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EL CULTURAL 13 19 de enero de 2012 www.elcultural.es 0,30 Euros. Venta conjunta e inseparable con EL MUNDO Manos a la obra Neruda, Rosales y la censura preventiva Reconocidos artistas crean un nuevo espacio autogestionado en Madrid Ante la parálisis artística GONZC5

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  • EL CULTURAL13 19 de enero de 2012 www.elcultural.es

    0,30

    Euros.Ventaconjunta

    eins

    eparableconEL

    MUND

    O

    Manos a la obra

    Neruda, Rosalesy la censura preventiva

    Reconocidos artistas crean un nuevoespacio autogestionado en Madrid

    Ante la parlisis artstica

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  • Ven a vermebailar.

    LUCIO VIDAL

    CND, Work in ProgressALEJANDRO CERRUDO, ANGELIN PRELJOCAJ, WILLIAM FORSYTHE, JOHAN INGER

    COMPAA NACIONALDE DANZA

    Teatro de la Zarzuela18 al 22 de Enero de 2012

    Director ArtsticoJOS CARLOS MARTNEZ

    www.servicaixa.com - 902 33 22 11http://cndanza.mcu.es

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    P R I M E R A P A L A B R A

    Una tarde de otoo lon-dinense, me dijo Ber-trand Russell, anciano

    y lcido, en la grata sobreme-sadelDorchester, queel granpoeta era el intelectual capazde resumir en un verso un li-bro de metafsica general, deontologa,demilpginas.Ru-bn Daro se estremeca, en-tre sus princesas tristes y susmarquesas rientes, anteeldes-tinodelhombre.Ser, ynosa-bernada, y ser sin rumbocier-to y el temor de haber sido yun futuro terror. Y el espantosegurodeestarmaanamuer-to y sufrir por la vida y por lasombra y por lo que no cono-cemos y apenas sospechamosy la carne que tienta con susfrescos racimosy la tumbaqueaguarda con sus fnebres ra-mosyno saber adndevamosni de dnde venimos.

    Einstein, tan sagazmenteestudiado por Snchez Ronque dedica ms tiempo a lalecturadel sabiode la relativi-dadquea lasnovelasdePrezReverte, se pas la vida in-tentando dar respuesta a eseverso cardinal de Rubn Da-

    ro: ynosaber adndevamosni de dnde venimos.

    La comunidad internacio-nal ha hecho un gran esfuer-zo econmico para poner enmarcha el Gran ColisionadordeHadrones,enbuscadelbo-sn de Higgs, de la partculadeDios.Cuando convers enOviedo con Stephen Haw-king pude advertir que el eri-zante cientfico no niega laexistenciadeDios.Se limita aprescindir de l y, al igual queLeonard Mlodinow, cuestio-na, desde la rendida admira-cin, algunasde las afirmacio-nes de Einstein. El bosn esuna partcula elemental que,con el fotn, ejerce la inter-accin entre fermiones. En lafrontera francosuiza se ha fi-nanciado una colosal cons-truccin experimental con laesperanza de que el choquede potrones a la velocidad dela luz recree condiciones si-milares al instante liminar delBigBang,divulgadoporHaw-king. El bosn de Higgs se-ra el responsable de la masa,sin la cual no habra gravedadni universo. Los fsicos han

    sintetizado en un nico cuer-po terico la fuerza nuclearfuerte, la fuerza nuclear d-bil y el electromagnetismo.Pero no la gravedad. Ah re-side el desafo actual. Nadieha podido hacerlo an con lagravedad,haescritoesegranperiodista, divulgador de laciencia, que es Jos ManuelNieves.

    Escuch no sin dificultaduna de las conferencias, orga-nizadasporelBBVA,deShel-don Glashow, descubridor delos bosones W y Z que per-mitieron unificar el electro-magnetismocon la fuerza nu-clear. Convers con l y meparece que no tena demasia-das esperanzas enque sedes-cubrieraelbosndeHiggs.Sehanhechograndesavancesenla ciencia, sobre todo en la f-sica. Pero la consecuencia esquelas fronterasdelmisteriose han ensanchado mucho.Mepareciesta afirmacindeGlashow muy inteligente.Tambin semanifest escp-tico ante los neutrinos. Nocrea que hubieran superadola velocidad de la luz. El gran

    cientfico, uno de los presti-gios indiscutidos del mundo,se mostr cauto ante la expe-riencia de Lijun J. Wang quehizoviajarensu laboratoriodePrincetonunpulsode luz310veces ms rpido que los300.000 kilmetros por se-gundo alcanzados por el sm-bolo c, la luz en el vaco.

    No hay nada que viajems deprisa que la luz repi-tiGlashowvarias veces antelos periodistas. Pasaran co-sasmuy raras si ocurriera unacosa as.

    Retornemos a la poesa.No sabemos de dnde veni-mos segn el verso deRubnDaro. Pero estamos a puntode averiguarlo. En El gran di-seo, Stephen Hawking meteelbisturdesumentesin fron-teras en el origen del univer-so. Entre Francia y Suiza, elGran Colisionador de Hadro-nes puede darnos la sorpresaen cualquier momento de laaparicin del bosn de PeterHiggs, el fsico britnico, queacarici con sus manos tem-blorosas la partcula de Dios,la piel ltima del misterio.

    Rubn Daro ante el bosn de Higgsy el Colisionador de Hadrones

    L U I S M A R A A N S O Nde la Real Academia Espaola

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  • Edita Prensa Europea S.L.Avenida de San Luis, 25

    Madrid - 28033Tel.: 91 443 64 29-30-31-32 Fax: 91 443 65 36

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    EL CULTURAL se vende conjuntamentecon el diario EL MUNDO.

    Imprime Calprint. Dpto. legal: GU 452-98

    Crticos: Juan Avils, Rafael Bans, DavidBarro, ngel Basanta, J.M. Bentez Ariza, TaBlesa, Ernesto Calabuig, Pilar Castro, Jos LuisClemente, Antonio Colinas, Jacinta Cremades, F.

    Daz de Castro, J. Javier Etayo, MiguelFernndez-Cid, Carlos F. Heredero, J. Andrs-Gallego, Antn Garca-Abril, P. Garca Mouton,F. Garca Olmedo, D. Giralt-Miracle, lvaro

    Guibert, Germn Gulln, J. A. Gurpegui, Abel H.Pozuelo, Javier Hontoria, Joaqun Marco,

    J. Marn-Medina, Jacobo Muoz, Nadal Suau,Rafael Narbona, Mariano Navarro, R. Nez

    Florencio, J. L. Prez de Arteaga, Romn Pia,A. Reverter, Pilar Ribal, Luis Ribot, Vctor del

    Rio, O. Ruiz-Manjn, A. Senz de Zaitegui, FelipeSahagn, Care Santos, Bernab Sarabia,

    S. Sanz Villanueva, Ricardo Senabre, P. Teddede Lorca, J.M. Velzquez-Gaztelu, J. Vidal

    Oliveras, Roco de la Villa, Javier Villn, DaroVillanueva, Luis A. de Villena y Elena Vozmediano

    EL CULTURALPresidente

    Luis Mara Anson

    DirectoraBlanca Berastegui

    Jefes de RedaccinNuria Azancot, Javier Lpez Rejas,

    Cristina Jaramillo (web)

    Jefes de SeccinPaula Achiaga, Liz Perales

    RedaccinDaniel Arjona, Marta Caballero,Bea Espejo, Benjamn G. Rosado,

    Alberto Ojeda, Rubn Vique

    PORTADAAbraham Lacalle, Jaime de laJara, Jacobo Castellano yMiki Leal fotografiados porSergio Enrquez-Nistal ennoestudio, su nuevo espacioartstico en Madrid

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    1 3 1 9 D E E N E R O D E 2 0 1 2 S U M A R I O

    3. PRIMERA PALABRARubn Daro ante el Bosn de Higgs y el

    Colisionador de Hadrones, POR LUIS MARA ANSON

    7. LA PAPELERA DE JUAN PALOMO

    LETRAS

    8. Neruda y Rosales. Cartas inditas sobre poesay una autocensura necesaria?12. El libro de la semana. Tierras de sangre,de Timothy J. Snyder, POR JUAN AVILS14. J. P. Quionero. Dark Lady, POR S. SANZ VILLANUEVA14. Garca Abad. La reina comunera, POR CRUZ VARELA15. Prez Andjar. Paseos conmi madre, POR R. SENABRE16. A. Plante. Una mancha ms, POR ERNESTO CALABUIG17. Alejandro Cspedes. Topologa de una pgina enblanco, POR A. SENZ DE ZAITEGUI18. Cartas. Saul Bellow, POR LUIS ANTONIO DE VILLENA19. Pamuk. El novelista ingenuo..., POR DARO VILLANUEVA20. VV.AA. Amrica bipolar, POR TIMOTHY NOAH22. Enzensberger. El gentil monstruo de Bruselas,POR FELIPE SAHAGN

    23. Infantil y juvenil, POR CECILIA FRAS24. Libros ms vendidos25. Mnima molestia, POR IGNACIO ECHEVARRA

    ARTE

    26. Nace noestudio, un nuevo espacio autogestionado por varios artistas en Madrid, POR BEA ESPEJO30. Las mil caras de Morimura, POR MARIANO NAVARRO31. Francesc Ruiz, Warburg y cmic, POR DAVID G. TORRES32. Magritte en Viena, POR JAVIER HONTORIA34. El futuro se llama Smart City, POR JOSE LUS DE VICENTE

    ESCENARIOS

    36. Flotats desempolva La mecedora, POR LIZ PERALES38. Entrevista con J.C. Brisville, POR MARA JOS RAGU39. Otros chjovs son posibles, POR SANTIAGO M. BERMDEZ40. Schnberg segn Manzoni, POR BENJAMN G. ROSADO42. Barenboim recuerda a Celibidache, POR A. REVERTER43. Fusin nuclear en el debut de Sellars, POR A. R.

    CINE

    44. Cuba resucita a los zombies con Juan de losMuertos, POR JESS PALACIOS47. La chispa de lex de la Iglesia, POR GONZALO DE PEDRO

    CIENCIA

    48. Idiomas contra el Alzheimer, POR J. A. LPEZ GUERRERO

    LTIMA PALABRA

    50. Vicente Luis Mora reflexiona sobre el texto y laimagen en El lectoespectador, POR DANIEL ARJONA

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  • a pregunta va de boca en boca. Cmo no hay dinero para libros depapel pero s para montones de lectores de ebooks? El ao acaba

    on la industriaeditorialbajomnimos, concadasdehastael 40%,peroa venta de readers se dispara. Amazon despach en diciembre 4 mi-ones de Kindles en todo el mundo y es ya el hit de su sucursal espa-ola. FNAC vendi 7.000 unidades de su lector en un mes. Bastaonviajar enmetroobuspara asombrarse con lamultiplicacindegad-ets lectores. Sin embargo, la venta de ttulos digitales no resultaomparable.Segn la consultoraGK,en2011 losespaoles compraron80.000 aparatos pero slo 180.000 ebooks. Y es que se va extendiendona idea mortal, denunciada por Jos Luis Amores en un texto queacruzadocomounrayo laRed:Mecomproestoy lo amortizocon to-os los libros en papel que voy a dejar de pagar porque son gratis!

    Nuestras libreras van a tener este ao acento yanqui: para empezar,Seix Barral recupera a finales de enero Fascinacin, de Don DeLi-llo,mientrasqueen febreroMondadori lanzaElSunsetLimited, deCor-mac McCarthy,un breve dilogo, conmovedor y violento, entre unprofesor blanco desesperado y un negro marcado por la crcel y lasdrogas pero lleno de fe. Y tambin en febrero llega el Diario de invier-no de Paul Auster (Anagrama), en el que el neoyorquino, antes idola-trado, evoca su descubrimiento del sexo,sus ataques de pnico o laherida del tiempo. Qu gula lectora!

    Durante cinco aos ha pasado por su plat parte de la excelenciacultural de nuestros das. De aqu y de all, escritores y pintores,cineastas, msicos, dramaturgos, editores y filsofos han convertidoel programa Borradores de Aragn TV, presentado por Antn Castro,enunespaciode libertad, enunmodlicoejemplode informaciny re-flexin. Pues bien, pese a ser el nico programa cultural en la parrillay uno de los mejores de nuestro pobre pas, pese a su bajo presupues-to y alto talento, la autoridad competente ha decidido su suspensin.Esquenadie sedacuentadequeenunosaosvamosasermuchomspobres an? La pobreza de espritu dura toda la vida.

