Décima Heredadas del Ñuble

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DÉCIMAS HEREDADAS DEL ÑUBLE Poemas heredados de las cantoras populares Pascualina Almuna y Elena Candia COMPILACIÓN Y TRANSCRIPCIÓN: MARCELO OLIVA O. IGNACIO RIVERA V.

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Poemas y décimas de cantoras

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DÉCIMAS HEREDADAS DEL ÑUBLEPoemas heredados de las cantoras populares

Pascualina Almuna y Elena Candia

COMPILACIÓN Y TRANSCRIPCIÓN:

MARCELO OLIVA O.IGNACIO RIVERA V.

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Índice

ELENA CANDIA 11Los padres saben sentir 12El borracho 14La flor perdida 16Receta para el enamorado 20Mi amor nunca cesará 22Viva Dios viva la Virgen 24El nombre de mis queridas 26

PASCUALINA ALMUNA 29El Hijo pródigo 30Sírvele bien a tu madre 32Prepara tus escuadrones 34Los loros 36Reciban los parabienes 38El loro 40Peregrino errante 42El Sol 44Lizardo Barros 46Qué será del pobrecito 48Una niña se colgó 50Un crimen sensacional 52El preso 54Por l´agua 56

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AGRADECIMIENTOS

A Pascualina Almuna y familia, San Fabián de Alico y Chillán.A Elena Candia y familia, San Carlos.

A Miguel Romero, director del conjunto folclórico Peñihuén, Chillán.Al poeta Caco Navarrete, San Carlos.A la folclorista Rosalbita Navarrete, San Carlos.

“Al actual y potencial literato” Domingo Salvo, Santiago.A Micaela Navarrete y el Archivo de Literatura Oral, Biblioteca Nacional, Santiago.

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PREFACIO

Las décimas heredadas del Ñuble es un trabajo compilatorio que pre-tende rescatar y reactualizar la poética tradicional del valle central de Chile. Los poemas compilados corresponden a décimas transmitidas hereditaria-mente que se recogieron en la provincia de Ñuble a dos cultoras del can-to campesino: Pascualina Almuna, oriunda de San Fabián de Alico y Elena Candia, de San Carlos. Ellas accedieron a compartir con nosotros los poe-mas que aprendieron a través del contacto familiar.

A Elena Candia la conocimos gracias a un libro compilatorio de Violeta Pa-rra. En ‘Cantos folklóricos chilenos’, Violeta cuenta que una señora de San Carlos, llamada Eduviges Candia y apodada ‘la prima’, es una gran cantora y animadora de fiestas. Ella le enseñó, entre otras bellas canciones, ‘Viva la luz de Don Creador’ y ‘Los Padres saben sentir’, dos décimas a los novios.

Pensamos que era probable encontrarse con la fuente original de las letras si hacíamos un pequeño rastreo de la zona. Nosotros ya conocíamos San Carlos y sus investigadores de folklore. Rosalbita Navarrete, animadora del programa folclórico más escuchado de la ciudad y los alrededores, no le era familiar el nombre de Eduvigis Candia. Sin embargo nos invitó a su progra-ma para publicar nuestra búsqueda.

A pesar del anuncio mediático de nuestra investigación, fue la pregunta es-pontánea a un desconocido la que nos guío en la averiguación: Miguel Alar-cón nos dijo que en el centro de San Carlos trabajaba un historiador que co-nocía mucho la ciudad y sus personajes: Fernando Abdul Khalil nos derivó a

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una tienda dónde trabajaba un señor apellidado Candia: con don Rigoberto hablamos acerca del libro de la Violeta y de la búsqueda de la señora Eduvi-ges o su descendencia. Rigoberto empezó a narrar la historia de su familia y nos aseguró que tenía una tía Eduvigis Candia fallecida hace tiempo ya, que cantaba en fiestas. Nos aseguró también que había una sobrina de la señora Eduviges que residía en la ciudad que podía ayudarnos.

Rigoberto nos dio la dirección de la sobrina nieta de Eduvigis: a Fidelmina Candia la visitamos ese mismo día y nos comentó que su tía Elena, conocía hartas canciones que Eduviges le había heredado. Concertamos a través de Fidelmina una cita con la señora Elena para el Viernes próximo.

El día en cuestión la señora Elena nos estaba esperando. Fuimos a su casa y nos recibió una señora delgadita y frágil como una flor, representante de una generación mayor de cantoras. Nos hizo pasar al living y le preguntamos por la señora Eduviges. Nos confirmó que era la hermana de su papá, Rafael. Elena había heredado un montón de letras y canciones que su tía cultivaba. Le contamos cuál había sido nuestra ruta para encontrarnos con ella, desde el libro compilatorio de la Violeta hasta Rigoberto Candia.

