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    La nueva Ley de Aguas:contrastes, contradicciones

    y propuesta indgena - campesina

    Documentos para el Debate

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    Observatorio del Cambio Rural - OCARU

    LA NUEVA LEY DE AGUAS:CONTRASTES, CONTRADICCIONES Y PROPUESTA INDGENA - CAMPESINA

    Institucin coordinadoraInstituto de Estudios Ecuatorianos

    Sistematizacin y edicinMara Fernanda Auz

    Diseo grfcoLaly Moreno Salas

    Con el apoyo deFundacin Rosa LuxemburgCentro de Derechos Econmicos y sociales - CDES

    Instituto de Estudios EcuatorianosSan Ignacio 134 y Avenida 6 de Diciemb reTelfono: 5932 [email protected] - Ecuador

    Observatorio del Cambio [email protected]

    Impreso en Quito - EcuadorFebrero de 2013

    CONTENIDO

    Presentacin

    Introduccin

    1. Perspectivas y enfoques 7

    Agua y riego: avances y lmites del debate agrario en Ecuador 7

    Consulta prelegislativa: una estrategia de lucha 9

    Agenda indgena - campesina y coyuntura poltica en Ecuador 10

    2. Aportes al debate: las y los participantes 13

    Movilizacin, dilogo y estrategia poltica 13

    Elementos tcnicos en el debate 15

    Sobre la perspectiva del Plan Nacional de Riego 16

    Complejidad de la accin poltica en la actualidad 16

    Debate sobre el agua: inquietudes y opiniones 17

    3. Problemticas 19

    4. Acuerdos 20

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    PRESENTACINAbrir el debate sobre la problemtica rural en Ecuador, implica un profundo anlisissobre los temas y elementos que la componen, as la serie Documentos de Debatese propone desde distintos espacios y perspectivas contribuir al debate de los diver-sos actores involucrados en la problemtica agraria y poltica nacional. Analizar lasleyes, reglamentos y propuestas del gobierno como las propuestas realizadas por las

    organizaciones indgenas y campesinas, esto como parte de la poltica del Observa-torio del Cambio Rural (OCARU) de dotar a las organizaciones sociales y a la opininpblica de herramientas para la construccin de alternativas.

    Este primer documento es el resultado de la sistematizacin de la mesa de anli-sis de coyuntura La nueva ley de aguas: contrastes, contradicciones y propuestaindgena - campesina, enmarcada dentro del proyecto Dialogo y debate sobre laproblemtica agraria en el Ecuador. En esta primera entrega: Alex Zapata (SIPAE),Bartolo Ushigua (CONAIE) y Edgar Isch (Investigador) dialogan y debaten desdedistintos enfoques los nudos crticos del proyecto de Ley de Aguas. En el debate sepueden apreciar las contradicciones ociales sobre el tema del agua; la complejidadpoltica del contexto en torno a la ley de aguas; los contrastes y las propuestas eneste caso elaborados por la Confederacin de Nacionalidades Indgenas del Ecuador.

    IntroduccinEl Observatorio de Cambio Rural y la campaa Por la Tierra plntate abre esteespacio de discusin con un objetivo central: posicionar el debate sobre la problem-tica agraria en el actual contexto a nivel nacional. El observatorio es una plataformainstitucional que ha levantado esta iniciativa en la que es fundamental la participa-cin de actores como el movimiento indgena - campesino y las mujeres rurales.

    Para la Campaa y el Observatorio es urgente discutir y colocar en el debate pblicoel conjunto de trasformaciones y cambios que estn ocurriendo en el escenario pol-tico ecuatoriano a travs de reformas constitucionales, institucionales y polticas quepropicia el gobierno de Rafael Correa.

    Es preocupante que el avance de dichas reformas est cerrando los espacios paralas demandas legtimas de los movimientos sociales que desde los 90, con el primerlevantamiento indgena, construyen el escenario poltico del pas de los ltimos aos.

    Tanto las organizaciones como quienes estamos dentro de la Campaa, trabajamosel tema agrario y reconocemos los lmites de la lucha. Necesitamos constituir alian-zas. Este espacio de discusin constituye un primer paso para la construccin deacuerdos; a partir de l, convocamos a las y los diversos actores y organizaciones,militantes urbanos, colectividades e intelectuales a sumarse a esta labor.

    La pregunta central de la jornada es qu oportunidades tiene una agenda indgena -campesina frente al contexto actual? Las problemticas del agua y la tierra sern lasque centren estos debates, con el n de construir estrategias que posicionen nueva -mente al movimiento indgena - campesino como un sujeto poltico contrahegemnico.

    En este primer encuentro contamos con la presencia de Alex Zapata, Bartolo Ushi-gua y Edgar Isch, quienes desde diferentes enfoques, diagramarn en una breveexposicin varias perspectivas sobre elementos claves que los movimientos socialespueden abordar para la discusin y ampliacin del debate.

    Stalin HerreraObservatorio de Cambio Rural

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    1PERSPECTIVAS Y ENFOQUESAgua y riego: avances y lmites del debate agrario en EcuadorAlex Zapata. Sistema de Investigaciones sobre la Problemtica Agraria - SIPAE

    La dcada de los 90 es referencia necesaria para ubicar la discusin agraria. Es aqudonde se concreta el desmantelamiento de un modelo de desarrollo cepalino delagro concebido en los 70. A pesar de que este proceso inicia en los 80, se da confuerza en la siguiente dcada, a travs de la aplicacin de proyectos como el Pro-grama de Servicios Agrarios (PSA), entre otros; nanciados por organismos como elBanco Mundial o el BID.

    Desde la perspectiva institucional este modelo aterriza cuando en 1994 se promulga la

    Ley de Desarrollo Agrario que arras con la Ley de Reforma Agraria y elimin el Insti-tuto Ecuatoriano de Recursos Hdricos (INERHI) en el mes de octubre del mismo ao.

    Estas polticas abren un escenario de disputa social en torno al tema del agua. Anteslas discusiones tenan un carcter local, se centraban en los lugares donde surganconictos por el recurso; solo a partir de 1994 el debate se torna nacional y perma-nece vigente con diversos picos de intensidad. En el 97-98 el debate se reactiv,existan alrededor de veintinueve proyectos de ley en el Congreso, la expectativa enel 98-99 era contar con una Ley de Aguas.

    En respuesta a esto, la Confederacin de Nacionalidades Indgenas del Ecuador,CONAIE, introdujo varios mecanismos para evitar la profundizacin de estas pol-ticas, entre ellos, la articulacin de una propuesta de Ley de Aguas, presentada alCongreso Nacional en marzo de 1996.

