Descartes - Meditaciones Metafísicas (Punteo)

8/17/2019 Descartes - Meditaciones Metafísicas (Punteo)

1/12

Descartes

Meditaciones Metafísicas.

Resumen de las seis meditaciones siguientes

1. En la primera propone las razones por las cuales podemos dudar engeneral de todas las cosas, y en particular de las materiales, por lo menosmientras no tengamos otros fundamentos de las ciencias que los que hemostenido hasta ahora (161!. "hora #ien$ aun cuando la utilidad de una duda tangeneral no se %ea al principio, es, sin em#argo muy grande, pues nos li#ra detoda suerte de pre&uicios y nos prepara un camino muy f'cil para acostum#rarnuestro espíritu a desligarse de los sentidos por )ltimo, es causa de que nosea posi#le que luego dudemos nunca de las cosas que descu#ramos que son%erdaderas.

*. En la segunda, el espíritu, que, haciendo uso de su propia li#ertad,supone que ninguna de las cosas de cuya e+istencia tiene alguna duda e+iste,reconoce que es a#solutamente imposi#le que, sin em#argo l no e+ista. Elloresulta muy )til$ el espíritu distingue lo pertenece a la naturaleza intelectual delo que le pertenece al cuerpo.

Esta#lece que todas las cosas que conce#imos clara y distintamente son%erdaderas, del modo como las conce#imos, cosa que no ha podido pro#arse

hasta llegar a la cuarta meditaci-n.

E&emplica con la distinci-n entre cuerpo y alma.

/. En la tercera meditaci-n e+plica el principal argumento para pro#ar lae+istencia de Dios.

0-mo la idea de un ser sumamente perfecto, la cual est' en nosotros,contiene tanta realidad o#&eti%a, es decir, participa por representaci-n detantos grados de ser y de perfecci-n, que de#a pro%enir de una causa

sumamente perfecta2

3a idea de Dios, que est' en nosotros, tiene por fuerza que ser efecto deDios mismo.


2/12

. En la cuarta, demuestra que todas las cosas que conce#imos muyclara y distintamente, son %erdaderas y al mismo tiempo e+plica en quconsiste la naturaleza del error o falsedad, cosa que de#emos necesariamentesa#er, no s-lo para conrmar las precedentes %erdades, sino tam#in paraentender me&or las su#siguientes.

"d%ierte que no trata del pecado (error que se comete en la persecuci-ndel #ien y del mal!, sino del que ocurre en el &uicio y discernimiento de lo%erdadero y lo falso, y que no se propone ha#lar de lo que toca a la fe o a laconducta de la %ida, sino s-lo de lo que toca a las verdades especulativas, quepueden ser conocidas por medio de la luz natural.

4. En la quinta meditaci-n, adem's de e+plicar la naturaleza corp-rea engeneral, %uel%e a demostrar la e+istencia de Dios por una raz-n nue%a.

6. En la se+ta, distingue el acto del entendimiento del de la imaginaci-n,descri#e los signos de esta distinci-n, muestra que el alma del hom#re esrealmente distinta del cuerpo y, sin em#argo, que est' tan estrechamente

&unta y unida a l, que compone con l una cosa misma.

E+pone todos los errores que %ienen a los sentidos, con los medios parae%itarlos.


3/12

Meditaciones sobre flosoía primera en las cuales se prueba claramente

la existencia de Dios y la distinción real entre el alma y el cuerpo (161, en3atín!.

Meditación Primera$ De las cosas que pueden ponerse en duda(contracara de la primera parte del Discurso del Mtodo!.

"cometer seriamente, una %ez en su %ida, la empresa de deshacerse detodas las opiniones a que ha#ía dado crdito, y empezar de nue%o, desde losfundamentos, si quería esta#lecer algo rme y constante en las ciencias.

"rma que para ello, ha aguardado hasta llegar a una edad madura(5li#rado mi espíritu de toda suerte de cuidados, sin pasiones que me agiten,por fortuna y gozando de un seguro reposo en un apaci#le retiro!.

7ara deshacerse de todos sus antiguas opiniones no ser' necesario quedemuestre que todas son falsas, #astar' que encuentre en cada una razonespara ponerlas en duda. 8, asimismo, tampoco de#er' analizar cada una sinoque 5la destrucci-n de los fundamentos arrastra necesariamente consigo la deledicio todo, por lo que #astar' con que diri&a primero sus ataques contra losprincipios so#re los que descansa#an todas sus opiniones antiguas.

