Cuadernillo 8 Cómo Arde nuestro Corazón
-
Upload
mision-continental-cusco -
Category
Documents
-
view
206 -
download
1
Transcript of Cuadernillo 8 Cómo Arde nuestro Corazón
“Cusco, ha llegado la hora, la Misión Continental es
ahora”
“Cusco, ha llegado la hora, la Misión Continental es
ahora”
“COMO ARDENUESTRO CORAZON”
“COMO ARDENUESTRO CORAZON”
, HAR MO BÑ RE ES DS EO DN IA OD S“ ”
TEMA
8
CUADERNILLO PARA LA FORMACIÓN DE AGENTES Y COMUNIDADES MISIONERAS.
CUADERNILLO PARA LA FORMACIÓN DE AGENTES Y COMUNIDADES MISIONERAS.
Queridos hermanos y hermanas en Cristo:
Me dirijo a ustedes para animarles a continuar profundi-
zando en nuestra formación, en la que estudiaremos la
maravillosa escena de los discípulos de Emaús (Lc 24, 13 -
35). En este pasaje del evangelio ocupa particularmente
nuestra atención el modo de exclamación por parte de los
discípulos: “como arde nuestro corazón” (cf. Lc 24, 32).
Esta exclamación tiene lugar mientras estaban de camino, después de haber
partido el pan. Estos acontecimientos de profundo significado de la presencia
de Cristo en el corazón de los discípulos, también nos debe impulsar a noso-
tros exclamar llenos de gozo: “como arde nuestro corazón” mientras nos
alimentamos de su cuerpo y de su palabra que nos fortalece en el actual
camino que estamos siguiendo hacia una iglesia eminentemente misionera.
Para ello estamos invitados a orar con mayor intensidad tanto de manera
personal y comunitaria, para que las actividades pastorales estén acordes a la
voluntad de Dios, como fruto de nuestra participación en la eucaristía y en
escucha atenta de la Palabra. Jesús es quien nos explica las escrituras y se
hace compañero de camino y seremos nosotros los que daremos testimonio de
su presencia; razón de ser de nuestra vida cristiana. El presente cuadernillo
se propone lograr los siguientes objetivos:
Ø Participar fervorosamente en el sacramento de la eucaristía para dar
testimonio de la presencia de Cristo a través de nuestra vida al estilo
de los discípulos de Emaús.
Ø Superar nuestra indiferencia, con el afán de adquirir un corazón lleno
de ardor por el Señor.
Reconociendo su labor abnegada a favor de la formación de los agentes
misioneros les deseo a todos, felices fiestas pascuas de resurrección.
+ Juan Antonio Ugarte Pérez
Arzobispo del Cusco.
Queridos hermanos y hermanas en Cristo:
Me dirijo a ustedes para animarles a continuar profundi-
zando en nuestra formación, en la que estudiaremos la
maravillosa escena de los discípulos de Emaús (Lc 24, 13 -
35). En este pasaje del evangelio ocupa particularmente
nuestra atención el modo de exclamación por parte de los
discípulos: “como arde nuestro corazón” (cf. Lc 24, 32).
Esta exclamación tiene lugar mientras estaban de camino, después de haber
partido el pan. Estos acontecimientos de profundo significado de la presencia
de Cristo en el corazón de los discípulos, también nos debe impulsar a noso-
tros exclamar llenos de gozo: “como arde nuestro corazón” mientras nos
alimentamos de su cuerpo y de su palabra que nos fortalece en el actual
camino que estamos siguiendo hacia una iglesia eminentemente misionera.
Para ello estamos invitados a orar con mayor intensidad tanto de manera
personal y comunitaria, para que las actividades pastorales estén acordes a la
voluntad de Dios, como fruto de nuestra participación en la eucaristía y en
escucha atenta de la Palabra. Jesús es quien nos explica las escrituras y se
hace compañero de camino y seremos nosotros los que daremos testimonio de
su presencia; razón de ser de nuestra vida cristiana. El presente cuadernillo
se propone lograr los siguientes objetivos:
Ø Participar fervorosamente en el sacramento de la eucaristía para dar
testimonio de la presencia de Cristo a través de nuestra vida al estilo
de los discípulos de Emaús.
Ø Superar nuestra indiferencia, con el afán de adquirir un corazón lleno
de ardor por el Señor.
Reconociendo su labor abnegada a favor de la formación de los agentes
misioneros les deseo a todos, felices fiestas pascuas de resurrección.
3
I ENCUENTRO
Lema:
“COMO ARDE NUESTRO CORAZON”
Oración Inicial
Quédate con nosotros señor, acompáñanos, aunque no siempre
hayamos sabido reconocerte. Tú eres la luz en nuestras vidas, y
nos das la gracia de sentir en nuestro corazón el ardor de tu
presencia. Tú nos confortas en la fracción del pan para anunciar a
nuestros hermanos que en verdad Tú has resucitado y nos has
dado la misión de ser testigos de tu resurrección.
I ENCUENTRO
Lema:
“COMO ARDE NUESTRO CORAZON”
Oración Inicial
Quédate con nosotros señor, acompáñanos, aunque no siempre
hayamos sabido reconocerte. Tú eres la luz en nuestras vidas, y
nos das la gracia de sentir en nuestro corazón el ardor de tu
presencia. Tú nos confortas en la fracción del pan para anunciar a
nuestros hermanos que en verdad Tú has resucitado y nos has
dado la misión de ser testigos de tu resurrección.
INTRODUCCION
Hermanos tenemos ya un camino reco-
rrido en nuestra formación de agentes
misioneros en esta entrega, el Señor
nos invita a todos hacer un alto en este
camino para encontrarnos con El, como
lo hicieron los discípulos de Emaús al
partir el pan. En este encuentro maravi-
lloso con Cristo despertará en nosotros
el deseo ardiente de conocerle y amarle
con el mayor fervor posible que, en
definitiva hará de nosotros entusiastas
discípulos y misioneros capaces de
exclamar: “Quédate con nosotros,
Señor”.
Los discípulos sintieron la necesidad de la presencia de aquel, cuyas palabras
y compañía, les hacía “arder el corazón” (San Lucas 24, 29). Posteriormente
se pusieron en camino de regreso a Jerusalén y con mucho entusiasmo dieron
a conocer a todos que Jesucristo había resucitado.
DIALOGAMOS:
Iniciemos nuestro encuentro reflexionando: ¿Qué significado tiene para
nosotros el siguiente lema?
SEÑOR JESÚS QUE TE
RECONOZCAMOS AL
PARTIR ELPAN.
