Curitiba informe kay sierra
-
Upload
kayglevisiyanu -
Category
Documents
-
view
158 -
download
0
Transcript of Curitiba informe kay sierra
Página 0
CURITIBA T.S.U. Kayglevis Sierra
1
Introducción
Curitiba es una ciudad con
grandes plazas, e inmensas
zonas verdes en pleno centro de
la ciudad, con boulevares y
calles floridas. Considerada la
ciudad de mayor calidad de vida
de Brasil y una de las ciudades
más limpias de Sudamérica,
Curitiba ha diseñado un
proyecto urbanístico y ecológico
digno de admiración que
combina los parajes naturales
con una nueva y vieja tradición
arquitectónica
2
Curitiba
Historia
Curitiba nació indígena y
portuguesa, en la primera
planicie de Paraná, 934 metros
arriba del nivel del mar. Su
nombre significa pinar, en la
lengua de los indios Guaraníes.
Remite a la predominancia del
pino-de-Paraná en su territorio.
El "registro de nacimiento" de
Curitiba marca el día 29 de
marzo de 1693, cuando fue
creada la Cámara Municipal. Al
final del siglo XVII, la cultura era
de subsistencia y la
actividad económica estaba
basada en la minería.
Curitiba se benefició, al inicio
del siglo XX, de la riqueza
oriunda de la industria de la
yerba mate. Sus propietarios,
los "barones de la yerba mate",
construyeron mansiones para
su vivienda en la capital, en gran
parte preservadas en dos
conjuntos importantes, en los
barrios "Batel" y "Alto da
Glória".
El siguiente ciclo económico fue
el monocultivo del café, que dio
origen al surgimiento de
diversas ciudades en el norte de
la Provincia de Paraná, con
reflejos evidentes en la
economía de la capital.
Castigado por las intemperies,
el café fue de a poco substituido
por la soja, hasta su completa
erradicación después de la
helada negra en julio de 1975.
El cultivo mecanizado de la soja
expulsó a los trabajadores del
campo. Curitiba recibió a
grandes contingentes de
emigrantes. Necesitó tomar
decisiones rápidas para evitar
el caos urbano y anticiparse a
las demandas futuras. Invirtió
en la planificación urbana y en la
gestión municipal centralizada
en el hombre, o sea, en los
1.587.315 habitantes censados
en el año 2000.
Los inmigrantes trajeron, para
el sistema de pequeñas
propiedades, los alambrados que las cierran; trajeron el
arado, la carreta cubierta con
toldo, la industria de la molienda, las culturas agrícolas,
el trigo, la cebada, el trigo
morisco; introdujeron la broa.
En Curitiba se come broa con
vina (salchicha). En ningún lugar
de Brasil se sabe lo que es vina,
sólo nosotros sabemos que es la wienerwurst, la salchicha
hecha a la moda de Viena. Aquí
comemos puré de manzana, charutos de repolho (enrollado
de repollo), tortas de mil hojas, apffelstrudel, tortas de semilla
de amapola, crema de raíz
fuerte. Aquí tomamos cuajada y
caldo de remolacha.
La arquitectura es otro ejemplo
de esa integración. Basta andar
por la ciudad y observar las iglesias de cúpulas bizantinas.
Basta observar las casas con lambrequines, que es otra
influencia de la inmigración.
Tenemos las fiestas de Pascua con pêssankas (huevos
pintados) de filigrana y las
navidades con los arbolitos
salpicados de algodón y Papá
Noel, un derivativo
norteamericano de San Nicolau,
con pesadas vestimentas
bizantinas en pleno verano. Y
también las procesiones de Corpus Christi, con sus
alfombras de flores.
Estas influencias, traídas por los
inmigrantes, fueron
incorporadas por la sociedad de
adopción a tal punto que no
provocan sorpresa o despiertan curiosidad. Pero componen una
historia-documento para ser
utilizada en la construcción de una vivencia mejor, reflejada en
el rostro polifacético del
curitibano de hoy.
Los inmigrantes constituyeron
una clase media desarrollada,
que se transformó con el tiempo
en una burguesía empresarial de cierta relevancia. Fue la llave
para la urbanización.
3
La Planificación Urbana
La primera largada fue Paraná como Provincia independiente
de São Paulo, en 1853. Curitiba, la capital, necesitaba adaptarse
a las transformaciones político-
administrativas exigidas por el Imperio, para la nueva condición
de independencia. Para tal, en 1855, llegó a la provincia el
ingeniero francés Pierre Taulois,
contratado como inspector general de medición de las
tierras públicas, acompañado de
agrimensores, escribanos y
otros, necesarios para dar
inicio a los trabajos de su comisión.
Los Primeros trazos
En la Curitiba de 1857, había
solamente dos calles que se
cortaban en ángulo recto: la de la Asamblea (actualmente
Doutor Muricy) y la del
Comercio (actualmente
Marechal Deodoro), según el
informe de Taulois. Todas las
otras se alejaban más o menos
de esa dirección y Taulois
indicaba los medios para
enderezarlas, solicitando la
desapropiación gradual de los terrenos por utilidad pública.
Taulois fue señalando una serie
de determinaciones con el
objeto de dejar rectas todas las
calles de la ciudad, manteniendo
un "paralelismo" con las demás. Las calles como la del Comercio,
Fogo (São Francisco), Graciosa (Barão do Serro Azul) y otras
modifican su trazado para apuntar hacia una ciudad en forma regular, cuadrilátera, con
los cruces en ángulos rectos y
bien definidos, denotando ya
alguna preocupación con la
circulación dentro de la malla
urbana.
