Democracia y Desarrollo en México 1993-2006

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Bedolla Ludwig Van Castillo Koschnick Guillermo Giordano Garibay Giancarlo Martínez Hernández Andrea Daniela Montesinos Alarii Rodríguez Escobedo Andrea Toral José Manuel Democracia y Desarrollo en México 1994 – 2006 En este trabajo se busca analizar la relación que existe entre el crecimiento económico y la democracia entendida desde la perspectiva de la participación ciudadana. Las hipótesis que presenta este ensayo son dos. La primera se formula como: a mayor desarrollo económico, mayor el aumento en la cultura política. La segunda formulación es: a mayor crecimiento económico, aumenta la cultura política. Para ello, se tomaron como variables independientes al PIB per cápita y al IDH por entidades federativas, mientras que la variable dependiente corresponde al aumento en la participación en las contiendas electorales. A través de la aplicación de la prueba de correlación R de Pearson se determinó que no existe una relación entre las variables antes mencionadas. En este sentido, se analizan los motivos por los cuales no se encontró una correlación y las posibles fallas que puede tener la utilización de las variables establecidas. Introducción En el año 2000 hubo un cambio de partido en el poder en México. El Partido de Acción Nacional (PAN) le ganó las elecciones presidenciales al Partido Revolucionario Institucional (PRI), que durante más de 70 años había dominado la esfera política. Dicho evento marcó la transición hacia la democracia en el país. Existe un amplio consenso en la mayoría de los países occidentales que la democracia es, hasta el momento, el modelo político que ha logrado canalizar las demandas de los ciudadanos de mejor manera y que presenta una menor tendencia a que los países que han adoptado este modelo luchen de manera armada entre

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En este trabajo se busca analizar la relación que existe entre el crecimiento económico y la democracia entendida desde la perspectiva de la participación ciudadana. Las hipótesis que presenta este ensayo son dos. La primera: a mayor desarrollo económico, mayor el aumento en la cultura política. La segunda formulación: a mayor crecimiento económico, aumenta la cultura política. Para ello, se tomaron como variables independientes al PIB per cápita y al IDH por entidades federativas, mientras que la variable dependiente corresponde al aumento en la participación en las contiendas electorales. A través de la aplicación de la prueba de correlación R de Pearson se determinó que no existe una relación entre las variables antes mencionadas. En este sentido, se analizan los motivos por los cuales no se encontró una correlación y las posibles fallas que puede tener la utilización de las variables establecidas.

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Bedolla Ludwig VanCastillo Koschnick Guillermo

Giordano Garibay GiancarloMartínez Hernández Andrea Daniela

Montesinos AlariiRodríguez Escobedo Andrea

Toral José Manuel

Democracia y Desarrollo en México 1994 – 2006

En este trabajo se busca analizar la relación que existe entre el crecimiento económico y la democracia entendida desde la perspectiva de la participación ciudadana. Las hipótesis que presenta este ensayo son dos. La primera se formula como: a mayor desarrollo económico, mayor el aumento en la cultura política. La segunda formulación es: a mayor crecimiento económico, aumenta la cultura política. Para ello, se tomaron como variables independientes al PIB per cápita y al IDH por entidades federativas, mientras que la variable dependiente corresponde al aumento en la participación en las contiendas electorales. A través de la aplicación de la prueba de correlación R de Pearson se determinó que no existe una relación entre las variables antes mencionadas. En este sentido, se analizan los motivos por los cuales no se encontró una correlación y las posibles fallas que puede tener la utilización de las variables establecidas.

Introducción

En el año 2000 hubo un cambio de partido en el poder en México. El Partido de Acción Nacional (PAN) le ganó las elecciones presidenciales al Partido Revolucionario Institucional (PRI), que durante más de 70 años había dominado la esfera política. Dicho evento marcó la transición hacia la democracia en el país.

Existe un amplio consenso en la mayoría de los países occidentales que la democracia es, hasta el momento, el modelo político que ha logrado canalizar las demandas de los ciudadanos de mejor manera y que presenta una menor tendencia a que los países que han adoptado este modelo luchen de manera armada entre si1. Por ello, alrededor del mundo se ha impulsado la adopción, profundización y mejoramiento de este modelo político.

Para explicar los avances en la materia existe una amplia literatura que relaciona el avance de la democracia con logros en otras áreas; en este sentido, procesos como la ampliación de Derechos Humanos, la transparencia y rendición de cuentas, el aumento de la participación por parte de la sociedad política, entre otros han adquirido gran relevancia. No obstante, durante las dos últimas décadas se ha argüido que uno de los principales factores que está íntimamente relacionado con la ampliación de la democracia es el desarrollo económico.

