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DE ESTAMBUL A CÓRDOBA: LOS SÍMBOLOS DEL ISLAMISMO 1Carlos Echeverría Jesús

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DE ESTAMBUL A CÓRDOBA:LOS SÍMBOLOS DELISLAMISMOCarlos Echeverría JesúsProfesor de Relaciones Internacionales de la UNED

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INFORME 28 DE JULIO DE 2020

DE ESTAMBUL A CÓRDOBA: LOS SÍMBOLOS DEL ISLAMISMO2Carlos Echeverría Jesús




ÍNDICE

INTRODUCCIÓN Pág. 41

EL NACIONALISMO Y, SOBRE TODO, ELISLAMISMO EN LA TURQUÍA ACTUAL

Pág. 62

LAS ELECCIONES DE LA CONVERGENCIA Pág. 103

CONCLUSIONES Pág. 204



INTRODUCCIÓN1

Hagia Sophia, la basílica bizantina construida enConstantinopla por el Emperador Justiniano amediados del siglo VI d. de JC, luego mezquita(1453-1934) y desde 1934 museo, y que vuelveahora a ser mezquita de nuevo por iniciativa delpresidente Recep Tayyip Erdoğan, representa unpasomás, cargado de simbolismo e introduciendoimportantes peligros, en su imparable esfuerzo porenterrar el legado laico deMustafá Kemal y de sussucesores hasta la llegada del islamismo al poderen 2002.



EL NACIONALISMO Y, SOBRE TODO, EL ISLAMISMOEN LA TURQUÍA ACTUAL2



Sin dejar en ningún momento de ser musulmán,Mustafá Kemal -conocido como Atatürk, Padre delos Turcos- fue un jefe de Estado valiente, puesacabó con el Califato y dio pasos simbólicos entérminos de modernización del país como fue lasusodicha transformación de Santa Sofía enmuseo en 1934. Erdogan, que consecuente consus ideas islamistas se considera mejormusulmán que su predecesor Atatürk, ha llevado acabo la reconversión de Hagia Sophia enmezquita, un paso más en el marco de suimparable y en los últimos tiempos aceleradoproceso de laminación del Estado republicano ylaico que heredó en 2002.

Desde que desapareciera Atatürk, los islamistashan tratado de ir recuperando posiciones que elfundador de la República les había vetado, y ello seempezó a hacer visible ya desde fines de ladécada de los 50 con el Gobierno de AdnanMenderes, aunque tardaría más de medio siglo encristalizar. En 1985, Hagia Sophia entró en la listadel Patrimonio de la Humanidad de laOrganización de las Naciones Unidas para laEducación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, en sus

siglas en inglés), como museo que era, un añodespués de que lo hiciera la Mezquita-Catedral deCórdoba. La presencia en tal lista del edificiobizantino podría verse ahora amenazada por ladecisión tomada por las autoridades turcas. Eledificio deja de ser museo al estar abierto al culto,ha visto sus magníficos frescos y mosaicoscubiertos y su administración ha pasado de estaren manos de la Dirección de Museos y Patrimonioa las del Diyanet, la Dirección de AsuntosReligiosos gestora de las mezquitas de Turquía.

A través del Danistay, el Consejo de Estado, quefunciona como el más alto tribunal administrativode Turquía y está controlado por los islamistascomo toda institución turca de relevancia, Erdoganlograba que el pasado 2 de julio se declarara ilegalla decisión adoptada en 1934 de convertir a HagiaSophia en museo y unos días después, el 24 dejulio, el edificio pasaba a ser mezquitainaugurándose de nuevo el culto musulmándespués de décadas de ausencia. Todo medianteun primer rezo escenificado y protagonizado enpersona por Erdogan, que se ha mostrado a losturcos y a todo el mundo.

El presidente de Turquía,Recep Tayyip Erdogan,recita unos versos delCorán durante el primerrezo celebrado en HagiaSophia el pasado 24 dejulio. | Yeni Safak.



