Cuentos para Algernon: Año V · PDF filePresentación Tim Pratt fue el autor...

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  • Cuentos para Algernon

    Ao V

    Traducido del ingls por Marcheto

    Ms relatos en Cuentos para Algernon

    http://cuentosparaalgernon.wordpress.com/

  • Traducido por MarchetoPortada diseada por Jean Mallart inspirndose en una ilustracin de Beatrix PotterVersin en libro electrnico adaptada por johansolo

  • Para mi madre.

  • ndice

    Presentacin Pequeos dioses, Tim PrattEl crculo cuadrado, Rhys HughesEl umbral y el dique, Vajra ChandrasekeraLas cartas de los Mongergi, Geetha IyerCisne negro, Bruce SterlingTres tazas de afliccin a la luz de las estrellas, Aliette de BodardEl peso de las palabras, Jeffrey FordLa criatura desiste, Dale Bailey Especial ultracortos

    Clips, recuerdos y cosas que nadie echar en falta, Caroline M. YoachimCoyote, Charles Yu

  • Presentacin Cuentos para Algernon: Ao V compila los textos publicados en el blog Cuentos para Algernon durante

    su quinto ao de vida, entre noviembre de 2016 y octubre de 2017, con la excepcin del divertidsimo relato Losextraterrestres que lo saban todo pero todo!, de George Alec Effinger, y el texto de Barbara Hambly sobreeste cuento y su autor, que solo pueden leerse online en el propio blog.

    Los diez cuentos aparecen respetando el orden cronolgico de publicacin, y entre ellos vais a encontrar unpoco de todo: ciencia ficcin, fantasa y relatos inclasificables; tres homenajes a Italo Calvino y un homenajecinfilo; humor y lgrimas; relatos extensos y ultracortos

    Al igual que las cuatro antologas anteriores, Cuentos para Algernon: Ao V tiene carcter gratuito y legalgracias a que los autores de las obras incluidas en la misma las han cedido de manera altruista para que sepublicaran tanto en el blog como en este volumen, con el nico objetivo de que lleguen a un mayor nmero delectores. Muchsimas gracias a todos ellos.

    Espero que os animis a leer estos diez relatos y que disfrutis con ellos tanto como yo he disfrutadoseleccionndolos y traducindolos. Y, si eso es as, tanto los autores de los cuentos como yo misma osagradeceremos enormemente que contribuyis a la difusin de este libro: regaldselo a vuestros amigos, dejad unaresea en Goodreads, recomendadlo en algn foro y sobre todo no dejis de decdselo a vuestra cuada y a lavecina del quinto.

    https://cuentosparaalgernon.wordpress.com/2017/08/21/los-extraterrestres-que-lo-sabian-todo-pero-todo-de-george-alec-effinger/https://cuentosparaalgernon.wordpress.com/2017/08/21/los-extraterrestres-que-lo-sabian-todo-pero-todo-de-george-alec-effinger/

  • Pequeos dioses

    Tim Pratt

  • Presentacin

    Tim Pratt fue el autor ms votado en la 3 encuesta de Cuentos para Algernon, la excusa perfecta para que

    volvamos a tener un nuevo relato suyo.Pequeos dioses (Little Gods) se public en febrero de 2002 en la revista online Strange Horizons, y

    posteriormente se incluy en la coleccin homnima de Tim publicada en 2003. Se trata de un relato clave en sucarrera, ya que fue el primero que tuvo una repercusin importante y una excelente acogida por parte de la crtica.Y no solo eso, sino que incluso estuvo nominado a los premios Nebula. Segn confiesa el propio Tim, este cuentoest inspirado en una experiencia personal: su propio dolor tras una ruptura sentimental.

    Este ya es el cuarto relato de Tim en Cuentos para Algernon (sin contar su poema, Romance cientfico) y,con cada uno de ellos, mi agradecimiento hacia l es mayor, ya que a pesar de que sabe que sus cuentos tambinvenden entre nosotros (si todava queda algn fan suyo que no haya ledo su antologa, Hic Sunt Dracones:Cuentos Imposibles, publicada por Fata Libelli, que corra ya mismo a comprarla), ha seguido mostrndosetotalmente receptivo ante mis peticiones. Por cierto, aprovecho para recordaros que, si os pasis por Patreon,con una aportacin de tan solo un dlar al mes podis contribuir a que siga escribiendo ficcin breve tanestupenda como la muestra que tenis a continuacin. Yo por mi parte tan solo voy a aprovechar para decirle unavez ms, thanks a million, Tim!

    https://cuentosparaalgernon.wordpress.com/2015/10/12/tercera-encuesta-anual-de-cuentos-para-algernon/http://www.strangehorizons.com/fiction/little-gods/http://www.strangehorizons.com/http://www.premiosylistas.com/1_premios/neb/NEB2003.htmlhttps://cuentosparaalgernon.wordpress.com/2014/02/14/romance-cientifico-de-tim-pratt/https://www.patreon.com/timpratt

  • Pequeos dioses

    Tim Pratt

    Cmo me gustara ser una pequea diosa de la canela asegura Emily, mi mujer, cerrando los ojos einclinndose hacia las especias.

    Yo estoy acostumbrado a que Emily diga ese tipo de cosas, as que no le hago caso, tan solo asiento con lacabeza antes de coger de la estantera una botella de nctar de melocotn y agitarla arrugando la nariz. Ya s queesa porquera de dentro se supone que es saludable, fresca y natural, pero a m me parece porquera sin ms.Emily dice que me niego a aceptar su origen natural. A ella le gusta el nctar de melocotn, as que meto la botellaen la cesta.

