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Revista Electrónica del Instituto de Investigación en Turismo IITUR – 2014Descripción Iconográfica del Lienzo: “Nuestra Señora de Belén” de la Basílica Catedral de Cusco Lic. Daniel Hilares Letona

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Área de Investigación: Turismo y Patrimonio Artístico

Descripción Iconográfica del Lienzo:“Nuestra Señora de Belén” de la Basílica Catedral d e Cusco

Lic. Daniel Hilares Letona

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Descripción Iconográfica del Lienzo: “Nuestra Señora de Belén”de la Basílica Catedral de Cusco

Autor: Daniel Hilares [email protected]

Crítico de Arte

Datos Generales de la pintura:Título de la Obra Pictórica: Nuestra Señora de Belén

Autor: Don Basilio de Santa Cruz PumacallaoEstilo Artístico: Barroco CusqueñoTécnica: Óleo sobre lienzoÉpoca: Finales del siglo XVIIUbicación: Basílica Catedral de Cusco - Nave de la Epístola

El pintor:Don Basilio de Santa Cruz Pumacallao.Don Basilio de Santa Cruz Pumacallao, es el artista por excelencia de la pintura colonialcusqueña. Estuvo activo durante aproximadamente 37 años, entre 1661 y 1698. A lo largo desu vida artística, gustó impresionar con lienzos de grandes dimensiones, las cuales fueroncuidadosamente elaboradas en la temática, composición, combinación de colores, perspectiva

y dominio anatómico. Sin embargo, lo más importante en él, es la utilización de su vastaimaginación para representar a seres ilusorios y combinarlos con personajes reales de suépoca.




En sus obras pictóricas logró plasmar divinamente el estilo barroco provenientes de Rubens,Velásquez y Murillo para fusionarlo magistralmente con elementos puramente cusqueños,creando una tendencia artística íntegramente nueva, razones suficientes para convertirlo en

uno de los preferidos del prestigioso obispo, Don Manuel Mollinedo y Angulo.

En un principio, los historiadores especulaban su posible vida monástica y procedenciahispana1 , debido a la introducción plena del arte barroco y su elegante gusto; pero conformelas investigaciones fueron avanzando se demostró fehacientemente que se trata de un pintorde origen andino. En los documentos publicados por Jorge Cornejo Bouroncle, aparece como:“indio ladino en la lengua española” 2 demostrándonos que logró superar a sus colegasespañoles.

Su talento es patente en los lienzos del Convento de San Francisco de Asís al punto que susobras fueron admiradas por el Conde de Lemos, Virrey de Perú cuando pasó por la ciudad de

Cusco y visitó los claustros franciscanos, en 1668; así lo indica una inscripción que dice: “ElEximo señor don Fernández de Castro, Conde de Lemos de Andrade, entró en este convento el5 de noviembre de 1668 y cuando visitó la obra acabada y pintura del N.P San Francisco laalabó y admiró su excelencia que Dios guarde para bien de este reino y amparo de nuestrasagrada religión”.

El donante:Don Manuel Mollinedo y AnguloMaestro y Doctor en sagrada Escritura de laUniversidad de Alcalá de Henares.

Teólogo conciliario por el Supremo Consejo deCastilla.Cura en la parroquia de Nuestra Señora de la

Almudena en Madrid, España.Mecenas y Décimo cuarto Obispo de laDiócesis de Cusco.El doctor Manuel Mollinedo y Angulo, es sinduda, el Obispo que no tendrá parangón en laDiócesis y Arquidiócesis de Cusco.

Retrato del Obispo Manuel Mollinedo y Angulo. Sacristía de la Basílica Catedral de Cusco

Trabajó incansablemente para reconstruir la ciudad y no hizo distinciones de clases sociales para su bien pensado propósito; al contrario, convocó a renovar la ciudad de Cusco para un finexcelso: crear el Cusco colonial que actualmente conocemos, el nuevo centro de las artes en

América como lo fuera Florencia en Europa.