Cuando era alcalde de Estambul, en la segundamitad de los 90, Erdogan pronunció aquellafamosa frase que es bueno recordar ahora: “Losfieles son nuestros soldados; las mezquitasnuestros cuarteles; sus cúpulas, nuestros cascos;y los minaretes, las bayonetas en el Cielo”1. Lo dijoen 1997, el mismo año en el que a su partido deentonces, el islamista Refah, liderado por sumaestro Erbakan, le era cerrado el paso en unaparentemente imparable avance hacia la tomadel poder. Las Fuerzas Armadas turcasprotagonizaron entonces su último golpe deEstado exitoso, bautizado como el “golpe de laprosperidad”, y Erdogan perdió la Alcaldía de tanemblemática ciudad y pasó incluso por prisiónacusado de terrorismo. Pero pocos años despuéslos islamistas, agrupados en el Partido de laJusticia y el Desarrollo (AKP, en sus siglas enturco), recuperaban posiciones e inclusoalcanzaban el poder. Desde entonces, y de formaapresurada en la última década, han acelerado sucontrol exhaustivo del Estado y del conjunto de lasociedad turca.

Erdogan nunca ha ocultado sus ideas islamistas.No lo hizo cuando visitó la Mezquita-Catedral deCórdoba en 2010 siendo entonces primer ministro,cuando en 2015 acudió en Hungría al lugar dondese supone que murió Soleimán el Magnífico nitampoco cuando clamó hace algunos años queSanta Sofía debería de volver al culto musulmán.Jugaba entonces con las palabras y con lostiempos, con expresiones que tranquilizaban adespistados y bien pensantes pero sin lograrengañar a los analistas más avezados. Sirvacomo ejemplo de dichos juegos cuando, en2015, afirmó que no tenía intención de recuperarel culto musulmán en Santa Sofía salvo en casode que la vecina Mezquita Azul o del Sultán

Ahmet -construida en el siglo XVII cerca deSanta Sofía y que destaca por sus seisminaretes frente a los cuatro levantados en tornoa la basílica bizantina- se viera desbordada decreyentes. Más tarde, en 2019, en plena campañaelectoral para las elecciones municipales en lasque el AKP terminaría perdiendo el control tantode Estambul como de Ankara, Erdogan volvió asacar a colación la cuestión al calificar de “muygrave error” la decisión de convertir Santa Sofíaen museo.

El líder turco ha jugado siempre con la ventaja quele da la combinación de despiste y dejación quecaracteriza al muy secularizado mundooccidental, por un lado, y la actitudcondescendiente de diversos actores que actúande forma irresponsable, algunos muy biensituados en atalayas políticas e inclusoacadémicas, y que tradicionalmente han preferidono ver las posibles consecuencias negativas deanuncios y decisiones de líderes islamistas comolos que ha venido protagonizando el actualpresidente turco.

De hecho, hoy hay quienes prefieren ver puronacionalismo en la actitud y, sobre todo, en lasdecisiones de Erdogan, pero es importante que lalectura de dicho nacionalismo no eclipse elevidente islamismo que mueve al líder turco. Eneste sentido, algunos han interpretado en clavenacionalista la elección de la fecha del 24 de juliopara recuperar de facto el culto musulmán enSanta Sofía: se cumplía el 97º aniversario de lafirma del Tratado de Lausana, que estableció loslímites de la Turquía actual y que, en términospuramente políticos, Erdogan estaría desafiandocon la ejecución de la transformación en mezquitade Santa Sofía2.

1.MARTORELL, Manuel: “La mezquita de Santa Sofía”, Diario de Navarra, 24 de julio de 2020, p 13.

2. Véase “Turquie: jusqu’ oú Erdogan ira-t-il?” Editorial de Le Monde, 25 de julio de 2020.



En este proceso, es necesario destacar lapresentación anticipada que hizo el propiopresidente turco el 10 de julio cuando publicó enTwitter un vídeo en el que se señalaba la“resurrección de Santa Sofía” como “nuevaconquista” del conjunto del Islam, poniéndolo envalor para todo el mundo islámico, desde Bujaraen Asia Central a Andalucía en Europa, haciendoademás hincapié en la obligada liberación de laMezquita de Al Aqsa en Jerusalén / Al Qods.

