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Transcript of D e l am no c o n J esús P r o p u e s t a...

De la manocon Jesús

Propuesta didáctica

De la mano 1 Guia 1-40.indd 1 2/15/11 3:43:28 PM

Autora Diana Cristina Borsani

Edición Sara BenvenisteCorrecciónEmiliano Bezus EspinosaIlustracionesJuan NoaillesImágenesArchivo Edebé

Coordinadora editorialMaría del Carmen CaeiroJefe de arte Ariel VillalbaProducciónMarcelo Salvatti

Nada obsta a la Fe y la Moral católicas para su publicación.

Sr. Pbro.CRISTIAN JOSÉ RAMÍREZcensor

Puede imprimirseS.E.R. Mons. Joaquín Mariano SucunzaObispo Auxiliar y Vicario General del Arzobispado de Buenos Aires

Buenos Aires, 20 de octubre de 2010

Con aprobación metodológicaP. Osvaldo NapoliDirector Nacional de CatequesisCasa de la Catequesis, 20 de octubre de 2010

© Edebé S. A., 2010Don Bosco 4069(1206ABM) CABA

Hecho el depósito que establece la ley 11.723Impreso en la Argentina/ Printed in ArgentinaPrimera edición

No está permitida la reproducción total o parcial de este libro, ni su tratamiento informático, ni la transmisión de ninguna forma o por cualquier medio, ya sea electróni-co, mecánico, por fotocopia, por registro u otros méto-dos, sin el permiso previo y por escrito de los titulares del copyright.

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Cuadro de contenidos ................................................ 4 Introducción ................................................................ 8

Año 1

Un nuevo año comienza Encuentro 1: Me presento ..........................................11 Encuentro 2: Jesús también se presenta ...................11Encuentro 3: Jesús me invita a ser su amigo ...........11Encuentro 4: Yo le respondo a Jesús .........................11Celebración 1: Damos juntos gracias a Jesús por ser nuestro amigo ...................................11Jesús nos presenta a su PadreEncuentro 5: Al Papá de Jesús lo llamamos Dios Padre ............................................. 12Encuentro 6: Jesús nos enseñaa llamar a Dios Padre: Padre Nuestro ....................... 12Encuentro 7: Dios Padre nos escucha y nos responde: nos regala su Palabra ..................... 12Encuentro 8: Aprendo a usar la Biblia ...................... 12Encuentro 9: Jesús nos enseña cómo debemos leer y recibir la Palabra de Dios ................ 12Celebración 2: Entrega de la Palabra ........................ 12El Amor del Padre y la historia del Pueblo de DiosEncuentro 10: Dios Padre nos creó por Amor .......... 14Encuentro 11: Dios elige a un hombre para formar su pueblo: la historia de Abraham .............. 14Encuentro 12: El pueblo sigue caminando: Dios llama a Moisés ................................................... 15Encuentro 13: Dios le da a Moisés los Mandamientos ...................................................... 15Encuentro 14: El pueblo crece y se aleja de Dios ........................................................ 16Jesús nos invita a conocer su propia historiaEncuentro 15: Jesús Hijo de Dios, nacido de María .......................................................... 16Encuentro 16: Les ha nacido un Salvador ................ 16Encuentro 17: Jesús verdadero Hombre .................. 16Encuentro 18: Jesús elige a un grupo de amigos: los apóstoles ........................................... 17Encuentro 19: Jesús nos habla a través de parábolas ................................................. 17Encuentro 20: Jesús nos trae la Buena Nueva ......... 17Encuentro 21: Jesús nos muestra los signos del Reino ................................................... 17Encuentro 22: Jesús, la Pascua del Pueblo de Dios ...................................................... 18Los sacramentos: el Amor de Dios se hace visibleEncuentro 23: Los sacramentos, signos del Amor ........................................................ 19Encuentro 24: El Bautismo de Jesús ......................... 19Encuentro 25: Un nuevo nacimiento, una nueva vida ............................................................ 19

Encuentro 26: Los amigos de Jesús aman la verdad .......................................................... 20Encuentro 27: El abrazo de Jesús: abrazo de perdón ........................................................21Encuentro 28: Preparo mi corazón para recibir el perdón de Jesús .................................21Encuentro 29: Papá Dios nos perdona siempre ................................................ 22

Año 2

Un amigo de siempre nos esperaEncuentro 1: Volvemos a encontrarnos con Jesús y nuestros amigos ................................... 25Encuentro 2: Nos encontramos con Jesús en su Palabra ............................................25Encuentro 3: La felicidad que todosbuscamos nos la da Jesús ........................................25Encuentro 4: Jesús, el amigo fiel que siempre nos acompaña ..................................... 25Encuentro 5: La oración: encuentro con Dios .........26Encuentro 6: Dios nos perdona. Con Jesús perdonamos ............................................ 26Invitados a la gran fiestaEncuentro 7: Cuando hacemos una fiesta ...............26Encuentro 8: La Última Cena que es la primera .....27Encuentro 9: El Pan que da la Vida ..........................27Encuentro 10: La nueva Alianza ...............................27Encuentro 11: Preparamos la casa y el corazón para la fiesta ......................................... 28Encuentro 12: Comienza la fiesta .............................29Encuentro 13: Jesús te invita a su mesa .................30Jesús nos presenta al Espíritu SantoEncuentro 14: El Espíritu Santo nos anima y da fuerzas .............................................30Encuentro 15: Los signos y regalos del Espíritu Santo ...................................... 31Encuentro 16: Las verdades que construyen la Iglesia ...........................................31Encuentro 17: La iglesia: la casa de todos ...............32Encuentro 18: Los santos, hombres y mujeres de fe .......................................................... 32Encuentro 19: Lo dejaron todo y lo siguieron .........33Encuentro 20: María testigo del amor de Jesús ..................................................... 33Encuentro 21: Con nuestros talentos construimos un mundo mejor .................................. 34Encuentro 22: Un llamado para todos: nos invitan a ser misioneros ..................................... 35Encuentro 23: De la mano con Jesús todo cambia ............................................. 36

Guión de la misa de la Primera Comunión .............36

Índice

De la mano 1 Guia 1-40.indd 3 2/15/11 3:43:29 PM

4

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5

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Introducción

De la mano con Jesús, es una propuesta dirigida a la preparación de la Primera Comunión.

Este proyecto reúne en un texto los dos años requeridos. Cada año tiene como tema principal la preparación para los sacramentos de la Reconcilia-ción y la Eucaristía. En primer año preparamos el sacramento de la Reconciliación, en segundo año, específicamente el sacramento de la Eucaristía.

La Palabra de Dios es la fuente de la catequesis, proporcionándole el contenido de los que han deci-dido seguir a Jesús.

A lo largo de la historia, Dios se ha revelado para que el hombre lo conozca. Es Jesús, su único Hijo, la revelación máxima de Dios y también la Palabra encarnada. Jesús funda la Iglesia para que en ella resuene en el tiempo la Palabra de Dios.1

La catequesis se alimenta de la Palabra de Dios y es fiel transmisora de su revelación, que hemos recibido de Jesús. Por lo tanto, Cristo es el centro de la catequesis.

También se sirve de la Sagrada Tradición que “transmite íntegramente a los sucesores de los apóstoles la Palabra de Dios, que fue a estos confia-da por Cristo Señor y por el Espíritu Santo”2, y del Magisterio de la Iglesia cuya función es la de “inter-pretar auténticamente la Palabra de Dios”3. Junto a la Palabra de Dios, son cada uno, con su estilo propio, fuentes de la catequesis.

Los textos bíblicos a los que remite este proyec-to han sido extraídos del Libro del Pueblo de Dios, traducción pastoral de la Biblia.

Se cita también, el documento Aparecida de la Conferencia Latinoamericana.

Pedagogía4

“¡Y yo había enseñado a caminar a Efraím, lo toma-ba por los brazos! Yo los atraía con lazos huma-nos, con ataduras de amor; era para ellos como los que alzan a una criatura contra sus mejillas, me inclinaba hacia él y le daba de comer”. (Oseas 11, 3-4)

La pedagogía que sigue De la mano con Jesús, es la pedagogía divina. Dios, que es un padre mise-ricordioso, toma a la persona y a la comunidad en-tre sus brazos. Lo rescata de sus ataduras, lo libera y lo pone de pie, ayudándolo a crecer progresiva

1Cf. CT 272Cf. DCG 963Ibidem. 4DCG 139-147

y pacientemente hacia la madurez de los hijos de Dios, es decir, lo ayuda a madurar en la Palabra re-velada por Él.

Nuestra misión como catequistas es favorecer los espacios de silencio, para que los niños puedan es-cuchar en su interior lo que Dios quiere decirles, para que puedan recibir los dones entregados por Él y en consecuencia, saber hacer su acción de gracias.

La pedagogía divina tiene su máxima expresión en Cristo, quién a través de sus palabras, signos y obras realizadas entre nosotros, permite que los apóstoles reciban el mensaje, teniendo así la experiencia direc-ta de su pedagogía. La pedagogía de Jesús revela la salvación que Dios quiso darnos, encarnándose en la vida misma del hombre.

En esta línea, nuestra acción como catequistas es prestar atención a la vida de cada uno de los niños, respetar su propio ritmo en el proceso de fe que se genera en cada catequesis. Transmitir las verdades de fe con un lenguaje apropiado a la edad de ellos, uti-lizando todos los medios de comunicación posibles, con el fin de lograr una plena comprensión y adhe-sión al mensaje anunciado.

La Iglesia que es signo y sacramento de Cristo, desde sus comienzos vive su misión en continua sintonía con la pedagogía del Padre y del Hijo. Es por lo tanto educadora de la fe. Cristo, al regresar al Padre, deja a la vida de la Iglesia como signo de sal-vación. A través de la pedagogía de la Iglesia llega a todos la salvación.

Los catequistas tenemos que ayudar a que los niños descubran los signos de salvación en la vida de la Iglesia, procurando insertarlos en ella.

La acción del Espíritu Santo ayuda al crecimien-to y maduración de la fe. La pedagogía del Espíritu Santo actúa en el proceso de fe que la catequesis genera.

Los catequistas debemos estar atentos a este proceso y acompañar a los niños en el camino de fe, respetando sus tiempos.

Con lo expuesto, podemos decir que la pedagogía divina alcanza su meta cuando el discípulo llega a la madurez en la fe.

Metodología5

La metodología de la catequesis tiene como ob-jeto la educación en la fe. Para ello se sirve de las ciencias pedagógicas, de los medios de comunica-ción aplicados a la catequesis, teniendo presente la realidad de cada persona y comunidad.

Deberemos tener en cuenta la fidelidad a Dios y al hombre, por lo que evitaremos toda contra-

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posición, separación o neutralidad entre método y contenido; buscaremos su necesaria interacción. El método está al servicio de la revelación y de la con-versión, por lo tanto nos serviremos de él. Los cate-quistas sabemos que el contenido de la catequesis no es indiferente a cualquier método. Este exige un proceso de transmisión adecuado a la naturaleza del mensaje, a sus fuentes y lenguajes sin olvidar a los destinatarios.

Hemos utilizado en este proyecto el método dever – juzgar – actuar – celebrar.

Ver: observa la realidad.

Partiendo de hechos concretos, cercanos o no a la realidad de los niños, se buscarán las causas (el por qué) y los efectos (las consecuencias). De este modo, desarrollaremos en los niños la capacidad de observación y reflexión de un modo objetivo, ya que los ayudaremos a pensar y a expresar sus opiniones. El ver hace referencia a poner la mirada en la realidad con los ojos de Dios, para descubrir lo que ella esconde en profundidad. En el ver se toma conciencia de la realidad, lo que permitirá te-ner una visión más amplia, profunda y global que motivará a posteriori realizar acciones que trans-formen la raíz de los problemas.

Ninguna mirada de la realidad es neutra: siem-pre están presentes presupuestos teóricos ins-pirados en criterios y los valores propios de cada persona. Por lo tanto, siempre el acento se pondrá en la persona y no en las ideas ni en los hechos o acontecimientos.

Juzgar: la realidad a la luz de la fe.

Realizado el análisis de la realidad, se hará una confrontación con la Palabra de Dios: ¿qué dice la Palabra de Dios sobre este hecho o acontecimiento? En este segundo momento, la Palabra de Dios relee y reinterpreta los hechos sobre una nueva luz: la luz de la fe, del mensaje de Jesús y de su Iglesia. Sere-mos guías para descubrir qué ayuda necesitan las personas para alcanzar su liberación integral, para poder vivir como verdaderos hermanos en una so-ciedad construida según el proyecto de Dios, y no el de los hombres. En este momento es importante que permitamos que tanto la Palabra de Dios, como los documentos de la Iglesia, cuestionen la realidad analizada en el paso anterior.

El juzgar ayudará a tomar conciencia del pecado personal presente en la vida de cada uno y del pe-cado social presente en las estructuras injustas de la sociedad. Exige un conocimiento cada vez más profundo del mensaje cristiano, un ambiente de oración y un diálogo profundo con Jesús, presente

en la vida de cada bautizado, en la vida de la Iglesia. Es un momento privilegiado, pues en él se da lo pu-ramente cristiano de esta propuesta metodológica.

Los catequistas ayudamos a que los niños to-men posición frente al hecho analizado, lo valoren positiva o negativamente, busquen hechos simila-res en la vida de Jesús, en la Palabra, analicen las consecuencias del encuentro con Dios y la llamada a la conversión. Es un proceso de discernimiento.

Actuar: la realidad transformada.

Es una etapa para planear y realizar, una acción transformadora de la realidad constatada y reflexio-nada. Aquí el grupo se dispondrá a responder al desa-fío de la realidad de manera activa: individual, grupal, buscando cambiarla de manera organizada. Pues lo más importante es que la catequesis lleve a los cate-quizados a un compromiso y a una entrega plena y continua. El actuar impide que aquello que hemos re-flexionado quede en lo abstracto, logrando descubrir el plan de Dios sobre esa realidad analizada.

En este momento, se debe estar atento para que la propuesta que se desee realizar no sea un fruto espontáneo, sino un fruto maduro de una reflexión profunda.

Esta acción nos llevará a transformar la realidad desde sus raíces. Es un proceso lento que exige mucha paciencia. De este modo contribuiremos en la construcción de la Civilización del Amor.

Celebrar: la vida de fe transformadora.

Celebrar implica poder descubrir al Dios de la vida en la realidad personal y comunitaria analizada en el ver. Es encontrarse con Él en la Palabra medi-tada en el juzgar. Es asumir el compromiso tomado en el actuar para transformar la realidad observada. Todos estos pasos nos llevarán a la celebración de la experiencia vivida.

Para nosotros la fe y la vida están integradas, por eso el celebrar es propio de los cristianos. Cele-bramos alegrías y tristezas, logros y fracasos, espe-ranzas y angustias, tanto de la vida personal como comunitaria. En el celebrar la vida misma, reconoce-mos la presencia liberadora del Dios de la vida que camina junto a su pueblo, haciendo historia con él.

Cuando celebramos, fortalecemos nuestra fe es-tando en íntimo contacto con el Misterio mismo: la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo.

Celebrar es signo de la presencia del Espíritu en la comunidad, que mueve en cada uno a dar lo que es, para que la acción sea más transformadora. Asumimos y nos fortalecemos para cambiar la rea-lidad.

Cuando celebramos tomamos conciencia del proceso de transformación.

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Tarea del catequista y formación permanente

“Siempre damos gracias a Dios por todos ustedes, cuando los recordamos en nuestras oraciones, y sin cesar tenemos presente delante de Dios, nues-tro Padre, cómo ustedes han manifestado su fe con obras, su amor con fatigas y su esperanza en nuestro Señor Jesucristo con una firme constan-cia”. (1ªTe 1, 2-3)

Tenemos la certeza que solo aquel que ha teni-do una experiencia personal con Cristo, ha podido transformar su vida. En este cambio, pasa de ser evangelizado a evangelizar, pues se convierte en testigo del mensaje anunciado que recibió y encar-nó en su vida.

El catequista será un mediador que facilita la co-municación entre las personas y el misterio de Dios, del mismo modo entre los hombres y dentro de la comunidad. ¿Por qué? Porque ha hecho experien-cia y memoria del proceso de transformación que su vida ha tenido a partir del paso de Jesús por ella. Tendremos presente siempre que el qué enseña es Jesús. Por lo tanto, deberemos saber corrernos a tiempo, para que los que reciban el anuncio, vean que el único Maestro es Jesús.

Nosotros somos conscientes que la única doctrina que debemos presentar es la de Je-sús y no lo que nosotros pensamos, sentimos o consideramos.

Por eso es necesario que todo catequista tenga una formación permanente. No basta con el curso que ha-yamos tomado y que nos habilite para esta tarea.

“Dado el papel de educadores en la fe que tie-nen, deben motivarse fuertemente a ser, al mismo tiempo: maestros educadores y testigos, ya que la catequesis cumple al mismo tiempo, tareas de ini-ciación, de educación y de instrucción”6.

No solo es necesaria la capacitación intelectual y pedagógica, sino que tambien, es necesario cui-dar nuestra vida espiritual. Cultivando nuestra es-piritualidad, ayudamos y nos ayudamos a que la transmisión del mensaje que anunciamos sea fiel al mensaje de Jesús. La vida de oración, tanto perso-nal como comunitaria, refuerza nuestra comunión con Jesús.

6 DCG 31

Estructura del libro

De la mano con Jesús, recorre el itinerario de preparación a la Primera Comunión. Está organiza-do en unidades constituidas por encuentros donde se desarrolla el ver, juzgar y actuar. Cada unidad culmina con el celebrar.

• A lo largo del trayecto, los niños conocerán a: • Dios Padre.• Dios Hijo, Jesús.• Dios Espíritu Santo.