“DANOS SEÑOR
HAMBRE DE DIOS”
“DANOS SEÑOR
HAMBRE DE DIOS”
4
INTRODUCCION
Hermanos tenemos ya un camino reco-
rrido en nuestra formación de agentes
misioneros en esta entrega, el Señor
nos invita a todos hacer un alto en este
camino para encontrarnos con El, como
lo hicieron los discípulos de Emaús al
partir el pan. En este encuentro maravi-
lloso con Cristo despertará en nosotros
el deseo ardiente de conocerle y amarle
con el mayor fervor posible que, en
definitiva hará de nosotros entusiastas
discípulos y misioneros capaces de
exclamar: “Quédate con nosotros,
Señor”.
Los discípulos sintieron la necesidad de la presencia de aquel, cuyas palabras
y compañía, les hacía “arder el corazón” (San Lucas 24, 29). Posteriormente
se pusieron en camino de regreso a Jerusalén y con mucho entusiasmo dieron
a conocer a todos que Jesucristo había resucitado.
DIALOGAMOS:
Iniciemos nuestro encuentro reflexionando: ¿Qué significado tiene para
nosotros el siguiente lema?
El lema nos ofrece un modelo para nuestro servicio y muestra la necesidad que
todos tenemos de continuar con nuestra formación. Pues vemos a dos discípu-
los que, encontrándose con el Señor resucitado, crecen y se fortalecen en el
amor, conocimiento, compromiso y celo apostólico. Queremos también noso-
tros sentir la necesidad de ser alimentados con la Palabra de Dios y fortale-
cidos al participar de la eucaristía para ser fervorosos discípulos del Señor.
A. EXPLORAMOS
Proclamamos el evangelio y guardamos
un breve silencio de interiorización: (Lc
24, 32 – 33).
El tema bíblico que hoy presentamos
tiene un componente de gran actualidad.
El Evangelio relata el hecho de unos
discípulos de Jesús que regresan a su
pueblo de Emaús después de haber
peregrinado a Jerusalén con motivo de
la fiesta de Pascua.
El camino que vamos a recorrer con ellos comienza después de la muerte
de Jesús. Son instantes en los que ellos se quedan “desorientados”: luego
recobraron la fe y la alegría de vivir. La pedagogía que vamos a seguir es
aprender de lo que Jesús enseñó a los discípulos mientras iban de camino
a Emaús. También nosotros estamos en camino hacia la santidad y no
debemos retroceder.
“Aquel que persevera hasta
el final ese se salvará” S. Francisco de Asís.
5
El lema nos ofrece un modelo para nuestro servicio y muestra la necesidad que
todos tenemos de continuar con nuestra formación. Pues vemos a dos discípu-
los que, encontrándose con el Señor resucitado, crecen y se fortalecen en el
amor, conocimiento, compromiso y celo apostólico. Queremos también noso-
tros sentir la necesidad de ser alimentados con la Palabra de Dios y fortale-
cidos al participar de la eucaristía para ser fervorosos discípulos del Señor.
A. EXPLORAMOS
Proclamamos el evangelio y guardamos
un breve silencio de interiorización: (Lc
24, 32 – 33).
El tema bíblico que hoy presentamos
tiene un componente de gran actualidad.
El Evangelio relata el hecho de unos
discípulos de Jesús que regresan a su
pueblo de Emaús después de haber
peregrinado a Jerusalén con motivo de
la fiesta de Pascua.
El camino que vamos a recorrer con ellos comienza después de la muerte
de Jesús. Son instantes en los que ellos se quedan “desorientados”: luego
recobraron la fe y la alegría de vivir. La pedagogía que vamos a seguir es
aprender de lo que Jesús enseñó a los discípulos mientras iban de camino
a Emaús. También nosotros estamos en camino hacia la santidad y no
debemos retroceder.
“Aquel que persevera hasta
el final ese se salvará” S. Francisco de Asís.
B. MEDITAMOS: Meditamos el texto, teniendo en cuenta 4 pasos
importantes.
PRIMER PASO: “Partir de la realidad”
Jesús encuentra a dos amigos en una situación de miedo y falta de fe. La
muerte de su maestro había matado en ellos la esperanza. Era la situación
de mucha gente en tiempo de Lucas y sigue siendo la situación de mucha
gente de hoy, en la actualidad. Jesús se acerca y camina con ellos,
escucha, habla y pregunta: "¿De qué están hablando?" ellos se atreven a
responder: "Nosotros esperábamos que sería él, el futuro liberador del
pueblo de Israel. Pero ya hace tres días que paso todo eso” (cf. Lc 24, 21).
Desafío: Aproximarse a las personas, escucharles con Atención, ser sensibles con sus problemas y exponerles el mensaje del Señor.
SEGUNDO PASO: “Iluminación de la palabra de Dios”
Jesús explica la historia del pueblo de
Israel para iluminar el problema que hacía
sufrir a los dos amigos, y para aclarar la
situación que ellos estaban viviendo. La
usa, para situarlos dentro del proyecto de
Dios. Les hablo de Moisés y los profetas y
así les muestra que la historia no se había
escapado de la mano de Dios. Jesús usa la
Biblia no como un doctor de la ley, que lo
sabe todo de memoria, sino como un
compañero que va a ayudar a los amigos
para que recuerden lo que habían olvidado
y despertar en ellos la esperanza que habían perdido.
Desafío: Familiarizarse con la lectura de la Palabra de Dios e interpretarla a la luz de la enseñanza de la Iglesia para cimentar nuestra fe en Cristo Palabra hecha carne.
6
B. MEDITAMOS: Meditamos el texto, teniendo en cuenta 4 pasos
importantes.
PRIMER PASO: “Partir de la realidad”
Jesús encuentra a dos amigos en una situación de miedo y falta de fe. La
muerte de su maestro había matado en ellos la esperanza. Era la situación
de mucha gente en tiempo de Lucas y sigue siendo la situación de mucha
gente de hoy, en la actualidad. Jesús se acerca y camina con ellos,
escucha, habla y pregunta: "¿De qué están hablando?" ellos se atreven a
responder: "Nosotros esperábamos que sería él, el futuro liberador del
pueblo de Israel. Pero ya hace tres días que paso todo eso” (cf. Lc 24, 21).
Desafío: Aproximarse a las personas, escucharles con Atención, ser sensibles con sus problemas y exponerles el mensaje del Señor.
SEGUNDO PASO: “Iluminación de la palabra de Dios”
Jesús explica la historia del pueblo de
Israel para iluminar el problema que hacía
sufrir a los dos amigos, y para aclarar la
situación que ellos estaban viviendo. La
usa, para situarlos dentro del proyecto de
Dios. Les hablo de Moisés y los profetas y
así les muestra que la historia no se había
escapado de la mano de Dios. Jesús usa la
Biblia no como un doctor de la ley, que lo
sabe todo de memoria, sino como un
compañero que va a ayudar a los amigos
para que recuerden lo que habían olvidado
y despertar en ellos la esperanza que habían perdido.
