“Desde mi nuevo local llamaré a la gente a través de un megáfono” - Entrevista a Serapio...
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SÁBADO 12 DE ABRIL DEL 2014 CONTRA 16. AREQUIPA / EL COMERCIO D esde hace más de dos décadas, Serapio Ville- na Mendosa es el “señor de los amarres”. Anda por las calles de la ciu- dad de Arequipa con miles de pasa- dores de zapatos encima del cuerpo para ofrecérselos a los peatones. Su llamativo atuendo y su peculiar for- ma de promocionar sus productos lo han hecho merecedor de una fiel clientela. Pero estos elementos tam- bién lo han transformado en un per- sonaje muy atractivo para los turis- tas. Cuando las cámaras lo enfocan, Serapio ya sabe que debe mirar fijo y gritar sonriente: “¡los amarres, los amarres!”. — ¿Por qué empezó a vender pasa- dores de zapatos en la calle? Tenía un puesto de pasamanería en el parque Duhamel. Ahí vendía agu- jas, hilos, cierres, de todo. Pero el alcalde Luis Cáceres Velásquez nos trasladó a la fuerza al siglo XX. Me dieron un local pero tuve que rema- tarlo para ponerle agua y desagüe a la casita que tenía en el barrio de Ciudad Blanca. Fue un sacrificio que hice por mi familia. — Entonces, como ya no tenía tien- da, decidió llevar la tienda sobre el cuerpo… Comencé poco a poco, primero hice una prueba y me puse unos cuán- tos pasadores encima. Al ver que resistía, me puse más y más ama- rres sobre el cuerpo. Como yo soy un comerciante nato, quería llamar la atención para que mi producto se hiciera conocido. De este modo, con los pasadores a la vista, podía mostrarle toda mi mercadería a los clientes. —¿Cómo surgió esa peculiar forma de pregonar sus productos por las calles? Fue una estrategia para jalar al pú- blico. La palabra pasadores es muy larga y pausada. Pa-sa-do-res. En cambio, decir amarres suena me- jor, más enérgica. ¡A-maaa-rres, a- maaaaa-rres! Esa palabra la puedo gritar en la calle y cuando la gente me escucha se mira los nudos de los zapatos para ver si necesitan un par de amarres nuevos. —Ha funcionado tan bien que in- cluso una marca de cerveza usa esa frase en una pieza de publicidad co- mo un símbolo de la identidad are- quipeña. Sí, no me han pedido permiso, así que voy a ir un día a sus oficinas para pedir mi tajada (risas). —¿Cómo se prepara para salir a tra- bajar? Salgo cada tres días porque es un proceso complicado arreglar todos los amarres. Descanso un día, y me dedico dos días en ordenar la mer- cadería ya que luego de cada jorna- da los nudos se hacen un revoltijo. Cargo 70 kilos de amarres, que son cerca de 2.000 pares de pasadores, necesito un buen stock para satisfa- cer a todo el mundo. —¿Cómo puede resistir tanto peso? Me pongo vendas en los pies para proteger mis tendones al momen- to de pisar. Antes de salir a la calle, tomo un buen desayuno. Voy al mercado San Camilo y pido un jugo especial de frutas con todo: algarro- bina, miel de abeja y maca. Luego, mastico un poco de hoja de coca y a veces tomo una pastilla para el dolor muscular. —¿Cuántas horas trabaja cuando sale a vender? Trabajo sin descansar desde las 10 a.m. hasta las 8 p.m. No almuerzo ni paro para descansar porque es muy complicado sacarse todos los pasa- dores de encima. Es mejor vender de corrido todo porque sino pierdo tiempo. Al día puedo sacar entre S/.100 y S/.200. —¿Esta forma de trabajo no le ha traído problemas de salud? Después de cada jornada termino molido por eso no lo hago todos los días. En el último año me ha empe- zado a doler la espalda, aún no he ido al hospital pero creo que es una señal de que debo parar. —¿El público le pide variedad de productos? ¿Es muy exigente? Los pasadores son como la ropa, hay de toda calidad y precio. Depende mucho de la tela, el color, el tama- ño y grosor. Hay un modelo para ca- da cliente, los que no tienen mucha plata compran modelos corrientes, de solo 50 céntimos. Estos se estiran rápido y se vuelven como una pita. Hay otros más resistentes que no se desgastan tan rápido. —Usted camina mucho por el cen- tro de Arequipa, ¿qué cree que de- berían mejorar las autoridades? Cerca de los monumentos históricos deberían colocar basureros