Cuentos de la papai

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Cuentos chilotitos para niños

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A los niños y niñas... Les invito a leer, ver y compartir

con otros los cuentos de la abuela (Papai) Sonia. Ella es de Chiloé y tiene mucho que contar y compartir. Desde hace dos

años sostiene encuentros con niños chilotes del colegio Inalum de Castro Chiloé. En cada encuentro o clase, Sonia les cuenta historias, las que después son imaginadas y dibujadas por los niños. La autora de estos cuentos, lleva años haciendo lo mismo, especialmente con sus nietos y nietas, traspasando sus

conocimientos y experiencias en el acogedor fogón chilote.

Sonia se siente parte de su entorno, quiere y valora las plantas, los animales,

la tierra, el sol, las aguas. Te invito a leer, a soñar y

al apreciar este trabajo, conocerás mejor Chiloé y sus costumbres.

Algunas palabras a los padres, parientes y a todos los adultos que quieren a niños y niñas...

Sonia Catepillán, Chilota, Mapuche Wuilliche, es autodidacta, pero tiene la calificación de maestra de tradiciones ya dispone de dos publicaciones, la primera

“Ül Wuilliche” (Canto a la gente del sur) con poemas dedicados a sus nietos y ahora “Cuentos de la Papai”

para niños y niñas, a quienes entrega su visión de vida y valoración de su entorno, Sonia tiene una mirada que permite soñar en un mundo más armónico con el medio circundante

con la fe y esperanza en una vida más plena y feliz. Este gran anhelo, lo siente mucho más factible entregando enseñanzas a los niños del presente y futuro. Esta publicación podrá

motivar el inicio del niño o niña en la lectura, y si hay continuidad de éste hábito, mucho mejor.

Ella permitirá que los niños sean mucho más creativos y sensibles, conocerán situaciones y lugares diferentes a su entorno, ampliando sus conocimientos

sus proyecciones y visiones de vida.

Carlos CatepillánGestor Cultural

Director Regional Los LagosCorporación Cultural Balmaceda

PAPAIMarquito se encontraba en la cocina con su mamá, era otoño, grandes nubes cubrían el cielo chilote y hacía frío.- No tenemos leña - dijo la mamá, a su pequeño hijo Marco.- Hijito, me siento enferma no puedo ir al bosque.- Yo iré mamita (dijo el niño), te traeré mucha leña.- No puedes ir hijito, eres muy pequeño y te perderías en el bosque.

Marquito insistió y rogó a su madre para dejarlo ir, la madre lo pensó un rato y dejando su mate en la mesa aceptó. Así fue como Marquito calzó sus botas de goma, su poncho de guiñe* y penetró en el bosque y al internarse en la abundante vegetación, pronto se dio cuenta que estaba perdido, asustado se puso a llorar, pero de pronto vio aparecer una ancianita entre árboles nativos y abundantes arbustos. Al principio, el niño se asustó, pero la abuelita se acercó lentamente regalando una linda manzana. Marquito al notar que la abuelita era buena le contó lo que pasaba.

La ancianita tomándole la cabeza con un gesto de cariño le dijo:- Vuelve a tu casa por aquel camino que tu mamá te espera.- Pero cómo llegaré sin leña? Mi mamá la necesita y tenemos frío.- No te preocupes -dijo la ancianita- sólo vete que ya es muy tarde.Cuando Marco llega a su casa, vio con sorpresa que había mucha leña en el corredor de su casa.Sorprendido le cuenta a su madre lo que había pasado. Su madre le dice:-Ella es la papai * del bosque, una hada protectora que siempre ayuda a las personas que lo necesitan y a los niños buenos como tú, hijito mío.Marquito miró por la ventana, a lo lejos, vio entre mañíos y alerzales del bosque la figura de la papai que lo saludaba a la distancia con su manito en alto sosteniendo un hermoso helecho como si fuera un pañuelo.

(*) Guiñe: tejido de lana cruda de cordero(*) Papai: Abuela.

Lunita.

