Debate Ideológico Sobre Educación en Argentina y La Impronta de Antonio Sobral Como Educador

66
Instituto Del Rosario - Profesorado Gabriela Mi TRABAJO DE INVESTIGACIN “Debate ideológico sobre educación en Argentina y la impronta de Antonio Sobral como educador” A!"MNOS# Rodr$%ue&' !orena Paola( )eballos Gon&alo PRO*ESORA# !i+, Rodr$%ue&' Mar$a Ale andra A.O /01/ 1

Transcript of Debate Ideológico Sobre Educación en Argentina y La Impronta de Antonio Sobral Como Educador

Instituto Del Rosario - Profesorado Gabriela Mistral

TRABAJO DE INVESTIGACINDebate ideolgico sobre educacin en Argentina y la impronta de Antonio Sobral como educador

ALUMNOS:Rodrguez, Lorena Paola; Zeballos GonzaloPROFESORA: Lic. Rodrguez, Mara AlejandraAO 2012

INTRODUCCIN

En la presente investigacin se utilizar el tipo de estrategia cualitativa etnogrfica. En la cual se desarrollaran las siguientes cuestiones del trabajo: TEMA:

Debate ideolgico sobre educacin en Argentina y la impronta de Antonio Sobral como educador

REVISIN DE ANTECEDENTES: Puiggrs, Adriana. Qu pas en la educacin Argentina:Breve historia desde la conquista hasta el presente. Editorial Galerna,2003. Puiggrs en este libro explica la fundacin del debate ideolgico en educacin desde los orgenes de las corrientes Normalismo en 1870 hasta los enfrentamientos del gobierno de Pern con la Iglesia Catlica.Cuando el peronismo lleg al poder, una profunda fractura divida los discursos polticos pedaggicos de los dos grandes movimientos nacionales, el radicalismo y el peronismo; los socialistas haban acentuado sus componentes liberales. Junto con los radicales y los demcratas progresistas formaban un bloque con mucha influencia en la docencia, que defenda la educacin estatal, laica, obligatoria y gratuita y la reforma universitaria. Los educadores escolanovistas que eran socialistas como Delia Etcheverry, demcratas progresistas como Olga y Leticia Cossettini, radicales como Antonio Sobral y tambin los vinculados al Partido Comunista, como Luis Iglesias, se alinearon en la defensa de los principios educativos liberales contra el avance del nacionalismo, identificando peronismo con fascismo, sin comprender su raigambre popular y sus posibilidades democrticas. El gobierno peronista no intent atraerlos sino que se dedic a perseguirlos. El peronismo hered del rgimen instalado en 1943 funcionarios ultranacionalistas que queran imprimir a la escuela el carcter de un regimiento; por eso choc con la irreductible oposicin del espectro liberal. Pero las demandas que deba atender provenan de un espacio mucho ms amplio que las fuerzas polticas organizadas. Mucha gente quera aprender oficios, capacitarse como operaria o empleada y cursar carreras tcnicas. Las mujeres queran estudiar, los empresarios requeran personal ms capacitado, los inmigrantes del interior que llegaban a Bs. As necesitaban atencin educacional. La cultura elitista instalada en las instituciones y en los medios de comunicacin era distinta del espritu nacionalista y popular de los trabajadores peronistas y de Pern y Evita. Enfrentado el peronismo con los liberales y con la izquierda, en el poder educativo avanz el nacionalismo catlico.Los cargos polticos del sistema fueron cubiertos por funcionarios vinculados con el rgimen de 1943. Eran, como siempre, mdicos, abogados y en algunos casos militares, que ahora coincidan en el nacionalismo catlico. Pero no entendan de la misma manera el problema de la participacin popular y tenan distintas concepciones pedaggicas.La prdica territorial de las parroquias y la accin de las organizaciones sociales de la iglesia encontraba competencia en muchas agrupaciones civiles justicialistas. El conflicto entre el peronismo y la Iglesia Catlica no tard en estallar y se manifest con fuerza el tema educacional. El problema de la enseanza religiosa fue debatido por el Congreso de la Nacin en dos oportunidades: 1947 y 1955.

Calvo, Bernardino. Historia de la Educacin en Villa Mara (1871-1996).Edit. Escuela Agustn lvarez 1996.En 1937 la intolerancia de grupos sectarios que marchaban a contramano de las aspiraciones de progreso de la comunidad villamariense, en el marco de acontecimientos que exceda la geografa urbana y favorecidos por la legislacin regresiva de la "dcada infame", asestaron un duro golpe a los proyectos educacionales alentados por Sobral, al intentar la intervencin de los establecimientos educacionales que diriga. La discriminacin y persecucin ideolgica instaladas en el pas se multiplicaban en un medio como villa Mara. La accin perpetrada, segn se dijo, contra "la tradicin progresista de la escuela argentina" estuvo destina a "impedir, esencialmente, que la enseanza siguiera obrando como un factor de progreso social".