Así en el anuncio y en el encuentro paulatino con Dios lograremos que puedan adherir a la persona de Cristo. Con este proceso de fe, llevaremos a los niños a convertirse en:• Discípulos de Aquel que libera y ayuda a realizar el

proyecto de vida que Dios tiene para cada uno. • Misioneros, pues Jesús los hace partícipes de

su misión, al mismo tiempo que los vincula a Él como amigos y hermanos7.

Sugerencias por encuentros y celebraciones

A continuación damos algunas sugerencias para el desarrollo de los encuentros, así como también las soluciones a las actividades propuestas en ellos.

En cuanto a las celebraciones, solo desarrollare-mos las correspondientes a la Entrega de la Pala-bra, la Reconciliación y la Misa. El resto de las cele-braciones seguirán la siguiente estructura:

• Ambientación• Canto• Señal de la cruz• Lectura de la Palabra de Dios• Comentamos la Palabra escuchada• Oración de los fieles• Padre nuestro• Señal de la cruz• Canto de despedida

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Año 1

Es el primer encuentro, por lo tanto es oportuno comenzar con una dinámica de presentación.

Objetivo: conocernos.Recurso: La pelota preguntona.Desarrollo: El catequista entrega una pelota a uno de los participantes, invita a los presentes a sentar-se en círculo y explica la forma de realizar el ejer-cicio.

Mientras se entona una canción la pelota se hace correr de mano en mano; a la señal del catequista, se detiene el ejercicio.

La persona que ha quedado con la pelota en la mano, se presenta al grupo: dice su nombre, edad, la escuela a la que concurre y lo que le gusta hacer en los ratos libres.

El ejercicio continúa de la misma manera hasta que se presentan todos. En caso de que una misma persona quede más de una vez con la pelota, el gru-po tiene derecho a hacerle una pregunta.

Luego se conversará acerca de los motivos por los cuales, a partir de hoy se reunirán todas las se-manas. Sugerimos leer y reflexionar esta cita:

“Porque donde hay dos o tres reunidos en mi Nom-bre, Yo estoy presente en medio de ellos”. (Mt. 18, 20)

Proponemos el siguiente juego, que facilitará el conocimiento de los integrantes del grupo y tam-bién de un nuevo amigo: Jesús.

Objetivos: Aprender los nombres de los compañe-ros del grupo.Recurso: Explotar globos.Material: Globos y tarjetas con el nombre de cada participante.Desarrollo: Los participantes se sientan en círculo. Cada participante dirá su nombre con voz clara y fuerte. Previamente se tendrán preparados tantos globos como participantes haya. Cada globo tendrá en su interior el nombre de cada integrante.

Una vez que todos se hayan presentado, se pondrán los globos en el centro del círculo. El ca-

tequista dará una orden y todos tomarán solo un globo. Cuando todos lo hayan hecho, el catequis-ta dejará en el centro un globo, de otro color, que tendrá el nombre de Jesús. Tratarán de reventarlo su globo, para obtener la tarjeta con el nombre de un participante. Luego volverán a sentarse en cír-culo con la tarjeta en la mano y se la darán a su dueño. Al recibir la tarjeta con su nombre, cada uno deberá decir una cualidad que lo caracteriza. Cuando todos tengan la tarjeta con su nombre, el animador reventará el globo que contiene el nom-bre de Jesús. Preguntará si lo conocen y qué co-sas saben de Él.

Luego de conversar sobre Jesús, sugerimos leer y reflexionar con esta lectura:

“Yo soy el buen Pastor: conozco a mis ovejas, y mis ovejas me conocen a Mí - como el Padre me conoce a Mí y Yo conozco al Padre - y doy mi vida por las ovejas”. (Jn. 10, 14-15)

Conversaremos sobre las cualidades de un ami-go. Haremos hincapié en el valor de la verdad, la confianza y la sinceridad.

En este encuentro es importante acentuar las cualidades que a Jesús le gustan de sus amigos.

Reflexionamos la cita Juan 15, 14-16.

Encuentro 1 Me presento Páginas 6 - 7

Encuentro 2 Jesús también se presentaPáginas 8 - 9

Encuentro 3 Jesús me invitaa ser su amigo. Páginas 10 - 11

Encuentro 4 Yo le respondo a Jesús.Páginas 12 - 13

Solución de la actividad unir con flechas:Rezamos juntos. Digo siempre la verdad. Estoy atento a las necesidades del otro. Amarnos unos a otros como Él nos ama.

Celebración:Damos juntos gracias a Jesús por ser nuestro amigo. Palabra sugerida: Juan 15, 14-16.Se ambienta con los afiches realizados por cada grupo. Idea principal de la celebración: la nueva amistad a la que Jesús nos invita.

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En este encuentro compararemos el amor hu-mano de los adultos, con quienes los niños viven, con el amor del Papá de Jesús.

La canción sugerida es Vine a alabar a Dios.

En este encuentro se resaltará la imagen de Dios Pa-dre como un Padre providente, que siempre está atento a nuestras necesidades y que nos sostiene con su mano en toda circunstancia. Él nos da todo lo que necesita-mos. Explicamos el Padre Nuestro como oración ense-ñada por Jesús y que nos une como hermanos.

El objetivo de este encuentro es que los niños conozcan la Palabra de Dios, dónde la podemos encontrar, cómo llega a nosotros, qué nos cuenta y cómo debemos recibirla. Ella es un tesoro que Dios nos regala, el cual debemos agradecer, pues es expresión de su amor hacia nosotros. Recibir su Palabra implica abrir el corazón con la llave de la fe, escucharla con atención cuando se proclama y po-nerla en práctica en nuestra vida. Escuchar y practi-car la Palabra de Dios nos hace felices. Reflexiona-mos esta afirmación con la siguiente cita:

“Cuando Jesús terminó de hablar, una mujer levantó la voz en medio de la multitud y le dijo: ‘¡Feliz el seno que te llevó y los pechos que te amamantaron!’. Jesús le respondió: ‘Felices más bien los que escuchan la Palabra de Dios y la practican”. (Lc. 11, 27-29)

Reforzamos el objetivo del encuentro anterior, resaltando que cuando escuchamos la Palabra de Dios y permitimos que ella entre en nuestro cora-zón, nos hace fuertes y nos ayuda a construir nues-tra vida sobre roca sólida. Proponemos ejercitación para el manejo de la Biblia, la cual puede ampliarse de acuerdo a cada grupo.

“Así, todo el que escucha las palabras que acabo de decir y las pone en práctica, puede compa-rarse a un hombre sensato que edificó su casa sobre roca. Cayeron las lluvias, se precipitaron los torrentes, soplaron los vientos y sacudieron la casa; pero ésta no se derrumbó porque estaba construida sobre roca. Al contrario, el que escu-cha mis palabras y no las practica, puede compa-rarse a un hombre insensato, que edificó su casa sobre arena. Cayeron las lluvias, se precipitaron los torrentes, soplaron los vientos y sacudieron la casa: ésta se derrumbó, y su ruina fue grande”. (Mt. 7, 24-27)

El propósito de este encuentro, es reflexionar sobre la parábola del sembrador en preparación a la celebración de entrega de la Palabra. Acentua-remos la actitud de respeto, con la que recibirán la Palabra de Dios. Nuestro corazón deberá ser tierra fértil para que en nuestra vida, esa Palabra dé frutos duraderos.

La entrega de la Palabra es el primer paso en la preparación a la Primera Comunión. Por lo tanto, debe ser un gesto importante y también personali-zado. Debemos ser cuidadosos con esto. Para ello, tendremos que preparar muy bien a los niños, para que ellos puedan valorizar lo que van a recibir, ha-ciendo hincapié en que lo que recibirán no es un libro cualquiera, sino que es la Palabra de Dios; ella es una hermosa carta de amor que Él escribió para cada uno.

Encuentro 5 Al Papá de Jesús lo llamamos Dios PadrePáginas 16 - 17

Encuentro 9 Jesús nos enseña cómo debemos leer y recibir la Palabra de DiosPáginas 24 - 25

Encuentro 6 Jesús nos enseña a llamar a Dios Padre: Padre NuestroPáginas 18 - 19

Encuentro 7 Dios Padre nos escucha y nos responde: nos regala su PalabraPáginas 20 - 21

Reforzamos el objetivo del encuentro anterior,

Encuentro 8 Aprendo a usar la BibliaPáginas 22 - 23

Celebración: Entrega de la PalabraPágina 26

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Ambientación: Preparar el lugar con una mesa cu-bierta con una manta o mantel, donde se pondrán las Biblias o Nuevos Testamentos que se entregarán. Y un atril donde se colocará la Palabra de Dios. Su-gerimos que los niños estén sentados en semicírculo alrededor del atril y sus familias detrás.

En un lugar visible (pared del fondo de la capilla o salón), un cartel con la frase Tu Palabra me da vida. Delante del atril se colocará una planta viva y un recipiente con agua (vaso o jarra). Es importante ambientar con tiempo para que no falte nada.

Desarrollo: Comenzamos con un canto, que puede ser Vine a alabar a Dios, mientras un niño entra con la Palabra en alto, acompañado de otros dos con pequeños cirios encendidos. La Palabra será dejada en el atril y los cirios sobre el altar, o mesa. Detrás, y en procesión, entrarán el resto de los chicos, quie-nes tomarán asiento en los lugares preparados en semicírculo.

SaludoSacerdote o animador: “En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo”.Todos: AménSacerdote o animador: “Queridos hermanos, la Pa-labra de Dios es alimento para todos los cristianos. Ella nos ayuda a crecer y a estar fuertes. Así como esta planta que vemos delante del atril necesita del agua y de la luz para vivir y crecer, nosotros no po-dríamos vivir sin la Palabra de Dios. Ella es palabra viva, es palabra que nunca se agota y que en todo momento nos acompaña. Está en nosotros el saber recibirla en nuestro corazón, para que nos ayude a crecer en el amor a Dios y a nuestros hermanos”.Guía: “Cantamos con mucha alegría Tu Palabra me da vida, antes de escuchar lo que Dios nos quiere contar”. Un niño se acerca y tomando el vaso o la jarra, le pone un poquito de agua a la planta. Este gesto, será conveniente que todos lo puedan ver.

Lectura del Santo Evangelio según San Lucas: “Como se reunía una gran multitud y acudía a Jesús gente de todas las ciudades, Él les dijo, valiéndose de una parábola: ‘El sembrador salió a sembrar su semilla. Al sembrar, una parte de la semilla cayó al borde del camino, donde fue pisoteada y se la co-

mieron los pájaros del cielo. Otra parte cayó sobre las piedras y, al brotar, se secó por falta de hume-dad. Otra cayó entre las espinas, y éstas, brotan-do al mismo tiempo, la ahogaron. Otra parte cayó en tierra fértil, brotó y produjo fruto al ciento por uno’. Y una vez que dijo esto, exclamó: ‘¡El que tenga oídos para oír, que oiga!’. Sus discípulos le preguntaron qué significaba esta parábola, y Jesús les dijo: ‘La parábola quiere decir esto: La semilla es la Palabra de Dios. Los que están al borde del camino son los que escuchan, pero luego viene el demonio y arrebata la Palabra de sus corazones, para que no crean y se salven. Los que están sobre las piedras son los que reciben la Palabra con ale-gría, apenas la oyen; pero no tienen raíces: creen por un tiempo, y en el momento de la tentación se vuelven atrás. Lo que cayó entre espinas son los que escuchan, pero con las preocupaciones, las riquezas y los placeres de la vida, se van dejando ahogar poco a poco, y no llegan a madurar. Lo que cayó en tierra fértil son los que escuchan la Pala-bra con un corazón bien dispuesto, la retienen, y dan fruto gracias a su constancia’”. (Lc. 8, 4-10a. 11-15)

Comentario de la Palabra escuchada

Ideas fuertes para resaltar:• Estar atentos a la Palabra.• Disponer bien el corazón para escucharla.• Tratar de hacer lo que la Palabra nos sugiere.• Llevar la Palabra a otros. Ser solidarios con los hermanos.

Entrega de la BibliaGuía: “Para que la Palabra dé frutos, debemos ser tierra fértil. Para serlo, tenemos que escuchar con el corazón lo que Dios nos dice a través de ella y poner en práctica lo que escuchamos. Así hizo la Virgen Ma-ría quien al escuchar lo que Dios le dijo a través del ángel Gabriel, cuando le anunció que sería la mamá de Jesús, ella le dijo: ‘Hágase en Mí según tu Palabra’. Por esto, queridos chicos, cuando reciban la Biblia de Biblia de Bibliamanos de sus catequistas, van a decir lo mismo que dijo la mamá de Jesús: ‘Hágase en Mí según tu Pala-bra’. En casa invitarán a su familia a leerla juntos, y así crecerán en el amor y la unidad”.

Guía: “Invitamos al sacerdote a que bendiga estas Biblias”. Si no hubiera sacerdote, le pedimos a Dios que ben-diga estas Biblias. Para ello, extendemos todos la mano derecha sobre las Biblias y decimos tres ve-ces: “Dios, bendice estas Biblias”.

Guía: “Le pedimos a los catequistas que se acerquen para hacer entrega de la Biblia, llamando por su

vuelven atrás. Lo que cayó entre espinas son los

ahogar poco a poco, y no llegan a madurar. Lo que

Materiales: Cartel con la frase Tu Palabra me da vida. Pequeñas bolsitas con semillas y papelitos con citas bíblicas sobre la Palabra. Una canasta o caja para poner las bolsitas con semillas. Atril, Biblia. Manteles y mantas. Planta viva, jarra o vaso con agua. Cirios. Floreros con flores. Gui-tarra, cancioneros, reproductor de CD y CD con música suave.

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nombre a cada niño, quien al recibirla dirá: ‘Hágase en Mí según tu Palabra’. Podemos poner música de fondo o realizar un punteo con la guitarra.Guía: “Porque queremos ser dóciles a la Palabra como lo fue María, le rezamos el Dios te salve María”.Guía: “Ponemos en común nuestras intenciones, con la confianza de saber que Dios nos escucha y está atento a nuestras necesidades y a la de nues-tros hermanos. A cada intención respondemos:

“‘Que tu Palabra nos ilumine’”.1. Te pedimos que tu Palabra nos alimente en nues-

tro camino a la Primera Comunión. Oremos2. Te pedimos que en nuestra familia, tu Palabra sea

el alivio a sus dificultades. Oremos…3. (Se pueden agregar más intenciones.)

Guía: “Le damos gracias a Dios por el regalo de su Palabra que es vida para nuestra vida, rezando to-dos juntos el Padre Nuestro”. Sacerdote: Hará la bendición final. Si no hubiera sa-cerdote, el guía dirá lo siguiente:Guía: “Le pedimos a Dios que nos bendiga, que bendiga a cada una de nuestras familias, para que todos podamos recibir y anunciar la Palabra que hoy llevamos a nuestros hogares. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.Nos despedimos cantando un canto a María”.

Al retirarse los niños, el catequista les entrega-rá una bolsita con semillas, explicando que todos debemos ser la semilla que germina y da frutos en nuestra familia, en la escuela e inclusive cuando ju-gamos.

El tema central de este encuentro es el pecado. Conversaremos sobre Dios, creador de todo el universo. Resaltando que todo lo que creó, lo creó bueno. Nada hizo mal. Cuando crea al hom-bre, lo crea a su imagen y semejanza. Somos imagen y semejanza de Dios, porque estamos capacitados para amar y tenemos libertad. Dios es amor, nosotros estamos llamados a amar. También nos creó libres. La libertad es lo que le permite al hombre poder elegir: escuchar a Dios o desobedecerle. Cuando no escuchamos a Dios, no amamos, entonces pecamos y nos alejamos de su amor, nos alejamos de Él. Por lo tanto, nin-gún hombre nace malo.

Todos nacemos con el pecado original. El peca-do original es el pecado cometido por Adán y Eva al

pretender ser como Dios. El pecado original, debi-lita la naturaleza humana, haciendo al hombre más vulnerable a las tentaciones. El pecado original hie-re a la naturaleza humana en sus propias fuerzas naturales, sometiendo al hombre al dolor, al sufri-miento, las pasiones y a la muerte.

Dios en su infinita misericordia, no nos deja so-los y librados a nuestra propia suerte por esta elec-ción. Nos regala la posibilidad de volver a Él. Por medio del bautismo nacemos nuevamente a la vida de Dios y se nos perdonan todos los pecados.

Luego de leer el relato de la creación del libro del Génesis, es conveniente leer la promesa de Dios de no dejar al hombre solo.

A esa promesa la llamamos Protoevangelio, por ser el primer anuncio del Mesías redentor.

“Y el Señor Dios dijo a la serpiente: Por haber he-cho esto, maldita seas entre todos los animales domésticos y entre todos los animales del campo. Te arrastrarás sobre tu vientre, y comerás polvo todos los días de tu vida. Pondré enemistad entre ti y la mujer, entre tu linaje y el suyo. Él te aplas-tará la cabeza y tú le acecharás el talón”. (Gn. 3, 14-15)

Con la caída de Adán y Eva, y la promesa de Dios de enviar un Salvador, comienza la historia de la salvación.

En cuanto al tema de las tentaciones, enseñare-mos que una tentación es la invitación a apartarnos del amor de Dios, es decirle sí al pecado. En este punto debemos resaltar la lucha interior que todos tenemos entre hacer el bien que Dios nos pide y la inclinación al mal que todos tenemos, lo que llama-mos concupiscencia, a la que hace referencia San Pablo:

“En efecto, el deseo de hacer el bien está a mi alcan-ce, pero no el realizarlo. Y así, no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero. Pero cuando hago lo que no quiero, no soy yo quien lo hace, sino el pe-cado que reside en mí”. (Rom. 7, 18b-20)

El propósito de este encuentro, es resaltar la fe de Abraham. Fe que, en nuestro caso, hemos re-cibido en el Bautismo y que debemos alimentarla estando atentos a la Palabra de Dios. A lo que Dios quiere de cada uno de nosotros.