Nos comentó la señora Elena que durante su vida cantó mucho, en la casa, o en fiestas, al igual que su tía. Nos aseguro que a Eduviges efectivamente le decían ‘la prima’, pero que en aquellos tiempos todos los primos se tuteaban así.

Al relatar estas historias el encuentro se hizo familiar. Doña Elena junto a su sobrina Eliana, tenían unas cuántas décimas transcritas para nosotros. La señora Elena recitó algunas. Le preguntamos si quería cantar. Sin embargo, Elena estaba de luto. Hace un par de años atrás enviudó y perdió el ánimo por el canto.

Elena y Eliana nos aclararon que la tía no se llamaba Eduviges, como apare-cía en el libro compilatorio, sino que Eduvigis. Nos comentaron qué Eduvi-

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gis era muy buena cantora. Qué se había ido a Santiago con sus hijos. Qué era una tía muy querida. Que sabían que había compartido con Violeta. Qué no tenían ni el disco ni el libro dónde aparecían sus canciones, pero si con-servaban las letras originales transcritas por la misma tía Eduvigis.

Le contamos de nuestro interés por las décimas. Nos mostraron el cuaderno de las letras de doña Eduvigis, la reliquia familiar. Era antiguo, con algunos poemas transcritos en 1964. Estaban algunas décimas que Violeta cantaba y muchas más letras. Queríamos transcribirlas y nos confiaron el libro por unos días.

Después de compartir una acogedora once sancarlina, nos despedimos con la promesa de entregarles brevemente el cuaderno con las letras de la tía Eduvigis.

Días después, fuimos nuevamente a la casa de la señora Elena para cumplir con lo prometido. Nuestra trascripción de las letras estaba impresa, así que nos dedicamos a descifrar y corregir los poemas con la señora Eliana y Ele-na. Nos dieron permiso también para modificar versos a favor de la métrica. Le agradecimos la ayuda y nos invitaron a una once. Finalmente nos despe-dimos y las puertas quedaron abiertas para una futura visita.

A Pascualina Almuna la conocimos gracias a Miguel Romero. Años atrás viajamos al Ñuble en búsqueda de su folklore. En la catedral de Chillán escuchamos a un conjunto de música tradicional campesina. Al final de la ceremonia, hablamos con Miguel Romero, director del conjunto Peñihuén, y le contamos nuestra inquietud por aprender las cuecas, tonadas y décimas de la zona. Nos juntamos y él nos enseño algunos ritmos, melodías, instru-mentos e historias campesinas que había recopilado y aprendido durante más de treinta años. Volvimos a Santiago.

El verano pasado lo visitamos de nuevo y le comentamos de nuestro proyec-to sobre la compilación de las décimas heredadas del Ñuble. Nos mostró y

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regaló un disco de décimas que había compilado a Pascualina Almuna, una señora oriunda de San Fabián de Alico.

Tiempo después llamamos a Miguel para preguntarle el teléfono de Pascua-lina. Accedió encantado. Nos dijo que vivía en Chillán y que era una señora acogedora. Ese mismo día la llamamos.

Pascualina nos contó que vivía en el límite entre el Viejo y el Nuevo Chillán. Que actualmente se desempeñaba como profesora de folklore en un taller para adultos mayores. Que aprendió su canto y su poesía a través de su mamá, la señora María Albornoz. Nosotros le contamos que nos inte-resaban las décimas. Ella dijo que sabía muchas. Concertamos una cita en su casa, con guitarra en mano. Pocos días después nos conocimos presencialmente. Pascualina era más jo-ven de lo que pensábamos. Tenía un aspecto jovial y lúdico. Nos recibió en el living de su casa y nos pusimos a conversar distendidamente. Comentamos nuestra relación con Miguel Romero. Justamente en esos días el conjunto Peñihuén cumplía treinta y cinco años de existencia y Pascualina estaba in-vitada a cantar en la celebración.

Pascualina tenía un registro escrito de varias décimas. Nos contó que las dé-cimas que las había heredado de su mamá, que le encantaba cantar y tocar la guitarra. Que las aprendió mirándola. Nos contó que su mamá combinaba indiscriminadamente las letras o décimas con los variados ritmos y melo-días que sabía en guitarra.

Para Pascualina, hablar de las décimas era hablar de su madre. Su mamá sufrió mucho en la vida. El desamor era el tema más frecuentado de las can-ciones. También habían décimas religiosas. Pascualina nos mostró la voz y canto de su mamá conservada en un antiguo cassette. Pascualina nos contó que también registro en un cuaderno las le-

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tras de su mamá. Pascualina quiso transcribir las letras que su mamá sabía de memoria para que permanecieran en el tiempo.