Era primavera en Chiloé, por la ventana se podía ver un bello arcoiris que agregaba más color a la verde y abundante vegetación.

- Estoy cansada de jugar siempre con mis muñecas - dijo a su mamá lunita de 5 años. Se sentía sola, sus vecinitos tenían más hermanitos, ella los miraba por la ventana cuando salían a jugar y preguntaba a su mamá:

- ¿Por qué no puedo tener una hermanita?.La mamá respondió:- Yo tengo que salir a trabajar todos los días contigo, quién los cuidaría?.

El papá de Lunita trabajaba en otro pueblo y sólo llegaba los fines de semana. Un día una vecina comentó que pronto se abriría una escuelita para los todos los niños del sector. La mamá de Luna la fue a matricular y pronto llegaría el día en que tenía que ir a clases, le compraron una linda mochila para llevar sus cosas; había tantos niños y niñas; todos desearían jugar con ella. Allí Luna encontraría lo que tanto deseaba, mucha compañía para poder jugar y compartir.Lunita se acostó muy temprano para que sea la primera al otro día en llegar a clases. Ahora Luna es una niña completamente feliz, tenía el amor de sus padres y la compañía de otros niños de su edad.

Paseo por el bosque.Era un bello día en Chiloé, la combinación del aroma de bosque y mar creaban una sensación de reposo y calma, situación que invitaba a pasear.

-Es un lindo día, iré con los niños al bosque - dijo la abuela- Pasaremos a saludar a la ñaña* Guina y el peñi* Manuel. Los niños estaban felices, por fin se cumplía el paseo que la papai tanto les había prometido. Llegaron temprano a la Mapu Ñuke*, se internaron en el bosque, los niños reían y cantaban, la papai les advertía:

- Sean niños buenos, no corten nada, sin antes pedir permiso a la madre tierra.Los niños seguían sus juegos, algunos no hicieron caso de lo dicho por la papai. Caminaron un buen trecho, en algún momento la abuela se detuvo junto a un gran árbol. Era un mañío gigante. Los niños no podían creer que existiera un árbol tan grande, tan inmenso. En sus ramas ondulantes por el viento, había muchos nidos de diferentes pajaritos. En el tronco del mañío caminaban cientos de gusanitos que seguramente le hacían cosquillas.

Los niños seguía permitir seguir el respeto por la naturaleza.En la cercanía un pudú y un pangue de nalca* saludaban a su modo a la papai y sus descendientes. El monito del monte miraba desde un ciprés con alegría, en lo alto de un arrayán un zorro chilote levantaba su manito con animoso saludo.Todos regresaron a casa, emocionados y llenos de energía, fue el mejor paseo que la papai les había regalado, eso les serviría para el resto de sus vidas.

* Ñaña: tía.* Peñi : hermano. *Mapu ñuke= madre tierra.*Nalca: fruto nativo.

Fiesta en el Mar.En otros tiempos, Chiloé era diferente, el archipiélago fue formado por una gran pelea entre el CAI CAI y TEN TEN VILU. Eran dos grandes serpientes, una defensora del mar, y la otra defensora de la tierra. Fue así, como desde esa gran riña se formó este archipiélago mágico con tanto mar e islas. En uno de esos lugares, entre las islas Mechuque y Meulín, en el fondo del mar, sucedía algo espacial. - Que aburrimiento - dijo una jaiba que estaba sentada sobre una piedra en el fondo del mar. En las cercanías pasaba una trucha, que escuchó el lamento de la jaiba y le dijo. -Hola Jaiba, te veo muy triste… ¿por qué no organizamos una fiesta?...- Gran idea – respondió la jaiba- le avisaré a todos nuestros vecinos.- Vengan, vengan todos que vamos a celebrar–gritaban e invitaban la jaiba y la trucha.Poco a poco fueron llegando los invitados. Llegaron dos caballitos marinos que eran cantantes, el jurel y el congrio llegaron con la orquesta y así se fueron sumando todos los habitantes marinos. La Jaiba fue la primera en salir a bailar con un guapo cangrejo, también el pulpo bailaba abrazado a una linda merluza. El Lenguado hablaba sin callar, la corvina se sentía divina, la sierra se sentía sola, pero la tonina con sal-tos y alegría la sacó a bailar. El erizo estaba en un costado aplaudiendo sin cesar, - no se preocupen, bailen nomás, que si bailo los puedo pinchar. Era tal el alboroto que el mar cambió de color y las olas estaban loquitas de tanto movimiento submarino que un grupo de gaviotas y algunos albatros* miraban sobrevolando ese lugar. En lo profundo, de pronto y de sorpresa, llegó una sirenita con una gran torta de cochayuyo* que sirvió a todos en unos platos de conchitas relucientes.Ya era tarde, pasadas varias horas, se acabó la fiesta, todos felices se fueron a su casa. La jaiba cansada de tanto bailar se quedó dormida sobre un sargazo*, soñando feliz por tener tanta amistad.

