DATOSVIOLENCIA

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OBSERVATORIO DEL PROGRAMA PRESIDENCIAL DE DERECHOS HUMANOS Y DIH I. COLONIZACIÓN, COCA Y ACTORES DEL CONFLICTO ARMADO El patrón de desarrollo que desde la época de la Colonia ha regulado el vínculo entre el centro político y los territorios del suroriente colombiano ha sido, en lo económico, el carácter extractivo de las intervenciones externas y, en lo político, el precario control formal que, por acción o por omisión, ha tenido el Estado sobre la iniciativa privada allí. Esta última ha definido las reglas del juego que regulan los procesos de apropiación, uso y ordenamiento del territorio a través de los cuales empresarios nacionales y extranjeros, órdenes religiosas, colonos y, más recientemente, empresarios de la droga, guerrillas y grupos de autodefensa han ocupado los espacios que el Estado ha dejado vacíos 2. Localizción de los cultivos de coca en los municipios de Meta, guaviare y Caquetá FUENTE: Oficina del Alto Comisionado para la Paz, Presidencia de la República. Procesado y georreferenciado: Observatorio del Programa Presidencial para los Derechos Humanos y DIH, Vicepresidencia de la República. Cartografía: Dane 2000. Los territorios de la región suroriental han sido los últimos en ser objeto de incorporación a la economía nacional y aún se encuentran en proceso de colonización por lo que se les identifica como zona de frontera agraria en expansión. Como característica predominante, los procesos activos de colonización se han producido por los movimientos migratorios generados por la primera violencia 1946- 1962, la colonización dirigida, las bonanzas económicas legales e ilegales y la descomposición campesina en la región andina. La carencia de infraestructura vial y de servicios, la poca disponibilidad de suelos para la actividad agrícola, la baja productividad, la nula integración a los mercados nacionales o regionales, unida a la precaria presencia del Estado, dificultan la vinculación del colono a la tierra. Se origina así una economía parcelaria itinerante que, a la vez que ensancha la frontera agrícola, favorece el establecimiento del latifundio ganadero. Los índices de inmigración son altos, los predios mayores a las 20 ha representan entre 65% y 89% de la superficie. El promedio de personas por municipio es menor de 10.000 y menos de la tercera parte vive en la cabecera. Mientras que el promedio nacional del índice de Necesidades Básicas Insatisfechas, NBI, es de 25,9%, en la región suroriental el 54,9% de los hogares se encuentra en esta condición. Así mismo, un 12,2% de la población de esta región se encuentra en situación de miseria frente a un promedio de 8,4%

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OBSERVATORIO DEL PROGRAMA PRESIDENCIAL DE DERECHOS HUMANOS Y DIH

OBSERVATORIO DEL PROGRAMA PRESIDENCIAL DE DERECHOS HUMANOS Y DIH

I. Colonizacin, coca y actores del conflicto armado

El patrn de desarrollo que desde la poca de la Colonia ha regulado el vnculo entre el centro poltico y los territorios del suroriente colombiano ha sido, en lo econmico, el carcter extractivo de las intervenciones externas y, en lo poltico, el precario control formal que, por accin o por omisin, ha tenido el Estado sobre la iniciativa privada all. Esta ltima ha definido las reglas del juego que regulan los procesos de apropiacin, uso y ordenamiento del territorio a travs de los cuales empresarios nacionales y extranjeros, rdenes religiosas, colonos y, ms recientemente, empresarios de la droga, guerrillas y grupos de autodefensa han ocupado los espacios que el Estado ha dejado vacos2.

Localizcin de los cultivos de coca en los municipios de Meta, guaviare y Caquet

INCLUDEPICTURE "http://www.derechoshumanos.gov.co/observatorio/04_publicaciones/04_03_regiones/suroriente/mapas/mapa1.jpg" \* MERGEFORMATINET

FUENTE: Oficina del Alto Comisionado para la Paz, Presidencia de la Repblica.

Procesado y georreferenciado: Observatorio del Programa Presidencial para los Derechos Humanos y DIH, Vicepresidencia de la Repblica.