1. 59odo lo que he tenido hasta hoy por m's %erdadero y seguro, lo heaprendido de los sentidos o por los sentidos ahora #ien, he e+perimentado%arias %eces que los sentidos son enga:osos y es prudente no arse nunca porcompleto de quienes nos han enga:ado una %ez.

0on qu cosas nos han enga:ado los sentidos2 Descartes contesta,5acerca de cosas muy poco sensi#les o muy remotas.

7ero, 0c-mo dudar de que estoy aquí, sentado frente al fuego, %estido,etc. (es decir, una situaci-n que no es poco sensi#le ni remota!2 Descartesrecuerda que se ha representado, en sue:os, las mismas cosas y aun a %ecescosas menos %erosímiles que esos insensatos que %elan. 7or lo que, concluye,que 5%e tan claramente que no hay indicios ciertos para distinguir el sue:o dela %igilia.

7ero, aun suponiendo que est' dormido, 5las cosas que nosrepresentamos durante el sue:o son como unos cuadros y pinturas que tienenque estar hechas a seme&anza de algo real y %erdadero (en otras pala#ras, almenos algo fuera del sue:o tiene que ha#er ;imaginaci-n


4/12

de las cosas que residen en nuestro pensamiento, ora sean %erdaderas yreales, ora ngidas y fant'sticas.

Entre tales cosas est'n la naturaleza corporal en general y su e+tensi-n,y tam#in la gura de las cosas e+tensas, su cantidad o magnitud, su n)mero,como asimismo el lugar en donde se hallan, el tiempo que mide su duraci-n yotras seme&antes. 9odo ello que es cognosci#le por la raz-n. Modelo$ lamatem'tica (aritmtica, geometría y 5dem's ciencias de la naturaleza que notratan sino de cosas muy simples y generales, sin preocuparse mucho de siest'n o no en la naturaleza y que contienen algo cierto e induda#le!.

"sí, agrega 5pues duerma yo o est despierto, siempre dos y tressumar'n cinco y el cuadrado no tendr' m's de cinco lados.

=in em#argo (ahora Descartes %a a poner en crisis lo que conocemos pormedio de la raz-n!, 5hace tiempo que tengo en el espíritu cierta opini-n de quehay un Dios que todo lo puede, por quien he sido hecho y creado como soy.

Descartes se pregunta$ 0qu s yo si ese Dios no ha#r' querido que nohaya tierra, ni cuerpo e+tenso>etc., ni dem's cosas, y que 5tam#in meenga:e cuando sumo doy y tres2, pero responde que no, porque Dios essuprema #ondad (en la cuarta meditaci-n analizara la necesidad de lae+istencia de Dios como garantía de su sistema!.

7ero, 5si repugnase a su #ondad el ha#erme hecho de tal modo que meequi%oque siempre, tam#in parecería contrario a esa #ondad el permitir queme equi%oque alguna %ez, no o#stante lo cual lo ha permitido.

Descartes se detiene aquí, concediendo la posi#ilidad de que 5todocuanto se ha dicho aquí de un Dios es pura f'#ula.

7or lo que se encuentra o#ligado a confesar 5que todo cuanto yo creíaantes %erdadero, puede, en cierto modo, ser puesto en duda, y no porinconsideraci-n o ligereza, sino por muy fuertes razones, consideradas consuma atenci-n de suerte que, en adelante, si he de hallar algo cierto y seguroen las ciencias, de#er a#stenerme de darle crdito, con tanto m's cuidadocomo si fuera maniestamente falso. Descartes no entiende que lo dudososea falso, sino que lo considerar' como si fuera falso.

7ara saltear, por el momento, la cuesti-n de si Dios ;que es pura#ondad< puede enga:arlo y para poner en crisis a la raz-n como fuente deconocimiento, formula la hip-tesis del genio maligno.

5=upondr no que Dios, que es la #ondad suma y fuente suprema de%erdad, me enga:a, sino que cierto genio o espíritu maligno, no menos astutoy #urlador que poderoso, ha puesto su industria toda para enga:arme.


