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N .° 119 .—20 OCTUBRE 1900 . ELECTRÓN 111 6 CRONICA DE LA DECENA laudables propósitos del Sr . Ministro tengan éxi- to feliz en el Senado y en el Congreso . Leemos en la prensa de Madrid : ((Dentro de diez ó doce días someterá el Di - rector general de Comunicaciones, Sr . Marqué s de Portago, á la firma del Ministro de la Gober- nación el nuevo Reglamento de servicio de Telé- grafos . El que rige actualmente es del año 1876 . Nuestros informes corroboran esta noticia qu e indudablemente agradará á nuestros compañe- ros, porque viene á satisfacer una necesidad sen - tida hace mucho tiempo, especialmente en la s pequeñas estaciones . Nuestro muy respetable amigo el Jefe del per - sonal, Sr . Cordero, de acuerdo, y juntament e con los dignos individuos que forman la Junt a consultiva, propusieron al Sr . Marqués de Por- tago la inmediata aprobación de un nuevo Re- glamento de servicio . El Director general, materia dispuesta siem- pre á todo cuanto pueda favorecer los interese s del Cuerpo, nombró una Comisión compuesta d e los Sres . Sesmeros, de Pablo Blanco y Cordero , para que pusieran término á este trabajo ; y e n la actualidad la Junta consultiva celebra sesió n diariamente ocupándose sólo de discutir el pro- yecto de Reglamento, que estará segurament e aprobado antes de fin de mes . En centros bien informados se nos asegur a que el Ministro de la Gobernación se propon e presentar á las Cortes, en una de las primeras se - siones que se celebren, un proyecto de ley par a adquirir las líneas telefónicas interurbanas d e la zona N . E . de España, explotadas hoy por un a compañía particular, estimando el Sr . Dato qu e deben pasar al Estado, como elemento necesari o de Gobierno . Constantemente hemos defendido la conve- niencia, por lo que al servicio público se refiere , y la necesidad por lo que hace al Gobierno, d e que el Cuerpo de Telégrafos se encargue de l a explotación de las líneas telefónicas interurba- nas hoy en servicio, y que en adelante estas co- municaciones no puedan estar jamás en mano s extrañas . Por fortuna el Real decreto de 26 de Juni o último, pone completamente á salvo los interese s del Estado, 'y satisface las aspiraciones legítima s de los telegrafistas en cuanto á sucesivas linea s que puedan crearse . Sólo falta ahora, que los Reproducimos el siguiente suelto de El Ini - parcial : «El 1 .0 del próximo Noviembre vence el me s de plazo que obtuvo el Director de Comunica- ciones para que el público hiciese, á voluntad , uso en los telegramas de las nuevas hojas tim- bradas, ó de las antiguas con el empleo d e sellos . No siéndole posible, por 1 dispuesto en l a vigente ley del Timbre, obtener un nuevo plazo , ha resuelto que los 49 Jefes de sección de Telé— - grafos hagan la saca de las hojas timbradas . El público, según se nos advierte, podrá re- dactar los despachos en cualquier hoja, qu e luego se pegará en las timbradas . » Hemos procurado informarnos de la exacti- tud de esta noticia, y, en efecto, parece cosa y a resuelta la adquisición de las hojas timbrada s por los Jefes de las secciones, aplicándose e l premio que corresponda por este nuevo servici o á gratificaciones para el personal . El Director general y la Junta Consultiv a merecen nuestro aplauso por haber resuelto sa- tisfactoriamente un asunto en el cual se habí a ya interesado todo el Cuerpo, y creemos just o hacer especial mención de los Inspectores Do n Matías de Pablo Blanco y D . Enrique Iturriaga , que han procurado dar toda clase de facilidade s desde sus respectivos puestos, venciendo no po- cos inconvenientes, como asimismo del Jefe de l personal Sr . Cordero, que se ha mostrado incan- sable en sus gestiones . Sr . Director de ELECTRON . Mi distinguido amigo y compañero : Con ver- dadera satisfacción leí en la crónica de uno d e los últimos números de esa ilustrada Revista , que nuestro noble y digno Director general pro - puso que la expendición de hojas timbradas s e realizase por medio del personal, y que, á favo r de ésta, quedase el tanto por ciento que en J a actualidad percibe la Arrendataria del Timbre , contando para ello hasta con el beneplácito d e esta Compañía ; pero que dificultades burocráti- cas, nacidas á última hora, han impedido lleva r Al Sr. Marqués de Portago 1 COLEGIO PARA HUERFANOS BE TELEGRAFISTAS * —000

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N.° 119 .—20 OCTUBRE 1900.

ELECTRÓN

111 6

CRONICA DE LA DECENAlaudables propósitos del Sr . Ministro tengan éxi-to feliz en el Senado y en el Congreso .

Leemos en la prensa de Madrid :

((Dentro de diez ó doce días someterá el Di-rector general de Comunicaciones, Sr . Marqué sde Portago, á la firma del Ministro de la Gober-nación el nuevo Reglamento de servicio de Telé-grafos .

El que rige actualmente es del año 1876 .» .Nuestros informes corroboran esta noticia qu e

indudablemente agradará á nuestros compañe-ros, porque viene á satisfacer una necesidad sen -tida hace mucho tiempo, especialmente en laspequeñas estaciones .

Nuestro muy respetable amigo el Jefe del per -sonal, Sr . Cordero, de acuerdo, y juntamentecon los dignos individuos que forman la Juntaconsultiva, propusieron al Sr. Marqués de Por-tago la inmediata aprobación de un nuevo Re-glamento de servicio .

El Director general, materia dispuesta siem-pre á todo cuanto pueda favorecer los interese sdel Cuerpo, nombró una Comisión compuesta delos Sres . Sesmeros, de Pablo Blanco y Cordero ,para que pusieran término á este trabajo ; y enla actualidad la Junta consultiva celebra sesió ndiariamente ocupándose sólo de discutir el pro-yecto de Reglamento, que estará seguramenteaprobado antes de fin de mes .

En centros bien informados se nos aseguraque el Ministro de la Gobernación se propon epresentar á las Cortes, en una de las primeras se-siones que se celebren, un proyecto de ley paraadquirir las líneas telefónicas interurbanas dela zona N. E. de España, explotadas hoy por un acompañía particular, estimando el Sr. Dato quedeben pasar al Estado, como elemento necesari ode Gobierno .

Constantemente hemos defendido la conve-niencia, por lo que al servicio público se refiere ,y la necesidad por lo que hace al Gobierno, deque el Cuerpo de Telégrafos se encargue de l aexplotación de las líneas telefónicas interurba-nas hoy en servicio, y que en adelante estas co-municaciones no puedan estar jamás en mano sextrañas .

Por fortuna el Real decreto de 26 de Juni oúltimo, pone completamente á salvo los interese sdel Estado, 'y satisface las aspiraciones legítima sde los telegrafistas en cuanto á sucesivas lineasque puedan crearse . Sólo falta ahora, que los

Reproducimos el siguiente suelto de El Ini -parcial :

«El 1 .0 del próximo Noviembre vence el me sde plazo que obtuvo el Director de Comunica-ciones para que el público hiciese, á voluntad ,uso en los telegramas de las nuevas hojas tim-bradas, ó de las antiguas con el empleo d esellos .

No siéndole posible, por 1 dispuesto en l avigente ley del Timbre, obtener un nuevo plazo ,ha resuelto que los 49 Jefes de sección de Telé— -grafos hagan la saca de las hojas timbradas .

El público, según se nos advierte, podrá re-dactar los despachos en cualquier hoja, qu eluego se pegará en las timbradas .»

Hemos procurado informarnos de la exacti-tud de esta noticia, y, en efecto, parece cosa yaresuelta la adquisición de las hojas timbrada spor los Jefes de las secciones, aplicándose elpremio que corresponda por este nuevo servicioá gratificaciones para el personal .