gran- des para que las personas no arrojen los desechos al piso. Eso nos da una muy mala imagen ante los turistas. También deberían alejar el paso de vehículos del centro de la ciudad. Son calles muy angostas como para que estén pasando las combis. Las personas que transitan por las vere- das, como yo, corren un grave pe- ligro en cada esquina. En cualquier momento nos pueden atropellar. —¿Hasta cuándo piensa trabajar de esta manera? Creo que hasta este año me verán por las calles de Arequipa. Hace mu- cho tiempo que quería tener un nue- vo local, pero necesitaba capital pa- ra pagar los impuestos. Ahora estoy planeando alquilar una tienda para vender mis productos por la calle Piérola. Desde mi nuevo local llama- ré a la gente a través del megáfono y gritaré: “amarres, amarres”. Como todo el mundo ya me conoce estoy seguro de que se pasarán la voz. TEATRO INFANTIL Show en la biblioteca del CCPNA —Hoy desde las 1 0a.m. el grupo de Laberinto Teatro realizará en la Biblioteca del Centro Cultural Perua- no Norteamericano (Rivero 415) el show de cuenta cuentos “Una ratoncita de campo va a la ciudad”. FORO Retos para el desarrollo de la Amazonía — Este 15 de abril desde las 5:30 p.m. se organizará el Foro internacional “Desarrollo sostenible de nuestra Amazonía: un reto del futuro”. La ac- tividad se realizará en el auditorio del Colegio de Abogados de Arequipa, ubicado en Jerusalén 313. El evento es gratuito. POSDATA AREQUIPEÑA Nací en Cusco en 1958. A los nueve años, luego de que falleciera mi madre, vine a vivir a Arequipa con unos familiares. Cuando acabé la secundaria quise estudiar derecho para ser abogado como mi padre, pero la necesidad me llevo a dedicarme al comercio. Tengo un hijo que ya está casado y un nieto que estudia en la universidad. Mi trabajo me permitió sacar adelante a mi familia. Me he hecho conocido fuera de Arequipa gracias a las fotos que los turistas suben a Internet. Como buen cusqueño soy hincha del Cienciano y de Garcilaso. Serapio Villena Mendosa Comerciante JULIO ANGULO/ARCHIVO “Desde mi nuevo local llamaré a la gente a través de un megáfono” JORGE MALPARTIDA TABUCHI “ Después de cada jornada termino molido y por eso no lo hago todos los días. En el último año me ha empezado a doler la espalda”. “ Cerca de los monumentos históricos deberían colocar basureros grandes para que las personas no arrojen los desechos al piso”. Serapio Villena es un personaje de la Ciudad Blanca. Camina por las calles Mercaderes, Santo Do- mingo, Puente Bolognesi y Piéro- la vendiendo pasadores de zapa- tos. Este comerciante se ha hecho popular por gritar “los amarres, los amarres” para captar clientes. EL COMERCIO AREQUIPA DIRECTOR PERIODÍSTICO FRITZ DU BOIS F. EDITORA CENTRALMARTHA MEIER MIRÓ QUESADAEDITOR DE SUPLEMENTO REGIONALRENZO GUERRERO DE LUNA EDITORA ADJUNTA NORKA PERALTA COORDINADOR PIER BARAKAT REDACTORESCARLOS ZANABRIA, JORGE MALPARTIDA EDITOR FOTOGRÁFICO MIGUEL CARRILLO CORREO ELECTRÓNICO[email protected] E l llamado hecho por el arzobispo de Arequipa, Javier del Río, a los futuros candidatos municipales y regionales es simple pero fun- damental: “Solo les pido que sea una campaña limpia y con principios ideo- lógicos”. Durante muchos años he escuchado decir que las elecciones municipales son “vecinales”, que “hay que elegir al mejor ve- cino”. No estoy de acuerdo con esto. Creo que la ideología es importante en la política y debe estar detrás de un gobernante pre- visible, porque eso es lo que queremos los ciudadanos, previsibilidad en los actos de nuestros gobernantes, y no veletas que van de acuerdo a como sople el viento. Según el diccionario de la Real Acade- mia de la Lengua, ideología es un “conjunto de ideas fundamentales que caracteriza el pensamiento de una persona, colectividad o época, de un movimiento cultural, reli- gioso o político, etc.”