DECÁLOGO DE BUENAS PRÁCTICAS · impulsar la Formación Económica y Financiera como complemento...

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2º CFS GUÍA, INFORMACIÓN Y ASISTENCIA TURÍSTICA CURSO 2015/16 DECÁLOGO DE BUENAS PRÁCTICAS

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PROYECTO ELABORADO POR 2º DE CICLO SUPERIOR DE GUÍA,

INFORMACIÓN Y ASISTENCIAS TURÍSTICAS CURSO 2015/16

2º CFS GUÍA, INFORMACIÓN Y ASISTENCIA

TURÍSTICA

CURSO 2015/16

DECÁLOGO DE BUENAS PRÁCTICAS

2 DECÁLOGO DE BUENAS PRÁCTICAS

Este trabajo de planificación surge en el contexto del programa de educación

Económica y Financiera que durante el curso 2015/2016 se está desarrollando en nuestro

centro educativo. Este programa tiene como objetivo potenciar los conocimientos,

destrezas y habilidades básicas que permitan al alumnado comprender la importancia de

conceptos clave como el ahorro, los ingresos, el presupuesto personal, el coste de los

productos, la calidad de vida o el consumo responsable. El alumnado al que va dirigido es

el correspondiente a los distintos niveles educativos, adaptándose la utilización de los

recursos a las características propias de cada nivel. En nuestro caso, el 2º curso del ciclo

superior de Guía, Información y Asistencias Turísticas participará con la intención de

impulsar la Formación Económica y Financiera como complemento indispensable para la

puesta en marcha de iniciativas emprendedoras y familiarizarnos con los consumos, para

intentar conseguir unas intervenciones responsables como ciudadanos y futuros

empresarios.

La sostenibilidad, la preocupación por el entorno y la conservación ambiental, es ya

un factor clave para el desarrollo de cualquier sector económico, y más aún si, como es el

caso del turismo, ese sector depende tan estrechamente de la calidad del ambiente. El

desarrollo del turismo bajo pautas de sostenibilidad debe permitir satisfacer las necesidades

de los turistas y regiones anfitrionas presentes, al mismo tiempo que protege y mejora las

oportunidades del futuro. El sector empresarial del mercado turístico cada vez más

concienciado y los diferentes niveles de la administración, establecen instrumentos para

dirigir, no solo a las empresas si no también a turistas y residentes en destinos turísticos,

hacia un turismo más respetuoso. Entre estos instrumentos destaca el manual de Buenas

Prácticas en las empresas de hostelería y turismo, que nosotros vamos a utilizar para

trasladarlo al centro educativo en el que se llevan a cabo nuestras enseñanzas.

En definitiva, el reto consiste en elaborar un decálogo de buenas prácticas que

permita hacer nuestro centro más sostenible y confortable, reduciendo los consumos de

recursos y gestionando los residuos, gracias a diez actuaciones al alcance de todos y que

tengan el mayor impacto positivo posible.

3 DECÁLOGO DE BUENAS PRÁCTICAS

GUIÓN

1. INTRODUCCIÓN 4

2. JUSTIFICACIÓN 4

3. CONSUMOS ACTUALES EN EL CENTRO 6

4. PROPUESTA DE BUENAS PRÁCTICAS 8

5. VALORACIÓN 10

4 DECÁLOGO DE BUENAS PRÁCTICAS

1. INTRODUCCIÓN

La determinación de un Decálogo de Buenas Prácticas en el IES Blas Infante se va

a realizar como una actividad de planificación del módulo de Diseño de Productos

Turísticos, para ello hemos partido de los contenidos teóricos de sostenibilidad y

sostenibilidad turística. Se han establecido grupos de trabajo de 5 alumnos y alumnas que

han seguido los pasos habituales en toda planificación. En primer lugar la búsqueda de

información interna y externa para poder diagnosticar la situación del centro respecto a los

consumos de recursos, hábitos de ahorro energético y de reciclado, entre otros. Para

obtener información relativa al centro educativo, hemos contado con la colaboración del

Secretario. En función de estas conclusiones, hemos establecido los objetivos que

pretendemos alcanzar con el decálogo y se han seleccionado, por votación, las 10 medidas

que mejor pueden contribuir a la sostenibilidad del centro, para ello cada grupo ha

propuesto su selección justificando la necesidad y repercusión de cada una de ellas.

Además, entendiendo que este tipo de medidas solo son efectivas si realmente se

ponen en práctica, hemos incluido una valoración sobre comunicación y por último, como

no pueden faltar en cualquier plan, sobre medidas de evaluación y control de los resultados.