A pesar de que no se ha descubierto la causalidad entre democracia y desarrollo económico es importante estudiar dicha relación, ya que permite profundizar el conocimiento respecto a cómo ahondar en el proceso de democratización y a mejorar el bienestar de la sociedad. Así pues, la pregunta que busca responder este trabajo de investigación es si un mayor crecimiento económico y, a la larga, un mejor nivel de vida implican un avance en el proceso de consolidación democrática de un Estado.

1 Al respecto léase Bruce Russett, Grasping the Democratic Peace. Principles for a Post-Cold War World, Princeton (NJ: Princeon University Press, 1993), capítulo 1.

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Este ensayo presenta las siguientes dos hipótesis. La primera se formula como: a mayor desarrollo económico, mayor el aumento en la cultura política La segunda formulación es: a mayor crecimiento económico, aumenta la cultura política. Por lo tanto, es notable que estas hipótesis no tratan de mostrar la causalidad que existe entre estos dos procesos. Para sustentar esta hipótesis, se analiza la relación que existe entre las variables desde el año 1991 hasta 20062.

Para efectos del trabajo, se toman en cuenta, como variable dependiente, la cultura política y, como variables independientes, el crecimiento y desarrollo económicos. La cultura política se define como la participación política en las elecciones. Dicha variable se medirá con el crecimiento porcentual de la votación por estado en las elecciones presidenciales de 1994, 2000 y 2006, junto con las elecciones intermedias de los años 1994, 1997, 2000, 2003 y 2006. Asimismo, crecimiento económico se define como el incremento neto del ingreso. Esta variable será medida con el PIB per cápita por entidad federativa. Mientras que, desarrollo económico se entiende como la manera en que el crecimiento económico repercute en el acceso a la educación, a la salud y a la producción. Esta variable se mide a través del Índice de Desarrollo Humano (IDH) por Estado.

La manera en que se estructura el presente trabajo consta de cuatro fases. Primero se plantean los fundamentos teóricos que darán estructura al trabajo y que fungirán como punto de partida para responder la pregunta de investigación. En segundo lugar hace un recuento de estudios previos que versan sobre la relación entre la democracia y el desarrollo económico, el desarrollo económico y la perdurabilidad de la democracia, así como la aspiración a demandas de tipo no material, mismas que se generan una vez que las necesidades materiales han sido cubiertas. En tercer lugar se explica la metodología que se siguió para obtener los resultados. En tercer lugar se presentan los resultados del estudio y, por último, se discuten los hallazgos.

Marco teórico

Esta parte del estudio se distribuye de la siguiente forma. En primer lugar se plasma el fundamento teórico sobre el que se basa este estudio. En segundo lugar se presenta la relación entre dicho marco teórico y el trabajo en cuestión.

El fundamento teórico de este trabajo se basa en la pirámide de Maslow e Inglehart. Maslow argumenta que los individuos ordenan de forma jerárquica los bienes que necesitan o quieren satisfacer. Conforme se satisfacen las necesidades más básicas aumentan sus expectativas y deseos de satisfacer otro tipo de necesidades. En primer lugar se encuentran las necesidades materiales, como comer, vivir, seguridad y vestido; es decir, todas aquellas que asegurarán su supervivencia de la manera más básica. Una vez que se hayan satisfecho dichas necesidades, los individuos buscarán el cumplimiento de necesidades psicológicas o sentimentales, en éstas se incluye la necesidad de afiliación con otras personas. Por último, una vez satisfechas las demás necesidades, el hombre se preocupará por llegar a la culminación con su autorrealización. Esto quiere decir que el individuo ya habrá desarrollado otro tipo de intereses o necesidades, es decir, las que van más allá que la mera supervivencia: las intelectuales.3

2 Se analiza únicamente este lapso, ya que los datos requeridos para llevar a cabo este estudio, específicamente en materia electoral, no están sistematizados.3 Ronald Inglehart & Scott C. Flanagan. “The American Political Science Review” The American Political Science Review 81, núm 4. (diciembre 1987): 1289-1319, http://www.jstor.org/stable/1962590 (acceso noviembre 26, 2009)