Encuentro 10 Dios Padre nos creó por AmorPáginas 28 - 29

Encuentro 11 Dios elige a un hombre para formar su pueblo: la historia de AbrahamPáginas 30 - 31

De la mano 1 Guia 1-40.indd 14De la mano 1 Guia 1-40.indd 14De la mano 1 Guia 1-40.indd 14De la mano 1 Guia 1-40.indd 14De la mano 1 Guia 1-40.indd 14De la mano 1 Guia 1-40.indd 14 2/15/11 3:43:32 PM2/15/11 3:43:32 PM2/15/11 3:43:32 PM2/15/11 3:43:32 PM2/15/11 3:43:32 PM2/15/11 3:43:32 PM2/15/11 3:43:32 PM2/15/11 3:43:32 PM2/15/11 3:43:32 PM2/15/11 3:43:32 PM

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Abraham es modelo de fe, de todo bautizado. Resaltaremos la alianza que Dios hace con Abra-ham. Ésta es iniciativa de Dios: Abraham no pide nada. Es gratuita: Dios sólo le pide que tenga fe. Es universal: es para todos los hombres.

Es importante que enseñemos el valor de la con-fianza que Abraham tuvo en la promesa de Dios. Abraham supo desarmar su proyecto de vida, dejar-lo todo, para seguir el proyecto que Dios tenía pen-sado para él. Lo mismo pasa con nosotros, cuando atentos a la Palabra de Dios, nos abandonamos en Él para hacer lo que nos pide.

Con Abraham nace el Pueblo elegido por Dios al cual pertenece Jesús y nosotros. Con él comienza dentro de la historia de este Pueblo, la época de los patriarcas. Este pueblo pasa por muchas dificulta-des que no todas las veces supo superarlas con la fuerza de Dios, sino que buscó lejos de su presen-cia, resolverlas solo. Así nos pasa a nosotros, cuan-do no ponemos nuestra confianza en Dios.

Al caer en la esclavitud, el pueblo clama a Dios la liberación. Es entonces que Dios escucha a su pue-blo y le envía a un mediador: Moisés.

Mostraremos con claridad, que Dios quiere libe-rarnos no solo de la esclavitud física sino también de la espiritual.

En este encuentro diferenciaremos la alianza he-cha con Abraham y con Moisés. Como dijimos en el encuentro anterior, la alianza de Dios con Abraham es: iniciativa de Dios, gratuita y universal. Con Moi-sés, Dios vuelve a establecer una alianza pero en este caso, las cosas cambian. Aquí, es el pueblo el que pide clamorosamente la ayuda de Dios. En con-trapartida, Dios pide a su pueblo que convierta su corazón, que vuelva a Él. Le pide que lo tenga como único Dios y que abandone el culto a otros dioses. Le pide que vuelva a tener confianza en Él. Exige un compromiso por parte del pueblo. Por su parte, Dios se compromete a no abandonarlo, a proteger-lo y a cuidarlo.

Como actividad complementaria, podemos rea-lizar en un papel afiche un dibujo sobre el llamado de Dios a Moisés, la esclavitud del pueblo y el cruce del Mar Rojo.

Terminamos el encuentro con una oración: “Gracias Dios Padre, porque siempre estás a

nuestro lado, guiando nuestros pasos y cuidándo-nos a través de otras personas, para que nos demos cuenta de tu mirada paternal sobre cada uno de no-sotros”.

Los Mandamientos que Dios da a su pueblo, no son prohibiciones. Si bien algunos están enuncia-dos desde la negación, ellos nos ayudan a vivir feli-ces en relación con Dios, con nuestros hermanos y con nosotros mismos.

Era necesario que Dios marcara de este modo el camino que su pueblo debía seguir, ya que las infi-delidades por parte de él aún continuaban.

Con los diez Mandamientos, Dios quiere estar cercano al hombre, para que el hombre esté cer-ca de Él. Con la libertad que tenemos, somos libres para amar, por eso vivir los Mandamientos nos hace felices. Así, los tres primeros Mandamientos nos hacen libres para amar a Dios sobre todas las cosas. Los siete siguientes, nos hacen libres para amar a nuestro prójimo.

Podemos contarles a los chicos que Jesús resu-me la ley de Moisés en dos mandamientos:“Maestro, ¿cuál es el mandamiento más grande de la Ley? Jesús le respondió: ‘Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todo tu espíritu. Este es el más grande y el primer mandamiento. El segundo es semejante al primero: Amarás a tu prójimo como a ti mismo’”. (Mt. 22, 36-39)

Como actividad complementaria, podemos aplicar cada uno de los Mandamientos a nuestra vida, con ejemplos concretos. Esta actividad, ayu-dará a que los niños vean que es posible vivir los Mandamientos en lo cotidiano.

son prohibiciones. Si bien algunos están enuncia

ces en relación con Dios, con nuestros hermanos y con nosotros mismos.

camino que su pueblo debía seguir, ya que las infi

Encuentro 12 El pueblo sigue caminando: Dios llama a MoisésPáginas 32 - 33

Encuentro 13 Dios le da a Moiséslos MandamientosPáginas 34 - 35

Solución a la fuga de vocales: Como Abraham, cuando estoy atento a Dios respondo a su lla-mado con fe.

De la mano 1 Guia 1-40.indd 15De la mano 1 Guia 1-40.indd 15De la mano 1 Guia 1-40.indd 15De la mano 1 Guia 1-40.indd 15De la mano 1 Guia 1-40.indd 15De la mano 1 Guia 1-40.indd 15 2/15/11 3:43:32 PM2/15/11 3:43:32 PM2/15/11 3:43:32 PM2/15/11 3:43:32 PM2/15/11 3:43:32 PM2/15/11 3:43:32 PM2/15/11 3:43:32 PM2/15/11 3:43:32 PM2/15/11 3:43:32 PM2/15/11 3:43:32 PM

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El propósito de este encuentro es resaltar la figura de los profetas. Ellos eran personas sencillas, como cualquiera de nosotros, que supieron ser dóciles a la Palabra de Dios, convirtiéndose en mensajeros de su Palabra y prefiguras del Salvador. Ellos cumplieron con la misión encomendada por Dios, iluminando a los hombres con las claves para volver a Él, fortale-ciéndolos, sanándoles el corazón; transformando de este modo la vida de cada hombre.

Los profetas hablan al corazón del hombre, para que al ser escuchados su vida pueda cambiar, vol-viendo a Dios para amarlo en cada hermano. Hubo en el pueblo muchos profetas que fueron enviados por Dios, pero también muchos que hablaron en nombre de los hombres: los falsos profetas, que intentaron llevar al hombre por caminos distintos a los de Dios. Reflexionemos con los niños: en la actualidad hay muchas voces que nos confunden y nos alejan de Dios.

Les haremos saber, que al estar bautizados, parti-cipamos con Jesús de su misión profética. Todo bau-tizado está llamado a ser profeta: tiene que denunciar las cosas que no son de Dios, que oprimen al hombre y anunciar la Buena Nueva de la Salvación que nos trae Jesús, a la que todo hombre está llamado.

El encuentro tiene como propósito descubrir de a poco la figura de María. Una joven sencilla, que amaba y escuchaba atentamente la Palabra de Dios. Haremos hincapié en que María es la Madre de Dios.

Las actividades propuestas se podrán responder en grupo.

Es importante explicar el Ave María, sobre todo el significado de las palabras Ave, saludo, y el sí generoso y desinteresado de María.

En este encuentro, enseñaremos a los niños que Jesús nació y se crió en el seno de una familia. Vivió y creció bajo la autoridad de sus padres, quienes lo cuidaron y educaron, ayudándolo a desarrollarse hasta convertirse en un adulto.

Propiciaremos que los niños descubran el valor del amor que reciben de su familia.

Resaltemos la importancia de la presencia de María en todos los momentos de la vida de Jesús. Al igual que con su hijo, María también está a nues-tro lado siempre, por eso es importante recibirla en nuestra vida.

Como señaláramos en el encuentro anterior, Jesús nació, creció y fue educado como cualquie-ra de nosotros. Su comportamiento fue similar al de un niño y al de un hombre común. Él quiso ser similar en todo a nosotros, para amarnos con verdadero amor de hermano, cumpliendo así la voluntad de su Padre, a quien Jesús siempre obe-deció. Dejaremos en claro que Jesús compartió todo con nosotros menos el pecado.

La actividad sugerida se puede completar con las siguientes citas que muestran los sentimientos de Jesús, y a la vez facilitarán el manejo de la Biblia: Lc. 2, 16; 10, 21; Mt. 9, 36.

Encuentro 14 El pueblo crece y se aleja de Diospáginas 36 - 37

Encuentro 16 Les ha nacido un Salvadorpáginas 42 - 43

Como señaláramos en el encuentro anterior,

Encuentro 17 Jesús verdadero Hombrepáginas 44 - 45

Encuentro 15 Jesús Hijo de Dios, nacido de Maríapáginas 40 - 41

Solución del crucigrama:

Solución del acróstico:

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Podemos comenzar este encuentro, compartien-do con los niños sus experiencias a la hora de elegir los integrantes para formar un equipo de juego. A partir de estas experiencias, y con la actividad suge-rida, los ayudaremos a entender la importancia del llamado que Jesús nos hace para seguirlo. Él nos elige por las cualidades que tenemos en el corazón. La canción que proponemos en el encuentro, nos ayudará para completar el tema.

Finalizamos el encuentro con la siguiente ora-ción:

“Gracias Jesús, porque quisiste tener amigos.Los elegiste mirando su corazón.Gracias Jesús, porque sé que también me elegiste a mí, para ser tu amigo.Hoy me comprometo a ser tu amigo, y a estar aten-to a lo que Vos le digas a mi corazón, porque quiero ser tu apóstol”.

Enseñaremos que una parábola es una compa-ración que nos deja un mensaje, que a través de la reflexión, llegamos a descubrir. Es también una enseñanza, la que trataremos de llevar a nuestra propia vida. A través de las parábolas, Jesús nos re-vela los misterios del Reino de Dios y de qué modo somos parte de él.

El relato que está en el encuentro, es una versión actualizada de la parábola del Buen Samaritano. Por esto, sería muy útil, leérselas o indicarles que bus-quen la cita y la lean luego de la lectura del relato, para que saquen sus conclusiones.

Parábola del buen samaritano: Lucas 10, 29-37.Se puede complementar la actividad con otras

parábolas, para que los niños busquen el mensaje, la enseñanza que les deja y cómo podrían aplicarlo a su realidad.

• El trigo y la cizaña, Mateo 13, 24-30 • El grano de mostaza, Marcos 4, 30-32 • Los talentos, Mateo 25, 14-19 • El fariseo y el publicano, Lucas 18, 9-14

En este encuentro explicaremos qué es el Reino de los Cielos. Tendremos en cuenta lo que espera-ba el pueblo de Israel: un Mesías Rey, que como lo había hecho el rey David, les trajera paz, justicia, un reino donde hubiera lugar para todos.

Jesús es el Mesías Rey, que con sus dichos, mensajes, prédicas, milagros y signos instauró ese Reino tan esperado por todos, dando de este modo la respuesta que Israel tanto había esperado. Con la venida de Jesús, el Reino de los Cielos llegó a nosotros.

Como bautizados y miembros de la Iglesia, todos estamos llamados a colaborar con Dios con nues-tras obras, actitudes y palabras en la expansión del Reino de los Cielos instaurado por Jesús.

Guiaremos para que los niños puedan descubrir que Jesús hizo el bien siempre, ayudando al que lo necesitaba. Sus milagros son los signos del amor de Dios entre nosotros. El amor de Dios no es para unos pocos, sino para todos, en especial para aque-llos que más sufren, para los marginados, los que están solos y/o enfermos.

La lectura de los Hechos de los Apóstoles 10, 38 nos podrá facilitar la explicación de por qué Jesús hacía el bien a todos.

Encuentro 18 Jesús elige a un grupo de amigos: los apóstolespáginas 46 - 47

Encuentro 20 Jesús nos traela Buena Nuevapáginas 50 - 51

Encuentro 19 Jesús nos habla a través de parábolaspáginas 48 - 49

Encuentro 21 Jesús nos muestra los Signos del Reinopáginas 52 - 53

Solución de las afirmaciones:Solución de las afirmaciones:1. F. 2. V. 3. F. 4. V. 5. F. 6. V.

Solución a las actividades propuestas:Signos los son milagros: Los milagros son signos.Milagros no sábados hacía Jesús los: Los sábados Jesús no hacía milagros.Jesús el muestran Hijo que es de Dios: Muestran que Jesús es el Hijo de Dios.Trucos engañar son a para gente la: Son trucos para engañar a la gente.Reino Jesús el presente de Dios hace: Jesús hace presente el Reino de Dios.

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Los milagros son signos que nos muestran la presencia del Reino de Dios en nosotros y que Je-sús es el Hijo de Dios.

El tema central de este encuentro es la Pasión, Muerte y Resurrección de nuestro Señor Jesucristo. Comenzaremos el encuentro explicando a los niños que Jesús nos amó tanto, que entregó su vida por todos y cada uno de nosotros.

Resaltaremos el valor de la cruz, fracaso para el mundo y salvación para nosotros. Jesús en la cruz, vence la muerte y nos redime dándonos de este modo, a todos la Vida Eterna. En la cruz se han per-donado todos los pecados. El sacrificio de Jesús en la cruz, en sentido estricto, es el único y verdadero sacrificio de la Nueva Alianza. Jesús entregando su propia vida a la muerte, y con su Resurrección, nos hace partícipes de la Redención. Uniéndonos así al sacrificio de Jesús en la cruz, obtenemos la Salva-ción y la gracia que de ese sacrificio se deriva.

A continuación, presentamos algunas sugeren-cias de contenidos y actividades para la explicación de los temas de Cuaresma, Semana Santa y Pas-cua.

CuaresmaLlamamos Cuaresma a los cuarenta días antes

de la Pascua. Durante este tiempo recordamos la experiencia del Pueblo de Israel desde la salida de Egipto, pasando por el desierto, hasta la llegada a la Tierra Prometida, y, los días que Jesús estuvo en el desierto, antes de anunciar al mundo que el Reino de Dios había llegado.

La Cuaresma es un tiempo para crecer en el amor, la verdad y la caridad. Es un camino que nos lleva a la Pascua. Es tiempo de conversión, donde dejamos al hombre viejo, producto del pecado y nos revestimos del hombre nuevo, del hombre que ama. A través de la oración, el ayuno y la limosna, nos vamos acercando a la Pascua.

Comienza el Miércoles de Ceniza y termina el día en que Jesús celebra la Última Cena con sus discí-pulos, el Jueves Santo.

Proponemos la siguiente actividad: Sugerimos en un papel afiche dibujar el acrósti-

co y entre todos completarlo. Se podrá completar con marcador o hacer las letras en cartulina y pe-garlas en los casilleros correspondientes.

1. La Cuaresma es un tiempo de... Conversión2. La Cuaresma es un camino que nos lleva a la... Pascua3. En Cuaresma hacemos... Ayuno4. Intensificamos la… Oración5. Comienza el miércoles de... Ceniza6. Recordamos cuando Jesús estuvo en el... Desierto7. En Cuaresma damos... Limosna8. Crecemos en el... Amor

Semana SantaCon el Domingo de Ramos comienza la semana

más importante de nuestra fe: la Semana Santa. Ter-mina con el Domingo de Pascua o de Resurrección. Durante esta Semana recordamos y vivimos los mo-mentos de la Pasión, Muerte y Resurrección de Je-sús.

Es conveniente la lectura de la Pasión de Jesús, con textos adaptados a los niños.

Actividad propuesta:Luego de leer las citas y conversar entre todos lo

que pasó cada día, los niños elegirán una lectura, y escribirán con sus palabras lo que dice, y realizarán un dibujo.

Domingo de Ramos: Lucas 19, 28-40. Jueves Santo: Juan 13, 1-15. Lucas 22, 14-20.Viernes Santo: Mateo 27, 45-50. Sábado Santo: Mateo 27, 59-61

PascuaJesús vivió, murió y resucitó por todos. Pasó de

la muerte a la Vida. Con su muerte y Resurrección nos ha salvado, y nos da Vida Eterna. Ésta es nues-tra esperanza.

Ayudaremos a los niños a que puedan descubrir que la fiesta de la Resurrección de Jesús, es la fiesta más importante de nuestra fe. Creer en la Resurrec-ción de Jesús, es creer con certeza en nuestra pro-pia resurrección. Nosotros también resucitaremos con un cuerpo glorioso, como lo hizo Jesús, quien se manifestó a los apóstoles y a otros discípulos luego de su muerte. Los apóstoles se convirtieron

Encuentro 22 Jesús, la Pascua del Pueblo de Diospáginas 54 - 55

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en testigos de la Resurrección de Jesús y nos lo han transmitido.

Se sugiere la lectura de Lucas 24, 1-12 y, en grupo, responder las siguientes preguntas:1. ¿Quiénes fueron a visitar a Jesús al sepulcro?2. ¿Con quién se encontraron?3. ¿Qué les dijo?4. ¿Qué hicieron?5. ¿Qué hizo Pedro?

Terminamos el encuentro con una oración. Para ello ambientaremos la sala con una mesa con un mantel y una vela encendida: la luz representa a Jesús Resucitado, que es Luz para el mundo. Los iniciaremos en el silencio, con música de fondo y los orientaremos para que puedan, con su oración interior, expresarle a Jesús Resucitado todo lo tie-nen en el corazón.

Los sacramentos hacen visible el Amor de Dios en cada uno de nosotros. Explicaremos a los ni-ños la importancia que tiene sabernos amados por Dios. Ayudaremos a que descubran lo que significa la gracia que se recibe en cada uno de los sacra-mentos.

La gracia es un don sobrenatural que Dios nos concede para alcanzar la Vida Eterna. En el primer sacramento que recibimos, el bautismo, Dios in-funde en nuestra alma la gracia santificante. Esta nos hace hijos de Dios y herederos del cielo, y se pierde por el pecado grave o mortal. Para recupe-rarla, Dios nos invita a la oración y a recibir los sacramentos.