A nadie se le escapa el ansia de conquista del líderturco, bajo su bandera y al frente de su Estado,haciéndose cada vez más visible en escenarios deguerra como Siria, Libia e Irak. Pero Erdogantambién expande la influencia turca en otroslugares, desde el Cuerno de África a escenarios delos Balcanes y de Asia Central, aunque con unadimensión islamo-islamista que algunos de sus

propios compatriotas llevan años denunciandosin que tales llamadas de atención hayandespertado el interés y la obligada preocupaciónen Occidente3.

"La resurrección de Hagia Sophia..."

Mensaje publicado en Twitter por Recep Tayyip Erdoğan,presidente de Turquía, el 10 de julio de 2020.

3. GÜRSEL, Nedim: “La transformation de Sainte-Sophie en mosquée est dans la logique de l’idéologie de conquête d’Erdogan”, Le Monde, 18 de julio de2020.

“El líder turco ha jugadosiempre con la ventajaque le da la combinaciónde despiste y dejaciónque caracteriza al muysecularizado mundooccidental, por un lado,y la actitudcondescendiente dediversos actores queactúan de formairresponsable”



LA PREOCUPANTE CONEXIÓN DE SANTA SOFÍAY CÓRDOBA3



El emperador bizantino Justiniano inició laconstrucción de Santa Sofía en el año 537 en ellugar en el que se había establecido en tiempos deConstantino un pequeño templo que fue destruidopor un incendio en el siglo IV. La basílica fuetemplo cristiano durante casi un milenio, hastaque el 29 de mayo de 1453 fue tomada, junto conel resto de la ciudad, por el sultán Mehmet II,conocido como El Conquistador. Desde ese añofue mezquita y, a partir de 1934 y hasta el pasado24 de julio, museo.

La decisión ahora adoptada ha provocadoreacciones varias, más o menos tibias ycomprensibles desde una dimensión religiosa,pero que en un mundo no solo secularizado enprofundidad sino incluso anticlerical en diversoscírculos han tenido un alcance limitado.Precisamente, ésta es una de las ventajas con lasque cuentan el propio Erdogan y otros líderesislamistas con respecto a Occidente. En estecontexto, el Papa Francisco mostró sucomprensible pena, el Consejo Ecuménico de lasIglesias también se declaró consternado y líderesde países que se sintieron afectados en términosculturales y/o religiosos como Grecia, Rusia,Francia y Estados Unidos manifestaron igualmentesu rechazo. Pero nada más allá. Una reacciónperfectamente asumible desde el punto de vista deErdogan y su círculo, bien armados en términosreligiosos y políticos frente a unas críticas tibias y,como preveían, de escaso recorrido.

Si esto es motivo de preocupación, aún es másinquietante la conexión establecida por el propioErdogan con sus aspiraciones globales entérminos islamo-islamistas desde Bujara(Uzbekistán, en la lejana Asia Central) a Andalucíaen España, y por la automática conexión entre estecaso y el de la Mezquita-Catedral de Córdoba.

La comúnmente conocida como Mezquita deCórdoba -que en términos de culto debería serconocida como Catedral de Córdoba o, si se quierey buscando el para algunos necesario equilibrio,como Mezquita-Catedral- lleva décadas en el ojodel huracán de la instrumentalización en términossimbólicos del Islam.