    Con esta breve panormica -que vale la pena recapitular- vemos que, por parte dela CONAIE en particular, y del Movimiento Indgena en general, existe un posiciona-miento histrico con respecto al tema del agua.

    Desde su perspectiva, el Movimiento Indgena postul temas importantes en el de-bate nacional a travs del mencionado proyecto. Temas y derechos que hoy parecenobvios, como la gestin social sobre el agua, o las formas de asignacin social de losderechos sobre el agua; se encuentran recogidos en dicha propuesta, en la que estincluida una importante reexin sobre la institucionalizacin de las aguas en el pas.

    Sin embargo, -y a pesar de la profundidad de la propuesta del Movimiento Indgena-

    existen algunas limitaciones y ausencias en el debate actual. Aparentemente, en ladiscusin sobre el agua, prima un discurso surgido en la urbanidad que se trasladaal mundo indgena.

    La consigna Agua para la soberana alimentaria, o Agua para el riego comunitariono basta. La reexin sobre los temas de riego debera ser esencial, el riego es untpico complejo y, a pesar de que la experiencia del mundo rural es riqusima, la for-mulacin de propuestas para el riego desde el mundo indgena parece insuciente.

    Otro de los puntos dbiles podra ser el problema tarifario. Es preciso tratar condetalle el requerimiento que se le hace al Estado para establecer una tarifa mnimao gratuita sobre el recurso, pues podra generarse un efecto bmeran sobre laspropias comunidades. Una de las caractersticas de los sistemas comunitarios deagua es que han sido autogestionarios, lo que les permite conservar una lgica deautonoma frente al Estado. Si el subsidio estatal se otorga, la dinmica de funcio-namiento autnoma se modicara, de ah la necesidad de trascender el nivel de lareivindicacin y adentrarse en las consecuencias reales de lo que se pide.

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    En el actual debate, la consulta prelegislativa sobre la Ley de Aguas tiene peso.Este mecanismo es risible si se observan las medidas del rgimen, cuestiones comoel Plan Nacional de Riego, que ser publicado en el Registro Ocial; o los PlanesProvinciales de Riego, en los que las instituciones provinciales estn negociando ypresionando de manera directa sobre la asignacin de recursos; son las acciones querealmente denen la poltica del gobierno.

    De nada sirve una consulta prelegislativa con temas simpticos si los recursos estnasignados con anterioridad en las planicaciones y agendas provinciales. Quienesdenen la inversin pblica son los Consejos Provinciales, hoy llamados Gobiernos

    Autnomos Descentralizados; un ejemplo de ello, es lo que ocurre con MontgomerySnchez, Prefecto del Oro y Presidente del Consorcio de Consejos Provinciales delEcuador (CONCOPE), quien mantiene una fuerte apuesta por la agricultura de agroexportacin, lo que dene una lnea poltica de gestin que dirige todo tipo de recur-sos a proyectos que responden a intereses privados.

    Pensemos en el criterio con el que se otorga derechos de agua desde el ao 73, mu-chas micro cuencas tienen sobredemanda, se encuentran adjudicadas ms all desu capacidad; sin que el Estado genere una gestin integral que prevea los alcancesdel recurso. Parece que los megaproyectos imponen la lgica de la gestinhdrica actualmente.

    La perspectiva de centralizacin que tiene el gobierno puede ser adecuada, sin em-bargo los problemas surgen cuando se pretende aterrizar los planes en la realidad.Por ejemplo: los prefectos, como autoridades locales, piden que el presupuesto quese requiere para riego pase a sus manos sin ningn tipo de scalizacin -la propues-ta de scalizacin es uno de los ejes del Plan Nacional de Riego del rgimen central-o rendicin de cuentas.

    No quieren criterios de priorizacin, ni de participacin, ni desean presentar planesprovinciales de riego, a pesar de que esos criterios son obligaciones constituciona-les exigen sumas exorbitantes de dinero sin que tengan que aplicar ninguno de loscriterios legales que promulga el gobierno. Parece que la presin que ejercen losprefectos es la que dene la forma de reparticin del presupuesto pblico.

    Esto conduce la mirada hacia las autoridades subsectoriales que manejan el recurso.El Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (MIDUVI) es el encargado de regular elagua para consumo domstico y su manejo h a sido deplorable. La institucin man-tiene una relacin vertical con respecto de las Juntas Administradoras de Agua, apesar de que segn la Ley de Juntas del 79, ellas son entidades de derecho pblico.

    As mismo, elabora, con apoyo del BID, un proyecto de Ley de Aguas y saneamientopropio, que choca inclusive con la Ley de Aguas que propone el gobierno central.Frente a esto no existen propuestas por parte de los movimientos sociales. Por otra

    parte ha desaparecido el Instituto Nacional de Riego (INAR) y tampoco hay pronun-ciamientos al respecto.

    Quin ha evaluado en este pas la gestin de esa institucin? La Subsecretaria deAgua y Saneamiento no ha dado explicaciones de su gestin durante todos sus aosde funcionamiento. En 1993 Sixto Duran Balln instaur el organismo, despus locerraron sin benecio de inventario1.

    Por lo tanto, el debate no puede dirigirse solo a la crtica contra la autoridad nacionalque intenta generar la Secretaria Nacional del Agua (SENAGUA), son las autoridadessubsectoriales las que manejan los recursos. De lo que se tratara entonces no es defortalecer estos espacios sectoriales, sino de democratizarlos. Porque es imposibleeliminar la autoridad sectorial, pero su democratizacin es necesaria.

    1 Quienes all trabajaban no queran verse adscritos al Ministerio de Salud Pblica, porque haba unfuerte enfoque de agua de consumo y salud. Hoy el tema de agua de consumo est en manos delMinisterio de Desarrollo Urbano y Vivienda, cuando el mayor problema del agua de consumo est enla zona rural, adems el tema salud est completamente desconectado de su gestin.

    En Montecristi se reaviv con fuerza el debate sobre el agua, como resultado laactual normativa constitucional contempla algunos postulados sociales sobre el re-curso. La constitucin habla de las alianzas entre lo pblico y lo comunitario comouna posible solucin, cmo asentar esto en la realidad. Se entiende que las comunastienen una forma comunitaria de gestin; sin embargo, algunos compaeros deChimborazo estn preocupados, porque a pesar de que realizan una ges-tin comunitaria del agua, ante la ley estn reconocidos como una juntade riego privada; hay que levantar planteamientos con respecto a las ca-ractersticas que debe tener la institucionalidad pblica, para garantizar elderecho comunitario de las organizaciones.