Estos nos ayudan a fortalecer esa gracia recibi-da, a la vez que la aumentan.

Recibimos la gracia por mediación de Jesús para nuestra salvación.

Decimos que:• es sobrenatural porque supera la propia naturale-

za humana; • es un don permanente porque habita en el alma

que no tiene pecado grave o mortal;• con la gracia santificante participamos de la vida

divina;• la gracia nos hace semejantes a Dios. Nos permite

conocerlo, amarlo y vivir de su vida divina;• la gracia es el auxilio de Dios, que recibimos para

llegar a la Vida Eterna.

Presentaremos el Bautismo de Jesús como el comienzo de su vida pública, luego de haber pasa-do en el desierto por las tentaciones a las que fue sometido por el demonio.

Se deberá dejar en claro, que Jesús no necesita-ba bautizarse, pues por ser el Hijo de Dios, y ser por lo tanto verdaderamente Dios, no tenía pecados.

Al iniciar la vida pública, Jesús comienza su misión salvífica y nos invita a transformar nuestra vida desde adentro. Con el Bautismo recibido en el Jordán por Juan, Jesús se hace solidario con noso-tros, cargando todos nuestros pecados.

Retomaremos aquí el tema ya visto en el en-cuentro 10 sobre el pecado original. Como lo ex-presamos en el encuentro anterior, Jesús no nece-sitaba ser bautizado porque no tenía pecados, pero nosotros sí. Al recibir el sacramento del Bautismo, el pecado original y todos los pecados se borran, y nacemos a una nueva vida: la de los hijos de Dios.

Cuando el agua pasa por nosotros, nos limpia y purifica. Su significado en el Bautismo es la de morir a la vida del pecado.

Cuando pasamos y salimos del agua del Bautis-mo, somos hijos nuevos de Dios, porque el agua es signo de renovación, un profundo cambio de cora-zón, dispuestos a vivir la vida en Cristo.

Si es conveniente, se sugiere realizar el Bautismo de los niños que, asistiendo a la catequesis de Primera Comunión, no han recibido aún ese sacramento. Tam-bién en este momento, puede realizarse la renovación de las promesas bautismales de todo el grupo.

Explicaremos a los niños los signos del Bautismo:• El agua: es símbolo de limpieza y de vida. Por

virtud del Espíritu Santo purificará y dará vida al alma del bautizado. Por medio de ella, Dios da la nueva vida.

• Renuncia y profesión de fe: antes de recibir el Bau-tismo, somos invitados a renunciar al pecado y a todos los engaños del demonio. También haremos nuestra profesión de fe, afirmando que creemos en Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, en cuyo nom-bre es administrado el Bautismo. Nuestro Bautis-mo es Trinitario.

Encuentro 23 Los sacramentos, signos del Amorpáginas 56 - 57

Encuentro 24 El Bautismo de Jesúspáginas 60 - 61

Encuentro 25 Un nuevo nacimiento, una nueva vidapáginas 62 - 63

De la mano 1 Guia 1-40.indd 19De la mano 1 Guia 1-40.indd 19De la mano 1 Guia 1-40.indd 19De la mano 1 Guia 1-40.indd 19De la mano 1 Guia 1-40.indd 19De la mano 1 Guia 1-40.indd 19 2/15/11 3:43:34 PM2/15/11 3:43:34 PM2/15/11 3:43:34 PM2/15/11 3:43:34 PM2/15/11 3:43:34 PM2/15/11 3:43:34 PM2/15/11 3:43:34 PM2/15/11 3:43:34 PM2/15/11 3:43:34 PM2/15/11 3:43:34 PM

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• Unción con el santo crisma: se ungirá la frente del bautizado. Por medio de esta unción será consa-grado a Dios, convirtiéndose en otro Cristo.

• La vestidura blanca: significa el cambio profundo realizado en el alma por el Bautismo. Nace una nue-va criatura, con una nueva dignidad que deberá ser mantenida inmaculada hasta la Vida Eterna.

• La luz encendida: la luz se tomará del cirio pascual que representa a Jesús resucitado, luz de y para los hombres. Con este signo se invita a los bauti-zados a vivir como hijos de la Luz, siendo también Luz en el mundo, para que otros sigan a Cristo y vivan como Él nos enseña.

Por medio del Bautismo comienza nuestra vida en la Iglesia, donde debemos ser parte activa en ella, construyéndola con nuestros dones y entregas.

A partir de este encuentro, comenzamos a pre-parar a los niños para el sacramento de la Recon-ciliación.

Los niños de esta edad ya se forman una ima-gen interna de Dios. Su religiosidad sigue siendo antropomórfica, animista, mágica y ritualista. Tie-nen conciencia moral, saben lo que está bien y lo que está mal.

Deberemos proporcionarles una imagen bonda-dosa de Dios Padre. Explicaremos la importancia y el sentido de la oración, de ir a misa y de la devo-ción a la Santísima Virgen. Evitaremos llevarlos a ceremonias religiosas demasiado largas, pues esto deformaría su imagen de Dios, convirtiéndolo en un Dios aburrido.

Ya comprenden que el amor a Dios se expresa en el amor a los demás.

Los catequistas deberemos motivarlos a que su amor a Dios se haga palpable en situaciones con-cretas. Por ejemplo, una visita a Jesús, un ofreci-miento de flores a la Virgen, visitar a algún pariente enfermo, compartir una merienda o un útil, etc. Les enseñaremos a valorar la importancia de los peque-ños sacrificios y privaciones en la vida diaria, y a vivir venciendo nuestro egoísmo.

Podremos ayudarlos a que se concentren en la oración en un lapso breve.

Dedicaremos un momento de la clase a la ora-ción, dirigiéndola para que los niños puedan pedir por quienes ellos quieran, dar gracias a Dios por lo que ellos quieran e incluso, que aprendan a pedir perdón. Motivarlos a que hagan oración en casa.

Recordaremos lo importante que es la vida de gracia, para lo cual es necesario acudir al sacra-mento de la Penitencia, no solo para pedir y recibir el perdón, sino también para pedir consejos o con-frontar situaciones de la vida.

Rescataremos aquí el valor de decir siempre la verdad. Estando atentos a la Palabra de Dios, ten-dremos la suficiente valentía para hacerlo. Él nos dará siempre las fuerzas necesarias para ser fieles a este valor.

Volvemos a retomar el tema de la libertad. Dios nos hizo libres, por lo tanto podemos elegir en este caso decir o no la verdad. Orientaremos a los niños a que puedan apreciar y valorar el buen uso de la liber-tad, para recibir el don del amor de Dios, desprecian-do todo aquello que nos aparta de Él. Repasaremos qué es el pecado, sugeriremos la lectura y reflexión del cuento “El rey misericordioso”.

“Había una vez un rey que cada año, al acercar-se el aniversario de su coronación, acostumbraba a liberar un prisionero. Cuando se acercaba el día del aniversario, como ya era costumbre, se dirigió a la prisión y comenzó a entrevistar a los prisioneros para decidir quién iba a ser el afortunado ese año.

Uno a uno fueron desfilando ante él todos los prisioneros: Soy inocente. A mí me acusaron falsa-mente y estoy aquí por un crimen que no cometí, mente y estoy aquí por un crimen que no cometí, mente y estoy aquí por un crimen que no cometídijo el primero. El jurado me condenó injustamen-te, yo no hice nada, dijo el segundo. Así, uno tras otro fueron proclamando su inocencia y la situación injusta de su estancia en prisión.

Hasta que llegó el último: un hombre pequeño de estatura, que sin levantar la vista declaró: Yo he matado a un hombre. Estaba fuera de quicio porque él había matado a mi padre y, ciego por la ira, perdí el control de mis actos y le disparé. No merezco ser liberado: soy un criminal.

Inmediatamente el rey ordenó que este último hombre fuera liberado. Pero ¿por qué lo liberas a él y no al resto que han declarado ser inocentes?, él y no al resto que han declarado ser inocentes?, él y no al resto que han declarado ser inocentes?reclamaron indignados los guardias. Y el rey res-pondió: Precisamente, yo cada año libero a un de-lincuente, no a hombres inocentes. Además, es me-jor que se vaya, si no va a arruinar al resto que son todos buenas personas”.

Conversaremos con los niños el valor de decir la verdad. Aunque hayamos hecho algo malo. Cuando lo reconocemos y nos arrepentimos, el perdón llega a nosotros. Cuando negamos la responsabilidad de lo sucedido, permanecemos esclavos del pecado.

También podemos comparar el cuento con la pa-rábola del fariseo y el publicano (Lc. 18, 9-14).

Como actividad complementaria, podemos pedir-les a los niños que cuenten alguna experiencia don-de ellos hayan vivido el alivio de decir la verdad.

Encuentro 26 Los amigos de Jesús aman la verdadpáginas 64 - 65

De la mano 1 Guia 1-40.indd 20De la mano 1 Guia 1-40.indd 20De la mano 1 Guia 1-40.indd 20De la mano 1 Guia 1-40.indd 20De la mano 1 Guia 1-40.indd 20De la mano 1 Guia 1-40.indd 20 2/15/11 3:43:34 PM2/15/11 3:43:34 PM2/15/11 3:43:34 PM2/15/11 3:43:34 PM2/15/11 3:43:34 PM2/15/11 3:43:34 PM2/15/11 3:43:34 PM2/15/11 3:43:34 PM2/15/11 3:43:34 PM2/15/11 3:43:34 PM

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Avanzamos en la preparación al sacramento de la Reconciliación. En este encuentro dejaremos bien claro que, a pesar de nuestras caídas, nuestros pecados, el amor de Dios por cada uno de nosotros, no cambia. Él siempre nos espera y está dispuesto a perdonarnos.

El perdón de Dios nos lo trae Jesús, quien nos vuelve a acercar al amor de Dios. Retomaremos el tema de la tentación, recordando lo que San Pablo nos enseña: hacemos el mal que no queremos y dejamos de hacer el bien que queremos. El objeti-vo de los niños comprendan que Jesús nos quiere como somos, aún cuando sin saber ni darnos cuen-ta nos alejamos del amor que Él y su Padre nos tie-nen. También, que Jesús perdona todo, porque Él ofreció su vida en la cruz por todos los pecados de todos los hombres.

Para recibir el perdón de Jesús, debemos arre-pentirnos de todo lo que nos aleja del amor Dios.

Rescataremos en este encuentro, la importancia de arrepentirnos. El reconocer nuestra falta y arre-pentirnos dispone nuestro corazón para recibir el perdón de Jesús. La fortaleza para vencer al peca-do, la humildad de reconocerse pecador ante Dios y la confianza de saber que seremos perdonados, son buenos temas para conversar con los niños.

Prepararemos a los niños para hacer su examen de conciencia. Es importante que les recordemos, que cuando pecamos, rompemos la armonía en nuestra relación con Dios, con los hermanos y no-sotros mismos. El pecado nos hace sentir mal.

Sugerimos preparar la sala de catequesis ade-cuadamente, creando un ambiente agradable y cá-lido para que ellos puedan sincerarse ante Dios y ante ellos mismos.

Como disparador se les puede dar a cada uno la siguiente carta personalizada con el nombre de cada niño:

Mi relación con Dios, con Jesús, con la Virgen• ¿Me acuerdo de rezar?• ¿Le agradezco todo lo que me regala cada día?• ¿Le pido con confianza lo que es bueno para los

otros y para mí?• ¿Hago lo que Él me pide?• ¿Leo su Palabra con atención para vivirla como Él

me enseña?• ¿Voy a misa con alegría?

Mi relación con los demás• ¿Dejo de lado a algún compañero? • ¿Soy solidario con todos o solo con los que quiero?• ¿Soy honesto cuando juego? • ¿Digo siempre la verdad? • ¿Respeto a mis papás? • ¿Me peleo con mis hermanos? • ¿Hago caso a mis maestros? • ¿Cuido lo que me prestan?• ¿Soy celoso?, ¿soy orgulloso? • ¿Soy amable con todos? • ¿Hablo mal de los que no están presentes? • ¿Sé perdonar cuando me ofenden o lastiman? • ¿Acepto que otros piensen distinto? • ¿Devuelvo lo que me prestan?

Avanzamos en la preparación al sacramento

Encuentro 27 El abrazo de Jesús: abrazo de perdónpáginas 66 - 67

Encuentro 28 Preparo mi corazón para recibir el perdón de Jesúspáginas 68 - 69

cada niño:

Solución de la actividad:Ser amigos de Jesús es decir siempre la ver-dad, ella nos hace libres y felices para amar como Jesús nos enseña. La verdad nos hace más hermanos.

Hola querido hij_ ……………………………., soy Dios, tu Padre. ¿Cómo estás? Sé que me llamaste.

¿Querés que conversemos? ¡Estoy dispuesto a escuchar-¿Querés que conversemos? ¡Estoy dispuesto a escuchar-¿Querés que conversemos? ¡Estoy dispuesto a escucharte con alegría!

Ya sé que no es fácil comenzar. Sé que te cuesta mucho abrir el corazón cuando se trata de admitir los errores

¡Ánimo! No te preocupes, yo te conozco bien, te amo como sos y sé que no hay maldad en vos. También sé que muchas faltas cometidas fueron sin querer, por eso te voy a ayudar.

Te pido que tengas confianza en Mí y que seas sincer_. Sin temor y con mucha humildad de tu parte, te ayu-

daré a recordar aquello que te alejó del inmenso amor que te tengo.

Para que te resulte más sencillo, estas preguntas te ayudarán a pensar.

Nunca te olvides que te espero siempre con los brazos abiertos, para regalarte mi perdón y llevarte al lugar que tengo reservado para vos en mi corazón.

Te amo profundamente, tu Papá Dios.

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Mi relación conmigo mismo• ¿Cuido mi cuerpo? • ¿Soy responsable con lo que me piden? • ¿Descanso lo que necesito? • ¿Controlo mis impulsos cuando me agreden? • ¿Cumplo con lo que prometo?

Trabajaremos la parábola del hijo pródigo. Ha-remos una comparación entre nosotros y el hijo menor de la parábola. La parábola nos muestra la relación entre Dios y cada uno de nosotros. Cada uno es como el hijo menor que recibe su herencia: la vida, el mundo que Dios hizo, la familia, la es-cuela…, y la gasta en malas actividades: el odio, la avaricia, el egoísmo, las guerras. Cuando nos aleja-mos, es porque creemos que todo lo podemos, sin la ayuda de Dios. Es cuando caemos en el pecado alejándonos de Él. Como el padre de la parábola, Dios siempre nos espera con los brazos abiertos, listo a perdonarnos y reintegrarnos a su familia.

Dejaremos en claro que todos pecamos, que en una u otra forma hemos fallado delante de Dios, ya sea siendo desobedientes, mintiendo, robando o realizando algo que desagrada a Dios. Todos somos, en algún momento, el hijo menor de la parábola.

Lo importante es que sepamos reconocer que nos hemos alejado de Dios y, que a pesar de todo, Él nos espera para abrazarnos y perdonarnos. Dios siempre está dispuesto a perdonarnos, así nos lo enseñó Jesús.

Resaltaremos la imagen del padre misericordio-so de la parábola, que corre al encuentro del hijo al ver que vuelve, sin importarle cómo estaba. Solo vio que estaba triste, arrepentido y dolido por su comportamiento.

La misericordia de Dios está siempre a nuestro alcance cuando de verdad estamos arrepentidos.

Por medio de este encuentro, los niños se acer-carán a Dios, en actitud de arrepentimiento a pedir su perdón, recordando que como un buen padre, Dios siempre nos recibe con amor y misericordia.

Podemos reforzar la parábola con la siguiente cita:“Si decimos que no tenemos pecado, nos engaña-mos a nosotros mismos y la verdad no está en no-sotros. Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonarnos y purificarnos de toda maldad. Si decimos que no hemos pecado, lo ha-cemos pasar por mentiroso, y su Palabra no está en nosotros”. (1º Jn. 1, 8-10)

Como actividad podemos realizar una dramati-zación de la parábola a cargo de los niños.

Con la práctica de la penitencia sacramental, se trata de:• acostumbrar a los niños a ser sensibles a la con-

ciencia y hacerse responsables a la hora de elegir su comportamiento;

• enseñarles a revisar su vida, sus actos y recono-cer sus errores con sencillez;

• habituarlos a esta revisión periódica;• que recuerden que con todo sacramento, volve-

mos a recibir la gracia santificante que Dios nos ha regalado en el Bautismo.

Recordaremos que: • quienes se fijan y tienen interés, pueden superar

sus errores, pueden tener cuidado para crear el hábito de controlarse;

• Dios sabe cómo somos, nos comprende, nos ani-ma a ser mejores para llegar a la perfección, y a no hacernos daño unos a otros;

• es importante que sepamos respetar la intimidad de cada niño pues, de no hacerlo, cabe la posibi-lidad que esta primera reconciliación sea para él, una situación negativa y frustrante, con lo cual no querrá acercarse más al sacramento.

