D. Fauré - Del Campamento a la Barriada. Santiago de Chile y Lima, Perú (1954-1989)

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    Del campamento a la barriada: organizacin popular urbana y poder localen las periferias de Santiago de Chile y Lima, Per !"#$%!"&"'(!

    Daniel Faur Polloni

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    )esumen:Los procesos de urbanizacin de las grandes ciudades latinoamericanas en el siglo XXestuvieron caracterizados por un amplio 'desborde' de stas a partir de la accin dediversos sectores populares, en procesos de apropiacin del suelo urbano ms all delos marcos legales que regulan la propiedad privada y fiscal. Este fenmeno que dar!aorigen a las 'villas miseria' en "rgentina, los 'cantegriles' en #ruguay, las 'favelas' en$rasil, las 'barriadas' y 'pueblos %venes' en &er, las 'poblaciones callampas' y

    'campamentos' en ()ile* dio inicio a un interesante +y tenso+ proceso de integracin yautonom!a de estos sectores a)ora reconocidos como movimientos populares urbanos*en el plano de la pol!tica, la cultura y la econom!a, interrogando a las ciencias socialesen torno a la posibilidad de considerar la eistencia de un -proyecto )istrico tras laaccin colectiva de estos sectores populares poder local, econom!a popular y culturapopular* ms all de la demanda y la accin por conseguir -un lugar en la ciudad.Este traba%o buscar, por tanto, caracterizar y comparar los procesos de poblamientopopular de /antiago de ()ile y Lima, &er en la segunda mitad del siglo XX0buscando, adems, aportar con una reflein en relacin a la capacidad el -poder* deestos sectores populares de -producir el territorio.

    !* +ntroduccin

    "mrica Latina eperiment, desde 1234 en adelante, un crecimiento demogrficosostenido, motivado en gran medida por los progresos en materia de salud pblica y laconsiguiente disminucin en las tasas de mortalidad infantil 3 . &ero, asociado a dic)oproceso, se eperiment otro proceso paralelo y asociado5 el crecimiento de la poblacinurbana, )asta superar sta a la poblacin rural en casi la totalidad del continente aecepcin de 6uyana y 7ait!* o, al menos, alcanzando una cifra cercana al 849 )acia fines

    de la dcada de los ':4 con el consiguiente caso de 'macrocefalia' de las ciudadescapitales;*. En el caso de nuestros dos pa!ses en anlisis, las cifras mostrar!an la siguienteevolucin para el per!odo 12o citar.? @ag!ster en 7istoria, #/"(7. $ecario (A>B(CD. (ontacto5 dfaurepya)oo.com.3 Fel &ozo, Gos5 7istoria de "mrica Latina y el (aribe. /antiago5 LA@, ?448, pg. 1?3.; Fel &ozo, Gos5 Op. Cit., pg. ?1;.

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    C-D). !: Poblacin urbana y crecimiento demogr/fico* Chile y Per !"01%!"&"'*

    Dasa anual de crec. demogrfico &oblacin urbana en porcenta%es

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    En el anlisis de Kam!rez y $arreda

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    esfuerzos ser!an en vano al menos en lo que a lograr un respaldo transversal en las basespopulares se refiere*. ")ora, este proceso de -apertura pol!tica al fenmeno de invasingenerar!a un elemento nuevo que esta clase pol!tica militar no ten!a contemplado, y serefiere al cambio en el patrn de ocupacin de terrenos5 desde 128;, el fenmeno -invasorbuscar a)ora emplazarse fuera del casco urbano, en terrenos de ba%o o nulo valor de

    mercado la mayor!a de las veces eriazos* de propiedad del Estado.Este elemento nuevo generar!a, a su vez, la multiplicacin de las ocupaciones a

    niveles sustantivos inaugurando con ello el per!odo 'clsico' del poblamiento popular enLima y la conformacin de una verdadera ciudad -otra, sobrepasando los l!mites naturalesdel valle del K!mac y surgiendo los tres -conos caracteristicos de esta nueva capital-ampliada los conos norte, este y sur*.

    "s! lo parece indicar Kam!rez y $arreda los que, adems de establecer esta segundafase de poblamiento la que se mantendr!a )asta 12:21;*, caracterizan esta nueva etapa+desde el anlisis de la clase pol!tica+ como una fase de -aceptacin por omisin+ queterminar!a legitimando esta forma de asentamiento urbano popular. "s!5

    -Furante estas dcadas, )ubo una significativa movilizacin y articulacin pol!tica quebuscaba reivindicar los derec)os de los sectores populares. El Estado, incapaz desatisfacer la demanda de vivienda de los sectores ms pobres, muy rpidamente asumila modalidad de urbanizacin por barriadas como una vlvula de escape a la presinpopular por vivienda. Esto )izo que el Estado asumiera una actitud de -)ec)osconsumados respecto a la urbanizacin por barriadas R siempre y cuando lasinvasiones de terrenos no afectaran los intereses del capital inmobiliarioR, actitud quetermin de validar esta forma de acceso al suelo, y eventualmente a la vivienda, de lossectores populares18.

    "s!, esta -segunda generacin de pobladores de Lima encontrar!a %unto con esta

    -legitimidad como vlvula de escape, un apoyo estatal que se traducir!a en apoyo tcnico-lo cual les permiti generar las bases para la construccin de barrios con mayor capacidadpara su )abitabilidad adecuada, sentado sobre la capacidad de autoconstruccin de estossectores populares urbanos1

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    necesidad de diferenciar el per!odo 128

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    de los sectores populares a partir de la accin del /istema >acional de @ovilizacin /ocial/B>"@A/* la que se defin!a como la -encargada de establecer coneiones con entidadespopulares de base, o crearlas donde no eistieran, para que en dilogo con ellas sesustituyera el %uego del (ongreso y dems instituciones representativas del rgimen liberal,percibido como caduco e indefendible, actitud en la que los reformistas militares del

    gobierno coincid!an con muc)os anlisis corrientes en la izquierda y en el populismo deaquellos d!as?1.

    (on ello, =elasco y compaJ!a creyeron encontrar la llave maestra de su legitimacin+por v!a de la integracin corporatista de estos sectores populares urbanos los que a)oracomienzan a ser denominados -pueblos %venes??+. /in embargo, la estrategia-revolucionaria de los militares mostrar!a fuertemente sus problemas ya que, en unconteto de crecientes procesos de ocupacin, su finalidad terminar!a c)ocando con losintereses de los pobladores, al restringuir su accin a los cauces del control estatal, gestando+por oposicin+ el fortalecimiento de -nuevas orientaciones que tienden )acia laautonom!a*. (omo seJala @atos @ar5 -La ideolog!a participacionista de los aJosvelasquistas y las masivas campaJas de concientizacin, generaron una movilizacin quefue tolerada, solo en la medida en que acept el control de la cpula. La concientizacin noalcanz a promover una nueva estructura pero introdu%o patrones para una nuevaorientacin de conducta?3.

    "s!, esta -nueva orientacin de conducta generar!a una creciente autonom!a queec)ar!a por tierra la propuesta corporatista de /B>"@A/ +al no cua%ar esta orgnicamente+y de%ando a los militares en una propuesta ambigua5 legalizacin de las organizacionespopulares urbanas por un lado, pero represin a nuevas ocupaciones por otro5

    -$a%o el actual gobierno militar y con los auspicios del /B>"@A/, se reconoce ylegalizan los ?84 &ueblos Gvenes de la capital, al mismo tiempo que la represin delas ocupaciones de terrenos desemboca en una densificacin de los tugurios y en

    invasiones violentas en T&amplona "ltaT en el sur, en 12H?, en el T&uente 7uscarT, aleste, en 12H8, y otras de tamaJo ms reducido en T1O de ActubreT, T()acra &uenteT,T&laya K!macT, y en particular en el margen izquierdo del K!mac y el camino )acia elaeropuerto?;.

    En ese escenario, la pol!tica integracionista de la -revolucin peruana comienza a)acer aguas, no slo por esta contradiccin pol!tica sino adems por diversos factoresasociados5 la campaJa de desprestigio internacional que sectores liberales )ac!an delgobierno militar, el consiguiente declive en las inversiones, la prdida de control de lasempresas estatales y una crisis ecolgica +el ale%amiento de peces de la costa+ queimpactar!an profundamente en la econom!a general del pa!s, poniendo en %aque el discurso

    desarrollista?8

    .

    &or ello, el escenario pol!tico posterior con todos sus vaivenes golpe -interno del

    ?1 Fi Della, Dorcuato5 Op. Cit., pg. ?4;.?? @eneses, @a5 -Enfoques tericos sobre la realidad urbano popular en el &er. En5 fermentum, >O 3,

    "Jo ?, @rida, =enezuela. Enero+"bril de 122?, pg. 12:.?3 @atos @ar, Gos5 Op. Cit., pg. 24.?; Etienne, 7enry5 Op. Cit., pg.

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    conservador Irancisco @orales, el proceso constituyente de 12H: +controlado por losapr!stas+ y la eleccin posterior de $elande Derry* no lograr!an frenar un proceso de-separacin en lo que a obediencia y lealtades se refiere* de los sectores populares-invasores de una clase pol!tica civil y militar* que se )unde en la crisis derepresentatividad $elande Derry ya no goza de la popularidad del per!odo anterior, e

    incluso el "&K" +dividido tras la muerte de 7aya de la Dorre+ )a perdido parte de sus basessociales sea por el surgimiento de Bzquierda #nida, sea por las escisiones de grupossubversivos desde su seno, sea por el surgimiento de /endero Luminoso* lo que )ace cerraresta segunda fase de este -per!odo clsico con dos grandes resultados5 por un lado, unproceso de poblamiento popular en Lima sostenido, afianzado y en relativa oposicin a laclase pol!tica0 y por otro lado +y como teln de fondo+ una industrializacin truncada quederivar!a en una crisis econmica inmane%able, que de% a la clase pol!tica en una comple%asituacin en tanto, confiada en su primera fase de ser capaz de tolerar este proceso-invasor por v!a de la absorcin de mano de obra, frente al fracaso de la pol!ticadesarrollista no tuvo ms remedio que administrar las sucesivas crisis econmicas que segestaron desde fines de los 'H4, las que disipar!an la ilusin desarrollista, de%ando a su vez alos sectores populares urbanos abandonados a medio integrar ante una insuperable barreraeconmica, social y cultural?

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    tugurios, calle%ones y corralones &landemet 12:4*. Esto significa que la barriada en lourbano constituye el asentamiento mayoritario de los sectores populares?2.

    "s!, en una visin general del proceso de poblamiento popular de este -per!odoclsico, podemos percibir lo siguiente5

    C-D). 2: 95olucin de las barriadas( en Lima !"#0%!"&;'

    "Jo (ant. de barriadas 7abitantes 7abitantes DotalLima

    9 &obl. Fe Lima

    128< 8< 112.::< 1.?