    Desde el Movimiento Indgena hay aporte, hay riqueza, hay posicionamiento, hay unareferencialidad histrica clave sobre la cuestin del agua; pero existen puntos quedeben tratarse con ms detalle y profundidad, pues los temas estratgicos del debatepodran ser desplazados por concentrar la mirada nicamente sobre la consulta.

    Los siguientes puntos son parte de los temas medulares en los que el debate deberaprofundizar:

    La obligatoriedad del riego para todos los predios bajo la cota de algn sis-tema de riego ya est contemplada en la ley de 1972; paradjicamente, elproyecto de ley actual no recoge este criterio.

    No hay una legislacin sobre la gestin comunitaria del agua. En el proyectode ley se debe formalizar la situacin de las organizaciones que estn hacien-do gestin comunitaria del agua.

    La diversidad en cuanto a la gestin del riego es fundamental, desde ahpodran potencializarse las formulaciones que provengan del movimiento ind-gena dentro del debate agrario.

    El problema no es si vamos a tener o no una Ley de Aguas sino qu ley de aguasvamos a tener?. Una ley hecha dentro de la lgica de la gobernabilidad o la gober-nanza del agua o una ley que permita redistribuir, reestructurar la forma como estsocialmente repartida el agua. Es probable que la consulta contine siendo una he-rramienta que instrumentaliza la legitimacin de polticas desvinculantes.

    Esta mirada podra ser sacrlega en este espacio, lleno de gente tan adherida al mun-do indgena. Sin embargo, creo que hay mucho discurso construido urbanamente enel tema del agua, creo adems, que se debe recuperar la riqueza propia de la expe-riencia y organizacin del mundo indgena para fortalecer las posturas en el debate.

    Consulta prelegislativa: una estrategia de luchaBartolo Ushigua. Confederacin de Nacionalidades Indgenas del Ecuador - CONAIE

    Para nuestra organizacin la participacin en la consulta prelegislativa sobre la Leyde Aguas responde a una estrategia poltica. Sin bien en un principio se plante lainconstitucionalidad de la misma -debido a la inexistencia de una Ley Orgnica quela respalde- el rgimen continu con esta medida que pretende legitimar la centrali-zacin del agua por parte del Estado. Nadie saba que esta consulta estaba prevista,lo que quiere decir que se la pens nicamente desde arriba, para que el PoderLegislativo solo se encargue de legalizar parmetros previamente establecidos, sindiscusin alguna.

    El gobierno central tiene muchos problemas por no haber facilitado ningn tipo de in-versin ni de informacin a las organizaciones; solo en la amazona se requeriran msde $12.000 para la etapa de informacin y convocatoria de las diversas nacionalidadesdispuestas en el territorio, pero no existe nanciamiento pblico para esta actividad.

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    Es as como la CONAIE se ha plateado liderar este proceso, con el propsito de gene-rar un debate nacional, esencialmente en referencia a dos temticas: la defensa delagua y la defensa del territorio. Sin duda, temas como los sistemas de riego estnpresentes en la agenda de la organizacin, pero durante esta coyuntura, el debatecentral reside en la consulta.

    Para que la consulta sea legal y vinculante, las autoridades indgenas proponemoslevantar una Acta de Sentencia. Queremos que nuestra participacin genere inciden-cia, la SENAGUA no puede concentrar la toma de decisiones sobre el recurso hdricocomo pretende el rgimen. Un Estado plurinacional debe ser gobernado con unapoltica plurinacional, todos podemos tomar decisiones sobre el agua, de lo contra-rio, en dnde quedan los cambios operados en el Estado actual a travs del procesoconstituyente, si este gobierno contina con una lnea de gestin desvinculante,neoliberal y uninacional.

    Nuestra respuesta es poltica. La participacin del movimiento en este mecanismoconsultivo responde al ejercicio y valoracin de nuestro derecho colectivo; ya seefectu la inscripcin de 1.706 organizaciones de base para la votacin, estas re-presentan alrededor del 40% de miembros del movimiento; a riesgo inclusive de lasdesavenencias internas que podran surgir con algunos compaeros que, por mlti-ples motivos, no se reconocen en esta decisin.

    Sin embargo, el rechazo total que ha generado la consulta sobre explotacin petrole-ra en la amazona, por parte de todas las nacionalidades indgenas de las provinciasde Pastaza y Morona Santiago; demuestran que nuestra postura es adecuada frentea los procesos consultivos referentes a los temas extractivos.

    Para que la problemtica del agua se socialice, la CONAIE ha generado varias estra-tegias comunicativas: se elabor un trptico informativo en el que se explica la formade participacin que tendremos en la consulta; y dentro de nuestras asambleas seha debatido sobre la problemtica, nuestras bases s tienen conocimiento de la mis-ma ms all de la coyuntura electoral.

    La Ley de Aguas es el resultado de una lucha que el movimiento indgena ha man-tenido por aos. Los pueblos indgenas han sido expropiados histricamente de susterritorios y zonas de cultivo, quedando relegados a sectores agrestes como el p-ramo donde el agua es escasa; por ello es primordial que la administracin del aguaest a nuestro favor, pues hoy en da est en manos del sector empresarial.

    Pensamos que el trabajo de socializacin tendra que realizarse en otros sectores;de ah la importancia de estos espacios de debate, desde aqu se pueden construirmecanismos de informacin en los lugares que habitamos, solo de esta forma po-dremos amplicar nuestra voz ante esta problemtica.

    Agenda indgena - campesina y coyuntura poltica en EcuadorEdgar Isch. Coordinadora Plurinacional de las Izquierdas

    Es importante enunciar dos ejes de discusin a travs de los cuales los movimien-tos sociales del Ecuador podran posicionar una agenda indgena - campesina enel actual contexto poltico que vive el pas. Primero, hay que asumir la autocrtica,ya que la problemtica del agua no est pensada todava como un tema vinculan-te; casi siempre y de manera exclusiva la ligamos al espacio rural, lo que debilitacualquier esfuerzo por defender los derechos sobre el agua tambin desde elespacio urbano.

    Segundo, como tema vital, est el tratamiento sobre el agua de consumo. Entre el30 y el 40% de la poblacin ecuatoriana recibe agua de las juntas comunitarias deagua potable, son ms de seis mil organizaciones de este tipo y estn lejos de todoel debate, ya que se trabaja casi exclusivamente con las juntas de riego, aunque

    estas hayan entrado en el proceso de debilitamiento de las organizaciones sociales,manejado intencionalmente desde el gobierno.