El Director general y la Junta Consultivamerecen nuestro aplauso por haber resuelto sa-tisfactoriamente un asunto en el cual se habí aya interesado todo el Cuerpo, y creemos justohacer especial mención de los Inspectores DonMatías de Pablo Blanco y D. Enrique Iturriaga ,que han procurado dar toda clase de facilidade sdesde sus respectivos puestos, venciendo no po-cos inconvenientes, como asimismo del Jefe de lpersonal Sr . Cordero, que se ha mostrado incan-sable en sus gestiones .

Sr . Director de ELECTRON .

Mi distinguido amigo y compañero : Con ver-dadera satisfacción leí en la crónica de uno delos últimos números de esa ilustrada Revista ,que nuestro noble y digno Director general pro -puso que la expendición de hojas timbradas s erealizase por medio del personal, y que, á favo rde ésta, quedase el tanto por ciento que en J aactualidad percibe la Arrendataria del Timbre ,contando para ello hasta con el beneplácito d eesta Compañía ; pero que dificultades burocráti-cas, nacidas á última hora, han impedido lleva r

Al Sr. Marqués de Portago1

COLEGIO PARA HUERFANOS BE TELEGRAFISTAS

*

—000

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á cabo tan beneficioso como importante pro-yecto .

Y digo beneficioso, no por la forma en quese habían de distribuir las 22 .000 6 20.000 pe-setas anuales que, según cálculos, produciría e lindicado tanto por ciento, sino porque creo qu edicha cantidad pudiera invertirse en algo má ssimpático que en gratificar al personal .

Desde luego que, por muy equitativamenteque se hiciera el reparto, siempre habría descon-tentos, toda vez que nunca se haría á gustó detodos; pero . . . ¿habría algún individuo que n oestuviese conforme con que ese dinero se aplicas epara ayudar á nuestros propios esfuerzos, á fi nde que el pensamiento del Sr . Giles (que es el detodo el Cuerpo de Telégrafos) se llevase cuanto-antes á la práctica, y fuera un hecho en breve l acreación del Colegio de Huérfanos? . . . La futuracasa de nuestros pobres hijos saldría al momentode la nada con tan poderosa ayuda, y sin nece-sidad de pensar en arbitrar recursos extraordi-narios, podíamos contar desde ahora con los quela realidad nos aportaba tan inesperadamente .

Ahora bien; si es cierto, como indica ese ilus-trado periódico, que la idea del ilustre Marqué sde Portago tuvo favorable acogida en todas par-tes, y sólo nacieron dificultades dentro de casa ,por la carencia de recursos, para librar una can-tidad de tan relativa insignificancia ; no obstanteasegurarnos en el último párrafo de la mencio-nada crónica que todos se hallaban animados delos mejores deseos . . ., aprovechémonos de ellosbajo la forma expuesta por mí tau ligeramente .Pidamos, no para nosotros, que esto parecerí aambición ó egoísmo ; pidamos para, el porvenirde nuestros hijos, para asegurar su educación, áfin de que no queden abandonados en este vall ede lágrimas, sin otro amparo que el escaso quepuedan proporcionales sus desventuradas ma-dres. ¿Y quien- duda que este' pensamiento encon -trará acogida en el magnánimo corazón del ilus-tre aristócrata, que hoy rige nuestra desgraciad aCorporación? Y propuesto por él, ¿qué Ministr odejará de apoyarle, ni qué Jefe nuestro dejar áde allanar las pequeñas dificultades burocrática sque en casa se presenten? A todos por igual no sinteresa y todos debemos trabajar en tal sentido.

Si por tales medios conseguimos poner enpráctica lo que hoy sólo es una idea de más 6menos pronta realización, contribuiremos todo scon mayor fe y entusiasmo y con situación má sdesahogada ; haremos que nuestros, hijos recuer-den siempre con gratitud á los bienhechores queles arrancaron de una desgraciada existencia .

Dejoá otras plumas más expertas que la mía

la ampliación de estas ligeras ideas, si es que so nacogidas con simpatía y pueden, como creo, lle-varse á la práctica, y entretanto envio un cari-foso saludo á nuestro compafero el encargad ode Cortegana y á toda la prensa profesional, quecon tanto entusiasmo acogió el pensamiento de lSr. Giles, que como ya he dicho es el de todo elCuerpo de Telégrafos .

Dispense usted la forma poco periodística demi trabajo, y reciba un entusiasta recuerdo deafecto por sus incesantes campaf as en favor denuestros intereses .

De usted afectísimo seguro servidor y compa-fiero q, s . m. b.,

JOSÉ MERINO .Estrada (Pontevedra).

TRIBUNA LIBR E

Asociación de Auxilios Mutuos de Telégrafos .

SIGUEN DETALLES HISTÓRICOS

-VIII

El Reglamento nuevamente revisado, y cuy apublicación dió la época que llamamos moder-na, contenía ya los dos proyectos aprobados porunanimidad, en los postreros días de la etap aconstituyente .

-- Informa á uno de ellos la justa idea de pre-

miar la constancia en la caridad, visto que e lestado floreciente de la Sociedad lo permitía yen atención á que el socio, con su -constante ymodesto ahorro mensual, viene á satisfacer l acuantía del auxilio que, á su fallecimiento, h ade percibir la viuda .

Consiste este premio, en una cantidad deter-minada por cada af o cumplido y en sentido as-cendente, cuya suma, proporcional al númerode afiOs y al capital, totalizada, se abona almismo tiempo que el referido auxilio, aumen-tándolo en cerca de una mitad á los veinte alas ,y en unas tres cuartas partes á los treinta .

El principio económico de no exponer todo e lcaudal en una misma operación, da fundament oal otro proyecto, que preceptúa la aplicación departe del fondo social, á la compra de valorespúblicos cotizables en Bolsa . Esto previene elcaso, que aunque lejano es posible, de que, po rel exclusivo empleo del capital en los auxilio santicipos, pudiera encontrarse la Asociación enel momentáneo compromiso de no poder cum-plir sus primordiales obligaciones .

Y decimos momentáneo, porque no hay qu eolvidar que el anticipo es base secundaria, no

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esencial, complementaria de la primera, debien-do guardarse cierto equilibrio entre ambas, á fi nde que no supere el cumplimiento de la base ála base misma . El anticipo vino despues de cons-tituida la Asociación con el doble fin de aumen-tar el ahorro de manera licita, y de amparar a lsocio en vida; pero puede ocurrir tener que res-tringirlo y aun suprimirlo, si así lo hiciera ne-cesario la vida de la Sociedad . Ante todo el am-paro al desvalido, después al que, aunque poco ,con algo cuenta .

En el ya referido Reglamento se amplía ácinco el número de cédulas de inscripción qu epuede obtener cada socio: se rebaja el tipo de bo -nificación de ahorro al capital, que ya hoy, e ndefinitiva, es el 5 por 100 anual .

Asimismo se aumenta la cuantía de los au-xilios-anticipos, cuya medida, en nuestro sen-tir, no fué muy meditada, porque parece comomonopolizar el capital en el solo provecho deunos, puesto que no habría de alcanzar paratodos, y además forzosamete hace subir la cuotamensual de reintegro, resultando dificultosa par alos sueldos pequeños . En la Asociación han in-gresado muchos con el máximo de inscripcione sy con escaso haber, en la esperanza de disfrutaren momentos criticos, de los auxilios ofrecidos ,y el legislador está en el deber de precaver y

evitar las desequilibradas condiciones que resul-tan del mayor anticipo y el menor sueldo . Engeneral, estudiando este punto con cariño, s evé un escollo que debió evitarse, porque de lle-gar habrá necesidad de volver sobre lo acordado ,como único remedio, á fin de que el capital se adisfrutado por todos, restringir el anticipo y re-ducir á un tipo muy bajo, fácil, la cuota men-sual de reintegro ; en lo cual, no sólo no hay pe-ligro alguno, sino ventaja segura, porque deven-gado el plazo del abono total, ingresa más boni-ficación de ahorro y se ayuda al desgraciado ásalir á flote .