Abratte, Juan Pablo. Tiempos, destiempos y contratiempos: el discurso poltico pedaggico de la tradicin reformista de Crdoba Esta Ponencia constituye una versin revisada del Captulo 2 de la Tesis Doctoral titulada Hegemona, Reformas y Discurso Educativo en la Provincia de Crdoba (1984-1999) de Pablo Abratte, que fuera presentada al Doctorado en Ciencias Sociales de la FLACSO (Argentina):En esta ponencia, abordaremos algunos nudos centrales del discurso poltico pedaggico de un ncleo intelectual que, en el perodo de entreguerras, despleg en la provincia un proyecto educacional de relevancia para la historiografa educativa argentina. Se trata de un movimiento que encontr sus races en la Reforma Universitaria del 18 y pretendi extender el ideario reformista al sistema educacional en su conjunto. Con influencias espiritualistas y escolanovistas, este ncleo desarroll una serie de alternativas pedaggicas que incluyeron propuestas legislativas, creacin de instituciones educacionales y culturales, producciones acadmicas e intelectuales, inscriptas en un discurso de profundo sentido crtico respecto al modelo escolar hegemnico y a sus vnculos con el proyecto civilizatorio estatal. Este movimiento, que tiene como exponentes centrales a Sal Taborda (1885-1944) y Antonio Sobral (1897-1971) articul a diversos sectores polticos, acadmicos y gremiales en torno a sus propuestas renovadoras, aunque ellas fueron fuertemente combatidas por el integrismo catlico, articulado luego con el peronismo. El propsito que orienta nuestra reflexin, no es efectuar un anlisis exhaustivo del discurso de este ncleo intelectual, tarea por dems compleja que -aunque abordada por algunas valiosas investigaciones de las ltimas dcadas (Roitenburd 1993, 1997, 1998, 2000; Dotti, 2000; Huergo, 2001; Carli, 2002; Puiggrs, 2003; Foglino, 2004 y Roitenburd y Foglino, 2005) todava constituye un desafo de magnitud para la historiografa educacional argentina. Nuestro propsito es mucho menos ambicioso: intentamos rastrear en esa tradicin reformista, algunas huellas que sern recuperadas, aunque resignificando sus sentidos originarios, por el discurso educativo provincial de la primera administracin post-dictatorial (1884-1995) y que, desde nuestra perspectiva, constituyen todava hoy problemticas nodales del campo poltico pedaggico cordobs, y tambin del nacional. Se aborda algunos nudos centrales del discurso poltico pedaggico de un ncleo intelectual reformista en la provincia de Crdoba. El propsito que orient nuestra indagacin fue rastrear en esa tradicin reformista, algunas huellas que fueron recuperadas -resignificando sus sentidos originarios- por el discurso educativo provincial de la primera administracin post-dictatorial (1884-1995) y que, desde nuestra perspectiva, constituyen todava hoy problemticas nodales del campo poltico pedaggico cordobs, y tambin del nacional. Es por ello que nos parece central reflexionar en torno a los tiempos, destiempos y contratiempos que atraviesan nuestra bsqueda. Taborda y Sobral, como representantes privilegiados de ese movimiento intelectual, poltico y pedaggico tuvieron conciencia de este problema, las reflexiones tabordianas acerca de los facndico, lejos de plantearse una revalorizacin del tiempo pasado, interpelaron la tradicin sin negarla- para actualizarla, en el singular escenario de su tiempo. Las apelaciones al federalismo, la democracia y la autonoma son sin dudas puntos nodales de un discurso poltico pedaggico que tuvo que atravesar diversos contratiempos en la historia educativa provincial y nacional. Cuando en los 80, transcurrida la experiencia autoritaria, se plantea la necesidad de mirar al pasado para reconocer horizontes democrticos, el discurso tabordiano proveer elementos disponibles para la construccin de un nuevo discurso educacional. Estos elementos: federalismo, autonoma y democracia sern puntos nodales de ese discurso post-dictatorial. Sin embargo, sus significados sern replanteados rpidamente, ante la crisis del Estado bienestarista y la emergencia del modelo neoliberal. Nuevos contratiempos para la construccin de alternativas pedaggicas democrticas. Sin embargo, y ya avanzada le dcada del 90 nuevamente la apelacin al federalismo y la autonoma sern nudos de significacin del discurso educativo provincial. Es interesante advertir entonces cmo a travs de la historia parecen retornar una y otra vez huellas de aquel antagonismo que consideramos constitutivo. Destiempos y contratiempos que insistentemente parecen perdurar en la historia poltica y educacional de la provincia. Roitenburd. Silvia. Antonio Sobral: Heterodoxia y educacin.Centro de Estudios Avanzados, Universidad Nacional de Crdoba, 1993:En un reciente trabajo, Csar Tcach recupera dos figuras claves del pensamiento "heterodoxo" de Crdoba: la de Amadeo Sabattini y Sal Taborda. El anlisis de sus relaciones en el orden de la problemtica poltico-educativa, corrobora una ligazn fundada en objetivos comunes y reclama la incorporacin de un tercer hombre: Antonio Sobral.Esta es una breve reflexin que gira en torno a la creacin de la Escuela Normal Provincial y a la figura de Antonio Sobral, visto junto a quienes lo apoyaran en esta empresa: Sal Taborda y quien la promoviera, desde su liderazgo poltico: Amadeo Sabattini. La oposicin frontal de que fueran objeto los transform en "heterodoxos".Recuperar el discurso de estas figuras fundamentales de la educacin de Crdoba y del pas, en sus condiciones de produccin, responde a un propsito ligado a preocupaciones del presente. Los problemas que ocuparon su pensamiento y fundaran su prctica educativa mantienen plena vigencia, en momentos en que el derrumbe del sistema educativo oficial slo puede ser analizado en el marco de una crisis de valores y de identidad que reclama pensadores y propuestas. En esa direccin, retomar a la luz de los conflictos del presente discursos de un pasado cercano, signado por una no menos dramtica crisis, es una tarea que merece ser encarada. Las diferencias en el tratamiento de problemas de orden filosfico-educativo, distintas posiciones poltico-partidarias, no obstaculizaron la empresa conjunta de promover transformacin es de orden cultural y educativo. Ms all de divergencias en el enfoque de algunos temas -la definicin precisa de la "identidad nacional", o ciertos aspectos pedaggicos vinculados al proyecto comn- coincidencias fundamentales los unieron en cuanto a fundar el mismo sobre una moral basada en la integracin de todas las culturas y en un imaginario social abierto a la participacin.Su pensamiento y prctica educativa se insertan en un complejo contexto. Una profunda crisis de orden mundial se articula con una conflictiva y nunca bien resuelta definicin de la identidad nacional y de vacilantes posiciones en torno al modelo y valores sociales. La bsqueda de una "espiritualidad propia, americana" ante el aparente fracaso de las civilizaciones europeas impulsaba la construccin de un nuevo orden que deba vertebrarse sobre valores morales basados en la tolerancia.El imaginario de cada uno de ellos debe ser analizado en la trama de los discursos que se despliegan en el espacio poltico y, en parte, como respuesta a las fracciones ms conservadoras hegemonizadas por el Nacionalismo Catlico Cordobs" cuya prctica, destinada a promover un modelo social restrictivo, regido por valores excluyentes desde su propia definicin de la identidad - "Nacin catlica"- se fundar en un supuesto sobre el que se enraza la tradicin nacional: la herencia hispnica.La educacin provincial, al amparo de la ley 1908 -que divergente de la ley Nacional 1420 incluye instruccin religiosa dentro del currculurn tenda a cristalizar en un modelo autoritario. Religin catlica, tradicin hispana, valores restrictivos, fueron, en el discurso del Nacionalismo Catlico Cordobs, trminos equivalentes. En el marco de los dos gobiernos "sabattinistas" (1936-1943) -Sabattini y del Castillo- el pensamiento filosfico pedaggico de Sal Taborda y la trayectoria pedaggica de Antonio sobral, se unieron en el objetivo de revertir el modelo educativo tradicional. El llamado a la tolerancia' se articulaba con una propuesta que promova la creatividad. En una atmsfera de convivencia democrtica y preparaba para la participacin en decisiones de orden pblico y privado. La comn preocupacin por la formacin de hombres libres, espirituales, participativos, los uni en el escenario poltico educativo. Sabattini, carismtico lder del radicalismo cordobs, promotor de un plan de gobierno que incorporaba la renovacin educativa como uno de sus objetivos prioritarios, la alent desde el Estado. En esta tarea cabe mencionar a uno de sus ms leales colaboradores, Santiago del Castillo, que le sucediera en el gobierno y durante cuyo mandato viera luz la Escuela Normal Provincial. Taborda, pensador de profunda envergadura, preocupado por problemas de orden filosfico-pedaggicos, aspiraba a repensarlos, a travs de una revisin crtica del positivismo pedaggico y del papel jugado por algunas figuras del escenario poltico del siglo XIX (Rivadavia, Sarmiento, Alberdi, etc.)."Taborda quiso hacer de la pedagoga una ciencia en el modelo de las ciencias del espritu. Pero no es la suya una construccin sin fronteras histricas y sin arraigo nacional. Su meditacin apuntaba al presente y al hombre concreto de nuestro pueblo".Su bsqueda de la identidad nacional lo llev hasta el humanismo hispnico y a los fundamentos del comunalismo federalista. Este enraizar de la identidad -discutible o no- en el origen hispnico, fue elaborado desde una perspectiva opuesta a la del Nacionalismo Catlico Cordobs cuya visin del hispanismo quedaba fijada en un discurso articulado a la religin catlica, a una concepcin del orden social autoritaria, intolerante frente a otros valores que no fueran los propios. Sobral, desde una vasta prctica pedaggica configur un proyecto al cual incorpora aspectos del pensamiento de Taborda, enriquecidos mediante su propio contacto intelectual con la produccin terica de las ciencias vinculadas a la educacin. Fue una relevante figura de la corriente "escolanovista" que en la dcada del '20 instrumentara diversas propuestas alternativas al sistema educativo oficial, en distintas regiones del pas, consecuente propulsor de la misma, cuando, en los aos '30 algunos de los representantes de esa corriente sufrieran la persecucin del estado autoritario en tanto los otros tendieron a conciliar con el mismo. La trayectoria pedaggica de Antonio Sobral se remonta a su prctica en Villa Mara, sustentada en una profunda vocacin y en el contacto actualizado con los aportes en las ciencias vinculadas a la educacin - psicologa evolutiva, psicogentica, biologa, etc.- que fueron luego base de sustentacin de su proyecto sistematizado .. Una profunda revolucin pedaggica obliga a estudiar al nio, a conocer (su mundo) para poder establecer las leyes que rigen su evolucin psicolgica...En 1930, en su calidad de legislador provincial por la Unin Cvica Radical (UCR), presenta un proyecto destinado a renovar las bases del sistema. El golpe de estado del 6 de setiembre de 1930, interrumpi la discusin del proyecto. La intervencin en la provincia elimin los "riesgos del avance del laicismo" que la oposicin al proyecto, encabezada por el Nacionalismo Catlico Cordobs, haca equivalente "al avance de la disolucin social".El anlisis de las configuraciones discursivas de Taborda, Sobral y Sabattini, no debe partir necesariamente, de suponer pensamientos afines y acuerdos totales. Un objetivo comn los uni en torno a un proyecto educativo; esto supuso afinidades pero tambin divergencias y enfoques diversos respecto a mltiples aspectos de un problema tan complejo. No fue la uniformidad de pensamiento sino la discusin de propuestas lo que abra, en la dcada del '30, una brecha hacia una educacin nueva. Pero estas visiones, deban desplegarse en un marco democrtico y que partiera de las bases comunes: la aceptacin de la tolerancia y de los valores universales, del derecho a la libertad de conciencia y de expresin en todas sus formas. Esas condiciones, fueron las que los gobiernos sabattinistas ofrecieron para que las configuraciones de Sobral y de Taborda pudieran desplegarse en vas a una transformacin ideolgico-educativa. La prctica de la Escuela Normal, habra una profundizacin del debate dentro del campo de la pedagoga, que deba contribuir a promover transformaciones de fondo. La forma que tom la oposicin a la Institucin y a sus promotores, merece, a su vez, una investigacin que contribuya a la comprensin de procesos polticos que influyeron en el modelo ideolgico educativo. La estrategia de confrontacin total, rasgo de la prctica del Nacionalismo Catlico Cordobs, que cerr el paso a un debate profundo y que, finalmente, condujera a la eliminacin de la experiencia, debe ser materia de nuevos anlisis. El Nacionalismo Catlico Cordobs, condens, sin matices ni diferencias, a la Escuela Normal, a Taborda, Sobral, Sabattini, en el "enemigo, convirtindolos en el estereotipo del adversario. Todos ellos fueron vencidos cuando, como resultado del golpe de junio del' 43, el gobierno democrtico fuera derrocado, arrastrando tras su suerte con los promotores del proyecto que se vio desestructurado, tras la obligada renuncia de Sobral.El fantasma de la "heterodoxia", tras el cual se habran unido los nombres de Amadeo Sabattini, de Sal Taborda y de Antonio Sobral, ocult los mltiples matices del pensamiento de cada uno, su riqueza y aun sus discrepancias, que slo podan salir a la luz en el marco de una discusin en un clima de tolerancia de "lo diverso". La profundizacin de la experiencia de Sobral y Taborda, merece un espacio prioritario, como un momento cumbre dentro de la problemtica educativa de Crdoba y de la Nacin. Recuperar su discurso - concebido como la articulacin de pensamiento y prctica- es un desafo an vigente en un presente que reclama proyectos educativo-culturales transformadores. www.derecho.uba.ar/investigacion/1946_el_ano_en_que_la_educacion_publica_se_volvio_religiosa.pdf:

La Revolucin del 4 de junio de 1943 que derrocara al gobierno constitucional del Presidente Castillo, promova el retorno a lo que ellos consideraban nacional; para lograr este objetivo, el Poder Ejecutivo har uso de los decretos ley, los cuales tendrn la finalidad de reconstruir la identidad nacional herida de muerte por los sucesivos gobiernos del Siglo XX que la debilitaron hasta obligar que militares que juraron defender la Constitucin Nacional y el gobierno del pueblo por ella establecido, se vieran forzados a alzarse contra un gobierno democrtico en defensa, segn ellos, de su sagrado juramento. De esta manera, se impone la enseanza religiosa en las escuelas pblicas a travs del Decreto ley 18.411 que deroga a la Ley 1420, correlato del ideario constitucional democrtico instaurado en nuestro pas en 1853. Este trabajo se propone analizar las cuestiones surgidas como consecuencia del dictado del Decreto N18.411 y el debate parlamentario ocurrido entre el 6 y 7 de marzo de 1947.A tres aos de la emisin del Decreto 18.411, el oficialismo destac que virtualmente buena parte de la poblacin escolar del pas era catlica, y que el hecho de la vigencia de la norma nunca perturb la pacfica convivencia argentina.La intolerancia practicada desde las aulas, concebidas por Sarmiento para la inclusin y la formacin de ciudadanos argentinos, las transform en un semillero de discriminacin religiosa y de intransigencia hacia el prjimo. Tampoco hacan alusin al poder otorgado a la Iglesia Catlica fruto de su estrecha vinculacin con el gobierno peronista, unin que, con el transcurso del tiempo, fue mermando, hasta llegar a transformarla en uno de los principales opositores al gobierno. Como ha sucedido a lo largo de la historia argentina, podemos decir que las circunstancias polticas y sociales fueron las que, en 1947, transformaron la educacin pblica y laica en educacin pblica y religiosa acorde con los dogmas y principios de la religin catlica.

PROBLEMAComo se expres la influencia del pensamiento Antonio Sobral en el debate ideolgico de comienzos de siglo XX para definir la relacin estado sociedad escuela y responder a la demanda social de la poca.

OBJETIVOS GENERALES:

Reconocer la influencia del pensamiento de Antonio Sobral en el debate ideolgico de comienzos de siglo XX para definir la relacin estado sociedad escuela y responder a la demanda social de la poca. OBJETIVOS ESPECIFICOS: Reconocer el origen de las principales corrientes pedaggicas de comienzos de siglo XX. Identificar en su interior la concepcin de sujeto, de nacin y de escuela vigentes. Reconocer la impronta de Antonio Sobral como partidario de la Nueva Escuela en la ciudad de Villa Mara. Contextualizar su accionar al interior de la sociedad en la que acta.

ANTICIPACIONES DE SENTIDO:

A pesar de los grupos sectarios como el Nacionalismo Catlico que trat de evitar la formacin de un sujeto libre y creativo, cuya visin del hispanismo quedaba fijada en un discurso articulado a la religin catlica, a una concepcin del orden social autoritaria, intolerante frente a otros valores que no fueran los propios, marchaban a contramano de las aspiraciones de progreso de la comunidad. Paralelamente surge un ncleo de intelectuales, entre ellos el educador Antonio Sobral, progresistas que formaban un bloque con mucha influencia en la docencia, que defenda la educacin estatal, laica, obligatoria y gratuita y la reforma universitaria. Para ellos no era necesaria la Enseanza Religiosa obligatoria dentro del horario escolar. Partidarios de la Nueva Escuela, desarrollaron una serie de alternativas pedaggicas que incluyeron propuestas legislativas, creacin de instituciones educacionales y culturales, producciones acadmicas e intelectuales, inscriptas en un discurso de profundo sentido crtico respecto al modelo escolar hegemnico y a sus vnculos con el proyecto civilizatorio estatal. Una experiencia de pedagoga alternativa que rompe con el molde de las concepciones tradicionales, reproductivas y dominantes del sistema educativo. Antonio Sobral, por su parte, participar en este movimiento desde diversos espacios: en la dcada del 20 creando en Villa Mara un complejo institucional integrado por la Biblioteca Bernardino Rivadavia y sus anexos Instituto de Enseanza Media y Universidad Popular, el Instituto Secundario Bernardino Rivadavia, Escuela de Comercio Joaqun V. Gonzalez y Escuela Normal Vctor Mercante, el Jardn de Infantes y se organiz el Departamento de Aplicacin.