    E l maestro AAntonio Pappano, titular de la Royal Opera House lon-dinense, acaba de ser nombrado Caballero de la Orden del Impe-rioBritnicopor Isabel II. Ingresaas enel clubde lossir-batutas, jun-toa JohnEliotGardiner,NevilleMarrineryRogerNorrington.TambinDaniel Barenboim ha sido investido caballero, pero al no ser britni-co no podr aadir el ttulo de honor a su nombre. Tendr derecho,eso s, a usar las siglas KBE (Caballero del Imperio Britnico) en sucorrespondencia. Sir o no sir, sa es la cuestin.

    Cahiers du cinma.Espaadesapareceyensu lugarnaceCaimn.Cua-dernos de cine (misma revista, mismo equipo, otra cabecera) Moti-vos? Las exigencias inaceptables de Phaidon, duea de la marca.

    BorradoresJ U A N P A L O M O

    RADIO PARS

    F R A N C I S C O J A V I E RI R A Z O K I

    ANTONIO PAPPANO

    DANIEL BARENBOIM

    PAUL AUSTER

    ANTN CASTRO

    DON DELILLO

    No es infrecuente el caso de losescritores favorecidos por suresidencia en ciudades extranjeras.Acabo de conocer a tres de ellos.Coinciden en una visin sin lmitesnacionales, en el trato refinado, enlas ventajas de la incertidumbre.Uno, Andrs Neuman, nacido enArgentina, con ancestros alemanes,italianos y judos, vive en Granadadesde la adolescencia. Su ingeniosalta con la rapidez adquirida en unafamilia de msicos nmadas y seremansa entre bromas sutiles.Luego empua en cada pgina eltestigo cosmopolita de JulioCortzar. Cerca de Neuman, la poetaErika Martnez transmite anlisisapoyados por una cultura selecta.Parece a salvo de los aspavientos yrotundidades cuando reflexionasobre las obras literarias deLatinoamrica e investiga en laSorbona. Por ltimo, Jos Ovejerodomina varios idiomas y el ttulo desu primer libro de poemas, Biografadel explorador, ha sido premonito-rio. Habla con los ademanes suavesde un hombre valiente. La eleganciade sus textos confirma que losbravucones se esconden en cuantollega la hora desfavorable. Justocuando la persona exquisita,sabedora de que el desprecio esincompatible con el conocimiento, daun paso al frente. Los tres escuchansin el orgullo de quien se aferra a latierra de origen y los tres huyen delas afirmaciones inapelables. Intuyoque su desasosiego creativo no puededisolverse en un grupo identitario.En las palabras que escriben eimprovisan suena la enseanza de losviajes: sus convicciones estnfirmemente asentadas en la duda.

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    L A P A P E L E R A

    Siga la Papelerade Juan Palomo enwww.elcultural.es

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  • L E T R A S

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    La amistad entre Luis Rosales y Pablo Neruda fue cuento largo. Se conocieron en el Madrid de los aos 30, donde el poe-

    ta granadino, ntimo amigo de Lorca, comenz a colaborar en la revista Cruz y Raya, que diriga el chileno. Las

    diferencias ideolgicas y las sospechas les alejaron despus del 36, pero en 1971 volvieron a encontrarse, pues Ne-

    ruda pas por Madrid tras recibir el premio Nobel. Dos aos despus, Rosales preparaba una edicin de la poesa

    del chileno pero los editores exigan que no aparecieran los poemas sobre la guerra civil. Y Neruda acept autocen-

    surarse. El profesor Gabriele Morelli nos descubre la historia y presenta esta correspondencia indita, ahora que

    Visor publica El libro de las baladas, una antologa de Luis Rosales con versos de juventud, muchos de ellos inditos,

    en edicin crtica y notas de Xelo Candel. El lector puede disfrutar las mejores baladas inditas en www.elcultural.es

    Neruda, Rosales y laautocensura preventiva

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    Correspondencia indita Rosales-NerudaG A B R I E L E M O R E L L I

    Contraquienes sostienenunacosmovisinideologizadaaultranza,quedivideelmun-doendosbandos, losbuenosy losmalos, ypara quienes resulta difcil, por ejemplo,conciliar la figura de Pablo Neruda con lade Luis Rosales, como representantes deuna dicotoma imposible de armonizar,convieneafirmarqueambospoetas,quesefrecuentaron con asiduidad en los aostreinta durante la residencia madrilea dePablo, fueron buenos amigos y se estima-ron recprocamente hasta el final. As lomuestrael textoautgrafoqueNerudaen-vi para el homenaje que la revista Cua-dernosHispanoamericanos (mayo-juniode1971) dedic a Rosales:

    Qudecir deLuisRosales a quien yo conocnaranjo, recin florido enaquellos aos treinta,y que ahora es gran poeta, exacto definidor, se-orde idioma.Ahora lo tenemos llenode frutos,exigente y fecundo. Atraves este mortal anti-poltico el momento desgarrador en Andalu-ca y se ha recuperado en silencio y en palabra.Salud! Buen compaero!

    Anteriormente,duranteydespusde lacontienda civil, la relacin humana y lite-raria entre los dos poetas se haba enfria-do un tanto. Sin embargo, hacia 1971, aode la concesinaNerudadelNobeldeLi-teratura, vuelvenaestrecharsevnculosen-tre los dos amigos. No se conoce ningunadeclaracin oficial de Rosales, aunquebienpodemos imaginarlo! lanoticia cons-tituyera para l motivo de gran alegra,como lo fue para su amigo Luis Felipe Vi-vanco,quien, consatisfaccinpersonal (noexentadeunasutil venacrticacontrael r-gimen), comenta de este modo el aconte-cimiento en su Diario (1946-1975):

    Qu triunfo para la Espaa de Franco!Le han dado el Nobel a Pablo Neruda.Maana, Pablo Casals, a sus noventa y cincoaos, estrena la msica del himno de la ONU,y pasado maana Pablo Picasso cumplenoventa aos.

    Tras recoger Neruda el premio en di-ciembre, suavinderegresohaceescalaenelaeropuertodeBarajas.VivancoyRosalesfueron a saludarle. El primero anota en suDiario: Me alegro de haber bajado a Ba-rajasyhaberledadounabrazo,asupasoporMadrid. Gonzalo Menndez Pidal, hijodel gran fillogo, inmortaliza el encuentroen una fotografa en que se ve a Neruda

    sonriendo satisfecho entre los dos anti-guos amigos espaoles. Poco despus,Ro-sales empieza a escribir el libro La poesade Neruda en parte anticipado en el Pr-logodesuseleccin,publicadopor laEdi-toraNacionalen1978,dondeanaliza lasco-ordenadas esenciales que caracterizan laproduccindelchileno.Setrata, apunta,de

    una poesa con argumento, una poesatotal que asume en su expresin los con-tenidospropiosdelaexpresin lricay laex-presin narrativa. Ninguna formulacinms adecuada para definir su propia expe-riencia potica. El proceso de acercamien-to, cada uno con su singularidad, entre losdospoetasesevidente, comotambin loeslagrandeudareconocidaporelpropioRo-sales que este, renovador de la poesa es-paoladeposguerra, tienecontradaconsuamigo y maestro chileno.

    A partir de 1973, Rosales prepara unagranantologade lapoesanerudianaquevera la luzen1974en laeditorialNoguer,en tornoa la cual se cruzan tres cartasentrelos dos poetas, que tienen como punto dediscusin la exclusindepoemasde asun-to poltico, propuesta por el propio Neru-da, como consecuencia de las numerosasdificultades encontradas para publicar suobra en Espaa. Se impona as el chilenouna especie de autocensura preventiva,que provena de las exigencias editorialesante el temor a la intervencin de la cen-sura franquista.

    La reciente celebracin del centena-rio del nacimiento de Rosales, buena par-te de cuyo xito se debe a la generosa co-laboracinprestadaporLuisRosalesFouz,hijo del poeta, nos ha permitido reexami-

    nar la gran cosecha de documentacin de-jada por aquel, conservada en el ArchivoHistricoNacional, dedondeprocedeestacorrespondencia indita que presento. Setrata de un trptico epistolar que empiezacon una misiva urgente del granadino (13febrero de 1973), quien pide a Pablo con-firmacin de su autorizacin para elimi-

    Rosales fue fiel al compromiso contrado con su amigo Pablo, respetando en

    todo su voluntad; es decir, expurgando los textos polticos de referencia

    espaola , pero incluyendo al tiempo los otros poemas de tema ideolgico

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  • nartoda lapoesaquetengauncarcterde-finitivamente poltico. La respuesta deNeruda, residente en Isla Negra, lleva fe-cha del 15 de febrero, e ilustra las variadasdificultades encontradas hasta ahora parapublicar su Obra Completa en Espaa porlapresenciadepoemaspolticosnacionales,por lo cual ha decidido quitar todos aque-llos textos o fragmentos que contengan te-masde laGuerraCivil que imposibilitaranla edicin; pero, declara terminantemen-te, no quiere eliminar los dems de conte-nido ideolgico.Lacarta secierracon laalu-sin, entre otras, a las obras del conde deVillamediana, autor por el cual, como essabido, se interesan ambos. Ya en julio de1935,Nerudapresentabaen la revistaCruzy Raya su entrega Poesas de Villamediana(En manos del silencio), y Rosales, en 1969,su libro Pasin y muerte del conde de Villame-diana.Precisamente, lapredileccindeNe-ruda por Villamediana haba sido criticadapor JuanRamnJimnez,quienaestepro-psito escribe: Y ya en los aos 30, y estoes loms peregrino, no cayNeruda, casi,en el goloseo gongorino de Villamediana,segn moda del momento en cierta Espa-a otramente barroca?.

    Con la misiva de contestacin de Rosa-lessecierraelbreveepistolario:Luisexpresaa su amigo su satisfaccin por la aclaracinrecibida, mostrndose perfectamente deacuerdo con sus indicaciones; ya que, co-menta, eliminar de una seleccin muycompletadetuobra lospoemaspolticosca-recera de sentido. En efecto, entraron aformarpartede laantologanerudianavariospoemas del Canto General en que se exaltaesa Amrica de los ros arteriales frentealapelucay lacasaca impuestaspor losco-lonizadores; de igual modo estn presen-tes textos de Las uvas y el viento, como lacomposicinElvientoenAsia,unhimnoa lanuevasociedadcomunistachinadeMaoTse-Tung. En fin, Rosales fue fiel al com-promiso contrado con su amigo Pablo, res-petando en todo su voluntad; es decir, ex-purgandolos textospolticosdereferenciaespaola,pero incluyendoal tiempolosotrospoemasde tema ideolgicoque, segnNe-ruda (y laalusina laparticular situacindelpas sujeto a Franco es evidente), puedenpublicarse entre vosotros.

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    Estoy muy acostumbrado alas artimaas de los editores

    Madrid, 13 de febrero de 1973INSTITUTO DE CULTURA HISPNICA. LR/PA.

    Querido Pablo:Teescribounas letrasdeurgenciayno

    la carta que deseara escribirte. Ya hacemuchos aos que no hago nunca lo quequiero.

    Como recordars, pues en alguna oca-sin he hablado contigo de ello, me hanencargado que haga una seleccin de tuobra y la prologue. Tengo la ilusin, dis-posicinycasinecesidaddeescribir sobretu poesa, pero quisiera aclarar contigoestaspalabrasconlascualesterminasucar-ta JosPardo,Directorde laEditorialNo-guer, al invitarme a hacer esta edicin:

    Atodo loexpuestodeboaadir,que-rido Luis, que por deseo expreso de Ne-ruda se eliminar de esta seleccin desu obra toda la poesa que tenga un ca-rcter definidamente poltico.

    No puedo ponerme a hacer una an-tologa tuya sin aclarar contigo este pun-

    to, pues ya estoy muy acostumbrado alas artimaas de los editores. Si ests deacuerdo con ello, pondr manos a la obrainmediata y alegremente.

    Un abrazo para Matilde, y deseandoverte pronto aqu o all, se despide tubuen amigo.

    LUIS ROSALES

    Estuve de acuerdo en eliminarfragmentos de la guerra civil

    Isla Negra, Febrero 15 de 1973Seor Luis Rosales

    Instituto de Cultura Hispana [sic]Madrid.