Desafío: Familiarizarse con la lectura de la Palabra de Dios e interpretarla a la luz de la enseñanza de la Iglesia para cimentar nuestra fe en Cristo Palabra hecha carne.
TERCER PASO: “Compartir su experiencia de fe en comunidad”
El gesto comunitario del compartir,
la celebración de la Cena, es Cristo
quien se nos da como alimento para
no desfallecer en el camino. En el
momento en que los discípulos se
disponen a comer el pan, en ellos
renacen la fe y la esperanza en
Jesucristo, pero Él desaparece de
su vista. Porque Jesús no se adueña
de la caminata de los amigos, sino
que sale al encuentro de aquellos que
lo buscan con sincero corazón.
Desafío: Compartir su experiencia de fe al interior de cada equipo misionero a fin de fortalecer la unidad, el diálogo y crecer en la espiritualidad misionera.
CUARTO PASO:“Testimonio”
Con la presencia de Cristo resucitado en nuestra vida, surge en nosotros
un deseo intenso de transmitir nuestra fe. Una fe basada en la experien-
cia que hace cambiar nuestra manera de pensar y actuar. Un cambio en
nuestra propia vida que nos impulsa a seguir un camino diferente a la que
estamos habituados. Es hermoso saber que hay un Dios que nos ama, nos
perdona, nos ilumina cada día y porque se une a nosotros y comparte el pan
de su cuerpo y de su palabra.
Desafío: Fomentar el espíritu de oración comunitaria, iluminada por la palabra de Dios y la participación fervorosa en la eucaristía para que nuestro testimonio sea fruto de nuestro encuentro con el Señor.
7
TERCER PASO: “Compartir su experiencia de fe en comunidad”
El gesto comunitario del compartir,
la celebración de la Cena, es Cristo
quien se nos da como alimento para
no desfallecer en el camino. En el
momento en que los discípulos se
disponen a comer el pan, en ellos
renacen la fe y la esperanza en
Jesucristo, pero Él desaparece de
su vista. Porque Jesús no se adueña
de la caminata de los amigos, sino
que sale al encuentro de aquellos que
lo buscan con sincero corazón.
Desafío: Compartir su experiencia de fe al interior de cada equipo misionero a fin de fortalecer la unidad, el diálogo y crecer en la espiritualidad misionera.
CUARTO PASO:“Testimonio”
Con la presencia de Cristo resucitado en nuestra vida, surge en nosotros
un deseo intenso de transmitir nuestra fe. Una fe basada en la experien-
cia que hace cambiar nuestra manera de pensar y actuar. Un cambio en
nuestra propia vida que nos impulsa a seguir un camino diferente a la que
estamos habituados. Es hermoso saber que hay un Dios que nos ama, nos
perdona, nos ilumina cada día y porque se une a nosotros y comparte el pan
de su cuerpo y de su palabra.
Desafío: Fomentar el espíritu de oración comunitaria, iluminada por la palabra de Dios y la participación fervorosa en la eucaristía para que nuestro testimonio sea fruto de nuestro encuentro con el Señor.
Nota: Se concluye con una oración de acción de gracias a Dios y se invoca de manera particular a la Virgen María.
C. COMPARTIMOS
Hacer una breve meditación personal,
luego contestar a las preguntas de
manera individual y posteriormente,
en grupos.
1. Los discípulos iban tristes por la
muerte de Cristo: ¿En qué momen-
to empiezan a sentir arder sus
corazones?
___________________________________________________
___________________________________________________
___________________________________________________
___________________________________________________
2. ¿De qué les hablaba Jesús a los discípulos, mientras iba de camino?
___________________________________________________
___________________________________________________
___________________________________________________
___________________________________________________
3. Para que sintamos arder nuestro corazón como fruto de nuestro
encuentro con el Señor: ¿Cómo debe ser nuestra participación en la
Eucaristía?.
___________________________________________________
___________________________________________________
___________________________________________________
___________________________________________________
8
Nota: Se concluye con una oración de acción de gracias a Dios y se invoca de manera particular a la Virgen María.
C. COMPARTIMOS
Hacer una breve meditación personal,
luego contestar a las preguntas de
manera individual y posteriormente,
en grupos.
1. Los discípulos iban tristes por la
muerte de Cristo: ¿En qué momen-
to empiezan a sentir arder sus
corazones?
___________________________________________________
___________________________________________________
___________________________________________________
___________________________________________________
2. ¿De qué les hablaba Jesús a los discípulos, mientras iba de camino?
___________________________________________________
___________________________________________________
___________________________________________________
___________________________________________________
3. Para que sintamos arder nuestro corazón como fruto de nuestro
encuentro con el Señor: ¿Cómo debe ser nuestra participación en la
Eucaristía?.
___________________________________________________
___________________________________________________
___________________________________________________
___________________________________________________
II ENCUENTRO
LA IGLESIA NOS HABLA,
DOCUMENTO DE LA IGLESIA
ORACIÓN
Tú que eres nuestro camino que nos conduce al Padre,
tú que disipas nuestras dudas, porque eres luz del
mundo y nos ayudas a vencer
nuestros temores:
¡QUÉDATE CON NOSOTROS SEÑOR!
Tú que nos abres la Escritura
y con tu presencia iluminas nuestra inteligencia para
acogerla en nuestro corazón:
¡QUÉDATE CON NOSOTROS SEÑOR!
Tú que nos envías a anunciar tu mensaje de amor
y nos preparas la mesa de tu cuerpo y de tu palabra:
¡QUÉDATE CON NOSOTROS SEÑOR!
Tú que eres nuestro Rey y Señor
Enséñanos el valor de la paz, para que en nuestra vida
se refleje tu presencia redentora.
¡QUÉDATE CON NOSOTROS SEÑOR!
9
II ENCUENTRO
LA IGLESIA NOS HABLA,
DOCUMENTO DE LA IGLESIA
ORACIÓN
Tú que eres nuestro camino que nos conduce al Padre,
tú que disipas nuestras dudas, porque eres luz del
mundo y nos ayudas a vencer
nuestros temores:
¡QUÉDATE CON NOSOTROS SEÑOR!
Tú que nos abres la Escritura
y con tu presencia iluminas nuestra inteligencia para
acogerla en nuestro corazón:
¡QUÉDATE CON NOSOTROS SEÑOR!
Tú que nos envías a anunciar tu mensaje de amor
y nos preparas la mesa de tu cuerpo y de tu palabra:
¡QUÉDATE CON NOSOTROS SEÑOR!
Tú que eres nuestro Rey y Señor
Enséñanos el valor de la paz, para que en nuestra vida
se refleje tu presencia redentora.
¡QUÉDATE CON NOSOTROS SEÑOR!
EXPLORAMOS:
A.Los discípulos de Emaús según el Documento de Santo Domingo (D.S.D).