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    que la ms determinante radica en el desempleo y el subempleo crecientes del agro. Enla actualidad ms del

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    ")ora, lo anterior ser!a clave para entender las formas organizativas de estemovimiento de pobladores5 una identidad obrera no definida o, al menos, no )egemnicaen la diversidad anteriormente planteada*, cruzada por la demanda de vivienda,equipamiento urbano y subsistencia que +para Etienne+ tiene un carcter pluriclasista5

    -(omo varias veces se )a seJalado, la crisis de la vivienda tiene dos carices depeculiar relevancia para entender la trayectoria y el )orizonte de los movimientos depobladores y para apre)ender uno de los terrenos en los cuales se con%ugan losintereses de las distintas fracciones del proletariado en oposicin conflictiva con elcapital privado y con el Estado. &or un lado, la vivienda como bien de consumoindividual es un elemento de vital importancia para que el obrero pueda asegurar lafuerza de traba%o que gasta en su actividad productiva5 la necesidad de vivienda debeser considerada por el capital y el Estado, so pena de asistir al desgaste fisiolgico deltraba%ador y su familia, si no su etincin. "quel elemento es entonces directamentederivado de las condiciones de eplotacin y pago de la fuerza de traba%o de la claseobrera. "s! se epresa el claro significado de clase de las movilizaciones barriales. &orotro lado, desde el punto de vista del individuo, la vivienda es una eigencia vital queenfrentan todas las familias populares5 ante la necesidad de invadir un terreno, pore%emplo, las peculiaridades de la situacin de clase de cada uno se desvanecen. Elfrente de la vivienda y en general del consumo urbano, tiene un carcter multiclasista,en el cual se organiza colectivamente la gran gama de los sectores sociales urbanos33

    /in embargo, un anlisis eclusivamente estructural de la conciencia obrera +comola que insina Etienne+ no necesariamente nos puede dar cuenta de las formas en que lossu%etos se ven a s! mismos y -leen su realidad, elementos que condicionan su accionarcolectivo. &or ello, la condicin de traba%ador debe ser ad%etivada y, en este caso, el ad%etivoes claro5 traba%adores fundamentalmente serranos, con todo lo que ello implica. %erranosin&asores que deben lidiar con una ciudad y unos )abitantes* costeos. En esa l!nea, essugerente lo que el ensayista y novelista Gos @ar!a "rguedas ya planteaba )acia 12:35

    -Las tradiciones de la vida social que empezaron a soldarse en las barriadas de Lima

    eran bsicamente dos5 la de los serranos y la de los costeJos. Entre los serranospredominaba la eperiencia rural andina0 ellos proven!an de comunidades y de)aciendas, )ab!an sido parceleros y estaban acostumbrados tanto a los mecanismosasociativos como a la pequeJa propiedad. Los costeJos pertenec!an a una tradicinalgo distinta, con mayor influencia cultural de la poblacin criolla, as! como la negra yla mulata. En esta segunda tradicin, la vida asociativa privilegia las redes deparientes, de paisanos o simplemente amigos. @ientras que la tradicin serrana, apartede esos mecanismos, comprende una adicional que est ausente en la costa. Lo que)ace singular a la eperiencia serrana es la vida en comunidad, donde la vida social seorganiza a partir de la posesin colectiva de ciertos bienes, que ofrece la oportunidadpara el traba%o comn por aumentar esos bienes y administrarlos. Estas dos tradicionesfueron tremendamente tiles en la dif!cil situacin impuesta por la migracin y

    consiguiente urbanizacin masiva, en condiciones de ausencia de empleo en el sectormoderno de la econom!a3;.

    33 Etienne, 7enry5 Op. Cit., pg. 8

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    U(unto de este imaginario -comunitario determin las formas de acceder alespacio y transformarlo en territorioV U(un revelador es el )ec)o de que lasconstrucciones individuales de estos pobres urbanos se construyan por el sistema de !in'ay por tanto, celebrado agasa%ando a los que traba%aron en la faena* y que una vezconstruidas, las viviendas de -bautizaran a partir de la tin'a andinaV

    "s!, lo que estaba en %uego adems de la reconfiguracin espacial de una ciudad, eratambin la posibilidad de una fusin cultural que, sin duda, tendr vital importancia a la)ora de desarrollar las formas asociativas y organizativas de los pobladores en cuestin.#na situacin -nueva, sin duda, pero con un espacio amplio de reproduccin social deformas muy antiguas5-Las barriadas y los barrios populosos convertidos en crisoles quefusionan las distintas tradiciones regionales se convierten en focos poderosos de un nuevomestiza%e de predominante colorido andino, generando estilos de cultura, opcioneseconmicas, sistemas de organizacin y creando las bases de una nueva institucionalidadque se epande, encontrando escasas resistencias, entre los resquicios de las estructurasoficiales, desbordando sin pudores, los l!mites de la legalidad cada vez que stos se oponencomo obstculos38.

    En ese sentido, la condicin de migrante terminar reforzando las dinmicasantiguas como forma de enfrentar colectivamente este proceso no slo de ocupacin de unespaciosino tambin el proceso de transformarlo en nuevo territorio. &ropio, apropiado5

    -&articularmente importantes, entre las formas nuevas de organizacin social urbanaque surgen del aporte serrano, son las asociaciones de migrantes, que combinan formasde organizacin gremial con sistemas andinos comunales de reciprocidad yagrupacin. El migrante, en Lima, participa intensamente y despliega gran actividaden torno a estas asociaciones. /emana a semana, sus locales son cengtros de atraccinfamiliar. /e feste%an bautizos y bodas, cumpleaJos y aniversarios. Los %venes %ueganal ftbol o encuentran, en la intimidad de ese segundo ambiente natural, una paisana

    casadera que les permite formar un )ogar sin romper ni debilitar los v!nculos deparentesco e identidad con el pueblo de origen. Los mayores concertan negocios,consiguen traba%o y obtienen favores de los paisanos en me%or condicin econmica3

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    2*;* La 3nue5a sociedad3 a partir de la 3nue5a cultura3: le4os del 9stado, cerca delcomunitarismo

    El amplio proceso de ocupacin de terrenos desarrollado en este per!odo clsico noslo trastoc las formas de entender la planificacin urbana sino que avanz )acia la

    necesidad de redefinir la vinculacin pol!tica con los sectores populares +en este casourbanos+. (omo vimos, desde la lgica populista $elande Derry* o la antisubversiva=elasco* la clase pol!tica civil y militar intent mantener el problema dentro de lasfronteras de la legalidad con lgica integracionista /B>"@A/* opaternalistaWasistencialista &rogramas de apoyo de $elande Derry*. /in embargo, enambos casos, la potencia invasora no slo cuestion la capacidad del Estado de actuar demanera proactiva y no reactiva* frente a las ocupaciones y dirigir o planificar, por tanto, elproceso* sino que adems demostr que sin su propia auto*gestin no slo la viviendapasar!a a ser una eterna espera sino tambin la posibilidad de contar con el equipamientourbano bsico.

    &or ello, una y otra vez, las iniciativas de apoyo gubernamentales se transformaronen insumos que deb!an levantarse sobre la base de su capacidad autoconstructiva3:, lo quese amplificar al momento de pensar en los recursos bsicos y el equipamiento urbano. Feesta manera, as!, frente a la especulacin por el agua, la tendencia ser la autocontrucciny autofinanciamiento* de las redes sanitarias, lo que llevar posteriormente a )acer lomismo tanto con la distribucin de alimentos o la vigilancia325 surgen as! los sistemasautnomos de vigilancia los que, en algunas barriadas, darn paso a los -Dribunales&opulares e incluso a las e%ecuciones sumarias;4.

    "dems, y era que no, este proceso se ver nuevamente fortalecido al terminar esteper!do -clsico5 las crisis internas de la clase pol!tica militar que terminarn desbancandoa =elasco generar!an un escenario que pasar!a de una integracin y -formacin pol!ticaineficiente pero constante, a otro donde los pobladores limeJos se encontraran esta vezsolos +nuevamente+5 sin asistencialismo, sin apoyo gubernamental, sin clase pol!ticadeslegitimada* y con la ley en su contra. &ero, a vez, se encontraban con un cmulo deeperiencias -antiguas +serranas+ y -nuevas +invasoras+* que fueron incluso fortalecidas

    3: -&or lo general )an sido los mismos sectores populares los que )an asumido la mayor parte del costo de laconstruccin de la ciudad a travs del traba%o comunitario Rpara la )abilitacin de los barriosR y de lamovilizacin de sus redes familiares Respecialmente para las viviendasR. Kamirez (orso, Faniel $arreda, Gos5 Op. Cit., pp. ?43+?4;.

    32 /obre estas necesidades y su resolucin, se refiere Etienne en su anlisis de comienzos de los 'H45 -+ Laventa y reventa del agua por los camiones cisternas, aguateros y otros intermediarios, a precios alt!simos yen condiciones de )igiene muy deficientes. + La instalacin de redes directamente asumidas por los

    pobladores financieramente y en traba%o comunal que redobla el rgimen de eplotacin de la fuerza detraba%o por empresas capitalistas5 a)! est una de las bases de la organizacin conflictiva de los pobladoresfrente al capital y al Estado. Esquemas similares se reproducen para lo que a desage y ba%a polic!a serefiere. /obre las necesidades de la alimentacin se monta toda una estructura del comercio, muy comple%ay )eterognea, entre mayoristas y minoristas, supermercados, mercados y paraditas, tiendas, Nioscos yambulantes. Fesde varios aspectos, se puede decir que en los barrios populares el comercio tiene que serasumido directamente por la poblacin. &or un lado, est la inmensa red de pequeJos revendedores, a lacual se dedican secundariamente muc)as familias, mu%eres e )i%os, ltimos eslabones de una larga cadenade intermediarios y especuladores. Etienne, 7enry5 Op. Cit., pg. 82.

    ;4 @atos @ar, Gos5 Op. Cit., pg. ::.

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    por la -formacin pol!tica clientel!sta* de /B>"@A/;1. &or ello, no es de etraJar queese escenario de marginalidad -etrema en que se encuentran +otra vez+ estos sectores, no)aya sido le!do por stos como una situacin de carencia, sino tambin como unaposibilidad. @ayor marginalidad que significar +esta vez, y aunque suene parad%ico+tambin mayor autonom!a. C con ello, la ciudad popular vuelve a levantarse -a su imagen y

    seme%anza5-/in graves conflictos con el sistema de administracin de obras y servicios, laspoblaciones se organizan espontneamente para la solucin de sus problemas de agua,alumbrado, asfaltado o locales pblicos. Entrando en la penumbra de la legalidadcompensan el alto costo e ineficacia de los servicios mdicos y de la salubridad,acudiendo en nmero cada vez mayor a los consultorios de curanderos y )erbolarios.Dransgrediendo los l!mites de la religiosidad tradicional encuentran formas de liberarsede la tutela de las autoridades eclesisticas, multiplicando los grupos catlicospentecostales en los que desaparece la distincin entre clrigo y laico o constituyendoiglesias evanglicas de frmula propia, en todas las cuales la estructura asamble!sta ysolidaria ofrece un sustituto de la intensa calidad relacional de las comunidadescampesinas. =iolando las normas del sector Educacin, multiplican escuelas,academias y cenecapes clandestinos que ofrecen instruccin variada a ba%o precio.Kompiendo con los l!mites legales impuestos por las normas comerciales, industriales,municipales y tributarias multiplican las industrias, los comercios y serviciosclandestinos, invadiendo las calles con productos y ofertas informales. Enfrentndosecon las indicientes estructuras policiales y %udiciales organizan sus propias guardiasvecinales y multiplican los %uicios populares y las e%ecuciones sumarias dedelincuentes que amenazan su seguridad;?.