    Hay una confusin premeditada entre lo comunitario y lo privado dentro de los pro-cesos de modernizacin que lleva a cabo el actual gobierno. La Constitucin es muyclara en denir lo pblico, lo comunitario y las alianzas que pueden existir entre losdos sectores, sin embargo hay momentos en los que el rgimen enuncia a lo comu-nitario como parte de lo privado; esto complica mucho el escenario porque se abrela posibilidad de administrar el recurso a entidades privadas de otra naturaleza, aaquellas que ponen al lucro como su razn de ser; de hecho, la SENAGUA contem-pla a las salas de riego pblico y privado en las encuestas que est levantando sincriterios de distincin.

    Si existen puntos de acuerdo en torno a estos ejes, evidentemente habr mayor ca-pacidad de incidencia. El tema central no solo es cantidad y calidad de agua, quiny a quin se la distribuye, quines tienen acceso a ella o sus mltiples valores; sinoquin toma las decisiones sobre el agua, cmo las tomarn y desde qu perspectiva.

    Es esencial decidir si el elemento central de la propuesta reside en el derecho huma-no al agua o ms bien en elementos que tienen que ver con la justicia hdrica. El de-recho humano al agua, segn las Naciones Unidas, se remite a dos cosas: el accesoal agua potable de consumo y el acceso al sistema de alcantarillado; el proceso deremediacin antes de conducir las aguas negras al ro no es de su incumbencia, loimportante es que stas no permanezcan en las viviendas. Hasta all llega el derechohumano, su alcance se reduce a la sobrevivencia.

    Otra forma de entendimiento tiene que ver con la dignidad humana, con la justiciahdrica. Preguntmonos si para un campesino el sostenimiento de su dignidad impli-ca, por ejemplo, el acceso al riego, la respuesta es s, pues ah mantiene su mediode subsistencia; ms an cuando hablamos de campesinos indgenas, porque ha-blamos a la vez del sostenimiento de su cultura; la problemtica entonces, va msall de la produccin.

    Mientras la mayor parte de agua de riego sea destinada a la produccin agrcola deexportacin, los campesinos indgenas, mestizos, negros o montubios tendrn esca-ses de agua, porque se privilegiar las concesiones de los canales de riego para lasplantaciones de los agronegocios.

    Tenemos un problema que va ms all del simple manejo de un recurso, que tieneque ver con la concepcin de desarrollo agrario, con el respeto de normas constitucio-nales que le dan derechos a la naturaleza, con la soberana alimentaria, etc.2 Duranteestos aos se ha hablado de la construccin del Cdigo Ambiental y de la Superinten-dencia Ambiental donde condensara todo lo referente al medio ambiente. El conte-nido de dicho cdigo es un secreto de Estado, se sabe que el primer borrador dejabazonas grises, abiertas a cuestiones como patentes y biopiratera; lo que implicara -sise abre a discusin- el retorno a la disputa desatada por la Ley de Biodiversidad quefue parada en el 2003, por estar sustentada en principios neoliberales.

    Cmo se ponen estos temas vitales, qu tienen que ver con la distribucin y los con-ictos que se generan en torno al agua en el debate. Las oportunidades de posicio-nar una agenda indgena - campesina en el actual contexto pasan por el tema agua.El esfuerzo por la unidad obliga a jar prioridades alrededor de esta lucha que supe -ra las divergencias que existen por parte de los movimientos en torno al gobierno.

    Por ejemplo, en la problemtica por la tierra hubo un acercamiento importante entrevarias organizaciones como la CONAIE, la Federacin Nacional de Organizaciones

    2 Por ejemplo, la Ley de Aguas tena que estar lista en un ao, las transitorias as lo disponan, y endos aos se aplicara la revisin de todas las concesiones de agua para reorientarlas con sentido deequidad y justicia. Sin embargo, quienes toman estas decisiones no cumplieron con la Constitucin apesar de que haban disposiciones legales establecidas

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    Campesinas, Indgenas y Negras (FENOCIN) y la Federacin de Indgenas Evang-licos del Ecuador (FEINE); pero este resulta insuciente si no hay una proximidadcon el sector urbano.

    La consulta prelegislativa, puede convertirse efectivamente en un elemento quepermita develar el engao del rgimen, tal vez, la estrategia ms til es justamenteparticipar en dicho proceso. El problema no est dentro de la sala donde se haga laconsulta sino afuera, con la gente que est desinformada y propensa a recibir ca-denas de televisin en las que se arme que en ella participaron miles de personas,ms de mil organizaciones de la CONAIE, que concuerdan con las propuestas de esteevento democrtico.

    El gobierno buscar fortalecerse en los lugares donde est debilitado a travs de laconsulta, cuenta con toda clase de recursos a su favor para desprestigiar a las or-ganizaciones sociales del pas, aplica estrategias que se han revertido en su contra,como la denuncia de las rmas falsas en el Consejo Nacional Electoral (CNE). Lamedida no fue un xito del gobierno, no logr dispersar a las organizaciones, todo locontrario, ayud a que se uniquen.

    Cmo develar que lo que la mayora de la gente quiere no ser tomado en cuentaen este proceso? Existe el riesgo de que al participar se termine avalando un procesoabsolutamente antidemocrtico. La nica forma de evitarlo es la socializacin de loshechos. Hace falta hacer bulla, en cualquier medio de comunicacin, tanto en los dela derecha que concedern algn espacio por su disputa con el gobierno de Correa,limitando la informacin para que sus intereses de clase no se vean afectados; comoen los medios estatales; si se hace presencia con fuerza van a verse obligados apublicar nuestras acciones. No es el momento de entrar a discutir a la defensiva loque el gobierno quiere que se discuta en la consulta prelegislativa. Debemos generarnuestra propia agenda.

    La poca de comicios puede ser utilizada inteligentemente por las organizacionessociales, el gobierno de Correa solo se mueve en torno a las prximas eleccionespresidenciales, evidentemente, este terreno es trascendente para el rgimen. Cedeaunque lo haga de muy mala gana: si un candidato opositor ofrece subir el bonode desarrollo cuando llegue al poder, el rgimen modica el presupuesto y lo haceen este mismo periodo. Entonces de qu manera la agenda indgena - campesinaaprovecha la atmsfera electoral para que el debate del agua repunte?3

    Para reposicionar el tema se puede anunciar una gran accin nacional en este es-cenario, sin caer en declaraciones rimbombantes. Se cuenta con una experienciareciente, la marcha por la Defensa del Agua y la Vida del 22 de marzo de este ao,que dej varios elementos planteados: los 19 puntos que contienen informacintcnico-poltica sobre el debate, banderas y experiencias de lucha en este contexto;

    tomando en cuenta que si surti un efecto real en contra del gobierno es porqueprovino de talleres y marchas ms pequeas, con estas acciones locales se abri laposibilidad de realizar una accin nacional.