. Es lo que queremos conocer de quien nos gobierne. Para mí sigue siendo una incógnita la ideología del alcalde de Arequipa, Alfre- do Zegarra, y el de su movimiento político. Pareciera que los arequipeños tenemos que intuirlo. Aunque políticamente hablando el presidente regional, Juan Manuel Gui- llén, es más definible, también es cierto que su movimiento político, Arequipa Tradi- ción y Futuro, parece estar muy distante de su pensamiento. En otras palabras, hemos sido gobernados por un caudillo, sin una institución política que lo respalde y apoye. De hecho eso lo llevó a buscar lo que él denominó un cogobierno con las organi- zaciones populares, que se trató más de un globo de ensayo que de algo institucionali- zado. Lo deseable en una democracia es que detrás de los gobernantes haya partidos políticos fuertes, que tengan la posibilidad real de representar una corriente ideológi- ca que aglutine a grupos grandes de ciuda- danos que quieren conseguir la felicidad de los ciudadanos. Pero también que tengan la posibilidad de contratar a los técnicos cali- ficados para desarrollar propuestas serias de solución ante los problemas que afronta la ciudad, la región o el país. De eso carece- mos a todo nivel. Conocer la ideología de los movimien- tos, partidos y candidatos lleva al elector a pensar mejor su voto. Las nuevas eleccio- nes se plantean como un albur, como el que nos jugamos los peruanos con Ollanta Hu- mala, el candidato de discurso duro respal- dado por la izquierda caviar y radical, y que terminó siendo un presidente de derecha moderada. No solo hay que pedir planes de gobier- no o relación de obras, también la lista de quienes aportan a su campaña. ENRIQUE ZAVALA CONCHA Periodista UNA CAMPAÑA ELECTORAL CON IDEOLOGÍA Hay que pedir a los candidatos que revelen su ideología y la de los movimientos o alianzas que representan.
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Entrevista al comerciante de pasadores para calzado más famoso de la ciudad de Arequipa, Serapio Villena, conocido como "Amarres".
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SÁBADO 12 DE ABRIL DEL 2014
CONTRA
16. AREQUIPA / EL COMERCIO
D esde hace más de dos décadas, Serapio Ville-na Mendosa es el “señor de los amarres”. Anda por las calles de la ciu-
dad de Arequipa con miles de pasa-dores de zapatos encima del cuerpo para ofrecérselos a los peatones. Su llamativo atuendo y su peculiar for-ma de promocionar sus productos lo han hecho merecedor de una fi el clientela. Pero estos elementos tam-bién lo han transformado en un per-sonaje muy atractivo para los turis-tas. Cuando las cámaras lo enfocan, Serapio ya sabe que debe mirar fi jo y gritar sonriente: “¡los amarres, los amarres!”.— ¿Por qué empezó a vender pasa-dores de zapatos en la calle?Tenía un puesto de pasamanería en el parque Duhamel. Ahí vendía agu-jas, hilos, cierres, de todo. Pero el alcalde Luis Cáceres Velásquez nos trasladó a la fuerza al siglo XX. Me dieron un local pero tuve que rema-tarlo para ponerle agua y desagüe a la casita que tenía en el barrio de Ciudad Blanca. Fue un sacrifi cio que hice por mi familia. — Entonces, como ya no tenía tien-
da, decidió llevar la tienda sobre el cuerpo…Comencé poco a poco, primero hice una prueba y me puse unos cuán-tos pasadores encima. Al ver que resistía, me puse más y más ama-rres sobre el cuerpo. Como yo soy un comerciante nato, quería llamar la atención para que mi producto se hiciera conocido. De este modo, con los pasadores a la vista, podía mostrarle toda mi mercadería a los clientes. —¿Cómo surgió esa peculiar forma de pregonar sus productos por las calles?Fue una estrategia para jalar al pú-blico. La palabra pasadores es muy larga y pausada. Pa-sa-do-res. En cambio, decir amarres suena me-jor, más enérgica. ¡A-maaa-rres, a-maaaaa-rres! Esa palabra la puedo gritar en la calle y cuando la gente me escucha se mira los nudos de los zapatos para ver si necesitan un par de amarres nuevos. —Ha funcionado tan bien que in-cluso una marca de cerveza usa esa frase en una pieza de publicidad co-mo un símbolo de la identidad are-quipeña.Sí, no me han pedido permiso, así que voy a ir un día a sus ofi cinas para pedir mi tajada (risas).—¿Cómo se prepara para salir a tra-bajar?Salgo cada tres días porque es un proceso complicado arreglar todos los amarres. Descanso un día, y me dedico dos días en ordenar la mer-cadería ya que luego de cada jorna-da los nudos se hacen un revoltijo.