*Cochayuyo: Alga marina.*Albatros: Ave de alta mar.*Sargazo: Alga.

La Gallina Jacinta.

La señora Juanita trabaja de profesora en el campo; en una pequeña escuela rural con pocos niños, todos muy buenos y educados, se sentía feliz con su trabajo, pero siempre, por las tardes llegaba muy cansada a su casa, los caminos no eran buenos y en algunas zonas solo eran huellas entre murras, helechos y pangues*.

Su familia la formaban su esposo cabezón y dos hijitos, Bruno de 9 años y Sofía de 4 añitos. Un día, la señora juanita llegó con un canasto de junquillo* bien amarrado, Sofía pregunto: - ¿Qué traes allí mamita?. - Les traje un lindo regalo- contesta la mamá.Sofía curiosa, abrió el canasto con mucho cuidado. Dentro de él había una hermosa gallina.- Gracias mamá - dijo Sofía - es muy linda, la cuidaremos mucho, pero pongámosle un nombre.- Bien mi niña, pero qué nombre le pondremos? Pregunta la mamá.Ya sé dijo Sofía - se llamara Jacinta, ¿Te parece Bruno?- Le pregunto a su hermanito, Brunito contento hizo un sí con la cabeza.

Jacinta estaba contenta en su nuevo hogar; los niños la regaloneaban y la gallina se dejaba querer. La casa en que vivían tenía un gran patio y en las cercanías había un pequeño bosque. Una tarde Jacinta no se vio por ninguna parte como era costumbre. Sofía y su hermanito Bruno la buscaban por todas partes y no la podían encontrar, llegó la noche y Jacinta no aparecía, así pasaron muchos días y la gallina no regresaba. Los niños estaban muy tristes, no entendían qué pudo haberle pasado. Una mañana después de unos 25 días Sofía sintió unos movimientos y ruidos en el patio de su casa, saltó de su cama para saber que pa-saba y vaya sorpresa!, allí estaba Jacinta con 12 hermosos pollitos, andaba cocoroca, orgullosa, feliz, ella había sido mamá; ahora Sofía y Bruno tenían la gran y linda responsabilidad de cuidar a Jacinta y a sus 12 hermosos hijos.

Junquillo: Planta silvestreMurra, Helechos y Pangues: Vegetacion tipica de la zona.

Las Gaviotas.Los niños jugaban felices en la cercanía de la iglesia de Chelín*. Habían hermanos, primos y algunos vecinitos, se habían juntado todos ese día domingo en la casa del tío Pancho, de pronto uno de ellos gritó:

- No le tiren piedras a las gaviotas, recuerden lo que dijo la abuela antes de morir.Los demás niños pararon su carrera, varios dijeron - es verdad!, al rato todos quedaron pensativos y muy tristes.

En la playa había una cantidad de gaviotas que caminaban y se alimentaban con toda calma, todo el entorno era pacífico y tranquilo.

