Democracia, autoritarismo y populismo en México

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Escuela de Formación y Educación Política del PRD 2021 MODULO 6: Democracia, autoritarismo y populismo en México Por Manuel Larrosa Haro

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Escuela de Formación y Educación Política del PRD 2021

MODULO 6:

Democracia, autoritarismo y

populismo en México

Por Manuel Larrosa Haro

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Índice

1. La democracia

1.1 La dimensión etimológica y la democracia como forma de gobierno

1.2 Desarrollo histórico de la democracia: de la Ciudad-Estado a los Estados Nacionales.

1.3 Definiciones mínimas de democracias

1.4 Los requisitos democráticos

1.5 Modelos de democracias

1.6 La Democracia y la participación ciudadana

1.7 La democracia en México, transición y cambio político

2. El autoritarismo

2.1 El autoritarismo una forma antigua

2.2 Una definición clásica

2.3 Autoritarismo adjetivo y sustantivo

2.4 Una tipología de los autoritarismos

2.5 Elementos del autoritarismo

2.6 Los regímenes totalitarios

2.7 Legitimidad y dominación

2.8 Democracia y autoritarismo en México

3. El populismo

3.1 Populismo y neopopulismo

3.2 El populismo y sus dificultades conceptuales

3.3 Populismo y pueblo

3.4 Las fases populistas de Frei y Kalywasser

3.5 El populismo en México

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1. La democracia

1.1 La dimensión etimológica y la democracia como forma de gobierno

El termino democracia en su dimensión etimológica está compuesta por dos

palabras de origen griego demos que significa pueblo y Kratos que significa poder.

Democracia significa así “poder del pueblo”. Por ello existe una extensa tradición en

los grandes liderazgos de la historia en apelar aristotélicamente a la idea de la

democracia, la igualdad y la libertad como los mayores valores culturales de la

política democrática:

• Benito Juárez (1858) “la democracia es el destino de la humanidad; la libertad

su brazo indestructible, la perfección posible, el fin a donde se dirige”1.

• Abraham Lincoln al final de su discurso de Wettysburg (1863), lo planteó así,

“…el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo jamás desaparezca

de la Tierra”.

• Respecto a esta forma de gobierno Winstton Churchill, quien se desempeñó

como Primer Ministro del Reino Unido de 1940 a 1945, durante la Segunda

Guerra Mundial, gravó en una de sus frases célebres, “la democracia es el

peor sistema de gobierno, a excepción de todos los demás que se han

inventado”

Como punto de partida es necesario entender que la democracia es una forma de

gobierno, y como toda forma de gobierno para su clasificación es necesario

responder dos preguntas: ¿quién gobierna? (uno, pocos o muchos) y ¿cómo

gobierna? (aquel o aquellos designados por la respuesta a la pregunta ¿quién?)2.

En la democracia el poder político es ejercido por el pueblo, diferenciándose de

otras formas de gobierno como la monarquía en la que la representación y el poder

1 Discurso “El Presidente Constitucional Interino de los Estados Unidos Mexicanos y sus Ministros a la ciudad de Guadalajara y a la Nación” el 16 de marzo de 1858. 2 Bobbio, Norberto, La teoría de las formas de gobierno en la historia del pensamiento político, México, Fondo de Cultura Económica, 2010, p. 18.

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político recaen sobre una persona, la oligarquía y la aristocracia donde estas

atribuciones recaen sobre unos pocos.

También cabe resaltar (desde ahora) que en el pensamiento clásico la idea de un

gobierno democrático suele situarse como el polo opuesto de los gobiernos

autoritarios, así como de los totalitarios (autocráticos).

1.2 Desarrollo histórico de la democracia: de la Ciudad-Estado a los Estados

Nacionales

En las Ciudades-Estado (Atenas) la idea de la democracia encuentra el origen de

su expresión en el pensamiento político antiguo con los griegos. Es necesario

mencionar que anteriormente al uso del término democracia, existió entre ellos, la

idea de otras voces que referían a determinados tipos de igualdad característicos

de su sistema político en el que la Polis, la Politika y el Polite fueron los ejes de

aquel sistema democrático.

Es necesario hacer referencia al concepto de Isonomía el cual se utilizaba para

aludir a la igualdad frente a las leyes, termino comúnmente usado como símil de

democracia. Más que un sinónimo de democracia (aunque los pensadores griegos

solían usarlo así) podemos considerar el termino como una premisa de lo que serían

los regímenes democráticos, posteriores, ya que este aludía a la igualdad entre

derechos políticos y civiles de los ciudadanos; con el paso de los siglos se añadió

la libertad como el otro componente central de la idea democrática.

Un segundo término fue el de Isegoría que aludía al derecho de usar la palabra en

la asamblea, donde “el tiempo de habla de cada ciudadano debía ser el igual para

cualquier otro ciudadano, este no debía excederse, quien lo hacía era llamado

demagogo (el que habla de más)”3. Con el paso del tiempo estas ideas formaron

partes constituyentes de las democracias.

3 Prud ‘Homme, François, "Consulta popular y democracia directa", en Cuadernos de divulgación de la cultura democrática, INE, México, 2019, p. 7.

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Pero la democracia no siempre fue catalogada en la historia como una forma de

gobierno positiva o “buena”, el filósofo griego Platón argumentaba que la

democracia era una forma de gobierno popular desbocada fácil de corromper.

Adentrándonos en el terreno de las formas de gobierno es imprescindible conocer

las aportaciones que Platón y Aristóteles realizaron en este tema. Platón distinguió

cinco formas de gobierno:

1. La aristocracia, encabezada por los mejores.

2. La timocracia, en que gobiernan los más fuertes, amantes de los cargos y los

honores inherentes a ellos.

3. La oligarquía, gobierno de los ricos.

4. La democracia, gobierno del pueblo, donde la igualdad se distribuye a los

iguales tanto como a los que no lo son.

5. La tiranía, gobierno unipersonal (por la fuerza o sin consenso).

Su clasificación sólo distinguió como forma de gobierno “buena” a la aristocracia,

mientras que a la democracia la calificó como una forma corrupta, como el propio

Platón señalaba “una sola es la forma de la virtud, mientras son infinitas las del

vicio”.

Por su parte el filósofo Aristóteles, discípulo de Platón, elaboró una tipología de seis

formas de gobierno basada en dos criterios: quién gobierna y cómo gobierna.

En primer lugar, tenemos a los regímenes “puros”:

• una sola persona: monarquía

• pocas personas: aristocracia

• muchas personas: timocracia (politia)

A su vez, según Aristóteles estos regímenes tendían a degradarse:

• la Monarquía en Tiranía

• la Aristocracia en Oligarquía

• la Politeia/timocracia en Democracia (acabar con la sociedad educada y

participativa)

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En esta tipología la democracia es considerada como una forma desviada de

gobierno. Con el paso de los siglos, el término democracia fue adquiriendo su actual

connotación positiva.

Las democracias antiguas

La primera democracia de la que se tiene registro fue instaurada en Atenas. Era una

democracia directa basa en la asamblea; en la que los ciudadanos se reunían

periódicamente para debatir y votar sobre los asuntos públicos relacionados con las

polis (ciudades-estado); no tenía un sistema claro de derechos y garantías para los

ciudadanos. Sin embargo, la ciudadanía era otorgada solo a un reducido número de

personas (lo que facilitaba su ejercicio directo), las mujeres, los esclavos,

extranjeros y trabajadores manuales eran excluidos del estatus ciudadano.

Roma durante su periodo republicano (República proviene del latín res publica ‘la

cosa pública, el Estado’ como una relación) (509 a.C.-27 a.C.) adopto el modelo

democrático. La república romana tenía una organizada división de poderes, las

leyes se llevaban a los comicios tribunados, en la que el Senado (del latín senatus

‘Consejo de los Ancianos’) era su institución fundamental; integrado en casi su

totalidad por patricios quienes era clase social fundamental de Roma.

Después de la República Romana los gobiernos democráticos en el sentido antes

descrito, virtualmente desparecieron.

La democracia en Inglaterra, Estados Unidos y Francia

Después del periodo clásico (Grecia y Roma) la democracia desaparece, y florece

casi un siglo después del inicio del periodo conocido como Renacimiento, es decir,

durante el siglo XVII como una forma de oposición a las monarquías absolutas. Este

resurgimiento democrático se adecuo a las grandes masas de población, dejando

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atrás el modelo de democracia directa, para dar paso a la democracia

representativa.

Inglaterra experimento un breve periodo de democracia entre 1649-1660, periodo

en el que la monarquía fue sustituida por un gobierno republicano, este periodo

también es conocido como interregno de la revolución inglesa. Tiempo después se

volvió a instaurar la monarquía bajo la dinastía de los Estuardos. Es hasta la

revolución de 1688 que se logra instaurar la monarquía constitucional en Inglaterra.

Los Estados Unidos de América logran su independencia del Reino de Gran Bretaña

en 1776, desde la instauración de su constitución en 1787 logra consolidarse como

la primera democracia moderna. Por su parte, Francia, tras su revolución, implantó

la democracia representativa en 1792, pero en 1804 fue remplazada por la

monarquía napoleónica; la República Francesa fue restaurada brevemente entre

1848 y 1852, y luego definitivamente a partir de 18714.

Durante los Siglos XIX y XX, el ideal democrático encarnó en dos elementos

distintivos. Uno fue el constitucionalismo, la adopción de constituciones que

limitasen el poder de los monarcas, o bien que llanamente instituyesen

repúblicas. El otro fue la lucha por la expansión del derecho igualitario al

sufragio, para que éste abarcase a toda la ciudadanía sin distinción de

escolaridad, ingreso, propiedad, género, religión o color de la piel.

Uno de los trabajos más importantes acerca del devenir histórico de la democracia

es la propuesta del politólogo estadounidense Samuel Huntington, en su obra “La

tercera ola: la democratización a finales del siglo XX”, donde señala que en los dos

últimos siglos han existido tres grandes olas de democratización, y dos contra-olas

de autoritarismo u oleadas de reflujo5.

4 Cfr. Emmerich, Gustavo y Favela, Alejandro, “Democracia VS Autoritarismo”, en Emmerich, Gustavo y Alarcón, Víctor (Coords.), Tratado de ciencia política, México, UAM-I, 2007. 5 Véase, Huntington, Samuel, La tercera ola. La democratización a finales del siglo XX, Paidós, Barcelona, 1994.

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• Primera ola democrática, 1828-1926: caracterizada por la expansión del

derecho al sufragio masculino en una treintena de naciones.

• Primera contra-ola, 1922-1942: retorno del autoritarismo y/o aparición del

totalitarismo en Europa Central, Oriental y del Sur, la Unión Soviética y

América Latina. Esta contra-ola redujo el número de 29 estados democráticos

a 12.

• Segunda ola democrática, 1943-1962: democratización en las potencias

derrotadas en la Segunda Guerra Mundial (Alemania Occidental, Japón,

Italia, Austria), en algunos países latinoamericanos, y en varias colonias

europeas que se independizaron en esa época.

• Segunda contra-ola, 1958-1975: aparición de dictaduras militares en América

Latina y en África, aunque también en Asia, a más de Grecia. De acuerdo

con Huntigton de los 36 Estados democráticos cayeron 6 de ellos.