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Con base en la pirámide de Maslow, Inglehart desarrolla el argumento de que en una

sociedad en la que las necesidades básicas han sido cubiertas, es decir, los valores materiales están satisfechos, los individuos desarrollarán valores post-materiales. Los valores post- materiales son aquellos que van más allá de asegurar su supervivencia, es decir, las necesidades intelectuales y de autorrealización que menciona Maslow. La teoría del desarrollo humano y la modernización que propone Inglehart se sustenta en el argumento de que el desarrollo económico está ligado con los cambios en una sociedad, y, con algunas excepciones, ayuda a predecir los cambios en la vida cultural, social y política de un Estado.4

Inglehart argumenta que el desarrollo económico puede garantizar la industrialización de un país, la especialización, el desarrollo en la educación, el ingreso per cápita y, eventualmente, cambios sociales, políticos y culturales. Uno de los cambios sociales y culturales que se presentarán son: la equidad de género; sin embargo, en este trabajo se enfatizará en los cambios políticos. La satisfacción de los valores materiales, que se cumple con un constante desarrollo económico, conllevará a una mayor participación política, es decir, a la preocupación por valores post-materiales.

Estudios previos en la relación democracia y desarrollo económico

El primer trabajo que se tomó a consideración como estudio previo es el de James Chowing Davies, quien argumenta que una vez que la sociedad tiene garantizada su supervivencia y seguridad será más fácil determinar la dirección en la que sus instituciones políticas evolucionarán. Davis afirma que la preocupación política disminuye en una sociedad cuya principal prioridad es la supervivencia, situación que generalmente se da en los países más pobres; mientras que una sociedad que posee los medios necesarios para poder ocuparse de establecer una identidad de grupo, que le ayude a encontrar intereses en común, y que culminen en una mejora del bienestar colectivo podrán lograr que la participación política efectiva con mayor facilidad.5

En un segundo estudio se aborda la cuestión en cuanto a por qué la democracia dura más en unos países que en otros. Adam Przeworski argumenta que la democracia, la prosperidad, el crecimiento con moderada inflación y la desigualdad en descenso, además de un clima internacional favorable e instituciones parlamentarias son las condiciones ideales para que una democracia perdure. Los resultados del estudio muestran que los factores económicos en la

4 Ronald Inglehart & Wayne E. Baker. “Modernization, Cultural Change, and the Persistence of Traditional Values” American Sociological Review 65, núm.1 (febrero 2000): 19-51, http://www.jstor.org/stable/2657288 (acceso noviembre 26, 2009). 5 James Chowing Davies, “Political Psychology” International Society of Political Psychology 12, núm. 3 (septiembre, 1991): 389-420, http://www.jstor.org/stable/3791750 (acceso noviembre 26, 2009)

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sustentabilidad de las democracias son cruciales (una vez que un país alcanza un ingreso per cápita de más de $6,000 dólares anuales, la democracia subsistirá con seguridad). Asimismo, factores como las instituciones políticas y el ambiente internacional repercuten, pero en menor medida, a la supervivencia de dicho sistema6.

Un tercer trabajo de Hristos Doucouliagos y Mehmet Ulubasoglu aglomera los resultados de 81 trabajos de diversos autores acerca de la correlación entre la democracia y el crecimiento económico. El método empleado fue una meta-regresión del producto de los estimados de los trabajos previos. Los analistas concluyen que la democracia no tiene un impacto en crecimiento económico. Sin embargo, se encuentran resultados estadísticamente significativos entre la democracia y elementos como: mayor capital humano, menor inflación, más estabilidad y gobiernos duraderos7.

Ya se han presentado con anterioridad distintos estudios que incluyen o tratan el mismo tema que este trabajo pretende realizar, entre estos se encuentran el de Willibald Sonnleitner, el de David Altman y el de Linda Nuñez, José Vicente Carrasquero, Daysi Rodríguez y Alfonso Cáceres. En la siguiente sección se presentan los argumentos centrales de estos estudios y los resultados que éstos arrojaron como conclusión, para ver si dichos estudios han seguido la misma línea de investigación que este trabajo y qué resultados han obtenido.

El primero de estos estudios tiene como título “Participación electoral y desarrollo humano: apuntes metodológicos para el análisis territorial y multidimensional del voto en México y Centroamérica” y fue escrito por Willibald Sonnleitner. Este trabajo busca responder las preguntas de ¿qué relación guarda la participación electoral con el desarrollo material y humano de una sociedad? ¿Es el abstencionismo una consecuencia de la exclusión, o el resultado de una decisión conciente, una forma de protesta y de resistencia, un recurso adicional de estrategia política?8 Para solventar esta pregunta se busca probar si, como se ha mencionado anteriormente, se requieren de ciertas condiciones materiales para el desarrollo democrático de un país. Sonnleitner sostiene que la participación o, más bien, el abstencionismo se puede explicar por otros factores distintos al desarrollo socio económico, factores como la edad, el patrimonio, la religión, el género, etc.