    Los puntos de partida de marzo seran los puntos de partida de esta agenda na-cional. Hay que formular planteamientos que denuncien los incumplimientos cons-titucionales en los que incurre el gobierno, obligndolo a ponerse a la defensiva,develando que no tiene ni la ms mnima voluntad poltica para cumplir el mandatoconstituyente en torno a los derechos de la naturaleza y el agua.

    3 Si se me permite hacer un acto de campaa, quienes estamos comprometidos con la candidaturapresidencial de Alberto Acosta, planteamos otra cosa; las soluciones estructurales no estn en si seaumenta o no el bono, sino en cmo desarrollas trabajo y mejores condiciones para la gente.

    2 APORTES AL DEBATE: LAS Y LOS PARTICIPANTESMovilizacin, dilogo y estrategia polticaPrimera participante

    Para las organizaciones sociales est claro que los temas centrales de la Ley no es-tn en la consulta prelegislativa, la cuestin radica en el cmo utilizar el escenariopoltico actual para que la lucha por las mejoras en la Ley de Aguas se concretenen el debate real, a travs de los temas centrales propuestos en la agenda de losmovimientos indgenas y campesinos, para generar una disputa efectiva con el Esta-do. Es decir cmo creamos una ley que contenga las condiciones para que nuestraspropuestas se conviertan en poltica pblica.

    Para saber qu quiere el gobierno hay que analizar la primera propuesta de ley quequiso aprobar la SENAGUA. Los temas que el gobierno pone en la consulta apuntana su fortalecimiento poltico, una de sus estrategias es que el contenido sea lo msindigenista posible, lo que puede alejar a otros sectores.

    La CONAIE rechaz esta postura, pues en este proceso deben participar todos losactores posibles, sean o no sujetos de consulta. El Estado no va a dar condiciones deapertura, la clave es pensar cmo hacer de este escenario, un momento en el quepodamos dar juntos un golpe nacional en un espacio restringido.

    Una vez aprobada la ley, una movilizacin nacional que aglutine todos los acuerdosque se requieren para contar con una ley que abarque la profundidad y el detallede las propuestas, se vuelve intil. Hay que fomentar en este momento el escenarioque se construy en el 2009, la ley se va a aprobar con o sin nuestra participacin,es decir, si la consulta no profundiza en temas como el Plan Nacional de Riego,profundicmoslos nosotros en el debate interno; pero este no puede ser un criteriodenitorio para no participar en la consulta.

    Este no es un problema de principios sino de poltica en el mundo real y concreto; elpoder aprueba legislaciones que estn hechas para socavar los derechos consegui-dos por el espacio popular, en pro de la toma de decisiones sobre el agua. El gobier-no no espera, el gobierno hace, ejemplo de ello es la aplicacin de descentralizacinde competencias, mientras las organizaciones estaban enfocadas en si se animan ono a participar en la consulta prelegislativa, el debate estaba paralizado.

    La mayora de compaeros tena las mismas reexiones: Este no es un proceso vincu -

    lante. Esta es una consulta hecha por el gobierno. Para las inscripciones tambin nosconvoca el teniente poltico y no sabemos qu hacer. O le hacemos caso al teniente oconstruimos un escenario donde las organizaciones se fortalezcan. Muchos temas cla-ves, nudos crticos del proceso se pierden si no se trabaja sobre la coyuntura poltica.

    La Ley de Aguas se detuvo con la excusa de la consulta prelegislativa y los temascentrales se convirtieron en polticas de hecho en lugar de estar legisladas. Una deestas medidas de facto fue la transferencia de competencias del manejo de aguapotable y agua de riego hacia los consejos provinciales y los municipios; que el go-bierno central aplic a travs de la aprobacin del Cdigo Orgnico de OrganizacinTerritorial, Autonoma y Descentralizacin (COOTAD).

    Con esta normativa, municipios y consejos provinciales tienen control total sobre elagua potable y de riego respectivamente, el criterio de seleccin de gestin estarasolo en las manos de estas instituciones; los gobiernos locales descentralizados sonlos dueos del agua, ellos deciden si la administracin del agua puede ser pblica,comunitaria o privada, o cul es el presupuesto necesario para riego.

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    Es necesario abordar la situacin actual del debate sin olvidar lo que ocurri enel tiempo en el que el debate estuvo paralizado. Finalmente resulta obvio que laproblemtica gira alrededor de la estrategia poltica y no de tecnicismos que se handiscutido ya durante cuatro aos, la mayora de la gente que ha estado en este pro-ceso conoce la ley de principio a n y sabe que muchos de los temas han encontradoviabilidad y solucin en la real politik.

    Por lo tanto hay que preguntarse qu pasa con una consulta en donde ninguna delas organizaciones y movimientos participa? En ese escenario una vez terminada laconsulta se aprueba la Ley de Aguas al da siguiente. Esta es la preocupacin polticadel momento: cmo hacemos para no perder y seguir avanzando con lo que hemosplanteado, en un escenario donde tenemos las de perder en casi todo.

    Hay que levantar nuevamente a nivel nacional el debate sobre el agua solo as sehan integrado los sectores rurales y urbanos a esta lucha. Durante la coyuntura del2009-2010 las reuniones polticas de las organizaciones eran diversas, asistan loscompaeros de Guayaquil, la gente de las juntas de agua, de la FENOCIN; se suma-ron porque se consigui hacer del agua el tema central para construir una poltica,

    la ley solo fue el argumento para la movilizacin nacional.

    La consulta prelegislativa se convierte as en un escenario a nuestro favor, si lasorganizaciones construyen ese espacio de dilogo poltico. Los proyectos de leyque se socializan ahora son mejores que los que se tena en el 2009, porque con-tienen muchos de los elementos centrales que se plantearon las organizaciones enel debate nacional.

    Es incmoda la mirada autocompasiva del debilitamiento de las organizaciones por-que bloquea e imposibilita mirar la coyuntura. Hay que establecer una diferenciaentre la ltima disputa sobre la Ley de Tierras, debemos considerar que el tema delagua s permite crear una agenda nacional, a diferencia del tema de la tierra que seconcentra en la ruralidad. No se puede forticar la organizacin primero y despuslanzarla a la disputa poltica.