    &or ello, )acia fines de este -per!odo clsico la geograf!a limeJa )a cambiado. /ucarcter de ciudad colonial que conservaba an )acia mediados del siglo XX era a)ora unaciudad multiforme y multicolor. &ero la invasin no )ab!a sido slo de terrenos, sinotambin una invasin cultural, pol!tica que, por aJadidura, )ab!a tomado por asalto

    tambin los palacios de -lo legal*. #n verdadero -desborde que ya no slo anunciaba laemergencia de un nuevo actor social construido a pulso por autogestin -el movimiento depobladores* sino que, en su base, la propuesta +el -proyecto )istrico+ de una sociedad-otra, marcando un )ito en la )istoria misma del &er. @atos @ar, en 12:; y anunciandocasi el fin +la maduracin+ de este per!odo clsico* destacar!a en su tambin clsico traba%o5-El desborde en marc)a altera la sociedad, la cultura y la pol!tica del pa!s creando incesantey sutilmente nuevas pautas de conducta, valores, actitudes, normas, creencias y estilos devida, que se traducen en mltiples y variadas formas de organizacin social, econmica y

    ;1 -La crisis del Estado precipitada desde los comienzos del segundo gobierno populista, provoc unaretraccin acelerada de la presencia de las instituciones de gobierno en las barriadas y barrios populares.La gradual suspensin de obras pblicas, el deterioro de servicios, el derrumbe del proyecto de sistema

    asistencial, la desocupacin, la debilidad y corrupcin de las fuerzas policiales, la ineficacia del sistema%udicial, los altos costos de la educacin0 generaron un vac!o, que las multitudes movilizadas, orientadaspor los valores de la cultura provinciana trasplantada, )an tratado de llenar por su propia cuenta. Loscanales abiertos por la primera crisis metropolitana, la invasin y captura de nuevos espacios, )ancomenzado a abrir el paso a una nueva marea econmica y social. Fel mismo modo que antes se trataba deobtener un pedazo de terreno y una casa, proyectando y adaptando las estrategias de la luc)a comunitaria ysin reparo por leyes y formalidades a%enas al propio mundo0 a)ora se trata de sobrevivir y alcanzarseguridad por v!as de la propia iniciativa, individual o colectiva, sin tomar en cuenta los l!mites impuestospor las leyes y normas oficiales.Ibid., pg. 24.

    ;? @atos @ar Gos5 Op. Cit., pg. 21.

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    educativa lo cual significa uno de los mayores cambios de toda nuestra )istoria ;3.

    ;* Los pobres urbanos en Santiago de Chile

    En el caso de /antiago de ()ile, el proceso de poblamiento popular que seeperimenta con fuerza fundamentalmente en la segunda mitad del siglo XX +y que llevar!aa una verdadera -refundacin de la ciudad en cla&e popular(() puede ser periodificado endos grandes etapas5 una inicial, que puede fec)arse desde 1231 )asta 128H0 y una segundaetapa +que podr!amos definir como -clsica, que comprende el per!odo 128H+12H3.

    En este caso, al igual que en el caso limeJo, el )ito que marcar!a la frontera entreambos per!odos est signado por un cambio en las pautas de accin que los pobres urbanosllevan a cabo para ocupar -un lugar en la ciudad la que est simbiolizada por la -Doma deLa =ictoria en 128H, la que )abr!a generado un nuevo -paradigma de ocupacin populardel espacio urbano*, destacando as! dos formas bsicas de ocupacin5 la -poblacin

    callampa +en la primera etapa+ y el -campamento +para la segunda+.

    Kevisemos a)ora esta primera etapa.

    ;*! Desde 5i5ir a una legua de la ciudad( a la primera 5ictoria pobladora( !";!%!"#A'*

    &ara comenzar, es importante seJalar la escasez de investigaciones que, en nuestropa!s, encaran el estudio de esta primera etapa de transformacin de la ciudad. (onsideradoms bien como una especie de antedecente del per!odo posterior en que el problema de lavivienda popular salta al espacio pblico y se transforma en tema de debate pol!tico, esta

    periodificacin corresponde ms bien a una interpretacin propia que al anlisis espec!ficode algn autor.

    &artiremos diciendo que si bien, como plantea Fe Kamn, -las ocupaciones ilegalesde terreno son casi tan antiguas como la ciudad misma ;8, el per!odo que media entre 1231y 128H va a estar eclipsado por una forma particular de poblamiento popular5 la -poblacincallampa. &ero coloquemos esto en conteto5 /antiago, entre 124H y 12

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    mayor!a de las ocasiones sin condiciones m!nimas de equipamiento urbano*, y la ocupacinsin ms de terrenos sin valor comercial, en viviendas precarias construidas con materialesde desec)o*, sin servicios bsicos. C ser precisamente esta ltima forma de ocupacin laque ms llamar la atencin de la sociedad5 ubicados preferentemente en la ribera de doscursos de agua que flanquean /antiago por norte y sur r!o @apoc)o y Pan%n de la

    "guada*, estas poblaciones +de rpida y masiva aparicin, como -callampas tras la lluvia+sern un repertorio de accin nuevo que permitir, desde la precariedad, conseguir este-lugar en la ciudad que los migrantes requer!an.

    C es ac donde se puede marcar un primer )ito5 posterior a la crisis del '?2 y con elodo masivo de traba%adores mineros desde el norte del pa!s que arribaban a /antiagore*buscndose la vida, un grupo importante de los recin llegados +obreros del salitre todosellos+ decidirn, en 1231, levantar sus c)ozas en la comuna de /an @iguel0 )ec)o quemotivar!a su traslado finalmente a un terreno -a una legua de la ciudad, dando origen as! ala &oblacin La Legua vie%a*.;mero 9 respecto del total deviviendas

    Fepartamento o pieza en una casa

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    =isto as!, se pueden concluir dos grandes cosas. &or un lado, que a nivel nacional,un ?29 de las viviendas eran ocupadas en una condicin variada e irregular y, por otrolado, que en funcin del alto porcenta%e asignado al arrendamiento, se )ace vital paraentender este ?29 -en otras condiciones entender el problema de los ingresos es decir, a

    aquellos cuyos ingresos no le permit!an destinar ni a la compra ni al arrendamiento*./egn los datos entregados por el mismo (enso en relacin a la ocupacin de los

    Gefes de 7ogar, se obten!a lo siguiente5

    Cuadro: .cupacin de Befes de ogar en el ran Santiago !"#2'

    (ategor!a

    Dotal%efes

    defamilia

    EmpleadoresDraba%adorespor cuenta

    propia

    Empleados yII.""

    AbrerosAtros y sin

    datos

    >Y >Y 9 >Y 9 >Y 9 >Y 9 >Y 9

    (asa unifamiliaro Fpto en edif.

    1:;.8:3 14.

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    obreros, un 139 de ellos estaba en la categor!a de -callampero siendo incluso mayor a lasuma de todas las otras categor!as, en nmero y porcenta%e*.

    El problema )abitacional +y social+ se tornaba as! evidente. C as! fue percibidotambin por la clase pol!tica, lo que motivar!a el Fecreto /upremo >O Y de pobl.callampas

    >Y de me%oras >Y de familias>Y de

    personas9

    /an @iguel ?4 ?.H88 3.11? 18.2

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    /antiago que an conservaba rasgos coloniales de ciudad -etendida, los recin llegadosno encontraban ms lugar que los l!mites de la misma, flanqueando a esta capital an conaires decimonnicos y rodendola a partir de dos fronteras de pobres K!o @apoc)o por el>orte y Pan%n de la "guada por el /ur*.

    En relacin a lo anterior, cabe preguntarse5 CEn u condiciones se integran 'en elplano de la 2abitaci"n' estas sucesivas +( crecientes oleadas de recin llegadosD. uue ()astrana parecen indicar una respuesta al sealar como entre >?@5 ( >?@? se 2abra vividoel proceso de m8ima e8pansi"n de las poblaciones callampas, pasando de >4.@%5 a5.%7 !amilias@%, esto sin contar con un proceso subterrneo de absorci"n de esta poblaci"nmigrante por va de la ampliaci"n de la !amilia ( por el allegamiento, generando unaverdadera olla a presi"n, no distinguible en lo p;blico, pero de alto impacto en lo privado.

    &ero, por otro lado, creemos que )ay otra razn fundamental para entender lapreocupacin que surge en funcin de este tema por parte de la clase pol!tica, y dicerelacin con los procesos de organizacin de estos sectores de pobres urbanos. &rocesoque, aunque incipiente, mostraba un elemento que, de no ser cooptado, podr!a serpotencialmente desestabilizador para el orden social oligarca5 el cuestionamiento de lapropiedad privada. 7ec)o que se ver!a demostrado a partir del primer )ito simblico que,post 128H, se transformar en el canon fundamental de este -movimiento5 la toma deterrenos. 7ec)o radical que, de no traba%arse, podr!a poner en peligro los planes de BbaJezde -cambiar a la capital* su fisonom!a c)ata de enorme aldea espaJola y transformarlarpidamente en una ciudad moderna edificada )acia arriba, planes que implicaron -unaverdadera fiebre de demoliciones y barrios enteros fueron arrasados como por un terremoto./us )abitantes, en general gente de muy escasos recursos econmicos eran aventados a losetremos de la ciudad y muc)os de ellos pasaron a engrosar las poblaciones callampas 81.&roceso que buscaba terminar con los conventillos y cits +los que tendieron a una ba%agalopante en los diez aJos siguientes+ y que se materializ e institucionaliz* a partir de lacentralizacin por parte de BbaJez de una serie de organismos dispersos en el @inisterio deAbras &blicas8?, la promulgacin de un organismo espec!fico para la construccin deviviendas populares la (orporacin de la =ivienda +(AK=B+, creada por el FIL >O?:8 de128383* y la creacin del primer -&lan nacional de =ivienda el que se planteaba la no

    84 uue, Foaun ( )astrana, Ernesto0 3a movili#aci"n reivindicativa urbana de los sectores populares en*2ile0 >?46'>?75, Gevista 3atinoamericana de *iencias Sociales, -H 6, diciembre de >?75, +&3A*S/,

    pp.54>.81 #rrutia, (ecilia5Historia de las poblaciones callampas. Santiago0 Iuimant;, >?75, pg. 4>.8? 3as principales modi!icaciones ue se establecieron entonces en el aparato p;blico, ue permitiran un

    nuevo tratamiento al problema de la vivienda, !ueron la reestructuraci"n del Ministerio de /bras );blicas+&3 >@% al ue se le encomend" la elaboraci"n de un )lan de =ivienda +&3 6>9 la creaci"n de la

    *orporaci"n -acional de 1nversiones de )revisi"n, *1), +&3 5%%9 la !usi"n de la *aja de Jabitaci"n conla *orporaci"n de Geconstrucci"n, ue dara origen a la */G=1, *orporaci"n de la =ivienda, todo ellomediante el &3 5$@ del 5@ julio >?@9 la creaci"n del Kanco del Estado, mediante &3 >54 del 56 julio>?@9 la de!inici"n de modalidades del Kono Ajustable de &omento de la Jabitaci"n )opular +&3 @79 (el te8to de!initivo de la 3e( de *onstrucciones ( Lrbani#aci"n +&3 556. :arcs, Mario0 Tomando su

    sitio... Op. Cit.,pg. >>83 entro de las !unciones de */G=1 se sealan0 *olaborar con la irecci"n de )laneamiento del

    Ministerio de /bras );blicas en el estudio ( con!ecci"n del )lan de =ivienda9 e8propiar, comprar,urbani#ar, remodelar, subdividir ( permutar terrenos9 pro(ectar ( construir viviendas econ"micas porcuenta propia o de terceros9 conceder prstamos para la edi!icaci"n de viviendas econ"micas9 construir

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    despreciable meta de terminar con las poblaciones callampas en un aJo y, posteriormente,cubrir la demanda de viviendas que impon!a el crecimiento vegetativo de la poblacin en eltranscurso de su mandato.