“La decisión ahoraadoptada ha provocadoreacciones varias, quehan tenido un alcancelimitado. Una reacciónperfectamente asumibledesde el punto de vistade Erdogan y su círculo,bien armados entérminos religiosos ypolíticos frente a unascríticas tibias y, comopreveían, de escasorecorrido”



Bueno es recordar que el edificio primero fueBasílica de San Vicente, donde el culto cristianoperduró desde el siglo VI hasta la construcción dela Mezquita a partir del 31 de agosto del año 786por orden de Abdel Rahman I, quien destruyó paraello la basílica preexistente. Funcionó comoMezquita -siendo el principal de los monumentosomeyas en España, en palabras del insignearquitecto Fernando Chueca Goitia- hasta que fuetransformada en Catedral en 1238, dos añosdespués de la reconquista cristiana de la ciudadpor Fernando III el Santo y una vez se habíadesignado primer obispo y creado el Cabildo.

Llegados a este punto, no está de más repasaralgunos hitos históricos, como se ha hecho antes alhablar de Hagia Sophia. La basílica cordobesa secomenzó a construir en el año 313 y las liturgiasvisigóticas pervivieron en su recinto hasta el 711,año de la invasión musulmana. Recoge en suconstrucción huellas arquitectónicas helenísticascristianas que árabes sirios trajeron y aplicaron aimagen y semejanza de amurallamientos y almenasy torres que conocieron en iglesias bizantinas de sutierra mediooriental4.

Desde el punto de vista administrativo, laMezquita-Catedral fue declarada en 1882Monumento Nacional con el nombre de Catedralde Nuestra Señora de la Asunción, catalogada en1973 como Mezquita-Catedral por el ConseilInternational des Monuments et des Sites(ICOMOS, en sus siglas en inglés) -un año antes deque en diciembre de 1974 al entoncesvicepresidente de la República de Irak, SadamHussein, se le permitiera rezar ante el mihrabcordobés- y en 1984 la UNESCO la incluyó comoMezquita de Córdoba en el listado del Patrimoniode la Humanidad5.

4. Véase la obra del Canónigo Archivero Emérito de la Mezquita-Catedral Manuel NIETO CUMPLIDO: La Mezquita de Córdoba, Joya Bizantina, CórdobaEdición del Cabildo de la Santa Iglesia Catedral, 2016, p. 173.

5. Ibidem, p. 161.



Curioso recorrido en el que vemos como telón defondo la evolución de las percepciones en laadministración y en la sociedad españolas sobrecuestiones como la definición de la ocupación (opresencia) musulmana en nuestro suelo o sobre elpeso de la religión católica en la vida pública.Precisamente a lo largo de esos años, prácticamenteun siglo, España vivió la dura experiencia delProtectorado en Marruecos, la Guerra Civil, elFranquismo y el arranque de la Transición, y en todoese tiempo se pergeñarían percepciones e ideasque, de una u otra manera, han derivado en ladelicada situación actual. Baste destacar a título deejemplo referirse al debate y la evolución de lapercepción de la Reconquista, proceso largo ylógico del que algunos acabarían avergonzándose,enriquecido por el elevado debate entre AméricoCastro y Claudio Sánchez Albornoz, en loacadémico, y viciado por la “tradicional amistadhispano-árabe”, en lo político.

Además, de forma paralela, el mundo arabo-musulmán también vivió un proceso que esnecesario reseñar dada la vecindad más o menosinmediata geográfica y cultural con España. Dichoproceso está marcado por la desaparición delImperio Otomano y la emergencia de ideologíascomo el nacionalismo árabe y el islamismo.Ambas, particularmente importantes en relacióncon la consolidación del mito de Al Andalus comoya se puso de relieve en el informe Lainstrumentalización de Al Andalus: intensidad yextensión de la instrumentalización yihadista hoy6.