    Una pequea diosa de la canela repite, o del azcar moreno. Cruza los brazos, y sus brazaletes deplata y latn tintinean al chocar entre ellos.

    En lugar de ser una gran diosa de la canela? pregunto mientras avanzo por el pasillo con la cesta en elbrazo.

    Las cosas pequeas tienen dioses pequeos me explica. Es normal.Emily va a mi zaga, pasando los dedos por las estanteras, detenindose para oler los ts negros, para abrir

    la tapa de un frasco de gominolas sin azcar. Siempre est toqueteando, oliendo, acariciando ella dice que estexperimentando el mundo.

    As que los grandes dioses son para las cosas grandes, como las ballenas, por ejemplo.Emily suspira detrs de m antes de responder:Cosas grandes como no s el amor.Y qu me dices del odio?, o de los celos?Tambin, pero yo no quisiera ser uno de esos, nada tan grande. Deja escapar un gritito de alegra.

    Toma ya!, granos de caf baados en chocolate!No saba que estuviramos en poca digo con cierta sequedad.Pero Emily no me est prestando atencin, se ha lanzado a por una bolsa de plstico para llenarla con

    golosinas de cafena. Esta noche ni va a pegar ojo ni me va a dejar pegar ojo a m. Lo que a lo mejor est bien.Cuando ha tomado mucha cafena, a veces le gusta hacer el amor toda la noche; otras veces est nerviosa y le dapor hablar con aoranza de la poca en que fumaba cigarrillos.

    Emily recorre el pasillo bailoteando, su larga falda mecindose, las campanillas de plata del dobladillocascabeleando. Sacude la bolsa de caf como si fuera una maraca.

    Y diosa del chocolate? pregunto. A eso te apuntaras?Claro, pero incluso sera ms especfica. Diosa del chocolate negro. Diosa del chocolate a la taza a la

    mexicana. Diosa de la salsa caliente de chocolate en una cuchara de madera.Esas son diosas pequesimas. Se necesitara un montn para mantener funcionando el mundo.S, claro. Echa un vistazo con jovial aire furtivo a su alrededor, al pasillo vaco salvo por nosotros, y

  • luego abre la bolsa de plstico, saca un grano y se lo mete en la boca. Los grandes dioses (los dioses de losideales y los conceptos abstractos) son como los presidentes de las empresas, los testaferros, los altos cargos.Me refiero a que la diosa de la alegra podr tener un buen sueldo, pero qu pasara con sus operaciones si nocontara con el dios de las duchas calientes, la diosa del sexo trrido y el avatar de los bizcochos esponjosos? Yoestara encantada de tener uno de esos puestos de bajo nivel, uno con responsabilidades agradables yperfectamente definidas, con una misin cuyo sentido comprendiera.

    Te quiero digo, sintiendo un repentino cario hacia ella, hacia mi Emily con sus tirabuzones negros; surostro fruncido en una expresin pensativa; su ropa hecha en su mayor parte con sus propias manos, llena debordados de soles y lunas. Mi ngel excntrico que lee las estrellas y sabe cmo hacer subir el pan, revivir lasflores, afinar una mandolina y que mi corazn lata en perfecta sintona con el suyo. Mi Emily, que cree enpequeos dioses de los macarrones con bonito y del cristal de colores.

    Emily toma mi mano y la aprieta. Nos encaminamos juntos hacia la caja. Frente a nosotros hay un ciertobarullo, aunque no alcanzo a ver qu sucede: un montn de gente pululando, alguien que habla deprisa y conbrusquedad. No presto atencin y me limito a abrirme paso hacia la parte de delante, con la mano de Emily en lama, tirando de ella; Emily se puede distraer diez veces en diez segundos, y me muero de ganas de que lleguemosa casa, de darme un bao caliente con ella, de hablar de los pequeos dioses del besarle el vientre, aclararle elcabello, acariciarle el rostro

    Cuando llego a la caja lo veo: en realidad no es ms que un muchacho, no tendr ni diecisiete aos. Porta unantifaz como el Llanero Solitario, aunque el suyo no es ms que una barata mscara de plstico negro sujeta conuna goma, que parece salida de los saldos de despus de Halloween. No obstante, tiene una pistola y la muevecon brusquedad, apuntando aqu y all; advirtiendo a la gente que se mantenga alejada de las salidas; amenazandoa la cajera, que est totalmente inmvil, como si le hubieran extrado el cerebro. Emily no lo ve, no ve al muchacholadrn; ella est mirando hacia un lado, hacia un mostrador con kiwis y frutas de la pasin, distrada, porque aveces puede ser la mar de distrada.

    Vaya dice, y se suelta de mi mano para dirigirse hacia la fruta, movindose en direccin al muchacholadrn, al muchacho armado.

    Emily, no digo.Ella se gira hacia m con las cejas levantadas y al volverse choca contra un expositor lleno de piruletas y

    paquetes de chicles; el fuerte golpe de su cadera provoca una pequea avalancha de golosinas. El muchacho de lapistola levanta bruscamente el brazo, sobresaltado por mi voz, por el movimiento o el ruido de las golosinas alcaer, o quiz simplemente presa de los nervios producto de la