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CUADERNOS GEOGRÁFICOS DE LA UNIVERSIDAD DE GRANADA Núm. 29 (1999) ISSN: 0210-5462 UNIVERSIDAD DE GRANADA 1 9 9 9

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CUADERNOS GEOGRÁFICOS DE LA

UNIVERSIDAD DE GRANADA

Núm. 29 (1999)ISSN: 0210-5462

UNIVERSIDAD DE GRANADA1 9 9 9

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CUADERNOS GEOGRÁFICOSUniversidad de Granada29 (1999)

Director Honorario:Dr. D. Joaquín BOSQUE MAUREL

Director:Dr. D. Francisco RODRÍGUEZ MARTÍNEZ

Secretarios:Dr. D. Rafael MACHADO SANTIAGO

Dra. Dña. Carmen EGEA JIMÉNEZ

Consejo de Redacción:

Dr. D. Jesús ARIAS ABELLÁN. Universidad de GranadaDr. D. Alfredo BOSI. Universidad Nacional de TucumánDr. D. Horacio CAPEL SÁEZ. Universidad de BarcelonaDra. Dña. Amparo FERRER RODRÍGUEZ. Universidad de GranadaDr. D. André HUMBERT. Universidad de LilleDr. D. Jaques HUSCHMAN. Universidad de Toulouse de MirailDr. D. Juan Jesús LARA VALLE. Universidad de GranadaDr. D. Antonio LÓPEZ ONTIVEROS. Universidad de CórdobaDr. D. José María LOZANO MALDONADO. Universidad de GranadaDr. D. Eduardo MARTÍNEZ DE PISÓN STAMPA. Universidad Autónoma de MadridDra. Dña. Mª. Carmen Ocaña Ocaña. Universidad de MálagaDr. D. Francisco ORTEGA ALBA. Universidad de GranadaDr. D. Milton SANTOS. Universidad de Sao PauloDr. D. Francisco VILLEGAS MOLINA. Universidad de GranadaDr. D. Florencio ZOIDO NARANJO. Universidad de Sevilla

Nota: Las opiniones vertidas en los trabajos publicados son de la responsabilidad de sus autores. Esta revistasomete todos los originales que recibe a una evaluación confidencial por el método de pares ciegos elegidosal azar.

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CUADERNOS GEOGRÁFICOSNÚM. 29 (1999)

SUMARIO / SUMARY

1. Artículos / Articles

OTT KURS: Procesos sociales y culturales en el mundo turco.............................Social and Cultural processes in the Turkish world

ARTEMI CERDÀ y HANOCH LAVEE: Escorrentía y erosión a lo largo de un gradienteclimático-altitudinal efecto por el pastoreo en el desierto de Judea........Runoff an erosion during the gradient climatic-altitude effect caused bythe pasture in the Judean Deserts

LÓPEZ GONZÁLEZ, Alejandro: Sistema urbano y comercio en la comunidad autó-noma de Galicia...........................................................................................Urban System and Commerce in the Autonomic Community of Galicia

2. Crónica / Chronicle

LÓPEZ ONTIVEROS, Antonio: El reto de la protección y gestión de los paisajes ruralesandaluces .......................................................................................................The Challenge of protection and management of the Andalusian RuralLandscapes

CEJUDO GARCÍA, Eugenio y MAROTO MARTOS, Juan Carlos: Pasado, presente y futurode la OCM del aceite de oliva .......................................................................The past, present and future of the Olive Oil OCM

SÁNCHEZ DEL ÁRBOL, Miguel Ángel: La propuesta de ordenación territorial de laaglomeración urbana de Granada ..................................................................The proposition of the territorial ordination of the urban agglomeration inGranada

3. Documentación / Documentation

ZOIDO NARANJO, Florencio: El Colegio de Geógrafos, un instrumento necesario ....The professional oganisation of geographers, a necessary instrument

MENOR TORIBIO, José: La Directiva Hábitats 92/43/CE y la Red Natura 2000 .........The Managing Habitats 92/43/CE and Net Natura 2000

RODRÍGUEZ MARTÍNEZ, Francisco: Convención europea del paisaje ..........................European Convention of Landscape

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1. Artículos

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PROCESOS SOCIALES Y CULTURALES EN EL MUNDO TURCO 7

Cuadernos Geográficos, 29 (1999), 7-25

PROCESOS SOCIALES Y CULTURALES EN EL MUNDO TURCO

OTT KURS*

Aceptado: 21-IX-99. BIBLID [0210-5462 (1999); 29; 7-25].

PALABRAS CLAVE: el mundo turco, Asia central, distribución de las lenguas, geografíasocial, geografía cultural, geografía política.KEY WORDS: The Turkish world, Central Asia, language distribution, social geography,cultural geography, political geography.MOT CLEFS: Le monde turc, L’Asia centrale, distribution des langues, Gèographie culturelle,gèographie politique.

RESUMEN

El artículo describe la distribución de los pueblos turcos y las peculiaridades de sus culturas. Acontinuación analiza fenómenos sociales y culturales más recientes en cada uno de sus países. Turquíaque dispone de experiencia suficiente en democracia, ayuda material y culturalmente a las naciones ypaíses turcos en Eurasia interior, hasta ahora ha conseguido relativos adelantos en colaboración notanto con los países más próximos –Azerbaiyán y Turkmenistán– sino con los más lejanos: Uzbekistán,Kirguizstán y Kazajstán. Todos estos países son miembros de la OSCE. Así Turquía forma un puentepor el cual se propagan al Asia Central las ideas de la cultura democrática, nacidas en la regiónmediterránea y arraigadas en toda la Europa. En recompensa Turquía recibe algunas materias primas yun apoyo espiritual para desarrollar su cultura popular. Por lo tanto la colaboración en el mundo turcosirve de buen ejemplo de relaciones mutuamente útiles entre “la Tierra coraza” (Heartland) y “la Tierraarraba” (Rimland), que siempre fueron tenidos por antagonistas.

SUMMARY

The beginning of this article describres the distribution and lingustic groups of the Turkicpopulation and thereafter characterised the latest social and cultural developments in each Turkicstates. Turkey, as the most developed state, supplies material and cultural help to the other Turkicstates situated in the interior of Eurasia. The best results in this all-Turkic co-operation appear notinsomuch in the partnership with nearby Turkey, Azerbaijan, and Turkmenistan, which are influencedby neighbouring Iran, but with easternmost Uzbekistan, Kyrgyzstan and Kazakstan. All thesestates belong to the OSCE. Thus, Mediterranean Turkey, with its experience in democratic development,is the gateway of Mediterranean countries to Central Asia. At the same time, the eastern Turkicstates export raw materials and some elements of their ancient folk culture to penisular Turkey.The all-Turkic co-operation is a good example of mutually-useful relations between the EurasianHeartland and Rimland, considered in the classical theory of geopolitics by some antagonists.

* Instituto de Geografía, Universidad de Tartu (Estonia)

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RÉSUMÉ

Cet article a pour objectif la description de la distribuion des peuples turcs ainsi que de leursparticularités culturelles. Dans un second temps, on analyse les phénomènes sociaux et culturelsplus récents dans chaque paus. La Turquie, qui dispose d’une expérience démocratique suffisante,fournit une aide matérielle et culturelle aux pays turcophones de l’Eurasie intérieur. De cettecollaboration, elle en tire des avantages relatifs qui sont plus importants non pour les pays les plusproches –Azerbaïdjan et Turkménistan– mais les pays plus éloignés –Ouzbékistan, Kirghizistan etKazakhstan–. Tous ces pays sont membres de la OSCE. La Turquie est le cecteur par lequel lesidées de la culture démocratique, nées en Méditerranée et affiancées dans toute l’Europe, circulentvers l’Asie Centrale. En récompense, la Turquie reçoit quelques matières primaires et un appuispirituel pour développer sa culture populaire. Par conséquence, on peut considérer la collaborationdans le monde turc comme exemple de relations mutuellement utiles entre la “Tierra coraza”(Heartland) et “la Tierra arraba” (Rimland), toujours considérées comme antagonistes.

1. INTRODUCCIÓN

Desde la Tracia Oriental, entre el Mediterráneo y el mar Negro, hasta la cordille-ra de Altai, en el Asia interior, se extiende una zona de países donde se usan oficial-mente las lenguas turcas o turco-tártaras. Con el curso del tiempo aquellas lenguas sehan retraído de algunas regiones, extendiéndose en cambio a otras, antes pobladas pornaciones diferentes. En lo que sigue examinaremos, primero, la extensión de losidiomas y pueblos turcos y, segundo, expondremos los problemas referentes al poblamientoy desarrollo cultural en los países de habla turca.

2. EL MUNDO TURCO: PUEBLOS, ESTADOS Y REGIONES

Las tribus pertenecientes al grupo lingüístico altaico se formaron durante tiemposremotos en las zonas áridas de Eurasia interior. Sus vecinos al Oeste eran probable-mente tribus urálicas, posteriormente conocidas como ugrofineses y samoyedos. Den-tro de la familia lingüística altaica se desarrollaron los subgrupos lingüísticos turco,mongol y tunguso-manchú, y, según algunos investigadores, también el subgrupocoreano-japonés, al que pertenecen la lengua coreana y el japonés (BASKAKOV,1988). Debido al hecho de que los pueblos mongoles habitaban planicies áridas,aquellas tribus nómadas se difundieron en varias direcciones en busca de nuevospastos. En virtud de su vida nómada y las extensiones abiertas esos desplazamientosse efectuaron en períodos relativamente cortos. Pasando las praderas alrededor delmar Negro y las danubianas, llegaron hasta el mar Adriático. Las tribus sureñas ocu-paron llanuras áridas en la meseta de Anatolia y de Persia. En la Siberia nordorientallos sajas o yacutas y los dolganes, desprendidos de aquéllos, llegaron hasta el océanoGlacial Ártico por las praderas en la cuenca del Lena.

Esas migraciones de pueblos han producido también una ramificación lingüística.Los científicos se han ocupado ya durante varios siglos en dilucidar aquel fenómeno y

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aclarar razones de la separación de familias lingüísticas. Ármin (Hermann) Vámbéry(1832-1913), orientalista húngaro quien, al estudiar las lenguas, historia y cultura depueblos, logró realizar una peligrosa expedición a Turquestán occidental antes que losejércitos rusos se apoderaran de la comarca (VAMBERY, 1983), clasificó los gruposturcos en siberiano, caucásico, del Volga, del Ponto y occidental (VAMBERY, 1885).En el último distinguió a los azeres y turcos otomanos. Los tártaros de Crimea, losnogaies, kundures, kumucos y karachayes (karaçay) pertenecían, según él, al grupoturco del Ponto.

Los tártaros crimeanos no son homogéneos, en cuanto a su origen (KURS, 1991).A dicho subgrupo pertenecen solamente idiomas hablados por los tártaros, habitantesde estepas de la Crimea del Norte, mientras que los habitantes de la costa sur de lapenínsula son lingüísticamente ligados con el subgrupo turco-selyuco.

Las lenguas turcas son bastante cercanas entre sí, a pesar de complejas ramifica-ciones y muchas influencias exteriores. La causa de esto hay que buscarla en múltiplescruces de las vías migratorias, como también en rasgos comunes propagados por elislamismo y la escritura árabe, perceptibles sobre todo en idiomas de regiones occi-dentales. El que conoce reglas fundamentales de fonética y gramática de una lenguaturca puede fácilmente entenderse también en otras (salvo los idiomas chuvashio yyacutio). El autor de este artículo lo ha experimentado, recorriendo en los años 1962-1987 regiones pobladas por etnias turcas.

La incorporación de diversos pueblos turcoparlantes al mismo Estado en ciertasépocas históricas contribuyó a una nueva aproximación mutua de lenguas turcas. En laEdad Media tal función ejerció en la parte occidental del mundo turco la Horda deOro que se formó entre los ríos Danubio y Obi en 1243, comprendiendo los territoriosdel imperio de Gengis-Kan. Fue uno de los más poderosos Estados en Eurasia delsiglo XIII (EGOROV, 1985). Debido al gran número de tártaros y a su relevanteposición en la Horda de Oro se dio a llamar tártaros, primero, a los kumanes (polovetzes,kipchakos) y, después, también a los búlgaros, burtasos, mayares (macar) y otrastribus turcas, junto a los propios tártaros (SAFARGALIEV, 1960). Diversas partes dela Horda de Oro se conectaban por importantes rutas comerciales. Después de que elcomercio de caravanas empezó a realizarse en otras direcciones, de manera paralelacomenzó la división de la Horda de Oro. Sus territorios occidentales y nordoccidentalescayeron bajo la influencia de los principados de Lituania y Rusia; entre ellos y el marNegro surgieron la Gran Horda y el Kanato de Crimea; en el bajo Volga se organizó elKanato de Astrakán; y en el curso medio del mismo río se formó el Kanato de Kazán;al Este de la región del Volga se extendía la vasta Horda de Nogai; al Norte y alNordeste de ésta se hallaba el Kanato Siberiano; al Sudeste, el de Kazajia; y al Sur, elde Uzbekia (SAFARGALIEV, 1960). La aniquilación de estos reinos y anexión de susterritorios por Rusia se verificó desde mediados del siglo XVI hasta la segunda mitaddel XIX. A raíz de la desintegración del Imperio Soviético a principio de los años1990 se abrió ante algunos pueblos una nueva oportunidad para independizarse yconseguir autonomía.

El mundo turco contemporáneo se divide en Estados independientes (Mapa 1),regiones autónomas y territorios sin autogobierno. Existen seis Estados independien-

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MAPA 1. LOS ESTADOS DEL MUNDO TURCO:TURQUÍA, AZERBAIYÁN, TURKMEISTÁN, UZBEKISTÁN, KIRGUIZSTÁN, KAZAJASTÁN

tes generalmente reconocidos: Turquía, Azerbaiyán, Turkmenistán, Uzbekistán (en élentra la República de Karakalpakistán), Kirguizstán y Kazajstán (Cuadro 1). Desde el15 de noviembre de 1983 existe la República Turca del Norte de Chipre (Kuzey K brs Türk Cumhurieti Devleti) que engloba a la comunidad turca en Chipre y abarca35,84% del territorio de la isla (TAMÇEL K, 1995). Debido a que hasta ahora no se hapodido armonizar las relaciones mutuas entre chipriotas griegos y turcos, el Estado delNorte de Chipre no ha logrado un general reconocimiento internacional. Turquestánoriental que pertenece a China lleva el nombre oficial de la Región Autónoma deXinjiang Uigur. En Tayikistán, Afganistán (Turquestán del Sur), Irán, Irak, Siria, Ma-cedonia, Bulgaria, Rumania, Moldavia, Ucrania (sobre todo en Crimea), Georgia, yhasta en Lituania hay regiones más o menos extensas y poblaciones sueltas habitadaspor etnias turcas sin autogobierno.

Pertenecen a Rusia muchas áreas pobladas por etnias turcas, principalmente en elCáucaso, región del Volga y Siberia. Repúblicas completa o parcialmente (p.) turcasdentro de la Federación Rusa son: Karachai-Cherkesia (p.), Kabardia-Balkaria (p.),Daguestán (p.), Chuvashia, Tartaristán (Tartaria), Bashkortostán (Bashkiria), Altai,Tuva, Jakasia y Saja (Yacutia). De autonomía inferior goza Taimyr o distrito autóno-mo de Dolgán-Nenetz. Dicha federación comprende además muchos territorios pobla-

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CUADRO Nº 1.LOS ESTADOS DEL MUNDO TURCO EN 1997

Indicador Unidad Turquía Azerbaiyán Turkmenistán Uzbekistán Kirguizstán Kazajstán

Superficie km 780.576 86.600 488.100 447.400 198.500 2.717.300Población millar 62.774 7.655 4.235 23.656 4.480 16.832Densidad hab./km 80,4 78,0 8,7 59,9 22,6 6,2Crecimiento anual % 1,5 0,8 1,9 1,9 0,4 0,1Mortalidad infantil ‰ 44 33 57 43 39 34Esperanza de vida año 69,1 70,5 64,6 67,5 67,7 67,7Número de médicos ‰ hab. 1,2 3,8 3,24 3,26 3,18 3,52Libros publicados títulos 6.274 498 450 1.200 407 1.115PIB por habitante $ 6.521 1.490 2.010 2.450 1.970 3.230Importaciones millión $ 48.585 930 1.130 4.713 679 4.274Exportaciones millión $ 26.245 250 749 4.212 580 6.364

Fuente: El estado del mundo. Anuario económico y geopolítico mundial 1999. 1998. Madrid: Ediciones Akal, S. A.,pp. 490-533.

dos por etnias turcas sin autonomía. En la Rusia postsoviética la esfera del uso delenguas turcas se ha ensanchado considerablemente. Asimismo, se ha comenzado aaceptar y usar topónimos nacionales de sus respectivos pueblos.

El interés por estudiar el turco oficial en Turquía como la lengua más desarrolla-da en su familia lingüística creció en los nuevos Estados turcos, inspirados por am-pliadas posibilidades comunicativas. Con el objeto de facilitar más el intercambio y elentendimiento mutuo en el cuarto Congreso de Pueblos Turcos (Ankara, 1996) sepropuso crear una lengua común, cuyo vocabulario se formaría exclusivamente depalabras similares existentes en la mayoría de las lenguas turcas. Si bien semejanteidioma constaría tan sólo de unos pocos miles de vocablos, siendo una especie deesperanto turco, tendría, sin embargo, considerable extensión.

Desde el año de 1991 y a raíz de la nueva época estatal vigente, en los países turcossistemáticamente se ha vuelto al uso del alfabeto latino. En diferentes países el proceso seefectúa a velocidades variadas y en direcciones diferentes. El alfabeto latino usado enTurquía fue adoptado solamente en Azerbaiyán. En 1992 decidieron adoptarlo también lostártaros crimeanos. Cada uno de los Estados en la parte oriental de Turquestán procede eneste asunto de acuerdo a su modo particular. Así los alfabetos adoptados en Turkmenistány Uzbekistán, respectivamente, difieren entre sí en muchos aspectos. La latinización de lalengua escrita se ha previsto también en Kirguizstán y Kazajstán para el año 2000.

3. TURQUÍA: UN PUENTE ÉTNICO ENTRE EL MEDITERRÁNEO Y ASIACENTRAL

Turquía es un Estado laico islámico con población más numerosa que en otros paísesturcos. Su población (70% en ciudades) se formó como resultado de mezclarse los aborí-genes del territorio con las tribus turcas inmigradas en los siglos X-XI. Debido a ello se

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notan rasgos comunes en la cultura turca contemporánea y en la de otros pueblos medite-rráneos; razón por la cual a partir del año de 1987 Turquía aspira ser miembro de la UniónEuropea. La parte principal del Estado –el Asia Menor o Anatolia– está lingüísticamenterelacionado con el Asia interior (lengua turca) y, mediante la religión (islam), con el Asiasudoccidental. El Gran Imperio Otomano se desintegró como consecuencia de la PrimeraGuerra Mundial, quedando sus contornos estatales fijados a lo largo de la frontera lingüís-tica. Aunque la capital del Estado fue trasladada de Europa (Estambul) al interior del AsiaMenor (Ankara), aquello no impedió llevar a cabo reformas de carácter europeo. Almismo tiempo se comenzó a reemplazar vocablos introducidos del árabe y del persa porlos propios. Para ese fin, se sirvió tanto de dialectos y de otros idiomas turcos como deneologismos inventados con tal propósito.

En la Turquía contemporánea los turcos componen el 70% de su población. Juntoa su gran crecimiento natural, la población de Turquía ha sido influida también por lainmigración de turcos. La primera ola de mayores migraciones exteriores tuvo lugaren virtud del tratado de paz de Lausana, firmado en 1923 entre Turquía y Grecia,cuando 1.250.000 griegos emigraron de Turquía a Grecia y 370.000 turcos de Greciaa Turquía. Después de la Segunda Guerra Mundial 300.000 turcos llegaron de Yugos-lavia y 150.000 provisionalmente de Bulgaria. Cierto número de griegos, búlgaros ybosnios abandonaron a su vez Turquía en dirección a otros países balcánicos. En 1965vivían en Turquía más de 900.000 turcos originarios de la península Balcánica. Alabrirse las fronteras de los países comunistas, en 1989, 300.000 turcos de Bulgariainmigraron a Turquía. Al mismo tiempo muchos turcos y curdos se han trasladado alos países económicamente más desarrollados, sobre todo a Alemania.

Basándose en la lengua y en la religión, la identidad de los turcos es sólida. Losturcos, en su mayoría, son sunnitas, pero rápidamente va creciendo también el númerode chiitas, inclusive el de los miembros de la secta religiosa alavita. Las mujeresgozan de los mismos derechos que los hombres. Aunque en Turquía predomina lareligión islámica, los medios de información pública no ejercen censura moral. Alcontrario, la política de Turquía ve su problema principial en el refrenamiento delcada vez más poderoso fundamentalismo islámico.

Los curdos que habitan Turquía del Sudeste (Curdistán turco) componen la másnumerosa de las minorías étnicas (20% de la población). Pero a pesar de esto no sonreconocidos como una etnia distinta, y oficialmente se les llama “turcos montañeses”.Desde el año de 1984 aquellas regiones pobladas de curdos forman el escenario deuna cruel guerra civil, luchando tanto los ejércitos regulares de Turquía contra losnacionales curdos como los diversos grupos de curdos entre sí. Las demás minoríasconsisten en árabes (2%), cherqueses (0,5%) y georgianos mahometanos o ayares(0,5%). Bajo el nombre de cherqueses se conoce a los descendientes de refugiadosmahometanos originarios de la Caucasia septentrional apoderada por Rusia en el sigloXIX. Asimismo hay armenios, griegos, georgianos ortodoxos, búlgaros y lazes.

Turquía dispone de una importante situación estratégica por ser zona de enlace de lospaíses Mediterráneos, del Cercano Oriente y de regiones del mar Negro. La mayoría de supoblación vive en la parte occidental donde se halla también la ciudad más grande del país–Estambul (7.774.200 h.)– situada en el acceso al mar Negro, controlado por Turquía.

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Turquía está bañada del mar por tres de sus lados y le pertenecen varias islas enel mar Egeo. En su parte continental tiene fronteras comunes con ocho Estados. Apesar de que en el pasado la turquización de la Anatolia se produjo desde el Oriente ypor tierra firme, la Turquía de hoy no confina con otros países de habla turca, salvo alo largo de unos kilómetros con Najicheván (Naxç van), unidad autónoma en Azerbaiyán.Al Este posee frontera común con el Azerbaiyán del Sur, pero éste pertenece al Iránchiita.

Turquía se sirve de aviación, de flota marítima y de una red de carreteras yferrocarriles para mantener comunicaciones con el mundo exterior. Una mejora decomunicaciones hacia Europa traerá consigo el túnel ferroviario que se construirá enel lecho del estrecho del Bósforo, así como nuevas autopistas y un nuevo puenteproyectado sobre los Dardanelos. Turquía ha seguido buscando una vía en los Balcanes.Sus relaciones con Rumania, Bulgaria, Albania y Macedonia se han consolidado. Conocasión de los disturbios de Kosovo, su diplomacía se ha mostrado muy activa.

La importancia de Turquía como primera línea de defensa de la OTAN contra laURSS disminuyó al terminar la guerra fría. Turquía aspira ahora a estrechar contactoscon los países vecinos. En 1992 se unió al proyecto de cooperación económica en laregión del mar Negro, tratando además de influir a los adversarios de la guerra Armenio-Azerbaiyán a hacer paces. En la guerra del Golfo (1991) colaboró con los aliadoscontra Irak. Las relaciones con Grecia quedan aún tirantes debido al problema deChipre todavía sin solución, agregada la disputa fronteriza en el mar Egeo.

La economía de Turquía está en general progresando bien y su producción agrí-cola satisface las necesidades del país. En la parte sudeste del Estado se hallan enconstrucción nuevas centrales hidroeléctricas y se extienden sistemas de irrigación entierras agrícolas. Turquía extrae petróleo y beneficia minas de cromita, por cuya pro-ducción ocupa el primer lugar mundial. Sus tejidos y otros artículos de producciónindustrial, igual que sus éxitos en ingeniería civil, son competitivos en el mercadointernacional. A partir del año de 1995 Turquía se convirtió en miembro de la UniónAduanera de la UE. El turismo es una fuente importante de divisas. Las maravillosasplayas de Turquía, lugares clásicos como Troya y Efeso, y monumentos de las épocasotomana y bizantina atraen a los turistas. Estambul es un centro favorable para hacercompras. El elevado nivel de inflación y desempleo, el déficit rápidamente crecientedel presupuesto, y la disminución de inversiones de capital, son los lados flacos de laeconomía turca agotada entre otros factores por la muy costosa guerra contra loscurdos. El proyecto turco de construir represas en los ríos Tigris y Eufrates ha encon-trado oposición por parte de Siria e Irak, habida cuenta que dichas construccionesdisminuirían su caudal. La planificación deficiente y el turismo sin control estropea-ron gran parte de la costa occidental de Turquia.

Turquía carece por ahora de posibilidades para prestar considerable ayuda econó-mica a otros pueblos turcos. Financia, sin embargo, varios proyectos comunes encami-nados a la investigación de la historia de pueblos turcos, publicación de revistasculturales, enseñanza de la lengua literaria turca en los Estados turcos independientesy en regiones turcas, etc. Turquía gasta en la educación el 10% de su presupuestoestatal.

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4. CHIPRE Y AZERBAIYÁN

4.1. Chipre

64 km al Sur de Turquía está situada Chipre, isla que seguidamente ha perteneci-do a los imperios egipcio, griego, bizantino, otomano y británico. En la isla, primitiva-mente poblada de griegos, se estableció una población de origen turco en la época de1570/1571-1878 cuando Chipre pertenecía a Turquía. Ya en 1572 unos cuantos turcosde Anatolia fueron forzosamente trasladados a Chipre (ÇEV KEL, 1997). Ciertosdatos indican que en 1777 la mayoría de la población de la isla consistía en turcos(47.000 turcos y 37.000 cristianos), pero los censos celebrados a partir de 1881 mues-tran que con posterioridad variaron sus proporciones entre 24,4% (1881) y 17% (1921)(KIPR, 1969). Al independizarse el Estado isleño de la Gran Bretaña (1960) surgieronen seguida tensiones étnicas entre griegos (78% de la población) y turcos (18%).Desde 1963 la población turca se concentró en 32 enclaves.

El alzamiento militar promovido por oficiales griegos en Chipre (1974) engendróa juicio del Gobierno de Turquía una peligrosa situación, que pudo haber llevado a laincorporación de la isla por Grecia. Para evitarlo, las tropas turcas la invadieron, ydesde entonces Chipre quedó dividido en dos: la parte del Sur abarca la República deChipre, mientras que en la del Norte (3355 km2) a partir de 1983 se extiende laRepública Turca del Norte de Chipre (RTNCh). En ésta se introdujo 85.000 turcos deAnatolia (Der Fischer, 1998, pgs. 770-772). Se produjo cambios en la población ya en1974 cuando 180.000 griegos se refugiaron al Sur de la isla, de donde a su vez semarcharon 100.000 turcos. En 1996 habitaba la RTNCh 198.215 personas, 98% de lascuales eran turcos de religión islámica.

La idea de una federación chipriota compuesta de las dos zonas, propuesta por laONU para superar diferencias mereció un apoyo entusiasta tanto por Grecia como porTurquía. Según aquel proyecto ambas comunidades conservarían su territorio respec-tivo, pero tendrían en común algunas funciones gobernamentales y unos cuantos mi-nisterios. Sin embargo, la jefatura de la RTNCh que no había olvidado medidas repre-sivas ejercidas contra turcos por parte de chipriotas griegos, declinó el plan por consi-derarlo imperfecto para garantizar completa independencia e igualdad de derechos delos turcos. Los chipriotas griegos a su vez temen que la minoría turca dominaría en suvida y vetaría todas las decisiones del Gobierno.

4.2. Azerbaiyán

El histórico Azerbaiyán del Norte situado en la costa occidental del mar Caspio (56%de habitantes en ciudades; 1.660.000 en la capital Bakú) se declaró (1991) independientecon la denominación de Estado de Azerbaiyán. El país se caracteriza por tradiciones islámicasy relaciones históricas con Irán, su vecino al Sur. Azerbaiyán comprendía también la regióndel Alto Karabaj (4.400 km2, 193.300 h., de ellos 145.450 armenios), pero cuando lamayoría armenia en dicha región decidió por su incorporaración a Armenia (1988), entreAzerbaiyán y Armenia estalló una guerra (1993); como resultado de ésta Armenia estable-

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ció su control sobre más de 20% del territorio de Azerbaiyán. Gracias a mediaciones de laOSCE concluyeron las operaciones bélicas en 1994. En el curso de la guerra 550.000personas huyeron de los territorios en manos de los ejércitos armenios. Además, en Azerbaiyánse han refugiado 188.000 personas de Armenia, 46.000 de Uzbekistán y 10.000 de Georgia(1997). Si antes Azerbaiyán mantenía sus relaciones con el resto del mundo vía Moscú,ahora, después de la retirada de las tropas rusas en 1995, lo hace vía Irán y Turquía. Estosdos Estados son los que hoy compiten entre sí por la influencia sobre Azerbaiyán. Lasrelaciones que Azerbaiyán mantiene con los países europeos son débiles y escasas.

El 90% de su población es musulmana (65% chiitas y 35% sunnitas). Gracias alcrecimiento natural de azeres, su proporción en la población aumentó ya bajo elrégimen soviético de 67,5% (1959) a 83% (1989). El creciente nacionalismo entreazeres en la época de desintegración de la URSS provocó el abandono del país demiles de armenios, judíos y rusos. En 1993 la población de Azerbaiyán estaba com-puesta de azeres (85,4%), rusos (4%), armenios (2%), tártaros, lesgues y otros.

Posee considerables reservas de petróleo y de gas natural. Como consecuencia deque en la URSS prevalecía el interés por el desarrollo de Siberia, la industria petrolerade Azerbaiyán fue modernizada insuficientemente y su producción relativa cayó de8% (1965) a 0,6% (1988). Debido a instalaciones anticuadas, dicha rama industrial haquedado poco eficaz en cuanto a su productividad hasta hoy. Para promover su desa-rrollo se ha concluido respectivos tratos con los EEUU. Entre las industrias de impor-tancia regional y nivel local hay que mencionar la producción vinícola.

En la época soviética el mar Caspio sufrió graves contaminaciones petroleras, asícomo fueron dañadas tierras cultivables por excesivo uso de herbicidas. En la econo-mía de Azerbaiyán se acusan además las desastrosas consecuencias de la guerra por elAlto Karabaj. El sistema de sanidad se desplomó durante esta contienda. La mayoruniversidad en Bakú está especializada en investigaciones orientalistas. La economíadel Estado se halla otra vez bajo el control de ex-jefes del Partido Comunista queconstituyen la capa más acomodada de la población. La condición de las mujeres ex-activistas del mismo partido ha declinado en la vida política y en la sociedad. Sedesmoronó el antes muy eficaz sistema de asistencia social.

Azerbaiyán mantiene enlaces económicos estrechos con Irán, Turkmenistán, Rusia(25,7% de exportaciones y 11% de importaciones, 1998), Ucrania, Turquía y Gran Bretaña.

5. ASIA CENTRAL TURCA

En el Asia central o Turquestán hay cuatro Estados turcos: Turkmenistán, Uzbekistán,Kirguizstán y Kazajstán.

5.1. Turkmenistán

Turkmenistán poblado por turkmenios sunnitas constituye la parte más occi-dental del ex-Turquestán ruso (denominada Asia Central Soviética durante 1922-1991). Aquel Estado en la costa oriental del mar Caspio está relativamente aisla-

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do, tiene insuficientes comunicaciones telefónicas y la televisión es accesible so-lamente en ciudades. Las radioemisoras iraníes y afganas gozan de cierta popula-ridad, divulgando programas islámicos. En la actualidad se impulsa sistemas decomunicación automovilística y ferroviaria con preferencia en dirección a Teherán.Tiene condiciones para convertirse en país turístico, con tal fin restaura sus tradi-cionales monumentos islámicos. Es el más pobre entre los países turcos, pero elmejor adaptado a la independencia. Negocia en el mercado mundial con sus ricosrecursos de gas natural.

Turkmenistán, país desértico, está escasamente poblado. De su población 45%vive en ciudades; Ashjabad (Ashgabat), la capital y la ciudad más grande del paíscuenta 520.000 habitantes. La parte de turkmenios musulmanes en la población totalha aumentado de 60,9% (1959) a 73,3% (1993) como consecuencia de su crecimien-to natural. Entre otros grupos étnicos hay rusos (9,8%), uzbekos (9%), kazajos (2%),tártaros (0,9%), ucranios (0,8%), según los datos del año 1993; igualmente azeres,armenios y bielorrusos. Los musulmanes componen 85% de la población y losortodoxos 10%. Hay 11.000 refugiados de Tayikistán y 2000 procedentes de Afganistán(1997).

Los turkmenios, en su mayoría, fueron nómadas antes de la incorporación delpaís a Rusia (1884). Hasta hoy día existen poderosas corporaciones tribales. Las tribusmayores son: tekke (en la zona central), escar (en la zona limítrofe con Afganistán), yyomu (en la zona occidental). Pueden surgir altercadosinteriores más bien entre grupostribales y no entre turkmenios y las minorías principales que son rusos y uzbekos.Después de su liberación del dominio de Moscú, en Turkmenistán no se ha notadotanto nacionalismo xenófobo como en sus vecinos. A partir del año 1989 los turkmeniosemprendieron la tarea de recuperar su lengua y su cultura autóctona y dar un nuevoenfoque a su historia. La lengua y literatura turkmenias, prohibidas antes del año de1987, figuran ahora en programas de enseñanza. Otra vez el islam ocupa una posicióncentral en la vida de los turkmenios: se acentúa el culto de antepasados y ejecutaromerías a la Meca. Sin embargo, el ruso sigue conservando su lugar en oficinas yescuelas.

La economía del país se basa principalmente en algodón y gas natural, puesTurkmenistán como integrante de la URSS fue convertido en mayor proveedor dealgodón, y aportaba a la Unión Soviética gas natural en proporción del 12%. Parapromover el cultivo de algodón como primera materia estratégica, por iniciativa deMoscú fue puesta en marcha (1958) la construcción del canal de Karakum que consu-miera el 35% de las aguas del mar de Aral, convirtiendo las tierras emergidas en suelosalado e infructífero. Como los pocos recursos de agua del país están muy contamina-dos, disfruta de agua de buena calidad sólo el 35% de la población. La producciónagrícola, reducida a monocultivo de algodón ha aumentado la necesidad de importarvíveres. La ayuda recibida de Turquía, Irán, Suiza y Alemania se invierte en gran parteen desarrollar las industrias petrolera y de gas. A su vez los ingresos producidos por laventa de gas natural se usan en apoyo de la industria y agricultura atrasadas. Elcomercio a base de divisas fuertes garantiza la venta de algodón y de gas por preciosque corresponden a su valor efectivo. La liquidación de koljoses contribuyó a la

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iniciativa e inversiones privadas que poco a poco van cobrando ánimos. La capa másacomodada de la población se nutre de burocracia ex-comunista, compradora conpreferencia de artículos suntuosos del Japón y de Corea; la más pobre está compuestade ancianos. El sistema de familias ramificadas y de subsidios evitan, sin embargo, lapauperización absoluta del pueblo.

Turkmenistán pone mucho empeño en crear buenas relaciones con Irán y Turquía;se muestra cauteloso respecto al fundamentalismo islámico. Los medios de informaciónpública están controlados y censurados por el Gobierno. Turkmenistán no sostiene alian-za económica con la Comunidad de Estados Independientes (CEI) y aun guarda reservasacerca de uniones políticas más estrechas con otros países turcos. Su situación es bastan-te estable, comparada la de los demás países turcos. Su ejército está bajo control comúndel propio Turkmenistán y Rusia; de ésta depende su defensa nacional. A Rusia corres-ponde también una parte significativa en las exportaciones e importaciones del país(7,5% y 13,7% respectivamente, en 1998), junto a otros países de la CEI (17,3% deexportaciones y 25,7% de importaciones). Pero Turkmenistán ha empezado igualmentea establecer contactos comerciales inclusive con el Occidente (la UE constituye 13,5%de exportaciones y 12,3% de importaciones del país).

Turkmenistán tiene dos vías que pasan por Irán y por Afganistán, mientras quelos Estados Unidos respaldan el proyecto Caspian Petroleum Consortium, que unaKazajstán con Azerbaiyán, pero no se refiere, al menos por el momento, al petroleo.Hay también proyectos estadounidenses de gasoducto y de oleoducto que debía encau-zar el gas y el petróleo crudo turkmenos hasta una terminal de la costa de Makrán, enPakistán (via Afganistán), y para la construcción de oleoductos hacia el oeste (Turquíay Cáucaso).

5.2. Uzbekistán

Uzbekistán que confina con cinco Estados y el mar de Aral, tiene la situacióngeográfica central en Turquestán. Es el país más populoso de aquella región, quecuenta tanto con importantes recursos naturales como con antiguas ciudades musul-manas (Samarcanda, Bujara, Jiva y Tashkent). El sistema de transporte interno deUzbekistán está bien desarrollado. Un extendido tráfico de autobuses presta su sevicioa las regiones rurales, y las ciudades más grandes están atravesadas de múltipleslíneas de trolebuses y tranvías instaladas ya bajo el régimen soviético. La red decarreteras y ferrocarriles, algo deteriorada después del año 1991, está concentrada enla parte del Sur y del Este del país. Uzbekistán tiene buenas disposiciones para eldesarrollo del turismo. Bujara, el antiguo centro comercial situado en la histórica rutade seda, tiene fama mundial por su arquitectura y sus tapicerías. Junto a la Meca esuno de los centros de la religión islámica. Musulmanes que carecen de la posibilidadde emprender una romería a la Meca pueden ejecutarla siete veces a Bujara. EnSamarcanda, convertida en la capital de su Estado por Tamerlán (siglo XIV), se hallala madrasa de Sherdor que por su belleza compite con el Taj-Mahal de fama mundial,en India del Norte.

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Uzbekistán fue incorporado al Imperio Ruso en los años de 1865-1876. La rusificaciónde aquella región fue entonces superficial y la inmigración masiva de eslavos empezóno antes de la época soviética, sobre todo a partir del año 1928. Como fecha inicialdel movimiento nacional puede considerarse octubre de 1989 cuando la organizaciónBirlik comenzó la campaña por proclamar el uzbeko lengua oficial.

Entre los países de Turquestán es Uzbekistán el más densamente poblado. 59%de la población vive en el campo. La más grande de las ciudades es la capital Tashkent(2.200.000 de habitantes). 78% de los habitantes del país son musulmanes. La parte deuzbekos en la población total ha crecido de 62,2% (1959) a 73,7% (1993). Entre otrospueblos que viven en Uzbekistán hay rusos (5,5%), tayiks (5,1%), kazajos (4,2%),tártaros crimeanos (2%), karakalpakos (2%), coreanos (1,1%), kirguizes (0,9%), ucranios(0,6%), turkmenios (0,6%), turcos de Mesheti1 (0,5%) y judíos (0,3%). Además secuenta 1250 refugiados venidos de Afganistán (1997). La importancia relativa derusos disminuyó a partir de los años 1970, cuando empezaron a retornar a su patria.Tensiones étnicas pueden provocar, de vez en cuando, contiendas regionales o racia-les. Sin embargo, hoy ya no ocurren peleas sangrientas parecidas a las que tuvieronlugar en el valle de Fergana, en 1989 y 1990, entre turcos de Mesheti y uzbekos. Alperder el Partido Comunista su papel dirigente, la sociedad uzbeka ha vuelto a valorestradicionales cuyo fundamento constituyen familia, religión, parentesco y tierra natal.La independencia ha cambiado poco la posición de las mujeres en la política. En elcampo es todavía común y corriente contraer matrimonios a base de previos acuerdos.La guerra civil en el Estado vecino de Tayikistán ha puesto en guardia al Gobierno deUzbekistán cauteloso respecto al fundamentalismo islamista. Para suprimir la oposi-ción de éste y reforzar cordones fronterizos, Uzbekistán mandó en septiembre de 1992sus tropas a Tayikistán. Conforme a la Constitución de Uzbekistán, la religión y elEstado están separados, y el islamismo ha sido apartado de la política. La minoría rusase halla protegida por las tropas rusas colocadas en Uzbekistán. A diferencia de susvecinos, Uzbekistán es de todos modos bastante fuerte para ejercer una política exte-rior relativamente independiente. Junto con Kasajstán y Kirguizstán ha creado el Mer-cado Común de Asia Central y el Consejo Común de Defensa (1995) y promuevecontactos con Turquía. Las compañías de Turquía han asumido el papel de mediadorasa causa de las dificultades que encuentran sus colegas occidentales al tratar de enta-blar negocios directos con Uzbekistán. Los medios de información pública de aquelpaís están bajo estricto control; se permite sólo publicaciones de órganos estatales. Ladifusión de ideas islamistas y nacionalistas está prohibida. Inclusive los periódicosrusos de Moscú están censurados.

La declinación del nivel de la vida ha causado un aumento de delincuencia, sobretodo en ciudades y en el densamente poblado valle de Fergana. Debido a la disminu-ción de ingresos muchos campesinos se dedican al cultivo de plantas narcóticas, de laadormidera en primer lugar. Los juicios islámicos organizados por la juventud del

1. Turcos deportados por los poderes soviéticos (en 1944) de la provincia de Mesheti, en Georgia, limítrofecon Turquía, a Uzbekistán.

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valle de Fergana hacen patente la existencia de una oposición musulmana. El modelosoviético sirve todavía de fundamento a la enseñanza aunque también se dicta clasesen uzbeko. A fines de los años 1980 inauguraron varias escuelas tayikas, vinculadascon la Universidad de Samarcanda, que fueron todas cerradas en 1992, a consecuenciadel empeoramiento de las relaciones entre Uzbekistán y Tayikistán. Después de ladesintegración de la URSS la higiene pública decayó. En algunas regiones rurales nohay siquiera puntos elementales de asistencia médica. El nivel de la vida de muchoscampesinos es inferior del límite de pobreza. Los ex-comunistas que controlan laeconomía del país constituyen el grupo más acomodado.

Uzbekistán en su mayor parte es un país agrícola, a excepción de la capitalTashkent donde durante la Segunda Guerra Mundial fueron fundadas fábricas de ma-quinaria agrícola y de aviones (tiene la única fábrica de aviones de Turquestán).Uzbekistán dispone de las minas de oro (Murantau) más ricas en el mundo, comotambién de notables yacimientos de gas natural, petróleo, carbón mineral y uranio.Para la producción de energía eléctrica se usa en gran parte el gas natural, pero hayingentes recursos de petróleo y gas no beneficiados todavía. En 1992 descubrieron enla región de Namangán un rico yacimiento petrolífero que se dio a explotación. Hastaahora la propia industria del país consume la mayor parte de la producción de gas,pero ésta puede llegar a ser también un artículo de exportación. Compañías de losEEUU han invertido en el beneficio de minas de oro. Sin embargo, los adelantos dereformas emprendidas para avivar la economía de mercado son todavía pocos y laprivatización avanza con lentitud.

Por la producción de algodón Uzbekistán ocupa el cuarto lugar en el mundo y elprimero por su elaboración. La decisión de diversificar la agricultura, tomada a raíz dela independización del país, fue abolida a causa de la subida de precios del algodón enel mercado mundial. Antes de la crisis económica en Rusia se notaba allá una crecidademanda por frutas, capullos de seda y verduras de Uzbekistán. En la época soviéticala naturaleza sufrió grandes daños (aguas contaminadas, terrenos salados). Gravemen-te dañado se halla el mar de Aral cuya superficie de 61.836 km2 (1974) disminuirásegún pronósticos a 23.400 km2 para el año 2000. El lado débil de la agriculturauzbeka es su carácter unilateral, por lo cual la economía del país depende de cerealesimportados de Rusia, de Kazajstán y de los EEUU, ya que la propia producción nocubre más que un 25% de las necesidades. Uzbekistán exporta sus mercancías a Rusia(35%), a otros países de la CEI (16,8%) y a los de la UE (15,2%), entre otros aAlemania, Italia, Francia; y también a China. De Rusia vienen 14,1% de importacio-nes y el 11,4% de otros países de la CEI; 15,6% de la UE (principalmente de Alema-nia); asimismo de los EEUU, de Turquía y de China (1998).

5.3. Kirguizstán

Kirguizstán es un país relativamente montañoso y pequeño. Se destaca por subajo grado de urbanización (39%; 594.000 viven en la capital Bishkek) y por lamodestia de oficiales ideas nacionales. El Gobierno trata de no enajenar a la minoría

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rusa, sino animarla a adquirir habilidades necesarias para desarrollar la economía demercado. Son ínfimas las comunicaciones entre la parte del Norte y la del Sur delpaís, pero el Estado carece de recursos para reparar caminos en terrenos montañosos.

Interesante es la historia del nombre de la capital del país. En los años de 1878-1926 la ciudad llevaba el nombre de Pishpek, pero en 1926 le pusieron el nombre delmoldavo Miguel (Mijaíl) Frunze, funcionario del Partido Comunista (frunze: ‘hoja deárbol’). Mas como en la lengua kirguiza falta el sonido f, la gente local se dio enllamarla Prunze (KURS, 1998). El nombre Pishpek lo conservó sólo la estación deferrocarril. En el curso de la independencia de Kirguizia cambiaron oficialmente denombre tanto el Estado que ahora se llama Kirguizstán, como su capital que se conocecon el nombre de Bishkek.

Los kirguizes tienen muy fuertes sentimientos nacionales, a pesar de la ideologíaoficial. Existen tensiones que han surgido sobre todo entre kirguizes y uzbekos delvalle de Fergana2. Privilegios concedidos a los kirguizes apartan a los uzbekos delsistema político y les privan la posibilidad de poseer tierras (la Ley de Tierra). Se notainfluencia del islamismo entre kirguizes que se manifiesta, sobre todo, en realzarreligión y raza, y en reprimir a los extranjeros, a los rusos en particular, con elobjetivo de alejarlos del país.

La primera conciencia étnica distinguible se acusa entre kirguizes hacia fines delsiglo XVIII. En el año 1860 sus tierras fueron adjudicadas al Imperio Ruso. Incorpo-rado a la URSS, al país de los kirguizes le confirieron, primero, la condición derepública autónoma (1924), y luego, la de república de la Unión (1936). En tiempospasados (sobre todo en los siglos XVIII y XIX) los kirguizes y los kazajos fueron amenudo confundidos y hasta tenidos por una misma nación en virtud de la similitudde sus lenguas y culturas. Oficialmente se corrigió el nombre del país en 1926 cuandola provincia (oblast) autónoma de Kara-Kirguiz fue convertida en la República Autó-noma de Kirguizia. La alta natalidad de kirguizes les ha posibilitado reforzar susposiciones de primera etnia y reemplazar a la comunidad rusa que hasta los últimostiempos controlaba la economía del país.

Si en 1959 los kirguizes constituían el 40,5% de la población y los rusos el 30,2%,ya en 1993 el número relativo de kirguizes alcanzó 56,5% y el de rusos 18,8%3. Paraevitar el éxodo de rusos el Gobierno de Kirguizstán elevó (1994) la lengua rusa al rangode segunda lengua oficial. El ruso ha conservado su posición en escuelas de enseñanzasuperior, ya que en la lengua kirguiza faltan fundamentales términos técnicos y científi-cos. En la población de Kirguizstán están representados también uzbekos (13,4%), ucranios(2,1%), tártaros (2%), alemanes (1%), kazajos, tunganes, tayiks y uigures. Por añadidu-ra, hay 15.400 refugiados de Tayikistán y otros países vecinos (1997).

2. Hasta el día de hoy en Turquestán tienen vigencia fronteras establecidas por los poderes soviéticos en1924. En aquel entonces el valle de Fergana, poblado mayormente por uzbekos, fue dividido entre Uzbekistán,Tayikistán y Kirguizstán. En 1990 tuvieron lugar violentas batallas en la ciudad de Osh (Fergana de Kirguizstán).

3. Sólo 14% en 1998 (El estado, 1998, p. 534).

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Los cambios políticos en Kirguizstán han progresado bastante bien, pero losesfuerzos de reformar la economía del país en concordancia con la ideología deeconomía de mercado ha dado aún pocos resultados concretos. Si bien Kirguizstánaspira disminuir su dependencia de Rusia, mantiene con ésta buenas relaciones. Des-pués de los EEUU fue Turquía el segundo país en abrir su embajada en Bishkek; tratade estrechar sus relaciones con éste y refrenar la influencia de los fundamentalistasiraníes en aquella región. Las relaciones entre Kirgizistán y Uzbekistán son tirantesporque el último apoya a sus grupos étnicos en el territorio vecino. En Kirguizstán nohay censura, por lo que la prensa kirguiza está considerada la más liberal del Asiacentral. A falta de propia televisión se muestra en mayor parte programas de Rusia.

El sistema de sanidad pública es poco desarrollado y Kirguizstán resalta por sugran mortalidad infantil. Es un país agrario y no depende de la importación de víveresde otros países. En su agricultura predomina la mentalidad colectivista. A consecuen-cia de la irrigación excesiva de los campos de algodón en tiempos soviéticos, el suelodel valle de Fergana se ha salado. La cada vez más empeorada situación económica hainducido a los campesinos a cultivar plantas de opio con vistas al narcotráfico ilegal.Kirguizstán posee riquezas minerales apropiadas para exportación, en primer lugarminas de oro y mercurio, y dispone de buenas condiciones para construir centraleshidroeléctricas. También, en menores cantidades posee carbón mineral, cuya calidadposibilita beneficiarlo con fines comerciales, petróleo y gas natural. La política econó-mica seguida por el país, se confía a la ayuda y tecnología del Occidente, tratando dedisminuir su dependencia de importaciones de Rusia e independizar por completo suindustria energética. Hasta ahora la principal ayuda económica ha llegado de losEEUU y del Japón. Aprovechando sus contactos comerciales los ex-comunistas for-man todavía el grupo más pudiente de la población. Kirguizstán está relativamenteaislado del resto del mundo. Lo visitan en su mayor parte comerciantes chinos yturcos que buscan oportunidades de acuerdos favorables o participan en proyectos dela Agencia de Ayuda Mutua.