Cartografa: Dane 2000. Los territorios de la regin suroriental han sido los ltimos en ser objeto de incorporacin a la economa nacional y an se encuentran en proceso de colonizacin por lo que se les identifica como zona de frontera agraria en expansin. Como caracterstica predominante, los procesos activos de colonizacin se han producido por los movimientos migratorios generados por la primera violencia 1946-1962, la colonizacin dirigida, las bonanzas econmicas legales e ilegales y la descomposicin campesina en la regin andina. La carencia de infraestructura vial y de servicios, la poca disponibilidad de suelos para la actividad agrcola, la baja productividad, la nula integracin a los mercados nacionales o regionales, unida a la precaria presencia del Estado, dificultan la vinculacin del colono a la tierra. Se origina as una economa parcelaria itinerante que, a la vez que ensancha la frontera agrcola, favorece el establecimiento del latifundio ganadero. Los ndices de inmigracin son altos, los predios mayores a las 20 ha representan entre 65% y 89% de la superficie. El promedio de personas por municipio es menor de 10.000 y menos de la tercera parte vive en la cabecera. Mientras que el promedio nacional del ndice de Necesidades Bsicas Insatisfechas, NBI, es de 25,9%, en la regin suroriental el 54,9% de los hogares se encuentra en esta condicin. As mismo, un 12,2% de la poblacin de esta regin se encuentra en situacin de miseria frente a un promedio de 8,4% de la nacin.

Estudiosos de los cambios sucedidos en la regin del suroriente colombiano afirman que la bonanza coquera, registrada a partir de 1978, hizo que la colonizacin avanzara ms que en los 25 o 30 aos anteriores3. En el caso de la regin del Cagun, como en muchas otras zonas rurales del pas, a finales de la dcada del setenta y comienzos de los aos ochenta, la produccin, procesamiento y comercializacin de la coca implic la afluencia de aventureros,

colonos, comerciantes, vendedores ambulantes y jornaleros, calculndose la existencia de una poblacin flotante estimada entre un 30% o 40% de la poblacin total. Esta situacin llev a la fundacin de muchos pueblos y convierte la bonanza de la coca en una verdadera "revolucin demogrfica"4 .

2 Castro, Manuel F., Aristizbal, Hugo y Palou, Juan Carlos. "Conflicto, regin y desarrollo en el suroriente colombiano", en revista Planeacin y Desarrollo, vol. 3, Bogot, julio-septiembre de 1999.

3 Molano, Alfredo. "Violencia y colonizacin", en Revista Foro, No. 6, Bogot, 1988.

4 Jaramillo, Jaime; Mora, Leonidas y Cubides, Fernando. Colonizacin, coca y guerrilla, Universidad Nacional de Colombia, Bogot, 1986.La guerrilla

La guerrilla presente en el suroriente colombiano constituye el factor ms importante que promueve la produccin de coca. Impidiendo la accin de las autoridades ha favorecido el desarrollo de la actividad ilcita. Al respecto se puede sealar que las polticas antinarcticos y de fumigacin de cultivos ilcitos desencadenaron amplias marchas campesinas de rechazo en Caquet, Guaviare y Putumayo entre 1994 y 1996, las cuales fueron promovidas por las estructuras armadas de las FARC que operan en la zona.

Las FARC, recurriendo a la intimidacin o a la conviccin, lograron ejercer desde comienzos de la dcada del ochenta un control social en las zonas de cultivo, establecieron la prohibicin del uso del basuco como forma de pago o artculo de consumo, entraron a determinar los salarios para los raspadores e hicieron obligatorio cultivar otros productos diferentes a la coca para evitar los efectos inflacionarios de la bonanza ilegal. As mismo, ante las dificultades del sistema de justicia para reprimir el delito y mediar en la solucin de todo tipo de conflictos, la guerrilla se arroga sus funciones, conduciendo a que la poblacin demande su presencia. Por otra parte, existe la percepcin de que la presencia guerrillera atrae la inversin estatal, de manera que la expectativa de mejoramiento en el corto plazo hara aumentar el apoyo social. Este tipo de apoyo crea una especie de demanda por presencia guerrillera que es realizada por la poblacin de zonas potencialmente beneficiarias de la inversin estatal5. A cambio de todo esto, la guerrilla impuso el pago de un "impuesto" del 10% sobre la produccin de coca y del 8% a los comerciantes6. La intermediacin entre productores y comerciantes de coca le permiti a la guerrilla obtener importantes recursos que han sido invertidos en el financiamiento de su expansin territorial a travs del aumento del nmero de frentes y el mejoramiento ostensible de su dotacin. De esta manera, el fortalecimiento de la guerrilla derivado del auge de la coca permite comprender cmo los frentes activos de las FARC a nivel nacional pasaron de 7 a 32 entre 1978 y 1987.Los acuerdos de conveniencia que por un tiempo prolongado se mantuvieron entre la guerrilla y quienes vinieron a ejercer el control en el trfico de la droga, se rompen por las contradicciones surgidas del fortalecimiento del aparato militar de la guerrilla, que supone la aceptacin de sus condiciones, el pago de "impuestos" y el reconocimiento de su autoridad local. Las desavenencias se comienzan a manifestar en los asaltos contra las instalaciones para el procesamiento de la coca, de donde la guerrilla sustraa el producto refinado, armas y dinero. Los narcotraficantes, por su parte, fortalecen sus organizaciones armadas y crean nuevas con el fin de adelantar campaas de exterminio contra todo lo que perciben como bases sociales de la guerrilla en las zonas donde los desacuerdos desatan oleadas de muerte que recaen en dirigentes polticos y sociales y miembros de movimientos de izquierda.En la dcada del noventa el proceso de fortalecimiento de las FARC sigue su marcha en estrecha relacin con el proceso de integracin vertical de todo el negocio de la coca: siembra, produccin de base, refinacin y transformacin del alcaloide. En otros pases como Per y Bolivia baj la produccin y si bien se aliviaron los problemas de narcotrfico, fueron victorias que le generaron elevados costos a Colombia, en donde se magnificaron los elementos nocivos de una produccin integrada de cocana. La guerrilla, por ello, increment an ms sus fuentes de recursos, en la medida que el pas aument notablemente la produccin de hoja de coca, lo que dio a las FARC la oportunidad de imponer tributos a productores y procesadores, muchas veces a cambio de proteccin.La relacin entre el crecimiento de la guerrilla y la extensin de la produccin de coca tiene otras manifestaciones: el crecimiento paralelo de los ingresos de los cultivadores y de la guerrilla. A comienzos de los ochenta, la siembra de coca en el pas llegaba a 13.500 ha; en el 2000 se haba multiplicado casi por diez, alcanzando las 103.475 ha. El nmero de guerrilleros de las FARC pas de 1.190 en 1980 a 16.500 en el 2000. Se colige de lo anterior que la prolongacin del conflicto armado tiene como fundamento la autonoma adquirida por las FARC, sobre todo en el campo financiero, haciendo que tenga menor importancia la bsqueda de un mayor apoyo social y poltico, que es la necesidad inherente a toda guerrilla. Una de las ms claras manifestaciones de lo anterior es la coincidencia geogrfica de las reas de cultivo de coca con las zonas donde las FARC concentran su mayor podero militar.