2. JUSTIFICACIÓN.

El concepto de desarrollo sostenible surge como un nuevo y ambicioso objetivo

que va a permitir guiar a la humanidad en su afán de crecimiento y supervivencia

permitiéndonos afrontar el futuro ambiental con mayor perspectiva, así como ser

conscientes de las serias repercusiones ocasionadas por el deterioro ambiental y de la

distribución desigual de los recursos. El termino surge por primera vez en el informe de la

WCED (World Commission on Environment and Develoment) “Our Future Common”

conocido también como informe Brundtland y cuya definición es: “el desarrollo sostenible

es el desarrollo que satisface las necesidades del presente, sin comprometer la capacidad de

las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”.

Con el tiempo, la concepción dominante del desarrollo sostenible ha evolucionado

más allá de la discusión sobre el capital natural y ha tomado en consideración otros

aspectos del desarrollo humano, incorporado aspectos económicos, sociales y ambientales

de la sostenibilidad, la idea de la participación de todos los sectores de la sociedad en la

toma de decisiones y la diferenciación de responsabilidades de los países ricos y pobres.

Hoy día entendemos como primordial para el desarrollo sostenible, la integración

de tres dimensiones, ambiental, sociocultural y económica, con sus diferentes objetivos y

funciones para el desarrollo humano. Este enfoque resalta la interacción entre los tres

subsistemas y cómo la degradación de uno puede afectar de forma negativa al conjunto del

progreso o bienestar humano.

A partir de los años noventa, la idea del desarrollo sostenible es acogida por parte

del sector privado. Aunque la responsabilidad principal de las empresas consiste en generar

5 DECÁLOGO DE BUENAS PRÁCTICAS

beneficios, cada vez más se exige que deben contribuir al mismo tiempo al logro de

objetivos sociales y ambientales. La transformación del papel de las empresas responde a

los recientes cambios de la sociedad en los países desarrollados. Las principales razones que

explican la creciente preocupación empresarial por el desarrollo sostenible están justificadas

en las nuevas inquietudes y expectativas de los ciudadanos, consumidores, poderes públicos

e inversores en el contexto de la globalización y el cambio industrial a gran escala llevan a

una preocupación cada vez mayor por criterios ambientales y sociales.

Más que antes, se espera de las empresas que informen de manera transparente

sobre su comportamiento en las tres áreas fundamentales en las que pueden añadir o

destruir valor: la economía, el medio ambiente y la sociedad. La responsabilidad de las

empresas en el marco del desarrollo sostenible puede expresarse mediante el término de la

“triple bottom line” o triple cuenta de resultados, para referirse a los niveles mínimos de

comportamiento respecto a tres conceptos clave: “profit” (prosperidad económica),

“planet” (calidad ecológica) y “people” (bienestar social).

Las estrategias de sostenibilidad en el ámbito empresarial han evolucionado a lo

largo del tiempo. Tras una época caracterizada por el cumplimiento de la legislación por

parte de las empresas y el tradicional enfoque de soluciones a final de tubo, aparece el

concepto de la producción limpia (o más limpia) introducido por el Programa de Naciones

Unidas para el Medio Ambiente (United Nations Environment Programme, UNEP) que se

refiere a la prevención de la contaminación ambiental en origen a través de cambios

introducidos en los procesos, los productos y los servicios. Posteriormente, este concepto

se ha visto complementado por otras estrategias más integradas para contribuir al

desarrollo sostenible desde el mundo empresarial.

Los tiempos cambian. La sostenibilidad, la preocupación por el entorno y la

conservación ambiental, es ya un factor clave para el desarrollo de cualquier sector

económico y especialmente para el turismo que depende en gran medida de la calidad del

ambiente.

España es una de las mayores potencias turísticas del mundo por número de

visitantes y como es lógico, las infraestructuras hoteleras españolas van acordes con el

tamaño de la población turística que se debe atender, concentrándose en tiempo,

temporada alta, y en espacio, el litoral mediterráneo y en las islas Baleares y Canarias.

En el crecimiento de esta industria pronto se comenzaron a escuchar las primeras

voces de crítica al modelo turístico que se estaba potenciando, considerando que muchas

de sus estrategias y actuaciones estaban teniendo una incidencia negativa sobre el medio

ambiente. Para reorientar la industria turística e incorporar los principios de sostenibilidad

ha sido necesario introducir nuevos conceptos y prácticas en la planificación y gestión

turística, existiendo diversas organizaciones y documentos internacionales que se centran

en avanzar sobre estas cuestiones.

