Debate de La Ley de Educación

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DEBATE DE LA LEY DE EDUCACIÓN La sociedad del conocimiento puede asumir características más democráticas, más justas solidarias que las formas que constituyeron las sociedades del pasado o puede, al contr asumir formas de exclusión y de desigualdad más profundas y dolorosas que las conocidas ahora. El conocimiento se ha convertido en el factor clave de la nueva estructura socia eso, es fundamental que se lo considere como un bien pblico. El futuro no está escrito sociedad adopte uno u otro modelo depende de nuestras decisiones y nuestra voluntad pol Educar para consolidar la identidad nacional La escuela fue uno de los pilares fundamentales en el proceso de construcción de los es nacionales. Esa construcción se llevó a cabo sobre dos bases! la transmisión del patrim histórico y la de"nición de un proyecto de futuro. #oy atravesamos un período histórico donde estas dos dimensiones $el pasado y el futuro en discusión. &arece como si hubi'ramos roto con lo mejor de nuestro pasado y el futuro percibido como muy incierto. Existe una fuerte concentración en el presente y en el cor )alir de esta concepción y recuperar tanto lo mejor de nuestro pasado como la ilusión d futuro comn supone un fuerte cambio cultural, que debe apoyarse en una re*exión crític ambas dimensiones. La construcción de la identidad ya no es responsabilidad instituciones pblicas y de las organi(aciones sociales, sino que tambi'n debe ser un p que reclama mucho más trabajo de construcción por parte del sujeto. La educación debe, consecuencia, fortalecer la capacidad de cada uno para que construya su identidad. +l mismo tiempo, la identidad nacional no puede apoyarse en la negación de las identida culturas regionales sino en su valori(ación y fortalecimiento. La diversidad rique(a y no un problema, ra(ón por la cual la educación debe formar al ciudadano para comparta el espíritu nacional y se haga responsable solidariamente de la suerte del otr sentido, será preciso que las experiencias de aprendi(aje que tienen lugar e contribuyan al desarrollo de los valores vinculados a fortalecer lo que nos un cohesiona, nos permite aprender a vivir juntos y a dise ar un proyecto de integrada. Educar para la democracia La educación para la democracia deberá aportar los conocimientos y valores que desarrol mirada crítica que permita a las actuales y futuras generaciones de ciudadanos elegir d re*exiva y autónoma a quienes conducen el Estado y participar activamente en las organi(aciones políticas y sociales que los expresen y representen. Educar para la demo implica promover la participación en la toma de decisiones y el diálogo como forma de r los con*ictos. En este sentido, la escuela como institución debe ser un lugar donde rei clima democrático entre sus actores y donde los estudiantes puedan ejercer sus derechos aprender en la práctica cotidiana a organi(arse y defenderlos en el conjunto de ámbitos en los que deban actuar. -ambi'n debe ser un lugar donde los docentes puedan expresarse democráticamente y aportar a formas de gestión que los tengan como protagonistas. &ara fortalecer la democracia tambi'n será preciso dotar al ciudadano de una formación permita desarrollar una mirada crítica acerca de los mensajes que transmiten los medios comunicación y del uso de las nuevas tecnologías. El consumo mediático en la sociedad y participación de los medios en los procesos democráticos son cada ve( más crecientes. L

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DEBATE DE LA LEY DE EDUCACIN La sociedad del conocimiento puede asumir caractersticas ms democrticas, ms justas y ms solidarias que las formas que constituyeron las sociedades del pasado o puede, al contrario, asumir formas de exclusin y de desigualdad ms profundas y dolorosas que las conocidas hasta ahora. El conocimiento se ha convertido en el factor clave de la nueva estructura social y, por eso, es fundamental que se lo considere como un bien pblico. El futuro no est escrito y que la sociedad adopte uno u otro modelo depende de nuestras decisiones y nuestra voluntad poltica. Educar para consolidar la identidad nacional La escuela fue uno de los pilares fundamentales en el proceso de construccin de los estados nacionales. Esa construccin se llev a cabo sobre dos bases: la transmisin del patrimonio histrico y la definicin de un proyecto de futuro. Hoy atravesamos un perodo histrico donde estas dos dimensiones el pasado y el futuro- estn en discusin. Parece como si hubiramos roto con lo mejor de nuestro pasado y el futuro es percibido como muy incierto. Existe una fuerte concentracin en el presente y en el corto plazo. Salir de esta concepcin y recuperar tanto lo mejor de nuestro pasado como la ilusin de un futuro comn supone un fuerte cambio cultural, que debe apoyarse en una reflexin crtica sobre ambas dimensiones. La construccin de la identidad ya no es responsabilidad slo de las instituciones pblicas y de las organizaciones sociales, sino que tambin debe ser un proceso que reclama mucho ms trabajo de construccin por parte del sujeto. La educacin debe, en consecuencia, fortalecer la capacidad de cada uno para que construya su identidad. Al mismo tiempo, la identidad nacional no puede apoyarse en la negacin de las identidades y culturas regionales sino en su valorizacin y fortalecimiento. La diversidad cultural es una riqueza y no un problema, razn por la cual la educacin debe formar al ciudadano para que comparta el espritu nacional y se haga responsable solidariamente de la suerte del otro. En este sentido, ser preciso que las experiencias de aprendizaje que tienen lugar en la escuela contribuyan al desarrollo de los valores vinculados a fortalecer lo que nos une, lo que nos cohesiona, nos permite