Curso sobre paleografÌa hispÀnica Revistas UNAM, con 2 ... · del trabajo arqueolÒgico y...

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Viernes 1 de febrero de 2019 EL UNIVERSAL E12 CULTURA PROYECTO UNAM Texto: Rafael López [email protected] Curso sobre paleografía hispánica y novohispánica El Instituto de Investigaciones Bibliográficas de la UNAM invita al curso “Introducción a la paleografía hispánica y novohispánica”, que impartirá Laurette Godinas y Andrés Íñigo Silva todos los jueves, del 14 de marzo al 9 de mayo, de 10:00 a 13:00 horas, en la Sala Interactiva del citado ins- tituto, en CU. Informes en el teléfono 56-22-68-27 y en el correo electrónico [email protected] ESPECIAL La UNAM, la sexta del mundo en Instagram De acuerdo con el 2018 Instagram University Ranking, que clasifica las 200 mejores universidades del planeta por su número de segui- dores en esa red social, la UNAM encabeza a todas las de Iberoamé- rica y se ubica en el sexto lugar a nivel mundial. La Universidad Nacional sólo es superada por las universidades de Harvard, Stan- ford, Oxford, Cambridge y Yale, y, con más de 200 mil seguidores (al momento del conteo), está por en- cima de las de Princeton, Colum- bia, Birmingham y Nottingham, y del Massachusetts Institute of Technology (MIT). Revistas UNAM, con 2 millones de visitas El portal Revistas UNAM(www.revistas.unam.mx), en el que se pueden consultar de manera gratuita cerca de 22 mil artículos de las 133 revistas académicas y arbitradas de esta casa de estudios, recibió alrededor de dos millones de visitas en 2018. Gracias a la visibilidad, calidad e impacto de sus artículos, 33 de estas publicaciones se encuentran en el índice de Scopus (una de las bases de datos bibliográficas más importantes a nivel internacional), y 55 más en el Sistema de Clasificación de Revistas Me- xicanas de Ciencia y Tecnología, del CONACyT. ESPECIAL Fecha solar Un astrónomo puma estudia las observaciones astronómicas que desde el siglo V se realizaban en Teotihuacan en febrero, durante el inicio del año mesoamericano En diferentes lugares del mundo, sobre todo en México y el resto de Latinoamérica, el día de la Candelaria se celebra el 2 de febrero. Tal fecha guarda relación con las observaciones astronómicas que desde la época del esplendor teotihuacano (año 400) —e inclu- so después de la llegada de los españoles a Amé- rica en el siglo XV— se efectuaban en el altiplano central de México durante el inicio del año me- s oamericano. Esto hizo que Daniel Flores Gutiérrez, inves- tigador del Instituto de Astronomía de la UNAM, se interesara en saber si en Teotihuacan había algún referente de observación astronó- mica, particularmente del Sol, ya que es el re- gidor de los calendarios en el mundo (el ciclo que describe la Tierra alrededor de él dura 365 días con una fracción de 0.2422 de día). Después de experimentar con varias hipóte- sis, llegó a un montículo situado a un kilómetro al oeste de la pirámide del Sol. Conocido por las personas mayores como el Cerrito, desde él se ve la Ciudadela, las pirámides de la Luna y del Sol, y parte de la Calzada de los Muertos. Al continuar con su proyecto de investiga- ción, Flores Gutiérrez estableció que el 2 de fe- brero correspondía al 12 del mismo mes pero del calendario juliano, el cual fue sustituido progre- sivamente por el gregoriano a partir de su pro- mulgación en 1582. La fecha de la fiesta religiosa se mantuvo el 2 de febrero y el suceso astronó- mico en Teotihuacan sigue ocurriendo el 12 de f e b re ro. De modo que contamos con un referente as- tronómico que se originó en la tradición astro- nómica teotihuacana y continúa vigente. En esencia, ése es el fundamento de las observa- ciones astronómicas en Teotihuacan. “El punto crucial del asunto radica en que des- de el Cerrito se marcan dos direcciones: una ha- cia la escalinata de la pirámide del Sol y la otra hacia donde el 12 de febrero de 2009 capté en fotografía la salida del Sol, esto es, entre el punto donde convergen el perfil de la pirámide y el horizonte natural dado por la orografía del lu- gar”, dice el astrónomo universitario. Elementos arquitectónicos Se tiene la certeza de que en diversas ciudades mesoamericanas fueron creados distintos ele- mentos arquitectónicos desde donde se obser- vaba la salida del Sol en la orientación que se da el 2 de febrero. En opinión de Flores Gutiérrez, esa práctica astronómica no era producto de la casualidad, sino del intelecto humano. “La orientación de Teotihuacan se ubica en los 15-16 grados al este del norte geográfico. Esta orientación se proyectó para insertarse en el su- ceso solar universal, es decir, en la posición del Sol en la bóveda celeste que puede observarse desde cualquier punto del planeta. De manera que el suceso del 12 de febrero se repite entre el 29 de octubre y el 4 de noviembre, y entre el 6 y el 12 de febrero. Hay una lectura simétrica en la puesta del Sol”, afirma. Del otro lado de la pirámide del Sol hay otro montículo desde el cual puede contemplarse el ocaso sobre dicha pirámide, pero esto sucede hacia el 30 de abril y el 13 de agosto. Hay que notar que la fecha del 13 de agosto ha sido se- ñalada como fecha conmemorativa del inicio de la cuenta larga maya, que también queda aso- ciada al 12 de febrero. “Aun más: esta orientación de 15 grados co- rresponde al ángulo azimutal de 105-106 grados hacia el horizonte este, o bien de 285-286 grados hacia el poniente, y señala el lugar del orto y el ocaso, respectivamente. Es una línea de referen- cia que se da en cualquier edificio orientado así. Si