El Plan Agache
El segundo gran plan urbanístico
de Curitiba también tuvo una
influencia francesa,
encomendado en 1941 a la
empresa paulista Coimbra
Bueno & Cia, que a su vez
contrató el arquitecto y urbanista francés Alfredo
Agache. El plan fue entregado a
la Municipalidad de Curitiba el
23 de octubre de 1943.
Por el Plan Agache, fue adoptado un sistema radial de
las vías alrededor del centro. Dejó marcas que permanecen
hasta hoy: las grandes avenidas,
como la Visconde de Guarapuava, Sete de Setembro y
la Marechal Floriano Peixoto; las
galerías pluviales de la Rua XV
de Novembro; el espacio frontal
obligatorio de 5 metros para las
nuevas construcciones; la
concentración de las fábricas en la Zona Industrial detrás de
la Estación Ferroviaria; la previsión de las áreas para el
Centro Cívico y para el Centro Politécnico; el Mercado Municipal. El Plan Agache orientó
a las autoridades municipales
hasta el año de 1958, cuando fue
fundado el Departamento de
Urbanismo del Municipalidad,
juntamente con la Coplac -
Comissão de Planejamento de
Curitiba (Comisión de
Planificación de Curitiba).
La Ciudad Integrada
El tercer gran plan urbanístico
de Curitiba es el que está
actualmente en vigor. Nació en
la década de 1960, cuando ganó
fuerza la idea de una planificación global e integrada. Fue abierta una licitación, a nivel
nacional, para elegir a la empresa que elaboraría el Plan
Director de Curitiba. Venció la
empresa paulista Serete, que ya desarrollaba trabajos en São
Paulo y, dos veces por mes, promovía reuniones en Curitiba
con un equipo local, que originó la Appuc - Assessoria de
Pesquisa e Planejamento Urbano
4
de Curitiba (Asesoría de
Pesquisa y Planificación Urbana
de Curitiba). Ella fue
transformada, en 1965, en el
Ippuc - Instituto de Pesquisa e Planejamento Urbano de
Curitiba (Instituto de Pesquisa y Planificación Urbana de
Curitiba).
Elaborado y entregado un esbozo del Plan Director, el
Ippuc se encargó de
desarrollarlo en todos sus
detalles. La Municipalidad
promovió seminarios intitulados
"Curitiba de Amanhã" (Curitiba
del Mañana), para la discusión
del plan con todas las
instituciones representativas de la población. La filosofía fue la
integración de las funciones (habitar, circular, trabajar y
recrearse) y servicios urbanos,
a partir de tres principios
fundamentales: transporte,
sistema viario y uso del suelo; los cuales pasaron a ser
pensados en un conjunto.
El Plan Director de Curitiba pasó
de la teoría a la práctica a
partir de 1971 y colocó en pautas
las tres transformaciones básicas en la ciudad: la física, la
económica y la cultural.
El Cambio Físico
El plan, que delimitó el Sector Histórico de Curitiba por
decreto, en 1971, e inauguró en
diciembre del mismo año el
Teatro do Paiol, enfrentó su primera batalla en mayo de
1972. Fue el cierre de la Rua XV
de Novembro al tránsito de vehículos, en un trecho inicial
entre las calles Ébano Pereira y
Barão do Rio Branco, tarea
emprendida en 48 horas, en un
fin de semana, al inicio de la
madrugada, para impedir que los comerciantes - imaginando
perjuicio a sus negocios - impetrasen un mandato judicial
contra esta medida.
En el proyecto de Serete, fueron indicadas para Curitiba las vías
principales, las grandes
estructurales Norte-Sur y Este-
Oeste. El equipo del Ippuc
perfeccionó la idea con el
sistema trino, implantado de la
siguiente forma: una vía en dos
manos, de tráfico lento, con la
vía central exclusiva para el transporte colectivo y más dos
vías paralelas, cada una en un sentido (ida y vuelta), ambas de
tráfico rápido.
Otra idea del Plan Director fue
la creación de los parques,
porque Curitiba necesitaba de áreas verdes. Se verificó que,
en vez de loteos en los grandes
baldíos urbanos, era prioritario
desapropiar las áreas e
implantar parques, previniendo
la ciudad de inundaciones y promoviendo su saneamiento
básico.
La transformación Económica
El Plan Director de Curitiba dio origen a la transformación
económica, con la implantación de la Cidade Industrial de
Curitiba (CIC - Ciudad Industrial
de Curitiba, actualmente Curitiba S.A.) ya señalada en el
plan preliminar. Empezó en 1973, en un área poco habitada y
húmeda, de 43,7 millones de
metros cuadrados, en la parte Oeste de la ciudad.
La localización se definió en
función de los diversos factores,
entre los cuales la tendencia del
crecimiento de Curitiba hacia el Oeste; las características del
suelo, con un buen soporte para
las industrias; topografía
favorable; dirección de los
vientos; y espacio para la
implantación de cinco vías de
acceso, los conectadores, todos en condiciones de integrarse al
sistema trino. La CIC fue
planificada y ejecutada como
una ciudad completa dentro de
la ciudad mayor, y no como un
distrito industrial aislado.