Pascualina tomó su guitarra de cuerdas metálicas y cantó algunas de las décimas que tenía registrada en el cuaderno. Pascualina nos purificó con su canto. Dominaba varias afinaciones. La escuchamos con atención. La gra-bamos. Después escuchó nuestra música. Le preguntamos si era posible que fotocopiara las letras para nosotros. La respuesta fue afirmativa. Nosotros le prometimos un disco con las canciones que habíamos registrado durante la noche. Nos invitó a una once antes de despedirnos.

Pasaron los días y nos encontramos con la profesora Pascualina en el taller de folklore. Conversamos con los participantes e intercambiamos unas palabras y el disco por las letras. Las puertas también quedaron abiertas para futuros encuentros.

Marcelo Oliva.Ignacio Rivera.

Julio 2008. Santiago.

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ELENA CANDIA

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Los padres saben sentir1

Los padres saben sentirpor una hija regalonade ver que a otra personavaya de nuevo a serviruna hija mandan pediry la madre se dilataya que en ella se retratasiendo una hija tan queridaque si te vís aburridacásate pues hija ingrata.

El joven está esperandola contestación y el sustosi que era todo su gustodijo la madre llorandodesde que estabas mamandohiciste vuestra campañalágrimas de caravañasu madre derramarápor su hija que se le vanacida de sus entrañas.

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El hombre como prudentele pregunta a su mujerque si es de su parecerno le quitemos su suerteserá el gusto de sus parientesdijo la novia acordarsecomo la estrella que naceal padre se la previnopara que cumpla su destinodejémosla que se case

Hay niñas que hablan sin fey dicen en ciertos casosyo si algún día me casoa mis padres llevaréy con bien les servirési me llegase a casarla novia con gran pesarluego el padre se entristezcaadoro con gran finesaque mi hija me ha de olvidar.

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El borracho

Le contaré los trabajosque pasé por remolerpues yo me hube de perdery agarré camino abajo.2

En una aguardienteríallegué y primeramenteuna copa de aguardienteme tomé por fantasíade ahí salí a parte del díapisando en alto y en bajome robaron mis andrajoy me dejaron heridode un borracho padecidole contaré los trabajos.

Al otro día siguientevolví a cargar la carretaentonces me fui de frentey me rompí hasta la jetaencima de una silletapor desgracia hube de caercaminé a más no podery con el aturdimientode mi casa mi aposentopues yo me hube de perder

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A media noche me hallabade cabeza en un zanjóny como en un pabellónsin tener frío roncabay despojándome estabaun roto como estropajocausa de aquel pellingajopor seguirlo me perdími casa no conocíy agarré camino abajo.

Por último llegué a un cerroy amanecí dentro del aguamojado como una taguay aullando como perromi cuerpo era un puro fierroyo no sentía dolencia.3

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La flor perdida

Se me ha perdido una florque tenía en mi jardínno me la han visto por aquíde muy brillante colorde muy crecido valorella es bastante chiquitasu color es morenitacomo la flor de la mentasi yo pregunto por estaque se llama Margarita.

Siendo yo dueña del jardínvino otro y me la llevóy con su injuriosa manodel jardín me la sacóallí triste quedé yollorando como avecitaclamando por mi florcitaque en ella me deleitabacuando a mi jardín entrabaveo y no es mi Margarita.

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Estoy durmiendo estoy soñandoy miro para el jardínsueño que la veo ahíjunto a las otras brillandouna en una desojandouna en una mi florcitaallí veo una chinitase me alegra el corazóny es para mayor dolorveo y no es mi Margarita.

Yo me salí del jardíntan sólo al campo a llorarpor ver si puedo encontrarla bella flor que perdíconsuelo no cabe en míhasta dar con mi florcitay sin ninguna alarmitade esta flor que yo he perdidoen el jardín de Cupidovine a hallar mi Margarita.

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Yo soy de Perquilauquén

Yo soy de Perquilauquény trabajo en el Parraly meriendo en el Membrilloa Talca voy a cenary a Chile voy alojaren Santiago mis patronesen la agua buena mis peonesmi marido en Longavími cocinera en Linaresy vengo a cenar aquí.

En Ligua está mi padreyo vivo en la Maravillami madre vive en Lauténen miguado la familiami hacienda está en la Higuerillaen San Carlos cosechémi trigo está en el Toméel granero está en las minaslas llaves están en Cauquenesy mis casas en la Villa.

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Tengo estancias en Bureopotreros en Loncomillaen Achibueno mi hacienday el corral en las Posillasen Quillota tengo viñaen el puerto la bodegaen Santa Fé las lalegasel dinero en la Floridalas tinajas en Antucoen Lima están las medidas.