Hoy la economía española es mucho más avanzada y compleja, pero la influencia

del turismo sigue siendo muy importante. Debido a la dimensión de la industria turística y a

los impactos que genera, nace la preocupación por encontrar un equilibrio su crecimiento y

6 DECÁLOGO DE BUENAS PRÁCTICAS

la preservación del medio ambiente. Las administraciones públicas vienen impulsando

diversas iniciativas, pero para conseguir los objetivos de sostenibilidad se precisa de la

participación de todos los agentes implicados: gestores, población local, turistas, técnicos y

empresas del sector, etc.

Las principales estrategias que se están llevando a cabo se relacionan con la

planificación y el desarrollo local, el control de los usos del suelo, la adaptación de la

estructura turísticas a las necesidades y condiciones ambientales del territorio, y la adopción

por parte de las empresas de políticas de Buenas Prácticas orientadas a la sostenibilidad.

Son precisamente esas pautas de actuación las que pretendemos trasladar a nuestro

centro educativo, en el que podemos destacar como consumos principales: la energía

eléctrica, el gasoil de la caldera, el agua, el papel y la tinta.

3. CONSUMOS ACTUALES EN EL CENTRO.

Si analizamos los principales consumos podemos concluir que el mayor gasto se

produce en electricidad. El consumo mensual asciende 1600 euros equivalentes a 20

viviendas usando bombillas de bajo consumo. No contamos con materiales de bajo

consumo aunque se está teniendo en cuenta a la hora de la reposición y la potencia

contratada supera las necesidades, por lo que el Plan de Mejora contempla algunas

medidas al respecto. Como medidas de ahorro actualmente han establecido normas

relativas a apagar luces y equipos antes del fin de horario de clase y además se cuenta con

dispositivos de apagado automático en ordenadores. Aunque debemos comentar que a lo

largo del proceso de análisis que se ha seguido para la realización de este proyecto, hemos

detectado que se encienden luces sin subir las persianas lo que permitiría aprovechar la luz

natural o incluso, se recurre a su encendido aunque haya claridad suficiente.

Otro de los puntos a tener en cuenta es el uso de papel y de tóner para

impresoras. La compra de papel es de unas 100‐120 cajas anuales con 5 paquetes cada uno,

es decir, si el papel es de 5 gramos se consumen entre 1250 y 1500 kilos de papel al año.

Esta cantidad puede parecer poco significativa en cuanto al gasto que supone para el

instituto pero es mucho más valiosa si tenemos en cuenta que para producir una tonelada

de papel se necesitan 17 árboles y 4100 kilowatios de energía. El papel no es reciclado ya

que según la información proporcionada por el centro, el precio es el mismo por lo que

hasta día de hoy no se ha planteado ese cambio aunque, desde el punto de vista

medioambiental sabemos que sería recomendable. Respecto al gasto de tóneres calculamos

unos 10‐15 al año, con un precio de 15-16 euros por unidad, lo que supone un gasto de

unos 300 euros anuales. Sin embargo no es posible determinar el consumo en los diferentes

departamentos ni si se reciclan o desechan correctamente.

Respecto a la calefacción, que funciona con gasoil, supone un gasto anual

considerable ya que se carga con 3000 o 3500 litro cuyo coste varía en función del precio

del combustible en ese m omento. En relación a este aspecto, debemos comentar que el

7 DECÁLOGO DE BUENAS PRÁCTICAS

tipo de instalación y el nivel de confort son deficientes. El IES Blas Infante comienza su

actividad en 1978 y esto implica que tanto materiales como instalaciones presenten

deficiencias que afectan a la eficiencia energética. En la planta alta no llega con intensidad,

los cierres no ajustan bien y no hay el hábito de cerrar ni ventanas y ni puertas para ayudar

a mantener la temperatura dentro de las aulas, de hecho no es raro encontrar ventanas

abiertas en días de frío.

El consumo de agua debido al tipo de empresa que estamos analizando no es el

más significativo, aunque se deba tener en cuenta a la hora de señalar conductas

responsables de consumo.

Por otro lado, se ha tenido en cuenta y se han analizado los hábitos en la

eliminación de residuos, especialmente el reciclado de basura. En este sentido hay que

señalar que el profesorado cuenta con la posibilidad de reciclar el papel y el cartón, pero

no existe diferenciación de recogida de basura en el patio, donde el alumnado podría

diferenciar los restos inertes correspondientes a envases, de los de papel. Debido a los

problemas de suciedad en el patio tras el recreo, provocados por la sistemática costumbre

de arrojar basura al suelo en lugar de en las papeleras, se ha puesto recientemente en

marcha un programa de ecopatrullas que consiste en que alumnado voluntario, ayuda al

profesorado de guardia a recordar que los restos del desayuno se deben depositar en los

cubos de basura.