1 Cossio del Pomar, Felipe. PINTURA COLONIAL, Cuzco, 1928, H.G Rozas, Pág. 146. 2 UNSAAC. REVISTA DEL ARCHIVO HISTORICO DEL CUZCO N° 3, cuzco, 1952, H.G Rozas, Pág. 100.




Entre los ilustres personajes que acompañaron al Excelentísimo Obispo, a lo largo de su gobierno, se encuentran: Don Andrés Mollinedo Rado, Don Vasco Valverde Contreras de la

Xaraba y el Doctor, Juan Espinoza Medrano.

Entre los artistas que trabajaron para este insigne Obispo, destacan: Don Basilio de SantaCruz Pumacallao, Don Diego Quispe Tito, Don Juan Tomas Tuyrutupac entre otros.

Datos Biográficos:1640, nace en Bortedo, Burgos, España.15 de Diciembre de 1670, preconizado obispo de la diócesis de Cusco por su santidad Clemente

X por bulas expedidas en Santa María la Mayor a petición de Doña María de Austria, madredel rey Carlos II de España.

24 de Enero de 1672, acepta el obispado de Cusco.

Julio de 1681, convocó y nombró en concurso, al ilustre Doctor Juan Espinoza Medrano comoel primer canónigo magistral de la Basílica Catedral de Cusco.14 de Setiembre de 1688, puso la primera piedra del Hospital de Naturales y del Templo deSan Pedro, en la ciudad de Cusco.01 de Junio de 1692, preside los grados académicos en el Seminario de San Antonio Abad,convertido a esfuerzo suyo a la categoría de universidad por bula Papal de Inocencio XII.Sábado, 26 de setiembre de 1699, muere en la ciudad de Cusco, a las nueve de la mañana. Fuesepultado en el Templo de las Carmelitas Descalzas, hoy conocida como Templo de SantaTeresa y su corazón fue puesto a los pies de la imagen de la Virgen de Almudena del templo delmismo nombre.

Descripción iconográfica de la obra pictórica:La representación de la Virgen de Belén, está basada en la obra “Meditationes de Vita Christi” 3

perteneciente al Pseudo-Buenaventura en la

que reseña como la Virgen María después delalumbramiento del Hijo de Dios: “permaneció en la cueva de Belén durante cuarenta días y allí

se dedicó al cuidado amoroso del Niño”. Por ende, su iconografía está relacionada con la

maternidad y el cuidado del Niño Jesús; por ello la Virgen de Belén de la ciudad de Cuscoaparece sosteniendo al Niño Jesús, al cual, lo ha envuelto en pañales.

3 “Meditaciones de la Vida de Cristo”, perteneciente a Pseudo-Buenaventura, elaborada en el siglo XIII.




En el primer plano, resalta un altar yretablo en cuya hornacina principal sealberga la imagen de la Santísima Virgen

de Belén, que porta al Niño Jesús. Suimagen fue representada con un rostroencantador y cuidadosamente delineada;los cabellos sueltos y ondulantes caenligeramente sobre sus hombros. Sobre lacabeza porta una corona de tipo real queindica su condición de Reina de los Cielos,las Flores y los Ángeles. La sagradaimagen aparece ataviada con una

primorosa vestidura adornada conabundantes joyas entre las que resaltan

collares de perlas. La ilustracióntriangular que ostenta, tuvo trascendentalsignificancia sacra dentro del catolicismo

y la ideología andina.

A la diestra de la Virgen de Belén, fuerepresentado el obispo Manuel Mollinedo y

Angulo, que poseía 58 años de edadcuando fue retratado en esta pintura.

Aparece de hinojos y en actitud orante.

Presenta una calvicie pronunciada en la zona frontal de su cabeza; su rostro esovalado, ojos rasgados, cejas gruesas,nariz aguileña, con bigote y barba. Comoindumentaria eclesiástica viste alba ymuceta. En el dedo anular de la manoderecha, porta el anillo episcopal comosímbolo de fidelidad a Dios. Así mismo,ostenta una cruz pectoral ricamenteadornada con piedras preciosas. Su escudode armas se exhibe, en la parte media del

altar de plata.