Los recursos, disponibles por una coyuntura internacional favorable, los incentivos
fiscales, la calidad de vida, la
infraestructura de apoyo y las
iniciativas de sucesos, de
marketing directo han atraído a
las industrias y viabilizaron la CIC, que dio origen al barrio Cidade Industrial (Ciudad
Industrial).
Actualmente, la Curitiba S.A. es
responsable por 50 mil empleos
5
directos, 150 mil indirectos y
por el 25% del ICMS (Impuestos
sobre la circulación de
mercaderías y prestación de
Servicios) industrial de Paraná.
El Plan Director de Curitiba
asignó a la ciudad un camino, a partir de la decisión histórica
del futuro anhelado. Envolvió, además de los aspectos físico y económico, un tercer elemento,
el cultural. La transformación
cultural fue originada a partir
del cierre de la Rua XV de
Novembro a los automóviles,
cuando los ciudadanos pasaron
a discutir sobre la ciudad y el
plan, y a sentirse parte de su
espacio colectivo de vida.
Cultura para todos
La cultura siempre tuvo un papel de destaque en el
desarrollo de Curitiba. Ella fue
uno de los primeros sectores a dar visibilidad nacional a la
ciudad, en la década de 1970,
con acciones e iniciativas
osadas, que en aquella época ya asignaban a la capital de Paraná
la marca de la innovación
también en esa área.
En 2003, Curitiba recibió el
título de Capital Americana de la Cultura, otorgado por la
Organización de los Estados
Americanos (OEA). Fue resultado
de una transformación iniciada
a más de 30 años antes.
Esa transformación empezó en
1971, con la inauguración del Teatro do Paiol - un desactivado
arsenal de munición del Ejército -, con el espectáculo de
Toquinho, Vinícius y el Trío Mocotó. Por su escenario pasaron artistas locales de
diversas tendencias, piezas de
teatro experimental, Rita Lee
iniciando su carrera como
solista e incluso conferencias
con el sindicalista Lula.
En enero de 1973 nacía,
oficialmente, la Fundação
Cultural de Curitiba (Fundación Cultural de Curitiba), con el
objeto de promover la cultura y actuar como agente facilitador
para la producción cultural de la
ciudad.
Sus actividades son marcantes
no sólo en las áreas más visibles de la ciudad. Las nueve
administraciones regionales de
los 75 barrios curitibanos promovieron, en 2004, cerca de
mil eventos. El público ultrapasó
de 230 mil entre niños, adultos y ancianos.
La Fundação Cultural de Curitiba
dispone actualmente de una
amplia infraestructura, formada por un cuerpo funcional
especializado, 150 espacios
culturales en 50 edificios distribuidos por toda la ciudad,
estructuras diversificadas y
equipadas de acuerdo a las
exigencias y normas técnicas. La prioridad es la
descentralización de la cultura.
Para tal ella está presente en
todos los barrios a través de los
centros culturales, bibliotecas,
museos, cines, teatros, salones de exposiciones, talleres, todos
ellos equipados para atender a los artistas y a la comunidad.
La Fundación es también responsable por la preservación, conservación e
investigación del acervo cultural
de Curitiba. Su sede está en un
edificio declarado propiedad del
Patrimonio Histórico Estatal, el
Palacete Wolf, de 1877, en el
Largo da Ordem, en pleno
Sector Histórico de Curitiba. En
el patio de la Fundación está el Teatro do Piá, inaugurado en
1973. Es el primer espacio público del país para el teatro
infantil de títeres.
El Sector Histórico es otra
innovación de la política cultural
de la ciudad. En los años de 1970, cuando todavía se
comentaba sobre la
preservación de los edificios de
forma individual, Curitiba creó,
por ley, la preservación de todo
un sector histórico, una novedad que después pasó a ser
utilizada en todo el Brasil.
Espacios
Los espacios culturales de
Curitiba son una atracción en sí.
El Parque das Pedreiras (Parque
de las Pedreras), por ejemplo, que abriga la Pedreira Paulo Leminski y el teatro Ópera de
Arame, ya se tornaron puntos
6
turísticos. La Pedreira Paulo
Leminski es un local de grandes
eventos, con capacidad para 30
mil personas, y pasó por su
palco grandes nombres como el tenor español José Carreras,
estrellas de la MPB (Música Popular Brasileña), Paul Mc
Cartney y los "dinosaurios" del rock pesado.
La Ópera de Arame fue
construida en un tiempo récord
de 75 días para abrigar la
primera edición del Festival de
Teatro de Curitiba, en 1992. Su
construcción en estructura
metálica en forma de alambrado
ya se tornó un marco
arquitectónico en la ciudad y en el País.
La Pedreira como la Ópera se integra en un concepto
urbanístico innovador. Eran
lugares feos, canteras
desactivadas, heridas
producidas por el hombre en la naturaleza. Fueron corregidas y
transformadas en lugares de
belleza única.
El Teatro Guaíra, mantenido por
el Gobierno Provincial, es uno de
los mayores de América Latina y es una agenda obligatoria para
los grandes estrenos
nacionales. El Museo Oscar
Niemeyer - también de la Provincia - es uno de los
proyectos más impresionantes
del genial arquitecto.
En el Sector Histórico, el
Memorial de Curitiba es un local
nuevo, moderno, fruto de un
proyecto inspirado en el pino paranaense.