Ambientación: el lugar elegido, de preferencia la capilla, deberá estar ambientada de tal modo, que ofrezca a los niños un clima de confianza y de inti-midad; un lugar donde se pueda hacer silencio inte-rior para encontrarse con Dios y con uno mismo. Se sugiere que en el momento de la Reconciliación, de ser posible, la luz sea tenue, esto facilitará la con-fianza y la intimidad a la que queremos llevarlos. Podremos decorar el lugar con afiches, la imagen de Jesús Buen Pastor y carteles con alguna de las siguientes frases u otras que crean convenientes:

“Yo confío en tu misericordia: que mi corazón se alegre porque me salvaste”. (Sal. 13, 6)

“Vuélvete, Señor, rescata mi vida, sálvame por tu mi-sericordia”. (Sal. 6, 5)

“Tú, Señor, eres bueno e indulgente, rico en misericor-“Tú, Señor, eres bueno e indulgente, rico en misericor-“Tú, Señor, eres bueno e indulgente, rico en misericordia con aquellos que te invocan”. (Sal. 86, 5)

“Yo confío en tu misericordia: que mi corazón se alegre porque me salvaste”. (Sal. 13, 6)

Encuentro 29 Papá Dios nos perdona siemprepáginas 70 - 71

Celebración La alegría del perdónpágina 72

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“Alégrense conmigo, porque encontré la oveja que se me había perdido”. (Lc. 15, 6)

“Ten confianza, hijo, tus pecados te son perdona-dos”. (Mt. 9, 2)

“Si perdonan sus faltas a los demás, el Padre que está en el cielo también los perdonará a ustedes”. (Mt. 6, 14)

“Ahora mismo iré a la casa de mi padre y le diré: ‘Padre, pequé contra el Cielo y contra Ti’”.(Lc. 15, 18)

“El joven le dijo: ‘Padre, pequé contra el Cielo y contra ti; no merezco ser llamado hijo tuyo’’’. (Lc. 15, 21)

“Porque mi hijo estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y fue encontrado”. (Lc. 15, 24)

“Por el contrario, sean mutuamente buenos y com-pasivos, perdonándose los unos a los otros como Dios los ha perdonado en Cristo”. (Ef. 4, 32)

Desarrollo: Los niños entrarán en procesión y se ubicarán en los lugares asignados. Se recomienda que estén sentados espaciosamente. Detrás el sa-cerdote. Iniciamos la procesión con un canto, suge-rimos Tomado de la mano con Jesús yo voy. Tanto Tomado de la mano con Jesús yo voy. Tanto Tomado de la mano con Jesús yo voyel canto como toda la celebración debe tener un tono festivo. Es la fiesta de la Reconciliación.

SaludoSacerdote o animador: En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo.Todos: Amén

Guía: “Queridos hermanos, celebrar el perdón es siempre motivo de alegría. Nuestro pequeño cora-zón se llena de gozo porque experimenta la paz in-

terior, como resultado de la cercanía a Dios y a los hombres, nuestros hermanos.

Mirar al pecado y recibir el perdón de Dios, nos hace ponernos nuevamente de pie, para seguir ca-minando hacia nuestro Padre con nuestros herma-nos.

El corazón grande del Padre, quien nos espera con los brazos abiertos para darnos su misericordia, hace que ese corazón pequeño y frágil que tenemos, tome nueva fuerza. Celebrar el perdón de Dios es recuperar la vida, y renacer a la esperanza de que podemos dar los buenos frutos que Dios espera de nosotros. Solo si pasamos y nos sostenemos por el corazón grande y misericordioso del Padre, podre-mos seguir caminando.

Sabemos que somos frágiles y que nuestra fuerza está en nuestro Padre, que hoy nos regala su Pala-bra, para fortalecernos. Cantamos el Aleluya”.

Lectura del Santo Evangelio según San Lucas:

“Jesús dijo también: ‘Un hombre tenía dos hijos. El menor de ellos dijo a su padre: ‘Padre, dame la parte de herencia que me corresponde’. Y el pa-dre les repartió sus bienes. Pocos días después, el hijo menor recogió todo lo que tenía y se fue a un país lejano, donde malgastó sus bienes en una vida licenciosa. Ya había gastado todo, cuando so-brevino mucha miseria en aquel país, y comenzó a sufrir privaciones. Entonces se puso al servicio de uno de los habitantes de esa región, que lo envió a su campo para cuidar cerdos. Él hubiera deseado calmar su hambre con las bellotas que comían los cerdos, pero nadie se las daba. Entonces recapaci-tó y dijo: ‘¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen pan en abundancia, y yo estoy aquí muriéndome de hambre! Ahora mismo iré a la casa de mi pa-dre y le diré: Padre, pequé contra el Cielo y contra ti; ya no merezco ser llamado hijo tuyo, trátame como a uno de tus jornaleros’. Entonces partió y volvió a la casa de su padre. Cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se conmovió profundamente; corrió a su encuentro, lo abrazó y lo besó. El joven le dijo: ‘Padre, pequé contra el Cielo y contra ti; no merezco ser llama-do hijo tuyo’. Pero el padre dijo a sus servidores: ‘Traigan en seguida la mejor ropa y vístanlo, pón-ganle un anillo en el dedo y sandalias en los pies. Traigan el ternero engordado y mátenlo. Comamos y festejemos, porque mi hijo estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y fue encontrado’. Y comenzó la fiesta”. (Lucas 15, 11-24)

Comentario de la Palabra escuchada.Ideas fuertes para resaltar:

• Buscamos la felicidad donde no está. Pecado.• Siempre se puede volver a la casa de nuestro Pa-

dre. Angustia y dolor del corazón.

Materiales: Atril con la Biblia. Carteles con las frases elegidas. Examen de conciencia impre-so. Hojas en blanco, biromes o lápices, para que puedan escribir las faltas cometidas y que quieran recibir sobre ellas el perdón de Jesús. Un recipiente de lata donde luego de la Recon-ciliación depositarán lo escrito en los papeles. Alcohol y fósforos para quemar los papeles donde han escrito sus pecados. Reproductor de CD, CD con música instrumental suave. Imagen de Jesús Buen Pastor iluminada con velas y flores.

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• Arrepentimiento, regreso y conversión. • El gran amor del Padre siempre está intacto para

el que se arrepiente.

Guía: “En silencio, para poder escuchar lo que tenemos en el corazón, prestamos atención a aquellas cosas que nos aparta del amor de Dios. Vamos a hacer nuestro examen de conciencia y escribiremos aquello que queremos que Dios, con su gran amor, nos perdone. Lo que ustedes escriban, nadie lo leerá. Es de ustedes y de Dios. Luego se acercarán al padre __________________, para recibir el perdón de Dios. Una vez que termi-nen, tirarán el papel que escribieron en este reci-piente, y cuando todos terminen, con gran alegría le prenderemos fuego, como signo del perdón re-cibido por Dios”.

Nota para el catequista: Una vez que todos se ha-yan reconciliado, procederemos a quemar los pa-peles que simbolizan los pecados perdonados por Dios. Se hará dentro de la Capilla o salón donde se haya desarrollado la celebración. Mientras se que-ma todo, podemos cantar y dar un aplauso.

Oración de los fieles: Porque confiamos en que Dios es infinitamente misericordioso, nos ama a todos como somos, ponemos en común nuestras oracio-nes, a las que respondemos:

“Padre, gracias por tu perdón�Señor, gracias porque siempre nos esperas con co-

razón de Padre, para abrazarnos con amor y ter-nura. Oremos”. Te damos gracias Padre Buenos, porque preparas una fiesta cuando nos arrepentimos y volvemos a Vos. Oremos.

(Se pueden agregar más intenciones)

Guía: “La alegría del perdón, nos hace sentirnos hi-jos de un mismo Padre y hermanos entre nosotros. Con un amor renovado en la misericordia de Dios, rezamos todos juntos el Padre Nuestro”.

Sacerdote o animador: “Como gesto de la alegría de haber recibido el perdón de nuestro Padre Dios, nos damos fraternalmente la paz”.

Guía: “Nuestra Madre siempre está a nuestro lado, aún cuando por nuestra fragilidad nos alejamos de Dios. María, la llena de gracia, está siempre con sus manos extendidas, para llevarnos de vuelta a la casa de nuestro Padre. Por eso, como gesto de gratitud hacia nuestra Buena Madre, rezamos todos juntos el Ave María”.

Guía: “Con gran alegría por haber recibido el per-dón de nuestro Padre, le pedimos a Dios que nos bendiga, que bendiga a cada una de nuestras fami-lias, que nos conserve en su amor y nos haga cada día más buenos. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Nos retiramos cantándole a María”.

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Año 2

En este primer encuentro, la recepción de los ni-ños debe ser cálida. Sugerimos preparar la sala de catequesis con carteles de bienvenida, hojas de can-tos, un altar con una vela encendida y una imagen de Jesús. Tendremos preparado el afiche, marcadores y goma de pegar, para que los niños puedan escribir lo que aprendieron el año anterior. También algunas hojas en blanco por si lo quieren expresar a través de un dibujo, que será pegado en el afiche.

Como actividad alternativa y complementaria, se po-drá leer la cita de Lucas 19, 1-10 la historia de Zaqueo.

Como ideas principales rescataremos:• el deseo de Zaqueo de conocer más a Jesús;• la alegría de Zaqueo al saber que Jesús iba a su casa;• la apertura de la casa, del corazón de Zaqueo fren-te a Jesús.

En este encuentro retomaremos la importancia de la Palabra de Jesús y su enseñanza. Los niños aprenderán que la Palabra es la que nos guía en todo momento, la que da respuestas a nuestras preguntas y dudas, la que es luz en los momentos de oscuridad. Ella es pan para nuestra alma, cami-no que conduce a la salvación, fuego que enciende el fervor y la devoción.

Como actividad complementaria, podremos darles otras citas de parábolas y ayudarlos a que descubran el mensaje que nos dejan. Los ayudare-mos a sintetizar en una o dos palabras cuál es el mensaje, que las escriban y armen un afiche donde podrán pegar los dibujos hechos en el encuentro.

Las bienaventuranzas son las claves para ser felices. Este es el tema central de este encuentro. Les explica-

remos a los niños que Jesús nos enseña la verdadera felicidad, esa que dura más allá de nuestras tristezas, fragilidades, contratiempos. La felicidad está en vivir la mayor cantidad de las bienaventuranzas.

Las bienaventuranzas son el meollo del mensaje que nos trae Jesús. Son la gran propuesta de liber-tad para el hombre que, al vivirlas, no hace más que llevar a cabo el plan de Dios, que desde la eternidad tiene pensado para cada uno de nosotros. Feliz es aquel que pone su confianza en el Señor en toda circunstancia. Pobre es el que vive con alma de po-bre, no porque no tiene trabajo, vivienda, alimen-tos; sino porque vive con la certeza que frente a la grandeza de Dios, somos pequeños e indefensos, necesitamos de Él y que Él nos sostenga.

Como actividad complementaria, los niños po-drán pensar y escribir un compromiso que tratarán de vivir durante la semana. Los ayudaremos a que ese compromiso sea concreto y posible de cumplir de acuerdo a la realidad de cada niño.

El propósito de este encuentro es que los niños valoren la amistad. Como en toda amistad sabrán que hay exigencias a las que deberán estar aten-tos y dispuestos a cumplir: guardar un secreto, ser respetuosos del tiempo del amigo, ceder a la hora de elegir algún juego, etc. Trataremos de fomentar actitudes de respeto entre compañeros y amigos.

A partir de la experiencia humana de la amistad, los ayudaremos a valorar la amistad con Jesús, la que ellos deberán cultivar a través de la confianza con Él. Jesús nos ama y es nuestro amigo incondi-cional, pero para ser su amigo, debemos cumplir con las exigencias que Él nos propone. Esas exigencias las resumiremos en una: amar a todos como Él nos ama haciendo lo que Él nos manda.

Un texto complementario al que se encuentra en el libro, puede ser el siguiente:“Jesús los llamó y les dijo: ‘Ustedes saben que aque-llos a quienes se considera gobernantes, dominan a las naciones como si fueran sus dueños, y los po-derosos les hacen sentir su autoridad. Entre ustedes no debe suceder así. Al contrario, el que quiera ser grande, que se haga servidor de ustedes; y el que quiera ser el primero, que se haga servidor de to-dos’”. (Mc 10, 42-44)

Se les contará, previo a la lectura de la cita, que los apóstoles discutían entre ellos quién era el pri-mero, el que mandaba sobre el resto. Jesús respon-

Encuentro 1 Volvemos a encontrarnos con Jesús y nuestros amigos páginas 76 - 77

Encuentro 4 Jesús, el amigo fiel que siempre nos acompañapáginas 82 - 83

Encuentro 2 Nos encontramos con Jesús en su Palabrapáginas 78 - 79

Las bienaventuranzas son las claves para ser felices.

Encuentro 3 La felicidad que todos buscamos nos la da Jesúspáginas 80 - 81

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dió que el primero es el que se hace servidor de los otros. Con esta cita, comentaremos que la amistad no es una relación de poder, de saber quién manda, sino de amor y servicio.

Para comenzar el encuentro, partiremos del tema del encuentro anterior: la amistad. En toda amistad es importante dialogar. Es necesario dialo-gar y comunicarnos con los otros. Nuestro diálogo con el amigo será sincero, verdadero, un diálogo de confianza y libertad. Sabiendo que nos escuchamos mutuamente, abrimos el corazón al amigo fiel e in-condicional. Podemos invitarlos a que cuenten sus experiencias de diálogo con sus amigos.

A partir de esta experiencia, deseamos que los niños puedan dialogar con Jesús y su Padre con la misma confianza y libertad que tienen al hacerlo con sus amigos.

En toda circunstancia, Jesús recurría a la oración. Las citas que los niños trabajan en el libro y las que a continuación señalamos, nos muestran cómo Je-sús en diversas instancias de su vida lo hacía. Esta no solo era de súplica, sino también de alabanza, de petición y de acción de gracias.• Frecuentaba el templo para rezar junto a la gente:

Lucas 4, 16.• Enseñaba a rezar a los discípulos y a dirigirse a

Dios Padre: Lucas 11, 1-4.• Enseñaba que Dios es un Padre bueno y miseri-

cordioso que cuida de cada uno de sus hijos: Lu-cas 11, 11-13.

• Rezaba por sus amigos, los discípulos: Juan 17, 9.

Del mismo modo será nuestra oración. Es impor-tante crear en el corazón de los niños la necesidad de la oración. Enseñaremos a que no sea un mo-nólogo, sino un diálogo. Por eso, al rezar debemos hacer silencio interior, para escuchar lo que Dios nos dice.

Los niños ya tienen la experiencia del perdón. El perdón de sus papás, amigos y también del perdón de Dios que nos trae Jesús a través del sacerdote.

Ahora tendrán que dar un paso más. Así como somos perdonados por Dios, Jesús nos enseña a perdonar a nuestros hermanos.

Podremos retomar el tema del pecado. Agrega-remos la dimensión social que éste ocasiona. La Palabra de Zaqueo nos puede ayudar en este tema. Resaltaremos los inconvenientes que la actitud de Zaqueo le causa a otros. De igual modo, podemos resaltar la actitud de Pablo antes de su conversión, al perseguir a los que seguían a Jesús.

Es importante destacar, que es necesario arre-pentirse de corazón para recibir el perdón, teniendo la firme intención de cambiar, a pesar de nuestras debilidades y fragilidades. Cuando experimenta-mos esto, es más fácil comprender las ofensas que recibimos y perdonarlas.

A partir de este encuentro comenzaremos a in-troducir a los niños en el tema de la misa.

Los guiaremos para que descubran y valoren la importancia de celebrar. Acentuaremos que toda celebración es por un motivo: celebraciones fami-liares, escolares, fiestas nacionales, cumpleaños, etc. Cada festejo rompe con lo cotidiano, por lo que hacemos cosas fuera de lo común: comidas exclusivas, ropa adecuada a la ocasión, invitados especiales, etc.

Para los niños las celebraciones son una oportu-nidad de relacionarse con otros, en un clima festivo, de alegría y de tiempo más extenso para jugar.

Toda celebración, sea familiar, escolar o de otro tipo, nos puede ser útil como punto de partida, para que los niños comprendan el valor de las festivida-des que realizamos dentro de la comunidad.

Cuando celebramos, los regalos no son lo más importante, sino el motivo por el cual estamos celebrando, por el cual nos reunimos. Destacar este aspecto, nos ayudará a comprender mejor el verdadero sentido de la misa: es Jesús el que se ofrece con su Cuerpo y Sangre para nuestra sal-vación.

Para comenzar el encuentro, partiremos del

Encuentro 5 La oración: encuentro con Diospáginas 84 - 85

Encuentro 7 Cuando hacemos una fiestapáginas 90 - 91

Encuentro 6 Dios nos perdona. Con Jesús perdonamospáginas 86 - 87

Solución a la actividad propuesta en la página 86:Dios está siempre dispuesto a perdonar. Nos perdona cuando estamos arrepentidos.A través de Jesús recibimos el perdón. La con-versión exige un cambio de vida.Cuando recibimos el perdón de Dios, con la ayuda de Jesús nos animamos a perdonar a nuestros hermanos.

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Las experiencias que los niños tengan de amis-tad, de querer estar con sus amigos y compañeros, nos ayudarán para que comprendan el amor frater-no al que nos invita a vivir Jesús.

En este encuentro, retomaremos el significado de la Pascua para el pueblo judío. Podremos recu-rrir a la lectura adaptada para niños del paso por el Mar Rojo: Éxodo 14, 15-31. A partir de este hecho, los israelitas todos los años celebraban la Pascua re-cordando la liberación del pueblo judío de la escla-vitud. Jesús, como verdadero israelita y respetuoso de la tradición de su pueblo, celebra la Pascua pero le da un sentido nuevo. Nos enseñará que Él es la nueva y definitiva Pascua. Esta nueva Pascua ya no es la liberación de un pueblo determinado, sino que Jesús, la nueva Pascua, nos libera de la opresión a todos. Él es la Nueva Alianza que Dios establece con los hombres. Es posible que los niños no com-prendan el hecho histórico, pero sí podrán alcanzar su comprensión, al comparar el significado y el sen-tido de lo que se celebraba.

Otro punto de partida, podría ser recordar lo que significa la Cuaresma y el Jueves Santo. Sobre todo, explicaremos lo que sucedió el Jueves Santo en to-das sus dimensiones: institución del sacerdocio, de la caridad fraterna y de la Eucaristía. Les explicare-mos qué quiere decir la palabra Eucaristía, que es una palabra griega que significa acción de gracias.