De pronto uno de los niños gritó - Vamos a tirarle piedras a las gaviotas! Todos los niños corrieron gritando hacia las gaviotas. Las gaviotas elevaron vuelo asustadas, pero una de ellas se quedó en la playa. Juanito que era el mayor del grupo, paró bruscamente y con decisión dijo:

La abuela había dicho que cuando ella se vaya pediría de todo corazón a los espíritus protectores de sus antepasados que cuando ella se muera pueda convertirse en una gaviota para estar cerca de sus seres queridos y también junto al mar que era parte de su vida y así estar siempre junto sus hermanos wuilliches.Los niños observaron con atención aquella gaviota que los miraba fijamente, ellos pensaron inmediatamente que era su abuela, desde ese día los niños cuidaron que nadie les haga daño a las gaviotas porque una de ellas era su abuela, junto a muchos otros abuelos y abuelas que vuelan en paz, cuidando a sus descendientes para que nada malo les ocurra.

Iglesia de Chelín: Monumento Patrimonio de la Humanidad.

Reunión de pájaros.En el árbol más grande del bosque había una gran reunión de pájaros, todos hablaban al mismo tiempo. Una vieja y sabia lechuza puso orden y pidió que pasen uno a uno a poner sus reclamos.

La golondrina dijo: - Ya no aguanto a mi vecina Le contestó la diuca: - Es que eres muy pituca.

Dijo el chucao:- Dejen de alegar que estoy enojao

El zorzal decía: - Tengo las patas frías.

Y el tiuque le contestó: - y qué culpa tengo yo?.

El treile caminaba de lado a lado. - Hablen fuerte- dijo el tordo - porque estoy un poco sordo.- ¿Qué le pasa a la lechuza? - dijo un loro desplumado.- - Que no ves que se durmió de escuchar tanta lesera -dijo enojado el jilguero - yo me voy para mi casa que se acerca un aguacero.

El chucao contesta:- No te vengas a mí al lado.- Vamos todos a nuestros nidos, mañana será otro día- dijo el choroi.

El Gran Cacique Llaitureo.El cacique* Llaitureo miraba muy pensativo el gran volcán Calbuco* que se veía desde la isla Apiao. Los niños de la comunidad se acercaron con gran respeto al cacique, éste se sentó en un gran tronco de un viejo árbol, los niños se sentaron a su alrededor. El cacique les dijo:

- Escuchen niños, les voy a contar una historia sobre los volcanes. Hace muchos, cientos de años, con-taban los sabios antepasados que cuando morían nuestros tatarabuelos, los bisabuelos, estos espíritus se iban a descansar dentro de los volcanes, desde allí ellos vigilaban a sus pueblos para que vivan como corresponde, pero algunos hombres y mujeres se portaron mal, no cuidaban a la madre tierra, cortaron millones de árboles de los bosques, contaminaron el mar y la madre tierra se empezó a enfermar, enton-ces los espíritus se despertaron y vieron que la tierra estaba sufriendo, se enojaron tanto que explota-ron los volcanes, los espíritus ya no podían descansar.El cacique Llaitureo que era muy sabio, y siguió diciendo a los niños:

- De ustedes depende ahora que le digan a todos los niños y adultos de todas las comunidades que se conviertan en guardianes de sus pueblos para que la madre tierra no siga sufriendo, que cuiden la natu-raleza, los mares, y todo los que les rodea, sólo así los espíritus de los antepasados podrán descansar en paz y todos los seres vivientes podamos vivir en armonía y felicidad.