El autor realiza pruebas metodológicas para probar la incidencia de la distribución espacial de los votos en el resultado electoral final, después analiza qué tanta incidencia tiene el índice de desarrollo humano en la participación efectiva de la población. Se concluye que no existe una causalidad directa, pues existen países cuyo IDH es bajo y tienen una alta participación electoral y países con alto IDH y una baja participación electoral. Así pues, este trabajo se extiende y aumenta el número de variables de estudio para ofrecer una explicación alternativa más completa.

Otro trabajo que se ha tomado en cuanta para este estudio es el de David Altman. Éste tiene como objetivo encontrar una correlación entre los votos obtenidos por las dos grandes coaliciones en Chile, Concertación y Alianza, y las variables socioeconómicas e institucionales 6 Przeworski, A., Alvarez, M., Cheibub, J. A., y Limongi, F.: “Las condiciones económicas e institucionales de la durabilidad de las democracias”, en La Política. Revista de estudios sobre el Estado y la sociedad, segundo semestre, 1996, pp. 89-108.7 Hristos Doucouliagos & Mehmet Ulubasoglu, “Democracy and Economic Growth: A Meta-Analysis”, Deakin University School of Accounting, Economics and Finance Working Paper Series No. 2006/04. Disponible en http://papers.ssrn.com/sol3/papers.cfm?abstract_id=1014333 (Fecha de consulta: 8 de septiembre de 2009).8 Willibald Sonnleitner, “Participación electoral y desarrollo humano: apuntes metodológicos para el análisis territorial y multidimensional del voto en México y Centroamérica”, Estudios sociológicos, núm. 75 (otoño 2007), 813-836.

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de los estados. Altman menciona que es importante conocer las motivaciones detrás del voto e identifica las variables de índole económica como modificantes de los resultados electorales. Altman no sólo afirma que los factores económicos afectan la dirección del voto, es decir, qué coalición obtendrá mayor cantidad de votos, sino que también afirma que éstos afectarán la participación electoral. Para comprobar su hipótesis, el autor realiza regresiones multivariadas y, para ellos, utiliza la cuadrática de Índice de Desarrollo Humano como variable independiente, mientras que la variable dependiente es el porcentaje recibido por las coaliciones en cada una de las unidades geográficas, es decir, en los municipios y distritos electorales.9

Altman concluye que en Chile, la coalición gubernamental, Concertación, obtiene mejores resultados electorales en los estados con mayor índice de desarrollo humano y que el bloque opositor, Alianza, obtiene mejores resultados electorales en los estados con menor índice de desarrollo humano. El autor afirma que sí existe una correlación entre la participación política y la dirección del voto con las variables económicas.

Por último se analizará el trabajo realizado por el Centro de Investigación de la Escuela de Ciencias Administrativas de Venezuela. Éste se concentra en estudiar el efecto que tiene el Índice de Desarrollo Humano en la continuidad de los partidos políticos, en el trabajo se estudian casos específicos por regiones y se utiliza evidencia electoral y socioeconómica. Se tomó en cuenta este estudio porque la continuidad de los partidos políticos depende de cierta cantidad de votos, es decir, de la participación política.

En esta investigación se consideraron las siguientes variables: IDH, regiones de Venezuela y año electoral; esto en el periodo de 1992 a 2004. Se realizó una regresión logística binaria para explicar el contexto socioeconómico del periodo determinado y encontrar una correlación entre las variables antes mencionadas y el comportamiento político electoral del país a nivel regional. La conclusión de dicho estudio es que el IDH es la variable con mayor influencia en los resultados respecto a la continuidad del partido político. Los autores de esta investigación sostienen que las estrategias partidistas deben estar basadas en construir bases institucionales que provean a la sociedad de garantías de propiedad y desarrollo, ya que el premio que le otorguen al partido será a través del voto y éste lo obtendrán si se alcanza cierto nivel de bienestar.10

Hipótesis, variables y técnicas estadísticas

El análisis busca comprender la relación entre desarrollo y crecimiento económico con los niveles de participación. Se presentan tres hipótesis principales:

H1: Existe una correlación entre entidades con altos niveles en el Índice de Desarrollo Humano y las que reportan más porcentaje de votos emitidos.H2: Existe una correlación entre las entidades con mayor PIB per cápita y las que reportan más porcentaje de votos emitidos.H3: Existe una correlación entre el crecimiento del PIB per cápita y el crecimiento del porcentaje de votación.