En Canteras oí misasal amanecer la aurorael cura está en Californiay la Iglesia está en Mallogasírvame usted por alfombraen no andar tantos lugaresen San Carlos los altareslos libros están en Romaen Coquimbo están los santosy en Buenos Aires conforma.

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Receta para el enamorado

Le pondremos una ayudaen caldo de pollo negropóngale emplasto al cerebropara que el mal no le acudamachacando una ave crudaun concho de vino hervidoy ahí el mal se ha recojidoagréguele hojas de malvay por la mañana de albasámpele un baño en el río.

Le darán una bebidade cáscara de pataguaraíces de canchanlaguaen agua cocida y fríadenle un baño Mariay una lechada de calcon dos arrobas de saly un pan de jabón de olory llámele confesorsi tiene postrado el mal.

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Dele al enfermo un purgantede jarabe de mosquetacupido da esta recetapara aquel que fuese amantey si pasase adelanteminorándole el calorle pondrán que es un primorla nieve en los talonesy también en los riñonesa todo enfermo de amor.

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Mi amor nunca cesará

Mi amor nunca cesaráde quererte con anheloese es tu precioso cielome ha tratado con ruindadesa es tu reguridadla aplicaste para mímalaya cuando nacíal mundo tan desgraciadaverme de ti separadaAy triste infeliz de mí.

Ay triste infeliz de míseparada de tu amorlágrimas del corazónson las que lloro por tide ver que en un tiempo fuidueña de tu pecho enteroese tu amor lisonjerotrata de darme la muerteque dolor me será verteen los brazos de otra dueño.

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En los brazos de otro dueñote he de ver prenda queridaadiós adiós alma míame retiro sin consuelopero yo clamaré al cielode ver tu falsa traicióniré a calmar mi dolora solas en mi desiertapuede ser que estando muertase acabara mi pasión.

Fenece mi amor y diceclara luna flor de dianaesa flor es muy bonitatomarla por la mañanay de ahí ponerla en aguapara que no se marchitede ahí no se precipiteque será suya y seráy de ser flor gozarási el tiempo se lo permite.

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Viva Dios viva la Virgen

Viva Dios viva la Virgenastros, cielos y elementosvivan los que recibieronel séptimo sacramento.

Viva la luz de lo encriadovivan novios y padrinosy los ángeles divinosque tiene Dios a su ladoel matrimonio sagradocomo la regla lo exigey los dos que se dirigena daros tan raro ejemploen su magnífico temploviva Dios viva la Virgen.

Vivan virtudes y donesde la esposa y el esposoviva el santo religiosoque os puso las bendicionesvivan en sus estensionesjuegos tierra mar y vientolos sonoros instrumentossu disposición celebreello harán que se alegreastros cielos y elementos.

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Vivan los acompañadosen tan feliz reunióny con dulce paz y uniónvivan suegros y cuñadosy los testigos honradosque la verdad esclarecieronluego que en la iglesia vieronde la luz el claro brillolas santas arras y anillosy los dos que recibieron.

Vivan hermanos parientescon placer y regocijoel cura que los bendijoy los que se hallen presentesen términos evidentesgocen de paz el aumentoen tan singular contentoel auditorio entendidoy los dos que han recibidoel séptimo mandamiento.

Vivan con suma eficacialos que se han matrimoniadoy Jesús sacramentadoque los reciba en su gracialíbrelos de la desgraciaDios y la Virgen Maríasea su segura guíay les de su bendicióna todos pido perdóndando ésta por despedida.

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El nombre de mis queridas4

Peno por una Susanapadezco por una Ritasuspiro por una Anitay muero por una Juana.

La Lucrecia me da penasólo de oírla nombrarpor celos por la Pilarodio me tiene la Elenasi miro a la Magdalenase agravia la Cayetanapara ver a la Julianahe de engañar a la Amelialo mismo que por la Celiapeno por una Susana.

Adoro a la Estefaníanunca dejaré a la Rosasólo por la Sinforosaperderé a la Rosalíasi me olvida la Maríairé donde la Benitay si es que no me admitao me dijere que nole haré saber que yosuspiro por una Anita.

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Me acaricia la Tadeame lisonjea la Ignaciano permite la Anastaciaque hable con la Dorotea.Mucho más que la Mateame gusta la Margaritauna Petronila quitaa mi vida la existenciay con mayor complacenciapadezco por una Rita.

Dejaré la Carolinano me place por la Antoniase morirá la Poloniasin verme la Martinaa más que la Serafinasabe lo que es la Fabianaal pie de la Felicianarendiré la última gotade sangre por la Carlotay muero por una Juana

Por último la Gabrielajunto con la Emperatrizla Irene y la Beatrizuna y otra la consuelaabandonar a Fidelame parece una injusticiayo creo que la Mauriciame protege a la Leonorel dejarlas es mejora todas por la Elisa.