RESUMEN

En la presente investigacin pretendemos hacer un acercamiento a las teoras dominantes pedaggicas de la historia Argentina a finales del siglo XIX y hasta la etapa que comprende mediados del siglo XX. En dicho perodos abarcaremos las corrientes ideolgicas que vinieron acompaadas con sus respectivos movimientos polticos que han influido notablemente en la educacin argentina en todo el perodo que comprende este trabajo.Los debates sobre educacin comprendern diversas etapas y conformaran de esta manera una parte esencial de la historia argentina. Ya que desde tiempos de antao muchos movimientos polticos consideraran a la educacin como un elemento fundamental para expresar ideales, disciplinar y controlar a las nuevas generaciones que se encuentran dentro de las aulas. Este trabajo estar conformado con una gran variedad de autores, de esta manera nos permitiremos realizar un anlisis ms profundo de la historia de la pedagoga argentina basndonos en las realidades descritas por los diferentes fundamentos, sumndole as tambin los diferentes aos de las publicaciones bibliogrficas, lo que nos permitir entender, de esta manera, variados contextos e ideas en diferentes momentos histricos. Entre ellos, cabe destacar la figura del seor Antonio Sobral, que como investigadores, nos hemos permitido el honor de desarrollar tambin la parte ms emblemtica de su figura, su funcin como educador y los ideales de su persona, en el presente trabajo desarrollaremos su papel dentro de la educacin , basndonos sobre todo en el mbito local y provincial.Cabe aclarar, adems la importante relacin entre la educacin y el estado que si bien constituyen dos conceptos diferentes podemos vincular ambos trminos para comprender de esta manera el importante papel que tuvo la poltica en las decisiones de ndole educativo-pedaggico. En el siguiente trabajo incluiremos de manera ms detallada dichos relacin de conceptos.Es importante partir adems de un concepto fundamental para comprender los ideales de una poca, hablamos entonces de una ideologa. Qu entendemos por ideloga?El diccionario de la real academia espaola (RAE) define a ideologa como:Conjunto de ideas fundamentales que caracterizan el pensamiento de una persona, una colectividad, una doctrina o una pocaMientras tanto, dentro de la sociologa podemos definir el trmino como un conjunto ms o menos sistemtico de creencias que intentan explicar al hombre y el mundo, a la vez que orientar su conducta a partir de ciertos valores aceptados como correctos. En este sentido general, toda teora del mundo es una ideologa: lo es tanto el punto de vista reaccionario como el conservador, tanto el progresista como el radical. Otras corrientes como la filosofa marxista la definen como conjunto de elaboraciones de la mente, como la religin, el derecho, la moral, etc.Entonces queremos desde este momento, antes de que el lector se adentre en el ncleo de la investigacin aclarar esto para tener una fundamentacin de lo importante que es esta definicin para entender los procesos mentales que acompaaron los movimientos polticos y que lo plasmaron en la educacin y la pedagoga dominante de la poca.Por ltimo incluiremos en el presente trabajo la situacin educacional como problema, como debate pedaggico que el cul ha orientado el inters central de la investigacin.

MARCO TERICO

Estado, Poltica, Sociedad y Educacin en la Argentina (1916-1955):

Desde 1870, en la Argentina tuvo lugar la construccin, desarrollo y diversificacin de su sistema educativo. La base legal fue la Ley 1420 de enseanza obligatoria, gratuita y laica[footnoteRef:1] a partir de 1884. La extensin y penetracin de la escuela argentina fueron pioneras en Amrica Latina. La riqueza de las discusiones y posiciones pedaggicas de los educadores argentinos crecieron, llegando a acuerdos y a veces a derrotas de las posturas alternativas. Ms de medio siglo despus, entre 1945 y 1955, se produjo una segunda oleada de incorporacin al sistema. Durante el primer gobierno peronista una serie de nuevos sujetos (los inmigrantes del interior, los cabecitas negras, los descamisados y las mujeres) fueron incluidos en el sistema educativo, ya sea en la educacin obrera o en el acceso ampliado a las ramas tradicionales. Desde el nivel inicial a la universidad, existieron instancias educativas que generaron, una cultura escolar, estilos de enseanza y condiciones de aprendizaje, capaces de permitir una inclusin exitosa de estos nuevos sujetos.[footnoteRef:2] [1: En realidad, ms que de laicismo habra que hablar de religiosidad restringida, porque la ley slo proscriba la enseanza de la religin dentro del horario escolar.] [2: Cf. CARUSO, M.; DUSSEL, I. Modernidad y escuelas: los restos del naufragio, en: De Sarmiento a los Simpsons. Cinco conceptos para pensar la educacin contempornea. Kapelz, Buenos Aires, 1998. Pg. 94]

La finalizacin de la gesta emancipadora en Amrica Latina tuvo como correlato inmediato la constitucin de Estados Nacionales. El componente idealista de la nacionalidad debi combinarse con la subordinacin militar de los poderes locales y con la creacin de espacios de intereses econmicos comunes con el objetivo de integrarse al sistema econmico mundial. Slo en este momento estuvieron dadas las condiciones para que comenzara a generarse el proceso de construccin del Estado-Nacin.El proceso de estatalidad de nuestros pases tuvo caractersticas marcadamente diferenciales a las europeas pues se desarroll en contextos distintos. En el caso Europeo las constituciones se convierten en el "punto de partida de todaevolucin". En el caso de nuestro pas, la Constitucin"es unprogramapor realizar, una ambicin por cumplir". Pero la caracterstica ms distintiva del proceso latinoamericano conreferencia al europeo estuvo vinculada a las condiciones de los actores sociales. En primer lugar, lasociedad civilan no haba adquirido elcarcterde "sociedad nacional" con anterioridad al surgimiento del Estado. En segundo lugar, porque la debilidad de actores econmicos y sociales modernizadores obligaron al estado en gestacin a tener un peso ms significativo que enEuropa. [footnoteRef:3] [3: Cf. Filmus, Daniel. Estado Sociedad y Educacin en la Argentina de fin de siglo. Buenos Aires. Editorial Troquel. 1999. Cap. 2]

En sntesis, como seala Daniel Garca Delgado (1994): El estado determino fuertemente la sociedad, apareciendo como modernizadora, revolucionario,transformadoro garante de un orden represivo, pero en todos los casos con unagraninfluencia sobre la sociedad.[footnoteRef:4] [4: Garca Delgado, Daniel R.Estado y sociedad: la nueva relacin a partir del cambio estructural. Buenos Aires: FLACSO - Sede Argentina. 1994.]

Por ltimo, una de las principales caractersticas entre la relacin Estado- Sociedad- Educacin fue que surgiel Estadoen la regin. En cada periodo histrico esa relacin se articul entornoamodeloseducativos dirigidos a atender las prioridades sociales definidas como tales por quienes tuvieron a su cargo la conduccin del aparato estatal. Estos modelos tambin condicionaron las demandas y las caractersticas de la participacin de la sociedad en el proceso educativo.[footnoteRef:5] [5: Cf. Filmus, Daniel. Estado Sociedad y Educacin en la Argentina de fin de siglo. Buenos Aires. Editorial Troquel. 1999. Cap. 2]

El Estado oligrquico- liberal y la Educacin:Filmus manifiesta que durante el Estado Oligrquico slo tiene posibilidad de participar el sector dirigente de lasociedad, sector constituido por los productores debienespara elmercadointernacional, los exportadores e importadores y financistas. Argentina tiene como caracterstica integrar el grupode los pases de modernizacin temprana, que son aquellos que tienen una menor impronta generada por la etapa colonial, con una mayor influencia de lainmigracineuropea con aptitudes para laproduccinde bienes muy demandados por las economas centrales. Por ello es que, es necesaria laintegracinde sectores sociales (mano de obra inmigrante) almodeloproductivo. Favoreciendo el crecimiento paulatino de sectores mediosy una mayor heterogeneidad social y cultural, cumpliendo el Estado un rol de agente integrador y hegemnico. Mientras que el modelo de participacinpolticacontinua siendo muy restrictivo, denominado de orden conservador, modelo excluyente en lo econmico y poltico.Este modelo, contina diciendo Filmus, tiene como caractersticas estatistas y centralizadoras en el sistema educativo, siendo el Estado Nacional quien asume la tarea educadora, buscando una homogeneidad formal. Por lo que, lafuncinque se le encomienda alsistema educativose encuentra fuertemente vinculada a la esfera de lo poltico, con la intencin de consolidar laidentidad nacional, generar consenso y laconstruccindel propio Estado. [footnoteRef:6] [6: Cf. FILMUS, Daniel; "Estado, Sociedad y Educacin en la Argentina de Fin de Siglo.Procesosy Desafos" Cap. 2; Ed TROQUEL; 1996.]

Por otra parte, Lionetti indica, que cuando la unidad nacional se concreta, una cuestin se impone en la agenda delgobierno, la obra civilizadora de la educacin pblica. El ingreso a este nuevotiempoencuentra en laescuela pblicaun instrumento para la modernizacin, y en este escenario se idea el modelo de educacin pblica gratuita y obligatoria.[footnoteRef:7] [7: Cf. LIONETTI, Luca; Primera parte: Gobernar es educar; Cap. II Batallas polticas y cruces ideolgicos: La escuela pblica en el banquillo de los acusados.]

Durante este perodo el sistema educativo no tiene una relacin estrecha con laestructuraeconmica orientada a lacapacitacinde los trabajadores, puesto que tanto la explotacin extensiva de los campos, como la nacienteindustriano requieren de mano de obra con una calificacin tcnica especfica, y en los casos que se necesitan lo pueden obtener de los obreros provenientes deEuropaque se encuentran formados en oficios. Deduciendo Filmus que no es una preocupacin de los sectores dirigentes de ese momento, la transmisin delvalortico y econmico del trabajo, como de la capacitacin de la mano de obra. Mientras que, la relacin de la educacin con laeconomase da para generar un sistema de estratificacin social, en concordancia con los intereses de los sectores dirigentes; una preparacin bsica de contenidos culturales compartidos; unaenseanzamedia con el fin de dotar depersonalidneo para laadministracin pblicay el sectortransporteyservicios, y por otra parte, laseleccinde una elite para el acceso a la cspide del sistema, y en condiciones de incorporarse al sector de ladireccinde la sociedad y del aparato estatal. Por otra parte, la estructura y el currculum excesivamente centralizados y elaborados desde el puerto, contribuyen alproyectoeconmico agroexportador. [footnoteRef:8] [8: Cf. FILMUS, Daniel; "Estado, Sociedad y Educacin en la Argentina de Fin de Siglo.Procesosy Desafos" Cap. 2; Ed TROQUEL; 1996.]