    Querido Luis:Contesto tucarta recin llegada.Nos

    si ella se refiere a Ediciones autorizadaspor Carmen Balcells, de Barcelona, quees mi Agente Literario.

    Suponiendoqueas sea, tengoalgunosantecedentes que darte:mi obra para pu-blicarseenEspaaencontrvariadasdifi-cultades y acuerdos que estaban a punto

    L E T R A S

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    de cumplirse se echaron atrs a ltima horapor temores polticos de varios Editores.

    Por ltimo se lleg a acuerdo con unaEditorialparaquepublicaraunaespeciedeObras Completas en dos tomos. No re-cuerdo quin fu el Editor. Para evitar losinconvenientes referidos estuve de acuer-do para que partes que haran peligrar laEdicin se eliminaran de estas obras. Na-turalmente que se trata de aquellos textoso fragmentos que contengan temas de laGuerraCivilque imposibilitaran laedicin.Deningunamanerapuedoeliminarmispo-emaspolticosquenoguarden relacincontales temas, y que por lo dems, por lo queveo, puede publicarse entre vosotros. Eli-minar mis Poemas polticos en general se-ra un disparate.

    Tambin en la Edicin de Obras Com-pletasdeLosadanoestntomadosencuen-taObraspolticas comoCancindeGesta.Mipunto de vista es que estas Obras que porunmotivouotroencuentranobstculos in-salvables, pueden publicarse en otro sitioy en otras condiciones. Mi Obra es dema-siado espaciosa para que todo el mundopueda encontrar all lo que quiera y no meimporta que tal o cual cosa no el guste a la

    gente, la objete o no la encuentre: siem-pre se contentarn con alguna parte de loque he hecho. No tengo gran amor propioni he sido nunca un intransigente poltico.

    Queestacartaquedeentrenosotrosy tprocedersdeacuerdocon loquecreasme-jorbastndomeyaelplacerdeque tehayasencargado a t esta Antologa. Me he que-dado esperando las obras de Villamedianaimpresasquepublicasteas como las copiasde Cdices que tambin me prometiste.

    Te abraza fraternalmente

    PABLO NERUDA

    Eliminar los poemas polticos detu obra carecera de sentido

    Madrid, 13 de febrero de 1973Sr. D. Pablo NerudaISLA NEGRA (Chile).

    INSTITUTO DE CULTURA HISPNICA LR/PA.

    Querido Pablo:Me alegra haberte comunicado mis te-

    mores y que me hayas aclarado tu posicin

    en el asunto. Te dar los detalles que co-nozco de esta edicin.

    Coincide efectivamente con las indica-cionesque tmedasdepublicardos tomosdemilpginascadauno.LaeditorialesCl-sicos Noguer, S.A., y la edicin est auto-rizada por Carmen Balcells, con la que mepuse en contacto y con quien teno buenaamistad-.Ammehanencargadoquehagauna seleccindedosmilpginas.Teacom-pao fotocopia de la carta de Noguer.

    Desde luego, creo como t, que elimi-nar de una seleccin muy completa de tuobra los poemas polticos carecera de sen-tido, por eso te escrib. Aclarar este pun-tocon laeditorial antesdecomprometermea nada. Por lo dems, querido Pablo, te re-pito que estoy encantado de hacer estetrabajo de seleccin y estudio de tu obra.

    En caso de aceptar el encargo, te ten-dr puntualmente al corriente del desarro-llodel trabajo.Comode todas formashabrque suprimir unas mil pginas, en su mo-mento te har las consultas necesarias:

    Recuerdos a Matilde y un cordialabrazo de

    LUIS ROSALES

    E P I S T O L A R I O I N D I T O L E T R A S

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  • A veces la cultura se concibecomo un artculo de lujo, un to-que de distincin que permiteaparentar refinamiento, algo endefinitiva superfluo, de lo quese puede prescindir en tiem-pos de ajuste. Esa debe ser laconcepcin de quienes han de-jadodeapoyaraunapublicacintan til como la Revista de Li-bros, una excelente iniciativaquesehavisto truncada.Pero locierto es que la verdadera cul-turaproporciona los recursosne-cesarios para comprender elmundo en que vivimos, tantomediante los ensayos de psic-logos, economistasohistoriado-res, comoa travsde lasgrandesobras de ficcin, ya se trate deAnaKareninaoTheWire.Existen

    adems ciertas cuestiones fun-damentalesqueningunaperso-nacultapuedeevitarplantearsey una de ellas es la de la inmen-sa ola de violencia que se aba-ti sobre Europa entre 1914 y1945, es decir en la era de lasguerras mundiales y de las es-pantosas atrocidades nazis y so-viticas.

    La bibliografa sobre los cr-menes de Hitler y Stalin es porsupuesto inmensa y no faltanobras excelentes traducidas alespaol, pero no son tan comu-nes los libros que los abordendesde una perspectiva conjun-ta, comolohaceTierrasde sangre.Su autor, Timothy Snyder, na-cidoen1969, profesoren launi-versidad de Yale y especialistaen la historia de Europa centraly oriental, ha escogido para elloun enfoque original, el anlisisde lo ocurrido desde la llegadade Hitler al poder hasta el final

    de la Segunda Guerra Mundialen las tierras situadas entre elmarBlticoyelmarNegro,quebien merecen la denominacinde tierras de sangre porque enellasmurieron lamayora de lasvctimas de Stalin y Hitler. Enlos pases blticos, Rusia occi-dental, Bielorrusia, Polonia yUcrania fueron asesinadas ca-torce millones de personas, in-cluidos los judos occidentalesque no eran nativos de la zona,pero perecieron en los camposdeexterminionazis situados enella.Dos terciosdeesasvctimasfueronasesinadaspor losnazisyun tercio por los soviticos, conla peculiaridad de que la mayorparte de las vctimas de Stalinperecieron antes de que co-menzara la segunda guerramundial,mientrasquemuypo-cas personas fueron asesinadaspor orden de Hitler antes de1939. Al abordar en su conjun-to todas lasmatanzasqueseper-petraron en aquellas tierras du-rante aquel perodo, Snyder haconseguidomostrar las similitu-desy tambin lasdiferenciasen-tre las polticas de exterminiodeHitler yStalin, la interaccinentreambasy la terrible realidadde que, en pases como Ucra-nia o Polonia, unas y otras atro-cidades se superpusieron enunbreve lapso de tiempo.

    La edicin original inglesade Tierras de sangre, que ahoraaparece en una cuidada versinespaola, tuvounaacogidamuyfavorable y una decena de pu-blicaciones, entre ellas The

    Economist yTheFinancialTi-mes la incluyeron entre sus re-comendacionesdel ao.No fal-t sin embargo una recensinbastante negativa, la que Ri-chard Evans, prestigioso histo-riadorbritnicoespecializadoenla historia de la Alemania nazi,publicen laLondonReviewofBooks,en laque, ademsdenu-merosas crticas sobre puntosconcretos, le reproch que aldestacar los paralelismos entrelaspolticasdeasesinatomasivodeHitler y Stalin haba difumi-nadoel carcternicodel geno-cidio judo. Pero en realidad,Snyder no afirma que hubierauna equivalencia entre las res-pectivas polticas de uno y otrotirano y cualquier lector des-apasionado de Tierras de sangre

    Tierras de sangre:Europa entre Hitler y Stalin

    TIMOTHY J. SNYDER

    Traduccin de Jess de Cos

    Galaxia Gutenberg. Barcelona, 2011

    609 pginas, 25 euros

    VORACIDADDoce, trece, catorce millones de muertos. Nios, ancianos, mujeres,muchedumbres inermes que jams pisaron un campo de batalla.Ciudadanos que perecen a consecuencia de hambrunas intenciona-das, en campos de concentracin, en gulags, a tiros, gaseados o porcualquiera de los innumerables y eficaces procedimientos debidos ala inventiva humana. Imposible determinar con precisin el nmerode vctimas. Nmero que es como una enorme goma de borrar ros-tros y nombres. La matanza no es gratuita. La desencadena unacombinacin de frenes ideolgico y pulsiones elementales como laconquista de los recursos, el control de la tierra, el sometimiento delindividuo a la comunidad (el pueblo, la raza, la clase dominante) o laaniquilacin de toda posible disidencia. Ocurre en el siglo XX. Doscolonias de hormigas, una alemana y otra rusa, dirigidas por sus res-pectivos faraones, se lanzan a la devastacin del espacio que separaambos hormigueros. Convendra no olvidarlo. FERNANDO ARAMBURU

    L E T R A S

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  • concluir que los nazis no slomataron ams personas que lossoviticos, sinoquesuscrmenestuvieron un grado de atrocidadadicional.UnDantedenuestrosdas tendra que excavar un d-cimocrculopara albergar aSta-lin y sus colaboradores en su in-fiernoyunundcimoparaHitlery los suyos.Tambinqueda cla-ro enTierras de sangrequeel ho-locausto judo fue un crimende una categora excepcional,porqueningunaotramatanzadeaquellos aos tuvo el propsito

    definido de exterminar por en-tero a un grupo tnico, hasta elltimodesushombres,mujeresynios.LaaportacindeTierrasde sangre, un libro escrito paraquepueda serentendido sin te-nerconocimientosprevios sobrelahistoriadelperiodo,es ladesi-tuar el holocausto judo en elcontexto de las matanzas per-petradas por los nazis contragentes no judas y de las ma-tanzas soviticas, lo que facilitala interpretacinhistrica de lostres fenmenos.

    La documentacin histri-ca en que se basa Snyder est ala altura del tema que aborda.Cita archivos de Polonia, Ingla-terra, Rusia, Alemania, Ucra-niayEstadosUnidos,yensubi-bliografa aparecen, junto aobras en ingls o alemn, otrasmuchas en polaco y en ucrania-no, algo que no es comn en-tre los historiadores occidenta-les. Destaca su esfuerzo porprecisarminuciosamenteeln-mero de vctimas que se pro-dujeron en cada caso, huyendode las exageraciones a que enocasiones ha llevado la pugnaentre las polticas nacionales dememoriahistrica,quetratande

    incrementarelnmerodevcti-mas propias, pero tambin pro-porcionaalgunaspinceladas,de-masiado escasas, acerca dealgunas vctimas individuales,paraevitarque laspersonas seanrecordadas slo como nmeros.Pero en mi opinin lo ms va-lioso del volumen es su esfuer-zo por clarificar la gnesis y laimplementacindecadaunadelas polticas de asesinato enmasa que analiza.

    Tierras de sangre se inicia conla terrible hambruna que Sta-lin permiti deliberadamenteque se cebara sobre el campe-sinado ucraniano a comienzosde los aos treinta. Examina acontinuacin el Gran Terror es-talinista, que lleg a su pice apartir de 1936. La doble ocu-pacindePoloniapor alemanesy soviticos entre 1939 y 1941muestra un caso en que ambostiranoscolaboraronparadestruiruna nacin, mientras que la in-vasinde laUninSovitica su-puso la aplicacin parcial delsueo nazi de exterminar a su-ficientes eslavos para librar es-pacio a la colonizacinalemana.Tras ello el libro llega a su temacentral, el holocausto. Por lti-mo, la trgica suertedeVarsovia,la ciudad europea que ms su-frientre las situadasal oestedela frontera sovitica, merece uncaptulo aparte, en el que des-tacaeldesesperadoherosmodela insurreccin judadel guetoyla insurreccinnacional de todalaciudad.Fueunodeesoscasosenquemorirmatandoparece lanica salida para defender lapropia dignidad.