Por último podemos destacar que aunque no suponga un coste para la

administración del centro, hemos decidido introducir dentro de las prácticas que pueden

contribuir al bienestar de la comunidad educativa aquellas que están relacionadas con la

concienciación de un nivel de ruido aceptable.

En definitiva, podemos valorar como positivas las nuevas iniciativas que el centro

ha puesto en marcha pero todavía son insuficientes para compensar unas instalaciones

anticuadas y unos malos hábitos de la comunidad educativa que, en general, contribuye con

su comportamiento al gasto innecesario de energía, al ruido excesivo en las instalaciones y a

la suciedad producida por arrojar basura al suelo.

Con este Decálogo de Buenas Prácticas buscamos el máximo aprovechamiento de

los recursos del centro por medio de acciones que nos llevarán a ahorrar consumos que nos

haga reducir costes. Siempre buscando aquellas que, de manera sencilla, nos ayuden a

conseguir nuestro propósito y que puedan formar parte de la rutina diaria de tal forma que

los beneficios se pueda prolongar en el tiempo.

8 DECÁLOGO DE BUENAS PRÁCTICAS

4. PROPUESTA DE BUENAS PRÁCTICAS

Los componentes de las tintas para

rotulador, especialmente los

permanentes pueden contener

sustancias tóxicas que se identifican

con un aspa negra sobre fondo

naranja. Es preferible evitarlos y usar,

en su lugar, aquellos cuya tinta es al

agua. Con ello evitamos que, al

desecharlos, contaminen el medio

ambiente y provoquen potenciales

peligros para la salud. Además el uso

de los recargables es más económico.

Como medida de ahorro en

el consumo de tinta, cuando

imprimimos un documento,

proponemos tener en cuenta que el

tipo de letra seleccionado. Como se

muestra en la diapositiva 2, la que

menos tinta gasta es la tipo

Garamond.

En un centro educativo

como el nuestro, con un

importante número de estudiantes,

es necesario concienciarnos de la

importancia que el nivel de ruido

produce sobre nuestra salud y

bienestar. Si se eleva el

volumen de la voz y de ruidos,

todos tendremos que hacer un

esfuerzo mayor por hacernos oír y

cada vez el nivel de ruido se hará

más insoportable. Reduzcamos la

contaminación acústica para evitar

los efectos negativos del ruido como el estrés, la irritabilidad, el dolor de garganta, la

pérdida de audición etc.

3. TOMA MEDIDAS PARA REDUCIR LA

CONTAMINACIÓN ACÚSTICA DEL CENTRO

Evitar elevar el volumen de

nuestra voz en clases e

intercambios favorece la

salud.

Un nivel bajo de ruidos

ayuda a evitar el estrés y la

ansiedad.

Acostumbrarnos a un

volumen de voz más bajo

evita molestar a las demás.

1. EVITA EL USO DE PIGMENTOS

NOCIVOS EN BOLIGRAFOS Y

ROTULADORES

Evitar el uso de

bolígrafos y rotuladores

con este símbolo

A TENER EN CUENTA: La tinta

de los bolígrafos en contacto con la

piel humana, puede provocar

intoxicación con peligro de muerte

en algunos casos a largo plazo.

2. REDUCE EL CONSUMO DE

TINTA ELIGIENDO EL TIPO DE

LETRA

Garamond

Courier

Brush Script

Times New Roman

Helvetica

Comic Sans

Cooper Black

Impact

9 DECÁLOGO DE BUENAS PRÁCTICAS

4. UTILIZA CORRECTAMENTE

LOS DEPÓSITOS PARA LA BASURA

El uso correcto de las

papeleras favorece el

bienestar de todos.

La selección de basuras

contribuye a mejorar el

medioambiente.

Por otro lado, generamos mucha basura, especialmente la que proviene de

envoltorios de los bocadillos, zumos etc que utilizamos en el desayuno. Proponemos

utilizar siempre las papeleras o depósitos habilitados para recoger plásticos y papeles,

contribuyendo al reciclado si además estos residuos se separan adecuadamente. También

podemos utilizar material reutilizable para reducir la cantidad de basura y evitar materiales

contaminantes como el papel de aluminio o el plástico.

Uno de los consumos que se

producen en un centro educativo es el

agua, aunque no es muy significativo

en el nuestro si no tenemos cuidado se

puede malgastar por eso es importante

que cuidemos el uso de grifos y fuentes

para conseguir un consumo

responsable.