Si el presidente Erdogan hace con gran habilidadla amalgama entre monumentos y juegaalegremente con percepciones y con símbolos, elpeligro de asimilar ambos escenarios -SantaSofía y la Mezquita-Catedral de Córdoba- entiempos de confusión como los actuales está ya

6. ECHEVERRÍA JESÚS, C.: La instrumentalización de Al Andalus: intensidad y extensión de la instrumentalización yihadista hoy, Análisis del Instituto deSeguridad y Cultura (ISC), nº 2, 2017, p. 3.



aquí, y es necesario desarrollar la capacidad deatajar tan peligrosa deriva antes de que llegue aúnmás lejos7. Por un lado, porque en tierras del Islamhay quien juega con la simbología de ambosmonumentos con intenciones cada vez menosocultas y más directas. Pero, por otro, porque enEspaña hay quienes, ligados a ese proceso decambio que se dio en el país y al que se hacíareferencia anteriormente, bien movidos por uncomplejo o por intereses ideológicos, se prestaninconscientemente a hacerles el juego a quienestratan de transformar de forma dramática elestatuto de la Mezquita-Catedral.

Desde fuera nos llegan los ecos de declaracionesvarias, desde la del propio Erdogan hasta laproducida en el contexto actual por un líder árabecomo es Sultán Bin Mohamed Al Qasimi, emir deSharjah, uno de los siete que conforman losEmiratos Árabes Unidos (EAU), Estadoparticularmente proactivo hoy en su políticaexterior, de seguridad y de defensa, pero que llevadécadas siéndolo también en la expansión de suvisión del Islam por doquier. Al Qasimi enarbolano solo su posición política sino también sucategoría de historiador especializado en AlAndalus para tratar de darle más fuerza a sudescarada reivindicación al afirmar que “laMezquita de Córdoba [debe ser] para losmusulmanes porque es propiedad de ellos y loscristianos no la merecen”. Poco importa que losEAU, como Estado, se hayan desmarcado eincluso hayan criticado el paso dado por Erdogan.Dicha oposición y crítica debe contextualizarse enel reparto de papeles que se otorgan algunosEstados musulmanes, así como actores noestatales vinculados a estos países, a la hora deapoyar causas islamistas a lo largo y ancho delmundo y reivindicar sus logros8.

Información publicada en El Mundo el pasado 23 de julio sobreel jeque emiratí Sultán Bin Mohamed Al Qasimi, que hadeclarado: "Reclamamos al menos la devolución de laMezquita de Córdoba".

7. “Turquie: jusqu’oú Erdogan ira-t-il?” op, cit.

8. “Tal confusión se suele reflejar también en los medios a la hora de difundir las noticias, pero en el fondo y cuando se tratan de cuestiones comoestas tampoco se suelen aclarar en profundidad las cosas. Véase “Emiratos Árabes reivindica la Mezquita de Córdoba: “Es propiedad de losmusulmanes”, Antena 3 Noticias, 24 de julio de 2020, 22:00 horas.

“En tierras del Islam hayquien juega con lasimbología de ambosmonumentos conintenciones cada vez másdirectas, y en España hayquienes se prestaninconscientemente ahacerles el juego aquienes tratan detransformar de formadramática el estatuto dela Mezquita-Catedral”



En este contexto, la Mezquita-Catedral deCórdoba ha sido en años recientes objetivo decampañas varias que, salvando las distanciasentre este caso y el de Hagia Sophia, puedenofrecer algunos puntos en común interesantes. Sien 2006 el español converso al Islam MansurEscudero organizó una bien visible escena deoración musulmana ante la Puerta del Perdón deltemplo católico cordobés, en 2015 la AsociaciónJuvenil Anatolia, una mal llamada OrganizaciónNo Gubernamental que en realidad sigue lasdirectrices del AKP, llevó a cabo en 2015 una seriede oraciones matutinas ante Santa Sofía parareivindicar el culto musulmán en el interior de labasílica, entonces aún museo.

Escudero abogaba por un uso ecuménico de laMezquita-Catedral de Córdoba cuya viabilidadnunca logró explicar con argumentosconvincentes, ni tampoco la supuesta fraternidadinterreligiosa que se iba a irradiar desde el templocordobés. En lo que a Hagia Sophia respecta, añosdespués tuvo lugar otro hito de gran simbolismo:la emblemática lectura, en el museo en 2018 ypor parte de Erdogan, de algunos versículos delCorán. Todo ello perfectamente calculado y con laoportuna cobertura mediática para marcar el hito ydar continuidad al esfuerzo reivindicatorio9.