    En las tierrasde sangre la in-mensa mayora de las vctimasno tuvieronni siquieraesaopor-tunidad y es nuestro deber mo-ral conocer las circunstanciashistricas que les llevaron a suterrible destino. JUAN AVILS

    Snyder muestra las similitudes y las diferencias entre las po-

    lticas de exterminio de Hitler y Stalin, la interaccin entre

    ambas, y la terrible realidad de que, en pases como Ucra-

    nia o Polonia, unas y otras atrocidades se superpusieron

    R E F U G I A D O S P O L A C O S H U Y E N D O D EL A S T R O P A S N A Z I S Y D E L A S S O V I -T I C A S E N P L E N A I I G U E R R A M U N D I A L

    E L L I B R O D E L A S E M A N A L E T R A S

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  • 1 4 E L C U L T U R A L 1 3 - 1 - 2 0 1 2

    TieneJuanPedroQuionero (Totana,Mur-cia,1947)unasolavoz, ladelapasionadoana-lista de las desgracias contemporneas queafligen a nuestra especie, pero ms de unrostro. Uno cuenta la realidad como el pe-riodista culto y reflexivo que es. El otromuestraaunextraterritorialquehabladesuspreocupaciones morales y sociales en vi-brantes ensayos yennovelas contracorrien-te. De stas, las de ayer en los amenes delfranquismofueronungrito libertarioenex-

    tremososmoldesvanguardistas.Las recien-tes acometen el reto entre regeneracionis-ta y utpico de reinstaurar la arquitecturaespiritualdenuestropas conandaduraes-peculativaque lasacercaal relato intelectual.Una sorprendente cara nueva suma DarkLady, la del narrador clsico que despliegauna historia casi torrencial, dilatada a lo lar-go de muchos aos y copiosamente nutri-da de personajes.

    Dark Lady remonta el hilo narrativo a lacoincidencia de dos futuros famosos, el fo-tgrafo Marc y la modelo Elodi, en un or-felinatoparisinodurante laocupacinhitle-riana. La trama gira alrededor de su vida

    compartida varios decenios, en cuyo trans-curso desfilan los horrores del nazismo, eldesconcierto moral de postguerra, los es-cenariosdel lujo cosmopolita (desdePars oMiln a Nueva York) localizados en los sa-lones de la moda y los hoteles ms selectosas como,en fin, lamiseriaprostibulariaqueampara ladegradacindesesperada.Lacaray la cruz de la vida conviven en la novela,dondeandanemparejadoso fundidos triun-fo y fracaso, amor y soledad, sexo gozoso ymercenario, arte y vulgaridad, idealismo ytraicin, rectitud y falsedad, ansia de vivirymuerte...Ensuma,elpequeomundodelhombre entero aflora en decenas de histo-riasnoblesyvulgaresqueproporcionan tan-to imgenes de realismo crudo como at-msferasespectrales.Losescenariosveristas(calleso tiendasmencionadasconexactitudcronstica) y los personajes reales (el mo-disto St.-Laurent o Man Ray) proporcio-nan un plpito de verdad a la ficcin a lavezquesta sediluyeenunaespeciedefan-tasmagora onrica o expresionista.

    Tanto como el protagonismo humanoimporta en Dark Lady el de la fotografa.El arte fotogrfico constituye el nervio mo-torde lahistoriay sirveparadar sentidoal re-trato coral por cuanto tiene un doble po-der, revelar el fondo velado la realidad ydotarladedimensin inditaque la redima.Dark Lady, la dama oscura de los sone-tos de Shakespeare, encarnacin del amor,la belleza y la fuerza genesaca, sirve de r-tulo al antro parisino que funciona comoespacio alegricode lanovelahomnima.Atalpuntoha llegado ladegradacinde losva-lores espirituales. Sin embargo, no se pro-pone un mensaje desolado y negativo ab-soluto: ms bien se dice que an dispone-mos, frente a las ofensas de la historia, dela trincheradelarte.Elartistaysuobra,osea,Marcysus fotos, creanunaotra realidaddon-de nos podemos refugiar. Tal tesis plantea,creo, Quionero en esta narracin originaly escrita con prosa de gran aliento; una ex-celente novela que tira a filosfica sin re-nunciar a la seduccincomunicativade la li-teratura. SANTOS SANZ VILLANUEVA

    Dark LadyJUAN PEDRO QUIONERO

    Renacimiento. Sevilla, 2011

    249 pginas, 18 euros

    L E T R A S N O V E L A

    La historia de la reina Juana, conoci-dacomolaLoca, esunode lospeo-res estigmas en los anales de Espa-a. A la luz de nuestros das, estre-mece la impunidadconquesecome-tan semejantes atropellos, ya que lahija de Isabel y Fernando, legtimaheredera al trono de Castilla, sufriviolenciadomsticaamanosdesupa-dre, de su esposo y hasta de su hijo.

    Jos Garca Abad (Madrid, 1942),quien ha transitado con xito los ca-minos del periodismo, no defraud asus lectores cuando decidi internar-se en los terrenos de la historia no-velada y ya en 2010, con Sobra un rey,donde narra el enfrentamiento porel trono entre Fernando el Catlicoy su yerno, Felipe el Hermoso, nosdeleit tanto por la seriedad historio-grfica como por el uso del idioma.Ahora vuelve sobre una variante delmismo tema guiado por dos perso-najes que le sirvieron de ciceronesen la primera novela: Alonso de To-rrelaguna y Javier de Garcilln quie-nes, aos despus, reaparecen invo-lucrados en el levantamiento de loscomuneros y con la difcil misin deentregarle a la reina Juana, prisione-ra en Tordesillas, una carta que debellevar su firma para legitimar la su-blevacin de los que luchan por ele-varla al tronocastellano.Nofaltanadaen este relato, endulzado por los es-carceos potico-amorosos de Torre-laguna con la Infanta Catalina, peroaveriguar loscmosy losporqusque-da en manos del lector. Puedo ase-gurar que esta crnica no le dejarindiferente ni mucho menos insatis-fecho. MARA ELENA CRUZ VARELA

    PIERRE LELLOUCHE

    JOS GARCA ABAD

    La Esfera de los Libros, 2011

    359 pp, 2390 e. Ebook: 799 e.

    La reinacomunera

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  • 1 3 - 1 - 2 0 1 2 E L C U L T U R A L 1 5

    onviene sealardesdeelprin-ipio que, a pesar de la presen-acineditorial, estanuevaobrae Javier Prez Andjar (Sandrin de Bess Barcelona,965) no es exactamente unaovela, por muy permeablesonfines que se le supongan alnero. Se trata, en realidad, dena reconstruccin fragmenta-iade laadolescenciay juventuddel narrador (que es el mismoautor y aparece alguna vez consu propio nombre). Es ciertoque en la primera obra del es-critor Los prncipes valientes(2007) senovelaban recuerdosde la infancia y del entorno delmundo infantil del autorenSanAdrin de Bess, as como susprimeras lecturas y el gozosodescubrimiento del cmic, queahora reaparece en estas consi-deraciones como el gnero ad-mirablequehaproporcionadoyfijado para siempre las ms fi-dedignas estampas de algunosbarrios barceloneses. Pero alltodo giraba en torno al perso-naje, porque Prez Andjar sehabapropuestoescribirunano-vela, aunque en sus contenidosabundaran ms los elementosreales que los de ficcin.

    En Paseos con mi madre, encambio, toda apariencia de fic-cinhadesaparecidoyel centrode la narracin es la propia lo-calidadenquetranscurrieron losaosde formacindel futuroes-critor, hijode inmigrantesmeri-dionales gracias a cuya presen-cia especialmente lamaternala residencia en un mbito aje-no a sus orgenes no los ha des-

    virtuado,yel tenazpropsitodeaferrarse a las racessimboliza-das una y otra vez en la madre,

    que representa inconsciente-mente la madre-tierra se ma-nifiesta en la delectacin conque se recuerdan palabras dela patria chica abandonada(amolanchn, gordolobo,balate,etc.) y en el empeo decididodel escritor en mantener, encontra de la incongruente cos-tumbre imperante, la formacas-tellana del topnimo catalnque designa su pueblo natal,porque, como confiesa en unmomento determinado, sepuede ser escritor de Barcelo-na demuchasmaneras (p. 36),para recordar a renglnseguido,comoposiblesmodalidades, losnombres de algunos escritorescatalanesqueutilizanelespaolensusobras, comoMars,Men-doza,VzquezMontalbnoCa-savella.

    El narrador-autor ordena,pues, algunos de sus recuerdos,todos ellos referidos a SanAdrin de Bess y su evolucinurbana,poniendoatencinenelcrecimiento o desaparicin debloques de viviendas nuevos,en la miseria de algunas zonas,enel flujode inmigrantes,en los

    primeros conflictos provocadospor las construccionesdeficien-tes y el urbanismo salvaje deSan Roc, en las huelgas de lacentral trmica. Con una prosaimpecable Prez Andjar esunexcelenteescritorplasmaelautor en estas pginas acercadeSanAdrindeBessy susal-rededores el panorama de unmicrocosmos cuyas transforma-ciones siguen tambin laevolu-ciny loscambiosde la sociedadyde losmodelosproductivosenEspaa,que, apesarde todo,nohan acabado con la sempiternadistincin entre ricos y pobres,entreexplotadoresyexplotadossi seprefieremscrudamente,entre amos y siervos, sino quetan slo han retocado y maqui-lladosu fisonoma.Laspocas sa-lidas de San Adrin a Barcelo-na para estudiar en laUniversidad, o para acudir a laredaccin de la revistaAjoblan-co estn evocadas apresurada-mente, como cuando se deseapasar de refiln sobre algo dis-tante y hostil, ejemplificado in-cluso por la insistencia de losguardias que piden la docu-mentacindel jovenestudiante(pp. 25-26) como si fuera sos-pechoso por el mero hecho deproceder de la periferia y no dela capital.

    Aparte de su inters socio-lgico como testimonio de unapoca yun lugar determinados,Paseos conmimadreconstituyeelretrato de unos aos de apren-dizaje y de una conciencia enla que pueden verse reflejadosmuchos posibles lectores que,comoseres trasplantados, comoautnticos marineros en tierra,han vivido experiencias simila-res, aunque no sean capaces deplasmarlas con lanitidez, la agu-dezayhasta,enalgunoscasos,ellirismoquemuchasdeestasp-ginas encierran. RICARDO SENABRE

    Paseos con mi madreJAVIER PREZ ANDJAR

    Tusquets. Barcelona, 2011

    179 pginas, 15 euros

    P R O S A S L E T R A S

    TONI GARRIGA

    PALABRA DE AUTORCon Paseos... vuelve a suinfancia. Es su territorio msseguro y feliz?Literariamente s, aunque enlos 70, y en ese entorno, yo nolo fui demasiado. Pero losrecuerdos me permiten inten-tar lo que hizo Umbral con Elhijo de Greta Garbo.Describe el extrarradio deBarcelona y un pas quequera salir de una pesadilla.Estamos mejor hoy?En absoluto, cada vez esta-mos ms perdidos. Hoy el ex-trarradio es todo, somos to-dos, es Barcelona y es Europa,todos ms civilizados, mspeinados que en los 70, perosin saber dnde est el centroni quin manda.Cmo logra que el lector seidentifique tanto con usted?Procuro escribir desde elcorazn y utilizar el intelectoslo para corregir.

    Aparte de su inters so-

    ciolgico como testimonio

    de una poca, Paseos con

    mimadre constituye el re-

    trato de unos aos de

    aprendizaje plasmados con

    nitidez, agudeza y lirismo

    GONZC5

  • Como una novela policiaco-de-ductiva con resonancias deWalsh se presenta esta obra dela bonaerense Alicia Plante,cuya peripecia gira en torno alrobodebebsque tuvo lugarenlosaos70delpasadosigloen laArgentinadeVidela.Bebsquelos militares entregaban impu-nemente a familias decentes(en este caso a la del franquistaemigrado Garca Mejuto) trashaber eliminado a sus subver-sivas madres naturales. PeroUna mancha ms no es slo unalogradanoveladeairepoliciaco,ni tampoco slo otra denunciadeaquellos atropellos.Elmodoen que la autora recrea aque-llos tiempos de plomo y los ac-tuales da lugar a un deslum-branteejerciciodeescrituraque

    adems se eleva al grado de no-vela esencial, capaz de helar elalma, escrita con palabras que,como las de su maestro Walsh,pesan, golpean y dejan huella.

    El anlisis del miedo es unode los grandes temas de este li-bro, el terror del pequeo Da-niel ante su violento padre, elmiedo del propio gallego enla vejez, o el que inspirabanaquellos militares mesias y sal-vapatrias amparados en una su-puesta emergencia nacional,quesemanejabanadiariocon laimpunidad de quien cree quenunca tendr que rendir cuen-tas.Variasdcadasdespus,y la-mentablemente slo en ocasio-nes, tendranquehacerlo.AliciaPlante se vale del personaje deljoven Ral, un guionista fraca-sado, conocedor de un terriblesecreto, para montar una tramade chantaje que afectar a al-gunos monstruos, ya ancianos,que se pensaban intocables.