Kirguizstán manda a Rusia el 24,2% de sus exportaciones; 26,5% a otros paísesde la CEI, y 29,8% a los países de la UE; 17,9% de sus importaciones vienen deRusia, 32,3% de otros países de la CEI, y 15% de la UE (1998).

5.4. Kazajstán

Kazajstán es el país turco de mayor superficie. Su extensión desde el marCaspio, al Oeste, hasta la cordillera de Altai, al Este, llega a 2000 km, y desde sufrontera del Norte hasta la del Sur es de 1.300 km. En 1991 Kazajstán se declaróindependiente (en 1920 era ya república autónoma, y a partir de 1936 república dela Unión). Hasta el año de 1925 los kazajos fueron llamados kirguizes o kaizak-kirguizes. La parte del Sur de su poblamiento fue integrada a Turquestán, mientrasque sus demás tierras formaban lo que entonces se llamaba estepas de Kirguizia.Kazajstán destaca por las repetidas traslaciones de su capital. Durante 1920-1924 loera la ciudad de Orenburgo que junto con las tierras circundantes fue incorporada a

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Rusia. En 1924-1929 Kyzyl-Orda (‘horda roja’) detentaba los derechos de capital,ciudad desiértica a las orillas del Syr-Daria, que en los años 1853-1925 se llamabaPerovsk, y antes (a partir de 1820) Ak-Mechet (Ak-Meçet: ‘mezquita blanca’). Du-rante 1929-1997 la capital fue Almaty (‘manzanar’), en tiempos soviéticos oficial-mente llamada Alma-Ata (alma: ‘manzana’; ata: ‘viejo, abuelo’). En 1997 la capitalfue trasladada a Akmola (‘manzana blanca’ o ‘túmulo blanco’) que a partir del añosiguiente fue denominada Astana (‘la capital’) (KURS, 1998). Aquella ciudad fueconocida (1830-1961) bajo el nombre rusificado de Akmolinsk y después comoCelinogrado (‘la ciudad de la tierra virgen’ en ruso). En 1997, el gobierno ha lleva-do a cabo una importante reforma administrativa y territorial: el número de regionesha pasado de 19 a 14, varios ministerios y comités estatales han sido abolidos (Elestado, 1998, p. 526).

La red de carreteras está concentrada principalmente en la parte del Norte y Estedel país. Los ferrocarriles unen Kazajstán con Rusia, y la mayor parte de sus líneasaéreas internacionales pasa por Moscú. Ambiciona extender la red de carreteras ydisminuir la dependencia de Rusia. Así ha establecido comunicación aérea directa conAlemania y extendido una línea ferroviaria hasta China (1992). Kazajstán tiene tam-bién algunos puertos en el mar Caspio. Aunque el número de visitantes a Kazajstáncrece, solamente pocos de ellos son turistas en el sentido estricto. Prevalecen visitasde negocio por representantes de compañías comerciales. Comparado a otros paísesdel Asia central, Kazajstán tiene relaciones bastante estrechas con Occidente. Nume-rosos represenantes de empresas extranjeras viven en Almaty.

El país está poblado escasamente. 60% de su población se concentra en ciudades(1.200.000 en Almaty, 300.000 en la capital Astana). El número relativo de kazajos hacrecido de 30% (1959) a 44,3% (1994). Hay muchos rusos (35,8%), seguidos deucranios (5,1%), alemanes (3,6%), uzbekos (2,2%), tártaros (2%) y otros (7%). Cuen-ta 14.000 refugiados venidos de Rusia, Tayikistán y Afganistán (1997). La emigraciónpor motivos socio-económicos y étnicos ha proseguido a un ritmo elevado (un 72% delos emigrantes se dirigen a Rusia, y un 18% hacia Alemania), totalizando en el perío-do 1992-1997 alrededor de 1.650.000 personas y provocando una baja absoluta de lapoblación de cerca de 200.000 personas en 1997 (El estado, 1998, p. 526).

Kazajstán fue adjudicado de parte a parte al Imperio Ruso durante los siglosXVIII-XIX, comenzando los colonistas rusos a apropiarse los terrenos de kazajosnómadas. La inmigración rusa iniciada en el siglo XIX llegó a su cumbre durante losdecenios soviéticos, sobre todo durante la ejecución del programa de colectivizaciónagrícola que causó la muerte de un millón de kazajos de vida nómada. En 1954-1960,a fines de la campaña de cultivo de tierras vírgenes, los rusos llegaron a dominar en lapoblación total (43%). A la abigarrada urdimbre étnica contribuyeron las deportacio-nes de alemanes, judíos, calmucos, tártaros crimeanos y otros minorías a Kazajstán,llevados a cabo en los años 1940. La ligera prevalencia de los kazajos, que ahora seobserva, se debe a su mayor crecimiento natural y a recientes inmigraciones de kazajosde los países vecinos. Sólo una parte de kazajos practica todavía la vida nómadatradicional. A pesar de todo, las tradiciones religiosas islámicas y la fidelidad a losvínculos familiares han permanecido fuertes.

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La tensión entre kazajos y rusos residentes en el país se ha agravado después dela independencia de Kazajstán, ya que a los rusos les disgusta la Constitución queprohibe la ciudadanía doble (de Kazajstán y de Rusia) y no se reconoce al ruso lacondición de lengua estatal. En 1993 se decidió trasladar la capital del Estado alKazajstán del Norte para asegurar de esta manera el control gobernamental sobrerusos que forman la mayoría de la población en dicha región. Están prohibidas lasinstigaciones de tensiones étnicas. El Gobierno ejerce un control riguroso sobre todainformación tocante a minorías étnicas. A pesar de que el kazajo es la lengua estatal,a falta de manuales en kazajo y por escasez de profesores kazajos, se enseña en rusoaún muchas disciplinas escolares.

Las reformas por implantar la economía de mercado deterioraron el nivel de viday agravaron el desempleo en Kazajstán. La política liberal en la economía causó unabrusca subida de precios de bienes de consumo. La vida siempre severa de muchoskazajos ha empeorado luego de la independencia del país. Los más sufridos han sidolos campesinos, gente paupérrima en Kazajstán. La pequeña capa de elite rica consistede burocracia ex-comunista enriquecida en el proceso de privatización, o de la paren-tela del presidente del Estado. El sistema de sanidad funciona mal, debido tanto a supoca accesibilidad como a su ineficacia. Muchos médicos se fueron a Rusia. Lasituación es francamente pésima entre campesinos que sufren de escasa asistenciamédica; debido a ello la mortalidad infantil en Kazajstán es la mayor del Asia central.Hay intentos de atraer inversiones extranjeras en el campo de la salud pública.

A pesar de todo, el país trata de continuar reformas por desarrollar la economíade mercado, atrayendo capitales privados y extranjeros. Asimismo se considera nece-sario mantener estrechas relaciones con la CEI y con Rusia en particular, no obstanteen ocasiones Moscú renueva el problema de los rusos en Kazajstán. La cuestión dederechos de la minoría alemana en Kazajstán ha conducido a relaciones más estrechastambién con Alemania. Ricas minas de Kazajstán atraen a inversionistas eventuales deEuropa, los EEUU y Asia. Rápidamente se han multiplicado los contactos con Coreadel Sur, por cuyo modelo de desarrollo económico se interesa mucho. Las relacionescon China son bastante frías, a causa de las reiteradas reclamaciones territoriales deésta sobre algunas partes de Kazajstán del Este.

Kazajstán dispone de ricos recursos de petróleo, gas natural, carbón mineral, oro,plata y uranio, y, asimismo, de cadmio y bismuto utilizable en la industria electrónica.En efecto, el beneficio de minas es la rama más importante de su economía. Leyesliberales fomentan inversiones extranjeras. Con la finalidad de extraer petróleo y gas enlos últimos tiempos se ha concluido diversos contratos con compañías extrnjeras. Lacompañía Chevron (EEUU) desde 1993 se unió al programa de explotación de yaci-mientos petrolíferos en Tenguiz, y, en cooperación con Rusia, comenzó en 1995 laextracción de petróleo y de gas en el mar Caspio. Kazajstán posee además ricas minasferríferas, pero se ve obligado de importar energía por disponer de instalaciones anticua-das e infraestructuras subdesarrolladas. Las empresas industriales por lo general funcio-nan ineficazmente. Para el año 2000 espera el logro de progresos en su economía y ensu independencia. Enormes cuidados demandan los daños causados al medio ambientepor la industria y la agricultura, sobre todo en las ciudades de regiones orientales y en

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los alrededores del mar de Aral. En 1991 grupos de protectores de la naturaleza lograronla suspensión de experimentos nucleares realizados durante 42 años en la región deSemei (Semipalatinsk), Kazajstán del Este. Como empeño por compensar los efectos dela caída de sus ingresos los campesinos han empezado a cultivar plantas narcóticas, enprimer lugar la adormidera, para combatirlo el Gobierno solicitó ayuda de la ONU. Seve precisado a confiarse en víveres importados, debido al desplome del sistema anterior,que desequilibró la economía, y los precios de artículos de primera necesidad, inclusiveun artículo tan importante como el pan, han experimentado alza.

Kazajstán exporta sus productos a Rusia (34%), a otros paises de la CEI (7%), ya la UE (19,4%), sobre todo a Gran Bretaña (6,9%), Alemania (5,5%) e Italia. Importade Rusia (42,6%), de otros países de la CEI (4,6%) y de la UE (27,6%) (1998), sobretodo de Alemania (8,6%), pero también de Turquía (4,1%), de China y de los EEUU(4,7%).

6. CONCLUSIONES

Pasado algún tiempo de la desintegración de un imperio renace por lo general unacooperación entre los países que fueron partes del mismo, basada en la afinidad delenguas y culturas. En tales casos el papel dirigente corresponde a la metrópoli del ex-imperio, que bajo el pretexto de colaboración ambiciona realizar su política neocolonialista.Las fuentes de cooperación en el mundo turco son diferentes, habida cuenta que losnuevos Estados turcos contemporáneos jamás se habían constituido dentro del ImperioOtomano turco. Por el contrario, la nación dominante del Estado Otomano formado enel Asia Menor y extendido desde allí, desciende de tribus que hace un milenio vinie-ron del Asia central y se mezclaron con pueblos locales mediterráneos. Por otra parte,los Estados de Eurasia interior y sus pueblos, para salir de su aislamiento, siempreaspiraron al logro de su propio acceso marítimo. Así, al analizar la cooperación entrelos Estados interiores y Turquía, hay que tener presente, entre otros factores, tambiénel hecho de que por tres de sus lados Turquía está bañada de mares.

Si bien Turquía no se ha acercado todavía completamente a los Estados de Euro-pa, aspira, sin embargo, ya desde hace más de un decenio a integrarse en la UE,habiendo adquirido suficiente experiencia en el ejercicio democrático. De ahí que suinterés por los pueblos emparentados y sus Estados en Eurasia interior debe de consi-derarse como favorable. Turquía tiene la posibilidad de pesar sobre aquellos Estadosislámicos en sentido propicio y evitar que caigan bajo el predominio de fanáticosfundamentalistas islámicos. Hasta ahora los mayores adelantos no lo han hecho niAzerbaiyán ni Turkmenistán, Estados más occidentales y más cercanos a Turquía, quepor sus tradiciones religiosas y por la vecindad de Irán están considerablemente influi-dos por él, sino los otros de la parte oriental del Asia central. Todos estos Estados sonasimismo miembros de la OSCE, por lo que en este punto los intereses de Turquía yde la OSCE parecen coincidir. Turquía es el Estado-puente por el cual se propaganhasta la lejana Asia central las ideas de la cultura democrática, nacidas alguna vez enlos países Mediterráneos y difundidas luego por toda Europa. A modo de recompensa

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Turquía recibe de allá materias primas y apoyo espiritual para desarrollar su culturapopular que de cierta manera ha caído en olvido. Así, la cooperación en el mundoturco sirve de buen ejemplo de relaciones mutuamente útiles entre “la Tierra coraza”(Heartland) y “la Tierra arraba” (Rimland), tenidos por antagonistas.

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ESCORRENTÍA Y EROSIÓN A LO LARGO DE UN GRADIENTECLIMÁTICO-ALTITUDINAL AFECTADO POR EL PASTOREOEN EL DESIERTO DE JUDEA

ARTEMI CERDÀ* Y HANOCH LAVEE**

Aceptado: 21-IX-99. BIBLID [0210-5462 (1999); 29: 27-50].

PALABRAS CLAVE: Desierto, gradiente climático, usos del suelo, hidrología, erosión.KEY WORDS: Desert, climatic gradient, use of the card, hidrology, erosion.MOT CLEFS: Desert, gradient climatique, ocupation des sols, hidrologie, érosion.

RESUMEN

Los suelos del Desierto de Judea generan rápidos encharcamientos y abundantes escorrentías,lo que es debido a las ínfimas tasas de infiltración y a curvas de escorrentía de gran pendienteque alcanzan súbitamente las tasas máximas ante chaparrones simulados de 50,36 mm h-1 deintensidad y 45 minutos de duración.Se ha comprobado que el clima determina las característi-cas de los suelos y el comportamiento de los procesos geomorfológicos. A lo largo del gradienteclimático estudiado las tasas de infiltración decrecen con la precipitación, mientras que lasescorrentías, la salinidad de éstas y las pérdidas de suelo aumentan. Además del clima, el usoantrópico influye drásticamente en la respuesta del suelo ante la lluvia. Así, la influencia delclima se ve alterada por el sobrepastoreo, ya que éste modifica la composición florística, lacubierta vegetal y las costras superficiales, con lo que se favorece la erosión del suelo.

ABSTRACT

The soils of the Judean Desert generate quick ponding and runoff (%), which is due to thelow infiltration rates and runoff curves with high angle, reaching suddenly the maximum ratesin front of simulated thunderstorms of 50,36 mm h-1 of intensity and 45 minutes of duration. Itis prove that climate determine the soil characteristics and the behaviour of the geomorphologicalprocesses. Along the climatological gradient the infiltration rates decrease with the precipitation,meanwhile the runoff, the salinity of the runoff and the soil losses magnify. Moreover theclimate, the land use determines clearly the soil response to the rain. Thus, the influence of theclimate is alterated by the overgrazing, inasmuch this results in modifications of the floristiccomposition, vegetation cover and the surficial crust, and as a consequence in soil erosion.

* Departament de Geografia. Universitat de València. 22060, 46080-València* Centro de Investigaciones sobre Desertificación-CIDE (CSIC, Univ. de València, Generalitat Valenciana).

Camí de la Marjal, s/n, 46470 - Albal, València. , [email protected]** Department of Geography. Bar-Ilan University. 52900, Ramat-Gan, Israel

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RÉSUMÉ

Les sols du Désert de Judée donnent lieu à de rapides inondations et à un ruissellementabondant, à cause des taux infimes d’infiltration et des courbes de ruissellement ayant une penteprononcée qui atteignent subitement les taux maxima lors de pluies simulées de 45 minutes etde 50,36 mm h-1 d’intensité. Nous avons constaté que le climat détermine les caractéristiquesdes sols et le comportement des processus géomorphologiques. Tout au long du gradient climatiqueétudié, les taux d’infiltration diminuent avec la précipitation, alors que les eaux de ruissellement,la salinité de ces dernières et les pertes de sol augmentent. Outre le climat, l’activité humaineinfluence drastiquement la réponse du sol à la pluie. Ainsi, l’influence du climat se voit altéréepar le surpâturage, étant donné que celui-ci modifie la composition florale, le couvert végétal etles croûtes superficielles, et favorise de ce fait l’érosion du sol.

1. INTRODUCCIÓN

En las zonas semiáridas el agua es un agente modelador de primera magnituddebido a la intensidad de las lluvias y al reducido desarrollo de los suelos, lo que dalugar a una gran actividad de los procesos geomorfológicos superficiales, especial-mente la arroyada (YAIR, A. y LAVEE, H. 1985). A pesar de la importancia de losprocesos de erosión hídrica existe poca información sobre ellos. Se desconocen losfactores, los mecanismos básicos de transformación de la lluvia en escorrentía, yexisten actualmente muy pocas mediciones de procesos básicos como es la infiltra-ción, generación de escorrentía y pérdida de suelo (THORNES, J.B. 1994).

Junto a la litología, el clima es uno de los principales factores de los procesosedáficos y geomorfológicos. Ello es debido a que las tasas de meteorización y eldesarrollo de la vegetación están directamente determinadas por la disponibilidad deagua y por la temperatura. En los ecosistemas semiáridos o áridos, caracterizados portemperaturas elevadas (desierto cálido) y por la falta de precipitaciones, cambios enambas variables deben modificar el funcionamiento del ecosistema. Ello comportaráalteraciones en los procesos geomorfológicos, sus tasas de actuación y por lo tanto enla dinámica del sistema fluvial y en las formas terrestres.

Además, conocer el efecto del clima sobre los procesos naturales puede servirnospara predecir el efecto del posible cambio climático (LAVEE et al., 1991), el cualtendrá efectos importantes sobre los procesos geomorfológicos (EYBERGEN, F. A. yIMESON, A. C., 1989). El objetivo de este trabajo es discernir las relaciones entre elclima y las tasas de actuación de los procesos geomorfológicos, centrando el estudiosobre la arroyada superficial y sus características.

2. ÁREA DE ESTUDIO

El desierto de Judea comprende una amplia franja del actual territorio de Israel(Territorios Ocupados) situado entre el mar Muerto al este y las montañas de Jerusalénal oeste. Las zonas sur del desierto de Judea, las más áridas, entran en contacto sin

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solución de continuidad con el desierto del Negev, mientras que al norte las montañasde Galilea y los altos del Golán delimitan claramente este espacio geográfico. Existeun claro gradiente climático de norte a sur debido a la latitud, y de oeste a este por laaltura y lejanía al mar Mediterráneo. En el primer caso, la reducción de las precipita-ciones y el aumento de las temperaturas y tasas de evapotranspiración son evidenteshacia el sur, pero esos cambios son más marcados de oeste a este.

La reducción de altura desde las montañas de Jerusalén (650 m) hasta el marMuerto (-400 m) fruto de una fosa tectónica (rift valley), supone cambios drásticosen las precipitaciones (de 620 a 100 mm anuales) (ver tabla 1 y figura 3). De estegradiente altitudinal se han seleccionado tres zonas de estudio: Kalia, Mishor Aduminy Ma’ale Adumin, las cuales tienen características semejantes –litología, uso antrópico,latitud, etc–, representativas del desierto de Judea, pero el clima es ligeramentedistinto. La mayoría de las precipitaciones tiene su origen en las masas húmedasprovenientes del Mar Mediterráneo, por lo que debido al efecto foëhn la precipita-ción se produce en la zona de barlovento de las montañas de Jerusalén, la situadaentre el mar y ésta ciudad. La vertiente de barlovento, localizada entre Jerusalén y elMar Muerto, reciben muy pocas precipitaciones y éstas descienden hacia el interiordel continente asiático. Además del descenso en los volúmenes de lluvia, el origende ésta es distinto, aumentando las precipitaciones convectivas hacia oriente y lasfrontales hacia occidente.

El paisaje está caracterizado por una muy baja cubierta vegetal, laderas escarpa-das, suelos poco desarrollados, y cubiertas de fragmentos de roca importantes. Lalitología está dominada por las calizas, aunque también se encuentran margas en lazona más cercana al mar Muerto, sobre las que se desarrollan abundantes cárcavas(Yair et al., 1980). En cada una de las zonas de estudio se seleccionó una ladera deorientación sur y pendientes medias de 10º donde se construyeron seis parcelas de0,24 m2 en las superficies más representativas. Al contrario que sobre litologías blan-das, en las laderas sobre calizas del desierto de Judea no existen regueros, pero sicostras y fragmentos de rocas. El clima se caracteriza por las reducidas precipitacio-nes (100-330 mm). El invierno es la estación más húmeda, aunque también puedenproducirse chaparrones convectivos durante el verano. La temperatura media anual esde 21º y las heladas nocturnas son prácticamente inexistentes. La vegetación estácompuesta básicamente por pequeños matorrales y herbáceas.

La composición florística es distinta en cada zona de estudio. En Kalia la asocia-ción dominante es Zygophyllum dumosum-Reaumuria hirtella. Otras especies impor-tantes son Salsola vermiculata, Gymnocarpos decander, Pteranthus dichotomus, Medicagolaciniat y Plantago ovata. Las especies dominantes en Ma’ale Adumin son Sarcopoteriumspinosum, Phlomis Brachodo, Filago sp., Plantago coronopus y Asphodelous microcarpus,mientras que Mishor Adumin son Anabasis articulata, Halogetan alopecuroides, Salsolavermiculata, Reamuria hirtella y Anagalis arvensis.

Las parcelas fueron seleccionadas en la parte media de las laderas sur con el finde hacer que los resultados sean comparable entre ellos y con otros estudios (LAVEE,H. et al., 1991; CERDÀ, A. y LAVEE, H. 1994). La textura es arcillo-limosa en Kalia,aumentando las arenas en las zonas más húmedas. La estabilidad de los agregados esreducida, especialmente en la zona de Mishor Adumin y Kalia, donde el 50% de los

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FIGURA 2.LOCALIZACIÓN DE LA ZONA DE ESTUDIO

FIGURA 1.LOCALIZACIÓN DE LA ZONA DE ESTUDIO

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agregados no resisten más de 30 impactos de gotas. El contenido en materia orgánicaes bajo, aumentando desde Kalia a Ma’ale Adumin. El pH y la conductividad eléctricadel suelo (pasta saturada) se reduce con el aumento de la precipitación (tabla 2). Todasestas características confirman la existencia de un gradiente en las características delos suelos, el cual está claramente relacionado con el clima (LAVEE, H. et al., 1994).

Pero, si bien la presión del pastoreo en todo el desierto de Judea es muy alta, enMishor Adumin alcanza su máxima expresión. La cubierta vegetal en Mishor Aduminy Ma’ale Adumin es más reducida de lo esperado para precipitaciones que alcanzanlos 300 mm, lo que sin duda está directamente relacionado con el sobrepastoreo de lazona desde hace milenios.

FIGURA 3.CROQUIS DE LA SITUACIÓN DE LAS ZONAS DE ESTUDIO, E INFLUENCIA DE ÉSTA SOBRE EL

CLIMA: PRECIPITACIÓN (mm) Y TEMPERATURA (ºC) MEDIA ANUAL

TABLA 1.PRINCIPALES CARACTERÍSTICAS DE LAS ZONAS DE ESTUDIO

Zonas de estudio Altitud Precipitación Temperaturam mm ºC

Kalia -70 100 23Ma’ale Adumin 230 260 20Mishor Adumin 330 330 19Media 163 230 21

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Las zona donde se ha realizado el estudio forma parte de una amplio proyecto deinvestigación en el cual se están investigadondo los efectos del clima y el futurocambio climático sobre la dinámica de los ecosistemas Mediterráneos (LAVEE, H. etal., 1991; 1994; ERMES, 1995), aunque el impacto antrópico y sus consecuenciastambién son tenidas en cuenta.

3. EXPERIMENTOS CON LLUVIA SIMULADA

El simulador de lluvia utilizado es del tipo pulverizador, siendo el tamaño de lasparcelas de 0,24 m2, aunque el área humectada es superior a 1 m2 (ver figuras 4 y 5).La lluvia simulada siempre se ha producido con agua desionizada debido a la impor-tancia de las sales en la generación de la escorrentía en este tipo de suelos (Shainberg,I. et al., 1981; Imeson, A.C. y Verstraten, J.M., 1988).

Los experimentos consistieron en chaparrones de una intensidad de 50,36 mm h-1

mantenida durante 45 minutos. En todos los casos, se pretendía alcanzar la infiltraciónfinal estable con el fin de conocer este parámetro, así como la curva de escorrentía en sutotalidad. El caudal se midió a intervalos de un minuto y al menos cada 10 se tomaronmuestras con el fin de conocer la concentración de sedimentos de la arroyada, la salinidady las tasas de erosión. En cada parcela se ha medido al menos cuatro veces estasvariables a intervalos regulares. La conductividad eléctrica de la escorrentía se midiódirectamente en el campo tras el filtrado de ésta. Ello permite conocer la salinidad de laescorrentía en distintas fases del hidrograma. Las variaciones temporales de la concen-tración de sedimentos (TCs) y la conductividad eléctrica (TCe) se han estimado a partirdel ajuste de ecuación del tipo y = a + b (x), mostrando el parámetro b la tendenciapositiva o negativa de estas variables. Una detallada explicación de la metodología y eltratamiento de los datos se puede encontrar en Cerdà, A. (1993a; 1993b; 1995).

Al final de los experimentos –una hora después del inicio de la lluvia– se midieronlos frentes de humedad y se tomaron muestras de suelo con el fin de determinar lahumedad del suelo a dos profundidades: 0-2 y 4-6 cm. También se tomaron muestrasantes del experimento para conocer la situación previa. Los experimentos se realizarondurante la época de lluvias, en concreto, durante el mes de Diciembre de 1993.

TABLA 2.TEXTURA EN LA CAPA SUPERFICIAL DEL SUELO (0-2 cm),

CONDUCTIVIDAD ELÉCTRICA (CE), PH Y MATERIA ORGÁNICA (OM)EN CADA UNA DE LAS ZONAS ESTUDIADAS

Zonas de Estudio Arena Limo Arcilla EC pH OM(%) (%) (%) (mmoh cm-1) (%)

KALIA 15,25 43,25 40,50 2,12 7,55 1,38MISHOR ADUMIN 23,50 49,25 27,25 1,60 7,30 2,33MA’ALE ADUMIN 32,00 39,00 29,00 1,37 7,20 4,19

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FIGURA 4.VISTA DEL SIMULADOR DE LLUVIA EN LA ZONA DE KALIA

La curva de escorrentía medida en el campo ha sido modelizada mediante laecuación de Horton (1940):

i= fc - (fo - fc) eαλ

Donde: i = tasa de infiltración instantáneafc = infiltración final o constantefo = infiltración inicialt = tiempo

α = decaimiento exponencial de la tasa de infiltración instantánea

En cada una de las dos zonas la estrategia de muestreo consistió en la selecciónde seis superficies representativas de los suelos del Desierto de Judea, sobre las cualesse realizó un experimento de las características antes mencionadas: K1, K2, K3, K4,K5, y K6 en Kalia; M1, M2, M3, M4, M5 y M6 en Mishor Adumin; y A1, A2, A3, A4,A5 y A6 en Ma’ale Adumin.

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FIGURA 5.VISTA DE UNA DE LAS PARCELAS (KAL04)

4. RESULTADOS

4.1. Características de los suelos

Los suelos del desierto de Judea han sido clasificados como litosoles o aridisoles.En todos los casos son poco profundos, el horizonte A está poco desarrollado, aunqueel horizonte AC puede alcanzar incluso 20-30 cm de espesor (Fig. 6). Hay una clararelación entre la precipitación media anual y la profundidad del suelo, ya que en Kalia

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es de 12 cm (9-16 cm), mientras que en Mishor Adumin es de 25 cm (4-25 cm) y enMa’ale Adumin de 27 cm (25-27 cm). Respectivamente las lluvias medias anuales son100, 260 y 330 mm.

La microtopografía de las laderas hace que exposición y pendiente varíen entre125º y 200º, y 3º y 14º, respectivamente, cuando se trata de parcelas individuales. Encuanto a valores medios de cada zona de estudio las variaciones son insignificantes:172º-185º en la exposición y 6º-10º en la pendiente (ver tabla 1).

Tanto la cubierta de líquenes como la de musgos es mayor que la de plantas,aunque en general se produce un aumento de las plantas en las zonas más húmedascon un decrecimiento de musgos y especialmente líquenes. La zona intermedia siem-pre mantiene un comportamiento dispar a la tendencia general, lo que es debido alafecto de sobrepastoreo. Ello explica una mayor presencia de líquenes, menos mus-gos, muy poca vegetación (2%) y que ésta tenga una altura insignificante (1 cm). Lazona más árida, Kalia, es la que recibe un menor impacto del pastoreo debido a sureducida productividad. La suma de la cubierta de musgos, líquenes y plantas ofreceuna tendencia muy clara: aumenta desde el Mar Muerto hasta Jerusalén. En MishorAdumin, esta cubierta es muy elevada debido al desarrollo de los líquenes, estando lasplantas mucho menos representadas que en Ma’ale Adumin (ver tabla 3 y figura 7).

La pedregosidad del suelo es muy elevada, como es típico de los suelos desérticos.Si en Mishor Adumin la cubierta es menor, es debido a que uno de los impactosinmediatos del sobrepastoreo es la agrupación de las piedras. El paso del ganado haceque los fragmentos de rocas se reúnan y ocupen menos superficie, lo que reduce la

FIGURA 6.PERFIL TIPO DE LOS SUELOS DEL DESIERTO DE JUDEA.

EL EJEMPLO PROCEDE DE LA ZONA DE MA’ALE ADUMIN (A6)

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TABLA 3.CARACTERÍSTICAS DE LAS SUPERFICIES ESTUDIADAS:Exposición (Exp), Pendiente (Pen), cubierta de Líquenes (Liq),Musgos (Mus) y Plantas (Pla), Altura de la vegetación (Ave),

cubierta de Fragmentos de rocas (Pie) y Profundidad del suelo (Prs)

Parcelas Exp Pen Liq Mus Pla Alv Pie Prs(º) (º) (%) (9) (%) cm (%) cm

Kalia

K1 175 12 35 20 0 0 15 10

K2 180 3 0 0 10 4 85 16

K3 185 11 45 20 2 7 20 14

K4 190 11 30 30 0 0 15 12

K5 180 10 0 0 0 0 90 9

K6 200 14 0 0 1 4 95 10

Media 185 10,17 18,33 11,67 2,17 2,5 53,33 11,83

Mishor Adumin

M1 180 2 0 0 0 0 60 25

M2 185 10 0 0 0 0 65 24

M3 185 4 0 0 0 0 25 4

M4 125 9 25 45 2 1 5 23

M5 175 5 80 0 1 0,5 20 10

M6 180 3 80 0 10 3 20 12

Media 171,67 5,5 30,83 7,5 2,17 0,75 32,5 24,83

Ma’ale Adumin

A1 180 10 30 30 5 1 30 35

A2 190 7 20 20 5 1 25 25

A3 180 3 5 3 2 1 70 30

A4 185 8 2 0 20 5 80 23

A5 190 10 1 0 5 3 80 21

A6 186 8 30 30 20 7 20 26

Media 185,17 7,67 14,67 13,83 9,5 3 50,83 26,67

cubierta real de piedras. Normalmente las piedras ocupan el 50% de la superficie,excepto en Mishor Adumin donde es ligeramente menor 33%.

4.2. Respuesta hidrológica. Cambios producidos por la lluvia

La humedad previa del suelo es muy reducida. En término medio las zonas conmayores precipitaciones tienen suelos con niveles de humedad ligeramente mayores(Fig. 8). Después del experimento, la humedad del suelo aumenta en todos los casos y

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se mantiene esta relación positiva con la precipitación media anual. Es de destacar quela penetración del frente de humedad fue muy reducido, de ahí que en muchos casosno se produjeran cambios a profundidades mayores a 4 cm, y que la humedad seamucho menor que en la superficie (0-2 cm).

La lluvia produce una respuesta inmediata en los suelos del desierto de Judea. Enprimer lugar aparece un encharcamiento muy rápido. En Kalia fue medido después de46 segundos en término medio, mientras que en Mishor Adumin fue de 1’ 21’’ y enMa’ale Adumin de 1’ 43’’. Un minuto después del inicio del encharcamiento se producela escorrentía en la parcela, y entre 30’’ y 40’’ después la escorrentía alcanza la salida dela parcela, iniciándose el hidrograma. Tan sólo en la zona de Mishor Adumin se produceuna más rápida transformación del encharcamiento en escorrentía (tabla 4).

Se observa una tendencia en la relación entre la precipitación media anual y larespuesta del suelo ante la lluvia (Fig. 8). Cuanto más árida es la zona los suelosproducen encharcamientos más rápidos, estos se convierten en escorrentía muy prontoy el hidrograma se inicia antes. En la zona más húmeda, Ma’ale Adumin, el encharca-miento se produce 1’ 30’’ más retrasado que en Kalia, la zona más árida. También elinicio de la escorrentía en el colector es más retrasada en la zona más húmeda, enconcreto 1’ 14’’ más tarde que en Mishor Adumin.

La respuesta de los suelos del desierto de Judea es tan rápida ante la lluvia queincluso menos de 1 mm de precipitación genera encharcamientos. Además, la escorrentíaalcanza el colector con menos de 2 mm en Kalia y Mishor Adumin y con 2,25 mm enMa’ale Adumin (ver parámetro Vte en la tabla 4).

FIGURA 7.INFLUENCIA DE LA PRECIPITACIÓN SOBRE LA PROFUNDIDAD DEL SUELO

Y LA CUBIERTA TOTAL(Plantas + Líquenes + Musgos + Altura de las plantas)

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TABLA 4.HUMEDAD DEL SUELOS ANTES Y DESPUÉS DE LOS EXPERIMENTOS A DOS PROFUNDIDADES:0-2 cm y 4-6 cm. Tiempo de encharcamiento (tp), de escorrentía en superficie (ts), de su medición en la salida

de la parcela (te) y volumen de lluvia necesario para producir escorrentía fuera de la parcela (Vte)

Humedad del suelo (%)Parcelas Antes Después tp ts te vte

(0-2 cm) (4-6 cm) (0-2 cm) (4-6 cm) mm

KaliaK1 4,08 3,09 15,32 13,73 0’ 20’’ 1’ 06’’ 1’ 17’’ 0,98K2 4,39 2,63 14,01 3,07 0’ 40’’ 2’ 10’’ 2’ 40’’ 1,83K3 4,34 1,80 20,00 4,11 0’ 50’’ 1’ 10’’ 2’ 00’’ 1,57K4 3,56 9,96 25,10 21,80 0’ 25’’ 1’ 04’’ 1’ 50’’ 1,46K5 4,41 2,38 13,23 5,18 1’ 10’’ 2’ 00’’ 4’ 00’’ 3,07K6 3,65 2,06 14,84 2,69 1’ 10’’ 2’ 25’’ 2’ 45’’ 1,81Media 4,07 3,65 17,08 8,43 0’ 46’’ 1’ 39’’ 2’ 26’’ 1,79

Mishor AduminM1 4,26 5,73 18,12 5,72 0’ 50’’ 1’ 10’’ 2’ 15’’ 1,83M2 3,27 6,41 22,63 12,80 1’ 10’’ 1’ 35’’ 2’ 10’’ 1,85M3 2,87 4,70 29,23 22,92 1’ 40’’ 2’ 10’’ 2’ 25’’ 1,95M4 5,20 4,74 24,66 5,82 1’ 23’’ 2’ 05’’ 2’ 26’’ 1,35M5 7,88 3,79 26,67 20,75 0’ 40’’ 1’ 00’’ 1’ 35’’ 1,27M6 6,37 6,63 24,87 11,37 0’ 40’’ 1’ 05’’ 1’ 32’’ 1,07Media 4,97 5,33 24,36 13,23 1’ 21’’ 1’ 31’’ 2’ 03’’ 1,55

Ma’ale AduminA1 3,88 4,74 28,55 21,17 2’ 30’’ 3’ 00’’ 3’ 10’’ 2,33A2 3,27 6,41 25,06 7,16 2’ 10’’ 2’ 30’’ 2’ 40’’ 2,17A3 2,87 4,74 16,50 6,51 1’ 30’’ 2’ 10’’ 2’ 30’’ 2,01A4 6,40 9,24 20,35 8,68 1’ 21’’ 2’ 45’’ 3’ 50’’ 2,52A5 7,08 11,88 19,83 14,25 1’ 22’’ 3’ 50’’ 4’ 33’’ 2,00A6 11,67 12,12 40,25 23,63 1’ 30’’ 2’ 40’’ 3’ 00’’ 2,50Media 5,86 8,19 25,09 13,57 1’ 43’’ 2’ 49’’ 3’ 17’’ 2,25

4.3. Respuesta hidrológica. Hidrogramas y balances

La característica definitoria de los suelos del desierto de Judea es la elevada escorrentía.Un ejemplo de ello es que de los 37,8 mm precipitados durante el experimento, unamedia de 28,7 mm se transforman en escorrentía. La escorrentía media es de 38,8, 43,44y 32,5 mm h-1 respectivamente para Kalia, Mishor Adumin y Ma’ale Adumin.

En cuanto al coeficiente de escorrentía siempre es muy alto, variando entre 48y 94%. Por zonas, obviamente se repite lo visto anteriormente: Mishor Adumin es lazona con mayores pérdidas de agua (90% de la precipitada), seguido por Kalia(81%) y Ma’ale Adumin (74%). En cuanto al coeficiente de escorrentía después detreinta minutos de lluvia (Rc30) se mantiene la misma tendencia. Además, a pesardel reducido volumen de lluvia (25 mm) y con sólo 30 minutos de precipitación los

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coeficientes de escorrentía son muy altos (77, 87 y 63% respectivamente para Kalia,Mishor Adumin y Ma’ale Adumin). Se rompe por lo tanto la tendencia vista ante-riormente con parámetros como el tiempo de encharcamiento (tp) y la humedadprevia y posterior al experimento, los cuales eran directamente influidos por elgradiente climático. En cambio, el tiempo de inicio de la escorrentía (ts) y sumedición en el colector (te) se produce antes –y sus volúmenes son mayores– en lazona de Mishor Adumin que en la zona más árida, Kalia.

El balance hidrológico en los suelos del desierto está básicamente controlado porla tasa de infiltración final estable. Así los suelos de la zona de Mishor Adumin tienenlas tasas más reducidas: 1,65 mm h-1, mientras que Ma’ale Adumin alcanza los 12,5mm h-1, quedándose Kalia en una situación intermedia (6 mm h-1). Esto determina quedespués de 30 (Vi30) ó 60 (Vi60) minutos los volúmenes de infiltración sean ínfimos.En concreto, en Mishor Adumin la infiltración es de 3,3, y 4,2 mm después de 30 y 60minutos respectivamente. En Kalia estos mismos parámetros son de 5,9 y 8,8 mm, yen Ma’ale Adumin de 9,2 y 15,2 mm.

Las formas de las curvas de escorrentía se caracterizan por un inicio casi inme-diato, ser muy abruptas y alcanzar la tasa final estable muy rápidamente. Las dife-rencias entre zonas son insignificantes cuando se comparan los valores medios,aunque cuanto más árida es la zona menor es la pendiente de las curvas de escorrentía.Esto es poco lógico si se compara con los resultados de otros trabajos (Cerdà, A.,1993a), influyendo en este comportamiento curvas hidrofóbicas como la del experi-mento A6 en Ma’ale Adumin (ver tabla 4 y figuras 10, 11 y 12).

FIGURA 8.INFLUENCIAS DE LA PRECIPITACIÓN SOBRE LA HUMEDAD DEL SUELO.

Antes y después del experimento con lluvia simulada (45 minutos a una intensidad 50,36% mm h-1) y a dosprofundidades distintas (0-2 cm y 4-6 cm)

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4.4. Respuesta erosiva. Pérdida de sedimentos

Los suelos del desierto de Judea presentan respuestas hidrológicas muy dispares. Enprimer lugar la zona más árida y la más húmeda –Kalia y Ma’ale Adumin– se caracterizanpor ser poco erosionables. En concreto, las concentraciones de sedimentos son de 0,77 y

FIGURA 10.HIDROGRAMAS DE LOS SEIS EXPERIMENTOS REALIZADOS

CON LLUVIA SIMULADA EN KALIA.Escorentía y precipitación (mm h-1), concentración de sedimentos (g l-1) y evolución de la conductividad

eléctrica de la escorrentía (µs)

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FIGURA 11.HIDROGRAMAS DE LOS SEIS EXPERIMENTOS REALIZADOS

CON LLUVIA SIMULADA EN MISHOR ADUMIN.Escorentía y precipitación (mm h-1), concentración de sedimentos (g l-1) y evolución de la conductividad

eléctrica de la escorrentía (µs)

0,59 g l-1, en valores medios. La capacidad de estos suelos de mantenerse estables ante lalluvia es tal que, incluso con las altas tasas de escorrentía generadas, los sedimentosperdidos por arroyada durante 45 minutos de lluvia a 50 mm h-1 de intensidad son tan sólode 5,6 g en Kalia y de 3,46 g en Ma’ale Adumin. En concreto el peso de los sedimentoserosionados durante los experimentos nunca supera los 8 g y en un caso es inferior a 1 g.

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FIGURA 12.HIDROGRAMAS DE LOS SEIS EXPERIMENTOS REALIZADOS

CON LLUVIA SIMULADA EN MA’ALE ADUMIN.Escorentía y precipitación (mm h-1), concentración de sedimentos (g l-1) y evolución de la conductividad

eléctrica de la escorrentía (µs)

La gran estabilidad de los suelos se debe a las costras físicas, químicas y biológicas juntoa la cubierta de piedras que protegen el suelo hasta el punto de que las tasas de erosión sonde 30 g m2 h-1 en Kalia y de 18,6 g m2 h-1 en Ma’ale Adumin.

Los suelos de Mishor Adumin se comporta en estos aspectos de una forma total-mente distinta. Esto se debe a que las tasas de escorrentía son mayores que en el resto

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de las zonas (10-20% mayores) y sobretodo a que los suelos son mucho más erosionables.Incluso, la concentración de sedimentos en la escorrentía puede alcanzar hasta los 10g l-1, los sedimentos totales (Sy) los 80 g y la tasa de erosión superar en una ocasiónlos 400 g m2 h-1.

4.5. Respuesta erosiva. Solutos y tendencias temporales de la erosión

Además de la pérdida de suelo por la erosión de sedimentos, la arroyada transportasolutos. Los resultados demuestran que a escala de 55 cm –diámetro de la parcela– seproduce una muy baja contribución a la pérdida de suelo por parte de los solutos. Laconductividad eléctrica de la escorrentía varía a nivel de parcela entre 116 y 44µS. Entrezonas de estudio varía de 84 a 69µS. En concreto hay una clara tendencia descendentede la salinidad de la escorrentía desde la zona más árida a la más húmeda (ver tabla 5 yFig. 13). Esto está claramente relacionado con la mayor acumulación de sales en la zonacon menor precipitación, así como un mayor lavado en la más húmeda.

La evolución temporal de la pérdida de suelo hace referencia a los cambios enla concentración de sedimentos (TSc) y de solutos (TCs) durante el experimento.Ambos comportamientos son muy variables, tanto entre zonas de estudio comoentre parcelas, pero en término medio y en cada zona de estudio el comportamien-to indica tendencias de gran interés. La concentración de sedimentos es negativaen Kalia y Ma’ale Adumin. En ambos casos la reducción es de -0,02. En cambioen Mishor Adumin se produce un aumento de +0,02. Esto indica que con el pasodel tiempo y el aumento y posterior estabilización del caudal se produce una

FIGURA 13.RELACIÓN ENTRE LA PRECIPITACIÓN MEDIA ANUAL Y LOS COEFICIENTES DE ESCORRENTÍA

(CE), TASAS DE EROSIÓN Y CONDUCTIVIDAD ELÉCTRICA DE LA ESCORRENTÍA EN ELDESIERTO DE JUDEA

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reducción de los sedimentos disponibles de ser erosionados en los dos primeroscasos, mientras que en Mishor Adumin el suministro de sedimentos es lo suficien-temente elevado como para mantener concentraciones de sedimentos y tasas deerosión cada vez mayores.

La salinidad de la escorrentía decrece en todas las zonas de estudio, y sóloexcepcionalmente aumenta en algunas de las parcelas. Este decrecimiento es muchomás acusado en Kalia –la zona más árida– que en Ma’ale Adumin y en MishorAdumin (ver tabla 5 y figuras 10, 11 y 12).

5. DISCUSIÓN

En los ecosistemas semiáridos los suelos están sometidos a estrictos controles am-bientales, los cuales limitan y condicionan su desarrollo. Esencialmente, son las altas tasasde evaporación y la reducida humedad ambiental las que determinan que las tasas de

TABLA 5.PARÁMETROS HIDROLÓGICOS.

Escorrentía media (Ar), Coeficiente de escorrentía (Rc), Exponente de la ecuación de Horton(α, pendiente de la curva de infiltración), tasa de infiltración final estable (fc),

volumen de lluvia infiltrada (Vi) a diferentes escalas temporales: hasta el minuto 30 (Vi30)y hasta el minuto 60 (Vi60), y coeficiente de Escorrentía hasta el minuto 30 (Rc30)

PARCELAS Ar Rc fc α Vi30 Vi60 Rc30mmh-1 (%) min-1 mm h-1 mm mm (%)

KaliaK1 42,02 87 1,02 4,96 3,74 6,22 85K2 42,21 88 0,61 2,85 4,06 5,49 84K3 41,63 86 0,41 2,95 4,50 5,98 82K4 40,79 85 0,90 5,31 4,41 7,07 82K5 33,38 69 0,42 10,53 8,91 14,18 65K6 32,96 68 0,19 9,58 9,55 14,36 62Media 38,83 81 0,59 6,03 5,86 8,88 77

Mishor AduminM1 45,31 94 0,97 0,07 2,32 2,36 91M2 43,80 91 0,54 0,84 3,36 3,79 87M3 44,74 93 0,65 -0,14 2,75 2,68 89M4 39,67 82 0,27 3,97 5,69 7,68 77M5 43,09 89 1,18 3,34 3,09 4,76 88M6 44,03 91 0,68 1,81 2,72 3,62 89Media 43,44 90 0,72 1,65 3,32 4,15 86,83

Ma’ale AduminA1 35,32 73 0,32 8,41 7,99 12,19 68A2 39,64 82 0,97 5,77 5,17 8,06 79A3 44,08 91 1,18 1,50 2,96 3,71 88A4 24,12 50 0,31 21,41 13,50 24,21 46A5 23,14 48 0,13 19,39 14,64 24,45 42A6 28,70 60 1,51 18,39 10,93 20,12 57Media 32,50 67,33 0,74 12,48 9,20 15,46 63,33

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actuación de los procesos formadores de suelo sean muy reducidas. Además, las condicio-nes semiáridas favorecen tasas de erosión elevadas y en general sistemas morfogenéticosmuy activos (COOKE, R. U. et al., 1993; ABRAHAMS, A. D. y PARSONS, A. J. 1994).

Las anteriores características se han confirmado en este trabajo. Además, se ha com-probado que los suelos mantienen muy reducidos niveles de humedad en el suelo inclusoen el periodo de lluvias, que el encharcamiento y las escorrentías se inician en los prime-ros minutos de lluvia, que las tasas de infiltración final estable son muy bajas (incluso 0mm h-1), que las escorrentías pueden superar el 90% de la lluvia y que las tasas de erosiónson elevadas. Esto último debe ser matizado ya que las costras superficiales –muchas deellas biológicas– y la pedregosidad superficial favorecen que la erosionabilidad de estossuelos se reduzca, y que a escala de parcela las escorrentías sean relativamente límpias.

Teóricamente, en los ecosistemas áridos o semiáridos, un aumento de lasprecipitaciones y la reducción de las temperaturas debe dar lugar a una mejora enlos suelos. Esto implicaría suelo más vegetados, más porosos y con mayor activi-dad biológica, y por lo tanto mayores aptitudes para la infiltración y retención deagua, menores escorrentías y pérdidas de suelo, etc. Este comportamiento teóricose ve reflejado en todos los parámetros cuando sólo se tienen en cuenta los dosextremos: la zona húmeda de Ma’ale Adumin y la zona árida de Kalia (Fig. 13).En este sentido se observa que la modificación del clima supone cambios en lossuelos y por lo tanto en el ecosistema en general, lo que confirma al clima comoel factor determinante de los procesos edáficos y geomorfológicos. Incluso sepueden inferir algunas implicaciones del efecto del previsto cambio climáticosobre el funcionamiento de los ecosistemas (EYBERGEN, F. A. y IMESON, A. C.1989; LAVEE, H. et al., 1991). Un aumento de la temperatura y de la aridez en lacuenca Mediterránea (WINGLEY, T.M.L., 1988) supondrá un descenso de la cu-bierta vegetal, cambios en la composición florística y estructura de las comunida-des vegetales y, como se intuye a partir de los resultados aquí presentados, unaumento de las tasas de erosión y escorrentía, descenso de la infiltración y sueloscon una mayor acumulación de sales, y menor materia orgánica que, obviamente,generaran escorrentías con mayor carga de solutos. En el caso del sudeste español–afectado por procesos de desertificación y desertización– el problema es tambiéngrave como han apuntado distintos autores (CANTÓN, 1999; CERDÀ, 1999; FERRÉ,1997; SOLÉ et al., 1997)

Cuando se analizan las tres zonas de estudio en conjunto se comprueba que notodos los parámetros mantienen comportamientos determinados por el clima. Esto esdebido a que el impacto antrópico ha afectado la zona de estudio a dos escalas tempora-les distintas. Por una parte el ecosistema natural del desierto de Judea empezó a sufrirdesde hace milenios la pérdida de su estabilidad a causa del pastoreo. Esto ha favorecidoel empobrecimiento de los suelos, el aumento de las costras, la degradación de la floray la reducción de la cubierta vegetal. En el caso del sudeste peninsular los usos han sidosin duda más protectores del suelo al haberse desarrollado, una agricultura en terrazas(FERRÉ et al., 1994; RODRÍGUEZ-AIZPEOLEA et al., 1991).