Las escenas laterales muestran milagros acaecidos en la ciudad de Cusco.




En el lado derecho, fue representada lallegada de la sagrada efigie de Nuestra

Señora de Belén a la ciudad de Cusco, esasí que, en el ángulo superior derecho ,surge el Puerto del Callao con sus navíos

y pescadores, testigos del extraordinariohallazgo de una caja flotante en lastempestuosas aguas del Océano Pacífico.Seguidamente asoman las autoridadesciviles y eclesiásticas, que transportan labeatísima imagen escoltados por loscaballeros de la Orden de Santiago haciala ciudad de Cusco, en la cual, los

feligreses la reciben de hinojos.La escena dominante corresponde a laciudad de Cusco, donde los carpinteroshan aperturado la milagrosa caja, antela admiración de la muchedumbre queasoman sus cabezas para poder observarla efigie, mientras que el obispo levantacuidadosamente el velo que cubre lasacra imagen y un caballero de la Ordende Santiago se quita el sombrero enactitud de respeto al mágico instante,

ejemplo que es imitado por la nobleza yla plebe.




En el plano del medio , fue representada la elección

divina del Templo de los Reyes Magos como casa deNuestra Señora de Belén, donde resaltan: la fachadade la Basílica Catedral de Cusco, las autoridadesciviles y eclesiásticas, los caballeros de la Orden deSantiago y un notario que legitima el acontecimiento.En el suceso participó un niño que levanta la papeletadonde saldrá favorecida el Templo de los Reyes Magos,actualmente conocido como el Templo de Belén.

En el lado izquierdo , se despliega una escena muy conocida en el siglo XVII, relacionado conla vida desatinada del joven Selenque, quien heredó muchas propiedades en distintas zonas deCusco.

El extraviado mozuelo dedicó su vida a los placeres mundanos, organizando dispendiosas fiestas en cuantas propiedades poseía, siendo una

de ellas la mansión que actualmente se halla en laesquina de la Calle Loreto y el Portal Carrizos.

Terremoto de 1650, Anónimo, Basílica Catedral de Cusco.

Detalle de la representación de la Casa de Selenque .

No obstante, con el paso del tiempo, aquel mortal que tanto poseía, sentía que nada tenía yque nada era; las cosas que antes le proporcionaban placer, ahora eran fútiles y banales, pueshabía buscado la felicidad en los lugares y cosas desacertadas, no hallándola nunca. Sinembargo, en los sucesos de la existencia, incluso los pecadores tienen la oportunidad de serresarcidos por la Gracia Divina, cuando sinceramente logran alcanzar el arrepentimiento.Fue así que una mañana cuando la aurora esparcía sus dorados rayos sobre la antigua ciudadde Cusco, que el joven Selenque divisó en una de las calles, a una agraciada joven, de la cual seenamoró perdidamente, la belleza angelical de Lucinda había cautivado al pecador Selenque,quien hábilmente, lisonjeó a la doncella en cuantas oportunidades se le presentó, siendo todas




ellas fallidas; pues debido a su vida libertina, el Todo Poderoso no permitiría que uno de susángeles se enamore de él, ni mucho menos su ingreso al Reino de Dios. Al contrario,

espantosos castigos le aguardaría en el averno, por todos los pecados capitales cometidos. Atormentado por el torrente indomable de sus pensamientos y temeroso de su sombrío porvenir, el joven Selenque anheló cambiar su conducta, no logrando ningún progreso; sinembargo, una tarde ocurrió un hecho que cambió su destino para siempre.