    El modo de trabar y resol-verelpuzzledeestahistoria slopuede calificarse de magistral.Tambin su psicologa de lospersonajesysus intenciones.Laautora no slo analiza los veri-cuetos del mal, pues uno de loslogrosdeeste textoesel anlisisde los motivos del bien, quetampoco son todos heroicos onobles. Slo personajes comoJulia,LeoyGerardoencarnaneldeseo de esclarecer la verdad yalcanzar una justicia nada aje-na a la capacidad de compasin(la del juez Leo Resnik por lamadredeRal).Elodio, elmie-doy laculpaaparecencomouna

    herenciademanchas indeleblessobre la piel de uno. De fondo,junto a centenares de vulnera-cionesy torturas,unpaisajequecontiene treintamildesapareci-dosyel impunereciclajecivildeaquellos sdicosen la transicinhacia la democracia. El escalo-friante Mayor Cecchi, treintaaosdespusoperativoya salvode todo, da pie para que Plantereflexione sobre la imposibili-dad de arrepentimiento real delos monstruos. Slo los caminosinescrutables del mercado edi-torialpuedenhacerquesedesa-tienda una obra tan importantecomo sta. ERNESTO CALABUIG

    Una mancha msALICIA PLANTE

    Adriana Hidalgo. Buenos Aires/

    Madrid, 2011

    320 pginas, 19 euros

    L E T R A S N O V E L A

    1 6 E L C U L T U R A L 1 3 - 1 - 2 0 1 2

    Joyce Carol Oates (Lockport, N.Y., 1938),sinduda la autoranorteamericanamspro-lfica,hapublicadoenEspaaenapenasunmes dos novelas : Una hermosa doncella, yesta Violacin: Una historia de amor. El t-tulopareceunasuertedeoximoron,dean-tinomiakantianade tintesprximosal sn-drome de Estocolmo. Pero no, desde losprimeros compases observamos que nadadeesto ocurre.La violacindeTeenaMa-guire un 4 de julio por una cuadrilla dedesalmados, cuando regresaba a casa consu hijita Beth de 12 aos, marcar amar-

    gamente su vida. Por suerte Beth pudoescondersesinsufrirdaoalguno.Yfueellaquien, cuando todo termin y su madrese desangraba, sali a pedir ayuda y en-contr a Dromoor, un polica que luchen la Guerra del Golfo. La vida de estasmujeres cambi al decidir atravesar el par-que y dejar la seguridad de la calle; fueapenas un segundo [...] y tu vida ha cam-biadopara siempre (p.11-12).Perono fueslo laviolacin, sinocuantovinodespus,que dura hasta hoy (p. 59). Porque des-pus vendr el juicio, en el que un abo-gado sin escrpulos responsabilizar a lapropia Teena de lo ocurrido. Y Dromoorno dejar a los malhechores sin castigo.

    No acostumbro a desvelar los desenla-

    ces de este tipo de obras, pero la singula-ridad de esta historia tiene que ver con lasconsecuenciasdeunaviolacinpara terce-raspersonas comoelnovio conquienTee-na planeaba rehacer su vida, con la pe-quea comunidad donde vive, con lospadres de los violadores, con DromoorAunque la vctima principal es la peque-a Beth: ahora es una mujer casada, y pa-rece ser quien se est contando a s mis-maquocurri aquellosdesgraciadosdas,pues sigue sintiendo que t habas sidotestigo y habas muerto tambin. (p. 59).Es ella quien nos desvela la historia deamor del ttulo: Pero nunca volveras asentir la intensidad, la veneracin, de tuamoradolescentepor JohnDromoor.Aosdespus comprenderas: tambin lo ama-baennombredemam.Porqueellanopo-da amar. (p. 123). JOS ANTONIO GURPEGUI

    JOYCE CAROL OATES

    Traduccin de Santiago Roncagliolo

    Papel de Liar. Barcelona, 2011. 174 pp., 15 euros

    Violacin. Una historia de amor

    XAVIER MARTIN

    GONZC5

  • Laliteraturaha rotoel libro.Losprocesoshumanospor excelen-cia la creacin y la comunica-cin son codependientes, sealan contra la inercia. La na-turaleza nos ancla al fondo. Elarte abre vas. Summa artis, lapoesa nos salva de nuestroADN.Topologade unapgina enblanco trata de todo esto. Cmocreamos, cmo sustanciamos loque creamos en otras menteshumanas, individuales o colec-tivas. El in principium creavitDeus deAlejandroCspedes esla pgina en blanco. Papel oLCD, es el lugar donde ocurrela mente: donde ocurre todo.Quien busque lrica que lea aMachado: Cspedes es unhombre con visin, un terico.Un poeta de verdad.

    Su reflexin sobre la poesaremiteaesemomentode lahis-toria en que la filosofa se con-virtiellamismaenpoesa.ConFoucault, elpoetaalberga la sos-pecha la esperanza de que ellenguaje es fractura, muro, ais-lamiento,yqueesnecesario.Lafalla es la naturaleza de la fic-cin: escribir es elegir/ perodeja de ser interesante cuandola palabra/ no funciona comounidad de construccin esta-ble.Laspalabras nodescribenlas cosas: las producen. Y su es-tructura es tan arbitraria comolas leyes del lenguaje: frag-mentos/ dentro de otros frag-mentos/ construyen una rea-li-dad descuartizada. La lenguaque hablamos determina elmundo que vemos. Escribir es

    unasecuenciadeelecciones: vi-vir, tambin.

    Un animal con doble den-tadura est intentando/ besarmientras desgarra/ trozos de serhumano. Lo roto est dentro,comoelenemigo.Cspedes in-venta la cartografa de la tabularasa, pero no slo: tambin ha-bla de la topologa del lengua-je. El mapa de la poesa ser

    el mapa de lo humano. La me-moria tambin est paginada.Nuestrosubconscientemspro-fundo piensa cuando nosotrosdejamos de pensar. No para. Ylo que piensa, lo piensa en ver-so,probablemente.Losdospo-los del mundo el escritor y ellectorestnunidosporl, perola cuerda se deshilacha. (Esascuerdas existen, forman parte

    de las pginas de este libro, re-corren sus mrgenes.) Contrael sistemapotico tradicional, elpoeta no tiene todas las res-puestas, ni siquiera alguna.Plantea preguntas, impone uncriterio: en la obsesin huma-napor las categorasordenamos/creamos microcosmos. Ajenoal egocentrismo del creador,Cspedes seabreanosotros, los

    eternos secundarios, los lecto-res. Nos analiza, nos interpela.Nosomosnosotrosquienesnosidentificamosconelpoeta, eslquien se une a sus lectores enuna misma perplejidad: noeres t tambin un artificio undisfraz/unadesfiguracinde lasposibilidades del lenguaje?/ laltima de las posibilidades dellenguaje.Derridadecaquenohay nada fuera del texto. Paracomprenderlo, debemos vol-vernos texto, habitar en l. Esun universo peculiar, donde lospoemas seabismanen lapginacomoagujerosnegros,versos in-completos se pierden por elmargen derecho, se esparcencomo hojas a lo largo de las ho-jas. Nuestra mente debe adop-tar la formadel texto: serpoesa.Topologa:matemtica, geome-tra. Espacios imaginarios ca-pacesdeencerrar lohumanosindeshumanizarlo.Undiscurso to-rrencial que evoca el flujo denuestra conciencia, veloz e in-asequible a la lgica. El lectorse convirti en el libro, Walla-ce Stevens dixit.

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    ARCHIVO DEL AUTOR

    GONZC5

  • Parece evidente que los gran-des tomos de correspondenciasern pronto una forma de es-critura del pasado. Internet nonos ha devuelto a la epstola,sino a mensajes escritos con ra-pidez y brevedad. Ahora esta-mos ante un gran tomo de lascartasqueescribielnovelistaypremio Nobel (1976) nortea-mericano Saul Bellow (1915-2005), que siendo muchas, contoda seguridad no son el epis-tolario completo.El ideal deunepistolario perfecto es que tu-viramos tambin las cartas delotrocorresponsal,perocomoesosera casi imposible, el editorlo suple con algunas notas acla-ratorias a pie de carta. Tambintraza una buena cronologa deBellow que siento muy nece-saria, pues, si mi olfato no falla,Bellow nunca fue un predilec-to del lector espaol. l estuvoen Espaa no pocas veces ytampocodicegrancosadelpas,msqueatestiguar lapobrezadela postguerra

    Saul Bellow (hijo de padresrusos y judos) naci en Cana-d y entr de nio en los Esta-dosUnidosde formamedio ile-gal, pero quien sera un Nobelyanqui no tuvo la nacionalidadnorteamericana sino algo antesde la IIGuerraMundial.Ensuscartas est siempre muy paten-te suorigen judo,porelquemi-lita (con otros amigos escritorescomo Bernard Malamud). Laprimera carta que se nos ofrecees de 1932, pero enseguida sal-

    ta a 1937. La ltima es de 2004.Elgruesode la correspondenciacorresponde a los aos 40/70,que son los de su formacin, desu continua lucha por el triun-fo (conseguido)ydesusviajesalextranjero, especialmente losdos aos que vive en Europa.Por cierto, enPars coincideconel augedelexistencialismo(Sar-tre/Beauvoir/ Camus) que nole gusta nada. Ni el movimien-to ni los escritores. En ese sen-tido Bellow se muestra muyyanqui, pues tendr mal olfatopara la cultura europea, si se ex-cluye la inglesa.

    Loquems llama laatencinen las cartas deBellowes supa-sinpor laescritura,porel oficiode escritor y por la vida en ge-neral (estuvo casado cinco ve-ces). Trata de escribir con pro-fundidad, analizando los senti-mientos o el modo en que con-truyecon tesnsusnovelas, eigualmente analiza las relacio-

    nes personales y las tensionesconsusamigos.Am,quenosoyun devoto rendido de Bellow,me gustan sobre todo las cartasen las que habla de temas per-sonales y del oficio literario.

    Toda su vida estuvo llena depasin.Discuteconamigosyso-bre todo con editores y agentesliterarios, ya que considera que

    estos seequivocan,queconhar-ta frecuencia rechazanesplndi-dosmanuscritos (al inicioalgunosuyo)ysepercataquela relacinmshabitualentreescritoryedi-tor salvo en los momentos dexitoesguerrera.Piensaqueelpblicodeberaconocer loserro-res de los editores como cono-ce los de los autores

    Las cartas a los amigos (bas-tantes desconocidos para el p-blico espaol, como Alfred Ka-zin) suelen ser harto cordiales,cariosas, sinpreterir el anlisis.Comohe insinuadoya, lamayorparte de sus mejores amistadesliterarias o no pertenece a lacomunidad juda. Con dos no-tables excepciones, RobertPennWarrenyJohnCheever, alque considera uno de los me-joresprosistasdesugeneracin.En general, el valor literario deestas cartases alto,peropuedentener un defecto, y es quemuchos de los corresponsalesson muy poco o nada conoci-dos en nuestro mbito cultural.

    Podramos sealardoscurio-sidades que llamaran la aten-cin si no fueran meros forma-

    lismos, o casi. Una carta a Wi-lliam Faulkner en 1956 protes-tando porque Faulkner presi-da una comisin para el perdnpenitenciario a Ezra Pound, yotra en 1984 a Vargas Llosa, pi-dindole formar parte de uncongreso o reunin de novelis-tas notables que van a reunirseparadebatir sobre losproblemasdel gnero. No sabemos que lecontest Mario.