De igual modo, es necesario ser

cuidadoso con el gasto de energía

(gasoil) que se utiliza en la calefacción

del centro. A veces se abren puertas y

ventanas de aulas y especialmente de

pasillos, haciendo que el calor se vaya.

Si a eso añadimos la antigüedad de las

instalaciones y de los cierres, el

resultado es que en los días de frío las

clases de la última planta no son

confortables. Todos debemos asumir

como responsabilidad hacer nuestro

entorno más agradable y contribuir a que el gasto que se produce en este concepto sea útil.

6. CIERRA EL GRIFO PARA

EVITAR LA PÉRDIDA DE

AGUA

Si dejas un grifo abierto o goteando, estás desperdiciando 10 litros de agua por minuto.

Cuando veas alguna avería que suponga un desperdicio de agua, ¡notifícalo de inmediato a tu profesor

5. EVITA EL USO DE PAPEL

DE ALUMINIO O DE FILM

Evitar el uso de papel de

aluminio o de film a la

hora de traer el desayuno

reduce la basura que

generamos.

Utilizar envases

reutilizables como tarteras

o bolsas de tela ayuda a

preservar el medio.

10 DECÁLOGO DE BUENAS PRÁCTICAS

Priorizar el envío de documentos a

través de medios informáticos como

correos electrónicos o fax en formato

digital para evitar su impresión.

9. COMPARTE DOCUMENTOS EN

FORMATO DIGITAL EVITANDO

IMPRIMIR

Respecto a las comunicaciones y entregas de documentos, podemos valorar que si

se realizaran sin necesidad de imprimir, estaríamos ahorrando consumo de papel y tinta

pero también energía y agua. Si tenemos en cuenta que para producir una tonelada de papel

se talan 17 árboles seremos conscientes de la necesidad de consumir solo el papel necesario

y promover el uso de papel reciclado.

Sin embargo, el mayor consumo se

produce en concepto de luz. Durante el

tiempo que hemos realizado este estudio

hemos visto como no siempre se hace un

consumo responsable por eso creemos

necesario recordar que se debe aprovechar la

luz natural y apagar los dispositivos cuando

no se usan, especialmente cuando salimos de

clase. El instituto en particular y el medio

ambiente en general, nos lo agradecerán.

Además habría algunas medidas relativas a las

instalaciones que contribuirían a este ahorro,

como poder seleccionar el número de tubos fluorescentes que se encienden o el cambio a

luces de bajo consumo, entre otras.

5. VALORACIÓN

En definitiva hemos seleccionado las 10 actuaciones preferentes con las que

podríamos reducir costes y contribuir por un lado, a un mayor bienestar y por otro, a la

sostenibilidad. Para que podamos transmitir estas ideas a otros miembros de la comunidad

educativa, hemos elaborado un logotipo y una presentación en la que se señalan los

aspectos más importantes. El logotipo intenta aunar el turismo, el IES Blas Infante y la

sostenibilidad. Por eso hemos colocado en el centro el búho, símbolo de nuestro centro

educativo, cambiando su color azul habitual por el verde y hemos utilizado alrededor unas

hojas representativas de la naturaleza, a la que queremos ayudar con algunas de nuestras

8. TOMA MEDIDAS PARA REDUCIR

EL CONSUMO DE PAPEL

Disponer de equipos informáticos que permitan

fotocopiar e imprimir documentos a doble cara.

Reutilizar hojas escritas o impresas por una sola cara para apuntes.

''Aunque siempre es mejor usar papel reciclado, no hay que olvidar que la mejor

opción es reducir el consumo de papel''.

10. USO RESPONSABLE DE

LA ELECTRICIDAD

Aprovechar la luz natural

subiendo las persianas.

Apagar las luces cuando la

clase se quede vacía.

Ser conscientes de que hay que

apagar los equipos

informáticos cuando se acabe

de usar.

11 DECÁLOGO DE BUENAS PRÁCTICAS

propuestas, pero con la gama de colores que se utilizan en el logotipo del turismo en

Andalucía.

Para poder establecer unas medidas de valoración y control de las acciones que se

proponen, éstas deberían ser asumidas por la totalidad de la comunidad educativa con el fin

de poder calcular el ahorro que se hubiera producido. Teniendo en cuenta el mes del curso

en el que estamos, los consumos de luz y calefacción se reducen de manera natural por lo

que no parece que para este año se pueda llevar a cabo ninguna medida de control de

resultados.

Por otro lado, a modo de conclusión, si que podemos valorar de forma muy

positiva que entre el alumnado que ha elaborado este estudio, sí que se ha producido un

cambio de actitud y que se han asumido, de manera casi inmediata y general, las medidas

propuestas que se manifiesta en un hábito de consumo más responsable.