Por su parte, Romero manifiesta que lapromocindelcambioeconmico-social es la apertura del pas a la inmigracin, ya que el gobierno de la Confederacin ha realizado algunosexperimentoscon colonos a los que se les otorgara tierras. Desde 1876,la Repblicacomienza a atraer inmigrantes a los que le ofrece posibilidades para su incorporacin al pas, pero sin asegurarles la posesin dela tierra; no obstante el estado entrega sistemticamentetierraa grandes poseedores. Los inmigrantes que vienen son especialmente deEspaaeItaliacon escaso nivel tcnico, siendo estos, principalmente, mano de obra en la zona del litoral y de las grandes ciudades, con pequeosgruposque llegan a laPatagoniay ms tarde los grupos de productores de ovejas de Santa Cruz. As comienza a acentuarse intensamente la diferenciacin entre el interior del pas y la zona litoral. Los resultados de la poltica inmigratoria sobrepasan las previsiones. Los inmigrantes se agrupan en colectividades insinuando la formacin de grupos marginales ajenos a los intereses tradicionales del pas. El Estado no busca el camino que puede resolver el naciente problema de transformar a los inmigrantes en poseedores de tierra; slo se propone, asimilar a los hijos de estos extranjeros en un vastoprogramade educacin popular.[footnoteRef:9] [9: CfROMERO, Jos Luis; Breve Historia de la Argentina; Cap. IX La Repblica: estabilizacin poltica y cambio econmico social (1862-1880).]

La relacin de los sectores sociales con el sistema educativo, explica Filmus, que se da de la siguiente manera: los sectores medios encuentran en el sistema educativo una alternativa eficaz para aumentar sus posibilidades de participacin, mientras que la falta de educacin implica la imposibilidad de acceder al protagonismo poltico y a bienes culturales. Por su parte, el incipientemovimientoobrero, junto a los sectores rurales tienen muy escasas posibilidades de acceso a la educacin; aunque en el seno del movimiento trabajador predominan las concepciones anarquistas que descalifican la educacin desarrollada por el estado, por considerar que slo sirven para transmitir laideologaburguesa y ser la educacin oficial un instrumento de dominacin de los pueblos, realizndose en 1903 el tercer Congreso de la Federacin Obrera Argentina, donde se aprueba la necesidad de fundar escuelas libres, para exponer a los nios al mayor nmero de conocimientos, evitando as su deformacin cerebral y prepararlos con criterios amplios, con capacidad de comparar a futuro todognerode doctrinas; crendose una pequea proporcin de escuelas sindicales. Posteriormente, dichas escuelas sindicales junto a otras de comunidades extranjeras y de laIglesiaCatlica van perdiendo peso y quedando bajo elcontroldel Estado. Enmarcndose el modelo Oligrquico Liberal en sus expresiones de ideales delliberalismoenunciados en laConstitucinNacional y en laLey1420, y en un modelo poltico, econmico y social excluyente. [footnoteRef:10] [10: Cf. FILMUS, Daniel: Estado, sociedad y educacin en la Argentina de fin de siglo: Procesos y desafos; TROQUEL; 1996. Cap. 2.]

Adriana Puiggrs expone que existen en el pas, an entre los mismos liberales, dos posiciones distintas: unos que suean con un pas de estancias donde una fuerteautoridadimponga orden entre inmigrantes, anarquistas y dems peligros sociales; y otros grupos, imaginan un posible pas de gente industriosa que abrafuentesde trabajo y modernice lasinstituciones. Por otra parte, la mismaclasedirigente que en otrora convoca a los inmigrantes se niega a realizar la reforma agraria necesaria para cumplir la promesa de prosperidad que se les hace a estos inmigrantes en Europa. A nivel internacional, el pas no escapa al lugar que le toca en la divisin internacional del trabajo: importar manufacturas y exportar carnes, cueros y granos. Esa misma clase dirigente, comprende que el Estado requiere reformas, pero la modernizacin queda a mitad de camino. Mientras que, en los crculos intelectualesse difunden las ideas delpositivismo, comienza a desarrollarse lainvestigacin cientfica, los cientficos creen que el avance de lasciencias fsicas y sociales contribuye a eliminar la miseria, mientras que los educadores creen que el progreso es efecto de la educacin, circulan los diarios ms o menos oficialistas y tambin publicaciones anarquistas y socialistas.[footnoteRef:11] [11: Cf. PUIGGRS, Adriana; Ficha de ctedra, qu pas en la educacin argentina? Desde la colonia hasta el presente. Editorial Galerna; Buenos Aires; 2003.]

El Estado Benefactor: Educar para el crecimiento econmico.

Durante el mandato de Victorino de la Plaza (1914-1916), reemplazante de Senz Pea desde su enfermedad, se sufri la influencia de la gran guerra europea. Muchos factores influyeron para agravar esa contienda de cuatro aos: los grandes recursos en juego, las fuerzas y losa armamentos perfeccionados y en gran escala, el desarrollo de la tecnologa moderna de los ejrcitos.Aunque la postguerra mundial trajo consigo un perodo de breve ola de prosperidad en la dcada de 1920. Una forma de repercusin en nuestro medio fue la poltica. Hubo adhesiones y rechazos para ambos contendientes lejanos y cercanos. Los liberales y democrticos se sintieron titulares exclusivos de la verdad en su causa. Por ello adujeron ser los representantes de la humanidad embestida por la fuerza. A su vez, los germanfilos, calificaban de mercenarias a Inglaterra y a Francia, fingidas democracias de los intereses y el dinero.Mientras econmicamente se paralizaba casi por momentos, nuestra exportacin y nuestra importacin, por el virtual cierre de intercambios con los mercados europeos.En tales circunstancias, que derivaban en claros perjuicios econmicos y sociales, De la Plaza enfrent el problema con sus clebres medidas de emergencia, incidentes sobre economas oficiales de todo tipo, inmovilizacin del oro en la caja de Conversin, crditos, moratorias.En esas circunstancias se efectu la esperada eleccin de electores para presidente y vicepresidente., cuyo mandato previsto involucraba el perodo constitucional 1916 -1922.Se daba sin atenuantes el triunfo de la oposicin radical, osea del nuevo partido. Este doblaba en caudal a los conservadores otrora integrantes del P.A.N. (Partido Argentino Nacional).Se daba tambin razn a De la Plaza con sus advertencias no escuchadas por los conservadores, y por ltimo se daban los cauces populares y se abra la incgnita respecto a los hombres nuevos.Asimismo el triunfo de Yrigoyen apareca al promediar esa tremenda guerra europea. Se tema su actitud frente a los aliados, muchos integrantes, oscilaban por ese popularismo que pensaban agresivo y burdo, como el triunfo de la ignorancia sobre la experiencia, de la improvisacin sobre la pericia, y de lo ordinario y vulgar sobre lo selecto y bien capacitado.Esta presidencia de Yrigoyen fue de casi todo su transcurso un perodo de prueba y de ensayos. De l pendan las nuevas formas democrticas recientemente aplicadas como lo ms notorio, empero, otros aspectos econmicos y sociales estaban en juego, y all se decidira si esa masa electora adherente, ciudadana y rural, mejoraba accesos al comicios, a la propiedad, cultura y trabajo.Haba profunda expectativa en consecuencia. En los grupos altos, que recin no conducan la totalidad del poder en muchas dcadas, y que esperaban el fracaso de los Yrigoyenistas.Mientras tanto, los adeptos al partido, la mayora humildes confiaba con fe y optimismo las soluciones y decisiones del presidente.A los problemas europeos se le sumaron los de carcter social.Yrigoyen se senta inclinado hacia el humilde y pensaba que su mejora no deba ser solamente poltica, as como que de ella dependa el ascenso del mismo pas, en gran parte. Le eran evidentes lo bajos niveles de salarios, el rgimen duro de trabajo, las diferencias entre los que manejaban las grandes fuentes de riqueza y los que dependan de su esfuerzo y de la remuneracin y traro ajenos.Se traducan y planteaban por lo comn bajo acentos urgentes y graves. Eran cuestiones sin duda en relacin con esa Argentina Moderna, que bajo crecimientos y promesas indudables y concretas, encerraba no pocas facetas de regmenes abusivos, de influencia de intereses poderosos propios o externos.Respecto a lo econmico Yrigoyen continu con la idea de De la Plaza de las medidas de emergencia con respecto al oro y la moneda, crditos y apoyos internos a las riquezas madres.Hubo necesidad de acudir a medidas sociales de ayuda, precios topes, luchas contra el agio de siempre, y an a una ley de alquileres; pero ya la situacin estaba recuperada hacia 1922, cuando comenzaba la presidencia de la prosperidad.Es aspectos culturales hubo una suba de ndices en escuelas y colegios, por quienes saban en sus memorias peridicas los aumentos de alumnos y establecimientos. Se dieron nuevas creaciones universitarias, y, sobre todo un movimiento renovador dentro de ese ciclo de enseanza superior: la Reforma, irradiada desde Crdoba en 1918. Movimiento Argentino y con proyeccin americana, que colocaba sus principales acentos en la democratizacin del gobierno universitario.[footnoteRef:12] [12: Cf. Como fue la Argentina 1916-1972, Ezequiel Ortega. Ed. Plus Ultra.Pg.116 a 135]

El acceso del radicalismo al gobierno 1916 no signific un cambio en el eje en torno al cual se organiz el sistema educativo. Como ocurri con respecto al modelo econmico, los sectores que disputaron y, a travs del voto universal, obtuvieron la conduccin del Gobierno, no lograron articular un sentido alternativo al desarrollo educativo. Su propuesta se centr en cuestionar los aspectos elitistas y restrictivos del modelo y en reclamar una mayor participacin. La necesidad de cambiar los patrones de crecimiento econmico surge a partir de las nuevas coyunturas que se producen en el mercado internacional. [footnoteRef:13] [13: Cf. Filmus, Daniel. Estado Sociedad y Educacin en la Argentina de fin de siglo. Buenos Aires. Editorial Troquel. 1999. Cap. 2]

La segunda presidencia de Yrigoyen quedara trunca en el primer tercio de su desarrollo previsto de seis aos.En 1928 pareca que nuestra Argentina concretaba quiz una de sus mximas oportunidades, al estilo de algunas otras que se juzgaron decisivas y definitivas. Se auguraban momentos de bienestar y prosperidad; se contemplaba el pueblo mismo como participante del poder; la vox dei popularista, cuyo incipiente manejo haba costado dcadas de duras experiencias y que al fin no se vea postergado.Ya era preciso en esos instantes de 1928, no slo en el mbito, rosado y difuso de las aspiraciones, un Estado moderno en la vida nacional, que no fuese solamente ni gendarme, ni testigo, ni simple ordenador de las diversas actividades, que podan muchas de ellas dirigirse por medio de intereses forneos poderosos, como ya se haba experimentado.Adems llegaban de Europa desde aos anteriores, no solo manufacturas utilitarias y de lujo, sino enfoques y maneras distintas de encarar aspectos polticos, econmicos, sociales y cultura. Entre ellas una gama poltica variantes entre sectores de extrema izquierda y de extrema derecha.A su vez, los sectores altos y los grupos de lite ex dirigentes, contemplaron a Yrigoyen como un mandatario anacrnico, cuyo personalismo paternal y de predestinado, corran parejos a su falta de cultura y de dotes de gobernante, no reemplazados por aspectos de misterio y de viveza criolla.Era un pasado redivivo, pero en sus deficientes aspectos de caudillismo ignaro, slo destinable a esa masa semejante a l.[footnoteRef:14] [14: Cf. Como fue la Argentina 1916-1972, Ezequiel Ortega. Ed. Plus Ultra.Pg.155-159.]