9 David Altman, “Redibujando el mapa electoral chileno: incidencia de factores socioeconómicos y género en las urnas”, Revista de Ciencia Política, núm. 2, (otoño 2004) 49-66. 10 Linda Núñez, José Vicente Carrasquero, Daysi Rodríguez y Alfonso Cáceres, “Índice de desarrollo humanoy continuidad de los partidos políticos en las regresiones de Venezuela”, Cuestiones políticas, núm 46. (primavera 2008).

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H3a: Existe una correlación entre el crecimiento del PIB per cápita y el crecimiento del porcentaje de votación en años de elección presidencial.

Fueron excluidas del diseño de investigación aquellas hipótesis que concernían en análisis del PIB por entidad federativa debido a la naturaleza del porcentaje de votos emitidos. Mientras que el porcentaje de votos emitidos fue obtenido con base en el padrón electoral de cada año de elección, el PIB es una puntuación bruta de una cantidad monetaria; la comparación no resultaría afortunada debido a la cantidad de población en cada entidad federativa. Asimismo, no se encontraron datos confiables del PIB per cápita de 1990 ni de 1991 para hacer la comparación; de tal suerte, se decidió suprimir ese año del estudio.

De tal forma, el Índice de Desarrollo Humano fue elegido por ser una medición que toma en cuenta la población de la entidad y engloba otros factores que podrían ser relevantes dada la literatura consultada en estudios previos como niveles de escolaridad, salud e ingreso familiar. El PIB per cápita fue una medición elegida con el fin de encontrar una variable que determine la riqueza de una entidad federativa ponderada por la población de la misma. Ambas fungen como mecanismos causales a partir de que son representativos de la generación de valores postmateriales ante panoramas económicos prósperos que incentivarían a la población de ciertas entidades federativas a participar más en los procesos políticos y, por ende, votar.

Con respecto al Índice de Desarrollo Humano, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) presentó dos metodologías en su Informe sobre Desarrollo Humano México 2002-2004 con respecto al Índice Modificado de Desarrollo Humano 1950-2000. La PNUD advierte que “para poder construir el indicador han debido hacerse ciertas modificaciones ante la ausencia de algunas variables requeridas, además de que se ha juzgado pertinente introducir el ajuste al PIB per cápita por la presencia de producción petrolera”. 11 Entre esas modificaciones se encuentran la de modificar el rango de edad en el cálculo de la tasa de asistencia de 6 a 14 y n entre 6 y 24 como propone Naciones Unidad, la de ajustar el PIB per cápita por el componente petrolero para eliminar sesgos a favor de estados productores y la calcular el índice de PIB per cápita con referencia a un máximo de 40 mil pesos de 1993 y un mínimo de mil pesos del mismo año.12

CUADRO 1. DESCRIPCIÓN DE LAS VARIABLES UTILIZADAS EN EL ANÁLISIS Y SU EFECTO ESPERADO EN LA VD

Variable dependiente

(VD)

Descripción

Aumento en la participación

política medida en participación

electoral

Porcentaje de votos emitidos con respecto al padrón electoral en las votaciones de 1994, 1997, 200, 2003 y 2006.

11 Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. Informe sobre Desarrollo Humano México 2002. "Desarrollo Humano", 60.12 Íbid., 61.

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Variables Independientes

(VI)

Descripción Efecto esperado*

Desarrollo Índice de Desarrollo Humano (2000-2004) e Índice de Desarrollo Humano Modificado (1990-2000) por entidad federativa

Aumento

Crecimiento ponderado por la población

PIB per cápita (1990-2006) por entidad federativa.

Aumento

Fuente: Elaboración propia. *En cuanto a la participación ciudadana (VD). N=32

Las técnicas utilizadas sobre H1, H2 y H3 fueron: (1) la prueba Kolmogorov-Smirnov sobre distribuciones normales y (2) la prueba de correlación de Pearson.

La información cualitativa está disponible en las páginas de Internet del (1) Instituto Federal Electoral, (2) del Gobierno del Estado de Puebla, (3) del INEGI , (4) del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados13 y de los Informes sobre Desarrollo Humano México 200214, 200415 y 2006-200716.

RESULTADOS DEL ANÁLISIS

H1: Existe una correlación entre entidades con altos niveles en el Índice de Desarrollo Humano y las que reportan más porcentaje de votos emitidos.