El episodio de los discípulos de Emaús, relatado por el evangelista Lucas,
nos presenta a Jesús resucitado anunciando la Buena Nueva.
Mientras los discípulos de Emaús desconcertados y tristes caminaban de
regreso a su aldea, el Maestro se les acerca para acompañarlos en su
camino. Jesús busca las personas y camina con ellas para asumir las ale-
grías y esperanzas, las dificultades y tristezas de la vida (N°14).
Jesús no solamente se acerca a los caminantes. Va más allá: Se hace camino
para ellos (cf. Jn 14,6), penetra en la
vivencia profunda de la persona, en sus
sentimientos, en sus actitudes. Por
medio de un diálogo sencillo y directo
conoce sus preocupaciones inmedia-
tas. El mismo Cristo Resucitado
acompaña los pasos, las aspiraciones y
búsquedas, los problemas y dificulta-
des de sus discípulos cuando éstos se
dirigen a su aldea (N° 16).
La presencia del Señor no se agota en
una simple solidaridad humana. El
drama interior de los dos caminantes
era que habían perdido toda esperanza. Ese desencanto se iluminó por la
explicación de las Escrituras. La Buena Nueva que oyeron de Jesús trans-
mitía el mensaje recibido de su Padre (N° 18).
El camino que Jesús recorre al lado de sus discípulos está marcado con las
huellas del designio de Dios sobre cada una de las criaturas y sobre el
acontecer humano (N° 20).
10
EXPLORAMOS:
A.Los discípulos de Emaús según el Documento de Santo Domingo (D.S.D).
El episodio de los discípulos de Emaús, relatado por el evangelista Lucas,
nos presenta a Jesús resucitado anunciando la Buena Nueva.
Mientras los discípulos de Emaús desconcertados y tristes caminaban de
regreso a su aldea, el Maestro se les acerca para acompañarlos en su
camino. Jesús busca las personas y camina con ellas para asumir las ale-
grías y esperanzas, las dificultades y tristezas de la vida (N°14).
Jesús no solamente se acerca a los caminantes. Va más allá: Se hace camino
para ellos (cf. Jn 14,6), penetra en la
vivencia profunda de la persona, en sus
sentimientos, en sus actitudes. Por
medio de un diálogo sencillo y directo
conoce sus preocupaciones inmedia-
tas. El mismo Cristo Resucitado
acompaña los pasos, las aspiraciones y
búsquedas, los problemas y dificulta-
des de sus discípulos cuando éstos se
dirigen a su aldea (N° 16).
La presencia del Señor no se agota en
una simple solidaridad humana. El
drama interior de los dos caminantes
era que habían perdido toda esperanza. Ese desencanto se iluminó por la
explicación de las Escrituras. La Buena Nueva que oyeron de Jesús trans-
mitía el mensaje recibido de su Padre (N° 18).
El camino que Jesús recorre al lado de sus discípulos está marcado con las
huellas del designio de Dios sobre cada una de las criaturas y sobre el
acontecer humano (N° 20).
Pero la explicación de la Escritura no fue suficiente para abrirles los ojos y
hacerles ver la realidad desde la perspectiva de la fe. Es cierto que hizo
arder sus corazones pero el gesto definitivo para que pudieran reconocer-
le vivo y resucitado de entre los muertos fue el signo concreto de partir el
pan (N° 23).
Cristo reveló su intimidad a los compañeros
de camino y en su actitud de compartir
reconocieron al que durante su vida no hizo
más que darse a los hermanos y quien selló
con su muerte en la cruz la entrega de toda
su vida (N° 24.)
El encuentro entre el Maestro y los
discípulos ha terminado. Jesús desapa-
rece de su vista. Pero ellos impulsados
por un nuevo ardor, salen gozosos a
emprender su tarea misionera. Abando-
nan la aldea y van en búsqueda de los
otros discípulos. La vivencia de la fe se
realiza en comunidad. Por eso los discí-
pulos regresan a Jerusalén a encontrar-
se con sus hermanos y comunicarles el
encuentro con el Señor. A partir de la
fe, vivida en comunidad, ellos se convierten en pregoneros de una realidad
totalmente nueva: «El Señor ha resucitado y está de nuevo entre noso-
tros». La fe en Jesús lleva consigo a la misión (N° 26).
Exhortamos a todos los agentes pastorales a
profundizar en el estudio y la meditación de la
Palabra de Dios para poder vivirla y transmitir-
la a los demás con fidelidad (N° 21).
11
Pero la explicación de la Escritura no fue suficiente para abrirles los ojos y
hacerles ver la realidad desde la perspectiva de la fe. Es cierto que hizo
arder sus corazones pero el gesto definitivo para que pudieran reconocer-
le vivo y resucitado de entre los muertos fue el signo concreto de partir el
pan (N° 23).
Cristo reveló su intimidad a los compañeros
de camino y en su actitud de compartir
reconocieron al que durante su vida no hizo
más que darse a los hermanos y quien selló
con su muerte en la cruz la entrega de toda
su vida (N° 24.)
El encuentro entre el Maestro y los
discípulos ha terminado. Jesús desapa-
rece de su vista. Pero ellos impulsados
por un nuevo ardor, salen gozosos a
emprender su tarea misionera. Abando-
nan la aldea y van en búsqueda de los
otros discípulos. La vivencia de la fe se
realiza en comunidad. Por eso los discí-
pulos regresan a Jerusalén a encontrar-
se con sus hermanos y comunicarles el
encuentro con el Señor. A partir de la
fe, vivida en comunidad, ellos se convierten en pregoneros de una realidad
totalmente nueva: «El Señor ha resucitado y está de nuevo entre noso-
tros». La fe en Jesús lleva consigo a la misión (N° 26).
Exhortamos a todos los agentes pastorales a
profundizar en el estudio y la meditación de la
Palabra de Dios para poder vivirla y transmitir-
la a los demás con fidelidad (N° 21).
B. DOCUMENTO DE APARECIDA
Palabra de Dios en la vida de los discípulos y misioneros.
El documento de Aparecida siguiendo las enseñanzas del Papa Benedic-
to XVI exhorta a quienes están en proceso de formación diciendo:
“Al iniciar la nueva etapa que la Iglesia Misionera de América Latina y el
Caribe se dispone a emprender, a partir de la V Conferencia General en
Aparecida, es condición indispensable el conocimiento profundo y
vivencial de la Palabra de Dios. Por esto, hay que educar al pueblo en la
lectura y la meditación de la Palabra: que ella se convierta en su alimen-
to para que, por propia experiencia, vea que las palabras de Jesús son
espíritu y vida (cf. Jn 6,63). De lo contrario, ¿cómo van a anunciar un
mensaje cuyo contenido y espíritu no conocen a fondo? Hemos de
fundamentar nuestro compromiso misionero y toda nuestra vida en la
roca de la Palabra de Dios”.