    "s!, aunque el comienzo fue auspicioso +ya que durante su primer periodo de

    !uncionamiento, la */G=1 constru(" los primeros grandes conjuntos de viviendas socialesen Santiago, tales como la )oblaci"n Fuan Antonio Gos en el sector norte, con @.57>viviendas9 Miguel vila, al sur, con 5.5$ viviendas9 :ermn Giesco, en el lmite sur,con!ormada por 4@> !amilias erradicadas de callampas ( *lara Estrella con >.6>7viviendas', el )lan de =ivienda en su conjunto, pro(ectado a medias entre */G=1 comoejecutor directo ( el sector privado, terminara siendo un bullado !racaso0

    Cuadro: Construccin de Ei5ienda Popular en Chile !"#$%!"#0'

    "Jo =iviendasproyectadas

    =iviendasconstruidas por

    (AK=B

    =iviendas construidaspor sect. privado

    128; &rimer &lan>ac. Fe =ivienda*

    3?.4:3 8.2;; 2;3

    1288 segundo &lan>ac. Fe =ivienda*

    ?8.444 ?.::1 ?.

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    3.2 De la ictoria! a la "nidad Popular: el per#odo cl$sico! del poblamiento

    popular en Santiago (195%&19%3)

    *uando en la madrugada del 5? de /ctubre de >?@7 un grupo de >.@%% !amiliasavan#aron en silencio ( en per!ecto orden, sobre carretones cargados por caballos ue

    previamente 2aban sido cal#ados con botas de goma ( gnero para evitar el ruido, desdelas riberas del Zanj"n de la Aguada 2asta los terrenos de la e8'*2acra 3a &eria +terrenos depropiedad de */G=1 (, al aclarar el da, 2aban levantado (a una seguidilla de carpasimprovisadas con!ormando una verdadera ciudad popular surgida en minutos, mostrandocon ello un nivel de organi#aci"n previo evidente 'con comits de seguridad ( autode!ensa( de subsistencia incluidos, ms una red de contactos con la clase poltica de i#uierda ueaparecera a los pocos minutos, casualmente, generando un escudo 2umano ue buscabacontener +en parte la represi"n'9 tanto la sociedad capitalina en general como la clasepoltica en particular se dieron cuenta ue el problema de la vivienda popular 2aba entradoen una nueva !ase. e una !orma u otra, estos pobres urbanos 2aban generado unverdadero paradigma@6 ue desec2aba la idea de la simple necesidad ueespontneamente generaba asentamientos precarios +poblaciones callampas, sino ue2aca visible un largo proceso organi#ativo desde los suburbios ue 2aba madurado (, portanto, (a no poda solo resolverse va promesas estatales parciales 'ue no alcan#aban acumplir sus propias metas' sino con una labor ma(or no s"lo asistencialista, sino tambinde integraci"n sociopoltica.

    Ce u se poda culpar a los 2abitantes de esta nueva poblaci"nD, Cde no guiarsepor las recomendaciones o!iciales, de no participar de los planes estatales de viviendaD, Cdeno tener su!iciente pacienciaD *omo seala e Gam"n0 Se trataba de !amilias ue 2abianestado por largos aos gestionando con las autoridades la construcci"n de casas de!initivas,en el mismo sitio o en los terrenos ue para este !in poseia el &isco en las cercanias. =isitasde autoridades, de candidatos, de miembros del *ongreso -acional, cabildos abiertos en lamunicipalidad de San Miguel, todo !ue ensa(ado, pero sin conseguir nada de!initivo.@@

    As, el con!licto tomaba un nuevo carcter0 o se pensaban soluciones radicales +en elsentido de ir a la ra# del problema o la legitimidad de la demanda +sumado a laine!iciencia estatal en esta rea llevara a la crisis de la legalidad +en este caso, decuestionamiento de la propiedad privada del suelo urbano por parte de estos sectorespopulares.

    Ello e8plica la siguiente reacci"n estatal0 la construcci"n acelerada ( el intento de

    8; 3a toma de la =ictoria ec2" las bases de un verdadero paradigma, ue se enriuecera con los aos ( las

    nuevas e8periencias de ocupaci"n de sitios9 actuar por sorpresa +de pre!erencia de noc2e para evitar larepresi"n ( constituir el campamento por la va de los 2ec2os9 establecer alian#as con los parlamentarios ocon autoridades comunales, ue en muc2os casos actuaran como escudos !rente a la represi"n9 desarrollaruna s"lida organi#aci"n previa en comits de sin casa ( despus comisiones de trabajo para de!ender (construir la poblaci"n. A este ;ltimo respecto, en trminos generales, tanto en 3a =ictoria como en lastomas ue vendran, la organi#aci"n en comits, comisiones ( tambipen las asambleas representaron unae8periencia de participaci"n ( democracia directa de alto valor simb"lico ( poltico. En el origen, la ma(or

    parte de las poblaciones ue surgieron de tomas de sitios !ueron radicalmente democrticas. :arcs,Mario0Las tomas... Op. Cit.,pg. >6.

    88 Fe Kamn, "rmando5 Op. Cit.,pg. ?

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    erradicaci"n masiva de este nuevo sujeto +e8'callampero, a2ora protopoblador por partedel tecnocrtico conservador Forge Alessandri, el ue !ijara una rpida meta para >?@?0trasladar a $%.%% personas +unas >.@%% !amilias desde el Zanj"n de la Aguda ( el roMapoc2o a sitios semiurbani#ados. )oblaci"n ue, en el margen de la ciudad, (asuperaba la cantidad de 2abitantes de otras ciudades de *2ile como San Antonio o San

    &ernando. Es!uer#o simboli#ado en dos grandes urbani#aciones0 por un lado, la /peraci"nSan :regorio, de >?@?, ( el inicio de la construcci"n de la )oblaci"n Fos Mara *aro,una poblaci"n dividida en 7 sectores, ue !ue programada para albergar a 4%.%% personas+es decir, una poblaci"n ma(or a todos los 2abitantes de la *omuna de 3a reina, en la #onaoriente de la capital@4. Ambos casos, en una modalidad de construcci"n bastante particular0ue, por un lado, genera a partir de */G=1 la urbani#aci"n mnima de los terrenos pero uedescansa !uertemente en la capacidad de autoconstrucci"n de los mismos pobladores losue contarn, a lo sumo, con apo(os tcnicos ( de materiales por parte del Estado.

    ;*2*! La integracin de los pobladores( en la poca fre7sta*

    (omo seJalbamos, la respuesta de emergencia de la clase pol!tica +v!a-operaciones+ no pod!a dar cuenta de la totalidad del problema de no contar adems, conun nuevo paradigma que les permitiera entender a cabalidad el fenmeno de la pobrezaurbana y ofrecer una respuesta que fuera ms all de la simple construccin de viviendapopular. C ese paso intentar!a ser dado por el gobierno democratacristiano. "s!, la F(,conglomerado pol!tico de centro, sustentado en la amplitud del discurso del )umanismocristiano de la poca, asumir!a un rol bastante particular en la escena pol!tica c)ilena5reemplazo del desgastado centro pol!tico radical, intentar!a erigirse como una alternativa-mesinica que, tras una lectura del conteto latinoamericano, ya no rec)azaba laposibilidad -revolucionaria sino ms bien pretender!a encauzarla en un camino enlibertad, buscando su diferenciacin del -capitalismo liberal y el -marismo ateo. C paraello, necesitado de una base pol!tica clientel!sta mayor a la que tradicionalmente se leasigna a los partidos de centro, encontrar!a en los sectores de pobres del campo y de laciudad un segmento a disputar tanto )acia la derec)a que controlaba v!a coercin yco)ec)o parte importante del voto campesino* y )acia la izquierda que no lograbaencontrar an un rol definido a estos pobres urbanos en su modelo clsico de avancerevolucionario, donde el rol fundamental de los procesos de cambio social radicaban en laclase obrera, relegando a los pobladores a la categor!a de -lumpen proletariado, por tanto,vagn de cola de cualquier proceso transformador*.

    C para ello, encontrarn en la figura de Koger =eNemans y su -Deor!a de la@arginalidad, una salvacin terica que les mostrar!a un camino no slo de comprensindel fenmeno de los pobres urbanos sino, adems, una %ustificacin a sus intentos devincular la solucin del problema )abitacional con el proceso de cooptacin pol!tica ba%oun modelo de corporatismo+estatal8H.

    8< 6arcs, @ario5 0o!ando su sitio... Op. Cit., pg. 1H8.8H En relacin a la -Deor!a de la @arginalidad, podriamos seJalar, con Fe Kamn, que 5 -Este trmino la

    -marginalidad* fue definido como el estado comple%o en el que se encontraban ciertas familias,personas ogrupos de personas, que los mantenia al margen del mercado de bienes y servicios. Febido a esto, tenianque recurrir a las actividades informales donde percibian ingresos inestables y, generalmente, muy ba%os.La marginalidad tambin se caracterizaba porque ocasionaba una total ausencia de participacin en las

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    &ero el escenario que deber enfrentar, en su empeJo por -integrar a los marginalesya era muy diferente al que enfrentaban los gobiernos anteriores5 el paradigma de -La=ictoria ya se encontraba socializado en amplios sectores de pobres urbanos, lo quemotivar!a al resurgimiento de las tomas de terreno, en un proceso claramente ascendente5

    'omas de 'erreno registradas entre 19 * 199

    Ao - de Nomas

    >?46'>?44 4

    >?47 >

    >?4$ 6

    >?4? @

    N/NA3 @$

    &uente0 Foaun uue ( Ernesto )astrana, 3a movili#aci"n reivindicativa urbana de los sectores populares

    en *2ile0 >?46'>?75, Gevista 3atinoamericana de *iencias Sociales, -H 6, diciembre de >?75, +&3A*S/,pp.54.

    )or ello, el plan maestro de la * de potenciar la organi#aci"n de los pobresurbanos en organi#aciones !uncionales ue les permitieran un ingreso a la sociedadordenado ( controlado 'cu(o modelo estaba (a signado en la 3e( de Funtas de =ecinos (organi#aciones comunitarias ue, tras un intenso debate, lograra aprobarse en >?4$ ( uevinculaba a todas las !ormas organi#ativas del mundo popular urbano a un gran centrorector0 el Ministerio del 1nterior' deba servir adems para desacelerar el proceso deocupaciones ilegales de terreno, a partir de un amplio proceso educativo ue enseara aparticipar a los marginales en la sociedad moderna.