En esta reunión, partiremos de la necesidad de alimentarnos cada día. Podemos resaltar la impor-tancia que tiene el alimentarnos bien y sanamente. Cuando comemos, reparamos nuestras fuerzas. A la vez, tiene connotaciones simbólicas muy signifi-cativas: comer como fruto de nuestro esfuerzo per-sonal, gracias a nuestro trabajo, comer en familia o con los amigos, comer en un clima fraterno o co-mer en sentido de fiesta.

Dentro del contexto cristiano, el comer tiene también varios sentidos. Cuando celebramos la Eu-caristía tenemos la certeza que al momento de ser invitados a la mesa del Señor, Él se nos dá como alimento. Su Cuerpo y Sangre, son el pan y la bebi-da que alimentan nuestro espíritu, dándonos fuer-zas para seguir caminando y creciendo en nuestra vida de fe. Él mismo le dá un sentido nuevo a la comida eucarística: mi carne es verdadera comida. También tiene otros significados que le dan a este gesto un valor estimable. Así lo expresa Jesús en el evangelio: el perdón, la fiesta, la felicidad del Reino presente entre nosotros y la alegría de reencontrar-nos en Él.

Recordaremos estos momentos en que Jesús hace referencia a las derivaciones de estar reunidos en torno a la mesa: la parábola del hijo pródigo, la multiplicación de los panes y peces en el desierto, las bodas del rey, cuando visita a Zaqueo, las comi-das con sus discípulos antes y después de la Pas-cua, etc.

Cuando rezamos el Padre Nuestro, le pedimos a nuestro Padre danos hoy nuestro pan de cada día, no solo le pedimos el pan para alimentar nuestro cuerpo, sino también el pan de su Palabra, el Pan que es el Cuerpo de Jesús que nos alimenta el alma y el espíritu.

Así como del Antiguo Testamento, en el libro del Génesis, escuchamos “no coman… el día que co-man de él, morirán”, la voz del Nuevo Testamento nos dice: “tomen y coman…, el que come tendrá vida eterna”.

En este encuentro acercaremos a los niños a que comprendan el significado de los gestos y palabras de Jesús en la Última Cena.

Los ayudaremos a que comprendan y crean en las palabras pronunciadas por Jesús rodeado de sus amigos en la Última Cena. Palabras en las que, los cristianos reconocemos que ese pan fracciona-do en comunidad, es el Cuerpo de Jesús, entregado por todos; y que el vino compartido en comunidad, es la Sangre de Jesús, derramada por todos para el perdón de los pecados.

Al comulgar, estamos afirmando que queremos entregar nuestra vida por amor, como lo hizo Jesús. En cada comunión, crece nuestro amor a Jesús y a nuestros hermanos. Amor que nos impulsa al ser-vicio fraterno.

Con su entrega en la cruz, Jesús sella la Nueva y definitiva Alianza con Dios, para la salvación de todos.

Encuentro 8 La Última Cena que es la primerapáginas 92 - 93

Encuentro 10 La Nueva Alianzapáginas 96 - 97

Encuentro 9 El Pan que da la Vidapáginas 94 - 95

comprendan el significado de los gestos y palabras

Solución a la actividad de la página 93:El servidor no es más grande que su Señor, ni el enviado más grande que el que lo envía.

De la mano 1 Guia 1-40.indd 27De la mano 1 Guia 1-40.indd 27De la mano 1 Guia 1-40.indd 27De la mano 1 Guia 1-40.indd 27De la mano 1 Guia 1-40.indd 27De la mano 1 Guia 1-40.indd 27De la mano 1 Guia 1-40.indd 27 2/15/11 3:43:36 PM2/15/11 3:43:36 PM2/15/11 3:43:36 PM2/15/11 3:43:36 PM2/15/11 3:43:36 PM2/15/11 3:43:36 PM2/15/11 3:43:36 PM2/15/11 3:43:36 PM

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Este encuentro tiene como propósito, que los ni-ños se familiaricen con todo lo que se utiliza para celebrar la misa. Conociendo todos los elementos que ven en la Eucaristía, podrán comprender lo que celebran.

Partiremos siempre de su realidad. Preguntare-mos qué cosas necesitan a la hora de cenar: utensi-lios, vajilla, ropa, etc. Del mismo modo, para celebrar la misa son necesarios algunos elementos.

Será de mucha utilidad llevar los niños a la ca-pilla, y mostrarles cada uno de los elementos que ellos tienen ilustrados en el libro. Se les dirá el nombre y contaremos su uso.

Altar: representa a Cristo, sobre el cual se ofrecerá su sacrificio. Es el corazón del templo. Es Cristo visible. Por eso el sacerdote lo besa al comenzar la misa.

Mantel: como toda mesa, revestimos el altar con el mantel. Sobre él, Jesús se ofrecerá al Padre como Cordero sin mancha, para nuestra salvación.

Ambón: es el lugar desde donde se proclama la Pa-labra de Dios.

Misal Romano: contiene todas las oraciones nece-sarias para la celebración del Santo Sacrificio de la Misa.

Leccionario: contiene las lecturas bíblicas de todo el año litúrgico, en tres ciclos anuales: ciclo A, B y C.

Crucifijo: colocado sobre el altar, pues cada misa es Calvario donde participamos de la cruz de Cristo.

Candelabros: son la luz de la presencia de Cristo.

flores naturales: adornan el altar, significan fiesta, alegría y exultación piadosa.

Patena: tiene forma de plato, en ella se pone el pan, que se convertirá en el Cuerpo de Jesús.Cáliz: es un vaso sagrado donde se pone el vino, que se convertirá en la Sangre de Jesús.

Hostias: están hechas con pan sin levadura, pan ácimo. Luego de la consagración, se convierten en el Cuerpo de Jesús. Las hostias consagradas tam-bién las llamamos formas.

Copón: es un vaso sagrado con tapa, donde se guar-dan las hostias consagradas, en el Sagrario.

Vinajeras: ellas contienen agua y vino, necesarios para el sacrificio de la misa.

Corporal: es una pieza de tela, como un individual, donde el sacerdote pone la patena y el cáliz durante la misa.

Purificador: el sacerdote lo utiliza para purificar o limpiar el cáliz antes de terminar la misa.

Casulla: es una vestidura sagrada, de tela, como un poncho, que utiliza el sacerdote para celebrar la misa. Cambia de color según el tiempo o fiesta del año litúrgico.

Alba: es una vestidura sagrada que utiliza el sacer-dote. Significa la pureza de corazón con la que el sacerdote debe celebrar la misa.

Cíngulo: es un cinturón o cordón, con el cual el sa-cerdote ciñe el alba. Representa la castidad.

Estola: es una vestidura sagrada, que el sacerdote utiliza colgando del cuello hacia el frente. Simboliza la autoridad sacerdotal.

Como se indica en el encuentro, la casulla tiene distintos colores. Estos colores, nos indican el tiem-po litúrgico que toda la Iglesia vive. • Con el blanco, debemos recuperar la pureza y la

inocencia a través de nuestra vida de santidad.• Con el rojo, debemos recuperar el ardor y el fue-

go para amar entregando la vida, como lo hizo Je-sús.

• Con el verde, debemos recuperar la esperanza en el camino cotidiano, manteniendo la mirada en la eternidad.

• Con el morado, volvemos el corazón a la peni-tencia, la humildad y la modestia; ellas alimentan nuestra vida espiritual.

Es conveniente pedirle al sacerdote que se revista delante de los niños, explicando cada vestidura.

Cáliz:

Solución a la actividad de la página 97: En la misa hacemos memoria de la Última Cena de Jesús con sus amigos. Él ofrece su Cuerpo y su Sangre como sello de la Nueva Alianza. La Eu-caristía es el sacramento donde Jesús da todo por amor, a todos los hombres.

Encuentro 11 Preparamos la casa y el corazón para la fiestapáginas 98 - 99

De la mano 1 Guia 1-40.indd 28De la mano 1 Guia 1-40.indd 28De la mano 1 Guia 1-40.indd 28De la mano 1 Guia 1-40.indd 28De la mano 1 Guia 1-40.indd 28De la mano 1 Guia 1-40.indd 28 2/15/11 3:43:36 PM2/15/11 3:43:36 PM2/15/11 3:43:36 PM2/15/11 3:43:36 PM2/15/11 3:43:36 PM2/15/11 3:43:36 PM2/15/11 3:43:36 PM2/15/11 3:43:36 PM2/15/11 3:43:36 PM2/15/11 3:43:36 PM

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Luego de conocer todo lo que necesitamos para celebrar la misa, comenzaremos a explicar las par-tes de la misa:• Ritos iniciales• Liturgia de la Palabra• Liturgia de la Eucaristía• Ritos de despedida

En este encuentro explicaremos los ritos inicia-les y la liturgia de la Palabra.• Con los ritos iniciales comenzamos la misa. Explica-

remos que así como cuando llegamos a un lugar, sa-ludamos a los que están presentes, del mismo modo lo hacemos al comenzar la Eucaristía. La señal de la cruz es el saludo que nos identifica. Con ella nos po-nemos en presencia de la Santísima Trinidad.

Acto penitencial: es necesario estar debidamen-te preparados para celebrar la misa. Por lo tanto, tendremos el corazón limpio. Este es el momento de ofrecerle con mucha humildad al Señor todo lo que nos aleja de su amor, para que Él nos perdone. En silencio y sinceramente le pedimos a Dios que perdone nuestros pecados, reconociendo que no somos dignos de estar en su presencia.

Se les aclarará a los niños que este acto peniten-cial no reemplaza al sacramento de la Reconcilia-ción. Este acto solo borra los pecados veniales.

Se podrá trabajar la parábola del banquete del rey, Mateo 22, 1-14, haciendo hincapié, en los ver-sículos 11-12a: “Cuando el rey entró para ver a los comensales, encontró a un hombre que no tenía el traje de fiesta. ‘Amigo, le dijo, ¿cómo has entrado aquí sin el traje de fiesta?’”.

El traje de fiesta que vestiremos para celebrar la misa, será el de un corazón limpio.

Haciendo un buen acto penitencial crecemos en santidad.

Gloria: el acto penitencial, culmina con esta oración de alabanza a Dios, quien en su infinita misericordia salva nuestras faltas.

Liturgia de la Palabra: Con ella, Dios nos prepara la mesa de su Palabra. Abarca desde las lecturas de la Biblia hasta la oración de los fieles inclusive.

Con la liturgia de la Palabra, la Iglesia nos invita a hacer una revisión y meditación, en comunidad, del plan de salvación que Dios, desde la eternidad, tiene pensado. Tomamos conciencia de todo el es-fuerzo que Dios hace por estar cerca de nosotros.

Los días domingos, la liturgia de la Palabra está compuesta por tres lecturas y un salmo.• La primera lectura hace referencia al Antiguo Tes-

tamento, recordándonos la historia del pueblo de Israel.

• El salmo nos ayuda a meditar y a dar una respues-ta a la Palabra de Dios escuchada.

• La segunda lectura, tomada del Nuevo Testamen-to, hace la revisión de la historia de la vida de la Iglesia, de los primeros tiempos.

• El evangelio es la lectura central de esta liturgia. El evangelio nos trae a la memoria los dichos y hechos de la vida de Jesús, que es el centro de toda la historia de la salvación.

Durante las misas de la semana, se realiza una lectura que bien podrá ser del Antiguo o del Nuevo Testamento, el salmo y el evangelio.

La Palabra de Dios es Palabra viva, actual. Por lo tan-to, no es solamente una simple lectura de algo pasado, sino que al proclamarla debemos hacerla carne, es de-cir, llevarla a la práctica en todos los hechos de nuestra vida. Dios mismo nos está hablando a través de su Pa-labra. Ella debe interpelar nuestra vida. Escuchándola atentamente, sabremos descubrir qué es lo que Dios quiere de cada uno de nosotros, aquí y ahora.

Homilía: el sacerdote nos ayudará por medio de una reflexión profunda, a comprender mejor lo que Dios nos ha querido decir. Es importante escuchar-lo. Pero más importante es estar atentos, cuando Dios mismo nos habla.

Credo: es nuestra profesión de fe. Rezándolo confir-mamos y reafirmamos nuestra fe.

Oración de los fieles o universal: esta fe que pro-fesamos, la Buena Noticia de la salvación, es para todos. La Iglesia quiere que en ella estemos todos, porque es misionera. Por eso en este momento, eleva su oración de súplica por toda la humanidad.

Con esta última oración, concluye la liturgia de la Palabra. Esta mesa de la Palabra, Dios la ubica ante nosotros para que, alimentados por ella, crez-camos espiritualmente en santidad para ser luz en el mundo, llevando a todos la salvación.

Luego de compartir la liturgia de la Palabra, co-menzamos a celebrar la liturgia de la Eucaristía, que abarca desde la presentación de dones hasta la ora-ción de la poscomunión.

Encuentro 12 Comienza la fiestapáginas 100 - 101

Encuentro 13 Jesús te invita a su mesapáginas 102 - 103

De la mano 1 Guia 1-40.indd 29De la mano 1 Guia 1-40.indd 29De la mano 1 Guia 1-40.indd 29De la mano 1 Guia 1-40.indd 29De la mano 1 Guia 1-40.indd 29De la mano 1 Guia 1-40.indd 29 2/15/11 3:43:37 PM2/15/11 3:43:37 PM2/15/11 3:43:37 PM2/15/11 3:43:37 PM2/15/11 3:43:37 PM2/15/11 3:43:37 PM2/15/11 3:43:37 PM2/15/11 3:43:37 PM2/15/11 3:43:37 PM2/15/11 3:43:37 PM

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Prepararemos la mesa del altar para que en ella se haga presente Jesús. Llevaremos los dones del pan y el vino, que luego se convertirán en el Cuer-po y la Sangre de Jesús. A esta acción la llamamos transubstanciación: es el Espíritu Santo que, por medio del sacerdote, transforma esos sencillos do-nes en algo sagrado.

Presentación de dones: es el momento donde acer-camos a la mesa preparada por Dios para el gran milagro de la Eucaristía, los dones de pan y vino. No solo acercamos estos dones, sino que también ponemos sobre el altar nuestra vida, para ofrecér-sela al Señor. Es el momento en que el sacerdote eleva a Dios al hombre, su vida, sus alegrías, triste-zas, proyectos, sueños, y acerca al hombre a Dios.

Plegaria eucarística: comienza con una acción de gracias por todos los beneficios y dones que Dios nos ha regalado gratuitamente. Esta acción de gra-cias conlleva a una oración de alabanza que es el Santo. Esta oración nos hace proclamar tres veces Santo a Dios. Es el canto más importante de toda la misa, porque en él nos unimos con los santos y los ángeles en una sola voz, para cantar las grandezas de nuestro Dios.Toda la plegaria eucarística es un gran diálogo de oración a Dios, dador de vida y salvación.

Consagración: es el momento central de la misa. Con las mismas palabras que Jesús pronunció en la última Cena, el sacerdote consagra el pan y el vino que, por obra del Espíritu Santo, se convierten en el Cuerpo y en la Sangre de Jesús. Él está presente y vivo entre nosotros. Les recordamos a los niños que es un momento de mucho respeto. No podrán estar distraídos, o hablando entre ellos. Lo más sa-grado está entre nosotros. Es el momento en donde le ofreceremos en silencio nuestro corazón a Jesús, para que habite en él.

Comunión: Jesús nos invita a su mesa y nos dá su Pan para alimentarnos. Al entrar en comunión con Jesús, tomaremos conciencia que somos sagrados, porque es Él quién está dentro de nuestra alma; vivo para hacernos santos e irreprochables frente al Dios de la vida, al Dios todopoderoso.

Ritos finales: como al comienzo entramos saludan-do, cuando nos vamos, recibimos un regalo más de parte de Dios. Ese regalo es su bendición, la cual significa desear el bien. Dios quiere siempre nues-tro bien. En la misa nos hemos alimentado con su Palabra y con su Pan, por eso quiere que al concluir

la celebración, nosotros tengamos las fuerzas sufi-cientes para llevar lo que hemos recibido a todos.

El propósito de este encuentro es explicarles a los niños la fiesta de Pentecostés. Festejo que logró unir más a los discípulos.

Los niños saben por experiencia que cuando se les indica un trabajo en equipo, antes de realizarlo deben ponerse de acuerdo en cómo llevarlo a cabo. Con los discípulos ocurrió lo mismo. Todos habían tenido la experiencia de Jesús, habían conocido su mensaje y sabían que Jesús les había pedido que lo llevaran a otros, para que supieran que el Reino de los Cielos estaba entre nosotros. Pero era necesario que se pusieran de acuerdo en el cómo, que alguien los fortaleciera en la misión y los animara a anun-ciar sin miedo lo que habían recibido.

Llevar a cabo esta tarea no era algo sencillo. No todos creían que Jesús era el Mesías, que Él había instaurado el Reino de los Cielos, que después de su muerte había resucitado. Por eso necesitaban fortaleza y animosidad para que con valentía reali-zaran su misión.

El Espíritu Santo transformó a los discípulos de Jesús, abriéndoles su inteligencia y corazón. Lo-grando así que este grupo de hombres pusiera en marcha la Iglesia a la que todos pertenecemos, lle-vando el mensaje de salvación a todo el mundo.

Podemos comparar este hecho con lo que pasa en un equipo de futbol. Puede haber grandes es-trellas, jugadores con grandes destrezas, personas del cuerpo técnico muy capaces. Pero si todos no adhieren o participan del espíritu del equipo, no podrán mostrar todas sus capacidades ni lograr el objetivo de ganar y clasificar.

Les explicaremos la importancia que tiene el re-cibir al Espíritu Santo, tanto a nivel individual como comunitario. Participar del Espíritu de Cristo, envia-do por Él, nos anima a realizar tareas personales o comunitarias, dándonos las fuerzas necesarias para llevar a cabo todo lo que nos proponemos y nos proponen.

Lograremos que los niños tomen conciencia de la presencia del Espíritu Santo en ellos y en la co-munidad, al ver la obra realizada. Es necesario ayu-darlos a que pidan esta fuerza que solo viene del Espíritu Santo, que nos hace Iglesia.