El Espacio Cultural Frans
Krajcberg está situado en el
Jardín Botánico, uno de los
parques más famosos de
Curitiba. Abriga 114 esculturas de gran porte y tres relieves
tallados en cáscaras de árboles, los cuales están en proceso de
donación al municipio. Es el primer lugar del mundo proyectado especialmente para
abrigar obras del artista
polonés naturalizado brasileño.
La Fundação Cultural de Curitiba
es el mayor agente cultural de
la ciudad. Por sus espacios
pasó, en 2004, un público total
de 1.735.564 personas, contando
con los visitantes de los espacios y exposiciones -
también las que participaron de los 1.240 eventos realizados. Los
cursos regulares mantenidos
por la Fundação Cultural, como
hilandería, encuadernación,
mangá, entre otros, graduaron en 2004 más de 1,5 mil alumnos.
El Complejo Cultural Solar do
Barão, en el centro, abriga el
Museu da Fotografia (Museo de
la Fotografía), el Museu da
Gravura (Museo del Grabado), el Museu do Cartaz (Museo del
Cartel) y la Gibiteca (Biblioteca
de historietas), además de
salones de exposiciones, auditorio y talleres de cursos.
La Gibiteca, inaugurada en 1982,
es la pionera en el País y desarrolla exposiciones,
concursos de cómics,y
caricaturas, ferias y talleres de
creación. Posee más de 10 mil
afiliados y un acervo de 45 mil
ejemplares.
El Museu do Cartaz, fundado en
1981, posee una colección de 10
mil carteles de temas diversos, con los trabajos de Brasil y de
los países como Polonia, Japón, Italia y Argentina, entre otros.
El Museu da Gravura, también en el Solar, abriga exposiciones del acervo y de los artistas
invitados, además de
proporcionar cursos de grabado
en metal, serigrafía, litografía y
xilografía. Su acervo se
compone desde el del
paranaense Poty Lazzarotto a
Picasso y Andy Warhol.
El Centro de Criatividade de Curitiba (Centro de Creatividad
de Curitiba), en el barrio São Lourenço, fue fundado
utilizándose la estructura
original de una antigua fábrica
de pegamento, está compuesta
por cinco pabellones, con cerca de 2,5 mil metros cuadrados.
Funciona como un verdadero
laboratorio de creación, con talleres permanentes de
artesanía, artes plásticas y
música, abiertos a toda la población. Allí funcionan también
el Teatro Cleon Jacques -
espacio alternativo para las
presentaciones de vanguardia -, la Biblioteca Augusto Stresser y
la Casa Erbo Stenzel, con
muestra permanente de esbozos de los trabajos del
escultor que marcó el paisaje
curitibano.
En el barrio Portão, el MuMA - Museo Metropolitano de Arte
7
exhibe un acervo permanente de
los artistas paranaenses y de
Pancetti, Guignard, Di
Cavalcanti, Djanira, Portinari,
Mário Cravo, Burle Marx y de la catalana Isabel Pons. Una
escultura de Tomie Ohtake se destaca en el patio del museo.
Allí, también se localizan el Teatro Antonio Carlos Kraide, el Cinema Guarani (Cine Guaraní),
la Biblioteca y el Clube de
Xadrez (Club de Ajedrez).
Además del Cinema Guarani, la
Fundación posee dos cines en el
centro, el Cine Luz y la
Cinemateca, que ofrecen
programaciones de películas de
arte a precios populares. A los domingos, hay el proyecto Cine
a 1 Real, con las películas más populares y el pasaje más
barato a (R$ 1) para posibilitar
que todas las personas con
vayan al cine. Además, la ciudad
cuenta con el proyecto Cinema nos Bairros (Cine en los
Barrios), creado para facilitar a
sus habitantes el acceso a las
producciones de video y cine,
con exhibiciones gratuitas en
los barrios. El proyecto tiene exhibiciones semanales en las
escuelas, en las Ruas da
Cidadania (Calles de la
Ciudadanía), salones
parroquiales o en las
asociaciones y en los espacios
de otras instituciones aparceras del proyecto. Hay
presentaciones, para los niños,
de cómo funcionan los
proyectores y un pequeño análisis de cada película, para
despertar el interés por el arte
del cine. La programación
también incluye películas de
cineastas paranaenses, para
valorizar la producción cultural
de la Provincia local.
En el área de la música, Curitiba
cuenta con un Conservatorio de Música Popular Brasileña, que
mantiene grupos fijos como las orquestas À Base de Sopro (Con instrumentos de Viento)y À Base
de Corda (Con instrumentos de
Cuerda), además de los vocales
Brasileirão y Brasileirinho. La
ciudad también tiene la
Camerata Antiqua de Curitiba, la
más importante del País en el
área de la música antigua. La
Fundação Cultural de Curitiba promueve, desde 1982, el mayor
Taller de Música de América Latina, con una duración de 20
días y con una media de 2 mil
alumnos y público de 21 mil
personas presentes en más de
100 conciertos.
Curitiba también valoriza sus
parques con actividades
culturales que homenajean sus
etnias. El Parque Tingüi abriga el
Memorial Ucraniano, con un
portal y una réplica de la antigua capilla de San Miguel, de
la Serra do Tigre, municipio de
Mallet (PR), con su cúpula
dorada, construida en madera, en estilo bizantino, donde hay
una exposición permanente de
pêssankas (huevos pintados a mano), íconos y bordados.