A una escala temporal más reducida, el pastoreo está siendo más intenso en unaszonas muy concretas del desierto de Judea. En esto influyen dos razones. La primera

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es climática: la zonas más áridas como Kalia son poco afectadas por el pastoreo por sureducida productividad. La segunda es geopolítica. El desierto de Judea ha sido explo-tado por los beduinos durante milenios. Estos grupos de pobladores han sido nómadasy su uso de los pastos ha sido siempre autosostenible. Los pastores beduinos nuncaagotaban los pastos en su totalidad, lo que junto a la reducida producción de biomasaexplica la movilidad de estos habitantes. En la actualidad, el control israelí sobre eldesierto de Judea (Territorio Ocupado) ha determinado un intento de asentar a lapoblación y transformar la sociedad nómada beduina en una sociedad sedentaria.Además, las elevadas tasas de natalidad han generado un aumento espectacular de lapoblación durante las últimas décadas y con ello una mayor presión sobre el medio.Ambas razones, crecimiento poblacional y cambios en las pautas migratorias, suponenuna mayor presión sobre el suelo y con ello la explotación de los pastos hasta sulímite en algunas zonas.

Mishor Adumin es una de las zonas afectadas negativamente por las anteriorescaracterísticas, mientras que Ma’ale Adumin y especialmente Kalia sólo es visitadapor los beduinos esporádicamente. Esto supone que los suelos están menos alteradosen superficie, ya que la densidad de pisadas es mucho menor y la presión sobre lavegetación es más reducida.

Las anteriores características explicarían que algunos de los parámetros eco-geomorfológicos presentados en este trabajo estén influidos por el clima, es decir,siguen las pautas marcadas por el gradiente climático, mientras que otros están deter-minados por el uso antrópico del suelo (ver tabla 6). Hay que decir que esta visión essimple, ya que en realidad los sistemas naturales tiene un funcionamiento determinadopor multitud de factores que interaccionan entre ellos (López Bermúdez, F. et al.,1992). Además, los procesos que intervienen en los ecosistemas interactúan entre ellospor lo que las relaciones son difícilmente predecibles, tanto por la alta variabilidadcomo por su no linealidad (THORNES, J. B., 1985).

A pesar de lo anterior, es posible discernir que algunos procesos tienen comporta-mientos que responden al funcionamiento natural del sistema cuando el desierto de Judeaestaba afectado de una forma sostenible por el pastoreo o ni siquiera estaba afectado poréste. Así, variables como la profundidad del suelo dependerían de los factores dominantesdurante milenios, uno de ellos el clima, mientras que las características de las costrassuperficiales dependerían de las condiciones recientes, básicamente el sobrepastoreo.

Los resultados obtenidos con los experimentos demuestran que la mayoría de losfactores y procesos responden a las condiciones actuales, de claro uso antrópico (tabla6). Son excepciones la capacidad de retención de agua del suelo, en profundidad y ensuperficie, tanto antes como después de las lluvias, el tiempo en el que se inicia elencharcamiento, la profundidad del suelo y conductividad eléctrica de la escorrentía.Todos ellos influidos claramente por el clima.

Es de destacar que la cubierta total (musgos + líquenes + plantas + altura de lasplantas) no muestra una clara influencia del gradiente climático. Esto seguramente debeser consecuencia de los cambios en la cubierta vegetal y en la composición florística. Enconcreto se ha comprobado una reducción de las plantas y los musgos en la zonasobrepastoreada, pero en cambio la cubierta de líquenes aumenta de una forma ostensible.

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TABLA 6.RESPUESTA EROSIVA.

Concentración de sedimentos (Sc), Sedimentos totales (Sy), Tasas de erosión (Er),Conductividad eléctrica (Ec), Tendencia de la Concentración de sedimentos (TSc)

y de la Conductividad eléctrica de la escorrentía (TCe)

PARCELAS Sc Sy Er EC TSc TEcg l-1 g g m2 h-1 µS

KaliaK1 0,76 5,89 32,02 65,07 -0,01 -3,07K2 0,60 4,77 25,40 80,93 -0,02 -0,97K3 1,04 7,95 43,09 115,97 -0,03 -4,77K4 1,03 7,77 42,11 88,77 -0,02 -0,36K5 0,63 3,90 21,04 58,28 -0,02 -1,06K6 0,54 3,22 17,65 95,61 -0,03 -0,55Media 0,77 5,58 30,22 84,11 -0,02 -1,8

Mishor AduminM1 5,05 42,98 228,75 95,24 0,10 -0,78M2 4,55 36,87 199,15 91,80 -0,06 1,17M3 9,42 79,06 421,53 109,58 0,08 -0,92M4 0,99 7,30 39,34 76,45 0,00 -1,43M5 2,31 18,63 99,48 43,70 0,03 -0,63M6 1,90 15,74 83,83 47,63 -0,03 -0,15Media 4,04 33,43 178,68 77,4 0,02 -0,46

Ma’ale AduminA1 0,39 2,53 13,69 68,65 -0,01 -1,69A2 0,46 3,41 18,26 99,38 0,00 0,18A3 0,74 6,11 32,52 86,28 -0,01 -1,17A4 0,91 4,11 22,06 56,73 -0,06 -0,72A5 0,85 3,64 19,66 48,48 -0,01 -0,72A6 0,18 0,95 5,11 56,98 -0,01 -0,61Media 0,59 3,46 18,55 69,42 -0,02 -0,79

La movilización de sedimentos y la producción de escorrentía está altamentedeterminada por el uso actual del medio, lo que es evidente para la pérdida de suelo,a pesar de que el principal factor de la erosión, la cubierta vegetal, es semejante entodas las zonas de estudio. Esto es debido a que las relaciones entre la vegetación y laerosión no son lineales, sino que responden a umbrales o bien son exponenciales(THORNES, J. B., 1985). En los ecosistemas semiáridos, donde la cubierta vegetal esmuy reducida cambios ínfimos pueden significar alteraciones drásticas de la respuestaerosiva. Además, existe una alteración de las costras por el sobrepastoreo que favore-ce la movilización de los sedimentos con gran facilidad.

Además de las variaciones espaciales determinadas por el uso del suelo y elclima, los suelos del desierto de Judea, como en otros ambientess seiáridos, se carac-terizan por el control que ejercen algunos actores particulares sobre los procesos deerosión. Destaca la importancia de las costras biológicas (ALEXANDER, R. W. y

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CALVO, A., 1990), la vegetación (THORMES, J. B., 1976) y la pedregosidad (POESEN,J. e INGELMO, F., 1992) sobre los procesos de infiltración y erosión (CERDÀ, A.,1995). En general, en el desierto de Judea las tasas de infiltración son muy bajas, loque explica que cortas pero intensas precipitaciones, típicas de los desiertos, produz-can escorrenías directas o Hortonianas (HORTON, R. E., 1933). Con lluvias de menorintensidad se pueden producir escorrentías no directas (YAIR, A. y LAVEE, H.,1985),incluso se han encontrado rasgos edáficos que confirman la existencia de flujossubsuperficiales (LAVEE, H. et al., 1989).

A pesar de las abundantes escorrentías superficiales, las tasas de erosión sonnormalmente reducidas debido al efecto positivo de las costras y la pedregosidad,excepto donde el sobrepastoreo altera los suelos y favorece tasas de erosión elevadas.

6. CONCLUSIONES

Los suelos del Desierto de Judea generan abundantes y rápidas escorrentías, lascuales son fruto de rápidos encharcamientos y tasas de infiltración muy reducidas.Esto significa que las máximas tasas de escorrentía se alcanzan súbitamente.

Se ha comprobado que las zonas con mayores precipitaciones y menores tempera-turas medias anuales presentan mayores tasas de infiltración. Ello supone menoresescorrentías, las cuales son menos salinas, y pérdidas de suelo reducidas. Pero estatendencia se ha visto drásticamente alterada por el sobrepastoreo en la zona intermediadel gradiente climático aquí estudiado. Allí, las costras están alteradas, los depósitos depolvo son importantes y la cubierta vegetal es reducida y su composición florística yestructura alterada. Eso produce un aumento de la concentración de sedimentos en laescorrentía, los caudales y con ello un drástico aumento de las tasas de erosión.

Si bien el clima determina los procesos geomorfológicos y edáficos, el uso antrópicogenera alteraciones tales que consiguen modificar las relaciones existentes entre lasvariables climáticas y geomorfológicas. Por lo tanto, un mal uso del suelo puede sermás perjudicial que la modificación del clima como consecuencia del previsto cambioclimático.

AGRADECIMIENTOS

Agradecemos la colaboración de todos los componentes del Laboratory forGeomorphology and Soils de la Bar-Ilan University, en especial O. Ackermann, SPariente, H. Zhevelev, A. Fragin y T. Svorai. El soporte financiero ha sido aportadoparcialmente por el proyecto ERMES (Commission of the European Communities:Environment, 1990-1994, EV5V-CT91-0023) y la Conselleria de Educació i Ciènciade la Comunitat Valenciana. La redacción del trabajo ha sido posible por la concesiónde una beca de Perfeccionamiento de Doctores y Tecnólogos en el Extranjero por elMinisterio de Educación y Ciencia al primero de los autores, y al proyecto CLI-95-1980. E. Bochet tradujo el resumen al Francés.

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SISTEMA URBANO Y COMERCIO EN LA COMUNIDAD AUTONÓMICA DE GALICIA 51

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SISTEMA URBANO Y COMERCIO EN LA COMUNIDAD AUTÓNOMADE GALICIA 1

ALEJANDRO LÓPEZ GONZÁLEZ*

Aceptado: 21-IX-99. BIBLID [0210-5462 (1999); 29; 51-65].

PALABRAS CLAVE: Sistema urbano, dotación comercial, cuota de mercado, desequilibrio.KEY WORDS: Urban system, commercial endowment, commercial quota, imbalance.MOT CLEF: Système urbaine, dotation commercial, Quote commercial, desequilibre.

RESUMEN

Este artículo posee una doble vertiente. En primer lugar, pretende realizar un breve repasode los trabajos de distintos geógrafos sobre la red urbana gallega. En segundo lugar, ofrece unainterpretación personal sobre la base de determinadas variables como el equipamiento y la cuotacomercial. De este análisis destacamos dos elementos: su marcada bipolaridad y el relativovacío en el estrato de núcleos medianos, realidades responsables de cierto desequilibrio.

ABSTRACT

This article has a two angle. Firstly, to carry out a brief revision of the geographers´ worksabout on galician urban system. Secondly, offer a personal interpretation based on the commercialendowment and quota. In this analysis we stand out two elements: his definite bipolarity and theempty relative in the stratum od middle-size cities, facts responsibles of certain imbalance.

RÉSUMÉ

Cette article a une double versant. En premier place, prétendre une brève revision de lestravaux de différentes géographes sur le réseau urbaine de la Galice. En deuxième place, offreune interprétation personnel basée en déterminés variables comme l´équipement et la quotecommercial. De cette analyse nous détachons deux éléments: son remarqué bipolarité et le viderelatif dans le groupe de villes moyennes, réalités résponsables dune certain desequilibre.

* Universidad de Santiago de Compostela.1. Este trabajo se enmarca dentro del proyecto de investigación financiado por la Secretaría Xeral de I+D

de la Xunta de Galicia titulado “Análise dos riscos territoriais asociados á despoboación en Galicia dentro domarco das rexións atlánticas” (XUGA21001A98).

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1. LAS APORTACIONES DE LOS GEÓGRAFOS AL ESTUDIODE LA RED URBANA GALLEGA

Con carácter previo, dedicaremos parte de este artículo a un breve repaso sobredistintas perspectivas sobre el sistema urbano de la Comunidad Autónoma de Galicia.Fundamentalmente nos centraremos en las interpretaciones sobre el conjunto del sistemao, al menos, sobre subsistemas provinciales. Sobre estudios individualizados simple-mente serán mencionados de pasada, sin prestarle más atención que una simple alusión.

Una primera interpretación del sistema urbano gallego (SOUTO GONZÁLEZ, X.M., 1988, pp. 157 y sig.) es la definida como una red asentada en la superposición desiete ciudades, con unos papeles perfectamente delimitados (A Coruña y Vigo comociudades rectoras; Lugo, Ourense y Santiago como centros organizadores del interiorde la región; Ferrol y Pontevedra como apoyos en la configuración de las áreasurbanas de A Coruña y Vigo, respectivamente), y una serie de núcleos de media ypequeña dimensión, con la función de servir de cabeceras comarcales.

Una segunda perspectiva es la asentada en el análisis de la red urbana desde elpunto de vista del estudio de los centros que la conforman. Es la de A. Precedo,defensor de una estructura urbana bipolar, con una cierta preeminencia de A Coruñacomo principal centro terciario gallego (PRECEDO LEDO, A., 1974), liderando unsistema desequilibrado por la ausencia de núcleos intermedios entre las siete ciudadesy las cabeceras comarcales, afectando al funcionamiento del conjunto de asentamientos.Este mismo autor (PRECEDO LEDO, A., VILLARINO PÉREZ, M. y ARMASDIÉGUEZ, P., 1984) la completa mediante la alusión a la convivencia entre subsistemasdistintos, uno urbano-industrial (en la costa) moderno e integrado en el sistema nacio-nal; y otro agrario y tradicional (el interior de la Comunidad Autónoma) débilmenteintegrado con el anterior. Esta circunstancia, unida a la escasez de centros interme-dios, vuelve a poner de manifiesto la debilidad del sistema gallego a pesar de susevidentes avances.

Pero esta perspectiva tiene su contrapunto en otras tendencias (LOIS GONZÁLEZ,R. C., 1993; LOIS GONZÁLEZ, R. C. y TORRES LUNA, Mª. P., 1995). En este casodefienden la imposibilidad de una clara delimitación entre lo urbano y lo rural, afir-mando la inexactitud de aquellos enfoques centrados en el estudio únicamente de lasciudades y cabeceras comarcales gallegas, ante la confusión creciente entre losasentamientos urbanos conformando un área de urbanización difusa a lo largo de uneje que une Ferrol con la frontera portuguesa. Ello se debe a la evolución socioeconómicareciente de la sociedad gallega, existiendo un creciente desplazamiento de contingen-tes de población desde las ciudades hacia sus periferias, especialmente visible en lasciudades de A Coruña, Santiago y Vigo.

En esta línea (LOIS GONZÁLEZ, R. C. y TORRES LUNA, Mª. P., 1995b) sellega a una serie de conclusiones sobre la red urbana gallega. En primer lugar, sitúanla raíz del desequilibrio urbano gallego en el temprano desarrollo de A Coruña y Vigo;en segundo lugar, achacan la ausencia de núcleos intermedios a la polarización intro-ducida por una industrialización parcial y el escaso desarrollo de los núcleos peque-ños; en tercer lugar, estiman que la dificultad surgida para identificar límites nítidos

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SISTEMA URBANO Y COMERCIO EN LA COMUNIDAD AUTONÓMICA DE GALICIA 53

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entre el medio rural y urbano es debida a las características propias del sistematradicional de asentamientos y del específico proceso de urbanización gallego; encuarto lugar, la polarización del crecimiento urbano en el litoral gallego; y, por último,plantean la necesidad de una mejor comunicación con el interior peninsular y el norteportugués, así como constatan la urbanización gallega como resultado de una filosofíabasada en el crecimiento indiscriminado.

Una progresión más en este sentido son las opiniones vertidas por C. FERRÁS(FERRÁS SEXTO, C., 1998). Identifica en Galicia un creciente proceso decontraurbanización, en contraposición a los clásicos fenómenos de concentración yurbanización, suponiendo una revitalización del interior gallego ante el retorno demuchos emigrantes, la mayor movilidad de la población, la consolidación de la indus-trialización rural o de la dinámica edificatoria en el campo repercutiendo en unaurbanización difusa del rural, alejado de los patrones tradicionales identificativos decrecimiento urbano y concentración en determinados espacios.

Sobre estos procesos de urbanización rural, aunque desde una perspectiva dife-rente R. Rodríguez publicó una serie de trabajos (RODRÍGUEZ GONZÁLEZ, R.,1997, 1999) prestando atención a las mutaciones sufridas por las villas del interiorgallego asentadas en un crecimiento terciario al consolidarse su comercio y por ladotación de una serie de servicios públicos, la industrialización de algunas de ellas y,como consecuencia, su crecimiento demográfico trayendo como consecuencia su con-solidación como centros articuladores de su entorno rural inmediato.

Sobre redes provinciales encontramos uno sobre la de A Coruña (VILLARINOPÉREZ, M., 1983) y otro sobre la de Lugo (ARMAS DIÉGUEZ, P., 1990) basados enla descomposición de las redes provinciales en subsistemas y niveles, con técnicasmuy semejantes a la defendida por estos autores para el conjunto gallego.

Estos trabajos sobre la red urbana gallega, o sobre algunas de sus provincias, sepueden interpretar desde la perspectiva comercial. La aportada por X. M. Souto Gonzálezes bastante reveladora al introducir una clara diferenciación: dos grandes centrosirradiadores de su influencia sobre la totalidad de la región, tres destinados a satisfacerla demanda de bienes de menor rango para amplias zonas del interior (e incluso dellitoral en el caso de Santiago) y otras dos con el papel de correas de transmisión parapartes alejadas de las áreas urbanas de las dos ciudades primadas. Por último, lascabeceras juegan un papel de puntos de comercialización de venta de bienes de carác-ter intermedio para sus respectivas comarcas.

Los de A. Precedo Ledo, M. Villarino Pérez y P. Armas Diéguez están dentro delcontexto de los típicos trabajos asentados en la teoría del lugar central y desarrollosposteriores. En ellos se entrevé la jerarquía comercial, con una distribución delequipamiento comercial desigual en función del tamaño, dinamismo económico ycapacidad de atracción. El desequilibrio comercial, derivado del urbano, está en laausencia de núcleos intermedios que fuerzan a desplazamientos más largos de losconsumidores de las comarcas rurales para satisfacer sus necesidades de productos deconsumo más esporádico o muy especializados.

Los trabajos de los defensores de una interpretación difusa de la urbanización,incluso de una contraurbanización, suponen un contexto más flexible pero más com-

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plejo a la vez. Desde esta perspectiva, este fenómeno aparentemente puede suponeruna mejora de las estructuras comerciales en los tradicionalmente subequipados muni-cipios de las periferias urbanas, aunque esta mejora evidente en ciertos asentamientos(Bertamiráns en Ames cerca de Santiago, O Burgo en Culleredo en la vecindad de ACoruña) no supone necesariamente un reequilibrio en términos reales por la resisten-cia a abandonar localizaciones centrales por parte de los establecimientos más espe-cializados. En el caso de la contraurbanización, en el caso del mantenimiento de eseproceso, muy vinculado a cierta emigración de retorno y a un incremento del radio delos desplazamientos de los trabajadores pendulares, no es significativo al sólo apare-cer comercios vinculados a necesidades comunes aunque en muchos casos la mejoraseria evidente con respecto a la situación anterior al partir de equipamientos muydébiles.

Más transcendente es la consolidación de las cabeceras estudiada por R. Rodríguez,son estos pequeños núcleos urbanos donde las mutaciones comerciales tienen un ma-yor calado. No sólo por las mejoras dentro de estos asentamientos, sino por su capa-cidad de atracción de la población del rural más próximo. Es en estos centros dondeaparecen establecimientos de un grado de especialización y con una capacidad deadopción de innovaciones comerciales, bien por la capacidad de autofinanciaciónadquirida bien por pertenecer a cadenas de distribución procedentes de los grandescentros de mercado, que las convierten en verdaderos centros de atracción comercialneta contrarrestando en muchos sentidos la competencia de las ciudades gallegaspropiamente dichas.

Por último, un abundante número de monografías, concretadas en estudios sobreciudades o núcleos más pequeños, completan el panorama bibliográfico sobre la redurbana regional. Los primeros se centran usualmente en la dinámica interna de cadaciudad, o al menos sobre algún barrio en concreto, en toda su complejidad abordandoel comercio como una faceta más dentro del tejido urbano. Los segundos, ya másinteresantes, usualmente inciden en la consolidación de las cabeceras comarcales. Estehecho es muy interesante, dado el peso que en ellas adquiere el comercio al por menordebido a su carácter de centro de intercambios para extensos territorios en torno suyo.

2. ANÁLISIS DEL COMERCIO EN LOS PRINCIPALES MUNICIPIOS DE GALICIA

En este apartado tendremos como objetivo analizar tanto la situación actual delos centros comerciales como su evolución desde principios de los años setenta enGalicia. Como fuente primaria emplearemos el “Anuario Comercial de España” co-rrespondiente a 1997, publicado por la Caja de Ahorros y de Pensiones de Barcelona.

Como nos interesa determinar los centros de mercado, sólo consideraremos aque-llos municipios que posean un equipamiento que a nuestro juicio estimamos comosuficiente. Determinar un nivel comercial aceptable supone establecer un límite inferior,que arbitrariamente fijamos en un mínimo de 100 unidades minoristas. Para conectarnuestro análisis con el estudio evolutivo que nos proponemos, tendremos como referentela cuota de mercado correspondiente a esos centros, lo que nos permitirá distinguir

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lugares centrales con capacidad comercial expedientaría o deficitaria. Esta variable seelabora a partir de números índice que expresan comparativamente la capacidad decompra y consumo de los municipios, e indican la participación que corresponde a cadauno de ellos sobre una base municipal de 100.000 unidades para todo el Estado Español(CAJA DE AHORROS Y PENSIONES DE BARCELONA, 1997, p. 264).

Pero, para considerar la evolución histórica de su cuota, tomaremos los sucesivosAnuarios del Mercado Español editados por Banesto correspondientes a los años 1971,1977 y 1987, con lo que obtendremos datos correspondientes a fechas de referenciasignificativas.

Resumiendo, tenemos dos variables que pueden servir de indicador para dibujaruna clasificación de los principales centros en relación con su equipamiento y supotencial de mercado. Obviamente, tendríamos una visión mucho más aproximada sicontásemos con datos reveladores de la estructura interna de cada territorio, perocomo este apartado sólo tiene como función una somera descripción del contextogallego basta con esta visión simplificada.

En primer lugar, podemos hacer una jerarquización en función del equipamiento.Tomaremos el total de unidades minoristas y, arbitrariamente, distinguiremos variosintervalos; los municipios que estén dentro de cada intervalo entrarán dentro de una delas clases seleccionadas en función de ese equipamiento.

Dentro de cada clase pasaremos a analizar el desequilibrio existente entre suequipo comercial y la cuota de mercado que le corresponde en términos de porcenta-jes. Esta diferencia dará lugar a una segunda clasificación, en la que se podrán distin-guir cada municipio según el grado de cobertura de su cuota de mercado por sudotación comercial.

Como método para calcular los desequilibrios de equipamiento, o índice de des-viación comercial, tomaremos los porcentajes de unidades detallistas y de su cuota demercado de cada municipio sobre el total de Galicia. Luego calcularemos la diferenciaentre ambas variables y, por último, el porcentaje que tal desviación supone sobre elpeso porcentual de las unidades del mismo. De existir superávit estaremos delante deuna desviación positiva, en el caso de déficit podemos hablar de desviación negativay si aparece un valor en torno al equilibrio pensaremos, lógicamente, de una desvia-ción nula.

Un municipio con superávit bien puede ser indicativo de una capacidad de atrac-ción de compradores procedentes del exterior. Otro con un equipamiento equilibradoni atraerá, ni sufrirá fugas de mercado. Por contra, un tercer territorio con déficit muyposiblemente tendrá fugas de mercado. El análisis de la evolución histórica de lacuota es un factor añadido al anteriormente comentado, y resulta interesante paraaproximarnos a la existencia o no de fenómenos de inercia, generados por cabecerashoy en decadencia pero que siguen a poseer un equipamiento excedentario en funciónde herencias de años mejores. Para su estudio tomaremos cuatro años de referencia,separados aproximadamente por intervalos de tiempo de diez años; esto permitirátomar en cuenta periodos relativamente cortos dentro de una etapa de mayor duración,lo que hacen posible distinguir los fenómenos evolutivos coyunturales de los estructu-rales. Por otra parte, debemos señalar las posibles discrepancias a resultas del empleo

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de fuentes distintas, ya que aunque la definición conceptual de cuota es la misma, noes descartable que surgiesen diferencias originadas por posibles divergencias metodológicasen cálculo de la cuota.

Antes de continuar, debemos pensar que estamos condicionados por el comporta-miento particular de cada núcleo y de su contexto socioeconómico. La expansión odecadencia de un núcleo no depende generalmente do su superávit o déficit, sino de sudinámica interna y de las vicisitudes de su espacio directamente tributario, por lo quelas conclusiones que se obtengan del empleo de variables tan básicas como las em-pleadas no pueden ser tomadas como verdades absolutas sino que deben ser analiza-das en relación con el contexto en el que se encuentran.

2.1. El sistema comercial gallego

En la Comunidad Autónoma de Galicia escogimos 92 municipios, diferenciadosen cinco grupos según el número de unidades que poseen (ver cuadro 1 y mapa 1). Unprimer grupo está compuesto por las siete ciudades de Galicia, todas ellas con más de1.000 unidades, englobando casi la mitad de las unidades comerciales contempladaspara los centros analizados. Cabe destacar en el mismo a la ciudad de A Coruña con5.387 unidades en contraposición a las 4.851 de Vigo, dato que no traduce sus volú-menes demográficos. Tal circunstancia se debe a una mayor vocación comercial de laCoruña, y a un déficit comercial acusado por parte de la ciudad olívica. Esta desvia-ción negativa, cifrada en un -9,72%, está más en relación con las característicaspropias de una ciudad de clara orientación industrial y de crecimiento muy rápido, loque justifica ciertos desajustes entre su comercio y su mercado potencial. Contraria-mente, A Coruña es una ciudad de gran raigambre mercantil que posee el equipocomercial más completo de Galicia, repercutiendo en la existencia de una desviaciónpositiva apreciable, tanto a nivel del pequeño comercio como de la gran distribución.

Le siguen dos ciudades que juegan un papel intermedio, albergando entre 2.000 y3.000 unidades. Este es el caso de Santiago y Ourense, que articulan en torno a ellasamplios sectores de nuestro territorio teniendo en ambos casos un apreciable superávitdotacional, lo que caracteriza a ambas poblaciones como ciudades con un destacadopeso comercial (especialmente en el caso de Santiago, que tiene un superávit superioral 11,25%).

Menos importancia tienen Ferrol, Lugo y Pontevedra. Estas tres ciudades conta-bilizan un número de unidades detallistas comprendidos entre las 1.000 y las 2.000.Salvo en el caso de Ferrol, el grado de desviación es pequeño (sólo poseen un superá-vit cifrado entre el 3 y el 4%). En Pontevedra el escaso desarrollo de su sectorcomercio está condicionado por la proximidad de Vigo; Lugo tiene en contra suescaso desarrollo relativo y cierto grado de dependencia respecto A Coruña. Un casosingular viene representado por Ferrol, de ser una ciudad volcada en el sector indus-trial, en los últimos años con la crisis del sector naval está viviendo una profundareestructuración que repercute en un incremento de la actividad comercial. El cierrede muchas empresas y el incremento del paro incide en que, de una parte, este cam-

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CUADRO 1. EQUIPAMIENTO Y CARÁCTER DE LA DESVIACIÓNSOBRE LA CUOTA DE MERCADO EN LOS GRUPOS DE CENTROS

COMERCIALES GALLEGOS

UnidadesGrupos detallistas CDV superior CDV entre CDV inferior

totales al 5% -4,99 y 4,99% al -5%

Ciudades 20.438 4 2 1Centros Médios 1.919 3 0 0Entre 350 y 499 UD 5.699 9 4 1Entre 200 y 349 UD 7.376 18 6 5Entre 100 y 199 UD 6.005 22 8 9

Fuente: Anuario Comercial de España, 1997 y elaboración propia.Nota: CDV, número de centro con desviación; UD, unidades detallistas.

MAPA 1. LA RED URBANA GALLEGA COMO RESULTADO DE LA RELACIÓNENTRE SU CUOTA DE MERCADO Y SU DOTACIÓN COMERCIAL

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biando su orientación hacia la de cabecera comercial del norte de la provincia coruñesay, de otra, crezca el número de pequeños establecimientos lo que incide en la desvia-ción positiva más altas entre las ciudades gallegas (en torno al 13%).

Un segundo grupo, muy poco desarrollado en consonancia con la escasez denúcleos intermedios dentro de la comunidad gallega, es el de los de tamaño comercialmedio. Sólo encontramos en él tres municipios (Carballo, Monforte y Vilagarcía deArousa) que representan solamente el 4,6% de las unidades detallistas, con unequipamiento de entre 500 e 999 unidades y con una especialización comercial muymarcada, sobre todo en Vilagarcía y Monforte. Se trata de espacios que, junto al hechode albergar núcleos con una dimensión demográfica estimable, polarizan amplias co-marcas lo que explica que el comercio posea un fuerte desarrollo.

El tercer grupo agrupa a un total de 14 municipios (con un número de unidadescomprendido entre 350 y 499) y el 13,75% de los detallistas, en su mayoría cabecerascomarcales aunque también algún gran término municipal localizado en las áreasurbanas de algunas de las ciudades de la región. Dentro del mismo podemos distinguirterritorios con desviación positiva, usualmente cabeceras muy especializadas en elsector comercial (como ejemplos podemos citar a Noia, Betanzos, Tui o Viveiro) ocentros comerciales del litoral muy dinámicos (caso de Ribeira o Marín). Tambiénaparecen ciertos centros con una desviación nula, que se caracterizan por ser cabece-ras comarcales con una estructura económica relativamente equilibrada (Lalín o AEstrada). Y, finalmente, municipios con desviación negativa, que se corresponden conterritorios próximos a ciudades, como son Narón, limitrofe con Ferrol, y Redondela,en las proximidades de Vigo; en estos ejemplos la proximidad de las ciudades explicaque tengan un fuerte carácter residencial, por lo que su vida comercial es muy reduci-da en relación con el mercado potencial que albergan.

Un cuarto grupo lo componen los territorios que poseen un número de unidadescomprendidas entre 200 y 349, sumando un total de 29 términos municipales y un17,80% de las unidades detallistas. Análogamente al grupo anterior, su carácter no eshomogéneo. Conviven dentro del mismo grupo cabeceras comarcales del interior (comoSarria, Vilalba, Carballiño, Ordes o Melide), villas costeras con cierta vocación co-mercial (Cambados, A Guarda, Foz o Ribadeo), espacios turísticos (Sanxenxo, Baionay O Grove), centros industriales (As Pontes y O Barco), algunos territorios de lasáreas urbanas (Arteixo, Culleredo y Oleiros en la de A Coruña, O Porriño en la deVigo y Fene en la de Ferrol), y núcleos marineros (como Moaña, A Guarda, Vilanovade Arousa o Sada).

De manera similar al grupo anterior, hay núcleos con una marcada desviaciónpositiva, usualmente coincidentes con las cabeceras comarcales por su tendencia a espe-cializarse en actividades de relación con los espacios rurales que los rodean. Municipioscon desviación nula o positiva muy moderada, en el que podemos incluir a los centrosturísticos, las villas marineras no cabeceras o algunos centros comarcales poco dinámi-cos; y territorios con desviación negativa, siempre en las áreas próximas a las ciudades.

El quinto grupo, que integra a los 39 territorios poseedores de un número deunidades comprendido entre 100 e 199 situándolos en torno al 14,49% de las unidadesdetallistas, está compuesto por aquellos espacios que albergan centros comerciales de

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carácter local, que en algunos casos puede generar en torno a él pequeñas áreas deinfluencia extramunicipales marcadas por cierto superávit comercial, y otros munici-pios de tamaño demográfico notable pero con débil peso comercial por estar dentro deáreas urbanas. Atendiendo a la diferencia entre el peso de su equipamiento e de sumercado potencial encontramos situaciones muy variadas, desde territorios fuertemen-te excedentarios (Pontecesures, Pontedeume y Cee) hasta otros totalmente subequipados(Ames, Teo, Silleda, Cambre, Poio o Mos), pasando por municipios con un equipamientoequilibrado o moderadamente excedentario (A Rúa, Tomiño, Laracha, Outes, Porto doSon, Salvaterra o Ortigueira).

2.2 La evolución del potencial de mercado en los principales centros de Galicia

Nuestra guía será la cuota de mercado, en otras palabras la participación de cadamunicipio sobre el mercado nacional. Dicho de otro modo, la expresión cuantitativade su importancia relativa en el contexto español. Esto no debe ser dejado de lado, yaque en las mutaciones de esta variable no influirán tan sólo la dinámica interna decada red urbana particular en la que está insertado, sino el comportamiento de otraspartes del Estado dada la elevada interdependencia a que está sometida un agregadocomo el que nos ocupa.

Una vez señalada la incidencia de los factores exógenos, pasaremos a analizar laevolución de la cuota de mercado de los principales centros del comercio de Galicia (vercuadros 2 y 3). En primer lugar, nos centraremos en las siete ciudades principales de laComunidad, que en conjunto subieron levemente aunque en relación con el conjuntoestudiado se mantuvieron estancadas hasta los últimos diez años, etapa en la que su pesodisminuyó decisivamente pasando del 54,75% de principio del período al 50,96%. Deellas debemos reseñar de partida la perdida de mercado de las más importantes. TantoVigo como A Coruña alcanzan una relevancia inferior a la que poseían hace un cuarto desiglo, aunque detectamos un ritmo diferente en su evolución. Efectivamente, mientras el

CUADRO 2. EVOLUCIÓN DE LA CUOTA DE MERCADO DE LOS GRUPOSDE CENTROS COMERCIALES GALLEGOS

Grupos 1971 1977 1987 1997

Ciudades 2.376 2.469 2.446 2.517Centros Médios 176 186 166 193Entre 350 y 499 unidades 519 541 563 626Entre 200 y 349 unidades 693 716 744 881De entre 100 y 199 unidades 576 597 585 722

Fuente: Anuarios del Mercado Español y Anuario Comercial de España.Nota: En los agregados correspondientes a los años 1971, 1977 y 1987 no se sumaron los datos correspondientesa Pontecesures, al contar con un tamaño inferior a los 3.000 habitantes, cifra por debajo de la cual Banesto noincluye datos municipales individualizados por debajo de este umbral.

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retroceso coruñés es constante no se registra tal comportamiento en el caso de la ciudadolívica, que en un primer momento crece para, a partir de 1977, perder relevancia.Tampoco el ritmo del descenso es parejo, mientras en el caso de A Coruña en unprincipio fue lento para luego caer en picado, en Vigo esta reducción es más pausada.

En el caso de las ciudades intermedias la tendencia es abiertamente positiva aexcepción de Ferrol y, en parte, Pontevedra. Las capitales provinciales del interior seconsolidan en gran medida por la decadencia del rural, y Santiago se beneficia de sucondición de centro administrativo de la Comunidad Autónoma. Pontevedra registrauna evolución irregular por la proximidad a un gran núcleo como es Vigo, y Ferrolentró en franca recesión con la crisis de los astilleros.

El resto de los municipios incluidos en este análisis preferimos estudiarlos desde unaperspectiva diferente. A los estratos definidos en el apartado anterior añadimos una segun-da división entre villas (ya sean interiores o costeras) y espacios situados en la periferia delas ciudades, dejando al margen aquellos que no responden a una u otra categoría. Paradelimitar las villas seguiremos el criterio propuesto por R. RODRÍGUEZ GONZÁLEZ(RODRÍGUEZ GONZÁLEZ, R., 1997), mientras para las periferias tomamos aquellosmunicipios englobados en las áreas urbanas de A Coruña, Ferrol, Santiago y Vigo.

En lo relativo a los núcleos intermedios, todos ellos villas, poseen en conjuntouna evolución ascendente con altibajos y en términos relativos irregular resuelta conuna ligera perdida de protagonismo al descender desde el 4,06% al 3,91%, se caracte-rizan por un carácter divergente. La de Vilagarcía es irregular, pero al final adquiereuna cuota de mercado muy superior a la que poseía a principios de los 1970; Monforteretrocedió y, a pesar del crecimiento de los noventa, está en peor situación que alprincipio; por el contrario, Carballo creció poco a poco pero constantemente. Ensuma, este pequeño escalón intermedio de grandes cabeceras evolucionó en diversasdirecciones; Monforte retrocedió en consonancia con su decadencia como nudo ferro-viario, Vilagarcía tomó relevancia centralizando la vida de la margen meridional de laría de Arousa, y Carballo unió a su carácter de cabecera de la comarca de Bergantiñoslos beneficios derivados de la proximidad a Coruña.

Al tercer grupo ya lo podemos segregar entre villas y municipios de periferiaurbana. Si nos centramos en las cifras agregadas, la totalidad del grupo incrementó demanera bastante notable su cuota y pasaron de una participación del 11,96% al 12,67%.

CUADRO 3. PARTICIPACIÓN PORCENTUAL DE LOS GURPOSDE CENTROS COMERCIALES GALLEGOS

Grupos 1971 1977 1987 1997

Ciudades 54,75 54,75 54,31 50,96Centros Médios 4,06 4,13 3,69 3,91Entre 350 y 499 unidades 11,96 12,00 12,50 12,67Entre 200 y 349 unidades 15,97 15,88 16,52 17,84De entre 100 y 199 unidades 13,27 13,24 12,99 14,62

Fuente: Anuarios del Mercado Español y Anuario Comercial de España.

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Si lo reconducimos a la división tipológica (cuadro 4), comprobamos como los muni-cipios periféricos incrementan su cuota de mercado de manera más rápida que lasvillas, al pasar de poco más de la quinta parte de la cuota correspondiente al grupo arebasar un cuarto de la misma, incremento íntegramente en detrimento de la participa-ción de las villas. En ello influye el constante incremento demográfico y de capacidadadquisitiva derivado de la notable rururbanización de la población urbana gallega,superior en todo caso al correspondiente a las villas.

Las villas de este grupo poseen un comportamiento individualmente muy irregu-lar. Tan sólo tres poseen una evolución constante aunque en direcciones distintas, dehecho Ribeira no hace más que ganar cuota y Betanzos la pierde continuamente,sufriendo esta última el resultado de la disminución de importancia relativa de unacabecera de gran tradición comercial, fenómeno repetido en Noia con la que compartemuchas semejanzas. El resto sigue caminos diferentes, desde aquellas que a una ex-pansión inicial sigue un estancamiento o perdida de su cuota (Viveiro o Cangas); otrasque dentro de una tónica de crecimiento vivieron fases intermedias de depresión (AEstrada o Lalín), o que sufrieron periodos iniciales de estancamiento seguidos de unaexpansión duradera (Verín, Ponteareas o Tui).

Dentro de este mismo grupo están municipios dentro de áreas urbanas de lasprincipales ciudades del país, usualmente con comportamientos abiertamente positivos(Narón, Redondela) aunque alguno no cuadra en este panorama (Marín).

El cuarto grupo, también con un carácter progresivo al pasar de 15,97% al 17,84%de la cuota de mercado, ya es más complejo al incluir junto a villa y municipiosperiféricos otros que no podemos incluir entre los anteriores, tratándose de centrosalejados de las áreas urbanas y con un escaso grado de centralidad comercial. Aún así,estos últimos son minoritarios al no superar el 7,26% de la cuota de su grupo, corres-pondiente al año 1987. Por tanto, el peso le corresponde a las villas pero como en elcaso anterior pierden peso relativo al pasar de un 72,29% al 64,7% actual. Por elcontrario, los municipios de periferia de las ciudades pasan del 21,36% a porcentajes

CUADRO 4. PARTICIPACIÓN PORCENTUAL DE LA CUOTA DE MERCADODE LAS CATEGORÍAS TIPOLÓGICAS DEFINIDAS PARA CADA GRUPO

DE CENTROS NO CIUDADES

Grupos Categorías Centros 1971 1977 1987 1997

Centros Médios Villas 3 100 100 100 100

Entre 350 y 499 unidadesVillas 11 78,42 77,47 74,07 73,48Periferia 3 21,58 22,53 25,93 26,52

Villas 20 72,29 69,13 66,00 64,70Entre 200 y 349 unidades Periferia 7 21,36 24,86 26,75 29,17

Otras 2 6,35 6,01 7,26 6,13

Villas 14 48,09 47,07 41,03 37,25De entre 100 y 199 unidades Periferia 8 14,41 15,24 21,37 27,42

Otras 17 37,50 37,69 37,60 35,33

Fuente: Anuarios del Mercado Español y Anuario Comercial de España.

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cercanos al 30%, confirmándose la tendencia anunciada en el grupo anterior tambiénen centros periféricos de menor tamaño.

En este grupo sigue existiendo un gran número de villas de tamaño medio,pero inferior a las anteriores. En primer lugar tenemos villas de las provinciasorientales, con O Barco a la cabeza que posee una cuota creciente en comparacióncon el resto, que bien retrocedieron (las villas lucenses de Chantada, Ribadeo,Sarria y Vilalba, a pesar de que se recuperaron en los noventa; y A Rúa) o si no lohicieron, aparecen muy condicionadas por coyunturas (Carballiño, Xinzo de Limiao Foz). Las situadas en las provincias atlánticas poseen globalmente un comporta-miento abiertamente positivo, resultado de la progresiva concentración de la acti-vidad económica gallega en esas provincias, tan sólo alguna del interior coruñés(Melide) permaneció estancada.

Los municipios de la periferia de las ciudades incrementaron su importanciacomo áreas de mercado. Salvo Fene están en las inmediaciones de las dos principalesciudades gallegas y, en contraste con las mismas, poseen una evolución muy positivadebido, con toda seguridad, a los procesos de periurbanización que se están dando ennuestra comunidad.

Por último, contamos con un amplio grupo compuesto por municipios que poseenuna relevancia inferior a las anteriores, abarcando tanto pequeñas villas como territoriosde las periferias urbanas, y un creciente número de municipios que no se pueden incluiren las categorías comentadas anteriormente. Dentro de este último grupo los comporta-mientos son muy heterogéneos y de poca relevancia, dada la escasa transcendencia delas cuotas de mercado unitarias correspondientes a cada uno de ellos.

Esta heterogeneidad aconseja centrarnos más en agregados. Si tomamos en latotalidad del grupo, su evolución es irregular tanto en cifras absolutas como relativas.Si nos fijamos en la última variable en 1971 alcanzaba el 13,27%, estancándose en losaños posteriores al representar el 13,24% en 1977, e iniciándose a partir de ese añouna ligera reducción al alcanzar el 12,99% en 1987; esta tendencia se rompió en losnoventa al sumar el 14,62% en el último año.

Cambiando de perspectiva, la única tipología con una participación creciente esla de la periferia de las ciudades. Durante los setenta prácticamente permanecieronestancadas, pero durante los ochenta y noventa este se disparó pasando de magnitudesen torno al 14-15% al 27,42% actual. Las villas, por el contrario, perdieron relevancia,y como si fuese un negativo del anterior durante los setenta su retroceso fue muy leveacelerándose en años sucesivos al pasar del 48% a poco más del 37%. Por último, losmunicipios ni cabecera ni periféricos, muy abundantes en este grupo, mantuvieron unadinámica muy débil manteniéndose siempre en torno al 35-37%.

3. CONCLUSIÓN

En las páginas precedentes describimos superficialmente el sistema urbano ga-llego desde el punto de vista del comercio. Como base de estudio tomamos elmunicipio, en vez del núcleo o la parroquia, lo cual puede dar lugar a ciertas

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distorsiones especialmente dada la disposición de poblamiento dominante en el te-rritorio gallego. Pero, independientemente de esta circunstancia, creemos que esteanálisis puede ser valido a grandes rasgos derivándose del mismo algunas conclu-siones interesantes.

No existe en Galicia ninguna ciudad que pudieran calificar como primada, por elcontrario existen dos ciudades con un equipamiento comercial apreciable, Vigo y ACoruña (aunque en el caso de la segunda, debemos hablar de una capacidad comercialsuperior en términos relativos), lo que da lugar a la existencia de dos grandes subsistemascomerciales complementados por otros secundarios liderados por las cinco ciudadesrestantes.

Podemos, además, apreciar ciertos desequilibrios, derivados de huecos dentro desu estructura. Así el nicho ocupado por los municipios intermedios es muy pequeño,sólo tres ejemplos contra siete del grupo que alberga a la cima del sistema y catorce enel grupo representativo de las grandes cabeceras. Como resultado, describimos unsistema ligeramente desequilibrado en los tramos superiores.

Si nos referimos al porcentaje de desviación que resalta el hecho de que enGalicia la proporción de territorios con superávit es elevada. Los espacios que poseendéficit en su equipamiento se limitan a los inscritos en áreas urbanas de las provinciascosteras, algunos municipios esencialmente marineros (Vilanova de Arousa), y ciertostérminos rurales del grupo de base (sería el caso de Silleda o Coristanco).

La estructura misma del relieve origina un espacio fraccionado en multitud decomarcas, éstas están polarizadas por una cabecera con una tradición comercial querefuerza su permanencia.

Observamos cierto desequilibrio entre la distribución geográfica de los munici-pios gallegos y su índice de superávit o déficit comercial. Así hay una disimetría entreel norte y el sur de la Comunidad. En el norte, especialmente en la provincia de ACoruña, hay un número mayor de términos municipales con índices de sobreequipación.Por el contrario, en el sur, especialmente en la área de Vigo, el índice tiende hacia lasubequipación. La causa de este comportamiento disimétrico tendríamos que buscarlamuy posiblemente en cierta diferenciación en el modelo de desarrollo económicoentre el norte y el sur.

Si nos circunscribimos a las provincias atlánticas, el crecimiento económico de laprovincia de Pontevedra sigue estando basado, en gran medida, en la industria y en laexplotación de los recursos marinos. Como consecuencia, la actividad comercial que-dó en cierta medida relegada. Contrariamente, en las provincias septentrionales lavinculación a la industria y al mar no es tan fuerte, especialmente si tenemos encuenta que la crisis industrial de los ochenta mermó decisivamente el gran centroindustrial ferrolano, teniendo más importancia el crecimiento sobre la base de lasactividades terciarias.

Por último, en la evolución de los principales municipios en lo relativo a laparticipación sobre el mercado español expresada mediante el índice de mercado,debemos resaltar una serie de aspectos:

a) La perdida de cuota de las grandes ciudades (A Coruña y Vigo) y el correlativodesplazamiento hacia los municipios de su periferia.

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b) La consolidación de las ciudades medias, a excepción de Ferrol sumida en unafuerte crisis industrial. También observamos que en el caso que posean territorios ensu periferia con cierto grado de urbanización logran contagiar su crecimiento (estesería el caso de Santiago respecto a Ames o Teo). Incluso en el caso de Ferrol losterritorios que crecen son los que la rodean y no la ciudad central.

c) Atendiendo a la relación entre villas y municipios periféricos comprobamos,en los grupos en los que pudimos segregar ambas categorías tipológicas, como el pesorelativo de las primeras no dejaba de retroceder en comparación con los núcleosperiféricos. Este hecho no es más que la confirmación de la pujanza de los municipiosperiféricos, beneficiados de la creciente suburbanización de la población de las áreasurbanas gallegas, hecho especialmente visible desde los años ochenta. Esta circunstan-cia implica la agudización de los desequilibrios comerciales, al acentuarse la desvia-ción positiva entre cuota y equipamiento en las villas, municipios que suelen perderparticipación en la cuota de mercado, y la negativa en los de las periferias.

d) Dentro de las cabeceras lo que más destaca es el retroceso de los espacios consuperior tradición comercial (Betanzos o Noia). También denotan la tendencia positivade los localizados en la costa frente a los del interior, que tan sólo en los últimos añosparecen recuperarse, muchas veces gracias al retorno de la emigración.

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2. Crónica

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EL RETO DE LA PROTECCIÓN Y GESTIÓN DE LOS PAISAJESRURALES ANDALUCES

ANTONIO LÓPEZ ONTIVEROS*

Aceptado: 21-IX-99. BIBLID [0210-5462 (1999); 29; 69-83].

1. IMPORTANCIA Y SIGNIFICADO DEL PAISAJE HOY

No cabe duda alguna sobre la actualidad e importancia que se concede hoy a laproblemática del paisaje. Pero, a su vez, el tratamiento de éste no siempre es satisfac-torio a causa de la complejidad extrema del tema.

Así, se piensa que el paisaje es parte o tiene relación con la calidad de vida,ordenación del territorio, cultura e identidad cultural de los pueblos, medio ambien-te, el patrimonio natural e histórico, los recursos económicos, etc. En suma, pues, elpaisaje, en tanto que “elemento complejo del medio, asume importantes funcionesde interés general en el plano cultural, ecológico, social y económico, contribuyen-do así al bienestar de los seres humanos (CONVENCIÓN EUROPEA DEL PAISA-JE, 1997, en adelante C.E.P. y CARTA DEL PAISAJE MEDITERRÁNEO, 1993, enadelante C.P.M.).

Por otra parte, se considera que el paisaje es fruto de factores naturales, sociales,económicos y culturales, lo que es causa de que existan dos grandes formas de enten-der el paisaje: en tanto que realidad ecológica o “geosistema” (ROUGERIE YBEROUTCHACHVILI, 1991. Y para Andalucía excelentes trabajos son: JIMÉNEZOLIVENCIA, 1991; IBARRA BENLLOCH, 1993 y CAMACHO OLMEDO, 1995) oen tanto que “la condición cultural del paisaje es su misma sustancia”, o lo que es lomismo que “los paisajes son testimonio de un país pero envueltos en la vida” (MARTÍNEZDE PISÓN, 1997).