Siendo la octava del Corpus Christi, la imagen de Nuestra Señora de Belén retornaba a sutemplo, trasladada por cargadores beodos que la pusieron en peligro, cuando uno de elloscayó en el resbaladizo piso. Fue entonces que el joven Selenque, irreflexivamente se arrojó bajolas pesadas andas, logrando salvaguardar con su “cuerpo de pecador” la sacrosanta efigie que

ante el griterío y la desesperación de la muchedumbre inclinabase hacia el precipicio. Tan

acertado fue este suceso para la vida de Selenque que inmediatamente fue halagado por lamultitud y cuanto transeúnte se cruzaba en su camino. Inclusive la familia de Lucinda queantes se mostraba indiferente, informados de este acontecimiento, aceptaron amablemente elcortejo a su hija. Con este acto, Selenque se dio cuenta, que la felicidad se escondía en lasvicisitudes simples de la vida.Tan pronto un alma es iluminada por un haz de Luz Divina, el demonio planea ensombrecerlohaciéndole recordar sus acciones pasadas. Satanás enfadado por el riesgo de perder al

pecador, reclamó airado lo que por derecho, les correspondía.




Una noche, cuando el derrochador joven dormitaba,tuvo una espeluznante visión, donde las ánimos deultratumba realizaban un cortejo fúnebre, en el cual,el difunto era el mismo Selenque. Tan espantoso fuesu visión que cuando reaccionó, presenció a la muerteesparcirse en su habitación.

Selenque pronosticando su fatal destino, hizo los preparativos para irse al más allá.Premeditadamente, visitó a la agraciada Lucinda, a la cual, llevó un pequeño cofreconteniendo algunas dadivas valiosas. Aquella noche de plenilunio charló con la doncellahasta la última hora y disfrutó sosegado cada segundo de vida que le quedaba. Al retornar asu vivienda, llevó consigo una lámpara de aceite, con la cual, iluminó las tenebrosas callejuelasque conducían a su vivienda, con cada paso que daba, sus fuerzas le abandonaban hastadejarle exánime.

Cuando llegó a la actual Calle de Loreto, losdemonios brotaron del subsuelo y enojados le

decían toda clase de insultos. Uno de ellos asiéndoledel brazo sacó presuroso un escrito, en el cual, sehallaba registrado todas las malas acciones quehabía realizado a lo largo de su existencia. Anteesta aterradora visión, el joven Selenque exclamóvarias veces el nombre de la Madre de Cristo, que

para fortuna suya, apareció de rodillas ante su hijo, Jesús; y al igual que un abogado defiende a su patrocinado, la Venerabilísima Virgen, defendióintachablemente al acusado. Jesucristo escuchóatentamente la defensa hecha por su madre y la

acusación hecha por los demonios; cuando ambas partes agotaron sus alegatos, dictaminó justificablela petición hecha por la Sacrosanta Virgen y pidióal acusado, confesar sus pecados para sercompletamente purificado y recibir el sacramentode la extremaunción.




Al día siguiente, ante los primeros destellos de luz, el cuerpo de Selenque apareció inánime enla puerta de la Compañía de Jesús; sin embargo, sus pecados habían sido absueltos y el otrora

pecador ingresó límpido al Reino de Dios.Estas escenas fueron representadas por el maestro Don Basilio de Santa Cruz Pumacallao enlas siguientes características:

En el ángulo superior izquierdo, el joven Selenquesoporta en sus hombros las andas de la Virgen deBelén. En otra, los seres espectrales portan cirios yatemorizan al pecador. En el ángulo inferior

izquierdo, el Juicio de Selenque con las imágenesde Jesús sentado en su trono celestial, la SantísimaVirgen de Belén abogando por el alma del contrito ylos demonios aprisionando al pecador. Finaliza elsuceso con la confesión y recepción de los SantosÓleos del joven Selenque, acto que se despliega, en laotrora Compañía de Jesús de la ciudad de Cusco.

Apreciación crítica: Esta pintura puede ser calificada como una “Obra Maestra de Arte”, yaque, en él, Don Basilio de Santa Cruz Pumacallao, despliega su habilidad artística y creativa,logrando encarnar personajes ilusorios y reales que interactúan entre sí.

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