El Memorial de la Inmigración
Polonesa, más conocido como el
"Bosque do Papa" (El Bosque del Papa), ofrece al visitante,
además del área verde que le
brinda un hermoso paseo, el
contacto con las tradiciones de
los inmigrantes poloneses - su
arte, sus creencias, sus hábitos. Durante el año, son realizados
eventos por la Fundação Cultural de Curitiba juntamente
con la comunidad polonesa. La primera de las casas tradicionales polonesas que
adornan el bosque fue
bendecida por el Papa Juan
Pablo II cuando estuvo en esta
ciudad, en 1980.
Es de este modo que la cultura
se extiende por Curitiba, en los
espacios que fueron
incorporados por sus habitantes y preservados no apenas como
locales para eventos, sino transformados en acervos
culturales de la ciudad.
Nuestros parques, nuestra
playa
Curitiba no tiene mar, sin
embargo un mar de verde está a
disposición de sus habitantes,
en los 30 parques y bosques municipales y decenas de plazas
y jardines.
Al inicio de los años de 1970, fue
tomada una decisión estratégica
en relación a los terrenos baldíos urbanos: en vez de
lotearlos, la Municipalidad optó por transformar esas áreas en
una "reserva de mercado" ecológica. En ellas fueron implantados, a partir de 1972,
parques y bosques con
funciones de preservación,
8
saneamiento, diversión y
contención de inundaciones
pluviales. En esa época había
apenas un parque, el viejo y
central Passeio Público (Paseo Público), creado en 1886.
La ciudad fue la pionera en el País en la separación de la
basura doméstica. El premiado programa "Lixo que não é Lixo"("Basura que no es
Basura"), de 1989, es un modelo
de atención al medio ambiente.
La cobertura de los macizos
vegetales, preservada y
ampliada con el plantío de
árboles y añadida a la
vegetación dispersa, garante a
cada curitibano el índice de 51 m² de área verde.
La ciudad fue pionera, en el País, en la separación de la basura
doméstica, con el programa
"Lixo que não é Lixo" (es un
programa de separación de la
basura doméstica de la basura reciclable), de 1989, que generó
variantes como el Cambio Verde
- el cambio de la basura reciclable por alimentos de la
época in natura - y la Compra de
la Basura en los locales más distantes.
De los programas de educación
ambiental, el destaque es el
Programa Olho d´Água ("El Manantial"), una aparcería de la
Municipalidad con la población.
Bajo la supervisión de los técnicos municipales, los
estudiantes de las escuelas
públicas monitorean el agua de
las principales cuencas hidrográficas de Curitiba.
Desde un sencillo plantío de
árboles a todo el complejo de la
producción vegetal, del pequeño
jardín al parque gigantesco, de
la actitud de "se-pa-rar" la basura en la casa hasta la
transformación del plástico, de la lata y del papel en nuevos
productos, Curitiba se empeña en preservar y mejorar el espacio colectivo de la vida de
sus habitantes, por una vida con
más calidad y con una mirada
generosa hacia las
generaciones futuras.
Aquí el progreso anda en
autobús
Treinta y dos, de cada cien
curitibanos, utilizan todos los
días el transporte colectivo.
Son rojos, los Expresos,
Articulados y Bi-articulados que
cruzan diariamente los ejes
Norte-Sur, Leste-Oeste y la
región del Boqueirão, uniendo en
rosa de los vientos los límites
de la ciudad. Los autobuses
blancos de la Línea Circular-
Centro cubren el centro de la
ciudad. Los puntos colaterales y
sub-colaterales del mapa son enlazados por las líneas
Interbairros, en círculos
concéntricos que se amplían,
uniendo toda la ciudad.
El veloz "Ligeirinho" (semiexpreso), de color gris y
de diseño moderno, tiene pocas
paradas, disminuyendo a través
del tiempo las distancias de la
Línea Directa. La integración entre todos ellos, a través de
terminales y estaciones
intermediarias, es realizada por
el Alimentador, anaranjado. Y el
Convencional, amarillo, continúa
recorriendo caminos pré-1970, más céntricos y cortos, cuando
era el único medio de transporte de masa disponible,
con las rayas radiales y diametrales.
En 1970, los 1.587.315
curitibanos de hoy (Censo
2000/IBGE) se resumían a
609.026. La ciudad, un mero
punto de pasaje en el mapa del
Sur de Brasil, sufría con el
tránsito desorganizado,
funciones y servicios colocados
como compartimientos estanques y la llegada de los
emigrantes del interior de la Provincia, en busca del paraíso
que la mecanización agrícola le
había robado.
El inicio de la nueva década, 1971,
coincidió con el de la implantación del Plan Director
de Curitiba, de 1965. El
transporte fue fundamental en
la aplicación del plan, porque fue
encarado como inductor del
desarrollo anhelado a la ciudad. El uso del suelo, la circulación
viaria y el transporte colectivo
pasaron a ser pensados juntos,
conduciendo el desarrollo urbano.
La revolución del transporte
público empezó entre los barrios de Santa Cândida y
Capão Raso, con la implantación
del eje Norte-Sur. Curitiba
inventó el sistema trino de autopistas. El carril exclusivo o
9
canaleta, sería a partir de 1974
el camino del autobús Expreso. Y
ambos, la canaleta y el Expreso,
serían el primer paso de la Red
Integrada de Transporte (RIT).