(D.A. 247).
REFLEXIONEMOS SOBRE ESTA PRIMERA PARTE
1.- ¿Qué nos enseña el Señor con el gesto de unirse a los discípulos
de Emaús y enseñar las escrituras?
……………………………………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………………………………
2.- ¿Porqué no fue suficiente la explicación de las escrituras para
que los discípulos reconocieran a su Señor?
……………………………………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………………………………
3.- ¿A qué se refiere el documento de Aparecida cuando dice:
educar al pueblo en la lectura y meditación de la Palabra de Dios?
……………………………………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………………………………
12
B. DOCUMENTO DE APARECIDA
Palabra de Dios en la vida de los discípulos y misioneros.
El documento de Aparecida siguiendo las enseñanzas del Papa Benedic-
to XVI exhorta a quienes están en proceso de formación diciendo:
“Al iniciar la nueva etapa que la Iglesia Misionera de América Latina y el
Caribe se dispone a emprender, a partir de la V Conferencia General en
Aparecida, es condición indispensable el conocimiento profundo y
vivencial de la Palabra de Dios. Por esto, hay que educar al pueblo en la
lectura y la meditación de la Palabra: que ella se convierta en su alimen-
to para que, por propia experiencia, vea que las palabras de Jesús son
espíritu y vida (cf. Jn 6,63). De lo contrario, ¿cómo van a anunciar un
mensaje cuyo contenido y espíritu no conocen a fondo? Hemos de
fundamentar nuestro compromiso misionero y toda nuestra vida en la
roca de la Palabra de Dios”.
(D.A. 247).
REFLEXIONEMOS SOBRE ESTA PRIMERA PARTE
1.- ¿Qué nos enseña el Señor con el gesto de unirse a los discípulos
de Emaús y enseñar las escrituras?
……………………………………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………………………………
2.- ¿Porqué no fue suficiente la explicación de las escrituras para
que los discípulos reconocieran a su Señor?
……………………………………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………………………………
3.- ¿A qué se refiere el documento de Aparecida cuando dice:
educar al pueblo en la lectura y meditación de la Palabra de Dios?
……………………………………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………………………………
La Eucaristía; lugar de encuentro con el Señor.
Sobre el sacramento de la eucaristía el documento nos enseña algo muy
importante:
“Es el lugar privilegiado del encuentro
del discípulo con Jesucristo. Con este
Sacramento, Jesús nos atrae hacia sí y
nos hace entrar en su dinamismo hacia
Dios y hacia el prójimo. Hay un estrecho
vínculo entre las tres dimensiones de la
vocación cristiana: Creer, celebrar y
vivir el misterio de Jesucristo, de tal
manera que la existencia cristiana
adquiera verdaderamente una forma
eucarística. (D.A. 251).
1.- ¿Cuáles son las tres dimensiones de la vocación cristia-
na?..................…………......, …….………………………………. y ……………………………………
2.- ¿A qué se refiere cada una de ellas? Anotar ejemplos
a). Creer: ……………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………………
……………………………………………………..…………………………………………………………
b). Celebrar: ………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………………
c). Vivir el Misterio de Jesucristo: ………………………………………………………
………………………………………………………………………………………………………………….
.…………………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………………
13
La Eucaristía; lugar de encuentro con el Señor.
Sobre el sacramento de la eucaristía el documento nos enseña algo muy
importante:
“Es el lugar privilegiado del encuentro
del discípulo con Jesucristo. Con este
Sacramento, Jesús nos atrae hacia sí y
nos hace entrar en su dinamismo hacia
Dios y hacia el prójimo. Hay un estrecho
vínculo entre las tres dimensiones de la
vocación cristiana: Creer, celebrar y
vivir el misterio de Jesucristo, de tal
manera que la existencia cristiana
adquiera verdaderamente una forma
eucarística. (D.A. 251).
1.- ¿Cuáles son las tres dimensiones de la vocación cristia-
na?..................…………......, …….………………………………. y ……………………………………
2.- ¿A qué se refiere cada una de ellas? Anotar ejemplos
a). Creer: ……………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………………
……………………………………………………..…………………………………………………………
b). Celebrar: ………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………………
c). Vivir el Misterio de Jesucristo: ………………………………………………………
………………………………………………………………………………………………………………….
.…………………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………………
C. SABER ESCUCHAR PARA SABER ENSEÑAR
La misión que nos espera,
como clara expresión que
nos estamos preparando
para ser discípulos de
Jesucristo en nuestra
parroquia, es ayudar a
nuestros hermanos a
encontrarse con el Señor
resucitado. Es importante
desarrollar la capacidad de
la escucha; puesto que,
hemos iniciado un camino de
formación que comprende saber escuchar a Dios que nos habla paterna-
mente en los diferentes momentos y circunstancias de la vida.
Recordemos amorosamente la antigua invocación "¡Maranatha!", una
frase que con frecuencia era pronunciada por las primeras comunidades
cristianas durante las eucaristías es fruto de la actitud de escuchar al
Señor y procuraban vivir unidos con "un solo corazón y una sola alma"
(Hech 2, 42-47). Es por eso que nuestro testimonio no solo debe ser de
modo personal, sino también comunitario.
1) Trabajo en grupo: Desarrollar las preguntas según el orden que indica el
gráfico.
ACTIVIDADESACTIVIDADES
14
C. SABER ESCUCHAR PARA SABER ENSEÑAR
La misión que nos espera,
como clara expresión que
nos estamos preparando
para ser discípulos de
Jesucristo en nuestra
parroquia, es ayudar a
nuestros hermanos a
encontrarse con el Señor
resucitado. Es importante
desarrollar la capacidad de
la escucha; puesto que,
hemos iniciado un camino de
formación que comprende saber escuchar a Dios que nos habla paterna-
mente en los diferentes momentos y circunstancias de la vida.
Recordemos amorosamente la antigua invocación "¡Maranatha!", una
frase que con frecuencia era pronunciada por las primeras comunidades
cristianas durante las eucaristías es fruto de la actitud de escuchar al
Señor y procuraban vivir unidos con "un solo corazón y una sola alma"
(Hech 2, 42-47). Es por eso que nuestro testimonio no solo debe ser de
modo personal, sino también comunitario.
1) Trabajo en grupo: Desarrollar las preguntas según el orden que indica el
gráfico.
Nota: Sugerimos formar tres grupos para responder a cada una de las preguntas en un papelote y exponer las conclusiones.
3.-¿Qué pasos debemos
dar para que nuestra
Parroquia sea
misionera?
2.- ¿Cómo debe ser
nuestra parroquia
en el futuro?
1.- Cómo es nuestra
Parroquia hoy,
en cuanto a:
Ø La Palabra de Dios.