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PASCUALINA ALMUNA

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El Hijo pródigo

El hijo pródigo soyde mi padre el más queridode mi casa me ausentéy aquí estoy arrepentido.

Toda mi herencia perdípor irme a tierras lejanasel país de las campanasatento no los oí.En otro país perdíhasta quedar como estoysi a donde mi padre voyque vergüenza en este estadoy le diré arrodilladoel hijo pródigo soy.

Me dispuse a trabajarpara revocar recuerdosuna manada de cerdosme obligaron a cuidar.Pa’ irme a desayunarme daban, era entendidoun bizcocho empedernidoque dolor que causa en míal recordar de que fuide mi padre el más querido.

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Mi pensar va diciendoquiero irme y ponerme en obrael pan en mi casa sobray yo confuso muriendosi me admitieran sirviendode criado les diré;Señor mío te olvidésin necesidad la historiaque por una vana gloriade mi casa me ausenté.

Pero el padre la confianzano perdió de ver a su hijoaquel día en regocijole aumentaba la esperanzamirando al camino alcanzaal ver a un desconocidoconociéndolo ha corridose le estrecha el corazóndice el hijo en la ocasiónaquí estoy arrepentido.

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Sírvele bien a tu madre

Sírvele bien a tu madremira que ella te crióy por vos agonizóno la dejes en desmadreni te esperes para tardeen caso que ella te empleate aconsejo de que seasde un excelente vivirno le des ningún sentirmira que Dios se agravea.

Si tu madre habla contigodale muy buenas contestasno le des malas respuestasporque te vendrá castigoprocura ser buen amigocomo Santa Magdalenay tu madre que te llenade gracia con sus deseosese es el mejor empleono la hagas que pase pena

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Hacele muchas visitasen caso no estés con ellamas si encuentras una estrellatu madre es la más bonitay si la ves pobrecitay anda en voluntad ajenatu madre es una azucenaque el cielo te ha concedidotiénele un amor crecidono le hagas que pase pena.

Seáis un cristiano honradoque allá con Dios la verísque en el cielo la hallaríslo bien que te habías portadoprocura ser bueno amadolo que Dios siempre deseate aconsejo de que seasde un excelente vivirno le des ningún sentirmira que Dios se agravea.

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Prepara tus escuadrones

Alerta tu centinelaprepara tus escuadronesque ya mis finas pasioneste vienen a dar la guerra,por el mar o por la tierrahasta que tu amor se déyo pido que se me déla respuesta me has de darque te viene a conquistarmi amor de nuevo otra vez

Si lo haces porque me fuiestas palabras te adviertoven a dar tus sentimientosahora que estoy aquí,del camino me volvíme lo avisó el corazónque siguiese mi pasiónde tu belleza a la míano siento perder la vidapor la palabra de amor.

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La fe de quien soy la digoy por ser quien soy me mueropor salir con lo que quieroha de ser lo que yo digosiempre mi pasión la sigoaunque me tiren granadasa mí no se me da nadadoy mi valor de testigoyo venceré al enemigoy a los filos de una espada.

No mudes de parecerhasta ver nuestro destinosi nos trancan el caminosiempre nos hemos de veryo he de morir o vencerhasta defender mi honorsoy arte y tengo valormemoria y buen pareceryo nada siento perderla vida por mi pasión.

Para toda la compañatoma esta flor que me halléla mata llora por ellami corazón por usted

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Los loros

Loro viejo desplumadoque no asistís en tu casaay verís lo que te pasael día menos pensadotú remueles sin cuidadoy yo con mis hijos lloromi necesidad implorosolo al auxilio del cieloverís si es justo mi celole dice la lora al loro.

Ya no te acuerdas que tieneshijos a quien mantenerdonde tu pobre mujeruna vez al año vieneshasta cuando te entretienescon esa romera ñatade que te vea sin platatratará de despedirtete engañará con decirtelorito dame la pata.

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Ojalá nunca te vieraen mi casa loro andinoyo deseara que al caminoun cazador te salierados mil pedazos te hicieraa vos con esa mulataquédate vos con piratay dame a mí la mesadapor justicia ni por nadate la doy pues lora ingrata.

El lorito le decíacon la razón muy hermosadeja lora fastidiosade fregarme la pacienciamira que yo la sustencia5

te la doy día por díaaunque viva en cerraníasde allá lejos vengo a vertees presa que sé quererteel lorito le decía.

Para toda la compañala letra va de carrerapara que no se dispareallá va la compañera.