• Tercera ola democrática, 1974 en adelante: democratización en América

Latina, Europa del Sur y Oriental, ex-Unión Soviética y varios países de África

y Asia.

1.3 Definiciones mínimas de democracias

Para adentrarse en el estudio de fenómeno de la democracia es necesario

tener una definición mínima u operacional del concepto de democracia.

Norberto Bobbio, uno de los pensadores contemporáneos más reconocidos en el

tema de la democracia, considera que "la democracia, en cuanto modalidad

contrapuesta a todas las formas de gobierno autocrático (voluntad de una sola

persona como Ley suprema), está caracterizada por un conjunto de reglas, de

carácter primario o fundamental, que establecen quién está autorizado para tomar

las decisiones colectivas y bajo que procedimientos”6.

6 Bobbio Norberto, El futuro de la democracia, Fondo de Cultura Económica, México, 1986, p.14.

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Otra de las definiciones mínimas de este concepto que ha generado gran aceptación

la proporcionó Joseph Alois Schumpeter, quien delimita el concepto en los límites

de lo procedimental, al definirla de la siguiente manera, “el método democrático es

esa conformación constitucional para llegar a decisiones políticas, en el cual

algunas personas adquieren el poder de decidir mediante una lucha competitiva por

el voto”7.

La importancia de estas definiciones mínimas radica en que a partir de ellas se

pueden desarrollar reflexiones teóricas más profundas.

Otras definiciones de Democracia:

• Hans Kelsen: para Kelsen, la democracia es la "identidad de dirigentes y

dirigidos, del sujeto y objeto del poder del Estado, y gobierno del pueblo por

el pueblo"8.

• Jean Prud- Homme: “La democracia es una forma de gobierno que debe

incluir a todos y a cada uno de los ciudadanos que conforman un grupo social

dado y, por la otra, debe admitirse el hecho de que las sociedades actuales,

complejas y que abarcan grandes poblaciones y áreas geográficas, no

cuentan con las condiciones para mantener un sistema de gobierno en el

cual todos los ciudadanos participen directamente en la toma de decisiones

políticas”9.

• Jorge Carpizo: “Democracia es el sistema en el cual los gobernantes son

electos periódicamente por los electores; el poder se encuentra distribuido

entre varios órganos con competencias propias y con equilibrios y controles

entre ellos, así como responsabilidades señaladas en la Constitución con el

objeto de asegurar los derechos humanos que la propia Constitución

reconoce directa o indirectamente”10.

7 Joseph Alois Schumpeter en Pasquino Gianfranco, Nuevo curso de ciencia política, Fondo de Cultura Económica, México 2011. 8 Kelsen, Hans, El Estado como integración: Una controversia de principio, Madrid, Tecnos, 1997. 9 Prud ‘Homme, François, "Consulta popular y democracia directa", en Cuadernos de divulgación de la cultura democrática, INE, México, 2019. 10 Carpizo, Jorge. “Concepto de democracia y sistema de gobierno en América Latina”. 2007, vol.40, pp.325-384. Disponible en: <http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0041 86332007000200003&lng=es&nrm=iso>.

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1.4 Los requisitos democráticos

Para atribuir la connotación de democrático a un régimen político es primordial que

la participación electoral sea permitida a todos los ciudadanos, al igual que los

mismos puedan ejercer una serie de acciones fundamentales para el ejercicio del

sufragio. Aquí de nuevo nos encontramos con Aristóteles quien cinco siglos a C.

enumeró una serie de principios democráticos que siguen teniendo vigencia hasta

el día de hoy, como la elección libre de los funcionarios por sufragio universal sin

restricción (o casi por razones de propiedad); alternancia en el gobierno,

insaculación de ciertos cargos, la no reelección, el juicio por jurados y la soberanía

de la asamblea de ciudadanos.

Una lista de requisitos actual y que goza de amplio consenso para la existencia y

desarrollo de un sistema democrático la realizó el politólogo estadounidense

Robert Dahl quien explica que una de las características del gobierno democrático

es la capacidad para responder las preferencias de sus ciudadanos, para que esto

suceda los ciudadanos deben tener igualdad de oportunidades en tres aspectos : 1)

formular preferencias, 2) expresar preferencias, y 3) ver sus preferencias evaluadas

de igual manera en la conducta del Gobierno11

Además de estas tres condiciones las instituciones democráticas deben asegurar el

cumplimiento de las siguientes ocho garantías institucionales:

1) Libertad de asociación.

2) Libertad de expresión.

3) Libertad de voto.

4) Elegibilidad para los cargos públicos.

5) Libertad para que los líderes políticos compitan por apoyos y votos.

6) Diversidad de fuentes de información (pluralismo mediático).

11 Véase Robert Dahl, La poliarquía. Participación y oposición, Tecnos, Madrid, 1980.

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7) Elecciones libres, justas e imparciales.

8) Instituciones que garanticen que la política del Gobierno depende de los votos.

1.5 Modelos de democracias

En el siguiente apartado conceptualizaremos la democracia directa y la democracia

representativa y sus elementos característicos.

La democracia directa

En una democracia directa es una forma de gobierno en la cual “el pueblo participa

de manera continua en el ejercicio directo del poder”12, es decir que los ciudadanos

pueden ejercer el voto de manera directa.

En este tipo de democracia el ciudadano por medio de una asamblea deliberada se

involucra directamente en los asuntos públicos, esto “supone la existencia de una

comunidad en la cual las relaciones entre los integrantes se dan "cara a cara", donde

predomina una cultura oral de deliberación, el nivel de burocratización es bajo y el

sentido del deber cívico es muy alto”13. La democracia directa se ejercía en la

antigüedad en Grecia y Roma, en la actualidad en algunos cantones suizos.

Uno de los grandes defensores de la democracia directa en el terreno filosófico-

político fue el filósofo Jean-Jacques Rousseau. “Para él, la soberanía del pueblo –

que es la base del contrato social– no puede ser alienada, dado que el acto de

delegación niega la esencia misma de la soberanía. El pueblo es libre en la medida

en que no delega el ejercicio de su soberanía en asambleas legislativas. En ese

modelo, los magistrados electos son meros agentes del pueblo y no pueden decidir

por sí mismos: de allí la insistencia en su revocabilidad en cualquier momento”14. El

modelo democrático de Rousseau puede aplicarse idealmente en comunidades con

una población pequeña.

12 Sartori Giovanni, Teoría de la democracia, Vol. I., Madrid, alianza, 1995. 13 Prud´Homme, Francois, Op. Cit., p. 24. 14Loc.cit.

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La democracia representativa

José Woldenberg señala que “la democracia moderna sólo puede ser

representativa, es decir, basarse en el principio de la representación política. El

pueblo –los ciudadanos en su conjunto– no elige de hecho, bajo este principio, las

políticas a seguir, las decisiones a tomar, sino que elige a representantes, a

políticos, que serán los responsables directos de tomar la mayoría de las

decisiones”15.

Norberto Bobbio señala que históricamente se fue consolidando el modelo de

democracia representativa a partir de los movimientos constitucionalistas de las

primeras décadas del siglo XIX a través de dos vertientes: 1) la ampliación del

derecho al voto hasta llegar al sufragio universal y, 2) el avance del asociacionismo

político que formó a los partidos políticos modernos16.

En las democracias modernas el principal medio de representación política son los

partidos políticos, los cuales son organismos que median entre el Estado y la

sociedad, siendo los principales canales de la representación democrática.

Sin embargo, esto no quiere decir que los ciudadanos no puedan influir más allá de

la elección de representantes, las democracias representativas están dotadas de

otros mecanismos que permiten que los ciudadanos puedan influir en las

determinadas decisiones públicas. El lugar que los mecanismos e instrumentos

para la participación ciudadana han adquirido en las últimas dos décadas una

presencia y una fuerza que no tuvieron en el siglo XX.

El marco de la democracia representativa se desarrolla el derecho electoral, en un

primer acercamiento al término “derecho electoral” el politólogo Dieter Nohlen

señala que el termino derecho electoral se debe entender como un “conjunto de

normas y principios que regulan el proceso electoral, compone un sistema jurídico

15 Salazar, Luis y Woldenberg, José, “Principios y valores de la democracia”, en cuadernos de divulgación de la cultura democrática, IFE, México, 2016, pág. 26. 16 Bobbio, Norberto, Estado, gobierno y sociedad. Fondo de Cultura Económica, México, 1989, p.214-218.

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particular”17. El derecho electoral se vincula de manera estricta con el sistema

político democrático, y la cualidad principal de éste es el desarrollo de elecciones

libre.

En términos descriptivos el derecho electoral es:

El conjunto de normas reguladoras de la titularidad y ejercicio del derecho de sufragio, activo y

pasivo, de la organización de la elección, del sistema electoral, de las instituciones y organismos que

tienen a su cargo el desarrollo del proceso electoral y del control de la regularidad de ese proceso y

la veracidad de sus resultados18.

Tanto en el lenguaje político como en el científico suelen emplearse como sinónimos

los conceptos de sistema electoral, derecho electoral, régimen electoral, e incluso,

ley electoral.

1.6 La Democracia y la participación ciudadana

Como señala Mauricio Merino, dentro de los sistemas democráticos, “la

participación ciudadana es la pareja indispensable de la representación política”. de

igual forma explica que la participación ciudadana en general siempre “se refiere a

la intervención de los particulares en actividades públicas, en tanto que portadores

de determinados intereses sociales”19.

La participación ciudadana trata que la ciudadanía no sólo ejerza sus derechos

políticos a través del voto y luego delegue en los representantes de los partidos

políticos la toma de decisiones, sino que se involucre en diferentes grados y etapas

en el ejercicio de gobierno, a fin de otorgar mayor eficacia a las decisiones públicas

Principales mecanismos de participación ciudadana

17 Nohlen, Dieter y Sabsay, Daniel. “Derecho electoral”, en Tratado de derecho electoral comparado de América Latina, Dieter Nohlen, Daniel Zovatto, Jesús Orozco, José Thompson (Comps.),1998, p .30. 18 Aragón, Manuel. “Derecho electoral: sufragio activo y pasivo”, en Tratado de derecho electoral comparado de América Latina, Dieter Nohlen, Daniel Zovatto, Jesús Orozco, José Thompson (comps.),1998, p. p. 178. 19Merino Mauricio, Op. Cit., p. 37-39.

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A continuación, enunciaremos las definiciones conceptuales de los cuatro

principales mecanismos de participación ciudadana más conocidos.

• Referéndum: Es el mecanismo de votación y consulta ciudadana que se

verifica regularmente y que es objeto de disciplina constitucional en torno a

la aprobación o rechazo referente a la creación, modificación, derogación o

abrogación de leyes. La figura permite que el elector comparta de manera

complementaria la facultad legislativa del Congreso para dar mayor

legitimidad a las prácticas legislativas.

• Plebiscito: Funge como instrumento de consulta directa a los votantes sobre

algún asunto de excepcional importancia en la vida colectiva que, por

comprometer el destino nacional, requiera el expreso consentimiento de los

ciudadanos.

• La iniciativa popular: Es el mecanismo de participación por el cual se

concede a los ciudadanos la facultad o derecho para presentar propuestas

de Ley ante los órganos legislativos.