Localizacin de las FARC en los municipios de Meta, Guaviare y Caquet

El nmero corresponde a la identificacin del frente de las FARC

FUENTE: Oficina del Alto Comisionado para la Paz, Presidencia de la Repblica.

Procesado y georreferenciado: Observatorio del Programa Presidencial para los Derechos Humanos y DIH, Vicepresidencia de la Repblica.

Cartografa: Dane 2000. La presencia de la guerrilla en reas de colonizacin de frontera se encuentra respaldada por una elevada capacidad armada. El bloque oriental de las FARC, que rene el mayor nmero de frentes de la organizacin y registra la actividad armada ms elevada a nivel nacional, cubre los departamentos del Meta y Guaviare. En el Meta se ubican al menos nueve frentes (7, 17, 26, 27, 31, 40, 42, 43 y 44). En el Guaviare se encuentra el frente 1 y recibe desplazamientos del frente 7, desde el Meta. Con la localizacin que hoy tienen sobre el piedemonte llanero, las FARC lograron lo que, desde comienzos de los aos ochenta, identificaron como eje de su despliegue para aislar el pas andino y costero del amaznico y llanero. Esta zona es igualmente estratgica por cuanto se constituye en corredor de acceso al centro del pas y permite el repliegue de las estructuras armadas hacia el interior en momentos de ofensivas militares. As ocurri al comienzo de la dcada del noventa, cuando el Ejrcito lleg hasta los campamentos del Estado Mayor en Uribe (Meta); varios de los frentes lograron desplazarse rpidamente hacia Cundinamarca y Huila, con lo cual la organizacin evit el enfrentamiento con la fuerza pblica y simultneamente comenz a tender un cerco sobre el centro del pas. El bloque sur de las FARC tiene influencia sobre el departamento de Caquet, a travs de los frentes 2, 3, 13, 14, 15, 49 y 60. Desde Putumayo se desplazan los frentes 32 y 48 hacia Caquet7.

De acuerdo con informaciones recientes, las FARC han estabilizado el precio de compra del kilo de pasta de coca en la zona productora del suroriente entre los 500 y 600 dlares8. Este comportamiento podra explicarse en razn a que las FARC pretenden demostrar que pueden incidir en la economa regional, al adelantar acciones que, en el corto plazo, benefician a los pequeos productores de coca. As mismo, la estabilizacin del precio de la coca puede entenderse como una medida para compensar los efectos negativos sobre la inversin

corriente de ganaderos y comerciantes, ante la incertidumbre econmica que inicialmente produjo la zona de distensin. De esta forma, se pone en prctica una estrategia econmica que involucra aspectos altamente impactantes en la poblacin, como son la generacin de ingresos y la proteccin al empleo, neutralizando los posibles efectos negativos de la desinversin. Al asegurar el empleo de los pequeos productores, se crea una red de clientes satisfechos con el modelo de organizacin econmica alrededor de los cultivos ilcitos, que busca impedir que tenga acogida un programa de sustitucin de cultivos.