Pero también, asumiendo una u otra de estas concepciones, cabe estudiar elpaisaje aisladamente, como un aspecto del análisis geográfico (RODRÍGUEZ MARTÍNEZ,1978 y ORTEGA ALBA, 1997), restringiéndolo a un campo particular, o como “ejeque articula toda la realidad geográfica”, pudiéndose definir “como la configuraciónde la realidad geográfica completa, o, si se prefiere, la morfología de los hechosgeográficos” (MARTÍNEZ DE PISÓN, 1977).

A nuestros efectos, destacamos, pues, el carácter complejo –y a veces hastaanfibológico– del paisaje, que es realidad ecológica y muy especialmente cultural –sinpreterir, no obstante, la primera aseveración– y que puede conllevar –y así lo quere-mos nosotros– un alcance de totalidad de toda la realidad geográfica o territorial.

* Catedrático de Geografía Humana. Universidad de Córdoba.

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2. LA ESPECIFICIDAD DE LOS PAISAJES RURALES

Y en este contexto ¿qué son, qué significan y cómo hay que comprender lospaisajes rurales o agrarios?. La primera constatación al respecto es que los “paisajesagrarios” o “rurales”1, en general, merecen en la extensa literatura paisajística y en lageográfica un tratamiento específico, de lo que se infiere su carácter específico ygenuino, que por lo demás, creo, se nos presenta como obvio. Y ello pese a que algúnautor, como BERTRAND (1975), bastante incomprensiblemente a la vista de su tra-yectoria científica, afirme que “los paisajes agrarios forman un simple cuadro exte-rior de la vida agrícola”.

También es fundamental que, para muchos autores, los paisajes agrarios sonexpresión de la totalidad de la vida y el medio campesino, porque detrás de cada unode ellos están “unos hombres, unas mujeres que cultivan, comen, talan el bosque,transportan, guardan los rebaños, comercian, intercambian, se desplazan. Una largahistoria, que uno va a descubrir al detalle al caminar, al dialogar con los habitantes.Entonces el paisaje, rostro de una comarca, comienza a animarse. Él cuenta lo quepermanece de las relaciones entre los hombres y el medio natural que ellos hanmodelado. Él habla, en fin, de lo que se transforma, de lo que desaparece, de lo queprefigura el porvenir” (LIZET Y RAVIGNAN, 1987).

Igualmente, según MEYNIER (1970), el más clásico estudioso de los paisajesagrarios, éstos son “modelo agrario del conjunto de la vida rural” y “revelan todo uncomplejo de técnicas, géneros de vida, psicología y tradiciones difícilmente asimila-bles los unos a los otros”, por lo que “muchos autores, estimando que el paisaje reflejaestos complejos, adoptaron la noción de civilización agraria”. Ella supone: una deter-minada ocupación agronómica principal del terrazgo; técnicas de cultivo determina-das; específico régimen jurídico y social, que implica también genuino género devida; y fijación del complejo agrario en el tiempo, posibilitando su transmisión. Comoesta concepción se muestra tan ambiciosa, no extrañará que, en los factores quecoadyuvan a la formación de los paisajes agrarios, Meynier no sólo incluya los clási-cos de índole ecológica, social y económica, sino muchos más: religiosos, aritméticos,étnicos, políticos, etc.

Pero evidentemente tan amplio entendimiento de los paisajes agrarios también sepresta a muchas e importantes objeciones, algunas de las cuales –quizá las más radica-les– son recogidas por el mismo Meynier. Pero de todo ello queda en pie un convenci-miento esencial que nos servirá mucho en nuestro razonamiento: el paisaje agrariotambién es totalizador de la amplia realidad que es la vida y el medio campesinos.

Otro aspecto importante del paisaje agrario es cómo se imbrican en él los elemen-tos y factores humanos o sociales y naturales y ecológicos. “Los geógrafos del siglo

1. Según MEYNIER (1970) “para que el paisaje merezca el adjetivo agrario es necesario que el campocultivado ocupe una parte razonable del espacio considerado”. El adjetivo rural , como es convencional, se refierea contenidos más amplios: todo lo relativo al campo, sea agrario o no, todo lo que no se refiere a la ciudad.Nuestro artículo se refiere a los paisajes rurales, pero con frecuencia se utilizan ambos términos como sinónimoso similares.

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XIX, naturalistas de formación, habían intentado explicar estos paisajes por el suelo,por el relieve o por el clima” (MEYNIER, 1975).

En España, aunque tardíamente, representa esta concepción paradigmáticamenteHERNÁNDEZ-PACHECO (1935), para el que el paisaje es “la manifestación sintéti-ca de las condiciones y circunstancias geológicas y fisiográficas, que concurren en unpaís”. Sus elementos o componentes fundamentales, “que por sí solos pueden consti-tuirle, y que, por lo tanto, uno a lo menos de ellos no puede faltar”, son la vegetacióny el roquedo. Los complementarios –nubosidad, luminosidad, agua– “pueden faltar ono ser aparentes, sin que el paisaje pierda su característica esencial”. Y hay tambiénelementos accesorios o “accidentes del paisaje..., de carácter accesorio, circunstancialy de detalle” que son precisamente los de carácter humano y, especialmente, losrurales, a saber: animales silvestres y ganados; el hombre, en cuanto tiene carácteretnográfico y que, por su género de vida campestre, encaja en los “cuadros de laNaturaleza”; los cultivos “característicos y tradicionales de cada comarca, consecuen-cia... de las condiciones climatológicas, del relieve y, en general, de los factoresgeológicos y fisiográficos”; las construcciones campesinas “con carácter etnográfico”que “se acomodan, en el transcurso de los tiempos, a las necesidades que imponen lasrespectivas condiciones climatológicas y demás fisiográficas, llegando a armonizar enel paisaje y a formar parte integrante del cuadro de la Naturaleza”; y las construccio-nes antiguas –prehistóricas, medievales, ruinas– que son “como fósiles de la Historiaen el paisaje”.

Como puede notarse, estos elementos rurales del paisaje los “naturaliza” total-mente Hernández-Pacheco en sus condicionamientos y evolución y, según concepciónhumboldtiana –al menos en cuanto a la expresión– sólo le interesan como componen-tes de “cuadros de la Naturaleza”. E igualmente no se ocupa de los paisajes ruralesordinarios, sino de aquéllos que, por su antigüedad, arcaísmo o excepcionalidad, ayu-dan a resaltar los paisajes naturales. Hoy se corre también el riesgo de proteger loexcepcional –utilizando el ardid como coartada pseudoproteccionista–, a cambio devindicar libertad total y justificación para todos los desafueros en la gestión de lospaisajes rurales ordinarios.

Pero frente a esta concepción reduccionista, muchos autores, aunque consideran“los factores físicos de explicación, frecuentemente, primordiales, (creen que no hayque olvidar) los factores humanos” (MEYNIER, 1970) o, como desarrolla BERTRAND(1975), “el espacio rural es realidad ecológica y realidad humana”. La concepción deeste autor me parece –pese a su acusación de “formalismo” a los paisajes agrarios–que da buena cuenta de lo que llama “le naturel des terroirs”, considerando al espaciorural –para nosotros también paisaje– como “un ecosistema integrado y funcional,cuyos elementos totales son dinámicamente solidarios los unos de los otros y, portanto, indisociables”. Pero también es “ecosistema exportador truncado” y, por tanto,específico, o sea “agrosistema”. “Es desde el interior de esta estructura global (elagrosistema) desde donde hay que analizar el funcionamiento histórico del espaciorural”.

Al hilo de la última afirmación, tenemos que enfatizar que, prácticamente todos losautores (LUGINBUHL, 1989; FOURNEAU, LUGINBUHL Y ROUX, 1991; LÓPEZ

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ONTIVEROS, 1984; LIZET Y RAVIGNAN, 1987; C.P.M.; C.E.P.) consideran consus-tancial al paisaje rural su vertiente histórica, pudiendo sintetizar así este punto de vista:“En los paisajes rurales las formas se constituyen por un proceso acumulador histórico,sobre el potencial ecológico, de manera que fijan funcionalmente el legado del pasado.Éste representa en sí mismo un valor cultural de integración, de organización del espa-cio. Se trata de las morfologías acumulativas que presentan los modos de civilización, setrata de memoria y de ahí deriva el alto papel significativo de los paisajes agrarios, pesea su aparente falta de monumentalidad” (MARTÍNEZ DE PISÓN, 1997).

Por último, en viejos países de larga historia rural, los paisajes agrarios llegan a“definir la personalidad regional... constituyendo referencias fundamentales del senti-do geográfico de los pueblos” (MARTÍNEZ DE PISÓN, 1997). Insiste mucho GA-LIANA (1996) que el paisaje rural “es patrimonio identitario de singular importanciapara los franceses” y que, precisamente, “el fuerte sentimiento identitario que seestablece entre la sociedad francesa y su mundo rural ha propiciado que los procesosrecientes de cambio y desfiguración de sus paisajes rurales hayan provocado unasensación de alarma y una verdadera crisis cultural en el vecino país”.

En España y Andalucía, donde el proceso de urbanización y éxodo rural hansido mucho más tardíos y acelerados, es seguro también que esos paisajes, no sólopara los campesinos sino también para los ciudadanos y emigrantes, siguen siendoseñas de identidad, puntos de referencia psicosociales y, por supuesto, ya que el“paisaje es memoria”, “fuente originaria y principal de la melancolía”(LLAMAZARES, 1995).

Los paisajes rurales, en conclusión, tienen personalidad propia, son casamientoinextricable de hechos ecológicos y humanos, se han forjado en una larga historia yhan terminado por ser troquel de identidad para muchos. Veamos las singularidades ycaracteres de los paisajes agrarios andaluces.

3. LOS PAISAJES AGRARIOS ANDALUCES EN SU CONTEXTOMEDITERRÁNEO

Conviene destacar de entrada que nuestros paisajes –los españoles y especial-mente los andaluces– hay que comprenderlos en relación con los europeos, con losque comparten orígenes y secuencias similares. Y, dentro de éstos, pertenecen alpaisaje mediterráneo (es fundamental al respecto el reciente libro ARIAS ABELLÁNy FOURNEAU, 1998), “profundamente marcado por la huella del ser humano (y)producto de una vida urbana y rural refinadas” (C.P.M.).

Y, sin entrar en profundidad en la caracterización de los paisajes mediterráneos yandaluces, está muy claro que a ellos convienen dos notas elementales e irrefutables:su compleja variedad y su gran longevidad (PAISAJE MEDITERRÁNEO, 1992).

Las causas de la primera son una compartimentación extrema del relieve pormotivos geológicos y geomorfológicos y un clima variado e irregular que, a su vez,engendran un mosaico de paisajes vegetales con el corolario de una abundante biodiversi-dad e igual mosaico de formaciones vegetales. Se colegirá también fácilmente que las

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muchas culturas que se han gestado o han hollado el Mediterráneo y Andalucía no hanhecho sino estimular y consolidar la susodicha variedad.

Por todo ello, a nivel general, siguiendo a PLANHOL Y ROGNON (1970), cabeidentificar en la cuenca mediterránea “espacios agrícolas” de llanuras costeras, ver-tientes de montaña, montañas, cuencas interiores y altiplanos y mesetas interiores.Para Andalucía, el calco de esta variedad se resalta por muchos autores, y en 1980 porel GRUPO E.R.A se acuñó un término, que ya ha devenido clásico, que es el de “LasAgriculturas Andaluzas”. Conviene, por demás, enfatizar que todo lo dicho desembo-ca en muchos paisajes rurales, aunque sea complejo establecer la correlación exactaentre agriculturas mediterráneas-espacios rurales-paisajes agrarios.

En este mundo mediterráneo, en conjunto, razones complejas físicas y humanasposibilitaron primero la ocupación, y hasta acantonamiento, de la vida rural en losespacios montañosos, procediéndose, después, a la colonización de las llanuras, a partirdel siglo XIX y sobre todo primera mitad del XX. Y “en conjunto los sistemas de cultivotradicionales –y sus correlativos paisajes– en el Mediterráneo –y Andalucía– podemosafirmar que llegaron a un equilibrio inestable, aunque en determinados ciclos históricoseste equilibrio fue catastróficamente roto” (LÓPEZ ONTIVEROS, 1984; PLANHOL YROGNON, 1970; BIROT, 1964; HERNÁNDEZ HERNÁNDEZ, 1997). Creo que estaevolución ilustra a la perfección la concepción dialéctica de BERTRAND (1975), segúnla cual, a fases de bloqueo o estabilidad en los que los espacios agrarios se encierran ensus sistemas de producción y segregan su propio determinismo, siguen otras de ruptura–períodos de innovación y progreso–, originados por la aparición de umbrales agrotécnicos,soluciones de continuidad por causas demográficas, económicas, etc.

Pero lo importante ahora es que los paisajes mediterráneos están “sometidosactualmente a transformaciones considerables” –yo diría que sin iguales históricamen-te–, cuyas causas acertadamente sintetiza así la C.P.M. (apartado II):

1.º Procesos económicos, demográficos o ecológicos tales como:– extensión de la urbanización frecuentemente mal controlada y difusa;– desarrollo industrial, realización de infraestructuras y de grandes

equipamientos;– crecimiento masivo del turismo y actividades de ocio;– banalización de los paisajes agrarios en las zonas de agricultura intensiva

y especialización y abandono del campo en las más marginales;– fenómenos que hacen peligrar los paisajes rurales, como contaminación de

las aguas superficiales y subterráneas, acumulación de residuos, erosión, etc.2.º Insuficiencia de medios económicos, intelectuales y relativos a la ordenación

del territorio consagrados a la gestión y protección del paisaje.3.º “La actitud contradictoria de las poblaciones, consistente, por una parte, en el

incremento de la demanda de paisaje y, por otra, en comportamientos perjudiciales almismo”.

Todo esto, por supuesto, es aplicable a los paisajes rurales andaluces, pero loespecífico para nuestra región y otras españolas es que la crisis agraria, con éxodo

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rural sin precedentes, despoblación, abandono de explotaciones, mecanización acele-rada, etc., se desencadena y consuma –a diferencia de otros países europeos– en sólodos o tres décadas y, por tanto, los efectos son mucho más catastróficos.

En estas circunstancias, la situación de nuestros paisajes rurales se caracterizahoy por una crisis sin precedentes, originada, de una parte, por la especialización eintensificación de la agricultura que se practica, con el corolario del peligro de banalizaciónde sus paisajes, y, de otra, por el abandono de la actividad e incluso despoblación deamplias zonas de montaña, con el correlato de pérdida irreparable de tantos elementospaisajísticos, que las variadas culturas fueron insertando en aquéllos. Ante este pano-rama, cabe ahora señalar los principales aspectos de nuestros paisajes campesinos quesería necesario conservar, restaurar y en todo caso gestionar en una adecuada políticapaisajística sobre los mismos.

4. ASPECTOS ESPECÍFICOS DE LOS PAISAJES RURALES ANDALUCES

4.1. Observaciones sobre determinados tipos de paisajes rurales

– Paisajes agrarios vivos y funcionales. Nos referimos a los paisajes cerealistasde campiñas y llanuras, monocultivos olivareros, grandes zonas interiores de regadío,cultivos forzados del litoral, etc. Para evitar su banalización y degradación se exigenespeciales cuidados de los efectos que sobre ellos originan las grandes infraestructurasy equipamientos, la contaminación de suelos y aguas, así como los procesos erosivos,siendo también necesaria la preservación de tierras de cultivo ante la invasión turísticay urbanizadora, cuando ello sea posible. Estos paisajes además tienden con frecuenciaal monocultivo absoluto y a la ocupación total de todo el terreno, sin respetar riberas,pendientes, lindes, setos, etc., siendo el efecto de ello la monotonía absoluta y laliquidación de buena parte de la fauna. Urge, pues, tomar medidas para diversificar unmínimo estos monocultivos que se verán así saneados ecológica y estéticamente.

– Paisajes cinegéticos de la montaña media. En Andalucía, prácticamente, la casitotalidad de nuestras sierras que ocupan este tramo altitudinal, tras la crisis agraria,han derivado con exclusividad a un aprovechamiento con caza mayor y menor. Hasido éste un remedio parcial para evitar el abandono de estos espacios. Pero por susrepercusiones paisajísticas nos preocupan tres aspectos de los paisajes cinegéticos:

– La demagógica afirmación de “caza para todos”, la especulación de estos terre-nos y el propósito de realizar beneficios inmediatos organizando monterías y jornadasde caza, con frecuencia, terminan en un esquilmo abusivo de la fauna cazable y en unanotable degradación de la vegetación.

– La proliferación de cercados cinegéticos –el proceso más espectacular de géne-sis de campos cercados que se conoce en la historia europea– engendra daños biológi-cos a las reses, deteriora la vegetación, dificulta el tránsito de personas y animales pornuestras sierras, etc. Será muy difícil de admitir en el siglo XXI esta manifestación–los cerramientos generalizados–, tan “dura” ecológica y paisajísticamente, de la privatiza-ción absoluta de nuestros montes.

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– La repoblación con especies y razas de caza exóticas de forma descontrolada espeligrosa y puede dar al traste con nuestros mejores animales autóctonos, algunos deexcelentes cualidades cinegéticas. Y para calibrar la gravedad de ello, piénsese alrespecto que estos paisajes cinegéticos son los únicos que presentan en abundancia eseelemento, tan consustancial como mermado hoy –y por supuesto bello–, del paisajeque es la fauna.

– Espacios naturales protegidos y paisaje. Es importante que entre los objetivosde la protección de espacios naturales –casi “convertidos hoy en reserva biológica”–vuelvan a figurar y se exalten los valores paisajísticos de éstos, tanto en sí mismoscomo por las panorámicas más amplias y externas que puedan ofrecer. El geógrafoandaluz Carandell Pericay, hace muchos años, inspirado en experiencias francesas ysuizas, preconizó el descubrimiento de los tours d’horizon , vueltas de horizonte oalzas, como uno de los instrumentos para archivar nuestros paisajes y, con sensibilidady encanto inefable, no sólo exaltó las bellas panorámicas del Guadarrama madrileño,sino en Andalucía las del Picacho de la Sierra de Cabra –”centro geográfico” y “bal-cón de Andalucía”–, la Sierra Nevada –para él el “lugar más excelso de Andalucía” y“atalaya cósmica”–, el Torcal de Antequera con su punto de observación del Ventanillo,Santuario de la Virgen de la Cabeza, Castillo de Almodóvar, Ermitas de Córdoba, etc.Para que algunos de estos observatorios –el Picacho y el Torcal– se protegieran, segúnla figura de Sitio Natural de Interés Nacional, Carandell coadyuvó con sus escritos ygestiones (LÓPEZ ONTIVEROS, 1997 Y 1998).

– Recuperación de paisajes en crisis o abandonados. Hay, por último, un conjun-to de paisajes agrarios andaluces a los que especialmente ha afectado la crisis agrariao la reestructuración productivista, y, como consecuencia de ellas, se encuentran muydeteriorados, totalmente abandonados o en vías de serlo. Sin embargo, sus valores encuanto a biodiversidad, morfología agraria, historia, etnografía, etc. o en cuanto a suvariedad y estética aconsejan, según los casos, medidas para evitar su desaparición,para frenar su deterioro o para recuperar algunos de los más valiosos ya fenecidos.Entre este variopinto conjunto merecen destacarse los siguientes:

– Huertas tradicionales, más o menos extensas, anejas tradicionalmente a granparte de los pueblos andaluces, que se encuentran abandonadas o asfixiadas por lacompetencia de productos hortícolas y frutícolas foráneos. En ellas elementos destacablesa respetar, –aparte la amenidad de sus paisajes como la exaltara Valera para la de Cabra–son las especies autóctonas de sus muchos frutales, hortalizas y flores, los manantiales,acequias, albercas y otras conducciones, molinos harineros con o sin caz, casas y casi-llas de hortelanos, otras construcciones, etc. Líneas de estímulo en ellas para que siganfuncionando aceptablemente o para promover agricultura a tiempo parcial, de fin desemana, ecológica o biológica, etc. serían muy de desear, siempre con la condiciónexplícita de mantener o recuperar los paisajes originarios en la medida de lo posible.

– Los ruedos de pueblos presentaban un paisaje y aprovechamientos tradicionalessiempre distintos y complementarios de los de las aureolas periféricas del término y,en algunos casos, se estructuraban en abancalamientos y campos cercados, eran asien-to de la pequeña propiedad e incluso podían albergar las pequeñas huertas antesaludidas. Desaparecido el ganado de labor, cuyo alimento complementaban los ruedos,

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y muy menguadas otras funciones de abastecimiento y de todo tipo, que eran las quelas mantenían vivos, amenazados en fin por la expansión urbana, tienden –y en mu-chos casos ya lo han sido– a ser invadidos por los monocultivos circundantes osencillamente ya no existen. Los más singulares y puros de nuestros ruedos, que aúnsubsisten –no muchos–, deberían ser respetados como testimonio de la variedad paisajísticaandaluza y como elemento clave de la estructura de nuestros términos municipales.

– Respecto al paisaje de dehesa no hay que evocar aquí –por conocidas– susmuchas virtualidades desde el punto de vista ecológico, productivo y paisajístico.Muy mermados ya por la expansión agrícola de los siglos XIX y XX, debería aspirarsea que no desapareciera una dehesa más en Andalucía, y que, con los avances engenética y agronomía, se restaurasen algunas de las desaparecidas.

– Paisajes de montaña por doquier se encuentran abandonados, de la SierraMorena de Huelva a la de Jaén y de las Béticas del desierto almeriense al polo españolde la pluviosidad que es Grazalema. Por esta gran extensión y consiguientes condiciona-mientos, su variedad es grande y su problemática compleja (JIMÉNEZ OLIVENCIA,1989-90 y RODRÍGUEZ MARTÍNEZ, 1998) . Por ello, más que sugerencias de recupera-ciones singulares, creo que lo que hay que aspirar es a que en las políticas rurales demontaña –de carácter europeo, español o andaluz– no se olvide el tratamiento paisajístico,que, además, tiene que estar presente no sólo en los espacios llamados naturales sinotambién en los paisajes estrictamente agrarios.

No obstante, como complemento a esta sugerencia de conjunto, destacamos –por sugran extensión, valores de todo tipo y especial singularidad– el caso de las Alpujarras,donde es penoso constatar cómo se van liquidando o ya lo han sido paisajes agrarios deespectaculares estructuras, que datan nada menos que de la Edad Media o Moderna.Algo habría que hacer para que la ruina de estos paisajes rurales no fuese total (JIMÉNEZOLIVENCIA, 1996 y RODRÍGUEZ MARTÍNEZ Y JIMÉNEZ OLIVENCIA, 1996).

– Los paisajes agrarios litorales han sido tan devastados por la expansión turís-tica y urbana y por la agricultura forzada y de vanguardia que difícil es encontrar algoque pueda ser calificado de tradicional, excepto los espacios protegidos, que sobretodo lo son por sus valores naturales. No obstante, si quedase algo autóctono decarácter rural o agrario, debería ser preservado.

4.2. Paisaje, poblamiento y hábitat rurales

Existe siempre una gran simbiosis entre el componente agrario de un paisaje y elpoblamiento y hábitat rurales. Por ello, a continuación, destacamos peculiariades yaspectos relevantes de estos últimos en Andalucía, bien entendido que, a efectos degestión, ordenación y planeamiento, el tratamiento siempre ha de ser conjunto.

– Agrociudades. Por supuesto que hoy exigen –y afortunadamente así se estaproduciendo– una diversidad funcional de las mismas, que desvirtúa el concepto mis-mo de agrociudad. Pero de este tipo singular de poblamiento deben continuar y poten-ciarse los siguientes aspectos: la idoneidad en cuanto a tamaño y como instrumento dearticulación del territorio rural; su rico patrimonio monumental, arqueológico y de

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vivienda urbana, fruto de su largo y esplendoroso pasado histórico; el original yvariado urbanismo, unido muchas veces a bellos y espectaculares emplazamientos, loque hace necesaria una exquisita protección ambiental dadas sus altas intervisibilidady fragilidad visuales. Hay que cuidar también en las agrociudades los aspectos paisajísticosde sus ruedos para conseguir una adecuada interpenetración, sin rupturas, de la ciudadcon el campo (LÓPEZ ONTIVEROS, 1994).

– Pueblos. Muchos de los pueblos andaluces participan de cuanto se ha dichorespecto a las agrociudades. Por supuesto que su menor tamaño no debe originarmenor cuidado y protección. Piénsese que con este tipo de poblamiento se estructurabuena parte de Andalucía Oriental y las zonas de montaña.

– Aldeas y poblamiento disperso. La dependencia administrativa, histórica y ac-tual, de este poblamiento ha sido causa de su olvido y sometimiento e, incluso, catalizadorade abandono y despoblación. Pero ya es hora de proclamar enérgicamente que “no” amás desaparición de aldeas y “si” al fomento, en la medida de lo posible, del poblamientodisperso. Es la única manera de estimular una auténtica “country life”, de tan pocatradición en Andalucía y tan conveniente por muchas razones, entre otras la de laseguridad como instrumento para mantener vivos los elementos más importantes delos paisajes rurales y para facilitar el “amenagement” de estos espacios.

– Arquitectura y viviendas rurales. Las viviendas de pueblos y agrociudades sehan deteriorado, desvirtuado y desaparecido tantas, a raíz del “boom” reedificatoriode los últimos decenios, que en muchísimos casos es imposible su recuperación. Porello las que restan hay que preservarlas y hacer que sirvan de modelo e inspiraciónedificatoria.

Respecto al hábitat rural disperso, impresiona la calidad y variedad de nuestrasviviendas rurales. FLORIDO TRUJILLO (1996) ha estudiado ejemplarmente este hábitaten toda la Depresión del Guadalquivir, de Jaén a Cádiz y Huelva, y distinguido ycaracterizado estos tipos de viviendas: viñas y lagares; cortijos cerealistas; cortijosganaderos; haciendas, molinos, caserías y cortijos de olivar. Sus conclusiones son muyvaliosas en cuanto a metodología de estudio, tipologías, la condición de arquitecturapopular que todas presentan y necesidad urgente de catalogación, estudio y política derecuperación. Evidentemente que quedan por estudiar y conocer en profundidad lasviviendas rurales de nuestras sierras y de buena parte de Andalucía Oriental (clavepara el conocimiento de la vivienda troglodita: URDIALES VIEDMA, 1987), perotambién es verdad que probablemente la tipología no se ensanchará ya mucho y que,con lo ya sabido, se puede emprender la tarea propuesta. Y piénsese, en fin, que, comolapidariamente sentenciara A. Machado, hay una simbiosis perfecta en el paisaje anda-luz entre el terrazgo y su vivienda rural: “Campo, campo, campo, y entre los olivoslos cortijos blancos”.

4.3. Elementos aislados de los paisajes rurales andaluces

Con frecuencia, y con finalidad etnológica o funcional, se planteará el problemade proteger, no paisajes rurales en su conjunto, como los vistos hasta ahora, sino los

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elementos aislados de los mismos. De forma ciertamente parcial se destacan a conti-nuación algunos de estos elementos de importancia en nuestra región:

– Determinados biotopos agrarios singulares que por sus aprovechamientos, téc-nicas utilizadas, morfología agraria, etnobotánica, etc. deben ser estimulados y ayuda-dos en su preservación, pues testimonian valores agrarios y ecológicos dignos deconservarse. Riberas arboladas, pequeños humedales, bosquetes, cultivos arcaicos,etc. pueden ser ejemplos de ellos.

– Red caminera mayor y de servicio de parcelas y fincas, así como vías pecuarias–cañadas y veredas–, cuya delimitación urge. A ello hoy hay que unir los pasillos decaminos, carreteras y ferrocarriles abandonados.

– Terrazas de cultivo y abancalamientos, lindes, setos y muros de cerramiento defincas, majanos o bombos, etc.

– Razas animales y variedades de plantas cultivadas con carácter autóctono.– Pozos, fuentes, pilares, acequias, albercas y todo lo que configura el “amenagement”

del regadío tradicional o de puntos de abastecimiento humano de agua o abrevaderospara el ganado.

– Además de las construcciones rurales para viviendas, ya aludidas, las utilizadaspara albergue de ganado, vigilancia o cualquier otra finalidad. Así como eras, corrales,hornos, cocinas y otras edificaciones anejas a las viviendas.

– Monumentos aislados como castillos, torres vigías, santuarios, capillas, igle-sias, etc. y restos arqueológicos de todo tipo.

Dos principios de protección son básicos al respecto: a) la mejor protección es lade hacer vivo y funcional un paisaje; b) a veces habrá que preservar elementos concre-tos y aislados, pero lo ideal es la protección del conjunto.

4.4. Otros elementos de la cultura y modos de vida rurales

Entendemos por tales las manifestaciones materiales y espirituales genuinas deámbitos rurales y engendradas por sus habitantes a lo largo de la historia. Algunos deestos elementos no tienen manifestación visual en el paisaje, pero todos, junto con losya estudiados, son obra de esa civilización campesina que ha engendrado, como vi-mos, nuestros paisajes rurales. He aquí, a título de ejemplo, algunas de estas manifes-taciones:

– Artesanías de utensilios, aperos de labranza, arreos de caballerías, hogar, etc.– Gastronomía y los productos para ella necesarios.– Tradiciones folklóricas y etnográficas de todo tipo: religiosas, profanas, festi-

vas, etc.– Especificidades lexicográficas y dialectales y vocabulario agrario.– Comportamientos y maneras de vivir genuinas.

Éstos pueden ser principios generales que han de regir la actitud antes este patri-monio: respeto; preservación activa si es posible y no se trata de comportamientos

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incompatibles con principios éticos generales; y estímulo de su evolución para evitarla fosilización absoluta.

5. OBSERVACIONES SOBRE LA PROTECCIÓN Y GESTIÓN DE LOS PAISAJESRURALES ANDALUCES

5.1. Nuestro atraso en el desarrollo de la protección paisajística

En 1987 en el SEMINARIO SOBRE EL PAISAJE (1989), celebrado en la Casade Velázquez de Madrid, GARCÍA BORJA constataba que en el orden jurídico laregulación sobre el paisaje en España era muy escasa y asistemática, no existía unconcepto unívoco del mismo, jurídicamente se entendía de forma “indeterminada”, ensu tratamiento legal predominaba una concepción exclusivamente proteccionista ynaturalista (paisaje igual a medio ambiente o bellezas naturales), y lo que era aún másgrave: ante posibles conflictos, el paisaje siempre se consideraba como un “bien devalor secundario”. A su vez, ZOIDO (1989) confirmaba totalmente este diagnóstico yañadía que, aunque a veces apareciera una ordenación exclusiva del paisaje, en lamayoría de los casos se tenía en cuenta sólo simultáneamente con otras actuaciones opropuestas, por ejemplo, en el planeamiento urbanístico.

En Andalucía, en el PLAN ESPECIAL DE PROTECCIÓN DEL MEDIO FÍSICO-1986-87, me parece que se avanza algo, pues la protección se amplía a espacios devariada condición territorial e incluso se incluyen con tal fin “paisajes agrícolas singu-lares”: 59 para toda Andalucía, que ocupaban 109.021 has.

Posteriormente, no obstante, parece que se ahoga este conato de protecciónpaisajística, de forma que, en textos claves de la ordenación y el planeamiento anda-luces, el paisaje se ve preterido total o casi totalmente. Así ocurre en BASES PARALA ORDENACIÓN DEL TERRITORIO DE ANDALUCÍA -1990, PLAN DE DESA-RROLLO RURAL ANDALUZ -1993 y abundante legislación sobre medio ambiente,tanto española como andaluza.

Es pronto para saber cómo se abordará el paisaje en el PLAN DE ORDENA-CIÓN DEL TERRITORIO DE ANDALUCÍA -1998, pero en su documento provisio-nal sobre BASES Y ESTRATEGIAS “se incorpora el paisaje como base del conoci-miento del territorio”, siendo objeto de propuestas específicas y formando parte delos criterios que han de regir las actuaciones sobre determinadas unidades físicasterritoriales y políticas sectoriales. Por cierto que se concretan también algunasmedidas paisajísticas para determinados espacios rurales andaluces. No obstante, meparece que adolece algo el tratamiento paisajístico del documento de cierta impreci-sión y confusión y, sobre todo, se olvida de los parámetros paisajísticos en muchasocasiones a la hora de concretar las infraestructuras, como puede comprobarse en eltambién provisional PLAN DIRECTOR DE INFRAESTRUCTURAS DE ANDA-LUCÍA -1998.

En conclusión: en la última década, que es cuando se ha configurado gran partede la legislación y planificación autonómicas andaluzas, desgraciadamente no se ha

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avanzado casi nada en el tratamiento de la gestión y protección paisajísticas, y porsupuesto tampoco ha habido progreso en las que se refieren al espacio rural.

Por el contrario, es evidente que el avance ha sido fenomenal en la protecciónmedioambiental, pero es como si ésta, teñida de biologismo y tecnocracia, no hubieseestablecido relación alguna con lo paisajístico, cuando teóricamente ambos temas seimbrican en muchos aspectos.

En contraste con nuestro déficit paisajístico, a nivel de la Unión Europea el avancees significativo –lo que es un excelente indicador de nuestro retraso en el tema–, debien-do considerarse la C.P.M y la C.E.P. documentos clarividentes que inspiran, en parte, loque sigue sobre gestión y protección de los paisajes rurales andaluces.

5.2. Principios de protección y gestión de los paisajes rurales andaluces

Son presupuestos previos a tener en cuenta al respecto los siguientes:

a) Como se ha reiterado, son muy variados los paisajes rurales andaluces y, porello, aparte los principios generales imprescindibles, en su gestión y protección esineludible un tratamiento diferenciado según los casos.

b) En el mismo sentido, a nivel general, cabe distinguir paisajes rurales arcaicoso restos parciales de ellos, que exigirán protección como parte importante del patrimo-nio etnográfico de Andalucía, y paisajes vivos en evolución, ni siquiera singularessino de carácter ordinario, pero cuyo armónico desarrollo y preservación estéticatambién reclaman protección.

c) La supervivencia de los paisajes rurales en crisis, en abandono total o parcial,pasa por el mantenimiento de una actividad mínima y, por supuesto, por la evitaciónde la despoblación absoluta. Como también se ha dicho, la mejor manera de preservarun paisaje rural es que siga funcionando.

Con la debida adaptación a Andalucía y a sus paisajes rurales, principios genera-les que hay que tener en cuenta para la gestión y protección de éstos, según la C.E.P.(especialmente cap. I, art. 4 del Anexo I) y la C.P.M. (apartados III y IV) son lossiguientes:

1.º “Hay que establecer jurídicamente que el paisaje es un bien común, funda-mento de identidad cultural y local de las poblaciones, componente esencial del mediogeográfico y expresión de la riqueza y de la diversidad del patrimonio cultural, ecológico,social y económico”.

Respecto a los paisajes rurales andaluces, este propósito encaja perfectamentecon la indicada variedad y riqueza de nuestros paisajes. Además creemos que haynecesidad, a nivel español y andaluz, de una Ley de Protección del Paisaje, como lafrancesa sobre protección y valorización de los paisajes de 1993, que implemente laincorporación del paisaje a las legislaciones en vigor y, especialmente en nuestro caso,a la legislación, ordenación y políticas sectoriales de carácter rural.

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2.º Hay que formular y poner en práctica políticas específicas paisajísticas ten-dentes a la protección, gestión y ordenación de paisajes rurales andaluces.

3.º Hay que tener en cuenta sistemáticamente el paisaje, en general, y el rural enparticular, en las políticas de ordenación del territorio, urbanismo, cultura, medioambiente, agricultura y en todas aquéllas que puedan tener un efecto sobre él. Espe-cialmente en la realización de las grandes infraestructuras y obras públicas se ha detender a una reposición del estadio previo a la ejecución de las obras.

Aspectos más concretos sobre gestión y protección del paisaje rural serían lossiguientes:

1.º Es urgente aproximar a los diferentes sectores concernidos con los paisajesrurales, a saber: habitantes del campo y ayuntamientos, técnicos y autoridades admi-nistrativas, responsables de la ordenación del territorio, medio ambiente y proteccióndel patrimonio, y empresas constructoras de infraestructuras y otros agentes económi-cos, para buscar el consenso entre ellos en cuanto se refiera a estos quehaceres paisajísticos(C.P.M., IV, 1).

2.º Hay que “fomentar la inserción de la dimensión paisajística en los estudios deimpacto”; y en los proyectos no sometidos a éstos también “hay que exigir que seatenido en cuenta el aspecto paisajístico” (C. P. M., IV, 2 y 3).

3.º Hay que “promover los trabajos de identificación de los paisajes y de análisisde sus valores de reconocimiento social, elaborando inventarios cartográficos, delimi-tando unidades de paisaje y localizando los paisajes y lugares de interés” (C. P. M.,IV, 4). La nueva versión de este necesario “archivo del paisaje”, que preconizabaCarandell, puede ser un Atlas de Paisajes Rurales de Andalucía.

4.º Conviene estimular el desarrollo del conocimiento científico de nuestros pai-sajes rurales, lo que exige la formación de especialistas (C. P. M., IV, 5 y 6), no sóloen las técnicas más empíricas que conducen al estudio de los geosistemas y paisajesnaturales, sino también en el rico significado humano, histórico, social y cultural denuestros paisajes rurales.

5.º Es urgente fomentar la sensibilización de los andaluces en cuanto se refiere ala protección y problemas de sus paisajes rurales (C. P. M., IV, 7), pero también deautoridades, técnicos y planificadores del mundo rural, que hasta ahora no han demos-trado gran sensibilidad respecto al tema del paisaje.

6.º Según el ejemplo francés, y en principio a título experimental, se deberíanensayar “planes de paisaje” concretos, con la finalidad de conservar formas paisajísticasheredadas, restaurar algunos elementos de éstas y, en algunas ocasiones, recrear nue-vos paisajes (GALIANA, 1996).

7.º Como ingrediente fundamental del desarrollo local, y también del turismorural como parte de éste, se debe fomentar el “potencial paisajístico” de los espaciosrurales que lo merezcan, auspiciando la creación de “imágenes de marca”, la conce-sión de un “label” o etiqueta a determinados paisajes y siempre aspirando a que laprotección paisajística vaya pareja con el fomento de la actividades rurales y el desa-rrollo local, para que el paisaje siga vivo (GALIANA, 1996 y C. E. P., V).

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8.º Por la importancia, profusión y valor de nuestra vivienda rural es urgente unapolítica concreta sobre su gestión, protección y recuperación, que debe comprendertanto la catalogación sin demora del patrimonio existente como otras medidas de tipojurídico y económico (FLORIDO TRUJILLO, 1997).

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Cuadernos Geográficos, 29 (1999), 85-117

PASADO, PRESENTE Y FUTURO DE LA OCM DEL ACEITE DE OLIVA

CEJUDO GARCÍA, EUGENIO Y MAROTO MARTOS, JUAN CARLOS*

Aceptado: 21-IX-99. BIBLID [0210-5462 (1999); 29; 85-117].

1. INTRODUCCIÓN

Hablar del sector del aceite de oliva a escala mundial es pensar fundamentalmen-te hoy en Europa (ver cuadro nº 1) que es donde además de tener una tradiciónmilenaria, se concentran cinco de las ocho millones y media de hectáreas que actual-mente estiman las estadísticas mundiales su ocupación superficial. Completa la ante-rior afirmación el que la producción europea represente nada menos que el 80% de lamundial y que nuestro consumo ascienda al 77% del total producido de esta grasavegetal; esto representa alrededor del 3,2% de la producción mundial de aceites vege-tales comestibles y el 3,3% del consumo. Como es sobradamente conocido, dentro dela Unión Europea el cultivo del olivar se localiza en los países mediterráneos, de entrelos que el nuestro con dos millones doscientas mil hectáreas (el 11% de su superficiecultivada), es no sólo el que más peso supone en la superficie del olivar europeo (entorno al 45%), sino también el que más aceite produce (ver cuadro nº 2). De estecultivo dependen en la U.E más de dos millones de explotaciones y en torno a 750.000empleos a tiempo completo, llegando a aportar a la producción final agraria de paísescomo Grecia el 9,9%, o de España el 6,3 (incluida la aceituna de mesa). Pero estasmagnitudes globales no ofrecen la importancia que este cultivo realmente tiene pararegiones como Andalucía y sobre todo para alguna de sus provincias como, es el casode Córdoba y especialmente de Jaén.

CUADRO 1: PRODUCCIÓN MUNDIAL DE ACEITE DE OLIVA (miles de Tm)

Zonas Geográficas Valores absolutos Valores porcentuales1988/91 1992/95 1988/91 1992/95

África 286 233 14,17 12,25Asia 142 210 7,03 11,04UE 1.569 1.441 77,71 75,76Resto del Mundo 22 19 1,09 1,00Total Mundial 2.019 1.902 100,00 100,00

Fuente: Anuario de Producciones de la FAO. 1995. Elaboración propia.

* Departamento de Geografía Humana de la Universidad de Granada.

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Cuadernos Geográficos, 29 (1999), 85-117

La evolución reciente de la superficie de olivar en nuestro país ha sido de reduc-ción en el período (1962-85) y de incremento desde entonces a hoy. Se ha cuantificadoen casi 200.000 has la reducción del primer período, respondiendo este arranque deolivares a la política propiciada por la Administración para regular el sector. El incre-mento de la superficie olivarera actual ha sido consecuencia de nuestra incorporacióna la Unión Europea, que supuso la aplicación al sector de elevadas ayudas tanto alconsumo como a la producción. Se localiza el incremento básicamente en Andalucía(ver cuadro n.º 3) donde se pasó de algo más de 1,2 millones de Has en 1981 a cercade 1,4 en 1997 (en España los valores son 2,1 y 2,3 millones respectivamente); esto haprovocado que el olivar andaluz pase de representar el 57,55% del nacional en 1981suponga el 61,54% actual. Una parte importante de este crecimiento se ha producidoen la provincia de Jaén (no en vano 80.000 de las casi 200.000 en que creció seprodujeron allí) lo que, unido a su tradicional hegemonía, le supone acaparar más del24% del olivar español y más del 40% del andaluz.

Si la importancia de este cultivo en Andalucía ya ha quedado evidenciada por lasuperficie que ocupa, no es diferente la conclusión que se obtiene cuando nos fijamosen las cifras relativas a la producción de aceite de oliva (ver cuadro nº 4). Nuestraregión ha ido incrementando con el paso del tiempo su importancia en este sector,pues de aportar en 1960 el 69,4% del aceite de oliva español, hemos llegado a repre-sentar actualmente el 80% por término medio. Esta misma dinámica es consecuenciade la evolución seguida por las provincias andaluzas productoras, destacando Córdobacon el 20% y sobre todo Jaén que significa nada menos que el 40% del aceite del país.

CUADRO 2. PRODUCCIONES DE ACEITE DE OLIVADENTRO DE LA UNIÓN EUROPEA (miles de Tm)

Campaña UE España Italia Grecia Portugal Francia

1986 1.204,7 529,0 383,0 246,4 44,8 1,51987 1.875,2 770,0 742,5 321,7 38,0 3,01988 1.207,9 406,5 437,1 334,9 28,0 1,41989 1.478,0 700,0 585,0 171,0 20,0 2,01990 1.127,4 702,0 148,0 237,6 37,8 2,01991 1.728,5 610,0 650,0 430,1 35,0 3,41992 1.379,3 636,0 410,0 314,4 17,1 1,81993 1.257,3 550,9 418,0 254,0 32,1 2,31994 1.383,2 481,5 480,0 387,0 32,2 2,51995 1.323,3 322,0 620,0 335,0 44,0 2,3

1986/90 1.378,6 621,5 459,1 262,3 33,7 2,01991/95 1.414,3 520,1 515,6 344,1 32,1 2,51996/97 2.018,7 1.023,4 505,0 447,0 41,0 2,41997/98* 1.060,7

Fuente: Consejo Oleícola (1996).* Dato tomado del Anuario de Estadística Agrarioa 1997 publicado por el MAPA (1998). Elaboración propia

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PASADO, PRESENTE Y FUTURO DE LA OCM DEL ACEITE DE OLIVA 89

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En definitiva, se puede afirmar que la trascendencia de este cultivo es enormedesde distintos puntos de vista, cultural, social y económico. En esta última dimensióncabría destacar el valor que aporta esta grasa vegetal a la Producción Final Agrariaandaluza, el 29%, lo que le convierte en el subsector más importante de nuestra econo-mía agraria, seguido por las hortalizas con el 25,3%. Estos datos adquieren su verdaderadimensión cuando advertimos que ninguna de las demás producciones agrícolas (cerea-les, vino o cualquier otra) supera el 5% (es decir seis veces menos que la del aceite);más aún, supone más del doble del total de la producción final ganadera. Las mismasvariables adquieren valores desorbitantes en una provincia que vive por y para el olivarcomo Córdoba con el 52% y sobre todo el caso de Jaén en donde la producción de aceitesupone el 86% de la producción final agraria provincial (ver cuadro nº 5). Sin embargo,no es menos cierto que este cultivo esta afectado por múltiples problemas, algunos soncaracterísticas estructurales que dificultan su mayor dinamismo: ser un cultivo funda-mentalmente de secano (se riega sólo el 7,8% en el país, 11% en Andalucía y 16,3% enJaén). El cultivo está muy influido por las caprichosas oscilaciones que impone el climamediterráneo y esto unido a la consabida vecería que le caracteriza, otorgan a la produc-ción de aceite un carácter, casi consustancialmente aleatorio (ver cuadro nº 3). A loanterior cabría añadir, una estructura de su propiedad y de sus unidades técnico econó-micas, marcadas por el fortísimo minifundismo; las dificultades que este cultivo arbóreopresenta para completar la mecanización de sus labores; la todavía escasa integraciónentre producción, transformación y comercialización, que impide lograr un control realdel sector por parte de sus cultivadores y que pueda propiciar que el valor añadidoquede en las zonas productoras y sirva para sacar de su actual situación de depresiónsocioeconómica a las gentes de estas tierras.

Son sin lugar a dudas éstos, entre otros datos, los que justifican la necesidad detrabajos que traten de evaluar la OCM del aceite de oliva en el contexto en el que seubica el sector.

2. EL PASADO DE LA OCM DEL ACEITE DE OLIVA

Los sistemas que la CEE ha venido utilizando para regular sus distintos mercadosagrarios se han basado, por un lado, en un régimen de precios garantizados para elagricultor (superiores a los que rigen en el mercado internacional), en la necesidad deprotección en frontera por otro; en unos pagos en forma de ayudas a la producción ypagos compensatorios y finalmente en un sistema de limitación de la oferta que adoptamultitud de formas. Esta concepción general es la que existe en el Reglamento (136/66de 22 de septiembre) que es el que normativiza el sector de las materias grasas, entre lasque obviamente se encuentra el aceite de oliva. En efecto, el instrumento básico deregulación del sector lo constituye el precio de garantía (protegido hasta hace poco enfrontera a través de exacciones reguladoras y del mecanismo inverso de restituciones ala exportación), complementado con ayudas a la producción y al consumo y en el que laintervención pública y el contrato de almacenamiento privado se convierten en losmecanismos básicos de regulación de la oferta.

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PASADO, PRESENTE Y FUTURO DE LA OCM DEL ACEITE DE OLIVA 91

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Por lo que al régimen de precios se refiere, el Consejo de la UE ha ido fijandoanualmente los precios comunes en ecus verdes para el aceite de calidad tipo –virgencorriente– y para cada campaña de comercialización que se inicia el 1 de noviembre.De esta manera, los precios que regían el sector eran:

El Precio indicativo a la producción: que se establece en un nivel que sea equi-tativo para los productores pero teniendo en cuenta la producción necesaria para laComunidad. El Precio de intervención: que es el que pagan los organismos de inter-vención por los aceites de calidad tipo y el que sirve de referencia para el cálculo delprecio de compra, para los otros aceites de calidad diferente a la tipo. El Preciorepresentativo de mercado: que es el precio al que se desea que se situé el aceite en elmercado. Este precio debe permitir la normal comercialización de las produccionesobtenidas, a la vez que debe guardar una relación fijada entre él y los precios de losdemás aceites vegetales que concurren en el mercado. En nuestro país no se aplicóhasta que terminó nuestro período de adaptación y ha desaparecido a raíz de la refor-ma de 1998. Finalmente el Precio umbral: tuvo la finalidad de proteger nuestrosprecios del mercado exterior y ha desaparecido con la entrada en vigor de las acuerdosGATT.

El régimen de ayudas contempla dos tipos diferentes para el aceite de oliva: laayuda a la producción y al consumo. La primera, tiene como finalidad lograr laelevación del nivel de renta del productor. Sólo podrá ser cobrada por los oleicultoresque destinen su producción a la obtención de aceite de oliva, pudiendo fijarse deforma particular para los productores denominados “pequeños”1. Los últimos no seránpenalizados en el supuesto de que se sobrepase la Cantidad Máxima Garantizada através, en su caso, de la minoración de la ayuda y se favorecen, además, de una ayudacomplementaria de 3 ecus/100kg a partir de la campaña 91/92. Para los oleicultoresdenominados “grandes” la ayuda se aplicará al total de producción realmente obtenidamientras que los “pequeños” la reciben a tanto alzado en función del número de olivosy del rendimiento de éstos. Para su obtención el agricultor deberá presentar (según loestablece el Reglamento 2.261/84 de 17 de julio) una declaración de cultivo en la quese haga constar el número de olivos cultivados así como su localización y una copiade la declaración presentada para la elaboración de registro oleícola, la solicitud deayuda y un certificado de molturación expedido por una almazara autorizada. Dichaspeticiones se tramitan a través de las (OPRs) Organizaciones de Productores Recono-cidas, siendo ellas las que reciben los importes de las ayudas otorgadas a los mismos.A partir de la campaña 1987/88 (y en principio hasta la 90/91, aunque hoy se sigueutilizando), la Comisión crea un mecanismo estabilizador de la producción denomina-do Cantidad Máxima Garantizada que se fijó en 1.350.000 Tm (siendo prorrogada por

1. Se entiende por tal a aquel productor que en las dos campañas anteriores se le ha reconocido una cantidadde aceite que no supera los 500 Kg. Serán “grandes” productores aquellos que sí lo hagan. Esta distinción entrepequeño y grande se empieza a realizar desde la campaña 1978/79 si bien el límite que los separaba era el de 100kg elevándose a 500 a partir de la de 1990/91, lo que conllevó que cerca del 50% de las productores comunitariospasasen a engrosar la primera de las categorías citadas, y quedando suprimido a partir de la reforma de 1998.