*Calbuco: aguas azules*Cacique: Jefe de su comunidad

La Pesca.- Apúrate papá!!… - grito Panchito corriendo por la playa.Panchito estaba feliz; por primera vez su padre lo llevaría a pescar. Subieron al bote, pasaron cerca de los palafitos* y se fueron mar adentro remando sin prisa, la mar estaba quieta, solo algunas nubes se veían en el cielo, el viento era suave. Panchito y su papá eran buenos amigos y compartían cuanto podían, los dos se sentían viviendo una nueva aventura y cantaban contentos:“Chiloé es mi tierra queridaCon sus campos y playas sin finpues tus nubes te cruzan muy erguidasaugurando un futuro feliz…El suave oleaje sonaba como acordeón, guitarra y tambor.El padre de Panchito, fondeó el bote y se dispuso a enseñar el arte de pescar. - Primero tienes que manejar bien la lienza para que no se enrede, después debes poner la carnada ajustada para que no se suelte con la corriente marina, la plomada siempre firme y al estar todo listo, lanzas la lienza lo más lejos posible. Panchito hizo todo según le indicó su papá y lanzó su lienza; esperó largo rato, estaba nervioso, no picaba ningún pez, no pasaba nada, de pronto se movió la lienza, tiró con ansias, pero se acordó lo que le dijo su papá y empezó a recoger la lienza, lentamente, tal como su papá le indicaba. Al terminar de recoger la lienza, en uno de los anzuelos venia un pequeño robalo; contento se la mostró a su papá.- Mira papito que lindo pescadito, esta es mi primera pesca, ¿lo hice bien?El papá de Panchito responde con calma.- Es muy chiquitito, devuélvelo al mar.Panchito quedó un poco confundido por lo que su padre le había dicho. Su padre le mira con cariño y agrega.- Esperemos que sea grande, así cada cosa tiene su tiempo, pero sigamos pescando porque la próxima vez que vengamos a pescar traeremos a tu hermanito Emilio y le llevaremos a su mamá un hermoso róbalo grande y gordo de regalo para que prepare un rico caldo de pescado.

(*) Palafito: Casa habitación sobre el agua de mar asentada sobre pilotes de madera.

Jesús, María y José.En un hermoso lugar de la Isla grande de Chiloé vivía un matrimonio Wuilliche. La esposa se llamaba María y el marido José, eran muy felices. María estaba embarazada; José siempre estaba a su lado cuidándola. Pasa el tiempo y una noche de diciembre María tuvo a su guagüita, era un niño precioso morenito y gordito. María lo besaba, el niño era risueño y cuando tenía sueño, reposaba en u a hermosa cuna de madera que le había hecho su padre José. María le hizo un colchón con cueritos de cordero para que esté cómodo y calentito.

-Tenemos que ponerle un nombre -dijo María. José dijo - le llamaremos Jesús por haber nacido en esta fecha.- Sí - contesto María, - es el mejor nombre. - Para celebrarlo invitaremos a todos los niños de las islas. Haremos un gran curanto cuando las visitas lleguen.

Los niños de Achao llevaron pescado y papitas nativas los de Nercón, un ponchito hermoso trajeron los de Llaldad, también los de Castro llevaron canastos, Los de Huildad llagaron con humildad, los de Cailin llagaron al festín, aunque los de Terao y Chacao llegaron atrasados. Los niños de Quicavi dijeron – yo primero te vi- los de Lin Lin, desearon - que seas muy feliz. Los chicos de Chaulinec llevaron un hermoso chal. Los de Punta Manao dijeron: -que vivamos siempre a tu lado.

Y Así con muchos regalos y buenos de lo niños y niñas de diferentes localidades e islas del archipiélago de Chiloé. Así todos contentos hicieron kel kum* con José y María y el niño Jesús.

(*) Kel kum: protegerse, guarecerse si hay mal tiempo.

La Sirenita Marina.En el fondo del mar, un día la sirenita Marina despertó asustada, su largo cabello dorado estaba muy enredado, ella cuidaba mucho su pelo, pero había perdido su peihehecho de un esquelón* de pejerrey. Estaba desesperada porque no podía subir a la superficie a sentarse en su roca preferida y ser admirada por su bella cabellera; siempre desde allí ella miraba los navegantes que pasaban en sus embarcaciones; eran lanchas y botes que había construido Don Pancho y sus descendientes como buenos carpinteros de ribera*. Para la sirenita Marina su cabello era muy importante pues desde lejos se veía resplandeciente cuando el sol brillaba. Mariana llamó a dos toninas, las envió a buscar a sus padres. Su papá era el gran Millalobo* y su madre la Pincoya*, ellos solucionarían su problema ya que ellos adoraban a su hija. El Millalobo llegó al momento, Marina le contó lo sucedido a su padre:

-Padre mío, te pido me ayudes, sucede que perdí mi peine y mi pelo no luce hermoso como siempre se veía.El Millalobo, como el gran Rey del mar, mandó a todos los peces a buscar el peine de Marina. Los peces demoraron muchas horas buscando y no encontraban nada; de pronto un lobito marino traía entre sus aletas el hermoso peine de Marina. El Gran Millalobo agradecido hizo una gran fiesta, la sirenita Marina se enamora de ese hermoso lobo de mar y todas las tardes están juntos en aquella roca mirando a los navegantes que pasan siempre de isla en isla en el hermoso archipiélago de Chiloé.