    A partir del 2000 o pocoantes las cartas se van hacien-do ms breves. En esta etapatoman ms protagonismo Phi-liph Roth y Martin Amis, porcitar dos de los pocos nombresms conocidos, pero las cartas(por lo general) pierden la mu-cha enjundia que tuvieron.Bellow muri el 5 de abril de2005, pero la ltima carta delvolumen,esaEugeneKennedyen febrero de 2004. Un librodebuenacorrespondencia aun-queconabundantespersonajesqueapenasconocemos.Los tra-tados alusivamente dentrode las cartas componen unpanorama ms rico. LUIS ANTONIODE VILLENA

    Saul Bellow. CartasSAUL BELLOW

    Edicin de Benjamin Taylor

    Traduccin de Daniel Gascn

    Alfabia. Barcelona, 2011

    719 pginas, 28 euros

    L E T R A S E P I S T O L A R I O

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    Lo que ms llama la aten-

    cin en las cartas de Bellow

    es su pasin por el oficio de

    escritor y por la vida. Ls-

    tima que muchos de los co-

    rresponsales sean poco o

    nada conocidos en Espaa

    CHRISTOPHER FELVER

    GONZC5

  • Ochenta aos despus de queEdward Morgan Foster expli-cara diversos aspectos de la no-vela en una serie de conferen-cias pronunciadas en la ctedraClark del Trinity College enCambridge,OrhanPamuk(Es-tambul, 1952), ya flamante pre-mio Nobel de Literatura, haralo propio en Harvard con estasNortonLectures, aupadoa latribuna que tambin le habaservido a Umberto Eco tiempoatrspara realizar sus seispaseospor los bosques narrativos.

    La aportacin del novelistaturco resulta sumamente origi-nal por lo que significa no tan-to para los estudiosos de la lite-ratura sino en cuanto a la refle-xin de los creadores acerca delarte de la novela. Para el mexi-cano Gabriel Zaid el problemadel libro no est en los millo-nesdepobresqueapenas sabenleer y escribir, sino en los mi-llones de universitarios que noquieren leer, sino escribir, y lohacen sin haber ledo. Pamukofrece,porel contrario, una teo-ra de la novela en el que tal su-puesto es imposible, y en estasenjundiosaspginas trataprefe-rentemente de explorar losefectos que las novelas tienenen sus lectores, cmo trabajanlosnovelistasycmoseescribenlas novelas. Mis experienciascomo lector y escritor estn in-terrelacionadas (p. 142).

    Dehecho, suposicinvienea coincidir con la que, funda-mentada en la fenomenologadeldiscpulopolacodeHusserl,

    RomanIngarden, alquePamukno parece conocer, llega hastalos estudios de la recepcin li-terariadealguienaquiensi cita,Wolfgang Iser. Pamuk conside-ra que la lectura intencional-mente realistadeunanovelanosolo es la ms espontnea ynatural, y por ello ms frecuen-te, sino que tambin indica unamayor competencia estticaenel sentidodeIngardenqueel escepticismo formalista, mspropio de las suspicacias filol-gicay lingstica.El ttulodel li-bro apunta hacia esas dos acti-tudes que Pamuk atribuyetanto a los escritores como a loslectores a partir de un ensayode Schiller en el que los poe-tas ingenuos son los despreo-cupados por los entresijos de lapropia creacin y los senti-mentalisch, losatormentadosyreflexivos.Entodocaso, paraelNobel ser un novelista es elartedeser ingenuoyreflexivoalmismo tiempo (p. 19).

    Ello tiene que ver con eltema del realismo. Para l, elobjetivo esencial del arte de lanovela es ofrecer una descrip-cin precisa de la vida (p. 57),pero tal logrosolosealcanzame-diante una forma sutil de coo-peracinentre autor y lector na-cida de la empata que elprimeroescapazdeinducira tra-vsdelmundoque su texto ins-taura y, sobre todo, la capacidaddeconviccindesuspersonajes.Influyetambinelpoderquesuimaginacinvisual tengapara re-crearmediantepalabras las im-genes constitutivas de aquelmundo,medianteunsabioejer-cicio de la estrategia retrica dela cfrasis pintar con palabrasa laquela teora literaria tanto in-ters presta ltimamente. Enestesentido,Pamuknoshacere-cordar una de las ideas estti-cas capitales para Valle-Incln,que necesitaba ver corprea-mente a sus personajes y su en-tornoantesdeponerseaescribir.

    Ambosescritores compartenuna misma admiracin haciaTolstoi. Precisamente, el narra-dor de Ana Karenina afirma enunmomentoque lo esencial enla lectura de una novela es in-teresarseensensacionesoemo-ciones reales a partir de imagi-narias vidas ajenas, lo que uncrtico contemporneo deTols-toi, E. Hennequin, racionaliza-ba mediante la argumentacinde que la novela sera aprecia-danopor laverdadobjetivaquecontena, sino en razn del n-mero de personas cuya verdadsubjetiva realizaba, cuyas ideastraduca y cuya imaginacin nocontradeca. Muy semejante esla tesis de Pamuk. Solo un lec-tor suspicaz, sentimental enexceso, atento tan solo al artifi-cio artstico, hace una actuali-zacin deliberadamente anti-rrealista de la obra de arteliteraria, ejecuta una metalec-tura. La actitud ms normales la que propona Coleridge:aceptar la ficcin como si fueseverdadera para embarcarse enun contrato o convencin quenos llevar a proyectar nuestrapropia experiencia emprica dela realidad sobre la fbula le-da.El resultadoesunasuertederealismo intencional que, sindenominarlonuncaas, eselqueestas conferencias del autor deEl castillo blanco nos explican.Ah est la realidad de la litera-turaqueescomoPicassodecadel arte en general una men-tira que nos hace caer en lacuenta de la verdad por virtudde aquella suspensin del des-creimiento que da paso, sin so-lucin de continuidad, al entu-siasmo de la epifana. DAROVILLANUEVA

    El novelista ingenuo y el sentimentalORHAN PAMUK

    Traduccin de Roberto Falc

    Mondadori. Barcelona, 2011

    161 pp., 2090 e. Ebook: 1399 e.

    E N S A Y O L I T E R A R I O L E T R A S

    FELIPE TRUEBA

    La aportacin del premio Nobel turco Orhan Pamuk en esta

    obra resulta sumamente original por lo que significa no

    tanto para los estudiosos de la literatura sino en cuanto

    a la reflexin de los creadores acerca del arte de la novela

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  • Hace medio siglo, los republi-canoseranunafuerza respetableaunque algo aburrida en la es-cena poltica USA. Recelabandel gobierno excesivo, pero seresignaron a la ampliacin quellevacaboFranklinD.Roose-velt, y suprincipalpreocupacinera mantenerlo pequeo y sol-vente. Su modelo ideal era Ei-senhower,quienen1952secon-virti en el primer republicanofue elegido presidente en 24aos. Su principal adversariopara la candidatura republicana,el senadorRobertTaft, sehabaopuesto al New Deal y era unaislacionista acrrimo contrarioa la idea de apoyar a Gran Bre-taa en los primeros aos de laIIGuerraMundial.Eisenhowerrepresentaba una variedad deconservadurismo ms pragm-tico, internacionalistaydispues-to a aceptar un papelmayor delGobierno en el plano nacional.l lo llamaba republicanismomoderno. Tras ser reelegidopor aplastantemayora en1956,suevangelioparecael futuro, almenos para los republicanos.

    Naturalmente, no lo fue. Lacrnica habitual es queWilliamF. Buckley hijo lo pulveriz, apartir de 1955, cuando fundNational Review; que despus

    de 1960, la vitalidad del presi-dente Kennedy hizo que per-diera relevancia; y que se vinoabajo del todo en 1964 cuandoel ala ultraderechista de los re-publicanos consiguiqueBarryGoldwater obtuviera la candi-datura. Pero eran las cosas asde sencillas? En Rule and Ruin[Gobierno y ruina: el fracaso de lamoderacin y la destruccin delPartido Republicano desde Eisen-hower hasta el Tea Party], sunue-va historia del republicanismomoderado, maravillosamentepormenorizada,GeoffreyKaba-service sostiene que el republi-canismomodernoerams resis-tente de lo que recordamos.Kabaservice reconoce su sub-siguiente derrota, pero alegaconvincentemente que losmo-derados republicanos siguieronsiendo una fuerza poderosa, in-clusodominante,hastabienen-trada la dcada de los 70.

    La historia comienza al fi-nal de la era de Eisenhower. EljovenactivistaTomHaydenes-criba, en 1961, sobre el retor-node la accinyel dilogopo-

    ltico al campus universitarioy citaba tres ejemplos. El pri-mero era la agrupacin izquier-dista Estudiantes por una So-ciedad Democrtica (que Hay-den ayud a fundar), y que hoyse recuerda como el vehculoms importante para las protes-tas universitarias contra laGue-rra de Vietnam. El segundo erael grupo de derechas Jvenes

    Estadounidenses por la Liber-tad (que Buckley ayud a fun-dar), y que hoy se recuerda porhaberpromovido lascarreraspo-lticas de Goldwater y Reagan.El tercero era Advance, una re-vistapublicadapordosalumnosde Harvard, Bruce Chapman yGeorge Gilder. Por aquel en-tonces eran republicanos afi-nes a Rockefeller que desem-pearon un importante papel ala hora de recabar el apoyo re-publicano en el Congreso parael movimiento de los derechosciviles.Cuandoseaprob laLeyde Derechos Civiles en 1964,sealaKabaservice, contabaconmayor respaldo entre los repu-blicanosqueentre losdemcra-tas (que tenan que lidiar conla oposicin de los segregacio-nistas sureos).PeroGoldwater,el presunto candidato presi-dencial del partido, vot encontra de la ley. Las fuerzas deGoldwater aplastaron a los mo-deradosaquel aoconunfervorque a sus herederos del TeaParty les costara igualar. Du-rante la convencin republicana

    los moderados consiguieron aduras penas eliminar del pro-grama la resolucindeenviar alos negros de vuelta a frica.

    Kabaservice sostiene que laestrepitosa derrota de Goldwa-ter frente a Lyndon Johnson(que contribuy tambin a re-ducirelnmeroderepublicanosen laCmaraa sunivelmsbajoen30aos), reforz la influencia

    de losmoderados republicanos.En los aos siguientes, los re-publicanos liberales pasaron aprimer plano, entre ellos JohnLindsay, elegido alcalde deNueva York; Edward Brooke(deMassachusetts), quesecon-virti enel primer senador afro-americano;GeorgesH.W.Bush,que consigui un escao en laCmara en su estado de adop-cin, Texas; y el gobernador deMichiganGeorgeRomney (pa-dre de Mitt), que plante unaseria amenaza para las ambicio-nes presidenciales de RichardNixon hasta que lo ech todo aperder al atribuir su punto devista favorable a la Guerra deViernamal lavadode cerebroque le haban hecho los gene-rales y los diplomticos. Ana-lizndolo retrospectivamente,seala Kabaservice, Romneyfue la mejor y la ltima oportu-nidad de los moderados repu-blicanos para elegir a unode lossuyos para la presidencia.

    LapresidenciadeNixonpa-recienunprincipiounabendi-cin para los modernos, puestoque haba sido vicepresidentede Eisenhower. Sus nombra-mientosparaelGobierno inclu-an a moderados como WilliamRogers. A su asesor de Seguri-dadNacional,HenryKissinger,tambin se le consideraba mo-derado. Y gran parte del progra-ma nacional de Nixon flirteabaconel liberalismo,enespecialelprograma de pobreza diseadopor Daniel Patrick Moynihan,de filiacindemcrata.PeroNi-xon no era en el fondo un repu-blicano afn a Eisenhower, sinoms bien un profesional de larealpolitik calculador, que fue

    Estados Unidos bipolar: Rule and ruinRULE AND RUIN

    GEORFFREY KABASERVICE

    Oxford Universitity Press, 2011

    482 pginas, 2995 dlares

    THE TEA PARTY AND THE

    REMAKING OF REPUBLICAN

    CONSERVATISM

    T. SKOCPOL Y V. WILLIAMSON

    Oxford University Press, 2011

    245 pginas, 2495 dlares

    Kabaservice traza en su esplndido libro una historia ma-

    ravillosamente pormenorizada del republicanismo modera-

    do desde sus momentos de auge, en los 70, al declive actual

    L E T R A S

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  • afinando progresivamente sumensaje para atraer a los dem-cratas conservadores del sur(ayudado por su vicepresidenteexmoderadoSpiroAgnew)has-ta acabar distancindose de losrepublicanos moderados, aun-que a menudo persiguiera pol-ticas liberales.LuegovinoelWa-tergate, que alej a los donantesmoderados en los 1970. Con laeleccin de Reagan en 1980 elpartido se desliz an ms a laderecha, y los republicanosmo-dernos empezaron a escasear.