    < su es!uer#o no !ue menor, (a ue a partir de la labor de la *onsejera -acional de)ormoci"n )opular +*-)) 'la ue dependa directamente de la )residencia de laGep;blica', el gobierno democratacristiano poda jactarse de 2aber participado, entre >?46'>?4?, en la constituci"n de .6$7 juntas de vecinos, 4.%75 centros de madres, >.564 centrosjuveniles, 4.>6@ centros deportivos ( >.?7$ centros de padres ( apoderados. O8itoorgani#ativo ue se sustentaba en un amplio proceso educativo ue recibira el nombre de)romoci"n )opular ( ue, desarrollado a lo largo ( anc2o del pas, permita 2acia >?4? ala *-)) e82ibir la no despreciable suma de un mill"n de bene!iciarios de sus programas,en un conte8to donde la poblaci"n nacional +seg;n el *enso de >?7% se estimaba en unos$.$%%.%%% 2abitantes0

    redes de decisiones sociales. /egn organismos de la epoca, el ?H,:9 de la poblacin del 6ran /antiago seencontraba en 12H4 en situacin de marginalidad, lo que significaba que sta afectaba por lo menos a unode cuatro santiaguinos. Fe Kamn, "rmando5 Op. Cit., pg. ?;?.* (on esto, evidentemente la F(lograba generar distancia con los anlisis maristas superponiendo a la divisin por clases sociales, lascategor!as de integradoWmarginal reduciendo esta divisin slo a un plano -ecolgico. &ara mayor anlisisen torno a la -Deor!a de la @argnalidad, su adopcin por parte de la F( y las pol!ticas pblicas asociadasa esta teor!a implementadas, ver5 Iaur, Faniel5 u#e y cada del 3o&i!iento de Educaci4n PopularC*ileno +5()(/. /antiago5 #/"(7. Desis para optar al grado de @ag!ster en 7istoria de ()ile,(ap!tulo BB,passi!.

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    Promoci+n Popular (195&199)

    N1)/ EA*N1=1A

    *A)A*1NA*1P-/G:A-1ZA*1/-A3

    *A)A*1NA*1P- NO*-1*A

    *A)A*1NA*1P- AGNQSN1*A

    1&LS1P- S1-ES)E*1&1*AG

    N/NA3

    >?4@ D D D D @5.>65 @5.>65

    >?44 77.%6> >%7 >5%.55? ''' >?7.77

    >?47 $7.%5? 7%.74$ 7.477 ''' ''' >[email protected]

    >?4$ @.4?5 >54.6%> 1ncluida enotras

    ''' ''' >5.%?

    >?4? 64>.7>> 1ncluida enotras

    @.%%% ''' 644.7>>

    N/NA3 $5$.465 7.7$6 >[email protected]? @5.>65 >.%>.7?7&uente0 Giuelme, Al!redo, )romoci"n )opular ( la educaci"n para la participaci"n +>?46'>?7%,ocumento de Nrabajo -H75, Ediciones SLG, >?$@, p. 5>.

    A2ora, es complejo saber '( escapa a los objetivos de este 1n!orme' 2asta u puntolos pobladores participantes de estas acciones ( estas organi#aciones se sentan vinculadoscon la propuesta democratacristiana u ocupaban estos programas ( dic2as organi#acionescon!ormadas para !ines ue respondan ms bien a sus propios intereses ( necesidades. 3ocierto es ue la labor de este gobierno logr" mantener determinado control en el proceso de

    e8plosi"n popular en el espacio urbano sea por va de la labor concienti#adora+integracionista de )romoci"n )opular, sea por va de planes de urbani#aci"n 'precaria'ue o!recieron respuestas rpidas ue permitieron bajar los niveles de presi"n popular enestas reas.

    *aso emblemtico serian las operaciones sitios, poltica ue !ue pensada en unprincipio como soluci"n provisional para las !amilias damni!icadas por los temporales delcrudo invierno de >?4@. )ero luego se estim" ue este programa permitiria dar una soluci"nrealista a la regulari#aci"n de las grandes poblaciones callampas.A travs de estaoperaci"n, el gobierno proporcionaba crditos para aduirir terrenos uni!amiliaresueestarian dotados de los servicios basicos ue e8ige la urbani#aci"n ( ue go#arian de un

    adecuado euipamiento comunitario. En una primera etapa se recibirian dic2os prediosdotados de letrina, calles ripiadas ( soleras, tendido elctrico ( agua potable con pilones. Enuna segunda etapa, esta urbani#aci"n seria completada con agua potable en cada sitio,alcantarillado ( pavimentaci"n de aceras ( cal#adas@$.

    8: Fe Kamn, "rmando5 Op. Cit., pg. ?;3. Sin embargo '( como sera la t"nica de las polticas de viviendapopular desde 1bae# 2asta Allende' el programa se ver superado ( terminara, en muc2os casos,limitndose a la aduisici"n del terreno ( tra#ado de los sitios, por lo ue el programa sera bauti#ado porlos mismos pobladores como la /peraci"n Ni#a.

    ?;

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    )ero este aparente 8ito !resta en su relaci"n con los pobres urbanos se verinterrumpida por dos elementos ue se produciran en >?470 por un lado, la crisisecon"mica de dic2o ao 'ue restringuira los recursos estatales para apo(ar los planes devivienda popular' ( una nueva toma ue sera particularmente emblemtica0 Jerminda de3a =ictoria, no s"lo por el nivel de organi#aci"n ue (a se mostraba en las anteriores, sino

    por la vinculaci"n (a e8plcita con el )artido *omunista por parte de los pobladores +ue2aca tambalear la propuesta'apuesta de vinculaci"n * con los pobres urbanos ( por lae8cesiva represi"n +resistida por los ocupantes ue terminara con la muerte de una menor,de nombre Jerminda, ue terminara bauti#ando la nueva poblaci"n. Estos 2ec2os,marcaran una grieta ue no !ue cerrada, no s"lo por la escalada de tomas registradas en>?4? sino porue, adems, en dic2o ao la * apostara derec2amente por la represi"n!rente a un proceso ue tendra a escaprsele de las manos. < dic2o 2ito, aunue ocurrira alsur del pas +)uerto Montt, tendra un altsimo impacto a nivel nacional0 la Matan#a de)ampa 1rigoin, ue dejara un triste saldo de die# pobladores muertos ( una cincuentena de2eridos. Lna ve# complotado el crimen, el escenario poltico se modi!icara completamente,todo esto ad portasde una nueva elecci"n presidencial ue mostraba a una * en crisis (una i#uierda en ascenso. < no s"lo ello, un escenario ue se complementaba con el!ortalecimiento en el espacio poltico de una nueva i#uierda 'revolucionaria- ue tendraun altsimo impacto 'ms cualitativo ue cuantitativo' en esta problemtica0 el surgimientodel Movimiento de 1#uierda Gevolucionaria ( su inserci"n en el mundo de los pobresurbanos, a partir de ocupaciones de terrenos 'campamentos' ue no s"lo pretendan sersoluciones 2abitacionales basados en el derec2o a la vivienda sino, adems, buscaban sergrmenes de la nueva sociedad socialista a partir de un alto grado de participaci"n internaen todos los aspectos de la vida comunitaria.

    3.2.2 Los pobres urbanos en la nidad Popular: la e?plosin popular en la ltima fasedel per7odo cl/sico( !"A1%!"A;'

    El per!odo de la #nidad &opular, desde el punto de vista de los procesos depoblamiento popular en la capital, puede ser le!do perfectamente como un verdadero-desborde. Irente a la condicin ob%etiva de un dficit que se estimaba en 844.444viviendas, los pobres urbanos se movilizaron amparados en el discurso de la v!a c)ilena alsocialismo que los invitaba a -e%ercer el poder lo que, en este caso, implicaba pasar de lapetici4n del cumplimiento del derec)o a la vivienda, a la acci4n directa, generandoalrededor de una toma de terreno cada tres d!as es decir, una poblacin nueva, levantada -amano y sin permiso por los sectores pobres urbanos, cada setenta )oras*.

    Dodo esto en un marco comple%o donde las acciones que sobrepasaban la legalidadlas Domas de Derreno* se )ac!an por sectores que se manifestaban mayoritariamente afavor del proceso institucional de transicin al socialismo la -v!a c)ilena*, generando a suvez un comple%o escenario para la clase pol!tica de izquierda en el gobierno, al tener suslealtades )acia estos sectores populares transgresores de ley* tensionadas por el marco dela (onstitucin Liberal de 12?8 la que )ab!an prometido al centro pol!tico defender yrespetar, como requisito para su llegada al 6obierno +-las garantias constitucionales+*.

    ?8

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    &ero a pesar de ello, las fuentes para analizar este -desborde son escasas y pococoncluyentes. 3as !uentes ue trabajan el tema@?,2ablan del aumento e8plosivo de tomas deterreno entre >?7% ( >?75 +uue ( )astrana, por ejemplo, sealarn la e8istencia, amediados de >?75, de >5 campamentos en Santiago, lo ue (a 2ablara de un aumento en5@6 en relaci"n a la ci!ra dada para el perodo anterior9 sin embargo, esta cuanti!icaci"n

    trae problemas0 por un lado, asume ue los campamentos anteriores no cambiaron sucondici"n de tales en el perodo sealado9 adems, no considera los campamentosestablecidos previos a ambos perodos4%(, por ;ltimo ( ms importante a;n, no resuelve elvaco de in!ormaci"n para el perodo posterior +desde mediados de >?75 2asta el >> deSeptiembre de >?7.

    )or lo mismo, recogemos ac la propuesta de Koris *o!r 4>ue llama a pensar 'enmedio de un proceso e8plosivo' de encaminar los es!uer#os 2acia lograr establecerdeterminada dimensi"n tanto de las tomas de terreno ocurridas en ese perodo como delos campamentos ue se con!ormaron a partir de ellas45, ms ue un n;mero e8acto.

    )roblema similar ocurre al uerer calcular el n;mero de pobladores participando enellas. Es sabido ue si bien los niveles de organi#aci"n previa ( las encuestas ue losmismos pobladores reali#aban a partir de los *omits Sin *asa les permitan tener una ci!rala ue era entregada tanto a *arabineros como a los medios de prensa ue cubran lasNomas de Nerreno el da posterior de sta. Sin embargo, como relata *o!r, era 2abitual ueeste n;mero aumentara 'tambin e8plosivamente' los das posteriores a partir de !amiliareso arrendatarios, allegados ( callamperos cercanos a la ocupaci"n, incrementando sun;mero4.

    )or ello, *o!r constru(e dic2a dimensi"n en base a los trabajos (a citados sumandotres !uentes ms +las dos primeras inditas0 por un lado, el )lano de campamentos deSantiago a mediados de >?7> ( el plano de istribuci"n espacial de los cordonesindustriales ( de los asentamientos no controlados +campamentos46, ( la revisi"n de

    82 Euipo de estudios poblacionales del *1L0 Geivindicaci"n urbana ( luc2a poltica0 3os campamentosde pobladores en Santiago de *2ile, !"#!,-H 4, >?75, p.@$.9 Foaun uue ( Ernesto )astrana, 3amovili#aci"n reivindicativa urbana de los sectores populares en *2ile0 >?46'>?75, Gevista3atinoamericana de *iencias Sociales, -H 6, diciembre de >?75, +&3A*S/, pp. [email protected] )astrana, Ernesto (N2rel!all, Monica0 $an, techo y poder. !l movimiento de pobladores en Chile, %&'()-&'(*+, EdicionesSiap')lanteos, julio de >?76, Kuenos Aires, Argentina, pg. 4@.