A esto se le sumara la repercusin en Argentina de la crisis econmica generalizada que tanto afect a Europa, desde aquel viernes trgico en Wall Street, en 1929.An result ms afectada Argentina porque, a ese deterioro causado por la crisis mundial, correspondi aqu la declinacin en el quehacer y efectividad del gobierno nacional; muy marcadamente en sus Poderes Ejecutivo y Legislativo.De pronto el presidente apareci como hombre mimado por la edad y el cansancio. Como figura de otros tiempos a la cual el presente sobrepasaba, y coincida con su declinacin entre fsica y mental.En pocos meses pareci perder todas las facetas de su imagen optimista y esperanzada, en la cual lo cifraba todo el hombre medio. Peor lo grave de su prdida fue que, a su modo y con diversas graduaciones, cada uno cifraba en ella una imagen de Nacin, de una Argentina ms nuestra.Los grupos conservadores salieron a reducir deficiencias y debilidades presidenciales y de su grupo (adems de los provinciales), en el marco propicio dado por el desconcierto y el descontento.Resultaban ciertos sin duda, muchos aspectos desfavorables del gobierno de Yrigoyen.La crisis legislativa acompaaba tambin a la falta de dinamismo e iniciativa planificada del Poder ejecutivo; y aun la pesada burocracia se relacionaba con no pocas modalidades del partido popular. La U.C.R ya presentaba signos de inactualidad desde tiempo atrs; crisis conductoras y aun personalismo secundarios demasiado gravitantes que incluso llegaron a rodear y prcticamente incomunicar a Yrigoyen.Fue muy evidente tambin el desacierto con que se encararon muchas gestiones, iniciativas y negocios del Estado, as como las rivalidades y divisiones entre funcionarios y dirigentes partidarios.Tampoco fue misterioso el aumento de las deudas consolidada y flotante o el dficit creciente presupuestario. Por lo contrario todo se destacaba en los peridicos ms serios y se caricaturizaba en el popularista Crtica, cuyos sensacionales titulares se lean con avidez, aun por parte de quienes se molestaban con ellos.[footnoteRef:15] [15: Cf. Como fue la Argentina 1916-1972, Ezequiel Ortega. Ed. Plus Ultra.Pg.161-164.]

Tras catorce aos de gobierno radical, laxo y favorable a la espontnea expresin de las diversas fuerzas que coexisten en la sociedad argentina, queda al descubierto un hecho decisivo: el pas criollo se desvanece poco a poco y por sobre l se constituye una nueva Argentina, cuya fisonoma esboza la cambiante composicin de la sociedad. Poco a poco se constituye una vigorosa clase media de empleados, de pequeos propietarios y comerciantes, de profesionales que, concentrada en las ciudades, impone cada vez ms al pas su propio carcter ignorando a las nostlgicas de minoras tradicionales. Esa clase media es la que asciende alpodercon el radicalismo y, tmidamente, propone una nueva orientacin para la vida argentina.[footnoteRef:16] [16: Cf. ROMERO, Jos Luis; Breve Historia de la Argentina; Cap. XII La Repblica Conservadora (1930-1943).]

Con la Primera Guerra Mundial y con ms fuerza a partir de la crisis del 30 y de la Segunda Guerra Mundial, la cada de las exportaciones de materias primas y de las importaciones manufactureras oblig a desarrollar una industrializacin sustitutiva que reemplaz al sistema agroexportador. La ausencia de sectores en la sociedad civil con la capacidad econmica y la decisin poltica para encabezar este proceso de industrializacin oblig al propio Estado a tomar la iniciativa y a conducir el nuevo momento. Es posible proponer que al contrario de lo que ocurri en Europa, el Keynesianismo entendido como la intervencin activa del Estado en la economa surgi en la Argentina en la dcada de los 30, con anterioridad al Estado de bienestar que se va a desarrollar con toda su potencialidad recin a partir de la llegada del peronismo al gobierno. El nuevo tipo de Estado que surge fue denominado de distintas maneras en Amrica latina, segn sus caractersticas predominantes y tambin segn la perspectiva terico-poltica desde la cual se lo analiz: Estado populista, Estado nacional-popular, Estado de compromiso, Estado Social, etc. En lo econmico, y en el marco de las concepciones Keynesianas ya sealadas, enfatiz su carcter marcadamente intervencionista. Sin cuestionar un orden basado en el mercado, intent regularlo a partir de una planificacin destinada a mejorar la racionalidad econmica y de un poderoso desarrollo del sector pblico en reas estratgicas de la produccin y los servicios.[footnoteRef:17] [17: Cf. Filmus, Daniel. Estado Sociedad y Educacin en la Argentina de fin de siglo. Buenos Aires. Editorial Troquel. 1999. Cap. 2]

Desde la Secretaria de Trabajo y Previsin, desde 1943 surgirn propuestas de educacin laboral, para dar respuesta a la demanda de capacitacin laboral para obreros que comienza a crecer. Pern se desempe en dicho cargo, su figura surge del Grupo de Oficiales Unido (GOU), una logia militar de carcter nacionalista y anticomunista, grupo que se formaliza operativamente despus dela revolucin del 43.La creciente popularidad del entonces Coronel Pern, inicia una lucha interna dentro del Ejrcito que culmina con su separacin del gobierno y su encarcelamiento en la isla Martn Garca. Los hechos que se suceden a partir de aqu van a desembocar en la consolidacin de Pern en el poder. Los grupos sindicales, la CGT y el Partido Laborista que apoyaban ampliamente a Pern movilizan a todos sus afiliados provocando lo que se conoce como el 17 de octubre de 1945. Esta formidable manifestacin de masas que se dirige hacia plaza de mayo exige la liberacin de su lder y termina definiendo a favor de Pern la lucha interna del ejrcito. De inmediato el gobierno decidi la liberacin de Pern y convoc a elecciones presidenciales para el 24 de febrero siguiente. [footnoteRef:18] [18: Cf. Silvia N. Roitenburd y Juan Pablo Abratte; Historia de la Educacin en la Argentina: Del discurso fundante a los imaginarios reformistas contemporneos; 1a ed. - Crdoba : Brujas, 2010; pg. 336]

La situacin en Argentina luego de la posguerra est marcada por la aparicin fulminante del gobierno de Pern en la escena poltica. Constituy ms bien, la lgica consecuencia de un proceso que los viejos actores no estaban en condiciones de controlar y aprovechar. Cuando se cre el partido Peronista en 1947 los laboristas se incorporaron a este y de hecho disolvieron su propia agrupacin facilitando el paso a la hegemona del nuevo partido. El control de la justicia se constituy en otro objetivo del gobierno Peronista. La suprema Corte de Justicia constitua un baluarte opositor de la corriente.Pern consider que la justicia deba acompaar e desenvolvimiento social por lo que promovi el juicio poltico con la intencin de remover a los jueces de corte.En el campo social se perfil un Estado de corte igualitarista. Los preceptos constitucionales impulsaban la redistribucin equitativa de la riqueza en favor de los sectores asalariados.Por otro lado se acrecent la divisin entre los grupos opositores, que vinculaban las ideas de Pern como una conspiracin para movilizar a los estratos sociales ms bajos en contra de las clases sociales ms altas.La sensacin de malestar adquiri proporciones significativas en algunos sectores de las Fuerzas Armadas. Varios factores contribuyeron a dicha situacin y a la polarizacin entre los Peronistas y la oposicin civil.El carcter masivo del movimiento Peronista se refleja en el mbito educativo. En el afn Peronista de hacer sentir al pueblo que poda interferir en todos los mbitos y que el gobierno protega los intereses de pueblo, ofreci planes de estudi muy accesibles, pero por otra parte significaba una bajada de lnea ideolgica desde muy temprana edad.[footnoteRef:19] [19: Cf. Rappaport Mario. Historia Econmica, Poltica y Social de la Argentina. Pg.347-366]

Por otra parte, la alianza de los sectores favorecidos con el proceso de industrializacin y el crecimiento del mercado interno, hace posible la incorporacin a la conduccin del pas de sectores histricamente marginados; entre otras caractersticas, el apoyo plebiscitario, la apelacin constante a la movilizacin popular y elliderazgocarismtico, constituyen caractersticas desde lo poltico. Mientras que en lo social, el Estado se transforma en garante de losderechossociales, pone en marcha un proceso de redistribucin de losrecursosa favor de los sectores trabajadores, desarrolla actividades para satisfacer necesidades desalud, vivienda, educacin, entre otras, de los sectores sociales ms necesitados, permitiendo a estos grupos el acceso a los bienes que la sociedad produce. Y la funcin educativa constituye parte de la poltica social, incorporando a nuevos sectores a la participacin social, aumentando la tasa de la matrcula educativa, como un derecho de los ciudadanos, adems deestrategiade capacitacin de mano de obra para incorporarse a la creciente industria, formando parael trabajo. Los nuevos roles ocupacionales exigan una alfabetizacin bsica que el sistema educativo deba brindar. Tambin comenzaron a requerir ciertos niveles tcnico-profesionales y conocimientos de oficios y especialidades que no podan ser aprendidos slo en el lugar de trabajo y que los nuevos trabajadores, a diferencia de los inmigrantes, no posean; adems de ser el sistema educativo el nico que podra brindar masivamente unadisciplinalaborala la gran cantidad de trabajadores rurales provenientes del interior del pas.[footnoteRef:20] [20: Cf. Filmus, Daniel. Estado Sociedad y Educacin en la Argentina de fin de siglo. Buenos Aires. Editorial Troquel. 1999. Cap. 2]

Hacia 1944 se trata de poner en funcionamiento unplandeaccinpara consolidar el poder de los grupos dominantes, organizando las fuerzas econmicas y sociales del pas, de tal manera que quedaran alserviciode los designios de hegemona continental, que acariciaba el Estado Mayor del Ejrcito. Estas ideas son expuestas porPernen undiscursopronunciado en laUniversidadde La Plata y transformadas en el fundamento de su futuro programa poltico.[footnoteRef:21] [21: CF. ROMERO, Jos Luis; Breve Historia de la Argentina; Cap. XIII La Repblica de Masas (1943-1955).]