    Las organizaciones del campo popular se robustecen en la conjuncin de ambosespacios. A medida que se construyen agendas nacionales con las que la gente seidentica, aunque no sean perfectas -son siempre contradictorias y caticas-; laestructura organizativa cobra importancia, la gente se dice a si misma s, la organi-zacin me sirve de algo, entonces pongmosle fuerza a esta cuestin.

    Hay que generar iniciativas que de alguna manera apelen a la voluntad de la gentesobre temas que le preocupan. Por ejemplo, a inicios de este ao estbamos real-mente desorientados con respecto a la agenda nacional y de repente surgi unamarcha nacional de marzo, que puso a temblar al gobierno. Con el tiempo en con-tra, pensando que no haba nada ms que hacer, la agenda se arm sola, porque lagente tena ganas de disputar los temas que tocaban su realidad.

    El espacio popular s puede actuar inteligentemente en esta coyuntura, creo que estees el escenario que ms condiciones establece para construir una agenda alrededorde la temtica del agua. Una vez que se consigue fuerza poltica los documentos, lasnormativas y sus contenidos se arman sin problema, las organizaciones cuentan conespecialistas que resuelven el tema tcnico.

    No se puede pensar el tema del agua por fuera del escenario poltico nacional; si nose asume el discurso del agua en un escenario electoral, lo asume el gobierno y he-gemoniza el discurso. Esa es la realidad que enfrentamos hoy: O las organizacionesconstruyen una agenda en torno a la actual coyuntura, sin dejar de lado los temashistricos de los movimientos, o llega la SENAGUA, aglutina a los tenientes polticosy construye un discurso alrededor del agua, con los recursos de otras institucionesestatales, como la Secretaria de Pueblos en la Costa y Sierra y con el Instituto parael Eco-desarrollo de la Regin Amaznica Ecuatoriana (ECORAE) en la amazona.

    Es un problema de estrategia poltica cmo las organizaciones se enfrentan a unadisputa en la que el gobierno quiere fortalecer lo que perdi hace seis meses con laconsulta y con la marcha, porque va a enfrentar con mejores condiciones el procesoelectoral en los sectores donde ya perdi. Creo que esos son los debates de fondodonde hay que ubicar en el escenario de la disputa del agua.

    Lo importante es denir cules son los cinco o seis temas por los que vamos a mo-vilizarnos. La marcha de marzo cobr fuerza porque contena temas con los que lagente se identicaba. Tenemos compaeros con la capacidad poltica de construiresa agenda, solo hay que observar la complejidad del escenario para accionar arti-culadamente alrededor de esa lectura.

    Elementos tcnicos en el debateSegundo participante

    El gobierno centra su poltica en la posibilidad de brindar capacitaciones y tecnica-

    cin a la poblacin desde una lgica presupuestaria, en temas de formacin y apoyotcnico a las juntas de regantes o a los GAD se limita a mirar el alcance del nan -ciamiento con el que cuentan, lo que reere a una visin incompleta de la realidad.

    Es interesante sin embargo mirar la aproximacin que tiene sobre algunas cosas,por ejemplo, el Plan Nacional de Riego. Es difcil hablar sobre el agua si no se hablade temas como este, cmo puedes hablar de agua y no hablar del mantenimientode los pramos, cmo puedes hablar de agua y no hablar de cambio climtico y susefectos en las costas, cmo puedes hablar de agua y no hablar de tierra; estos temasse complementan, de lo contrario no ocurre nada. En Santa Elena, para hablar de lanecesidad de un canal de riego se tiene que tocar el tema de la propiedad de la tierra;de lo contrario el horizonte se pierde, ocurre a veces que no hay capacidad de pagodel recurso hdrico ni siquiera por parte de los que acaparan las tierras ya que nologran encontrar agricultores que las trabajen y generen renta para el pago del canal.

    Estas son muestras de que ni el Estado tiene clara la perspectiva con la que elaboralas leyes que plantea, ni nosotros tenemos claros nuestros planteamientos. Sin em-bargo resulta obvio el objetivo concreto que tiene el Estado con la Ley de Aguas, es elincremento sustancial de la produccin agrcola, sta es una medida que apunta a lamodernizacin del agro; a Correa le resulta fcil posicionar muchos temas en el agro,como el uso de transgnicos, porque el sistema de produccin nacional es un desastre.

    Desde mi perspectiva no tenemos respuestas frente a esta lgica. S que las agen-das de cada organizacin no abarcan la solucin de estos problemas necesaria-mente, de ah que el planteamiento que hace la CONAIE de vincular la defensa delterritorio y del agua resulta fundamental.

    Un tema que debe tocarse en el debate es el de la obligatoriedad del uso del agua yest ausente en la discusin. Si yo tengo tierras junto a un canal y son tierras agr-colas, estoy obligado a usar ese canal, sin esa obligatoriedad puedo circular con mistierras. Si estoy obligado a hacer uso del agua tendra que regar esas tierras lo quegenera un costo aadido, por lo tanto, tendra que hacerlas frtiles y productivas.

    Hay ciertos elementos que no se contemplan en los debates sobre el uso del aguadesde un punto de vista tcnico, que contenga tambin una perspectiva social,nuestra posicin ideolgica debe estar presente en las herramientas con la que spodemos debatir con el Estado.

    Lo que no podemos debatir con el Estado es quin tiene el control del agua, por unacorrelacin asimtrica de fuerzas. Ellos volvern a plantear que la mxima autoridadcon respecto al recuso en cuestin es la SENAGUA y que el carcter de cualquier otroconsejo -por democrtico y participativo que sea- ser solo consultivo. Esa pelea hayque ganarla en el curso poltico de los eventos.

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    Sobre la perspectiva del Plan Nacional de RiegoTercer participante

    El Plan Nacional de Riego considera al agua como un recurso que genera empleo,permite que las familias permanezcan en el campo y vivan en sus tierras. Esta pers-pectiva considera al riego como algo integral y no apunta solamente a la creacinde ms sistemas de riego, el Estado observa la multiplicidad de este recurso en losterritorios rurales y pretende abarcarlas dentro de su gestin.

    Algunos de los objetivos del plan son:

    Fortalecer la institucionalidad del Estado y de las organizaciones que estn acargo del recurso hdrico.

    Mejorar la equidad en el reparto del agua.

    Rehabilitar y hacer ms ecientes los sistemas de riego existentes, ms allde realizar nuevas obras de riego.