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la Comisión hasta la campaña 98/99 en la que se eleva a 1.777.261 Tm con la entradaen vigor del Reglamento de 1.638/98 de 20 de julio). Su introducción afecta tanto siésta no se alcanza como si se sobrepasa. En el primer caso, la diferencia entre lacantidad realmente producida y la garantizada se tiene en cuenta para la fijación de laayuda en la campaña siguiente; en el segundo, la cuantía de la ayuda es reducida porla aplicación del coeficiente que resulta de dividir la cantidad garantizada por larealmente producida.

La segunda, la ayuda al consumo, que se estableció para favorecer la competen-cia del aceite de oliva con otros vegetales ha desaparecido en la actualidad tras lereforma de 1998. Era recibida por las envasadoras en función de la cantidad deaceite de oliva y de orujo que embotellaban (en envases de hasta 5 litros), ycomercializasen. Su importe se fijaba como la diferencia entre el precio indicativo ala producción y el representativo de mercado y para su concesión las empresasenvasadoras debían cumplir ciertos requisitos2. Su eliminación ha sido justificadapor la Comisión por su carácter innecesario, en la medida en que su reducción casia su mínima expresión, en las últimas campañas, no había afectado al consumo delaceite de oliva en la Comunidad.

Además de estos mecanismos de régimen de precios y de ayudas, la OCM delaceite de oliva establecida en el Reglamento de 1966, cuenta con otros para regular sumercado: el sistema de intervención y los contratos de almacenamiento privado parael mercado interior, de un lado, y, de otro, la exacción reguladora a la importación y larestitución a la exportación para el mercado exterior.

En el caso del mercado interior, el sistema de intervención, como es conocido,obliga a la compra durante los meses que van de julio a octubre de cada campaña, delaceite virgen de precedencia comunitaria que le sea ofrecido por los agricultores o susrepresentantes, al precio fijado para el tipo y modulado en función de la calidad delmismo. A él se le añaden los gastos generados por su traslado, si la intervenciónobliga al vendedor a llevarlo a los almacenes del organismo interventor. Este sistemade protección se ha visto reducido a partir de los acuerdos del GATT. Se acuerdadisminuir el apoyo al mercado interior en un 20% sobre la media del período 1986/88,a realizar durante seis años (1995-2000). Suponiendo un reparto lineal entre los distin-tos productos, la Consejería de Agricultura (1994; 1-19), ha calculado una reducciónmáxima para Andalucía de 3.235,2 millones de ptas (la media del período base recibi-da por nuestra Comunidad fue de 16.176 millones de ptas). Teniendo en cuenta que en1992 a la Comunidad llegaron 50.144 (cantidad muy superior a la del período basecomo consecuencia de que esos momentos en nuestro país no se cobraba la ayuda alconsumo y la existente a la producción era muy inferior), para el año 2000 la cifra quese espera recibir para el aceite de oliva es de 46.909 millones. Cálculo que, además deoptimista, parece muy relativo “ya que la reducción se realizará sobre el montante

2. La empresa deberá tener una capacidad de envasado de al menos 6 Tm por jornada de trabajo de 8 horas;ejercer la actividad al menos durante 120 días por campaña y envasar durante la misma una cantidad global de almenos 100 Tm, además de otros requisitos de carácter documental.

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global comunitario” y no autonómico tal y como ha hecho la Junta en esta evaluación(COCA PRAST, I. CELAYA POMPOSO, A. M. 1996; 215).

Por lo que respecta al mercado exterior, los mecanismos que se contemplan parael aceite de oliva son los mismos que los de cualquier otra OCM. De un lado, unarestitución a la exportación que se concede al exportador de aceite de oliva que vendea terceros países, cuando su precio dentro de la Comunidad sea superior al mundial;(el valor es fijado una vez al mes como mínimo, cubriendo la diferencia entre uno yotro y su importe será el que esté en vigor el día de la exportación o el vigente en elmomento de la admisión de la declaración de exportación, según establezca el opera-dor). De otro, la exacción reguladora a la importación (prélèvement), constituye unsistema de defensa contra las importaciones de aceite de oliva de terceros países ytiene un carácter variable en contra de los aranceles aduaneros. Estas exacciones no seaplican, o se reducen considerablemente, a las importaciones de determinadas cantida-des de este producto provenientes de países con los que tenemos acuerdos preferenciales,especialmente mediterráneos (Túnez, Argelia, Marruecos o Turquía).

Los acuerdos del GATT van a obligar a una reducción del 21% de las cantidadesexportadas subvencionadas y del 36% del valor de las restituciones pagadas por di-chas exportaciones, durante seis años, y sobre la base de la media del bienio 91/92siempre que ésta sea superior a la existente en el 86/90. Para Andalucía significa unadisminución de 7.084,56 Tm (1.180,76 Tm de reducción en cada año de los seisprevistos), el 21% de 33.736 Tm que fue la media exportada del período 86/90; “cifrapoco representativa comparándola con la del total de exportaciones (un 1,32% sobrelas de 1992)”. Por lo que a las restituciones a la exportación respecta, no disponemosde datos desagregados por sectores para nuestra comunidad autónoma; con los globales,la reducción sería de 3.607,2 (el 36% de 10.20 millones de ptas de media durante1986/90), o lo que es lo mismo 601,2 millones por año para todos los sectores (Consejeríade Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía. 1994b; 69). Esto va a suponer que delos 9.418,8 millones de ptas que se recibieron como restituciones para todos lossectores en 1995, se pase a un total de 6.412,8 en el año 2000.

Finalmente, los aranceles se verán reducidos en un 36% durante seis años, to-mando los niveles del período 1986/88. Esta cuestión consideramos que no es preocu-pante para nuestro aceite de oliva ya que las importaciones que llegan a la Comunidadlo hacen con prélèvement muy reducidos. Por el contrario, las repercusiones que estaliberalización puede generar en el sector han sido calificadas como negativas porASOLIVA (Asociación de Exportadores Españoles de Aceite de Oliva), ya que al finaldel período de reducción (seis años), la cantidad de este producto que se podrá expor-tar con ayudas comunitarias será sólo de 117.000 Tm frente a las 162.000 que seexportaron en 1992/93 (Agro Europa. 1993; 1).

La adopción de este Reglamento, a los pocos años de la puesta en marcha deCEE y su mantenimiento ininterrumpido durante más de 30 años, sólo puedeentenderse en un contexto que estuvo marcado durante muchos años por el fuertedéficit que sufría el mercado comunitario en materias grasas de origen vegetal, taly como lo pone de manifiesto el hecho de que en la década de los 70 sólo secubriera el 20% de la demanda de materias grasas, excluyendo la mantequilla. La

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progresiva entrada en la CEE de los países mediterráneos del sur de Europa,especialmente de España, empieza a modificar sustancialmente el marco de refe-rencia antes diseñado. Especialmente si se tiene en cuenta que el sistema de pro-tección del aceite de oliva fue entendido, desde sus inicios, por parte de los paísesde la CEE como una forma de ayuda a los agricultores italianos (el denominado“cheque italiano”). Dicha fórmula difícilmente puede seguir aplicándose, sin mo-dificación alguna, cuando se produce la entrada del máximo productor de aceitede oliva, España. Ello explica que, para un sector fuertemente deficitario como eraentonces el del aceite de oliva dentro de la Comunidad, que no cuenta con compe-tidores exteriores fuera de la misma, se nos impusiera un período transitorio extre-madamente largo (diez años frente a los siete normales).

3. EL PRESENTE DE LA OCM DEL ACEITE DE OLIVA

3.1. Informes previos y normativa que la regula

La necesidad de reformar la OCM de 1966 se plantea abiertamente en la nota a laComisión relativa al sector del olivar y del aceite de oliva (...). Informe de opciones.presentado por el Comisario de Agricultura Frank Fischler y aprobado por ésta el 12de febrero de 1997 pasando a ser denominado desde ese momento como Documentode Opciones. El Documento, plantea escasas novedades respecto al Informe. Se pro-duce un retraso de la entrada en vigor de la reforma definitiva, (período transitoriofinalmente de tres campañas 1998/2000) y se basaba en cuatro cuestiones fundamen-tales: a) en una ayuda desligada de la producción (bien por árbol o por superficie)sobre datos fiables obtenidos a través de los pertinentes estudios realizados durantedicho período; b)la eliminación de la intervención pública; c) la limitación en el cobrode las ayudas a la plantaciones anteriores al 1 de mayo de 1998 y d) por la modulaciónde éstas a cargo de los diferentes Estados miembros.

Las razones que plantea el Comisario en su informe para justificar su modelo dereforma son múltiples. Van desde aquellas que inciden en la necesidad de controlareficazmente el número de árboles, las producciones, las superficies y las ayudas, paraevitar el fraude; a otras que pasan por el control de los excedentes (según él estructu-rales), o por la ineficacia de ciertas medidas y organismos (como la ayuda al consumoo las Organizaciones de Productores Reconocidas), y terminando en la necesidad deincrementar la calidad y el consumo del producto a la vez que frenar el proceso deintensificación productiva al que se está sometiendo al olivar en los últimos añoscomo consecuencia de las altas ayudas comunitarias. (COMISIÓN DE LAS COMU-NIDADES EUROPEAS. 1996; 21-34).

A nuestro entender, las verdaderas razones que mueven al Comisario a impulsarla reforma de la OCM del aceite de oliva son fundamentalmente tres: el control delfraude; el problema presupuestario que presenta una producción en alza y las limita-ciones que impone el acuerdo firmado en Marrakech. Sus premisas y argumentosprincipales son los siguientes: 1º) El fraude se produce tanto en el cobro de la ayuda

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a la producción como en la ayuda al consumo. El gran número de almazaras existentesdificulta sobremanera su control para evitar las mezclas fraudulentas en momentos deprecios elevados. No se puede saber con certeza qué parte de la aceituna de mesa sedestina al mercado y cual se incluye en el mecanismo de cobro de la ayuda a laproducción de aceite de oliva de los pequeños productores. Existe una seria imposibi-lidad de verificar con exactitud las declaraciones de cultivos y por último, el pequeñoproductor que cobra a tanto alzado en función al número de olivos, puede vender susproducciones a otro operador que cobra la ayuda a la producción como propia, lo quegenera un doble pago a un mismo producto. 2º) Los excedentes se consideran comootro gran problema en la medida en que la UE se ha convertido en un exportador netodesde la entrada de España y Portugal (una cantidad media de 80.000 Tm/año en losúltimo cinco años). Además estos excedentes estructurales son más difíciles de com-batir que en el caso de los cultivos anuales, por ser el olivar un cultivo permanente.3º) Finalmente, y esto es básico, la Comisión entiende que el aumento de las produc-ciones de los últimos años, requeriría de un incremento de la Cantidad Máxima Ga-rantizada, a la que no se podría hacer frente con las limitaciones presupuestariasexistentes actualmente dentro de la UE en materia agraria. 4º) Se plantea, también, laimposibilidad de compatibilizar las ayudas a la producción real con los acuerdosadoptados dentro del marco de negociaciones de la Ronda Uruguay del GATT y ellosin olvidar las restricciones que dicho acuerdo ha supuesto en la protección del merca-do interno y de las exportaciones subvencionadas. En definitiva, la senda que se estámarcando para la agricultura apunta a la reducción de la protección del sector parafavorecer la plena integración de los agricultores a la dinámica del mercado.

Ante esta situación el Informe propone tres opciones diferentes, que se muevenentre el mantenimiento del status quo con algunas reformas; la opción de cambioradical a través de la ayuda al árbol (la defendida por Fischler) y una mixta entre lasdos anteriores.

La posibilidad de que se llevara a cabo la modificación radical de la reforma sobre labase de la ayuda al árbol movilizó a todos los sectores implicados que, tras duras negocia-ciones, consiguieron la aprobación de un Reglamento transitorio ( Núm. 1.638/98) que esel que regirá el mercado de aceite de oliva durante las tres próximas campañas (1998/9-2000/1), hasta que se produzca su modificación definitiva. Este Documento de Opcionesha encontrado serias objeciones por parte del Comité Económico y Social que lo rechazóel 29 de mayo de 1997 (CES 1997a) y del Parlamento Europeo el 18 junio, aprobando el18 de diciembre un informe remitido por Salvador Jové Peres el 14 de julio de 1997 (eldenominado Documento Jové), que se convierte en la respuesta más global dada a nivelinstitucional al Documento de Opciones. El documento Jové contiene una línea argumentalque desmonta algunos de los razonamientos y conclusiones de Fischler, poniendo demanifiesto tanto sus contradicciones como algunos de sus errores, (incluso de caráctertécnico). Frente a las propuestas del Comisario en favor de la ayuda al árbol, Jové apuestapor una OCM que contemple la concesión de una ayuda única a la producción quegarantice un nivel de renta justo a todos los productores, en función de la cantidad deaceite realmente producida (incluye a los pequeños productores dentro del régimen gene-ral de ayuda a la producción, para facilitar así la ejecución de los controles). Lo anterior

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Cuadernos Geográficos, 29 (1999), 85-117

permitiría incrementar la cantidad máxima garantizada, respetando la neutralidad presu-puestaria, incluso creando un régimen complementario de ayudas a las pequeñas explota-ciones. Plantea además la necesidad de una ayuda al consumo, a un nivel que equilibre elmercado de las grasas vegetales, como instrumento eficaz de un sistema integrado decontrol que abarque desde la producción hasta el consumo. Propone el mantenimiento delsistema de intervención pública para asegurar la estabilidad de los mercados y de losprecios en un sector en el que las fluctuaciones anuales de la producción son muy eleva-das. Del mismo modo, se requiere una apuesta por la promoción de la calidad que impidalas mezclas de aceite de oliva con otros aceites, así como el funcionamiento de un sistemade control basado en la comercialización del aceite como desencadenante de las ayudas yen la homogeneización de los parámetros básicos de este cultivo (número de olivos,superficie y producciones), en todos los países productores.

A pesar de la oposición ya manifestada por parte de los eurodiputados y del CESa la que se unen todos los sectores implicados en el sector, especialmente en España,agrupados bajo la llamada “Mesa del Aceite”, la maquinaria de la Comisión se poneen marcha bajo las directrices marcadas en el Documento de Opciones. Esto supone laapertura de una etapa transitoria en la que se introducen algunos cambios al Regla-mento de 1966, pero en la que se mantiene la ayuda a la producción como eje básico.Las negociaciones a partir de este momento toman un cariz diferente, una vez elimina-do para los próximos años el fantasma de la ayuda al árbol, y se centran, fundamental-mente, en la cantidad máxima garantizada y en su reparto por países. Entramos portanto en una guerra de cifras que concluye, con algunas victorias y otras tantas derro-tas, con la aprobación del Reglamento (CE) Núm. 1.638/98 de 20 de julio. El citadoReglamento entró en vigor el 1 de noviembre de 1998 y estará vigente durante lascampañas 1998/99; 1999/2000 y 2000/2001. En él se recoge:

– La modificación del art. 5.1. del Reglamento 136/66, que elimina el régimen deayudas a los pequeños productores ya que se entiende que su instauración se realizópara facilitar los controles administrativos, habiéndose transformado el doble sistemade ayuda a los productores en una fuente de fraude (Considerando 3), pero mantienela ayuda a la producción del aceite de oliva en función de la cantidad de aceiterealmente producida, quedando fijada en 132,25 ecus/100kg (223 ptas/kg) para cadauna de las tres campañas de comercialización, lo que supone una reducción del algomás del 7% respecto a la inicialmente prevista.

– Se eleva la cantidad máxima garantizada hasta 1.777.261 Tm (recuérdeseque la anterior estaba fijada en 1.350.000 Tm) contingentándose ésta por países yestableciéndose cantidades nacionales garantizadas (CNG) (art. 5.3), en funciónde “la producción de un período representativo sin tener en cuenta los años deproducción extrema”3. Sí se contempla, por el contrario “la situación del sector enlos distintos Estados miembros y, en particular, el reparto de las ayudas económi-

3. Definitivamente la asignación poe países se ha establecido como la media de las tres últimas campañas(1995/96, 96/97 y 97/98), la última de ellas el máximo histórico de producción en nuestro país.

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PASADO, PRESENTE Y FUTURO DE LA OCM DEL ACEITE DE OLIVA 97

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cas anteriormente otorgadas a los pequeños productores y las potencialidades delos olivares de España y Portugal” (Considerando 5). Este reparto por paísesqueda como sigue: España 760.027; Italia 543.164; Grecia 419.529; Portugal 51.244y Francia 3.297 Tm.

– Se establece una ayuda a la aceituna de mesa que cada Estado miembro detraeráde la ayuda a la producción asignada en su CNG (art. 5.4). Para España esa cantidadha sido fijada en el equivalente, como máximo, a 30.000 Tm de aceite.

– Se introduce un mecanismo de solidaridad entre los Estados productores queconsiste en el reparto del 20% de la diferencia existente entre las CNG para un paísy su producción real, entre aquellos que hayan rebasado sus CNG en esa mismacampaña de forma proporcional a la CNG de los Estados beneficiados; añadiéndoseel 80% restante, sólo para la campaña siguiente, a la CNG del Estado que no hayarebasado dicha cantidad. Sobrepasar la CNG fijada para un Estado miembro (au-mentada en su caso a través del mecanismo de solidaridad), supone la penalizaciónen el cobro de la ayuda al aplicársele a ésta un coeficiente corrector que se obtienede dividir la CNG (en su caso aumentada) entre la producción real sobre la que sesolicita ayuda.

– Se fijan para cada campaña los rendimientos de aceitunas y aceite por zonashomogéneas que permitan el control de la cantidad de aceite subvencionable (trabajosen los que pueden intervenir las Organizaciones de Productores Reconocidas (art.5.7)), así como campañas de promoción del aceite de oliva dentro y fuera de la UEque correrán en su totalidad a cargo de Comunidad (art. 11). También se contempladetraer el 1,4% de la ayuda concedida a los productores de aceite de oliva, para lafinanciación a nivel regional de medidas destinadas a la mejora de la calidad de laproducción y de sus repercusiones sobre el medio ambiente.

– Se suprime la ayuda al consumo por considerarla innecesaria en el nivel actualpara mejorar el consumo y competitividad con otros aceites, y ser imposible unaelevación significativa de la misma sin caer en el peligro del fraude.

– Se elimina el régimen de compra de intervención pública en la medida en que“constituye un incentivo que puede desestabilizar el mercado” (Considerando 11). Semantiene el sistema de almacenamiento privado para regular la oferta de aceite deoliva, en caso de alteraciones graves del mercado dando prioridad a las agrupacionesde productores y a sus asociaciones reconocidas (art. 12 bis). Del mismo modo, seelimina el precio de intervención que es sustituido por el precio indicativo a la pro-ducción (383,77 ecus/100kg).

– Además, el art. 2 del Reglamento que analizamos, establece la necesidad de laelaboración de un Sistema de Información Geográfico basado en los datos del Regis-tro Oleícola y complementados con las declaraciones de cultivo realizadas para laobtención de la ayuda a la producción y con fotografías aéreas. El cotejo de los datosSIG y de las declaraciones de cultivos puede llevar a penalización, de comprobarse suinexactitud tras inspecciones sobre el terreno, especialmente en el número de olivos.

– Por último, el art. 4, limita la percepción de las ayudas que se pondrán enmarcha a partir de 1 de noviembre del 2001, a todos aquellos olivares que se plantencon posterioridad al 1 de mayo de 1998, o los que no se hubiesen declarado en una

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fecha que está por determinar todavía; salvo que se encuentren contemplados en algúnprograma aprobado por la Comisión. Lo anterior se justifica por las expectativas quepudieran surgir con la definitiva reforma del año 2000 y que podrían desencadenarnuevas plantaciones, que pusiesen en grave peligro el futuro del mercado que en laactualidad ya es excedentario (Considerando 15).

3.2. Críticas a la actual OCM

Las opiniones vertidas sobre el acuerdo contemplado en el presente Reglamentooscilan entre los que lo defienden como una victoria hasta quienes lo entienden comoun fracaso total. Entre las primeras, se encuentran las de la Ministra de Agricultura,Loyola de Palacio, el Partido Popular y la asociación agraria ASAJA. Estos entiendenque se han conseguido vencer, o al menos posponer, la ayuda al árbol; elevar lacantidad máxima garantizada para nuestro país hasta las 760.000 Tm (lejos de las500.000 iniciales) al introducirse para su cálculo las cifras de los tres últimos años y,en definitiva, elevar la cantidad máxima de ayuda jamás alcanzada hasta el momentoen unos 9.000 millones de ptas. Entre las opiniones negativas se encuentran portavo-ces del PSOE, de las demás asociaciones agrarias y de los sindicatos mayoritarios delpaís. Muestra de esta oposición son las opiniones recogidas en el suplemento deAndalucía del diario El País de 14 de julio de 1998 en el que el Consejero de Agricul-tura de la Junta de Andalucía, Paulino Plata afirmaba, que la cantidad asignada aEspaña es claramente insuficiente con respecto a nuestra capacidad de producción realque se cifra, según él, en 1.000.000 de Tm. Esto supone que nos habrían reconocidosólo dos terceras partes de nuestra producción, lo que provocará una penalización enlas ayudas de, aproximadamente, el 32%. Exiten además discrepancias sobre la canti-dad realmente conseguida en Bruselas, ya que si a las 760.000 Tm de cantidad máxi-ma garantizada a nuestro país se le restan las 30.000 para la aceituna de mesa ydescontamos la reducción del 7% sufrida en las ayudas, el resultado es que la cantidadconseguida para nuestra producción oleícola es de 676.000 Tm realmente.

Desde la Comisión se intenta vender estos tres años hasta su reforma definitiva,allá por la campaña 2001/2, como una fase transitoria; cuando realmente nos encon-tramos ante una etapa, corta si se quiere, pero en la que las reformas que se introducenson de tal magnitud que impropiamente se la puede llamar como “fase transitoria”(MENOR TORIBIO, J. y CUESTA AGUILAR, M. J. 1998). Ello es así en la medidaen que, salvo el mantenimiento del mecanismo de la ayuda a la producción, losrestantes (o al menos los más importantes) sobre los que se sostenía la anterior OCM,se han eliminado o ha sufrido cambios bastantes profundos. De entre ellos cabendestacar la desaparición del precio de intervención, la eliminación de la ayuda alconsumo de aceite de oliva, la desaparición del régimen del pequeño productor en elcobro de las ayudas a la producción, la eliminación de la intervención pública para laregulación de la oferta, la contingentación nacional de las producciones, etc. Dicho deotro modo, las diferencias que se pueden señalar son infinitamente mayores que lassimilitudes entre ambos Reglamentos. Más aún, las directrices que parece van a mar-

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car la reforma definitiva, también suponen un cambio radical con respecto a la situa-ción presente. Estamos asistiendo, entendemos, a un momento en el que, amparado ensu catalogación de transitorio, se produce una importante reforma de la OCM delaceite de oliva sin tener en cuenta ni la veracidad de las cifras sobre las que sesustentan sus medidas, ni las repercusiones, especialmente sociales, que se pudieranderivar de su aplicación.

Las medidas que se introducen con este Reglamento, si bien presentan como aspectospositivos la elevación de la cantidad máxima garantizada en más de 400.000 Tm (aunqueparte de ellas se han conseguido a través de la reducción del nivel de ayuda a la produc-ción en un 7%), y la introducción de la ayuda a la aceituna de mesa (25,55 ptas/kg para untotal equivalente a 30.000 Tm de aceite si no se sobrepasa la CNG); pueden ser objeto devarias críticas.

La primera, y la más importante a nuestro entender, es la relacionada con laeliminación del sistema de intervención. Se ha justificado afirmando que puededesestabilizar el mercado al propiciar el incremento desmesurado de las produc-ciones. Este argumento, no lo consideramos válido, por desigual e injusto en lamedida en que el sistema de intervención, se ha mantenido en otras produccionesya reformadas como la de los cereales. No se puede mantener, al menos conargumentos sólidos, que la intervención genera excedentes para el caso del aceitede oliva y no para el de los cereales. Además, es falso que los stocks de aceite deoliva sean estructurales y se conviertan en un problema grave para el presupuestocomunitario.

Nadie discute la existencia de producciones superiores al consumo dentro de laComunidad y, por tanto, la existencia de cierto volumen de excedentes. Tampoco elincremento de las plantaciones, en concreto en nuestro país, desde nuestra entrada en laCEE al amparo de la suculenta elevación del nivel precios y de ayuda comunitaria alsector (ver cuadro nº 6). Pero ello no es óbice para reconocer, también, que ya se haintroducido con el nuevo Reglamento un estabilizador de la producción, cual es, lalimitación del olivar con derecho a ayuda al existente en mayo de 1998. En el sector delaceite de oliva, la existencia de un cierto volumen de stocks no sólo es, casi, consustan-cial al cultivo y a su producción, sino necesaria para regular el mercado como conse-cuencia de la conocida vecería, acentuada por las variaciones climáticas que definen alclima mediterráneo en el que se cultiva (tal y como se puede ver en el cuadro nº 2).Estamos hablando de una producto en el que somos no sólo los máximos consumidoressino, y lo que es más importante, sus máximos productores (cerca del 80% del totalmundial), por lo que no tenemos competidor en el mercado mundial. El consumo deaceite de oliva se encuentra en clara expansión tanto dentro como fuera de nuestrasfronteras, sobre todo en países de alto nivel de rentas como son los países nórdicos,Estados Unidos, Japón o Canadá al tratarse de un producto de extremada calidad culina-ria e inigualables efectos beneficiosos para la salud humana.Es necesario por tanto,incrementar las campañas de promoción en estos países a través de producciones decalidad (desterrando la posibilidad de mezclas con otros aceites), y a precios razonables.En esto último, la existencia de un cierto volumen de excedentes que regule no sólo losciclos de cosechas sino también los períodos de engarce entre las mismas, se convierte

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CUADRO 6. EVOLUCIÓN DEL PRECIO DE INTERVENCIÓN Y DE LA AYUDAA LA PRODUCCIÓN DEL ACEITE VIRGEN EXTRA (ptas/kg)

Ayuda a laproducción

Precio resultante Valores absolutos 1*100/2

Pequeño Gran Precio de Pequeño Gran Pequeño Granproductor productor intervención productor productor productor productor

1985 0,00 231,99 219,99 0,00 12,00 0,00 5,171986 0,00 260,97 239,73 0,00 21,24 0,00 8,141987 283,83 282,1 249,98 33,85 32,12 11,93 11,391988 311,09 307,50 265,71 45,38 41,79 14,59 13,591989 335,47 330,05 279,04 56,43 51,01 16,82 15,461990 359,27 352,06 291,88 67,39 60,18 18,76 17,091991 385,20* 371,78 303,09 82,11 68,69 21,32 18,481992 507,49* 491,88 399,84 107,65 92,04 21,21 18,711993 542,40** 523,74 397,44 144,96 126,30 26,73 24,121994 553,95*** 533,95 327,21 226,74 206,93 40,93 38,751995 583,65**** 562,42 327,51 256,14 234,91 43,89 41,77

Fuente: Elaboración propia a partir de los datos de Jiménez Sánchez, A. (1998).* Tipo de conversión al 1 de julio (147,608 y 148,064 respectivamente).

** Tipo de conversión al inicio de campaña (190,382).*** Tipo de conversión a 1-01-1991 (193,683).

**** Tipo de conversión 1-01-1996 (165,198).

en un elemento fundamental cara al equilibrio del mercado4 . Pero es más, nos encontra-mos ante un sector que genera escasas repercusiones sobre el presupuesto comunitario,(el total de gastos del sector supone entre el 5-6% de los generados por el FEOGA-G),aunque en términos absolutos no haya dejado de incrementarse de forma casi imparabledesde que se produjo la incorporación de España, hasta alcanzar los más de 2000 mecusen las dos últimas campañas (ver cuadro nº 7).

Debe tenerse en cuenta que al eliminarse el sistema de intervención, tanto en loreferido a los precios, como al almacenamiento público, se deja en manos de las grandesempresas oligopolistas encargadas de la comercialización del producto, el control delmercado y de sus precios y por añadidura de las rentas de los agricultores. En efecto,aunque la normativa establece la condición de preferentes a las Organizaciones de Produc-tores Reconocidas y sus asociaciones a la hora de establecer los contratos de almacena-

4. Tanto las cantidades como el valor de los productos objeto de almacenamiento público a 31 de diciembrede 1993, 94 y 95 (según aparecen publicados en el informe de la Comisión (1997a) sobre La situación de laAgricultura en la Comunidad. 1996) con respecto al aceite de oliva son de 243,2 Tm, 88,1 y 32,4 respectivamente,mientras que su valor ascendía a 217,1, 52,4 y 20,5 mecus en cada uno de los años citados lo que supone el 9,3%,4,6 y 4,1% del valor del total de los productos objeto de almacenamiento público mientras que los cerealesrepresentaban el 63,5, el 75,4 y el 86,5% de la magnitud antes citada, según la misma fuente.

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CUADRO 7. GASTOS DEL FEOGA-GEN EL SECTOR DEL ACEITE DE OLIVA (mecus)

Gastos Ayudas Total de -*% sobre totalAños Restituciones almacenaje compensatorias gastos FEOGA-G neto

1980 3,7 29,5 654,1 687,3 7,381981 8,4 45,7 971,3 1.025,4 11,111982 8,8 56,3 428,0 484,3 4,621983 9,7 12,2 653,4 675,3 5,001984 8,1 66,6 1.021,7 1.096,4 6,891985 19,2 5,2 667,8 692,2 5,111986 29,4 48,9 526,0 604,3 3,041987 23,2 61,2 1.054,8 1.139,2 5,731988 82,0 98,0 1.185,0 1.365,0 5,511989 93,3 54,6 1.316,8 1.464,0 6,301990 136,3 -25,7 1.059,0 1.169,9 4,661991 111,8 -18,4 1.688,6 1.781,9 6,291992 66,0 115,0 1.561,0 1.742,0 5,661993 68,7 177,3 2.170,4 2.468,1 7,131994 71,0 23,0 1.918,0 2.060,0 5,751995 38,2 20,0 745,3 812,5 2,401996 44,0 2.069,0* 2.113,0 5,201997 43,0 2.061,0* 2.104,0 5,00

Fuente: Elaboración propia a partir de los datos de Coca Prats (1998) y de los Informes sobre La situación dela agricultura en la UE.* Total de intervenciones que incluyen los gastos de almacenamiento.

5. En la provincia de la Jaén las almazaras cooperativas jiennenses vendieron el 77,2% de sus aceites arefinadoras y/o envasadoras, el 7% directamente a los socios (autoconsumo) y el restante a la intervención, siendo enmás del 90% virgen extra (Torres, Parras y Fuentes. 1995; 14-15). Al final de la campaña 1995/96 tres grandesfirmas acaparaban cerca del 50% de las ventas: el grupo Koipe-Elosua-Carbonel (controlado por Ferruzzi) con un32% de la cuota de mercado, Agra-Uniléver con un 10,3% y Aceites Toledo con el 7%. Otras empresas significativasaunque con bastante menor peso son Coosur (5,5), Agribética (4,6), Pont (3,6), Aceites del Sur (2,9) e Ybarra (2,9).

6. Estas agrupaciones dentro del sector del aceite de oliva (16 a finales de 1994), frente a las Organizacionesde Productores Reconocidas -OPRs- (en total existían 48 en nuestro país) encargadas de gestionar las ayudas a laproducción de sus asociados, tienen como finalidad la comercialización en común del aceite de oliva de susasociados al objeto de adaptar la producción y la oferta a las exigencias del mercado. Lo que pone de manifiestola desvinculación de los productores a los procesos de comercialización de sus aceites.

miento privado, la participación del productor en los procesos de almacenamiento, envasa-do y comercialización de aceite de oliva es escaso5, como consecuencia de sus importantesdéficit estructurales y organizativos. Prueba de ello es la escasa presencia de APAs6 (Agru-pación de Productores Agrarios) dentro de él, y a su vez, el escaso cooperativismo desegundo grado (sólo un 20% de las cooperativas) en nuestra tierra. Pero es cuando seanaliza la distribución territorial de las ayudas al consumo (ayudas cobradas por el envasador)cuando más se evidencia lo que mantenemos. Así es, en su reparto aparecen ComunidadesAutónomas que reciben un volumen importante de estas ayudas cuando no son producto-

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ras, o su significación es muy reducida, tal es el caso del País Vasco que recibe entre 1991y 1993, como media, más del 22% del total o de Madrid y Cataluña con casi el 10% cadauna. Estas variaciones se incrementan cuando el análisis se hace a nivel provincial, asíJaén, que produce casi el 40% del aceite nacional, sólo recibió el 9% de las ayudas alconsumo pagadas en 1993 (PARRAS ROSA, M. y TORRES RUIZ, F. J. 1996; 121-127).

Otro de los aspectos criticables es el establecimiento de las Cantidades Naciona-les Garantizadas. No tiene sentido, a nuestro entender, realizar una contingentaciónque se espera que esté en vigor sólo tres campañas, sobre cifras cuya validez ha sidocuestionada por todos los organismos, incluso por la propia Comisión de la Comuni-dades Europeas en el Considerando 1.º del Reglamento de 1.638/987. Parece, portanto, cuanto menos una medida precipitada, sobre todo, por las diferentes repercusio-nes que a nivel de los diferentes países puede tener dicha división de la CMG. Desdeesta perspectiva, diferentes estudios señalan que el país que más se va a ver perjudica-do es España, ya que las 760.000 Tm asignadas se encontrarían lejos de la supuestacapacidad productiva de nuestro país que se entiende que se sitúa en 1.000.000 de Tm.A nuestro entender, la contingentación adolece de un problema fundamental, que es elde estar basada en producciones que, sean más o menos ciertos sus valores en losdistintos países, corresponden al pasado (aunque éste sea muy próximo) y no tiene encuenta el previsible incremento de las producciones como consecuencia tanto delaumento de la superficie destinada a este cultivo, como del incremento del regadío8,máxime si este período denominado transitorio se prolonga más de lo previsto o lareforma futura no se aprobara en los términos propuestos actualmente por la Comisióny se mantuviese la ayuda directamente ligada a la producción9.

Pero más grave que este hecho (por otro lado de difícil, por no decir imposible,defensa en las negociaciones con Bruselas, ya que los deseos son una cosa y las cifras–que son las que al final mandan– son otra), es la escasa aportación que va a suponerel mecanismo de solidaridad finalmente aprobado. En efecto, las negociaciones enBruselas, se vivieron y discutieron en nuestro país como una lucha, sin salida posible,

7. “...; que, sin embargo, para determinar la menor manera de llevarla a cabo (se refiere a la reformadefinitiva de la OCM), es necesario disponer de información más fiable, en particular sobre el número de olivosen la Comunidad, sobre la superficie de olivares y sobre los rendimientos”.

8. Especialmente durante la década de los 90 (desde 1990 a 1997 se han plantado casi 150.000 Has más deolivar y se ha incrementando la superficie regada en 50.000.

9. Entendemos que la cantidad que nuestro país debería reclamar en el supuesto, creemos que poco probable,de que la futura reforma mantuviera la ayuda a la producción estaría en torno a las 850.000 Tm de aceite comohorizonte optimista a la vez que razonable para nuestros intereses. Pensar en una cantidad de 1.000.000 de Tmcomo valor real medio de nuestra producción sería desconocer el carácter coyuntural de las dos últimas cosechaspropiciadas por varios años de descanso de los olivares como consecuencia de la gravísima sequía que padeciónuestro país, sobre todo el sur, y de las excepcionales condiciones de humedad y temperatura (tanto en la floracióncomo en el desarrollo de la aceituna) en esos años. La cantidad antes reseñada sería el resultado de añadir a las770.000 que se registraron como máximo en 1987 (sin tener en cuenta las mas que probablemente irrepetiblesúltimas campañas) 80.000 Tm que sería, teniendo en cuenta los rendimientos medios de la excelente campaña de1996/7, la producción máxima de aceite de la superficie que se ha puesto de olivar desde esa fecha hasta laactualidad.

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entre cifras que se arrojaban las distintas Administraciones dentro de nuestras fronte-ras y entre los distintos Estados miembros (sobre todo España), contra la Comisión.Nos enfrascamos en una dirección que conducía, inexorablemente, a un callejón sinsalida. Fue el error estratégico más importante de la negociación.

Por el contrario, poco o nada se habló, al menos no se conoció públicamente, delmecanismo de solidaridad previsto por la propia Comisión en un proyecto de Regla-mento en el que se planteaba que “si para una campaña de comercialización, lasproducciones de ciertos EE.MM. son inferiores a sus CNGs respectivas, la suma delas diferencias en cuestión se reparte entre los otros EE.MM. Que las hayan sobrepa-sado, proporcionalmente a sus CNGs”10. Esto significa, que la Comisión proponía unreparto del total de las diferencias y no del 20% como se ha establecido en el Regla-mento aprobado. Es cierto que al quedar el 80% restante para el propio país se podíafavorecer a aquellos que pudiesen tener asignadas cuotas de reparto más elevadas,caso de España, pero eso sería si la cantidad adjudicada se ajustase o estuviese porencima de la capacidad real de producción de un país y no por debajo de ella, tal ycomo ocurriría con nuestro país. También es cierto que el reparto de toda la diferencia,que hubiese favorecido a España, tendría en contra a los demás países productores,pero no lo es menos que contaba con el apoyo inicial de la Comisión y que, sobretodo, nuestra capacidad de negociación hubiera sido mayor frente a los primeros, quefrente a la segunda.

Un estudio encargado por la Junta de Andalucía a un grupo de investigadores dela Univ. de Córdoba11, señala que la asignación de la actual CNG para nuestro país vaa tener importantes consecuencias: conllevará una penalización de hasta el 20-25%por kg de aceite; una disminución de los ingresos totales de los olivareros debido a lareducción de las ayudas y de la previsible caída de los precios como consecuencia dela desaparición de la intervención (sólo las explotaciones con una capacidad producti-va de en torno a los 2000 kg/ha alcanzarán el precio umbral de rentabilidad); se poneen peligro la supervivencia del olivar tradicional; el tamaño de las explotaciones noparece un factor crítico en la variación de los precios umbrales de rentabilidad, pero síes el elemento determinante del importe de las ayudas y un factor que posibilita lareducción de los costes. Tras lo anterior realizan unas sugerencias interesantes: esnecesario una modulación de las ayudas que garantice la mayor rentabilidad económi-ca y social de la ayuda a la producción, así como análisis más profundos que determi-nen la verdadera situación del olivar español (JUNTA DE ANDALUCÍA. 1998; 5).

A nuestro juicio es cuestionable el hecho de que se insista machaconamente en lanecesidad de reformar la OCM para atajar el fraude que en ella se produce, tanto en el

10. Propuesta de Reglamento modificando el Reglamento Núm 136/66/CE sobre el establecimiento de unaOrganización Común de Mercados en el sector de la materias grasas (documento interno). En este inicial proyectose mantenía la CMG en 1.350.000 Tm de las que a España se le asignaban 538.273 y se fijaba una ayuda a laproducción de 142,2 ecus/100kg

11. Luis RALLO ROMERO; Diego BARRANCO NAVERO; Carlos GARCÍA ALONSO y Eduardo RAMOSREAL.

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cobro de las ayudas a la producción a través del régimen del pequeño productor comode la ayuda al consumo. Se ha cifrado este cáncer por Fischler sólo para las ayudas alconsumo en 185 mecus, o lo que lo mismo, en torno al 2,5% del total de las pagadas,ya que las generadas en la producción no pueden ser evaluadas. Sin cuestionar queexiste fraude y que es necesario atajarlo, no es menos cierto que las dificultades decontrol van ligadas inevitablemente a la PAC y se registran en todos los sectoresproductivos (alguno de ellos de una complejidad inimaginable como el de la prima ala oveja), tal y como lo ponen de manifiesto los informes del Tribunal de CuentasEuropeo o los expedientes de liquidación de cuentas del FEOGA. Además, el propioTribunal señala la existencia de dificultades de control (fraude si se quiere), en el casodel régimen del pequeño productor, mientras que en el caso de la ayuda al consumoconcluye que éste “reviste las características de un sistema de control fiable en lamedida en que el número de empresas de envasado es relativamente pequeño (unas13.000) y éstas disponen, en principio, de una estructura administrativa y contableapropiada” (JOVÉ PÉREZ, S. 1997; 8).

Pero lejos de la discusión, estéril por otra parte, sobre la cuantía del fraude nonos parece razonable que para evitarlo se sustituya el régimen del pequeño productorsin poner en marcha ninguna otra medida que favorezca a estos agricultores (estamoshablando de la modulación de las ayudas que más tarde se abordará). Es cierto que suadopción no tenía como finalidad beneficiar al pequeño campesino, sino fundamental-mente favorecer el control administrativo de las ayudas; pero lo que resulta más gravey sorprendente es que, a pesar de reconocer la Comisión que las mezclas de aceite deoliva con otros vegetales constituye un fraude al consumidor, no se formule ningunaprohibición a su mezcla, como se hace por ejemplo en el caso de las leches de distintoganado. Parece con esa actitud, que la Comisión estuviese más preocupada por atajarel fraude que se comete contra su tesorería, que el que se produce en el bolsillo(cuando no en la salud), de los consumidores. Esto último no es poco importante,máxime en un contexto en el que la calidad de los productos agrarios y la necesidadde que sean portadores no sólo de alimento sino también de salud está aún en la mentede los consumidores tras los tristemente famosos casos del aceite de colza adulteradoo el más reciente de las “vacas locas”12. Este último caso es a nuestro juicio “unaclamorosa demostración del primado de los intereses económicos y del déficit comu-nitario en la estructura y funcionamiento de la UE. (…) Es la prioridad de la lógica delmercado frente a la sociedad (riesgos para la salud humana). Lógica en la que pareceque los intereses de lo ciudadanos, en tanto que consumidores, parecen no haberseconsiderada en demasía” (VIDAL-BENEYTO, J. 1997).

Por último, pensamos que también es susceptible de crítica la ausencia de unconjunto de medidas imprescindibles, que se deberían haber puesto ya en marcha y

12. No en vano cuando estalla el caso el Parlamento Europeo nombra una Comisión de Investigación queelaboró un informe, cuyo ponente es el español Manuel Medina Ortega, en el que se afirma la existencia de“responsabilidades graves, bien de la Comisión, bien del Reino Unido” (Recomendación 5.4) (Citado por LAMODE ESPINOSA, J. 1998; 108).

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que por desgracia aún no son realidad. Nos estamos refiriendo concretamente a laausencia absoluta de estudios que sean capaces de evaluar, por un lado, las repercusio-nes que las medidas van a tener, a nivel general, como consecuencia de la bajada delos precios que previsiblemente se producirán al desaparecer la intervención y, porotro sobre todo, nos interesaría conocer cómo afectará en particular a las rentas de losdistintos tipos de agricultores y explotaciones en los diferentes países y regiones de laUE en función de la productividad de sus empresas. Junto a lo anterior también pareceolvidarse la necesidad de prever los efectos que estas medidas pueden tener sobre elmedio ambiente y sobre las zonas rurales más deprimidas, que suelen coincidir conzonas de media montaña en el caso del olivar, al ser su cultivo de forma tradicional, elmás perjudicado con la puesta en marcha de este Reglamento. Aún más, entre losolvidos injustificables habría que incluir la necesidad, no satisfecha hasta el momento,de modular las ayudas en función de las rentas de los agricultores; hecho éste, que sinestar legislado de manera concreta en la situación anterior, sí se contemplaba, almenos en parte, a través del régimen del pequeño productor. Con su eliminación, a lavez que se pretende reducir el fraude, también se suprime el único elemento deredistribución social de las ayudas existente en la OCM del aceite de oliva antes de sureforma.

4. EL FUTURO DE LA OCM

El futuro de la OCM de las materias grasas en la que se encuentra el aceite deoliva debería pasar, a nuestro entender, por no olvidar algunos aspectos que sonconsustanciales con el olivar; enmarcarse dentro de los procesos globales que se estánimponiendo en la UE y en la economía mundial a los que no puede escapar, y por laapuesta decidida de unas medidas, que una vez debatidas en profundidad, inserten alsector en dicha dinámica global minimizando los costes sociales que de lo anteriorpuedan derivarse.

4.1. Aspectos que no deberían olvidarse

La futura reforma no debería olvidar que el olivar es un cultivo eminentementesocial que se asienta en zonas deprimidas con alto nivel de paro, y que, en muchas deellas, no sólo es casi el único medio de vida sino incluso lo que es más grave, noexiste alternativa a él viable a corto plazo. Especialmente verdad es la anterior afirma-ción en las zonas de media montaña mediterránea de nuestro país, con considerablespendientes y en donde la calidad de los suelos y la climatología difícilmente toleraríanotro cultivo; por lo que su abandono podría generar no sólo el incremento del parosino incluso el abandono de muchas zonas rurales de la UE. Conviene recordar en estesentido, que uno de los objetivos que se marcó la Comunidad cuando inició la reformade 1992 era el del mantenimiento de la población rural dotándola de medios para quefuese capaz de propiciar su propio desarrollo. La valoración que ha realizado el CES

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(1997b) sobre la evolución de la PAC reformada ha puesto de manifiesto que elabandono rural, lejos de haberse atajado con la reforma, se sigue produciendo en laszonas más desfavorecidas de la Comunidad.

Que el olivar es un cultivo social lo corrobora, hasta el contestado Informe deOpciones del señor Fischler (Comisión de las Comunidades Europeas. 1996; 7), alseñalar que acoge directa o indirectamente al 27% del empleo de las regiones medite-rráneas donde se produce aceite de oliva y que este valor aumenta “en áreas talescomo la provincia de Jaén en Andalucía donde el olivar es lo más importante, y unaparte más amplia de la población obtiene su sustento del sector” y que, por tanto,“abandonar nuestra solidaridad con estas áreas porque el sistema sea difícil de contro-lar, sería un error total”. Así es, el cultivo del olivar genera en la UE 750.000 empleosa tiempo completo, según datos del propio Parlamento Europeo, 4,6 millones dejornales en nuestro país (según el Ministerio de Agricultura), 140.000 empleos en todaAndalucía lo que representa el 50% del empleo agrario, cifra que para Jaén se eleva al90% (según la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía).

Pero además, esta dependencia del empleo con respecto al sector del aceite deoliva se produce en unas regiones en las que la población que se dedica al sectoragrario es bastante superior a la media Europea o nacional y donde las tasas de paroadquieren valores difíciles de asumir. En efecto, la población activa agraria en lasComunidades productoras de aceite de oliva suponen valores que duplican e inclusotriplican la media nacional y comunitaria (frente al 16,2%, 12,3 y 12,1 de Extremadura,Andalucía y Castilla la Mancha, respectivamente, la media nacional se encuentra en el8,3 y la comunitaria en el 5%). A ello se añade que la media del PIB por habitante delas regiones productoras es un 57% de la media comunitaria y su tasa de desempleo un205% superior (JOVÉ PERES, S. 1997; 17). Las tasas de paro en regiones comoAndalucía y Extremadura rondan el 30% (31,6 y 29,2 respectivamente) mientras queen Castilla la Mancha se sitúa en el 19,0 durante 1997. Dentro de Andalucía lasprovincias aceiteras reflejan niveles similares de paro (incluso algo superiores a lamedia de nuestra Comunidad), como es el caso de Córdoba, Granada y Sevilla con el32%, mientras que Jaén y Málaga si sitúan en el 30% (según datos de la Encuesta dePoblación Activa). También, conviene tener presente que la inmensa mayor parte delos olivareros andaluces, que es tanto como decir nacionales y comunitarios, sonpequeños empresarios con explotaciones de escasísimo tamaño, como lo demuestra elhecho de que el 81% de las explotaciones olivareras tengan menos de 10 Has, valorque se incrementa hasta casi el 90% (86,1 concretamente) en la provincia de Jaén y loque es más grave, el 65,8% para el caso andaluz y el 71,4% para el jiennense nosuperan las 5 Has (ver cuadro n.º 8).

Junto a ser un cultivo social, el olivar tradicional ha demostrado ser una eficazalternativa para frenar el deterioro medioambiental, especialmente los procesos deerosión y desertización en tierras con cierta pendiente, de las zonas en las que seasienta y que no debemos olvidar que constituyen el límite norte del desierto. Estarealidad no debe ocultar otra también importante, como es que este cultivo tambiéngenera algunos problemas medioambientales, ocasionados bien por su explotaciónintensiva; bien por ser olivares marginales en zonas de pendiente pronunciada, donde

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la necesidad constante de incrementar la productividad está ocasionando pérdidasimportantes de suelo debido a la erosión, como lo demuestra el hecho de que más deuna tercera parte de las zonas agrícolas mediterráneas están afectadas por problemaserosivos y que por ejemplo en olivares de la provincia de Córdoba y en parcelas dependiente pronunciada se hayan comprobado pérdidas de suelo comprendidas entre las60 y 105 Tm/ha y año (PASTOR, M. y otros. 1997; 212-13).