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    prensa del perodo >?7%'>?74@, llegando a un interesante balance ue puede cubrir,cuantitativamente, este vaco en los estudios. Seg;n sus clculos, en el perodo >?7%'>?7>+Funio se 2abran registrado 574 tomas de terreno 44, ci!ra a la ue se le debe sumar las 4$Nomas de Nerreno consignadas por la prensa revisada en el perodo ue comprende desdeFunio de >?7> al >> de Septiembre de >?7. *on todo, en el perodo ue pretendemos

    establecer como anlisis +>?46'>?7 podemos llegar a contabili#ar, al menos, 6%5campamentos en el :ran Santiago surgidos a partir de la prctica de la Noma de Nerrenos47.

    *on todo, ( aunue s"lo nos uedramos con los clculos reali#ados por *o!r, laimpresionante ci!ra de $$ campamentos desplegados por Santiago +66 de los cules seestablecieron en el perodo >?7%'>?7, nos da seales de la importancia ue tuvo elmovimiento de pobladores en la trans!ormaci"n de Santiago, lo ue se relaciona con un!en"meno a nivel nacional de dimensiones similares. S"lo para colocar esta in!ormaci"n enun marco ms amplio, se pueden traer a colaci"n las estadsticas planteadas por Foan:arcs4$a mediados de >?75 en relaci"n a los diversos procesos de ocupaci"n llevados acabo por sectores campesinos, obreros, pobladores ( estudiantiles como !orma de presi"n (soluci"n a sus demandas espec!icas0

    epartamento de )lani!icaci"n Lrbana ( Gegional de la Lniversidad de *2ile entre >?7% ( >?7, uien!acilit" sus arc2ivos.?75, la ci!ra de4$ ocupaciones caracteri#ada por ste en el perodo Funio de >?7> R Septiembre de >?7 se elevara a >>%+registrando las $$ consignadas por uue ( )astrana, ms las 55 ocupaciones registradas en prensa entreMa(o de >?75 a Septiembre de >?7, recogidas en el trabajo de *o!r. As, la ci!ra !inal podra ascender a$4 Nomas de Nerreno durante el perodo >?7%'>?7, llegando a las 666 para el perodo >?46'>?7. uquey &astrana,"a !o&ili9aci4n urbana... Op. Cit., pp. ?88 y ?

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    ,cupaciones reali-adas entre 199 * 19%2 (a*o)

    >?4? >?7% >?7> >?75 +2asta> deMa(o

    /cupaciones de predios agrcolas 4$ >@? @>@/cupaciones de predios urbanos 54T @5 @4% >6$

    /cupaciones de 1ndustrias ( localesparticulares

    56 >7 7$ 5??

    /cupaciones de establecimientoseducacionales

    >% >4@ 66TT 57?

    N/NA3 4% >%55 5@7@ >56>&uente0 Estadsticas de la irecci"n :eneral de *arabineros, citadas en0 :arcs, Foan0 Op. Cit., pg. >@>.*itado en0 )astrana, Ernesto ( N2rel!all, M"nica, )an, tec2o ( poder. El Movimiento de )obladores en *2ile+>?7%'>?7, Kuenos Aires0 Ediciones Siap')lanteos, >?76, pg. [email protected] Esta ci!ra es menor a la indicada por otras !uentes.TT Jasta el > de octubre de >?7>, inclu(endo noviembre ( diciembre de >?7%.

    A2ora, lo interesante de esta ;ltima subetapa del perodo clsico de poblamientode Santiago, es ue ser irregular en su desarrollo, en tanto parte !undamental de estastomas de terreno se gestarn en un perodo mu( acotado de tiempo '!undamentalmentedurante >?7%, es decir en las postrimeras del gobierno !resta, ( los primeros oc2o mesesdel :obierno )opular'.

    < las ra#ones saltan a la vista0 en pleno proceso eleccionario e8istan escasasposibilidades de ser desalojados +por el costo poltico ue 2abra signi!icado para elgobierno saliente ( los primeros meses despus de la victoria de la Lnidad )opular

    coinciden no s"lo con los primeros 8itos de las medidas implementadas por el nuevogobierno, sino adems con un clima de e!ervescencia social ue legitima esta va deocupaci"n de la ciudad. *omo resultado, podemos ver la gr!ica ue sigue, ue muestra laevoluci"n general en el perodo U46'U7 +buscando un anlisis ms detallado del perodo>?7%'>?70

    ?:

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    /0oluci+n de las 'omas de 'erreno * conormaci+n de Campamentos

    en el per#odo 19&19%3

    &uente0 Elaboraci"n propia.4?

    esde el punto de vista de la evoluci"n de las !amilias pobladoras, podemosllegar a la siguiente estimaci"n0

    mero de amilias pobladoras en el 4ran Santiago (19%1&19%3)

    &uente0 Elaboraci"n propia7%.

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    A2ora, es importante sealar ue en el caso de los procesos de poblamiento popularen Santiago, la vinculaci"n de los pobladores con los partidos polticos ser clave. Seg;n elanlisis de *o!r 'en !unci"n de una muestra de >44 campamentos del perodo de la Lnidad)opular' en cerca del @%B se evidencia una asociaci"n e8plcita con los partidos. Seg;n susdatos, la relaci"n puede resumirse as0

    Cuadro: elaci+n Partidos Pol#ticos & pobladores (uestra de 1 campamentos)

    Partido Pol#tico Per#odo 6 de 'omas 6 de 7amilias asociadas

    * U7%'U7 ? >%%%

    )* U47'U4? @ 656$

    )* U7%'U7 >> >>?%%

    )S U7%'U7 6@ >%6$$

    M1G U7%'U7 >@ @$4

    &uente0 Elaboraci"n propia a partir de *o!r, pp. 64'@5.

    A2ora, en lo ue respecta al tipo de relaci"n ue se establece, esta podra agruparseen tres grandes modelos7>. )or un lado, el modelo asistencialista +particularmente loscampamentos asociados a la *, donde el eje organi#ativo est centrado en los lugares deresidencia ( alrededor de las reivindicaciones de consumo, especialmente de vivienda (euipamiento comunitario, concibindose la idea del Estado como !uente ue entregabienes ( recursos75. En segundo lugar, aparece el modelo participacionista, el cul surgecomo respuesta al modelo democratacristiano ( se en!oca en generar bases sociales deapo(o, bajo modalidad electoralista. Se enmarca en una luc2a ma(or de con!licto de clases,centrado en el etapismo para llegar al socialismo por alian#a policlasista. As, a nivelorgani#ativo no presenta innovaciones sustanciales respecto al asistencialista. )or la

    represi"n a las tomas de terreno durante el gobierno de la *, se constitu(en al comien#oorgani#aciones paramilitares de de!ensa ( justicia, como as tambin !rentes ue satis!acenservicios elementales en reempla#o del Estado. Al ascender al gobierno de la L), estasorgani#aciones en general se desarticulan ( se vuelve a las tradicionales Funtas de =ecinos (*entros de Madres, aunue muc2as veces con distinto nombre. )or otra parte, elreclutanmiento de los sectores reivindicantes se reali#a a travs de los *omits Sin *asaconstituidos en los sindicatos, complementados con los de base territorial7.

    IL"(/A*, pg. ?

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    )or ;ltimo, el tercer modelo sera el poltico ( organi#ativo movili#ador +M1G (sectores del )S. e carcter netamente clasista, concibe al &rente poblacional como un!rente adicional del en!rentamiento de clases. 3o interesante de este modelo es ue asumecomo estrategia organi#ativa la creaci"n grmenes de poder popular a nivel territorial enlos campamentos (, posteriormente en los *omandos *omunales, semejante a los ue se

    constituiran en las empresas ( !bricas para concretar el control obrero de la producci"n

    76

    ,por tanto, viene a !ortalecer la estrategia autogestiva presente en muc2os de estoscampamentos al apostar por una estructura democrtica de direcci"n con una estructura2ori#ontal constituida por los !rentes creados para atender a las necesidades ms inmediatasde la poblaci"n +salud, educaci"n, vigilancia, justicia, etc..7@

    )ero si bien la in!luencia de los partidos !ue importante, 2a( ue intentarcaracteri#ar de mejor manera esta relaci"n 'ue, seg;n el anlisis de )astrana ( N2rel!alldeja a los pobladores ms en una posici"n de clientela poltica ue en una relacion entrepares. /!reciendo una mirada di!erente, *o!r plantear0 *ontrario a lo ue com;nmentese supone, en este estudio se 2a constatado una relaci"n ms cercana al euilibrio entre lospobladores ( los militantes de partidos ue a la direcci"n +o manipulaci"n absoluta dealguna de las partes, entre otras ra#ones porue muc2os de los dirigentes tenan la doblecondici"n de poblador ( militante74.

    ;*; Los pobres urbanos y su lucha por la subsistencia y el eFuipamiento urbano: entreel control territorial y el apoyo al obierno Popular

    /i bien es cierto que los pobres urbanos en /antiago )ab!an desarrollado una ampliaeperiencia autogestiva +en lo que a autoconstruccin de viviendas y gestin delequipamiento urbano bsico se refiere+ desde la -poca callampera )asta las -tomas deterreno, al intentar revisar las formas de conquista de este equipamiento urbano bsico +eincluso las vinculadas a la subsistencia+ durante el per!odo de la #& esta dinmicaautogestionaria de los pobladores se torna algo ms comple%a5 por un lado, si bien seavanzaba en la conciencia y prctica autogestiva, se mezcla esto con un discurso emanadodesde el 6obierno &opular que plantea estas necesidades como derec)os sociales, lo que)ace que la capacidad autogestiva se combine +y -descanse+ con estrategias de presin)acia las autoridades en diferentes niveles* buscando la resolucin de estas problemticasdesde la esfera estatal, en una relacin comple%a de presin y fidelidad pol!tica con la #& yla figura de "llendeHH. &ero por otro lado, este tema debe ser colocado en un conteto

    H; Ibid., pg.

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    pol!tico complicado, en tanto posterior a un aJo de ito econmico, el boicot sostenidoque sufrir!a el gobierno popular, que persegu!a el s)ocN econmico, se de%ar sentir confuerza en los sectores populares, lo que requerir innovar, potenciar y desplegar toda sucapacidad autogestiva +y de respuesta+ en estrategias que, a su vez, tienden a )acerse msautonmas del poder pol!tico institucional aunque, en la mayor!a de los casos, stas se

    realicen al menos en el discurso como una forma de -apoyo o -defensa del 6obierno dela #nidad &opular*.