alguien se ubica en ese montículo y voltea ha- cia el oriente, verá la salida del Sol y, en sentido contrario, su puesta aproximadamente el 29 de abril y el 13 de agosto”, apunta el astrónomo. Lo anterior es parte del hallazgo astronómico de Flores Gutiérrez, aunque por el momento no se sabe qué herramienta matemática y astronó- mica utilizaron los antiguos mexicanos para orientar los edificios de tal manera que pudieran observar esos sucesos astronómicos. Conocimiento aplicado En cuanto a si las observaciones astronómicas mesoamericanas repercutieron en la organiza- ción social, religiosa y política de la época, Flores Gutiérrez considera que sí. “La investigación astronómica consiste en en- tender los sucesos que ocurren en la bóveda ce- leste. En el pasado fue igual. Había personas de- dicadas a la observación y comprensión de la bóveda celeste. Las observaciones astronómicas y el establecimiento de métodos para contar días condujeron a la creación de los calendarios. Y este conocimiento fue aplicado y utilizado para regir la vida social, religiosa y política.” No obstante, el punto de vista astronómico era ajeno a las indicaciones o señalamientos para llevar a cabo tal o cual invasión o guerra, porque el estudio y la comprensión del movimiento de la bóveda celeste y sus objetos, así como de los fenómenos celestes, requieren una atención es- pecífica que nada tiene que ver con el compor- tamiento o el control político de las sociedades humanas. Por cierto, los códices D re s d e y B orgia son los documentos prehispánicos más importantes desde el punto de vista astronómico. En ellos se consignan los datos del movimiento de objetos astronómicos observados por los antiguos me- xicanos. Conforman un compendio de saberes astronómicos en los que se vislumbran repre- sentaciones de algunas deidades o personajes. “Se puede decir que la aplicación del cono- cimiento de los ciclos solares, lunares o plane- tarios para regir la vida social, religiosa y política de las comunidades no dependió del astrónomo, sino de la necesidad de los grupos sociales de conocer la temporalidad de ciertos eventos.” Astronomía y agricultura Se ha encontrado una relación entre las obser- vaciones astronómicas y las labores agrícolas. En el caso del 2 de febrero se infiere que en- tonces era la época de la preparación de la tie- rra para la siembra. Algunos arqueólogos con- sideran que los surcos de las parcelas estaban orientados de acuerdo con la orientación de Teotihuacan. “No se debe olvidar que, entre el 6 y el 12 de febrero, el Sol surge del horizonte con la direc- ción azimutal de 106 grados, más o menos”, re- fiere el astrónomo. Cabría mencionar una experiencia extraída del trabajo arqueológico y etnográfico. Fue re- gistrada hace más de cuatro décadas por el ar- queólogo Carlos Navarrete en Lagunas de Mon- tebello, Chiapas, y se relaciona con la observa- ción de la constelación de Orión. Don Teódolo Juvenal, de 71 años, integrante de un grupo de tojolabales, aprendió de sus mayores a ver el cie- lo y explicaba que por las noches miraba la ci- tada constelación, de la que desconocía su nom- bre pero a la que identificaba como “Nue stra P a rc e l a”. “Ese modo de mirar la constelación de Orión marcaba un modo de sembrar. Don Teódolo de- cía que tanto el cinturón como la espada de Orión mostraban cómo había que proceder du- rante la siembra. El cinturón indicaba los tres golpes de coa que había que dar para abrir tres hoyos en la tierra y colocar en ellos las semillas de maíz. Después decía que debía seguir la siem- bra de frijol a ‘media distancia’, con los golpes de coa en la dirección de la espada. Esta cita et- nográfica da una idea de la relación entre la ob- servación de los grupos de estrellas y los ciclos agrícolas. Obviamente, había variaciones, de- pendiendo de la ubicación de los lugares de siembra, lo cual podemos constatar en otros re- gistros etnográficos de hace cuatro décadas, co- mo los de Barbara Tedlock en Guatemala”, ex- plica Flores Gutiérrez. En el Códice Madrid aparece un dibujo que representa a un astrónomo observando las es- trellas; asimismo, en el Códice Mendoza se describe la entronización de un joven (no se sabe exactamente de qué se trata) y se ve a un astrónomo mirando las estrellas y tal vez in- dicando, mediante el lenguaje de los códices, que llegó la “hora de la celebración”, porque probablemente se seguían ciertas normas pa- ra marcar el inicio y el final de los ciclos de festividades. Todo esto forma parte de las tradiciones so- ciales de las comunidades, lo cual permite ver cómo la ideología de cada grupo humano ade- cua el saber astronómico a sus necesidades sociales. El astrónomo podía determinar has- ta cierto grado el momento en que ocurrirían los sucesos astronómicos de interés para su comunidad. “Mi acercamiento a este fenómeno astronó- mico contribuye a comprender mejor la activi- dad científica antigua, como se resume en los códices mencionados, y a enriquecer la infor- mación del desarrollo cultural mesoamericano y, en general, de América”, concluye el astró- nomo de la UNAM. “Mi acercamiento a este fenómeno astronómico contribuye a comprender mejor la actividad científica antigua, como se resume en los códices mencionados, y a enriquecer la información del desarrollo cultural mesoamericano y, en general, de América” DANIEL FLORES GUTIÉRREZ Investigador del Instituto de Astronomía de la UNAM DANIEL FLORES GUTIÉRREZ Fotografía tomada por Flores Gutiérrez en que se ve al Sol salir encima de la pirámide del Sol, en Teotihuacan, el 7 de febrero de 2014.