El aceite de oliva tiene un importante potencial de futuro tal y como lo demuestrael crecimiento de su consumo dentro de la UE, evolución señalada por el ConsejoOleícola Internacional (1994), y en países como en USA donde se ha incrementado enlos últimos quince años en un 460%.Se espera incluso que en los países no producto-res, su consumo se eleve en un 350% en los próximos 5 años con lo que “el escenarioprevisto quedaría definido por un incremento de la demanda ligeramente mayor que elde la producción, con lo que no parece existir riesgos de excedentes” (JOVÉ PERES,S. 1997; 19 –datos que toma el autor de organismos de la propia Comisión–. Estasprevisiones de futuro se alejan mucho de las negras presiones que se realizan en elInforme de Opciones del Comisario europeo (1996; 13-19), sustentadas en datos pro-cedentes del COI anteriores a la campaña 1992/93, en los que la demanda de esteproducto se había reducido como consecuencia del elevado precio que había alcanza-do a raíz de las malas cosechas recogidas por la sequía sufrida en los países mediterrá-neos. Expectativas favorables por tanto, que se sustentan tanto en el crecimientodemográfico como en el incremento del poder adquisitivo, de los países menos desa-rrollados y, sobre todo, en la creciente sensibilidad a cuestiones organolépticas ydietéticas en los países con mayor poder adquisitivo en los que los beneficios relacio-

CUADRO 8. SUPERFICIE DE OLIVAR SEGÚN EL TAMAÑODE LAS EXPLOTACIONES. (1989)

Andalucía Jaén

Tamaño de las Valores Absolutos Porcentajes Valores Absolutos Porcentajesexplotaciones Nº Expl. Superf. Nº Expl. Superf. Nº Expl. Superf. Nº Expl. Superf.

< 1 42.475 20.086 18,47 1,82 18580 10060 21,08 2,21

>= 1 < 5 108.691 188.261 47,26 17,05 44348 93653 50,32 20,53

>= 5 < 10 35.494 151.454 15,43 13,71 12980 72759 14,73 15,95

>=10 < 20 20.829 154.906 9,06 14,03 6533 68728 7,41 15,06

>=20 < 30 7.433 87.654 3,23 7,94 2034 35918 2,31 7,87

>=30 < 50 6.017 102.899 2,62 9,32 1614 41577 1,83 9,11

>=50 < 70 2.779 70.131 1,21 6,35 703 27270 0,80 5,98

>=70 < 100 2.046 65.936 0,89 5,97 470 23527 0,53 5,16

>=100 < 200 2.397 109.406 1,04 9,91 521 38286 0,59 8,39

>=200 < 500 1.348 97.454 0,59 8,82 253 28714 0,29 6,29

>=500 497 56.203 0,22 5,09 92 15727 0,10 3,45

Total 230.006 1.104.390 100,02 100,01 88.128 456.219 99,99 100,00

Fuente: Censo Agrario de 1989. T. II (Resultados por Comunidades Autónomas) y III (Resultados provinciales).

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nados con la salud son más que conocidos y apreciados (MARTÍNEZ DE VICTORIA,E. y MAÑAS, M. 1997; 587-605).

4.2. Aspectos que deben ser contemplados

A la reforma definitiva de la OCM del aceite de oliva no le queda otra opción quetener presente, de un lado, la globalización y liberalización que están sufriendo losmercados mundiales; de otro, los acuerdos impuestos y que se establecerán en lanueva ronda de negociaciones de la Organización Mundial de Comercio y, finalmente,el futuro que parece diseñarse para la PAC desde la Agenda 2000.

La actual dinámica económica, marcada tanto por organismos gubernamentalescomo privados, viene marcada por un proceso de globalización de la economía impul-sada por la evolución tecnológica, el movimiento libre de capitales en los mercadomundiales así como de los volúmenes de comercio; en definitiva, nos encontramos enuna economía cada vez más interdependiente o si se quiere más planetaria. Estarealidad ha supuesto la reducción de la presencia de los poderes públicos nacionales yel auge de instancias supranacionales como la OMC o la propia UE en la dinámicaeconómica, lo que ha provocado un fuerte proceso de desregulación del mercado queafecta a todos los sectores, del que no se escapa el agrícola hasta hoy fuertementeprotegido. Dicho de otro modo, “la acción productiva, organizativa, relacional y cultu-ral que determina la construcción social de lo rural tiene lugar cada vez más frecuen-temente en un escenario de alcance global o, por lo menos, está altamente condiciona-da por lo que acontece en dicho escenario” (...) “lo que da lugar a un alto grado dedesterritorialización de las relaciones sociales y de la identidad colectiva e individual”(ENTRENA DURÁN, F. 1998; 173).

La última ronda de negociaciones del GATT, finalizada con los acuerdos deMarrakech, diseñó un camino para el sector agrario marcado por la liberalización delos mercados y el aumento de la competencia a través de la reducción del apoyo alsector por la vía de los precios (lo que condujo a la reducción de los precios deintervención así como de las ayudas y de los montantes de las exportaciones subven-cionadas), y de la conversión de las protecciones en frontera en aranceles y su necesa-ria reducción. Paralelamente, las ayudas a los agricultores, que se siguen produciendo,se desvinculan de la producción y adquieren la forma de “ayudas directas” al agricul-tor (pagos compensatorios). Lejos de haber finalizado este proceso de liberalización,la próxima ronda de negociaciones de la OMC pretende profundizarlo, en sintonía conla globalización mundial que sufre la economía.

El futuro que se plantea para Europa, especialmente en materia agraria, en elhorizonte 2000, tal y como se ha plasmando en la denominada Agenda 2000, apunta auna reducción en términos relativos del apoyo al sector por parte del presupuestocomunitario (se prevé un incremento de las aportaciones de los países contribuyentesnetos como son Francia, Alemania y Reino Unido claramente contestado por éstos).También una profundización, en la línea marcada por la reforma de 1992 (sustitucióndel apoyo vía precios por el de ayudas directas a las rentas de los empresarios del

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sector), aunque se plantea la posibilidad de establecer un límite en su cobro, de talforma que un agricultor o ganadero no pueda superarlo, a través de una normativaimpuesta por los diferentes Estados miembros sobre la base de unas reglas comunes(lo que despertará serios debates por los grandes intereses que se encuentran en juegoy por estar en contra de la lógica compensatoria que los originó). De esta manera seabre un camino diáfano a la cofinanciación nacional y a la renacionalización de partede la PAC.

Además, el Documento Santer añade nuevos objetivos a los fijados en el Tratadode Roma para la PAC, al punto de convertirse casi en prioritarios sobre su predeceso-res: el incremento de la competitividad tanto dentro de la UE como con tercerospaíses, el logro de un alto nivel se seguridad y calidad de los alimentos, la integraciónde los objetivos medioambientales, el desarrollo de políticas rurales que favorezcanempleos alternativos a la agricultura en el propio medio rural y la simplificación de lalegislación comunitaria en materia agraria. En definitiva, la Agenda 2000 señala parael sector agrario la necesidad de profundizar en la filosofía y los mecanismo instauradosen la reforma de 1992 pero reformándolos, fundamentalmente, aunque que no exclusi-vamente, como consecuencia de la su expansión hacia el Este y de los problemasderivados de su aplicación, así como de las repercusiones presupuestarias que se vana derivar (COMISIÓN DE LA COMUNIDADES EUROPEAS. 1997).

Puede ser preocupante el hecho de que en las reformas que se plantean en laAgenda 2000, no se preste casi atención a los productos mediterráneos. Hay alusionesvagas, como la necesidad de reforzar la orientación al mercado para el tabaco, lapróxima aparición de propuestas por parte de la Comisión para la futura reforma de laOCM del aceite de oliva, así como una nueva para el caso del vino sobre la base de lareciente evolución de los mercados y la necesidad de seguir con atención el devenir delas reformas introducidas en 1996 para el caso de las frutas y hortalizas. Estas vagasmenciones han sido interpretadas como “una constante en la Comisión que llevasiempre a plantear sus reformas sobre las producciones continentales, con exclusiónde las mediterráneas (…) Lo que hace pensar que son los servicios de la Comisión losque, cuando diseñan cambios estratégicos de la PAC, apuntan más a aquellos quetienen más coste en su presupuesto con el olvido de los demás” (LAMO DE ESPINO-SA, J. 1998; 119). Si ello es así, estaríamos por tanto, de nuevo, ante una reforma quemás que por razones de adaptación del sector agrario de la UE al nuevo contexto deglobalización mundial, tiene su explicación última en la reducción de las partidasagrarias del presupuesto comunitario para la potenciación de otras actividades.

Sin embargo, hay autores que plantean este olvido como positivo, en la medidaen que pudiera implicar “un reconocimiento de especificidad para estos productos quese aplique también de igual modo en las futuras conversaciones comerciales interna-cionales de la Organización Mundial de Comercio” (TIÓ SARALEGUI, C. 1998;373). Compartimos con el profesor Tió lo que entendemos no es más que un deseo. Enefecto, la puesta en marcha de ayudas desconectadas de la producción, está pensadapara sectores en los que existen fuertes excedentes que han generando graves tensio-nes en los mercados mundiales, caso de los cereales o de la carne de vacuno, pero quea la vez requieren de un apoyo a las rentas de los agricultores y unos procesos de

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extensificación que mitiguen su incidencia sobre el medio ambiente, como consecuen-cia del crecimiento constante de los rendimientos a través del progreso tecnológicopermanente. Aplicar linealmente unos acuerdos como los que se tomaron en la RondaUruguay del GATT o los que se pudieran tomar en la próxima ronda de negociacionesde la OMC es, además de tratar por igual a todos los sectores productivos que poseenproblemáticas y situaciones diferentes, “una insensatez, tan sólo motivada por razonesideológicas liberalizadoras” (TIÓ SARALEGUI, C. 1998; 374). Ahora bien, el deseode que el nuevo marco en el que se regule la reforma definitiva de la OCM del aceitede oliva, sea establecido por organismos como el COI y no la OMC, no puede ser masque eso, un deseo; nada nos hace suponer que las cosas vayan a cambiar con respectoa lo que ocurrió con los acuerdos adoptados en Marrakech, en los que se incluía elaceite de oliva y que, por tanto, la línea que diseñaran los acuerdos del GATT, que laUE hizo suya con la reforma de 1992, y que se profundizará en la próxima ronda denegociaciones de la OMC, terminará aplicándose en la reforma definitiva de la OCMdel aceite de oliva.

4.3. Orientaciones de la próxima OCM. Algunas reflexiones

Así las cosas la reforma que se avecina se orienta, inexorablemente, hacia uncambio en el sistema de protección desvinculado de la producción a través de la ayudaal árbol o a la superficie, tal y como se señaló en el Documento de Opciones por partede la Comisión. Entendemos que urge un debate a fondo, en la medida de lo posibledesligado de intereses de todo tipo, no sólo de las virtudes (si las tuviera) y de losefectos negativos que dicha medida podría generar (lo que hasta ahora se ha hechocasi exclusivamente), sino también de los aspectos que deberían incluir estas ayudasal árbol en el supuesto, más que probable, de que se terminen implantando. Algunasreflexiones en este sentido es lo que nos disponemos a hacer a continuación.

A nuestro entender, el sistema vigente actualmente de ayudas a la producciónsin modulación alguna de las mismas es insostenible. Por ejemplo han propiciadoalgunos problemas de carácter medioambiental, que sin ser de la magnitud queseñala el señor Fischler, no pueden minusvalorarse. Destacan los ligados a laerosión en zonas de pendiente pronunciada y con las filtraciones en los acuíferospor la utilización cada vez mayor de productos químicos en el cultivo y manejodel olivar, como de alpechín y purines para la fertilización, sin mencionar densificacióncada vez mayor de las plantaciones nuevas, o los efectos que la utilización deproductos químicos para impedir el nacimiento de “malas hierbas” están generan-do en la flora y la fauna de estos espacios. Junto a lo anterior, el actual sistema essocialmente injusto ya que, al no modularse las ayudas y al ser recibidas éstas enfunción de la producción sin limitación alguna, propicia su acaparación por partede aquellos agricultores que obtiene más producción que a su vez suelen coincidircon los que lo hacen con menores costes. Lo que aquí comentamos ni es nuevo, nipuede ser olvidado cuando se defienden desde cualquier ámbito el mantenimientodel actual sistema. Recuérdese que la Comisión cuando se planteaba la reforma de

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la PAC de 1992 reconocía que el 80% de las ayudas comunitarias habían ido aparar al 20% de las explotaciones de la Comunidad que se correspondían con lasmás rentables y productivas (COMISIÓN DE LA COMUNIDADES EUROPEAS.1991). En clara sintonía con lo anterior, el trabajo realizado por GARCÍA ALONSOy sus colaboradores sobre los costes de producción obtenidos a través de unaencuesta en 433 explotaciones de olivar de secano (Citado por la JUNTA DEANDALUCÍA. 1998) señala que, con los datos reales de la campaña 1996/7, el12,5% de los olivareros recibieron el 67,8% de las ayudas (piénsese que sólo el1,7% recibió el 30,4%), mientras que el 85,5 sólo obtuvieron el 32,2 del importetotal. Así las cosas, los que piden la continuidad del sistema sin modificación uolvidan esta realidad o defienden los intereses del 1% de los olivareros13.

Se podría argumentar que un sistema que potencie la producción como el actual,favorece también a los jornaleros que se dedican a su recogida; hecho éste que si bienpuede ser cierto a corto plazo, no lo es menos que los procesos de intensificación ymodernización que este sistema propicia, generan, necesariamente, una fuerte reduc-ción de los costes laborales. En este cultivo lo anterior se ha traducido, no tanto en lamenor utilización de mano obra, como en la reducción del período de recolección, alhaberse incrementado vertiginosamente la cantidad de aceituna recogida por trabaja-dor; sin olvidar la eliminación de ciertas labores totalmente mecanizadas por lo que haquedado reducida la utilización de mano de obra, casi, a las labores de recogida y depoda del olivo. Lo anterior no exime a que, hoy por hoy, este cultivo siga generandoun volumen importante de trabajo. Sólo queremos enfatizar en que nunca moderniza-ción, tecnificación e intensificación de la actividad productiva ha sido sinónimo detrabajo para los jornaleros. Además, no parece defendible un sistema en el que la rentadel olivarero, fundamental para su pervivencia en el medio rural, se encuentra no sóloen manos de la climatología como tradicionalmente (cuando no llueve la sequía nosólo le deja sin cosecha que vender a la almazara, y sin las ayudas de la Comunidadpor no haber producido nada que poder subvencionar), sino que también ahora seañade la incertidumbre del precio de su producto (hoy mas que nunca en manos delmercado, o por mejor decir, de los grandes oligopolios que controlan la comercializacióndel producto), o el de la penalización en la ayuda por haber producido demasiado.

Es importante no olvidar que el incremento constante de la productividad y delacceso a una cada vez mayor cuota del mercado mundial conduce, inevitablemente, ados callejones sin salida: el primero es que esta ambición exportadora, que sólo afectaa un sector mínimo de las explotaciones, obliga a aplicar al conjunto, una lógicaproductivista que conlleva a la reducción incesante del número de las empresas agra-rias; el segundo es que esta pretensión de conquistar los mercados mundiales deproductos agrarios a los que se aspira por parte de los países desarrollados, después de

13. Es difícil mantener, a nuestro entender, que “con el mantenimiento de la ayuda a la producción,suprimiendo el régimen de los pequeños productores, se lograría garantizar una renta equitativa para losproductores” (PLATA CÁNOVAS, P. 1996; 5) o “que la experiencia del funcionamiento de la OCM ha permitidomantener un nivel de renta justo para los productores” (JOVÉ PERES, S. 1997; 11).

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la Ronda Uruguay, priva definitivamente a un número cada vez mayor de países delTercer Mundo (en el caso del aceite de oliva a los países mediterráneos del norte deÁfrica) de la posibilidad de reconstruir su propia agricultura. “En lugar de pujar en lacarrera por el arma alimentaria que se ha iniciado durante la Ronda Uruguay, Europadebería defender un orden mundial que respetase el derecho de los pueblos a alimen-tarse a sí mismos” (HERVIEU, B. 1996; 178). No es coherente estar preocupadosdiariamente con el futuro de los países de nuestro entorno (especialmente el máspróximo a nosotros también productores de aceite de oliva) con problemas como lapobreza y la emigración (de cuya más negra realidad se tienen noticias diariamente através de las muertes que se producen en el intento de cruzar el Estrecho de Gibraltar),planteando la puesta en marcha de ayudas y proyectos que propicien el desarrolloautóctono de estos pueblos y, paralelamente, plantear una estrategia de desarrolloexpansiva de ciertos sectores agrarios que ahoguen las agriculturas de estos mismospaíses.

Aterrizando aún más y centrándonos en Europa, la propuesta que se plantea porparte de la Comisión a través de las ayudas al árbol, genera a nuestros ojos tresbalances parciales: serías incertidumbres, algunos aspectos positivos y otros muchosnegativos.

Las ayudas al árbol, como cualquier ayuda directa de las ya implantadas en laUE, pueden ser atacadas y defendidas, con los mismos argumentos que se esgri-mieron cuando se debatieron las ayudas a la superficie o a las cabezas de ganado.Se las critica en la medida de que van a generar un freno a la reconversión de laagricultura y que comprometen toda la estrategia de dinamización del mundorural, ya que su implantación es psicológicamente desmovilizadora y tecnológica-mente regresiva14; no van a favorecer el control y gestión de las mismas; van aprovocar un incremento de la dualidad del campo europeo15; no van a ser capacesde conciliar productividad y solidaridad16; el carácter insostenible del sistema comoconsecuencia de su transparencia en la concesión indiscriminada de las ayudas17;

14. “Van a constituir un estímulo para mantener en la producción de cereales o semillas oleaginosas todauna importante superficie que, en todo caso, dejaría de tener dicha dedicación en el próximo futuro, comoconsecuencia del juego del mercado” (...) “La exigencia del set-aside rotatorio añade un nuevo elemento deestabilización en el uso de la tierra”. Además “es desmovilizador para la profesión agricultor” (...) “es un régimentecnológicamente represivo; con impacto indirecto sobre las industrias suministradoras de “imputs” a la agriculturay la investigación científica en materia de semillas, agroquímicos, etc.” (TIÓ SARALEGUI, C. 1993; 21 y 24).

15. Ello es así en la medida en que van a generar “la desaparición de explotaciones de tamaño y eficienciamedia, superviviendo las más pequeñas y las más grandes. La dualidad del campo europeo se acentuará aún más”(LAMO DE ESPINOSA, J. 1991; 76).

16. Puesto que “ya se apunta un elemento discriminador: los pagos compensatorios se fijarán en base a losrendimientos actuales” (ESCUDERO ZAMORA, G. 1991; 36).

17. “El actual sistema de ayudas a la hectárea ha dado una transparencia “insoportable” a dichas rentasdiferenciales, al no excluirse a nadie. Cuanto mayor sea la superficie de un agricultor y mayores los rendimientosen su comarca, las ayudas serán mayores. Pero, además, no se excluye a nadie, lo cual en un sistema de compensacióny sostenimiento de rentas es bastante escandaloso” (TIÓ SARALEGUI, C. 1993; 23).

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es discutible su viabilidad a largo plazo18 y, en definitiva, estas ayudas lo convier-ten en un sector subsidiado19.

Una de las repercusiones más importantes y positivas que la reforma está tenien-do, es la mejora del medio ambiente como consecuencia de la extensificación20 y de laretirada de tierras de cultivo. Esto ha supuesto una fuerte reducción de excedentespropiciada, sin lugar a dudas, también por la sequía sufrida por los países mediterrá-neos en la primera mitad de los 90. En efecto, la reforma de la PAC pone en entredi-cho los fundamentos del modo de producción intensivo hegemónico en los agriculto-res europeos ya que en un contexto de precios como los actuales, drásticamenteajustados a la baja, la maximización del margen bruto ya no coincide automáticamentecon los máximos niveles físicos de producción. Alcanzar el óptimo económico exigesustituir, en cierta medida, gastos de explotación variables (abonos, productosfitosanitarios), por conocimiento y dominio tecnológico (Lemaitre, G. 1992; 34-36).No conviene por tanto asimilar, porque es un error, agricultura empresarial y agricul-tura intensiva.

Otro de los aspectos positivos que se consolidan con la reforma es una importan-te estabilidad de las rentas agrarias gracias a las ayudas directas (en algunos casossuperando el 50% de los márgenes brutos de explotación), así como su incremento enlos últimos años21 (con el aumento de liquidez consiguiente) y, en cualquier caso, seconstata el carácter diverso de las respuestas, o si se quiere mejor estrategias, adopta-das por parte de los empresarios agrarios (BARDAJÍ, I; MORENO, C; RAMOS, E. y

18. “A corto plazo los actuales agricultores van a encontrarse con una indemnización cualquiera que seanlos rendimientos de las próximas campañas y el nivel de precios del mercado. A medio plazo los interrogantesaparecen por cuanto se desconocen cuánto puede durar este sistema de compensaciones y en qué niveles semantendrá” (VILADOMIU CANELA, L. 1994; 9-10).

19. El régimen de ayudas provoca “un efecto perverso básico: se introducen un conjunto de ayudas sincontraprestación alguna que convierten al sector agrario en un sector subsidiario. Con ello se compromete seriamentetoda la estrategia de desarrollo del mundo rural. ¿Por qué buscar una nueva y eficaz utilización de los recursos, sise reciben cheques anuales por no hacer nada, o por hacer mal aquello que aún no se hace?” (TIÓ SARALEGUI,C. 1991; 43).

20. Así parece demostrarlo los cálculos realizados por Hulot. Un agricultor cerealista “medio” europeo con160 Has y rendimientos iguales a la media comunitaria (4.6 Tm./Ha) obtendrá en 1995/96 (con la reformaplenamente introducida) unos ingresos totales (renta del cereal más ayudas) 8,7% inferiores a los de 1991. Unagricultor “extensivo” (obteniendo unos rendimientos 20% inferiores a dicha media) de su misma región veráreducidos sus ingresos sólo en un 1%; mientras que uno “intensivo” (con rendimientos superiores al 20% de lamedia comunitaria) experimentará una reducción del 13,8% en sus ingresos totales. HULOT, J. F. (1992): “Misseen oeuvre des paiements directs par la reforme de la Politique Agricole de la CEE”. 30 th EAAE Seminar. Châteaud`Oex (Suiza). 11-13 novembre (Citado por ARNALTE ALEGRE, E. 1993; 279.)

21. Tras años de pérdidas de ingresos, a veces considerables, la reforma y una coyuntura mundial favorableha permitido, en términos globales, una estabilización e incluso una mejora de las rentas de los agricultores. Noobstante, las consecuencias positivas de la reforma en las rentas se han visto hipotecadas por las fluctuacionesmonetarias en algunos Estados miembros y por los problemas derivados del mal de las vacas locas o de la crisisque sufre Rusia y su repercusión sobre el sector del porcino comunitario. Para el caso de los cereales, el valorañadido bruto real por ha añadiéndole las subvenciones de la PAC se ha incrementado entre 1990 y 1995 en un15% y en un 28% desde 1992 a 1995. (COMISIÓN DE LAS COMUNIDADES EUROPEAS. 1997; 52).

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RAMOS, F. 1995; 9-30. CASTILLO QUERO, M. y MORENO APARICI, C. 1996;193-229). El papel esencial que están jugando las ayudas directas en el apoyo delsector, fue y sigue siendo interpretado como su condena al cobro del subsidio. Desdenuestro punto de vista, el libre mercado es incapaz de asegurar el mantenimiento delmedio rural y de la actividad agraria como su eje vertebrador, máxime cuando es casiunanimamente admitido por todos los especialistas del tema que una parte importantede la agricultura (entre ella la española) está, en general, lejos de ser competitiva en elmarco que se avecina y que, por tanto, no podría mantenerse únicamente de losprecios que obtenga del mercado.

Las ayudas, además no están generando la desprofesionalización del sectorque algunos auguraban, al menos así se ha puesto de manifiesto en las comarcascerealistas de Castilla y Andalucía que han servido de base a los estudios anterior-mente citados. Parece probado que ha aumentado la resistencia a la jubilación delos agricultores (especialmente los que no tienen continuadores en la explotación),aunque también, en las comarcas en las que los resultados económicos son másfavorables se está produciendo un aumento en la incorporación de jóvenes a laagricultura.

Pero la gran batalla perdida con las ayudas directas, en el caso de los sectoresreformados en los que se han puesto en marcha, no ha sido tanto su impuesta adopciónsino su falta de modulación. En efecto, de poco le sirve al pequeño oleicultor (el quecompone la mayoría del sector), que la UE de sus ayudas proporcionalmente a susescasas producciones o a su pequeña superficie, tal y como se ha producido con lareforma de 1992. La ayuda al árbol debe incorporar al menos dos aspectos esenciales,una vez solventado el problema relacionado con la contabilidad de los olivos que sepresenta como uno de los grandes obstáculos a salvar, en la medida en que los datosde los que disponía la Comisión para su propuesta de reforma se han demostradocompletamente incorrectos22.

Los dos aspectos son a nuestro juicio esenciales: de un lado, que las ayudas directasa las rentas no sirvan de freno a la dinámica de reestructuración y de incremento de lacompetitividad del sector; máxime cuando la liberalización de los mercados así lo va aimponer y la Comisión, en sintonía con ello, la adopta como uno de los objetivos para elsector. Sin embargo, pensamos que, competitividad no tiene porque ser sólo sinónimo deintensificación y de máxima producción al menor coste posible, puede y debe tambiénserlo de producción de calidad. Esa es, a nuestro entender, la gran apuesta del sector. Y

22. La Comisión asignaba a nuestro país 166 millones de árboles (215 según el COI) sobre un total comunitariode 459 (36%) mientras que el COI le asignaba la cantidad de 215. Por su parte los datos facilitados tras un estudioencargado por la Comisión a la empresa Tragsatrec señalan que en España existen 302 millones de olivos de untotal de 755 en la UE (40%); incremento que también se ha producido en los demás países ya que Italia pasa de los130 inicialmente asignados por la Comisión a 225, Grecia de 133 a 150, Portugal de 27 a 71 y Francia de 3 a 7 (ElPaís 9 de mayo de 1998. p. 52).

Si se logra completar con éxito esta tarea –el mecanismo puesto en marcha a través de un Sistema deInformación Geográfico puede propiciarlo–, nos encontraríamos con un mecanismo bastante eficaz para controlarel fraude que se pusiera cometer en el cobro de las ayudas comunitarias

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no sólo porque la calidad es seña de identidad del aceite de oliva, sino también porquela cantidad está mas que asegurada con los niveles de producción y consumo actuales eincluso en un horizonte de incremento de éste. Reforzar las campañas de calidad (hoysubvencionadas mas que nunca –pero aún de forma insuficiente– al eliminarse la ayudaal consumo), y de la producción de aceites vírgenes, tal y como se viene haciendo, y,sobre todo, la prohibición de la mezcla de aceites en todo el ámbito de la UE es el mejorcamino para conseguirlo. Por otro lado, cuando las subvenciones suponen más de 1/3 dela renta de los agricultores (en algunos casos más del 50%), es lógico pensar que lainiciativa empresarial se desincentive, pero más que ir en contra de estas ayudas, sedebería pensar en remediar esta consecuencia. “Corregirla no sería difícil, basta concrear incentivos fiscales fuertes para que esos pagos compensatorios se conviertan eninversiones de mejora y modernización de las explotaciones, en lugar de ir, como hoyvan, a cartillas de ahorro” (LAMO DE ESPINOSA, J. 1998; 89).

El segundo aspecto, que consideramos fundamental que no se olvide, es la necesi-dad de modulación de las ayudas directas a las rentas de los oleicultores. No se trata derealizar un cambio en el modelo de protección, sino una reforma en el reparto territorialy, sobre todo, social del dinero público que procede de Bruselas. Para ello, es esencialque las ayudas se paguen de forma regionalizada en función de los rendimientos histó-ricos (si entendemos por tal los de las últimas campañas), y que éstos sean corregidosperiódicamente sobre la base, cuanto menos, de la neutralidad presupuestaria23. De estamanera, se mantiene la esencia compensadora de estos pagos al restituirse más renta aquien más pierde con la reforma. Ahora bien, si no se introduce la modulación de estasayudas, si esta reforma no es discriminatoria en función de parámetros tales como, elnivel de rentas de los agricultores o la capacidad de conservación medioambiental deciertos olivares, flaco favor le hacemos al pequeño olivarero, o por mejor decir, al 80%de los campesinos que trabajan en el sector. Esta modulación debería favorecer a aquélagricultor que tenga menor nivel de rentas y/o cuyas plantaciones se encuentre en zonasde pendientes (especialmente en zonas de media montaña), y ponga en marcha prácticasde protección medioambiental para luchar contra la erosión (lo que no invalidaría las yaexistentes a través de las medidas de acompañamiento), o del cualquier otro parámetroque se quiera utilizar. Del mismo modo, se debe regular las amplias diferencias quepresentan los marcos de plantación (densificaciones desiguales), a través de correctorestales como el número de pies o plantas/Ha, de tal forma que no se perjudique a aquellasplantaciones tradicionales con marcos de 10/10 metros, e incluso mayores, frente a otrasmás densas que optan por marcos de 7/7 e incluso 7/5 metros y cuyo origen en algunoscasos, tal y como ya se dijo, tiene un carácter meramente especulativo. Por último, loscriterios que deben regir la modulación de las ayudas deben ser establecidos por lospropios Estados miembros, que son los que conocen la situación de sus olivares y susolivareros pero no debe ser ni financiada en su totalidad ni en parte por ellos. La

23. Este sistema ya se aplica para los cereales y, pese a lo complicado que en principio parece, funciona sinmuchos problemas.

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experiencia ha demostrado que cuando ésta se ha producido en políticas o medidas decumplimiento voluntario por parte de los diferentes países de la UE, los resultadossiempre han estado condicionados por su solvencia económica y no por las necesidadesreales de sus ciudadanos.

En estas últimas líneas nuestra intención ha sido poner de manifiesto la necesidadde reflexionar sobre una reforma que se nos viene encima para el sector del aceite deoliva y que entendemos que se va a plantear, inexorablemente, sobre la base de unaayuda desacoplada de la producción, sea cual sea la fórmula que finalmente éstaadopte. Para cuando ello se produzca necesitamos haber reflexionado sobre cuales sonlos mecanismos más eficaces para corregir las deficiencias y los problemas que se hangenerado en otros sectores en donde ya se ha implantado, especialmente los relaciona-dos con la irrenunciable necesidad de modular las ayudas públicas.

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LA PROPUESTA DE ORDENACIÓN TERRITORIAL DE LAAGLOMERACIÓN URBANA DE GRANADA

MIGUEL ÁNGEL SÁNCHEZ DEL ÁRBOL*

Aceptado: 21-IX-99. BIBLID [0210-5462 (1999); 29; 119-135].

1. INTRODUCCIÓN

Es una evidencia incontestable que en la comarca tradicional de la Vega deGranada, dentro de su sector más oriental y en contacto con los moderados relievesque envuelven la gran llanura aluvial del río Genil, han acontecido en las últimas dosdécadas transformaciones territoriales (físicas, demográficas, socioeconómicas, fun-cionales) de fuerte calado. Asi, un ámbito eminentemente agrario ha devenido en unaaglomeración urbana compleja e interrelacionada, es decir, con un claro sesgo metro-politano en el sentido funcional, que cuenta con casi medio millón de habitantes.

En este espacio se superponen, coexistiendo con desiguales oportunidades, diver-sos sistemas territoriales con sus respectivas necesidades de espacio físico, sus diver-gentes requerimientos en recursos humanos y naturales, sus distintos mecanismos defuncionamiento y unos procesos productivos que llegan a ser incluso antagónicos; almenos entre los sistemas territoriales mejor definidos en el ámbito: el agrario y elurbano-relacional. Un singular medio físico por su variedad y riqueza, una elevadafragilidad ambiental y un rico acervo histórico y cultural, se encuentran en la baseterritorial donde tienen lugar los virulentos procesos de apropiación del espacio ycambio de los usos del suelo, no sin que aquellos factores condicionen de un modo uotro dichos procesos.

Junto al interés social que va despertando esta forma de relaciones espaciales, losorganismos públicos, desde los locales a los de los niveles autonómico y estatal, hanreconocido la nueva situación, aunque con cierto diacronismo, por lo que en su plan-teamientos, programas y toma de decisiones van asumiendo que en la tradicionalcomarca agraria se ha generado una gran ciudad funcional y vivencialmente, si bienno compacta puesto que sus estructuras se esparcen por una extensa superficie.

Este es el contexto, inevitablemente resumido por el objetivo y alcance propues-tos en el presente trabajo, en el que la Junta de Andalucía, a través de la DirecciónGeneral de Ordenación del Territorio y Urbanismo, y amparándose en la Ley de Orde-nación del Territorio de la Comunidad Autónoma de Andalucía, ha dado un impulsodecisivo en el largo y, hasta el momento, poco fecundo proceso de intervención públi-ca –al menos la de carácter supramunicipal, que es la de escala adecuada para la

* Departamento de Análisis Geográfico Regional y Geografía Física de la Universidad de Granada.

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resolución de los problemas territoriales del ámbito–. De este modo, la Oficina Técni-ca de Planificación de la Aglomeración Urbana de Granada, de cuyo equipo redactorha formado parte quien firma esta crónica, ha sido la sede donde se ha formalizado,durante un proceso político-técnico que se ha prolongado un lustro, el Plan Subregionalde Ordenación del Territorio, editado y hecho público en junio de 1999.

Además de introducir reflexiones y opiniones personales en función de esta pu-blicación en una revista de Geografía, en esta crónica he pretendido recopilar, sinteti-zar y reestructurar aspectos relevantes del proceso. Asi, aparte de acometer en losepígrafes 3 y 4 los contenidos de las principales propuestas del Plan, objetivo primor-dial de esta crónica, en el epigrafe 2 realizo una breve reseña sobre los problemasbásicos diagnosticados en el espacio geográfico de actuación y que, en buena parte,han respaldado la determinación de la Administración Autonómica de apostar por uninstrumento de intervención pública de este alcance. Tras la conclusión (epígrafe 5),se aporta un breve anexo sobre el proceso de gestación y documentos que integran elPlan, asi como una relación básica de documentación y bibliografía de referencia delpresente trabajo.

2. CONFLICTOS TERRITORIALES DE LA AGLOMERACIÓN URBANA DEGRANADA. LA NECESIDAD DE UNA ORDENACIÓN SUPRAMUNICIPAL

El proceso de expansión urbana, y lo que ello conlleva en la base productiva y enla caracterización socio-económica (potenciación, renovación, diversificación,complejización) del espacio de incidencia, ha generado una vertiente negativa enforma de deficiencias infraestructurales y dotacionales; conflictos por los recursos,entre ellos los de localización; deseconomías funcionales y desarreglos ambientales,todo ello agravado en mayor o menor medida por diversas causas, entre otras, elímpetu y aceleración de los mecanismos transformadores de los usos y actividades;los desequilibrios en la estructura económica, social y demográfica que los ha impul-sado; el excesivo peso de los parámetros cuantitativos en detrimento de los cualita-tivos en el desarrollo del proceso urbanístico, y la insuficiencia de la acción públicaen el arbitraje y corrección de tales procesos.

No obstante, y en contrapartida con lo anterior, la nueva realidad socioeconómicay territorial conlleva un reforzamiento de este espacio en el sistema de ciudadesregional y nacional, pues implica un nuevo peso demográfico, que constituye, junto ala accesibilidad mejorada con las infraestructuras ejecutadas en la actual década (nocabe duda que la nueva situación adquirida con las actuaciones emprendidas o proyec-tadas por las administraciones públicas en materia de comunicaciones y transportes,aun no siendo específicamente privilegiadas para el área de Granada, han revertidopositivamente en su accesibilidad y proyección; en su enclavamiento dentro de losespacios dinámicos del sur y levante peninsular, en suma), un incremento apreciablede un potencial previamente obtenido con la consolidación de ciertos recursos natura-les y humanos: soberbio patrimonio arquitectónico y cultural, paisaje excepcional,cualificación ambiental elevada en términos generales, turismo urbano y deportivo,

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sede de notables congresos y exposiciones, pujante universidad, comercio competitivoy en expansión, etcétera.

Precisamente por ser ahora bien distintos los flujos económicos, sociales, funcio-nales y energéticos que recorren la zona oriental de la Vega, diferentes también susperspectivas a medio-largo plazo de las que podían vislumbrarse algunos años atrás,asi como drásticamente distinta la conformación del espacio, nos encontramos anteuna nueva realidad territorial que exige en justa correspondencia nuevas respuestas alos problemas y retos planteados.

En esta nueva dinámica las demarcaciones administrativas tradicionales de nivellocal, sobrepuestas más artificialmente que nunca sobre un espacio que se comportade forma tan interrelacionada, no deben constituir un lastre insalvable para la consecu-ción de objetivos colectivos que necesariamente han de ser supramunicipales. No setrata de plantear, en absoluto, la supresión de los límites municipales en unos ámbitostan integrados como son las áreas metropolitanas (en sentido territorial); no sólopuede ser inoportuno sino, sobre todo, inconveniente e innecesario, pues de hecho, lascorporaciones locales juegan un papel indispensable en el mantenimiento de relacio-nes directas administración pública-ciudadanía, además de atribuírseles competenciasplenas en múltiples asuntos que pueden resolver de modo óptimo. Pero la nuevaescala de los problemas y la conveniencia de conjuntar esfuerzos, recursos materialesy humanos, inversiones públicas y privadas, etc., requiere la formulación de políticasterritoriales capaces de realizar una planificación-gestión coordinada y sin fisurasimportantes entre todos los niveles político-administrativos y al margen de las líneasde separación intermunicipal.

Este es el actual contexto en el que tiene plena virtualidad la ordenación delterritorio, que se manifiesta como reflejo contemporáneo de una aspiración colectivade contar con un territorio más funcional, solidario, competitivo y de mayor calidadmedioambiental, cultural y paisajística, caracterizándose esta política por la búsquedadel equilibrio interterritorial a través de la reducción de las desigualdades en cuanto anivel y calidad de vida entre distintos ámbitos espaciales, que en nuestro país sonnotorias a todas las escalas.

En el espacio de la aglomeración existen determinados retos que pueden conside-rarse ineludibles, así como muchos frentes perfectamente asumibles por un instrumen-to de planificación supramunicipal (caso del Plan de Ordenación del Territorio de laAglomeración Urbana de Granada, POTAUG en adelante): la protección de los recur-sos productivos primarios, especialmente en aquellas zonas de mayor capacidad opotencialidad; la optimización del aprovechamiento de los recursos hídricos, junto a lasalvaguarda de las condiciones ambientales esenciales y la conservación y regenera-ción de las invariantes paisajísticas propias de esta comarca; la integración ometropolitanización del transporte público y la equilibrada ubicación de equipamientosy servicios; asimismo la definición de los sistemas de asentamientos, de comunicacio-nes, de infraestucturas básicas, de espacios libres, etc. En definitiva, todos aquellosaspectos que pueden ser acometidos por un plan de esta naturaleza por alcance, escalay atribuciones administrativas.

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En esencia, las propuestas del Plan giran en torno a una serie de objetivos funda-mentales directamente derivados del diagnóstico de la situación, es decir, pretendendar respuesta, subsanar o mejorar los problemas, disfunciones y estados críticos queen su momento se sintetizaron según la siguiente formulación (recogida en el Docu-mento de difusión para el período de participación pública):

– El proceso de aglomeración se realiza con un consumo innecesario de recursosambientales, que se materializa fundamentalmente en la destrucción de espacios devalor ambiental y paisajístico, en un excesivo consumo de agua y en la disminución y/u obstaculización de la red de drenaje superficial.

– La nueva ciudad funcional no tiene paralelismo en la ciudad estructural y ellodebido a que el sistema de comunicaciones es insuficiente, no existe un sistema deespacios libres específico de la aglomeración y las infraestructuras del agua no danrespuesta satisfactoria a las exigencias en calidad y cantidad del conjunto del ámbito.

– El sistema urbano de la aglomeración tiende progresivamente hacia el desordenurbanístico por la creación ilimitada de expectativas y tensiones en el ámbito de laaglomeración, por un aumento innecesario de la complejidad del sistema urbano y porla progresiva destrucción de las estructuras territoriales y municipales.

– El conjunto de los ciudadanos de la aglomeración no recibe los servicios ade-cuados, ya que el sistema de transporte público no se corresponde con las demandasde los usuarios, los servicios dotacionales no están adecuadamente jerarquizados yadaptados al sistema de núcleos de población y existe una excesiva concentración delos servicios terciarios en la ciudad central.

– El proceso de aglomeración dificulta la mejora y modernización de los recursosproductivos territoriales, por cuanto destruye innecesariamente recursos productivosprimarios, no favorece la formación de recursos espaciales cualificados para la im-plantación de actividades industriales y de distribución y, a su vez, limita la capacidadde crecimiento del sector servicios.

Con este panorama muy sintetizado, que lógicamente se manifiesta de formadistinta según zonas concretas del ámbito de actuación, el Plan pretende corregir, através de la ordenación propuesta, muchos de los problemas detectados y reconduciren buena medida un proceso hasta la fecha comandado por iniciativas inconexas.

3. LA PROPUESTA DE ORDENACIÓN DEL PLAN. HACIA UN MODELOTERRITORIAL DE REFERENCIA

El Plan de Ordenación del Territorio de la aglomeración urbana de Granadaconstituye, ante todo, el instrumento de planificación para el desarrollo y coordinaciónde las políticas, planes, programas y proyectos de las Administraciones y EntidadesPúblicas y de las actividades de los particulares en su ámbito territorial de actuación.A su vez, tiene por objeto establecer los elementos básicos para la organización yestructura del territorio, por lo que, en consecuencia, requiere la definición de unmarco de referencia que sirva para ajustar las distintas acciones sectoriales sobre elespacio.

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Tradicionalmente, la ordenación de las aglomeraciones urbanas tiene como unode sus objetivos básicos la distribución de los usos del suelo en consonancia con laconfiguración de los elementos que estructuran el espacio, especialmente lasinfraestructuras de comunicación, el sistema de asentamientos y, bajo determinadascircunstancias, la base física (destaca la red fluvial, la orografía, los ecosistemassensibles...). Partiendo de la complejidad que han adquirido los entramados físicos yfuncionales en este ámbito, lo que se explica por la superposición espacial de diversossistemas territoriales con diferentes lógicas, necesidades y capacidades, desde la orde-nación territorial se trata de introducir la máxima racionalidad para optimizar suutilización. Así, entre sus atribuciones, el POTAUG asume buena parte de la responsa-bilidad planificadora del ámbito de intervención, planteando actuaciones de fuerteincidencia territorial (mejora y ampliación de la red viaria, construcción de medios detransporte sobre plataforma reservada, regeneración de espacios degradados, etc.),regulando las relaciones de la colectividad con ciertos espacios (como los de valorecológico, paisajístico, productivo, etc.), diseñando un sistema de espacios libres deescala comarcal, seleccionando lugares para el emplazamiento de determinados usosde interés social (equipamientos supramunicipales, centros de transportes, actividadesproductivas estratégicas), etcétera, que vinculen a los organismos competentes en cadamateria y que sirvan de referente para la coordinación de las intervenciones sectoria-les sobre este espacio supramunicipal.

De ahí la necesidad de definir el marco de referencia, que se sintetiza en lapropuesta de Modelo Territorial, esquema básico sobre el que pivotan los plantea-mientos fundamentales del Plan y, por ende, de la presente crónica, y cuyo esquemacartográfico se adjunta. Pero también por el hecho de que la ausencia hasta el momen-to de tal referencia ha conllevado la fragmentación espacial y funcional de las inicia-tivas públicas, así como la marginalidad continuada de ciertas áreas que han estadodesfavorecidas tradicionalmente (por ejemplo, buena parte del entorno agroforestal dela llanura irrigada). Es por ello que, en el marco de actuación definido por el POTAUG,con el modelo territorial propuesto y con los objetivos básicos a alcanzar, se trata deremediar en gran medida esta situación, que ha sido diagnosticada como insostenibleen ciertos aspectos y potencialmente mejorable en otros (ver al respecto DiagnósticoTerritorial de la aglomeración urbana de Granada, documento editado en octubre de1996, y Documento para la Información Pública del POTAUG, editado en junio de1999.

De este modo, el POTAUG consta de propuestas de intervención directa, queimplican la transformación del espacio para tratar de mejorar su organización yfuncionalidad, pero también propone determinaciones dirigidas a mantener las condi-ciones existentes. En el primer caso se encuentran las propuestas que afectan, sobretodo, al sistema viario y ferroviario y al sistema de transportes, que en su conjuntorepresentan la apuesta más ambiciosa del Plan –no sólo financieramente–, y, en otradimensión y con alcances muy distintos, a los espacios degradados susceptibles deregeneración; mientras que en el segundo tipo se inscribe la propuesta de espacios aproteger a través de la restricción de usos y transformaciones. Finalidad mixta cabeapuntar para la ordenación del sistema de asentamientos, la propuesta de sistema de

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espacios libres –posiblemente uno de los retos más sugestivos del Plan–, la declara-ción de edificaciones de valor patrimonial de la aglomeración y la definición de áreasvinculadas a ciertos usos ya implantados.

Tácita o explícitamente, estas propuestas básicas forman parte del aludido mode-lo territorial adoptado para la aglomeración urbana de Granada en el Plan. Comoqueda expuesto en el documento de referencia, El modelo se concibe como síntesis delas determinaciones del Plan en forma de imagen final pretendida y no como unadeterminación vinculante más. No obstante, esto no impide que tenga una vertientefinalista y otra estratégica. El carácter finalista deviene de las actuaciones que, estan-do previstas por el Plan, tienen plasmación cartográfica y, en el momento que seejecuten, reflejo directo en el espacio. Se trata fundamentalmente, pues, de los siste-mas estructurantes del espacio de la aglomeración. Es por ello que el modelo territo-rial viene a ser la imagen que presentaría el espacio de la aglomeración urbana cuandose apliquen las determinaciones del Plan. Por su lado, el mencionado carácter estraté-gico del modelo puede interpretarse como su capacidad para ser marco de referenciade planes sectoriales en general, y urbanísticos en particular, que tengan por ámbito deactuación parcial o totalmente el de la aglomeración urbana de Granada.

En definitiva, el Plan define pormenorizadamente la ordenación de los aspectosque son propios de la escala de la aglomeración, pero a la vez establece un marco dereferencia que permite la intervención coherente de otras políticas planificadoras, decarácter sectorial en cuanto a los fines o zonal en relación al ámbito espacial queabarca, según se expone en el documento de referencia.

El modelo territorial se compone, por un lado, de un conjunto de sistemasestructurantes. Estos son el sistema de asentamientos, la red viaria principal, la redferroviaria, el sistema de transportes y el sistema de espacios libres de nivel metropo-litano. Por otro lado, define y delimita zonas sometidas a restricciones de uso pordiversos valores ecológicos, ambientales y/o paisajísticos (por ejemplo, vertiente nortede Sierra Elvira, Jesús del Valle o meandros del Genil en Láchar), donde no puedenfaltar los declarados parques naturales de Sierra Nevada y Sierra de Huétor por susimplicaciones en el ámbito de la aglomeración; zonas sometidas a vinculación de usopor razones esencialmente de accesibilidad y de disponibilidad de suelos (por ejem-plo, el emplazamiento del Campus de la Salud o del Centro de Transportes) y zonas demejora y regeneración ambiental y paisajística (por ejemplo, vertiente sur de SierraElvira o canteras del Cono de la Zubia). Todas estas estructuras y zonificaciones sepormenorizan en planos específicos que ganan en precisión y se reflejan, a su vez, enel apartado de Normativa del Plan, bien como Normas, bien como Directrices o biencomo Recomendaciones, según los casos.

En definitiva, los objetivos fundamentales del POTAUG tratan de incidir sobrelos problemas detectados con óptica territorial unitaria, por lo que la formulación delas propuestas pretenden obtener los siguientes resultados (ver el documento de Bases,Objetivos y Estrategias, de febrero de 1998, y Documento para la Información Públicadel POTAUG, de junio de 1999:

– Proteger las zonas de alto valor ecológico, ambiental y/o paisajístico. A esterespecto, es precisa la creación de una red de espacios de interés para la aglomeración

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por sus acreditados valores. Partiendo de la existencia de espacios protegidos deinterés nacional (Sierra Nevada) y regional (Sierra de Huétor), el Plan de Ordenacióndel Territorio los asume y complementa con otros espacios valiosos (más de unaveintena, aunque en su mayoría de pequeñas dimensiones) en correspondencia con suámbito territorial y escala. Se pretende preservar a estas zonas delimitadas frente aprocesos de transformación inadecuados, que no sólo podrían suponer perturbacionesen la normalmente frágil ecología y paisaje de estos reductos naturalísticos, sino quetambién afectarían al propio modelo territorial a que se aspira.

– Regenerar ciertos espacios, tan numerosos (24) como dispersos por el ámbito,que se encuentran en procesos degradativos y que, a veces, conllevan una merma desu potencial productivo, en unos casos, o riesgo físico, en otros. El señalamiento deestas zonas de mejora tiene por finalidad plantear y desarrollar políticas ambientalessobre las mismas que, entre otros efectos, conllevan revalorización social de estosespacios en el contexto de una aglomeración urbana. A esta actuación se añade otraencaminada a la restauración del drenaje superficial en múltiples cauces obstaculiza-dos para un adecuado desagüe en caso de torrencialidad pluvial, por tanto, propicios aeventuales inundaciones, siendo más de 40 los seleccionados.