Esto, teniendo siempre la mirada fija en elhumanitario y hermoso lema que nos ha con-gregado, por lo que dijimos que era el único me -dio que evita enojosos procedimientos y todaví alo que es más importante, la baja del compafie-ro, lo que daría por roto el cálculo de mortali-dad, piedra angular sobre la que están cimenta-das todas las combinaciones que constituyen e lfuncionamiento de la Sociedad . Prueba de estoes el estado que damos á continuación, en el quefigura una cédula con sus premios en veinte áveinticinco aflos, un anticipo sin reintegrar co nsu bonificación sucesiva, y el coste paulatino qu eha tenido dicha cédula .

Hélo aquí :

DERECHOS ADQUIRIDOS EN EL AÑO1900 .

Cédula X vale con premios, pesetas 711,50

Fallece el socio y debe

La sociedad pierde

Pero como costó al socio

Le Sociedad solo pierde ahora

1901 . 1902 . 1903 . 1904 .

729 746,50 764 781,50

-220 230 240 .250

509 516,50 524 531,5 0

315 330 345 36 0

194 186,50 179 171,50

21 0

501,50

300

-201,5 0

Como se ve, la Sociedad va perdiendo cadavez menos hasta que, llegado á un límite, empie-za á ganar, por lo que queda probado que no leconviene la baja del socio ; esto es evidente .

Sólo en caso especial, en que causas fortuitas ,que no podemos aquí determinar, hubieran co-locado al socio en la imposibilidad de reintegra ry que, por su edad avanzada no fuera posible e lllegar al límite en que la Asociación empieza áganar, (como anterior) pudiera de común acuer-

do efectuarse una formalización de fondos, to-mando por base lo que al socio ha costado un aó más de sus cédulas y la -cuantía del reintegr oque debe hacer .

En esta operación, fundada en el artículo 1 9del Reglamento y aceptada por la autorizaciónque mantiene el 20 del apéndice letra A del mis-mo, no hay dalo alguno para el caudal común,antes al contrario, hay ventajas ; una, la bonifi-cación producida por las menos ingresadas e n

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cierto número de arios como coste de las cédula só cédulas ramificadas, y otra, el no tener queabonar ya sus derechos al fallecimiento del so-cio, que por su edad puede ser próximo, y po rtanto, la Sociedad perdería .

Dicha operación no altera el cálculo de mor-talidad, lo que importa mucho, porque el soci oqueda con otra cédula, por lo menos, y en e lcapital no hay alteración ninguna, es una en-trada por salida, el efecto de un voto en blancoen una votación cualquiera, cero .

En la época moderna, que tan incorrecta -mente vamos dibujando, continuó el mismo ca-lor en las discusiones y la porfía individual pa-ra aportar á la familia social cuantas mejora sfueran posibles ; menudearon las juntas y comi-siones, dando publicidad á estos actos, con loque se logró gran ingreso de socios, hasta elpunto de que acabada la reciente edición delReglamento por el obligado reparto de ejempla-res, hubo necesidad de hacer nueva tirada, apro -vechándose esta circunstancia, para incluir e nella las últimas disposiciones aprobadas, por l oque, en observancia de la nueva ley de asocia-ciones, se llevó á la primera autoridad civil dela provincia un ejemplar, tomando por segund avez la Sociedad carácter legal .

La jubilación del Excmo . Sr. D . Antoni oLópez de Ochoa nos privó de la cooperación d euno de los más decididos amigos y protectores ;pero supo la fortuna reemplazarle dignamentecon la presidencia del Ilmo . Sr. D. FranciscoMora y Carretero, trayendo un nuevo cariño yotro elemento de buena organización.

El Sr. Mora supo muy pronto captarse lassimpatías más merecidas por su acertada y pa-ternal protección. Como su antecesor, tomó siem-pre parte muy activa en las discusiones, y en s umismo despacho oficial citaba á juntas repetida sy á horas extraordinarias, sabiendo constante-mente hermanar el respeto debido al jefe con l afranca llaneza del compañero . La Asociació nreconocida, le eligió para Vocal perpétuo de s uJunta Directiva, prueba de distinción que única -mente se ha otorgado á la probada afición yservicios, reconocidos por unanimidad .

Por fin, la contabilidad tan deseada y pedid apor alguien, fué planteada, pudiendo conocers eal día y en momento dado, la cuantía y estad odel capital . Nos complacemos en reconocer y de -clarar la idoneidad y competencia de la person aencargada hoy de ella .

También la jubilación del Sr . D. José Marí aDíaz nos arrancó al incansable organizador ,compañero á quien tanto debe la Asociación, á

la que consagró sus desvelos y cariño por espa-cio de muchos ales, dejándola importantes pre-ceptos consignados en su Reglamento .

Para terminar este ya extenso escrito, dare-mos la nota económica más agradable en lo sanales de nuestra Asociación, diciendo que enlos confines de la etapa moderna, pasa el capita lsocial de 20 .030 duros : se han invertido en au-xilios á viudas y huérfanos más de 10 .000, y conlas partidas fallidas y gastos de administración ,representa la gestión social un movimiento totalde fondos de más de 2 millones de reales .

Continuaremos .VSGA .

De nuestro colega El Día tomamos el siguien-te artículo cuya publicación se nos ruega .

LAS DESPUSIONE SEs de todo extremo innegable la buena vo-

luntad que anima al Marqués de Portago par acumplir su difícil misión, en lo que se refiere a lmejoramiento y reorganización de los servicio sde Correos y Telégrafos .

A lo que se observa, el nuevo Director gene-ral de Comunicaciones no se duerme en las pajas ,como vulgarmente se dice, desplegando fecun-das iniciativas para satisfacer, en lo que tiene nde justas, las exigencias de la opinión pública .

Por eso confiamos y esperamos en que, tant olas indicaciones de la prensa profesional, com olas nuestras, serán debidamente atendidas en e lpunto concreto que desde hace algún tiempo ve-nimos exponiendo á la consideración de todo slos altos personajes que han pasado por la Di -rección de ambos ramos .

La fusión de Correos y Telégrafos en las es-taciones de servicio limitado y de escaso traba -jo, fué una medida de gran sentido práctico, qu esin gravar el presupuesto de gastos representó unprogreso para muchos pueblos que antes se veía nprivados de los beneficios de la electricida daplicada á las comunicaciones. Esta noveda dfué introducida en 1878, si mal no recordamos,siendo Ministro dé la Gobernación el Sr . Silvela .

¿Por qué un sistema que tan excelentes resul -tados produjo ha venido á caer en desuso, ó me-jor dicho, á cambiarse por la desfusión? El mis-mo personal que atendía á Telégrafos bas'aha ysobraba para las necesidades de Correos, ¿por qu éen vez de impulsar la reforma en el mismo ca -mino y de extenderla hasta donde lo consintie-ran las exigencias del servicio se ha incurrid oen el error de anularla en más de 400 estacione sde escasísima importancia?

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Por nuestra parte, no creemos que el hech oobedezca, como dice El Telegrafista Español, alprurito de ir desfusionando oficinas para satis-facer los compromisos políticos del caciquism olocal; pero ello es que la tendencia subsiste yque llegará un día, según dice dicho periódico ,en que se desfusionen todas las estaciones y es-tafetas, que, según la última estadística, ascien-den á 687, de las cuales unas 200 no llegan ácursar 15 telegramas por día, y más de 400 noalcanzaná 10 . Venir en estas condiciones á se -parar los servicios, cuando el máximo trabaj odiario de tales oficinas no excede de sesenta mi-nutos, es, en realidad, un absurdo, á que segu-ramente pondrá remedio el inteligente y con-cienzudo Marqués de Portago, que por algo ypara algo se encargó de la Dirección general d eCorreos y Telégrafos .

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AGRIDULCE

Prescindiendo del interés particular, secun-dario ante el del público que paga, ¿es conve-niente la fusión de Correos y Telégrafos? ¿Es ra-zonable?

Meto la cuchara en asunto tan debatido com oá mi parecer mal puntualizado, creyendo hacer-lo con algún conocimiento de causa por habersido copín, aunque malo, de todos los servicios deambos Cuerpos .