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Reciban los parabienes

Reciban los parabienesfieles y amantes espososdebe honor a sus padrinosmi Dios los haga dichosos.6

Hoy es día de contentopara los padres queridosde ver sus hijos unidospor medio del sacramentotal dicho merecimientopor la Santa Iglesia tienenella colmada de bienescomo dice el mismo Diosvivan novios y ambos dosreciban los parabienes.

El marido en realidadtendrá el cuidado de verel adorno en su mujeren su casa honestidadpor esta progilidad7

sean creadores dignosde privilegios divinosgozarán de premio igualen la misa celestialdebe honor a sus padrinos.

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Luego que en el Santo Templola bendición recibieronpues estas almas se unierona darles al mundo ejemplotan felices, los contemploque no puedan haber gozosun dulce tan misteriosodentro de buenos casadoscomo está pronosticadomi Dios los haga dichosos.

Vivan novios y padrinosviva la flor de la higueray viva el que recibióa esta noble compañera.

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El loro

Como no vivo engañadopeso el mundo placenteroes cierto que soy solteroy de todas codiciado,a palacios conquistadoes lo menos que pretendoando cantando y huyendoaunque me llamen esquivosolo por no ser cautivosoy loro que no me vendo.

Una lora me decíaque me casase con ellame despedí de la bellay me fui a la serraníay mas como el juez queríaque le cumpliera a esa ingrataprendí el vuelo a una matay un gran trecho me siguiópero no me consiguióni por oro, ni por plata.

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Ni la más linda princesade dinero caudalosay más vos lora rotosausa´ de tanta franqueza,pero es tanta mi vivezaningún cazador me matay si alguna me desgastala desprecio y no le quieroy así no la consideroni a nadie le doy la pata.

Tratan del aprisionarme8

y llevarme a la ciudadpor mi rara cualidadasí hoy podido escaparmey tratan del ofertarmelos que oyen decir mi famajaula de oro y buena camame dan los que me deseanpero mientras libre seame vuelo de rama en rama.

Por fin dice el loro ufanoque no consientan los humosque no le topen la plumani que le pasen la manosi lo conquistan en vanolos que lo andan pretendiendocuántas no estarán diciendode las que me cobran celo,cuántas quedarán llorandocuando el loro prende el vuelo.

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Peregrino errante

Venaiga lo desparejoel camino que hay andadome ha dado mucho trabajopor no haberlo emparejado.

Tiene el peregrino erranteque anda por todas naciónhasta la consumaciónsin descansar un instante,en el lugar más distantey en el desierto más lejossin temor a ningún riesgoni cansancio ni fatigano le servirá que digavenaiga lo disparejo

Andaría como inocentepor montes y cordillerasaunque lo ofendan las fierasmás horribles y temidasasí acabará sus díaseste infeliz desgraciadoa veces desesperadocomo el pérfido Caíndirá cuando tendrá finel camino que hay andado

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El sol, las aguas, los vientosno le impedirán su marchala nieve el frío y la escarchalas plagas ni los tormentoslos furiosos elementosmenos le pondrán atajocorrerá de arriba abajoel globo de polo a poloy dirá un castigo solome ha dado mucho trabajo.

Andará como iracundopor toda montaña y sierralos zánganos de la tierrahasta que fallezca el mundo,el diálogo más profundolo pasará sin cuidadoel camino más pesadosi pa’ el frogozo está9

del Señor se quejarápor no haberlo emparejado.

Para toda la compañaasí no más ha de serque unos han de tener gustoy otros han de padecer.

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El Sol

Ví el sol ya coronadoy quedó el mundo en sosiegovi el cometa de fuegoque los rayos le quitabala gente se desmayabacon un dolor sin piedad,lloraba la cristiandad,les pesa de haber nacidocuando el mundo así se viomedia hora de oscuridad.

Como a las siete del díanos puso en conocimientolloraban los elementosde ver lo que sucedíahubo pinta’ la veríaen un crecido dolorde haberse clisado el solno alumbraba su luz bella,vide brillar las estrellaslo mismo que a la oración.

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En una celda gloriosaestaba la Virgen Puracon su imagen criaturanuestra madre fue piadosa,en aquella hora penosapensábamos de morir,estuvo el juicio al veniracabamos al poderay Dios que vendría hacerel veinticinco de Abril.

Su luz nos quizo quitarmi Dios con su gran poderdándonos a conocerque nos quería acabar.En la corte celestiallloran los gloriosos santosconvertido en grito y llantoel mundo está desfragado10

en media hora y minutosque el sol se vía clisado.

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Lizardo Barros

Lizardo Barros se ahogóen el río de Neuquén,del mundo se separópa’ nunca jamás volver.

Con qué apuro no estaríacuando se haya sumergidoen el caudaloso ríosin poder salvar la vidaallí dio fin a sus días,del alma se separóa rendirle cuenta a Dios,diré con justa razón,que por servirle al patrón,Lizardo Barros se ahogó.