* Carpinteros de ribera: constructores de embarcaciones.* Esquelón: Esqueleto de pez* Millalobo y Pincoya: Personajes mitológicos chilotes

Wetripantu, salida del nuevo sol.Ese día era un 23 junio; en la casa del lonko Carlos, toda la familia estaba alborotada haciendo sus quehaceres. La tía Paulina hacía muchas sopaipillas, milcaos y roscas. La tía Francisca cocía una gran olla con piñones y también papitas nativas. La mamá Carla cuidaba el buen fuego del fogón.

El abuelo Carlos, había sacrificado un lindo lechoncito para hacer un rico asado al palo; esa noche se juntaría toda la familia, llegaría gente de distintas comunidades y todos llevarían comida para compartir, sería un gran encuentro y festejo familiar.En la familia había una linda niña llamada Millaray*, era la regalona del abuelo Carlos.Millaray, sorprendida de tantos quehaceres, preguntó a su abuelo:

- ¿Qué está pasando?, ¿por qué tanto alboroto?, El abuelo Carlos, dejó de hacer sus cosas, tomó a la niña de la mano y se sentaron junto al fogón, y le dijo:

Mi linda nietecita Millaray, hoy es una fecha especial, la familia se reúne porque en unas horas más, celebraremos el Wetripantu*, que significa la nueva salida del sol, es el año nuevo que está por llegar, despertar de los espíritus protectores, es el despertar de los hijos de la tierra con nuevas energías y nosotros como pueblo Wuilliche, junto a todos los pueblos del hemisferio sur, celebraremos este verdadero año nuevo. Millaray era una niña muy inteligente, comprendió todo lo que el abuelo le explicó. Millaray abrazó a su abuelo, y le agradece con un beso en la frente.

- Carlitos, dice Millaray - así llamaba a su abuelo- nunca olvidaré esta fecha tan importante, algún día, cuando sea mayor, seguiré con la tradición y la enseñanza que mis mayores me dejaron.El abuelo emocionado abrazo a su nieta diciendo: - Küme ayiukonpape tüfachi we-tripantu-* .

*Millaray: Flor de oro.*Küme ayiukonpape tüfachi we-tripantu: Que comience con alegría el año nuevo.

Poemas de la Papai

Niñito Chilote.

Niñito chilote, carita de lunaOjitos de estrella, manitos de espuma.

No llores niñito, que te traeré sopa de choritos y pancito con miel.

Iremos en la tarde a orillas del mara ver a la pincoya que sale a bailar.Naciste en la isla bendita de Diosllena de arcoiris de lluvia y de sol.

Niñito Gugú...

Qué lindo niñito, niñito gugúllegaste corriendo a nacer un día

a esta hermosa isla, la elegiste tú.

La lluvia y el viento no te asustaránJugarás con ellos en día de invierno, tus amigos serán.

Niñito pequeño, carita rosada, manitos heladasTe voy a contar hermosas historias del barco Caleuche,te van a gustar,

qué lindo niñito, niñito gugú.

Obra financiada por el Gobierno Regional Los Lagos.

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www.cuentosdelapapai.clCuentos y poemas escritos por Sonia Catepillán.

Ilustraciones por Claudia Urrutia.Diseño Grafico por Carla Catepillán.

Agradecimientos especiales:Agrupacion cultural Guitarras y bandas.Nelson Navarro (Corrección de textos)

Carlos Catepillán (Presentación)Alvaro Saavedra (Fotografía)Puerto Montt, Marzo 2011.

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