– Garantizar niveles de complementariedad de los núcleos del sistema urbano deGranada y de competitividad del conjunto en relación a los sistemas regional y nacio-nal. Una buena organización territorial y la conjugación de voluntades por parte de lasadministraciones y los particulares que actúan en la aglomeración suponen un induda-ble avance en tal dirección.

– Propiciar una mayor vinculación de los habitantes con su entorno y, a la vez,espacio económico, social, cultural y vivencial; en definitiva, restablecer un vínculoterritorial en buena parte perdido durante el proceso de expansión urbana. Para estecometido, es preciso formular los mecanismos que faciliten el contacto y uso delmedio rural por parte de los habitantes, considerándose adecuado para este fin laconcepción de un sistema metropolitano de espacios libres, conformado por casi unaveintena de espacios extensivos y un número superior de espacios lineales (riberasfluviales, vías pecuarias y caminos rurales) que constituyen un total de ocho circuitoso itinerarios interrelacionados entre si. Esta propuesta de sistema coadyuva, a su vez,con el objetivo de consolidar el sistema de asentamientos frente a políticas tendentesa la expansión urbanística, cuyas consecuencias en conjunto supondrían la total trans-formación del entorno de la aglomeración.

– Satisfacer las necesidades de movilidad en la aglomeración, para cuyo finse apuesta por un sistema de transporte público de gran capacidad, un tranvía ometro ligero, que entre medio y largo plazo daría cobertura a la mayoría de losnúcleos urbanos de la aglomeración. Pero la mejora de la movilidad se afrontaasimismo con el replanteamiento completo del resto de los sistemas viario y ferro-viario, asi como del transporte público por carretera. Asi, se establece una pro-puesta que implica la construcción y/o remodelación de cuatro tramos de la redviaria de nivel nacional-regional (destaca la nueva variante general de la aglome-ración), once de la propia del ámbito de la aglomeración, múltiples actuacionespuntuales en la red local-supramunicipal, seis actuaciones coordinadas en la red

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ferroviaria (destaca el cambio de trazado de la línea de Moreda en su inicio), entreotras medidas que propone el Plan.

– Preservar suelos estratégicos para la futura instalación de equipamientossupramunicipales, servicios e industrias de sectores innovadores y otros usos que, porsu interés general, deben beneficiarse de las nuevas rentas de situación (suelos devalor estratégico) que se generarán con las actuaciones en infraestructuras y otroselementos de organización territorial. A su vez, establecer mecanismos que preservenespacios de alto valor productivo agrícola (la vega en general) frente a su ocupación ytransformación por usos banales o que no requieran ubicarse necesariamente en esazona productiva para desarrollar su actividad.

4. LÍNEAS FUNDAMENTALES DE ACTUACIÓN. LOS RETOS PROPUESTOSEN LA ORDENACIÓN TERRITORIAL DE LA AGLOMERACIÓN URBANADE GRANADA

Los mencionados objetivos múltiples del POTAUG pueden ser sintetizados entres grandes líneas de actuación, que a la vez pueden considerarse como los retos aafrontar en su aplicación y gestión: la mejora de la articulación, la mejora de lahabitabilidad y de las condiciones ambientales y el apoyo a los recursos productivosterritoriales y a las actividades económicas en general.

El Plan pretende fundamentar la articulación territorial de la aglomeración urbanaen un conjunto de sistemas y redes cuyos componentes son en parte preexistentes y enparte propuestos. A partir de los problemas y disfunciones relativos a la movilidad, laspropuestas que se centran en el sistema viario van encaminadas a la mejora y compleciónde las redes, sobre todo la más deficitaria en la aglomeración: la de funciones metropo-litanas. No obstante, se incide en todos los niveles existentes puesto que su planificaciónglobal permitirá alcanzar grados de interrelación que favorezcan la compleja movilidadde la aglomeración de Granada en su conjunto. Por tanto, los objetivos marcados en lapropuesta de red viaria de la aglomeración se justifican en las evidentes carencias delsistema, que deben ser corregidas, y en las potencialidades que ofrece la actual disposi-ción de los asentamientos, la viabilidad de las infraestructuras con mejores condicionesde funcionalidad y la configuración del resto de los sistemas de articulación territorial.

Destacan las siguientes actuaciones en materia de carreteras principales: amplia-ción de la red viaria de nivel nacional-regional, mediante la construcción de unasegunda circunvalación externa al núcleo central de la aglomeración (discurre por elpiedemonte suroccidental), de una variante de la carretera de Córdoba y de otra de laautovía A-92 en el tramo Santa Fe-Láchar. También son de interés las nuevas vías deacceso a Granada desde la prevista segunda circunvalación y a través de la llanuracentral, la ronda noreste para alivio de los polígonos industriales y una carretera decarácter secundario entre la A´92 y la carretera de Sierra Nevada (a caballo de lascuencas del Darro y Aguas Blancas).

Es asimismo destacable el hecho de que la intervención sobre la red viaria desegundo y tercer nivel jerárquico, de aglomeración y local-supramunicipal, respectiva-

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mente, tenga como objetivos principales la adecuada interconexión de los asentamientos;es decir, apuesta por la mejora de la funcionalidad del sistema urbano y por el fomen-to de las relaciones entre los núcleos de la corona metropolitana, ambos aspectosactualmente deficientes y especialmente importantes para la integración del sistemaurbano.

Del mismo modo, se plantea la mejora y modernización del sistema ferroviariopara adecuarlo a las demandas actuales y propiciar su integración funcional con lasactividades productivas de la aglomeración urbana, para lo que se ha optado pormodificar el trazado de la línea de Moreda a su paso por la aglomeración y mejorarsustancialmente las infraestructuras conexas al ferrocarril (electrificación de líneasférreas, nuevos emplazamientos para talleres y para transporte de mercancías, moder-nización de las estaciones de pasajeros, etc.).

Pero es la introducción de un transporte público sobre plataforma reservada, tipotranvía ligero o similar, y las adecuaciones de las líneas de autobuses interurbanos loque deberá revolucionar la movilidad dentro de la aglomeración, pues contarán conlos atributos de versatilidad, comodidad y competitividad, además de ser un transporteecológico. A este respecto, se creará una red de tranvías en vía doble que abarque lapráctica totalidad de los principales asentamientos de la aglomeración, tanto industria-les como residenciales.

En definitiva, las opciones propuestas en el Plan para la satisfacción de la movi-lidad, que actualmente es muy intensa y en proceso creciente, tratan de conciliar lasdistintas alternativas posibles técnica y funcionalmente, estableciendo unas serie deactuaciones y estrategias interrelacionadas.

El último gran sistema estructurante es el de los espacios libres. La concepción yfuncionalidad de los espacios libres interurbanos tiene diversas manifestaciones, perouna de sus grandes bazas gira en torno a su capacidad para organizar una aglomera-ción urbana desvertebrada tras un proceso acelerado de expansión, como es el casoque nos ocupa. Con el sistema de espacios libres se pretende que muchas áreas yciertos corredores formen parte del circuito de desplazamientos cotidianos, siendopreciso favorecer una trama básica de espacios libres que disponga de buena accesibi-lidad y completa continuidad a través de elementos lineales como cursos fluviales(Cubillas, Darro, Genil, Monachil, Dílar), vías pecuarias, carreteras secundarias, ca-minos y senderos, que en buena parte hay que acondicionar para su viabilidad comoverdaderos corredores. A su vez, la declaración de los espacios constituyentes delsistema permite establecer determinaciones conducentes al mantenimiento de sus ac-tuales condiciones culturales, paisajísticas y ambientales, cuando no su mejora a tra-vés de intervenciones selectivas y sensibles con el entorno, puesto que han de quedaral margen de transformaciones urbanísticas. Pero además de todo esto, un sistema deespacios libres de nivel metropolitano tiene una importante vertiente articuladora,pues su consideración conjunta pone de manifiesto su capacidad para reforzar laestructuración del sistema urbano.

En efecto, en la aglomeración urbana de Granada, del sistema de espacios librespropuesto deviene en elemento estructurante de gran peso por la ubicación estratégica ylas fuertes interrelaciones de sus espacios integrantes que, además de muy numerosos,

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abarcan una amplia extensión en el conjunto del ámbito de ordenación. Pero lo que esmás significativo, gran parte del entramado tiene fuerte integración con el resto de loselementos estructurantes, tanto los asentamientos (la gran mayoría de ellos cuentan conespacios libres en contacto o en las inmediaciones), como las redes viarias y, en su caso,los medios de transporte público que las transiten, pues atraviesan en muchos casos, ycon posibilidades de acceso físico directo, los espacios libres del sistema, sobre todo loscentrales, que se distribuyen esencialmente por la llanura aluvial.

El Plan propone asimismo mejorar la habitabilidad de la aglomeración en sentidofuncional, social y medio ambiental, interviniendo sobre la movilidad y accesibilidadal incidir decisivamente sobre el sistema viario y los modos de transporte metropolita-no; reservando suelos de localización estratégica para acoger dotaciones de nivelsupramunicipal; incidiendo sobre el ciclo del agua (potabilización y saneamiento inte-grales; distribución garantizada de los recursos hídricos); e interviniendo sobre elespacio rural con el fin de aproximarlo a los ciudadanos, revalorizándolo y regenerán-dolo donde se estime preciso y, en casos de fragilidad ecológica, protegiéndolo conlos instrumentos de que dispone. En este último ámbito, el espacio rural, las medidasencaminadas a proteger el paisaje y a hacerlo más reconocible y observable devienentambién en una mejora de las condiciones de habitabilidad por sus efectos sensoriales.

No obstante, la mejora de la habitabilidad tiene su base en los anteriores sistemasestructurantes, por cuanto que una adecuada organización espacial facilita muchos delos objetivos sociales paradigmáticos de la calidad de vida. El sistema de comunica-ciones y transportes, además de ser un elemento constitutivo de la estructura territo-rial, también es de los más influyentes en el nivel de calidad de vida de los ciudada-nos, pues de la cantidad, trazado y características de los medios empleados depende lamayor o menor capacidad para satisfacer las demandas de movilidad en condicionessatisfactorias de fluidez, comodidad y seguridad.

Por otro lado, un sistema dotacional que se integre mejor en las redes de trans-porte y, más aún, en los itinerarios del transporte público de alta capacidad, puedesatisfacer con mayor calidad las crecientes demandas de equipamientos y serviciossociales. Con esta finalidad, el Plan establece reservas de suelo estratégicamente si-tuadas destinadas a dotaciones que descentralicen las prestaciones de servicios y satis-fagan las necesidades de los habitantes sin que tengan que desplazarse inevitablemen-te a la ciudad central de la aglomeración (descentralización de ciertas funciones).

Otro tanto ocurre con los sistemas hidráulicos y energéticos, donde se introducirámayor racionalidad en trazados y en la distribución de las respectivas redes. Precisa-mente las infraestructuras del ciclo del agua constituyen el entramado más complejo,más sensible, donde es más necesaria la intervención pública y donde los resultadosde una buena planificación y gestión son más relevantes socialmente. Los problemasque actualmente arrastran se convierten en necesidad de actuación inaplazable pormás tiempo, siendo especialmente importante acometer la organización del ciclo delagua para el conjunto de la aglomeración.

En cuanto a las condiciones medioambientales, el Plan afronta este cometidoprotegiendo los espacios de valor ecológico y ambiental, que son numerosos y abarcanuna gran extensión en el ámbito. Por otra parte, proponiendo la regeneración de los

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que se encuentran degradados y se ubican en las inmediaciones de los núcleos depoblación, o incluso dentro del sistema de espacios libres. Respecto al primer caso,destacan las zonas correspondientes al Parque Nacional de Sierra Nevada y los Par-ques Naturales del mismo macizo y de Sierra de Huétor incursos en el ámbito de laaglomeración, por un lado, y otras zonas valoradas en el POTAUG que forman partetambién del medio forestal del ámbito de intervención; a su vez, se incluyen otraszonas de valor ecológico, ambiental y paisajísticos de interés para la aglomeración(Sierra Elvira, Dehesa de Santa Fe, Valle del Darro, embalse del Cubillas y entornoagro-forestal, paraje de las Madres de Rao, meandros del río Genil en Fuente-Vaque-ros y Láchar, entre otros). Respecto a la regeneración de espacios marginales agrícolao forestalmente, en algunos casos constitutivos del sistema de espacios libres porrazones de localización, no sólo propiciará su mejora ambiental y paisajística, sinoque permitirá restablecer el vínculo de los habitantes de la aglomeración con el mediorural envolvente.

Las propuestas del Plan también pretenden apoyar los recursos productivosterritoriales. En este sentido, un instrumento como este de ordenación del territorio,puede contribuir con la optimización de los emplazamientos que acogerán en elfuturo actividades que presumiblemente se habrán de implantar en el ámbito a tenorde las dinámicas socio-económicas existentes y su proyección hacia el futuro. Algu-nas de tales actividades ya se encuentran en fases incipientes de implantación. Engeneral, las líneas de intervención van dirigidas a la consolidación, renovación oimplantación de actividades productivas ligadas a procesos metropolitanos y se ocu-pan también de identificar nuevas centralidades; de dispersar equipamientos espe-cializados, de manera que no sean exclusivos del núcleo central; de construir unared viaria radioconcéntrica que facilite las comunicaciones tanto con el centro urba-no del sistema como entre los propios centros secundarios; y de intervenir en lamejora del sistema productivo, sobre todo con el fomento de actividades industrialeso terciarias tecnológicamente avanzadas, innovadoras. La mejora en el transporte yel apoyo al sector logístico y de telecomunicaciones contribuyen asimismo en laconsecucíón de externalidades positivas.

Sea como fuere, el Plan establece reservas de suelo para acoger, de un lado,actividades industriales en emplazamientos que se beneficiarán netamente de los gran-des ejes de comunicación actuales y, sobre todo, futuros, tanto por carretera como porferrocarril; de otro lado, las actividades vinculadas al Campus de la Salud y que seintegran dentro del concepto de ParquesTecnológicos dedicados a I+D; a su vez, lasactividades administrativas y de oficinas que pueden beneficiarse de una cierta des-centralización, en emplazamientos más accesibles, sin dejar de ocupar el lugar centralde la aglomeración y, con ello, mantener altas rentas de situación.

También tienen respaldo en el Plan las actividades primarias, en concreto laagricultura de regadío. Justamente los suelos más productivos, los agrícolas de vega,constituyen una gran zona destacada en el plano de ordenación. La necesidad pormotivos productivos, sociales, culturales, históricos e, incluso, ambientales y paisajísticos,de conservar en su mayor integridad el espacio de vega, sin que por ello sea obstáculoirreductible para la organización global del sistema urbano cuando ha sido preciso

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contar con parte del mismo, ha justificado una decidida intervención desde el Planpara evitar ocupaciones banales de espacio tan singular. Así, en el modelo territorialasume su cuota de relevancia la definición de zonas de excepcional valor productivo,que en consecuencia tienen singulares condiciones de conservación.

Los objetivos de la ordenación propuesta requieren consensos políticos y socia-les, pero precisa asimismo un fuerte apoyo inversor, que está pormenorizado en eldocumento del POTAUG (memoria económica) y que aquí puede sintetizarse comosigue a continuación:

Los programas propuestos para la mejora de la articulación (modernización delos sistemas viario y ferroviario) tienen prevista una inversión de 54.700 millones depesetas, de los que el 70% se invertirían a corto plazo (4 años) y el resto a medio (8años). Los programas inscritos en la línea de actuación orientada a la mejora de lahabitabilidad (organización del transporte público supramunicipal e infraestructurasdel ciclo del agua) tiene una previsión de 148.900 millones de pesetas, de los que el37% se contabilizan para el corto plazo, el 22% a medio plazo y el restante 41% alargo plazo (a partir de 8 años vista). Por su parte, los programas denominados orga-nización del sistema de espacios libres y mejora y regeneración ambiental y paisajística,que quedan enmarcados en la línea de actuación destinada a la mejora de las condicio-nes ambientales de la aglomeración, cuenta con un presupuesto previsto de 44.000millones de pesetas, de los que un 37% es a corto plazo, un 33% a medio y el 30%restante a largo plazo. Por último, al programa de potenciación de los recursos pro-ductivos territoriales se destinan 5.200 millones de pesetas, que se invertirían en elcorto y medio plazo a partes iguales. La suma de la inversión prevista alcanza lacuantía de 252.800 millones de pesetas (113.550, el 44%, a corto plazo; 66.100, el26% a medio plazo y 73.200, el 30% a largo plazo).

5. CONCLUSIÓN

En esencia, a pesar de anteponerse frecuentente posibles motivaciones políticas ofinancieras en aras a captar mayor cuota de poder o de mercado, respectivamente, enla toma de decisiones de fuerte incidencia territorial, socialmente se reclaman solucio-nes a las pequeñas y grandes complicaciones para la vida cotidiana que conllevahabitar en una ciudad discontinua y con severas dificultades para moverse de modofluido entre parte de sus piezas urbanas e industriales, y donde la cultura y hábitos decarácter mediterráneo no tienen todavía plenamente asimilado este modelo de urbani-zación de resabios anglosajones (el denominado espacio rururbano), pero menos aúncuando ni siquiera cumple adecuadamente con dicho modelo (subequipamiento, défi-cit viario y de transporte público, zonas residenciales de escasa calidad urbanística,infravaloración del entorno ambiental y paisajístico...). Por tanto, es precisa una inter-vención pública decidida que canalice la compensación social, directa o indirectamen-te, de dichas deficiencias.

Esas soluciones, que deben ser impulsadas por las Administraciones competentesen la materia, han de recoger la sensibilidad y necesidad social al respecto, por lo que

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el asunto no es trivial, sino que se ponen en juego muchas expectativas, desde laseconómicas hasta las relativas a la calidad de vida de los ciudadanos. Por este motivo,el POTAUG no llega demasiado tarde, incluso puede ser un momento oportuno por elcontexto socio-económico actual, aunque, eso sí, requiere la colaboración y consensode todas las fuerzas políticas implicadas, así como el apoyo administrativo y ciudada-no, no sólo para su aprobación definitiva prevista entre finales de 1999 y principiosdel 2000, sino para su satisfactoria aplicación.

Un paso bastante marcado al respecto es la formulación de este Plan de Ordena-ción del Territorio, pues cuenta con el apoyo explícito de todas las institucionesimplicadas en la que se presume inminente aplicación práctica.

ANEXO: PROCESO DE GESTACIÓN Y DOCUMENTOS QUE COMPOEN EL PLAN DE ORDENACIÓN DEL TERRITORIODE LA AGLOMERACIÓN URBANA DE GRANADA

El proceso de gestación del documento de planificación ha durado algo más deun lustro desde que el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía acordó el 24 deMayo de 1994 la formulación del Plan de Ordenación del Territorio de la Aglomera-ción Urbana de Granada (POTAUG), si bien ciertos trabajos preliminares se remon-tan a dos años antes. La Comisión de Redacción, formada por los representantespolíticos de los municipios concernidos (*), la Diputación Provincial y determinadosdepartamentos de la Administración Autonómica (destacando la Consejería de ObrasPúblicas y Transportes como entidad impulsora) y Central se constituyó el 20 deEnero de 1995. El 11 de Junio de 1996 se aprobó por dicha Comisión el DiagnósticoTerritorial de la Aglomeración, tramitado internamente entre los meses de Octubre del96 y Mayo del 97, germen de los sucesivos documentos propositivos. El 22 de Juliode 1997 la Comisión informó favorablemente el documento de Bases, Objetivos yEstrategias, que se sometió a exposición pública entre los meses de Octubre del 97 yFebrero del 98, volviendo a informarlo de forma favorable el 5 de Mayo de 1998,siendo aprobado finalmente por el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucíamediante el Decreto 250/1998, de 10 de Diciembre, publicado en el BOJA de 9 deEnero de 1999, donde además se ampliaba el ámbito inicial del Plan con dos nuevosmunicipios.

Interna y simultáneamente se redactaban y consensuaban diez documentos secto-riales que nutrirían la propuesta global del Plan. Estos documentos centraron laspropuestas sobre el sistema viario; el sistema ferroviario; el sistema de transportepúblico; el sistema de espacios libres; la ordenación y protección de la Vega de

(*) Municipios integrantes del Plan: Albolote, Alfacar, Alhendín, Armilla, Atarfe, Cájar, Cenes de la Vega,Chauchina, Churriana de la Vega, Cúllar Vega, Dílar, Fuente Vaqueros, Las Gabias, Gójar, Granada, Güevéjar,Huétor Vega, Jun, Maracena, Monachil, Ogíjares, Otura, Peligros, Pinos Genil, Pinos Puente, Pulianas, Santa Fe,Vegas del Genil, Víznar y La Zubia. En la última fase se han agregado Cijuela y Láchar.

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Granada; el tratamiento de los espacios de valor ambiental, natural y paisajístico; laordenación global de las áreas conurbadas y estratégicas; la coordinación del sistemade dotaciones; la coordinación de los servicios urbanos y la potenciación de las activi-dades productivas. Finalmente, el 19 de Enero de 1999 la Comisión de Redacciónacordó aprobar los anteriores documentos, incorporando a los mismos más de cientocincuenta sugerencias municipales realizadas durante el período de participación in-terno, ordenando el proceso de redacción final del POTAUG, cuya edición a modo deDocumento de difusión ara el perodo de participación pública ha vista la luz en elmes de junio de 1999. El último y decisivo paso en todo el proceso de tramitación delPlan ha sido su aprobación definitiva por Decreto del Consejo de Gobierno de la Juntade Andalucía el 20 de diciembre de 1999.

Respecto a la estructura del Plan, éste consta de tres documentos escritos yonce planos. El primer documento, Memoria, contiene: síntesis de la informaciónurbanística y del diagnóstico aprobado por la Comisión de Redacción; las bases,objetivos y estrategias aprobadas por el Consejo de Gobierno; la memoria de orde-nación, donde se exponen y justifican las determinaciones del Plan; y la memoriaeconómica, que recoge la valoración y priorización de las principales líneas deintervención. El segundo documento, Normativa, contiene las normas, directrices yrecomendaciones para la aplicación del Plan y los anexos correspondientes. El ter-cer documento, Catálogo, señala los bienes inmuebles de valor arquitectónico, ar-queológico y etnológico de interés para la aglomeración, estableciendo sus condi-ciones básicas de ordenación.

Por su parte, de los once planos que integran el documento (elaborados a escala1:20.000 y 1:40.000 según los casos, aunque finalmente editados a escala 1:80.000),los cuatro primeros plasman gráficamente las condiciones actuales de la aglomeración(plano Inf-1, Usos primarios; Inf-2, Unidades ambientales; Inf-3, Usos urbanos actua-les e Inf-4, Planeamiento vigente) y los siete restantes reflejan las determinaciones deordenación sobre el espacio de intervención: Modelo territorial (plano Ord-1); Estruc-tura de articulación territorial (plano Ord-2) y su extensión en Organización y zonificacióndel sistema de espacios libres (Ord-2.1); Zonas sometidas a restricción de usos ytransformaciones (Ord-3); Zonas sometidas a vinculación de usos (Ord-4) y Zonas demejora y regeneración ambiental y paisajística (Ord-5). Con finalidad sobre todocautelar, el Plan se completa con el Catálogo de elementos de interés para la aglome-ración urbana (plano Ord-6).

Todo el contenido de este documento (textos, fotografías, esquemas, gráficos ycartografía) se encuentra igualmente recopilado en un disco compacto editado para sudivulgación.

DOCUMENTACIÓN Y BIBLIOGRAFÍA

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“MODELO TERRITORIAL” PROPUESTO EN EL PLAN DE ORDENACIÓNDEL TERRITORIO DE LA AGLOMERACIÓN URBANA DE GRANADA

ESTRUCTURA DE ARTICULACIÓN TERRITORIAL

SISTEMA DE ASENTAMIENTOS

RED VIARIA NACIONAL-REGIONAL Y METROPOLITANA

RED FERROVIARIA

SISTEMA DE TRANSPORTES

SISTEMA DE ESPACIOS LIBRES DE LA AGLOMERACIÓN

ZONAS SOMETIDAS A RESTRICCIÓN DE USOS Y TRANSFORMACIONES

POR VALORES NATURALES, AMBIENTALES Y/O PAISAJÍSTICOS

RED HÍDRICA PRINCIPAL

ZONAS INCLUIDAS EN ESPACIOS NATURALES PROTEGIDOS

ZONAS DE INTERÉS PARA LA AGLOMERACIÓN

POR VALORES PRODUCTIVOS

ÁREAS DE EXCEPCIONAL VALOR PRODUCTIVO

ÁREAS DE ALTO VALOR PRODUCTIVO

ÁREAS DE MODERADO VALOR PRODUCTIVO

ZONAS SOMETIDAS A RESTRICCIÓN DE USOS Y TRANSFORMACIONES

ZONAS DE RESERVA PARA ESPACIOS LIBRES URBANOS DE INTERÉS METROPOLITANO

ZONAS DE RESERVA PARA DOTACIONES SUPRAMUNICIPALES

ZONAS DE RESERVA PARA ACTIVIDADES PRODUCTIVAS

ZONAS DE ORDENACIÓN CONCERTADA

ESPACIO NO PERTENECIENTE AL ÁMBITO DE LA AGLOMERACIÓN

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3. Documentación

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EL COLEGIO DE GEÓGRAFOS, UN INSTRUMENTO NECESARIO 139

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EL COLEGIO DE GEÓGRAFOS, UN INSTRUMENTO NECESARIO

FLORENCIO ZOIDO NARANJO*

Aceptado: 21-IX-99. BIBLID [0210-5462 (1999); 29; 139-142].

1. EL CAMINO RECORRIDO

Aunque la aspiración de disponer de un Colegio Profesional tiene entre los geó-grafos españoles antecedentes tempranos, ya que en los propios debates que en 1975hicieron nacer la A.G.E. se trató dicha posibilidad y ulteriormente se la consideró endiversas reuniones, una decisión firme al respecto no se toma hasta septiembre de1993.

La Asamblea de la A.G.E. reunida en Sevilla con ocasión del XIII Congreso, apropuesta de Josefina Gómez Mendoza que pasó a presidirla entonces, acordó impul-sar la creación de un Colegio de Geógrafos de ámbito estatal. Poco después la JuntaDirectiva nombró una comisión1 a la que dio plena libertad para la orientación de sustrabajos. Esta comisión recopiló documentación diversa y elaboró un primer informeque concluía con la necesidad y posibilidad de crear el colegio profesional.

En la Asamblea de la A.G.E. celebrada en Madrid en noviembre de 1994 sepresentó y aprobó un extracto de este informe orientado como “Documento de objeti-vos y criterios para la creación del Colegio de Geógrafos”2, que establecía el procedi-miento necesario y el calendario posible. En ese momento aún no existían en Españalicenciados en Geografía, circunstancia que se produjo al finalizar sus estudios, en loscursos siguientes, las primeras promociones en la Universidades de León y Barcelona,y más tarde en las otras que también imparten esta titulación.

Parte sustancial del método establecido para llegar al fin propuesto era laconvocatoria y reunión del asociacionismo geográfico español en una Promotoraprovisional3, de modo que se unieran voluntades y se evitara una posible disper-

* Presidente de la Asociación de Geógrafos Españoles (A.G.E.)1. Esta comisión estuvo formada por Rodolfo Caparrós, Andrés García Lorca, Isabel Rueda, Miguel Angel

Troitiño, Jesús Martínez, que actuó de secretario, y por mí, coordinándola.2. Publicado en Boletín de la A.G.E., nº 19, 1994, págs. 132-140.3. Esta Promotora se constituyó en 1995 además de por la A.G.E., que la presidió y ejerció su secretaría,

por la Real Sociedad Geográfica (Antonio López Gómez), la Associació de Geògrafs Professionals de Catalunya(José Antonio Ezquera, Mercé Navarro y Alexandre Tarroja, sucesivamente), la Asociación de GeógrafosProfesionales de Andalucía (Manuel Benabent y José Antonio Cañete, sucesivamente), la Asociació de Geógrafsde les Illes Balears (Amadeo Corbí y Jaume Mateu), la Asociación de Geógrafos de Galicia (Andrés Precedo),GAIA Asociación Canaria de Geógrafos (José León García), GEA Asociación de Geógrafos de Asturias (FermínRodríguez), Asociación de Geógrafos Profesionales de Castilla y León (Antoni Peiret) y Sociedade Galega deXeografia (Rubén Lois).

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sión de iniciativas, ya que, según determina la Constitución Española, los colegiosprofesionales pueden ser establecidos mediante legislación estatal o autonómica,indistintamente.

Además de llegar a compartir, tras la celebración de diversas reuniones durante1995 y 1996 los objetivos y criterios que la A.G.E. habia formulado, la Promotorarealizó varias tareas principales: solicitar el debate y la adopción de una decisiónfirme en cada asociación, buscar otros posibles apoyos y acordar las bases de unainiciativa legislativa para trasladarla a la sede parlamentaria con la solicitud de suadopción. Establecido el consenso básico necesario se dieron las condiciones para quela Promotora pasara a considerarse una verdadera Gestora del Colegio de Geógrafos,en el último trimestre de 1996.

Situada la iniciativa en el órgano político, las circunstancias más difíciles encon-tradas fueron, de una parte, la situación de estancamiento legislativo de la normativaentonces vigente de los colegios profesionales, de carácter preconstitucional y contra-dictoria con directivas comunitarias relativas a la libre competencia4 y, de otra, incluiren los siempre densos calendarios legislativos una proposición de ley, que aunque fuebien acogida por tres grupos políticos que reunían mayoría parlamentaria, no eraconsiderada una iniciativa prioritaria por ninguno de ellos5.

Los tres grupos políticos mencionados presentaron en junio de 1997 proposi-ciones de ley muy similares basadas en los trabajos de la Gestora. El 17 de octubrede dicho año la Mesa del Congreso admite a trámite las proposiciones de Ley; el 16de junio de 1998 se aprueba por el Pleno la toma en consideración de dichas pro-puestas; el 23 de febrero de 1999 la Comisión de Infraestructuras las refunde en untexto único que, superados los distintos trámites6, se convierte por unanimidad en laLey 16/1999 de creación del Colegio de Geógrafos, de 4 de mayo (BOE, 5/5/99,págs. 16.562 y sig.).

La Ley establece, además del Colegio, las condiciones para ser colegiado, adscri-be su relación con la Administración General del Estado al Ministerio de Fomento yhabilita a la Gestora para desarrollar las tareas constituyentes necesarias: redactar losestatutos provisionales y convocar las elecciones que permitan formar los órganos degobierno del Colegio de Geógrafos.

4. Esta barrera desaparece cuando se aprueba el R.D.L 5/96 de medidas liberalizadoras en materia de sueloy colegios profesionales, actualizando la legislación previa de 1974.

5. Las bases de la Ley establecidas por la Promotora fueron asumidas en el Congreso de los Diputados porel Grupo Popular, el Grupo Socialista y el Grupo Catalán, tras diversas gestiones, realizadas en un periodo en elque se produce el cambio de mayoría parlamentaria. Es obligado agradecer su atención e impulso sostenido deesta iniciativa a los diputados Rafael Estrella Pedrola y Joan Romero González, así como al senador EnriqueCobos Fernández, del Grupo Socialista, al Vicepresidente del Congreso, Enrique Fernández Miranda y a losdiputados Rafael Hernando Fraile y Ana Torme Pardo, del Grupo Popular y al diputado Françesc Homs, delGrupo Catalán, por su decisivo impulso inicial.

6. Puede encontrarse una detallada relación de la tramitación de la Ley en el Butlletí de l’Associació deGeògrafs Professionals de Catalunya, nº 36, mayo de 1999, págs. 2 y 3.

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2. LO QUE QUEDA POR HACER

Es facilmente previsible que en el año 2000 el Colegio de Geógrafos sea un enteplenamente operativo; que comience su trayectoria como corporación profesional,entendida de un modo abierto y como uno más de los puntos de encuentro quearticulan a una sociedad civil avanzada. La Constitución Española promueve los cole-gios profesionales como entidades de derecho público al servicio de la sociedad,encargadas de regular un correcto ejercicio profesional. La Geografía atraviesa enEspaña un momento crucial caracterizado, de una parte, por haber culminado su pro-ceso de identidad en el sistema educativo y de otra, por una gran dispersión. Durantelos últimos cursos académicos se ha implantado la titución de Geografía en 26 centrosuniversitarios con escasa relación y coordinación entre ellos y se han ofrecido entre2.000 y 3.000 plazas de estudiantes de Geografía en el conjunto de la oferta universi-taria española. Es previsible, por tanto, que al menos un millar de licenciados egresencada año y busquen un destino laboral acorde con sus conocimientos y capacidades.

En esta situación, el colegio profesional debe contribuir a integrar a los geógrafosespañoles, aunque ésta no será una responsabilidad exclusiva. Las asociaciones quepersistan, los centros universitarios o investigadores deberán sostener también objeti-vos semejantes. El Colegio de Geógrafos, como cualquier otro instrumento, no es másque una nueva herramienta de la que se puede hacer uso y cuyos resultados depende-rán del modo de utilizarla.

Aunque los colegios profesionales existentes presentan situaciones de consolida-ción y orientaciones diversas, los trabajos hasta ahora desarrollados para hacer posibleel Colegio de Geógrafos han buscado siempre crear una corporación abierta, sin ata-duras ni privilegios; aunque capaz de actuar con las mismas reglas básicas que permi-ten operar a las demás corporaciones profesionales. El Colegio debe, en primer lugar,tratar de integrar a todos los geógrafos sin exclusiones: profesionales en el libreejercicio, funcionarios públicos –docentes o no– y personas que busquen empleo. Estacorporación, como cualquiera otra de su clase, debe prepararse para defender a susmiembros en un mercado profesional cada vez más competitivo y, al mismo tiempo,hacer posible la colaboración solidaria entre los geógrafos para disponer de ciertosservicios comunes, necesarios en los distintos momentos de la vida profesional (bolsasde empleo, cursos de formación y reciclaje, asesoria laboral y fiscal, visados solicita-dos, fondos de pensiones y jubilación), o de la simple cotidianeidad (conferencias yexposiciones públicas, encuentros sociales).

A los colegios profesionales en general, y por tanto también al de geógrafos, lecorresponde la representación de la profesión en las instituciones y organismos públi-cos, ante los tribunales y en los conflictos profesionales que deban dirimirse. Estafunción deberá ser ejercida proyectando una imagen positiva de la corporación, cohe-rente y nítida, y más facilmente identificable por la sociedad que la actual.

El Colegio debe contribuir, ante todo, a ordenar y regular la profesión y esta tareaserá difícil en una situación tan abierta como la presente y respecto a una formaciónesencialmente de generalista, en gran medida prevista para participar en tareasmultidisciplinares (medioambiente, desarrollo local, ordenación territorial y urbana,

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entre otras). En este objetivo es imprescindible su relación con el sistema universita-rio, al que debe reclamar una orientación de la investigación adecuada al progreso dela Geografía y a las demandas de la sociedad, así como calidad en la enseñanza ypreparación de los futuros geógrafos. Dichas relaciones serán poco fructíferas sin lainserción de los egresados que ejerzan como profesionales libres en los consejossociales y órganos universitarios que decidan las orientaciones formativas generalesde los licenciados en Geografía.

Aún más básico es el objetivo de fomentar la cultura territorial en la sociedad, alque también el Colegio de Geógrafos debe contribuir junto con las enseñanzas prima-ria y secundaria y, en general, con las demás entidades que comparten sus fines. Sin elaprecio social por la diversidad y la singularidad de los distintos espacios geográficos,a las distintas escalas en los que éstos se entiendan, por los paisajes vividos o conoci-dos eventualmente, por los distintos componentes naturales o construidos de cadalugar, la Geografía pierde su sentido originario y tradicional.

Sevilla, septiembre de 1999.

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LA DIRECTIVA HÁBITATS 92/43/CE Y LA RED NATURA 2000 143

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LA DIRECTIVA HÁBITATS 92/43/CE Y LA RED NATURA 2000

JOSÉ MENOR TORIBIO

Aceptado: 21-IX-99. BIBLID [0210-5462 (1999); 29; 143-155].

1. INTRODUCCIÓN

El término “biodiversidad” 1 comenzó a generalizarse a partir del año 1992, cuan-do la comunidad internacional reunida en la Cumbre de Río firmó, entre otras resolu-ciones, un Convenio para mantener la diversidad biológica a escala planetaria. Sellegó a la conclusión de que la diversidad es indispensable para el mantenimiento delequilibrio vital en la tierra, determinando incluso nuestra capacidad de adaptación alos cambios. Además, es esencial para la viabilidad a largo plazo de las actividadesagrícolas y pesqueras y está en la base del desarrollo de numerosos procesos industria-les y en la producción de nuevos medicamentos.

No obstante, en la Unión Europea ya existían algunos precedentes en este sentidocomo el Convenio de Berna sobre conservación de la vida silvestre y el medio naturalen Europa de 19792, la Directiva 79/409 de protección de las aves silvestres3 (ZEPAs),el Convenio de Bonn sobre las especies migratorias de animales salvajes4 y el Conve-nio de Ramsar sobre los humedales de importancia internacional. Pero fue en 1988,dentro del IV Programa comunitario en materia de medioambiente (1987-1992)5, cuandola Comisión hizó una propuesta al Consejo sobre la creación de una Red EcológicaEuropea de Zonas Especiales de Conservación, que se denominaría “Natura 2000”.Esta propuesta se materializó finalmente en la Directiva 92/43/CE de 21 de mayo,relativa a la conservación de los hábitats naturales y de la flora y fauna silvestres6,constituyéndose como el instrumento más importante de que dispone actualmente laUE para la conservación de la naturaleza, teniendo como principal objetivo el contri-buir a garantizar la biodiversidad en todos sus estados miembros.

Con respecto a las anteriores, ésta normativa es mucho más innovadora y marcadamentedistinta en sus características y consecuencias. En algunos aspectos metodológicos encontra-mos analogías con el Proyecto Biotopos/Corine, pero el carácter diferencial de la Directivalo podemos encontrar en dos aspectos: primero, en el plano conceptual, porque el objetivo

* Instituto de Desarrollo Reginal. Universidad de Granada.1. La palabra “biodiversidad”, de origen inglés, no aparece recogido aún en el Diccionario de la Real

Academia Española. Este concepto se refiere a la variedad de la vida en todas sus formas, niveles y combinaciones,incluyendo la diversidad de ecosistemas, especies y genética.

2. DO nº L 38 de 10.2.1982.3. DO nº C 103 de 25.4.1979.4. DO nº L 210 de 19.7.1992.5. DO nº C 328 de 7.12.1987.6. DO nº L 206/7 de 22.7.1992. Modificada por la Directiva 97/62/CE de 27 de octubre.

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global es el de la preservación de la biodiversidad del patrimonio natural europeo a través dela conservación de “sistemas” hábitats, y no la de elementos aislados de ellos; segundo, enel plano ejecutivo, estableciendo una serie de mecanismos y actuaciones de carácter obliga-torio para los Estados miembros en pos de la consecución de esos objetivos: la creación dela más importante estructura de Conservación europea, la Red Natura 2000, las directricespara su mantenimiento y la financiación de las actividades necesarias para lograrlo.

En este sentido, España acaba de proponer a la Comisión, durante el año 1998, laLista Nacional de Lugares de Importancia Comunitaria (LICs), lo que hace idóneo enestos momentos hacer un balance de cómo se ha desarrollado todo este proceso, desdela incorporación de la Directiva Hábitats a la legislación española hasta los trabajosque se han ido realizando para llegar a la propuesta final de lugares.

2. CARACTERÍSTICAS Y CONTENIDO BÁSICO DE LA DIRECTIVA

La Directiva 92/43/CE tiene como objetivo general establecer las bases legales parala protección de los hábitats de las especies comunitarias en vías de extinción o amena-zadas, y como objetivo específico el establecer una amplia red de zonas protegidas en laComunidad que garanticen una más eficaz aplicación del Convenio de Berna7.

Para la constitución de la Red Natura 2000, la Directiva especifica un calendariopara la realización de las distintas etapas en que está dividido el proceso global. Así cadaEstado miembro debía presentar a la Comisón (año 1995) una Lista Nacional de Luga-res, que a través de sucesivas etapas integrarían la Lista de Lugares de ImportanciaComunitaria o LICs (año 1998), se declararían como Zonas Especiales de Conservacióno ZECs (año 2004), entre las que estarán incluidas las Zonas de Especial Protecciónpara las Aves (ZEPAs), y finalmente conformarían la Red Natura 2000.

Con respecto a estas Zonas Especiales de Conservación, los Estados miembros debe-rán fijar las medidas de conservación necesarias que implicarán, en su caso, adecuadosplanes de gestión, específicos a los lugares o integrados en otros planes de desarrollo, conel fin de evitar el deterioro de los hábitats naturales y de los hábitats de especies que hanmotivado la selección de estas zonas. Igualmente, cualquier plan o proyecto que puedaafectar de forma apreciable a los citados lugares, se someterá a una adecuada evaluaciónde sus repercusiones en el lugar teniendo en cuenta los objetivos de conservación.

En los Anexos I y II de la normativa se señalan los diferentes tipos de hábitatsnaturales y de especies animales y vegetales de interés comunitario, especificandoigualmente los que se consideran como prioritarios para su conservación.

En el Anexo III, la Directiva establece los criterios de selección de los lugaresque pueden clasificarse como Lugares de Importancia Comunitaria y designarse zonasespeciales de conservación:

7. En este sentido el Dictamen del Comité Económico y Social (DO nº C 31/1 de 6.2.1991) lamentaba quealgunos Estados miembros no habían ratificado aún el Convenio de Berna o no habían puesto plenamente enpráctica las disposiciones del mismo, algo parecido a lo que pasaba con respecto a la Directiva 79/409 sobre laconservación de las aves silvestres, lo que hacía dudar al CES de la aplicación efectiva de esta nueva Directiva,planteando además serias reservas referidas a la falta de una exposición clara de objetivos de los que pudieranderivarse una mayor operatividad de la misma.

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Etapa 1: Evaluación a nivel nacional de la importancia relativa de los lugarespara cada tipo de hábitat natural del Anexo I y cada especie del Anexo II (incluidoslos tipos de hábitats naturales prioritarios y las especies prioritarias):

A. Criterios de evaluación del lugar para un tipo dado de hábitat del Anexo I:a) Grado de representatividad del tipo de hábitat natural en relación con el lugar;b) Superficie del lugar abarcada por el tipo de hábitat natural en relación con

la superficie total que abarque dicho tipo de hábitat natural por lo que serefiere al territorio nacional;

c) Grado de conservación de la estructura y de las funciones del tipo dehábitat natural de que se trate y posibilidad de restauración;

d) Evaluación global del valor del lugar para la conservación del tipo dehábitat natural en cuestión.

B. Criterios de evaluación del lugar para una especie dada del Anexo II:a) Tamaño y densidad de la población de la especie que esté presente en el

lugar en relación con las poblaciones presentes en el territorio nacional;b) Grado de conservación de los elementos del hábitat que sean relevantes

para la especie de que se trate y posibilidad de restauración;c) Grado de aislamiento de la población existente en el lugar en relación con

el área de distribución natural de la especie;d) Evaluación global del valor del lugar para la conservación de la especie de

que se trate.

C. Con arreglo a estos criterios, los Estados miembros clasificarán los lugaresque propongan en la lista nacional como lugares que pueden clasificarse “de impor-tancia comunitaria”, según su valor relativo para la conservación de cada uno de lostipos de hábitat natural o de cada una de las especies que figuran en los respectivosAnexos I o II, que se refieren a los mismos.

D. Dicha lista incluirá los lugares en que existan los tipos de hábitats naturalesprioritarios y especies prioritarias que hayan sido seleccionados por los Estadosmiembros con arreglo a los criterios enumerados en los puntos A y B.

Etapa 2: Evaluación de la importancia comunitaria de los lugares incluidos enlas listas nacionales:

1. Todos los lugares definidos por los Estados miembros en la etapa 1 en queexistan tipos de hábitats naturales y/o especies prioritarias se considerarán lugaresde importancia comunitaria.

2. Para la evaluación de la importancia comunitaria de los demás lugares inclui-dos en las listas de los Estados miembros, es decir, de su contribución al manteni-miento o al restablecimiento en un estado de conservación favorable de un hábitat

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natural del Anexo I o de una especie del Anexo II y/o a la coherencia de Natura 2000,se tendrán en cuenta los criterios siguientes:

a) el valor relativo del lugar a nivel nacional;b) la localización geográfica del lugar en relación con las vías migratorias de

especies del Anexo II, así como su posible pertenencia a un ecosistema coherentesituado a uno y otro lado de una o varias fronteras interiores de la Comunidad;

c) la superficie total del lugar;d) el número de tipos de hábitats naturales del Anexo I y de especies del Anexo

II existentes en el lugar;e) el valor ecológico global para la región o regiones biogeográficas de que

se trate y/o para el conjunto del territorio a que se hace referencia en elartículo 2, tanto por el aspecto característico o único de los elementos quelo integren como por la combinación de dichos elementos.

El Anexo IV recoge el conjunto de especies de flora y fauna sometidas a protec-ción estricta (prohibición de captura, corta, destrucción, posesión y comercio). ElAnexo V agrupa aquellas especies que requieren determinadas medidas de gestión; y,por útlimo, el Anexo VI establece la prohibición de determinados métodos de captura,sacrificio y transporte de especies.

La Directiva también señala que los Estados miembros enviarán a la Comisión,paralelamente a las propuestas de lugares, sus estimaciones de lo que considerennecesario en relación con la cofinanciación comunitaria (en general al 50%)8 parapermitirles cumplir con sus obligaciones de acuerdo con lo estipulado9.

8. Reglamento (CEE) nº 1973/92 del Consejo de 21 de mayo, por el que se crea un instrumento financieropara el medioambiente (LIFE). (DO nº L 206/1 de 22.7.1992).

Este fondo, sin carácter estructural, tiene como principal objetivo apoyar económicamente actividades cuya finalidadprioritaria es la protección y mejora del medio ambiente. Engloba en un solo instrumento financiero la diversidad existentede fondos comunitarios destinados a medio ambiente, integrándose en él los programas MEDSPA, NORSPA y ACNAT.

El porcentaje de participación financiera de LIFE para las diferentes acciones será:– 100% para las medidas destinadas a obtener información necesaria para emprender una acción y

también para acciones de asistencia técnica llevadas a cabo a iniciativa de la Comisión;– 50% como regla general, y de igual manera para las medidas de conservación de biotopos o hábitats

prioritarios de intéres comunitario (con carácter excepcional podrán alcanzar el 75% de su coste);– 30% como máximo para inversiones generadoras de ingresos.El importe total de recursos financieros para la primera fase 1991-1995 fue de 400 Mecus, siendo susceptibles

de financiación: los Proyectos de demostración, Campañas de sensibilización y Asistencia técnica.El reparto indicativo de recursos entre los diferentes ámbitos de acción fué el siguiente:A) Acciones en la Comunidad (95%):

* Desarrollo sostenido: 40%* Protección de hábitats y naturaleza: 45%* Estructuras administrativas y servicios para el medioambiente: 5%* Educación, formación e información: 5%

B) Acciones fuera de la Comunidad (5%).9. En este sentido la Directiva carece de estimaciones de los costes de aplicación, lo que puede constituir

una impotante fuente de problemas (ya que tendrán que ser sufragados por los contribuyentes, empresarios agrariose industriales de los Estados miembros), según expresó en su Dictamen el CES.

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En definitiva, la adopción de esta Directiva repercutirá sobre el funcionamientode una serie de instrumentos financieros comunitarios, e implicará a una serie deimportantes sectores de la política comunitaria como la agricultura, la política regio-nal, el transporte y la industria10.

3. DESARROLLO DE LA DIRECTIVA EN ESPAÑA

La Directiva “Hábitats” origininó en nuestro país, desde su publicación enjunio de 1992, dos grandes líneas de trabajo: la incorporación al derecho interno dela normativa comunitaria y los trabajos técnicos para la elaboración de la ListaNacional.

3.1. La incorporación de la Directiva

Cada Estado miembro quedó obligado a realizar, en el plazo de dos años apartir de la publicación (1992), la incorporación de la Directiva europea a lalegislación nacional. En España se produjo un retraso en el plazo establecido porestar pendiente la creación de la Comisión Nacional de Protección de la Naturale-za11, órgano que debía tener un alto grado de participación en el proceso. Final-mente, una vez consultadas las diferentes Instituciones implicadas, entre ellas lasComunidades Autónomas, la incorporación de la Directiva se materializó en elReal Decreto 1997/1995 de 7 de diciembre, por el que se establecen medidas para

10. Con objeto de proteger la diversidad biológica en la Unión Europea, la comisaria responsable de MedioAmbiente, Ritt Bjerregaard, presentó el pasado 4 de febrero de 1998 una Comunicación en la que propone llevara cabo una estrategia global a nivel europeo.

Una de las características de la estrategia propugnada por la Comisión es la inquietud por integrar lapreocupación derivada de la biodiversidad en todas las políticas sectoriales, desde la agricultura, la pesca y laconservación de los recursos naturales hasta la política regional y de ordenación del territorio, la energía o eltransporte.

En lo que se refiere a la conservación de los recursos naturales, la estrategia insiste en la necesidad deapoyar la red comunitaria de zonas protegidas Natura 2000, dotándola de apoyo financiero y técnico. Asimismo,en el ámbito de la Política Agrícola Común (PAC), la Comisión ha manifestado su preocupación por la biodiversidaden el proceso de reforma propuesto en la Agenda 2000. Según el ejecutivo comunitario, el desarrollo sostenible delas zonas rurales debe ser la alternativa al deterioro de los hábitats naturales.