Cargo 70 kilos de amarres, que son cerca de 2.000 pares de pasadores, necesito un buen stock para satisfa-cer a todo el mundo. —¿Cómo puede resistir tanto peso?Me pongo vendas en los pies para proteger mis tendones al momen-to de pisar. Antes de salir a la calle, tomo un buen desayuno. Voy al mercado San Camilo y pido un jugo especial de frutas con todo: algarro-bina, miel de abeja y maca. Luego, mastico un poco de hoja de coca y a veces tomo una pastilla para el dolor muscular. —¿Cuántas horas trabaja cuando sale a vender?Trabajo sin descansar desde las 10 a.m. hasta las 8 p.m. No almuerzo ni paro para descansar porque es muy complicado sacarse todos los pasa-
dores de encima. Es mejor vender de corrido todo porque sino pierdo tiempo. Al día puedo sacar entre S/.100 y S/.200. —¿Esta forma de trabajo no le ha traído problemas de salud?Después de cada jornada termino molido por eso no lo hago todos los días. En el último año me ha empe-zado a doler la espalda, aún no he ido al hospital pero creo que es una señal de que debo parar. —¿El público le pide variedad de productos? ¿Es muy exigente?Los pasadores son como la ropa, hay de toda calidad y precio. Depende mucho de la tela, el color, el tama-ño y grosor. Hay un modelo para ca-da cliente, los que no tienen mucha plata compran modelos corrientes, de solo 50 céntimos. Estos se estiran rápido y se vuelven como una pita. Hay otros más resistentes que no se desgastan tan rápido. —Usted camina mucho por el cen-tro de Arequipa, ¿qué cree que de-berían mejorar las autoridades?Cerca de los monumentos históricos deberían colocar basureros gran-des para que las personas no arrojen los desechos al piso. Eso nos da una muy mala imagen ante los turistas. También deberían alejar el paso de vehículos del centro de la ciudad. Son calles muy angostas como para que estén pasando las combis. Las personas que transitan por las vere-das, como yo, corren un grave pe-ligro en cada esquina. En cualquier momento nos pueden atropellar. —¿Hasta cuándo piensa trabajar de esta manera?Creo que hasta este año me verán por las calles de Arequipa. Hace mu-cho tiempo que quería tener un nue-vo local, pero necesitaba capital pa-ra pagar los impuestos. Ahora estoy planeando alquilar una tienda para vender mis productos por la calle Piérola. Desde mi nuevo local llama-ré a la gente a través del megáfono y gritaré: “amarres, amarres”. Como todo el mundo ya me conoce estoy seguro de que se pasarán la voz.
TEATRO INFANTIL
Show en la biblioteca del CCPNA—Hoy desde las 1 0a.m. el grupo de Laberinto Teatro
realizará en la Biblioteca del Centro Cultural Perua-
no Norteamericano (Rivero 415) el show de cuenta
cuentos “Una ratoncita de campo va a la ciudad”.
FORO
Retos para el desarrollo de la Amazonía — Este 15 de abril desde las 5:30 p.m. se organizará el Foro internacional
“Desarrollo sostenible de nuestra Amazonía: un reto del futuro”. La ac-
tividad se realizará en el auditorio del Colegio de Abogados de Arequipa,
ubicado en Jerusalén 313. El evento es gratuito.
POSDATA AREQUIPEÑA
Nací en Cusco en 1958. A los nueve años, luego de que falleciera mi madre, vine a vivir a Arequipa con unos familiares. Cuando acabé la secundaria quise estudiar derecho para ser abogado como mi padre, pero la necesidad me llevo a dedicarme al comercio. Tengo un hijo que ya está casado y un nieto que estudia en la universidad. Mi trabajo me permitió sacar adelante a mi familia. Me he hecho conocido fuera de Arequipa gracias a las fotos que los turistas suben a Internet. Como buen cusqueño soy hincha del Cienciano y de Garcilaso.