Hacía sol el domingo, 20 de
septiembre de 1974. Reflejando el morado del acrílico
dominante en las piezas del nuevo mobiliario urbano, las flores del mercado de la Praça
Generoso Marques anunciaban
la primavera. Con sus ropas
domingueras, los curitibanos
fueron llegando desde las 10
horas de la mañana. Hacían cola
para experimentar el viaje
gratuito en aquel autobús rojo,
moderno, tan diferente de todos los que ya habían visto. Eran 20
- 12 unidades hacia el Sur (Capão Raso) y ocho hacia el
Norte (Santa Cândida).
El 19 de septiembre de 1979
empezó a circular los autobuses
Interbairros, recurriendo 28 barrios de Curitiba a lo largo de
un trayecto de 44 Kilómetros.
La Red Integrada de Transporte
El verano ya se hacía sentir en
aquel domingo, del 1º de
diciembre de 1980, en la Cruz del Pilarzinho. Allí, 20 autobuses
Interbairros, verdes, diez rumbo
hacia el barrio Cabral (sentido
horario) y los otros diez hacia el barrio de Campina do Siqueira
(anti-horario) marcaron, en los
viajes gratuitos de los habitantes, el inicio de las
operaciones de la Red Integrada
de Transporte (RIT). La red
empezó con una línea diametral del Expreso y tres de los
Interbairros, totalizando 142
alternativas de utilización para
los curitibanos.
El transporte colectivo de la
ciudad es sobretodo humano. Los ancianos tienen asientos
especiales y los minusválidos con sillas de ruedas tienen
espacio específico en los vehículos y ascensores para el embarque
En apoyo a la RIT, los horarios
de inicio de las actividades de la
industria, comercio, servicios,
escolares y funcionarios
públicos fueron escalonados,
entre 7h30 y 9h30,
promoviendo el desahogo del
tránsito y de la demanda por el transporte colectivo. Sin
embargo, la mejor providencia para la RIT fue la adopción de la
tarifa social, en vigor hasta los
días actuales. El pasajero que
embarca en un autobús puede
hacer la integración con el resto del sistema embarcando en
otros vehículos, sin pagar un
otro pasaje. Los trayectos más
cortos, los más centrales,
subsidian a los más largos y
periféricos, en especial los que llegan a los municipios vecinos,
integrantes de la Región
Metropolitana de Curitiba.
Integración Metropolitana
El 14 de julio de 1993 empezó a
circular la primera línea
metropolitana de la RIT, uniendo Curitiba a São José dos Pinhais.
La inauguración oficial de la
integración entre Curitiba y la
Región Metropolitana por el transporte colectivo sólo se
daría, el 9 de abril de 1996,
cuando el "Ligeirinho" llegó a
Almirante Tamandaré. A menos
de un año antes, el día 19 de
agosto de 1995 había marcado otra novedad: la llegada del
biarticulado, rojo Ferrari, dos autobuses unido por fuelles, con
una largura total de 21,895 metros y cinco puertas. Circulando en los trayectos de
la Línea Directa, con
embarque/desembarque en las
estaciones-tubo, cada
biarticulado tiene capacidad
para 270 pasajeros sentados.
La RIT DE Hoy
La RIT posee 2.100 autobuses
(1.500 urbanos y 600 metropolitanos integrados). De
los 1.500 primeros, 1.280 están en operación diaria y
transportan, por día hábil, 2,040
millones de pasajeros (1,55
millón en Curitiba, de los cuales
800 mil pagadores; 490 mil, de los cuales 230 mil pagadores,
en la Región Metropolitana). Los
autobuses recorren, día a día,
todos los caminos de Curitiba y
de la vecindad, distribuidos por
385 líneas (285 urbanas y 100 metropolitanas) y cinco mil
paradas, reforzados por 351
estaciones-tubo y 29 terminales
de integración.
10
Polo turístico, capital de los
negocios
Atractiva para el turismo
convencional, Curitiba ofrece, además de las bellezas
construidas por la mano humana, alto potencial para el
turismo de los negocios. Es la puerta de entrada para el
MERCOSUR
Electa tres veces por la Revista
Exame como la mejor ciudad de
Brasil para hacer negocios, Curitiba es una atracción
turística también en esa área.
Más de 50% de sus visitantes
vienen a la ciudad para el
denominado turismo de eventos.
Infraestructura es algo que no
falta. Curitiba y sus municipios
vecinos tienen aproximadamente 140 espacios
para la realización de eventos.
Hay también dos modernos
centros de convenciones, como
la Estação Embratel Convention
Center y el Expotrade.
Curitiba y su Región Metropolitana tienen una
infraestructura hotelera
moderna. Son 150 hoteles y apartamento-hotel que ofrecen
18 mil plazas (mayo/2005).
La gastronomía diversificada,
con las especialidades étnicas y regionales brindadas por 6 mil
bares y restaurantes; 26
centros comerciales - siendo cinco de ellos con estándar
internacional - y el Aeropuerto
Internacional Afonso Pena ayudan a tornar Curitiba una
referencia para el turismo de
los negocios, principalmente
para el MERCOSUR.
Curitiba es en buena medida
producto de un intendente, el
conspicuo arquitecto y urbanista Jaime Lerner, quien
hizo de esta ciudad la Capital Ecológica del Brasil y un sistema
modelo citado en libros y revistas de urbanismo de todo el mundo. Pero el proyecto que
él llevó tantos años se continúa.