    Actualmente, casi todos loscentristas polticos son dem-cratas. Y con el avance del TeaParty, los republicanosestnex-perimentando otro momentocomo el de 1964. En The TeaParty and the Remaking of Repu-blicanConservatism [ElTeaPartyy la nueva versin del conserva-durismorepublicano],un libroex-cepcionalmenterevelador,The-da Skocpol y Vanessa William-son afirman que ms de unoscuantosmiembrosdelTeaPartyasociansuprimeraexperienciapoltica a la campaa de Gold-water. Pero hay importantes

    contrastes entre los dos movi-mientos. Para empezar, el TeaParty, a diferencia de la insu-rreccin de Goldwater, se lasha ingeniado para ganar elec-cionesyhaobtenidoalgodepo-der en los planos nacional y es-tatal.En segundo lugar, la ideo-loga anti-Gobierno del TeaParty se ve atenuada por un si-lenciosoapoyoa la seguridadso-cial y Medicare. Eso se debe aque los activistas tienden a serde mediana edad y ms mayo-res. Segn Skocpol y William-son, el Tea Party no se opone alas prestaciones sociales en s,sino ms bien a las prestacio-nes sociales no merecidas,queen laprctica significa cual-quierprestacinparaafroameri-canos, latinos, inmigrantes (so-bre todo los sin papeles) yjvenes. Un sondeo llevado acabo entre los partidarios delTeaPartyenDakotadelSurha-ll que el 83% se opona a cual-quier recortede la seguridadso-cial; el78%seoponaacualquierrecorte en la cobertura de Me-dicare para las recetas de me-dicamentos; y el 79% se opo-

    na a los recortes en los reem-bolsosdeMedicare amdicosyhospitales.ElGobiernopeque-o que defiende el Tea Partyes uno en que el yo me llevo loquemecorrespondeycasi todoslosdemsnose llevancasinada.

    Esto supone un problemaespecial para un republicano

    conservador como Paul Ryan,que est a favor de privatizarMedicareyde trasladarunama-yorpartede la carga financiera alos receptores. Pero tambin esun problema para cualquieraque aspire a reducir el dficitpblico, porque son las presta-ciones merecidas como la se-guridad social y Medicare lasprincipales responsables del

    descontroldelgastopblico.Porotraparte, aunque losmiembrosdelTeaParty, que tienden a serdeclasemedia acomodadaperono ricos, odianpagar impuestos,no tienen inconvenienteenqueotros los paguen.

    Por tanto, en cierto sentido,elTeaParty es un producto delestatismo del bienestar que laderechadurapretendaaplastaren1964yque tantosmiembrosdelTeaParty afirmanodiar hoyenda. Los contribuyenteses-tadounidensessubvencionansurentaysuseguridadsocial,yporconsiguiente lesproporcionaneltiempo y la capacidad para or-ganizar protestas y grupos delTea party, sealan irnica-mente Theda Skocpol y Wi-lliamson. El Gobierno aportael tiempolibrequehaceposiblela oposicin furibunda y airadaal Gobierno. Los demcratasconstruyeron esta complicadaestructura a lo Rube Goldberg,pero no podran haberlo hechosin laayudadelosrepublicanosmodernos. Al menos en esesentido estricto, su legado per-dura. TIMOTHY NOAH

    Segn las autoras, el Tea

    Party slo se opone a las

    prestaciones sociales no

    merecidas, que son las que

    reciben afroamericanos, la-

    tinos, inmigrantes (sobre

    todo sin papeles) y jvenes

    L O S P R E C A N D I D A T O S R E P U B L I C A N O S Q U E L U C H A N P O R E N F R E N T A R S E A O B A M A E N L A S E L E C C I O N E S P R E S I D E N C I A L E S , A N T E S D E U N D E B A T E

    P O L T I C A L E T R A S

    1 3 - 1 - 2 0 1 2 E L C U L T U R A L 2 1

    NEWYORK

    TIMES

    BOOK

    REVIEW

    GONZC5

  • Hans Magnus Enzensbergerpuede convencerte o no, perojams te deja indiferente. Leencanta la tragicomedia, le atraelaparadojay, encasi todo loqueescribe le arrastrauna fuerza in-controlable que le obliga a bus-car sin descanso la caja dentrode la caja dentro de la caja den-trode lacajahastadescubrir,como en la rosa de GertrudeStein, que, de existir, es dimi-nuta y slo existe en nuestraimaginacin. Conocen su poe-ma sobre los mil Dantes que secreen Dante sin ser Dante, sal-vo Dante, a quien nadie reco-noce como Dante?

    Hay ms, claro, muchsimoms en su vida y en su obra. En1970 no haba nacido la prime-ra Facultad de Periodismo enEspaa y el fillogo, lingista,traductor, crtico,novelista, fil-sofo, poeta, ensayista, periodis-ta, radiofonista, dramaturgo yeditor nacido en Kaufbeuren(Allgubvaro)en1929yahabapublicado losElementosparaunaTeora de los Medios de Comuni-caci". Una pena quengel Be-nito, esclavo o amo ya de Bolo-nia,Dovifat,Fatorelloycompa-a, no lo hubiera descubiertotodava paramartillear sin com-pasin las cabezas de las prime-ras promociones de periodistasuniversitarios espaoles.

    Siempre atento a la actuali-dad virtud de la que ha dadocumplida prueba desde 1965 alfrente de la revista Kursbuch ydesde 1985 como editor de laAndere Bibliotek, el incorre-

    gible humanista no poda dejarpasar una oportunidad como lacrisis europea ms grave desdeel nacimiento del proyecto deintegracin regional ms exito-so de la historia para ajustarcuentas con el monstruo.

    En El gentil monstruo de Bru-selas o Europa bajo tutela, edita-do por el Instituto Goethe y elMinisterio Federal de Relacio-nesExterioresalemn,confirmacon creces los eptetos lanza-dos contra l neo-con, destructor,anarquista, idelo-go, incrdulo, aman-te de los juegos depalabras estticos,crtico mordaz, an-tieuropeo porsus enemigos.

    De las cien pgi-nas de este opscu-lo sin desperdicio,dividido en nuevepartes, sloen lapri-mera (cuatro escu-lidas pginas que ti-tula, con recochi-neo, Glorias & Ala-banzas) reconocealgo positivo en loque, segn sus pro-piaspalabras,nohadejadodeser loquehasta 1993 predica-ba su nombre: unacomunidad econ-mica. (p.65)Entre losEstadosque pertenecen a la Unin Eu-ropea noha habido un solo con-flicto armado desde 1945. Casiuna generacin entera sin gue-rra!, escribe en el segundo p-rrafo del libro. Por poco se le ol-vida la esencia del bicho al quetantos ascos hace.

    Junto a esa nada desprecia-

    ble anomala histrica que re-suelve en cuatro lneas, reco-noce tambin las ventajas de lalibertaddemovimientodeper-sonas y mercancas por el con-tinente, las gigantescas ayudasa la agricultura y a las infraes-tructuras, y los esfuerzos paraponer finaese ridculoparcheoquehacedel controldelespacioareoeuropeounpeligroso jue-go de paciencia. (p.10)

    Las 96 pginas restantes del

    libro son una crtica despiada-da de la autopropaganda (jer-gas y jirigonzas), lasmanas (de-rroche y reglamentarismo), laburocracia josefinista (trminocopiadodeRobertMenasse), elespritu de cuerpo, los orgenes(otorga todoelmritoodemri-to, segn se mire, a Jean Mon-net, losdems fundadores sedi-

    fuminan) y, sobre todo, el dfi-cit democrtico de la UE.

    No hay defecto, por mni-mo que sea desde el regla-mento sobre los pepinos hastalos requisitos comunitarios dedimensin mnima de los con-dones, quenodocumente conincrebleprecisin, aunqueseannormas ya obsoletas. Ningunade sus crticas es falsa, pero lasexagera y descontextualiza detal manera que, salvo en su de-

    nuncia del dficitdemocrtico,don-de se puede sertodavams duro,pierdepartedera-zn.

    Con la formade gobierno blan-do que ejerce, laUnin efectiva-mente ha pisadoterreno nuevo,concluye. Es, enel doble sentidode la palabra, unaquimera:proyectoutpico a la vezqueentemestizo,deseoso de impo-ner con autoridadincondicional ypresin educativalas filantrpicas in-tencionesqueper-sigue conastuciaypaciencia. (p. 91)

    Sin reconocerlo expresa-mente, todoel texto rezumaunaabsoluta falta de fe en el sueoposnacional europesta y unanostalgiapeligrosadel viejoEs-tado nacin que, en tres ocasio-nes (1870-71, 1914-18 y 1940-45)enslo setentaaos, sembrel continenteyelmundodeca-dveres. FELIPE SAHAGN

    El gentil monstruo de BruselasHANS M. ENZENSBERGER

    Traduccin de Richard Gross

    Anagrama. Barcelona, 2012

    112 pginas, 1190 euros

    L E T R A S P O L T I C A

    2 2 E L C U L T U R A L 1 3 - 1 - 2 0 1 2

    Sin reconocerlo expresamente, el libro rezuma una

    absoluta falta de fe en el sueo posnacional euro-

    pesta y una peligrosa nostalgia de la vieja Alemania

    SANTICOG

    OLUD

    O

    GONZC5

  • 1 3 - 1 - 2 0 1 2 E L C U L T U R A L 2 3

    I N F A N T I L Y J U V E N I L L E T R A S

    Una de las obras ms conoci-dasdeMercedesNeuschafer-Carln, autora ovetense afin-cadaenAlemania cuyos libroscuentan, en su gran mayora,con el prestigio de haber sidoincluidos en la lista Thewhite-ravens.Enestaocasin,bajoelarmazndelcuento tradicionaly un estilo deliberadamenteclsico, nos adentramos en unmisteriosocastilloenmitaddelbosque, habitado por tres dia-blicos hermanos y un padre

    deprimidopor lamuertedesuesposa. Ante este panorama elendemoniado tro que da t-tulo a la fbula pudo campar asus anchasmartirizandoacria-dos,maestrosydemspersonalde servicio. Aunque su suertecambi el da en que el condese enamor de nuevo y Mefi,Sata y Monio hubieron decompartir su siniestra moradacon tres encantadoras mucha-chitas. Atencin a las enigm-ticas ilustraciones de Torrent.

    DecaLovecraftqueelmiedoes laemocin ms primitiva, y puedeque ah radiqueelmotivode la ex-celencia del gnero entre el pbli-co juvenil: poder vivir ciertas emo-ciones desde la distancia de seguridad queproporciona la ficcin. Cuando David, unode loschavalesde laclebrepandilladeLosSinMiedocreadapor JosMPlaza,nosha-

    blaba de un extrao manuscrito con ate-rradores sucesosperdidoencasadesuabue-lo, no imaginbamos que en un futuro ten-dramosdichovolumenentre lasmanos.He

    aqu el marco en el que se encua-dranestos19 relatosquevuelven lamirada hacia los padres del miste-rio, aquellosquenosestremecieroncon atmsferas inquietantes en las

    que se respiraba la fatalidad. Los ecos dePoe, JamesoBcquer resuenana lo largodepginas en las que lo sugerido hace que laimaginacin se dispare. CECILIA FRAS

    Las historias del Libro RojoJos Mara Plaza, Ilustraciones: Medusa DollmakerEdeb, 2011. 360 pp. 15,90 E. (A partir de 12 aos)

    Pocos valores tan seguros den-tro del universo ldico infan-til comoel tradicional juegodelveo veo que servir comobase para estructurar este di-vertido cuento, ideal para losmspequeosde la casa.Cadadoble pgina plantea una adi-vinanzavinculadaauncolorenla que, adems de ofrecersepistas que invitan a que el lec-tor imagineVeoveounacosadecolor verde.Noesni rananimanzana. Tiene la piel muydura, conescamasyechahumopor la nariz, se nos pre-sentanexpresivas imgenesdepersonajes disfrazados tras losque se esconde un animal re-lacionado con dicha tonalidad.Solo habr que pasar la pginapara ver desfilar por las alegres

    ilustracionesmarinerosa lapes-cade lagranballena, caballerosquepelean condragones o ex-ploradoras en busca de rino-cerontes. Creativas escenasque trasladarn al nio haciatodo tipo de variopintas aven-turas en las que, casi sin darsecuenta, se podr sentir prota-gonista de leyenda.

    Como jovial recompensadespus de tanto esfuerzo, lahistoria culmina con una felizfiesta de carnaval en la que to-dos los colores se dan cita ynuestroshroescelebranhaberpodido resolver los retos plan-teadosencadaunode los acer-tijos. En definitiva, un opor-tuno lbum que apela al juegocomolavamsefectivaparaelaprendizaje del prelector.