Ø Y Participación en la
eucaristía.
15
Nota: Sugerimos formar tres grupos para responder a cada una de las preguntas en un papelote y exponer las conclusiones.
Ø La Palabra de Dios.
Ø Y Participación en la
eucaristía.
Nota: Se concluye con una oración de acción de gracias a Dios y se invoca de manera particular a la Virgen María.
2) Trabajo personal.- Escribe un lema que exprese el significado de cada
figura relacionado a lo aprendido en este encuentro.
16
Nota: Se concluye con una oración de acción de gracias a Dios y se invoca de manera particular a la Virgen María.
2) Trabajo personal.- Escribe un lema que exprese el significado de cada
figura relacionado a lo aprendido en este encuentro.
III ENCUENTRO
VIVAMOS NUESTRA FE
LECTIO DIVINA
Oración
Señor Jesús, abre mis ojos y mis oídos a tu palabra.
Que lea y escuche tu voz y medite tus enseñanzas.
Despierta mi alma y mi inteligencia, para que tu palabra
penetre en mi corazón y pueda yo saborearla y
comprenderla.
Dame una gran fe en ti, para que tu palabra sea luz que
me guíe por el camino hacia el bien, la justicia y la verdad.
Habla, señor, que yo te escucho y deseo que mi corazón
arda de amor por ti, porque tus palabras llenan de
sentido mi vida.
Amén.
17
III ENCUENTRO
VIVAMOS NUESTRA FE
LECTIO DIVINA
Oración
Señor Jesús, abre mis ojos y mis oídos a tu palabra.
Que lea y escuche tu voz y medite tus enseñanzas.
Despierta mi alma y mi inteligencia, para que tu palabra
penetre en mi corazón y pueda yo saborearla y
comprenderla.
Dame una gran fe en ti, para que tu palabra sea luz que
me guíe por el camino hacia el bien, la justicia y la verdad.
Habla, señor, que yo te escucho y deseo que mi corazón
arda de amor por ti, porque tus palabras llenan de
sentido mi vida.
Amén.
LECTIO DIVINALECTIO DIVINA
«Discípulos de Emaús»
PAUTAS:
Ø Arreglar debidamente el ambiente.
Ø Designar a un hermano o hermana para que proclame el evangelio.
Ø Utilizar una Biblia, mantel, cirio, un cartel con la frase motivadora rela-
cionada al texto.
1° PASO: Proclamación del Evangelio según san Lc 24, 13 - 35
Dos de los discípulos se dirigían aquel mismo día a un pueblo
llamado Emaús, a unos once kilómetros de Jerusalén. Iban
hablando de todo lo que había pasado. Mientras conversaban y
discutían, Jesús mismo se les acercó y se puso a caminar a su lado.
Pero, aunque le veían, algo les impedía reconocerle. Jesús les
preguntó: ¿De qué vienen hablando por el camino? Se detuvieron
tristes, y uno de ellos llamado Cleofás contestó: Seguramente tú
eres el único que, habiendo estado en Jerusalén, no sabe lo que
allí ha sucedido estos días.
Les preguntó: ¿Qué ha sucedido? Le dijeron: Lo de Jesús de
Nazaret, que era un profeta poderoso en hechos y palabras
delante de Dios y de todo el pueblo. Los jefes de los sacerdotes y
nuestras autoridades lo entregaron para que lo condenaran a
muerte y lo crucificaran. Nosotros teníamos la esperanza de que
él fuese el liberador de Israel, pero ya han pasado tres días desde
entonces. Sin embargo, algunas de las mujeres que están con
nosotros nos han asustado, pues fueron de madrugada al sepulcro
18
PAUTAS:
Ø Arreglar debidamente el ambiente.
Ø Designar a un hermano o hermana para que proclame el evangelio.
Ø Utilizar una Biblia, mantel, cirio, un cartel con la frase motivadora rela-
cionada al texto.
1° PASO: Proclamación del Evangelio según san Lc 24, 13 - 35
Dos de los discípulos se dirigían aquel mismo día a un pueblo
llamado Emaús, a unos once kilómetros de Jerusalén. Iban
hablando de todo lo que había pasado. Mientras conversaban y
discutían, Jesús mismo se les acercó y se puso a caminar a su lado.
Pero, aunque le veían, algo les impedía reconocerle. Jesús les
preguntó: ¿De qué vienen hablando por el camino? Se detuvieron
tristes, y uno de ellos llamado Cleofás contestó: Seguramente tú
eres el único que, habiendo estado en Jerusalén, no sabe lo que
allí ha sucedido estos días.
Les preguntó: ¿Qué ha sucedido? Le dijeron: Lo de Jesús de
Nazaret, que era un profeta poderoso en hechos y palabras
delante de Dios y de todo el pueblo. Los jefes de los sacerdotes y
nuestras autoridades lo entregaron para que lo condenaran a
muerte y lo crucificaran. Nosotros teníamos la esperanza de que
él fuese el liberador de Israel, pero ya han pasado tres días desde
entonces. Sin embargo, algunas de las mujeres que están con
nosotros nos han asustado, pues fueron de madrugada al sepulcro
y no encontraron el cuerpo; y volvieron a casa contando que unos
ángeles se les habían aparecido y les habían dicho que Jesús está
vivo. Algunos de nuestros compañeros fueron después al sepul-
cro y lo encontraron todo como las mujeres habían dicho, pero no
vieron a Jesús. Jesús les dijo entonces:
¡Qué faltos de comprensión son y cuánto les cuesta creer todo lo
que dijeron los profetas ¿Acaso no tenía que sufrir el Mesías
estas cosas antes de ser glorificado?
Luego se puso a explicarles todos los pasajes de las Escrituras que
hablaban de él, comenzando por los libros de Moisés y siguiendo
por todos los libros de los profetas.
Al llegar al pueblo adonde se dirigían, Jesús hizo como si fuera a
seguir adelante; pero ellos le pidieron que se quedara, diciendo:
Quédate con nosotros, porque ya es tarde y se está haciendo de
noche.
Entró, pues, Jesús, y se quedó con ellos. Cuando estaban senta-
dos a la mesa, tomó en sus manos el pan, y habiendo dado gracias
a Dios, lo partió y se lo dio. En ese momento se les abrieron los
ojos y reconocieron a Jesús; pero él desapareció. Se dijeron el
uno al otro: ¿No es cierto que el corazón nos ardía en el pecho
mientras nos venía hablando por el camino y nos explicaba las
Escrituras?
Sin esperar a más, se pusieron en camino y regresaron a Jerusa-
lén, donde encontraron reunidos a los once apóstoles y a los que
estaban con ellos. Estos les dijeron: Verdaderamente ha resucita-
do el Señor y se ha aparecido a Simón. Entonces ellos contaron lo
que les había pasado en el camino, y cómo reconocieron a Jesús al
partir el pan.