aprender a vivir juntos y a disear un proyecto de nacin justa e integrada. Educar para la democracia La educacin para la democracia deber aportar los conocimientos y valores que desarrollen una mirada crtica que permita a las actuales y futuras generaciones de ciudadanos elegir de manera reflexiva y autnoma a quienes conducen el Estado y participar activamente en las organizaciones polticas y sociales que los expresen y representen. Educar para la democracia implica promover la participacin en la toma de decisiones y el dilogo como forma de resolver los conflictos. En este sentido, la escuela como institucin debe ser un lugar donde reine un clima democrtico entre sus actores y donde los estudiantes puedan ejercer sus derechos y aprender en la prctica cotidiana a organizarse y defenderlos en el conjunto de mbitos sociales en los que deban actuar. Tambin debe ser un lugar donde los docentes puedan expresarse democrticamente y aportar a formas de gestin que los tengan como protagonistas. Para fortalecer la democracia tambin ser preciso dotar al ciudadano de una formacin que le permita desarrollar una mirada crtica acerca de los mensajes que transmiten los medios de comunicacin y del uso de las nuevas tecnologas. El consumo meditico en la sociedad y la participacin de los medios en los procesos democrticos son cada vez ms crecientes. Los ciudadanos suelen tomar decisiones fundamentales en el mbito privado y pblico- en base a la informacin que transmiten los medios de comunicacin. Los sistemas educacionales deben asumir la obligacin de promover una comprensin crtica en relacin a los medios. La razones que avalan este desafo pasarn a ser, en un futuro prximo, cada vez ms indispensables, debido al rpido desarrollo de la tecnologa de la informacin y la comunicacin, que har aumentar considerablemente la gama de opciones a las que acceden los ciudadanos para informarse, recrearse y formar su propia opinin. Educar para la productividad y el crecimiento Las polticas econmicas que promovieron la desindustrializacin del pas tambin propiciaron la profundizacin de la brecha entre la educacin y el mundo del trabajo. Un modelo de desarrollo basado en la exportacin de productos primarios sin elaborar, en la especulacin financiera y en la explotacin de mano de obra barata, no necesit de un sistema educativo que formara ciudadanos con slidas competencias para desempearse en el trabajo. Alcanzaba con una pequea elite altamente cualificada en circuitos restrictivos del sistema educativo. El cambio hacia un modelo de desarrollo que contemple como su principal sustento la capacidad de la gente de agregar valor a partir de la calidad de su formacin, exige recuperar la capacidad del sistema educativo para aportar a un crecimiento basado en la potencialidad productiva del pas. De esta capacidad tambin depende la posibilidad de afirmar la soberana e identidad nacional en un mundo donde el conocimiento y la ciencia y la tecnologa se convierten cada vez ms en factores que deciden la independencia y autodeterminacin de las naciones. Por supuesto que la educacin es una variable necesaria pero no suficiente para crear estos puestos de trabajo para todos y para garantizar que las condiciones salariales y laborales renan los requisitos que hagan posible una mejor distribucin de la riqueza. Pero tambin es evidente que contar con una educacin universal de alta calidad brinda mejores condiciones a la poblacin, especialmente a los sectores ms desposedos, para articular demandas en torno de la generacin de mecanismos de distribucin ms igualitaria de la riqueza y mejores condiciones de trabajo. Por ltimo, es necesario que la escuela tambin asuma que aprender es un trabajo. El proceso de aprendizaje debe estar rodeado de las caractersticas ms nobles del trabajo humano: creatividad, esfuerzo, equipo y solidaridad, curiosidad y experimentacin, responsabilidad por los resultados. Desde esta perspectiva, educar para la productividad debera ser una de las formas a travs de las cuales se promueve el desarrollo integral de la personalidad. Educar para la integracin y la justicia social La identidad nacional, la democracia y el crecimiento econmico slo pueden desarrollarse en toda su potencialidad en el contexto del avance hacia una mayor integracin social producto de una distribucin ms justa de la riqueza. No es posible imaginar el progreso del pas si algunos de sus ciudadanos quedan excluidos. En este contexto, la educacin es la poltica pblica por excelencia para promover una sociedad ms justa e integrada. Una educacin pblica, universal y de alta calidad para todos puede ser uno de los factores determinantes de la posibilidad de revertir los procesos de fragmentacin y desigualdad social que se profundizaron en las ltimas dcadas. En este sentido, es necesario considerar dos perspectivas de accin diferentes. La primera de ellas est vinculada a la generacin de condiciones educativas que permitan igualdad de posibilidades de acceso a los aprendizajes que el sistema educativo debe transmitir. Ante la actual magnitud de las desigualdades, es necesario desarticular los mecanismos que promueven la subsistencia de circuitos educativos de calidad diferenciada y garantizan la reproduccin de la desigualdad de origen. Polticas activas del Estado en este aspecto significa desarrollar estrategias integrales para dotar a las familias y alumnos de las condiciones que les garanticen acceso, permanencia y egreso de los distintos niveles del sistema educativo. Pero si bien integracin y justicia social se apoyan en factores estructurales tales como el acceso a un trabajo decente para toda la poblacin y polticas de distribucin del ingreso que aseguren la justicia social, la cohesin social exige tambin un conjunto de valores que sean asumidos por toda la sociedad.