5/12

oncluye la Meditaci-n 7rimera encerrado en su propia conciencia ;solipsismo< del cual no sa#e si %a a poder salir y armando que 5si por talesmedios no llega a poder conocer una %erdad, por lo menos en mi mano est' elsuspender el &uicio. 7or lo cual, con gran cuidado procurar no dar crdito aninguna falsedad, y preparar mi ingenio tan #ien contra las astucias de ese

gran #urlador, que, por muy poderoso y astuto que sea, nunca podr'imponerme nada.

Meditación Segunda$ De la naturaleza del espíritu humano; y que esmás ácil conocer que el cuerpo.

"nuncia que se ale&ar' de todo aquello en que pueda imaginar la menorduda, como si supusiera que es a#solutamente falso, y que continuar' en ese

camino hasta tanto encuentre algo que sea cierto, o por lo menos, si otra cosano puede, hasta que haya a%eriguado con certeza que nada hay cierto en elmundo.

3a #)squeda de Descartes tiene como o#&eti%o hallar s-lo una cosa quesea cierta e induda#le.

0Estar, pues, persuadido de que yo no soy2 ?i mucho menos si hellegado a persuadirme de algo o solamente si ha pensado alguna cosa, es sinduda porque yo era. "un en caso de suponer la e+istencia de un genio malignoy #urlador, nunca conseguir' hacer que yo no sea nada, mientras ya est

pensando que soy algo.

3a proposici-n 5yo soy, yo e+isto, es necesariamente %erdadera,mientras la estoy pronunciando o conci#iendo en mi espíritu.

=entado ello, Descartes se pregunta, 0quin soy2 @n hom#re.

0Au es un hom#re2 ?o dir que es un animal racional porque tendríaque indagar lo que es animal y lo que es racional> prdida de tiempo.

7osteriormente Descartes analiza la denici-n de hom#re comocompuesto de cuerpo y alma.

"naliza los caracteres de los cuerpos (todo aquello que puede serlimitado por una gura, estar colocado en cierto lugar y llenar un espacio, demodo que e+cluya a cualquier otro cuerpo todo aquello que pueda ser sentidoque pueda mo%erse de %arias maneras! y los atri#utos del alma (alimentarse yandar, sentir, pensar!.


6/12

on respecto al pensar, se detiene y arma 5aquí encuentro que elpensamiento es lo )nico que no puede separarse de mí. o soy! existo, esto es,cierto pero 0cu'nto tiempo2 9odo el tiempo que dure mi pensar pues acasopodría suceder que, si cesase por completo de pensar, cesara al propio tiempopor completo de e+istir.

8o no soy, pues, ha#lando con precisi-n, sino una cosa que piensa.

Descartes arma que nada de lo que pueda comprender por medio de laimaginaci-n, pertenece a ese conocimiento que tengo de mí mismo, y que esnecesario recoger el espíritu y apartarlo de ese modo de conce#ir, para quepueda conocer l mismo, muy detenidamente, su propia naturaleza.

"#u$ soy! pues% &na cosa que piensa' "#u$ es una cosa que piensa% (s

una cosa que duda! entiende! concibe! afrma! niega! quiere! no quiere y!

tambi$n! imagina y siente'

(7arte de los autores ad%ierte en esta armaci-n una cosicaci-n del yopropia del realismo!.

on relaci-n al poder de imaginar, Descartes arma, 5a)n cuando puedasuceder (como antes supuse! que las cosas que yo imagine sean %erdaderas,sin em#argo, el poder de imaginar no de&a de estar realmente en mí y formarparte de mi pensamiento.

(sería como decir pienso que imagino lo mismo con relaci-n al sentir$ pienso que siento!.

=entado lo anterior, Descartes se arro&a a considerar 5las cosas que%ulgarmente se tienen por las m's f'ciles de conocer, y pasan tam#in por serlas m's distintamente conocidas, a sa#er, los cuerpos que tocamos y %emosno ciertamente los cuerpos en general, pues las nociones generales son, por locom)n, un poco confusas, sino un cuerpo particular. E&emplo de la cera.