Palabra del Señor
19
y no encontraron el cuerpo; y volvieron a casa contando que unos
ángeles se les habían aparecido y les habían dicho que Jesús está
vivo. Algunos de nuestros compañeros fueron después al sepul-
cro y lo encontraron todo como las mujeres habían dicho, pero no
vieron a Jesús. Jesús les dijo entonces:
¡Qué faltos de comprensión son y cuánto les cuesta creer todo lo
que dijeron los profetas ¿Acaso no tenía que sufrir el Mesías
estas cosas antes de ser glorificado?
Luego se puso a explicarles todos los pasajes de las Escrituras que
hablaban de él, comenzando por los libros de Moisés y siguiendo
por todos los libros de los profetas.
Al llegar al pueblo adonde se dirigían, Jesús hizo como si fuera a
seguir adelante; pero ellos le pidieron que se quedara, diciendo:
Quédate con nosotros, porque ya es tarde y se está haciendo de
noche.
Entró, pues, Jesús, y se quedó con ellos. Cuando estaban senta-
dos a la mesa, tomó en sus manos el pan, y habiendo dado gracias
a Dios, lo partió y se lo dio. En ese momento se les abrieron los
ojos y reconocieron a Jesús; pero él desapareció. Se dijeron el
uno al otro: ¿No es cierto que el corazón nos ardía en el pecho
mientras nos venía hablando por el camino y nos explicaba las
Escrituras?
Sin esperar a más, se pusieron en camino y regresaron a Jerusa-
lén, donde encontraron reunidos a los once apóstoles y a los que
estaban con ellos. Estos les dijeron: Verdaderamente ha resucita-
do el Señor y se ha aparecido a Simón. Entonces ellos contaron lo
que les había pasado en el camino, y cómo reconocieron a Jesús al
partir el pan.
Palabra del Señor
Ø ¿Quiénes son los personajes que aparecen en el
evangelio?
.................................................................................................
...............................................................................................…
…………………………....………………………………………………………………
………………………………………………………………………………………………
Ø ¿Por qué van tristes los discípulos de Emaús? , ¿Qué
había pasado?
....................................................................................................................................
............................................................………………………………………………....…………………
………………………………………………………………………………………………………………………………
………………………………………………………………………………………………………………………………
Ø ¿Quién es el que se une a los discípulos y se hace compañero de camino?
....................................................................................................................................
.........................................………………………………………………....……………………………………
………………………………………………………………………………………………………………………………
Ø ¿Qué pregunta el Señor a los Discípulos de Emaús?
....................................................................................................................................
............................................................………………………………………………....…………………
………………………………………………………………………………………………………………………………
Ø ¿Qué responden los discípulos?
....................................................................................................................................
......................................………………………………………………....………………………………………
………………………………………………………………………………………………………………………………
Ø ¿De qué les reprocha el Señor?
....................................................................................................................................
.................................………………………………………………....……………………………………………
………………………………………………………………………………………………………………………………
………………………………………………………………………………………………………………………………
20
Ø ¿Quiénes son los personajes que aparecen en el
evangelio?
.................................................................................................
...............................................................................................…
…………………………....………………………………………………………………
………………………………………………………………………………………………
Ø ¿Por qué van tristes los discípulos de Emaús? , ¿Qué
había pasado?
....................................................................................................................................
............................................................………………………………………………....…………………
………………………………………………………………………………………………………………………………
………………………………………………………………………………………………………………………………
Ø ¿Quién es el que se une a los discípulos y se hace compañero de camino?
....................................................................................................................................
.........................................………………………………………………....……………………………………
………………………………………………………………………………………………………………………………
Ø ¿Qué pregunta el Señor a los Discípulos de Emaús?
....................................................................................................................................
............................................................………………………………………………....…………………
………………………………………………………………………………………………………………………………
Ø ¿Qué responden los discípulos?
....................................................................................................................................
......................................………………………………………………....………………………………………
………………………………………………………………………………………………………………………………
Ø ¿De qué les reprocha el Señor?
....................................................................................................................................
.................................………………………………………………....……………………………………………
………………………………………………………………………………………………………………………………
………………………………………………………………………………………………………………………………
Ø ¿Por qué los discípulos le piden al Señor que se quedara con ellos?
....................................................................................................................................
......................................………………………………………………....………………………………………
………………………………………………………………………………………………………………………………
Ø ¿En qué momento los discípulos reconocen a Jesús?
....................................................................................................................................
............................................................………………………………………………....…………………
………………………………………………………………………………………………………………………………
Ø ¿Qué hicieron los discípulos una vez que reconocieron a Jesús?
....................................................................................................................................
............................................................………………………………………………....…………………
………………………………………………………………………………………………………………………………
2° PASO: MEDITACIÓN (El mensaje que el Señor tiene para mí).
¿Qué me quiere decir el Señor por medio de este texto del evangelio?
....................................................................................................................................
............................................................………………………………………………....…………………
………………………………………………………………………………………………………………………………
……………………..............................................................................................................
..................................................................................……………………………………………….
...……………………………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………........................................................................................
3° PASO: ORACIÓN: (Respuesta al mensaje de Dios).
Yo que me estoy preparando para ser discípulo y misionero ¿Qué le
respondo al Señor?
………………………………………………………………………………………………………………………………
………………………………………………………………………………………………………………………………
………………………………………………………………………………………………………………………………
…………………………………................................................................................................
........………………………………………………………………………………………………………………………
21
Ø ¿Por qué los discípulos le piden al Señor que se quedara con ellos?
....................................................................................................................................
......................................………………………………………………....………………………………………
………………………………………………………………………………………………………………………………
Ø ¿En qué momento los discípulos reconocen a Jesús?
....................................................................................................................................
............................................................………………………………………………....…………………
………………………………………………………………………………………………………………………………
Ø ¿Qué hicieron los discípulos una vez que reconocieron a Jesús?
....................................................................................................................................
............................................................………………………………………………....…………………
………………………………………………………………………………………………………………………………
2° PASO: MEDITACIÓN (El mensaje que el Señor tiene para mí).
¿Qué me quiere decir el Señor por medio de este texto del evangelio?
....................................................................................................................................
............................................................………………………………………………....…………………
………………………………………………………………………………………………………………………………
……………………..............................................................................................................
..................................................................................……………………………………………….
...……………………………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………........................................................................................
3° PASO: ORACIÓN: (Respuesta al mensaje de Dios).
Yo que me estoy preparando para ser discípulo y misionero ¿Qué le
respondo al Señor?
………………………………………………………………………………………………………………………………
………………………………………………………………………………………………………………………………
………………………………………………………………………………………………………………………………
…………………………………................................................................................................