Y por ello la urbe continúa
siendo ejemplo de ciudad
sustentable. Carece de los
principales problemas de las
grandes metrópolis modernas.
Es considerada una de las
mejores ciudades del mundo por su calidad de vida que se mide
por el Índice de Condiciones de Vida (ICV), compuesto por
indicadores como renta,
educación, habitación,
longevidad y otros.
Curitiba ganó dos premios mundiales de medio ambiente en
1990, uno de las Naciones
Unidas (UNEP, programa del
Medio Ambiente de la ONU) y
otro del Instituto Internacional
para la Conservación de la Energía. Las ONU le otorgo el
premio “United Nations
Environment Program”, el
máximo galardón al medio
ambiente. En 2010, Curitiba
recibió dos premios mundiales
de sustentabilidad. Al mismo tiempo es un polo
industrial pero se destaca por el
uso de tecnologías limpias, que
no generan residuos tóxicos para el medio ambiente, en
diversos sectores de
producción industrial. Curitiba,
progresista y de sólida
economía, está a favor del
crecimiento industrial pero no
está dispuesta a pagarlo con el costo de la calidad de vida. Por
ello construyó en 1973 la ciudad industrial lejos de la residencial
y a través de diversas medidas evita la contaminación con severas restricciones y
sistemas de preservación de
áreas verdes.
Curitiba recicla sus residuos de
manera ejemplar y se encuentra
en el tercer lugar en una lista
de las 15 Ciudades Verdes del
mundo.
Contribuye significativamente a la calidad ambiental el sistema
de reciclaje de basura impuesto en toda la urbe: en Curitiba no
se ve un papel tirado o un
basural. Quien viaje para
visitarla y ver la nueva Bienal
de Arte que se aproxima debería quedarse unos días para
disfrutar y descansar de la
invasiva suciedad montevideana,
de nuestros carritos de
recolectores informales con sus
desastrosos y maltratados caballos, de la basura que
cuelga y se desparrama de los
contenedores callejeros, de las
veredas que nunca se arreglan
y de la polución visual de
Montevideo.
La ciudad está repleta de enormes parques, jardines
ecológicos, millones de metros
cuadrados de áreas verdes. Un
buen ejemplo: en lugar de hacer monumentos altisonantes, la
visita del Papa estimuló la
11
creación de otro parque que a
su vez es un memorial a la
inmigración polaca y un lugar
estupendo donde hacer jogging,
caminar, andar bicicleta o pasear. Otro hecho a destacar:
muchos de los parques fueron ganados al asfalto o a las áreas
vacías en la década del 70 pero no fue solo un impulso que quedó estancado; hoy se siguen
construyendo nuevos y los más
viejos están todos en perfecto
estado, con sus céspedes
impecables ofreciendo, además,
auditorios, laboratorios,
bibliotecas, restaurantes y todo
tipo de recreación.
Para mantener, desarrollar e impulsar la conciencia de
preservación ambiental no alcanza con construir parques
hay que educar a la población.
Así Curitiba creó la Universidad
Libre del Medio Ambiente, una
entidad cuyo objeto es generar un espíritu global de defensa
ambiental y que es en realidad,
otro parque más. La
Universidad, en efecto, está
situada en un hermoso predio y
tiene una estructura de madera construida sobre una rampa de
espiral donde se dictan cursillos
sobre preservación ecológica.
En las escuelas primarias ya se
imparten cursos sobre
problemática ambiental y sus
soluciones, lo que ha determinado un espíritu
comunitario que se refleja en
los afiches, los autoadhesivos y
los logotipos. Desde el punto de vista
funcional Curitiba es un deleite,
no porque sea particularmente
bella o tenga una coherencia
histórica ejemplar o por su
exuberancia arquitectónica
(como sucede en otras partes de Brasil) sino por su limpieza,
su orden y su sofisticado diseño. Todos funciona, funciona bien y
está presentado de manera que provoca placer visual tanto los elementos relativos al
transporte como los de
la cartelería, las cabinas
telefónicas (abundantes,
funcionales y en perfecto estado
para envidia de los uruguayos),
las ciclovias, los sitios de
preservación ecológica y la
arquitectura escenográfica. Se puede recorrer Curitiba en
modernas ciclovias o en un sistema de autobuses notables.
Las unidades de transporte son
muy numerosas y su estado es
impecable; se cambian apenas
muestran el menor signo de deterioro y todas parecen
recién salidas de la fábrica. Al
curitibano se le ofrece la
comodidad de esperar su
transporte en hermosas y
funcionales estaciones tubo de vidrio templado de color ceniza
que además se destacan por su
depurado diseño y su estado
impoluto. Eficiencia, comodidad
y belleza son evidentemente los
lemas de esta ciudad especial.
Tanto es así que las escaleras para subir y bajar del ómnibus
se han suprimido: un rampa se
eleva, recoge al pasajero desde
la estación tubo y lo deposita suavemente tanto al ascender y
al descender. La vivencia desde
los ojos montevideanos parece
de ciencia ficción.
En determinados puntos de la
ciudad una arquitectura
escenográfica resalta los méritos urbanísticos y
ecológicos de Curitiba. A casi mil metros de altura, la
capital de Paraná es hoy un centro impar del Brasil. Tiene 7 universidades, diversidad
cultural, 3 millones de
habitantes y una historia ya
auspiciosa en el terreno cultural
y de las artes plásticas.