Bay que confesar que a pesar de los cam#ios en su color, sa#or, olor,te+tura, la cera sigo siendo la misma. "hora #ien, esa conclusi-n no puede serconsecuencia de 5nada de lo que he notado por medio de los sentidos, esdecir la cera era 5s-lo un cuerpo que antes me parecía sensi#le #a&o una formay ahora se hace sentir #a&o otra ;algo e+tenso, Ce+i#le y muda#le


7/12

=in em#argo, me detienen las pala#ras y casi me causan decepci-n lostrminos del lengua&e ordinario decimos que 5%emos la misma cera, cuandoen realidad 5&uzgamos que es la misma. "quí analiza el e&emplo de lossom#reros y capas que %e por la calle y arma que 5%e hom#res cuando enrealidad podrían ser aut-matas en capas. 57ero &uzgo que son hom#res y así comprendo, por s-lo el poder de &uzgar, que reside en mi espíritu, lo que creía%er con mis o&os.

Descartes saca de aquí otra conclusi-n para demostrar que e+iste$ 5puessi &uzgo que la cera es o e+iste, porque la %eo, es cierto que con mucha m'se%idencia se sigue que yo soy o que yo mismo e+isto, puesto que la e%idenciase sigue que yo soy o que yo mismo e+isto, puesto que la %eo> no puedesuceder que cuando %eo o cuando pienso que %eo ;no distingo entre am#ascosas


8/12

5pues sin conocer estas dos %erdades, no %e c-mo %a a poder estar nuncacierto de cosa alguna.

5Entre mis pensamientos, nos son como las im'genes de las cosas y s-lo

a stos con%iene propiamente el nom#re de ideas> las que, si se consideranen sí mismas, sin referirlas a otra cosa, no pueden, ha#lando con propiedad,ser falsas.

El error principal y m's ordinario que puede encontrase es &uzgar que lasideas que est'n en mí son seme&antes o conformes a cosas que est'n fuera demí.

Entre esas ideas unas me parecen nacidas conmigo otras, e+tra:as yoriundas de fuera, y otras, hechas e in%entadas por mí mismo.

3a idea por la cual conci#o un Dios so#erano, eterno, innito,omnisciente, omnipotente y creador uni%ersal de todas las cosas que est'nfuera de l esa idea, digo, tiene ciertamente en sí m's realidad o#&eti%a queaquellas otras que me representan sustancias nitas.

7ara que una idea contenga una determinada realidad o#&eti%a en %ez detal otra, de#e sin duda ha#erla reci#ido de alguna casusa, en la que ha#r', porlo menos, tanta realidad formal como hay realidad o#&eti%a en la idea.

7uede ser que una idea genere otra idea, y esta otra m's, pero esto nopuede llegar al innito, hay que detenerse en alguna idea primera, cuya causa

sea como un patr-n u original en el cual est contenida, formal yefecti%amente, toda la realidad o perfecci-n que se encuentra s-loo#&eti%amente o por representaci-n de esas ideas.

De todo esto concluye que$ si la realidad o perfecci-n o#&eti%a de algunade sus ideas es tanta, que claramente conoce que esa misma realidad operfecci-n no est' en l formal o eminentemente, y, por consiguiente, que nopuede ser l mismo la causa de esa idea, se seguir' necesariamente que noest' solo en el mundo, sino que hay alguna otra cosa que e+iste y es causa deesa idea.

Descartes e+plica que las cualidades de la sustancia, si #ien es ciertoque no est'n formalmente en l, puesto 5que yo no soy sino una cosa quepiensa pero como son s-lo unos modos de la sustancia y yo soy una sustancia,me parece que pueden estar contenidas en mí eminentemente.

=-lo queda, pues, la idea de Dios, en la que es preciso considerar si hayalgo que no pueda proceder de mí mismo.


9/12

Descartes dene a Dios como$ una sustancia innita, eterna, inmuta#le,independiente, omnisciente, omnipotente, por la cual yo mismo y todas lasdem's cosas que e+isten (si e+isten algunas! han sido creadas y producidas.

oncluye que Dios e+iste, porque 5no podría ha#er en mí la idea de unasustancia innita, siendo yo un ser nito, de no ha#er sido puesta en mí poruna sustancia que sea %erdaderamente innita.