No discuto nuestras aptitudes, que no puede nser para todo ; pero no puede negarse que la di-visibilidad del trabajo lo hace más útil, ya qu elas dificultades se vencen dividiéndolas, y com ola práctica hace al maestro, de desear sería qu etodos lo fuéramos para que la obra saliera má sperfecta ; mas ¡dista tanto de serlo !

Cierto, que de comunicaciones son ambo sservicios, pero también lo es el de ferrocarriles,el del ordinario del pueblo, etc . ; y á nadie se leha ocurrido, que se nos dedique á guiar trenes ,ni colgarnos más corona que la de espinas, qu eya tenemos .

En el ejército, por ejemplo, hay distintas ar-mas sin que se mezclen, ó sin que deban nunc amezclarse, aunque todas tiendan á un mismo fin ,pues su misión es diferente . [Jnicamente en elgeneralato se fusionan, n.o atreviéndome á deci rsi es bueno ó malo porque no lo entiendo . Estosería tal vez conveniente en las clases directora sde Correos y Telégrafos englobando los presu-puestos y unificando el mando ; pero quizás re-sultara entonces lo del baturro del cuento, qu es encarecería el vino .

¿No les parece á ustedes que antes de pensar enfusiones ó compaías, muy respetables por cierto ,necesitamos procurar que arreglen algo por den-tro la casa paterna? Algo y bueno se podría ha-cer si llegara á regir un más acertado criterio encuestiones de permisos, comisiones, permutas,etc ., consiguiendo que fueran inútiles las in-fluencias políticas que nunca debieron tocarse ;suprimir parásitos si los hay, que bien los habrá ;y bien repartidas las penas y glorias que nosquepan hacer más llevadera la vida telegráfica ,siendo todos como una familia bien avenida, re-sultando así también más fácil la gestión dearriba .

Yo propondría, si autoridad tuviera, que lo sAspirantes llegaran á las 1 .00 pesetas por me-dio de gratificación, que podían ganarse con ser -vicios de noche no siendo excesivas, aunque n oquedara más para el resto del personal, que bie nlo necesita en general ; pero aquéllos no puedenvivir ni aun la vida del pobre, y son compae-ros nuestros .

Propondría también, y ya es mucho propo-ner, que las limitadas se reservaran para lo sOficiales que de Aspirantes ascienden por anti-güedad, cuyos servicios, hoy muy apreciables ,serán escasos cuando ya viejos tengan que pres-tarlos en aparatos por no poder llegar •á mayorcategoría . Prohibiría en absoluto fueran las es-taciones limitadas servidas por Oficiales exami-nados que maüana han de gobernarnos ó desgo-bernarnos, dicho sea sin ánimo rde molestar .

Las consecuencias de no hacerlo así, la svemos constantemente ; pero las tocaremos de-masiado pronto, cuando ya no tenga el mal re-medio ; que esta cadena tiene eslabones enmohe-cidos, y es preeiso, por instinto de conservación ,limpiarlos y bruflirlos, no quitarlos, no, que elmaterial es bueno y no merece echarlo á un lado ;de no poner pronto remedio, se romperá forzó-samente, y pondrán otra sin utilizar de la viej ani un sólo eslabón quizás, por estar todos co nprincipios de herrumbre, contagiados .

Es también sensible, y á nada práctico con -duce, aunque por fortuna no es usual, que s eutilice la prensa profesional para molestarno smutuamente, como en un artículo de El Tele -grafista Español del día , titulado ((Teoría detramposos)), que mal informada ósorprendida l abuena fe, y no peor deseo, á que nos tiene acos-tumbrado su Redacción, denuncia en este cas osu falta de veracidad á poco que se ahonde, y y aes demasiado lo dicho, que cada uno es hijo desus obras, y yo no soy padre ni aun padrino dela entuerta criatura .

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Por último, sería también de desear no con -templáramos tanto el escalafón, que todo lleg ay pasa ; dejemos á un lado perniciosas rutinas ,tengamos cariño á lo que nos da de comer mal óbien, y procuremos con nuestras indicacionesnacidas de la práctica, buen deseo y desinterésparticular, que las clases directoras tengan orien -tación acertada en bien del servicio que es l oesencial ; no se atasque el carro y vengan d efuera á hacerle andar bien .

Bueno que procuremos mejorar de situació nmetálica si es posible ; mas tengamos en cuent aque si pobre cansado saca mendrugo, no sacar áseguramente dos, por molesto que sea, no estan-do el horno para bollos ,

Para mejorar la situación hace falta encon-trar base, y ésta hay que buscarla, no en fusio- 'nes de servicio con Cuerpos ya organizados y co nvida propia como el de Correos, cuya misión esbien distinta que la nuestra, sino en el mejora-miento de nuestro propio servicio y en el porve-nir que nos brinda la aplicación del teléfono álas comunicaciones urbanas é interurbanas .

Yo me atrevería á asegurar que tiene más vo-tos de telegrafistas esta tendencia, que la expues -ta con buena fe, pero- equivocadamente por m idigno compaíero L . U. T. Río .

UN BATURRO

Los dos paseantes, cuyos nombre nos hemosreservado, van á ensayar dos sables de combat eque acaba de adquirir el eximio actor Juliá nRomea .

Empieza la prueba, y á la media hora de lu-cha, se tiñe en sangre por el brazo la camisa de ltelegrafista, quien, contestando, da tremenda cu-chillada en la cabeza al marino .

Salúdanse cortesmente, y en sus respectivo scarruajes marchan por un lado Alcántara y Aran-tarce con el telegrafista, y por el otro el médicode la armada con Serra y Pinilla .

El emblema del Cuerpo quedó en buen lugar ,ce qu'il failait ¿lemontrer .

Han pasado cuarenta y tres aflos . De todoslos que hemos designado, más la perla causa de llance, no existe hoy más que el telegrafista . Den-tro de poco no quedarán más del recuerdo qu eestas líneas :

Recuerde el alma adormida ,avive el seno y despierte ,

eontemplando ;cómo se pasa la vida,cómo se viene la muerte

tan callando .Y.

Octubre, 1900.

MUERTE POR LA ELECTRICIDAD

RÁFAGAS HISTÓRICAS

A cualquier parte á donde un ova se encuentra un telegrafista .

(D . Andrés de Capua . )

Es 'verdad en todos terrenos .Un- telegrafista es el que se pasea, como en

espera, allá en los altos de la Moucloa, al albo-rear una fría mañana de Marzo de 187.• Algo distante también espera, paseando, otr oindividuo : es un médico de la armada .

¿A. qué decir sus nombres?

-A lo lejos se divisan dos carruajas vacíos, y

bastante más acá dos individuos, como juece sdel campo, escogen el terreno, acompañados d eotros dos, como testigos del lance que va á tene rlugar .

-Estos son : Pepe Alcántara, capitán de Estad o

Mayor, y después de algunos años general de Di -visión; Narciso Serra, capitán de infantería y y acélebre autor dramático ; Enrique de Arantarce ,Inspector de Telégrafos de la isla de Cuba, bas-tante después, y Pedro Piniva, notable médi-co, ya .

Las varias Compañías extranjeras que usu-fructúan á Madrid nos están deparando una vid ade imprevistas emociones .

No satisfechas con el pleno dominio del suel oy hasta del subsuelo, elevan su poder á la atmós-fera, y tienden desnudos cables, por donde l acorriente eléctrica, de alta tensión, se precipit acon la velocidad del pensamiento en torrentesde fuerza que mueve tranvías .

Vivimos entre corrientes eléctricas, y cuand oel cielo es más azul y el ambiente más tranquilo ,y la atmósfera más pura, pasa sobre nuestras c abezas silencioso el rayo .