• La revocación del mandato: Es un instrumento que permite interrumpir el

mandato otorgado a un determinado representante político, aunque haya

ganado su puesto en elecciones legítimas.

• La consulta popular: Mecanismo que sirve para ejercer el derecho

constitucional para votar en torno a temas de trascendencia nacional de

manera que su voluntad, vinculante conforme dicte la ley, pueda incidir en el

debate y las decisiones que adoptan los órganos representativos del Estado.

1.7 La democracia en México, transición y cambio político

Partimos de reconocer que en este país existió y funcionó eficientemente un sistema

de partido hegemónico-pragmático, tal como lo caracterizó a mediados de los años

setenta Giovanni Sartori. Ese peculiar sistema implicaba la existencia de un partido

muy poderoso, rodeado de partidos de segunda clase y favorecido por normas y

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prácticas electorales que le facilitaban el éxito en las contiendas electorales; sin

embargo, es necesario señalar que lo hizo en el marco de un sistema político

autoritario.

Desde una perspectiva histórica el cambio político en México ha sido un pacto

negociado, los momentos más importantes de esa negociación han sido entorno a

la reforma político-electoral en las cuatro estaciones que han marcado el ritmo y la

profundidad de la transición mexicana en su desarrollo político desde 1977,1986-

1987,1993-1994 y 1996; las reformas tuvieron que dar respuesta a preguntas en

muy diversos temas como: ¿Bajo qué fórmula electoral integrar el Congreso de la

Unión? ¿Cómo garantizar la representación política de la oposición? ¿Cómo

garantizar y proteger los derechos políticos ciudadanos? ¿Qué prerrogativas y

derechos necesitan los partidos políticos para una competencia justa? ¿Cómo hacer

más confiable la autoridad encargada de arbitrar la competencia electoral? ¿Quién

imparte la justicia electoral? ¿Acceso a la radio y la Tv cómo) ¿Cómo hacer comicios

verdaderamente confiables? etc., etc.

La transición política en México integra una serie de cuestiones. En primer lugar, se

refiere a un cambio político distinto al revolucionario realizado de manera gradual y

por etapas; en segundo lugar, un proceso de negociación que no ocasiono rupturas

definitivas entre los actores, y, en tercer lugar, la negociación de las “reglas del

juego”, las cuales no estaban definidas dando espacio al litigio político. Por estas

cuestiones se entiende que el cambio político en México ha sido particularmente

negociado.20

México como Nación independiente no siempre fue una democracia, durante la

mayor parte de su historia su sistema político fue de tipo autoritario. Desde 1929 y

hasta finales de la década de 1990, México fue una democracia singular: no

competitiva y sin alternancia en el poder, para algunos analistas adjetivarla como

una “dictadura de partido” es posible, sin embargo, la idea de sistema de partido

hegemónico es más precisa y justa históricamente.

20 Becerra Ricardo., Salazar Pedro y Woldenberg José, La mecánica del cambio político en México, elecciones, partido y reformas, México, Cal y Arena, 2000, p. 27.

Page 16: Democracia, autoritarismo y populismo en México

El proceso de cambio político hacia un sistema competitivo fue un proceso largo y

complejo, centrado en gran parte en la transformación de las instituciones para que

estas fueran capaces de organizar elecciones libres y justas. Por esta razón la

transición mexicana transcurrió a través de reformas electorales y de la celebración

de los comicios cada vez más equitativos buscando generar confianza entre la

ciudadanía, característica que llevo a Mauricio Merino a clasificar a la nuestra como

una “transición votada”.

La transición política mexicana es una transición bastante particular, la cual permitió

transitar de un sistema electoral no competitivo a uno competitivo, y de un sistema

de partido hegemónico a un pluripartidismo. Los cambios de esta transición se

caracterizaron por ser graduales y sucesivos, no de forma abrupta y convulsiva

como la experiencia revolucionaria.

La democracia en las experiencias latinoamericanas resulto ser un retorno de una

experiencia vivida, pero el caso mexicano difiere de estas experiencias; para México

la democracia era un fenómeno nuevo, una realidad que se necesitaba construir. El

caso mexicano es más parecido a los países de Europa del este, donde la

democracia era una experiencia política nueva.

Comúnmente el punto de partida cuando se habla de la transición política en México

el momento paradigmático es sin duda el movimiento estudiantil de 1968, en el que

el reclamo democrático en la población se hizo presente y abrumador frente a un

estado autoritario. El reclamo estudiantil no pretendía ningún tipo de privilegio, ni

ningún interés particular superior, el reclamo era la libertad, para ser más precisos

la libertad en su dimensión política y civil. El movimiento de 1968 pudo vislumbrar

la necesidad de cambiar el rumbo político del país, pero también fue un episodio

histórico marcado por el derramamiento de sangre estudiantil a causa del uso de la

fuerza y represión del Estado. Cabe mencionar al respecto que Norberto Bobbio

señala que “lo que esencialmente distingue a un gobierno democrático de uno no

democrático es que solamente en el primero los ciudadanos se pueden deshacer

de sus gobernantes sin derramamiento de sangre”21.

21 Bobbio, Norberto, Op. Cit., El futuro de la democracia, p.36.

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“Desde 1958 el modelo de las elecciones mexicanas consistió en la siguiente formula: el

partido hegemónico y sus dos aliados incondicionales, el Partido Popular Socialista (PPS) y

el Auténtico de la Revolución Mexicana (PARM); postulaban al seguro ganador, éste contaba

con todo el apoyo del aparato estatal, tanto en el nivel federal como en el local; la Comisión

Federal Electoral organizaba una simulación de competencia y el PAN se conformaba con el

papel de oposición testimonial”.22

Las elecciones presidenciales de 1976 fueron un tanto peculiares debido a que en

estas solo se registró un solo candidato por parte del PRI, este candidato era José

López Portillo. Solo hubo una campaña, una opción para los ciudadanos, dejando

al PRI como dueño del 100% de la votación.

El entramado legal que rodeaba la precaria arena electoral en ese entonces no

permitía una competencia real, no existía un espacio para que la inconformidad

encontrara representación. La arena política carecía de verdaderos partidos

políticos nacionales que dieran voz al mosaico de expresiones y movimientos que

caracterizaba al país, no existía para ellos una expresión en la política real.

La maquinaria ideológica del PRI tenia brazos muy largos que le permitían abarcar

no solo instituciones y fuerzas políticas, también había cooptado grupos

empresariales, organizaciones campesinas y diversos sectores de la clase media.

Era un entramado de interese de diversa índole capaz de controlar los tres niveles

de gobierno: estatal, federal y municipal, así como todos los cargos legislativos. En

la estructura del partido hegemónico el poder era ejercido desde el pináculo

presidencial de manera vertical.

Durante la época del partido hegemónico las reglas de la dinámica electoral no

constituían un elemento fundamental del régimen político, estas eran solo una

coraza para proteger los engranajes y estructura que permitían el funcionamiento

de la hegemonía partidaria. Una hegemonía que le permitía controlar, además de

los comicios, el sistema de partidos (financiamiento y prerrogativas) y la

representación de la oposición.

22 Becerra, Pablo, El sistema electoral y la transición a la democracia en México, Instituto Electoral del Estado de México (IEEM), Serie Breviarios de Cultura Política Democrática núm. 21, México, 2014. p. 5.

Page 18: Democracia, autoritarismo y populismo en México

Los partidos políticos en la transición

Los partidos políticos fueron un pilar fundamental en esta transición, gracias a ellos

las elecciones se convirtieron en una herramienta de cambio real. Con el avance de

la transición los partidos fueron ocupando más espacios gubernamentales y

legislativos, adquiriendo una mayor visibilidad en el sistema político y la sociedad.

Gracias a esta creciente presencia y visibilidad lograron para si un marco jurídico

más preciso con mayores derechos y prerrogativas, que les permitía tener

posibilidades reales de ganar. Estos cambios permitieron el desarrollo de un sistema

de partidos más competitivo y plural. Las exigencias partidarias se tradujeron en

mayores recursos para su organización e instrumentos que regularan la contienda

electoral de manera justa.

Pronto los partidos comenzaron a ocupar los espacios legislativos federales,

posiciones en ayuntamientos, congresos locales y gubernaturas; haciendo de la

pluralidad un elemento real en el juego democrático. La presencia de los partidos

poco a poco fue desmantelando la estructura generado por el “presidencialismo” en

todos los niveles de gobierno, trasformando el sistema de partido hegemónico a uno

pluripartidista de carácter competitivo. De esta manera la respuesta a ¿quién

gobierna? Paso de estar a manos de la estructura de un partido a las manos de la

ciudadanía.

El sistema de partidos en México se volvió más competitivo, incrementando el

potencial de los partidos convirtiéndose en agentes privilegiados del proceso

electoral. Aun con la existencia de la figura de las candidaturas independientes

estos son el canal privilegiado para componer el Congreso; debido al amplio

financiamiento y la obtención de prerrogativas y derechos estos se han convertido

en maquinarias de competencia reales; son actores de las propuestas o

modificaciones legales de todo orden de gobierno; son los verdaderos protagonistas

del equilibrio de poderes; lo que los convierte en organismos capaces de expresar

el pluralismo político real.

Page 19: Democracia, autoritarismo y populismo en México

La importancia de las reformas electorales

Las reformas electorales fueron el elemento más importante en la ruta de

democratización, debido a que estas tienen la capacidad de dar forma a la vida

política de un país. Estas van más allá de convertir votos en escaños, pues tienen

la capacidad de moldear un entorno político. Las reformas políticas en México

propiciaron una nueva integración del escenario político, principalmente dando

apertura a las corrientes de izquierda segregadas de la vida institucional, dando

oportunidad de competencia a fuerzas partidarias como:

El Partido Comunista Mexicano (PCM)

El Partido Socialista de los Trabajadores (PST)

El Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT)

El Partido Mexicano de los Trabajadores (PMT)

El Partido Social Demócrata (PSD)

El Partido Demócrata Mexicano (PDM)

La implementación de una reforma regularmente implicaba modificar tres ámbitos,

el primero de ellos era el ámbito de los órganos y procedimientos electorales; el

segundo el marco normativo sobre partidos, agrupaciones políticas, frentes y

coaliciones; en último lugar las fórmulas de integración de los órganos.

Las reformas electorales fueron uno de los puntos medulares en el cambio político

en México, para ser precisos las reformas de 1977,1986-1987,1993-1994 y 1996.

La primera de ellas fue en 1977, promovida por el entonces presidente José López

Portillo, inició el proceso de apertura gradual y controlada del régimen autoritario.

Esta reforma fue la respuesta del gobierno al conjunto de tensiones políticas,

electorales y sociales que se habían gestado entre la segunda mitad de la década

de los 60 y 1976. Los cambios más importantes que implicó esta reforma fueron los

siguientes:

Page 20: Democracia, autoritarismo y populismo en México

• Facultar a la Comisión Federal Electoral para cancelar el registro de los

partidos, esta atribución antes estaba en manos de la Secretaría de

Gobernación.

• Se definió los partidos políticos como entidades de interés público.

• Se estableció la figura del registro condicionado al resultado de las

elecciones para los partidos políticos, el cual se transformaba en definitivo al

obtener al menos 1.5% de la votación.