Para contribuir con esos objetivos se cre en 1944 la Comisin Nacional de Aprendizaje y Orientacin Profesional que desarroll una importante variedad de modalidades de capacitacin bsica y profesional para jvenes y trabajadores. Por su parte, el Primer Plan Quinquenal (1947-1951), tambin introdujo reformas al sistema educativo y en particular en la educacin tcnica, con el objetivo de redefinir la relacin pedaggica entre educacin y trabajo y dotar al alumno de una orientacin y formacin profesionales ms definidas. Una parte importante de estos cambios se encuentra reflejada en el texto de la Constitucin aprobada en 1949. En esta misma direccin fue creada en 1952 la Universidad Obrera Nacional y se promovi el aporte educativo a la investigacin cientfico-tecnolgica, que en muchos casos estuvo vinculada con la actividad productiva.[footnoteRef:22] [22: Cf. Filmus, Daniel. Estado Sociedad y Educacin en la Argentina de fin de siglo. Buenos Aires. Editorial Troquel. 1999. Cap. 2]

Con la reforma constitucional de 1949 se mantiene la obligatoriedad y la gratuidad de la enseanza primaria, pero la secundaria y superior slo est garantizado por el Estado a los alumnos ms capaces y meritorios, mediante becas que se otorgan a sus familias. Detrs de la reforma de la educacin peronista esta la valorizacin de la educacin laboral como parte de una poltica estatal de desarrollo nacional. Por ejemplo, en los planes de formacin de tcnicos. Adems de la expansin de la educacin tcnica, existe una graninnovacinen la estructura del sistema educativo tiende a vincular la educacin con el trabajo desde otros organismos como la Secretara de Trabajo y Previsin; se funda la (CNAOP) Comisin Nacional de Aprendizaje y Orientacin Profesional y en 1948 se crea la (UNO) Universidad Obrera Nacional; estos dos organismos son el fundamento de un circuito educativo ideolgicamente distinto a la primaria y el bachillerato, dirigido a sectores sociales ms modestos.El sistema educativo privado decrece, pero la Ley 13.047 se establece el subsidio estatal a las escuelas privadas Pern tiene un doblejuegocon la Iglesia: Por un lado favorece a los sectores catlicos que quieren un sistema escolar propio; y por otro incorporasistemas de controlestatal a la accin de la Iglesia, por ejemplo creando la Direccin General de Instruccin Religiosa, que controla la enseanza de lareliginen las escuelas pblicas. [footnoteRef:23] [23: Cf. PUIGGRS, Adriana; Ficha de ctedra, qu pas en la educacin argentina? Desde la colonia hasta el presente. Editorial Galerna; Buenos Aires; 2003.]

Sobre fines de la dcada de los 40 comenz a generarse una visin econmico centrista del papel de la educacin. De la mano de las teoras de capital humano, la educacin dej de ser vista como un gasto social para transformarse en una inversin que tena como principal objetivo alcanzar una renta individual y social. A partir del derrocamiento del Gral. Pern en 1955, esta concepcin se profundiza con el surgimiento del modelo Estado desarrollista. Este modelo es genricamente definido como un sub-tipo de Estado Benefactor que ante una realidad que no pareca ser posible la idea de crecer y distribuir al mismo tiempo, centr su accin en la promocin y conduccin del desarrollo econmico.[footnoteRef:24] [24: Cf. Filmus, Daniel. Estado Sociedad y Educacin en la Argentina de fin de siglo. Buenos Aires. Editorial Troquel. 1999. Cap. 2]

El fallecimiento de Eva Pern en 1952 constituye un duro golpe para el rgimen. Reposaba sobre ella la vigilancia del movimiento obrero y a sumuerte, el presidente tiene que desplegar an ms supersonalidadpara asegurar el control del ejrcito y mantener su autoridad sobre la masa obrera. Producindose un resquebrajamiento de su plataforma poltica al apartarse de su lado los sectores catlicos, reaccionando contra ellos, enfrentando a la iglesia, con una ley dedivorcio, la supresin de la enseanza religiosa y el alejamiento de ciertos funcionarios fieles a la autoridad eclesistica. El conflictocon la Iglesia, contribuye a minar el apoyo militar a Pern, apartando de l a los sectores nacionalistas y catlicos de las fuerzas armadas. [footnoteRef:25] [25: Cf. ROMERO, Jos Luis; Breve Historia de la Argentina; Cap. XIII La Repblica de Masas (1943-1955).]