¿Qué necesita para bajar á tierra? Bien poc acosa. Un conductor, un camino metálico, u ncable que se rompe, un hilo telefónico que s ecae . . . ¡Y esto es tan fácil! Entonces la electrici-dad abandona su camino y desciende al suelo yreparte la muerte . . ., como si quisiera toma rvenganza de la esclavitud á que el hombre lasujeta, obligándola á arrastrar vehículos . . . Prue-ba de todo esto es la muerte de un caballo, ocu-rrida pocos días hace en las calles de Madrid . -

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¿Cómo mata la electricidad? ¿Qué remedio spueden aplicarse á sus víctimas? He aquí unacuestión de verdadera actualidad . La respuest ala han dado los profesores Prevost y Battelli e nuna reciente comunicación presentada á la So-ciedad de Fisica é Historia Natural de Ginebra .

Las conclusiones son las que siguen :1 .' Con corrientes de alta tensión (2 .bOO vol-

tios en adelante), la mierte se produce á caus ade perturbaciones en el sistema nervioso y en l acirculación de la sangre; pero el corazón siguelatiendo, y la víctima se salva, generalmente ,produciendo la respiración artificial, y practi-cando tracciones rítmicas y acompasadas de l alengua .

:L a Cuando la corriente es de menor tensión —40 voltios, por ejemplo,—el sistema nerviososufre muy poco, pero el corazón cesa de latir, yes de temer en breves momentos la paralisi scompleta de la circulación, y, por tanto, l amuerte . Los Doctores Prevost y Battelli han com-probado varias veces este hecho curioso : si á unperro, víctima de una corriente de baja tensión ,se le somete á otra de alta tensión, el corazón in -móvil vuelve á latir . De donde resulta esta con-clusión notable : los dalos de la electricidad s ecuran con más electricidad . Algo semejante a lapotegma de los antiguos progresistas para re -mediar los datos de la libertad.

Los citados Doctores dan, finalmente, los con-sejos que siguen: No fiarse de las corrientes d epoca tensión, que pueda producir accidente sgravísimos . No desesperar nunca de salvar á la svíctimas, aunque estén inertes, sin respiración ,ni latidos, tratándolas como se trata á un aho-gado . La constancia en el tratamiento durantehoras á veces, ha salvado casos desesperados .Tales son las consecuencias de los curiosos es-tudios hechos por Prevost y Battelli . Estemo spreparados, ¡por si nos hace falta utilizarlos !

F . DE CAavIc (Del Heraldo) .

RECUERDO OPORTUNO

EL MARQUÉS DE PORTAGO

Tuvimos el gusto de conocerle en época má sfeliz para nosotros .

«Aprended flores de mí ,lo que va de ayer á hoy ;ayer maravilla fui ,hoy sombra de mí no soy .»

En una mañana de 1878, honró nuestro ho-gar con su visita .

Eramos vecinos de dehesas, allá en La Sere-na y Don Benito, La Matilla y el Torviscal .

Desde luego simpatizamos .El Marqués de Portago era un hombre d e

arrogante figura, distinguido continente, fiso-nomía risueña y de franco y noble carácter .

Varias veces estuvo á buscarnos á la Direc-ción, encomendada hoy ó. su hijo, para que l eacompañáramos en su carruaje .

Había una cuestión eterna de límites entr eEl Torviscal y La Matilla, y el noble Marqué snos honró dándonos el derecho de resolverla ;sólo nos dijo que preferiría perder cuatro enci-nas, á sufrir que utilizasen una sola ; ¡la baja cu-ria conocía el mundo !

Nosotros declinamos la cuestión en él,y decomún acuerdo, nuestros guardas resolvieronel litigio, que firmamos en su casa de La Mati-ha, donde nos dió cariñoso hospedaje .

El gran señor honró al modesto telegrafista .Si queréis conocer al hombre, estudiad á su

padre .Traslado á nuestros antiguos compañeros .

V .

UN VIAJE A ARCHENA EN 4874

(Continuación) .

IV

Nuestro querido amigo, á quien vamos siguiendoen su viaje, se echó la capa al hombro, tomó en unamano su saco, y emprendió, como todos, el camin ode Agramón. El viajero que le anunció la presenci ade los carlistas le acompañaba, cargado tambiéncon su saco y su capa, y ocultando igualmente e nuna bota el oro que llevaba ; de pronto pega éste untropezón, se le rompe la bota, y se le desparrama e loro . ¡Aquí de los apuros! . . . Los carlistas van y vie -nen. y pasan á su lado, y él no se atreve á bajars epor su dinero, ni se resuelve á perderlo y segui rmarchando : la situación es cómica ; mi amigo sueltala carcajada, y el perdidoso se desespera y se enfad acon él ; pero acaba por reirse también, y por recoge rrápidamente las monedas que ve : se mete en unacasilla abandonada por un guarda-aguja, y allí s edespoja de la bota y del calcetin ; reune todo su di -nero, y se lo echa albolsillo , y sea lo queDiosquiera ;nuestro amigo sigue con el suyo en el enfranque d esu pie derecho, lo que, dicho sea de paso, le molest abastante al andar; pero era muy pobre la errad aopinión que tenía de los carlistas, y obraba en con-secuencia .

-Aunque no lo parezca, mi amigo es sevillano ;

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lo es también, y lo muestra muy claro en su pro-nunciación, el otro viajero ; y por eso se ha estable-cido ya entre ambos cierto amistoso compañerismo ,desde que el segundo subió al tren en Alcázar .

Delante de ellos, marchaban dos señoras jóvenes ,la esposa de nuestro amigo D . José Pulgarin, y unafamilia compuesta del matrimonio y dos niñas, un ade ellas pollita y enferma, y una criada : los oficiale scarlistas ; que, pasados de nuestro ejército, ó chico sde buena educación escapados de sus casas, eranfinos y amables, daban galantemente el brazo á la sseñoras y á las niñas, y se esforzaban por distraer -las y divertirlas, sosteniendo, con cierta gracia, l aamenidad de la conversación . Pero el sol, que caíade plano y nos abrasaba, nos quitaba á todos lasganas de hablar y de reir : ni nuestra situación eratan risueña .

Detenidos violentamente casi al término denues-tro viaje ; obligados á caminar á pie más de medi alegua, para llegar á un pueblo en el que, esquilma-do ya por los carlistas, nada íbamos á encontrar ;sin saber hasta cuándo nos tendrían allí, ni los me -dios de conducción que encontraríamos para mar-charnos ; y, sobre todo, alarmados por nuestras fami-lias, que iban á saber, sin detalles, nuestra deten-ción, ¡y de las que sabe Dios cuándo íbamos á tene rnoticias! . . .

Fatigados, sudando á mares, y pensando en tod oeso, caminaban en silencio los dos sevillanos, pa-sándose la capa de unoá otro hombro, ó el saco d euna á otra mano, cuando un capitán de caballería fque volvia de la estación al pueblo al trote de s ucaballo, puso éste al paso, y dirigiéndose á nuestr oamigo, le dice :

—;Debe usted ir muy cansado! . . .— ;Quiá! . . . No, señor . . .—Dense usted, dame usted el saco .—Gracias ; no se moleste usted .—No, hombre ; si no es molestia . Aquí, en el ca-

ballo, lo llevo yo perfectamente ; ¡y usted va echandolos bofes !

—La verdad es, que . . .—Venga, venga; y la capa también .—Pues tenga usted ; y muchas gracias .

aquel amable capitán acomodé en su caballo ,delante de si, la capa y el saco de viaje de nuestroamigo ; después continué :

—¡Voluntario! . . .—Mande usted—dijo un carlista que por allí

pasaba.—Toma esa capa y ese saco de ese caballero .—No, no ; ¡si yo no voy cansado!—exclamo el otro

viajero .—Deme usted, dame usted—decía con la mejo r

voluntad el soldado carlista, mientras tomaba lo sobjetos indicados .