• Introducción de las diputaciones de representación proporcional para los

partidos minoritarios (el PRI no participaba del reparto).

La reforma de 1986 fue presentada por el entonces presidente Miguel de la Madrid.

Los objetivos de esta reforma fueron un retroceso, buscaban cerrar la ampliación

del sistema de partidos, tener un mayor control sobre la Comisión Federal Electoral,

así como establecer mecanismos de acceso del partido mayoritario a las

diputaciones de representación proporcional. Los cambios más importantes fueron

los siguientes:

• Se suprimió la vía del registro condicionado y solamente se mantuvo la del

registro definitivo.

• Se ampliaron las prerrogativas de los partidos con registro, el financiamiento

paso de ser igualitario a ser repartido con criterios proporcionales.

• Se creó el Tribunal de lo Contencioso Electoral.

• Se mantuvo el sistema mixto de la integración de la Cámara de Diputados

(300 diputados de mayoría relativa), pero se incrementó a 200 el número de

diputados de representación proporcional.

• Se estableció una cláusula de gobernabilidad para permitir que el partido

mayoritario tuviera la mayoría absoluta de la Cámara a pesar de que su

votación descendiera por debajo de 50%.

En la reforma electoral de 1993-1994 introdujeron los siguientes cambios:

Page 21: Democracia, autoritarismo y populismo en México

Introducción de los topes a los gastos de campaña, pero no se definieron las

consecuencias jurídicas.

• Se distinguió entre financiamiento público y financiamiento privado, bajo el

principio fundamental de que el público siempre debe prevalecer sobre el

privado.

• Por primera se introdujo la existencia de mecanismos de fiscalización sobre

los ingresos y los gastos de los partidos.

• Se introduce la figura de senadores de primera minoría.

• Desaparición de la cláusula de gobernabilidad en la Cámara de Diputados.

• El establecimiento de un nuevo mecanismo para la asignación de los

diputados de representación proporcional en función de la votación efectiva

alcanzada por cada partido.

La reforma electoral de 1996 buscaba ser la reforma “definitiva”. Al concluir el

proceso electoral de 1994 era evidente la necesidad de producir una nueva reforma

que terminara con los pequeños y grandes candados presentes en el marco

normativo y en las instituciones que organizaban los procesos electorales. Los

principales aspectos de esta reforma fueron los siguientes:

• Se concluyó finalmente el retiro de la representación del Poder Ejecutivo en

el Consejo General del IFE.

• Desapareció el registro condicionado de los partidos políticos, se elevó de

1.5% a 2% lo requerido para conservar el registro.

• En materia de financiamiento de los partidos se introdujo el precepto de que

los recursos públicos prevalezcan sobre los de origen privado.

• El Tribunal Electoral se incorporó al Poder Judicial de la Federación (TEPJF),

convirtiéndose en la máxima autoridad jurisdiccional en materia electoral.

• En la Cámara de Diputados se elevó el umbral para acceder a los diputados

de representación proporcional, de 1.5% a 2%.

Page 22: Democracia, autoritarismo y populismo en México

La segunda mitad de los años noventa fue, sin lugar a dudas, el escenario de

importantes cambios en el sistema político mexicano. Cambios que se dejan ver en

muy diversas esferas de la vida política, de la lucha por el poder y del ejercicio de

las responsabilidades gubernamentales. Para entender el cambio, pero sobre todo,

para explicar las causas profundas que lo han provocado, se han planteado

múltiples factores, como: la crisis económica resultado del agotamiento del modelo

económico de los años cincuenta; la modernización y urbanización de las

condiciones de vida de la población; el incremento en los niveles de educación

formal dela misma; el desarrollo de una cultura cívica participativa; la influencia de

los medios de comunicación electrónicos en la conformación de una opinión pública

crítica y exigente ante sus gobernantes; y el fin del sistema de partido casi único.

En términos generales el cambio político mexicano de los noventa ha sido producto

de la "deconstrucción" de un sistema peculiar de partidos y de la conformación del

sistema que poco a poco lo va suplantando; es un proceso de transformación entre

lo viejo y lo nuevo, pero indudablemente se trata de un movimiento político y social

simultáneo y paulatino. Para algunos investigadores la experiencia mexicana está

más identificada con la llamada liberalización política; para otros es una experiencia

singularmente mexicana.

Durante 1997 se dieron claras muestras de la superación de ese tipo de sistema de

partidos en el ámbito federal. Las reglas, las autoridades y los procedimientos

electorales acreditaron su imparcialidad y quedaron en el pasado las disputas en

torno a las prácticas legítimas del partido en el poder para triunfar en los comicios.

En ese año, el partido en el poder alcanzó menos del 40 por ciento de la votación

federal y perdió el control de la Cámara de Diputados. Finalmente, los partidos antes

ornamentales cosecharon triunfos que los colocaban ante responsabilidades de

representación política, legislativa y de gobierno muy superiores a las que habían

Page 23: Democracia, autoritarismo y populismo en México

alcanzado durante toda su historia. Todo ello, en el marco de la elección federal

intermedia más competida que ha vivido México en su historia reciente23.

Los cambios en el régimen político fueron graduales, pero profundos, desde las

elecciones de 1997 el centro de la competencia electoral giro en torno a tres grandes

partidos PRI, PAN, PRD. Los cambios producidos en los últimos treinta años

permitieron que en la última elección del Siglo XX se produjera la derrota del PRI en

la elección presidencial, considerada como la auténtica prueba de la transición.

La alternancia en la Presidencia llegó acompañada de un fenómeno conocido en la

elección de 1997 “el gobierno dividido”, fenómeno en el que el partido del presidente

no cuenta con la mayoría absoluta en una o ambas cámaras del Congreso de la

Unión. En el caso del sexenio foxista el PAN se encontraba en una condición

minoritaria en las dos cámaras, dejando al presidente sin capacidad de construir

acuerdos con los partidos de oposición, situación que desemboco en una parálisis

gubernamental. Estas condiciones de gobierno dividido se acentuaron para la

siguiente mitad del sexenio foxista 2003 -2006.

La elección presidencial de 2006 dejo varias secuelas que permearon hasta la

elección presidencial de 2012, la duda del “fraude” y la guerra sucia mediática

entorno al candidato del PRD, Andrés Manuel López Obrador, crearon un alto nivel

de polarización entre el PAN y el PRD, sin embargo, el proceso electoral de 2012

trajo consigo una nueva alternancia en la Presidencia, el regreso del PRI. Este

retorno continuaba con la característica de los últimos periodos presidenciales de

un gobierno sin mayoría absoluta.

Entre 2007-2008 se llevó a cabo una reforma electoral constitucional, la cual

establece el modelo de comunicación política vigente, para los partidos políticos en

nuestro país. En términos generales esta reforma abarco tres ejes24:

1) La disminución del gasto de las campañas electorales,

23 Larrosa, Manuel, “Los procesos electorales en los estados: aspectos institucionales y la distribución del poder político”, en Anuario Elecciones y partidos políticos en México 1997, 2001, p. 109. 24 Alanís, María, “Reforma Electoral 2007-2008: Fortaleciendo la justicia electoral en Justicia y Sufragio”, en Justicia y Sufragio, revista especializada en derecho electoral, semestre junio-noviembre, México, 2008, p. 9-10.

Page 24: Democracia, autoritarismo y populismo en México

2) El fortalecimiento y de atribuciones y facultades de las autoridades electorales

federales, y

3) El diseño de una nueva forma de acceso de los partidos políticos a los medios

masivos de comunicación (radio y televisión).

Esta reforma es creada a partir de la experiencia de la a la crisis político-electoral

de 2006, la cual dio a relucir la necesidad de una legislación más rigurosa con

respecto a la regulación y administración de los tiempos que el Estado otorgaba en

radio y televisión para fines electorales. En 2007 se eleva a rango constitucional la

prohibición de las campañas negativas, tras modificar el artículo 41 en el que se

menciona que la propaganda política difundida por los partidos y candidatos debe

abstenerse de calumnias.

La reforma electoral de 2014 modificó cerca de 30 artículos constitucionales en

materia electoral, esta reforma condensa en cierta medida los conflictos que

caracterizaron las elecciones presidenciales de 2006 y 2012, donde sus resultados

fueron impugnados, y en ambos procesos se acusó al Instituto electoral de ser

cómplice de fraude. El objetivo principal de la reforma fue la creación de un Instituto

Nacional Electoral que sustituyera al Instituto Federal Electoral como máxima

autoridad en el plano electoral.

Además, el marco normativo estableció un control de mando vertical, pues según el

artículo 41 constitucional en concordancia con La Ley General de Instituciones y

Procedimientos Electorales (LEGIPE), el Consejo General del INE cuenta con

nuevas atribuciones o facultades respecto de la realización de los procesos

electorales locales las cuales son:

• La asunción directa de la realización de las actividades propias de la función

electoral que corresponden a los órganos electorales locales;

• la delegación, en los órganos electorales locales, de las atribuciones

relacionadas con la organización electoral, sin perjuicio de reasumir su

ejercicio directo en cualquier momento; y

Page 25: Democracia, autoritarismo y populismo en México

• la atracción a su conocimiento cualquier asunto de la competencia de los

órganos electorales locales, por su trascendencia o para sentar un criterio de

interpretación.

Las elecciones presidenciales de 2018 trajeron consigo una nueva alternancia en el

poder, donde por primera vez un partido de izquierda ganaba las elecciones, el

triunfo de la coalición Juntos Hacemos Historia” integrada por Morena, PT y PVEM.

A diferencia de los gobiernos presidenciales anteriores este arrancaba con la

mayoría en ambas cámaras.

Momentos que marcaron el proceso de la transición democrática

La transición a la democracia no es solo una coyuntura especifica en un momento

determinado, la transición es un proceso histórico, que, de acuerdo a diversos

autores, comenzó a partir de la reforma 1977 y encontró su primera estación

alternante en 1997 con la pérdida dela mayoría absoluta de la Cámara de Diputados

y la alternancia en la presidencia en el año 2000; hasta llegar en 2018 por primera

vez logra la presidencia un candidato de izquierda.

A continuación, enunciamos una serie de momentos que marcaron la historia

democrática de México a lo largo del siglo XX y principios del XXI.

• 1968: Movimiento estudiantil y matanza de Tlatelolco.

• 1977: Reforma electoral con la que comienza la apertura a la oposición real.

• 1988. Triunfo de Carlos Salinas de Gortari en el contexto de “la caída del

sistema de cómputo”.

• 1989: El PAN gana la primera Gubernatura (Baja California).

• 1989: Creación del Partido de la Revolución Democrática (PRD con el

registro del PMS).

• 1990: Se crea el Instituto Federal Electoral (IFE) y Tribunal Electoral Federal

(TRIFE).

Page 26: Democracia, autoritarismo y populismo en México

• 1992. Se eleva a rango constitucional la protección y defensa de los derechos

humanos en México.

• 1996: La reforma electoral que otorga autonomía al IFE (sala de la escena el

Secretario de Gobernación como titular del IFE).

• 1997: El PRI pierde la mayoría en la Cámara de Diputados, por primera vez

desde 1946.