El propósito de este encuentro es explicarles a

Encuentro 14 El Espíritu Santo: nos anima y da fuerzaspáginas 106 - 107

De la mano 1 Guia 1-40.indd 30De la mano 1 Guia 1-40.indd 30De la mano 1 Guia 1-40.indd 30De la mano 1 Guia 1-40.indd 30De la mano 1 Guia 1-40.indd 30De la mano 1 Guia 1-40.indd 30 2/15/11 3:43:37 PM2/15/11 3:43:37 PM2/15/11 3:43:37 PM2/15/11 3:43:37 PM2/15/11 3:43:37 PM2/15/11 3:43:37 PM2/15/11 3:43:37 PM2/15/11 3:43:37 PM2/15/11 3:43:37 PM2/15/11 3:43:37 PM

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En este encuentro, trabajaremos los dones y fru-tos que recibimos del Espíritu Santo. Ayudaremos a los niños a que descubran en sus vidas la presencia del Espíritu Santo. ¿Cuándo? Cuando hacemos una obra de caridad. Cuando permitimos que alguien nos ayude. Cuando dejamos los prejuicios de lado y ayudamos porque alguien nos necesita. Les dare-mos un tiempo para que ellos reflexionen y puedan responder.

Todos recibimos el Espíritu Santo que nos mue-ve al servicio del otro, a salir de uno mismo para ayudar a todos.

Como motivación para comprender mejor la ac-ción del Espíritu Santo, ambientaremos la sala de catequesis con poca luz y los iniciaremos en el si-lencio. Para ello, les pediremos que busquen una posición cómoda y que hagan silencio, para poder escuchar los latidos de su corazón. Les indicaremos que realicen una respiración profunda, exhalando el aire lentamente. Sin que ellos lo perciban, encen-deremos una vela perfumada. Todos percibiremos el aroma, pero no lo veremos. Este perfume nos deberá agradar y que resulte placentero respirar. Nos hará sentirnos cómodos y relajados. Todo lo haremos pausadamente, propiciando los espacios de silencio.

El Espíritu Santo es como el aroma que percibi-mos. No lo vemos, pero notamos por nuestros sen-tidos su presencia que nos estimula y nos ayuda a sentirnos bien.

Cuando recibimos los dones del Espíritu Santo, éstos nos ayudan a ponernos en movimiento. Así, todas nuestras acciones dan frutos.

Les indicaremos que realicen la actividad de la página 109, podremos explicarles esta adaptación de los frutos:Amor: recibimos de corazón a los que se acercan a nosotros.

Alegría: anunciamos lo bien que nos sentimos cuando escuchamos hablar de Jesús.

Paz: saludamos a los demás con gestos de cariño.

Servicio: estamos atentos a dar una mano en lo que podamos.

Perdón: ayudamos a otros a reconciliarse y quererse.

Valentía: nos acerquemos a los que no conocemos y no conocen a Jesús.

Esfuerzo: llegamos con el mensaje de Jesús a todos los chicos y a todas las personas que no lo cono-cen.

Paciencia: insistimos sin desanimarnos en las difi-cultades.

Unidad: nos sentimos como hermanos, que forma-mos parte de la familia de los hijos de Dios y her-manos de Jesús.

El credo nos ayuda a hacer una síntesis de nues-tra fe. Llevaremos a los niños a comprender lo que cada afirmación significa. Saber dar razones de nuestra fe, es misión de todo bautizado.

Les haremos ver que por el Bautismo, todos formamos parte de la Iglesia y que debemos vi-vir y transmitir cada una de estas verdades de la Iglesia.

Como actividad complementaria, podremos es-cribir en papeles cada oración. Los mezclaremos y luego les entregaremos un papel a cada uno. Ellos tendrán que armarla a modo de rompecabezas. Ju-gando y entre todos podrán memorizar esta hermo-sa oración.

La Iglesia es la familia de Jesús. En este encuentro ayudaremos a que los niños

descubran las distintas costumbres y acciones de su propia familia. Sabemos que les interesará mu-cho la historia de su familia, saber de dónde vienen, cómo llegaron a nuestra tierra, quiénes fueron sus antepasados y de qué trabajaron.

Encuentro 15 Los signos y regalos del Espíritu Santopáginas 108 - 109

Encuentro 16 Las verdades que construyen la Iglesia páginas 110 - 111

Solución a la actividad propuesta en la página 108El Espíritu es como el viento, porque nos hace fuertes para seguir a Jesús.El Espíritu es como el fuego, porque nos da calor y anima a anunciar la Buena Noticia.El Espíritu viene a nosotros como una paloma, porque nos llena el corazón de paz.

Encuentro 17 La Iglesia: la casa de todospáginas 112 - 113

De la mano 1 Guia 1-40.indd 31De la mano 1 Guia 1-40.indd 31De la mano 1 Guia 1-40.indd 31De la mano 1 Guia 1-40.indd 31De la mano 1 Guia 1-40.indd 31De la mano 1 Guia 1-40.indd 31De la mano 1 Guia 1-40.indd 31 2/15/11 3:43:37 PM2/15/11 3:43:37 PM2/15/11 3:43:37 PM2/15/11 3:43:37 PM2/15/11 3:43:37 PM2/15/11 3:43:37 PM2/15/11 3:43:37 PM2/15/11 3:43:37 PM

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Una vez hecho este ejercicio, les explicaremos que Jesús también tiene una familia muy grande: la Iglesia. Todos construimos la Iglesia y tenemos un lugar en ella, por eso es católica. La palabra católica significa que es universal, es para todos.

Es una. La Iglesia de Jesús es única. Esta unidad se la da el Espíritu Santo. Es santa, porque Santo es Jesús, su fundador.

Es apostólica porque Jesús la funda sobre sus amigos, los apóstoles, quienes fueron testigos y la dieron a conocer al mundo entero.

Les explicaremos que en la Iglesia, igual que una familia, cada uno tiene una tarea específica. Hace en ella lo que sabe hacer. A pesar de la diversidad de tareas, todos pertenecemos a esa única familia.

Así como la familia necesita encontrarse con cada uno de sus miembros, la Iglesia también tiene esa necesidad. Cada vez que sus miembros se reúnen en comunidad, recuerdan que forman un solo cuerpo, cuya cabeza es Jesús. Al reunirse en su nombre, to-man fuerza para amar, servir y seguir siendo discípu-los y misioneros. El domingo es el día en que se reúne la Iglesia, formando un solo cuerpo para dar gloria a Dios, cantar sus alabanzas y elevar sus peticiones. Ese es el día del Señor por excelencia.

Al presentar este encuentro, ayudaremos a los niños a que descubran su vocación de ser santos. Por medio del Bautismo todos estamos llamados a serlo. Anhelamos que puedan valorar vivir la fe en Jesús, con el deseo de parecerse siempre a Él.

Elijamos a personalidades destacadas por su compromiso social, ya sea en el deporte, ciencia, arte, salud o educación.

Resaltaremos aquellas personas que se destacan por estar más comprometidas con tareas sociales y solidarias.

Del mismo modo, llevaremos sus ejemplos al plano de la fe. Les preguntaremos si conocen per-sonas que potencializando sus cualidades y virtu-des las ponen al servicio de los otros, viviendo sen-cillamente el mensaje recibido de Jesús.

Les contaremos la vida de distintos santos, no solo su parte extraordinaria, sino como hombres y mujeres comunes, como nosotros, sencillos, con defectos a corregir, con cualidades y dones que su-pieron ponerlos al servicio del Reino en cada uno de sus hermanos.

Ser santo es hacer las cosas de todos los días con mu-cho amor, sobre todo aquellas que más nos cuestan.

Ser santo es amar al estilo de Jesús, con un co-razón grande donde hay lugar para todos.

Ser santo es tener como modelo de vida a Jesús, quien nos amó y entregó su vida por todos y cada uno, sin importarle que su amor y su entrega fueran correspondidos.

Ser santo es vivir de acuerdo al plan que Dios tiene para cada uno de sus hijos. Vivir de acuerdo al plan de Dios es amar desinteresadamente, sin mez-quindad y sin barreras.

Los santos son modelos de vida que debemos imitar. Ellos fueron santos, no por ser hombres y mujeres extraordinarios, sino porque simplemente entregaron a Dios su corazón para que en él solo hubiera lugar para el amor. Ellos nos enseñan a vivir el evangelio en plenitud, sin medias tintas. Al destacar el don de cada uno de ellos, crecerá en nosotros el amor a la Eucaristía a la Virgen y a los pobres. Esta plenitud del amor así entendido, se logra por medio de la gracia que recibimos cuan-do frecuentamos los sacramentos, la oración y la caridad.

Ser santo es ser otro Cristo en el mundo, vivien-do la pobreza evangélica a la que todos los bautiza-dos estamos llamados a vivir.

Los santos son ejemplo de la unión con Jesús, porque dan testimonio del evangelio. Les aclara-remos que por medio de ellos también llegamos a Jesús. Ellos no son más que el Maestro.

Trabajaremos de un modo especial la vida y obra de los santos locales.

Dentro de este encuentro podremos tratar el tema de la vida eterna y la Comunión de los santos.

En este encuentro, les propondremos a los niños ser santos.

Ser los testigos vivos de Aquel que vive por amor a nosotros entre nosotros, ser testigos de Jesús.

Como lo desarrollamos en el encuentro, muchos hombres y mujeres contemporáneos, han amado a sus hermanos como lo hizo Jesús.

Como actividad complementaria, podremos ha-cerlos reflexionar sobre el siguiente relato del Beato Juan XXIII, Angelo Giuseppe Roncalli, que fue Papa entre 1953 y 1961.

Encuentro 18 Los santos, hombres y mujeres de fepáginas 114 - 115

Encuentro 19 Lo dejaron todo y lo siguieronpáginas 116 - 117

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Los prismáticos de Juan XXIII

El pastor anglicano Douglas Walstall visitó en cier-ta ocasión al Papa Juan XXIII y esperaba mantener con él una profunda conversación ecuménica. Pero se encontró con que el pontífice simplemente deseaba conversar con alguien, y le confesó que allí, en el Vati-cano, se aburría un poco, sobre todo por las tardes.Las mañanas se las llenaban las audiencias. Pero muchas tardes no sabía muy bien qué hacer. Allá en Venecia –confesaba el Papa– siempre tenía bas-tantes cosas pendientes o me iba a pasear. Aquí, la mayoría de los asuntos ya me los traen resueltos los cardenales y yo solamente tengo que firmar. Y en cuanto a pasear, casi no me dejan. O tengo que salir con todo un cortejo que pone en vilo a toda la ciudad. ¿Sabe entonces lo que hago? Tomo estos prismáticos –señaló a los que tenía sobre la mesa– y me dedico a ver desde la ventana, una por una, las cúpulas de las iglesias de Roma. Pienso que al-rededor de cada iglesia hay gente feliz y otra que sufre; ancianos solos y parejas de jóvenes alegres. También gente amargada o pisoteada. Entonces pienso en ellos y pido a Dios que bendiga su felici-dad o consuele su dolor.El pastor Walstall salió seguro de haber recibido la mejor lección ecuménica imaginable, porque aca-baba de descubrir lo que es una vida dedicada al amor.

J. L. Descalzo, Razones para el amor. Madrid, Atenas, 1996.

Otro texto que podremos trabajar con los niños, es un escrito de Martin Luther King, de quien hace-mos referencia en el encuentro.

Un mundo de hermanos

Sueño que llegará el día en que los hombres se elevarán por encima de sí mismos y comprenderán que están hechos para vivir juntos, en hermandad. Todavía sueño con aquella Navidad, que llegará el día en que todos los negros de este país, todas las personas de color del mundo, serán juzgadas por el contenido de su personalidad y no por el color de su piel; que cada hombre respetará la dignidad y el valor de la personalidad humana. Todavía, sueño hoy, que llegará el día en que las industrias paradas de Appalachia serán puestas en marcha y servirán para llenar los estómagos vacíos de Mississippi, y que la hermandad será algo más que unas palabras colocadas al final de un sermón: que en las agen-das de todos los hombres de negocios se encontrará escrita la palabra ‘hermandad’. Todavía sueño hoy que en todos los Ministerios y en todos los ayunta-

mientos serán elegidos los hombres que obren con justicia y misericordia, siguiendo los pasos de Dios. Todavía sueño hoy que la guerra se acabará. Lle-gado este día nos será revelada la gloria del Señor, y la contemplaremos todos unidos. Todavía sueño que con esta fe seremos capaces de transformar los límites de la desesperación. Con esta fe podremos anticipar el día de paz en la tierra y de buena vo-luntad para todos los hombres. Será un día glorio-so: los luceros del alba cantarán unidos y los hijos de Dios exultarán de alegría.

Jesús necesita de nuestras manos y de nuestros pies, para seguir instaurando su Reino en el mun-do. Como testigos de su amor, viviendo, obrando y pensando como Él nos enseñó, para ser cada día más hermanos.

El propósito de este encuentro es destacar a la Virgen María como modelo de santidad y la testigo por excelencia del amor de Jesús.

Repasaremos con los niños que María es la mamá de Jesús, por lo tanto es la Madre de Dios. Es madre de todos nosotros y Madre de la Iglesia de Jesús.

Aparecida nos dice:“La máxima realización de la existencia cristia-

na… quien, por su fe y obediencia a la voluntad de Dios, así como por su constante meditación de la Palabra y de las acciones de Jesús, es la discípula más perfecta del Señor.

… María, con su fe, llega a ser el primer miem-bro de la comunidad de los creyentes en Cristo, y también se hace colaboradora en el renacimiento espiritual de los discípulos.

… Ella ha vivido por entero toda la peregrinación de la fe como madre de Cristo y luego de los discí-de la fe como madre de Cristo y luego de los discí-de la fe como madre de Cristo y luego de los discípulos, sin que le fuera ahorrada la incomprensión y la búsqueda constante del proyecto del Padre. Al-canzó, así, a estar al pie de la cruz en una comunión profunda, para entrar plenamente en el misterio de la Alianza”. (Aparecida 266).

Es la interlocutora, la mediadora entre nosotros y Dios. Con amor de madre, va al encuentro de las necesidades de los hombres, introduciéndose así, como puente para acercarnos a Dios y acercar a Dios a los hombres. Pone delante de Jesús las fra-gilidades, necesidades, dolores, alegrías y gozos de todos nosotros.

Encuentro 20 María, testigo del amorde Jesúspáginas 118 - 119

De la mano 1 Guia 1-40.indd 33De la mano 1 Guia 1-40.indd 33De la mano 1 Guia 1-40.indd 33De la mano 1 Guia 1-40.indd 33De la mano 1 Guia 1-40.indd 33De la mano 1 Guia 1-40.indd 33 2/15/11 3:43:37 PM2/15/11 3:43:37 PM2/15/11 3:43:37 PM2/15/11 3:43:37 PM2/15/11 3:43:37 PM2/15/11 3:43:37 PM2/15/11 3:43:37 PM2/15/11 3:43:37 PM2/15/11 3:43:37 PM2/15/11 3:43:37 PM

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Nuestro amor a María irá creciendo en la medida que conozcamos sus bondades y sepamos, humilde-mente, ponernos bajo su amparo y protección.

Como actividad complementaria podremos leer este hermoso gesto de amor que nos relata la Beata Madre Teresa de Calcuta:

Generosidad de Madre

Una noche, un hombre vino a nuestra casa para decirme que una familia hindú con ocho hijos lle-vaba varios días sin probar bocado. No tenían qué comer.Tomé una porción suficiente de arroz y me dirigí a su casa.Pude ver sus caras de hambre, a los niños con sus ojos desencajados.Difícilmente hubiera podido imaginar visión más impresionante.La madre tomó el arroz de mis manos, lo dividió en dos mitades, y se fue.Cuando unos instantes después estuvo de regreso, le pregunté:-¿Adónde ha ido? ¿Qué ha hecho?Me contestó:-También ellos tienen hambre.Ellos eran la familia de al lado: una familia musul-mana con el mismo número de hijos que alimentar y que también carecían por completo de comida.Aquella madre estaba al tanto de la situación.A pesar de las condiciones en que se encontraba, se sintió muy feliz de compartir con sus vecinos algo de lo que yo le había llevado.Tuvo el coraje y el amor de compartir su escasa porción de arroz con otros.Para no privarla de su felicidad, aquella noche no le llevé más arroz.Lo hice al día siguiente”.

González-Balado J. L. Madre Teresa de Calcuta. Barcelona, Planeta, 1997.

María, la llena de gracia, está atenta a las necesi-dades de todos sus hijos.

Como actividad complementaria, podremos preparar en la sala de catequesis un altarcito con la imagen de la Virgen del lugar, y encender una velita. Cantarle la canción indicada en el encuentro y enseñarle a los niños la oración de consagración a la Virgen:

Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea. Pues todo un Dios se recrea, en tan graciosa belleza.A Ti celestial princesa, Virgen sagrada María, yo te ofrezco en este día, alma, vida y corazón.Mírame con compasión, no me dejes Madre mía.

El objetivo de este encuentro es ayudar a los ni-ños a que descubran que a todos Dios nos ha re-galado cualidades y capacidades. Estos dones los debemos poner al servicio de los demás, solo así podrán dar frutos.

Hay dones o cualidades que son comunes a to-dos: inteligencia, memoria, amabilidad, servicio, alegría, actividad, comprensión, responsabilidad, etc. En algunos estarán más desarrollados unos que otros. Ese don que descubrimos que tenemos, será bueno ponerlo al servicio de los demás, para buscar el bien del otro y, en consecuencia, el de todos.