—Vaya ; pues, muchas gracias .Y ya más desahogados, prosiguen ambos la em-

prendida caminata .De improviso se levanta á nuestra espalda una

inmensa vocería de admiraciones, burras y bravos .Nos volvemos todos, y ¡qué bárbaro, qué horrible ,pero qué espléndido, qué grandioso espectáculo, s epresentó á nuestros ojos! . . . Los dos trenes, incen-diados todos sus coches, corrían á toda máquina ,uno hacia Hellin y otro hacia Las Minas, ostentand odos soberbios penachos de llamas, mientras, siem-pre en el centro de la distancia que los separaba ,ardía también, por todos sus lados, la desdichadaestación de Agramón, que acabábamos de aban-donar .

El cuadro era magnifico y altamente dramático ,es cierto ; pero era un acto de vandálico bandoleris-mo . ¿Y eran hijos de España los que con mano in-cendiaria destruían así los medios y las muestra sde su civilización? . ., ¿Y eran los mismos que tanamable, tan digna, tan cariñosamente nos t rata -ban?. . . ¡Horribles luchas civiles! . . . ¡Malditos d eDios sean los infames y locos ambiciosos, que malavenidos con las nobles y liberales ideas de este si-glo, desatinadamente las encienden! . . .

Cuando perdimos de vista los dos trenes, y la es-tación, al hundir sus techos, apagó sus llamas, se-guimos en dirección del pueblo .

Agramón, rodeado de olivares y de huertos, consus blancas casitas y su bonita iglesia, presentab aen aquellos momentos una animación y una vidaque no le eran seguramente habituales .

Los carlistas pululaban por todas partes : unosdaban de beber á sus caballos en la fuente de l aplaza ; otros conducían armas ; otros las limpiaban ;otros se agenciaban lo necesario para comer ; y e lherrador del pueblo no cesaba en el trajín de s uoficio .

(Tu oficial carlista, á quien llamaban «el Habi-litado", porque, en efecto, lo era de la partida, entr ade pronto en el pueblo, galopando en su caballo, ylo recorre, arrojando periódicos, de los detenidos ennuestro tren, á cuantos individuos se los piden ,pregonando al mismo tiempo, en imitación de lo svendedores de papeles públicos :

—;La Correspondencial . . . ¡El Diario Español! . . .¡El Imparcial! . . . ¡El Imparcial! . . . ¡Ha llegado e lcorreo! . . . ¡Novelas por entregas! . . .

—¡Eh! . . . La Correspondencia .—;Aquí! . . . El Imparcial .—Venga El Diario Español .--Dáme una novela .Y cada uno iba recibiendo lo que pedía, en medi o

de la broma y la algazara .Los carlistas habían devuelto al administrado r

de la ambulancia la correspondencia privada qu ellevaba, y después de abrir, repasar y romper ó que -mar la oficial, se repartían, del modo que vemos,los periódicos, las novelas y demás impresos .

El capitán de caballería, que tan amable y obse-quioso se había mostrado con nuestros dos amigos ,les obligó, á fuerza de insistencias, é. aceptar la hos-pitalidad que en su propio aloj amianto quería darles .Allí había otros oficiales, y entre ellos, si mal no

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recordamos, Armengol, Cardán, Cebrián y Navas, yallí se habían refugiado también las tres señoras yla familia que por el camino venían delante de nos-otros . Los demás viajeros se acomodaron por lascasas que pudieron, ó con otros oficiales ; y el mismoLozano se llevó á la que él ocupaba á su maestrode matemáticas D . Lope Gisbert, al Marqués d eVillamejor, al otro señor que no conocemos, á u ncomandante del ejército que iba á Lorca, y á un in-geniero del ferrocarril, que también venia en nues-tro tren .

La esposa de nuestro amigo Pulgarín, se quej éá Lozano de que la habían quitado un canario qu ellevaba en una pequeña jaula de viaje : mandó e lJefe echar un pregón ; y pocos momentos después, l efué devuelto el pájaro á la afligida señora por man odel amable cabecilla.

En la casa en que nuestros amigos entraron, queera la del maestro de instrucción primaria, á quie ntuvieron que agradecer muchísimos favores, pudie-ron lavarse y peinarse y tomar un refresco de vina-gre ; pero no tenían ya ni un pedazo de pan que dar-les, y aunque el capitán se empeñaba en que co-mieran con él, y se enfadaba de las excusas denuestros amigos, éstos prefirieron ver de buscársel apor el pueblo, á aceptar los finos ofrecimientos de lcarlista, dejándole sin comer y no comiendo ellos ,puesto que habrían de dividir entre tres la comid ade uno .

Lanzáronse, pues, á la calle, y fueron de puert aen puerta pordioseando, por lo que fuese, unas sopa scon huevos ; pero en todas las casas les decían queno tenían pan, y en algunas que ni agua .

Decididos estaban á volverse á casa del maestr ode escuela y aceptar los ofrecimientos de su nuev oamigo el capitán carlista, cuando el nuestro, áquien seguimos desde Madrid, recordó de pront oque en Agramón debía hallarse un hermano de un ode sus buenos y más queridos amigos, compañero ,además, de carrera ; y aunque no tenía el gusto d econocerle, determinó buscarle y pedirle francamen-te de comer . ¡Cuánto no seria su placer, cuandotuvo la dicha, después de andar preguntando larg orato, de dar con la casa, y encontrar en ella, no y atan sólo al hermano de su amigo, sino á su amig omismo, D . Manuel Prego de Oliver y Ortiz, que sehallaba allí accidentalmente! . . .

—¡Silencio! . . .—le dijo éste por lo bajo al abra-zarle .

— ;Advertencia excusadal . . .—replicó del mismomodo .• —Ah! . . . ¿se conocían ustedes?—preguntó u noficial que presenciaba la escena .

—¡Si señor, mucho; en Madrid! . . .—En el café! . . .—Somos amigos de café! . . .—exclamaban, casi á

un tiempo, los dos, temerosos de despertar las sos-pechas del carlista.

—Lo celebro, hombre ; lo celebro ;—nos dijo e loficial, que era un capitán de infantería .

El compañero de carrera de nuestro amigo, pre-sentó á éste y al otro viajero que con él iba, átoda su familia, parte de la cual conocía ya el pri -mero hacia muchos años: fueron allí acogidos conla mayor amabilidad, prodigándoseles cuantas aten-ciones se pueden imaginar, y partiéndose con ello scomo con hermanos, lo poco que en aquella cas aquedaba, por casualidad, de comer .

El capitán ordenó á un voluntario» que fueraá la otra casa por los dos sacos de viaje y las do scapas; é instalados así los dos viajeros, sintieronensanchárseles el corazón y tranquilizárseles po rcompleto el ánimo .

—Capitán, capitán, venga usted corriendo ;—dice de pronto, y con cierta angustia, el dueño dela casa .

Salíamos todos, precipitadamente, á un granpatio; pero nos quedamos clavados en la puerta, pá -lidos y mirándonos asustados unos á otros .

El referido patio se hallaba atestado hasta lo stejados, formando un gran declive, de esparto seco ;y en el pequeño espacio que quedaba libre entre elesparto y la puerta, había varias cajas de municio-nes, algunas destapadas ; una de éstas de pólvora ágranel, conteniendo lo menos tres quintales, y allí ,á su lado, tres soldados carlistas, fumando tran-quilamente, como si hiciesen la cosa más naturaldel mundo .

El capitán se repuso pronto, y tirando del sableles regaló la más soberana paliza que hemos vist opegar, diciéndoles, entre enérgicos juramentos yvotos, estas palabras :

—Fuera de ahí, animales! . . . ¿No véis que si ca euna chispa del cigarro en la pólvora, va á volarsetodo el pueblo? . . . ¡Bestias! . . . ¡Brutos! . . . ¡Fuera ,fueral . . .

Los fumadores recibieron los golpes con la ma-yor disciplina y se fueron á otra parte á terminarsus cigarros .

Lozano pagaba á su gente un día si y otro no, yaquél era día de paga . El capitán, que se había en-terado de que nuestros dos amigos eran sevillanos ,al marcharse para ir á tomar la suya á casa del ha-bilitado, les dijo :

—Si veo por ahí al fiscal, que es de Sevilla, l ediré que hay aquí dos paisanos suyos .