    Eso ocurrir!a, por e%emplo, con las organizaciones de pobladores vinculadas alabastecimiento5 las Guntas de "bastecimiento y &recios G"&* y los -"lmacenes del&ueblo. /urgidas las primeras como una simple idea planteada en un -Encuentro condueJas de casa realizado por "llende en Gulio de 12H1, y respaldado fundamentalmentepor el &artido (omunista, las G"& se transformar!an en piezas claves para asegurar ladistribucin de alimentos en un conteto de boicot econmico y mercado negro. "s!, si a@ayo de 12H? se contabilizaban 844 G"& en /antiago, la cifra se eleva a ms de 1444 aFiciembre del mismo aJoH:, asegurando a ?84 campamentos de la capital unos 144.444pobladores* el abastecimiento directo v!a enlace FB>"(+G"&H2. Estrategia que se vercomplementada +y tensionada+ por los -"lmacenes del &ueblo fundamentalmentevinculados al &/ y al @BK* que apostar no slo a un modelo de -vigilancia y controlcomo las G"&, pensadas -desde el Estado* sino de -sustitucin de intermediarios y controlpopular de la distribucin, lo que si bien fue una buena estrategia para los campamentosdonde fue implementado, no lo ser!a para la #& que buscaba afanosamente una alianza conlos sectores de pequeJos y medianos comerciantes.

    #na tensin similar se ver!a en otras reas donde la necesidad poblacional, el apoyo)acia la #nidad &opular y la tensin constante no solo con la oposicin pol!tica sinotambin con la legalidad se mezclaban de formas inditas. Ese ser!a el caso, por e%emplo, delas -milicias populares5 surgidas de los (omits de =igilancia que se multiplicaban encada ocupacin de terreno, son rebautizadas como -milicias por los campamentosvinculados al &artido /ocialista y al @BK en tanto se les asigna el papel de constituirse en-proto e%rcito revolucionario del &ueblo, lo que generar!a el espanto de la derec)a y desus medios de comunicacin. (aso similar ocurrir con la -Gusticia &opular5 apoyndoseen un proyecto del mismo "llende en relacin a la instalacin de Dribunales =ecinales, los(omits de Fisciplina eistentes en diversos campamentos se comple%izan en lo que sedenominar!an los -Irentes de =igilancia para llegar a un punto clmine en el caso de uncampamento liderado por el @BK llamado ->ueva 7abana en el que se decidi constituirel primer Dribunal &opular. Eperiencia aislada en el conteto metropolitano, pero dealt!simo impacto pol!tico en tanto )ac!a revivir las tensiones internas de un proyectopol!tico de transicin al socialismo que se planteaba, a su vez, enmarcado en un ambientede respeto a la (onstitucin +liberal+ de 12?8 y que, por tanto, no pod!a aceptar el

    de poblaciones.&/-E*>%%>65, +5%>%'5%>>. *itado en *o!r, Koris0 Op. Cit.,pg. $6.H: /egn el diario -La >acin, del 41 de Ficiembre de 12H?,la cifra llegar!a a 1.?44 en /antiago y ?.444 a

    nivel nacional*, lo que se relaciona con dos cifras ms dadas en el mismo conteto5 para -&uro ()ile 13+41+H3* la cifra llegar!a a 244 en /antiago, mientras que para -El /iglo 14+1?+12H?* la cifra se elevar!a alas 1.344 para toda la capital. En5Ibid., pg.

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    surgimiento +de facto+ de una nueva -legalidad popular:4.

    (on todo, estas diversas eperiencias de control comunitario territorial +que no slose daban en el espacio poblacional sino que se trasladan tambin a los centros obreros apartir de los (ordones Bndustriales+ confluir!an en formas mayores y ms comple%as de

    organizacin en la coyuntura post paro de Actubre de 12H?, en un fenmeno quecomenzar a bautizarse como -&oder &opular y se materializar!a en los -(omandos(omunales. Estas organizaciones +que llegar!an a las ?4 en /antiago+ y que se centrar!anen la coordinacin de las diversas luc)as por mantener la produccin en el mbito obrero*y el abastecimiento en la esfera poblacional* se presentar!an como la forma ms completade propuesta de una nueva institucionalidad popular en medio de la crisis pol!tica.

    /in embargo, su carcter embrionario no encontrar!a el apoyo necesario en la clasepol!tica encontrndose sin -catalizador pol!tico lo que las de%ar!a a medio camino entre el-grmen de un nuevo estado y la -base de apoyo al 6obierno, en un modelo de-movimiento social de clase que se asoci a los partidos de izquierda en torno a susreivindicaciones ms sentidas:1lo que las llevar!a a un impasse pol!tico en el cual el golpede Estado las sorprender!a enfocadas a la resolucin de las problemticas locales pero sinsalida pol!tica -proyectiva espacio en el cua] lo que predominaba era el apoyo +cr!tico+ ala #&*.

    $* Galance comparati5o y proyecciones en torno al poder( de los pobresurbanos

    " la )ora de los balances, al comparar los procesos de poblamiento popular en/antiago de ()ile y Lima, &er +centrndonos fundamentalmente en la segunda mitad del

    siglo XX+, )ay elementos interesantes de similitud que es necesario destacar +ms all de laaparente sincron!a con la que se producen ambos fenmenos en sus per!odos -clsicos+.En ese sentido, el elemento fundamental que se presenta en ambos casos es laetraordinaria capacidad de estos grupos de migrantes de -construirse* un lugar en laciudad. "s!, independiente de la precariedad en que se levantan sus soluciones)abitacionales +condicionados por sus niveles inestables de insercin laboral+ las sucesivasoleadas de recin llegados que inundaron los espacios urbanos se encontrar!an en unasituacin parad%ica5 frente a un sistema econmico que no es capaz de -absorverlos, unaciudad que no los considera y una clase pol!tica que no se )aya preparada para encarar eldesaf!o del crecimiento urbano popular por tanto, en una situacin de -orfandadeconmica y pol!tica*, estos sectores supieron transformar esta ausencia en -posibilidad,

    fortalecimiento sus prcticas asociativas y organizativas a fin de cuentas, para bien o paramal, deb!an -bastarse a s! mismos*, fortaleciendo su autonom!a cultural, econmica ypol!tica y aumentando con ello sus dinmicas autogestionarias.

    :4 =er5 Iiori, Gorge5 -(ampamento >ueva 7abana5 Estudio de una Eperiencia de "utoadministracin deGusticia. En5 E#KE =ol. BBB, >O H, "bril de 12H30 y (ofr, $oris5El !o&i!iento de pobladores... Op. Cit.,(ap!tulo B=,passi!.

    :1 (ofr, $oris5 Op. Cit., pg. 14:.

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    /in embargo, aunque parezca evidente, este proceso de auto*construccin comosu%eto )istrico colectivo debi darse, en ambos casos, a contrapelo de un marco legal quereg!a las pol!ticas )abitacionales y que, evidentemente, no los consideraba. C ello implicun proceso de aprendi9a8ecolectivo que oblig a estos grupos a moverse -en el filo de lolegal, transgrediendo este marco a ratos amparados en la legitimidad de sus demandas, -un

    lugar en la ciudad* pero retrocediendo otras veces en funcin de los apoyos que,variablemente, pod!a conseguir con la clase pol!tica +civil y militar+*. "s!, este proceso deaprendiza%e derivar!a, en ambos casos, en la maduracin de un -repertorio de accin ms omenos definido, que les permiti no slo consolidarse en el espacio urbano +y frente a laclase pol!tica+ sino adems multiplicar y fortalecer las eperiencias de las -nuevasgeneraciones y las oleadas sucesivas de migrantes que segu!an los pasos de los pobladores-pioneros.

    ")ora, al enfocarnos en la relacion que establecieron estos sectores populares con la-institucionalidad, los casos de /antiago y Lima presentan tambin algunas caracter!sticascomunes dignas de ser consideradas. En primer lugar, ambos procesos se gestar!an en unasituacin de -descampado institucional en torno al tema de la vivienda popular en elespacio urbano. "s!, cada respuesta dada por la institucionalidad tuvo un carcter reacti&o,lo que les permitir!a a los pobres de la ciudad %ugar en las fronteras de la legalidad a partirde su masividad como actor y de la imposibilidad de la clase pol!tica de desconocer laproblemtica de estos grupos +independiente de que no se asumiera la incapacidad en unaprimera etapa de dar respuestas sustentables, para no mostrarse -superado Adr!a en &er,BbaJez en ()ile*+. Ello permiti que, frente a un amplio proceso de -invasin, la clasepol!tica )aya terminado aceptando este repertorio de accin en tanto lo asum!a como una-vlvula de escape a una presin popular creciente por vivienda, %ugada que, a la larga,terminar perfeccionando las formas de ocupacin y negociacin de los pobres urbanos conla clase pol!tica.

    Fe la misma manera, una vez superada esta etapa inicial, en la cul de la aceptacinde la clase pol!tica de las ocupaciones en tanto su labor era ms bien -reactiva, los pobresurbanos de Lima y de /antiago tuvieron que pasar por trnsitos )istricos en los cuales estaclase pol!tica +civil o militar+ intentar!an retomar el rol protagnico de estos procesos losque, parad%icamente, no se enfocaban slo en retomar el control de la construccin delespacio urbano por parte del Estado, sino tambin +y fundamentalmnte+ en la necesidad dedirigir un proceso de -integracin pol!tica* de estos sectores en la 'sociedad moderna'.Esto se puede leer, en el caso peruano, en la pol!tica desarrollada por &rado y $elandeDerry al menos en su primer per!odo*, en los cules la accin estatal se centrar!a en gestarun discurso de -integracin que ale%e a los pobres urbanos del discurso izquierdista, de lamisma manera en que en el caso c)ileno el gobierno de Irei @ontalva patentaba su-Kevolucin en Libertad +ambos casos sustentados, de manera impl!cita o epl!cita en la-Deor!a de la @arginalidad de la FE/"L+.

    &or ello, adems, ambos procesos contarn con una ofensiva gubernamental queescapar de lo estrictamente relacionado con el tema de la vivienda, y que apuntar afomentar una lgica social basada en modelos de corporatismo+estatal el caso de/B>"@A/ en &er durante la -Kevolucin &eruana y el caso de -&romocin &opular yde la -Ley de Guntas de =ecinos y Arganizaciones (omunitarias de Irei @ontalva, en el

    3;

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    caso c)ileno*0 estrategias 'antisubversivas' que, en ambos casos, terminarn fortaleciendolas dinmicas asociativas y organizativas de los pobres urbanos al desarrollar procesos deconcienti9aci4n* y ale%ndolos del ob%etivo inicial de conseguir una -integracin ordenaday sin conflictos.

    ")ora, en el plano de las diferencias, )ay dos elementos que creo necesariodestacar. &or un lado, si bien en ambos procesos se pudo distinguir un per!odo -clsico depoblamiento +basado fundamentalmente en la generacin de un patrn comn de ocupacinde terreno+, estos per!odos incluyeron una diferencia importante. "s!, en el caso peruano,esta fase -clsica se levant sobre un per!odo previo en el cul los asentamientos segestar!an en el seno mismo de la Lima colonial, en un proceso que tendi mas bien a ladensificacin +precarizada+ que a la ampliacin del espacio urbano. &roceso que slo ser!asuperado al encontrar una -salida al problema por fuera de la ciudad propiamente talampliando con ello sus l!mites*, de manera eplosiva y apostando en esta nueva fase aterrenos que pose!an escaso valor comercial. &roceso que, a la larga, foment la lgicaautonmica anteriormente descrita, generando la imagen de una ciudad -otra que sedistanciaba de la Lima -oficial:?.

    En cambio, en el caso c)ileno, la fase previa a su per!odo -clsico es ms bien unlargo ensayo de ocupacin marginal, que mostrar su quiebre en tanto las ocupacionespasarn de terrenos de nulo valor comercial las -poblaciones callampas, las riberas de losr!os* a otros que si entraban en el %uego del -mercado inmobiliario, en un espacio-fronterizo, pero con alta comunicacin con la ciudad -oficial.