    A travs de algunos criterios priorizar los proyectos que se presenten al Minis-terio de Agricultura, Ganadera, Acuacultura y Pesca (MAGAP).

    La prioridad la tienen aquellos proyectos que involucran a medianos y pequeos cam-pesinos, por su aporte al tema de la soberana alimentaria. Sin negar el riego paraproyectos dirigidos a la exportacin, por los rditos que representan para el pas.

    Complejidad de la accin poltica en la actualidadStalin Herrera

    Parte del debate es transformar los problemas en discursos polticos que permitanabrir las posibilidades de construccin organizativa y de accin movilizadora. Esatarea en este gobierno ha sido compleja.

    A pesar de que las organizaciones indgenas y campesinas acarreaban un proceso decrisis, logran construir voces de unidad en cuanto a temas centrales en la AsambleaNacional Constituyente del 2008. Es en torno a esos debates en donde se constru-yeron bloques con posturas unicadas, se logra la aprobacin de temas diversosque se expresan en la Constitucin, por ejemplo, se discuti y aprob el Cdigo deSoberana Alimentaria.

    Despus de la aprobacin del cdigo se lo fragmenta en ocho leyes y los temas sedistribuyen en nuevos ejes de debate. Justo antes del proceso de movilizacin paraplantear el debate sobre la Ley de Aguas, la Asamblea Nacional Constituyente cerrlos canales de dilogo. Lo propio ocurri con la Ley de Tierras, a pesar de contar conespacios articulados en torno a cuestiones primordiales.

    En la medida en que se construyen los debates, la relacin con el Estado se con-vierte en una telaraa difcil de entender y de explicar, difcil de ubicar en dndevas a ejercer tus acciones como organizacin social: en los gobiernos locales, en losprovinciales, en la asamblea; en dnde te colocas ahora para demandar del Estado.

    Si observamos el posicionamiento de las organizaciones entre el proceso constitu-yente y hoy, el escenario se ha complicado. Dentro de este espacio que podra serel de los sectores populares existe una creciente polarizacin tanto a nivel nacionalcomo al interior de las organizaciones, pues la capacidad del gobierno no solo esten la propuesta de las agendas de discusin sobre los problemas centrales de lascomunidades sino en la construccin de organizaciones paralelas que lo respalden.

    Mientras nosotros estamos en un intento permanente de construir una Asambleade Organizaciones Populares de la Costa, el rgimen cuenta con tres congresos en

    los que se debate sobre la problemtica de la tierra, con una propuesta en la quese incluye tambin la construccin de una asamblea de organizaciones popularesadscritas al gobierno.

    Es importante discutir la complejidad de la accin poltica para trabajarla y determi-nar cul es el aporte real o potencial de cada una de las propuestas que nos plan-teamos como organizacin.

    Debate sobre el agua: inquietudes y opiniones

    Cuarta participante

    La poltica pblica concreta en la actualidad, con respecto al tema del agua se obser-va en varios mecanismos del gobierno como los establecidos por el COOTAD. Quhacer para garantizar el respeto de la normativa e institucionalidad de otros sectoresde la administracin pblica?. Se supone que el Ministerio del Ambiente es el enteque controla y garantiza la regulacin de las actividades de su rea; sin embargo noes as, porque instituciones como los GAD -empoderados por el cdigo de descentra-lizacin- pasan por encima de las funciones que le corresponden.

    La normativa ambiental acaba siendo solo un trmite administrativo que da paso aproyectos que se plantean en los otros sectores del Estado, se convierte en un pel-dao ms en la administracin pblica.

    Quinta participante

    El gobierno de Correa ha posicionado el tema del agua con una fuerte lgica electo-ral, un tema populista que en el fondo responde a una poltica econmica extracti-vista que requiere una administracin capitalista del agua para concretarse. Cmodifundir este debate sin asustar a la gente, sin meterse en la retrica institucional delas siglas, los artculos y los tecnicismos? Cmo llegar a la poblacin de las ciudadesy explicarles que la problemtica del agua no solo atae al campo?. Tenemos ungran reto, un uso distinto del agua.

    Cmo le rebatimos al gobierno cuando despus de la coyuntura de la consulta mani-este que los resultados obtenidos son legtimos, porque estn validados por cientosde organizaciones que han participado en el proceso, si sabemos que el resultadoest completamente sesgado por los intereses del rgimen.

    Sexto participante

    Nosotros realizamos un trabajo ms cercano a la ciudad, en las periferias de Quitoy vemos que el fortalecimiento de los gobiernos comunitarios es necesario. Esaorganizacin popular es un instrumento que ha impedido que el Estado rompa conla organizacin comunitaria, valindose de la propia trampa de descentralizacindel COOTAD que como ley no ha sido denida por completo. Consideramos que ladisputa real est en los sectores de base, en la comuna, en el barrio en donde losplanteamientos de la CONAIE tienen peso a pesar de las representaciones que exis-ten de organizaciones que estn con el gobierno como la ECUARUNARI o el puebloQuitu-Cara. La pelea est en la trinchera electoral, en la trinchera de desarrollo local.

    Si este espacio no se reproduce en las comunas vamos a perder la batalla. Las co-munas de Lumbis y Tola Chica han vivido la expropiacin del recurso por parte delos grandes proyectos urbansticos que usan el agua para el riego de extensionestotalmente improductivas. Ni el Estado, ni el Municipio han hecho algo por mejorarsu situacin.

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    Caldern es otra zona con grandes problemas de agua, el administrador zonal -futu-ro candidato para nuevo asamblesta rural por Alianza Pas- ha sido nombrado comoel mejor administrador del lugar. Los nicos que se quejan de la escasez de agua sonlos comuneros de Llano Grande.

    La nueva franja de barrios surorientales de Quito no cuenta con agua potable, ni conalcantarillado en buenas condiciones, pero si esos barrios solo reciben atencin me-ditica del gobierno, durante las sabatinas, es complicado que se posicionen a favorde este debate. A pesar de que nos llamen terroristas no vamos a dejar de conspirarcontra estas polticas desde el espritu de la organizacin.

    Sptimo participante

    El da que se convoc a la consulta prelegislativa la coordinadora plurinacional semoviliz para protestar frente al CNE. La FENOCIN discuta el tema y se propona noparticipar en la consulta porque eso signicaba avalarla en este contexto electoral.

    Sabemos que no se toparn los temas de fondo porque es la misma dinmica quese dio en torno a la lucha reciente por la Ley de Tierras, el proceso de debate conlos asamblestas se estanc, se modic la matriz de la ley cuatro o cinco veces y seestanc, nuestra presencia aval ese proceso.