En efecto : á los pocos minutos entró un oficia lpreguntando por ellos, entablándose muy pront oentre los tres una agradable conversación y cordia linteligencia, á la sombra del paisanaje : ¿qué ha-bíamos de hacer? . . .

Nos hallábamos sentados al rededor de una mesaredonda bastante espaciosa . En la misma habitación ,y en una pequeña mesa cuadrada, se había colocad ocon unos esportillos de duros y pesetas el oficia lpagador de los sargentos y cabos, y clase de tropa .

—Trae usted los recibos y las nóminas?—pre-guntaba á cada uno de los sargentos que iban lle-gando .

—Si, señor.

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—¿Cuánto es ?—Tanto .—Venga, y tenga usted ;—y los iba pagando .Ya por dos ó tres veces se había quejado por l o

bajo de la pequefiez de la mesa, cuando se le oy óaliadir:

—Mejor estábamos en aquélla .—Vamos á dar un paseo por el pueblo—propu-

so nuestro amigo poniéndose de pie .—Vamos ;— dijeron imitándole sus interlocu-

tores .—Y así les presentaré á ustedes á mis amigos-

aaadió el fiscal carlista.(Concluirá . )

INDUSTRIAS ELECTRICA S

INFORMACIÓN

NUEVAS SOCIEDADES.—En Madrid se han esta -blecido los Sres . Menda, Valero y Compañía, co n50 .000 pesetas, para la compraventa de aparato seléctricos .

—Ea Barcelona ha quedado firmada la escri-tura de la comanditaria Tapier y Camprubi parainstalaciones eléctricas .

—En Bilbao se han constituido los señoresUrrutia, Hermanos, una Sociedad en comandit acon- 100 .000 pesetas de capital para instalar enel molino de La. Mella una fábrica de electri-cidad .

ADJUDICACIONES .— Pedro Abad (Córdoba), —Establecimiento del alumbrado público de dich avilla por medio de la electricidad durnte elplazo de veinte años .—Presupuesto, 1 .200 pese-tas anuales .—Adjudicada al único postor D . Lui sEspinosa y Osuna como Gerente de la Sociedadanónima La Eléctrica de ia Vega de Armijo, en elimporte del presupuesto .

—Cartegana (Huelva) .—Servicio del alum-brado público de dicha población por medio d ela electricidad por término de cinco afios .—Pre-.supuestcí, 3 .000 pesetas anuales .—Adjudicada alúnico postor D . José Fernández Sánchez, en e limporte del presupuesto .

—Paredes de Nava (Palencia) .—Servicio de lalumbrado público de dicha villa por medio d ela electricidad durante un periodo de veint eaos.—Presupuesto, 3 .150 pesetas anuales .—Ad-judicada al único postor D . Arístides Pajares, e nel importé del presupuesto .

DERIVACIÓN DEL RÍO Enno .—Se ha autorizadoá D. Juan Iharnavarro y D . Toribio Larsea par aderivar del río Ebro, en término de Briones (Lo-

groo), la cantidad de 30 .000 litros de agua po rsegundo, destinados á la producción de energí aeléctrica para el alumbrado, tracción y demásaplicaciones .

ADJUDICACIÓN DE OBRAS .—Han sido adjudi -cadas á la Compañía de electricidad ThomsonHouston las obras de instalación de la traccióneléctrica en el ferrocarril de Bilbao á Durango yArratia .

NUEVO ESTABLECIMIENTO .—En amplísimo lo-cal de la calle del Barquillo, 14, y Saúco, 1, hainaugurado su nuevo y magnífico establecimien-to el conocido y reputado industrial electricist aD. Alvaro Urefia .

A. la inauguración asistieron muchísimo samigos del Sr . Ure?ía y representantes de la pren-sa periódica .

A LOS INGENIEROS .--La Compañía EléctricaPeninsular establecida en Bilbao, necesita a lservicio de la misma un ingeniero de Caminos ,Canales y Puertos, práctico en proyectos y obrasde aprovechamientos hidráulicos .

Los que deseen aspirar á este cargo puedendirigirse á las oficinas de la Compañía, GranVía, 5, segundo, donde se les informará de la scondiciones y detalles que puedan interesarles .

SuBA5TA5 .—Aguilas (Miircia) .—El día 25 deOctubre.—Instalación y suministro del alum-brado público en dicha villa por medio de la elec-tricidad, por término de diez afios .—Presupues-to, 8.000 pesetas anuales .—Fianza, 4.000 pe-setas ..

La subasta se celebrará en el Ayuntamientode Aguilas, en cuya Secretaría se hallan de ma-nifiesto las condiciones .

Palma (Baleares) .—E1 30 de Octubre á la sdoce de la mañana . —Instalaciones, entreteni-miento y consumo de GO lámparas eléctricas d earco voltáico .—Presupuesto, 22 .500 pesetas anua-les .—Depósito provisional, 1 .125 pesetas .

La subasta se celebrará en esta corte en laDirección general de Administración local (Mi-nisterio de la Gobernación), y simultáneament een el Ayuntamiento de Palma, en cuyas depen-dencias se hayan de manifiesto las condiciones .

La subasta se hará por veinte arios, contado sdesde el 1 .° de Enero de 1902 .

TRANVÍAS ELÉCTRICOS . — La Dirección gener ade Obras públicas anuncia en la Gaceta de Ma-drid que D. Tomás Campuzano y Aguirre hapresentado un proyecto y solicitud de concesió nde un tranvía de vía estrecha, con motor eléc-

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trico, desde el Puente de Toledo hasta Getafe, po rlos Carabancheles y Leganés y ramal al Hospitalmilitar de Carabanohel .

—Para el día 6 de Diciembre próximo est áanunciada la nueva subasta de la concesión deun tranvía con motor eléctrico en la ciudad deCádiz y sus barrios extramuros .

—Don Manuel Acebal ha sido autorizado par aestudiar un tranvía eléctrico entre Oviedo y Gi-jón. No tenemos duda de que resultará práctic ay económicamente esta línea, que suponemos s ellevará por la carretera, según creemos, acor-tando dos kilómetros la distancia que separa lo sextremos . En el país del carbón y de los salto sde agua abundantes, no hay que temer á la spendientes de las carreteras para los tranvía seléctricos; todo se reduce al recargo de uno ó doscéntimos por kilómetro y coche en toda l alínea .

NOTICIA SPara el Colegio de Huérfanos .—Leemos en un

periódico diario de Granada, El Triunfo, que se ha-cen gestiones cerca del Ayuntamiento de aquell ahermosa capital, para aue ofrezca al Cuerpo de Te-légrafos local adecuado, con objeto de instalar e nél el proyectado Colegio de huérfanos para telegra-fistas .

Traslados.—Durante la última decena se ha nacordado los siguientes:

Oficial primero, D . Antonio Alcover y Maspons ,de Inca á la Central .

Oficial primero mayor, D . Miguel Pérez y San-tano, de la Central é. la Dirección general .

Ayudante primero, D . Antonio de Prada y Gar-cía, de Valladolid á Venta de Baños .

Jefe de Centro, D . Miguel María Camblor y Bel-monte, de Santander á Barcelona .

Oficial tercero, D . Agustín Raeaj y Lozano, deLogroño á Calatayud .

Oficial tercero, D . José de las Parras y Mármol ,de Huelva á Sevilla .

Oficial tercero, D . Narciso Estrada y Valona ,de la Central á Coruña .

Aspirante segundo, D . Pablo Briones y Espino-sa, de Calatayud á Logroño .

Oficial segundo, D. Eduardo Muñoz y Guillén ,de Pr.avia á. Arganda.

Oficial primero, D . Enrique Iturniaga y Gascón,de Arganda á Pravia .

Oficial segundo, D . Eduardo Molina y Barrera,de Sevilla á Las Cabezas de San Juan.

Legado .—El gran físico inglés muerto recien-temente, inventor del célebre telégrafo impresor

que lleva su nombre, Hughes, ha legado á la Aca-demia de Ciencias de París, la suma de 100 .000francos destinada á un premio anual para los auto -res de descubrimientos é investigaciones relativasá la electricidad y el magnetismo .