• 2000: Primer gobierno de alternancia, Vicente Fox candidato del PAN gana

la presidencia.

• 2002: Se crea el Instituto Federal de Acceso a la Información Pública (IFAI).

• 2007: Reforma electoral que establece el modelo de comunicación política

vigente, para los partidos políticos.

• 2014: Reforma electoral que trasforma al IFE en el INE.

• 2018: Las elecciones más grandes de la historia, el triunfo del primer

gobierno de izquierda, López Obrador.

2. El autoritarismo

2.1 El autoritarismo una forma antigua

El autoritarismo es la forma más antigua de ejercer el poder, mucho antes que la

democracia, igual de antigua es la formación de elites (grupos selectos y

minoritarios de personas). Es conocido que, a lo largo de la historia y el desarrollo

de la civilización, ha existido la formación de elites dirigentes con privilegios sociales

capaces de imponer obediencia total hacía un grupo determinado de personas

(súbditos), es decir que desde hace miles de años de forma natural, los seres

humanos han aceptado, entre intermitentes excepciones, coexistir en un entorno de

dominación de carácter autoritario a través de formas muy variadas, en las que la

elite se sobrepone por encima de la población.

Page 27: Democracia, autoritarismo y populismo en México

2.2 Una definición clásica

El politólogo italiano Giovanni Sartori menciona que

el vocablo “autoritarismo” deriva de “autoridad”, la cual es una palabra latina muy antigua y

nunca ha sido (al menos desde hace varios últimos decenios) un término peyorativo. A través

de los siglos, la autoridad ha sido un término bueno, elogioso. Hoy, en cambio autoritarismo

es una palabra despectiva, e indica exceso y un abuso de autoridad, en realidad indica una

autoridad opresiva que aplasta la libertad25.

El autoritarismo es una forma de gobierno no democrática, en la distinción clásica

de los tipos de régimen los no democráticos suelen clasificarse en dos categorías,

estas son: regímenes autoritarios y regímenes totalitarios. Una de las definiciones

usualmente más aceptada entre los estudiosos de este tema, es la proporcionada

por el politólogo español Juan Linz, quien construye esta definición a partir del caso

de las España franquista, sin embargo, resulto tener aplicabilidad para diversos

regímenes autoritarios. De acuerdo con Linz los regímenes autoritarios son:

Sistemas de pluralismo político limitado, cuya clase política no da cuenta de su propia labor,

que no se basan en una ideología guía articulada, sino que están caracterizados por

mentalidades específicas, donde no existe una movilización política capilar y en gran escala,

salvo en algunos momentos de su desarrollo, y en los que un líder, a veces un pequeño

grupo, ejerce el poder dentro de límites mal definidos a nivel formal, pero de hecho bastante

predecibles26.

Los sistemas democráticos liberales son sistemas políticos que integran como

elementos característicos, la libertad, la igual y la participación, donde el poder es

distribuido y no concentrado en un individuo o grupo, y sus ciudadanos adquieren

derechos y obligaciones. Como veremos a lo largo de este apartado al contrario de

la democracia el autoritarismo se presenta en múltiples formas, la cual una de sus

formas más extremas es el llamado totalitarismo, donde la categoría de ciudadanos

es remplazada por súbditos, a su vez estos quedan desposeídos de cualquier

derecho político real.

25 Sartori, Giovanni, Teoría de la democracia, Vol. I, Madrid, Alianza,1995, p.229 26 Linz, Juan citado en Pasquino, Gianfranco, Nuevo curso de ciencia política, Fondo de Cultura Económica, México, 2011, p.

Page 28: Democracia, autoritarismo y populismo en México

2.3 Autoritarismo adjetivo y sustantivo

Como señala Mario Stoppino27 el adjetivo y sustantivo que derivan de

“autoritarismo” se emplean en tres contextos:

• Estructura de los sistemas políticos: en esta tipología los sistemas políticos

se suelen llamar autoritarios a los regímenes que privilegian el aspecto del

mando y menosprecian de un modo más o menos radical el del consenso,

concentrando el poder político en una sola persona o en un solo órgano y

restando valor a las instituciones representativas.

• Las disposiciones psicológicas: se habla de personalidad autoritaria para

indicar un tipo de personalidad formada por diversos rasgos característicos y

centrada en la unión de dos actitudes: a) la disposición a la obediencia, y b)

la disposición a tratar con arrogancia y desprecio a los inferiores jerárquicos.

• Las ideologías políticas: son ideologías que niegan de una manera más o

menos decidida la igualdad entre seres humanos, ponen el mayor hincapié

en el principio jerárquico. Propugnan formas de regímenes autoritarios y a

menudo exaltan algunos elementos de la personalidad autoritaria como si

fueran virtudes.

2.4 Una tipología de los autoritarismos

27 Stoppino, Mario, “Autoritarismo”, en Bobbio, Norberto, Diccionario de Política, México, Siglo XXI, 1988 p. 125 -136.

Page 29: Democracia, autoritarismo y populismo en México

En la categoría de los regímenes autoritarios Linz nos presenta a partir de lo que él

considera como las tres dimensiones centrales, pluralismo limitado, participación

limitada, mentalidades; una tipología ideal de estos regímenes28:

1. Tipo burocrático militar: Un régimen que no dispone de instituciones

complejas, corporativismo, ni un partido capaz de reclutar a la elite y canalizar

su participación. Linz lo clasifica como “paradigmático” por su alejamiento

tanto de los sistemas democráticos como de los sistemas totalitarios. Es

dirigido regularmente por militares que carecen de carisma, tiene una

orientación mental burocrático militar.

2. Corporativismo autoritario: esencialmente es un procedimiento de

representación de intereses dispuesto por el Estado. Bajo un esquema de

resolución de conflictos institucionalizados que permite a representación de

intereses sociales, pero limitando a su vez los conflictos. Esta tipología sirvió

como alternativa ideológica en las sociedades que no podían gobernarse

mediante medios tecnocráticos autoritarios debido a la complejidad que

presentaban sus estructuras económicas y sociales.

3. Régimen autoritario de movilización en sociedades posdemocráticas:

esta tipología se diferencia de las otras por que intenta generar una

identificación afectiva entre gobernados y gobernantes autoritarios por medio

de formas más emocionales de legitimación. Por medio de mecanismos

plebiscitarios de participación busca asegurar el respaldo de las masas. Son

regímenes menos pluralistas, más ideológicos y participativos que las dos

tipologías mencionadas anteriormente. Tratan de compensar la limitación de

participación individual a través del ejercicio de participaciones controladas.

Toman una postura más abierta que conservadora.

4. Regímenes de movilización poscolonial: son una variante del África

poscolonial que surge a partir de la debilidad de la autoridad tradicional.

Diversos líderes de los Estados asimilaron que la única forma poder controlar

las divisiones étnicas, lingüísticas y religiosas de la población, así como

grandes diferencias económicas existentes entre las zonas urbanas y

28 Ibídem, p. 86.

Page 30: Democracia, autoritarismo y populismo en México

rurales, y lograr exitosamente la formación de una nación era por medio de

un ejercicio del poder de forma autoritaria. En gran parte de esto régimen los

golpes militares son elemento común.

5. “Democracias” raciales y étnicas: es un concepto que puede sonar

paradójico, pero este hace referencia a regímenes que le conceden a un

grupo étnico minoritario (definido racialmente), la participación en los

procesos democráticos, excluyendo a otros grupos étnicos de los derechos

democráticos, desembocando en lo que podría denominarse una

“democracia racial”.

6. Regímenes imperfectamente totalitarios y regímenes pre-totalitarios: la

primera categoría de esta tipología designa a los sistemas en los cuales

existieron tendencias hacia la formación de un régimen totalitario, peor fueron

detenidas, pero sus líderes siguen siendo un factor importante en el ejercicio

del poder. Por su parte los regímenes pre-totalitarios son aquellos que se

encuentran en una fase de transición hacia el establecimiento de un sistema

totalitario.

7. Regímenes autoritarios pos totalitarios: estos son la fase tardía de los

regímenes comunistas en Europa.

2.5 Elementos del autoritarismo

De acuerdo con Linz el autoritarismo presenta cuatro elementos fundamentales: 1)

pluralismo limitado, 2) ideología desarticulada, 3) no hay movilización de masas, y

4) limites mal definidos del ejercicio del poder.

Pluralismo

Para estos regímenes el pluralismo político se encuentra limitado, las

organizaciones que ejercen el poder político son contadas, se legitiman por medio

de un líder, y entre sus esferas no existe una competencia visible. Como el mismo

Linz señala este pluralismo limitado es el principal elemento característico

Page 31: Democracia, autoritarismo y populismo en México

delimitante entre la democracia y los regímenes totalitarios29. Por pluralismo político

limitado debe entenderse que no existe en la sociedad una variedad de opiniones y

posiciones políticas, y de existir estas son reprimidas.

La representación es un monopolio al no existir una competencia electoral real entre

ellas. El pluralismo que existe en estos regímenes se limita a la existencia de

algunas organizaciones políticamente relevantes, que no compiten, esto debido a

que existe una distribución del poder.

Las instituciones como las militares, la iglesia, la burocracia, y en su caso algunas

asociaciones, así como los espacios de acción políticos y sociales dependen de si

los dirigentes los consideran admisibles o tolerables, su funcionamiento reproduce

una serie de mecanismos y procedimientos de carácter autoritario. Cabe destacar

que, en este tipo de regímenes, el poder fluye de arriba hacia abajo. La devoción al

líder y al régimen constituyen los criterios más importantes cuando se tiene que

elegir algún dirigente para alguna de estas organizaciones.

El pluralismo que existe entre los regímenes democráticos y autoritarios de ninguna

forma es comparable. El pluralismo en los regímenes democráticos se caracteriza

por ser ilimitado, competitivo, responsable. Es posible que en la práctica puedan

existir ciertas desviaciones en los elementos antes mencionado, sin embargo, la

libre competencia y una reglamentación justa, que no otorgue ningún tipo de ventaja

para nadie, podrá equilibrar este desvió.

La ideología

Los regímenes autoritarios no tienen una ideología precisa, cada uno puede

presentar grandes diferencias, las cuales se consolidad a través de un conjunto de

tradiciones políticas sociales, culturales y religiosas, Linz señala que es más preciso

hablar de mentalidades que de ideologías, esto de debido a que las ideologías son

29 Linz, Juan, “El régimen autoritario”, en Sánchez de la Barquera y Arroyo, Herminio (edit.), Antologías para el estudio y la enseñanza de la ciencia política. Volumen II: Régimen político, sociedad civil y política internacional, México, UNAM, 2017, p. 84.

Page 32: Democracia, autoritarismo y populismo en México

reflexiones y las mentalidades son predisposiciones psíquicas30. Este tipo de

regímenes imponen todo un sistema de mentalidades, podríamos decir que un poco

flexibles si lo comparamos con un régimen totalitario donde las ideologías tienden a

ser más rígidas; en un régimen democrático las ideologías no se imponen y mucho

menos de una manera oficial, existe un entorno tolerante ante la diversidad

ideológica.

El autoritarismo y las masas

Los regímenes autoritarios en sus distintas modalidades, no poseen la capacidad

de organizar y movilizar a las masas, debido a que al establecerse éste despolitiza

a las masas, la intervención política que realiza en la esfera social es muy poco

perceptible.

