REVISTA VASCONGADA 475

SOCIEDAD DE OCEANOGRAFÍA DE GUIPÚZCOA

ALUMNOS DEL CURSO ACTUAL

DE LA

SECCIÓN DE FOGONEROS HABILITADOS

CREADA Y SOSTENIDA POR ESTA SOCIEDAD

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LA ESCUELA DE PESCA

U NO de los problemas que más ha preocupado a la Sociedad de Oceanografía de Guipúzcoa, ha sido indudablemente, después

de los fines científicos puestos en vigor, la cuestión de la enseñanza ma- rítima teórica y práctica para la instrucción del joven pescador. Al par que se propuso dar impulso a los estudios físico-químicos y llegó a instituir la base de un Museo Oceanográfico, orientó la enseñanza de su creada Escuela con un plan que llena lo prescripto por las leyes vi- gentes, y es susceptible, al mismo tiempo, de una metódica ampliación que permite poco a poco elevarlo a la categoría del de los principales centros de Europa. Gracias a esa iniciativa, desde hace algunos años podemos decir que en esta Ciudad existe un establecimiento de cultura que es plantel de hombres aptos para las profesiones marineras.

En las dos Secciones de Náutica Elemental y de Fogoneros habili- tados que lo integran, rigen los programas que señala la ley, y los alumnos que adquieren la preparación conveniente, previo el examen de rigor ante el Tribunal de la Comandancia de Marina, obtienen la certificación profesional para el ejercicio de sus funciones, que revela el nivel superior de mentalidad alcanzado y la consecuencia de sus afanes: trabajo inteligente y condiciones favorables y preservativo contra las acometidas de la miseria, en una palabra, mejora de circunstancias eco- nómicas y de estado social.

Ardua y pesada es la misión confiada a los profesores de las dos Secciones, D. José Agote y D. Manuel Palomeque para iluminar cere- bros ensombrecidos por la ignorancia y aferrados a la rutina de las prácticas primitivas, pero el resultado corresponde perfectamente a los

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esfuerzos que se hacen con tan noble empeño, y alegra el ánimo ver la constancia y el interés de los alumnos que rivalizan por saber el modo en que puede ser más fructífera la pesca en estas aguas de fauna tan abundante y rica, y reconocer las señales marítimas, la situación de los faros, el manejo de instrumentos náuticos, de las cartas maríti- mas y de todo cuanto se le debe exigir al Patrón de Pesca; y por otra parte, los futuros Fogoneros-habilitados, que describen teóricamente, reparan y manejan con admirable precisión las máquinas y calderas que habrán de dirigir algún día.

No aventuramos nada con afirmar que la Sociedad de Oceanografía con la Escuela que tiene establecida, con profesores tan ilustrados y entusiastas, contribuirá a desterrar la rutina y el atraso inveterado que han sumido en la indigencia y el abandono a la gente pescadora; y al mejorar de suerte esta sufrida clase con la consciencia firme del que se siente estimulado del deseo de elevarse y dignificarse, se habrá dado un avance en el desenvolvimiento de las industrias que reciben de la pesca y de la navegación su sostenimiento y desarrollo, que se traduci- rá en una mayor riqueza y bienestar de los habitantes de la costa guipuzcoana.

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