Así, durante los años 1999 y 2000 se elaborarán los planes de acción sectoriales que permitirán una primeraevaluación de los resultados obtenidos.

11. En 1995 comenzó su andadura la Comisión Nacional de Protección de la Naturaleza, quedando constituida,en aquella época, por la Dirección General de Conservación de la Naturaleza, que ostenta la Presidencia, losOrganos correspondientes de las Comunidades Autónomas, la Dirección General de Comercio Exterior, unrepresentante del Ministerio de Industria y Energía y otro de la Secretaría de Estado de Medio Ambiente y Vivienda.Sus funciones se desarrollaban a través de cuatro Comités especializados (Espacios Naturales Protegidos, Flora yFauna Silvestres, Humedales y Lucha contra los Incendios Forestales).

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contribuir a garantizar la biodiversidad mediante la conservación de los hábitatsnaturales y la flora y fauna silvestes12.

No obstante, los contenidos de la Directiva 92/43/CE ya se encontraban reco-gidos, en parte, en la Ley 4/1989 de 27 de marzo, de Conservación de los espaciosnaturales y de la flora y fauna silvestres13, pues los principios que inspiraron lamisma vienen a ser los mismos que, en previsión, tres años más tarde, fueronrecogidos en la citada Directiva, como objeto o finalidad de ésta, aunque por eseadelanto temporal había algunos preceptos de la misma que no formaban parte aúndel Derecho español, de ahí que fuese necesario incorporar la parte que restaba,con el presente Real Decreto 1997/1995.

3.2. La elaboración de la Lista Nacional

A finales de 1992, y con objeto de establecer un método de coordinaciónentre las CCAA y el MAPA para la elaboración de la Lista Nacional, se mantuvie-ron reuniones entre representantes de las distintas administraciones, lo cual permi-tió poner en marcha los trabajos del Inventario Nacional de Hábitats.

En 1995, el Comité de Espacios Naturales Protegidos, órgano dependiente dela Comisión Nacional de Protección de la Naturaleza, decidió la creación de unGrupo de trabajo específico para el desarrollo de la Directiva Hábitats, integradopor representantes de todas las CCAA y el MAPA.

En este grupo se diseñó y acordó la metodología de trabajo a seguir, lacual, básicamente, encomendaba a la Administración Central las tareas de lle-var a cabo el Inventario Nacional de Hábitats, la creación de una base de datosgeorreferenciada del mismo (SIG), y el apoyo técnico en tareas específicas alas distintas CCAA. Estas, por su parte, aportarían la cartografía digital de susRedes de Espacios Naturales Protegidos (ENPs) y Zonas de Especial Protec-ción de Aves Silvestres (ZEPAs), y elaborarían una propuesta de Lista de Lu-gares de su territorio.

Una vez definidas estas Listas según Regiones Biogeográficas por las distin-tas administraciones autonómicas, se acordó realizar una integración y la realiza-ción de un análisis global de representación de los distintos hábitats y taxones,con el fin de garantizar, para cada uno de ellos, que la Lista Nacional contenga sus

12. BOE de 28.12.1995. Modificado por el Real Decreto 1193/1998 de 12 de junio (BOE de 25.6.1998).13. BOE de 28.3.1989. Modificada por la Ley 4/1997 de 5 de noviembre (BOE de 6.11.1997).

En realidad, esta Ley es la incorporación al ordenamiento jurídico español de parte de la Directiva 79/409/CErelativa a la Conservación de las aves silvestres. Igualmentemente, en desarrollo de la citada Ley 4/1989, fuerondictados el Real Decreto 1095/1989, de 8 de septiembre, por el que se declaran las especies objeto de caza y pescay se establecen normas para su protección; el Real Decreto 1118/1989, de 15 de septiembre, por el que se determinanlas especies objeto de caza y pesca comercializables y se dictan normas al respecto; y el Real Decreto 439/1990,de 30 de marzo, por el que se regula el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas, que contemplan algunas delas previsiones recogidas en la citada Directiva.

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mejores representaciones, y además, el territorio necesario para permitir su con-servación dentro de la futura Red Natura 2000.

3.2.1. El Inventario Nacional de Hábitats

Como instrumento técnico de apoyo a la elaboración de la Lista Nacional, elantiguo ICONA puso en marcha un Proyecto LIFE14 que abordaba fundamentalmentelos trabajos de inventariación de hábitats y taxones de los Anexos de la Directiva y ladigitalización e informatización de sus resultados.

Estos estudios han demostrado que, en el conjunto de la Unión Europea, Españaes un país privilegiado por la riqueza y diversidad de su patrimonio natural, y portanto, con un alto grado de responsabilidad en su mantenimiento. Nuestro país partici-pa en cuatro de las seis regiones biogeográficas de la UE15, posee un 54% de los tiposde hábitats de interés comunitario del Anexo I de la Directiva, un 44% de los hábitatsprioritarios, un 38% de los taxones de flora y fauna del Anexo II y un 42% de lasespecies consideradas prioritarias.

3.2.2. Análisis y elaboración de las Listas Regionales

Dado que los trabajos de inventariación en Canarias se terminaron en Junio de1995, seis meses antes que en el resto de España, se acordó con la Comisión Europeaque la Lista de la Región Macaronésica sería la primera en entregarse, y constituiríauna experiencia piloto para la elaboración de las restantes listas.

14. En 1992, el conocimiento científico de nuestra riqueza natural, sobre todo en el tema hábitats, resultabainsuficiente para hacer frente a lo estipulado por la Directiva 92/409/CE. Por esta razón se planteó y planificó lanecesidad de realizar un Inventario Nacional, de carácter exhaustivo, sobre los tipos de Hábitats del Anexo I de laDirectiva. A tal fin se solicitó a la Comisión, apoyándose en el Reglamento 1979/92 del Consejo, la aprobación deun Proyecto LIFE para el cartografiado y posterior digitalización de los hábitts españoles.

La inventarización de hábitats, a escala 1:50.000 en todo el territorio nacional, ha supuesto un enormeesfuerzo de trabajo, realizado por 30 centros de investigación y casi 300 investigadores. Como trabajo previohubo que realizar una adaptación de la clasificación de hábitats del Anexo I a unidades sintaxonómicascartografiables sobre el terreno. Este trabajo dió como resultado el Documento Técnico de Interpretación(DTI), que desagregó los 124 tipos de hábitats españoles del Anexo I en más de 1600 asociaciones y alianzassintaxonómicas. Así pues, se puede decir que los resultados del Inventario han sido abrumadores. Se hancartografiado alrededor de 150.000 recintos o representaciones de 1.600 tipos de hábitats en todo el territorionacional, con 1.114 mapas y 1.650.000 atributos y datos asociados. Esto supone que el grado de detalle conque han sido inventariados los hábitats en nuestro país es muy superior al de los restantes socios comunitariosy permite un análisis pormenorizado, adecuado a la compleja realidad natural de nuestro país. Estos datosrevelan por sí mismos la ingente tarea realizada para cumplir el mandato de la Directiva 92/43/CE. (Fuente:Informe de la Subdirección General de Conservación y Biodiversidad. Area de Espacios Naturales (MIMAM).Julio de 1997).

15. Esto es: Boreal, Continental, Alpina, Atlántica, Mediterránea y Macaronésica; de las que Españaparticiparía en las cuatro últimas.

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El método de análisis y selección de espacios para confeccionar la Lista Macaronésicase ha basado en una lista previa de Lugares (los espacios protegidos y las ZEPAs), quesuponen más del 40% del territorio del Archipiélago canario. Sobre esta red de espa-cios se ha evaluado la importancia de los taxones y hábitats de la Directiva que noestán incluidos en los mismos o que no estén suficientemente representados en ellos.El proceso termina delimitando, para aquellos taxones o hábitats que sea necesario,áreas externas a la Lista Previa, las cuales completan su representación según losrequisitos que establece la Directiva.

Si bien este método de selección de lugares no es aceptable automáticamentepara todo el territorio español (dado que las redes regionales de Espacios NaturalesProtegidos no han sido diseñadas en todas las CCAA del mismo modo, ni con lamisma extensión, e incluso en algunas de ellas están aún por conformarse), la metodo-logía que se ha seguido en Canarias contiene todos los parámetros a utilizar en elproceso de selección y constituyó una buena experiencia piloto para el resto de lasCCAA y regiones biogeográficas16.

Finalmente, la Lista Macaronésica, que fue entregada a la Comisión Europea enoctubre de 1996, propone un total de 172 Lugares de Interés Comunitario, ocupandouna superficie de 412.679 has., con 273.854 has. terrrestres y 138.825 has. marinas,un 35,4% del territorio de la C.A. Canaria. Asimismo, un 75% de toda la superficieocupada por los hábitats del Anexo I en Canarias queda incluida en la propuesta deLugares.

La Lista de la Región Alpina, compuesta por territorios de las CCAA de Aragón,Navarra y Cataluña, fue entregada en abril de 1997 a la Comisión Europea. Estácompuesta de 27 lugares, con una superficie total de 345.231 has., el 35,5% delterritorio alpino español.

La Lista Atlántica, entregada en enero de 1998 a la Comisión, posee 70 lugares,con una superficie de 687.889 has., lo que implica un 12,3% del territorio atlántico.

La Lista Mediterránea, entregada a la Comisión en la misma fecha que la ante-rior, cuenta con 378 lugares, con 5.876.663 has., un 13,5% de la superficie de laregión mediterránea española.

Dado que tales Listas deben someterse a estudio por la Comisión Europea, nopueden considerarse definitivas, hecho que ocurrirá cuando este órgano comunitario,en acuerdo con el Estado español, las declare como integrantes de las Lista de Lugaresde Importancia Comunitaria (LICs).

A continuación se ofrecen como anexos las tablas de LICs por regiones biogeográficasy Comunidades Autónomas, un Mapa y la Lista de Lugares que ha propuesto Andalu-cía, y por último un resumen de las diferentes normativas relativas a la DirectivaHábitats.

16. Para el caso conreto de Andalucía, se ha seguido una metodología semejante, resultando que de las2.181.846 has. propuestas como LICs, en torno a 600.000 de éstas no estaban sujetas a ninguna forma de protección,representando sólo un 61% de la superficie LICs los espacios pertenecientes a la red de ENP de Andalucía (quedandofuera incluso algunos de éstos, al no reunir los criterios necesarios).

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ANEXOS

CUADRO 1. LISTAS REGIONALES ENTREGADASA LA COMISIÓN EUROPEA A FECHA 15-5-1998

Regiones Nº LICs Superficie (Has) % Territorio

Alpina 27 345.231 35,5Atlantica 70 687.889 12,28Mediterranea 378 5.876.663 13,6Macaronesica 172 273.854 35,5Total 647 7.183.637 14,2

Fuente: Ministerio de Medio Ambiente. Subdirección General de Conservación y Biodiversidad. Area de EspaciosNaturales.

CUADRO 2. LICs PROPUESTOS SEGÚN COMUNIDAD AUTÓNOMA

Comunidad Autonóma Nº LICs Superficie (Has) % Territorio

Andalucía 88 2.181.846 24,9Aragón 20 118.377 2,5Asturias 8 100.822 9,5Baleares 29 88.007 17,6Canarias 172 273.854 36,8Cantabria 12 98.285 18,5Castilla-León 29 641.725 6,8Castilla-Mancha 66 1.168.132 14,7Cataluña 64 674.443 21C. Valenciana 39 396.588 17,1Extremadura 45 578.273 13,9Galicia 18 61.800 2,1Madrid 7 317.514 39,6Murcia – – –Navarra 13 37.842 3,6País Vasco 5 14.509 2Rioja, La – – –

Fuente: Ministerio de Medio Ambiente. Subdirección General de Conservación y Biodiversidad. Área deEspacios Naturales. Elaboración propia.

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CUADRO 3. LISTA DE LICs PROPUESTOS POR ANDALUCÍA

Nombre Superficie (Has) % Territorio

Acantilados de Maro – Cerro Gordo 1.470 BAlbufera de Adra 128 BAlto Guadalquivir 779 BAndevalo Occidental 49.997 BBahia de Cadiz 9.864 CCabo de Gata - Nijar 49.630 CCascada de Cimbarra 573 BCerros del Mojon, Los Roques Y Huoli 1.346 BCola del Ambalse de Arcos 130 BCola del Embalse de Bornos 633 BComplejo Endorreico de Espera 641 CComplejo Endorreico de Utrea 1.110 BComplejo Endorreico del Puerto de Santa Maria 377 CCuencas del Rumblar, Guadalen y Guadalmena 159.228 EDe la Breña y Marisma de Barbate 4.816 BDesfiladero de los Gaitanes 2.129 BDesierto de Tabernas 11.474 CDespeñaperros 7.570 BDoñana 54.951 EDoñana Norte y Oeste 14.837 BDoñana, P.nc. 56.423 CEnebrales de Punta Umbria 167 BEstero de Domingo Rubio 497 BEstuario del Rio Guadiaro 32 BFondos Marinos de Bahia de Cadiz 824 BFondos Marinos de Punta Entinas -sabinar 742 BFondos Marinos Levante Almeriense 6.315 BGuadalmellato 12.252 BGudiato - Sierra de Albarrana 84.453 EIsla del Trocadero 372 BKarst en Yesos de Sorbas 2.343 BLa Serreta de Cabo de Gata 914 ELaguna de Fuente de Piedra 7.806 CLaguna de la Ratosa 203 BLaguna de Medina 321 CLaguna de Palos y Las Madres 661 BLaguna de Portil 1293 ELaguna Grande 184 BLaguna Honda 109 BLagunas del Sur de Cordoba: Amarga,

del Conde o Salobrar, de los Jarales,del Rincon, del Tiscar y de Zoñar 1.095 C

Los Alcornocales 166.439 CLos Reales de Sierra Bermeja 1.237 BMarismas de Isla Cristina 2.168 BMarismas de Isla Cristina–Punta Bandera 172 BMarismas de Sancti Petri 166 BMarismas del Odiel 6.432 CMarismas del Rio Palmones 59 B

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Marismas del Rio Piedras y Flecha del Rompido 2.465 BOeste y Sur de Sierra Magina 6.628 BPeñas de Aroche 740 BPlaya de Los Lances 245 BPunta Entinas–Sabinar 1.956 CRamblas de Gergal, Tabernas y Sur de Sierra Alhamilla 12.867 ERio Guadalmez 4.192 BSierra Alhamilla 209.505 CSierra Blanca 5.905 BSierra Crestellina 490 BSierra de Aracena y Picos de Aroche 186.841 CSierra de Arana 20.040 BSierra de Baza 53.834 BSierra de Baza Norte 894 BSierra de Cardeña Y Montoro 38.408 BSierra de Castril 12.665 ESierra de Gador 41.311 BSierra de Grazalama 53.330 CSierra de Hornachuelos 59.816 CSierra de Huetor 12.127 BSierra de Las Nieves 18.510 BSierra de Santa Eufemia 8.718 BSierra del Oso 10.274 BSierra Magina 19.957 BSierra Maria–Los Velez 22.695 BSierra Nevada 171.870 BSierra Nevada Noroeste 1.262 BSierra Norte 167.406 CSierra Pelada y Rivera del Aserrador 12.387 CSierra Subbetica 31.869 BSierras Bermeja y Real 30.686 BSierras de Abdalajis y la Encantada Sur 3.120 BSierras de Alcaparain y Aguas 5.287 BSierras de Andujar 74.054 BSierras de Camarolos Y Loja 33.132 BSierras de Cazorla, Segura y Las Villas 209.505Sierras de Taibilla, la Sagra, Montilla y la Encantada 43.448 ESierras de Tejeda y Almijara 41.420 BSierras del Campanario y Las Cabras 5.587 BSuroeste de las Sierras de Cardeña y Montoro 29.938 BTorcal de Antequera 1.935 C

Fuente: Ministerio de Medio Ambiente. Subdirección General de Conservación y Biodiversidad. Area deEspacios Naturales. Elaboración propia.* Los Tipos de refiere a: B = Lugar propuesto como LIC sin relación con otro lugar de Natura 2000; C = Lugardesignado ZEPA propuesto como LIC ; E = Lugar propuesto como LIC, colindante con otro lugar de Natura2000 que puede ser una ZEPA o haber sido propuesto como LIC en otra región administrativa.

CUADRO 3. LISTA DE LICs PROPUESTOS POR ANDALUCÍA (Cont.)

Nombre Superficie (Has) % Territorio

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FIGURA 1.MAPA DE LICS PROPUESTOS POR ANDALUCÍA

Fuente: Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía (1998). Junta de Andalucía.

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Fuente: Elaboración propia.

UNION EUROPEA ESPAÑA ANDALUCIA

– Ley 4/1989 de 27 de mar-zo, de conservación de losespacios naturales y de laflora y fauna silvestres (BOEde 28.3.1989).* Ley 4/ 1997 de 5 de no-

viembre, por la que se re-forma la Ley 4/1989 (BOEde 6.11.1997).– Real Decreto 439/1990 de30 de marzo, por el que seregula el Catálogo Nacio-nal de Especies Amenaza-das (BOE de 20.4.1990).

Precedentes:– Convenio de Berna sobreConservación de la Vida Sil-vestre y el Medio Naturalen Europa de 1979 (DO nºL 38 de 10.2.1982).– Directiva 79/409/CEE delConsejo de 2 de abril, rela-tiva a la conservación de lasAves silvestres (DOCE nº l206/7 de 22.7.1992).– Convenio de Bonn sobrelas Especies Migratorias deanimales salvajes (DO nº L210 de 19.7.1992).– Convenio de Ramsar so-bre los Humedales de im-portancia internacional.

– Ley 2/1989 de 18 de ju-lio, por la que se aprueba elInventario de espacios natu-rales orotegidos de Andalu-cía y se establecen medidasadicionales para su protec-ción (BOJA 27.7.1989).* Ley 2/1995 de 1 de ju-

nio, sobre modificación dela Ley 2/1989 (BOJA 7.6.95).– Decreto 104/1994 del 10de mayo por el que se esta-blece el Catálogo andaluzde especies de la flora yfauna silvestres amenazadas(BOJA nº 107 de 30.5.1994)

– Directiva 92/43/CEE de21 de mayo, relativa a laconservación de los hábitatsnaturales y de la fauna yflora silvestres (DOCE nº L206/7 de 22.7.1992).* Directiva 97/62/CE de

27 de octubre por la que semodifica la Directiva 92/43/CEE.

– Real Decreto 1997/1995de 7 de diciembre, por elque se establece medidaspara contribuir a garantizarla biodiversidad mediantela conservación de loshábitts naturales y de la flo-ra y fauna silvestres (BOE28.12.1995).* Real Decreto 1193/1998

de 12 de junio, por el quese modifica el R.D. 1997/1995 (BOE 25.6.1998).

FIGURA 2.LEGISLACIÓN RELATIVA A LA DIRECTIVA HÁBITATS

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CONVENCIÓN EUROPEA DEL PAISAJE

FRANCISCO RODRÍGUEZ MARTÍNEZ*

Aceptado: 21-IX-99. BIBLID [0210-5462 (1999); 29; 157-170].

El paisaje se ha convertido en una cuestión de gran interés social, económico ypolítico. A través de él los individuos y los pueblos establecen una relación íntima conel territorio que se traduce en valoraciones diversas: de identidad, culturales o depreferencia para la localización de actividades. Al Mismo tiempo se están produciendograndes cambios en los paisajes, muchos de ellos sin conciencia o apreciación de loque representan esas transformaciones y con pérdidas considerables.

Mientras se desarrollan estos procesos, el paisaje, como objeto de atención cientfica,es tratado de forma descoordinado por distintas disciplinas. Unas más preocupadas porsus aspectos formales, otras por encontrar las causas que los originan y, finalmente,otras se ocupan de los aspectos subjetivos implícitos en la noción de paisaje. Entre estossaberes no hay todavía suficientes relaciones que promuevan los avances inherentes altrabajo pluridisciplinar y obtengan todas las consecuencias prácticas posibles.

En esta situación paradójica el Consejo de Europa ha elaborado la ConvenciónEuropea del Paisaje, con el propósito principal de impulsar políticas relativas a esterecurso en todo el ámbito europeo y los diferentes niveles político-administrativos:comunitario, estatales, regionales y locales.

En relación con todo ello la universidad Internacional Menéndez Pelayo organizóun “Encuentro” de expertos para debatir sobre los diversos contenidos del mismo(Sevilla, 28-30 octubre, 1998) bajo el epígrafe “El paisaje como recurso para la orde-nación, gestión y protección del territorio y el patrimonio natural y cultural”. Losobjetivos de este encuentro fueron esencialmente dos:

• Propiciar un mayor nivel de entendimiento científico entre las disciplinas que seocupan del paisaje.

• Debatir las posibilidades de Implantación en España de políticas específicamentepaisajísticas.

Sin perjuicio de que en una próxima CRÓNlCA publiquemos un extracto de losdebates realizados en el mencionado Encuentro, consideramos de interés geográfico lapublicación del Documento de la Convención en su versión original francesa.

* Instituto Desarrollo Regional. Universidad de Granada.

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CONGRES DES POUVOIRS LOCAUX ET REGIONAUX DE L’EUROPE

4.ª SESSION

Résolution 53 (1997), sur l’avant-projet de Convention européenne du paysage

Le Congrés

1. Ayant pris connaissance du rapport intérimaire présenté par M. Pierre Hitier(France) à la présente Session:

2. Rappelant l’invitation adressée au Congrès dans le cadre de la Résolution 256(1994) de la Conférence Permanente des Pouvoirs Locaux et Régionaux d’élaborer, sur labase de la Charte sur le paysage méditerranéen adoptée a Seville, une Conventioncadresur la gestion et la protection du paysage naturel et culturel de toute l’Europe;

3. Etant convaincu que l’ensemble de la dimension paysagère du tenitoire européendoit faire l’objet d’une protection, d’une gestion et/ou d’un aménagement car elle constituel’une des conditions essèntielles en vue de l’amélioration de la qualité du cadre de vie despopulations en Europe:

4. Rappelant les Recommandations suivantes du Comité des Mnistres:– la Recommandation (79)9 concemant la fiche d’identification et dévaluation

des paysages naturels en vue de leur protection;– la Recommandation (92) 8 sur la protection des sols;– la Recommandation (94) 6 pour un développenwnt et une utilisation cura-

bles du monde rural, accordant une attention particulière à la sauvegardede la vie sauvage et des paysages;

– la Recommandation (95) 9 relative à la conservation des sites culturelsintégréei aux politiques du paysage.

5. Rappelant la Recommandation de l’Assemblée parlementaire 1091 (1988) sur laCampagne européenne pour le monde rural et une nouvelle gestion de l’espace rural;

6. Rappelant sa Recommantation 14 (1995) sur la Charte européenne des régionsde montagne;

7. Ayant à l’esprit la Charte urbaine européenne élaborée par la CPLRE dans lecadre des suites à la Campagne européenne pour la renaissance de la cité, organisée par leConseil de l’Europe entre 1980 et 1982;8. Ayant à l’esprit la Charte européenne de l’autonomie locale;

9. Approuve l’Avant-projet de Convention européenne du paysage tel qu’il figureen Annexe 1 à cette Résolution;

10. Charge le Groupe de travail sur la Convention européenne du paysage:

i. d’examiner pendant l’intersession 1997/1998 en vue de leur intégration dans le texte:– l’Avis de l’Assemblée parlementaire;– l’Avis du Comité des Régions de l’Union Européenne;– les propositions présentées par se Délégués au cours de la présente Session

telles qu’elles figurent en Annexe 2;

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ii. d’organiser une Conférence de consultation des gouvernements européens et desorganisations intergouvernementales concernés par l’Avant-projet de Convention contenuà l’Annexe 1 de cette Résolution, tenant compte des Avis et des propositions susmentionnés,et ce avant le 15 avril 1998;

iii. sur ces bases, de lui présenter lors de sa 5e Session (1998) un projet défznitifdont l’adoption serait recommandée au Comité des Ministres;

11. Etant donné qu’il est convaincu que:

i. le paysage se prête parfaitement à une transposition informatique de par ses liensavec l’imagination humaine, l’identité culturelle et l’esthétique ainsi qu’en raison de sanature pluridisciplinaire;

ii. le secteur des CD-Rom constitue un secteur en pleine expansion, doté d’énormespotentialités technologiques nécessitant d’être appliqu’és à des sujets capables d’enrentabiliser la production;

iii. la transposition informatique des principes contenus dans le projet de Conventioneuropeenne du paysage dans un CD-Rom multimédia constitue un moyen de sensbilisationnouveau, extraordinaire conforme aux buts d l’Organisation et correspondant aux plus récentsdéveloppements dans le secteur de la communication et de l’information;

12. Encourage le Groupe de travail à poursuivre ses activités concernant l’élaborationd’un CD-Rom multimédia constituant le support informatique des principes contenus dansle projet de Convention européenne du paysage.

ANNEXE I

CONVENTION EUROPÉENNE DU PAYSAGE

Préambule

Les Etats signataires de la présente Convention

1. Considérant que le but du Conseil de l’Europe est de réaliser une union plusétroite entre ses membres, afin de sauvegarder et promouvoir les idéaux et les principes quisont leur patrimoine commun;

2. Soucieux de parvenir à un équilibre harmonieux de la société avee sonenvironnement en vue de promouvoir un développement durable;

3. Notant que le paysage, en tant qu’élément complexe de l’environnement, assumed’importantes fonctions d’interét général, sur les plans culturel, écologique, social etéconomique contribuant ainsi á l’épanouissement des êtres humains;

4. Conscients que le paysage témoigne des relations passées et presentes des êtreshumains avec leur cadre de vie, qu’il concourt à l’élaboration des cultures et des traditionslocales et qu’il représente, de ce fait, una composante essentielle du patrimoine naturel etculturel européen;

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5. Remarquant que les évolutions des techniques de production agricole, sylvicole,industrielle et minière et des pratiques en matière d’urbanisssme, de transport, de réseaux,de tourisme et de loisirs et, plus généralement, les changements économiques mondiauxont pour effet, d’accelérer la modification des pausages et leur dynamique;

6. Ayant à l’esprit les textes juridiques existant au niveau internacional dans lesdomaines de la protection et de la gestion du patrimoine natural ét culturel, de l’aménagementdu territoire, de l’áutonomie locale et de la coopération transfrontaliére;

7. Constatant qu’aucun instrument juridique international n’est consacré directement,et globalement à la protection, à la gestion et à l’aménagement des paysages européens;

Sont convenus de ce qui suit:

CHAPITRE I. DISPOSITIONS GÉNÉRALES

Artiele 1. Définitions

Aux fins de la présente Convention, on entend par:

– “Paysage”: une portion déterminée du territoire telle qu’elle est perçue par lesètres humains, dont l’aspect résulte de l’action de facteurs naturels et humainset de leurs interrelations;

– “Protection paysagère”: les actions d’entretien des conditions existentes d’unpaysage justifiées par sa valeur remarquable derivant de sa configuraron naturelleparticuliére ou du type d’intervention humaine le concernant;

– “Gestion paysagère”: les actions visant à harmoniser les transformations d’unpaysage induites par les nécessités économiques et sociales, avect les exigencesdes populations en ce qui conceme leur cadre de vie dans une perspective dedéveloppement durable;

– “Aménagement paysager”: les actions fondées sur des projets d’aménagement deterritoires présentant un caractère prospectif particulièrement affirmé visant l’élaborationde nouveaux paysages en fonction des exigences des populations concernées;

– “Objectif de qualité paysagère”: la formulation des exigences des populationsen ce qui concerne les caracteristiques paysagères de leur cadre de vie;

– “Plan paysager”: document cartographique et photographique fondé surl’identification et l’évaluation de la dimension paysagère d’un territoire étableen vue des décisions relatives aux transformations la concernant.

Article 2. Camp d’application

La présente convention s’applique à tout le territoire européen des Parties etporte sur les espaces naturels, ruraux, urbains et périurbains. Elle concerne aussi bienles paysages remarquables que lés paysages ordinaires qui tous conditionnent la qualitédu cadre de vie des populations en Europe.

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Article 3. Objet

L’objet de la présente Convention est d’assurer la protection, la gestion etl’aménagement du paysage en europe par l’adoption de príncipes généraux, la mise enplace de mesures d’intervention et l’organisation d’une coopération intemationale fondéesur des méthodes scientifiques.

Article 4. Principes généraux

Dans le cadre de son ordre juridique inteme, chaque Partie s’engage:a. à consacrer juridiquement le paysage en tant que bien commun, fondement de

l’identité culturelle et locale des populations, composante essentielle du cadre de vieet expression de la richesse et de la diversité du patrimoine culturel, écologique, socialet économique;

b. à formuler et à mettre en oeuvre des poliques paysagères visant la protection,la gestion et l’aménagement du paysage conformes aux dispositions de la présenteConvention et dans le respect du principe de subsidiarité, tel qu’il est défini par laCharte européenne de l’autonomie locale en privilégiant, le cas échéant, la coopérationintercommunale et interrégionale:

c. à prévoir des procédures de participation du public, des autorités locales etrégionales et des autres acteurs concernés par la conception et la réalisation des politiquespaysagères mentionnées à la littera b. ci-dessus;

d. à prendre en compte systématiquement le paysage dans leurs politiques enmatière d’aménagement du territoire, d’urbanisme et dans leurs politiques culturelle,environnementale, agricole, sociale et économique ainsi que dans les autres politiquessecorielles pouvant avoir un effet direct ou indirect sur le paysage.

CHAPITRE II. MESURES D’INTERVENTIONS

Article 5. Sensibilisation

Chaque Partie s’engage à entreprendre auprés de l’opinion publique, des élus etdes associations, des campagnes d’information et de sensibilisation visant à éveiller etdévelopper une conscience de la valeur des paysages présents et à venir.

Articie 6. Formation et Education

Chaque Partie s’engage à:

a. mettre en place la formation de spécialistes de la connaissance et de l’interventionsur lespaysages;

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b. instaurer des programmes pluridisciplinaires de formation continue pour lesdiverses categories professionelles privées et publiques concernées directement ouindirectement par le paysage;

c. développer des enseignements scolaire et universitaire abordant dans les disci-plines intéressées, les valeurs attachées au paysage et les questions relatives à saprotection, sa gestion et son aménagement.

Article 7. Identification et évaluation

1. En motilisant les acteurs concernés conformément à l’article 4.c ci-dessus et envue d’une meilleure connaissance de ses paysages, chaque Partie s’engage á:

a. identifier ses propres paysages, à analyser leurs particularités ainsi que lesdynamiques et les pressions qui les modifient;

b. évaluer la valuer des paysages identifiés en tenant compte de leur rarelé, deleur écheille et des valuers particulières qui leur sont attribuées par le public et lesacteurs concernés.

2. Les travaux d’identification et d’évaluation bénéficieront des échangesd’expériences et de méthodologies organisés entre las Parties à l’échelle européenneen application de l’article 11.1 de la présente Convention.

Article 8. Objectifs de qualité paysagère

Chaque Partie s’engage à établir des objectifs de qualité paysagère concernant lespaysages identifiées et évalués, et ce, dans le cadre d’un processus de consultationpublique à l’échelle locale, conformément à l’article 4.c ci-dessus.

Article 9. Moyens de protection, de gestion et d’aménagement des paysages

En vue de réaliser les objectifs de qualité paysagére, chaque Partie s’engage àmettre en place des moyens d’intervention visant la protection, la gestion et/oul’aménagement des paysages identifiés et évalués. Ces moyens pourront consister endes mesures juridiques et/ou financières telles que celles qui figurent en annese à laprésente Convention.

CHAPITRE III. COOPÉRATION EUROPÉENNE

Article 10. Fondements

Les Parties reconnaissent que les paysages européens constituent une ressourceeuropéenne, culturelle, écologique et économique commune à tous les pays européens

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pour la protection, la gestion et l’aménagement de laquelle ils ont le devoir decoopérer.

Article 11. Assistance technique et scientifique mutuelle

Les Parties s’engagent à:

a. se prêter une assistance technique et scientifique mutuelle par échanged’expériences et de travaus de recherche en matiére de paysage.

b. favoriser les échanges de spécialistes du paysage notamment pour la formationet l’information.

Articie 12. Echange d’information

Les Parties s’engagent, en tant que de besoin, à préparer des programmesintemationaux d’identification, d’évaluation, de protection, de gestion et d’aménagementedes paysages transfrontaliers en recourant, si possible, aux collectivités locales etregionales sous les auspices de la Convention cadre sur la coopération transfrontaliéredes collectivités ou autorités territoriales européennes.

CHAPITRE IV. COMITÉ EUROPÉEN DU PAYSAGE

Article 14. Statut

l. Aux fins de la présente Convention il est crée un Comité européen du paysagerattaché au Conseil de l’Europe.

2. Toute Partie peut se faire représenter au sein du Comité européen du paysage.Chaque délégation dispose d’une voix. L’Assemblée parlementaire et le Congrés despouvoirs locaux et régionaux de l’Europe du Conseil de l’Europe peuvent égalementse faire représenter aux réunions du Comité européen du paysage en tantqu’observateurs.

3. Dans les domaines relevant de sa compétence, L’Union Européenne dispose pourexercer son droit de vote d’un nombre de voix égal au nombre de ses Etats membres quisont Parties à la présente convention. L’Union européenne n’exerce pas son droit de vote siles Etats membres exercent le leur et inversement.

4. Tout Etat membre du Conseil de l’Europe qui n’est pas Partie à la présenteConvention peut se faire représenter au Comité européen du paysage par un observateur.Le Comité européen du paysage peut, à l’unanimité inviter tout Etat non membre du Conseilde l’europe qui n’est pas Partie à la Convention à se faire représenter par un observateur.Tant que l’Union européenne n’est pas Partie, elle peut‘être représentèe au Comité européendu paysage par un observateur.

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5. Toute organisation gouvernementale ou non gouvemementale intemationaleou nationale techniquement qualifiée dans le domaine couvert par la présenteConvention peut informer le Secrétaire Général du Conseil de l’Europe de son intentionde se faire représenter aux réunions du Comité européen du paysage au moins troismois avant. Elle est admise en tant qu’observateur, à moins qu’un tiers des Parties, unmois au minimum avant la réunion, n’ait informé le Secrétaire Général du Conseil del’Europe de leur objection.

6. Le Comité européen du paysage est convoqué par le Secrétaire Général du Conseilde l’Europe qui en assure le Secrétariat. Il se réunit au moins une fois par an ou si le Comitédes Ministres du Conseil de l’Europe ou le tiers des Parties le demandent.

7. Le Comité européen du paysage peut créer des sous comités ad hoc, recourir àdes experts ou se faire assister par des organisations non gouvemementales.

8. Lamajorité des Partiesc onstitue le quorum pour tenir une réunion du Comité etprendre des décisions.

9. Les décisions du Comité européen du paysage sont prises à la majorité desmembres présents.

10. Le Comité européen du paysage établit son règlement intérieur compte tenu desdispositions de la présente Convention.

Article 15. Rapports

Après chacurre de ses réunions le Comité européen du paysage transmet unrapport sur les décisions prises, aux Parties et au Comité des Ministres du Conseil del’Europe. Il adresse ce rapport pour information à L’Assemblée parlementaire et auCongrés des pouvoirs locaux et régionaux de l’Europe du Conseil de l’Europe.

Article 16. Fonetions

Le Comité européen du paysage est chargé de promouvoir et de controler l’applicationde la présente Convention et en particular:

a. de faire des recommandations aux Parties sur les mesures à prendre pour lamise en oeuvre de la Convention en attirant, si besoin est, l’attention des Parties surles paysages menacés;

b. d’adopter des lignes directrices concernant l’identification et l’évaluation despaysages, les objectifs de qualité paysagère et les mesures d’intervention visant laprotection, la gestion ou l’aménagement du paysage Ces lignes directrices sont adoptéesà la majorité des trois quarts des voix exprimées;

c. de promouvoir des programmes de sensibilisation du public et de formationprofessionnelle et de favoriser l’échange d’informations et de recherches en matièrede paysage conformément aux articles 5, 6 et 11 de la présente Convention;

d. d’encourager en application de l’article 13 de la présente convention, desprogrammes de protection, de gestion et d’aménagement des paysages transfrontaliers;

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e. d’approuver la “liste des paysages d’intérèt européen” et d’octroyer le “Labelpaysager européen” en vertu des articles 17 à 23 ci-aprés;

f. de soumettre tous les 5 ans au Comité des Ministres du Conseil de l’Europeun rapport sur la situation et l’évolution des politiques paysagères des Parties etadresser ce rapport pour information à l’Assemblée parlementaire et au Congrès despouvoirs locaux et régionaux de l’Europe du Conseil de l’Europe;

g. de faciliter la coopération européenne dans le domaine du paysage notammenten suscitant des contributions financières volontaires de la part d’organismes publicset privés pour l’application de la présente Convention s’ajoutant aux contributionsnormales des Parties;

h. de préparer les amendements nécessaires à la Convention et examiner ceuxqui on été proposés conformément à l’article 28 paragraphe 1 ci-aprés.

CHAPITRE V. LABEL PAYSAGER EUROPÉEN

Article 17. Définition

Peuvent se voir attribuer le “Label paysager européen” les collectivités locales etrégionales qui dans le cadre de la politique paysagère ont mis en place des mesures deprotection, de gestion et/ou d’aménagement d’un paysage particulier faisant la preuved’une efficacité durable.

Article 18. Procédure

1. Le Comité européen du paysage définit et publie les critères sur la base desquelsil attribue le Label paysager européen.

2. Les collectivités locales et régionales qui le souhaitent adressent una demandeau Comité européen du paysage. Des conectivités locales et régionales transfrontalièrespeuvent être candidates ainsi que des regroupements de collectivités locales ou régionalesà la condition qu’ils gèren ensemble le paysage en question.

3. Sur la base de l’examen de la demande soumise en exécution du paragraphe 2,ci-dessus et des critères qu’il énonce, le Comité européen du paysage peut attribuer Le“Label paysager européen” pour une durée de trois ans non renouvelable;

Article 19. Effets

1. Le “Label paysager européen” impose aux collectivités locales et régionalesqui en sont titulaires de veiller à l’entretien et à la protection durable des zonespaysagères de leur compétence. Ces collectivités peuvent bénéficier des conseils duComité Européen du paysage.

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2. Les paysages labellisés servent à encourager les collectivités locales ou régionalesà l’usage pertinent des divers moyens juridiques, économiques, techniques et de partenariatexistants et à montrer qu’une politique paysagère équilibrée constitue un moyen privi-legié de développement durable de leur territoire.

CHAPITRE VI. PAYSAGES D’INTÉRÈT EUROPÉEN

Article 20. Définition

Peuvent être inscrits sur la “Liste des paysages d’intérêt européen” les paysagesnationaux ou transfrontaliers présentant un caractère exceptionnel et revêtant un intérêtparticular pour l’ensemble des citoyens européens.

Article 21. Proeédure

1. Le Comité européen du paysage définit et publie les critères sur la base desquelsun paysage peut être inscrit sur la “Liste des paysages d’intérêt européen”.

2. Chacune des Parties peut soumettre au Comité européen du paysage une de-mande d’inscription sur la “Liste des paysages d’intérêt européen” de paysages situéssur son territoire. Deux ou plusieurs Parties peuvent soumettre une demande conjointeen ce qui concerne un paysage transfrontalier.

3. Chaque demande doit être accompagnée d’une documentation technique identifiantet évaluant le paysage en question et justifiant de l’intérêt européen qu’il présente parrapport aux critères mentionnés au paragraphe 1 ci dessus.

4. Sur la base des demandes soumises par les Parties en exécution du paragraphe2 ci-dessus et des critères qu’il énonce, le Comité européen du paysage, décide ounon de l’inscription sur la “Liste des paysages d’intérêt européen” des paysagesnationaux ou transfrontaliers concemés après consultation du ou des Etats impliquésainsi que, le cas échéant, des autorités locales ou régionales et des associationsintéressées. L’inscription ne peut se faire qu’avec le consentement de (ou des)l’Etat(s) intéressé(s).

5. La “Liste des paysages d’intérêt européen” fait l’objet d’une publicationrégulièrement mise à jour.

Article 22. Effets

1. Les Parties s’engagent à spécialement protéger les paysages inscrits sur “Listedes paysages d’intérêt européen” conformément aux principes énoncés dans la présenteConvention et en application d’un cahier des charges établi par le Comité européen dupaysage à l’occasion de chaque inscription. Les paysages inscrits servent de modèles

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pour una bonne gestion des paysages et pour des campagnes d’information et desensibilisation du public.

2. Les Parties concernées par l’inscription sur la “Liste des paysages d’intérêteuropéen” présentent tous les 3 ans un rapport au Comité européen du paysage.

3. Ce demier peut, après auditions de la (des) Partier(s) concernée(s) et consultationsdes autorités locales et régionales et des associations concernées, supprimer l’inscriptiond’un paysage de la “Liste des paysages d’intérêt européen” au cas où il ne respecteraitpas le caher des charges prévu au paragraphe 1 ci-dessus et ne correspondrait plus auxcritéres prévus à l’article 21.1 supra.

Article 23. Coopération internationale

1. L’inscription sur la “Liste des paysages d’intérêt européen” peut être indépendanteou se cumuler avec l’inscription sur la Liste du patrimoine mondial arrêtée en applicationde la Convention de l’Unesco concernant la protection du patrimoine mondial culturelet naturel.

2. Une coopération scientifique et une coordination entre le Comité du patrimoinemondial de l’Unesco et le Comité européen du paysage rattaché au Conseil del’Europe pourraient faire l’objet d’un accord entre l’Unesco et le Conseil de l’Europeen application de l’article 13.7 de la Convention mentionnée au paragraphe 1 ci-dessus.

3. Le Comité européen du paysage peut susciter une coopération formelle avecles autres organisations internationales et les programmes intergouvernamentaux concernéspar la protection, la gestion et l’aménagement du paysage européen.

CHAPITRE VII. CLAUSES FINALES

Article 24

1. La présente convention est ouverte à la signatura des Etats membres du Conseilde l’Europe ainsi qu’à celle de l’Union Européenne. Elle sera soumise à ratification,acceptation ou approbatin. Les instruments de ratification, d’acceptation ou d’approbationseront déposés près le Secrétaire Géneral du Conseil de l’Europe.

2. La présente convention entrera en vigueur le premier jour du mois qui suitl’expiration d’une période de 3 mois après la date à laquelle trois Etats membres duConseil de l’Europe auront exprimé leur consentements à être liés par la conventionconformément aux dispositions du paragraphe précédent.

3. Pour tout signataire qui exprimera ultérieurement son consentement à être liépar la convention, celle-ci entrera en vigueur le premier jour du mois qui suit l’expirationd’une période de trois mois après la date du dépôt de l’instrument de ratification,d’acceptation ou d’approbation.

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Articie 25

l. Après l’entrée en vigueur de la présente convention, le Comité des Ministres duConseil de l’Europe pourra de sa propre initiative ou sur proposition du Comité européendu paysage, inviter l’Union Européenne à adhérer à la présente convention, par unedécision prise à la majorité prévue à l’article 20(d) du statut du Conseil de l’Europe, età l’unanimité des Etats Parties ayant le droit de siéger au Comité des Mnistres.

2. Pour tout Etat adhérent ou pour l’Union Européenne en cas d’adhésion, laconvention entrera en vigueur le 1.er jour du mois qui suit l’expiration d’une périodede trois mois après la date de dépôt de l’instrument d’adhésion près le SecrétaireGéneral du Conseil de l’Europe.

Article 26

l. Tout Etat peut au moment de la signatura ou au moment du dépôt de soninstrument de ratification, d’acceptation, d’approbation ou d’adhésion, désigner le oules territoires auxquels ne s’appliquera pas la présente convention, sous réserve del’application de l’article 2.

2. Toute Partie peut, à tour moment par la suite, par une déclaration adressée auSecrétaire Général du Conseil de l’Europe, étendre l’application de la présente conventionà tout autre territoire désigné dans la déclaration. La convention entrera en vigueur àl’égard de ce territoire trois mois après la date de réception de la déclaration par leSecrétaire Général.

3. Toute déclaration faite en vertu des deux paragraphes précédents pourra êtreretirée en ce qui concerne tout territoire désigné dans cette déclaration, par notificationadressée au Secrétaire Général. Le retrait prendra effet le premier jour du mois quisuit l’expiration d’une période de trois mois après la date de réception de la notificationpar le Secrétaire Général.

Article 27

1. Toute Partie peut, à tout moment, dénncer la présente convention en adressantune notification au Secrétaire Général du Conseil de l’Europe.

2. La dénonciation prendra effet le premier jour du mois qui suit l’expiration d’unepériode de trois mois après la date de réception de la notification par le Secrétaire Général.

Article 28

1. Toute Partie peut proposer des amendements à la présente convention.2. Leur texte est soumis par écrit au Secrétaire Général du Conseil de l’Europe; il

est transmis par ses soins deux mois au moins avant la réunion du Comité européen du

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CONVENCIÓN EUROPEA DEL PAISAJE 169

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paysage aux Etats membres du Conseil de l’Europe, à tout Etat signataire et à toutepartie contractante.

3. Touta mendement est adopté par le Comité européen du paysage à la majoritédes trois quarts des voix exprimées.

4. Tout amendement entre en vigueur à l’égard des Parties qui l’ont accepté lepremier jour du mois qui suit l’acceptation d’une période d’un mois après la date àlaquelle trois Parties membres du Conseil de l’Europe, auront informé le Secrétaire Généralqu’elles l’ont accepté. Pour toute autre Partie qui l’aura accepté ultérieurment, l’amendemententrera en vigueur le premier jour du mois qui suit l’expiration d’une période d’un moisaprès la date à laquelle ladite Partie aura informé le Secrétaire Géneral de son acceptation.

Article 29

Le Secrétaire Général du Conseil de l’Europe notifiera aux Etats membres duConseil de l’Europe, à tout Etat ayant adhéré à la présente convention et à l’UnionEuropeénne adhérente:

a. Toute signatura.b. Le dépôt de tout instrument de ratification, d’acceptation, d’approbation ou

d’adhésion.c. Toute date d’entrée en vigueur de la présente convention conformément aux

articles 24, 25, 26 et 28.d. Tout rapport établi en application des articles 15 et 22.e. Toute décision arrétée en vertu des dispositions de l’article 16.f. Toute notification faite en vertu de l’article 27.g. Tout autre acte, notification, information ou communication ayant trait à la

présente convention.En foi de quoi, les soussignés dúment autorisés à cet effet, ont signé la présente

Convention.Fait à … le … en français et en anglais, les deux textes faisant également foi, en

un seul exemplaire qui sera déposé dans les archives du Conseil de l’Europe. LeSecrétaire Général du Conseil de l’Europe en communiquera copie certifiée conformeà chacun des Etats membres du Conseil de l’Europe ainsi qu’à tout Etat ou à l’UnionEuropéenne invités à adhérer à la présente Convention.

Annexe à llavant-projet de Convention européenne du paysage

Mesures juridiques et/ou financières en vue de la protection, de la gestion et del’aménagement des paysages

1. Intégration des considérations paysagères dans le cadre de la conception et de lamise en oeuvre des programmes relatifs aux zones naturelles protégées.

2. Ediction d’un statut spécial pour les paysages dont la qualité, la rareté et/ou l’intérêthistorique et natural justifie une mesure particulière de protection.

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3. Elaboration de programmes ou plans prospectifs visant à déterminer les caractéresdes paysages qui seront transmis aux générations futures.

4. Possibilité de demander aux administrations publiques concernées, nacionalesrégionales et/ou locales, d’adopter des mesures de protection, de gestion ou d’aménagementpaysagers des espaces dont elles sont proprietaires ou gestionnaires ainsi que, le cas écheant,leur ouverture au public.

5. Elaboration de plans paysagers à l’échelle locale ou régionale notamment pourles zones particulièrement dégradées ou connaissant une évolution rapide prévoyant, le casécheánt, l’élaboration de nouveaux paysages en fonction des exigences des populationsconcernées.

6. Intégration du paysage dans les instruments existants de planification del’urbanisme et d’aménagement du territoire au niveau local, régional et national et, plusparticulièrement, en une prise en compte de la valeur du paysage dans les dossiers dedemande de permis de construire.

7. Intégration des objectifs de qualité paysagère dans la réalisation des grandsouvrages publics et des infrastructures ainsi que dans les politiques sectorielles en matièred’environnement, d’agriculture, de sylviculture, de transport, de développement social,culturel, industrial, minier et touristique.

8. Evaluation des effets d’un project sur le paysage dans le cadre des études d’impactsur l’environnement.

9. Mise en demeure du propriétaire privé d’un bien faisant partie d’un zone dont lepaysage a été préalablement identifié et évalué, de prendre des mesures de protection, degestion ou d’aménagement du paysage dont il est le gestionnaire principal, conformémentaux objectifs de qualité paysagére précedemment établis.

10. En cas de besion, acquisition d’un bien par les pouvoirs publics ou par desorgnismes privés à but non lucratif, afin de préserver un paysage de haute qualité gravementmenacé.

11. En cas d’ugence, possibilité d’intervention directe et ponctuelle des autoritéspubliques responsables de la protection des paysages excepcionnels ou gravement menacésafin de las sauvegarder.

12. Ediction de mesures d’incitation financière et/ou fiscale visant à assurer uneprotection, une gestion ou des aménagements paysagers plus efficaces. Ces mesures devrontprendre en compte les différents besoins des collectivités locales et régionales concernées.

13. Encouragement pour toute personne publique our privée d’établir, avec desagriculteurs, des propriétaires fonciers ou des organisations non gouvernementales descontrats paysagers en vue de la protection, de la gestion et/ou de l’aménagement du paysage.