Ese sería el destinopor eso así lo cumplióde nadie se despidiódiré que así le convinola muerte ha buscado vinono se pudo detenerdebemos rogar por élque de Dios tenga perdónha muerto sin confesiónen el río de Neuquén.

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Sus padres nada le sirvensi quieren buscar su cuerpoporque le ignoran todo estolos que residen en Chile,sus hermanos que aquí vivencuando el parte les llegó,lo han buscado como noy al no poderlo encontrar,dicen mi hermano fataldel mundo se separó.

Mucho lo ha recomendadoel patrón por varias partesque si alguno lo encontraseserá bien recompensadopara enterrarlo en sagradoes lo que deben hacery encomendarle tambiénvarias misas en su nombreporque ya se acabó un hombrepa’ nunca jamás volver.

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Qué será del pobrecito

Qué será del pobrecitoque de Dios fue castigadocomo lo han aseguradopor su soberbia y delito.y dicen los que lo han vistoy también lo han presenciadoque habiendo estado alojadodijo él, antes de acostarmás que Dios sé madrugardijo el fiel aventurado.

En una dichosa camaque amaneció el otro díaque como nadie sabíalo que le había pesadoel patrón muy esorado11

dispuso irlo a recordarcomo no podía hablarde Dios le vino el castigoresollaba por’ tar vivo,pero no podía hablar.

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A los tres días hablóy también hubo de decirque lo dejaran dormirque era castigo de Dios.Allí todo declarólo que tenía que estarsin dejar de resollary durmiendo en todo tiemposirviendo al mundo de ejemplohasta el juicio universal.

Lo mandaron a traerpor orden del intendentehasta el estado presenteno lo han podido mover.Esto puede sucederdonde mismo lo han dejadoduerma su sueño profundopor sí mismo castigado.12

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Una niña se colgó

En mil novecientos nueveJueves Santo a medio díauna niña se colgóporque así le convendría.

El Santo Ángel de la guardala sujeta y la examinaarrepiéntete mujery sigue la compañía,el demonio que la guíapa’ que si desgracia quedey tal día la convieneen un desierto profundodándole ejemplos al mundoen mil novecientos nueve.

De su casa se saliófue muy cierto y le convinopara cumplir su destinola estrella con que nació,ésta no se confesómenos se arrepentiríade una tentación tan grandeque en su corazón teníaporque el malo la tentóJueves Santo a medio día.

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Tengan ejemplos en míde lo que me ha sucedidomi nombre infeliz, Petronay Lillo por apellido.Quien a deshora se vido13en un desierto tan grandemaldiciendo a padre y madrey la leche que tomóde que se vio perdidaesta niña se colgó.

Ejemplo hay dado en el mundoy también daré prelectoque los padres de familiano estorben los casamientos,no iguala ningún pretexto,ni a la cuenta verdaderadoble serán sus cadenasque para alivio tenían,porque el malo la tentóporque así le convendría.

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Un crimen sensacional

Un crimen sensacionaltres bandidos cometieronuna guagua se comieronallá por el Carrascal.Con el filo de un puñalla cabeza le cortaronluego en un horno la echarony de que ya estuvo asadapor los tres fue devoradahasta que el hambre saciaron

Tres obreros la encontraronal paso con gran sorpresala rubiecita cabezade la niña que inmolaron.Más asustados quedaronde ver a los desalmadoslos tres estaban sentadoscomiendo con todas ganaspedazos de carne humanacual si fuera un pollo asado

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Un año y medio teníala niñita devoradapor todos era apreciadaen el barrio en que vivía.Ella era la alegríade la madre y de su hogarcuando fueron a avisara la madre lo ocurridocayo al suelo sin sentidodel dolor y del pesar

Amarrados los llevaronal retén del Carrascaldónde su crimen bestiallos salvajes confesaron.Los pedazos que dejarondel cadáver devoradoallí fueron transportadosconfesando la verdadla rural autoridaddel vil crimen perpetuado

Allí estaban los bandidosde tan salvaje maldaden estado de ebriedadal hacer el desatino.Los tres sangrientos felinoshoy se hayan encarceladoshan de morir fusiladosbajo la ley del talión;sin piedad ni compasiónhan de morir abaleados.

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El preso

Cuando estaba en libertadtenía varios amigosy ahora que estoy cautivose me acabó la amistad.En cualquier fragilidadme hallo prisionero y reocon tantos pesados hierrosremachados a martillocon tantos pesados brillosse lamenta un prisionero.