    Quin no se ha sentido raro al saberse diferente a la mayo-ra? La universalidad de esta sensacin ha cristalizado en infini-dad de cuentos que revisan la fbula de El patito feo. Abordar elasuntoenclavedehumorserunode losgrandesaciertosdeestelbum,cuyoprotagonistanoesotroqueunextraopajarracoqueaterriza en mitad de la selva al romperse la cscara de un enor-mehuevo llovidodelcielo.Laclsicaestructuraderepeticinporla que este antihroe maltrecho va interpelando a los distintosanimales acerca de su propia identidad contribuye a edificar elrelato. Y aunque la respuesta del camalen, la tortuga o el coco-driloesunnime:eresunbicho raro, suautoestimanodeclina:Raras vosotras, que sois calvas y no tenis patas, les espetaa las serpientescuandoosancriticarle.Todo,podrconcluirelpe-queo lector, depende endefinitiva del cristal con que semire.

    Un bicho raroPaz Rodero/Jos Morn. Ilustraciones: Emilio Urberuaga.

    Edelvives, 2011. 32 pp. 6,20 E. (A partir de 5 aos)

    Mefi, Sata y MomioMercedes Neuschfer Carln, Ilustraciones: Dani TorrentEd. Kalandraka, 2011. 48 pp., 13 E. (A partir de 7 aos)

    Veo una cosa de color azulSally Symes. Ilustraciones: Nick Sharrat

    Ed. Juventud,2011. 32 pp., PVP: 13,50 E. (A partir de 3 aos)

    GONZC5

  • 2 4 E L C U L T U R A L 1 3 - 1 - 2 0 1 2

    ALBACETE: Herso ALMERA: Sintagma VILA: Senen BADAJOZ: Universitas BARCELONA: La Central, Casa del Libro BILBAO: Casa del Libro BURGOS: Mainel CASTELLN: PlcidoGmez CIUDAD REAL: Cilsa CRDOBA: Casa del Libro LA CORUA: Arenas CUENCA: Juan Evangelio GERONA: Geli GRANADA: Continental GUADALAJARA: Cobos HUELVA: SaltsHUESCA: Casa de las Novelas JAN: Metrpolis LEN: Pastor LOGROO: Santos Ochoa LUGO: Souto MADRID: Antonio Machado, Casa del Libro, El Corte Ingls, FNAC, FuentetajaMLAGA: Rayuela MURCIA: Diego Marn OVIEDO: Cervantes PALENCIA: Alfar PALMA: Signo LAS PALMAS: Canaima PAMPLONA: Universitaria SALAMANCA: Cervantes SANTA CRUZDE TENERIFE: La Isla SANTANDER: Estudio SAN SEBASTIN: Lagun SEGOVIA: Valls SEVILLA: Casa del Libro SORIA: Las Heras TERUEL: Senda VALENCIA: Pars ValenciaVALLADOLID: Oletvm VITORIA: Study ZAMORA: Pya. INFANTIL/JUVENIL: MADRID: Casa del Libro, FNAC, La Mar de Letras, El Dragn Lector BARCELONA: Casa Anita, Abacus

    Con lamismaprovocacin,inteligenciay talentodelque hace gala su sello,

    Miguel ngel de Rus (Ma-drid, 1963) cre EdicionesIrreverentes en 1999 con An-tonio Lpez del Castillo y Je-ss Rodrguez, que luegoabandonaran laempresa.Te-nan 3000 euros y ya desde elprincipio comenzamos a al-ternar autores de nueva olacon primeras firmas, como

    AnaMMatute,Umbral, Sava-ter, Benedetti,NievayMonte-rroso. Luis Al-berto de Cuen-ca les retrat en

    su fiesta de los 10 aos comolaHermandadPrerrafaelitay ahora, con la ayuda de VeraKukharava, se consideran elsellomsasambleario,puesen la editorial estamos en-tre20y30escritoresquemar-camos la lnea,decidimosquantologas sacar, portadas, di-seos, temas, actos. Lo cier-toesquehanpasadodeeditar10 libros al ao a 40 en 2011,entre libros en papel (26) yelectrnicos, y para 2012 es-peran obtener 120.000 eurosde ingresos: Somos pobresperodecentes.Si trabajramospor dinero habramos creadouna ONG. Ayudas oficialeshan recibido pocas, apenaspara 5 libros en 12 aos deexistencia, as que De Rusconfa confa en un cambioradical. En eso y en libroscomoAsesinatos profilcticos sugran apuesta para 2012, conlosmejoresescritoresespao-lesyamericanosdenovelane-gra. NURIA AZANCOT

    1. EL PRISIONERO DEL CIELO. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1/7Car los Ru i z Zafn. PLANETA

    2. El puente de los asesinos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2/10Arturo Prez-Reverte . ALFAGUARA

    3. El jardn olvidado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4/27Kate Morton. SUMA DE LETRAS

    4. Legado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3/5Chr istopher Pao l in i . ROCA

    5. El Imperio eres t . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5/8Jav ier Moro. PLANETA

    6. Libertad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7/13Jonathan Franzen. SALAMANDRA

    7. El temor de un hombre sabio . . . . . . . . . . . . . . . . 6/13Patr ick Rothfuss. PLAZA & JANES

    8. Los enamoramientos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . /3Jav ier Mar as . ALFAGUARA

    9. Las ardillas de Central Park estn tristes los lunes . . 10/12Kather ine Panco l . LA ESFERA DE LOS LIBROS

    10. Eterna. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8/2Gu i l l ermo de l Toro. SUMA DE LETRAS

    1. VIAJE AL OPTIMISMO. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2/5Eduardo Punset . DESTINO

    2. El precio del Trono . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1/5Pi lar Urbano. PLANETA

    3. Steve Jobs. La biografa definitiva . . . . . . . . . . . . . 8/9Walter Isaacson. DEBATE

    4. La comida de la familia. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . /1Ferrn Adr i . RBA

    5. El linchamiento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5/4Feder ico J imnez Losantos. LA ESFERA DE LOS LIBROS

    6. El primer naufragio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4/14Pedro J. Ramrez . LA ESFERA DE LOS LIBROS

    7. Yo, Cayetana . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3/10Cayetana Stuart y S i l va . ESPASA

    8. De aqu se sale . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6/9Mar io Conde. MR

    9. La solucin. El mtodo Ajram . . . . . . . . . . . . . . . . . 7/2Josef A jram. PLATAFORMA

    10. El arte de no amargarse la vida . . . . . . . . . . . . . . /1Rafae l Santandreu. ONIRO

    F ICC IN (SEMANA ANTERIOR/SEMANAS EN LISTA) NO F ICC IN (SEMANA ANTERIOR/SEMANAS EN LISTA)

    1. CRIADAS Y SEORAS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1/8Kathryn Stockett . EMBOLSILLO

    2. El nombre del viento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2/26Patr ick Rothfuss. DEBOLSILLO

    3. El mundo amarillo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . /8Albert Esp inosa. DEBOLSILLO

    4. Choque de reyes. Cancin de hielo y fuego 2 . . . . . . 3/5George R.R. Mart in . G IGAMESH

    5. Juego de tronos. Cancin de hielo y fuego 1 . . . . . . . 4/5George R.R. Mart in . G IGAMESH

    6. La casa de Riverton . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6/6Kate Morton. PUNTO DE LECTURA

    7. S lo que ests pensando . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7/16John Verdon. ROCA BOLSILLO

    8. Tormenta de espadas. Cancin de hielo y fuego 3 . . . 5/5George R.R. Mart in . G IGAMESH

    9. Ria de gatos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8/14Eduardo Mendoza. PLAZA & JANS

    10. El topo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . /1John Le Carr . DEBOLSILLO

    1. SEXTO VIAJE AL REINO DE LA FANTASA . . . . . . . . . . 2/4Geron imo St i l l ton . DESTINO

    2. Donde los rboles cantan. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3/16Laura Ga l lego. SM

    3. El bebedor de lgrimas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4/2Ray Lor iga. ALFAGUARA

    4. El principito . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . /1Anto ine de Sa int-Exupry . SALAMANDRA

    5. La pirmide roja . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . /1Rick R iordan. MONTENA

    6. Harry Potter y las reliquias de la muerte . . . . . . . . 5/9J. K. Rowl ing. SALAMANDRA

    7. Blancanieves . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3/2Hermanos Gr imm. Benjamin Lacombre. EDELVIVES

    8. Cielo rojo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4/2Dav id Lozano. SM

    9. Luna llena . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10/4Anto ine Gu i l l opp. MACMILLAN

    10. Cuentos de Bereth III . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8/8Jav ier Ruescas. VERSTIL

    BOLS I L LO (SEMANA ANTERIOR/SEMANAS EN LISTA) INFANTIL/JUVENIL (SEMANA ANTERIOR/SEMANAS EN LISTA)

    Miguel ngel de Rus

    L O S E D I T O R E S

    L E T R A S L I B R O S M S V E N D I D O S

    GONZC5

  • Sehablamucholtimamentede la crtica literaria.Yodiraquems de la cuenta. Resulta mosqueante. Es un indicio in-equvoco de que no le van bien las cosas. La crtica debe-

    ra darquehablar por sus actuaciones.Cuando sehabladeella ge-nricamente, reflexionandoa coro sobre suestado, su funcin, suslimitaciones, las amenazasque seciernen sobreella, los re-tos que le corresponde afrontar y bla bla bla, malasunto.Noes sloque se repitanhasta la sa-ciedad los tpicos de siempre. Es que,por si fuera poco, se blanden con cadavez ms condescendencia; comoquien, junto al lecho de un mori-bundo,musita los reprochesde todala vida aadiendo, eso s, quepese atodo era un buen tipo, y vamos aecharlo en falta.

    No,no.Sobre la crticahabraqueha-blar pocomenosque a cajas destempladas,como vena ocurriendo hasta hace poco. E in-sisto: no tanto de la crtica como de las crticasy de los crticos, nica manera de entenderse.

    Eso es lo que hace Jack Green en un libritoque est a punto de salir estos das, editado porAlpha Decay. Me refiero a Despidan a esos des-graciados!, cuyo ttulo (Fire the bastards!, en in-gls)dejapocasdudas acercade sus intenciones.El texto original de Despidan a esos desgraciados!fue publicado por entregas en tres nmeros su-cesivos del fanzine Newspaper (que el mismoGreeneditaba) correspondientes al ao1962.Supropsitonoeraotroque salir al paso, varios aosdespus, de todas y cada una de las crticas querecibi, cuando su aparicin, la novela Los reco-nocimientos (1955), de William Gaddis (publi-cada en espaol por Alfaguara en 1987).

    JackGreeneselpseudnimodeChristopherCarlisle Reid (1928), un tipo fanatizado por la lectura del monu-mental libro de Gaddis, que ley importa subrayarlo a conse-cuenciadeunamala resea,yquenodudenproclamarcomounade las ms grandes novelas de todos los tiempos, atribuyendo suescasa fortuna al mal trabajo de los crticos que en su da se ocu-paron de ella.

    Indignado con las reseas que el libro recibi, Green proce-de a examinarlas una por una, cincuenta y cinco en total, po-niendoenevidencia sus triquiuelas, suspifias, susplagios, la po-breza tanto de sus mtodos como de su retrica, su ceguera, la

    chapucera que caracteriza a la mayor parte de ellas. El resulta-do es un autntico memorial de agravios escrito con un saa de-moledora, conuna intencinverdaderamentedaina, pormuchoque a veces resulte, en su misma violencia, risible.

    Despidan a esos desgraciados! tard treinta aos en ser publi-cado en forma de libro. Para entonces ya se haba con-

    vertido e poco menos que un texto de culto, unhito de la contracultura, uno de los docu-

    mentosmsdesopilantes y esclarecedo-res sobre las relaciones peligrosas en-tre alta literatura y bajo periodismocultural, como escribe RodrigoFresn.

    Sepodra objetar a JackGreenelapriorismo que le sirve de punto de

    partida (Los reconocimientosesunaobramaestra yquienesno lo supieronver as

    son unos mentecatos), se podra ironizaracerca de su minuciosa agresividad, de carc-ter obsesivo, casiparanoide.Resultabastante f-cil, por otro lado, encontrar a