La fundacin de la disputa pedaggica: Antecedentes

Orgenes del Normalismo y sus corrientes: (1880-1916) La Escuela Normal de Paran fue la cuna de los normalistas, pero no trasmiti una ideologa pedaggica homognea, sino que existen diversas corrientes:El positivismo pedaggico elabor modelos dirigidos a ordenar, reprimir, expulsar o promover en la escuela sistemticamente a la poblacin, alcanzando la mayor correlacin posible entre raza, sector social y educacin proporcionada por el Estado. Algunos de sus voceros fueron Carlos Octavio Bunge, Jos Ramos Meja, Vctor Mercante y J. Alfredo Ferreyra. Jos Ingenieros escribi sobre el hombre Argentino usando su formacin mdica positivista y biologicista. Sus libros fueron incluidos como lecturas pedaggicas. Los positivistas ocuparon ctedras en las universidades de La Plata y de Buenos Aires. Pero entre los normalistas el positivismo no se expres en forma ortodoxa sino mediada por los problemas cotidianos, las luchas polticas y las convicciones preexistentes. Es necesario recalcar que los docentes adscriban a la educacin laica pero eran catlicos, por lo cual el orden esencial que les ofreca el positivismo no poda sustituir al orden cristiano.El Normalismo rpidamente iba adquiriendo una cierta autonoma respecto de las polticas oficiales y la pureza de las teoras de la poca. Ellas influan sobre el pensamiento y la actividad de maestros y profesores, quienes sin embargo gestaban posiciones propias en las aulas, las conferencias pedaggicas, las oficinas del Ministerio y de los consejos escolares, en las reuniones de las cooperadoras y en las escuelas normales. La corriente que llamaremos Normalizadora, predominante en la docencia, se senta apstol del saber y consideraba que educar al ciudadano era una misin. La antinomia civilizacin/barbarie operaba en su pensamiento. Sus adherentes crean profundamente en la necesidad de la escuela pblica y, aunque consideraban que la religin era el sustento del orden mora, adscriban con conviccin al laicismo. El mtodo, la organizacin escolar, la planificacin, al evaluacin y la disciplina eran las nociones que organizaban su prctica. Eran profundamente sarmientinos; adoptaban las ideas de su mentor sin crtica, y se sentan representantes de la civilizacin y combatientes contra la barbarie. La concepcin normalizadora fue incluida por el higienismo, una corriente mdica y sociolgica que tuvo mucho auge en la Argentina como consecuencia de las epidemias de clera y fiebre amarilla de fines del siglo XIX. La preocupacin por hbitos higinicos, alimentarios y sexuales se acrecent con la llegada de los inmigrantes, que vean bruscamente cambiadas sus condiciones de vida. Un grupo de mdicos positivistas argentinos, muy vinculados a la oligarqua, ganaron poder dentro del Estado conservador y se impusieron en el sistema educativo. El ms significativo fue Jos Mara Ramos Meja. En el marco de la poltica oligrquica hubo expresiones pedaggicas nacionalistas de corte popular. La ms importante de ellas fue el informe sobre educacin que Ramos Meja encarg a Ricardo Rojas. El resultado fue la Restauracin Nacionalista, publicada por el Ministerio de Educacin de 1909. Rojas argumentaba que la Barbarie haba sido un fruto genuino de nuestro territorio. Si la barbarie era parte de lo nuestro, la opcin que se habra era construir un sistema educativo cerrado y excluyente o un sistema permeable a la diversidad.Los democrticos-radicalizados. No todos los docentes se adhirieron a la normalizacin. Influidos por el Krausismo, en particular por Froebel y el Instituto Libre de Enseanza de Espaa, disgustados por el autoritarismo y a la burocratizacin que vean crecer en el sistema educativo, muchos docentes se interesaron por las nuevas experiencias pedaggicas europeas que impulsaban la autogestin y comenzaban a centrar la atencin en los nios antes que el docente y su saber. Aunque propulsores de una nueva escuela, los democrticos-radicalizados no dejaron de adscribir a los principios rectores del sistema educativo modelo, en especial a la escuela pblica estatal y al alcance de toda la poblacin. Esta corriente de educadores tuvo un espectro de posiciones que limitaron por un lado con la pedagoga libertaria y por otro con los positivistas. Fueron espiritualistas, sin que ello excluyera su creencia catlica. Pero no militaron en las huestes de la Iglesia sino en las filas del normalsmo. Los democrtico-radicalizados constituyeron una expresin de antipositivismo que en esa poca aflor en toda Amrica Latina; se opusieron al positivismo que en las dcadas anteriores se haba vinculado con las polticas conservadoras y racistas. Consideraron a la educacin moral como el medio ms idneo para producir una revolucin pacfica y al sistema educativo escolarizado como el instrumento adecuado para realizarla. Su lucha tena como objetivos la corrupcin y la burocratizacin. Fueron claramente contrarios a cualquier opcin elitista, pblica o privada, o que convirtiera a la educacin en una empresa econmica o en una forma de manipulacin poltica o ideolgica.Los docentes socialistas. Otra corriente normalista estuvo constituida por los maestros y por los profesores que militaban en el socialismo. Compartan caractersticas de los normalizadores y los democrtico-radicalizados. Rechazaban a los criollos y admiraban al proletariado europeo. Rechazaban el orden conservador y defendan la principalidad del Estado, pero se interesaban especialmente por el papel de la sociedad civil en el sistema educativo estatal. Promovieron sociedades de educacin y bibliotecas populares; difundieron desde tribunas pblicas un conjunto heterogneo de ideas avanzadas, donde convivan Marx Comte, Darwin y los higienistas de la poca. En la prctica escolar los socialistas no diferan de los democrtico-radicalizados, tratando de generar vnculos participativos con los alumnos y sus padres y combatiendo el autoritarismo de los burcratas que dirigan la accin normalizadora.Los educadores anarquistas. Desde una posicin libertaria otros educadores fueron antiestatistas y promovieron la creacin de escuelas vinculadas con las organizaciones mutuales, los sindicatos obreros nacientes y los grupos anarquistas. Los libertarios argentinos no llegaron a realizar experiencias del alcance pedaggico del movimiento educativo cataln que diriga Francisco Ferrer y Guardia, ni como las que se aplicaron en Mxico. Sus escuelas se diferenciaron en las estatales por algunos de los contenidos que trasmitan, pero no por la organizacin poltica interna ni por la metodologa. Las vinculaciones de estos educadores con el movimiento anarquistas los colocaron entre los perseguidos por el rgimen. Se registraron clausuras y reaperturas sucesivas de escuelas anarquistas.Los democrtico-radicalizados, los socialistas, los libertarios coincidan en la experimentacin de una educacin alternativa al modelo normalizador que triunfaba. Fueron patriotas pero imaginaron una organizacin del sistema escolar que permitiera la participacin de la sociedad, o bien, en el caso de los anarquistas, que excluyera al Estado y fuera autogestionaria. Consideraron que la escuela pblica deba integrar a los inmigrantes al pas, pero respetndolos; estuvieron en contra de la imposicin ideolgica y cultural indiscriminada. Experimentaron formas de gobierno escolar donde los alumnos participaban con amplios poderes, nuevos mtodos de enseanza, formas disciplinarias consensuales con la comunidad educativa. Interpretaban la ley 1.420 recalcando sus aspectos ms democrticos, como su indicacin de promover sociedades populares de educacin, bibliotecas populares y la intervencin de la comunidad a travs de los consejos escolares.El poder conservador se sum a la burocracia que se fue formando en el sistema y combati duramente a la disidencia. Traslad, jubil y degrad jerrquicamente a los disidentes y exoner a los ms extremistas. Con el tiempo, algunos elementos de los discursos democrtico-radicalizados y socialistas fueron inscribindose en el discurso escolar. Pero quedaron subordinados a la lgica del poder hegemnico. Las propuestas anarquistas que rechazaban toda vinculacin con el sistema de educacin pblica no tuvieron mayor incidencia en las luchas pedaggicas de la poca y fueron combatidas frontalmente por el gobierno.El positivismo estaba en cada libre en la escena poltica e intelectual latinoamericana alrededor de 1910; al mismo tiempo, crecan alternativas pedaggicas espiritualistas y antipositivistas. Las corrientes espiritualistas proporcionaban un marco general, una serie de categoras abarcativas, de valores que trascendan las limitaciones del nacionalismo conservador y del liberalismo, para quienes vean en el marxismo un exceso de materialismo y aunque fueran creyentes diferan con las posiciones doctrinarias de la iglesia. El hecho de que el socialismo argentino tuviera una fuerte influencia positivista colabor en la eleccin de opciones espiritualistas.Circulaban lecturas antipositivistas. Al Krausismo introducido por Pedro Scalabrini en la dcada de 1870 y desarrollado por Carlos Vergara, se sumaban otras corrientes espiritualistas europeas que crecan en la influencia. En el campo intelectual haban irrumpido las lecturas de Schopenhauer, Nietzsche y Bergson, los mexicanos Alfonso Reyes, Antonio Caso y Jos Vasconcelos y el dominicano Pedro Henrquez Urea, el Brasileo Faras Brito, los Uruguayos Jos Enrique Rod y VazFerreyra, el peruano Alejandro Deustua y el filsofo argentino Alejandro Korn. El positivismo, sin embargo, haba dejado sus huellas. No podemos continuar con el positivismo, agotado e insuficiente y tampoco podemos abandonarlo, deca Korn. Entre los docentes democrticos argentinos la exaltacin de la libertad y la opcin por la democracia que caracteriz a los Krausistas se haba combinado con la aceptacin de algunos de los aportes del positivismo, en particular el valor otorgado por al pensamiento cientfico. El pensamiento de muchos era de corte Krauso-positivista. El espiritualismo liberal impregnaba a la Escuela Activa o Escuela Nueva, cuyas experiencias europeas publicaba El Monitor de la Educacin Comn, la revista oficial del Consejo Nacional de Educacin, nacida en 1881.En la Argentina comenzaba a gestarse el movimiento de la Escuela Activa, muy vinculado al nacimiento del sindicalismo docente. Nacida del corazn del mutualismo y luego vinculada al anarquismo y especialmente al socialismo, la actividad sindical docente fue creciendo en las primeras dcadas. En 1912 Julio Barcos, Leonilda Barrancos y otros realizaron una huelga, probablemente la primera de la historia de la docencia argentina. En 1913 fueron exonerados junto con el grupo firmante de un documento que peda el relevo de las autoridades del Consejo Nacional de la Educacin. Se expuls entre otros al inspector tcnico Prspero Alemandri, quien mucho despus, en la dcada de 1950, sera uno de los inspiradores del Estatuto del Docente. En 1917 estall la huelga de maestros en Mendoza, el primer movimiento de fuerza nacional de los docentes, que fue acompaado por el conjunto de la clase obrera. Su dirigente fue la pedagoga Florencia Fossati. sta y Barrancos fueron dos luchadoras de la causa de la mujer e introductoras de las ideas de Mara Montesori, Decroly y otros pedagogos escolanovistas.La problemtica educativa de este periodo estuvo influida por las demandas de participacin en la planificacin, gestin y conduccin de las polticas educativas. Los docentes escriban artculos y manifiestos de protesta contra la burocracia y a favor de una educacin y a favor de una educacin nacionalista y democrtica. El gobierno radical, que ascendi al poder en 1916, proporcion a los educadores progresistas un marco poltico permisivo para el desarrollo de sus ideas y de sus experiencias, pero no logr consolidar una propuesta pedaggica acabada. El espiritualismo, antimetodismo y participacionismo democrtico que haban avanzado en plena etapa conservadora, tenan durante el gobierno radical mejores condiciones para producir un verdadero movimiento e impulsar reformas de consideracin. Pero, pese a que el propio Hiplito Yrigoyen militaba en la filosofa Krausista, las demandas de reformas cayeron en saco roto; la inercia del sistema tendi a la burocratizacin y Jos S. Salinas, ministro de Educacin de Yrigoyen, mantuvo una actitud dubitativa entre la reforma liberal democrtica y la reproduccin de la normalizacin. Aunque el radicalismo no hizo ninguna reforma fundamental, la apertura democrtica que ofreci dio el marco para que fructificaran experiencias e ideas pedaggicas nuevas. En 1918 haba un clima de reforma que abarcaba grandes sectores del sistema educativo. En jardines de infantes, escuelas para adultos, primarias y sociedades populares de la capital y de algunas provincias, los docentes ms progresistas desde el punto de vista pedaggico eran tambin los dirigentes del naciente sindicalismo magisterial. El debate pedaggico en las revistasHasta mediados de la dcada de 1940 gran parte del debate pedaggico se desarroll en revistas que tuvieron una enorme circulacin. La precursora de las revistas oficiales fue fundada por Sarmiento: los Anales de la Educacin Comn, publicada entre 1858 y 1872 en la provincia de Buenos Aires. El Consejo de Educacin de esa provincia edit tambin desde 1859 la Revista de Educacin. El Monitor de la Educacin Comn, aunque con varias interrupciones se mantuvo durante cerca de un siglo. Los normalistas editaron numerosas revistas que reflejaron sus tendencias. Los diarios de la Capital Federal y de las provincias, incluso peridicos de ciudades chicas como El Oeste de la Provincia, de Mercedes, intervenan fuertemente en el debate pedaggico a favor o en contra de una u otra posicin. Las publicaciones de los socialistas y los anarquistas, como La Protesta y La Vanguardia, daban cabida a los educadores ms progresistas.Aos despus, Billiken abri una nueva modalidad dirigida a los chicos y los maestros. Cuando se fund La Obra, en 1921, ya haba mucho camino trillado. El movimiento de las revistas pedaggicas acompa el desarrollo de las sociedades populares de educacin, y al igual que ellas, tuvo su declinacin con el peronismo. Billiken y La Obra fueron las nicas que continuaron. Durante el peronismo, Mundo Infantil compiti conBilliken, la revista de Constancio C. Vigil. El movimiento reformista: La Reforma UniversitariaLa sociedad argentina era reducida; tambin lo era, en consecuencia, la poblacin escolar; los profesores que enseaban en los colegios lo hacan a veces tambin en las universidades de Buenos Aires (1821), La Plata (1905), Crdoba (1864) y Tucumn (1912). En general eran intelectuales socialistas que haban participado de sociedades populares y sus esposas, militantes feministas y dirigentes del magisterio. La enseanza enciclopdica y memorstica, desactualizada y ajena a la realidad social, era muy criticada. La universidad de Crdoba era un reservorio de la pedagoga tradicionalista clerical. No ha de extraarnos que all comenzara el movimiento reformista de 1918. El reformismo universitario sintetiz muchas de las ideas pedaggicas desarrolladas por los educadores democrticos en las dcadas anteriores. Sus tres banderas fueron la autonoma universitaria, la libertad de ctedra y el cogobierno. El principio de autonoma era un intento de levantar una valla entre el campo educativo y los caprichos del poder gubernamental. La sociedad necesitaba de un espacio donde fructificaran libremente el pensamiento y la investigacin cientfica: se sentan ecos de aquel liberalismo tempranamente novecentista que aspiraba a crear una cultura liberal ligada a la sociedad. La concepcin de una universidad autnoma pero estatal formaba parte de la idea de un Estado mucho ms complejo que el necesario para el pas agroexportador. El cogobierno era heredero de las experiencias educativas anarquistas, del modelo del gobierno propio escolar, de la experiencia de Vergara en Mercedes, de la pedagoga Krausista, de los artculos difundidos desde la publicacin oficial El Monitor de la Educacin Comn.[footnoteRef:26] [26: Cf. Puiggrs,Adriana. Qu pas en la educacin Argentina:Breve historia desde la conquista hasta el presente. Editorial Galerna,2003. Capitulo: La fundacin del debate pedaggico]

El movimiento reformista que naci en Crdoba en 1918 se extendi rpidamente por Amrica Latina. El modelo de Universidad que propugnaba era el ms avanzado de su poca. Las universidades cuyo propsito dominante era formar profesionales, eran por entonces socialmente elitistas y acadmicamente escolsticas. Muchos jvenes estudiantes quisieron abrir sus puertas, participar en su direccin, remover las viejas camarillas profesionales, instaurar criterios de excelencia acadmica y de actualizacin cientica y vincular la Universidad con los problemas de la sociedad. La agitacin estudiantil fue muy intensa y coincidi con lo ms duro de la crisis social, entre 1918 y 1922, al punto que muchos pensaron que eran una expresin ms de aquella. Otros advirtieron que se trataba de un reclamo tolerable. Los reformistas recibieron el apoyo importante de Yrigoyen, lograron en muchos casos que se incorporaran representantes estudiantiles al gobierno de las universidades, que se desplazaran a algunos de los profesores ms tradicionales y que se introdujeran nuevos contenidos y prcticas. Tambin elaboraron un programa de largo plazo, que desde entonces sirvi de bandera a la actividad poltica estudiantil, un espacio que desde entonces sirvi de antesala para la poltica mayor. El reformismo universitario fue, ms que una teora, un sentimiento, expresin de un movimiento de apertura social e intelectual que serva de aglutinante a las ideologas ms diversas, desde el marxismo al idealismo, pero que se nutri sobre todo del antiimperialismo latinoamericano, todava difuso y de la misma revolucin rusa, con su apelacin a las masas. Se vincul con otras vertientes latinoamericanas, creando una suerte de hermandad estudiantil e inyecto un torrente nuevo y vital en los movimientos polticos progresistas.[footnoteRef:27] [27: Cf. Romero, Luis Alberto. Historia contempornea de la Argentina. Buenos Aires, FCE, 2001, pp. 47-48]

El Yrigoyenismo y la Dcada InfameLa reforma Saavedra Lamas se desarrolla en 1916 y tiene tan slo dos aos de vigencia, ya que, cuando Yrigoyen asume el poder, sta es derogada debido a las presiones de segmentacin y limitacin que la reforma produca. La reforma Saavedra Lamas fue confeccionada por Vctor Mercante y su objetivo central era conjugar la crisis de la pubertad[footnoteRef:28] [28: Cf. Puiggrs, Adriana (direccin).Escuela, Democracia y Orden (1916 - 1943). Tomo III. Ed. Galerna, Bs. As., 1992. Pgina 26.]