Porque seré tan fatalo seré muy mal cristianoninguno de mis hermanosme ha venido a visitar,ni menos a preguntarde mi hermano que habrá sidocomo soy un desvalidome lamento al creadoroigan la lamentaciónde un pobre infeliz cautivo.

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Que me llamase al alcaideyo le dije al cabo´e guardiaque unas, dos o tres palabrasyo a él tenía que hablarle14y ahí me formó unos cablesqueriéndome dar de azoteque llaves tengo de un portepara remacharte un candadopa que no pidai juzgadoni apelación a la corte.

Con un frío atormentadoque se me hielan los piesque es lo que tiene este juezque no me saca juzgado.En un cuarto encarceladodonde esperan mis cadenasterribles serán mis penascon que me hallo aprisionado.Yo he de morir abaleadosin merecer la condena

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Por l´agua

Por l´agua se dice misacon l´agua se lava el orocon l´agua se riega el suelol´agua convierte a los morosl´agua tiene mil tesorosque para el sol y la lunal´agua con mayor fortunacelebra los sacramentosl´agua vive en un portentol´agua tiene una dulzura.

L´agua para decir misaadora a Dios en su templocelebra los sacramentosal tomar l´agua bendital´agua que tan pura y limpiay del mundo rebajaday de Dios muy estimadasin haber duda ningunapor el bautismo cristianol´agua tiene una dulzura.

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L´agua del río Jordánes un tesoro mayorl´agua bautizó al Señorpor ser padre principall´agua bautizó a San Juany a nuestra madre Baezal´agua con una riquezaella es cristalina y purapara mayor complacencial´agua tiene una dulzura.

L´agua fomenta cristianosy a todos los desigualesl´agua fomenta en las avesy a los brutos animalesl´agua tiene una ayudanteno puede correr la plumal´agua con mayor fortunacelebra los sacramentosl´agua vive en un portentol´agua tiene una dulzura.

Para toda la compañapor l´agua nos adoramospor l´agua viene el bautismopor l´agua somos cristianosPide a mi Dios consagrandoSentado en su santo temploque de l´agua es un portentoTe adoramos tu hermosuraPara mayor complacencial´agua tiene una dulzura

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Notas al pie

1 Las poesías que aparecen escritas en la presente compilación responden a la estruc-tura métrica de la décima. La décima espinel corresponde a una estrofa de diez versos octosílabos en que el primer verso rima con el cuarto y el quinto; el segundo verso con el tercero; el sexto con el séptimo y décimo; el octavo con el noveno. Algunos poemas fueron corregidos métricamente para adecuarlos a la estructura mencionada. Otros versos manifiestan breves variaciones que, a nuestro modo de ver, conservan el senti-do del verso. Hay que agregar que se modificaron algunas letras que actualmente no se utili-zan en la ortografía común. En relación a las décimas escritas por la señora Eduvigis Candia, en la presente obra se sustituyó la “i” por la “y” y la “j” por la”g” en todos los casos que estimamos conveniente.

2 La estrofa correspondiente al segundo verso o pie de la glosa no se encuentra en el poema.

3 Es probable que falten los últimos cuatro versos de la estrofa.

4 Rafael Candia es hermano de Eduvigis. La única décima compilada corresponde a un poema pícaro que la familia Candia conservaba junto a las décimas de Eduvigis.

5 Subsistencia.

6 La estrofa correspondiente al segundo verso o pie de la glosa no se encuentra en el poema.

7 Prolijidad

8 Es probable que la conjunción del más que referirse a de él o el aprisionarme signi-fique de aprisionarme, y la ele al final se agregue para conservar El ritmo del verso. Lo mismo ocurriría en la quinta línea de la estrofa.

9 Fragoso: abrupto, escarpado, montañoso, accidentado.

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10 Desfraguado: vino que en apariencia tiene buen color pero es pobre de sabor.

11 Azorado : desorientado, confundido.

12 Faltan dos líneas. Los versos ausentes probablemente son el séptimo y octavo.

13 Quién a deshora se vio.

14 El verso compilado estaba ordenado de la siguiente manera: ‘Yo le dije al cabo´e guardia / que me llamase al alcaide / que con él quería hablar / una dos o tres o pala-bras’. Por motivos métricos modificamos el orden e inclusive algunas palabras, pero teniendo presente el sentido de la décima.

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Las décimas heredadas del Ñuble es un trabajo compi-latorio que pretende rescatar y reactualizar la poética tradicional del valle central de Chile. Los poemas compilados corresponden a décimas trans-mitidas hereditariamente que se recogieron en la pro-vincia de Ñuble a dos cultoras del canto campesino: Pascualina Almuna, oriunda de San Fabián de Alico y Elena Candia, de San Carlos. Ellas accedieron a com-partir con nosotros los poemas que aprendieron a tra-vés del contacto familiar.