El poder, liderazgo y límites

El ejercicio del poder político en los regímenes autoritarios se caracteriza por

ejercerse de manera unipersonal por un líder a menudo carismático, pero a lo que

se cree en realidad el líder representa el punto de equilibrio que aceptan todas las

organizaciones que la integran, no es la voluntad de solo un grupo de ellos. Por esta

razón al ejercer su poder las limitantes que establecen los grupos que lo rodean.

Aun así, en la mayoría de estos regímenes su funcionamiento depende de la figura

de su líder, el cual debe tener la capacidad de responder a las crisis casi siempre

apoyado en su carisma.

Esta dependencia entre régimen y líder suele ser tan fuerte que su falta deriva casi

siempre en una crisis y posteriormente su eventual caída. Por esta razón la sucesión

en los regímenes autoritarios siempre suele ser complicada. Existen determinados

regímenes autoritario que cuentan con la estructura de un partido único, este partido

suele ser el único instrumento para adquirir y ejercer el poder; la sucesión en este

tipo de regímenes suele ser menos complicada.

30Ibídem, p.84.

Page 33: Democracia, autoritarismo y populismo en México

2.6 Los regímenes totalitarios

Los regímenes totalitarios pueden ser clasificados en pro-capitalistas o comunistas,

ejemplos de los regímenes pro-capitalistas son: el fascismo, el nazismo y el

franquismo. En el lado de los regímenes comunistas tenemos de ejemplo: el

estalinismo en Rusia, la Unión Soviética continuó teniendo un régimen totalitario

hasta 1991 (su caída); y el maoísta en China que fue claramente totalitaria desde

que Mao Tse-Tung (también llamado Mao Ze Dong) fundó el régimen en 1949 hasta

su muerte en 1976; posteriormente sus sucesores continuaron aplicando políticas

totalitarias.

Actualmente existen dos naciones que podrían clasificarse dentro de los regímenes

totalitarios, la primera es Corea del Norte gobernada desde 1949 hasta 1994 por

Kim Il Sung (el Gran Líder) y posteriormente por su hijo Kim Jong-Ily (el querido

líder); y Cuba gobernada desde 1959 por Fidel Castro hasta su eventual muerte en

2016, al poder lo sucedió su hermano Raúl Castro.

El concepto de régimen totalitario es muy controvertido sobre todo en su uso

ideológico en contra de los regímenes comunistas. El termino se comenzó a utilizar

por los opositores del fascismo italiano, pero para ser precisos el régimen de

Mussolini nunca llego a consolidarse como un régimen totalitario, más bien entra en

la categoría de un régimen autoritario.

Los regímenes totalitarios se caracterizan por una serie de elementos que los

diferencian de los regímenes autoritarios como son:

1. Extinción completa del pluralismo no solo en su dimensión política.

2. Su ideología se caracteriza por ser demasiado rígida.

3. Estos movilizan a las masas de manera frecuente e intensa, desde arriba.

4. Control de medios de comunicación, esta es el mejor aliado ante el

nacimiento de cualquier tipo de oposición.

Page 34: Democracia, autoritarismo y populismo en México

5. Eliminan los confines entre lo público y lo privado, obligando a su población

a pasar el mayor tiempo posible dentro de actividades políticas.

6. Control centralizado de todas las organizaciones políticas, sociales,

culturales.

7. Teme frecuentemente su caída o derrocamiento, por lo cual crea una policía

secreta.

8. El líder de un régimen totalitario no encuentra límites a la arbitrariedad de su

poder.

9. Recurrentemente hace uso del terror político.

10. Cuentan con la estructura de un partido único el cual es la herramienta

principal para el ejercicio del poder.

11. La subordinación total de las fuerzas armadas al poder político.

12. La construcción de campos de concentración.

2.7 Legitimidad y dominación

El sociólogo alemán Max Weber a lo largo de sus estudios teóricos e históricos

conceptualizo los diversos tipos de legitimidad: 1) la legitimidad tradicional, 2) la

legitimidad carismática, y 3) la legitimidad racional -legal.

La tipología legitimidad tradicional, se caracteriza por una relación en la que los

dominados aceptan la autoridad de los dominadores por “costumbre”, sin cuestionar

si esta dominación es justa y necesaria. Dentro de esta primera tipología se

engloban las modalidades históricas de gobierno autoritario que enunciare a

continuación:

1) Las monarquías absolutas: esta modalidad es una de las más frecuentes a

lo largo de la historia, está basada en una sucesión de carácter dinástica, y

concentra el poder político en una sola persona. Muchas de estas

monarquías evolucionaron hacia una monarquía constitucional.

Page 35: Democracia, autoritarismo y populismo en México

2) Las aristocracias y las oligarquías: en esta modalidad un grupo muy reducido

de personas controla el sistema político, las elites son capaces de existir en

diversos países democráticos.

3) Las teocracias: en esta modalidad son sacerdotes quienes ejercen

directamente el gobierno, o ejercen algún tipo de control.

4) Las gerontocracias: es una modalidad en la que el poder es ejercido por los

ancianos.

La tipología de la legitimidad carismática encuentra su base en la creencia de que

líder o gobernante posee facultades extraordinarias casi sobre humanas

acompañada de un gran apoyo popular. Esta tipología se caracteriza por ejercer el

poder de manera unipersonal y autoritario. A lo largo de la historia las guerras y las

diversas revoluciones, han sido un campo fecundo para el surgimiento de este tipo

de líderes, inclusive las monarquías comenzaron con la aparición de un líder

carismático que después comenzó a heredar el poder a sus descendientes de

manera tradicional.

La tercera modalidad que conceptualiza Weber es la legitimidad racional-legal la

cual se caracteriza por legitimar el ejercicio del poder por una persona o institución

en virtud de las normas o leyes formales, como lo señala el mismo Weber “está

basada en la creencia de las ordenaciones estatuidas de los derechos de mando de

los llamados por esas ordenaciones a ejercer la autoridad”. La obediencia se exige

en autoridad al cargo o posición que enviste a la persona.

En el otro extremo de la conceptualización, Weber conceptualizo las formas de

dominación no legítimas, en la cual la autoridad es aceptada por la fuerza y la

violencia. Dentro de esta tipología se encuentran los gobiernos invasores y las

dictaduras militares, cuando las fuerza armadas ocupan el gobierno. Estas formas

predominantemente se desarrollaron en América Latina a principios del siglo XX.

2.8 Democracia y autoritarismo en México

Page 36: Democracia, autoritarismo y populismo en México

El sistema de partido hegemónico y la presidencia de la República

Daniel Cosío Villegas en su obra el sistema político mexicano concluyó que,

las dos piezas principales y características del sistema político mexicano son un poder

ejecutivo —o, más específicamente, una presidencia de la República— con facultades de

una amplitud excepcional, y un partido político oficial predominante31.

El Partido Revolucionario Institucional (PRI) denominado partido hegemónico

dominó el sistema político mexicano por más de 70 años, fue encargado de controlar

el acceso al poder junto con el presidente de la República en turno; en ese contexto,

la participación de la oposición partidaria era permitida en las elecciones, pero esta

no tenía posibilidades reales de vencer al partido en el Gobierno. Controlaba todas

las estructuras políticas del país como son: los municipios, las gubernaturas, el

Congreso federal y los congresos estatales y desde luego, la Presidencia de la

República. El sistema de partido hegemónico ejercía el control político a través de

diferentes canales, uno de elementos que caracterizaba al régimen político era su

capacidad de dar beneficios, permisos, cargos públicos, viviendas, dinero, poder,

etc. Siempre a cambio de apoyo político, distribuidos a través de redes y canales

clientelares, al igual que bienes de carácter simbólico por medio del uso del

nacionalismo.

Las facultades meta constitucionales del presidente

A lo largo de la historia de México, con algunas excepciones, se ha caracterizado

por tener un sistema de gobierno presidencial. También a lo largo de la historia

presidencial, como señala Fernando Serrano la presidencia de la República

acumulo u arsenal de facultades que no están explicitas en la Constitución, que por

mucho tiempo formaron parte del contexto cultural y político del país. Estas

facultades o atribuciones se denominaron como “metaconstitucionales”32.

31 Cosío, Daniel, El sistema político mexicano, cuadernos de Joaquín Mortiz, México,1974, p. 21. 32 Serrano, Fernando, Facultades metaconstitucionales del poder ejecutivo en México, México, UNAM, Serie estudios jurídicos No 33, 2006, p. 5.

Page 37: Democracia, autoritarismo y populismo en México

Uno de los rasgos distintivos del sistema autoritario era la concentración del poder

en la figura del presidente, fenómeno mejor conocido como el presidencialismo.

Jorge Carpizo señaló que el presidencialismo en México denomina la dinámica del

SPM en el modelo de pesos y contrapesos del régimen en las decisiones políticas

en el periodo citado, gracias a que la institución presidencial pudo hacer uso de

facultades constitucionales y metaconstitucionales que le otorgaron al presidente

poderes por encima de los demás órganos del Estado33.

Jorge Carpizo menciona que el titular del Ejecutivo Federal tiene múltiples

facultades que son otorgadas por la Constitución, las leyes ordinarias o el sistema

político34.

Algunas facultades otorgadas por la Constitución señaladas en su artículo 89 son:

La promulgación y ejecución de las leyes que expida el Congreso.

• Los nombramientos y remociones de secretarios de Estado.

• Nombrar, con aprobación del Senado, a los Coroneles y demás oficiales

superiores del Ejército, Armada y Fuerza Aérea Nacionales.

• Preservar la seguridad nacional.

• Dirigir la política exterior y celebrar tratados internacionales.

• Convocar al Congreso a sesiones extraordinarias.

Facultades otorgadas por el sistema político (metacosntitucionales):

• Su papel como jefe de partido.

• La designación de su sucesor.

• La designación de gobernadores.

• La anulación del Poder Legislativo y/o del Poder Judicial.

33 Jorge Carpizo en Sistema de información Legislativa, Diccionario de términos parlamentarios. Disponible en http://sil.gobernacion.gob.mx/Glosario/definicionpop.php?ID=188 34 Cfr. Carpizo, Jorge, El presidencialismo mexicano, Siglo XXI, México, 2004.

Page 38: Democracia, autoritarismo y populismo en México

Todos estos rasgos se modificaron a partir de finales del siglo XX donde el partido

hegemónico dejo de monopolizar el acceso al poder, debido a que se generó una

mayor competitividad por parte de la oposición en el sistema de partidos, aunado

con los movimientos sociales, las limitaciones de las políticas económicas y el

debilitamiento del régimen autoritario.

Del Frente Democrático Nacional al Partido de la Revolución Democrática

Como relata José Woldenberg35 uno de los acontecimientos que trastocó el

desmoronamiento del partido oficial ocurrió en 1987 cuando un grupo de militantes

del propio partido (el PRI) encabezados por Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz

Ledo; dos políticos priistas destacados, el primero hijo del presidente de la

República más popular del siglo XX y el otro, expresidente nacional del PRI y

miembro destacado de varios gabinetes presidenciales, ellos plantearon la

necesidad de reabrir cauces para que los militantes pudieran participar en la

elección del candidato a la Presidencia de la República. A su grupo se le conoció

como la Corriente democrática, que buscó revindicar el carácter popular y nacional

que originalmente distinguió al PRI.

