Damaso Martinez_ Defensa Propia

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  • Condenado por asesinar a su madre como en la serie Los Soprano

    LOS NGELES (AFP) - Un joven de 22 aos fue hallado culpable del ase-sinato en primer grado de su madre, a la que mat y luego cort su cabeza y manos de manera de ocultar su identidad, un procedimiento que, segn l, aprendi de la serie televisiva estadounidense Los Soprano. Tras dos das y medio de deliberaciones, el jurado de 12 miembros hall el viernes al joven Jason Bautista, culpable del asesinato en primer grado de su madre. El juez dictar la sentencia el prximo 8 de abril. Bautista, de origen latino, admiti el 14 de enero haber asesinado a su madre Jane Bautista, de 41 aos, pero aleg que haba sido en "defensa propia" luego de que ella lo amenazara con un cuchillo. El hermanastro de Bautista, Matthew Monte-jo, quien tena 15 aos cuando la mujer fue asesinada, dijo que no particip en el asesinato pero ayud a arrojar el cuerpo al costado de una autopista. Bautista declar que luego de que su madre falleciera, le cort la cabeza y las manos, tal como lo haba visto en un episodio de Los Soprano, que narra las vicisitudes de una familia mafiosa en Nueva York.

    DEFENSA PROPIA Carlos Dmaso Martnez

    Mientras toma su caf Marcus lo observa a travs del vidrio de la oficina. Detrs de esa transparencia el muchacho no lo puede ver a l. Marcus fija su vista en esa cara cansada. Han sido varias horas de preguntas y preguntas. Primero el mutismo, despus el pedido reiterado de un abogado, luego una cara de piedra, el silencio, el sudor, su pelo oscuro cayendo hmedo y pegajoso por su frente. Finalmente, el llanto y su confesin como un balbuceo. Y ahora all, ya laxo, esposado, mirando sin mirar, esperando que lo vengan a buscar para llevarlo a una celda. En la oficina contigua, el oficial Nelson pasa en limpio la confesin que ese muchacho va a firmar. Est el otro, el hermanastro, tan latino como l, un adolescente que slo haba ayudado a trasladar el cadver, pero eso es cosa del juzgado de menores.

    Marcus, apenas Nelson y los otros lo trajeron detenido, supo que haba visto antes a ese muchacho de pelo negro y ondulado. Con el transcurso de las horas y la lectura del informe de Nelson, tuvo en claro de dnde lo conoca. Haba

    sido en el viejo hotel de la ruta, casi entrando en la ciudad. Haba ido all varias veces, a pasar la noche con Molly, la rubia de la cafetera. Una de esas maanas que sola despertar junto a Molly y ella abandonaba la cama compartida muy temprano para llegar a su trabajo y, por supuesto, antes que l, oy unas voces fuertes, casi gritos, y una, especialmente aguda y agresiva, lo oblig a concluir con su modorra. Ya levantado y dispuesto a irse, pudo ver a ese muchacho de pelo oscuro y tez morena con una aspiradora entrar y salir de las habitaciones del hotel. Y por detrs de l, persiguindolo, a esa mujer gruesa de rodete negro azabache gritando e insultando a su hijo porque no saba limpiar bien las habitaciones. Y escuchar que l slo contestaba de tanto en tanto con un Basta, m! ronco pero amenazador. Era una pelea srdida que Marcus se esforzaba por comprender. Ella trataba de intil y tonto a su hijo con una violencia verbal ofensiva e inaceptable para cualquier ser viviente. Pobre tipo, se dijo Marcus, y apur el ltimo sorbo de su caf. Pobre tipo que haba declarado que su madre no slo lo maltrataba, lo crea un idiota, sino que, cuando l, harto, dej de decirle "Basta, m" y le dijo "vieja hija de puta", esa mujer empez a correrlo por las habitaciones del hotel con un cuchillo de cocina. "Entonces no pude ms, la ahorqu con mis propias manos, casi sin me cuenta, tena que defenderme, ella iba a clavarme ese cuchillo," dijo ante Nelson y l, harto de que lo interrogaran. Marcus lo haba encontrado una maana en el hotel de las afueras de la ciudad viendo absorto televisin en la recepcin del hotel. Vea una serie de historias de hombres duros y ajustes de cuentas. Cuando l dej la llave en el mostrador y salud al muchacho, ste apenas si le contest. Ese recuerdo le trajo las palabras con que unos minutos antes el mismo muchacho termin su confesin. "Le cort la cabeza y las manos para que nadie la reconociera, como en la tele". Pobre estpido, piensa entonces el detective Marcus, y se levanta de su escritorio con un gesto de haber terminado una larga jornada de trabajo.

    Carlos Dmaso Martnez (1944) es cuentista, novelista y guionista de cine. Entre sus libros se destacan: El amor cambia (cuentos), La seduccin del relato (ensayos), Hay

    cenizas en el viento, El Informante (premio del Fondo Nacional de las Artes, 1997) y los libros de relatos Hasta que todo arda y La creciente.

    En: Revista Lezama, marzo de 2006, Buenos Aires - E:\Mis documentos\Escaneados\Damaso Martinez_ defensa propia.doc.

    CarlaTachado