Con la derogacin de la reforma Saavedra Lamas qued restablecida la estructura tradicional y volvi a reinar el curriculum enciclopdico. Se haba eliminado nuevamente la orientacin prctica se abandonaban los intentos de construir una relacin pedaggica entre escuela y trabajo.La relacin entre el gobierno y la docencia se fue deteriorando durante la dcada de 1920. A la demanda de mejores condiciones laborales se sum la irritacin que produjo entre los docentes el cambio del rumbo del radicalismo: el gobierno de Marcelo T. de Alvear se ali con los conservadores y coloc a funcionarios polticos en los cargos directivos del sistema escolar. Las gestiones de los dos ministros de Educacin de Alvear, Marc y Antonio Sagarna, se caracterizaron por las deficiencias administrativas, la escasez presupuestaria y el mal estado de los edificios, junto a lo que la revista La Obra llam politiquera. La Obra, fundada en 1921, fue vocera de la oposicin docente a la vez que gui el trabajo cotidiano de los maestros.Pero al mismo tiempo algunos representantes de la vanguardia pedaggica de la dcada anterior, como Jos Rezzano (delegado de la Liga Internacional de la Escuela Nueva) y Clotilde Guilln de Rezzano, fueron funcionarios del Consejo Nacional de educacin y trataron de institucionalizar algunas innovaciones. Fueron apoyados por las publicaciones El Monitor de la Educacin Comn, La Obra y Nueva Era. Ese proceso comenz con la Reforma Rezzano- molesta e irritativa para la burocracia escolar- y culmin en 1936, con la implantacin de los programas de asuntos en todas las escuelas de la Capital Federal y los territorios nacionales. La reforma estaba muy influida por el pragmatismo democrtico del pedagogo norteamericano John Dewey. Consista en un sistema integral de educacin/trabajo, con talleres y laboratorios. Fue tambin un importante intento de diferenciacin del campo tcnico-profesional docente en distintas especialidades y tareas, y de institucionalizacin de nuevas reglas de juego entre educadores y educando. La reforma daba prioridad a las necesidades biolgicas y psicolgicas del nio y se basaba en los principios de la Ley 1420.Aunque las amenazantes advertencias higinicas que dominaron el lenguaje escolar en las dcadas anteriores, la reforma Rezzano propona que la enseanza de la historia fuera un cuadro vivo y la educacin cvica, una prctica y no una serie de contenidos vacos. La reforma enfrent al positivismo normalista aunque sin salir de los lmites tolerables por la burocracia ministerial.En 1924 Rezzano fue nombrado asesor de la Inspeccin de Enseanza Secundaria, sin dejar sus cargos en el Consejo Nacional de Educacin; Rosario Vera Pealoza fue confirmada como inspectora general de Enseanza Secundaria Normal y Especial. Pese a la posicin progresista que ambos sostenan, ni Rezzano ni Vera Pealoza lograron reformar la enseanza media. A fines de la dcada de 1920 el positivismo estaba en retroceso. Sin embargo, el modelo pedaggico normalizador ordenaba la vida escolar. Frente a eso muchos docentes admiraban la escuela activa europea, el pragmatismo norteamericano y las experiencias comunitarias soviticas y registraban los ecos del movimiento reformista. Se realizaron numerosas experiencias y se publicaron muchas pginas difundiendo una pedagoga innovadora. El golpe de gracia al liberalismo pedaggico:El segundo gobierno de HipolitoYrigoyen hered del alvearismo la burocracia, la mala administracin y la enemistad con los docentes. El ministro De la Campa tampoco aport soluciones.Aunque el trnsito de 1916 a 1930 existieron importantes picos descendentes, la situacin escolar bsica de los sectores populares haba mejorado durante las administraciones radicales. Pero ningn sector reconoca aquellos progresos. La opinin de los diarios y publicaciones de la poca era tan desfavorable como la de los maestros, quienes malquistados con el ministro De la Campa, no ofrecieron resistencia al gobierno surgido del golpe del 6 de septiembre de 1930 que derroc a Hiplito Yrigoyen e inaugur una metodologa ilegitima y violenta de acceso al poder.Poca resistencia tuvo el general Uriburu el 6 de Septiembre de 1930, cuando al frente de los Cadetes del Colegio Militar y pocos efectivos ms se dirigi hacia la Casa de Gobierno.Entre tumultos, manifestacin hostil y postrada por la enfermedad ya haba delegado Yrigoyen el mando un da antes. Pocas soluciones tena entonces para enfrentar la crisis.La indecisin de quienes luego rodearon al vicepresidente Martnez en ejercicio de la presidencia facilit el desfile al sitio inevitable hacia la casa rosada.El gobierno del General Uriburu se declar entonces provisional, sus integrantes renunciaron de antemano a todo cargo electivo y fue reconocido por una clebre Acordada de la Suprema Corte de Justicia. Entendi que, como gobierno de facto con todos sus requisitos en su condicin de tal y mantena el ordenAunque el trnsito de 1916 a 1930 existieron importantes picos descendentes, la situacin escolar bsica de los sectores populares haba mejorado durante las administraciones radicales. Pero ningn sector reconoca aquellos progresos. La opinin de los diarios y publicaciones de la poca era tan desfavorable como la de los maestros, quienes no ofrecieron resistencia al gobierno surgido del golpe del 6 de septiembre de 1930 que derroc a Hiplito Yrigoyen e inaugur una metodologa ilegitima y violenta de acceso al poder.Durante el ao y medio de gobierno de Jos Evaristo Uriburu se sucedieron como ministros de Educacin Ernesto Padilla, Guillermo Rothe e interinamente Adolfo Bioy. Juan B. Tern, un espiritualista antilaicista y conservador, fue presidente del Consejo Nacional de Educacin. Tern provena del normalsmo y respondi de inmediato a las demandas insatisfechas de los docentes, quienes apoyaron decididamente su gestin.El discurso de Tern daba el tono del clima cultural de la poca. Era un decidido germanfilo que repudiaba el reformismo universitario y la escuela activa. Luchaba contra el divorcio, pero desde una posicin distinta del nacionalismo catlico. Consider a la enseanza prctica una tirana para el nio y propuso centrar su educacin en la moral. Haba que espiritualizar la escuela, combatir el comunismo entre los estudiantes e impulsar la gestin educativa privada. Tern tena una postura aristocrtica y conservadora, con muchos elementos del nacionalismo catlico. Pero su lema, Espiritualizar la escuela, fue asumido como propio por muchos docentes y padres.El pas no cerraba por ningn lado si la propiedad de la oligarqua segua intacta. No se poda crecer sin industrializacin y sta no era posible si mantenamos el acuerdo internacional que nos obligaba a exportar productos agrcolas y desarrollar solamente una limitada industria liviana. El pacto Roca-Ruciman sell nuestra subordinacin a Inglaterra pero no pudo eliminar todas las aspiraciones argentinas al progreso. Aunque el ritmo de crecimiento de la industria y los puestos del Estado no alcanzaban para que todos los argentinos en condiciones de trabajar tuvieran empleo, la gente trataba de capacitarse ms que en dcadas anteriores. Se produjo un creciente desarrollo de modalidades de capacitacin laboral por parte de entidades estatales, sindicales, empresariales, de la Iglesia Catlica y de sociedades populares. En cursos relativamente informales se formaron personal administrativo, artesanos y obreros para trabajos especializados en las grandes ramas de la produccin.Agustn P. Justo tuvo tres ministros de Educacin en sus seis aos de gobierno: Manuel de Iriondo, Ramn S. Castillo y Jorge de la Torre. Ramn J. Crcano, como presidente del Consejo Nacional de Educacin, suprimi los centros de estudiantes en los colegios secundarios. El gobierno persigui a los docentes que tenan posturas radicalizadas, laicistas y escolanovistas. Se hicieron ms estrictas las normas para el ejercicio de la docencia y se orden la enseanza privada estableciendo el rgimen de incorporacin de los establecimientos particulares a los pblicos. En cuanto a la enseanza tcnico-profesional de nivel medio, durante los aos de la presidencia de Justo se crearon o transformaron escuelas normales regionales, escuelas prcticas del hogar, comerciales y de orientacin regional. La lucha ideolgica de la educacin:Las diferencias entre espiritualistas laicos y marxistas pasaron a segundo lugar ante el avance del nacionalismo catlico y el corporativismo. Los intelectuales, los polticos y la opinin pblica identificaban cada vez con ms fuerza al nacionalismo con el fascismo y al liberalismo con el desprecio por lo propio y la europeizacin de las ideas. Como consecuencia, trminos liberales como democracia, libertad, escolanovismo y reforma, eran rechazados por quienes identificaban el amor a la patria con el hispanismo y el nacionalismo catlico.La libertad y la Nacin parecan trminos incompatibles para la poltica educativa que haba inaugurado Tern y que ganaba terreno. Muchos docentes, que eran catlicos en su vida privada pero opinaban que la escuela pblica deba ser laica, introducan ahora, alentados por el oficialismo, los smbolos y los rituales eclesisticos. El espiritualismo laico se tornaba espiritualismo catlico.La obligatoriedad de la enseanza religiosa fue decretada en 1937 en la provincia de Buenos Aires, siendo gobernador Manuel fresco y Director de Escuelas Roberto J. Noble. La escalada culminara con el decreto 18.411/43, cuando ocupaba la presidencia provisional de la Nacin Pedro P. Ramrez y era ministro de educacin Martnez Zuvira. Durante su gestin se decret la enseanza de la religin catlica en las escuelas pblicas primarias, postprimarias, secundarias y especiales. La resolucin tomara fuerza de ley por la 12.978/47, durante la presidencia de Juan D. Pern.Las publicaciones del magisterio no reaccionaron como poda esperarse dadas la raigambre laicista del sector y la prdica antinormalista oficial. Jorge Eduardo Coll, ministro de Educacin de Robert Ortiz, encontr el apoyo de sectores tan insospechables de coincidencia con sus propuestas corporativistas y centralizadoras como el viejo militante anarquista, asimilado en los ltimos aos al radicalismo, Julio R. Barcos, y luchadores progresistas como Alfredo M. Ghioldi y Rodolfo A. Bardelli.Al mismo tiempo Ral Scalibrani Ortiz, Arturo Jauretche y un grupo de intelectuales provenientes del radicalismo rechazaron la debilidad de las posturas de su partido y confluyeron con nacionalistas que avanzaban hacia posiciones democrticas, como el historiador nacionalista Atilio Garca Mellid. Fundaron FORJA (Fuerza de Orientacin Radical de la Joven Argentina). Este complicado damero constituye un nudo significativo de especial importancia para entender el papel de los intelectuales en la organizacin del campo poltico- cultural y pedaggico fundador del proyecto educativo peronista.En 1938 La Obra insista en la defensa de la Escuela Nueva. Constrataba con el Consejo Nacional de Educacin, que extremaba sus posturas autoritarias. El nacionalismo impregnaba los contenidos. En 1940 se establece un nuevo programa para la promocin de la enseanza de la agricultura y ganadera en las escuelas nacionales de provincias y territorios nacionales. Se designa una comisin de folklore, se establece un plan de recopilacin cultural regional y de revalorizacin de la memoria popular. La incorporacin de los militares y lo militar a la vida escolar es notable en los actos, los textos y los programas. El nacionalismo es considerado como el antdoto contra el peligro de disolucin nacional por docentes como Juan Carlos Astolfii y Rosario vera Pealoza.El ex