconfianza hacia la institución.
Realización de un doble esfuerzo pues el abandono universitario también
repercute en los demás alumnos que siguen estudiando. Sobre estos
jóvenes también recaen consecuencias:
se interrumpen amistades abruptamente.
se limita su acceso a otras fuentes de recursos materiales e
intelectuales.
se empobrece la comunidad estudiantil.
el corte abrupto en las relaciones perjudica el rendimiento académico
y el bienestar común.
se deteriora el nivel general de autoestima.
Todas estas secuelas obligan a la institución a redoblar su labor y atención
sobre los alumnos aún en carrera para compensar su pérdida.
Aumento del distanciamiento entre la enseñanza superior y la enseñanza
media (se echan culpas mutuas).
Pérdida de tiempo y recursos al tener que repensar las estructuras
académicas y pedagógicas más de lo conveniente y necesario.
Distanciamiento del aparato productivo que requiere mano de obra
profesional (se pierden así importantes oportunidades de generar contactos,
colaboraciones, intercambios, inversiones, promociones, auspicios).
CONSECUENCIAS PARA LA SOCIEDAD:
Malgasto o desperdicio de recursos económicos irrecuperables y muy
necesarios en otras áreas (salud, trabajo, defensa).
Perdida de mano de obra profesional y especializada, lo que puede
desencadenar problemas para atraer inversiones o encarar proyectos
productivos.
Incremento de la mano de obra no especializada o de menor calidad.
Crecimiento de la cantidad de jóvenes calificados como NiNi (“ni estudia ni
trabaja”).
Aumento de los niveles de trabajo informal o en negro.
Decaimiento del valor de la educación como motor del progreso y el
bienestar personal.
Descenso de la imagen de las instituciones y autoridades.
Aumento en los niveles de violencia social pues las frustraciones que
sienten los jóvenes se trasladan con ellos a otros sectores de la comunidad
(la familia, el trabajo, las amistades, los vecinos).
ESTRATEGIAS
Dentro de los planes de acción, las instituciones de educación superior manejan algunas estrategias para minimizar la deserción estudiantil.
Para las razones económicas cada vez se presentan más facilidades de pago y créditos para financiar las carreras, pagos flexibles y muchas ayudas para que la falta de plata no sea razón para dejar de estudiar. Las universidades también brindan apoyo psicológico para solucionar los problemas relacionados con los inconvenientes de familias, el estrés, influencias, etc.
CONCLUSIONES
La deserción universitaria no es sólo un problema del estudiante; si bien es cierto que se asume que toda la responsabilidad recae sobre el desertor, el fenómeno de la deserción es inherente a la vida estudiantil, a situaciones económicas y socio-culturales del entorno. En este sentido el fenómeno de la deserción persistirá de alguna manera así cambien las instituciones
universitarias. Conocer el problema permite establecer soluciones que controlen parcialmente los altos índices de deserción y logren mantener una tendencia creciente en la retención de estudiantes.
La deserción de los estudiantes es el resultado de la combinación y efectos de distintas variables, las cuales muchas veces son independientes y no se pueden controlar.
El estudiante mantendrá una condición de equilibrio (permanencia) al combinar los factores psicológicos, académicos, sociales e institucionales en constante fortalecimiento de uno u otro factor.
Si uno de los factores se debilita, se recomienda mantener al estudiante en equilibrio, es necesario que los otros factores sean capaces de reaccionar para suplir los aspectos necesarios para mantener el equilibrio inicial.