Dicha necesidad fue planteada el seno de la XIII Asamblea Nacional, la respuesta

que obtuvieron fue una rotunda negación de estas pretensiones. Tiempo después

de la manifestación de las intenciones de esta corriente, fue elegido como candidato

Carlos Salinas de Gortari.

La corriente dirigida por Cárdenas y Muñoz Ledo abandonaron el partido y tiempo

después Cárdenas fue postulado por el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana

(PARM). Más tarde se adherirían otros partidos pequeños, el Partido del Frente

Cardenista de Reconstrucción Nacional (PFCRN), y el Partido Popular Socialista

(PPS). Cabe destacar que también por primera vez PPS y el PARM partidos que

35 Cfr. Woldenberg, José, Historia mínima de la transición a la democracia, El Colegio de México, México,

2012.

Page 39: Democracia, autoritarismo y populismo en México

eran una oposición de carácter ficticio no apoyaron la candidatura de Salinas de

Gortari.

Al otro lado de la arena electoral el Partido Mexicano Socialista (PMS); el cual

representaba la fusión del Partido Mexicano de los Trabajadores (PMT), el Partido

Patriótico Mexicano, el Movimiento Revolucionario del Pueblo y la Unidad de

Izquierda Comunista; lanzo la candidatura a la presidencia de Heberto Castillo

Martínez. Tiempo después ante el exponencial crecimiento de la candidatura de

Cárdenas, Heberto Castillo al ver su candidatura estancada el mismo declino a favor

de la candidatura de Cárdenas, a pesar de haber realizado criticas bastante fuertes

por el pasado priista de Cárdenas al PRI, de esta forma el PMS se adhirió a la

candidatura de Cárdenas.

Así es como estos cuatro partidos formaron el Frente Democrático Nacional (FDN)

en torno a la candidatura de Cárdenas. Estos partidos presentaron una candidatura

común a la Presidencia, pero no forjaron una coalición total decir, aquella que

postulara a todos los cargos de elección a los mismos candidatos, impidiendo que

el FDN se viera más beneficiado por la fuerza de la candidatura de Cárdenas.

Las elecciones se celebraron el 6 de julio de 1988, la jornada electoral transcurrió

con normalidad, pero a la hora que le correspondía a la Comisión Federal Electoral

ofrecer los resultados preliminares, este no pudo realizarse por una “caída del

sistema”, llenando de incertidumbre los resultados electorales. Tras la incertidumbre

del fraude aquella noche los tres candidatos que representaban la oposición

Cuauhtémoc Cárdenas, Manuel Clouthier y Rosario Ibarra de Piedra leen en la

Secretaria de Gobernación el documento” Llamado a la legalidad “advirtiendo que

no aceptarán los resultados ni reconocerán a las autoridades que provengan de

hechos fraudulentos. Después de la medianoche, Jorge de la Vega (entonces

Dirigente Nacional del PRI) proclama el triunfo de Carlos Salinas de Gortari como

“rotundo, contundente, legal e inobjetable”.

Los llamados a manifestarse por parte del FDN, para la defensa del voto y

elecciones limpias no se hicieron esperar. Era la primera vez que se observaban

grandes manifestaciones por motivos electorales. Para muchos sectores de la

Page 40: Democracia, autoritarismo y populismo en México

sociedad los comicios federales de 1988 habían sido un fraude por lo que miles de

ciudadanos salieron a las calles expresando su disgusto por las irregularidades

desarrolladas en la elección.

El principio del fin: el PRI tras las elecciones de 1988

De manera histórica, el candidato presidencial del PRI obtenía un porcentaje cerca

del 50% de la votación, mientras que la oposición de manera conjunta obtenía el

otro 50% de la preferencia electoral. Los resultados oficiales fueron:

• Carlos Salinas el 50.36%;

• Cuauhtémoc Cárdenas el 31.12%;

• Manuel Clouthier el 17.07%.

Tras la elección la Cámara de Diputados se conformó de la siguiente manera36:

• El PRI logró ganar en 233 distritos electorales; perdiendo en 67. Situación

nunca antes vista debido a que nunca había perdido más de 11 distritos.

• Como consecuencia de la reforma de 1986 pudo compensar esa pérdida con

la asignación de 27 diputaciones de representación proporcional, lo que le

permitió tener 260 legisladores, que representaban 52% de la Cámara baja.

• El grupo parlamentario del PAN, por primera vez, representó una quinta parte

de la Cámara. Sus 38 diputados de mayoría sumados a los 63 que le

correspondieron por representación proporcional le permitieron tener 20.2%

de los escaños y convertirse en un factor real de influencia en el Legislativo.

• Los cuatro partidos agrupados en el FDN representaban 27.8% de la Cámara

baja con 139 diputados.

36 Becerra, Pablo, El sistema electoral y la transición a la democracia en México, México, Instituto Electoral del Estado de México, 2014, p. 32.

Page 41: Democracia, autoritarismo y populismo en México

Las cifras del Senado fueron bastante diferentes37:

• El PRI obtuvo la mayoría en 30 entidades federativas, que se traduce en 60

escaños (dos por entidad) un 93.8% de la Cámara alta.

• El FDN solamente gano en 2 entidades federativas, Michoacán y el Distrito

Federal, lo que se traduce en 4 escaños un 6.2% de la cámara alta.

• El PRI salió de la elección de 1988 con una ligera mayoría absoluta en la

Cámara de Diputados y la mayoría calificada en la Cámara de Senadores

Después de las elecciones de1988, gran parte de los partidos y organizaciones

sociales que habían creado el Frente Democrático Nacional llamaron a la sociedad

a integrarse en un nuevo partido, el Partido de la Revolución Democrática, que se

fundaría formalmente el 5 de mayo de 1989, con Cuauhtémoc Cárdenas como su

presidente.

Posteriormente, el primer triunfo importante del PRD fue en el Distrito Federal, ahora

Ciudad de México, con Cuauhtémoc Cárdenas como candidato, quien sería el

primer jefe de Gobierno de la ciudad electo democráticamente desde 1928.

3. El populismo

3.1 Populismo y neopopulismo

El estudio del populismo suele esquematizarse por medio de determinadas fases

históricas, estas fases suelen variar de acuerdo con los criterios de cada teórico. De

manera usual sus estudios se dividen en dos grandes bloques: el populismo clásico

y el neopopulismo.

En el populismo clásico destaca la integración de las masas populares al sistema

político, su periodo de desarrollo se encuentra entre 1930 y 1960. Se denomina

37 Ibídem, p. 33.

Page 42: Democracia, autoritarismo y populismo en México

clásico porque en este periodo se gestaron los regímenes clásicos de la teoría del

populismo, que tenían la característica de ser guiados por líderes carismáticos, que

justificaba sus acciones en nombre del pueblo.

Ejemplos del populismo clásico son:

• Juan Domingo Perón en Argentina.

• Getulio Vargas en Brasil.

• José María Velasco Ibarra en Ecuador.

Por su parte el neopopulismo es el término empleado para designar al resurgimiento

de la corriente populismo clásico en América Latina algunos con tendencias

neoliberales y otros con tendencia anti neoliberales.

Entre los ejemplos de populismos con tendencias neoliberales destacan los

siguientes:

• Carlos Menem en Argentina.

• Fernando Color de Mello en Brasil.

• Alberto Fujimori en Perú.

• Abdalá Bucaram en Ecuador.

En la categoría de populismos con tendencias antienoliberales destacan:

• Hugo Chávez en Venezuela.

• Rafael Correa en Ecuador.

• Evo Morales en Bolivia.

3.2 El populismo y sus dificultades conceptuales

El termino populismo es uno de los más difíciles de delimitar conceptualmente en

las ciencias sociales, una de sus dificultades a la hora de definirlo es el carácter

inexacto y ambivalente del término, falta precisión. No parece haber una definición

comúnmente aceptada entre las ciencias sociales sobre este concepto debido a que

Page 43: Democracia, autoritarismo y populismo en México

“el populismo tiene una menor construcción teórica (comparado con la democracia)

y una mayor fuente de análisis empírica que lo ha caracterizado con múltiples

elementos sin existir consenso en cuáles de ellos son accidentales y cuáles

conforman la diferencia específica que lo constituye”38.

Suele utilizarse de manera peyorativa para descalificar adversarios políticos, por la

connotación profundamente antidemocrática que suele atribuirse al término.

El populismo destaca por su versatilidad, debido a que engloba contextos muy

diferentes como pueden ser:

• Una ideología (puede ser izquierda o derecha y extremos radicales).

• Un movimiento social.

• Un tipo de liderazgo (carismático/demagógico).

• Un régimen político.

De acuerdo con Soledad Loaeza a pesar de la ambivalencia del término, estos

contextos comparten por lo menos tres elementos característicos39:

1) Una relación vertical entre un líder y las masas.

2) Una visión idealizada del pueblo (hoy en día la sociedad), como un actor

político interclasista (de varias clases sociales), depositario de virtudes y

víctima de los poderosos.

3) Una profunda aversión a las instituciones centrales de la democracia

representativa: partidos políticos y parlamentos.

3.3 Populismo y pueblo

38 Vázquez, Luis, “Democracia, populismo y elitismo”, en Cuadernos de divulgación de la cultura democrática, México, INE, 2016, p. 89. 39 Loaeza, Soledad, Op. cit., p. 365.

Page 44: Democracia, autoritarismo y populismo en México

La noción de pueblo es un elemento intrínseco en el término populismo. Sin

embargo, el populismo asume al pueblo como mito más allá de una exacta definición

terminológica, a nivel lirico y emotivo40.

Algunas relaciones entre el concepto de populismo y pueblo41:

• Es evocado el elemento social menos corrompido por injerencias externas,

logrando una fuerte identidad en países agrícolas con población rural.

• El pueblo posee una carga histórica en la que el campesino es considerado

el legítimo portador del poder, se añade un privilegio de tipo ético

antropológico: al hombre de campo se le atribuye "una cierta prioridad moral

a causa del carácter natural de su trabajo, de su vecindad con la tierra y del

carácter fundamental de la producción agrícola".

• El elemento rural no es sin embargo constitutivo: en un país con un fuerte

índice de concentración urbana el pueblo puede estar formado por la masa

de los trabajadores.

• Pertenecer al pueblo no depende de una condición social o profesional,

excluye la lucha de clases, es fundamentalmente conciliador y raramente es

revolucionario.

• Se diferencia radicalmente no solo de los movimientos de clase sino también

de los movimientos interclasistas la división se da entre el pueblo y el "no

pueblo".

3.4 Las fases populistas de Frei y Kalywasser

Raimundo Frei y Cristóbal Rovira Kaltwasser nos presentan una forma de

esquematizar el populismo y profundizar en la complejidad del término por medio

40 Incisa, Ludovico, “populismo”, en Bobbio, Norberto, Diccionario de Política, México, Siglo XXI, 1988 p. 1247-1253. 41 Ibídem, p. 1248.