Part91 Part94 Part97 Part00 Part03 Part06IDHant90

Correlación de Pearson

0.322 .419* 0.327 0.276 0.211 0.110

Sig. (bilateral) 0.072 0.017 0.068 0.126 0.246 0.548N 32 32 32 32 32 32

IDHant95

Correlación de Pearson

0.289 .356* 0.254 0.223 0.156 0.063

Sig. (bilateral) 0.108 0.045 0.160 0.219 0.394 0.734N 32 32 32 32 32 32

IDHant00

Correlación de Pearson

0.315 .376* 0.284 0.254 0.190 0.083

13 Cámara de Diputados. "PIB per cápita por entidad federativa". Centro de Estudios de las Finanzas Públicas. http://www3.diputados.gob.mx/camara/001_diputados/006_centros_de_estudio/02_centro_de_estudios_de_finanzas_pub (Fecha de consulta: 25 de noviembre de 2009).14 Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. Informe sobre Desarrollo Humano México 2002. "Desarrollo Humano". http://www.undp.org.mx/spip.php?page=publicacion&id_article=256 (Fecha de consulta: 25 de noviembre de 2009)15 Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. Informe sobre Desarrollo Humano México 2004. "Desarrollo Humano".http://www.undp.org.mx/spip.php?page=publicacion&id_article=255 (Fecha de consulta: 25 de noviembre de 2009)16 Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. Publicaciones México. "PIB per capita 2006 por entidad federativa". http://www.undp.org.mx/spip.php?page=publicaciones_tema&id_mot=14 (Fecha de consulta: 25 de noviembre de 2009)

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Sig. (bilateral) 0.079 0.034 0.115 0.161 0.299 0.650N 32 32 32 32 32 32

IDH00 Correlación de Pearson

0.148 .367* .409* .373* 0.188 0.169

Sig. (bilateral) 0.418 0.039 0.020 0.035 0.304 0.355N 32 32 32 32 32 32

IDH03 Correlación de Pearson

0.133 .353* .399* .361* 0.196 0.165

Sig. (bilateral) 0.469 0.048 0.024 0.042 0.281 0.367N 32 32 32 32 32 32

IDH04 Correlación de Pearson

0.126 .350* .393* .352* 0.193 0.154

Sig. (bilateral) 0.491 0.050 0.026 0.048 0.289 0.400N 32 32 32 32 32 32

**. La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).

*. La correlación es significante al nivel 0,05 (bilateral).

Sólo con la medición nueva del IDH en el año 2000 existe una correlación débil entre éste y el porcentaje de participación (r=.373, Sig. (bilateral)= 0.035); además, existe una correlación entre el porcentaje de votos emitidos en 1994 con el IDH, medido con el antiguo proceso, de 1995 (r=0.356, Sig. (bilateral)= 0.045).

H2: Existe una correlación entre las entidades con mayor PIB per cápita y las que reportan más porcentaje de votos emitidos.

PIBpc93

PIBpc94

PIBpc97

PIBpc00

PIBpc03

PIBpc06

Part91 Correlación de Pearson

0.226 0.237 0.265 0.285 0.271 0.271

Sig. (bilateral) 0.213 0.191 0.142 0.114 0.133 0.133N 32 32 32 32 32 32

Part94 Correlación de Pearson

0.318 0.329 0.337 .377* .364* .380*

Sig. (bilateral) 0.076 0.066 0.059 0.033 0.041 0.032N 32 32 32 32 32 32

Part97 Correlación de Pearson

.364* .378* .350* .391* .393* .402*

Sig. (bilateral) 0.040 0.033 0.049 0.027 0.026 0.023N 32 32 32 32 32 32

Part00 Correlación de Pearson

0.340 0.343 0.317 0.340 0.334 0.334

Sig. (bilateral) 0.057 0.055 0.077 0.057 0.061 0.062N 32 32 32 32 32 32

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Part03 Correlación de Pearson

0.314 0.323 0.305 0.343 .373* .373*

Sig. (bilateral) 0.080 0.071 0.090 0.054 0.036 0.035N 32 32 32 32 32 32

Part06 Correlación de Pearson

0.281 0.284 0.252 0.266 0.272 0.259

Sig. (bilateral) 0.120 0.116 0.163 0.141 0.132 0.153N 32 32 32 32 32 32

La hipótesis nula no se rechaza es casi todas las entradas, con excepción de la correlación entre el PIB per cápita de 2004 y del PIB per cápita de 2003 con sus respectivos años (r= .350 Sig. 0.049 y r=.373 Sig. 0.036 respectivamente). Sin embargo, es una correlación muy débil.

H3: Existe una correlación entre el crecimiento del PIB per cápita y el crecimiento del porcentaje de votación.