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Viernes 1 de febrero de 2019 EL UNIVERSALE12 CU LT U R A

PROYECTO UNAM Texto: Rafael Lópezrl o p e z g @h o t m a i l.c o m

Curso sobre paleografía hispánicay novohispánicaEl Instituto de Investigaciones Bibliográficas de la UNAM invita al curso“Introducción a la paleografía hispánica y novohispánica”, que impartiráLaurette Godinas y Andrés Íñigo Silva todos los jueves, del 14 de marzoal 9 de mayo, de 10:00 a 13:00 horas, en la Sala Interactiva del citado ins-tituto, en CU. Informes en el teléfono 56-22-68-27 y en el correo electrónicoeducacioncontinuaiib @unam.mx

E S P E

C I A L La UNAM, la

sexta del mundoen I n sta g ra mDe acuerdo con el 2018 InstagramUniversity Ranking, que clasificalas 200 mejores universidades delplaneta por su número de segui-dores en esa red social, la UNAMencabeza a todas las de Iberoamé-rica y se ubica en el sexto lugar anivel mundial. La UniversidadNacional sólo es superada por lasuniversidades de Harvard, Stan-ford, Oxford, Cambridge y Yale, y,con más de 200 mil seguidores (almomento del conteo), está por en-cima de las de Princeton, Colum-bia, Birmingham y Nottingham, ydel Massachusetts Institute ofTechnology (MIT).

Revistas UNAM, con 2 millones de visitasEl portal Revistas UNAM(www.revistas.unam.mx), en el que se puedenconsultar de manera gratuita cerca de 22 mil artículos de las 133 revistasacadémicas y arbitradas de esta casa de estudios, recibió alrededor dedos millones de visitas en 2018. Gracias a la visibilidad, calidad e impactode sus artículos, 33 de estas publicaciones se encuentran en el índice deScopus (una de las bases de datos bibliográficas más importantes a nivelinternacional), y 55 más en el Sistema de Clasificación de Revistas Me-xicanas de Ciencia y Tecnología, del CONACyT.

E S P E

C I A L

Fecha solarUn astrónomo puma

estudia las observacionesastronómicas que desde

el siglo V se realizaban enTeotihuacan en febrero,durante el inicio del año

me s oa me r ica no

En diferentes lugaresdel mundo, sobre todoen México y el resto deLatinoamérica, el día dela Candelaria se celebrael 2 de febrero. Tal fechaguarda relación con las

observaciones astronómicas que desde la épocadel esplendor teotihuacano (año 400) —e inclu-so después de la llegada de los españoles a Amé-rica en el siglo XV—se efectuaban en el altiplanocentral de México durante el inicio del año me-s oamericano.