Es un sitio ideal para hacer una
Bienal y por ello vale la pena
viajar para visitarla y ver a la
vez esta nueva edición de la Bienal de Curitiba.
Para ir convirtiéndola en capital ecológica ha sido necesario que
su centro antiguo se revitalice
al máximo, restaurando los
edificios históricos, construyendo nuevos equipamientos públicos,
reforzando parques, plazas y
12
calles peatonales, y, en
definitiva, rescatando la
memoria histórica, social y
cultural. Un elemento
complementario al sistema transporte público, a la
implantación de parques y a la peatonalización y regeneración
de la ciudad histórica fue, a partir de 1978, la creación de la red de ciclovías o carriles bici.
Dichas ciclovías sirven también
para proteger áreas de posible
degradación ambiental,
creándose trechos paralelos a
las líneas de ferrocarril, a los
ríos y a los arroyos. Un logro
social básico ha sido el de la
educación ambiental, consiguiendo que sus habitantes
se consideren corresponsables del funcionamiento de la ciudad.
Con pocos medios y con mucha
imaginación se ha conseguido
que el 90% de los residuos sean
reciclados. Esta apuesta por la imaginación y el reciclaje ha
sido clave; por ejemplo,
convirtiendo los viejos
autobuses en aulas y oficinas
ambulantes, lugares móviles
para el aprendizaje y para la gestión democrática. Dentro de
esta transformación social de la
ciudad fue clave la creación de
un gran eje comercial peatonal
?la rua 24 horas? en la cual,
como en una ciudad futurista
que no descansa, a cualquier hora del día y de la noche los
curitibanos y los turistas
disponen de lugares de
encuentro y de muy diversos negocios: tiendas, bares,
restaurantes, farmacias,
floristerías o accesos a
internet.
Se la ha criticado a Curitiba
haber construido muchos
parques, relativamente baratos
de realizar y mantener, y poca
vivienda social, que es más
costosa de construcción y
mantenimiento, menos
representativa y publicitaria,
pero que sería más útil
socialmente. En los últimos años
se ha intentado promover
vivienda social y hospitales. De
la misma manera, algunos
parques han sido poblados de
pabellones, invernaderos y
teatros que tienen más una
función propagandística, para
crear la imagen estereotipada
de capital ecológica y turística,
que un funcionamiento adecuado
y real, eficaz y necesario.
Y tal como sucede con todas las
ciudades que tienen éxito, la
próspera y seductora Curitiba,
la ciudad a la que aspiran
muchos brasileños por su gran
calidad de vida, que los turistas
visitan por sus parques y
monumentos y en la que muchas
empresas quieren instalarse, al
mismo tiempo ha desplazado a
los municipios de alrededor los
problemas de miseria y
degradación, de crecimiento
informal y áreas de riesgo en
una corona metropolitana. En
cualquier caso, en el panorama
actual, Curitiba se ha
consolidado como una antítesis
de Brasilia, la capital del
racionalismo, hecha totalmente
de nueva planta. Curitiba, en
cambio, es el ejemplo modélico
de intentar sacar el máximo
partido de una propia realidad
preexistente, apostando por un
desarrollo sostenible que se
concilia con los intereses
inmobiliarios e industriales. Su
arquitectura no es tan
monumental y emblemática
como la de Brasilia, pero sus
habitantes están tan satisfechos
y tienen tanto espíritu cívico
como si vivieran en la capital de
Brasil.
13
Conclucción
Curitiba no es sólo un
modelo ecológico para
el mundo, es una ciudad
poblada por seres
humanos con una
mentalidad diferente
hacia la vida. Con una
manera de pensar
ambientalista, creativa
y muy positiva. En esta
ciudad se reciclan hasta
los espacios. Lo que
antes era una cantera,
ahora es un hermoso
teatro, La Ópera de
Alambre con
abundantes áreas
verdes, un gran lago,
diversidad de flora y
fauna y en su interior
mucha cultura. Los
postes de madera que
una vez se utilizaron
para los cables de
electricidad, ahora son
el soporte de una
majestuosa edificación,
la Universidad Libre del
Medio Ambiente.
Cuando se habla de
evolucionar
integralmente, Curitiba
se posiciona como uno
de los mejores
ejemplos. Esta ciudad
de Brasil, capital del
estado de Paraná, ha
progresado teniendo
como principio la
integración de sus
recursos en pro del
medio ambiente. En la
planificación del
desarrollo de esta
ciudad, localizada al sur
del Brasil, se ha tomado
en consideración
satisfacer las
necesidades actuales,
pero sin comprometer
los recursos de las
futuras generaciones. El
ambiente la economía,
la educación, la
transportación y el
desarrollo social de
Curitiba se integran con
un mismo fin: crear una
ciudad sustentable y de
esta manera disfrutar
de una mejor calidad de vida.
14
Referencias
Bibliograficas
http://arquifuturo.jimdo.com/c
uritiba-ciudad-ejemplar/
http://arte.elpais.com.uy/curiti
ba-ciudad-sustentable-y-un-
ejemplo-para-el-mundo
http://curitibaciudadsostenible.
webs.com/
http://www.arqsustentable.net
/territorios_curitiba.html