Fallecimiento.—Ha fallecido en Madrid el as-pirante segundo de la escala auxiliar del servici otelegráfico, D. José María Veler y Jiménez .

Estadistica telegráfica en Francia .—Entr elos documentos oficiales que figuran en la Exposi-ción de París, en el pabellón de Correos y Telégra-fos, se halla una interesante estadística que sumi-nistra los preciosos datos siguientes :

En 1852, el desarrollo kilométrico de las lineasfrancesas era de 3 .548 y el número de estaciones 43 ,en el año 1899 se han elevado esas cifras á 386 .264kilómetros y 12 .885 estaciones .

El número de telegramas privados interiores s eha convertido de 42 .756 que se cursaron en 1852, en38 .087 .308 cursados en 1899; los ingresos que en1852 fueron 565 .750 francos, han sido el año pasad o40 .187 .363 francos .

En Francia existe actualmente una estación te-legráfica por cada 3.001 habitantes y por 41,7 kiló-metros cuadrados .

Por término medio cada estación atiende á 3 0kilómetros de hilos, tasa 1 .957 telegramas, y distri-buye 1 .947 . Cada habitante expide anualmente 0,8 6telegramas interiores y 0,074 internacionales .

EL número total de transmisiones en todas lasestaciones telegráficas del Estado ha llegado du-rante el año 1899 á la enorme cifra de 198 968 .070 ,sin contar los despachos neumáticos que circula ndentro de París y que en España son absolutamentedesconocidos. Estos han sido 10 .288 .260 en 1898 .

Gratificaciones.—Por la prensa diaria, ha cir-culado la siguiente nota referente á gratificacione sal Personal .

«Una numerosa comisión de oficiales de Telégra-fos, cuya visita hemos tenido el gusto de recibir ,nos han manifestado que, en consideraciónl gran-dísimo aumento de servicio que ha habido durant ela temporada veraniega, y que principalmente hapesado sobre los oficiales, los jefes de aparatos hanrecibido una gratificación extraordinaria .

No están pesarosos los oficiales, de Telégrafos ,en manera alguna, de que hayan obtenido esa gra-tificación los jefes de aparatos, mas estiman queellos la han merecido en igual, si no en mayo rgrado .

A nosotros nos parece justisima esta pretensión ,que nos complacemos en trasmitir á los Sres. Mi-nistro de la Gobernación y Director general de Co-rreos y Telégrafos . s

La telefonía, sin hilos .—Después de la telegra-fía sin hilos, aparece en escena otro invento no me-nos admirable, de resultar verdad lo asegurado pq rel Evening News .

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ELEGTRON

Nos referimos á, la telefonía sin alambres con-ductores, que acaba de descubrir un ingeniero ale-mán establecido en Londres .

Herr Rosedberg, que así se llama el inventor, haaplicado el principio de la telegrafía Marconi á u naparato telefónico, provisto de sus correspondientestransmisor y receptor .

Este último puede ser llevado en el bolsillo y po-ner en comunicación al portador del aparato con s ucasa ó con su oficina, aunque se halle . á distanciasuperior é. 40 millas .

En los últimos experimentos hechos por Her rRosenberg,'se limité establecer la corriente entr esu casa y un punto situado á 200 metros de la misma .

El inventor almorzó en un restaurant de Hamps -tead Heath, dejando colocado sobre la mesa el apa-rato receptor . De vez en cuando, y previa la llama-da del timbre existente en aquél, el teléfono trans-mitía con sonido perfectamente claro las noticia sque enviaban desde la oficina á Herr Rosenbergsus diferentes empleados .

-

.

Sin- efecto.—Han quedado sin efecto, por acuer-do de la Dirección general, las órdenes de traslado :

De Zaragoza á Benasque, del aspirante segundo .D. Julián Martínez de Hijona y Martínez .

De Cullar Baza . Sevilla, del aspirante segundoD José Gallardo y Velasco .

De Sevilla á Cullar Baza, del aspirante terceroD Miguel Sanchez y Valdé s

En comisión .—Ha sido destinado en comisió ndel servicio á la estación de Fortuna, el oficial pri-mero mayor D. Eduardo Tomás y Giner .

Supernumerario .—Por acuerdo de la Direcció ngeneral, ha sido declarado supernumerario el aspi-rante segundo D . Dámaso González y Varela.

Nombramiento anulado . - Ha quedado sinefecto, por acuerdo de la Dirección general, el nom-bramiento de aspirante segundo de la escala auxi-liar del servicio telegráfico hecho á favor de DonAlberto Aguilera y Palacio .

Licencias .—Durante la última decena se ha nconcedido las siguientes:

- De un mes, por enfermo, al auxiliar femenin oDoña Josefa González y Merino .

-- De 25 días, al aspirante primero D . Eduardo

Antonio Blanco y Negueruelas . --De un mes, al oficial primero D . Enrique Pérez

y Ponce .-

-De SO días, al oficial segundo D Jesús Muño z

yGarcia.De 29 dias, al oficial tercero D . Rafael Soriano

y Sopena .

- -De 25 días, al oficial tercero D . Pedro Ruiz y

Montoro .

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-De 20 días, al oficial tercero D . Ramón Bartolo-

mé y Olivares .

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De 10 días, al aspirante segundo D . Francisc oMesa y Secano .

De 29 días, al aspirante segundo D. Felipe He-rrera y Alvarez .

De 30 días, al oficial segundo D . Ramón Jimé-nez y Marín.- De un mes, al subdirector segundo, D . Genaro

Junquera y Plá .

Los ordenanzas de Telégrafos .—Copiamos d eun periódico de provincias el siguiente suelto :

Ahora que se dice que en los nuevos presupues -tos se trata de aumentar el sueldo á l .a clase de as-pirantes terceros del cuerpo de Telégrafos, cuya re-tribución es bien escasa, por cierto, llamamos laatención del Director general para que se fije eu lo sordenanzas de Telégrafos, á quienes se les suprimi ólos cinco céntimos que disfrutaban por cada tele-grama que entregaban á domicilio, sin tener bcuenta que están miserablemente retribuidos .

Oreemos que debe tenerse esto en cuenta y quedebe aumentárseles el mezquino sueldo que cobra nó, á lo menos, concederles de nuevo el derecho é.percibir cinco céntimos por telegrama llevado ádomicilio .,,

Teléfono internacional .—Según nos informan ,para el próximo verano podrá funcionar el teléfonoentre Roma y París. Solamente en los Alpes italia-nos se han invertido siete meses en la instalación ,que ha costado 700 .000 francos .

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- - -El gobierno francés, porsu parte, trabaja acti-

vamente en el establecimiento de la línea en s uterritorio .

Crédito concedido .—En el Consejo de Minis-tros celebrado el día 17, quedó aprobado un crédit ode 170.000 pesetas con destino á reparaciones d elíneas telegráficas .

Sea enhorabuena .—Ante distinguidisima con-currencia, que llenaba el templo de Santa Bárbara ,ha contraido matrimonio el- día 12 con el distin-guido letrado y propietario D . Alfredo Rey Here-dia, la hija mayor del Inspector general de Telé-grafos D. Mateos de Pablo, Rosario de Pablo Blanco .

Apadrinaron á los novios los hermanos del con-trayente D. Laureana y D. José . Los padres de l anovia- obsequaron á sus invitados con un lunch ex-quisito, y el nuevo matrimonio salió aquella mism atarde para sus posesiones de Córdoba . Deseámosle sperdurable dicha, y- felicitamos sinceramente é.nuestro muy querido amigo el Sr . De Pablo Blanco .

Permuta .—El encargado de una buena ilmitad adel centro de Murcia, con casa, consignación ofici-nas y luz eléctrica gratis, desea permuta con otrode las provincias de Almería, Alicante, Granada óJaén .

Dirigirse á la Administración de esta Revista.

Imp. y Fund . de los Hijos de J . A . Garcia, Campomanes, 6 .