Les aclararemos que los dones no son para so-bresalir, para aparentar o crear competencias entre sus pares, sino que nos darán recursos para hacer el bien. Ayudando a otros, cumpliremos la volun-tad de Dios: amarnos como Jesús nos ama a todos. También les diremos que no importa si son muchos o pocos, exclusivos o comunes. Lo que Dios quiere es que no los guardemos, que los pongamos al ser-vicio de los demás. A veces nos saldrán muy bien las cosas, otras no. Pero lo que Dios verá, es que no los guardamos egoístamente, sino que hemos trabajado tratando de hacerlos producir.

Como lectura complementaria a la propuesta en el encuentro, podremos reflexionar el texto de Mateo, 14, 15-21. Una vez reconocidos los dones que Dios nos ha regalado, ayudaremos a los niños a que los pongan al servicio de los otros. Pondrán en las manos de Jesús, nuestros cinco panes y dos peces, nuestros dones, para que Él los multiplique y podamos dar mucho más.y podamos dar mucho más.

Solución a la actividad de la página 118:• Lucas 1, 26-38: Le dice sí a Dios. • Lucas 1, 39-45: Se pone al servicio de los otros. • Lucas 2, 1-7.15-20: Es mamá de Jesús. • Lucas 2,22-23: Cumple con la ley.• Lucas 2, 48-51: Acompaña en todo a Jesús. • Juan 2, 1-5: Está atenta a las necesidades de todos.• Juan 19, 25-27: Es fiel en todo momento.• Hechos de los Apóstoles 1, 12-14: Acompaña a los apóstoles.

Encuentro 21 Con nuestros talentos construimos un mundo mejorpáginas 120 - 121

De la mano 1 Guia 1-40.indd 34De la mano 1 Guia 1-40.indd 34De la mano 1 Guia 1-40.indd 34De la mano 1 Guia 1-40.indd 34De la mano 1 Guia 1-40.indd 34De la mano 1 Guia 1-40.indd 34 2/15/11 3:43:38 PM2/15/11 3:43:38 PM2/15/11 3:43:38 PM2/15/11 3:43:38 PM2/15/11 3:43:38 PM2/15/11 3:43:38 PM2/15/11 3:43:38 PM2/15/11 3:43:38 PM2/15/11 3:43:38 PM2/15/11 3:43:38 PM

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El propósito de este encuentro es que los niños tomen conciencia del mensaje que han recibido, que no lo pueden callar y que, por el mandato reci-bido de Jesús: “ Vayan, entonces, y hagan que to-dos los pueblos sean mis discípulos”. (Mt. 28, 19), todos debemos anunciar el evangelio. Que tomen conciencia que amar y seguir a Jesús implica nece-sariamente ser misionero.

Suscitaremos en los niños, la respuesta de fe personal en Jesús. A partir de esa firme respuesta, los ayudaremos a descubrir que el camino es la ac-ción, la misión. Es decir, llevar lo que creen a otros.

Les explicaremos que para ser discípulos y mi-sioneros de Jesús y buscar la vida en Él, debemos estar atentos a su Palabra. También, que es bueno prestar atención a las necesidades de los otros, para poder acompañarlos y ayudarlos en lo que podamos. Jesús está con nosotros siempre y nos sostiene en cada misión que emprendemos. No es-tamos solos, Él es nuestro compañero de viaje. Por medio del Espíritu Santo, recibimos la fuerzas y las palabras para que el mensaje de que Jesús es el Mesías, lo puedan entender todos.

Como parte de la Iglesia, también somos parte de la gran misión que ella tiene: dar a conocer a Jesús, para que el mundo crea en Él como Mesías y Salvador.

Como lectura complementaria, podemos ayu-darlos a reflexionar la siguiente cita:“Al día siguiente, estaba Juan otra vez allí con dos de sus discípulos y, mirando a Jesús que pasaba, dijo: ‘Este es el Cordero de Dios’. Los dos discí-pulos, al oírlo hablar así, siguieron a Jesús. Él se dio vuelta y, viendo que lo seguían, les preguntó: ‘¿Qué quieren’. Ellos le respondieron: ‘Rabbí - que traducido significa Maestro - ¿dónde vives?’. ‘Ven-gan y lo verán’, les dijo. Fueron, vieron donde vivía y se quedaron con él ese día Uno de los dos que oyeron las palabras de Juan y siguieron a Jesús era Andrés, el hermano de Simón Pedro. Al primero que encontró fue a su propio hermano Simón, y le dijo: ‘Hemos encontrado al Mesías’, que traducido significa Cristo. Entonces lo llevó a donde estaba Jesús. Jesús lo miró y le dijo: ‘Tú eres Simón, el hijo de Juan: tú te llamarás Cefas’, que traducido significa Pedro. Al día siguiente, Jesús resolvió partir hacia Galilea. Encontró a Felipe y le dijo: ‘Sígueme’. Felipe era de Betsaida, la ciudad de Andrés y de Pedro. Felipe encontró a Natanael y le dijo: ‘Hemos hallado a

aquel de quien se habla en la Ley de Moisés y en los Profetas. Es Jesús, el hijo de José de Nazaret’”. (Juan 1, 35-46)

Ideas principales para la reflexión de la cita del evangelio de Juan:• Vocación de los primeros discípulos.• La vida de los primeros misioneros, los discípulos.• Resaltar su energía, su entrega, su amor. Incluso

pensamos que cuando “seamos mayores” sere-mos misioneros. Ellos viendo a los hombres, ven a Jesús. Contemplando a Jesús, miran con amor a la humanidad y trabajan por ella.

• Los discípulos se encuentran con Él y llaman a otros para que lo conozcan; van en busca de otras personas y las llevan hasta Jesús para que se en-cuentren con Él.

• Andrés es misionero porque lleva a Pedro hasta Jesús.

• Felipe es misionero porque le cuenta a Natanael que ha encontrado a Jesús y le anima a que vaya con él para verlo.

Los discípulos conocen a Jesús y automática-mente se convierten en misioneros. Entonces, ¿qué es ser misionero? Dar a conocer a Jesús a los que no lo conocen.

Como actividad complementaria podremos re-currir a los distintos grupos que funcionan en la capilla o parroquia. Los invitaremos a que den su testimonio frente a los niños, de cómo ellos son mi-sioneros de Jesús. De este modo los niños podrán descubrir que para ser misioneros hay que recibir el mensaje de Jesús, convertirse en sus discípulos y luego transmitirlo a otros. Por otro lado, compren-derán que no es necesario realizar grandes obras o irse muy lejos para ser misionero, solo basta con dejarse impactar por Jesús, conocerlo, amarlo y lle-varlo a otros.

Llegamos al último encuentro de este itinerario para la preparación a la Primera Comunión. Tiene como propósito, hacer un repaso general de los cambios que hemos observado a lo largo de estos dos años.

Los ayudaremos a descubrir que seguir a Jesús significa hacer un mundo mejor y reconocer los do-nes que Dios nos da para hacerlo.

Este encuentro resume todo lo que hemos que-rido inculcarles a los niños durante estos dos años.

Encuentro 22 Un llamado para todos: nos invitan a ser misionerospáginas 122 - 123

Llegamos al último encuentro de este itinerario

Encuentro 23 De la mano con Jesús todo cambiapáginas 124 - 125

De la mano 1 Guia 1-40.indd 35De la mano 1 Guia 1-40.indd 35De la mano 1 Guia 1-40.indd 35De la mano 1 Guia 1-40.indd 35De la mano 1 Guia 1-40.indd 35De la mano 1 Guia 1-40.indd 35 2/15/11 3:43:38 PM2/15/11 3:43:38 PM2/15/11 3:43:38 PM2/15/11 3:43:38 PM2/15/11 3:43:38 PM2/15/11 3:43:38 PM2/15/11 3:43:38 PM2/15/11 3:43:38 PM2/15/11 3:43:38 PM2/15/11 3:43:38 PM

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Hemos querido hacerles escuchar la llamada que Dios, por medio de Jesús, nos hace para que lo si-gamos. Esto supone la responsabilidad de trabajar por un mundo mejor.

Crearemos en los niños la conciencia de que en-tre todos podemos hacer un mundo mejor. A partir del cambio personal, podemos lograr cambios a nuestro alrededor. Dios nos ha regalado cualidades y herramientas necesarias para que este mundo sea mejor.

Guía: “¡Buenos días/tardes queridos hermanos! Nos hemos reunido en la casa de nuestro Padre, llenos de alegría, para celebrar junto a nuestros chi-cos un día muy especial. Ellos recibirán por prime-ra vez a Jesús sacramentado en su corazón. Junto a sus papás, familiares, amigos y catequistas, da-remos gracias a Dios por su amor y con nuestra oración, cantos, silencio y orden, acompañaremos a nuestros chicos. Nos ponemos de pie para reci-birlos junto al Padre (nombre), y con mucha alegría cantamos (título)”.

Acto penitencial Para el acto penitencial podremos cantar una

canción o bien, las aclamaciones las podrán rea-lizar los niños. De optar por la segunda instancia, trataremos previamente que los niños elaboren las peticiones de perdón. A continuación damos algu-nas sugerencias:

Niño 1: “Jesús, nos enseñaste a amar a nuestro Pa-dre”.Niño 2: “Pero muchas veces nos olvidamos de rezar. Por eso te pedimos: Señor ten piedad”.

Niño 1: “Jesús, nos enseñaste a amar a nuestros hermanos”.Niño 2: “Pero muchas veces nos olvidamos de ayu-dar al que lo necesita. Por eso te pedimos: Cristo ten piedad”.

Niño 1: “Jesús, nos enseñaste a decir siempre la verdad”.Niño 2: “Pero muchas veces, porque tenemos mie-do, no la decimos. Por eso te pedimos: Señor ten piedad”.

Gloria: es conveniente poder cantarlo.

Liturgia de la PalabraEs conveniente que las lecturas elegidas sean

trabajadas previamente con los niños, para que puedan participar en la homilía.

1º Lectura

Guía: “Escuchamos con atención la Palabra que hoy nos dice el Señor”.

(Sugerimos las siguientes: 1ª Reyes 19, 4-8; o bien 1ª Corintios 11. 23-26).

SalmoEs conveniente que sea cantado.

EvangelioGuía: “Jesús mismo nos trae su Palabra. Por eso con mucha atención y alegría cantamos el Aleluya”.

(Sugerimos: Lucas 22,14-15. 19-20; o bien Juan 6, 51-56).

Credo

Oración de los fielesEs conveniente que las oraciones las hagan y

lean los niños. A continuación damos algunas su-gerencias:

Guía: “A cada intención respondemos: ‘Padre, es-cucha a tus hijos’”.

1. “Para que la Iglesia continúe su labor evangeliza-dora, llevando a todo el mundo la Buena Noticia. Oremos

2. Por nuestros gobernantes, para que trabajen por el bien común. Oremos

3. Padre Misericordioso, ponemos ante Ti a nues-tros hermanos más necesitados, los que sufren, los que no tienen trabajo, los que están enfer-mos, que nuestra ayuda solidaria los acerque a tu consuelo. Oremos

4. Por los chicos que hoy nos acercamos a recibir a Jesús Eucaristía, para que nunca nos olvidemos de este día, ni de la amistad que Él nos ofrece. Oremos

5. Por nuestros padres y familiares, para que nos ayuden a crecer en la amistad con Vos. Ore-mos…

6. Por nuestros catequistas, ellos nos ayudaron a cre-cer en la fe y a tenerte como amigo. Oremos…”

(Se pueden agregar otras intenciones).

Presentación de dones El pan y el vino, frutos de nuestro trabajo ilusio-

nado y sacrificado, de nuestra alegría y esperanza, se convertirán en el Cuerpo y Sangre de Jesús, para alimentar nuestro corazón y nuestra fe.

Guía:

Guión de la Misa de la Primera Comunión

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Junto a estos dones recibidos de Dios, acerca-mos el Catecismo, que nos ha ayudado a conocer a Jesús, a amarlo y a crecer en la fe. (Se podrán acercar otros dones). Acompañamos nuestra ofren-da cantando.

Guía: “Comenzamos el momento central de nues-tra celebración. Pronto el sacerdote repetirá las palabras y los gestos de Jesús durante la Última Cena, para que el pan y vino sean para nosotros su Cuerpo y Sangre”.

Plegaria eucarística para niños A continuación transcribimos la plegaria euca-

rística para niños. Se puede elegir otra.

Sacerdote: “El Señor esté con ustedes”. Todos: “Y con tu espíritu”. Sacerdote: “Levantemos el corazón”. Todos: “Lo tenemos levantado hacia el Señor”. Sacerdote: “Demos gracias al Señor nuestro Dios”. Todos: “Es justo y necesario”.

Sacerdote: “En verdad, Padre bueno, hoy estamos de fiesta: nuestro corazón está lleno de agradeci-miento. Tú nos amas tanto, que has hecho para no-sotros este mundo inmenso y maravilloso. Por eso te aclamamos”. Todos: “¡Gloria a Ti, Señor, porque nos amas!”.

Sacerdote: “Tú nos amas tanto, que nos das a tu Hijo Jesús para que Él nos acompañe hacia Ti. Nos reúnes como a los hijos de una misma familia. Por eso te aclamamos”.Todos: “¡Gloria a Ti, Señor, porque nos amas!”.

Sacerdote: “Bendito sea Jesús, su enviado, el ami-go de los niños y de los pobres. Él vino para ense-ñarnos cómo debemos amarte a Ti, y amarnos los unos a los otros.

Él vino para arrancar de nuestros corazones el pecado y el mal que nos impide ser amigos, y el odio que no nos deja ser felices. Él ha prometido que su Espíritu Santo estará siempre con nosotros, para que vivamos como verdaderos hijos tuyos.

Por ese amor tan grande queremos darte gracias y cantarte, con los ángeles y santos que te adoran en el cielo”.

(Es conveniente que se cante).

Todos: “Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.

Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria. ¡Hosanna en el cielo! Bendito el que viene en nombre del señor. ¡Hosanna en el cielo!“.

Sacerdote: “A Ti, Dios Padre nuestro te pedimos que nos envíes tu Espíritu.

Para que este pan y este vino, se conviertan en el Cuerpo y la Sangre de Jesús, nuestro Señor.

El mismo Jesús, poco antes de morir, nos dio la prueba de tu amor:

Cuando estaba sentado a la mesa con sus discí-pulos tomó el pan, dijo una oración para darte gra-cias, lo partió y se lo dio a sus discípulos diciendo:

’Tomen y coman todos de él, porque esto es mi cuerpo que será entregado por ustedes’”. Todos: “Señor Jesús, entregado por nosotros”.

“Después tomó el cáliz lleno de vino y, dándote gracias de nuevo, lo pasó a sus discípulos diciendo:

‘Tomen y beban todos de él, porque este es el cáliz de mi sangre, sangre de la alianza nueva y eterna, que será derramada por ustedes y por mu-chos para el perdón de los pecados’”.Todos: “Señor Jesús, entregado por nosotros”. Sacerdote: “Y les dijo también”.

‘Hagan esto en memoria mía’.

Este es el sacramento de nuestra fe”.

Todos: “Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección. ¡Ven Señor Jesús!” Sacerdote: “Por eso, Padre Bueno, recordamos aho-ra la muerte y Resurrección de Jesús, el Salvador del mundo. Él se ha puesto en nuestras manos para que te lo ofrezcamos como sacrificio nuestro, y junto con el papa (nombre del papa), con nuestro obispo (nombre del obispo) y los demás obispos, y todos los que trabajan por tu pueblo”. Todos: “¡Gloria a Ti, Señor, porque nos amas!”.

Sacerdote: “No te olvides de las personas que ama-mos, ni de aquellas a las que debiéramos querer más.

Acuérdate también de los que ya murieron y re-cíbelos con amor en tu casa”. Todos: “¡Gloria a Ti, Señor, porque nos amas!”.

Sacerdote: “Y un día reúnenos cerca de Tí, con Ma-ría, la Virgen Madre de Dios y madre nuestra, para celebrar en tu Reino la gran fiesta del cielo. Enton-ces, todos los amigos de Jesús, nuestro Señor, po-dremos cantarte sin fin”.

Todos: “¡Gloria a Ti, Señor, porque nos amas!”.

Sacerdote: “Por Cristo, con Él y en Él, a Ti Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos”.

Todos: “Amén”.

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Padre Nuestro.

La paz.

Cordero de Dios.(Es conveniente que se cante).

Comunión

Guía: “Ha llegado el momento tan esperado por to-dos. Hoy Jesús se ofrece con su Cuerpo y con su Sangre, para que nuestros chicos lo reciban por pri-mera vez, y se quede en sus corazones para siem-pre, porque los ama profundamente. Nos acerca-mos a comulgar cantando”.

Oración poscomunión

Puede ser nuestra oración silenciosa y de inti-midad acompañando la oración de los chicos, una canción de meditación o una oración de los papás.

Despedida

Guía: “Con la alegría de haber compartido la mesa de la Palabra y de la Eucaristía, acompañando a es-tos chicos, que hoy le abrieron las puertas de su corazón a Jesús, nos despedimos cantando”

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Oracion para aprender a amar

Señor, cuando tenga hambre, dame alguien que necesite comida;Cuando tenga sed, dame alguien que precise agua;Cuando sienta frío, dame alguien que necesite calor.Cuando sufra, dame alguien que necesita consuelo;Cuando mi cruz parezca pesada, déjame compartir la cruz del otro;Cuando me vea pobre, pon a mi lado algún necesitado.Cuando no tenga tiempo, dame alguien que precise de mis minutos;Cuando sufra humillación, dame ocasión para elogiar a alguien; Cuando esté desanimado, dame alguien para darle nuevos ánimos.Cuando quiera que los otros me comprendan, dame alguien que necesite de mi comprensión;Cuando sienta necesidad de que cuiden de mí, dame alguien a quien pueda atender;Cuando piense en mí mismo, vuelve mi atención hacia otra persona.

Haznos dignos, Señor, de servir a nuestros hermanos;Dales, a través de nuestras manos, no sólo el pan de cada día, también nuestro amor misericordioso, imagen del tuyo.

-Madre Teresa de Calcuta M.C.

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colofón

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