5 Deas, Malcolm y Gaitn, Fernando. Dos ensayos especulativos sobre la violencia en Colombia. Fonade, Bogot, 1995. Sobre el tema de la coca desde una perspectiva general se pueden consultar: Thoumi, Francisco. Drogas ilcitas en Colombia, Ministerio de Justicia-PNUD, Planeta, Bogot, 1997; Tovar, Hermes. "La coca y las economas exportadoras en Amrica Latina", en revista Anlisis Poltico. No. 18, UN-IEPRI, Bogot, enero-abril de 1993; Vidart, Daniel. Coca, cocales y coqueros en Amrica andina, Nueva Amrica, Bogot, 1991.

6 Molano, Alfredo. Op. cit.

7 Echanda, Camilo. El conflicto armado y las manifestaciones de violencia en las regiones de Colombia, Presidencia de la Repblica, Bogot, 1999.

8 El Tiempo, marzo 1 y 25 de 2001.Las AutodefensasLos grupos guerrilleros no son los nicos que se financian con los dineros de la coca; tambin lo hacen los grupos de autodefensa. En el suroriente colombiano estos ltimos han estado asociados al narcotrfico desde sus orgenes9. Entre 1986 y 1988 grupos armados al servicio de narcotraficantes que haban adquirido enormes extensiones en el Ariari, libraron una guerra regional contra las FARC logrando expulsarlas de algunos municipios como San Martn, Granada y Vista Hermosa en el Meta. En Caquet la presencia de estos grupos fue menor. Hacia finales de los aos ochenta, por un corto tiempo, entre doscientos y trescientos hombres al servicio de Gonzalo Rodrguez Gacha intentaron disputarle a las FARC el control de zonas como El Recreo, Yaguar II, Las Sombras, Los Pozos y Las Delicias con el propsito de interrumpirles el corredor estratgico entre la regin del Cagun, El Lozada y La Macarena10.

Localizacin de los grupos de autodefensa en los municipios de Meta, Guaviare y Caquet

FUENTE: Oficina del Alto Comisionado para la Paz, Presidencia de la Repblica.

Procesado y georreferenciado: Observatorio del Programa Presidencial para los Derechos Humanos y DIH, Vicepresidencia de la Repblica.

Cartografa: Dane 2000. Gonzalo Rodrguez Gacha se convirti en el gran comprador de tierras en San Martn, Granada, Puerto Lpez y Puerto Gaitn. Sus herederos recuperaron las zonas a finales de los aos 80 y se pelearon con las FARC el dominio territorial. En los aos noventa, algunos narcotraficantes iniciaron compras en Lejanas y Fuente de Oro, cuyas tierras se beneficiaron no slo por la construccin de un distrito de riego, sino tambin por la cercana con grandes zonas productoras de coca en la sierra de la Macarena y en el Guaviare11.En la actualidad se habla de la influencia de los herederos de Rodrguez Gacha y de Vctor Carranza en Meta y de grupos que se presentan con el nombre de las Autodefensas Unidas de Colombia a partir de 1997 en Guaviare y Caquet. Las AUC tienen como su cabeza ms visible a Carlos Castao, quien comanda una fuerza contraguerrillera con aparente expresin multirregional que pretende contener la expansin de los grupos alzados en armas y sacar a la guerrilla de las zonas donde obtiene los principales recursos para su funcionamiento. Es de notar que con frecuencia se exagera la capacidad operativa de los grupos de autodefensa y no existe ninguna base que permita sealar que estas agrupaciones tengan un gran dispositivo en la zona, cercano a los 2.000 hombres, como se especula. Por ejemplo, los miembros de las AUC en Granada y San Martn, principales bases, difcilmente pasan de 100, mientras que en San Jos del Guaviare no alcanzan a 40 y en Morelia y San Jos de Fragua (Caquet) no superan los 80.

9 Quiones, Adriana. "Dimensin regional de los paramilitares en Colombia", Oficina del Alto Comisionado para la Paz, Bogot, 1998. La autora identifica, con base en informacin suministrada por las autoridades para diferentes aos, una gran variedad de organizaciones financiadas por narcotraficantes, ganaderos y esmeralderos.

10 Valencia, Alberto. "Caquet: violencia y conflicto social", en Conflictos regionales, Amazona y Orinoqua, IEPRI y FESCOL, Bogot, 1998.

11 Reyes, Alejandro. "Paramilitares en Colombia: contexto, aliados y consecuencias", en revista Anlisis Poltico, No. 12, IEPRI-UN, Bogot, enero-abril de 1991. Del mismo autor, "La compra de tierras por narcotraficantes", en Drogas ilcitas en Colombia, Ministerio de Justicia-PNUD, Planeta, Bogot, 1997.

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