Además, estos movimientos están bien dotadosde maestros en la manipulación de la opiniónpública, independientemente de que seanmusulmanes o cristianos/occidentales. Sirva deejemplo la respuesta que recibió la manifestacióndel Papa Francisco de su pena ante la reaperturacomo mezquita de la basílica de Santa Sofía porparte de del historiador turco Mehmet Özdemir. Enuna entrevista publicada en el diario Sabah, elhistoriador contestaba al Papa indicándole que

“debería sentirse triste por las mezquitasconvertidas en iglesias”, señalando a laReconquista y apuntando al declive de Al Andalus.Özdemir omitía en sus palabras que losmusulmanes que invadieron previamente laPenínsula Ibérica cristiana hicieron lo propio conlas iglesias que encontraron a su paso, incluida laBasílica de San Vicente, que destruyeron hastalos cimientos para construir encima la Mezquitade Córdoba10.

9. “Santa Sofía: un tribunal de Turquía da luz verde a la polémica reconversión del icónico museo en Estambul en una mezquita”, BBC News, 10 de juliode 2020.

10. “Turquía usa la Mezquita-Catedral de Córdoba para justificar el cambio de Santa Sofía”, El Diario de Córdoba, 14 de julio de 2020.



Debería pues de ser este momento para recuperar lacordura, situar las cosas en su justo lugar yabstenerse demostrar posturas condescendientes eincluso entreguistas. Las inercias laicistas y hastaanticlericales quieren ver desde antiguo un intento dela Iglesia Católica de “desnaturalizar el monumento”,cuando con iniciativas como la inmatriculación de laMezquita-Catedral lo que se pretende es protegerlaen su estatus actual, que es fruto de la historia.Idealizar lo islámico yendo más allá de reconocer uncapítulo de la historia de España y de un importantelegado cultural es un enorme error, y más cuando lastendencias en el mundomusulmán son las que son yque van en dirección contraria a la para algunosansiada “interculturalidad”. Frente a una crecientereligiosidad entre autoridades políticas y poblacionesen el mundo arabo-musulmán, Occidente respondecon el laicismo, cuando no con la animadversiónhacia los valores cristianos y un incomprensiblesentimiento de culpa por procesos históricos como laReconquista, que deberían de ser analizados conrigor y sin prejuicios.

Así, nos habría de sorprender que entre nosotrosse apoye la decisión de Erdogan como justa yrespetable, la de un líder que en clave islamo-islamista anima con fervor que se conmemorecada 29 de mayo el aniversario de la toma por losturcos otomanos de Constantinopla en 1453cuando en España se siente vergüenza porcelebrar cada 2 de enero la toma de Granada porlos Reyes Católicos en 1492, o por tener en elseno de la Mezquita de Córdoba una Catedralcatólica11. No estaría de más recordar que dichotemplo católico ocupa 3.000 metros cuadrados enel marco de un monumento mucho más amplioque alcanza los 23.700, habiendo sobrevivido elresto gracias a la dedicación al culto de aquel.

11. Nedim Gürtel: “Santa Sofía pertenece a la humanidad y no solamente a Turquía, a pesar de estar en Estambul”, BBC News, 25 de julio de 2020.



En este contexto, aquellos que defienden solucionesintermedias que consideran respetuosas y apuntana la dualidad de culto en el recinto de la Mezquita-Catedral, demuestran una gran ingenuidad o unenorme desconocimiento de la práctica del Islam,cuestiones ambas demasiado peligrosas entiempos de confusión como los actuales. Volviendoa mirar al caso de la basílica de Santa Sofía, laUNESCO ha alertado del peligro inmediato para lasobras de arte bizantino, de incalculable valorartístico e histórico, que supone el uso del espaciocomo mezquita. Los frescos y mosaicos debenocultarse en paredes y suelos para que el rezomusulmán pueda llevarse a cabo, con lo que esopuede suponer en términos de conservación de unpatrimonio inigualable ante los procedimientos deocultamiento que se lleven a cabo, por ahora através de anclaje de telas, si es que no sonfinalmente cubiertas con yeso como lo fuerondurante siglos desde mediados del XVI. Volviendo ala Mezquita-Catedral, sorprende aún más que hayaquien considere que en Córdoba se puedenencontrar fórmulas similares12, máxime teniendoen cuenta planteamientos como el del jeque,historiador y mecenas de referencia de laarqueología española, Sultán Bin Mohamed AlQasimi.