Serapio Villena Mendosa
Comerciante
JULIO ANGULO/ARCHIVO
“Desde mi nuevo local llamaré a la gente a través
de un megáfono”JORGE MALPARTIDA TABUCHI
“ Después de cada jornada termino molido y por eso no lo hago todos los días. En el último año me ha empezado a doler la espalda”.
“ Cerca de los monumentos históricos deberían colocar basureros grandes para que las personas no arrojen los desechos al piso”.
Serapio Villena es un personaje de la Ciudad Blanca. Camina por las calles Mercaderes, Santo Do-mingo, Puente Bolognesi y Piéro-la vendiendo pasadores de zapa-tos. Este comerciante se ha hecho popular por gritar “los amarres, los amarres” para captar clientes.
EL COMERCIO AREQUIPA DIRECTOR PERIODÍSTICO FRITZ DU BOIS F. EDITORA CENTRAL MARTHA MEIER MIRÓ QUESADA EDITOR DE SUPLEMENTO REGIONAL RENZO GUERRERO DE LUNA EDITORA ADJUNTA NORKA PERALTA COORDINADOR PIER BARAKAT REDACTORES CARLOS ZANABRIA, JORGE MALPARTIDA EDITOR FOTOGRÁFICO MIGUEL
CARRILLO CORREO ELECTRÓNICO [email protected]
E l llamado hecho por el arzobispo de Arequipa, Javier del Río, a los futuros candidatos municipales y regionales es simple pero fun-damental: “Solo les pido que sea
una campaña limpia y con principios ideo-lógicos”.
Durante muchos años he escuchado decir que las elecciones municipales son “vecinales”, que “hay que elegir al mejor ve-cino”. No estoy de acuerdo con esto. Creo que la ideología es importante en la política y debe estar detrás de un gobernante pre-visible, porque eso es lo que queremos los ciudadanos, previsibilidad en los actos de nuestros gobernantes, y no veletas que van de acuerdo a como sople el viento.
Según el diccionario de la Real Acade-mia de la Lengua, ideología es un “conjunto de ideas fundamentales que caracteriza el pensamiento de una persona, colectividad o época, de un movimiento cultural, reli-gioso o político, etc.”. Es lo que queremos conocer de quien nos gobierne.
Para mí sigue siendo una incógnita la ideología del alcalde de Arequipa, Alfre-do Zegarra, y el de su movimiento político. Pareciera que los arequipeños tenemos que intuirlo. Aunque políticamente hablando el presidente regional, Juan Manuel Gui-llén, es más defi nible, también es cierto que su movimiento político, Arequipa Tradi-ción y Futuro, parece estar muy distante de su pensamiento. En otras palabras, hemos sido gobernados por un caudillo, sin una institución política que lo respalde y apoye.
De hecho eso lo llevó a buscar lo que él denominó un cogobierno con las organi-zaciones populares, que se trató más de un globo de ensayo que de algo institucionali-zado.
Lo deseable en una democracia es que detrás de los gobernantes haya partidos políticos fuertes, que tengan la posibilidad real de representar una corriente ideológi-ca que aglutine a grupos grandes de ciuda-danos que quieren conseguir la felicidad de los ciudadanos. Pero también que tengan la posibilidad de contratar a los técnicos cali-fi cados para desarrollar propuestas serias de solución ante los problemas que afronta la ciudad, la región o el país. De eso carece-mos a todo nivel.
Conocer la ideología de los movimien-tos, partidos y candidatos lleva al elector a pensar mejor su voto. Las nuevas eleccio-nes se plantean como un albur, como el que nos jugamos los peruanos con Ollanta Hu-mala, el candidato de discurso duro respal-dado por la izquierda caviar y radical, y que terminó siendo un presidente de derecha moderada.
No solo hay que pedir planes de gobier-no o relación de obras, también la lista de quienes aportan a su campaña.
ENRIQUE ZAVALACONCHA
Periodista
UNA CAMPAÑA ELECTORAL CON
IDEOLOGÍAHay que pedir a los candidatos que revelen su ideología y la de los movimientos o alianzas
que representan.
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