Crec9497

Crec9700

Crec0003

Crec0306

Tasa94-97

Correlación de Pearson -.384* 0.099 -0.065 -0.025Sig. (bilateral) 0.030 0.588 0.725 0.894N 32 32 32 32

Tasa97-00

Correlación de Pearson 0.222 -.369* 0.326 -.414*

Sig. (bilateral) 0.222 0.038 0.068 0.018N 32 32 32 32

Tasa00-03

Correlación de Pearson 0.060 -0.074 0.320 -0.282Sig. (bilateral) 0.746 0.686 0.074 0.118N 32 32 32 32

Tasa03-06

Correlación de Pearson 0.096 -0.147 -0.013 -0.086Sig. (bilateral) 0.602 0.421 0.943 0.640N 32 32 32 32

**. La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).

*. La correlación es significante al nivel 0,05 (bilateral).La variable “Crec” se refiere al crecimiento en el porcentaje de votación y la variable “Tasa” a la Tasa de crecimiento del PIB per cápita.

Sólo hay correlación negativa entre la Tasa de Crecimiento del PIB per cápita de 1994 a 1997 muy débil. Asimismo, existe una correlación negativa débil entre la Tasa de Crecimiento del PIB per cápita de 1997 a 2000.

H3a: Existe una correlación entre el crecimiento del PIB per cápita y el crecimiento del porcentaje de votación en años de elección presidencial.

Crec9400

Crec0006

Correlación de Pearson -0.314 -0.225

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tasa94-00

Sig. (bilateral) 0.080 0.216N 32 32

tasa00-06

Correlación de Pearson -0.027 -0.083Sig. (bilateral) 0.884 0.651N 32 32

**. La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).*. La correlación es significante al nivel 0,05 (bilateral).La variable “tasa” se refiere a la Tasa de crecimiento del PIB per cápita y la variable “Crec” presenta el crecimiento en el porcentaje de votación.

No existe correlación entre la Tasa de Crecimiento del PIB per cápita y el porcentaje de votos emitidos entre los periodos de elecciones presidenciales.

Interpretación de las correlaciones positivas

Hubo cinco pruebas de correlación en las que se aceptó la hipótesis alternativa; sin embargo, la capacidad explicativa de los modelos y el nivel de significancia son, hasta cierto punto, deleznables y algunas contrarias a la teoría. Por ello, a continuación se hará una interpretación de esos resultados.

Dos pruebas que fueron significativas son referentes a la hipótesis de que a mayor IDH habrá una mayor participación. La primera de ellas fue para el año 2000, la cual arroja un r cuadrado de 0.139; sin embargo, al generar el cuadro de dispersión se observa que el Distrito Federal (9) y Coahuila (7) se comportan de forma extrema pudiendo influir en la correlación, a diferencia de los demás estados que no tienen un comportamiento visible. La segunda fue para el periodo 94, la cual arroja un r cuadrado de 0.127; sin embargo, al graficarlo se observa que existen dos conjuntos de estados y un valor extremo, el Distrito Federal. Un conjunto se agrupa con un nivel medio de IDH y, relativa, alta participación, y el otro, con una alta dispersión del IDH y baja participación; así, la diferencias de estos grupos podrían estar afectando el resultado de la correlación.

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Una prueba referente a la hipótesis de la relación entre el PIB per cápita y la participación resultó significativa, con un r cuadrado de 0.123. Sin embargo, al graficar el cuadro de dispersión, también se observa que, de nuevo, los valores extremos del Distrito Federal y Coahuila podrían estar influyendo en el estadístico, ya que el comportamiento de los otros estados no presenta una clara tendencia.

Por último, dos pruebas de la hipótesis referente a la relación entre el crecimiento económico y la tasa de participación resultaron significativas, pero con una relación inversa. Para el periodo 94-97 el r cuadrado es de -0.147, y para el periodo 97-00 el r cuadrado es de -0.136. Estos resultados son contra intuitivos, porque ninguna tesis en los estudios previos o en la literatura al respecto sugiere este tipo de relación. Por lo tanto, esta correlación puede estar determinada por factores externos al crecimiento económico, como pueden ser las preferencias de la población respecto al sistema político.

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Discusión de los resultados y contraste con estudios previos

De acuerdo con los resultados obtenidos en este estudio, se muestra que es posible que no exista una correlación entre el crecimiento económico y el crecimiento de la participación política. Los estudios de Maslow, Inglehart y Chowing muestran que cuando las personas satisfacen sus necesidades materiales y sentimentales empezarán a preocuparse por satisfacer necesidades postmateriales. Entre éstas se pueden identificar la preocupación por el tipo de gobierno y la participación en éste.