De allí deri%a la siguiente pregunta 0sería posi#le que yo conociera quedudo y que deseo, es decir que algo me falta y no soy totalmente perfecto, sino tu%iera la idea de un ser m's perfecto que yo, con el cual me comparo y decuya comparaci-n resultan los defectos de mi naturaleza2

onsidera a continuaci-n si podría e+istir en el caso en que no hu#ieseDios. 50De quin tendría yo mi e+istencia2.

=i yo fuese independiente de cualquier otro ser, si yo mismo fuese elautor de mi ser, no dudaría yo de cosa alguna, no sentiría deseos, no careceríade perfecci-n alguna, pues me ha#ría dado a mí mismo todas aquellas de quetengo alguna idea yo sería Dios.

7ero, puesto que e+isto y puesto que la idea de un ser sumamenteperfecto, esto es, de Dios, est' en mí, la e+istencia de Dios queda muye%identemente demostrada.

59oda la fuerza del argumento que empleado aquí para pro#ar la

e+istencia de Dios consiste en que reconozco que no podría ser mi naturalezalo que es, es decir, que no podría tener yo en mí mismo la idea de Dios, si Diosno e+istiese %erdaderamente ese mismo Dios, digo, cuya idea est' en mí, esdecir, que posee todas esas ele%adas perfecciones, de las cuales puedenuestro espíritu tener una ligera idea, sin poder, sin em#argo, comprenderlas,y que no tiene ning)n defecto ni ninguna de las cosas que denotanimperfecci-n, por donde resulta e%idente que no puede ser enga:ador, puestoque la luz natural nos ense:a que el enga:o depende necesariamente de alg)ndefecto.


10/12


11/12

Descartes ; Discurso del Método. Segunda parte

3os cuatro preceptos o reglas$

1. ?o admitir &am's como %erdadera cosa alguna sin conocer cone%idencia que lo era (e%itar la precipitaci-n y la pre%enci-n!. ?o comprender,

en mis &uicios, nada m's que lo que se presentase a mi espíritu tan clara ydistintamente que no tu%iese moti%o alguno para ponerlo en duda.

*. Di%idir cada una de las dicultades que e+aminare en tantas partescomo fuese posi#le y en cuantas requiriese su me&or soluci-n. Basta descu#rirelementos simples (o#&eto de la intuici-n!.

/. onducir mis pensamientos comenzando por los o#&etos m's simplesy m's f'ciles de conocer, para ir ascendiendo poco a poco, como por gradoshasta el conocimiento de los m's compuestos y suponiendo un orden a)nentre aquellos que no se preceden naturalmente unos a otros.

. En hacer en todo, enumeraciones tan completas y re%isiones tangenerales que estu%iera seguro de no omitir nada (contraprue#as!.

7ara conferir a las ciencias una certeza igual al a aritmtica$

a. ?o emplear nunca m's que ideas claras y distintas, cuyo contenidosea del todo e%idente

#. r siempre de las ideas a las cosas

c. Disponer todas nuestras ideas en un orden tal que cada una seaprecedida de todas aquellas de los cuales depende, y que preceda a todas lasque dependen de ella.

Frados de sa#iduría$

1. ?ociones, que pueden adquirirse sin meditaci-n.

*. 9odo lo que da a conocer la e+periencia de los sentidos.

/. 3o que la con%ersaci-n de los hom#res nos ense:a.

. 3a lectura.

4. El #uscar las causas primeras y los %erdaderos principios de loscuales pueden deducirse las razones de todo lo que es posi#lesa#er (Gilosofía!.


12/12

Descartes ; Reglas para la direcci-n del espíritu.

. Dirigir el espíritu de manera que forme &uicios s-lidos y %erdaderos detodos los o#&etos que se presentan$ tal de#e ser el n del estudio.

. De#emos ocuparnos )nicamente de aquellos o#&etos que pueden ser

conocidos por nuestros espíritus de un modo cierto.

5?o llegaremos a ser l-sofos por mucho que hayamos leído todos losrazonamientos de 7lat-n y "rist-teles, sin ser capaces de formular un &uicios-lido so#re lo que se nos propone

53a mayor parte de las cosas se sa#en de una manera cierta sin queellas sean e%identes, a condici-n )nicamente de que sean deducidos deprincipios %erdaderos y conocidos.

Descartes - Meditaciones Metafísicas (Punteo)

Documents

Transcript of Descartes - Meditaciones Metafísicas (Punteo)