Esto hizo que Daniel Flores Gutiérrez, inves-tigador del Instituto de Astronomía de laUNAM, se interesara en saber si en Teotihuacanhabía algún referente de observación astronó-mica, particularmente del Sol, ya que es el re-gidor de los calendarios en el mundo (el cicloque describe la Tierra alrededor de él dura 365días con una fracción de 0.2422 de día).

Después de experimentar con varias hipóte-sis, llegó a un montículo situado a un kilómetroal oeste de la pirámide del Sol. Conocido por laspersonas mayores como el Cerrito, desde él seve la Ciudadela, las pirámides de la Luna y delSol, y parte de la Calzada de los Muertos.

Al continuar con su proyecto de investiga-ción, Flores Gutiérrez estableció que el 2 de fe-brero correspondía al 12 del mismo mes pero delcalendario juliano, el cual fue sustituido progre-sivamente por el gregoriano a partir de su pro-mulgación en 1582. La fecha de la fiesta religiosase mantuvo el 2 de febrero y el suceso astronó-mico en Teotihuacan sigue ocurriendo el 12 def e b re ro.

De modo que contamos con un referente as-tronómico que se originó en la tradición astro-nómica teotihuacana y continúa vigente. Enesencia, ése es el fundamento de las observa-ciones astronómicas en Teotihuacan.

“El punto crucial del asunto radica en que des-de el Cerrito se marcan dos direcciones: una ha-cia la escalinata de la pirámide del Sol y la otrahacia donde el 12 de febrero de 2009 capté enfotografía la salida del Sol, esto es, entre el puntodonde convergen el perfil de la pirámide y elhorizonte natural dado por la orografía del lu-gar ”, dice el astrónomo universitario.

Elementos arquitectónicosSe tiene la certeza de que en diversas ciudadesmesoamericanas fueron creados distintos ele-mentos arquitectónicos desde donde se obser-vaba la salida del Sol en la orientación que se dael 2 de febrero. En opinión de Flores Gutiérrez,

esa práctica astronómica no era producto de lacasualidad, sino del intelecto humano.

“La orientación de Teotihuacan se ubica enlos 15-16 grados al este del norte geográfico. Estaorientación se proyectó para insertarse en el su-ceso solar universal, es decir, en la posición delSol en la bóveda celeste que puede observarsedesde cualquier punto del planeta. De maneraque el suceso del 12 de febrero se repite entre el29 de octubre y el 4 de noviembre, y entre el 6y el 12 de febrero. Hay una lectura simétrica enla puesta del Sol”, afirma.

Del otro lado de la pirámide del Sol hay otromontículo desde el cual puede contemplarse elocaso sobre dicha pirámide, pero esto sucedehacia el 30 de abril y el 13 de agosto. Hay quenotar que la fecha del 13 de agosto ha sido se-ñalada como fecha conmemorativa del inicio dela cuenta larga maya, que también queda aso-ciada al 12 de febrero.

“Aun más: esta orientación de 15 grados co-rresponde al ángulo azimutal de 105-106 gradoshacia el horizonte este, o bien de 285-286 gradoshacia el poniente, y señala el lugar del orto y elocaso, respectivamente. Es una línea de referen-cia que se da en cualquier edificio orientado así.Si alguien se ubica en ese montículo y voltea ha-cia el oriente, verá la salida del Sol y, en sentidocontrario, su puesta aproximadamente el 29 deabril y el 13 de agosto”, apunta el astrónomo.

Lo anterior es parte del hallazgo astronómicode Flores Gutiérrez, aunque por el momento nose sabe qué herramienta matemática y astronó-mica utilizaron los antiguos mexicanos paraorientar los edificios de tal manera que pudieranobservar esos sucesos astronómicos.

Conocimiento aplicadoEn cuanto a si las observaciones astronómicasmesoamericanas repercutieron en la organiza-ción social, religiosa y política de la época, FloresGutiérrez considera que sí.

“La investigación astronómica consiste en en-tender los sucesos que ocurren en la bóveda ce-leste. En el pasado fue igual. Había personas de-dicadas a la observación y comprensión de labóveda celeste. Las observaciones astronómicasy el establecimiento de métodos para contar díascondujeron a la creación de los calendarios. Yeste conocimiento fue aplicado y utilizado pararegir la vida social, religiosa y política.”