En conformidad con esta línea de argumentación, se puede concluir que en México no necesariamente aumenta la participación política cuando hay crecimiento económico; es decir, el crecimiento no genera incentivos para que los ciudadanos se preocupen por la política. La participación, por tanto, está determinada por otras variables distintas al ingreso. Sin embargo, los resultados pueden no ser representativos, debido a una mala definición e instrumentación de las variables. En otras palabras, medir el crecimiento de la participación política o de la cultura democrática sólo con el aumento de la participación de la población en las elecciones puede dejar variables fuera.

Algunas de las variables que no fueron contenidas en este estudio y que pueden ser de suma relevancia para medir la participación política son, además de los votos, la frecuencia con la que la ciudadanía contactó a un servidor público, si ésta cuenta con participación dentro de sus comunidades, si existen afiliaciones a organizaciones civiles, con cuánta participación se ha

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contado durante las campañas políticas y cuántas movilizaciones han ocurrido en un tiempo delimitado. Entonces, es posible que sí aumente la participación política cuando hay crecimiento económico, pero esta situación no se refleja solamente en las elecciones, sino en una participación más activa en la sociedad. Por lo tanto, a causa de la escasez e inexistencia de datos, el presente estudio fue limitado en su alcance y precisión.

Asimismo, la tesis de Przeworski es que una democracia perdura cuando hay crecimiento con moderada inflación, disminuye la desigualdad y aumenta la propiedad entre los ciudadanos. No obstante, su estudio no implica que estos indicadores aumenten la participación política, sólo implica que se mantenga la democracia. Es decir, en su estudio no busca una correlación entre la participación y el crecimiento. Por ende, el presente trabajo no confronta su estudio ni modifica los resultados expuestos.

Hristos & Mehmet invierten la causalidad entre participación y desarrollo. Los autores encuentran que no existe una correlación entre crecimiento económico y democracia; es decir, no hay mayor crecimiento cuando es un país democrático. Concluyen que la democracia sólo promueve el capital humano, la baja inflación, la estabilidad y la duración de los gobiernos. Por lo tanto, con estos resultados se comprueba su tesis.

Sonnleitner argumenta que la participación ciudadana no es la única variable relacionada con el crecimiento económico. En su estudio estadístico encuentra que hay países con alto desarrollo económico y baja participación; así como, países con bajo desarrollo y alta participación. Para él, la participación ciudadana es una función que. Además de incluir el crecimiento económico, considera la edad, el patrimonio, la religión y el género. De esta manera, nuestros resultados también estarían confirmando que la participación electoral no sólo es función del desarrollo económico.

La tesis de Altman es que la participación ciudadana sí está relacionada con el índice de desarrollo humano. Sin embargo, la relación consiste en que dependiendo del nivel de IDH los ciudadanos tienen cierta inclinación partidaria; es decir, que sí aumenta la participación cuando aumenta el ingreso, pero esta participación es partidaria. En otras palabras, los ciudadanos con altos niveles de IDH aumentan su participación política por ciertos partidos.

Asimismo, García-Verdú encuentra que no hay un consenso respecto al IDH como un índice para medir el desarrollo. El IDH es un ponderado simple del PIB per cápita, educación y esperanza de vida, pero las personas no le dan el mismo peso a cada indicador. Este indicador es en si mismo una medida inexacta para conocer el verdadero crecimiento. En México, mientras que el PIB per cápita tiene un comportamiento dispar entre las entidades federativas, indicadores como la educación y esperanza de vida se comportan de manera parecida. Esto provoca, según el autor, que el IDH sea una mala medición de comparación para las entidades federativas y podría afectar los resultados.

En conclusión, los resultados sí muestran que la democracia no la podemos definir únicamente mediante la participación de los ciudadanos en las elecciones, como lo hacen Shumpeter y Popper, ya que utilizar esta variable deja de lado otros factores que afectan la democratización de una sociedad.

De esta manera, no se puede concluir, absolutamente, que la cultura democrática no esté correlacionada con el crecimiento económico o el desarrollo económico. A pesar de que no se pueda llegar a conclusiones determinantes, se puede afirmar que el crecimiento económico y el desarrollo en las entidades federativas no es la única variable explicativa; en segundo lugar, existen fallas conceptuales en cuanto a las mediciones utilizadas (como IDH) y, finalmente, la participación política es un fenómeno multidimensional que responde a distintas circunstancias, condiciones e incentivos.

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