........………………………………………………………………………………………………………………………
Por favor no olvidar para el siguiente encuentro, elegir un gesto misionero que permita llevar a la práctica lo estudiado a lo largo del presente cuadernillo .
4° PASO: CONTEMPLACIÓN: (Compromiso).
Al concluir el estudio del presente cuadernillo y después de haber
vivido hermosos momentos de oración y reflexión a la luz del texto
del evangelio de San Lucas, mi compromiso es:
a. A nivel parroquial:
………………………………………………………………………………………………………………………………
………………………………………………………………………………………………………………………………
………………………………………………………………………………………………………………………………
………………………………………………………………………………………………………………………………
b. A nivel familiar:
...................................................................................................................................
...................................................................................................................................
...................................................................................................................................
.......………………………………………………………………………………………………………………………
c. En mi relación con el Señor:
...................................................................................................................................
...................................................................................................................................
......................................…………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………………………………………...
...................................……………………………………………………………………………………… ......
................................………………………………………………………………………………………………
22
Por favor no olvidar para el siguiente encuentro, elegir un gesto misionero que permita llevar a la práctica lo estudiado a lo largo del presente cuadernillo .
4° PASO: CONTEMPLACIÓN: (Compromiso).
Al concluir el estudio del presente cuadernillo y después de haber
vivido hermosos momentos de oración y reflexión a la luz del texto
del evangelio de San Lucas, mi compromiso es:
a. A nivel parroquial:
………………………………………………………………………………………………………………………………
………………………………………………………………………………………………………………………………
………………………………………………………………………………………………………………………………
………………………………………………………………………………………………………………………………
b. A nivel familiar:
...................................................................................................................................
...................................................................................................................................
...................................................................................................................................
.......………………………………………………………………………………………………………………………
c. En mi relación con el Señor:
...................................................................................................................................
...................................................................................................................................
......................................…………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………………………………………...
...................................……………………………………………………………………………………… ......
................................………………………………………………………………………………………………
IV ENCUENTRO
GESTO MISIONERO
Desde el comienzo del proceso de formación hemos propuesto como un aspecto importante, realizar gestos misioneros como resultado práctico del estudio de cada cuadernillo. Debemos tener presente que estamos próximos a concluir la tercera etapa y nos preparamos para dar comienzo a la Misión sectorial y territorial (IV Etapa). Por lo que sugerimos priorizar los gestos misioneros que nos van a permitir prepararnos para dar este importante paso en cada una de nuestras comunidades parroquiales.
En este tiempo litúrgico proponemos rezar la REGINA COELI que es una maravillosa oración sólo para el tiempo pascual y honrar de este modo a la Madre de Dios y encomendar a ella nuestra labor misionera.
V. Alégrate, Reina del cielo; Aleluya.R. Porque el que mereciste llevar en tu seno;
Aleluya.Ave María…
V. Ha resucitado, según predijo; Aleluya.R. Ruega por nosotros a Dios; Aleluya.
Ave María…
V. Gózate y alégrate, Virgen María; Aleluya.R. Porque ha resucitado Dios verdaderamente;
Aleluya.Ave María…
ORACIÓN
Oh Dios que por la resurrección de tu Hijo, nuestro
Señor Jesucristo, te has dignado dar la alegría al
mundo, concédenos que, por su Madre la Virgen María,
alcancemos el gozo de la vida eterna. Por el mismo
Jesucristo Nuestro Señor.R. Amén.
23
IV ENCUENTRO
GESTO MISIONERO
Desde el comienzo del proceso de formación hemos propuesto como un aspecto importante, realizar gestos misioneros como resultado práctico del estudio de cada cuadernillo. Debemos tener presente que estamos próximos a concluir la tercera etapa y nos preparamos para dar comienzo a la Misión sectorial y territorial (IV Etapa). Por lo que sugerimos priorizar los gestos misioneros que nos van a permitir prepararnos para dar este importante paso en cada una de nuestras comunidades parroquiales.
En este tiempo litúrgico proponemos rezar la REGINA COELI que es una maravillosa oración sólo para el tiempo pascual y honrar de este modo a la Madre de Dios y encomendar a ella nuestra labor misionera.
V. Alégrate, Reina del cielo; Aleluya.R. Porque el que mereciste llevar en tu seno;
Aleluya.Ave María…
V. Ha resucitado, según predijo; Aleluya.R. Ruega por nosotros a Dios; Aleluya.
Ave María…
V. Gózate y alégrate, Virgen María; Aleluya.R. Porque ha resucitado Dios verdaderamente;
Aleluya.Ave María…
ORACIÓN
Oh Dios que por la resurrección de tu Hijo, nuestro
Señor Jesucristo, te has dignado dar la alegría al
mundo, concédenos que, por su Madre la Virgen María,
alcancemos el gozo de la vida eterna. Por el mismo
Jesucristo Nuestro Señor.R. Amén.
1) No espere que le den la bienvenida. Usted ha sido
enviado a anunciar a Jesucristo.
2) No espere ganar la admiración de la gente,
siéntase alegre porque el Señor le ha llamado a
ser su discípulo y misionero.
3) Asegúrese de hablar de Cristo y su obra
redentora.
4) Practicar la paciencia, es el primero de los dones
que permite hacer la voluntad de Dios y no la
nuestra.
5) Practicar la oración personal y comunitaria.
6) Evitar improvisaciones y fomentar el espíritu de
comunión y participación.
7) Orar por el éxito de la misión continental en
nuestra Arquidiócesis.
COMISIÓN ARQUIDIOCESANADE MISIONES
Telf. 22 52 11, ANEXO 123 – Cel. 984110047
e-mail: [email protected]
COMISIÓN ARQUIDIOCESANADE MISIONES
Telf. 22 52 11, ANEXO 123 – Cel. 984110047
e-mail: [email protected]
Felices Pascuas de Resurrección para todos.
Felices Pascuas de Resurrección para todos.
MANDAMIENTOS DEL MISIONERO1) No espere que le den la bienvenida. Usted ha sido
enviado a anunciar a Jesucristo.
2) No espere ganar la admiración de la gente,
siéntase alegre porque el Señor le ha llamado a
ser su discípulo y misionero.
3) Asegúrese de hablar de Cristo y su obra
redentora.
4) Practicar la paciencia, es el primero de los dones
que permite hacer la voluntad de Dios y no la
nuestra.
5) Practicar la oración personal y comunitaria.
6) Evitar improvisaciones y fomentar el espíritu de
comunión y participación.
7) Orar por el éxito de la misión continental en
nuestra Arquidiócesis.
COMISIÓN ARQUIDIOCESANADE MISIONES
Telf. 22 52 11, ANEXO 123 – Cel. 984110047
e-mail: [email protected]
COMISIÓN ARQUIDIOCESANADE MISIONES
Telf. 22 52 11, ANEXO 123 – Cel. 984110047
e-mail: [email protected]