No obstante, el punto de vista astronómico eraajeno a las indicaciones o señalamientos parallevar a cabo tal o cual invasión o guerra, porqueel estudio y la comprensión del movimiento dela bóveda celeste y sus objetos, así como de los

fenómenos celestes, requieren una atención es-pecífica que nada tiene que ver con el compor-tamiento o el control político de las sociedadeshumanas.

Por cierto, los códices D re s d e y B orgia son losdocumentos prehispánicos más importantesdesde el punto de vista astronómico. En ellos seconsignan los datos del movimiento de objetosastronómicos observados por los antiguos me-xicanos. Conforman un compendio de saberesastronómicos en los que se vislumbran repre-sentaciones de algunas deidades o personajes.

“Se puede decir que la aplicación del cono-cimiento de los ciclos solares, lunares o plane-tarios para regir la vida social, religiosa y políticade las comunidades no dependió del astrónomo,sino de la necesidad de los grupos sociales deconocer la temporalidad de ciertos eventos.”

Astronomía y agriculturaSe ha encontrado una relación entre las obser-vaciones astronómicas y las labores agrícolas.En el caso del 2 de febrero se infiere que en-tonces era la época de la preparación de la tie-rra para la siembra. Algunos arqueólogos con-sideran que los surcos de las parcelas estabanorientados de acuerdo con la orientación deTe o tihuacan.

“No se debe olvidar que, entre el 6 y el 12 defebrero, el Sol surge del horizonte con la direc-ción azimutal de 106 grados, más o menos”, re-fiere el astrónomo.

Cabría mencionar una experiencia extraídadel trabajo arqueológico y etnográfico. Fue re-gistrada hace más de cuatro décadas por el ar-queólogo Carlos Navarrete en Lagunas de Mon-tebello, Chiapas, y se relaciona con la observa-ción de la constelación de Orión. Don TeódoloJuvenal, de 71 años, integrante de un grupo detojolabales, aprendió de sus mayores a ver el cie-lo y explicaba que por las noches miraba la ci-tada constelación, de la que desconocía su nom-bre pero a la que identificaba como “Nue straP a rc e l a”.

“Ese modo de mirar la constelación de Oriónmarcaba un modo de sembrar. Don Teódolo de-cía que tanto el cinturón como la espada deOrión mostraban cómo había que proceder du-rante la siembra. El cinturón indicaba los tresgolpes de coa que había que dar para abrir treshoyos en la tierra y colocar en ellos las semillasde maíz. Después decía que debía seguir la siem-bra de frijol a ‘media distancia’, con los golpesde coa en la dirección de la espada. Esta cita et-nográfica da una idea de la relación entre la ob-servación de los grupos de estrellas y los ciclosagrícolas. Obviamente, había variaciones, de-pendiendo de la ubicación de los lugares desiembra, lo cual podemos constatar en otros re-gistros etnográficos de hace cuatro décadas, co-mo los de Barbara Tedlock en Guatemala”, ex-plica Flores Gutiérrez.

En el Códice Madrid aparece un dibujo querepresenta a un astrónomo observando las es-trellas; asimismo, en el Códice Mendoza sedescribe la entronización de un joven (no sesabe exactamente de qué se trata) y se ve a unastrónomo mirando las estrellas y tal vez in-dicando, mediante el lenguaje de los códices,que llegó la “hora de la celebración”, porqueprobablemente se seguían ciertas normas pa-ra marcar el inicio y el final de los ciclos defe stividade s.

Todo esto forma parte de las tradiciones so-ciales de las comunidades, lo cual permite vercómo la ideología de cada grupo humano ade-cua el saber astronómico a sus necesidadessociales. El astrónomo podía determinar has-ta cierto grado el momento en que ocurriríanlos sucesos astronómicos de interés para sucomunidad.

“Mi acercamiento a este fenómeno astronó-mico contribuye a comprender mejor la activi-dad científica antigua, como se resume en loscódices mencionados, y a enriquecer la infor-mación del desarrollo cultural mesoamericanoy, en general, de América”, concluye el astró-nomo de la UNAM.

“Mi acercamiento a este fenómenoastronómico contribuye acomprender mejor la actividadcientífica antigua, como se resumeen los códices mencionados, y aenriquecer la información deldesarrollo culturalmesoamericano y, en general, deAmér ica”DANIEL FLORES GUTIÉRREZInvestigador del Instituto de Astronomía de la UNAM

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Fotografía tomada por Flores Gutiérrez en que se ve al Sol salir encima de la pirámide del Sol, en Teotihuacan, el 7 de febrero de 2014.