    La FENOCIN se inscribi para la consulta prelegislativa el ultimo da, a pesar de queexistieron muchos intentos de socializacin con talleres, no hubo voluntad polticapara participar, porque todava queda la duda que ya se ha planteado.

    A pesar de todo la CONAIE est fortalecida con su propuesta para la consultaprelegislativa, lo que no ocurre con la CNC Eloy Alfaro, ni con la FENOCIN, ni laECUARUNARI, estas organizaciones que pertenecan a la red agraria estn msinteresadas en el escenario poltico electoral que en este debate.

    La coyuntura electoral presiona a las organizaciones, hay que reconocer que la ma-yora de ellas estn polarizadas por la agenda poltica del gobierno y varias estnya en campaa proselitista para alcanzar espacios de representacin en el Estado,como el Parlamento Andino.

    Cmo se habla de la redistribucin de tierra, de agua; cuando el aparato estatal te diceLa revolucin la estamos haciendo nosotros. Asistimos a un encuentro de agroeco-loga en Catacocha, a lo largo de la carretera se lea la propaganda de La RevolucinCiudadana Avanza y junto a ella AGRIPAC; se entiende que hay una alianza de ambossectores por todos los discurso del gobierno en favor del sector empresarial.

    La deuda agraria, el discurso de los transgnicos, la divisin de las organizaciones

    campesinas e indgenas, las disputas dentro de la FENOCIN y la Confederacin Ecua-toriana de Organizaciones Clasistas Unitarias de Trabajadores (CEDOCUT), todosestos temas deben bajar las bases.

    La gente cree que dirigentes como ngel Tasitambo, pertenece a la Subsecretariade Tierras, le solicitan que solucione el problema de sus tierras, lo que demuestra elnivel de confusin que ha generado el discurso del rgimen. Cosas como esas ponena las organizaciones y movimientos sociales contra la pared.

    Octava participante

    El agua en las comunas es un elemento que aglutina y mantiene la lgica de lacomunidad. Por ejemplo, si en una comunidad que administra su propio recurso sesuscita un problema con alguna familia, la castigan quitndole el agua, ese es elnivel de poder que genera al agua. Si llega la institucionalidad a las comunidades loque va a provocar es una fragmentacin poltica de la misma, y con ello la fragmen-tacin de las organizaciones.

    3 PROBLEMTICASA partir de la mirada integral que los movimientos y organizaciones sociales tienensobre sus territorios, varias son las problemticas que se plantean frente a la posibi-lidad de posicionar una agenda indgena campesina en el contexto actual. Entre lasms importantes y sobre todo en las que existen coincidencias estn:

    El conjunto de trasformaciones y cambios que estn ocurriendo en el escena-rio poltico ecuatoriano, a travs de reformas constitucionales, institucionalesy polticas que propicia el gobierno de Rafael Correa, impiden el avance de lasdemandas legtimas de los movimientos y organizaciones sociales.

    El debate sobre la consulta prelegislativa podra dejar de lado los temas pro-fundos del debate sobre el agua.

    Existe una desvinculacin de la urbe y la ruralidad en torno al debate agrario,sobre todo en la temtica referente al agua.

    El discurso del rgimen sobre el proceso consultivo hegemoniza el espaciomeditico, el debate con el Estado sobre quin tiene el control del agua escomplejo por una correlacin asimtrica de fuerzas.

    No existe claridad en la aplicacin de polticas sectoriales ni mecanismos deevaluacin y seguimiento de los procesos administrativos de las institucionesestales encargadas de los recursos hdricos, eliminar la autoridad sectorial esimposible, pero su democratizacin es necesaria.

    Hay una confusin premeditada entre lo comunitario y lo privado dentro delos procesos de modernizacin que lleva a cabo el actual gobierno. La Cons-titucin es muy clara en denir lo pblico, lo comunitario y las alianzas quepueden existir entre los dos sectores, sin embargo hay momentos en los queel rgimen enuncia a lo comunitario como parte de lo privado, como parte dela estrategia de posicionamiento de nuevos capitales privados emergentes.

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    4ACUERDOS

    Dada la coyuntura electoral en la que el gobierno plante la consulta prelegislativasobre la Ley de Aguas, la mayor parte de intervenciones se centraron en dicha te-mtica, por lo que a pesar de que existen diferentes perspectivas y enfoques todoscoinciden en que el debate agrario debe unicar tanto la problemtica del aguacomo la de la tierra sin perder de vista el escenario poltico del pas.

    Construccin de una agenda en torno a la actual coyuntura por parte de lasorganizaciones sociales sin dejar de lado sus reivindicaciones histricas.

    Necesidad de constituir alianzas entre las organizaciones sociales tanto ru-

    rales como urbanas para posicionar la problemtica agraria a nivel nacional.

    Profundizacin en la informacin que se socialice en todos los medios decomunicacin tanto ociales como no ociales, el debate debe llegar a sercotidiano entre la poblacin rural y urbana.

    Es fundamental trabajar en la consulta prelegislativa como estrategia polticade participacin y lucha.

    Generar iniciativas que de alguna manera apelen a la voluntad de la gentesobre temas que le preocupan para que participe masivamente en cualquieraccin poltica de las organizaciones sociales.

    El tema del agua s te permite crear una agenda nacional, hay que posicionar-lo a travs de acciones locales que se proyecten luego en acciones nacionales.

    Los 19 puntos elaborados en la marcha del 22 de marzo Por la Defensa delAgua y la Vida pueden ser los puntos de partida de la actual agenda nacionalde las organizaciones para el debate en el proceso consultivo.

    Un Estado plurinacional debe ser gobernado con una poltica plurinacional paraque las decisiones sobre los recursos estratgicos estn en manos de todos.

    La disputa real de sentidos est en los sectores de base, en la comuna, en elbarrio, en donde el gobierno tambin disputa legitimidad.

    Las propuestas de ley actual por parte de los movimientos sociales deben

    reejarse en la construccin, aprobacin y aplicacin de polticas pblicas.

    Si las comunidades, la ciudadana no presenta un plan alternativo, el proyectoactual desde el gobierno va a fragmentar las organizaciones sociales con loque se posibilita la injerencia estatal y empresarial sobre las mismas.

    Las cuestiones tcnicas pueden supeditarse al debate poltico, se las debeprofundizar y ampliar sin descuidar las estrategias polticas que posicionen alas organizaciones sociales como sujetos contrahegemnicos.