    &ero )ay un segundo elemento diferenciador de mayor importancia, y que dicerelacin con la forma en que +en ambos pa!ses+ se vinculan los ciclos de poblamientopopular, en su per!odo -clsico, con los procesos pol!ticos que los enmarcan y los gradosde representatividad que mostrarn las dirigencias pol!ticas. En ese sentido, el per!odo-clsico limeJo se da en un conteto de mediano plazo +alrededor de 38 aJos+ donde laclase pol!tica civil o militar* se encuentra eperimentando un largo proceso dea)ondamiento de su crisis de representatividad, lo que de una forma u otra terminarfortaleciendo la lgica autnoma de los sectores populares en medio de un escenario decrisis econmicas constantes*. /in embargo, en el caso de /antiago de ()ile, se podr!aargumentar que el fenmeno es a la inversa en tanto luego de una primera etapacaracterizada por gobiernos de carcter autoritario, tecnocrtico y conservador 128?+128:*, la segunda etapa de su per!odo -clsico se da en un conteto donde la clase pol!ticacivil primero la F(, luego los partidos agrupados en la #nidad &opular* gana ampliorespaldo popular en sus propuestas y en su mandato los tres primeros aJos de la F(, la#nidad &opular en su con%unto*, fundamentalmente por ser estos ltimos gobiernos quecolocaron en el tapete no slo la problemtica )abitacional, sino que enmarcaron esta en unproyecto de mayor aliento destinado a asumir los procesos de transformacin social que elpa!s requer!a aunque con enfoques muy dispares en torno al rol de la sociedad civil +y los

    :? -La ilegalidad, la alegalidad, la clandestinidad y la semiclandestinidad se convierten en un estilodominante e invasor en el que cristaliza institucionalmente la nueva cultura y ante cuya universalidad yomnipresencia el &er Aficial slo puede responder con el escndalo, la indiferencia o intentosespordicos y violentos para )acer sentir que contina eistiendo ms all de los l!mites de la inmensacas*ba*limeJa. @atos @ar, Gos5 Op. Cit., pp. 24+2?.

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    sectores populares+ en estos procesos de transformacin*. Esta tendencia )ar!a que laprctica se vuelva tensa y, con ello, las lealtades mutuas entre clase pol!tica y pobresurbanos*, llevando a los sectores populares urbanos a un dilema que no ser!a de fcilresolucin5 fortalecer las tendencias a constituir -poder a partir del control territorial apartir de organzaciones y acciones que %uegan en el l!mite de lo -legal*, pero como una

    manera de -apoyo al 6obierno sobre todo el de la #nidad &opular*, que a su vez luc)abapor ordenar sus filas internas en pos de -respetar el orden constitucional.

    $*! 9l poder( deHen la accin de los pobres urbanos

    Fec!amos al comienzo de este Bnforme que uno de nuestros ob%etivos estaba enpoder ofrecer una lectura de los procesos de poblamiento popular en clave de -poder. Enese sentido5 UFnde reside el -poder de los sectores popularesV

    C creemos que esta pequeJa reflein no es menor, en tanto la evidencia )amostrado con fuerza que la accin de -poblar determinado espacio por parte de los pobresurbanos no se )a reducido a la mera conquista de un lugar +individual+ en la ciudad sino,ms importante an, )a gestado verdaderas -ciudades otras, espacios en los cules se )anencarnado nuevas formas de asociatividad y de control territorial, con altos grados departicipacin, decisin y autogestin, ba%o modelos no previstos que se constituir!an por lafuerza de los )ec)os +siempre colectivos y colectivizantes+:3, llegando +en ambos casos+ aser sus eperiencias grmenes de una nueva institucionalidad basada en la legitimidad de laaccin y decisin colectivas:;, la que se levanta a contrapelo de una legalidad estatal que, alverse sobrepasada, slo genera intentos ms o menos desesperados de integrar yWo reprimiruna fuerza un -poder* del que carece. (omo plantea @atos @ar5

    -La insuficiencia del aparato de gobierno para asegurar y garantizar la vigenciauniversal de su legalidad se pone de manifiesto en el fenmeno de la TinformalizacinTdel &er. Fisipada su autoridad y mermado su poder, el aparato del Estado comienza a

    girar en el vac!o. "usente la autoridad y bloqueados los canales institucionales, lasmasas generan bolsones semiautnomos de poder, basados en patrones asimtricos dereciprocidad rural adaptados a la situacin urbana. &rescinden del Estado y se oponena l. Este se ve, gradualmente obligado a oscilar, de manera arbitraria, entre resignarsea un papel nominal o responder con una descontrolada reaccin represiva:8.

    :3 (omo seJala DoNes)i para el caso limeJo5 -El barrio, la vivienda de los sectores populares, migrantes yluego mestizos culturales, se constituy en aquello que significativamente estuvo al margen de todaconsideracin, como otra fase de la luna. "dquiri carta de ciudadan!a y al construirse a pulso, adquiri ladimensin de quienes lo )abitaron, aunque no siempre fue la respuesta ms sugerente y adecuadatcnicamente. La ausencia de pol!ticas claras dirigidas )acia los sectores pobres de la ciudad, cre laoportunidad de una ciudad alternativa, no convencional. DoNes)i, Guan5 Op. Cit.

    :; &lantear!a al respecto @atos @ar5 -/u nacimiento est preJado de escndalo y suscita el temor en los

    representantes del mundo oficial. "un as!, podemos reconocer instituciones que nacen y modos en germende la nueva representatividad popular. >egar la potencialidad y el valor positivo del estilo nuevo de lacultura urbana ser!a negar el poder creativo del )ombre peruano. Bntentar reprimirlos ser!a suicida. @atos@ar, Gos5 Op. Cit., pg. 28.

    :8 @atos @ar, Gos5 Op. Cit., pp. 14;+148. Es importante seJalar que, si bien @atos @ar tiene su atencinpuesta en el fenmeno limeJo, no por ello sus planteamientos no pueden ser aplicados al caso c)ileno. Enese sentido, si bien +como mencionbamos anteriormente+ el proceso de construccin de estos bolsonessemiautnomos de poder en el per!odo clsico c)ileno se vern tensionados por las diferentes formas devincularse entre los sectores populares y la clase pol!tica +no deslegitimada+ per!odo 12

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    &ero aceptar las tesis de @atos @ar implica dar un par de refleiones en torno alconcepto mismo depoder. En esa l!nea, queremos recoger los planteamientos de $enasayagy /ztulMarN los que )arn la distincin necesaria entre el poder +en tanto -potestascoercin*+ y el poder +en tanto -potentia posibilidad, capacidad*+, siendo ste ltimo elterreno de la -potencia* el nico capaz de dar cuenta +en ltima instancia+ de fenmenosde trans;or!aci4nsocial, en los cuales el despliegue de -poderes potencias creadoras denuevos sentidos y prcticas*, superan la visin institucionalizada del cambio social en lacul slo un proceso de -toma del poder de un -poder de coercin que tienen otros, queel -pueblo noposee/ puede asegurar un proceso real de cambios +de -arriba )acia aba%o+."s!, ba%o esta lectura, este -poder que debe -tomarse +y no crearse ni desplegarse+ cambiasu carcter, y demuestra ser, en el fondo, precisamente el punto clmine de la -impotencia,de la -incapacidad, de la -inmovilidad en tanto la funcin ltima de esta -potestas escoartar los espacios de desarrollo de la capacidad, de la -potencia:

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    el peruano @atos @ar )iciera a mediados de los ':4, estar!amos en presencia de dosmodelos de sociedad en confrontacin aunque esta confrontacin ya no se d de manera;rontal, sino a travs de -una labor de zapa de millones de participantes en la 'otrasociedad':2*.

    &ero dic)a posibilidad de -encarnar la potencia +transformando 'espacios' en'territorios'+ no parece ser el nico elemento a considerar a la )ora de evaluar el -poder dela accin de los pobres urbanos. Kecogiendo lo planteado por 6abriel /alazar en su anlisisdel caso c)ileno, la piedra angular del despliegue de este poder estar!a en el aprendiza%e ydesarrollo de la capacidad colecti&a de #esti4n, una especie de poder ciudadanoconstituyente. En sus palabras5 -Las 'tomas de terreno', dada su ilegalidad, eig!an, porparte de sus actores, toda la iniciativa, planificar, demostrar audacia, voluntad de resisitirante la presin de la polic!a y, en suma, capacidad colecti&a de #esti4npara organizar latoma y administrar lo tomado de modo democrtico para tiempo indefinido24

    C este elemento no es menor en tanto, a pesar del alto grado conseguido en losterritorios, la eperiencia tanto limeJa como c)ilena mostr, en su per!odo -clsico, unaparente sentido estrictamente local, generalizado pero fragmentado. U/ignifica ello queeste -poder estar!a condenado a la su%ecin de un -territorio ina!o&ible, no a!pliableVEn esa l!nea, /alazar cree ver en el caso c)ileno un e%emplo contrario en el cul los l!mitesde los -territorios tomados se ampliaron incipientemente en tanto se encontr una formaoperativa de amplificarlo y socializarlo la -accin directa* y, sobre todo, se acumularonaprendi9a8espara ello5

    -El origen de este tipo de poder puede reconocerse en las tomas de sitios realizadasdesde 1234 por los primeros -callamperos los obreros cesantes del salitre que fueron'albergados' por el Estado*, pero su culminacin se alcanz )acia 12H?, cuando losdiversos tipos de -toma y los diversos modos de -accin directa concurrieron encrear -cordones industriales, -comandos comunales y -asambleas del pueblo,

    formas de poder popular que no se limitaron al autogobierno interno de una -toma, yaque plantearon tambin incipientes formas populares de #obierno local y nacional ...*los grupos que activaron el poder popular )acia 12H? se autoeducaron para #obernarpor s !is!os los espacios que estaban -tomndole al Estado &opulista, rebasando porla izquierda al movimiento de masas que )ab!a enca%onado ba%o el mando de la clasepol!tica civil que, a su vez, se )ab!a amarrado a si misma +por conveniencia, )bito yfe+ a la vie%a constitucin liberal de 12?821.

    ")ora, si bien el anlisis en esta l!nea est recin comenzando, creemos que estaventana abierta a la dimensin -pedaggica de la accin colectiva de los pobres urbanos,abre desaf!os interesantes para abordar por parte de las ciencias )istricas5 Ucunto sabemosde los procesos de auto*educacin de los sectores popularesV, Ucules son las formas)istricas a partir de las cules los sectores populares )an aprendido y enseado susrepertorios de accin, sus pautas culturales, sus estrategias de negociacin y de imposicin

    Suimant, ?44H.:2 @atos @ar, Gos5 Fesborde popular y crisis del Estado. Lima5 Iondo Editorial del (ongreso del &er,

    ?44;, pg. 141.24 /alazar, 6abriel5 En5 Del Poder Constituyente de salariados e Intelectuales +C*ile, %i#los $$ y $$I/.

    /antiago5 LA@, ?414, pg. 1H8.21 Ibid., pg.

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    de sus -nuevas legalidades en el aparato del EstadoV C creemos que estas preguntas