Además, transformar la Mezquita-Catedral en unbien público, tal y como preconizan algunos paraevitar la supuesta apropiación jurídica de laMezquita por parte de la Iglesia así como deltambién supuesto “secuestro de su herencia”,supone el paso previo a convertir la Catedral enotra cosa. La Mezquita-Catedral vive en simbiosiscon un espléndido monumento que acumulamuchas etapas de la historia, destacando por suesplendor la islámica. Sin embargo, desde muchossectores, muchos provenientes del ámbito árabe,se está promoviendo un debate para convertir la

Mezquita-Catedral en un espacio que, lejos de serportador de valores de convivencia y de integración,sirva a algunos para fagocitarlo y, sobre la base deuna pretendida legitimidad dominante que no tienepero que despistados y manipuladores pretendendarle, acabe convertido en un nuevo capítulo dedebate y de lamentos como ocurre ya con HagiaSophia.

El propio Erdogan durante su visita a la Mezquita-Catedral de Córdoba, y tras reprobar el uso delrecinto como Catedral católica -algo que SadamHussein en ningún momento hizo durante su visitade diciembre de 1974- apostó por la “musealización”del edificio. El caso de Hagia Sophia puede ser unpeligroso precedente y la Mezquita-Catedral deCórdoba aparece como potencial víctima tanto porsu importancia como por el trabajo previo realizadoen torno a ella en términos de manipulación y demaniobras de confusión.

12. “Cien especialistas de 36 universidades firman un manifiesto por la titularidad pública de la Mezquita”, Diario de Córdoba, 3 de noviembre de 2015.

Idealizar lo islámico más allá de reconocer un capítulo de la historiade España y de un importante legado cultural es un error, máxime enun momento en que las tendencias en el mundo musulmán avanzanen sentido contrario al de la “interculturalidad”.

El cambio de estatus de Hagia Sophia, uno de los principalessímbolos del pasado esplendor del Islam, esta vez en la figura delImperio Otomano, va a producir una suerte de efecto llamada que,como ya se está viendo, revitalizará los discursos que reivindican laMezquita-Catedral de Córdoba como edificio religioso musulmán.

Debates sobre la titularidad de la Mezquita-Catedral, así como de lagestión y uso del edificio, alimentan a quienes buscan con fruiciónrevertir la actual situación del edificio y que, al igual que se halogrado con la basílica de Santa Sofía, acoja de nuevo el rezomusulmán.



CONCLUSIONES10

La práctica del culto doble en un espacio como el de la Mezquita-Catedral de Córdoba resulta tremendamente compleja, cuando no deltodo imposible, dada la presencia de iconografía cristiana en todo elespacio y de enterramientos en el recinto. Al igual que ocurre enHagia Sophia, supondría un peligro inasumible desde el punto devista de conservación del monumento Patrimonio de la Humanidad.

La transformación de Hagia Sophia en mezquita supone un torpedodirecto a la línea de flotación del equilibrio interreligioso, no sólo decara al catolicismo sino, sobre todo, en relación con la IglesiaOrtodoxa, tanto en Grecia, con lo que ello supone en términosgeopolíticos respecto a Turquía, como en menor medida en Rusia. Uncontexto en el que la Mezquita-Catedral de Córdoba se sitúa de nuevoen el centro de un debate artificial promovido por quienes quierenlograr recuperar dicho espacio para el Islam.



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