Page 45: Democracia, autoritarismo y populismo en México

tres momentos históricos: a) El populismo como movimiento político, b) El populismo

como etapa de la modernización latinoamericana, y c) El populismo como una lógica

de acción política42.

El populismo como movimiento político

De acuerdo con los autores en esta primera fase del populismo ocurre entre fines

del siglo XIX y principios del siglo XX. En esta fase el populismo es un movimiento

social que se apoya en ideologías agrarias que propone la participación del pueblo

sin ningún tipo de instancias intermedias, demandando una relación directa entre

gobernados y gobernantes. Ejemplo de ello son los movimientos revolucionarios de

la Rusia zarista y los movimientos agrarios norteamericanos. Este momento

histórico refleja la tensión que se puede producir cuando los mecanismos y

organismos centrales de representación no cumplen las aspiraciones existentes

frente al proceso de democratización. Refleja una ambivalencia en el orden político

debido a que nace una demanda legitima por el reconocimiento y la representación,

pero a su vez el intento de ciertos grupos organizados por desatender los

mecanismos institucionales de representación y priorizar sus propios intereses.

El populismo como etapa de la modernización latinoamericana

Esta fase del populismo se origina entre la crisis económica de 1929 y la irrupción

del neoliberalismo a finales de los setenta del Siglo XX en Gran Bretaña y los

Estados Unidos. La crisis de 1929 tuvo su impacto en América Latina, y ello orillo a

transformar la relación del Estado con el modelo de desarrollo. Característico del

periodo de los años cuarenta fueron las políticas de sustitución de importaciones y

con ellas el crecimiento de las exportaciones. En este periodo el populismo fue una

fase de transición para los países latinoamericanos al pasar de una economía

agraria a una economía de carácter industrial, situación que posibilito la formación

42 Cfr. Frei, Raimundo y Kaltwasser, Cristóbal, El populismo como experimento político: historia y teoría política de una ambivalencia, en Revista de Sociología, núm. 22, Chile, 2008.

Page 46: Democracia, autoritarismo y populismo en México

de los regímenes clásicos populistas y la irrupción de liderazgos carismáticos y

personalistas.

El populismo como una lógica de acción política

La época de esta fase la podemos ubicar entre finales de la guerra fría y la

consolidación global de la democracia. Raimundo Frei y Cristóbal Rovira Kaltwasser

hacen hincapié en la relación que existe en esta fase y la irrupción de la llamada

“tercera ola de la democratización”, mencionada anteriormente.

En esta fase el populismo comienza a comportarse como un tipo específico de

lógica política, estableciéndose de esta manera en diversos regímenes

democráticos caracterizados por tener ciertos déficits institucionales. Especialmente

en los países donde la sociedad civil y los partidos políticos suelen ser débiles. Al

igual que en la fase anterior sigue latente la irrupción de los liderazgos carismáticos

en diversos sistemas políticos.

En esta fase del populismo los autores lo definen como:

aquella lógica que tiende a formar coaliciones heterogéneas mediante un liderazgo

carismático y paternalista, el cual no sólo recurre a métodos redistributivos o clientelares para

mantener el vínculo con el electorado, sino que también actúa dentro de los marcos

generales de la democracia liberal y al mismo tiempo tiende a presentar rasgos autoritarios

que se desacoplan de los sistemas de control institucionales.

En esta tercera fase la irrupción de nuevos gobiernos después de un pasado

autoritario, que fueron elegidos democráticamente, pero que ahora actúan en contra

de determinados pilares de la democracia liberal, se vuelve un comportamiento

constante. Ejemplos de esta fase son: los regímenes híbridos43 en América Latina

Perú (1992, con la llegada de Alberto Fujimori), y Eslovaquia en Europa del Este,

(en 1993 después de separase Checoslovaquia).

43 Sistemas políticos que entre mezclan democracia y autoritarismo.

Page 47: Democracia, autoritarismo y populismo en México

Este análisis permite comprender dos premisas importantes: 1) el populismo se

puede dar tanto en gobiernos de izquierda como de derecha, y 2) el populismo

surgió tanto en América Latina como en Europa.

De acuerdo a los autores, de esta manera en los años noventa y a principios de

siglo XXI, el populismo comienza a ser considerado como una lógica de acción

política aplicable a diversos modelos ideológicos y que se caracterizaría por tres

rasgos fundamentales:

1) Un estilo político basado en un estrecho vínculo entre los líderes políticos y

sus seguidores.

2) Una temporalidad donde se proclama la utopía de las soluciones

instantáneas a los problemas de larga data.

3) El desarrollo de una estrategia de obtención y ejercicio del poder a través de

la cual un líder carismático gobierna sin contra-balance de las instituciones

propias del Estado de Derecho.

3.5 El populismo en México

Gran parte de los analistas ubican el arribo del populismo en México a partir del

estallido de la revolución mexicana en 1910, y como mayor referente, incluso

comparable con los casos clásicos como Argentina y Brasil, el periodo presidencial

de Lázaro Cárdenas. Sin embargo, hay que tener en cuenta que existieron otras

figuras en la historia de México que también fueron catalogadas de populistas en su

momento, tal es el caso de Antonio López de Santa Anna, el mismo Benito Juárez

y Porfirio Díaz.

El cardenismo es el referente obligado al adentrarse en el estudio del populismo, es

la expresión mexicana del populismo clásico Latinoamericano, pero antes se

pueden catalogar los periodos presidenciales de Álvaro Obregón y Plutarco Elías

Calles dentro de la categoría de caudillismo-populista, por su tipo de liderazgo y

políticas dirigidas hacia las masas populares. Obregón fue la figura más

Page 48: Democracia, autoritarismo y populismo en México

representativa del caudillismo, el prestigio y poder del caudillo eran obra de las

masas populares. El manejo del populismo por parte de Plutarco Elías Calles es

reflejado en el periodo denominado el Maximato44 que comprendió de 1928 y 1934

donde ejerció un control político sobre los tres gobiernos siguientes: Emilio Portes

Gil, Pascual Ortiz Rubio y Abelardo Rodríguez.

De acuerdo con Arnaldo Córdova

De 1917 a 1940 México experimenta la organización del régimen populista, desarrollado

como ideología y como estilo político durante la lucha armada, y su transformación en un

complejo político y social en el que las relaciones capitalistas se desarrollaron sobre la base

de la conciliación de diversas clases sociales y del sometimiento de las mismas al Estado de

Ejecutivo fuerte.45

El cardenismo fue caracterizado por su ideología de nacionalismo, la

personalización del poder, su estructura corporativa, el impulso de una política

nacionalista sobre la posesión de los recursos naturales del Estado, una política de

masas y una legitimidad carismática. Sin embargo, hay que dejar claro que la

connotación populista que gira en torno a Cárdenas hace referencia al sentido de

“acercamiento a las masas populares” y no a la connotación peyorativa del término.

Los sexenios de Luis Echeverría y José López Portillo a diferencia del populismo

de Cárdenas, este “no constituyó un mecanismo centralmente orientado a integrar

a las masas populares al sistema político, sino que se caracterizó por una expansión

excesiva del gasto público orientada a asegurar el control político”46. Este

acercamiento hacia las masas populares no era más que un intento por unificar los

sectores fracturados tras los sucesos de 1968.

Como señala Soledad Loaeza “En México la presencia populista ha consistido

fundamentalmente en una manera de hacer política y de entenderla”. A diferencia

de otras formas clásicas de populismo Latinoamericanas la presencia populista

posrevolucionaria estuvo en el poder hasta 1982, cuando el presidente Miguel de la

44 El nombre fue adoptado por la forma en que llamaban a Calles, el jefe máximo. 45 Córdova, Arnaldo, La ideología de la revolución mexicana: la formación del nuevo régimen, México, ERA, 2011, p.262. 46 Cansino, Cesar, “Populismo en México: Recuento de daños”, en revista Letras libres, 07 de abril del 2012 en línea. Disponible en: https://www.letraslibres.com/mexico/populismo-en-mexico-recuento-danos

Page 49: Democracia, autoritarismo y populismo en México

Madrid hereda la crisis gestada durante los sexenios Luis Echeverría (1970-1976) y

López Portillo (1976-1982), y comienza a tachar de irresponsables las políticas

populistas desarrolladas por sus antecesores. Es así como en el sexenio de Miguel

de la Madrid marca el comienzo de la ruptura entre el poder y el populismo47.

Como se señaló anteriormente el sexenio de Carlos Salinas de Gortari se categorizó

como un gobierno populista en su momento, pero un populismo con tendencias

neoliberales. Tras una fuerte crisis de legitimidad a partir de los dudosos resultados

electorales que lo colocaron como presidente en 1988, es que el populismo se hace

necesario para legitimar su gestión por medio de su “discurso modernizador”

mediante el cual haría uso de algunos elementos que caracterizan al propio

populismo como, las políticas basadas en criterios asistencialistas y un discurso

nacionalista. Toda esta serie de políticas económicas fue ejecutada principalmente

mediante el Programa Nacional de Solidaridad (PRONASOL) el cual construyó toda

una red clientelar (el intercambio de bienes y servicios por apoyo político) alrededor

de este programa. Este fenómeno también es conocido como “populismo

tecnócrata”.

En el tema del origen y desarrollo del populismo en nuestro país, en el primer lustro

del nuevo siglo, dos politólogos, Cesar Cansino e Israel Covarrubias, han construido

una clasificación que considera cuatro momentos del populismo en México48.

• El populismo clásico (Cárdenas): populismo interesado sobre todo en

incorporar las masas al Estado, en un esquema autoritario.

• El populismo de los setenta (Echeverría y López Portillo): caracterizado por

un excesivo gasto público combinado con un fuerte control político.

• El neo populismo (Carlos Salinas de Gortari): caracterizado por una dinámica

de inclusión de las masas para la promoción de políticas de fuerte ajuste

liberal (PRONASOL)

47Loaeza, Soledad, “La presencia populista en México”, en Del populismo de los antiguos al populismo de los modernos, Guy Hermet, Soledad Loaeza y Jean-François Prud’homme (Coords.), El Colegio de México, México, 2001, p. 368. 48 Casino, Cesar y Covarrubias, Israel, En el nombre del pueblo. Muerte y Resurrección del populismo en México, México, Universidad Autónoma de Ciudad Juárez,2006, p.12.

Page 50: Democracia, autoritarismo y populismo en México

• El populismo de la alternancia (con un Fox más próximo a Salinas, y un López

Obrador más próximo a Echeverría y López Portillo, por su discurso),

obligado a coexistir con la democracia tanto como discursiva como práctica.

Cansino y Covarrubias también señalan la existencia de modelos populismos pre

modernos y populismos posdemocráticos.

• Populismo pre moderno: la existencia de una contraposición al núcleo ficticio

o precario de la modernidad política (pluralismo de los valores,

institucionalización política, secularización cultural, división y especialización

del trabajo político, etcétera).

• Populismo posdemocrático: el sentido de que el populismo surge en un

momento posterior a un período de fuerte consolidación y desarrollo de la

democracia.

Como ellos mismos lo explican “el populismo en las experiencias históricas más

recientes expresa, por un lado, una fuerte línea de continuidad con sus pares

clásicos y, por otro, no es simplemente el resultado de la corrupción de las

democracias contemporáneas”49.

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